Gestion Modulo 6
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Módulo No. 6
Producción de Conocimientos
y Gestión Educativa
Guía para el gestor educativo
Especialidad en Gestión Educativa del Modelo Educativo
Sociocomunitario Productivo (1ra. versión)
Módulo No. 6
Producción de Conocimientos y Gestión Educativa
Primera Edición, 2018
Ministro de Educación
Roberto Iván Aguilar Gómez
Equipo de redacción
Equipo Técnico PROFOCOM-SEP
Equipo Técnico DGEP-VER
Introducción.................................................................................................................................................................................................................................................. 3
I. Producción de Conocimientos en la Gestión Educativa......................................................................................................... 5
II. Organización y desarrollo de capacidades institucionales y profesionales........................................ 26
III. Criterios para la elaboración producto final de la Especialidad en Gestión
Educativa del MESCP (1ra versión) PROFOCOM - SEP................................................................................................................ 59
Producto del Módulo.................................................................................................................................................................................................................. 79
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Introducción
El presente módulo que lleva por título: Producción de Conocimientos en la Gestión Edu-
cativa, plantea un punto de discusión fundamental para el ejercicio y praxis de la Gestión
Educativa. La pregunta de fondo que plantea el módulo es ¿Cuáles son los mecanismos a
través de los cuales un conjunto de sujetos, que son parte de una institución, producen
conocimiento?
El debate de fondo tiene que ver con el hecho de que el conocimiento y su producción tra-
tan siempre de procesos relacionales entre sujetos. Así como los integrantes de un grupo
social o una organización comparten un conjunto de “esquemas de pensamiento”, que ope-
ran como el sentido común asentado en ese espacio en un determinado momento histórico
y que define el conjunto de prácticas y hábitos naturalizados y compartidos; de la misma
forma, son los sujetos que se preguntan sobre el sentido de aquello que se va haciendo,
quienes representan la posibilidad de modificar los esquemas de pensamiento sedimenta-
dos, produciendo nuevas formas de comprensión común.
La perspectiva que vamos trabajando desde la especialidad tiene que ver con pensar al
sujeto y al conjunto de sujetos como el soporte real de cualquier institución. Si esto es así,
es en el proceso de interacción, encuentro, diálogo, deliberación, que surge de la relaciona-
lidad de los sujetos, lo que permite la interpelación y transformación de las visiones indivi-
duales, generando la resignificación de los “esquemas de pensamiento” comunes.
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Especialidad en Gestión Educativa del Modelo Educativo Sociocomunitario Productivo
A partir de este debate se plantean también, el problema de las capacidades que promueve
una institución respecto a su equipo y los criterios iniciales para el desarrollo del Producto
Final de la Especialidad en Gestión Educativa, mismos que tienen la intención de orientar
a partir de procesos prácticos, un proceso integral de producción de conocimientos par-
ticipativo dirigido a las y los Gestores educativos en relación a su equipo de trabajo y a la
comunidad educativa.
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Módulo 6
¿En qué circunstancias hemos vivido la experiencia de reflexionar sobre un tema y tomar
decisiones en equipo?
¿En qué situación, hemos podido escuchar propuestas de integrantes del equipo que han
sido tomadas en cuenta en el trabajo de la institución educativa?
¿Cuánta importancia le damos a la experiencia de los maestros o maestras que son parte
de nuestro equipo para recuperar aprendizajes de las mismas?
Un primer punto de la reflexión es que la producción de conocimientos tiene que ver con
lo que producen y los aprendizajes que viven los sujetos sobre la realidad en la que parti-
cipan1. En el caso de lo que denominamos la producción de conocimientos en la Gestión
1 Desde esta perspectiva, no se trataría de partir de la idea de investigación del sujeto distanciado del objeto que analiza, propio de pro-
cesos desarticulados de los procesos y la realidad en la que participan. Asimismo, estos procesos vinculados a la investigación priorizan
los “datos” como la base desde donde se da sentido a la investigación, que permite lograr una “imagen” de una determinada realidad.
La producción de conocimientos, por su lado, prioriza a los sujetos y la realidad de la que son parte y la que pueden configurar a partir
de su participación en la misma.
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Especialidad en Gestión Educativa del Modelo Educativo Sociocomunitario Productivo
Educativa, se trata de reflexionar sobre lo que los diversos sujetos que son parte de nuestro
equipo de trabajo producen y los aprendizajes que asumen cotidianamente al ser parte de
nuestra institución educativa.
Partimos de los sujetos, ya que, éstos son la fuente de cualquier posibilidad de producción
de conocimiento. Es en cada sujeto que se va expresando los conocimientos acumulados y
visiones construidas a lo largo de sus propias trayectorias de vida, con sus propias formas
de interpretar su realidad, pero también, sus posicionamientos y visiones de mundo que
van expresando en cada acción cotidiana.
Si esto es así, ¿es entonces el conocimiento que vamos produciendo en la gestión educati-
va la sumatoria de los conocimientos individuales? Si esto fuera así, lo que tendríamos en
nuestras instituciones serían procesos más fáciles de captar, ya que solo bastaría conocer
a cada individualidad, saber cómo piensa y lo que aspira de su trabajo, para comprender
lo que pasa en la institución. Pero los lugares donde se van generando distintas formas de
conocimiento son varios.
Cada institución tiene sus propias formas de trabajo, trato interpersonal, sus propias ru-
tinas, espacios de exigencia y espacios de distención, pero muchas veces estos espacios
se van reproduciendo de forma no intencionada y no necesariamente corresponden a
las prácticas y visiones de la realidad de sus componentes vistos de forma individual.
Muchas de las rutinas que se viven en la institución tienen un origen anterior, es como un
conjunto de acuerdos anteriores que por la fuerza de la rutina se han ido naturalizando.
Muchas veces, estas cargas de la “tradición” de la institución, van logrando reproducirse
por la fuerza de la práctica que condiciona y en la que incorpora a los sujetos de la insti-
tución.
No es raro escuchar por ejemplo a muchos maestros nuevos, cosas como por ejemplo, “me
han recomendado que si no muestro autoridad desde el primer día de clases, voy a perder
el respeto todo el año”. Se trata de ideas con mucho peso que muchas veces se sobreponen
a los sujetos, es lo que podemos llamar el peso de la institución, pero no se trata de un ente
divino y extramundano que tiene poder por sí mismo, sino de prejuicios y certezas bien
instaladas en el sentido común del grupo, ante la que los nuevos integrantes son incorpora-
dos, esto es, es parte del conocimiento que los sujetos reproducen.
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Producción de Conocimientos y Gestión Educativa
Se trata de un proceso complementario entre sujetos y sus aprendizajes, donde los límites
son inscritos por los mismos sujetos así como la posibilidad de trascenderlos a partir de la
influencia de los propios sujetos. A esta posibilidad de lograr un aprendizaje colectivo y con-
figurar la renovación permanente de aquello que nos da sentido a todo el equipo, le hemos
denominado: “producción de conocimiento en la gestión educativa”.
Planteado el punto central de nuestra reflexión, se trata ahora de trabajar algunas herra-
mientas para los gestores educativos que nos permitan hacer cada vez más consciente la pro-
ducción de conocimiento en nuestro equipo y en nuestra institución, ya que este proceso se
convierte en la base para configurar un equipo de trabajo y una identidad que permita asumir
y superar los amplios desafíos de transformación que se tienen desde la gestión educativa.
Lectura Complementaria
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Especialidad en Gestión Educativa del Modelo Educativo Sociocomunitario Productivo
Para algunos autores el aprendizaje es un proceso que tiene lugar de forma exclusiva en
el individuo (se recuerda que tiene lugar en la cabeza de los seres humanos), de forma
que consideran difícil o imposible aceptar la noción de que las organizaciones puedan
aprender por sí mismas (Simon, 1969); si esto ocurre, consideran que tiene lugar a través
del aprendizaje de sus miembros o de la integración de conocimientos resultantes de la
incorporación de nuevos miembros.
Aunque los individuos mantienen un papel central, la importancia, como más adelan-
te se expone, recae en los medios del aprendizaje organizacional, produciéndose una
transición entre lo individual y colectivo; se considera que el conocimiento individual se
convierte en organizacional cuando se distribuye en la organización y cuando las infe-
rencias obtenidas se codifican en rutinas (reglas, prácticas, procedimientos operativos
estándar, convenciones, estrategias, etc.) que guían la conducta (Levitt y March, 1988);
estas rutinas son transmitidas entre los miembros a través de procesos de socialización,
educación, profesionalización, imitación e intercambios.
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Producción de Conocimientos y Gestión Educativa
Aunque el pensar puede ser una actividad de nivel individual, lo que moldea la cognición
individual (las fuentes de los esquemas y estructuras de conocimiento) provienen de los
grupos sociales, organizaciones e instituciones; esta perspectiva es compartida por varias
teorías del análisis institucional (Douglas, 1986), cultura organizacional (Schein, 1985), de
la identidad organizacional (Albert y Whetten, 1985), etc.
En definitiva, como señala Ocasio (2001), para entender cómo piensa una organización
no basta entender cómo piensan sus miembros, sino también cómo el pensamiento está
situado en la organización, cómo las organizaciones estructuran las situaciones, y cómo
todo ello, pensamiento y situaciones, están inmersas en un ambiente social, económico,
político y cultural; pensar, por tanto, se convierte en un proceso inter-nivel, modelado
por la cognición de las personas, por la Psicología Social de la situación, por la estructura
organizacional y el ambiente más amplio (social, económico y cultural). A partir de estas
ideas, el autor propone un modelo cuya arquitectura se basa en el procesamiento de in-
formación individual, la acción y cognición situacional, las estructuras sociales y cultura-
les y los sistemas sociales. Finalmente, a la pregunta ¿cómo piensan las organizaciones?,
este autor contesta con estas tres respuestas: organizando las situaciones, reduciendo la
ambigüedad, e incorporando los componentes del pensamiento en subsitemas organi-
zacionales.
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Especialidad en Gestión Educativa del Modelo Educativo Sociocomunitario Productivo
Sobre las concepciones anteriores se han realizado importantes críticas. Una muy habi-
tual es la que parte, como señala Friedman (2001), de una concepción antropomórfica
de las organizaciones, llegando incluso a considerar aquellas como individuos colectivos,
o como una extensión de las personas. Frente a esto, un planteamiento alternativo con-
siste en emplear el aprendizaje individual como metáfora; así como las personas tienen
cerebro y pensamientos, las organizaciones poseen sus propios sistemas cognitivos, me-
moria, visiones del mundo e ideologías (Hedberg, 1981). Como ejemplos se pueden men-
cionar distintas aplicaciones tanto a nivel individual como colectivo de los conceptos de
la teoría de la acción (Argyris y Schön, 1978) y de los modelos mentales (Senge, 1990a).
Las organizaciones pueden implicarse en formas de cognición distintas a las de los suje-
tos; así, por ejemplo, y tal como se desprende del argumento institucional, una unidad
organizacional puede adquirir una rutina sin que ningún sujeto sea consciente de que su
conducta está controlada por la misma. El aprendizaje se relaciona con los sistemas; está
en la organización y perdura aunque cambien sus miembros. De esta forma se consideran
los sistemas de producción como sistemas de aprendizaje, y las ventajas que aportan las
competencias centrales de una organización (que representan el aprendizaje colectivo)
como la habilidad de ésta para sobrevivir y desarrollarse (Nevis, DiBella, y Gould, 1998).
Este es un proceso generalizado ya que se considera que todas las organizaciones se im-
plican en alguna forma de aprendizaje como parte de su proceso de desarrollo.
Una de las claves de lo que vamos reflexionando tiene que ver con los procesos y experien-
cias que nos marcan como equipo, a los que vamos a llamar “acontecimiento”. Un aconte-
cimiento interpela al conjunto de personas que somos parte de una colectividad, no afecta
solo a una persona, afecta a todos. Se trata de la experiencia común que vivimos, que se
convierte en un momento con la potencialidad de generar aprendizajes (algunos más pro-
fundos que otros).
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Producción de Conocimientos y Gestión Educativa
acontecimiento permita a los sujetos de una institución aprender, y en una perspectiva más
amplia, producir conocimiento.
Una institución que tiene niveles de relación interna débiles, que no cuenta con espacios
para la reflexión colectiva, tiene menos posibilidades para capitalizar aprendizajes que po-
tencien a los miembros de la institución. Por otro lado, las instituciones con mejores meca-
nismos para canalizar los aprendizajes, logran potenciar a los sujetos a partir de los apren-
dizajes de sus miembros y sobre todo a partir del aprendizaje común, que puede potenciar
a la institución en su conjunto.
Las instituciones que son fuertes para producir conocimiento son aquellas que permiten
que los acontecimientos no se diluyan en el tiempo, sino, que convierten esa experiencia en
aprendizaje. Pero esto involucra, que la institución cuente con espacios para la deliberación
sobre lo acontecido. Instituciones que tienen mayores mecanismos de participación, tie-
nen mejores procesos de aprendizaje. Son las instituciones que tienen mejores condiciones
para llevar adelante su trabajo.
