Dios Te Dara Fortaleza
Dios Te Dara Fortaleza
Dios Te Dara Fortaleza
¿Por qué dices, oh Jacob, y hablas tú, Israel: Mi camino está escondido de Jehová, y de mi Dios
pasó mi juicio? 28 ¿No has sabido, no has oído que el Dios eterno es Jehová, el cual creó los confines
de la tierra? No desfallece, ni se fatiga con cansancio, y su entendimiento no hay quien lo alcance.
29
El da esfuerzo al cansado, y multiplica las fuerzas al que no tiene ningunas. 30 Los muchachos se
fatigan y se cansan, los jóvenes flaquean y caen; 31 pero los que esperan a Jehová tendrán nuevas
fuerzas; levantarán alas como las águilas; correrán, y no se cansarán; caminarán, y no se fatigarán.
Título: Dios te fortalecerá.
Cuando Winston Churchill, el primer ministro que lideró a Gran Bretaña en la gran victoria de la
Segunda Guerra Mundial, fue derrotado en 1945, su esposa (luego de la derrota), esperando
consolar a su marido sugirió que el asunto era solo “una bendición disfrazada”. A esto Churchill
replico “Sí esto es así, la bendición está muy bien disfrazada.”
¿Te has sentido alguna vez así en tu vida? Si no es así, continúa yendo a la cama por noche,
continúa levantándote en la mañana. Recuerdo una ocasión en la que me acerqué a Mez
MacConnel y le dije que me sentía de menos porque no había sufrido tanto como él. A esto él me
respondió: “Tranquilo, no te preocupes, si seguís a Cristo, pronto vas a sufrir”. La vida
inevitablemente nos confronta con peligros, fatigas y trampas que realmente nos llevan a
momentos donde somos propensos a mirar hacia arriba y preguntarnos “Señor, ¿Qué bien puede
salir de esto?”
Estos versículos finales de Isaías 40 ofrece gran consuelo para aquellos tiempos inevitablemente
difíciles. El capítulo 40 es un capítulo crucial que marca un giro en la profecía de Isaías. La profecía
se divide en dos secciones: 1-39 (advertencia del juicio inminente que va a venir sobre el pueblo
obstinadamente rebelde de Dios: Israel). Sin embargo, para cuando llegamos al capítulo 40 hay una
nueva sección que asume que Israel ya ha sido derrotada, sus ejércitos has sido superados, la
ciudad de Jerusalén ha sido capturada y ahora Isaías es enviado al pueblo de Dios con un nuevo
mensaje: v.1-2: “Consolaos, consolaos, pueblo mío, dice vuestro Dios. Hablad al corazón de
Jerusalén; decidle a voces que su tiempo es ya cumplido, que su pecado es perdonado; que doble ha
recibido de la mano de Jehová por todos sus pecados.” De aquí en adelante el profeta comienza a
extender consuelo al cansado, atribulado y preocupado pueblo de Dios prometiendo futura
liberación por la mano poderosa de Dios. Mientras tu lees, incluso hay alusiones a la liberación final
que vendría con la llegad del Rey Mesías, el Señor Jesucristo, a quien Dios ha prometido.
Al llegar al final del capítulo 40 hay aún un dilema: ¿Qué debe hacer este pueblo cansado,
atribulado y preocupado en “el mientras tanto”? La liberación viene pronto pero ¿Qué deben hacer
entretanto? El Rey Mesías está en camino pero hay un largo camino desde Isaías hasta Mateo,
Lucas, Marcos y Juan. ¿Qué debe hacer este débil, angustiado y desgastado pueblo mientras tanto?
Bueno, predominantemente el capitulo es una promesa de liberación futura pero estos versículos
del final ofrecen esperanza para el “Mientras tanto”.
El mensaje de este pasaje es simple: “Dios te fortalecerá si tú confías en Él en tu tiempo de
debilidad”. Estas palabras fueron originalmente inspiradas para consolar al pueblo de Dios mientras
esperaban que el Mesías venga. Nosotros que creemos en el Señor Jesucristo nos beneficiamos de
estas palabras mientras esperamos por Él que vuelva otra vez.
