BIOPULPOTOMIA

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UNIVERSIDAD LATINOAMERICANA CIMA

FACULTAD DE ODONTOLOGÍA

BIOPULPOTOMIA
DOCENTE:

Mg.CD. MARIO LARA LANDIVAR

INTRODUCCIÓN
La caries, aún en la actualidad, continúa siendo la enfermedad infecciosa transmisible
no autolimitante más común en la infancia. La menor mineralización y el menor espesor
de los tejidos dentarios en piezas deciduas, hacen que su avance sea rápido
demandando con frecuencia tratamientos pulpares. A pesar de los avances registrados
en las últimas décadas en Odontología, aún no se ha identificado un agente para el
tratamiento pulpar “ideal” que revele alto grado de éxito en la permanencia de molares
deciduos con tratamientos endodónticos hasta su normal exfoliación. Hoy en día es
muy importante la conservación de las piezas dentarias naturales y evitar la pérdida a
una edad temprana, ya que esto a su vez genera distintos problemas como
maloclusiones, además de problemas estéticos y funcionales. El objetivo de la terapia
pulpar es mantener la vitalidad de la pulpa dental y para esto se usa la técnica
conservadora de la pulpotomía que consiste en retirar parte de la pulpa coronal que
este infectada o lesionada y para ello existen diversas técnicas.

Una de las técnicas más usadas por muchos años fue la del formocresol introducido por
Buckley en 1904 y fue Sweet, en 1923, de ahí se volvió muy popular, pero desde hace
unos años se vienen realizando investigaciones ya que estudios han visto su efecto
toxico y mutagénico, se han propuesto distintas técnicas para el reemplazo del
formocresol. Entre las alternativas que tenemos están: la electrocoagulación,
glutaraldehído, el sulfato férrico, MTA, colágeno, láser, hidróxido de calcio y
últimamente se viene haciendo investigaciones sobre las proteínas morfogenéticas.

Este trabajo tiene como objetivo revisar las diferentes técnicas, las cuales serán
detalladas.
CAPITULO I

MARCO TEORICO

BIOPULPOTOMÍA EN DIENTES DECIDUOS


1. DEFINICIÓN

Hoy en día existe una gran importancia por conservar los dientes naturales, muchos
dientes se pierden a muy temprana edad, esta pérdida conduce a maloclusiones o a
problemas estéticos y funcionales que pueden ser de manera transitoria o permanente.
El objetivo fundamental de la terapia pulpar es conservar la integridad y la salud de los
tejidos orales.

La conservación de los dientes temporales afectados por caries profundas es motivo


de gran preocupación en Odontopediatría. El gran tamaño de la cámara pulpar en
dientes primarios los hace fácilmente susceptibles a la exposición por caries.

La pulpotomía es uno de los tratamientos más utilizados para mantener molares


deciduos con compromiso de caries, pulpitis reversible asintomáticas. Su objetivo es
preservar la pulpa radicular, evitar el dolor, la inflamación y, mantener el diente.

Es un procedimiento que involucra la amputación de la porción coronal de la pulpa


dental afectada o infectada y el tratamiento de los muñones radiculares con un
medicamento, con el fin de que la pieza pueda preservar su vitalidad y función. La pulpa
dental como todo tejido especializado cumple con funciones específicas según las
células que lo componen: formativa, sensorial, nutritiva y defensiva o protectora.

Hay tres enfoques principales de esta técnica:

• Desvitalización: en esta clasificación se destruye el tejido vital.

• Preservación: aquí se busca conservar al máximo la vitalidad pulpar sin provocar la


reparación dentinaria.

• La regeneración trata de estimular la función pulpar para estimular la formación de un


puente de dentinario, es decir, tienen inducción reparativa

La exposición pulpar casi siempre ocurre por caries, traumatismos o durante la


preparación de cavidades; pero de modo invariable la exposición pulpar cariosa se
acompaña por infección de la pulpa, de manera aguda o crónica y por lo tanto puede
causar poco o nulo dolor al paciente; por tales motivos, no debe dejarse sin atención un
diente primario con exposición pulpar, siendo la pulpotomía un método de tratamiento.

Si un diente con caries no se trata o, es inadecuadamente tratada una invasión


bacteriana de la corona a la pulpa produce una respuesta inflamatoria. En esta etapa, la
inflamación se limita a la pulpa coronaria, pero si el tejido afectado se elimina y la
entrada a los conductos radiculares se cubre con un adecuado agente, el resto del
tejido es capaz de recuperarse.

Caries afecta pulpa cameral

Radiografía de la pieza 84

2. INDICACIONES

La pulpotomía está indicada en la exposición pulpar de los dientes temporales en


caso de inflamación o la infección parezca limitarse solo a la pulpa coronal. Si la
inflamación se ha extendido hacia el interior de los tejidos de los conductos
radiculares, debe considerarse que el diente es candidato a la pulpectomía con una
adecuada obturación de conductos o una extracción, según el estado en que se
encuentra la pieza dentaria. Para realizar el procedimiento de la pulpotomía hay que
tener en cuenta ciertas consideraciones como:

CLINICAMENTE:

• Exposición pulpar por caries o mecánica


• Inflamación limitada a la pulpa cameral.
• El dolor provocado y no persistente.
• Cuando el diente se pueda restaurar.
• Que no exista evidencia de reabsorción interna.
• Ausencia de fistula o algún absceso.
• Que el sangrado en la amputación sea fácil de controlar.

RADIOGRAFICAMENTE:

• Ausencia de radiolucides periapical, Interradicular o de furca.


