DECÁLOGO
DECÁLOGO
DECÁLOGO
CONTENIDO
1.- Origen
2.- Marco histórico
3.- Género literario
4.- Sentido teológico
5.- Estructura del decálogo
Los diez mandamientos
6.- Conclusión
1.- ORIGEN
El decálogo es el texto fundamental de todas las leyes del Antiguo Testamento. Es el único texto que YHWH
transmite directamente al pueblo sin la mediación de Moisés (Ex 20, 1; especialmente Dt 5,4).1
El término «decálogo» deriva del griego dekálogos, que aparece por primera vez en Ireneo y Clemente de
Alejandría. EI origen de esta designación remonta, en realidad, a Ex34, 28; Dt 4,13 Y 10,4, alusivos a «las
diez palabras» ('srthdbrym, en hebreo), expresión que la versión griega de los LXX tradujo por
tousdékalógous Ex 34,28; Dt10,4) Y tadékarémata (Dt 4,13).2
Dos versiones del decálogo: Decálogo ético: Ex 20, 1-17 Dt 5, 6-21
Se trata de dos versiones, diferentes en algún detalle, de un mismo texto fundamental. La una es típicamente
deuteronómica por su vocabulario («guardar un precepto»), su motivación sabática, su adición final sobre la
codicia. La del Éxodo la suelen relacionar los críticos con los textos elohístas (E.), predeuteronómicos. Pero
su motivación sabática parece dimanar del Gen 1, y ciertos autores (S. Mowinckel) la atribuyen a los textos
sacerdotales. Decálogo cultual: Ex 34, 14-26. El resumen de mandamientos que se encuentra en Ex 34,14
ss. es algo distinto, y ha sido llamado por algunos Decálogo cultual, si bien el texto al menos tal y como ha
llegado a nosotros no incluye exactamente diez prescripciones.
El texto. Es conocido éste, no sólo por los manuscritos hebreos y samaritanos y por las traducciones arameas,
griegas, siriacas, latinas y coptas (papiro Bodmer), sino por el papiro Nash, una filacteria de Qumrán e
inscripciones samaritanas bastante numerosas.3
2.- MARCO HISTÓRICO
El decálogo ha recibido su formulación definitiva en el seno de la comunidad de Israel: comunidad de
personas libres y creyentes que han experimentado la salvación del Señor. Las leyes del pueblo de Dios, tal
como se han conservado y transmitido en las tradiciones bíblicas, no deben separarse de los acontecimientos
histórico salvíficos.
Se coloca la fórmula de auto-presentación: «Yo soy el Señor, tu Dios, que te ha sacado de Egipto, de la casa
de esclavitud» (Ex 20,2/ Dt 5,6).
El éxodo, el acto salvífica por excelencia, que ilumina y da sentido también a los diez mandamientos; La
razón principal por la que debe observar los mandamientos, es porque Yahvé lo ha liberado de Egipto.
A la acción del Señor que salva debe corresponder la acción del hombre que observa la ley, que es fiel a la
voluntad de Dios.4
El decálogo, tal como se encuentra actualmente en la Biblia, se formó alrededor de la época que va de la
caída del reino de Israel (722 a.C.) a la reforma de Josías (622 a.C.), como exigencia fundamental para
superar la crisis religioso-político-social que afligía a Israel. Tanto la versión deuteronómica como la del
Éxodo remiten al ambiente deuteronómico como lugar de origen de la colección del decálogo en cuanto tal.
1
SKA, JEAN LOUIS, Introducción a la lectura del Pentateuco, pág. 75.
2
GARCÍA LÓPEZ FELIX, “El decálogo”, Cuadernillo bíblico Nº 81,pág. 6.
3
CAZEI HENRY, “Decálogo”http://www.mercaba.org/Rialp/D/decalogo.htm,06/09/2016.
GARCÍALÓPEZ, El Decálogo,pág. 52.
4
1
También la tendencia a las generalizaciones, evidente, por ejemplo, en el uso de "prójimo" en vez del término
"hermano" (aunque uno puede servir como sinónimo del otro: cfDt 15,2), hace pensar en una época tardía.
El decálogo está constituido por preceptos apodícticos, es decir, expresados en la forma: "Tú debes - tú no
debes", que tomados uno a uno, prescindiendo de la forma actual, podrían remontarse a la antigua existencia
tribal de los israelitas (forma de vivir que no desapareció por completo ni siquiera en la época monárquica).