En los días y tiempos difíciles en que nos encontramos, en los cuales fuimos llamados a vivir y
servir, somos también llamados a buscar el bien en tiempos difíciles. Y personalmente, mientras
seguimos a Cristo, y hacemos Su voluntad, mientras trabajamos por el avance del Reino, nosotros
enfrentaremos los peligros, las fatigas y las trampas de la vida y el ministerio. Oradores
motivacionales enmascarados de predicadores del evangelio llevan a las personas a creer que
seguir a Cristo traerá una experiencia ininterrumpida e inquebrantable de salud, riqueza y éxito.
¡No es así! Aún así, la buena noticia es que si confías en el Señor Jesucristo puedes vivir con la
seguridad de que la fortaleza que viene del Señor es real, está disponible y es suficiente. Aquel que
sigue a Cristo verdaderamente tiene una fe ambidiestra: ellos toman las dificultades en una mano y
las bendiciones en la otra y mantienen las dos en tensión confiando que todas las cosas realmente
obran para bien de aquellos que aman a Dios y son llamados de acuerdo a Su propósito. Dios te
fortalecerá si confías en Él en tu tiempo de debilidad.
El pasaje que les he leído ofrece varias condiciones para el empoderamiento divino, para recibir la
fortaleza del Señor. Primero, Dios te fortalecerá si tú recuerdas adorarlo a Él.
El versículo 27 comienza registrando las quejas del pueblo de Dios en contra de Él (leer versículo).
Nota el lenguaje gráfico con el cual la queja es registrada. Ellos sienten que Dios está
escondiéndose de ellos. Ellos sienten que Dios está siendo indiferente a ellos. Ellos no solo sienten
eso, ellos lo están diciendo. Es su queja contra Dios. ¿Te has sentido alguna vez así? Como si Dios
estuviera jugando a las escondidas justo cuando tú más lo necesitabas. ¿Has alguna vez sentido que
Dios es indiferente a tus desesperadas súplicas por ayuda? Así es como el pueblo de Dios se siente
aquí en el texto.
Interesantemente, Isaías reconoce cómo se sienten sin afirmar como se sienten. Él reconoce y
reprende sus quejas al mismo tiempo diciendo (versículo 27). ¿Por qué estás diciendo que Dios se
esconde? ¿Por qué estás hablando como si Dios te hubiera ignorado? La pregunta profética sigue
en el versículo 28 (leer). Aquí es claro que la reprensión del profeta es argumentativa. Tú lo ves en
la palabra NO. Él no dice “¿sabes? O ¿has oído?”. Él dice: “¿no lo sabes? ¿no has oído?”. Hacia el
versículo 28 él va a señalar las divinas perfecciones en las cuales ellos deberían confiar. Pero antes
de hacer eso es como si estuviera diciendo al pueblo de Dios: “antes de decirte lo que estoy por
decirte, déjame primero decirte que lo que estoy por decirte no son nuevas noticias”. Estas son
cosas que ustedes ya deberían haber sabido acerca de Dios, por medio de la instrucción y la
experiencia. En un sentido, Isaías está diciendo: “No estoy intentando aquí impartir revelación
tanto como estoy intentando evocar el recuerdo”. Estas son cosas acerca de Dios que ya deberían
saber. Él dice: “Dios no se está escondiendo de ti, Dios no te ha ignorado.” El problema que Isaías
sugiere aquí parece ser no que Dios se haya movido sino tú estás mirando en la dirección
equivocada. Y por eso necesitas levantar tus ojos y recordar quien es tu Dios.
Primero que todo, él les recuerda que el Señor es Eterno. Dios no está atado a un mundo de relojes,
calendarios, cronómetros y agendas. Dios vive en un eterno ahora. Salmo 90:2 dice “desde la
eternidad hasta la eternidad, Tú eres Dios.” En la eternidad pasada Dios era Dios y cuando este
período breve de la eternidad llamado tiempo haya terminado, Dios seguirá siendo Dios en la
eternidad futura. Dios es desde la eternidad hasta la eternidad. Esta verdad teológica tiene como
aplicación práctica el recordarnos que el tiempo de Dios es perfecto. Puesto que Él es el Dios
Eterno, demasiado tarde y demasiado temprano, esa clase de oraciones no están en el vocabulario
de Dios. Cuando sea que Dios actúa siempre es el momento justo. El tiempo de Dios es perfecto.
