Analisis de Sentencia C 089 de 2011
Analisis de Sentencia C 089 de 2011
Analisis de Sentencia C 089 de 2011
NORMAS CONTROLADAS:
DEMANDA:
El demandante sostiene que los artículos acusados son violatorios del articulo 29 de la constitución
Política. Señala el demandante que el artículo 18 de la Ley 1383 de 2010 es violatorio del derecho
al debido proceso, por cuanto quebranta la presunción de inocencia y el derecho de defensa a los
propietarios de los vehículos y empresas afiliadoras, cuando el vehículo se encuentra vinculado en
una de ellas, al establecer solidaridad entre el infractor de la norma de tránsito, el propietario del
vehículo y la empresa afiliadora. Y con respecto a el articulo 24 de la Ley 1383 de 2010, el
demandante lo considera violatorio del derecho al debido proceso, si se tiene en cuenta que el
texto de la norma desconoce al propietario del automotor o a la empresa donde éste se encuentra
afiliado, al no establecer que a éstos les asisten los mismos derechos del infractor de la norma de
tránsito, para aceptar la infracción y acceder a la rebaja en el monto de la multa. Y que por lo
tanto la disposición no prevé que propietario y empresa sean reconocidos como sujetos
procesales y en tal sentido, les asista el derecho de ser oídos y solicitar la práctica de pruebas, así
como el derecho de controvertir las allegadas en su contra.
PROBLEMA JURIDICO:
En esta ocasión la corte entra a estudiar como primera medida si la solidaridad por multas por
infracciones de tránsito, entre el propietario y la empresa a la cual esté vinculado el vehículo
automotor, contenida en el artículo 18 de la Ley 1383 de 2010, es violatoria del debido proceso
consagrado en el artículo 29 Superior, y en segundo lugar entro a resolver la Sala si la norma que
dispone la reducción de las multas por infracciones de tránsito, contenida en el artículo 24 de la
misma normativa, es igualmente violatoria del debido proceso consagrado en el artículo 29 de la
Constitución Nacional.
Señala la corte que el articulo 18 de la Ley 1383 de 2010 contiene dos segmentos normativos
claramente diferenciables: en primer lugar, la norma consagra la existencia de solidaridad en el
pago de multas por infracciones de tránsito para el propietario del vehículo y la empresa a la cual
esté vinculado el automotor; y en segundo lugar, el enunciado normativo condiciona y restringe
dicha solidaridad por multas a aquellas infracciones que le sean imputables a los propietarios o a
las empresas. Al hacer el estudio de los preceptos normativos demandados en artículo 18 de la Ley
1383 de 2010, la corte desestimo los cargos aduciendo que haciendo de una interpretación
taxativa de la norma, se concluye que la solidaridad del propietario o de la empresa a la cual se
encuentra vinculado el vehículo automotor, no establece una responsabilidad objetiva, la cual se
encuentra proscrita en la Constitución y por la jurisprudencia de esta Corporación, sino que prevé
claramente que dicha solidaridad solo se presenta cuando exista responsabilidad del propietario o
de la empresa, de manera que no se configura responsabilidad objetiva, ni existe violación alguna
del debido proceso, como alega el demandante. En consecuencia, la Corte que no existe
contradicción alguna entre la norma acusada y la garantía del derecho fundamental al debido
proceso consagrada en el artículo 29 Superior.
En cuanto al articulo 24 de la Ley 1383 de 2010 que modifica el artículo 136 de la Ley 2010, regula
lo atinente a la reducción de las multas por infracciones de tránsito. Esta norma prevé diferentes
situaciones jurídicas una vez impuesto el comparendo y que por lo tanto es violatorio del articulo
29 de la constitución, en razón a que el texto de la norma desconoce el debido proceso al
propietario del automotor o a la empresa donde éste se encuentra afiliado, al no establecer que a
éstos les asisten los mismos derechos del infractor de la norma de tránsito para aceptar la
infracción y acceder a la rebaja en el monto de la multa, así como para intervenir en el proceso
administrativo a que haya lugar, y de esta manera ser oído por el funcionario competente, solicitar
pruebas y controvertir las que en su contra presente la autoridad de tránsito. En razón a esto la
corte no encontró fundadas las acusaciones sobre el articulo anteriormente mencionado, ya que el
artículo 22 de la Ley 1383 de 2010 estipula que una vez impuesto el comparendo y en el caso de
servicio público, se entregará al conductor y se enviará copia del mismo por correo al propietario
del vehículo, a la empresa a la cual se encuentra vinculado y a la Superintendencia de Puertos y
Transporte, dentro de los tres (3) días hábiles siguientes, para lo de su competencia, fue declarado
exequible por esta Corte. De esta manera, se evidencia que el Legislador ha previsto la garantía
de la notificación del comparendo y del debido proceso administrativo, tanto para el propietario
del vehículo como para la empresa a la cual se encuentra vinculado. Esta norma se propone
vincular al propietario y a la empresa al procedimiento administrativo correspondiente, al cual
pueden comparecer para hacer valer sus derechos con arreglo al debido proceso. Por tanto,
observa la Sala que el artículo 22 de la Ley 1383 de 2010 se encuentra dirigido al inculpado o
contraventor, es decir, al conductor, al propietario o a la empresa, sin perjuicio de la solidaridad
entre ellos en el pago de la multa. Por esta razón, infiere la Corte que no es posible afirmar, como
lo hace el actor, que en el artículo 24 de la Ley 1383 de 2010 se le esté desconociendo el derecho
al debido proceso y el derecho de defensa al propietario del vehículo o a la empresa a la cual se
encuentra afiliado, ya que de una interpretación sistemática con el procedimiento regulado en el
artículo 22 de la Ley 1383 de 2010, se concluye que este le es aplicable a cualquier infractor,
incluyendo al propietario o a la empresa a la cual está afiliado el vehículo, cuando la infracción le
sea imputable a ellos, de manera que se les garantiza el debido proceso administrativo. Con
fundamento en las anteriores consideraciones, la Sala concluye que los artículos 18 y 24 de la Ley
1383 de 2010 son exequibles y así lo declaro en la parte resolutiva de la sentencia.
RESUELVE: