Fomperosa Briz Maria Fatima
Fomperosa Briz Maria Fatima
Fomperosa Briz Maria Fatima
DE
CIENCIAS
CAOS EN SISTEMAS
DINÁMICOS DISCRETOS
(Chaos in discrete dynamical systems)
GRADO EN MATEMÁTICAS
1. Introducción 5
B. El teorema de Euler 55
2
3
Resumen.
La teorı́a del caos es una rama de las matemáticas que estudia sistemas
dinámicos con unas caracterı́sticas muy especiales. A pesar de que están da-
dos por ecuaciones deterministas su comportamiento no se puede predecir a
largo plazo porque cambios muy pequeños en las condiciones iniciales hacen
que sus soluciones (inicialmente muy próximas) diverjan al cabo de cierto
tiempo, aunque sin salirse nunca de un determinado rango de valores. Su es-
tudio comenzó con el artı́culo “Deterministic nonperiodic flow”, escrito por
E. Lorenz en 1963. A dı́a de hoy continua siendo un campo de investigación
abierto, con aplicaciones interesantes a otras ramas de la ciencia.
En este trabajo nos vamos a centrar en sistemas dinámicos discretos que
presentan comportamiento caótico. En primer lugar daremos dos definicio-
nes de función caótica: la dada por Li y Yorke en 1975 y posteriormente la
formulada por Devaney en 1989. A continuación enunciaremos y demostrare-
mos el famoso teorema “Periodo tres implica caos”, probado por Li y Yorke
en 1975. Se trata de un resultado fundamental en el estudio del caos y es
de gran utilidad a la hora de determinar si una función presenta comporta-
miento caótico. Después pasaremos a estudiar dos sistemas caóticos discretos
clásicos: la ecuación logı́stica y el “tent map”. Por último veremos que sor-
prendentemente existen técnicas para controlar ciertos sistemas caóticos, lo
cual tiene aplicaciones útiles en otras ramas de la ciencia, y presentaremos
uno de ellas mediante un ejemplo.
Palabras clave: función caótica, sistemas dinámicos discretos, sensibili-
dad de la solución con respecto de las condiciones iniciales, puntos periódicos,
estabilidad.
4
Abstract.
Chaos theory is a branch of mathematics that studies dynamic systems
with some very special characteristics. Although they are given by determi-
nistic equations their behavior can not be predicted at long term, because
very small changes in the initial conditions make that the solutions (initially
very close) diverge after a certain time, although they never leave a certain
range of values. His study began with the paper “Deterministic nonperiodic
flow”written by E.Lorenz in 1963. Nowadays, it continues to be an open field
of research with interesting applications to other branches of science.
In this work we will focus on discrete dynamical systems with chaotic beha-
vior. First we will give two definitions of chaotic function: the one given by Li
and Yorke in 1975 and later the one formulated by Devaney in 1989. Next, we
will state and demonstrate the famous theorem “Period three implies chaos”,
proved by Li and Yorke in 1975. It is a fundamental result in the study of
chaos and is very useful in determining whether a function exhibits chaotic
behavior. Then we will study two classical discrete chaotic systems: the lo-
gistic equation and the tent map. Finally we will see that surprisingly there
are techniques to control some chaotic systems, which has useful applications
in other branches of science, and we will introduce one example of them.
Key words: chaotic function, discrete dynamical systems, sensibility of
the solution with respect to the initial conditions, periodic points, stability.
Capı́tulo 1
Introducción
5
6
El sistema de Lorenz
Lo presentaremos como hizo Lorenz en [2]. Se trata de un sistema autóno-
mo no lineal de ecuaciones diferenciales ordinarias dado por:
0
x (t) = σ(y(t) − x(t))
y 0 (t) = rx(t) − y(t) − x(t)z(t) (1.1)
0
z(t) = x(t)y(t) − bz(t)
Vamos a ver cómo pasar de este modelo continuo al discreto. Para ello utili-
zaremos el método de Euler con paso ∆t = tn+1 − tn :
yn+1 − yn
= kyn (1 − yn ) ⇒ yn+1 = yn (1 + k∆t − k∆tyn ).
∆t
k∆t
Si definimos xn = yn y r = 1 + k∆t nos queda que
1 + k∆t
k∆t
xn+1 = yn (1 + k∆t − k∆tyn ) = rxn (1 − xn )
1 + k∆t
y ası́ hemos obtenido la ecuación logı́stica en su forma discreta.
2.1. Definiciones
Para comenzar vamos a dar una serie de definiciones de conceptos que
manejaremos durante todo el trabajo.
En todo lo que sigue tomaremos I ⊂ R un intervalo compacto, x ∈ I y
f : I −→ I una función continua.
Denotaremos por f n (x) la composición de f consigo misma n veces, ∀n ∈ N,
es decir, f n (x) = f (f n−1 (x)). Por ejemplo, f 2 (x) = f (f (x)).