¿Cuánto tiempo paso hasta que la lluvia cayo y Dios inundó el mundo y salvó a Noe? Aunque
pasaron 120 años, era en ese momento el tiempo correcto. El Ángel del Señor llegó cuando Sadrac,
Mesac y Abednego ya estaban en el horno de fuego pero era aún el tiempo correcto. Él no apareció
ante María y Marta hasta luego de que Lázaro estuvo muerto por cuatro días y ellos dijeron “Señor,
ya hiede porque hace cuatro días que ha muerto”. Pero aun entonces, era el tiempo correcto. Hay
un dicho que dice: “Tú no puedes apurar a Dios. No, tú solo debes esperar, confiar en Él y darle
tiempo. No importa cuando tome. Si bien Él es un Dios que tú no puede apurar Él estará ahí, no te
preocupes, porque Él puede no venir cuando tú quieres pero Él siempre estará en el momento justo.
Sólo resta que lo esperes.”
Él es eterno, pero no sólo Él es eterno. El v.28 declara también que el Señor es Soberano. Él es el
creador de los confines de la tierra. En el seminario en ocasiones vemos pasajes difíciles y textos
complicados de entender pero a fin de cuentas, hay un solo pasaje realmente difícil en la Biblia: es
Genesis 1:1 “En el principio, Dios creó los cielos y la tierra”. Si tú realmente crees el primer versículo
de la Biblia, tú no tendrás ningún problema en creer el resto de la Biblia. Ese primer versículo es
vital, porque es una declaración verdadera de la historia, y es una declaración acerca de la creación
y origen del mundo. Es una declaración acerca de nuestro Dios. Cuando la Biblia declara que Dios
es el Creador, hay una presuposición teológica: que aquel que crea es mayor que lo creado y reina
sobre la creación. Cuando la Biblia afirma que Dios es el Creador de los confines de la tierra, está
diciendo “Dios reina sobre los fines de la tierra”. Fíjate que no dice “Dios creó la tierra”. Dice “Dios
creó los confines de la tierra.” Haz un mapa del universo y cada lugar que tu midas es la obra de Sus
manos, nuestro Dios Soberano. Decir que Dios es Eterno significa que tú puedes confiar en Dios en
todo tiempo. Por tanto, decir que Él es el creador de los confines de la tierra, es decir que tú puedes
confiar en Él en todo lugar. Donde sea que te encuentras, Él está a cargo allí, porque Él es el
creador de los confines de la tierra.
Avanzado en el versículo 28, vemos que no sólo Dios es Eterno y Soberano, sino que también Él es
Omnipotente. Dios tiene todo el poder sobre el mundo creado y Él afirma Su omnipotencia
diciendo lo que Él no puede hacer. Él no se cansa, Él no se fatiga. ¡Alabado sea Dios por lo que Él no
puede hacer! Puedes tener personas en tu vida en quienes confías en momentos de gran debilidad.
Eso es bueno…pero ten cuidado cuando pones tu confianza en el hombre porque como veremos en
un momento tú piensas que puedes confiar en las personas en tiempos de debilidad pero
cualquiera sea tu problema, déjame solo advertirte: mejor que no sea muy grande, mejor que no
dure por mucho, y definitivamente mejor que no coste mucho. Los recursos humanos
inevitablemente se acaban. Pero cuando todos los recursos humanos se han acabado, considera
esto acerca de nuestro Dios, ÉL NUNCA SE CANSA, ÉL NUNCA ES DEBIL.
