Familia Tipografica.
Familia Tipografica.
Familia Tipografica.
Es un tema apasionante que seguro que te interesará, puesto que hoy un alto
porcentaje de las decisiones a nivel de diseño se centran en la elección correcta
de las tipografías. Es una realidad que habrás observado en todas las grandes
empresas que tienen un espectacular diseño web, donde se trabaja de manera
muy detallista con las tipografías.
Las partes de una letra
Se da el nombre de letras (del latín littera) al conjunto de los gráficos usados
para representar un lenguaje. Sus equivalente en tipografía e imprenta son tipo
(del latín typus, del griego typos, modelo o carácter grabado), que define a los
signos que se emplean para la ejecución de los moldes tipográficos, y carácter
(del griego charakter), resultado de la impresión de los tipos.
Para poder definir con claridad y precisión una letra se distinguen en ella
diferentes partes, cuyos nombres son a veces similares a los de la anatomía
humana, entre las que podemos destacar las siguientes:
Altura de las mayúsculas: altura de las letras de caja alta de una fuente,
tomada desde la línea de base hasta la parte superior del carácter.
Altura de la x o altura X: altura de las letras de caja baja excluyendo los
ascendentes y los descendentes.
Anillo u hombro: asta curva cerrada que encierra el blanco interno en
letras tales como en la b, la p o la o.
Asta: rasgo principal de la letra que define su forma esencial. Sin ella, la
letra no existiría.
Asta ascendente: asta de la letra que sobresale por encima de la altura x,
como en la b, la d o la k.
Asta descendente: asta de la letra que queda por debajo de la línea de
base, como en la p o en la g.
Astas montantes: astas principales verticales u oblicuas de una letra,
como la L, B, V o A.
Asta ondulada o espina: rasgo principal de la S o de la s.
Asta transversal o barra: rasgo horizontal en letras como la A, la H, f o
la t.
Basa: proyección que a veces se ve en la parte inferior de la b o en la G.
Blanco interno: espacio en blanco contenido dentro de un anillo u ojal.
Brazo: parte terminal que se proyecta horizontalmente o hacia arriba y
que no está incluida dentro del carácter, como ocurre en la E, la K, la T o
la L.
Bucle u ojal: porción cerrada de la letra g que queda por debajo de la
línea de base. Si ese rasgo es abierto se llama simplemente cola.
Cartela: trazo curvo o poligonal de conjunción entre el asta y el remate.
Cola: asta oblicua colgante de algunas letras, como en la R o la K.
Cola curva: asta curva que se apoya sobre la línea de base en la R y la K,
o debajo de ella, en la Q. En la R y en la K se puede llamar sencillamente
cola.
Cuerpo: altura de la letra, correspondiente en imprenta a la del
paralelepípedo metálico en que está montado el carácter.
Inclinación: ángulo del eje imaginario sugerido por la modulación de
espesores de los rasgos de una letra. El eje puede ser vertical o con
diversos grados de inclinación. Tiene una gran importancia en la
determinación del estilo de los caracteres.
Línea de base: línea sobre la que se apoya la altura de la x.
Oreja o Ibulo: pequeño rasgo terminal que a veces se añade al anillo de
algunas letras, como la g o la o, o al asta de otras como la r.
Serif, remate o gracia: trazo terminal de un asta, brazo o cola. Es un
resalte ornamental que no es indispensable para la definición del carácter,
habiendo alfabetos que carecen de ellos (sans serif).
Vértice: punto exterior de encuentro entre dos trazos, como en la parte
superior de una A, o M o al pie de una M.
Familias tipográficas
Una familia tipográfica es un grupo de signos escriturales que comparten rasgos
de diseño comunes, conformando todas ellas una unidad tipográfica. Los
miembros de una familia (los tipos) se parecen entre si, pero también tienen
rasgos propios.
Unas y otras conviven y son usadas sin establecer diferencias de tiempo, por lo
que es necesario establecer una clasificación que nos permita agrupar aquellas
fuentes que tienen características similares.
