El Ministerio Pastoral

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UNIVERSIDAD LOGOS

MATERIA: CÓMO SER UN MEJOR PASTOR

PROFESOR: Ps. CELSO JOAQUIN PÉREZ.

TEMA: EL MINISTERIO PASTORAL

ESTUDIANTE: SIMÓN SÁNCHEZ RAMÍREZ

FECHA: DE ENTREGA 08/09/2020

PAIS: REP. DOMINIC


EL MINISTERIO PASTORAL.

INTRODUCCION.

Al hablar del ministerio pastoral debemos pensar que no se trata de un cargo o


posición que la persona lo adquiere y el que lo realiza es digno de tan alto
reconocimiento y nombre, ni mucho menos es algo que se puede transferir o reclamar
como si se tratara de una herencia familiar o una empresa que surge por iniciación
humana; sino que dicho ministerio tiene su origen en el Señor y solo él tiene la
facultad de decidir quien en su soberana voluntad recibirá tal privilegio de servir o
ministrar a las ovejas que el mismo Dios pone al cuidado del pastor.

De ahí que me permito enumerar tres objetivos que John MacArthur Cita en su libro
acerca del ministerio pastoral y es:

1. Validar los absolutos bíblicos requeridos por Dios para el ministerio pastoral.
2. Elucidar las cualidades bíblicas requeridas a los pastores de iglesia
3. Delinear las prioridades bíblicas para el ministerio pastoral. (pag10)

Reconozco que el llamado a ser pastor proviene de Dios y que el Señor pone el deseo
en hombres para que acepten este llamado, y que más el apóstol Pablo le dijo al
Joven Timoteo que el que anhela ser obispo o pastor buena cosa desea; luego
procede a establecer los requisitos bíblicos, de actitudes y aptitudes que debemos
reflejar en el ejercicio pastoral.

En este sentido considero que el ministerio pastoral primero es un llamado divino, por
lo que no está al alcance de todos, sino de aquellos que el Señor ha llamado y
capacitado para este fin; es decir, yo puedo darme el título de pastor y hasta levantar
una obra, pero más temprano que tal se hará evidente si tengo el llamado o no, y si
las motivaciones son las correctas o si me enganche al ministerio como una
herramienta o medio para lograr fines personales.

La idea expuesta tiene la base bíblica en Hechos 20:28 Pablo declaro: “Por tanto,
mirad por vosotros, y por el rebaño en el que Espíritu Santo os ha puesto por obispos,
para apacentar la iglesia del Señor, la cual el gano por su propia sangre” y en Efesios
4:11 encontramos que: “Y él mismo constituyó a unos, apóstoles; a otros, profetas; a
otros, evangelistas; a otros, pastores y maestros”, partiendo de este texto bíblico
quiero puntualizar algunas ideas relacionada al ministerio pastoral.

1. Ministrar en la iglesia constituye el más alto privilegio, pero a la vez es la más


grande responsabilidad que puede recaer en la vida de una persona. Ya que
visto de forma amplia esta tarea asignada es como una tarea compartida que el
pastor de los pastores delego en simples mortales; donde el Dios eterno nos
llamó a personas imperfecta para realizar una labor perfecta cuya misión
fundamentar es guiar, enseñar y preparar personas-ovejas para la eternidad.
Lamentablemente munchos ignoramos esta verdad.

2. Los que ministramos debemos reconocer que la iglesia o rebaño no es nuestro,


sino que le pertenece única y exclusivamente al Señor guíen la gano con su
sangre; nosotros solo fuimos puesto puestos para que la apacentemos. Hoy en
día venos y oímos pastores hablando de la iglesia que pastorean como si se
tratara de una empresa o parcela de su propiedad, y actúan con arrogancia,
buscar ser adorado y que le rindan culto a su personalidad.

