Leyenda de La Niña Del Panteon
Leyenda de La Niña Del Panteon
Leyenda de La Niña Del Panteon
Cuenta la gente que la leyenda de la niña del panteón es real y son muchos los que han
experimentado el verla, cada que van a visitar a sus difuntos, todo esto es una de las tantas historias que
se escuchan en la capital de Jalisco, Guadalajara.
Se dice que todo empezó en los años 30´s, cuando una familia acaudalada, fue al entierro de un familiar,
y llevando a la niña de no mas de 7 años de edad, y contra los consejos de muchos amigos y familiares,
la llevaron, para que supieran que la muerte era parte de la vida.
Así entre llantos y lamentos por la perdida de la persona, se fueron retirando las personas, hasta que la
familia llego a su hogar, en ningún momento se dieron cuenta, que algo les faltaba, y no era otra
cosa que la pequeña Irene, que se había quedado en el panteón.
Como llegaron se fueron al panteón a buscarla, pero nunca dieron con ella, tenían la esperanza de que
se hubiera ido con algún pariente o que algún buen samaritano, la hubiera encontrado y llevado a las
autoridades, lo que nunca paso.
Así pasaron los días, las semanas y los meses, hasta que dieron por perdida a la pequeña, lo que nunca
supieron, hasta después de unos años, es que la niña, se había tropezado, cuando estaban bajando el
ataúd del difunto que habían ido a enterrar, muriendo en el acto, por un golpe en la cabeza.
Solo se dieron cuenta, cuando fueron a enterrar al cónyuge de la persona, y al juntar los restos salieron
los de la niña, que había muerto por la caída.
Desde ese día, en esa tumba, se aparece una niña, que con todos quiere jugar, si le dejas juguetes,
estos a los días desaparecen, y saben las personas que se trata del espíritu de Irene que aun no
encuentra descanso su alma.
Leyenda del niño del bote
Se cuenta que en el domicilio que se ubica en Calle Galeana 1976, cerca de lo que es hoy el puente
sobre la avenida ayuntamiento. Vivía un matrimonio con su pequeño hijo.
Hubo un tiempo en que el pequeño se mostraba sumamente nervioso y preguntaba a sus padres -
¿Quién juega y llora en la azotea todas las noches?-, los padres no le tomaban ni la mas mínima
importancia, y decían: -ha de ser un gato ¡duérmete!-,
El pobre niño despertaba a media noche, asustado, porque sobre el techo de su cama se escuchaban
gemidos, y el sonido de una lata rodando continuamente de un lugar a otro. Llamaba a sus padres, pero
estos desde su habitación le ordenaban volver a dormir. Incluso intentaba dormir con ellos, pero
también se lo impedían.
Una de tantas ocasiones, el matrimonio fue despertado a mitad de la noche por un grito de terror
proveniente de la habitación del niño, y después de eso no pudieron encontrarlo por ningún lado.
Dieron aviso a las autoridades y al siguiente día, al volver a casa después de un largo día buscando a su
hijo, ven un bote atado con un lazo colgar de la azotea.
Con algo de enojo el hombre sube a la azotea, y ve otro bote tirado sobre el techo de la recamara de su
hijo, al acercarse ve a su hijo en un rincón, sentado en cuclillas, abrazando sus piernas, tiene el cuerpo
totalmente arañado y su rostro muestra un gesto de infinito terror…¡Sin vida!.
El matrimonio se mudó, pero en su nuevo hogar, a media a noche los despertó el sonido de un bote
rodando en la azotea, y parado frente a su cama, vieron a su hijo diciendo: -Me asusta el ruido de allá
arriba-.
Después de eso no lo volvieron a ver, pero cada año en el aniversario de su muerte, se escucha el ruido
del bote y el llanto del niño.
Leyenda de Bloody Mary
Bloody Mary o María Sangrienta, es una leyenda urbana muy conocida, por lo cual variantes sobre
su origen e invocación existen muchas, en esta ocasión se habla de que:
Allá por el año de 1720, una niña de 9 años, llamada Mary, se quedó sola en casa; sus padres salieron a
ganarse la vida en una jornada nocturna. Dejando a la pequeña iluminada tan solo por la escasa luz
de tres velas viejas.
Ella estaba acostumbrada, por lo cual se dedicó tranquilamente a jugar con su gastada muñeca de trapo
en medio de la penumbra. Cercana la media noche, algunos ruidos se escucharon en la puerta, creyendo
que sus padres habían vuelto, se asomó por la ventana, pero; ¡no había nadie!. Se metió entonces en la
cama, entonces, nuevamente el ruido se escuchó, ella fue corriendo al baño a esconderse, pero al mirar
el espejo, su cara se llenó de terror, pues de las sombras salía un extrañó sujeto, apretando entre sus
manos un enorme cuchillo.
La muerte de la pequeña Mary fue terrible; se desangró… su sangre fue usada como tinta, para escribir
en las paredes: «Murió a las 00:00 porque estaba sola».
Ahora, al fantasma de la niña puede ser invocado a la hora de su muerte 00:00, poniendo frente al
espejo tres velas, como las que a ella le iluminaban, y repitiendo nueve veces su nombre, como la edad
que tenía al morir… entonces ella aparece para asesinarte del mismo modo que lo hicieron con ella, y
terminar bañándose en tu sangre intentando así recuperar toda la que perdió, el día que murió.
Este último acto, que realiza con las victimas es el que le ha ganado el nombre de Bloody Mary.