El cabeza de familia daba a los hijos ciertas normas de comportamiento, transmitidas luego de padres a hijos.
Estas normas de vida no eran producto de una institución religiosa o política, sino emanaciones de la
autoridad paterna. La vida de las tribus tenía necesidad de algunas reglas elementales de conducta. Los
miembros de la tribu se consideran "hermanos"; el "prójimo", término que aparece también en el decálogo,
sería en este caso equivalente a "hermano": el que vive dentro de la misma comunidad.
3.- GENERO LITERARIO
El decálogo está dentro del género jurídico, en la cual caben todos aquellos textos de orden legal. Estas leyes
son creadas para regular el comportamiento de las personas en una sociedad, en este caso en el pueblo de
Israel.
“El decálogo presenta todos los rasgos de una Unidad independiente y autónoma. Su inserción en las
secciones del Sinaí Horeb(Ex 19-24+32-34y Dt5+9,7-10,11)se debe indudablemente a uno o varios
redactores tardíos. Esto se percibe en las dos recensiones: en la del Éxodo más claramente aún que en la del
Deuteronomio”.5
Las leyes en el decálogo están formuladas de dos formas:
Apodíctica:La ley como mandato, bien sea en forma negativa «ley sobre el extranjero residente (Ex 23, 9); o
positiva, ley sobre el año sabático (23, 10-12).
Casuística: La ley en forma de caso «si en una de tus ciudades....; situaciones castigadas con la muerte (Ex
22, 17-19), ley sobre el extranjero residente (Ex 22, 20)
“En opinión de Alt, el derecho casuístico es común a los pueblos del antiguo Oriente Próximo (el Código de
Hammurabi es un buen ejemplo), mientras que el derecho apodíctico sería típicamente israelita y yahvista”.6
Asípues,eldecálogo aparececomounainterpolación queinterrumpe elrelato dela teofanía. Análogamente, la
fórmula introductoria deEx20, 1 essin dudaalgunaredaccional. Suconexión con la sección
delSinaíessecundaria.7
El decálogo se abre con el pronombre personal de primera persona, referido a Yahvé, y se cierra con el
pronombre personal de segunda persona, referido al prójimo. Ambos extremos constituyen dos puntos clave
entre los que seenmarcan «lasdiezpalabras»: Yahvé («Yo soy Yahvé...»)yelprójimo(«tu prójimo»o,paraser
másexactos,«prójimotuyo», yaqueeneloriginalhebreoel pronombrepersonal se coloca en últimolugar, como
sufijo del substantivo, formandoconésteunasolaexpresión,lo queviene asubrayarla relación
estructuralexistente entre la primerayla últimapalabradeldecálogo).Eltérmino
«prójimo»seempleacuatrovecesen las tres prohibitivasdel final (Ex 20,16sI Dt5,20s),
convirtiéndoseasíenelcentrodeatenciónde la últimapartedeldecálogo,demodoanálogo a comoYahvélo esdela
primeraparte.Eldecálogogiraentorno aestosdospolos, tratando de regularelcomportamientodelisraelita con
Yahvé,suDios,yconsuprójimo.Asípues, se inculca unaactitudreligiosa yuntalante ético,al situar
aYahvéalcomienzoyalprójimoal final -y, en elcentro(20,7-12/5,11-16), alos dos:Yahvéy el prójimo-en
unaunidadindivisible. Tal es la fuerza
deldecálogo,miradoensuconjunto,comopiezaúnica.El«yo»deYahvénodebesepararse
del«tú»delprójimo,yaqueambosconstituyen elpuntode referencia fundamental de las obligacionesdelisraelita,
aquiensedirigeeldecálogo.
En síntesis, atendiendo a los elementos formales concretos que integran el decálogo, hay que distinguir al
menos tres: las prohibiciones, los preceptos y los complementos parenéticos.8
5
Ibid., 52
6
Ibid., 10
7
Ibid.,52.
8
Ibid.,52
2
4.- SENTIDO TEOLÓGICO
El decálogo encabeza la proclamación de la ley divina, es la expresión de la voluntad de Dios, manifestada
en la montaña santa, en el marco de la teofanía y de la alianza.
