El documento resume los conceptos clave de derecho objetivo y derecho subjetivo, así como las fuentes y condiciones de validez de los derechos subjetivos. También define los contratos, requisitos y clasificaciones principales como unilateral/bilateral, oneroso/gratuito, conmutativo/aleatorio, principal/accesorio e instantáneo/de tracto sucesivo. Finalmente, distingue entre acto y acta y tipos de contratos como consensual/real, privado/público y formal/informal.
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El documento resume los conceptos clave de derecho objetivo y derecho subjetivo, así como las fuentes y condiciones de validez de los derechos subjetivos. También define los contratos, requisitos y clasificaciones principales como unilateral/bilateral, oneroso/gratuito, conmutativo/aleatorio, principal/accesorio e instantáneo/de tracto sucesivo. Finalmente, distingue entre acto y acta y tipos de contratos como consensual/real, privado/público y formal/informal.
El documento resume los conceptos clave de derecho objetivo y derecho subjetivo, así como las fuentes y condiciones de validez de los derechos subjetivos. También define los contratos, requisitos y clasificaciones principales como unilateral/bilateral, oneroso/gratuito, conmutativo/aleatorio, principal/accesorio e instantáneo/de tracto sucesivo. Finalmente, distingue entre acto y acta y tipos de contratos como consensual/real, privado/público y formal/informal.
El documento resume los conceptos clave de derecho objetivo y derecho subjetivo, así como las fuentes y condiciones de validez de los derechos subjetivos. También define los contratos, requisitos y clasificaciones principales como unilateral/bilateral, oneroso/gratuito, conmutativo/aleatorio, principal/accesorio e instantáneo/de tracto sucesivo. Finalmente, distingue entre acto y acta y tipos de contratos como consensual/real, privado/público y formal/informal.
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Derecho objetivo y Derecho subjetivo.
1. Definir derecho objetivo y derecho subjetivo.
2. Fuentes de los derechos subjetivos.
3. Condiciones de validez.
4. Diferencia entre acto y acta.
5. Definir contratos. Requisitos y clasificación.
6. Relatividad de los efectos de los contratos.
7. Definir bienes muebles e inmuebles.
8. Derechos reales y derechos personales o de crédito.
DESARROLLO 1- Definir derecho objetivo y derecho subjetivo.
Se entiende por derecho objetivo al conjunto de normas,
ordenanzas y leyes que prescriben una obligación, es decir, que imponen una conducta o resolución legal a una situación o personas determinadas. Son las formas jurídicas que imponen a las sociedades obligaciones activas (obligación de hacer) o pasivas (obligación de no hacer). Se distingue del derecho subjetivo.
El derecho objetivo, en tanto derecho coercitivo, es decir, que
genera obligaciones, puede tener dos orígenes:
El derecho natural. Que es el conjunto de derechos derivados
de la propia condición humana.
El derecho positivo. Que responde en cambio al
ordenamiento jurídico específico de una nación, impreso en su carta magna o su documento fundamental.
Son manifestaciones del derecho objetivo:
Lo establecido en la Constitución Nacional de cada país.
Los códigos penales, civiles y de orden público que rigen la
conducta cotidiana de los ciudadanos.
Las leyes militares que se imponen a una nación durante un
evento bélico y que obligan a la defensa de la patria.
Las normativas de tránsito, responsabilidad fiscal, etc.
Cuando hablamos de derecho subjetivo, nos referimos al conjunto de potestades, libertades y facultades jurídicas que poseen los individuos. Se sustentan en cualquier razón admisible en derecho como la naturaleza, el acuerdo mutuo (contratos) o el ordenamiento jurídico (derecho objetivo).
El derecho subjetivo nace de una ley o un contrato, a través del
cual alguien adquiere un derecho sobre algo o sobre alguien, por mutuo acuerdo y siempre dentro del conjunto de obligaciones que contempla el marco jurídico de la nación. Visto así, se trata de las funciones o las derivaciones del derecho objetivo.
Existen tres formas distintas de clasificar el derecho subjetivo,
atendiendo a criterios diferentes:
Según la conducta debida, el derecho subjetivo será:
A la conducta propia. Cuando permite hacer u omitir
acciones.
A la conducta ajena. Cuando permite exigir una conducta
positiva (hacer algo) o pasiva (dejar de hacer algo).
Según su efecto, el derecho subjetivo será:
Relativo. Cuando se hace valer un derecho frente a otra
persona o personas identificadas concretamente.
Absoluto. Cuando se hace valer un derecho ante el conjunto
de la sociedad.
Según su régimen jurídico, el derecho subjetivo será:
Público. Cuando se trata de facultades que se hacen valer frente al Estado y representan los límites que éste se impone a sí mismo.
Privado. Cuando se trata de facultades que se hacen valer
frente a particulares, se ejerce en relaciones con terceros, o frente al Estado actuando no como ente soberano, sino como un actor jurídico más.
Son ejemplos de derecho subjetivo:
La libertad de expresión y/o de culto.
Los derechos familiares que establecen vínculos entre los
ciudadanos.