Por ejemplo. Una institución que ha vivido intensos procesos de realización de activida-
des educativas o formativas, como el caso de la participación de equipos completos de
maestros en el PROFOCOM, que demostraba algunas prácticas nuevas, una vez concluida
la participación del equipo en ese proceso educativo, el mismo equipo vuelve a las prác-
ticas anteriores a su participación en el proceso formativo. La pregunta aquí sería, ¿esta
institución ha contado con mecanismos para lograr aprendizajes de su experiencia? ¿Qué
aprendizajes ha dejado este proceso para los sujetos?, ¿cuánto de los aprendizajes que han
logrado los sujetos es posible de ser trabajado en la institución? Desde esta perspectiva se
plantean muchos escenarios, el primero, tiene que ver con el hecho de que han existido
varios aprendizajes de los sujetos como individualidades, pero que no ha logrado generarse
un aprendizaje colectivo que permita modificar la correlación de visiones sobre el tipo de
prácticas tolerables y no tolerables en la institución. Otro escenario posible es que el cono-
cimiento acumulado por la rutina de la institución ha sido mucho más fuerte que los apren-
dizajes de los sujetos. En ambos casos, se expresa una organización débil para recepcionar
los aprendizajes de los sujetos, o que no cuenta con los mecanismos institucionales para
que el colectivo, el equipo aprenda de la experiencia.
Otro ejemplo importante de ser mencionado puede ser el del proceso de Autoevaluación
de los procesos educativos que se viene llevando adelante, sobre todo en el nivel primario.
Se trata otra vez de un acontecimiento, porque marca a todos los miembros de la Unidad
Educativa. Una institución débil en la generación de aprendizaje, es decir, que no tiene es-
pacio para la deliberación de los procesos que vive el equipo de maestros, tenderá a dejar
pasar y diluirse en el tiempo los aprendizajes del equipo. Cada maestro logrará su propio
aprendizaje, pero sin un espacio para compartir y reflexionar los aprendizajes individuales
o hasta las críticas de ese proceso vivido, no se logrará amalgamar acuerdos que permitan
cuestionar certezas instaladas con anterioridad en la institución y plantear nuevos refe-
rentes y elementos que permitan ver mayores posibilidades para que la institución y el
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Especialidad en Gestión Educativa del Modelo Educativo Sociocomunitario Productivo
equipo interprete sus acciones y plantee nuevas propuestas para atender sus necesida-
des. Por el contrario, las instituciones que tienen mecanismos para la reflexión colectiva y
que promueven el aprendizaje, lograran generar conocimientos que permitan redefinir las
prácticas internas desde las necesidades identificadas, logrando mejores condiciones para
futuros procesos.
La condición básica para que las instituciones logren procesos de aprendizaje colectivo, es
la participación de los sujetos miembros de la misma en la deliberación sobre: acciones,
reflexión sobre acontecimientos y la toma de acuerdos explícitos o implícitos.
Hay que entender a la participación como el proceso intersubjetivo, como momento que
involucra al conjunto de sujetos que conforman la institución. Se trata de espacios, sea para
poner en discusión una determinada temática, tarea, problema, actividad o la evaluación
de algo ya hecho, donde los integrantes del equipo tienen la posibilidad de plantear sus
propios criterios al resto del equipo. En este sentido, la participación es un complejo proce-
so mediante el cual, cada miembro del equipo vive la experiencia de decir su palabra, decir
lo que piensa, argumento que al ponerse en circulación, al ser escuchado por el resto del
equipo, tiene la posibilidad de interpelar las diversas visiones individuales establecidas. De
esta forma, participar en el diálogo y la reflexión colectiva, tiene la posibilidad de generar
transformaciónes en la persona que emite su argumento, ya que vive la experiencia de ser
escuchado, y a su vez, tiene la posibilidad de transformar las visiones y formas de pensar
de sus interlocutores cuando la escucha es honesta. La participación inicia en el ejercicio
de escuchar y ser escuchado, lo que tiene un gran potencial transformador, ya que en ese
proceso se abre la posibilidad de constituir un ambiente permeado por las posturas afines
y contradictorias del equipo, lo que permite generar acuerdos implícitos y explícitos que
pueden permitir modificar los referentes desde los cuales los sujetos de la institución se
interpretan a sí mismos.
La participación, en este sentido, tomará formas más complejas, ya que a partir del con-
vencimiento colectivo, las acciones que se definan como institución toman mayor sentido
al realizarlas y la participación en acciones concretas, desde esta perspectiva, configuran,
desde la experiencia, una mayor cohesión de equipo.
Otra de las claves del proceso que vamos planteando, tiene que ver con la idea del
aprender del otro. Esta disposición se convierte en la base de cualquier posibilidad de
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Producción de Conocimientos y Gestión Educativa
Desde la posibilidad de hacer clases participativas, donde maestros aprendan cómo su co-
lega desarrolla sus procesos educativos con los estudiantes, hasta espacios donde se com-
parta la producción de materiales o se visibilice alguna potencialidad de algún miembro del
equipo, para que lo comparta con el resto del equipo (existen muchas experiencias donde
maestros jóvenes comparten su conocimiento en tecnologías al resto de sus colegas). Se
trata de hacer de la institución un espacio donde el aprender del otro, sea parte de la
organización interna para potenciar al equipo y para que las ideas y las prácticas circulen
enriqueciendo al conjunto.
Por lo planteado hasta ahora se puede ir precisando una idea central del argumento. Las
instituciones van reproduciendo un conjunto de ideas que regulan lo que es tolerable y lo
que no es tolerable como acción educativa y organizativa en ese espacio. Se trata de un
conjunto de visiones, prejuicios, principios, tradiciones, ideologías que se reproducen por
un acuerdo inconsciente e implícito de los sujetos que conforman la institución. Se trata de
un núcleo de ideas solidificadas por el paso del tiempo en la institución, que tiene vigencia
por la reproducción acrítica de los sujetos, que tiende a naturalizarse con más radicalidad
cuando los miembros de la institución tienen menos posibilidades de reflexión.
El problema central de esta limitación inherente a las instituciones, que tienden a la entro-
pía, a envejecer, es que al quedarse anclada en un conjunto de prejuicios que orientan su
práctica, terminan por desconectarse de la realidad en la que trabajan y tienden a dejar a
sus integrantes con herramientas que terminan siendo obsoletas ante una realidad cam-
biante que requiere siempre de renovación. Esta sería una forma en la que las instituciones
educativas dejan de tener pertinencia con las necesidades que la realidad expresa en un
determinado momento histórico.
Una de las claves para que las instituciones no se aferren a prejuicios o a las certezas que
la han configurado, tiene que ver con la necesaria apertura al aprendizaje colectivo. Apren-
der, tiene que ver con procesos simultaneos de desaprendizaje, esto es, incorporar nuevas
posibilidades para entender la institución y las prácticas que se desarrollan. Modificar las
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Especialidad en Gestión Educativa del Modelo Educativo Sociocomunitario Productivo
Pero como vimos antes, el aprendizaje colectivo solo es posible en instituciones que per-
mitan circular las ideas de sus miembros, a través de espacios para la reflexión y la escucha
colectiva. Sin estos espacios no habrá aprendizaje, no se puede aprender por instructivos
del inmediato superior, solo se aprende en la confrontación de las ideas y en el diálogo.
Este proceso y este espacio para que el equipo comparta sus visiones sobre la institución o
acerca de un determinado acontecimiento, logrará mayores aprendizajes si se tiene la ca-
pacidad de orientar un proceso que busque explícitamente el “darse cuenta” colectivo. Esto
es activar la capacidad de reflexión colectiva para ir rompiendo las certezas que se han ido
afincando y naturalizando en la institución a lo largo del tiempo. Al proceso de cuestionar
un prejuicio instalado en el ambiente de la institución, pero de forma colectiva, le denomi-
namos el “darse cuenta colectivo”, como herramienta de cuestionamiento y visibilización
de nuevas posibilidades del desarrollo de prácticas en la institución, esto es, de definición
de nuevos acuerdos que redefinan los anteriores, en función de nuevas ideas, que tengan
mayor pertinencia para atender los desafíos del presente.
Este es uno de los procesos más complejos, pero de mayor importancia para el enriqueci-
miento de la institución, ya que no es suficiente la deliberación participativa. Si bien se pre-
supone esa condición mínima para la reflexión, para lograr romper certezas que tenemos
internalizadas como equipo, necesitamos de una amplia capacidad de autocrítica y también
una amplia capacidad para analizar nuestra realidad en la institución, desde varios ángulos.
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Producción de Conocimientos y Gestión Educativa
Lectura complementaria
Con esta pedagogía buscamos que la persona —maestro(a) trabajando en una entidad
educativa o estudiante— pueda recuperar lo que se siente y vive en la experiencia coti-
diana del encuentro con el/la otro(a), consigo mismo(a) y con el ambiente; que los(as)
miembros del equipo ganen en la capacidad de darse cuenta de sus relaciones, centrarse
en sí mismos(as) y en los efectos que estas producen en ellos(as) y en los(as) demás y,
de hacerse cargo de aquello de lo que se dan cuenta como posibilidad de transformar su
propia vida y las relaciones con los(as) otros(as) (Velandia Mora M. A., Módulo de comu-
nicación interpersonal, 1999).
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Especialidad en Gestión Educativa del Modelo Educativo Sociocomunitario Productivo
deber ser. En conclusión, no hay armonía, no hay respeto por la legitimidad del otro o la
otra, ni confianza en ellos(as), mucho menos respeto por el cuerpo; tal vez por ello se han
incrementado los índices de las diferentes formas de violencia en nuestro país.
Darse cuenta, centrarse y hacerse cargo (lo que algunos llamarían empoderarse) son tres
elementos de la propuesta pedagógica a la que hemos denominado aprender vivencian-
do. Asumimos vivenciar como la capacidad de incorporar el conocimiento conectándolo
con la vida. Conectar con la vida como ya lo hemos afirmado conlleva un proceso triádico
en el que la persona se encuentra consigo mismo (a), el entorno, la sociedad y la cultura
y, que consiste en dar sentido y valorar el encuentro; desarrollar habilidades que posibi-
liten el vínculo; y, estar en capacidad de abstraer para poder dar explicaciones sobre el
mundo y las relaciones que como seres humanos establecemos. Veamos a continuación
algunas posibilidades de aproximarnos al aprender vivenciando.
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Producción de Conocimientos y Gestión Educativa
Darse cuenta
Una de las grandes dificultades para aceptar al(a) otro(a) que hace parte del equipo de
trabajo consiste en que el/la otro(a) se entiende como un ser que es lejano(a) de mí. La
distancia se produce desde la incapacidad que tenemos para asumir la diferencia en las
explicaciones que damos del mundo y, en últimas, a la manera como las personas re-
flexionan con respecto al medio, a sí mismas y frente a los(as) demás.
Una vez la persona logra darse cuenta de sí misma debe avanzar a darse cuenta del en-
torno y de los(as) demás. Al lograr darse cuenta del(as) otro(a) establece los principios
del respeto mutuo. Para alcanzar dicho respeto se puede contar, entre otras, con dos
herramientas valiosas: el multiverso y lenguaje.
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Especialidad en Gestión Educativa del Modelo Educativo Sociocomunitario Productivo
Centrarse
Aun cuando en esencia soy el/la mismo(a) de hace algunos años, meses, días, horas, al-
gunos minutos, soy diferente en algunos aspectos. Además de ser único(a) e irrepetible
soy un ser dinámico.
Estoy en un continuo recibir, transformar y dar energía. Toda persona está en permanen-
te movimiento, en continuo cambio, lo que nos lleva a aceptar que como persona no soy
un ser terminado, sino en permanente desarrollo; en tal sentido no soy, sino que estoy
siendo. No soy un ser completo, no estoy terminado(a), estoy siendo un(a) ser nuevo(a)
en cada momento.
En ese constante estar siendo hay algo en mí que permanece como parte de mi esencia:
lo que he vivido, lo que me lleva a reconocer que estoy siendo un ser histórico. Cada
situación que experimento tiene como fuente lo vivido y lo trascendido. Aun cuando en
esencia estoy siendo el/la mismo(a) se han generado en mí una serie de cambios que me
han hecho crecer como persona; todo cambio es viable a partir de los aprendizajes, ex-
periencias y emociones vivenciados previamente, por tal razón estoy siendo evolutivo(a).
La conciencia de que mis reflexiones y las de los(as) otros(as) son tan únicas como las
mías me aproxima a la conciencia de la otredad. Hacerme consciente de dicha otredad
me conduce a reconocer que las explicaciones que damos al mundo, a nuestras relacio-
nes, de nosotros(as) mismos(as), por el hecho de ser únicos(as) son diferentes a las de
los(as) demás; a darme cuenta que frente a un mismo hecho hay tantos versos, tantas
reflexiones y explicaciones como seres humanos hay y, es precisamente esta la esencia
del multi-verso. A reconocer que yo me posibilito o no verme afectado por los diferentes
versos (alteridad); también puedo establecer los límites relacionales, emocionales, terri-
toriales con los otros y las otras (otredad).