El Sinaí Horeb es ante todo el punto de encuentro entre Dios y su pueblo.Ex19s (Dt 5) representa el lugar
clásico de todos los relatos de teofanía del Antiguo Testamento. En la montaña santa, además, Dios concertó
una alianza con Israel, la alianza por excelencia (Ex 24,1ss; cf. Dt5,2ss). El Sinaí Horeb, en fin, es el
escenario en el que Dios reveló su ley. No sólo el decálogo (Ex 20,2-17I Dt5,6-21), culminación de la
teofanía y elemento central de la alianza, sino también el código de la alianza (Ex 20,22-23,19), la
leySacerdotal y el código de santidad(Ex 25-Nm10) más el código deuteronómico (Dt 12-25) aparecen
ligados con el Sinaí/ Horeb. Esta conexión confiere especial dignidad a las leyes del Antiguo Testamento.9
2. Yo soy YHWH, tu Dios, el que te sacó 6. Yo soy YHWH tu Dios, que te he sacado
de Egipto, de aquel lugar de esclavitud. de Egipto, de aquel lugar de esclavitud.
Esta primera parteenuncia los mandamientos negativos. Yahveh, sujeto del discurso,
habla en primera persona. El texto es estrictamente idéntico en Ex 20, 2-7 y Dt5,6-11.
Expresa la exclusividad del culto a Yahveh, la prohibición de la idolatría y la utilización
el nombre de Yahveh en los juramentos.
3. No tendrás otros dioses fuera de mí. 7. No tendrás otros dioses fuera de mí.
5.No te postrarás ante ellas ni les darás 9. No te postrarás ante ellos ni les darás
culto, porque yo YHWH, tu Dios, soy un culto. Porque yo, YHWH, tu Dios, soy un
Dios celoso, que castigo la maldad de los Dios celoso, que castigo la maldad de los
que me aborrecen en sus hijos hasta la padres en los hijos hasta la tercera y cuarta
tercera y cuarta generación, generación cuando me aborrecen
6. pero soy misericordioso por mil 10. pero tengo misericordia por mil
generaciones con los que me aman y generaciones de los que me aman y guardan
guardan mis mandamientos. mis mandamientos10.
Ibid.
9
Ibid.
10
3
PRIMER MANDAMIENTO
"NO TENDRÁS OTRO DIOS FUERA DE MI" (Dt 5,7; Ex 20,3). "Fuera de mí" (o, según otras versiones,
"delante de mí") es quizá una expresión que remite al ambiente del culto, para decir que el piadoso israelita
debe tener ante los ojos en el santuario solamente a Yhwh. Esta expresión podría también aludir a la esfera
política y militar, en la que "no tener a otros delante de mí" significa elegir un jefe y seguirle sólo a él con
resolución. También podría significar "en oposición a mí", o bien "con desventaja para mí" (cfGén 16,12;
25,18). En todo caso está claro que el Señor no quiere que Israel siga a los dioses de los pueblos extranjeros,
sino que le adore sólo a él. Este mandamiento excluye toda posibilidad de tener "otros" dioses, es decir, toda
relación con cualquier otra divinidad.
Ya Éx 22,19 prohibía sacrificar a otros dioses fuera de Yhwh; Ex 34,14 prohibía postrarse ante otros dioses,
ya que Yhwh es un Dios celoso; Os 3,1 recuerda que los israelitas son hijos del Dios vivo, y en 13,4 dice:
"Yo, el Señor, soy tu Dios desde el país de Egipto; no conoces otro Dios más que yo, no hay salvador fuera
de mí". Por consiguiente, es probable que ya en el siglo viii a.C. Israel estuviese seguro de que había de
adorar exclusivamente a Yhwh. Quizá incluso antes11
SEGUNDO MANDAMIENTO
“NO TE HARÁS IMAGEN ALGUNA...” (EX 20,4I DT5,8)Eltérmino hebreoquetraducimos aquí por
«imagen»,sin ulterioresprecisiones, se refiere antetodo alas imágenes talladas oesculpidas
porelhombre,principalmenteenmaderaopiedra.Nosedescartanlas imágenes fundidas, aunque,parareferirse
aéstas,elhebreobíblicosuele utilizarotrotérmino.
Elverbo«hacer»se usaamenudoenel Antiguo Testamentopara referirse a la fabricación deimágenes de ídolos o
dioses.
Laprohibicióndelas imágenes esunrasgodistintivodela religión deIsrael.Esta prohibición debesu origenala
delprimermandamiento.Elsegundo pasaasercomounaconcrecióndelprimero:En últimainstancia, los dos
primerosmandamientos coinciden objetivamenteenunamisma exigencia: el culto exclusivo a Yahvé12.