Ahora bien, no sólo nuestro Dios es Eterno, Soberano y Omnipotente sino también, Isaías declara,
Él es todo sabio, es omnisciente. Su entendimiento no hay quien lo alcance. No sólo Dios es capaz
sino que Dios siempre SABE lo que Él está haciendo. Salmo 145:3 dice “Grande es el SEÑOR, y digno
de ser alabado en gran manera; y su grandeza es inescrutable.” Nuestro Dios posee toda la
sabiduría. No hay quien alcance su entendimiento. No sé si alguna vez pusiste atención a Juan 6:6 y
te detuviste a pensar en lo que dice allí. Una gran multitud de personas seguían a Cristo y el Señor
se detiene y pregunta a Felipe: ¿Dónde compraremos pan para que coman estos? . Y Juan añade
una nota allí diciendo: “Pero decía esto para probarlo porque Él sabía lo que iba a hacer.” ¡Que
gran consuelo es la Palabra del Señor para el corazón del hombre!” Enfrentamos un futuro incierto,
planeamos muchas cosas pero muchas veces nuestro futuro tal cual lo planeamos parece
desmoronarse ante nuestros ojos cuando enfrentamos situaciones repentinas e inciertas. Pero aún
allí, hay esperanza en la Palabra de Dios y la persona de Jesucristo, aún cuando la vida es caótica
para nosotros, Dios sabe lo que está haciendo. Dice un viejo poema: “Sus maravillas para realizar,
Él planta Sus pasos en el mar, y monta sobre cada tormenta. No juzgues al Señor con tu débil
sentido, más confía en Él por su gracia y abrigo, porque detrás de Su fruncida providencia, Su
sonrisa Él esconde, espera en Dios, ten paciencia.”
Aquí, Isaías 40:28 dice “Dios te fortalecerá, pero debes dejar de mirar alrededor y estar consumido
con lo que sucede alrededor de ti, tu debes levantar los ojos y recordar quien es tu Dios” . Dios da
fortaleza a aquellos que recuerdan adorarlo. En segundo lugar, Dios fortalecerá a aquellos que
reconocen sus debilidades ante Él. V.29 dice: “El da esfuerzo al cansado, y multiplica las fuerzas al
que no tiene ningunas.” Dios no es tacaño con su poder, Él está dispuesto a compartirlo. Sin
embargo, hay una condición. ¿Puedes verla? Hay algunos que creen que la frase “Ayúdate y yo te
ayudaré” es bíblica. La idea de esta frase es “piensa primero en ti porque si tú no te ayudas a ti
mismo no esperes recibir ayuda del Señor.” Esta frase supone que Dios ayuda a aquellos que se
ayudan a sí mismos. Esto no es bíblico. La Escritura enseña directamente lo opuesto de “Dios ayuda
a aquellos que se ayudan a sí mismos”. La actitud de autosuficiencia automáticamente te
descalifica para recibir fortaleza divina. Tú no puedes recibir ayuda divina si piensas que eres lo
suficientemente fuerte por ti mismo. Tú no pecas porque eres demasiado débil sino porque crees
que eres demasiado fuerte. La humildad nos lleva a depender del Señor. Para ser fortalecido debes
reconocer que eres débil. Para recibir salvación debes admitir que estás perdido. Para recibir Su
perdón debes confesar tus pecados. Para experimentar cuan grande es Dios, debes estar
dispuesto a reconocer cuan débil eres tú.
En una ocasión, el famoso boxeador estadounidense Mohamed Alí (conocido también como
Cassius Clay) subió a un avión y en medio de la rutina donde todos se acomodan en sus lugares
para poder despegar. Entonces una de las azafatas le dice: “estamos por despegar, necesita
sentarse y colocarse el cinturón de seguridad”. Él se rehusó a hacerlo. Entones comenzó a discutir
con la azafata creyendo que tendría la última palabra y finalmente dijo: “Señorita, ¿sabes quién soy
yo? Yo soy Superman. Superman no necesita usar cinturón de seguridad.” A lo que la azafata
respondió “Si Señor, está en lo correcto pero Superman no necesita viajar en avión tampoco. Así
que siéntese y colóquese en cinturón.” No es sencillo decirte esto pero ¿sabes? NO ERES TAN
FUERTE COMO CREES SERLO. Sólo es cuestión de una llamada de teléfono, solo es cuestión de un
correo electrónico, solo es cuestión de una carta, o una reunión, o una visita al doctor, sólo es
cuestión de que un auto se desvíe y vaya en contramano hacia ti inesperadamente, sólo es cuestión
de un que algo inesperado suceda para confrontarnos con el hecho de que no somos tan fuertes
como pensamos.