Son muchos los intentos por lograr agrupar las formas tipográficas en conjuntos
que reúnan ciertas condiciones de igualdad. Generalmente están basados en la
fecha de creación, en sus orígenes dentro de las vertientes artísticas por las que
fueron influenciadas o en criterios morfológicos.
Humanas
Garaldas
Reales
Didonas
Mecanos
Lineales
Incisas
Scriptas
Manuales
Renacentistas
Barrocas
Neoclásicas
Románticas
Realistas
Modernistas geométricas
Modernistas líricas
Posmodernistas
Clasificaciones ATypI
Romanas
Las fuentes Palo Seco se caracterizan por reducir los caracteres a su esquema
esencial. Las mayúsculas se vuelven a las formas fenicias y griegas y las
minúsculas están conformadas a base de líneas rectas y círculos unidos,
reflejando la época en la que nacen, la industrialización y el funcionalismo.
Rotuladas
Estas fuentes no fueron concebidas como tipos de texto, sino para un uso
esporádico y aislado.
Algunas familias poseen muchas variaciones, otras sólo unas pocas o ninguna, y
cada variación tiene un uso y una tradición, que debemos reconocer y respetar.
Otra particularidad común de las fuentes serif, derivada del hecho de que las
tipografías romanas se basaban en círculos perfectos y formas lineales
equilibradas, es que las letras redondas como la o, c, p, b, etc, tienen que ser un
poco más grandes porque opticamente parecen más pequeñas cuando se agrupan
en una palabra junto a otras formas de letras.
El grosor de las líneas de las fuentes serif modernas también tiene su origen en
la historia. Las primeras se realizaron a mano implementando un cálamo,
permitiendo la punta plana de la pluma distintos grosores de trazado. Esta
característica se ha conservado por la belleza y estilo natural que aporta a las
letras.
Las fuentes serif incluyen todas las romanas. Son muy apropiadas para la lectura
seguida de largos textos, ya que los trazos finos y los remates ayudan al ojo a
fijar y seguir una línea en un conjunto de texto, facilitando la lectura rápida y
evitando la monotonía.
Como ejemplos de fuentes serif podemos citar Book Antiqua, Bookman Old
Style, Courier, Courier New, Century Schoolbook, Garamond, Georgia, MS
Serif, New York, Times, Times New Roman y Palatino.
Las fuentes sans serif o etruscas hacen su aparición en Inglaterra durante los
años 1820 a 1830. No tienen remates en sus extremos (sin serif), entre sus trazos
gruesos y delgados no existe apenas contraste, sus vértices son rectos y sus
trazos uniformes, opticamente ajustados en sus empalmes. Representan la forma
natural de una letra que ha sido realizada por alguien que escribe con otra
herramienta que no sea un lápiz o un pincel.
Poco a poco las fuentes sans serif fueron ganando terreno a las serif. Una de las
razones de su triunfo fue que los modernos métodos mecánicos de fabricación
de los tipos estaban especialmente bien adaptados para este particular estilo de
letra. Otro, que la ausencia de remates y sus trazos finos las hacían muy
apropiadas para letras grandes usadas en unas pocas palabras para ser vistas a
una cierta distancia, como es el caso de rótulos, carteles, etc., elementos de
comunicación cada vez más en auge.
Las fuentes sans serif incluyen todas las Palo Seco, resultando especialmente
indicadas para su visualización en la pantalla de un ordenador, resultando muy
legibles a pequeños tamaños y bellas y limpias a tamaños grandes. Sin embargo,
no están aconsejadas para textos largos, ya que resultan monótonas y difíciles de
seguir.
Entre las fuentes sans serif se encuentran Arial, Arial Narrow, Arial Rounded
MT Bold, Century Gothic, Chicago, Helvetica, Geneva, Impact, Monaco, MS
Sans Serif, Tahoma, Trebuchet MS y Verdana.