10
11
Teorema 2.2.1 (Teorema del Valor Medio para funciones continuas, [13])
Si f es continua en [a, b] y si r ∈ (f (a), f (b)), existe al menos un c ∈ (a, b)
tal que f (c) = r.
Teorema 2.2.2 (Teorema del Punto Fijo)
Sea f : I −→ R continua. Sea I un intervalo compacto y supongamos f :
I → R tal que I ⊂ f (I).
Entonces existe un punto p ∈ I tal que f (p) = p.
Demostración: Sea I = [a, b] y como [a, b] ⊂ f ([a, b]) ⇒ ∃c, d ∈ [a, b] tales
que f (a) = c y f (b) = d.
Ahora vamos a definir g : I −→ R como g(x) = x − f (x). Entonces
g(a) = a − f (a) = a − c ≤ 0,
g(b) = b − f (b) = b − d ≥ 0.
Ası́ que por el Teorema del Valor Medio para funciones continuas, existe
p ∈ [a, b] tal que g(p) = 0 ⇒ p − f (p) = 0 ⇒ p = f (p).
2.3. Estabilidad
En esta sección daremos la definición de estabilidad de un punto fijo y
veremos un criterio que nos sirve para comprobar si un punto fijo es estable
o inestable. Seguiremos lo hecho en [4].
Definición 2.3.1 Sea x0 un punto fijo de una función f .
Se dice que x0 es estable si existe un entorno U de x0 tal que si y ∈ U ,
f n (y) ∈ U ∀n y limn→∞ f n (y) = x0 .
Por otro lado, diremos que x0 es inestable si para cada y de un entorno U
de x0 con y 6= x0 , se tiene que f n (y) ∈
/ U para algún n.
12
Demostración:
a) Sea |f 0 (x0 )| = v < 1. Como f 0 es continua, tenemos:
∀ε > 0, ∃δ > 0 tal que si x ∈ (x0 − δ, x0 + δ) = I ⇒ |f 0 (x) − f 0 (x0 )| < ε.
Como
ε > |f 0 (x) − f 0 (x0 )| ≥ ||f 0 (x)| − |f 0 (x0 )|| = ||f 0 (x)| − v| ⇒ ||f 0 (x)| − v| < ε.
Ası́ que −ε < |f 0 (x)| − v < ε ⇒ −ε + v < |f 0 (x)| < ε + v y tomando
K = ε + v < 1 nos queda |f 0 (x)| < K.
Por el teorema del valor medio para las derivadas, para cualquier x ∈ I,
tenemos
limn→∞ |f n (x)| = x0 .
Por el teorema del valor medio para las derivadas, tenemos que para cualquier
x ∈ I existe c ∈ I tal que
|f n (x) − x0 | > K n |x − x0 |
Por último, debemos resaltar que cuando nos encontramos en el caso crı́tico
|f 0 (x0 )| = 1 este criterio no nos aporta información sobre la estabilidad de
x0 . Vamos a tomar un ejemplo de [9] para ilustrar esto.
Consideramos la función f (x) = 3x(1 − x).
Sus puntos fijos son x1 = 0 y x2 = 2/3. Si aplicamos el criterio anterior nos
queda:
0
0 |f (0)| = 3 > 1 ⇒ inestable,
f (x) = 3 − 6x ⇒
|f 0 (2/3)| = 1 ⇒ el criterio no aporta información.
f 0 (x) = −1 ⇒ |f 0 (0)| = 1,
ası́ que no podemos utilizar el criterio para ver si es estable o inestable. Uti-
lizando la definición, sin embargo observamos que si tomamos un y en un
14
La dependencia sensible de las condiciones iniciales nos dice que para ca-
da punto x existe un punto y tan cercano a x como queramos de forma que
para algún m, la distancia de f m (y) a f m (x) es mayor que ε. En la práctica
esto significa que cuando iteramos valores próximos a x podemos obtener re-
sultados que difieran bastante de los que obtendrı́amos al iterar exactamente
x. Esto es lo que comentamos antes, condiciones iniciales muy próximas pue-
den dar lugar a resultados muy distintos.
Una pregunta que nos podrı́a surgir al ver la definición de función caótica es
si la dependencia de las condiciones iniciales no contradice el hecho de que f
sea continua. Vamos a ver que no es ası́.
La dependencia de las condiciones iniciales nos dice que dados x ∈ I y ε > 0,
∀δ > 0 podemos encontrar ỹ ∈ I y n ∈ N tales que
Demostración:
Por tener puntos periódicos densos podemos asegurar que existe ε0 tal que
∀x ∈ I existe un punto periódico q ∈ I cuya órbita O(q) cumple que
d(x, O(q)) = miny∈O(q) |x − y| ≥ ε0 /2. Veámoslo.
Vamos a escoger dos puntos periódicos cualesquiera q1 y q2 con órbitas dis-
juntas O(q1 ) y O(q2 ) tales que
I1 = f (Q).
Demostración:
Para n = 1 se cumple por el lema 2.5.1:
Para n = 2, como I1 ⊂ f (I1 ) de nuevo por el lema 2.5.1, ∃I2 ⊂ I1 tal que
f (I2 ) = I1 y el caso general se obtiene por inducción.