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Producción de Conocimientos y Gestión Educativa
El segundo aspecto sobre el que debemos reflexionar es sobre las posibilidades que nos
brinda asumir el lenguaje como generador de mundos. El lenguaje es generativo, ya que
con él se crean realidades, modelamos nuestra identidad y construimos o modelamos la
de los(as) demás. Los(as) demás y la realidad son construcciones desde quien los(as) vi-
vencia, desde quien les provee existencia. Con el lenguaje conferimos sentido a nuestras
vidas, a lo que vivimos.
Hacemos sobre nuestras vidas relatos y nuestra vida se vuelve un relato. Vivimos en rela-
tos. El relato es una mediación con la que nos identificamos y alteramos a los(as) demás.
En la medida en que nos creemos nuestros relatos consideramos que los(as) otros(as)
son nuestros relatos y no logramos distinguir entre la realidad que es el sujeto con quien
me comunico o los hechos que se suceden a mi alrededor y el relato que se construye
de ellos(as). No sabemos cómo son las personas, cómo son los hechos, tan sólo sabemos
cómo los(as) interpretamos.
Lo que yo relato sobre mí me afecta, afecta a todos(as) los(as) demás, afecta al medio en
el que me desempeño y yo estoy siendo afectado por el medio. El proceso de comunica-
ción se da siempre con el/la otro(a); así, el mensaje se construye siempre en la tensión
entre quien lo emana, el/la otro(a) que lo escucha, lo significa y lo interpreta y el contexto
en el que se comunican. La importancia de darse cuenta del poder que tiene el lenguaje
radica en hacer manifiesto que al cambiar mi lenguajear con respecto a una realidad esta
cambia, ya sea ésta realidad el mismo ser que pretende cambiar, los(as) otros(as) o el
entorno en el que de desempeñan.
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Especialidad en Gestión Educativa del Modelo Educativo Sociocomunitario Productivo
positiva, feliz, entonces debemos hacerla así desde ahora mismo. Esto nos acerca al futu-
ro que deseamos experienciar.
Darse cuenta del lenguaje consiste en asumir que todo quehacer humano ocurre en con-
versaciones y es en ese espacio donde se crea la realidad en que vivimos: las historias
que contamos sobre cómo vivimos constituyen el mundo que vivimos. Si queremos vivir
nuestras relaciones de forma distinta sólo tenemos que empezar a vivirlas distinto, gene-
rar conversaciones en las que se constituya ese otro vivir.
Vínculo es la fuerza que une o ata. Por extensión, puede decirse que vincular significa
atar o fundar una cosa en otra. Aun cuando el/la otro(a) es distinto(a) de mí, no puede
ser yo, tal y como yo no puedo ser ella, fundar al(a) otro(a) en mí significa reconocerlo(a)
haciéndolo(a) parte mía.
Reconocer al(a) otro(a) como un(a) verdadero(a) otro(a), implica reconocer no sólo mi
identidad particular como individuo, sino además que el/la otro(a) es diferente de mí, es
decir, es otro(a) distinto de mí, con una identidad particular tan válida como la mía, por
tanto, reconocerlo en su estar siendo unicidad, irrepetibilidad, evolucionabilidad, histo-
ricidad, dinamicidad y, además, explicando el mundo y lenguajeándolo de una manera
tan particular como la mía. En esto consiste vivir el amor, en ser felices haciendo felices a
los(as) demás. La felicidad no está sólo en estar siendo lo que se desea, sino también en
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Producción de Conocimientos y Gestión Educativa
posibilitar que los(as) otros(as) sean lo que desean estar siendo. De ahí que una violen-
cia, una práctica no deseada, un encuentro poco placentero no nos haga felices.
El vínculo sólo es viable con aquellos(as) con quienes puedo construir lazos en común.
Pero mientras el verso y el lenguaje nos separen, el vínculo se hace imposible como espa-
cio amoroso. El ejercicio del amor requiere aceptar el multi-verso y asumir la capacidad
del lenguaje en generar mundos y es de esto de lo que debemos hacernos cargo.
Aseveramos que es necesario que cada estudiante del taller esté igualmente en capaci-
dad de darse cuenta de lo que hace, darle sentido y valorar el encuentro y, ello requiere
del emocionarse. Asumir que la convivencia para hacerse democrática demanda de la
tolerancia y el respeto mutuo.
Según (Velandia Mora M. A., Tolerancia y minorías sexuales, 1997), “Sentirse único y po-
seedor de la verdad: sentir que somos los únicos(as) en el planeta y que tenemos la res-
puesta adecuada, la conducta apta, la opción correcta, el comportamiento esperado, las
prácticas acertadas, nos hace creer que somos los poseedores de la verdad, también nos
permite olvidar que la verdad no es única, que es relativa y que incluso es probabilística”.
El intolerante cree tener la “verdad”. Toda “verdad” diferente a la suya debe ser elimi-
nada, incluso, llega al extremo de deshacerse de la fuente de esa otra “verdad” que no
tolera. Para Córdoba Triviño (1995): “El intolerante no cree ni en el diálogo ni en el plura-
lismo, pues uno y otro son para él transigencia y debilidad”.
Reconocer que cada persona tiene su propio esquema de valores y que estos entran en
contradicción crea en el individuo una serie de tensiones entre la posibilidad de seguir
adherido a los suyos y aceptar los del otro.
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Especialidad en Gestión Educativa del Modelo Educativo Sociocomunitario Productivo
Para algunos tolerar parece significar “ignorar”, ser indiferente a la expresión del otro;
sin embargo, cuando éste(a) nos es indiferente no estamos siendo tolerantes, sino que
lo(a) estamos negando. Quien niega a su congénere asume que esta persona no existe.
Para poder ser tolerante con alguien, es preciso brindar un espacio en el que el otro, surja
como un ser legítimo en sí mismo, en su relación con uno. Si la persona no es reconocida,
implicaría la negación de su existencia y, por tanto, la negación de la posibilidad para ser
tolerante.
Quien hace alarde de su tolerancia o se declara como tal, parece desdecir de esta con-
ducta, porque ésta implica no marcar de ninguna manera la diferencia con aquel (la) a
quien sentimos distinto(a). Cuando somos intolerantes nos atrevemos a cuestionar las
opciones de los otros y las otras. Velandia Mora M. A., afirma que “En la medida en que
todos y cada uno logre definirse –self-made–, también podremos comprender y ser más
tolerantes”.
La tolerancia activa es el respeto. Aun cuando el respeto debe ser mutuo el hecho de
que la otra persona sea diferente de mí hace que la decisión de mantener una relación
respetuosa con ella sea mía. Pero como afirma Maturana, la mejor manera de hacer algo
es haciéndolo, por tanto, respetándola, ya que ello crea las condiciones desde las que se
puede experienciar el respeto mutuo. Para el (Diccionario Ideológico de la lengua espa-
ñola VOX, 1998), respeto es la “Consideración sobre la excelencia de alguna persona o
cosa, sobre la superior fuerza de algo que nos conduce a no faltar a ella, a no afrontarla
por la fuerza”. Esa excelencia del/a) otro(a) radica en el hecho de ser persona íntegra, es
decir, emocional, racional y experiencial.
Los seres humanos, en tanto entes biológicos, somos fundamentalmente seres emocio-
nales. Nuestra vida cotidiana gira en torno al entrelazamiento de la razón y la emoción
y son las emociones las que definen el dominio de acciones en las que nos podemos
mover, así como la lógica de las razones que damos para argumentar o para validar lo
que escuchamos. Por eso, por muy contundente y persuasiva que sea la argumentación
racional que hagamos, no convencemos a, o no logran convencernos los(as) demás si es-
tamos situados en una emoción distinta. De igual forma, sabemos que cuando estamos
en una cierta emoción hay cosas que podemos hacer y cosas que no podemos hacer y,
que aceptamos como válidas ciertas razones que bajo otra emoción no aceptaríamos.
De allí la importancia de poder entender las acciones humanas desde la emoción que
lo posibilita. Por ejemplo, un conflicto entre dos personas será vivido como agresión o
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Producción de Conocimientos y Gestión Educativa
Resumiendo, la capacidad de dar sentido consiste en reconocer que desde las emocio-
nes, las situaciones de la vida cotidiana y lo que nos rodea todo lo que sucede o deja de
suceder adquiere un sentido y, si el sentido que se le provee es considerado importante
para nosotros(as) entonces la situación adquiere un valor positivo, cuando no lo es pier-
de importancia y pierde todo sentido; además, según la emoción en la que nos hallamos,
algo o alguien que tiene un gran sentido puede perderlo o ganar en significancia; por otra
parte, algo que consideramos poco valioso puede adquirir sentido o perderlo aún más.
Un juicio está condicionado por todo aquello que estamos siendo, es decir, por nuestras
experiencias, explicaciones y emociones, como también por la forma como considere-
mos dichos elementos en la persona o situación que estamos valorando. A lo anterior se
suma que desde nuestra condición de seres históricos situados en el aquí y ahora, al mo-
mento de valorar o ser valorados(as) median nuestro modo de mirar, nuestras actitudes
y la interpretación que hacemos de la realidad.
Darse cuenta de la manera como se establece el encuentro con el/la otro(a), el medio
y conmigo mismo(a) conlleva reconocer que mi emocionalidad afecta la manera como
valoro y doy sentido y, que puedo, entonces, cambiar la emocionalidad y como conse-
cuencia, necesariamente, se produce un viraje en el sentido que la situación o la persona
adquiere y en el valor con las que las proveo y las reconozco.
Pero darse cuenta es tan sólo el principio del proceso, para continuar con él la persona
debe centrarse y rematar haciéndose cargo de lo sucedido como parte de su aprender
vivenciando. Seguir en el proceso implica introducir los cambios en el hacer y ser,
cuando ello sea necesario y, experienciarlo a partir de ese mismo momento ganando en
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Especialidad en Gestión Educativa del Modelo Educativo Sociocomunitario Productivo
Señalar-se es poner una marca (en una cosa) para hacerla visible y distinguirla de otras,
llamar la atención sobre una persona (en éste caso yo mismo(a)) o cosa.
Señalar-se un camino, trazar-se un norte por el que deseamos transitar, seguir la ruta
señalada está interconectado, influenciado e interafectado por el ámbito de dominio de
las relaciones que establecemos con nosotros(as) mismos(as), los(as) otros(as) y el con-
texto en el que nos movemos. Descentrar-se es desviarse de la ruta señalada. La perma-
nente contradicción que conlleva compartir-se, vincular-se y encontrar-se nos pone en
evidencia lo difícil que es estar siendo consecuente consigo mismo(a) y el actuar, más aun
cuando sabemos que la razón no es suficiente, dado que es nuestra emoción –a veces
desconocida e ignorada– la que nos induce y nos conduce por los caminos de la vida. Pro-
yectar-se es pensarse actuando y emocionándose en la nueva experiencia cotidiana de
vida de la convivencia democrática. Proyectar-se, desde la posibilidad de que en el estar
siendo hoy estamos siendo futuro, significa empezar a vivir hoy lo que concibo quiero ser
en el futuro.
Desde la perspectiva que vamos trabajando, se plantea un mayor desafío a los Gestores
Educativos, ya que su aporte a la institución es central para que su equipo de trabajo pueda
vivir la experiencia de producir conocimiento de forma colectiva.
Las responsabilidades para el gestor educativo son varias, desde la promoción de espacios
para la deliberación, diálogo y escucha, pasando por la organización y la dirección de esos
espacios (el darles la orientación), permitiendo que la palabra de los miembro del equipo
circule y se escuche, hasta el mostrar con el ejemplo la posibilidad de ir rompiendo las cer-
tezas que se reproducen en la institución.
24
Producción de Conocimientos y Gestión Educativa
Este proceso, no se trata solo de un ejercicio discursivo, ya que los acuerdos y las decisiones
tomadas colectivamente, lograrán transformaciones si estas son asumidas por los actores
en su práctica cotidiana.
La tarea más importante, y de mayor complejidad, tiene que ver con el hacer sostenible la
participación del equipo de maestras y maestros en los espacios de deliberación.
Ejercicio
A partir de los criterios planteados en esta primera parte del módulo, ahora hagamos un
ejercicio en equipos de trabajo. Juntos reconstruyamos experiencias donde, como direc-
tores, hemos podido lograr la participación de nuestro equipo en la discusión, reflexión
y la generación de acuerdos respecto a: la organización de alguna actividad, la definición
de algún aspecto pedagógico de la institución, el planteamiento de acciones a partir de un
problema, etc.
Se trata de analizar las experiencias y analizar si esos espacios han permitido cohesionar al
equipo y generar una visión común respecto a la tarea o acción desarrollada.