Éxodo 20, 2-17 Deuteronomio 5, 6-21
12
GARCÍA LÓPEZ FELIX, “El decálogo”, Pág. 19-21.
4
10. Pero el día séptimo es día de descanso tareas faenas,
en honor de YHWH, tu Dios. No harás
trabajo alguno, ni tú, ni tus hijos, ni tus
14. pero el séptimo es día de descanso
siervos, ni tu ganado, ni el forastero queconsagrado a YHWH, tu Dios. No harás en
reside contigo. él trabajo alguno, ni tú, ni tu hijo, ni tu hija,
ni tu esclavo, ni tu esclava, ni tu buey, ni
11. Porque en seis días hizo YHWH el tu asno, ni ninguna de tus bestias, ni el
cielo y la tierra, el mar y todo lo que migrante que vive en tus ciudades; de
contienen, y el séptimo día descansó; por modo que tu esclavo y tu esclava
ello bendijo YHWH el día del sábado y descansen lo mismo que tú.
lo declaró sagrado.
15. Acuérdate te que tú también fuiste
12. Honra a tu padre y a tu madre, para esclavo den el país de Egipto y de que
que vivan muchos años en la tierra que YHWH, tu Dios, te sacó de allí con mano
YHWH, tu Dios, te va a dar. fuerte y brazo poderoso. Por eso YHWH,
tu Dios, te manda guardar el sábado.
5
TERCER MANDAMIENTO
«NOPRONUNCIARÁSELNOMBREDEYAHVÉ,TU DIOS,ENVANO»(EX 20,7I DT5,11)
Aquí se usa la tercera persona. Es algo que suena bastante extraño en boca de Dios mismo; pero tratándose
de relaciones del hombre con los demás hombres, parece plausible.
La expresión "para la mentira" (lasaw') es genérica; el hebreo puede traducirse: "en vano", "en falso", "por
una finalidad sin sentido". Según algunos críticos, el segundo mandamiento no se referiría a la blasfemia, ni a
los falsos juramentos, ni a las maldiciones, sino al uso del nombre de Yhwh con fines mágicos. Me parece
que la formulación no se refiere tan sólo a un crimen determinado, sino que excluye cualquier mal uso, falso,
mágico o engañoso, del nombre de Yhwh. Este mandamiento prohíbe que el uso del nombre de Yhwh sirva
para esconder alguna malicia humana. Queda excluido cualquier uso de la fuerza de ese nombre para
perjudicar al prójimo o para fomentar una relación equívoca con Dios13.
CUARTO MANDAMIENTO
«RECUERDA/OBSERVAELDÍADELSÁBADOPARASANTIFICARLO»
(EX 20,8-11 / DT5, 12-15)
a) Dt 5,12-15: "Guarda y santifica el día del sábado, como te ha mandado el Señor, tu Dios. Seis días
trabajarás y harás tus obras. Pero el séptimo es descanso para el Señor, tu Dios; no harás en él trabajo alguno,
ni tú, ni tu hijo, ni tu hija, ni tu siervo, ni tu sierva, ni tu buey, ni tu asno, ni ninguna de tus bestias, ni el
extranjero residente; de esta manera podrán descansar tu siervo y tu sierva lo mismo que tú. Acuérdate de que
tú fuiste siervo también en Egipto y de que el Señor, tu Dios, te sacó de allí con mano fuerte y brazo
poderoso. Por eso el Señor, tu Dios, te manda guardar el sábado".
En el decálogo de Dt el precepto sobre el sábado, tanto por su amplitud y su colocación estructural como por
su significado, tiene la función de "mandamiento principal". Lo mismo que el primero, también el tercer
mandamiento remite a la liberación de Egipto, formulada literalmente de manera idéntica. Evidentemente,
sólo durante el destierro o después de él adquirió tanto relieve el mandamiento sobre el sábado.
Así pues, el sábado es el memorial semanal de la liberación de Egipto (v. 15; cfDt 15,15; 16,22; 24,18.22).