El derecho a la propiedad, al libre ejercicio de la política, a la
libre asociación, etc.
Los derechos de autor, los derechos comerciales (compra-
venta, etc.).
2- Fuentes de los derechos subjetivos.
La facultad o posibilidad de obrar. El derecho subjetivo se
ejerce en la sociedad y, por tanto, entre sujetos.
La obligación: se estructura en un sujeto activo o titular de la
facultad o derecho, y en un sujeto pasivo sobre el que recae la obligación. Esta obligación puede consistir en hacer o no hacer algo, o en abstenerse de obrar. La norma: junto con la facultad y la obligación, es la que establece esa correlación. El derecho subjetivo se basa siempre en la norma.
3- Condiciones de validez.
Capacidad legal
Se refiere a la aptitud jurídica que tiene un individuo para ser
sujeto de derechos y obligaciones. En otras palabras, se entiende como la capacidad de goce y de ejercicio, desde el punto de vista de la ley.
Los menores de edad no son capaces de ejercicio, así como
las personas mayores de edad con algún tipo de discapacidad intelectual, motriz, sensorial o emocional.
Ausencia de vicios en el consentimiento
Para que un contrato sea válido no deben existir vicios en el
consentimiento. Este tipo de inconvenientes viene dado por errores de nulidad, violencia o dolo.
Los errores de nulidad son concepciones erradas que
sobresalen a la luz del contrato. En ese sentido, se definen los términos del acuerdo según malentendidos entre las partes, o definiciones equivocadas en el contrato.
La violencia también es considerada como un vicio en el
consentimiento. Siempre que el libre albedrío de las partes se vea coaccionado por el empleo de la fuerza física o de amenazas, el contrato pierde validez.
Por su parte, el dolo es cualquier medio fraudulento utilizado
con la intención de perjudicar, estafar, confundir o engañar deliberadamente a la contraparte, al momento de firmar un contrato.
Objeto lícito
El objeto de un contrato es el bien material sobre el cual se
realiza el contrato. Por ejemplo: si se trata de un contrato de compraventa de un vehículo, el objeto del contrato será el automóvil en cuestión.
El acto jurídico versa sobre el objeto del contrato, y el origen
de este objeto debe ser lícito, es decir, debe estar dentro del marco de la ley.
Causa lícita
Se entiende como el propósito o la finalidad del contrato. Por
ejemplo: en un contrato laboral, la causa del contrato radica en delimitar los términos de la relación entre el trabajador y el patrono.
Análogo al caso anterior, la causa del contrato debe ser
cónsona con las restricciones de ley. De lo contrario, el contrato no tendrá validez alguna.
4- Diferencia entre acto y acta.
Acto se refiere a la acción, al momento en que se actúa, a la firma del documento, a la comparecencia, etc.
Acta, como tal, es el documento en que quedan reflejados los
actos, las "acciones", los votos y todo lo relacionado con la reunión, la comparecencia o lo que sea.
5- Definir contratos. Requisitos y clasificación.
Se denomina contrato a un documento legal que expresa un
acuerdo común entre dos o más personajes capacitadas para ello (conocidas como las partes del contrato), que se obligan en virtud de este documento hacia una determinada finalidad o cosa, cuyo cumplimiento debe darse de manera siempre bilateral, o de otro modo el contrato se dará por roto e inválido.
Requisitos
Consentimiento: es el acuerdo de voluntades sobre la materia
objeto de contrato que se manifiesta por el concurso de la oferta y la aceptación.
El objeto cierto que sea materia de contrato es uno de los
elementos esenciales para la validez del contrato. El objeto de contrato no es tanto la prestación pactada, que se identifica con el objeto de la obligación que se crea, modifica o extingue con el contrato, sino más bien un bien susceptible de valoración que se corresponde con un interés de los contratantes. Es decir, el objeto materia de contrato es la intención perseguida por las partes con la celebración del negocio jurídico. La causa del contrato hace referencia a la causa jurídica del mismo y no al motivo personal de cada uno de los contratantes para celebrar el negocio jurídico. Es uno de los elementos sin el cual éste es nulo.
Clasificación
Los contratos pueden clasificarse en:
Unilaterales y bilaterales. Los contratos serán unilaterales
cuando una sola de las partes involucrada sea la que adquiera las obligaciones, mientras que en los bilaterales ambas partes adquieren obligaciones de recíproco cumplimiento.
Onerosos y gratuitos. Los contratos onerosos son aquellos en
los que hay gravámenes y beneficios recíprocos entre las partes, y a la vez ambos emprenden una cierta cuota de sacrificio, como en el caso de las compra-ventas. Los gratuitos, en cambio, brindan el beneficio para una sola de las partes, dejando a la otra las obligaciones, como en los contratos de comodato.
Conmutativos y aleatorios. Esta clasificación aplica sólo a los
contratos bilaterales, ya que los conmutativos son aquellos en que las prestaciones comprometidas por las partes son ciertas desde que se celebra el acto jurídico, como en la venta de un inmueble. En los aleatorios, en cambio, la prestación dependerá de algún evento futuro o fortuito, como los testamentos.