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Especialidad en Gestión Educativa del Modelo Educativo Sociocomunitario Productivo
Paulo Freire
En el anterior acápite del presente módulo, discutimos sobre la importancia de vivir la expe-
riencia de aprender como equipo y desarrollar la posibilidad de producir conocimiento de
forma colectiva. Ésta sería una de las características fundamentales de las instituciones, el
conocimiento colectivo se configura a partir de los aprendizajes de los sujetos que lo com-
ponen y de los acuerdos implícitos y explícitos que se plantean a partir de su participación.
Por otro lado, las instituciones también son fuente del desarrollo de un conjunto amplio
de “capacidades” de los sujetos. El desarrollo de capacidades también son una forma de
conocimiento que permanentemente se va generando desde la experiencia y práctica de
los sujetos. El desarrollo de capacidades alude a un aprendizaje y conocimiento “corpo-
ral”, esto es, cada experiencia formativa, de relacionamiento, de diálogo, administrativa,
de organización, de gestión, va sedimentando en los sujetos habilidades y aptitudes para
desarrollar esos procesos.
Se trata de “herramientas” concretas que cada sujeto va acumulando a partir de las situa-
ciones que vive en los espacios donde reproduce su trabajo o su vida. En este sentido, las
capacidades que cada sujeto va desarrollando está relacionado al sentido y objetivos que
una institución busca, ya que es la institución la que promueve e incentiva el desarrollo de
ciertas capacidades y restringe otras.
De la misma forma, existen instituciones educativas que a partir de la práctica concreta que
impulsa la administración, va generando capacidades mínimas en su equipo, por ejemplo
que se reducen a la elaboración de informes para el director. Llama la atención que muchos
maestros en los ejercicios de escritura que desarrollamos como parte de la estrategia de
fortalecimiento a primaria comunitaria vocacional, cuando se les solicitaba que escriban
los sentimientos que tienen hacia sus estudiantes, quedaban sin ideas y bloqueados, pero
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Producción de Conocimientos y Gestión Educativa
cuando se les solicitaba hacer un informe, eso sí lo hacían con mucha facilidad. ¿Qué capa-
cidad han internalizado en su trabajo?, ¿a costa de qué otras que no ha desarrollado?
Sin duda se trata de otro ámbito necesario de ser tomado en cuenta por los gestores
educativos, existe una necesidad de hacer una evaluación del tipo de capacidades con
las que cuenta el equipo de maestras y maestros con los que trabaja, y valorar si estas
capacidades tienen coherencia con los objetivos formativos y educativos de la institución
que lidera.
Lectura Complementaria
Una capacidad es el poder, la aptitud para hacer algo. Es una actividad que se ejerce.
Identificar, comparar, memorizar, analizar, sintetizar, clasificar, poner en series, abstraer,
observar… son capacidades.
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Especialidad en Gestión Educativa del Modelo Educativo Sociocomunitario Productivo
Ejemplos
Una capacidad siempre puede desarrollarse de una forma u otra, a menos que haya un
discapacidad física, o una privación sensorial irreversible. La mejor manera de desarro-
llar una capacidad es aprender a ejercerla en contenidos muy diferentes unos de otros
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Producción de Conocimientos y Gestión Educativa
El hecho de estar viviendo situaciones nuevas, emergentes del trabajo compartido en CPT-
GE de directores y en la propia Unidad Educativa, hace que en nosotros como gestores
emerjan actitudes de interpelación, cuestionamiento y reflexión sobre nuestra forma de
hacer gestión en las instancias específicas de la estructura del SEP.
Como gestores, tenemos que pensar y reconocer que no trabajamos solos en la Unidad
Educativa, que somos parte de una comunidad de sujetos maestros, estudiantes y padres
de familia que tienen la expectativa puesta en su director para organizarse, ponerse de
acuerdo, activar y desplegar toda su energía en beneficio de la formación de los estudiantes.
Todavía, una de las mayores debilidades en las Unidades Educativas es la cuestión del re-
lacionamiento y la convivencia. En la mayoría, no se han generado espacios auténticos de
reflexión entre directores y maestros, y menos aún con otros actores educativos. El trabajo,
en general, se ve marcado por la rutina, el hacer siempre lo mismo, el creer que todo lo que
hacemos está bien porque cumplimos la normativa, asistimos en el horario establecido, etc.
Generalmente se expresa: Si siempre hemos trabajado así, no tenemos nada que cambiar,
ni nada nuevo que aprender; estas actitudes, indudablemente, resultan un atajo que impi-
de visibilizar nuevas formas y posibilidades de hacer gestión y de renovar la práctica que
despliegan los maestros.
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Especialidad en Gestión Educativa del Modelo Educativo Sociocomunitario Productivo
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Producción de Conocimientos y Gestión Educativa
La Unidad Educativa en este proceso de aprender de las experiencias vividas está generando
capacidades que posibilitan ir transformando paulatinamente la gestión educativa, desde
su visión integral. Se generan en la organización de la UE capacidades de carácter colegiado,
colectivo institucional, organizacional y capacidades de carácter personal y profesional.
A continuación, vamos a reflexionar junto a Miguel Ángel Santos Guerra, quien nos habla de
las escuelas como organizaciones que aprenden desde sus propias experiencias.
“Allá en tiempos muy remotos, un día de los más calurosos del invierno el Director de la Escuela
entró sorpresivamente al aula en que el Grillo daba a los Grillitos su clase sobre el arte de cantar,
precisamente en el momento de la exposición en que les explicaba que la voz del Grillo era la
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Especialidad en Gestión Educativa del Modelo Educativo Sociocomunitario Productivo
mejor y la más bella entre todas las voces, pues se producía mediante el adecuado frotamiento
de las alas contra los costados, en tanto los Pájaros cantaban tan mal porque se empeñaban en
hacerlo con la garganta, evidentemente el órgano del cuerpo menos indicado para emitir sonidos
dulces y armoniosos.
Al escuchar aquello, el Director, que era un Grillo muy viejo y muy sabio, asintió varias veces con
la cabeza y se retiró, satisfecho de que en la Escuela todo siguiera como en sus tiempos”.
Cada ciudadano tiene que plantearse esta cuestión y, más intensamente, cada profe-
sional que trabaja en una institución educativa. ¿Qué papel desempeña la escuela en la
formación de los individuos y en la mejora de la sociedad? ¿A quién beneficia la escuela?
¿Cómo aprende para transformarse en una escuela mejor? Para responder, hay que ir
más allá de las definiciones, de los propósitos y de los deseos. Hay que trascender la
esfera de las intenciones para llegar al corazón de la práctica. ¿Qué sucede realmente?
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Producción de Conocimientos y Gestión Educativa
que todos comparten y que posteriormente las instituciones adaptan a las peculiares ca-
racterísticas, exigencias y necesidades de los alumnos y alumnas. Se fijan los contenidos,
se eligen los métodos, se realizan evaluaciones, se establecen normas de funcionamiento
destinados al aprendizaje de los alumnos.
Este cometido tiene una cara complementaria, frecuentemente ignorada. La escuela tie-
ne también que aprender. Tiene que saber dar respuesta a esas preguntas y, desde luego,
añadir otras nuevas: ¿Cómo saber si lo que hace está alcanzando los fines que pretende?,
¿cómo descubrir nuevos presupuestos, nuevas exigencias? La historia, la ciencia, el arte,
la filosofía...han avanzado a través de nuevas preguntas o de la reformulación de las
anteriores. Las preguntas sobre el aprendizaje de los alumnos tienen que completarse
con otras sobre el aprendizaje de la institución: ¿qué tienen que aprender las escuelas?,
¿qué tienen que hacer para desarrollar adecuadamente la formación?, ¿qué obstáculos
existen para el aprendizaje?, ¿cómo se puede saber si han aprendido?, ¿cómo tienen que
ser para que la tarea que realizan no se convierta en un mensaje contradictorio con lo
que enseñan?
“Al ser las escuelas instituciones de enseñanza, no habría de parecer descabellado pre-
guntarse cómo aprenden las escuelas, y sin embargo esta pregunta tan lógica es poco
habitual” (San Fabián, 1996: 41).
Se debe hacer un metacurriculum para la escuela. Es decir, un curriculum con los apren-
dizajes que la escuela tiene que realizar, con los métodos que tiene que emplear para
asimilarlos, con los medios que necesita para lograrlo y con los mecanismos evaluadores
que nos garanticen que lo está consiguiendo de manera adecuada y oportuna.
No se trata de aprendizajes que tiene que realizar cada uno de los profesionales por su
cuenta, a su aire, fuera de la institución, sino de aprendizajes de carácter colegiado, rea-
lizados en el desarrollo de la práctica. Hablo de aprendizajes institucionales que, si bien
requieren los de cada uno de los miembros que la integran, no se limitan a ellos.
¿Tendría sentido que un equipo quirúrgico con un elevadísimo fracaso en las intervencio-
nes limitase la formación de sus miembros a la asistencia a Congresos Internacionales de
alguno de sus integrantes sin preocuparse de analizar lo que sucede dentro del quirófa-
no, sin revisar la coordinación entre los diferentes miembros del equipo, sin estudiar la
adecuación de tiempos y de materiales disponibles, sin conocer el tipo de pacientes que
acude al Hospital, sin saber cómo se hacen los diagnósticos y cómo son los tratamientos
postoperatorios? No se trata sólo de que cada profesor aprenda sino de que aprenda la
escuela como institución.
“Resulta evidente que la mejora escolar sólo es posible si la escuela, como organización, es
capaz de aprender, no sólo en el caso de los individuos, como los profesores o los directores,
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Especialidad en Gestión Educativa del Modelo Educativo Sociocomunitario Productivo
La escuela tiene que aprender para saber y para saber enseñar, para saber a quién ense-
ña y dónde lo hace. Esta exigencia no depende solamente de la voluntad de cada uno de
sus integrantes, sino que exige unas estructuras que la hagan viable, una dinámica que
transforme los aprendizajes teóricos en intervenciones eficaces.
La escuela tiene que saber cómo aprender ya que el saber no se adquiere de forma es-
pontánea, automática y fortuita. ¿Cómo puede la escuela realizar de forma sistemática y
enriquecedora los aprendizajes que necesita? Esa es la cuestión que nos ocupa.
La escuela tiene que disponer de medios para desarrollar los aprendizajes que debe ha-
cer de manera ininterrumpida y colegiada. Si sólo existen tiempos para la acción no habrá
forma de hacer reflexión sobre la acción.
Si sólo existen tiempos trepidantemente llenos de actividad ciega, no será posible articu-
lar un debate comprensivo y transformador.
La escuela debe saber qué está pasando con los procesos de intervención que realiza
para el aprendizaje de los alumnos. Si los procesos atributivos se simplifican es fácil que
la explicación se tergiverse y que ese mecanismo se utilice para defender intereses par-
ticulares o gremiales.
“Una escuela inteligente o en vías de serlo, no puede centrarse sólo en el aprendizaje re-
flexivo de los alumnos, sino que debe ser un ámbito informado y dinámico que también
proporcione un aprendizaje reflexivo a los maestros” (Perkins, 1995:218).
Si explico todo el fracaso que se produce en la escuela (lo que André Antibi llama “cons-
tante macabra”) por causas situadas en la Administración, en la familia y en el alumno,
no será posible comprender lo que sucede. Está claro, por otra parte, que estos procesos
de análisis resultan claramente exculpatorios. En mi obra “Evaluar es comprender” (San-
tos Guerra, 1998: 31-53) aludo a una experiencia realizada en un Centro de enseñanza
secundaria. Asisto a una sesión evaluadora del equipo pedagógico. En ella los profesores
señalan las causas del fracaso de los alumnos. Todas -¡todas!- las explicaciones se sitúan
en deficiencias de los estudiantes o de la familia.
Son vagos
Son torpes
Están mal preparados
Están desmotivados
No tienen técnicas de estudio
Tienen problemas
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Producción de Conocimientos y Gestión Educativa
Se influyen negativamente
La familia no les ayuda
Están en un grupo muy malo
Tienen mal ambiente
Ven mucha televisión
Están por la calle
Tienen mal comportamiento
Etc.
No digo que no exista en las causas enunciadas por el profesorado una parte de la ex-
plicación. Pero, cuando todo se explica de esta forma, es imposible que aparezcan las
preguntas sobre la naturaleza y estructuración de los contenidos, sobre la metodología
utilizada por los profesionales, sobre la coordinación de los mismos, sobre la evaluación
realizada, sobre el clima del aula, sobre el nivel de exigencia, sobre el sentido de la escue-
la.... Y si no existen preguntas, es difícil que se busquen respuestas. Cuando el diagnósti-
co está mal hecho, las soluciones son inevitablemente defectuosas.
La obsesión por la eficacia en los aprendizajes que deben realizar los alumnos lleva a
la escuela a exclusivizar su atención en los mecanismos docentes, no en los discentes.