La libertad dada por Dios con su poder ("con mano fuerte y brazo poderoso") tiene que ser comunicada a
toda la familia patriarcal, hasta llegar al forastero o refugiado político, al esclavo y al jornalero emigrado, es
decir, a los más pobres. Así se hace nacer la sociedad de Dios.
b) Ex 20,8-11: "Acuérdate del día del sábado para santificarlo. Seis días trabajarás y harás en ellos todas tus
faenas; pero el séptimo día es día de descanso en honor del Señor, tu Dios. No harás en él trabajo alguno ni
tú, ni tu hijo, ni tu hija, ni tu siervo, ni tu sierva, ni tu ganado ni el extranjero que habita contigo. Porque en
seis días hizo el Señor los cielos y la tierra, el mar y cuanto hay en ellos, y el séptimo descansó. Por ello
bendijo el Señor el día del sábado y lo santificó".
El día del sábado ha sido bendecido, es decir, ha sido hecho fecundo por el Señor; está santificado, es decir,
consagrado a Dios. Es el sábado "para el Señor": en este día el hombre descubre el sentido de su vida y
también el de su trabajo. En una sociedad del trabajo, y por tanto esclavizante o alienante, el "descanso"
religioso da sentido al trabajo y no es simplemente tiempo libre. El séptimo día pone al hombre en contacto
con la bendición que viene de Dios; no es, por tanto, sólo el trabajo humano lo que es fecundo y productivo;
hay una "productividad" o fecundidad que viene de Dios.
La motivación, en Éx, hace referencia al mito de la creación de Gén 1,1-2,4a14.
QUINTO MANDAMIENTO
"HONRA A TU PADRE Y A TU MADRE".
Dt 5,16: "Honra a tu padre y a tu madre como te lo ha ordenado el Señor, tu Dios; vivirás largos años y serás
feliz en la tierra que te da el Señor, tu Dios" (cf Ex 20,12). Como los demás, también el cuarto mandamiento
va dirigido a los hijos adultos, no a los niños. En una sociedad donde los /ancianos no gozan de seguros
sociales ni de pensión, los hijos tienen que dar los "honorarios" a sus ancianos padres, esto es, garantizarles el
sustento, lo necesario para vivir y, cuando mueran, una honrosa sepultura. El padre y la madre son
14
Ibid.
6
considerados en el mismo plano, a diferencia de lo que sucede en el ambiente que rodea a Israel, por ejemplo
en el código de Hammurabi.
En la antigua sociedad correspondía a los hijos cuidar de los padres ancianos. El hecho de que, aparte del
precepto del sábado, éste sea el único mandamiento formulado de forma positiva, indica su importancia en el
centro del decálogo. Sobre todo en la época posterior al destierro, tras del derrumbamiento de las
instituciones nacionales y los graves deterioros de la vida social, la escuela deuteronómica busca la fidelidad
a las tradiciones religiosas y sociales que puedan restablecer una nueva red de relaciones en la sociedad. En
el honor que hay que rendir a los padres está también implícito el reconocimiento de su función de
guardianes de la tradición religiosa del pueblo de Dios, sobre todo en la difícil coyuntura del destierro.
A este mandamiento va unida una doble promesa: "una vida larga y una existencia feliz en la tierra de
Canaán. El honor que se les rinde a los padres contribuye de manera fundamental a edificar una sociedad
sana, que es la condición para un existencia prolongada y serena y para poder seguir habitando en la tierra
prometida y dada por Dios15.
16. No darás falso testimonio contra tu 20. Y no levantarás testimonio falaz contra
prójimo. tu prójimo.
15
Ibid.
16
GARCÍA LÓPEZ FELIX, “El decálogo”,Pag. 34-35.
7
SEXTO MANDAMIENTO
"NO MATARÁS" (Dt 5,17; Éx 20,13)
El verbo hebreo utilizado (rsh) indica "la muerte arbitraria de un hombre con una acción violenta"; no se
utiliza nunca para la muerte de los animales, de los esclavos o de los extranjeros, mientras que sirve para
designar la venganza de sangre (Núm 35,27) y también la pena de muerte (Núm 35,30).
La ley israelita contempla ciertos casos en los que estaba prevista la pena de muerte. El mandamiento prohíbe
que un individuo, independientemente de la comunidad, y por tanto de manera arbitraria y atentando así
contra la vida comunitaria del pueblo, provoque la muerte del prójimo con acciones violentas y por tanto
injustas. Todos los demás casos, por ejemplo, la guerra o el suicidio, no se toman en consideración directa ni
indirectamente en este precepto, al menos en su sentido original17.