• Ausencia de radiolucides en el sucesor permanente.
• Ausencia de reabsorciones radiculares internas.
• Ausencia de ensanchamiento del ligamento periodontal.
• Que la pieza dentaria tenga más de dos tercios de la longitud radicular.

3. CONTRAINDICACIONES

Hay piezas dentarias que presenta una destrucción más amplia o ya la


inflamación no es solo en pulpa coronaria, sino que ya ha llegado a otros tejidos
es por ello que También debemos tener en cuenta las contraindicaciones para
llevar a cabo una pulpotomía.
CLINICAMENTE :

• Cuando la pieza dentaria ya no se pueda restaurar


• Si existe algún signo de inflamación que se extienda más allá de la pieza
dentaria.
• Piezas dentarias que estén por exfoliar
• Presencia de abscesos y fistulas
• Calcificaciones pulpares.
• Piezas con Movilidad patológica.
• Hemorragia pulpar incontrolable durante el procedimiento.

RADIOGRAFÍCAMENTE:

• Piezas con presencia de una reabsorción fisiológica de menos de la mitad de


la raíz
• Con presencia de radiolucides en zona periapical y /o furca.
• Reabsorción radicular interna.

Evaluación clínica de
caries amplias
Radiografía periapical de pza. 85

Evaluación de pieza 74
con presencia de
fístula
CAPITULO ll

PROCEDIMIENTO

PROCEDIMIENTO
A continuación, se detallarán los pasos básicos a seguir para realizar una pulpotomía.

1. DIAGNÓSTICO PULPAR

Para la realización del tratamiento de una pulpotomía es indispensable primero tener


un diagnóstico definido, teniendo en cuenta las consideraciones tanto clínicas.

Exposición por caries

Radiografía de pza. 84.

2. ANESTESIA TÓPICA
Secar la mucosa con aire y aislar con una gasa o rollito de algodón. Existen
varias presentaciones:

En forma de gel o pomada (Benzocaína al 20%) se puede colocar con una


torunda de algodón o con un aplicador frotando la mucosa durante 30 segundos
y evitando los excesos Es la técnica más segura y eficiente

3. ANESTESIA INFILTRATIVA

Puede ser infiltrativa, troncular y/o intrapapilar según sea el caso.


4. AISLAMIENTO ABSOLUTO

Aislamiento absoluto del campo operatorio con dique de goma nos permite una
mejor visión del campo operatorio y evita la contaminación

5. ELIMINACIÓN DE LA CARIES DENTAL

Eliminación completa del tejido utilizar fresa redonda de pieza de alta velocidad,
con refrigeración de agua-aire constante.
6. ELIMINACIÓN DEL TECHO DE LA CÁMARA PULPAR

Existen varias técnicas:

Con fresa Endo-Z: la más recomendada, práctica y segura

Con fresa de tungsteno nº 330 ó fresa redonda de diamante del nº6 al nº11 con
turbina de alta velocidad con refrigeración, aplicando la fresa desde dentro de la
cámara contra el techo, haciéndola girar impulsándola hacia fuera

7. ELIMINACIÓN DE LA PULPA CAMERAL

Se debe eliminar todo el tejido pulpar hasta los orificios de entrada de los
conductos radiculares. No deben quedar restos de tejido pulpar en el suelo de la
cámara ni bajo los bordes de dentina, ya que pueden continuar hemorrágicos,
enmascarando el estado real de la pulpa radicular y dificultando el diagnóstico
correcto
Este procedimiento se puede realizar con una cureta de dentina. No se debe
utilizar anestesia local intrapulpar ni otro agente hemostático para reducir la
hemorragia, ya que ésta es un indicador clínico del estado de la pulpa radicular
8. HEMOSTASIA

Se aplica presión durante 5 minutos con bola de algodón estéril embebida en


suero fisiológico. La presión se aplica en dirección a la entrada de los conductos
radiculares.
9. APLICACIÓN DE MATERIAL O TÉCNICA.

Se elegirá la técnica más adecuada para realizar este paso, según indicaciones
de cada una de las técnicas que se detallará en los capítulos siguientes.
CAPITULO lll

TÉCNICAS Y MATERIALES
A. FORMOCRESOL

La utilización del formocresol fue introducida en 1904 por Buckley. Su fórmula


es todavía en la que se basa la actual utilización del formocresol. El primer
tratamiento de pulpotomía en dientes deciduos fue introducido por Sweet en
1923, utilizando formocresol con la técnica denominada “pulpotomía
medicamentosa” realizada en cinco citas para producir desvitalización y
completa momificación de los tejidos. Cuando se fijaba completamente, la pulpa
radicular se consideraba teóricamente esterilizada y desvitalizada, evitando la
infección y la resorción interna. La pulpa era desvitalizada con tabletas
saturadas de fenol y después tratada con formocresol por cuatro periodos de 48
horas cada uno, posteriormente, la cámara pulpar se obturaba con carbo-
eugenol seguida de una base de cemento y finalmente amalgama.
Posteriormente fue reduciéndose el número de citas hasta realizar el
tratamiento en una cita sin utilizar las pastillas desvitalizadoras y obturando la
cámara pulpar con óxido de zinc y eugenol Desde entonces el formocresol ha
sido la elección terapéutica más empleada en la técnica de pulpotomía.

Para tratamientos en pulpotomía utilizamos la Solución del formocresol que


contiene los siguientes elementos, pero a la vez esta debe ser diluida en 1 parte
de solución diluida en 4 de solvente.