Cuando se trata del aprendizaje de los alumnos se focaliza la atención en el proceso de
enseñar, no en el de aprender. La didáctica se ha centrado más en los procesos de ense-
ñanza que en los de aprendizaje. Se ha hablado más de la calidad de la enseñanza que
de la calidad del aprendizaje. Por otra parte, del aprendizaje de los profesores y de la
escuela, ni se habla.
De esta forma es fácil que la escuela repita sus prácticas de manera irreflexiva. Se da por
hecho que la enseñanza causa el aprendizaje y que cuando el aprendizaje no se produce
se debe a que los alumnos no han estado suficientemente atentos o no han sido tan tra-
bajadores o tan inteligentes como es necesario.
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Especialidad en Gestión Educativa del Modelo Educativo Sociocomunitario Productivo
Reconocida la necesidad que tienen las escuelas de aprender, hay que analizar los obstá-
culos que existen para que se produzca el aprendizaje.
Si, una vez puesta a reflexionar, se guía más por la defensa de sus actuaciones que por la
búsqueda de la verdad, encontrará explicaciones que justifiquen su actuación y no podrá
comprender nada. Hemos oído muchas veces elogiar la tarea de un Centro porque de
sus aulas surgió un ex-alumno célebre. Eso explica, al parecer, la buena actuación de la
escuela. Cuando entre los ex-alumnos aparece un delincuente, el problema reside en que
el estudiante no siguió convenientemente las instrucciones que le dieron en la escuela.
¿Y si el éxito del primer caso se debe fundamentalmente a la responsabilidad del alumno
y el fracaso del segundo a los pésimos planteamientos de la escuela?
“En conjunto, los docentes no ponen en práctica adecuadamente las ideas de otras
personas. En consecuencia, el desarrollo del profesorado es una condición previa
para el desarrollo curricular y los maestros y profesores tienen que desempeñar una
función generatriz en el desarrollo de currículos mejores. Sus ideas, su sentido de la
responsabilidad, su compromiso con la oferta eficaz de experiencias educativas a sus
alumnos se refuerza de forma significativa cuando son dueños de las ideas que plas-
man y autores de los medios que traducen esas ideas a la práctica de la clase” (Mac-
Donald, 1999: 12).
Para aprender de forma eficaz hace falta tener deseos de hacerlo y tener los ojos abiertos
para ver, la mente despierta para analizar, el corazón dispuesto para asimilar lo aprendido
y los brazos prestos para aplicarlo.
Todo habla en la escuela. Hace falta saber escuchar y saber analizar lo que se ha escu-
chado.
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Producción de Conocimientos y Gestión Educativa
¿Cómo pueden, pues, aprender y mejorar las escuelas? Propongo una secuencia de ver-
bos encadenados que, una vez concluída, comienza con nuevas interrogaciones y va pro-
duciendo bucles de reflexión, comprensión y cambio.
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Especialidad en Gestión Educativa del Modelo Educativo Sociocomunitario Productivo
Para que el diálogo se produzca no sólo hace falta actitud de practicarlo. Se necesitan
también estructuras organizativas que lo hagan posible.
Hay que diferenciar mejora de simple cambio. Esa distinción debe realizarse en un deba-
te constante, democrático y riguroso. ¿Qué es mejorar? ¿Quiénes mejoran? ¿A qué pre-
cio se consigue? Hay cambios que sólo favorecen a los más favorecidos. Hay innovaciones
que sólo afectan a dimensiones superficiales de la práctica.
No se escribe porque falta tiempo, porque falta práctica y porque falta autoconfianza de
los profesores, que delegan esta responsabilidad en los académicos.
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Producción de Conocimientos y Gestión Educativa
Para ello es necesario que la investigación y los informes expresen la opinión de los do-
centes de forma sencilla y clara. La investigación educativa no roba la comprensión a sus
destinatarios.
Al ser la educación una práctica ética conduce al compromiso con la acción. Al ser una
práctica política nos obliga a plantear actuaciones estructurales, no sólo referidas a una
institución concreta.
No basta con modificar las actitudes de cada persona. No basta con que cada Centro ini-
cie procesos de innovación. Es necesario transformar las situaciones generales. Y, como
a veces no basta solicitar los cambios y los medios necesarios de quien tiene el deber de
aportarlos, se hace necesario exigirlos desde nuestra condición de ciudadanos. Para ello
será necesario en ocasiones practicar la valentía cívica, que es una virtud democrática
que nos lleva a emprender causas que de antemano sabemos que están perdidas.
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Especialidad en Gestión Educativa del Modelo Educativo Sociocomunitario Productivo
En estas líneas planteo la necesidad de aprendizaje que tienen las escuelas para evitar
el fracaso y conseguir la mejora. Me pregunto por lo que tienen que aprender y por los
obstáculos que impiden o dificultan la realización del aprendizaje. Finalmente propongo
algunas vías de aprendizaje y algunas iniciativas concretas para llevarlo a cabo.
Ese impulso, esa reflexión comprometida debe tener, a mi juicio, una dirección ascen-
dente, democrática, aglutinadora y entusiasta. De la exigencia de los profesionales, de
su espíritu esforzado, de su capacidad de trabajar de forma compartida, de su humildad
y de su inteligencia, de su amor a las personas y a la justicia, ha de salir ese impulso que
nos hará mejores a todos. Un impulso que hará surgir la ilusión por esta tarea, cada día
más difícil y a la vez más necesaria y apasionante.
Si es necesario pensar que las escuelas deben y pueden aprender, no es menos necesa-
rio que los políticos se lo crean. De esa creencia surgirán las condiciones para que sea
posible hacerlo. De lo contrario seguirán lloviendo sobre las escuelas las normas y las
prescripciones de quienes piensan que sólo sus ideas pueden hacerla mejor.
En este proceso que voy a plantear tiene una importancia capital la participación de toda
la comunidad y, en especial, de los alumnos. Pocas veces, paradójicamente, se cuenta
con ellos. Su perspectiva, su opinión, su actitud son indispensables para que la escuela
crezca (Rudduck, 1999).
Tres son los niveles de incidencia que pretende alcanzar la reflexión y el compromiso. El
profesor que hoy trabaja en la escuela con la sensación de realizar una tarea problemáti-
ca, poco valorada y algo desesperanzada. La escuela en la que equipos de profesionales
se afanan por hacer un proyecto compartido e ilusionante. La sociedad que espera de la
escuela un empuje para salir hacia adelante con esperanza.
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Producción de Conocimientos y Gestión Educativa
Existe una cuestión básica cuando se reflexiona sobre la escuela. Se trata de su contri-
bución a la causa de la justicia. Lo cual supone interrogarse por la forma de tratar a los
desfavorecidos, a las minorías (o a las mayorías tradicionalmente perjudicadas). Pienso,
como ejemplo, en el papel de las niñas en la vida escolar. ¿Cómo han aprendido su géne-
ro en la escuela? (Arenas, 1996) La institución escolar ha marcado sus pautas androcén-
tricas a las que se han tenido que acomodar las niñas cuando la escuela ha sido mixta.
La escuela mixta no es, per se, una escuela coeducativa. El orden de las cosas no es un
orden natural, sino una construcción social (Bordieu, 2000). Pienso en el futuro afortu-
nadamente cercano en el que la mujer tendrá un papel de protagonista, más allá de los
fundamentalismos.
“Todo, y para nosotras en especial, lo que concierne a los derechos de las mujeres está
abierto a debate público internacional, contra lo que los fundamentalismos de todo pe-
laje pretenden amparándose en el relativismo cultural” (Amorós, 1997:382).
Los ciudadanos que piensan, que se comprometen y que actúan, contribuirán a construir
una escuela mejor para una sociedad más justa. Los ciudadanos críticos ponen en tela de
juicio la situación actual y, a través de su comprensión, intentan mejorarla. Interesa que
la escuela sea una institución que ayude a desarrollar las capacidades de todos los indivi-
duos, pero también que construya una sociedad más equitativa y más hermosa. Para ello,
la escuela no sólo necesita enseñar. Necesita aprender tantas cosas...
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Especialidad en Gestión Educativa del Modelo Educativo Sociocomunitario Productivo
¿Cuáles son, entre otras, las estrategias que posibilitan la generación de capacidades de
transformación en los actores de la comunidad educativa?
Con base a lo tratado hasta ahora, esbozamos algunas estrategias orientadas a este pro-
pósito, asumiendo desde luego que en las comunidades educativas, pueden incorporarse
muchas otras desde sus propias prácticas y experiencias:
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Producción de Conocimientos y Gestión Educativa
Las CPTGEs patentizan el empowerment, que a decir de Freire (2014) significa dar poder,
activar y dinamizar la potencialidad creativa del sujeto. El conocimiento es creado y recrea-
do por maestras y maestros. Estas comunidades constituyen la antípoda del conocimiento
que es producido lejos de las aulas, por investigadores, académicos, escritores de libros y
comisiones oficiales de planes de estudio.
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Especialidad en Gestión Educativa del Modelo Educativo Sociocomunitario Productivo
Las clases abiertas y públicas constituyen una estrategia valiosa para aprender unos de
otros en la Unidad Educativa. En ellas, los maestros que las desarrollan tienen la oportuni-
dad de compartir con sus colegas, padres de familia y otros actores su forma de trabajo con
los estudiantes mediante el despliegue de diversas estrategias.
No debemos confundir las clases abiertas y públicas con las llamadas “clases modelo” prac-
ticadas en la educación tradicional. Las clases abiertas y públicas se desarrollan de manera
natural, mostrando el conjunto de acciones que hacen a la práctica cotidiana de los maes-
tros y estudiantes.
Debemos recordar que el documento referido a la Clase Abierta y Pública constituye una
propuesta que puede ser adecuada a la realidad de cada contexto y a las expectativas de
las comunidades educativas.
c. El trabajo en equipo
Un equipo está constituido por un conjunto de personas que deben alcanzar un objetivo
común mediante acciones realizadas en colaboración.
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Producción de Conocimientos y Gestión Educativa
El trabajo en equipo se caracteriza por la comunicación fluida entre las personas, basada en
relaciones de confianza y de apoyo mutuo.
Se centra en las metas trazadas en un clima de confianza y de apoyo recíproco entre sus
integrantes, donde los movimientos son de carácter sinérgico. Se verifica que el todo es
mayor al aporte de cada miembro. Todo ello redunda, en última instancia, en la obtención
de resultados de mayor impacto.
Los equipos son un medio para coordinar las habilidades humanas y generar con acuerdo
respuestas rápidas a problemas cambiantes y específicos.
El término equipo deriva del vocablo escandinavo skip, que alude a la acción de “equipar un
barco”. De alguna forma, el concepto evoca al conjunto de personas que realizan juntas una
tarea o cumplen una misión; su uso supone también la existencia de un grupo de personas
que se necesitan entre sí y que se “embarcan” en una tarea común (IIPE- UNESCO Buenos
Aires. Módulo No. 9 Trabajo en Equipo).
A partir de lo expresado, resulta importante que como gestores promovamos en las UEs el
trabajo en equipo, sobre todo entre los maestros. Por ejemplo: equipos conformados por
maestros del mismo año de escolaridad en EPCV, equipos integrados por maestros que
regentan áreas del mismo campo de saberes y conocimiento en ESCP y otras formas de
organización emergentes de las propias experiencias en la UE.
Las Redes de trabajo Los diferentes equipos de trabajo pueden llegar a conformar una red
que, por sus características de flexibilidad y agilidad, se convierta en una alternativa a la
organización burocrática vertical. El conjunto de equipos de trabajo permite reorganizar el
flujo de poder y de acción con mayor interacción y comunicación, removiendo las prácticas
y hábitos rutinarios poco útiles. Si hubiera que representar gráficamente el trabajo en equi-
po, la forma más adecuada sin duda sería la de una red semejante a la del sistema nervioso
(esquema ) que revoluciona las relaciones permitidas por la pirámide tradicional. Al con-
trario del modelo taylorista, las redes suponen flujos de personas que tienen la capacidad
de resolver las situaciones y problemas que se presentan a lo largo y a lo ancho de toda la
organización educativa, y no sólo en la cúspide del sistema.
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Especialidad en Gestión Educativa del Modelo Educativo Sociocomunitario Productivo
Nuestra responsabilidad como gestores será promover el trabajo en redes, tanto al interior
de la UE y con otras UE del contexto. Indudablemente esto posibilitará tener una visión
compartida de la educación y un proyecto común de trabajo. El intercambio de experien-
cias, las acciones de fortalecimiento personal y profesional para el interaprendizaje, las
visitas entre pares y pasantías, así como la comunicación mediante las TICs, constituyen
algunas acciones para generar y desarrollar capacidades a través de las redes de trabajo.
El círculo de reflexión
Está orientado a estimular la reflexión personal y colectiva, mediante actividades en las que
las personas que participan puedan hablar y ser escuchadas.
Las personas se sientan en círculo, equidistantes del punto central, por lo que la ubicación
espacial remite a una relación cara a cara, en igualdad, sin jerarquías. Consideración que
rompe con las estructuras tradicionales de disposición de poder y conocimiento. (URL: http://
www.una.ac.cr/educare)
El trabajo en círculo de reflexión/conversación en las UE puede ser utilizado como una es-
trategia de aprendizaje permanente entre el director y los maestros y también en el trabajo
con los estudiantes.