Como Im−2 ⊂ [b, c] ⊂ f ([a, b]) entonces, por el lema 2.5.1, existe [a0 , b0 ] ⊂ [a, b]
tal que f ([a0 , b0 ]) = Im−2 . Ası́ que
Demostración de T2:
En primer lugar daremos una definición y un lema necesarios para la demos-
tración de este apartado.
Definición 2.5.1 Sea {sn } una sucesión de números reales. Sea E el conjun-
to de números x ∈ R ∪ {±∞} tal que snk → x para alguna subsucesión {snk }.
Sean s∗ = sup E, s∗ = ı́nf E. Los números s∗ y s∗ son los lı́mites superior e
inferior de {sn } respectivamente. Usaremos la notación lı́m supn→∞ sn = s∗ ,
lı́m inf n→∞ sn = s∗ .
Lema 2.5.3 Sea f : I −→ I continua y sea {In }∞ n=0 una sucesión de inter-
valos compactos con In ⊆ I, In+1 ⊆ f (In ), ∀n ∈ N.
Entonces existe una sucesión de intervalos compactos Qn tales que Qn+1 ⊆
Qn ⊆ I0 y f n (Qn ) = In , ∀n ∈ N.
Para cada x ∈ Q = ∩∞ n n
n=0 Qn tenemos que f (x) ∈ f (Qn ) = In , ∀n ∈ N.
In ⊆ f (In−1 ) = f n (Qn−1 ).
Mn = K ó Mn ⊆ L, (2.4)
Mn+1 ⊆ f (Mn ), (2.5)
y si Mn = K entonces
P (M r , n2 )
lı́m = r. (2.7)
n→∞ n
Para que se vea mejor cómo elegir M r , vamos a dar algunos ejemplos. Dis-
tinguiremos dos casos:
1) r racional. Vamos a tomar por ejemplo r = 4/5.
Definimos:
K si n es el cuadrado de un número natural, salvo para los
cuadrados múltiplos de 5,
Mn4/5 =
L en otro caso.
M 4/5 = {K, L, L,
K, L, L, L, L,
K, L, L, L, L, L, L,
K, L, L, L, L, L, L, L, L,
21
L, L, L, L, L, L, L, L, L, L, L,
K, L, L, L, L, L, L, L, L, L, L, L, L,
K, L, L, ...}
Observamos que el término número 52 = 25 de la lista es igual a L por
ser el cuadrado de 5. Lo que estamos haciendo es de cada bloque de cinco
cuadrados perfectos escoger cuatro iguales a K y el restante igual a L. En
general, cualquier sucesión M r con r = p/q racional se puede definir siguiendo
ese proceso: de cada bloque de q cuadrados escogemos p iguales a K y el resto
iguales a L.
Notemos que el número de ı́ndices i ∈ {1, ..., n2 } para los cuales i es el
cuadrado de un número natural es n. Por tanto,
r 2 P (M r , n2 )
P (M , n ) ≤ n, ∀n ⇒ ≤ 1 , ∀n.
n
Ası́ que es por eso que escogemos r < 1. Más adelante veremos por qué to-
mamos r > 3/4.
También hay que tener en cuenta que lı́mn→∞ P (M r , n2 ) debe ser infinito
porque si no el lı́mite (2.7) serı́a cero.
Ahora comprobaremos que se cumple (2.7).
P (M 4/5 , n2 )
Si 1 ≤ n < 5 ⇒ = n/n.
n
P (M 4/5 , n2 ) n−1
Si 5 ≤ n < 10 ⇒ = .
n n
P (M 4/5 , n2 ) n−2
Si 10 ≤ n < 15 ⇒ = .
n n
P (M 4/5 , n2 ) n−3
Si 15 ≤ n < 20 ⇒ = .
n n
P (M r , n2 ) n − p/5
En general, si p = 5k ≤ n < 5(k + 1) ⇒ = .
n n
Por lo tanto, cuando n → ∞ tenemos que:
P (M 4/5 , n2 ) n − n/5 5n − n 4n
lı́m = lı́m = lı́m = lı́m = 4/5.
n→∞ n n→∞ n n→∞ 5n n→∞ 5n
4/5
Por ejemplo, si tomamos r1 = 4/5, r2 = 5/6, tenemos que M25 = L,
5/6
M25 = K.
2 2
Entonces en el caso (1) tenemos f j0 (xr1 ) ∈ Mjr21 = K = [a, b] y f j0 (xr2 ) ∈
0
23
Mjr22 ⊆ L = [b, c]. Por reducción al absurdo, supongamos que xr1 = xr2 , en-
0
2 2
tonces tendrı́amos f j0 (xr1 ) = f j0 (xr2 ) ∈ K ∩ L, lo cual es una contradicción
2 2
ya que f j0 (xr1 ) 6= b y f j0 (xr2 ) 6= b. En el caso (2) se razona de forma análoga.