- Formaldehido 19%

- Tricresol 35%

- Glicerina 15%

- Agua destilada 31%

El formocresol diluído 1/5 se prepara del siguiente modo:

Se prepara la solución diluída mezclando tres partes de glicerina con una parte
de agua destilada.
A continuación se mezcla una parte de formocresol con cuatro partes del
diluyente. Varios estudios realizados en la década de 1970 demostraron que
una dilución de una quinta parte de formocresol fue tan eficaz como una
solución de completa.

Una vez controlada la hemorragia con una torunda de algodón estéril, se coloca una
bolita mojada con formocresol diluido 1/5 en contacto directo con el muñón pulpar, pero
antes de colocarlo se exprime para eliminar el exceso de formocresol. Se deja actuar
por 5 minutos y cuando se retire el tejido debe tener un color pardusco y sin presencia
de hemorragia. Luego se coloca una base cemento de óxido de zinc-eugenol y se deja
fraguar, en este paso se evalúa que tipo de restauración final se debe colocar en la
pieza dentaria.
El formocresol es un agente fijador, que tiene capacidad momificante. Provoca una
desnaturalización de las proteínas de la pulpa radicular más próxima a la cámara pulpar
y difunde hacia la pulpa más apical, fijando los tejidos en mayor o menor medida. En la
mayoría de los casos permite una reabsorción normal y exfoliación de los dientes
temporales, es un germicida potente, debido a su alta alcalinidad, no provoca
reabsorciones internas y presenta un elevado porcentaje de éxito clínico.

El formocresol ha sido uno de los medicamentos más populares en el tratamiento de


pulpotomía en la dentición primaria en los últimos 60 años. A pesar de no tener
atributos curativos de ningún tipo, la droga ha demostrado ser un éxito clínico moderado
y ha alcanzado gran popularidad con un éxito clínico que va desde 55% a 98%.

En un estudio afirmaron que la dosis alta de formocresol produce efectos tóxicos en el


organismo, otros autores dijeron que las dosis utilizadas en dicho estudio eran dosis
muy altas comparadas a las utilizadas clínicamente en el hombre, por lo que los
resultados no podían ser relacionados a la práctica odontológica diaria. En otro estudio
los mismos autores señalaron que las cantidades de formaldehido absorbidas
sistémicamente a través de la pulpotomía eran pequeñas y que no nos contraindicaban
el uso del formocresol.
La evidencia experimental ha sugerido que los vapores del formaldehído se inhalan y
pueden ejercer efectos tóxicos en sitios remotos, así como en el tracto respiratorio.
Pero también debemos considerar que el formaldehído se encuentra en el aire que
respiramos, el agua que bebemos y la comida que comemos. Aunque la ingesta diaria
de alimentos es difícil de evaluar, la Organización Mundial de la Salud ha estimado en
1,5 a 14 mg / días (media 7,8 mg / día), la ingesta diaria estimada de formaldehído de
los alimentos en una dieta norteamericana a los 11 mg/día. El motor de escape de los
automóviles y camiones sin convertidores de catalizador contienen formaldehido.

El compuesto también se encuentra, o es liberado en muchos hogares por productos


tales como antisépticos, lavavajillas líquidos, suavizantes de ropa, limpiadores de
alfombras, esmalte de uñas, endurecedores de uñas y algunos productos
dermatológicos, productos de papel, adhesivos, pinturas de látex, plásticos, algunas
telas de planchado permanente, productos de madera y los productos del tabaco.
Además de su inhalación y la ingestión de formaldehído, los seres humanos producen
formaldehído como parte del metabolismo celular normal.

Por ejemplo, el formaldehído es formado durante el metabolismo de aminoácidos. Por


otra parte, los seres humanos están bien equipados fisiológicamente a manejar esta
exposición a través de múltiples vías para conversión de formaldehído y su producto de
la oxidación formiato. El átomo de carbono liberado durante el metabolismo de
formaldehído y formiato se deposita en de "una piscina de carbono", que, a su vez, se
utiliza para la biosíntesis de purinas, timidina, y otros aminoácidos que se incorporan en
el ARN, el ADN y las proteínas durante la síntesis de macromoléculas.

El formocresol es altamente tóxico para las células, estudios clínicos en humanos


muestran que el formocresol causa reacciones inflamatorias severas o necrosis de la
pulpa, en un 47%, sin embargo, la cantidad de formocresol que puede ser absorbida es
mínima.
A pesar de ofrecer buenos resultados, su utilización se cuestiona por ciertos estudios
que le han atribuido efectos adversos, tales como: toxicidad sistémica, potencial
mutagénico y potencial carcinogénico. La preocupación por el uso de formaldehído ha
sido expresada hace algún tiempo, pero hasta hace poco, la evidencia ha sido ambigua.
En Los estudios en animales, el formaldehído ha demostrado ser mutagénico en
Escherichia Coli y la mosca de la fruta Drosophila. Otras investigaciones han observado
su difusión a través del ápice radicular, evidenciando: citotoxicidad, daños a nivel apical,
periodontal y en el sucesor permanente. La mayoría de dichos estudios fueron in vitro o
en animales, además, el tiempo y la concentración del formocresol utilizados eran tan
grandes que no se ha encontrado evidencia científica que apoye esos resultados en la
clínica en humanos.

Diversos estudios histológicos, han demostrado los efectos del formocresol en las
pulpas de dientes temporales y permanentes en humanos. En un estudio realizado la
aplicación de bolitas de algodón embebidas con formocresol provocó la fibrosis y
acidofília en la superficie pulpar en un corto tiempo. Tras la exposición al formocresol
durante un periodo de 7-14 días, en la zona se hicieron evidentes tres zonas distintas:

A. Una zona amplia de fijación acidófila


B. Una zona amplia de tinción pálida y disminución de las células y de la definición
de las fibras (atrofia)
C. Una zona amplia de células inflamatorias, concentradas en la unión con la zona
de tinción pálida y con difusión apical hacia el interior del tejido pulpar normal.