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Producción de Conocimientos y Gestión Educativa
Desde una mirada interna, observamos que la maquinaria escolar muestra, sin embargo,
signos de debilitamiento, como lo demuestran los bajos rendimientos académicos, la
repitencia y la deserción escolar, que no son sino síntomas de una resistencia de los edu-
candos a los actuales modelos de enseñanza-aprendizaje que no logran tomar en cuenta
la diversidad de intereses y los ritmos de aprendizaje de los educandos, ni los contenidos
pertinentes y relevantes socialmente. Poco a poco se ha ido consolidando un modelo
escolar que promueve la exclusión de aquellos que no logran adaptarse a la maquinaria.
Pero llama la atención que esta maquinaria ha construido, alrededor y por encima del
objetivo primordial de la escuela, un conjunto de rituales, de rutinas y de costumbres
que se han hecho naturales e incuestionables. Observamos que el trabajo escolar
se ha organizado de tal manera que cada día se le dedica menos tiempo a lo que es
necesario aprender mientras que otras actividades, de carácter integrador, adquieren
mucha importancia (actividades extracurriculares, celebraciones, festividades, etc.). Los
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Especialidad en Gestión Educativa del Modelo Educativo Sociocomunitario Productivo
educandos y los mismos docentes se ven animados cuando tienen que organizar una
fiesta, un evento deportivo, pero se aburren al tener que escuchar clase.
Una de las primeras tareas para comenzar el cambio en la gestión consiste en analizar la
idiosincrasia institucional de la escuela, es decir, las particularidades de la escuela como
institución que la llevan a considerar que el estado perfecto de funcionamiento es la
rutina. Es la rutina la que puede garantizar el funcionamiento de un sistema de ense-
ñanza compartimentado en aula-clase que genera una gran fragmentación del trabajo
escolar, evidenciado en los horarios, los docentes por hora, la división disciplinar; en ese
ambiente, los actores no pueden casi articularse en tareas comunes. Además, la gestión
cotidiana se centra en la ejecución de tareas de enseñanza, dejando poco tiempo dispo-
nible para la reflexión en la acción y la evaluación que algunos docentes perciben como
pérdida de tiempo. No es extraño que la mayoría de docentes consideren los tiempos de
planificación, revisión y control como momentos de descanso y de distracción.
Mientras más se consolida un centro educativo como institución, más difícil se hace la
aceptación y la puesta en práctica de la innovación pedagógica. Es importante compren-
der que esta idiosincrasia institucional no es culpa de nadie, sino que la genera la propia
escuela en su dinámica institucional cotidiana.
Una gestión educativa que promueva el mejoramiento del centro educativo debe tener
algunas características, como son la autonomía, la participación y la formación.
La autonomía: en primer lugar, habría que mencionar la capacidad que deben tener los
miembros de una comunidad educativa (directivos, docentes, educandos, personal de
servicios, padres y madres de familia) de poder reflexionar sobre los problemas del centro
educativo, sobre sus necesidades e intentar elaborar y poner en práctica propuestas pro-
pias de acción. Los centros educativos han estado siempre dirigidos desde instancias ad-
ministrativas externas que emiten instrucciones, difunden manuales de procedimientos
rígidos, que no toman en cuenta la diversidad ni las particularidades de cada centro. Esta
intención homogeneizadora le ha restado vitalidad a la dinámica escolar que solamente
es valorada en sus aspectos administrativos (un centro escolar es eficiente si entrega los
recaudos solicitados en los lapsos previstos). Ciertamente, la excesiva centralización del
sistema educativo ha debilitado las potencialidades de los actores de un centro escolar,
pero también ha contribuido a ello la gremialización de los docentes que algunas veces
anteponen sus reivindicaciones económicas a los intereses de los educandos.
48
Producción de Conocimientos y Gestión Educativa
Los centros educativos reciben presiones por todas partes, inclusive de los padres y re-
presentantes. Si se quiere la transformación de la gestión educativa, es necesario promo-
ver la autonomía de la comunidad educativa como una instancia que congrega actores
con diferentes posiciones e intereses, pero que se han reunido para elaborar en común y
en consenso un proyecto educativo que intente solucionar las problemáticas detectadas
en el centro.
Cada centro educativo contará así con un proyecto educativo propio, lo más cercano
posible a la realidad que vive la comunidad local; y tanto educadores como educandos
no tendrán la impresión de que cumplen con tareas y procedimientos impuestos desde
instancias institucionales extrañas; además, el hecho de decidir de manera autónoma el
uso de los recursos y de los procedimientos adecuados para alcanzar los fines deseados,
les proporciona a los actores educativos un sentimiento de empoderamiento que les per-
mite admitir los cambios como oportunidades y no como amenazas.
Cuando un centro gana autonomía obtiene las siguientes ventajas: puede adaptarse con
facilidad a las nuevas demandas, responsabiliza a los mismos actores de la marcha del
centro; favorece la capacidad de iniciativa; y puede ejercer control permanente sobre los
procesos de enseñanza y aprendizaje.
Sin embargo, no podemos dejar de mencionar los riesgos de una excesiva autonomía. La
comunidad educativa podría centrarse en exceso en el micromundo escolar y aislarse de
lo que sucede a su alrededor, en el sistema educativo general y en la misma sociedad.
Este aislamiento puede generar recelos, sentimientos de competencia y puede llevar a
ver la educación sólo desde las necesidades internas y particulares de un centro. Por
ello, es importante esforzarse por participar en encuentros e intercambios entre centros
que no sólo dan la oportunidad para dar a conocer lo que se hace sino para relativizar la
propia realidad, aprender de los demás y tener una mirada más global de la problemática
educativa.
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Especialidad en Gestión Educativa del Modelo Educativo Sociocomunitario Productivo
los miembros de la comunidad estar alertas ante cualquier factor que perturbe el buen
desenvolvimiento de la labor educativa.
Participar no es otra cosa que tomar parte de una actividad o proyecto junto a otras per-
sonas que tienen intereses semejantes.
a) estilo democrático en el cual el poder está en el grupo que fija los objetivos y establece
los mecanismos de acción; b) estilo burocrático: la meta es establecida desde afuera y
aceptada por todos; c) estilo anárquico: los miembros del grupo no aceptan el liderazgo
de nadie y las relaciones son de carácter informal; d) estilo carismático: las metas del gru-
po se identifican con las intenciones del líder quien posee una personalidad que mantie-
ne la cohesión del grupo, pero hace difícil la oposición y la crítica; e) estilo de consenso:
los miembros del grupo tienden a negociar las propuestas sin llegar a una votación que
puede generar una minoría no victoriosa que, a largo plazo, puede provocar conflictos en
el grupo; f) estilo de oposición: mantienen una actitud de confrontación, generalmente,
de carácter ideológico, por el control del grupo. En la trayectoria histórica de un grupo
estos estilos cambian; por ejemplo, se puede pasar de un estilo anárquico a un estilo de-
mocrático si el grupo logra madurar y autoorganizarse.
El compromiso en una tarea colectiva exige que los miembros del grupo vayan
interiorizando una serie de actitudes que pueden facilitar el éxito en sus acciones
50
Producción de Conocimientos y Gestión Educativa
Sin embargo, en la participación surgen dificultades de las que hay que tomar conciencia
para intentar solucionarlas, generalmente provocadas por las relaciones personales, los
problemas individuales, los diferentes ritmos de trabajo, ciertos estilos de participación.
Por ello, es importante que el colectivo aprenda técnicas que mejoren la participación,
como por ejemplo, observar y analizar los roles que las personas asumen en los grupos
de trabajo a través de la aplicación de dinámicas de grupo; técnicas de comunicación que
permitan aprender a escuchar y aprender a expresarse en grupo; técnicas de coopera-
ción que enseñen a asumir responsabilidades y compartir tareas; técnicas de organiza-
ción que incluyan el manejo del tiempo.
Las reuniones son las instancias donde los grupos pueden medir su madurez, porque en
ellas se planifica, se toman decisiones, se controla lo que se ejecuta, se evalúa; además,
también en esos encuentros se desarrollan los sentimientos que favorecen la participa-
ción (solidaridad, sentido de pertenencia, respeto al otro). De ahí se puede inferir que es
importante desarrollar entre los miembros de un colectivo destrezas en el manejo de re-
uniones (animación, redacción de la memoria), técnicas de búsqueda grupal de informa-
ción (lecturas en grupo, lluvia de ideas, estudio de casos, discusión en subgrupos, mesa
redonda) procedimientos para la toma de decisiones (solución de problemas, árboles
de decisión), técnicas colectivas que favorezcan la innovación y el cambio (investigación,
formación, círculos de calidad).
Los procesos de aprendizaje en una organización pueden ser variados: a veces será inter-
cambio de información e ideas; en algunas ocasiones será la presentación y el estímulo
51
Especialidad en Gestión Educativa del Modelo Educativo Sociocomunitario Productivo
para experimentar nuevas prácticas, o la observación de lo que los compañeros están ha-
ciendo; también puede consistir en transferir conocimiento o aprender de experiencias
pasadas.
Sin embargo, para llegar a ser una escuela que aprende, es preciso que los actores edu-
cativos sean capaces de:
Dialogar: como se trata de problemas comunes a todos los que están involucrados en el
centro educativo, la reflexión se debe compartir con los demás, quienes pueden aportar
ideas enriquecedoras o aprender de lo que se ha logrado avanzar en la solución del pro-
blema.
• Comprender: estos procesos nos deben llevar a comprender mejor lo que hacemos, a
disminuir nuestros niveles de incertidumbre y de inseguridad ante lo nuevo que se nos
presenta como desconocido.
• Mejorar: lo que ha resultado de los procesos de reflexión compartida nos debe llevar a
mejorar la práctica, es allí donde se verá el fruto de lo aprendido.
• Sistematizar: es preciso recoger lo que se va aprendiendo, ordenarlo, escribirlo, a fin
de que pueda difundirse y ser debatido, y, sobre todo, que pueda pasar a formar parte de
la memoria oficial del centro educativo para que sirva de insumo a los futuros miembros
de la comunidad.
52
Producción de Conocimientos y Gestión Educativa
Sin embargo, hay que tener cuidado que este énfasis en el aprendizaje organizacional
dé mucha importancia al proceso mismo sin interesar si los contenidos y los resultados
están realmente transformando el centro educativo; también es importante que los con-
tenidos de formación atiendan la problemática de enseñanza y aprendizaje de los edu-
candos, que es la razón de ser del centro educativo. A menudo observamos que lo que
sucede en el aula es poco trabajado en los espacios de reflexión, porque se le da mayor
atención a los problemas de integración entre docentes, al clima escolar, al crecimiento
personal, sin detenerse a averiguar si este mejoramiento en la persona y en las relaciones
tiene un impacto en el desarrollo profesional de los educadores en el aula.
Ciertamente, este estilo de dirección favorece la interacción y mantiene abiertos los ca-
nales de comunicación, pero hay situaciones en el centro educativo, producto de la espe-
cificidad del ambiente escolar masivo e institucionalizado, que exigen un estilo de direc-
ción más dirigido y menos participativo, pero que no genera conflicto cuando el colectivo
entiende que a la dirección le compete la toma de decisiones en algunos campos
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Especialidad en Gestión Educativa del Modelo Educativo Sociocomunitario Productivo
DIRECCIÓN
PARTICIPACIÓN
En uno de los acápites del texto, la autora señala que no es suficiente desarrollar estas ca-
pacidades en los actores, también se hace necesario crear condiciones para que el apren-
dizaje no sea obstaculizado por la rutina, la descoordinación, una dirección demasiado cen-
tralizada o la misma desmotivación.
A partir de esta reflexión que hace la autora del texto, comenta tu posición al respecto y
plantea otras estrategias viables que posibiliten el desarrollo de capacidades de transfor-
mación en los maestros y otros actores de la comunidad de la UE en la que trabajas.
54
Producción de Conocimientos y Gestión Educativa
Los profesores, al igual que la mayoría de las personas, no trabajan solos, sino que comparten
su medio laboral con otros. Sin embargo, trabajar junto a otras personas no implica constituir
un equipo; conformar un equipo de trabajo es todo un desafío, requiere una mirada colectiva de
los objetivos y exige el compromiso de todas las personas. No obstante, cuando se logra, resulta
altamente enriquecedor para el grupo y cada uno de quienes lo conforman. A continuación cono-
ceremos cómo funciona un equipo de trabajo, los beneficios que trae el trabajar de esta manera y
las dificultades con las que nos podemos encontrar en su conformación. Nos entregarán algunas
pistas para conformar un equipo de trabajo efectivo.