C.S. Lewis lo dijo bien: “Aquel que tiene a Dios y otras cosas realmente no tiene mas que aquel que
tiene sólo a Dios.” Nosotros tenemos otras cosas, quizás es dinero, o educación, o habilidades, o
experiencia, o talentos…pero tú inevitablemente enfrentarás momentos en tu vida donde el dinero
no podrás comprar la solución con dinero, tu educación no te ayuda a atravesarla, y tus contactos
no te pueden sacar del problema. Amigo que estás aquí hoy, no importa lo que no tengas, si
conoces al Señor Jesucristo, quien reina sobre el cielo y la tierra, Él es todo lo que tú necesitas en
momentos de debilidad. Sé advertido por la vida de Uzías. Usted puede encontrar el relato
completo en 2 Crónicas 26. Él accedió al trono a la edad de dieciséis años y reinó por 52 años e hizo
lo recto a los ojos del Señor, y el Señor lo ayudó. Pero su éxito inicial se convirtió en un gran
fracaso. El v.16 dice que él fue ayudado maravillosamente por Dios hasta que llegó a ser fuerte.
Cuando llegó a ser fuerte, su corazón se lleno de orgullo y fue conducido a su propia destrucción. El
pensó que su autoridad como rey le daba el derecho para usurpar el ministerio de los sacerdotes. E
intentando entrar al templo del Señor, Dios lo hirió con lepra y el hombre más poderoso de la tierra
muerte como un leproso solitario en un casa desolada. Casualmente el año en que murió el rey
Uzías, Isaías fue llamado al ministerio (Isaías 6). Esta historia nos recuerda, nos afirma el poder de
la debilidad. Mientras este hombre reconoció su debilidad, Dios le ayudo. De hecho, el v.15 dice
que fue ayudado de forma prodigiosa. Pero cuando Él comenzó a confiar en sí mismo, Dios lo puso
en su lugar. No te enamores de ti mismo ni seas como Uzías. Ayer la profe de Taller WE III nos dio
una lista de 50 frases para lidiar con el stress. La frase más escogida y valorada decía: “Cree en ti
mismo.” ¡No, el problema no es tu falta de autoestima, el problema es que tú te estimas
demasiado y te amas tanto que no quieres fallarte a ti mismo!
Sé mas bien como Pablo, que reconoció el poder de la debilidad y dijo “Yo prefiero debilidad y
flaqueza porque cuando soy débil, entonces soy fuerte.”
Dios fortalece a aquellos que le adoran por quien es Él, Dios fortalece a aquellos que reconocen sus
debilidades y finalmente, Dios fortalece a aquellos que están resueltos a esperar en Él.
Phillip Brooks, predicador estadounidense de S XIX, preocupó a su amigo mientras iba de un lugar
al otro como un león enjaulado lleno de ansiedad. Su amigo le pregunto cual era el asunto que
tanto le preocupaba y se dice que Brooks respondió simplemente: el asunto es tan simple como
esto “Yo estoy apurado y Dios no lo está”. ¿Podría ser así también en tu vida? ¿Estas lleno de
preocupación, duda y temor? ¿Podría ser tan simple como eso, que tú estás apurado y Dios no lo
está?
Dios te fortalecerá pero tú debes decirte a esperar en Él. Salmo 27:14 dice “Espera al SEÑOR;
esfuérzate y aliéntese tu corazón. Sí, espera al SEÑOR.” Gálatas 6:9 dice: “Y no nos cansemos de
hacer el bien, pues a su tiempo segaremos, si no nos desmayamos.”