B. GLUTARALDEHÍDO

El glutaraldehído es una alternativa química que ha sido propuesta para el tratamiento


de las pulpotomías en dientes primarios, y ha recibido particular atención como sustituto
del formocresol porque es un fijador suave y potencialmente menos toxico. Además, es
un potente antiséptico y antibacteriano, con una molécula muy grande, lo cual hace que
su distribución sistémica sea más limitada cuando se comprara con el formocresol.
El glutaraldehído es un tipo de aldehído de bajo peso molecular, que se propuso como
nuevo agente fijador de tejido en 1975. Es un producto con capacidad para fijar tejidos,
que presenta un menor grado de penetración que el formocresol y provoca menos
lesiones apicales y menor necrosis. Es un germicida potente y algunos autores
consideran que se trata de un agente con el que se consigue un éxito clínico elevado
con un buen pronóstico.

Luego de los pasos mencionados anteriormente, se prepara una bolita de algodón


estéril embebida en glutaraldehído al 2% previamente exprimida antes de colocar en la
entrada de los conductos radiculares, se espera 5 minutos y luego se puede proceder a
restaurar la pieza dentaria.

Los estudios de Ranly y colaboradores recomiendan la aplicación de glutaraldehído


tamponado al 4% durante 4 minutos, o bien al 8% durante 2 minutos, pero la
concentración comúnmente usada para tratamientos pulpares es glutaraldehído al 2%.
Esta concentración ha demostrado ser eficaz para obtener una fijación superficial
adyacente y ha demostrados ser eficaz en el éxito tanto clínico como radiográfico.

Las indicaciones, contraindicaciones y la técnica de la pulpotomia con glutaraldehído


son las mismas que las de la pulpotomía con formocresol.

El tiempo de aplicación de glutaraldehído fue valorado en pulpotomías con


glutaraldehído al 2% en primates, con distintos tiempos de aplicación según el grupo:
uno o cinco minutos. En el análisis histológico realizado 24 semanas después
encontraron mejores resultados tras cinco minutos de aplicación del glutaraldehído, que
aplicándolo durante un minuto.

Sin embargo, Hill y colaboradores en un estudio in vitro concluyeron que el


glutaraldehído al 3.125% durante 5 minutos podría ser recomendado como sustituto del
formocresol, ya que con esta concentración y este tipo de bactericida no se veía
afectada la morfología del tejido pulpar.
Numerosas evidencias han llevado a algunos investigadores a sugerir que en los
procedimientos de pulpotomía química de los dientes temporales el formocresol debería
sustituirse por glutaraldehído u otras técnicas. Muchos estudios han demostrado que
mediante la aplicación de una solución acuosa de glutaraldehído al 2-4% se consigue
una rápida fijación de superficie del tejido pulpar subyacente, aunque de profundidad
limitada. Al revés de la respuesta variada que se observa con el formocresol, al emplear
glutaraldehído un porcentaje elevado del tejido pulpar subyacente permanece vital y
libre de inflamación. Por debajo de la zona de aplicación existe una estrecha zona de
tejido eosinófilo fijado y comprimido que apicalmente se mezcla con el tejido pulpar vital
de aspecto normal. Con el tiempo, la zona fijada con glutaraldehído se sustituye por un
tejido colagenoso denso gracias a la acción de los macrófagos: por lo tanto, en estos
casos conserva la vitalidad del conducto radicular.

La distribución sistémica del glutaraldehído en una pulpotomía, fue evaluada, su


citotoxicidad y mutagenicidad han sido informados como resultados similares a los
efectos del formocresol. Los estudios clínicos han evaluado el uso de 2% glutaraldehído
tamponado aplicada durante 5 minutos sobre el tejido pulpar de los dientes primarios
para lograr el efecto fijador Bukleys.

En un seguimiento de 24 meses de pulpotomías realizadas con glutaraldehído al 2%, el


porcentaje de fracaso alcanzo el 18% a los 2 años, por los autores no pudieron justificar
su uso en comparación con el formocresol. Al examinar las evidencias disponibles por
lo que a respecta a la toxicidad, mutagenicidad y distribución sistémica de
glutaraldehído, otros autores no recomiendan la sustitución de glutaraldehído por
formocresol en la pulpotomia. Asimismo, la mayoría de los centros docentes continúan
enseñando la técnica de formocresol, que también es utilizada por la mayoría de
odontopediatría.

La mayoría de estudios realizados al glutaraldehído son a corto plazo. Según algunos


autores existe un alto porcentaje de fracasos usando glutaraldehído cuando el
seguimiento es a largo plazo. Al tener efectos tóxicos similares al del formocresol no se
recomienda como sustituto apropiado.

C. ELECTROCIRUGÍA

Electrocoagulación La técnica de electrocirugía de las pulpas dentales se publicó ya


en 1957, no fue hasta 10 años más tarde que Mack se convirtió en el primer
odontólogo de EE. UU que hacía habitualmente pulpotomías por electrocirugía. En
su texto de 1957 sobre electrocirugía. Oringer también defendió esta técnica. En
1982, Anderman describe la pulpotomía electro quirúrgica en la dentición decidua
como método de tiempo-eficiente que está relativamente libre de complicaciones
postoperatorias. La electrocirugía es una técnica no farmacológica hemostática,
utilizada para la amputación de la pulpa coronal inflamado antes de colocar un
material de revestimiento. La electrocoagulación puede definirse como la aplicación
de una corriente alterna de alta frecuencia cuyo efecto termal se usa para destruir o
seccionar los tejidos vivos. Existe hemorragia después de su utilización, aunque muy
reducida. Los bisturís eléctricos pueden trabajar de cuatro maneras: coagulando,
disecando, por electro-desecación y por fulguración. El procedimiento carboniza y
desnaturaliza el tejido pulpar, produciendo una capa de necrosis coagulativa, que
actúa como una barrera entre el material base de revestimiento colocado y el tejido
radicular sano.