Múltiples estudios señalan con claridad y contundencia que el trabajo colaborativo en-
tre profesores constituye uno de los más determinantes criterios de calidad. Se expresa
mediante diversos factores, entre ellos: «planificación y ejecución del trabajo de manera
colegiada e interacción estructurada de los profesores»; «procesos de colaboración, co-
hesión y apoyo»; o «consenso y trabajo en equipo del profesorado» (op.cit, p.96).
• La acción sinérgica suele ser más efectiva y eficaz que la acción individual o que la
simple suma de acciones individuales. Mediante la colaboración parece más factible
mejorar las ayudas pedagógicas que se proporcionan a los estudiantes, ofrecer una
oferta educativa más completa y una educación más justa.
• La colaboración mediante el trabajo en equipo permite analizar en conjunto proble-
mas que son comunes, con mayores y mejores criterios.
• Proporcionar educación de calidad exige que entre los docentes existan ciertos plan-
teamientos comunes y también criterios y principios de actuación suficientemente
coherentes. Esos requisitos no son posibles sin la adecuada coordinación que pro-
porciona la colaboración mediante el trabajo en equipo.
• Mejora el autoconcepto y la autoestima entre los profesores, y su sentimiento de
propiedad y de pertenencia respecto al establecimiento (Antúnez, 1999).
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Especialidad en Gestión Educativa del Modelo Educativo Sociocomunitario Productivo
• Sirve de mecanismo para proporcionar una atmósfera que anime a los alumnos a
trabajar con entusiasmo.
• Colaborar no implica “hacerle el trabajo al otro”, ni descansar en que el resto se hará
cargo. El trabajo colaborativo, no resta responsabilidad a los actores, sino más bien
hace esa responsabilidad más abordable al ser asumida como una misión en la que
todos están comprometido a planificar, analizar y evaluar conjuntamente, cumplien-
do cada quien lo que se requiere de su rol, fuera del trabajo conjunto.
56
Producción de Conocimientos y Gestión Educativa
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Especialidad en Gestión Educativa del Modelo Educativo Sociocomunitario Productivo
beneficios: juntos podemos superar mejor las dificultades, con espacios de reflexión
podemos buscar en conjunto soluciones a los conflictos, conociendo las experien-
cias de otros podemos mejorar las prácticas docentes, tenemos un equipo de apo-
yo para crear un espacio de autocuidado… Trabajar como equipo puede presentar
obstáculos y dificultades, puede resultar un arduo trabajo conseguirlo, sin embargo,
permite obrar conjuntamente con el propósito compartido de alcanzar un mismo
fin, brindando una mejor educación y favoreciendo un quehacer profesional más
protegido al ser acompañado y comprendido como responsabilidad compartida.
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Producción de Conocimientos y Gestión Educativa
La idea de desarrollar producción de conocimientos participativo tiene que ver con realizar
un ejercicio que logre visibilizar la reflexión colectiva de toda una comunidad educativa. Eso
significa hacer que se hagan visibles las voces de la Comunidad que van siendo parte del
trabajo y que éste no se centre en que la “autoridad” haga un informe de “lo que se hizo”.
Aunque esto sea positivo según la percepción del mismo.
Con este objetivo, planteamos las siguientes líneas de trabajo, para que las y los gestores de
la Especialidad logren sostener desde su comunidad las posibilidades que se generen en la
elaboración del producto final.
En este sentido cabe hacer notar que el producto final está conformado por tres apartados
que pretenden ser el marco de la reconstrucción de la experiencia (producción de conoci-
mientos) como parte del proceso vivido, para que interpretándola nos permita proponer
nuevas posibilidades de hacer gestión o mejor aún la colectividad se convierta en una co-
munidad autogestionaria desde la implementación del MESCP, estos acápites son:
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Especialidad en Gestión Educativa del Modelo Educativo Sociocomunitario Productivo
Estos elementos constituyen el tronco fundamental del trabajo a ser presentado, tronco
que se complementa a los acápites que como formalidad deben ser completados (ver Es-
tructura del producto final).
Ahora bien, respecto a los puntos, del primer acápite, debemos resaltar el hecho de que se
hace central ir más allá de una investigación formal, o asumido como un “informe” desde
donde se busque sólo desarrollar la descripción de actividades ya dadas, es decir, ya “cum-
plidas”, ya “hechas” y que sólo requerirían ser reflejadas.
De ahí que su sentido se ubica sólo en el hecho de presentar lo que se hizo para dar cuenta
de esas actividades mencionadas a un inmediato superior y es por ello que un trabajo de
este tipo NO coadyuva a lo que se refiere como transformación de la realidad pues trans-
formar la realidad NO significa “informar” lo que se hizo sino ver lo que estamos haciendo
como proceso desde el espacio que asumimos como comunidad pensante.
En este sentido, las experiencias que vamos recuperando no deben ser vistas como algo
dado, sino como la preocupación del presente, que en su comprensión, requiere ser vista
desde su proceso de desarrollo, es decir, desde su movimiento. En consecuencia, de lo que
se trata es, comenzar por recuperar y definir una experiencia que aglutina el interés de to-
dos, que nos afecta a todos, que nos interesa a todos y por lo tanto en la que hayamos parti-
cipado todos en el presente (1) para comprenderlo en su desarrollo, lo cual nos debe llevar
a comprender las características de ese presente (2), para abrirnos a las posibilidades (3).
Ahora bien, el esquema presentado refleja lo que queremos construir como propuesta am-
plia y desarrollada de la siguiente manera:
60
Producción de Conocimientos y Gestión Educativa
- Que cada miembro del equipo pueda expresar las preocupaciones referidas a la expe-
riencia común sobre la que se está reflexinando
- Situaciones a las que no nos interesa, en primera instancia, juzgarlas, es decir, no nos
interesa decir si están bien o están mal sino sólo nos interesan reconocerlas como lo
que sienten los actores de la comunidad.
Este primer punto nos permitirá identificar los elementos que a la comunidad le parecen
significativos e importantes y que por lo tanto se pueden constituir en una idea de cons-
trucción de un proyecto común, es decir una preocupación con la que la mayor parte de los
actores de la comunidad educativa se sientan identificados, tomar en cuenta este sentido
se hace central al momento de comenzar nuestro ejercicio participativo pues si colocamos
la preocupación del participante de la especialidad como lo ya asumido entonces no tiene
sentido ese carácter participativo como punto de partida.
Para que esto sea posible se hace necesario realizar una lectura de realidad participativa
dentro nuestro espacio laboral para encontrar el o los elementos aglutinantes, es decir de
interés común (ejemplo: resultados de la evaluación lectura-escritura… entre otros). El tra-
bajo es participativo, es decir, implica la presencia de, al menos, maestras, maestros y la o
el gestor educativo.
Son estos elementos que en el segundo momento se los articulan y hacen de pilares para la
construcción de uno o varios problemas a ser abordados.
Experiencia
Lectura de la realidad Como trabajamos el modo de la reflexión
Identificación de ex- Reflexión colectiva
periencia participa-
tiva dentro nuestro Reflexión NO centrada en buscar “lo bueno” que se hizo pero tampoco
espacio laboral (lec- sólo “lo malo” que se hizo porque NO es búsqueda de “culpables”.
tura, escritura… entre
Exigencia de sostenibilidad del principio de OBJETIVIDAD (es decir ca-
otros). El trabajo es
pacidad de reconstrucción honesta de los hechos) pues esto es básico
participativo, es decir,
para toda reflexión.
implica la presencia
de, al menos, maes- Cuidado de NO juzgar haciendo la distinción básica entre lo que significa
tros, estudiantes y una situación (es decir el cómo estamos)
gestor/a educativo.
Entonces todo el trabajo se coloca desde el cómo estamos (situación de
cambio)
61
Especialidad en Gestión Educativa del Modelo Educativo Sociocomunitario Productivo
Planteamos algunas estrategias organizativas (tiempos y espacios) que nos permitan resca-
tar e identificar las preocupaciones de las maestras/maestros y otros miembros de nuestra
unidad educativa.
La tarea del Gestor Educativo es propiciar este primer espacio de reflexión colectiva, que,
volvemos a recalcar, tiene sentido si es participativa. Asimismo, el gestor, deberá registrar
las reflexiones compartidas por el equipo, respecto a la experiencia común.
Una vez concluida esta primera sesión del proceso de producción de conocimientos parti-
cipativo, donde se ha logrado escuchar al equipo y registrar lo que piensan respecto a la
experiencia común, de forma posterior a la reunión, el gestor deberá organizar las diversas
preocupaciones en un conjunto de problemas (los más recurrentes y desatacados). A partir
de esos insumos, el gestor planteará y preparará un conjunto de “preguntas problematiza-
doras” que serán la base para el trabajo de la 2da. Sesión de reflexión con el equipo.
Este segundo acápite hace referencia a poder identificar las características básicas de la ex-
periencia compartida. Lograr visualizar esas características básicas significa, al mismo tiem-
po, comenzar a comprender el problema en su dimensión real, es decir, si al comenzar la re-
flexión se asumía, de entrada, las características de lo vivenciado como obvias o ya sabidas,
en este momento, podemos darnos cuenta de que esos elementos no son tan obvios y que,
en los hechos, la experiencia compartida refleja elementos que deben ser profundizados
desde el mismo proceso de análisis y reflexión, por ejemplo el caso de los resultados obte-
nidos a partir de la aplicación de las pruebas de lectura y escritura y el trabajo que vamos
vivenciando en la comunidad educativa.
De manera puntual podemos mencionar que lo que interesa encontrar en este apartado es:
62
Producción de Conocimientos y Gestión Educativa
De manera similar al primer punto buscamos que los aspectos mencionados no sean desa-
rrollados de manera lineal sino que éstos sean asumidos como características a ser cons-
truidas y profundizadas de manera integral al interior del documento y no así de una ma-
nera fragmentada.
Para llevar adelante este proceso, el gestor deberá organizar un segundo espacio de traba-
jo con su comunidad de sujetos, donde, a partir de la reflexión compartida en la primera
sesión, la organización de los problemas y la elaboración previa de las preguntas proble-
matizadoras, el Gestor, retoma el espacio de discusión y reflexión colectivo, para, de forma
participativa, profundizar la reflexión del equipo.
Problematización
Ubicación de los problemas Preguntas que nos orientan a la problematización
Por ejemplo; el problema de la ¿Qué dificultades encontramos en la práctica educativa de las
lectura y escritura ¿obedece y los maestros? (valoración del gestor respecto del trabajo de
sólo a un tema de carácter esco- las y los maestros)
lar o de didáctica? Reflexionar
participativamente este hecho ¿Qué dificultades encontramos en nuestra propia práctica
nos permitirá comprender as- educativa?
pectos como éste.
(valoración propia de la práctica de maestros)
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Especialidad en Gestión Educativa del Modelo Educativo Sociocomunitario Productivo
de nuestra realidad que nos vamos dando cuenta. El darle un nombre que exprese el senti-
do de lo que vamos viviendo, es el punto de llegada del proceso de problematización.
Darle sentido o ubicar el significado de lo que vivimos, nos permite caracterizar los proble-
mas, esto es, leerlos con mayor precisión.
64
Producción de Conocimientos y Gestión Educativa
Planteamos una estrategia y preguntas que nos permitan poner en práctica lo planteado en
este acápite (reflexión colectiva):
3. Identificación de posibilidades
Este tercer acápite, que está vinculado a una tercera sesión de trabajo en equipo, refleja
una lectura en la que lo que se hace lo central es lograr identificar las maneras y/o modos
de actuar para responder a la problemática de trabajo identificada.
No decimos con ello que se vaya a “solucionar” cualquier problema pero podemos “darnos
cuenta” que, en los hechos, vamos ubicando alternativas que deberían permitir trabajar en
el abordaje del mismo para “hacernos cargo” y transformar la realidad que nos preocupa.
En este sentido podemos decir que lo que necesitamos encontrar al interior del acápite es:
Este acápite nos debe permitir comprender las alternativas que encontramos al interior de
la experiencia. Lo importante de esta lectura es que nos debe mostrar esas posibilidades
de acción. No se trata de un informe, sino de leer lo posible y lo posible no se hace real
sino está anclado al interior de una adecuada lectura de realidad y la toma de decisiones
de manera participativa articulada a la gestión educativa, gestión entendida como la capa-
cidad de decidir (participativamente) respecto de las situaciones que van aconteciendo y
sucediendo dentro el espacio escolar.
El cierre del trabajo nos debe permitir responder a la pregunta básica del cómo se encuen-
tra y cuáles son las características de la situación de nuestra comunidad educativa y cómo
éste está viviendo su propio proceso de transformación.
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Especialidad en Gestión Educativa del Modelo Educativo Sociocomunitario Productivo
Posibilidades
Toma de decisiones en forma participativa Acuerdos
Para articular la identificación de los problemas con la gestión
Lo importante de esta lectura de
educativa, gestión como la capacidad de decidir (participati-
la situación vivida es que nos
vamente) respecto de las situaciones que van aconteciendo y
permite encontrar posibilidades
sucediendo dentro el espacio escolar de acción y llegar a acuerdos que
se pueden realizar con la comu-
Qué tipo de decisiones hemos ido tomando desde la gestión nidad.
institucional respecto de la problemática educativa?