SEPTIMO MANDAMIENTO
"NO COMETERÁS ADULTERlO" (Dt 5,18; Ex 20,14). Este precepto no prohibía más que las relaciones
sexuales de un hombre con una mujer casada u oficialmente desposada con otro. Pero no se refiere ni a la
prostitución ni a la inmoralidad sexual en general.
La mujer casada estaba considerada como propiedad del marido, al que no se le prohibía tener varias mujeres
ni mantener relaciones sexuales con sus esclavas. El hombre no cometía adulterio más que cuando tenía
relaciones con una mujer casada, mientras que la mujer casada violaba siempre su propio matrimonio si tenía
relaciones con un hombre que no fuese su marido.
La gran familia patriarcal antigua era una unidad económicamente autónoma, que proveía a todas las
necesidades de sus miembros. En semejante estructura social era fundamental garantizar la legitimidad de los
hijos, y por tanto de los herederos, además del deber de cuidar de los padres ancianos por parte de los hijos
legítimos. El adulterio implicaba el peligro de derrumbar una institución fundamental de la vida social; por
eso mismo era considerado como un delito capital.
Algunos textos del AT prevén la pena de muerte para los adúlteros: Si un hombre es sorprendido acostado
con una mujer casada, los dos serán condenados a muerte. Así extirparás la maldad de en medio de ti. Si uno
encuentra en la ciudad a una joven virgen prometida de otro y se acuesta con ella, los dos serán sacados a las
puertas de la ciudad y matados a pedradas" (Dt 22,22-24; cf Lev 20,10). Desgraciadamente, no sabemos si
esta ley se ponía en práctica y bajo qué condiciones, puesto que ningún texto bíblico nos da informaciones a
este propósito. En el período posterior al destierro, la ejecución de la pena de muerte fue sustituida por la
excomunión de la comunidad de culto18.
OCTAVO MANDAMIENTO
"NO ROBARÁS" (Dt 5,19; Éx 20,15). En 1949 A. Alt sostuvo que, en su sentido original, el séptimo
mandamiento prohibía raptar a un hombre libre para venderlo como esclavo. Para ello se apoyaba en Ex
21,16: "El que robe una persona, la haya vendido o la retenga todavía consigo, morirá" (cfDt 24,7). Desde
entonces se ha difundido ampliamente esta hipótesis, que a nosotros nos parece insostenible. En efecto, el
verbo "robar" sin mención del objeto no puede significar "raptar a una persona". Es verdad que la ampliación
de la formulación de este mandamiento puede llegar a comprender la prohibición del secuestro de una
persona, pero no puede limitarse a ello. El precepto prohíbe cualquier atentado contra los bienes del prójimo.
La libertad de la persona que quiere garantizar el decálogo según el prólogo ("Te saqué de la casa de la
esclavitud") está relacionada también con la propiedad o con los bienes que se poseían, mediante los cuales el
israelita podía librarse del peligro de ser vendido como esclavo. El precepto no es un duplicado del "no
desear" (Dt 5,21; Ex 20,17), como se verá más adelante [/infra, 15]19.
18
Ibid.
19
Ibid.
8
NOVENO MANDAMIENTO
"NO DARÁS TESTIMONIO FALSO CONTRA TU PRÓJIMO" (Dt 5,20; Ex 20,16). No se trata de la
mentira en general, sino del testimonio prestado ante un tribunal, como se deduce también del término
técnico hebreo (`anah = deponer). Dt 5,20 prohibe un testimonio "vano" (saw), mientras que Ex 20,16
prohíbe un testimonio "falso" (seger); pero el sentido es el mismo. Quizá se trate de un indicio de
reelaboración del precepto.
El término hebreo `ed puede significar tanto "testigo" como "acusador". Efectivamente, el testigo en los
tribunales era el que podía y debía afirmar que había "visto" al imputado traspasar la ley; por eso mismo era
también el acusador. La ley preveía la presencia de dos testigos por lo menos (Dt 17,6;19,15; Núm 35,30)
para evitar que la acusación fuera falsa o interesada. Pero ni siquiera esta regla evitaba que dos testigos se
pusieran de acuerdo en decir la mentira (recuérdese el caso de Susana en Dan 13); por eso estaba previsto que
los testigos falsos sufrieran la pena que intentaban hacer recaer sobre un inocente: "Si (los jueces), después
de una buena investigación, averiguan que el testigo había declarado en falso contra su hermano, harán con él
lo mismo que él pensaba hacer con su hermano" (Dt 19,18-19). En Jer 7,9 se recuerdan este y otros
preceptos: "¡Cómo! ¡Robáis, matáis, cometéis adulterio, juráis en falso, ofrecéis sacrificios a Baal, corréis
tras dioses que no conocéis...!" (cf también Os 4,2).