Los pasos de pulpotomía electro quirúrgica son los mismos que los utilizados en la
técnica con formocresol con extirpación del tejido de la pulpa dental coronal. Se
colocan unas bolitas de algodón estériles grandes en contacto con la pulpa y se
ejerce presión para conseguir la hemostasia. Se ajusta a una potencia de 40% (a
2W) el Hyfrecator Plus 7- 797 y para suministrar el arco eléctrico se utiliza un
electrodo dental 705ª. Se retiran con rapidez las bolitas de algodón y se coloca el
electrodo a 1-2mm por encima del muñón pulpar. Se deja que el electrodo eléctrico
se introduzca en el muñón pulpar durante un segundo y se aparta 5 segundos. De
este modo se minimiza la transferencia de calor y electricidad, manteniendo el
electrodo lo más lejos posible del muñón pulpar y la estructura dental, pero
permitiendo que actué el arco eléctrico. Si es necesario, este procedimiento puede
repetirse hasta un máximo de tres veces. A continuación, se pasa al siguiente muñón
y se repite el procedimiento. Cuando éste se ha realizado de manera correcta, los
muñones pulpares tienen un aspecto seco y oscuro. Luego se obtura la cavidad
pulpar mediante la colocación directa de óxido de zinc-eugenol contra los muñones.
La electrocirugía conduce a una buena visualización sobre lo que es la homeostasis,
y se realiza en menos tiempo que el formocresol. En el estudio realizado por Mack y
Dean, la tasa de éxito de pulpotomía electro quirúrgica fue significativamente más
alta que para la pulpotomía con formocresol. Melgy y colaboradores compararon el
tejido pulpar radicular de piezas tratadas con formocresol y electrocirugía en un
estudio elaborado en perros, Ellos encontraron que los dientes tratados con
pulpotomía con electrocirugía o la eliminación mecánica de la pulpa coronaria
mostraron menos reacciones histopatológicas de los dientes tratados por pulpotomía
con formocresol.

Los autores que han investigado el uso de este sistema en pulpotomías de dientes
temporales, recomiendan el empleo de la función corte-coagulación para estos
procedimientos. A través de la utilización de bisturí eléctrico, se consigue desvitalizar
la pulpa cameral, en este caso, de forma física, al revés de lo que sucede cuando se
utiliza el formocresol, en que esta desvitalización es en forma química. Sin embargo,
también se recogen resultados desfavorables de otros estudios con el empleo de
electrocirugía en pulpotomías de dientes deciduos, sugiriendo que la técnica con
electrobisturí no mantiene a la pulpa en condiciones vitales evolucionando incluso
hasta la necrosis de la misma.
PRESERVACIÓN

En este enfoque se conserva al máximo la vitalidad pulpar sin inducir a la reparación


dentinaria (desvitalización mínima no inductiva) y está asociado al sulfato férrico y laser.

A. SULFATO FÉRRICO

El sulfato férrico (15.5%) ha sido ampliamente investigado y reportado en


animales y estudios en humanos como agente hemostático en procedimientos
de pulpotomía. El sulfato férrico es un compuesto químico no aldehído de
estructura química Fe (SO4)3 de pH ligeramente acido, con propiedades
bacteriostáticas. Inicialmente, en odontología se utilizaba el sulfato férrico como
agente hemostático y coagulante en cirugía oral, así como para provocar
retracción gingival para la toma de impresiones. Aunque su mecanismo de
acción no se conozca totalmente, parece ser, que el sulfato férrico en contacto
con el tejido pulpar forma un complejo de ion proteína-hierro, y la membrana de
este complejo sella los vasos cortados mecánicamente produciendo
hemostasia. Debido a que se forma una aglutinación de las proteínas
sanguíneas como resultado de la reacción de la sangre con los iones de sulfato
y hierro además por el pH acido de la solución. Las proteínas aglutinadas
forman tampones que ocluyen los orificios capilares.

TÉCNICA:

Actualmente se usa el sulfato férrico en la marca de ASTRINGEDENT, que es


una solución de sulfato férrico al 15.5%.

Luego de realizar la hemostasia lavamos con suero fisiológico y colocamos el


sulfato férrico al 15.5& sobre los muñones, por espacio de 10 a 30 segundos,
limpiamos las superficies con una torunda estéril y previamente embebida en
suero fisiológico, se realiza la limpieza de la superficie con Na Cl y luego se
procede a aplicar el material de base para luego colocar el material de
restauración.
Limpieza de la cavidad con suero Aplicación del medicamento sobre
fisiológico los muñones

Aplicación de la base de óxido de Aplicación del material de


zinc eugenol restauración

Según Schroeder, teóricamente el sulfato férrico puede ser usado en el tratamiento de


pulpotomías debido a su mecanismo hemostático capaz de minimizar los cambios
inflamatorios crónicos y la resorción interna que se cree se asocia con la formación de
un coágulo fisiológico.