Principales y accesorios. Los contratos principales son piezas
autónomas de jurisprudencia, no dependen de nadie, mientras que los contratos accesorios son suplementarios a un contrato principal del que dependen.
Instantáneos y de tracto sucesivo. Los contratos instantáneos o
de tracto único son los que se cumplen al instante mismo de celebrarse, mientras que los sucesivos se cumplen en un período determinado y que puede o no ser periódico, con interrupciones o intermitentes, según mutuo acuerdo de las partes.
Consensuales y reales. Los contratos consensuales son
aquellos en los que el acuerdo manifiesto de las partes basta y sobra para establecer el acuerdo; mientras que los contratos reales concluyen cuando una parte entregue a la otra la cosa sobre la que verse el acuerdo.
Privados y públicos. Esta clasificación depende de si se trata
de si las personas que lo suscriben son entidades privadas (terceros), o si se trata de una contratación con el Estado, respectivamente.
Formales, solemnes o no solemnes e informales. Los contratos
son formales cuando la ley ordena que el consentimiento entre las partes se manifieste por un determinado medio para validar el acuerdo, y serán informales cuando ello no fuere necesario. Al mismo tiempo, los contratos formales serán solemnes cuando requiere además de ciertos ritos para cobrar vigencia (como el matrimonio) y no solemne cuando no lo requiera.
Nominados y atípicos. Los contratos nominados o típicos son
aquellos previstos y regulados por la ley, mientras que los innominados o atípicos pueden ser híbridos entre varios contratos o acaso formas novedosos del mismo, aún no contempladas en algún código legal respectivo.
6- Relatividad de los efectos de los contratos.
Según este principio jurídico, la eficacia del contrato es relativa:
éste sólo produce efectos entre las partes contratantes. Así se expresa con la locución «res inter alios acta tertiis nec nocet nec prodest» (lo convenido entre unos ni perjudica ni aprovecha a terceros). Ahora bien, los derechos y obligaciones nacidos de un contrato son transmisibles por herencia, salvo que, por su naturaleza, por pacto o por ley sean intransmisibles. En todo caso, los herederos de un contratante no son parte en el contrato hasta que se opera la transmisión hereditaria.
7- Definir bienes muebles e inmuebles.
Los bienes muebles son aquellos que pueden trasladarse
fácilmente de un lugar a otro, pero que no solemos llevar encima cuando nos desplazamos. Los bienes muebles deben tener la característica de mantener su integridad completa y la del inmueble en el que se ubican. Por ejemplo, en este caso hablamos de mobiliario de un lugar, de los vehículos, la decoración, los aparatos electrónicos, los productos a la venta, etc.
Los bienes inmuebles son aquellas posesiones que están
anclados al suelo, por lo que también se les denomina bienes raíces. Están unidos de forma inseparable al terreno por lo que en este grupo englobamos a las parcelas, las casas, o las naves industriales. Así pues, se diferencian de los anteriores en que no podemos separarlos del terreno sin ocasionar daños a dichos bienes.
8- Derechos reales y derechos personales o de crédito.
Un derecho real es el poder jurídico que permite a su titular
tener poder y obtener ventajas económicas de una cosa frente a todos. Es decir, el resto de personas no debe hacer uso ni disfrute de esa cosa. Los derechos reales tratan, por lo tanto, las relaciones jurídicas que se crean entre las personas y los bienes.
Algunos ejemplos de derechos reales son: el derecho de
propiedad (es el derecho sobre el bien por excelencia, ya que permite usar, disponer y percibir frutos de la cosa), la posesión, el dominio, el usufructo, el uso y la habitación, la servidumbre y la hipoteca inmobiliaria, entre otros.
Características de un derecho real
Los derechos reales están caracterizados principalmente por
dos aspectos:
El carácter inmediato y directo (reipersecutoriedad), que
relaciona a la persona con la cosa sin necesidad de la intervención de ninguna otra persona que haga de intermediario.
El carácter absoluto y excluyente (erga omnes), debido a que
puede imponerse frente a todos. El derecho personal, en cambio, permite a su titular reclamar de determinada persona la prestación de un hecho ya sea negativo o positivo que puede consistir en un daré (transmitir el domino sobre algo) o prestare (realizar un acto sin inmediatas consecuencias visibles, como cuando se garantiza una deuda ajena o cuando uno se hace responsable de cuidar de un objeto o se declara dispuesto a posponer el cobro de un crédito). Estos derechos personales son correlativos a un deber individual por parte del deudor.
El derecho personal es la prestación de una cosa, hecho o
abstención. Consecuentemente, en el derecho de crédito o personal el objeto es una prestación del adeudado. Los derechos personales son relativos, ya que únicamente pueden ser efectivos contra determinados sujetos que estén ligados por una relación jurídica.
Justicia y derechos en la convivencia escolar: Análisis de la jurisprudencia de la Corte Constitucional de Colombia sobre los derechos fundamentales de los estudiantes frente a los manuales de convivencia de las instituciones educativas