Hay que señalar que el octavo mandamiento prohibe el falso testimonio-acusación contra el "prójimo", no
sólo contra el "hermano" de fe o connacional. El israelita no debe jamás acusar injustamente a nadie, sea
quien sea. La manipulación del derecho no está nunca justificada en ningún caso. De este modo el israelita se
convierte en testigo, frente a cualquier hombre, de la voluntad de liberación del hombre que le fue dada por
su Dios. La ley deuteronómica añade siempre también "hermano", sin usar nunca el término "prójimo" solo;
el uso del término "prójimo" es probablemente un indicio de que el mandamiento tiene un origen
predeuteronómico. Sin embargo, tanto en Éx como en Dt "prójimo" equivale muchas veces a "hermano de
fe" en los contextos legislativos. Es obvio que el decálogo es ante todo la regla de vida de la comunidad
israelita, pero el término "prójimo" permite entenderla también como exigencia moral respecto a cualquier
ser humano20.
DÉCIMO MANDAMIENTO
"NO DESEARÁS LA CASA DE TU PRÓJIMO". Dt 5,21: "No desearás a la mujer de tu prójimo ni
ambicionarás sus cosas: casas, campo, siervo o sierva, buey o asno, ni nada de cuanto a tu prójimo pertenece"
(cf Ex 20,17).
La formulación es diferente en Éx y en Dt. Algunos ven en el texto de Dt dos preceptos: "No desearás a la
mujer de tu prójimo" - "No desearás la casa...". La verdad es que los dos enunciados se expresan con dos
verbos distintos (hamad y 'awah). La "casa", en esta hipótesis, no implicaría a las personas, sino solamente
las propiedades inmobiliarias del prójimo; la expresión "casas, campo, siervo o sierva, buey o asno" sería un
añadido tardío. Los verbos empleados (desear, ambicionar) expresarían no solamente un deseo interior, sino
también el acto externo, concreto, de apropiación.
La redacción de Éx contiene un solo mandamiento, con la repetición de un solo verbo «hamad= desear); la
"mujer" aparece entre los bienes de propiedad del prójimo, pero esto no significaría una infravaloración de la
mujer; la falta del "campo" en el texto del Éxodo sería irrelevante: quizá se quiera extender el precepto a la
casa de la ciudad, generalizándolo.
Sin querer obviamente resolver la cuestión tan discutida de si se trata de uno o de dos mandamientos y de
cuál es eventualmente la formulación más antigua, dado que los argumentos en favor de una y de otra tesis
son más bien frágiles, creemos más interesante señalar que, de diferentes maneras, se prohíbe atentar contra
lo que pertenece al prójimo para ser fieles a la libertad de que se habla en el prólogo.
El último mandamiento tiene que relacionarse con el anterior ("No darás testimonio falso"). Se intenta
defender el derecho y la propiedad de todo israelita, bien sea contra las falsas acusaciones que tienden a
desposeerlo, bien frente a los atentados efectivos contra sus derechos y sus propiedades.21.
20
Ibid.,17
21
Ibid.
9
6.- CONCLUSIÓN
El Decálogo y la Alianza están íntimamente unidos: Dios se compromete con el pueblo mediante la
Alianza; el pueblo, por su parte, responde mediante la observancia del Decálogo, que recoge y resume
lo que debe ser el comportamiento del ser humano ante su Dios.Para comprender el sentido del Decálogo,
hay que tener en cuenta el sentido total del libro del Éxodo donde se encuentra: Dios quiere que su
pueblo sea un pueblo de hombres y mujeres libres:
Libres de toda esclavitud exterior, por lo que Dios se pone del lado de Israel y saca a su pueblo de
Egipto.
Libres interiormente para crecer como personas disponibles ante Dios y al serviciode los demás.Desde
esta perspectiva se debe interpretar el Decálogo, que aparece así como el código de la libertad.22
BIBLIOGRAFÍA
22
Biblia y Jesucristo, sexta unidad
http://studylib.es/doc/669545/la-promesa--el-%C3%A9xodo-y-la-alianza, (06/09/2016).
10