M 5/6 = {K, L, L,
K, L, L, L, L,
K, L, L, L, L, L, L,
K, L, L, L, L, L, L, L, L,
K, L, L, L, L, L, L, L, L, L, L,
L, L, L, L, L, L, L, L, L, L, L, L, L,
24
K, L, L, ...}
Tenemos que 5/6 > 4/5 y sabemos que P (xr , n) = P (M r , n).
Si n2 = 1:
P (M 4/5 , n2 ) = 1 y P (M 5/6 , n2 ) = 1.
Si n2 = 4:
P (M 4/5 , n2 ) = 2 y P (M 5/6 , n2 ) = 2.
Si n2 = 9:
P (M 4/5 , n2 ) = 3 y P (M 5/6 , n2 ) = 3.
Si n2 = 16:
P (M 4/5 , n2 ) = 4 y P (M 5/6 , n2 ) = 4.
Si n2 = 25:
P (M 4/5 , n2 ) = 4 y P (M 5/6 , n2 ) = 5.
Si n2 = 36:
P (M 4/5 , n2 ) = 5 y P (M 5/6 , n2 ) = 5.
Si n2 = 49:
P (M 4/5 , n2 ) = 6 y P (M 5/6 , n2 ) = 6.
Podemos continuar este proceso hasta llegar a n2 = 302 que es a la vez
múltiplo de 5 y de 6, por lo tanto a partir de ahı́ volverı́amos a empezar
el proceso que acabamos de describir. Comenzarı́amos de nuevo teniendo
P (M 4/5 , n2 ) = 24 y P (M 5/6 , n2 ) = 25, es decir, comenzarı́amos con una
diferencia de 1. Al repetir sucesivas veces la diferencia irı́a aumentando y
cuando n → ∞ nos quedarı́a P (M 5/6 , n2 ) − P (M 4/5 , n2 ) → ∞.
Ahora como f 2 (a) = c, f 2 (b) = a y f 2 es continua
2 2 2
Ası́ que |f n (p) − f n (q)| > δ para los infinitos casos en los que f n (p) ∈ K
2
y f n (q) ∈ L.
Entonces el conjunto {|f k (p) − f k (q)| : ∀k ∈ N y f k (p) ∈ K, f k (q) ∈ L}
es infinito y posee al menos una subsucesión donde todos los valores son
mayores que δ.
Ası́ que por la definición 2.5.1 tenemos
lı́m sup |f n (p) − f n (q)| > 0.
n→∞
Si k = n2 + 2j:
Por lo tanto las nuevas condiciones son compatibles con (2.5). Además no
afectan al número de i ∈ {1, ..., n} para el cual Mi = K, ası́ que cumplen
(2.5), (2.6) y (2.7).
∗
Sean r, r∗ ∈ (3/4, 1) con r 6= r∗ . Escogemos M r , M r ∈ M tales que
lı́m P (M r , n2 )/n = r,
n→∞
∗
lı́m P (M r , n2 )/n = r∗ .
n→∞
A partir de ahora vamos a considerar solamente los ı́ndices que son cuadrados
perfectos. Sea el conjunto B = {Bn } definido de forma que Bk = 1 si y solo si
Mkr2 = K, Bk = 0 en otro caso. De la misma forma, sea B ∗ = {Bn∗ } definido
∗
de forma que Bk∗ = 1 si y solo si Mkr2 = K, Bk∗ = 0 en otro caso. Entonces
por (2.7) y la definición de M r tenemos
n
! !
X
r = lı́m Bm /n ,
n→∞
m=1
27
n
! !
X
r∗ = lı́m ∗
Bm /n .
n→∞
m=1
Entonces
Pn Pn ∗
∃N tal que ∀n ≥ N , m=1 Bm > rn y m=1 Bm > r∗ n.
∗
Vamos a probar que existen infinitos n tales que Mnr2 = Mnr2 = K y M(n+1)
r
2 =
r ∗
M(n+1)2 = K. Esto es, tenemos que ver que hay infinitos casos en los cuales
Bn = Bn∗ = 1 y Bn+1 = Bn+1 ∗
= 1. En primer lugar vamos a presentar un
ejemplo que muestre que esto se cumple en el caso racional con r > 3/4.
Consideramos las sucesiones M 4/5 y M 5/6 vistas anteriormente, siendo B la
sucesión que corresponde al primero y B ∗ al segundo. Tenemos:
B = {1, 1, 1, 1, 0, 1, 1, 1, 1, 0, 1, 1, 1, 1, 0,
1, 1, 1, 1, 0, 1, 1, 1, 1, 0, 1, 1, 1, 1, 0, ...},
B ∗ = {1, 1, 1, 1, 1, 0, 1, 1, 1, 1, 1, 0, 1, 1, 1, 1, 1, 0,
1, 1, 1, 1, 1, 0, 1, 1, 1, 1, 1, 0, ...}.
