Contexto Del Libro de Ester
Contexto Del Libro de Ester
Contexto Del Libro de Ester
Ester era descendiente de los judíos que habían sido llevados cautivos a Babilonia hacía
cerca de 100 años. Hubo muchos judíos que no regresaron a Jerusalén cuando pudieron,
prefiriendo vivir donde se habían establecido alrededor del Imperio Persa. Después de la
muerte de los padres de Ester, ella fue criada por Mardoqueo, un primo mayor (Ester 2:7),
que servía en el palacio del gobernante persa.
Hay muchas razones para esta popularidad. El libro de Ester es una historia apremiante,
dramática e inspiradora, con héroes y villanos claramente definidos. También revela
verdades espirituales profundas y permanentes acerca del poder que Dios tiene para
liberarnos del peligro y la opresión, aun cuando los gobernantes déspotas planeen hacerle
daño al pueblo de Dios. Aunque el nombre de Dios o una referencia directa a la Deidad no
aparece en todo el libro, sin embargo, la presencia de Dios y la liberación de su pueblo se
sienten claramente y están implícitas a lo largo de la historia.
Resumen de la historia
Capítulo 1 describe el escenario de la corte persa. El rey estaba ofendido porque su esposa
la reina Vasti no quiso acudir a su llamado cuando él le ordenó hacerlo. En esos momentos
se estaba realizando un gran banquete y todos estaban felices por el vino (Ester 1:10-11).
Capítulo 2 introduce a una de las mujeres elegidas para este concurso, una hermosa mujer
judía llamada Hadasa. Su nombre fue cambiado por el de Ester, cuando fue llevada a la
corte del rey.
Ester tenía un favor especial ante todos los que la veían, especialmente el rey (vv. 15-17).
El rey eligió a Ester como su nueva reina, pero Mardoqueo le aconsejó que no revelara el
hecho de que ella era judía, porque los judíos todavía eran vistos de una manera suspicaz en
todo el Imperio Persa.
Mardoqueo entonces pronunció la frase más famosa del libro: “Porque si callas
absolutamente en este tiempo, respiro y liberación vendrá de alguna otra parte para los
judíos; mas tú y la casa de tu padre pereceréis. ¿Y quién sabe si para esta hora has llegado
al reino?” (4:14, énfasis añadido).
Ester entonces accedió a arriesgarse por su pueblo. Ella le pidió a Mardoqueo que hiciera
que el pueblo ayunara por el éxito de su misión, y ella arriesgó su vida yendo delante del
rey para pedir su ayuda (vv. 15-16).
Capítulo 5 nos dice que el rey no sólo extendió su cetro para salvar su vida, sino que
además le prometió que le daría cualquier cosa que ella le pidiera, aun la mitad del reino
(vv. 2-3). Ese día, ella invitó a un banquete al rey y a Amán. En el banquete, ella le dijo al
rey que le informaría acerca de su petición en otro banquete al día siguiente, y nuevamente
pidió que Amán fuera invitado para que escuchara su petición (vv. 7-8).
Capítulo 6 vuelve a traer a colación el incidente de la conspiración para matar al rey del
capítulo 2. El rey no pudo dormir esa noche y pidió que le leyeran los registros. Pareciera
que él sólo escuchó la parte acerca del complot para matarlo y cómo Mardoqueo salvó su
vida. El preguntó qué se había hecho para recompensar a Mardoqueo. Sus siervos dijeron
que no se había hecho nada.
El que estaba afuera para ver al rey esa mañana era el perverso Amán, quien estaba
conspirando para matar a Mardoqueo. Así que cuando el rey llamó a Amán para que
viniera, los dos hombres tenían planes absolutamente opuestos.
El rey le preguntó a Amán, qué debería hacerse con alguien que el rey quería honrar. Por
supuesto, en su orgullo, Amán pensó que el rey estaba hablando de él. Entonces le dijo que
esa persona debería ser tratada como alguien de la realeza y honrada con un alto oficial que
fuera anunciando: “Así se hará al varón cuya honra desea el rey” (v. 9),
El Capítulo 7 hace un recuento de los eventos del segundo banquete que Ester había
solicitado, dónde ella le haría conocer al rey su petición. Ella le reveló que había un plan
para destruirla a ella y a su pueblo y luego, de una forma dramática denunció al autor: “Es
este malvado Amán” (v. 6).
El rey quedó totalmente en shock y lleno de turbación por este giro en los acontecimientos,
de tal forma que tuvo que salir de la habitación para calmarse. Pero cuando él regresó vio
que “Amán había caído sobre el lecho en que estaba Ester”, para suplicarle por su vida (vv.
7-8). Entonces el rey acusó a Amán de tratar de violar a su esposa, la reina y ordenó que
Amán fuera colgado en la horca que había hecho para matar a Mardoqueo (v. 10).