Dios te dará fuerzas si esperas en Él, Él te dará nuevas fuerzas. V.31 “pero los que esperan a Jehová
tendrán nuevas fuerzas”. Esto significa que si confías en Dios en tu tiempo de debilidad (cualquiera
que sea), si tú traes tu debilidad ante Dios, tú puedes cambiar tu debilidad por Su fortaleza. La
otra alternativa está en el v.30 “Los muchachos se fatigan y se cansan, los jóvenes flaquean y
caen.” La juventud representa a aquellos que están llenos de vida, vitalidad y fortaleza pero que
inevitablemente desmayaran y se cansarán. Los hombre jóvenes son elegidos para el combate
militar o competiciones atléticas, son fuertes. Pero aún ellos caerán rendidos sobre sus rodillas,
agotados. Isaías esta diciendo “Tú puedes poner tu confianza en el hombre, pero serás
inevitablemente decepcionado una vez tras otra.”
Por otra parte, tu puedes esperar en el Señor. Si tu confías en el Señor en tu tiempo de debilidad, Él
tomará tu debilidad y te dará Su fortaleza. Sus fuerzas son suficientes. Nota la última parte del v.31
“levantarán alas como las águilas; correrán, y no se cansarán; caminarán, y no se fatigarán.” Estas
tres frases hacen un solo punto: Dios te fortalecerá cuando tú necesites Sus fuerzas. La promesa no
es que te sentirás fuerte. De hecho, es mejor que no te sientas fuerte, porque cuanto más fuerte te
sientes más autosuficiente te vuelves. Por otra parte, cuánto mas débil te sientas más te
sostendrás en Su poder.
Él renovará tus fuerzas para que vueles por encima de la situación al igual que un águila vuela por
encima de la tormenta. Quizás tu situación es una prueba, o enfermedad, o cualquier otro
problema. Si tú esperas en el Señor, Él renovará tus fuerzas para que como un corredor de maratón
puedas seguir adelante, y correr y no desmayar hasta llegar a la meta. O quizás son los asuntos del
día a día, tu caminar diario y los desafíos que se te presentan. Allí también, Él renovara tus fuerzas
para que puedas caminar y no fatigarte.
Por cierto, no es casualidad la progresión que realiza el autor desde volar, a correr y luego caminar.
Es un recurso literario que describe “progreso a través del descenso”. Usualmente lo pensamos de
manera contraria y si fuéramos predicadores motivacionales que buscan elevar tu ego entonces
sería mejor que el orden fuera diferente: “tú caminas, luego corres, y luego levantas vuelo.” Sin
embargo, Isaías lo presenta de manera opuesta: “Tú levantas vuelo, luego corres y finalmente bajas
la velocidad a una simple caminata.” Esto describe progreso a través del descenso y la clave de este
recurso literario, el propósito es mostrarnos que el objetivo está al final, no al principio. Cuando
tú comienzas a caminar con el Señor, Él está mas dispuesto a intervenir y enseñarte a confiar en Él.
Dios quiere enseñarte a caminar con Él. Dios no quiere que tu vida sea un vuelo de un problema a
otro. El propósito no es que salgas volando de un problema hacia otro SINO QUE APRENDAS A
CAMINAR Y PERSEVERAR EN FE INCLUSO CUANDO ERES DEBIL. ¡Gloria a Dios que no enseña como
caminar!
En una ocasión un padre que solía salir a caminar con su pequeña niña decidió ir mas lejos de lo
habitual. Nuevas casas, otro barrio, caras desconocidas. Entonces, preocupado por este cambio al
que su hija no estaba acostumbrada, se inclinó hacia su pequeña y le preguntó si sabía donde
estaban. Ella dijo: no. ¿Sabes como volver a casa desde aquí? Ella dijo: no. ¿Tenes miedo? Ella
sonrío y dijo: no. Su padre entonces dijo: Sos una chica muy valiente, no sabes donde estas ni como
volver a casa y aun así no tienes miedo. Ella respondió: no tengo porque tener miedo papito, YO
ESTOY CONTIGO.
De veras, eso hace toda la diferencia del mundo. En tu vida, en tu caminar en fe, en el trabajo del
ministerio… si tú sabes que Dios está contigo, y tú estás con Dios, ÉL RENOVARÁ TUS FUERZAS.
His wonders to perform, He plants his footsteps on the sea, and rides on every storm. Judge
not the Lord by feeble sense but trust Him for His grace for behind His frowning providence,
He hides his smaling face.