Por lo tanto, si sumamos nos queda
B + B ∗ = {2, 2, 2, 2, 1, 1, 2, 2, 2, 1, 2, 1, 2, 2, 1,
2, 2, 1, 2, 1, 2, 2, 2, 1, 1, 2, 2, 2, 2, 0, ...}.
Hasta n = 30, tenemos 12 casos en los que se cumple Bk = Bk∗ = 1 y
∗
Bk+1 = Bk+1 = 1, es decir, hay doce pares de doses seguidos en la sucesión
∗
B + B . A partir de ese ı́ndice volvemos a repetir el mismo proceso y de esa
forma, cuando k tiende a infinito, nos queda que se cumple para un número
infinito de casos.
Vamos a ver ahora que el hecho de que r > 3/4 es relevante, ya que si no fuera
ası́ no se tiene por qué cumplir. Por ejemplo, consideramos M 2/3 y M 1/3 , con
B la sucesión que corresponde al primero y B ∗ al segundo. Tenemos:
B = {1, 1, 0, 1, 1, 0, ...},
B ∗ = {1, 0, 0, 1, 0, 0, ...}.
Por lo tanto,
B + B ∗ = {2, 1, 0, 2, 1, 0, ...},
y vemos que no existe ningún caso que cumpla Bk = Bk∗ = 1 y Bk+1 =
∗
Bk+1 = 1, es decir, no hay dos pares de doses seguidos en la sucesión B + B ∗ .
28
r + r∗ ≤ 1,5,
y a la vez
r + r∗ > 3/4 + 3/4 = 3/2 = 1,5.
Por lo tanto hemos llegado una contradicción, para la cual es crucial que
r, r? > 3/4.
∗
Ası́ que existen infinitos n tales que Mkr = Mkr = K tanto para k = n2
como para k = (n + 1)2 . Sea xr ∈ S y xr∗ ∈ S. Como lı́mn→∞ bn = b∗ y
lı́mn→∞ cn = c∗ , ∀ε > 0, ∃N1 con |bn − b∗ | < ε, |cn − c∗ | < ε ∀n > N1 .
29
∗
Entonces, para cualquier n > N1 y Mkr = Mkr = K para ambos k = n2 y
k = (n + 1)2 , tenemos
2 +1 2 +1
fn (xr ), f n (xr∗ ) ∈ Mkr = [b2n−1 , b∗ ]
2 +1 2 +1
con k = n2 + 1. Por lo tanto, |f n (xr ) − f n (xr∗ )| < ε. Aplicando la
definición 2.5.1 obtenemos
lı́m inf |f n (p) − f n (q)| = 0.
n→∞
Vamos a ver que tiene puntos de periodo 3 y para ello representamos las
gráficas de f y f 3 junto con la identidad:
g 0 (x) = 0 ⇒ 1 − 2x = 0 ⇒ x = 1/2.
Ahora calculamos el valor de g(x) en x = 1/2 y nos queda g(1/2) = 1/4. Por
lo tanto si tomamos 0 < r ≤ 4 podemos garantizar f (x) = rg(x) ∈ [0, 1].
31
32
|f 0 (x1 )| = r.
Ası́ que x1 estable cuando r < 1.
Para x2 = 1 − 1/r, tenemos
|f 0 (x2 )| = | − r + 2|,
y queremos que | − r + 2| < 1, ası́ que nos queda que 1 < r < 3.
Nos queda determinar la naturaleza de los puntos fijos para r = 1 y r = 3.
Para r = 3 tenemos que |f 0 (x1 )| = 3 > 1 por lo tanto x1 = 0 es inestable,
y |f 0 (x2 )| = 1, ası́ que el criterio no nos aporta información. Sin embargo ya
estudiamos este caso en la sección sobre estabilidad del Capı́tulo 2 y vimos
que aplicando la definición obtenı́amos que el punto x2 = 2/3 es estable.
Para r = 1 tenemos un único punto fijo que es x1 = 0 = x2 . Nos queda que
|f 0 (x1 )| = 1 por lo tanto el criterio no nos aporta información, pero de forma
análoga al caso anterior si aplicamos la definición vemos que es estable.
Nos preguntamos ahora, ¿qué ocurre cuando r > 3?
Veremos que aparece un 2-ciclo, es decir, las sucesivas iteraciones de la fun-
ción se alternan entre dos puntos fijos.
En primer lugar, calcularemos f 2 (x) (esto es, f (f (x))):
df 2
(x3 ) = f 0 (f (x3 ))f 0 (x3 ) = f 0 (x4 )f 0 (x3 ),
dx
df 2
(x4 ) = f 0 (f (x4 ))f 0 (x4 ) = f 0 (x3 )f 0 (x4 ).
dx
Por lo tanto, después de operar nos queda
df 2 df 2
(x3 ) = (r − 2rx3 )(r − 2rx4 ) = −r2 + 2r + 4 = (x4 ).
dx dx
Nos queda comprobar cuándo se cumple que
| − r2 + 2r + 4| < 1,
√
y es fácil ver que esto ocurre cuando 3 < r < 1 + 6.
Por último, vamos a ver para qué valores de r existen puntos de periodo 3
de f . Tenemos:
f 3 (x) = −r7 x8 + 4r7 x7 − (6r7 + 2r6 )x6 + (4r7 + 6r6 )x5 − (r7 + 6r6 + r5 + r4 )x4
+(2r6 + 2r5 + 2r4 )x3 − (r5 + r4 + r3 )x2 + r3 x.
Vamos a representar gráficamente f 3 (x) para distintos valores de r junto con
la identidad para ver cuántos puntos fijos tiene f 3 en cada caso.
34
Para r = 3,8 :
Para r = 3,87 :
Observando estas dos gráficas, vemos que en la primera f 3 (x) tiene solo dos
puntos fijos, que se corresponden con los puntos fijos de f , ası́ que para
r = 3,8 no hay puntos de periodo 3. En la segunda gráfica, tenemos ocho
35
puntos fijos, dos de ellos son los de f y los seis restantes son los de f 3 . Por
lo tanto, para r = 3,87 tenemos puntos de periodo 3. Ası́ que de momento
sabemos que la función logı́stica comienza a tener periodo tres para un valor
r∗ en el intervalo (3,8, 3,87]. Los puntos de periodo 3 son los que cumplen
x = f 3 (x), esto es, x−f 3 (x) = 0. Vamos a llamar g(x) = x−f 3 (x). Queremos
calcular las raı́ces de g(x). En primer lugar, sabemos que los puntos fijos de
f son también puntos fijos de f 3 , ası́ que podemos factorizar de la siguiente
forma:
g(x)
h(x) = =
rx(x − (1 − 1/r))
= −r6 x6 + (3r6 + r5 )x5 − (3r6 + 4r5 + r4 )x4 + (r6 + 5r5 + 3r4 + r3 )x3
−(2r5 + 3r4 + 3r3 + r2 )x2 + (r4 + 2r3 + 2r2 + r)x − (r2 + r + 1).
Los puntos de periodo 3 son las raı́ces de h(x). Se trata de un polinomio de
grado 6 y no contamos con software matemático que calcule sus raı́ces de
manera exacta en función de r. Por lo tanto lo que vamos a hacer es estudiar
para qué parámetros existen puntos de periodo 3 de f de forma numérica.
Vamos a tomar distintos valores de r en el intervalo (3,8, 3,87] y veremos
cuándo h tiene raı́ces reales.
Después de probar con varios valores obtenemos que:
Para r = 3,82842, h tiene la raı́ces complejas y para r = 3,82843, h tiene
raı́ces reales. Por lo tanto vamos a tomar r = 3,82843 como el valor para
el cual comienza a haber puntos de periodo 3. Ası́ que aplicando el teore-
ma de Li y Yorke podemos afirmar que la ecuación logı́stica con parámetro
r ≥ 3,82843 es caótica en el sentido de su definición en el intervalo [0, r/4].
Por último, como resumen presentamos el diagrama de bifurcación de la ecua-
ción logı́stica. El eje de abcisas se corresponde con los valores del parámetro
r. Para cada uno de ellos, se representa el valor de los puntos periódicos esta-
bles de f . De esta manera, para r ∈ [1, 3], representamos el punto x = 1−1/r
que es el único
√ punto fijo estable de f para esos valores del parámetro r. Para
r ∈ (3, 1 + 6), representamos los puntos del 2-ciclo, que son estables en ese
rango de r, y ası́ sucesivamente para el resto de valores de parámetro. Las
bifurcaciones representan el paso de un n-ciclo a un 2n-ciclo.
36
x = 2rx ⇒ x = 0 si r 6= 1/2,
2r
x = 2r(1 − x) ⇒ x = .
1 + 2r
2r
Además, como el punto fijo x = existe cuando 1/2 ≤ x ≤ 1, tiene que
1 + 2r
ser r ≥ 1/2.
37
Ası́ que todo punto x0 ∈ [0, 1/2] es un punto fijo de f1/2 (x).
2r
3) Si 1/2 < r < 1 hay dos puntos fijos, x = 0 y x = . Ya sabemos que
1 + 2r
en este caso x = 0 es inestable. Además, como |fr0 ( 1+2r
2r
)| = | − 2r| = 2r > 1
2r
ya que nos encontramos en el caso 1/2 < r < 1, tenemos que x = es
1 + 2r
también inestable.
Además cuando r > 1/2 comienzan a existir puntos de periodo 2, esto es,
que forman un 2-ciclo. Vamos a calcularlos.
En primer lugar calculamos fr2 (x):
1
4r2 x, si 0 ≤ x < ,
4r
2r − 4r2 x, 1
si ≤ x < 1/2,
fr2 (x) = 4r
2 1
2r − 4r (1 − x), si 1/2 ≤ x < 1 − ,
4r
1
4r2 (1 − x),
si 1 − ≤ x ≤ 1.