Capítulos 8 al 10, hacen un recuento del regocijo de los judíos por su liberación y la
celebración que fue establecida para el día 14 del mes de adar para conmemorar ese gran
acontecimiento. Desde entonces los judíos han celebrado este día como un día de gran
liberación y es conocido como la Fiesta de Purim. Purim deriva su nombre de la palabra
pur, que significa suerte, como en “echar suertes”. Amán había echado suertes para tratar
de encontrar la mejor forma de destruir a los judíos (3:7).
El libro de Ester tal vez no mencione directamente el nombre de Dios, pero su presencia es
evidente en muchas formas a lo largo de la historia, especialmente cuando Ester imploró a
las personas que buscaran ayuda por medio del ayuno (4:15-16). Los que estudian la Biblia
saben que el ayuno era hecho para acercarse a Dios y estaba acompañado de oraciones con
todo el corazón (Daniel 9:3; Hechos 14:23). Ester es claramente una historia de la
intervención de Dios y su liberación.
Ester es además una historia inspiradora acerca de una mujer sobresaliente que estaba
dispuesta a arriesgar su vida para salvar a su pueblo. Ella era una mujer de principios que
estaba dispuesta a poner la vida de otras personas por encima de la suya propia. Ella era un
ejemplo sobresaliente de servicio a otros aun en medio de las circunstancias más
estresantes. Jesucristo dijo: “Nadie tiene mayor amor que este, que uno ponga su vida por
sus amigos” (Juan 15:13).
La mayoría del tiempo nuestra vida parece transcurrir en medio de la rutina, pero todos
tenemos unos pocos momentos definitivos cuando tal vez seamos llamados para poner los
principios de Dios por encima de nuestro beneficio personal. ¿Qué hará usted en medio de
estos momentos definitivos en su vida? ¿Qué hará cuando tenga que afrontar “esta hora”?
¿Escogerá usted hacer lo correcto, a pesar de que esto implique hacer a un lado su beneficio
personal?
Su vida fue marcada por la sumisión en todo tiempo con su obediencia a Mardoqueo
(Ester 2:20), al dejarse guiar por Hegai (Ester 2:15), y la forma respetuosa con la
que se dirigía ante el rey (Ester 5:8).
La forma de responder ante el liderazgo de Mardoqueo demostraba un corazón que
no estaba resentido por ser huérfana y criada por su primo (Ester 2:20).
A pesar de vivir en un tiempo de gran letargo espiritual, mantuvo convicciones
firmes en cuanto a su fe (Ester 4:15).
Ella demostró estar contenta con lo que le fue dado, mostrando confianza en Dios
más que en adornos y accesorios lujosos (Ester 2:15).
Cuando denunció a Amán, lo hizo bajo la protección de su esposo: no se le ocurrió
una estrategia que no tomara en cuenta su lugar en el reino y en su matrimonio
(Ester 7).
Ester fue prudente al hablar a su esposo, no se apresuró, buscó el rostro de Dios
primero y esperó el tiempo oportuno (Ester 5:3-4).
Al ayunar dejaba implícito su vida de oración, mostrando así su dependencia en
Dios (Ester 4:15).
El reino de Dios pesó más en su corazón que lo que sus ojos podían ver (el reino de
Asuero).
Fidelidad: En toda la historia de Ester puede observarse a un Dios que cumple las
promesas dadas a su pueblo desde Abraham.
Soberanía: Es muy evidente la obra maestra de Dios triunfando a pesar de las tretas
malvadas de los hombres.
Providencia: Vemos la mano de Dios al orquestar todos los sucesos para el bien de
Su pueblo.
Ninguna tarea por ordinaria que sea, carece de valor delante de Dios (Colosenses
3:23).
Tu pasado no determina tu futuro, Dios lo hace (Salmo 16:5).
Todo se trata de Dios. Él es protagonista de tu historia (Romanos 11:36).
La sumisión no te hace inferior: embellece tu carácter (1 Pedro 3:5).
Antes de tomar cualquier iniciativa, debes consultar a Dios. (Filipenses 4:6)
Dios puede cambiar el consejo del corazón del rey… y de tu esposo (Proverbios
21:1).
Dios es un juez justo, Él puede abogar tu causa (Salmo 7:11).
Tu ciudadanía celestial define las decisiones que rigen tu vida (Filipenses 3:20).
En el peor de los momentos que enfretaba el pueblo judío, Dios proveyó de rescate a través
de Ester. De una manera mucho más asombrosa, en el peor de los momentos que enfrentaba
la humanidad, la condena a la muerte eterna, y contra el peor de los enemigos, nuestro
propio pecado, Dios proveyó rescate en sí mismo a través de Su muerte en una cruz. ¡Gloria
a Dios por su provisión!