Landau y Johnson realizaron los primeros estudios de la respuesta pulpar frente al


sulfato ferroso en dientes de monos. En su estudio observaron resultados histológicos
favorables utilizando sulfato férrico en 15.5% comparado con el hidróxido de calcio en
dientes de monos. Posteriormente, Fei observó buenos resultados clínicos con el uso
de sulfato férrico en pulpotomías realizadas en dientes primarios de humanos. Davis y
Furtado también encontraron buenos resultados clínicos con el uso de sulfato férrico
realizando pulpotomías en dientes deciduos en niños brasileños.

Los estudios en humanos con sulfato férrico son limitados en tiempo y en tamaño de
muestra. Adicionalmente, los estudios de sulfato férrico a largo tiempo con muestras
grandes nos llevarían a encontrar una nueva opción que supere al uso del formocresol.
Estudios clínicos realizados en niños, como los llevados a cabo por Fei y colaboradores
registraron buenos resultados se realizaron 83 pulpotomías en dientes deciduos
comparándolo con el formocresol, después de un año de estudio, los resultados
mostraron que 28 de los 29 molares tratados con sulfato férrico fueron un éxito clínico.
Mientras que solo el 21 de los 27 dientes tratados con formocresol mostraron éxito
clínico. Basado en pruebas disponibles hasta ahora, el sulfato férrico y el formocresol
muestran resultados similares. Un estudio a bases de pruebas clínicas se sulfato férrico
y formocresol en un meta análisis en donde se concluyó que los tratamientos realizados
con formocresol y sulfato férrico tienen éxitos clínicos y radiográficos similares.

D. LÁSER

El uso de la radiación laser ha sido sugerido como una técnica no farmacológica en


pulpotomía de dientes deciduos. De acuerdo con Einstein (1917), sobre ciertas
condiciones, la incidencia de la luz sobre la materia podría causar una emisión
adicional de luz, que pasa, entonces a conocerse como emisión estimulada el
primer paso en dirección al desarrollo del láser
Maiman (1960), en los Estados Unidos de América, colocó la teoría de Einstein en
práctica construyendo lo que sería el primer laser (Siglas de light Amplification by
Stimulated Emision of Radiation- amplificación de la luz por emisión estimulada de
radiación), utilizando un cristal de rubí visible, iniciándose, así el desarrollo de
investigaciones relacionadas con la utilización de la luz láser que permitirá la
construcción de láseres con diferentes longitudes de onda.

Desde el desarrollo del láser de rubí en 1960, las diferentes formas de láseres han
sido evaluadas en estudios con animales para sus aplicaciones en odontología. Sin
embargo, su uso en pulpotomías fue publicado por primera vez en 1985, cuando
Shoji y otros. Evaluaron el láser de dióxido de carbono en modelos caninos. En
odontología, los efectos de la radiación láser sobre pulpas de dientes permanentes
en desarrollo y de dientes deciduos sometidos a pulpotomía, comenzaron a
investigarse en los años 80.

Láseres utilizados en odontología:

 Nd: YAG
 Dióxido de carbono (CO2)
 arseniuro de galio- aluminio

La luz del láser puede ser absorbida, y transmitida parcialmente, en los diferentes
sitios del tejido diana. Dependiendo de la cantidad de energía absorbida, los efectos
que nos proporciona son los de la coagulación, vaporización o una combinación de
los dos. Diferentes longitudes de onda del láser tienen una penetración de
diferentes tejidos y propiedades térmicas en función de la cantidad de absorción
contra la cantidad de dispersión

Laser de baja intensidad en tratamientos endodónticos conservadores como


pulpotomías en dientes deciduos, promueve una acción analgésica antiinflamatoria
y bioestimuladora, con formación de una barrera mineralizada de cualquier modo
según riberiro y zesell 2004 el uso de tratamientos se constituye en campo de
investigación a explorar que llevara muchos años para que sea totalmente
explicado
Equivale a un “bisturí de luz”, permitiendo operaciones seguras, con menor riesgo
de sangrado y buenas condiciones de esterilización.

En contraste con los procedimientos quirúrgicos clásicos realizado en tejido oral


blando, varios investigadores han reportado el uso de tratamientos con láser,
incluyendo la coagulación y la hemostasia de los vasos sanguíneos pequeños,
ausencia de dolor y esterilización inmediata. Sin embargo, también hay diferentes
opiniones sobre los efectos secundarios de la radiación láser en tejidos
perirradiculares (Bahcall et al. 1992). Coj, NdiYAG y láser de argón han sido más a
menudo utilizados en la odontología hasta ahora (Frentzen y Koort 1990).

En 1985, Shogi y colaboradores relataron los efectos de la radiación láser de


dióxido de carbono (CO2), un láser de alta potencia, sobre la pulpa dentaria de
perros adultos. El tejido pulpar fue preparado para análisis histológico
inmediatamente después de la radiación. Dentro de las o condiciones examinadas,
la potencia de 60W y el periodo de tiempo de 0.5 segundos produjeron el limite más
favorable entre el tejido normal y el tejido necrótico, no habiéndose observado daño
detectable en las porciones radiculares de la pulpa irradiada.