4r
Ahora igualamos a x cada rama de fr2 (x):
x = 4r2 x ⇒ x = 0,
2r
x = 2r − 4r2 x ⇒ x(1 + 4r2 ) = 2r ⇒ x = ,
1 + 4r2
2r
x = 2r − 4r2 (1 − x) ⇒ x = ,
1 + 2r
4r2
x = 4r2 (1 − x) ⇒ x = .
1 + 4r2
2r
Sabemos que x = 0 y x = son puntos fijos de fr (x), ası́ que los puntos
1 + 2r
que forman el 2-ciclo son:
4r2
2r
, .
1 + 4r2 1 + 4r2
38
2 2 2
dfr 2r 2 2
dfr 4r
Además, como = |−4r | = 4r = tenemos
dx 1 + 4r2 dx 1 + 4r2
que ambos puntos son inestables, ya que 4r2 > 1 cuando r > 1/2.
4) Si r = 1 tenemos
1
2x, si 0 ≤ x < ,
f1 (x) = T (x) = 2 (3.3)
1
2(1 − x), si ≤ x ≤ 1.
2
Gráfica de T (x)
Como x = 0 y x = 2/3 son puntos fijos de T (x), el 2-ciclo está formado por
{2/5, 4/5}.
39
Gráfica de T 2 (x)
Gráfica de T 3 (x)
Propiedades de T
En este apartado vamos a probar de forma directa que la función T es
caótica en el sentido de Devaney. Vamos a seguir [4] y [5].
En primer lugar calcularemos de forma explı́cita los puntos periódicos de T .
41
2i
Por lo tanto, tenemos que x es de la forma con n = ϕ(p) e i = kt ≤
2n
−1
2n−1 − 1 = 2ϕ(p)−1 − 1. Ası́ queda probado que x es un punto periódico de
T.
Vamos a probar que T cumple las condiciones requeridas en la definición de
función caótica dada por Devaney.
Demostración:
j
En primer lugar veremos que si v es un número de la forma v = m con
2
j, m ∈ N, es decir, un número diádico (ver Anexo C) y w es un número
irracional, ambos en [0,1], entonces existe n ∈ N tal que
T m (v) = j − 2i = 2i + 1 − 2i = 1.
Ası́ que T m (v) = 1 ⇒ T m+k (v) = 0.
(Si T m (v) = 1 ⇒ T m+1 (v) = 2(1 − 1) = 0 ⇒ T m+k (v) = 0, k > 0).
Por otro lado, si w ∈ [0, 1] es un número irracional, tiene que existir n > m
tal que T n (w) > 1/2. Vamos a verlo.
Supongamos que T m (w) = p < 1/2 ⇒ T m+1 (w) = T (T m (w)) = 2p.
Si 2p > 1/2 ya hemos encontrado n = m + 1.
Si 2p < 1/2 seguimos aplicando T :
|x − v| < δ y |x − w| < δ.
ya que:
1/2 < |T n (v) − T n (x) + T n (x) − T n (w)| ≤ |T n (v) − T n (x)| + |T n (x) − T n (w)|
= |T n (x) − T n (v)| + |T n (x) − T (n) (w)| ⇒
|T (n) (x) − T (n) (v)| > 1/4 ó |T n (x) − T n (w)| > 1/4.
Ası́ que si tomamos ε = 1/4 hemos probado la dependencia de las condiciones
iniciales de T en [0, 1].
Demostración:
Sea (a, b) ⊂ [0, 1] un intervalo abierto cualquiera. Queremos probar que exis-
te un punto periódico de T en (a, b), es decir, que ∃ mp con m, p ∈ N, m par
y p impar, tal que a < mp < b.
Sea p un entero positivo impar lo suficientemente grande para que p1 < b−a 2
y tomamos un entero positivo m tal que mp ∈ (a, a+b 2
).
Si m es par tenemos que mp es un punto periódico de T y se cumple a < mp < b.
Si m es impar, tomamos m+1 p
un punto periódico de T y nos queda que
m+1 a+b b−a m+1
p
< 2 + 2 = b ⇒ a < p < b.
Demostración:
Sean U1 , U2 ⊂ [0, 1] dos subintervalos abiertos cualesquiera. Para n suficien-
temente grande y para algún k, U1 contiene un intervalo de la forma [ 2kn , k+1
2n
].
Por lo tanto T n hace corresponder U1 con [0, 1] que contiene a U2 . Por otro
lado, ya hemos visto que los puntos periódicos de T son densos. Veamos que
esto implica que los puntos periódicos de T n también lo son. Si x es un punto
periódico de T n , entonces existe m tal que T nm (x) = x y x 6= T nk (x) para
44
Ası́ que T cumple las tres condiciones necesarias para que una función sea
caótica. Por lo tanto
45
46
Primera fase
Realizaremos el proceso en una serie de pasos:
0)Calculamos el rango de perturbación
r ∈ (r0 − δrmax , r0 + δrmax ) = (3,95 − 0,02, 3,95 + 0,02) = (3,93, 3,97).