Siguiendo esta líneas de ideas considero que el pastor o ministerio pastoral debe ser
y efectuarse un servidor; ya que somos llamados a ministrar o servir a otros y no a
servirnos de otros, Pedro se refiere al ministerio pastoral en las siguientes palabras:
“Ruego a los ancianos que están entre vosotros, yo anciano también con ellos, y
testigo de los padecimientos de Cristo, que soy también participante de la gloria que
será revelada:2 Apacentad la grey de Dios que está entre vosotros, cuidando de ella,
no por fuerza, sino voluntariamente; no por ganancia deshonesta, sino con ánimo
pronto;3 no como teniendo señorío sobre los que están a vuestro cuidado, sino siendo
ejemplos de la grey.4 Y cuando aparezca el Príncipe de los pastores, vosotros
recibiréis la corona incorruptible de gloria.(1 Pedro5:1-4)

Aquí se resaltan que los pastores somos: siervos –no señores, responsabilidad,
honestidad y no usar el ministerio como fuente de ganancia, diligente –no indiferente,
protector y cuidador del rebaño, no explotador.

El pastor debe tener la capacidad de enseñar y ser fiel en la enseñanza; es decir


cuidar hablar todo el consejo de Dios a la Iglesia que está bajo su cuidado; debe ser
un líder siervo y un siervo líder en el desempeño del ministerio. Debe esforzarse por
conocer las ovejas del rebaño, establecer contacto con sus familias.

El pastor es un servidor público, es decir debe ser accesible que los miembros no
tengan que hacer maniobras para acercarse o tener un tiempo con el pastor, para
habla o expresar inquietudes, dudas, problemas, aspiraciones y sueños;
lamentablemente existen un distanciamiento tal entre los miembros y pastores que
solo lo ven por video o a través de un aparato tecnológico. En mi ejercicio pastoral
reconozco la importancia del contacto, por eso tengo agendado un día semanal para
recibir a los hermanos en la oficina.
Otro aspecto que debe caracterizar el ministerio pastoral es la organización no la
improvisación; se y estoy convencido que el Espíritu Santo hablo, guía; orienta y
puede traer a la memoria las ideas o pensamientos que necesitemos en cualquier
situación, pero creo que es una irresponsabilidad el descuido y la improvisación;
como pastores debemos establecer orden de prioridad: nuestros tiempo con Dios, el
tiempo de la familia, el tiempo de la congregación, y otros tópicos también importantes;
evitara caer en la adicción de ser activistas espirituales, donde solo nos enfocamos en
hacer actividades; actividades; actividades y actividades que nos descuidamos de lo
más importante.

Como pastor practico el ministerio compartido; es decir, realizo el programa del mes
de las predicas, pero no predico los mensaje solo, sino que otros líderes tienen un
domingo asignado mensual o estudio bíblico; esto nos permite ir desarrollando y
potenciando los talentos, preparar los relevos y evito que se cultive el culto a la
personalidad del pastor. El pastor debe ser humilde no creer que lo sepa todo,
debemos escuchar a otros líderes, ya que necesitamos ser nutridos para nutrir a otros.

Y finalmente, considero que el pastor debe ser honesto; no me refiero únicamente al


manejo de dinero o recursos asignados o que entran en la alcas del templo, sino
mostrarse como lo que somos personas pecadoras aunque redimidas, porque
tenemos debilidades, fallamos, cometemos errores, los miembros deben saber y
conocer que a veces tenemos necesidades emocionales, espirituales, familiares,
económicas, tenemos dudas, sufrimos temor y miedo; Jesús le dijo a sus discípulos
cuando estaban en Getsemaní; “Mi alma está muy triste hasta la muerte” Mateo 26:38;
creo que el Maestro abrió su corazón y se presentó vulnerable ante los apóstoles. Yo
como pastor no soy un súper héroe, soy humano. Mostrarnos tal cual somos genera
confianza, respeto y abrimos puertas para fortalecer las relaciones interpersonales; y
favorece nuestro crecimiento.

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