El láser de CO2, debido a su afinidad por el agua, es muy absorbido por el tejido
húmedo, independientemente de la pigmentación. La principal acción del Nd: YAG
láser es la acción de la coagulación, y la absorción del rayo láser depende en gran
medida pigmentación. El Nd: YAG láser de rayo penetra más profundamente en el
agua, los tejidos blandos y el tejido duro que el CO2, láser (Luomanen et al 1994).
En niños de 6 -10 años de edad, Elliot y colaboradores compararon la utilización
del láser con el formocresol en caninos deciduos sin caries de niños programados
para extracción. En el estudio se analizaron 30 piezas los autores no encontraron
diferencias estadísticamente significativas entre el grupo tratado con formocresol y
el grupo tratado con láser. Se identificaron zonas de reabsorción interna aislada en
uno de los dientes tratados con formocresol, y en dos de los dientes tratados con
láser. A estos autores les preocupaba el umbral de energía necesario para crear las
condiciones necesarias para minimizar la respuesta inflamatoria. En relación con
los síntomas y los datos clínicos e Histológicos, los autores llegaron a la conclusión
de que el láser de dióxido de carbono puede compararse favorablemente con el
tratamiento con formocresol. Sin embargo, también opinaron que deben hacerse
más estudios para establecer la energía ideal para maximizar la respuesta pulpar
óptima y analizar los efectos del tratamiento sobre pulpas con exposiciones previas
por caries

Las primeras descripciones de la aplicación de láser en odontología se publicaron


en 1964 por Stern y Sognnaes, los cuales relataron que el esmalte dental podría ser
vaporizado por el láser de rubí. No obstante, se observaron serios daños al tejido
ocasionando cavidades con señales de carbonización, desde entonces los autores
han investigados los efectos del láser sobre los tejidos bucales.

En 1997, Jukic y colaboradores estudiaron la respuesta histológica de la pulpa


dental en premolares y molares de perros, el tejido pulpar expuesto fue irradiado
con láser CO2 o de Nd: YAG. Las observaciones fueron realizadas entre 30 y 45
días después de tratamiento. Los resultados mostraron que la radiación causo
carbonización, necrosis, infiltrado de células inflamatorias, edema y hemorragia en
el tejido pulpar. Hubo pequeña evidencia histológica de reparación, con la
formación de una barra de dentina.

En 1996 Ribeiro estudio histológicamente la respuesta pulpar de dientes deciduos


con tratamiento de pulpotomías e irradiados, o no, por un láser de baja intensidad,
semiconductor de arseniuro de galio- aluminio, utilizando los segundos premolares
y los primeros molares superiores e inferiores de nueve perros. Los periodos de
experimentación fueron de 7, 15 y 30 días (grupo I, grupo II, y grupo III
respectivamente). Con anestesia general, en cada animal se realizaron 6
pulpotomías. En los dientes irradiados, cada entrada de canal radicular sufrió
radiación, colocándose la punta del instrumento, especialmente fabricado para el
experimento, en contacto con el tejido pulpar remanente por 60 segundos,
resultando en una intensidad de energía 135.61/cm2. Todos los dientes tratados
recibieron una capa de cemento de ionómero de vidrio. Los resultados sugirieron
que el grupo I, ocurrió una mejor respuesta pulpar para los elementos
pulpotomizados e irradiados, que entre los elementos no irradiados. Esta mejor
respuesta disminuyo en el grupo II. Hubo un agravamiento de las condiciones de la
pulpa radicular en el grupo III, tanto en los elementos irradiados cuanto en los no
irradiados, inclusive con necrosis total de la pulpa presente en un 60% de los
elementos. La autora concluyó que el tratamiento de la pulpa de dientes deciduos
con láser de baja intensidad no se constituye en una alternativa viable a las
técnicas farmacológicas de Pulpotomía.

REGENERACIÓN

En esta línea se persigue la estimulación de la función pulpar para poder obtener la


formación de puente dentinario. Aquí están el hidróxido de calcio, MTA, y colágeno.

A. HIDRÓXIDO DE CALCIO

La pulpotomía con hidróxido de calcio fue muy estudiada en 1940 hasta 1950, ya
que este material se consideraba aceptable desde el punto de vista biológico, en
vista de que mantenía la vitalidad pulpar y favorecía un puente de dentina
restauradora.

Hidróxido de calcio [Ca (OH) 2], ha sido ampliamente utilizado en odontología


debido a sus propiedades antibacterianas y su biocompatibilidad favorable en
comparación con otros agentes antibacterianos, tiene la capacidad de formar un
puente dentinario reparativo. Este material fue propuesto como una alternativa al
formocresol en pulpotomías de dientes deciduos.

Fue el primer agente utilizado para mostrar la capacidad de inducir la regeneración


de la dentina. Un blanco, cristalino, muy alcalino, y ligeramente soluble, Ca (OH) 2
se disocia en iones de hidróxido de calcio y en la solución. Los iones de calcio
reaccionan con el dióxido de carbono en los tejidos productores de granulaciones
de calcio. Este proceso conduce a una acumulación de fibronectina, que permite la
adhesión celular y la diferenciación, resultando en un puente de tejido dentinario.
Para que esta mineralización se produzca, el Ca (OH) 2 tiene que estar en contacto
directo con el tejido. Inicialmente, una zona necrótica se forma junto al Ca (OH) 2. A
continuación, se forma un puente de dentina directamente en contra de la zona de
necrosis o la zona necrótica se reabsorbe y se sustituye por un puente de dentina.

Luego de haber seguido los pasos previos, y luego de haber logrado una
hemostasia aplicamos una torunda de algodón impregnada con hidróxido de calcio
y se espera a que actué el medicamento en los muñones y se coloca una capa de
hidróxido de calcio sobre ellos se espera a que seque y se coloca un cemento a
base de óxido de zinc y eugenol. A pesar de su amplia aplicación, las bajas tasas
de éxito en el recubrimiento pulpar y pulpotomías han limitado el uso de Ca (OH) 2
como un apósito en pulpotomías en dentición decidua. Investigaciones han
demostrado que el uso de Ca (OH) 2 da lugar con frecuencia a un desarrollo de
inflamación crónica de la pulpa y la incidencia reabsorción radicular. La desventaja
principal de este material es la reabsorción interna, que, como se pensaba, era
estimulada por dicho material. Esta reabsorción es producida por un coagulo de
sangre que interviene entre el material y el tejido pulpar. En 1962 se comparó la
técnica de la pulpotomía con formocresol con la técnica del hidróxido de calcio en
caninos deciduos, y se encontró que el formocresol producía un éxito clínico del
95% al término de un año. En el examen histológico, aunque se observó fijación del
tejido pulpar y algo de pérdida de la definición celular, fue evidente el tejido sano y
vital en el tercio apical. La técnica del hidróxido de calcio se consideró con un éxito
del 61%, observándose la formación de puentes de dentina en el 50% de los casos
examinados.