1) Hallamos los puntos que forman el 2-ciclo
De acuerdo a lo estudiado en la sección de la ecuación logı́stica, un 2-ciclo
está formado por los puntos:
p
r0 + 1 ± (r0 − 3)(r0 + 1)
2r0
y sustituyendo con los valores de nuestro ejemplo obtenemos los puntos:
0,3520854628... y 0,9010790942...
8 8
b ∈ (f3,95 (f3,93 (0,87)), f3,95 (f3,97 (0,87)) = (0,1881983001..., 0,6287084802...).
Ası́ que por el teorema del Valor Medio, tiene que existir un valor para δr tal
que r = r0 + δr y r ∈ (r0 − δrmax , r0 + δrmax ) para el cual fr80 (fr (x0 )) alcance
exactamente el valor b, debido a la continuidad de la función respecto del
parámetro r.
Ası́ que tenemos que resolver la ecuación
8
f3,95 (fr (0,87)) = 0,3520854628...,
r = 3,9489232466323...
Gráfica 1
Gráfica 2
50
ecuación
f3,95 (fr (x49 ) = 0,3520854628...,
para calcular el nuevo parámetro r. Utilizamos de nuevo f solve de Matlab y
obtenemos r = 3,950872213510738...
A continuación vamos a presentar la gráfica que une los pasos de la primera
fase y de la segunda. Vamos a ver que el 2-ciclo que alcanzamos en la pri-
mera fase se va a mantener estable hasta aproximadamente la iteración 90,
mientras que antes se desestabilizaba en torno a la iteración 50.
x0 = σ(y − x) = 0 ⇒ y = x,
0 x = 0,
y = rx − y − xz = 0 ⇒ x(r − 1 − z) = 0 ⇒
z = r − 1,
√
z 0 = xy − bz = 0 ⇒ x2 = bz ⇒ x = ± bz.
Ası́ que nos queda:
Si x = 0 ⇒ y = 0 y z = 0. p
Si z = r − 1 ⇒ x = y = ± b(r − 1), que es real cuando r > 1.
Por lo tanto, cuando r < 1 el único punto crı́tico es el origen y cuando r > 1
52
53
p1 = (0, 0, 0),
y p p
p2,3 = (± b(r − 1), ± b(r − 1), r − 1).
−σ
σ p 0
JF (p2 ) = p 1 p −1 − b(r − 1) .
b(r − 1) b(r − 1) −b
El teorema de Euler
55
56
57
Anexo D
x0 = 0 . 8 7 ; r 0 = 3 . 9 5 ;
t o l =1e −14;
o p c i o n e s=o p t i m o p t i o n s ( ’ f s o l v e ’ , ’ TolFun ’ , t o l , ’ TolX ’ , t o l )
x ( 1 )= f s o l v e ( ’ f 9 ’ , r0 , o p c i o n e s ) ∗x0∗(1−x0 ) ;
% Primera f a s e
for i =1:48
x ( i +1)=r 0 ∗x ( i ) ∗(1−x ( i ) ) ;
end
% Segunda f a s e
x ( 5 0 )=f s o l v e ( ’ f 2 ’ , r0 , o p c i o n e s ) ∗x ( 4 9 ) ∗(1−x ( 4 9 ) ) ;
for i =1:50
x ( i +50)=r 0 ∗x ( i +49)∗(1−x ( i +49) ) ;
end
plot ( x )
Las funciones que hemos utilizado son las siguientes:
58
59
Listing D.2: f9
function f 9=f 9 ( r )
x0 = 0 . 8 7 ;
r0 =3.95;
b=( r 0+1−sqrt ( ( r0 −3) ∗( r 0 +1) ) ) /(2∗ r 0 ) ;
f 9= l o g i s t i c ( x0 , r ) ;
for i =1:8
f 9= l o g i s t i c ( f9 , r 0 ) ;
end
f 9=f9−b ;
Listing D.3: f2
function f 2=f 2 ( r )
r0 =3.95;
b=( r 0+1−sqrt ( ( r0 −3) ∗( r 0 +1) ) ) /(2∗ r 0 ) ;
f 2= l o g i s t i c ( 0 . 3 5 1 9 1 5 3 2 3 2 8 2 5 0 2 , r ) ;
f 2= l o g i s t i c ( f2 , r 0 )−b ;
[1] M.P. Ramı́rez Tachiquı́n, Teorı́a del Caos: una visión de su historia
y actualidad, Revista del Centro de Investigación. Universidad La Salle,
Vol. 9, No. 34, pp. 41-47, 2010.
[6] T.Y. Li, J.A. Yorke, Period Three Implies Chaos, The American Mat-
hematical Monthly, Vol.82, No. 10, pp. 985-992, 1975.
60
61
[13] S.L. Salas, E. Hille, G.J. Etgen, Calculus, una y varias variables,
volumen I, 2002, Ed. Reverté, 4a edición.
[15] E.M. Bollt, Controlling the chaotic logistic map, Primus, Vol. 7, No.
1, pp. 1-17, 1997.