El hidróxido de calcio es un polvo blanco producido por la mezcla de óxido de calcio


("cal") con agua. La intoxicación con hidróxido de calcio, ocurre cuando alguien
ingiere esta sustancia. Es un polvo blanco que se obtiene por la calcinación del
carbonato cálcico:

CaCO3 (s) = CaO (s)+ CO2 (g) CaO (s) + H2O = Ca(OH)2 (ac)

Es considerado como el medicamento de elección, tanto en la protección pulpar


directa como indirecta, y pulpotomía vital. Como tiene tendencia a formar carbonato
con el anhídrido carbónico (CO2) del aire, se recomienda almacenarlo en un frasco
color topacio bien cerrado. Es poco soluble en agua, su pH es alcalino,
aproximadamente de 12.4, lo que le permite ser un magnífico bactericida, hasta las
esporas mueren al ponerse en contacto con el elemento. Comúnmente se prepara
con suero fisiológico o agua tratada, aunque puede utilizarse cualquier presentación
o marca comercial su fuente natural se relacionan a continuación: Cemento, Agua
de cal. Muchos disolventes y limpiadores industriales (cientos de miles de productos
de la construcción, raspadores de pisos, limpiadores de ladrillos, productos
endurecedores del cemento y muchos otros) y Cal apagada.

B. MTA

El agregado trióxido mineral fue descrito por primera vez en la literatura en 1993 por
Lee, Monsef y Torabinejad, este material ha sido investigado y empleado en
múltiples y diversas intervenciones quirúrgicas y no quirúrgicas en el ámbito
odontológico. El MTA ha sido utilizado experimentalmente por muchos años y fue
aprobado para el uso en humanos por la American Food and Drug Administration
(FDA) en 1998.

El agregado de trióxido mineral (MTA) fue descrito por primera vez por Lee y
colaboradores en 1993. Es un polvo fino, inicialmente de color gris y actualmente
también de color blanco, formado por partículas hidrofilicas que fraguan en
presencia de humedad. La hidratación del polvo genera un gel coloidal que tarda
algo menos de cuatro horas en solidificarse. Es un cemento dental cuyo nombre
comercial actual es ProRoot-MTA (Denstply/Tulsa Dental; Tulsa, OK, USA).
El material MTA está compuesto principalmente por partículas de silicato tricálcico,
aluminato tricálcico, silicato dicálcico, aluminato férrico tetracálcico, oxido de
bismuto, y sulfato de calcio dihidratado.

Actualmente el uso del MTA está indicado para el tratamiento de pulpas vitales, en
recubrimientos pulpares directos y pulpotomías, así como para realizar apico
formaciones, sellado de perforaciones de furca y radiculares, defectos por
reabsorciones externas o internas perforantes, obturaciones a retro y barrera para
el blanqueamiento.

PROPIEDADES FISICO – QUIMICAS:

 El MTA es un material biocompatible y habilita el sellado, característica que


favorece el proceso de curación pulpar, la reducción de infección bacteriana
y la formación de dentina reparativa, siendo mejor que la amalgama o el
óxido de zinc-eugenol.

 Es un polvo que se usa en presencia de humedad, tiene un pH básico 12,5


de media, su tiempo de fraguado es de 4 horas y resiste una fuerza de 70
MPA.

 El MTA tiene otras propiedades como su radiopacidad, que permite un buen


control radiográfico, un nivel de resistencia a la compresión suficiente para
ser material de relleno de la cámara pulpar, siempre que ésta sea sellada
además con otro material y una baja solubilidad, lo que permite su
permanencia en el tiempo de forma estable en la cámara pulpar.

 Se ha demostrado que el MTA tiene la propiedad de estimular las citoquinas,


que promueven activamente la formación de tejido duro, y produce
interleukinas. Desde su aparición en 1993, numerosos artículos han sido
publicados en la literatura describiendo las distintas utilidades del MTA en

odontología.
MANIPULACIÓN:

Según la literatura revisada es posible afirmar que, en general, el MTA es considerado


una excelente alternativa al formocresol para las pulpotomías en molares deciduas. Sin
embargo, la mayoría de los autores consideran que este material presenta algunas
desventajas.

Indudablemente, el precio elevado del MTA es el factor más frecuentemente apuntado


como limitación a la utilización de este material en la práctica clínica diaria. El tiempo de
fraguado, de 3 a 4 horas, también es considerado por algunos autores como una
desventaja, principalmente cuando se compara con el tiempo necesario para la
conclusión del tratamiento en el caso de utilización del formocresol.
REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS

 http://www.cop.org.pe/bib/investigacionbibliografica/AYLINLORELEYGARCIASO
LIS.pdf
 https://www.academia.edu/29078206/Agregado_Tri
%C3%B3xido_Mineral_MTA_._Composici%C3%B3n_caracter
%C3%ADsticas_y_aplicaciones_cl%C3%ADnicas._A_prop
%C3%B3sito_de_un_caso_cl%C3%ADnico
 https://www.revistaodontopediatria.org/ediciones/2019/2/art-6/

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