(Autovaloración de gestores)
Presentamos gestiones organizativas y herramientas que nos permita identificar las posibi-
lidades planteadas colectivamente.
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Producción de Conocimientos y Gestión Educativa
Ahora bien, algunos elementos que deben ser trabajados de manera paralela al desarrollo
de los tres acápites desarrollados anteriormente son los referidos a la sistematización de
experiencias para la producción de conocimientos, en ese sentido a continuación empeza-
remos por reflexionar el sentido de la producción de conocimientos a partir del siguiente
texto:
1. Producción de conocimiento
En este sentido, podemos darnos cuenta de que lo que vamos asumiendo, en el presen-
te, como conocimiento tiene que ver con pensar qué conocimiento es información, en
concreto la información de los autores que uno va leyendo lo cual no significa pensar al
conocimiento desde la experiencia sino como lo que se maneja desde los libros. Desde
este punto de vista la teoría viene a ser algo que se encuentra fuera de la realidad.
Lo que nos interesa, desde nuestro proceso formativo, es recuperar la realidad más allá
de lo que uno u otro autor nos van repitiendo. Eso significa aprender a no repetir sino
dialogar y reflexionar lo que tal o cual autor dice desde la realidad que nos toca vivir. Este
es el ejercicio que queremos practicar, lo cual significa saber darle su lugar a la realidad
como referente desde donde se produce el conocimiento.
La producción de conocimiento que vamos intentando recuperar asume que lo que nos
interesa como referente de esa producción de conocimiento es la realidad en la que nos
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Especialidad en Gestión Educativa del Modelo Educativo Sociocomunitario Productivo
toca vivir, es decir, en última instancia cualquier conocimiento tiene sentido desde los
problemas que, como personas, nos toca vivir al interior de nuestra realidad.
Nuestro proceso formativo tiene ahí mucho sentido, pues esto implica saber leer la rea-
lidad en claves que recuperen la experiencia; ¿cómo hacemos esto? Acá es donde pode-
mos comenzar a proponer algunos elementos para hacer este ejercicio:
Los aspectos mencionados nos refieren a esa realidad en la que lo central se hace la ex-
periencia, ahora bien, esa experiencia no puede ser una actividad suelta pues ésta tiene
que ser con sujeto, lo cual significa recuperar a ese quien que vive esa experiencia. Eso
significa recuperar a la persona en todas sus dimensiones, cuando pensamos que expe-
riencia es sólo la actividad entonces nos damos cuenta que la experiencia está reducida
a un informe, es decir, anulamos a la persona y nos concentramos en narrar y justificar
sólo la actividad.
Por eso nuestra primera clave de lectura es la recuperación del sujeto lo cual significa
recuperar al quien que transformará la realidad.
La tercera clave apunta a la necesidad de ver ese presente como una totalidad articulada
(Zemelman) pues –como lo mencionamos– la experiencia no puede ser vista como una
actividad única de la que deba dar cuenta, eso es un informe, pues lo que nos interesa es
reconstruir la vivencia del sujeto que va más allá de una actividad suelta. Entonces ahí se
hace central saber ver en qué contexto hacemos las cosas que hacemos, en qué situación
es que se mueve el sujeto, en qué relaciones se desenvuelve ese sujeto.
68
Producción de Conocimientos y Gestión Educativa
Finalmente eso significa aprender a hacer una lectura del presente en proceso. Ahora
bien, la lectura en proceso implica saber leer el ahora en las condiciones que lo han he-
cho posible.
Lectura complementaria
Educadores de algunos países latinoamericanos nos encontramos aquí reunidos para una
búsqueda en común.
La intención del organismo patrocinador de este evento, que debe coincidir con la de los
aquí presentes, es realizar un acto cognoscente.
De allí que se imponga –a todos los que compartan esta actitud o tiendan a ella– la
delimitación del objeto cognoscible sobre el cual ejerceremos el acto cognoscente.
Esta exigencia primera nos plantea la necesidad indeclinable de que el acto, para el
cual no nos estamos preparando porque ya nos sentimos insertos en él, no se reduzca
a “pasear” los ojos descomprometidos, poco curiosos o ingenuos sobre el objeto de
nuestra incidencia reflexiva. Que no se reduzca a “pasear” los ojos acríticamente, como
si el objeto de nuestro análisis fuera algo sobre lo que sólo tuviéramos que “blablablear”
y, por eso mismo, no pudiera suscitar nuestra curiosidad penetrante e inquieta.
2 Las Ideas de este texto inconcluso, como podrá verificar el lector, fueron retomadas más tarde en Pedagogía del oprimido, obra Inicia-
da en el mismo año de 1967 en Chile, y en Acción cultural para la libertad y otros escritos, de 1969. [De ahora en más, todas las notas
que aparecen con asterisco corresponden a A.M. F.]
69
Especialidad en Gestión Educativa del Modelo Educativo Sociocomunitario Productivo
Puesto que es un acto cognoscente desde el preciso momento en que buscamos delimitar
su objeto, tendremos que realizar la “ad-miración” de aquello que, en un momento
dado, pasará de ser objeto “ad-mirable” a ser objeto admirado y, por lo tanto, incidencia
cognoscible de nuestra cognoscibilidad.
Esto implica que el verdadero acto cognoscente pone al sujeto en posición perceptiva
frente a “ad-mirables” de naturaleza diferente a la de quien no consigue esa transformación
cualitativa del “ad-mirable” en “ad-mirado”.
En la primera hipótesis, el sujeto sólo tendrá una opinión del “ad-mirable”; en la segunda,
un conocimiento. Darse cuenta de lo “ad-mirable” es doxa\ penetrar en lo “ad-mirado” y
alcanzar su ontos es logos.
Con todo, hay otro cambio de carácter cualitativo en el pasaje de “ad-mirable” a “ad-
mirado” Y es que el objeto, ahora “ad-mirado” o en proceso de ad-miración, se hace
mediador de la “ad-miración” de los sujetos que inciden su reflexión sobre él. De esta
forma, penetrándolo, percibiéndolo y “apercibiéndolo”, el sujeto cognoscente, al alcanzar
su inteligibilidad, establece su comunicabilidad.
En el ejercicio cognoscente que intentamos, la primera operación seria que se nos impone
es la percepción crítica de la estructura lingüística ofrecida a nuestro análisis: “El rol de
la educación como uno de los medios prioritarios en el proceso de mutación cultural”.
¿Qué hacemos ahora, para satisfacer la necesidad de ponemos frente al objeto “ad-
mirado” para conocerlo? O, incluso, ¿cuál será el objeto sobre el que haremos incidir
nuestra “ad-miración”, nuestro acto cognoscente?
Es indiscutible que estamos frente a una estructura lingüística en la que los significantes
significan, necesariamente, en función de la posición que ocupan en la estructura
contextual.
Pero, dado que son significantes significados -es decir, dado que, en tanto significados,
son signos en interrelación-, son lenguaje-pensamiento referido al mundo.
70
Producción de Conocimientos y Gestión Educativa
La diferencia entre una y otra posición radica en cómo se aproxima el sujeto cognoscente
a la estructura lingüística para aprender, mediante el pensamiento-lenguaje referido al
mundo, la temática cognoscible.
Pero allí donde la conciencia desarmada o ingenua tenderá a exponer uno u otro de
los ángulos destacables en el contexto lingüístico, sin establecer una relación dialéctica
entre lo destacable en el contexto lingüístico y la realidad, la conciencia crítica tenderá
a la aprehensión de lo “ad-mirado” a través de “la abstracción y la generalización de los
signos lingüísticos.
Esto significa exactamente que la abstracción que hace la conciencia crítica para conocer
no implica ninguna ruptura con las situaciones objetivas sino que, por el contrario,
conlleva un acercamiento a ellas.
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Especialidad en Gestión Educativa del Modelo Educativo Sociocomunitario Productivo
Ahora bien: es indudable que todos los que estamos aquí, en este momento y en este
espacio, nos encontramos en un contexto teórico en el sentido exacto de la palabra. Y
aquí nos corresponde -como nos correspondió desde el inicio de este seminario e incluso
antes, cuando lo preparamos- realizar un contundente esfuerzo de “re-ad-miración”.
Pero ¿qué “re-ad-mi- rar”? En definitiva, ¿qué debemos traer ante nosotros, ante nuestra
inquieta curiosidad de saber? ¿Qué “ad-mirable” se transformará aquí en “ad-mirado”,
de modo tal que penetremos más en él, nos adentremos más en él, y que, cuanto más lo
hagamos, más sepamos que siempre tendremos que volver a empezar?
“El rol de la educación como uno de los medios prioritarios en el proceso de mutación
cultural”; he aquí el texto cuya significación, jamás dicotomizada de la realidad en la que
nos encontramos, traerá hasta nosotros el objeto de nuestra reflexión.
Lo que tenemos que “re-ad-mirar” ahora es la propia educación como un hacer de los
hombres y las mujeres y, por esto mismo, un quehacer que ocurre en el dominio de la
cultura y de la historia.
Si hay algo que no tememos afirmar, en este esfuerzo “re-admirativo”, es que la más
simple -pero no simplista o ingenua o preconcebida- mirada a la educación como
quehacer sistemático, entre nosotros y en cualquiera de sus niveles, revela en sus más
mínimos pormenores el sentido, no siempre deliberado (cosa que no tiene importancia
para nuestro análisis), el carácter de la educación, como instrumento de dominación.
72
Producción de Conocimientos y Gestión Educativa
los educadores los que piensan y los educandos los “pensados”, los educadores los que
disciplinan y los educandos los que son disciplinados, los educadores los que deciden
el contenido curricular y los educandos, como seres pasivos, los que son llenados por
ese contenido. En suma: los educadores son los sujetos y los educandos los objetos del
proceso educativo.
Hablar de adaptar a los hombres y las mujeres a una realidad que, por ser humana, sólo
puede ser histórico-cultural -puesto que para los hombres y las mujeres no hay aquí que
no sea también ahora-, es negar la continuidad de la historia y de la cultura.
¿Hay realmente algo en ese quehacer educativo -en las escuelas primarias, en las
secundarias, en las universidades, donde predominan las clases discursivas, que más que
clases parecen canciones de cuna— que posibilite a los educandos percibirse a sí mismos
percibiendo?
¿Qué dimensión liberadora puede haber en una práctica que inhibe la creatividad y
conduce al educando a la repetición “burocratizada” de los discursos no siempre brillantes
de los “maestros”?
¿Cómo conciliar el acto auténticamente cognoscente con los así llamados “controles de
lectura”, que antes bien son controles sobre las personas? ¡Controles implementados,
qué ironía dolorosa, en nombre de la necesidad de que los educandos estudien!
¿Qué rol podrá tener esa educación en el cambio sí, en tanto producto de una cultura de
dominación, estimula y posibilita la introyección de la dominación en vez de problematizar
la cultura de la cual es producto?
¿Qué sentido liberador puede tener un quehacer educativo que considera a las masas
como niños y que parte del apriori de que, en tanto incapaces absolutas, deben ser
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Especialidad en Gestión Educativa del Modelo Educativo Sociocomunitario Productivo
guiadas? Y, como no existe nada que no tenga su contrario, si las masas populares deben
ser guiadas, es porque existe alguien que las guía.
¿Dónde queda la voluntad de cambio en una educación para la cual la búsqueda de Ser
Más es subversión y la deshumanización es el orden a ser establecido?
No es fácil inventariar, en este fin de siglo que es también el fin de un milenio -afecta-
do y desafiado por guerras mundiales por guerras locales de carácter casi mundial, por
transformaciones radicales de naturaleza social, política, económica, ideológica y ética,
por revoluciones en la ciencia y la tecnología, por la superación de creencias y mitos, por
el retomo a la duda que cuestiona la certeza demasiado cierta de la modernidad-, no es
fácil hacer una lista de aquello que puede parecemos fundamentalmente problemático y
que las mujeres y los hombres del siglo que se inicia deberán responder. Es que los desa-
fíos de este fin de siglo se adentran en el próximo.
3 Sobre la ideología de nortear, véase Màrcio Campos en la nota 15 de Ana Maria Araújo Freire, en Pedagogía de la esperanza.
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Producción de Conocimientos y Gestión Educativa
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Especialidad en Gestión Educativa del Modelo Educativo Sociocomunitario Productivo
También creo en la fuerza de las relaciones verdaderas entre las personas para sumar es-
fuerzos en lo atinente a la reinvención de la gente y del mundo. No hay cómo negar que
la experiencia de esas relaciones entraña, por un lado, curiosidad humana -centrada en la
propia práctica relacional- hacia el otro, curiosidad que se prolonga hacia otros campos.
Es indiscutible que la participación necesaria de la curiosidad humana produce hallazgos
que, en el fondo, son o bien objetos cognoscibles en proceso de develación, o bien el pro-
ceso relacional mismo, que abre posibilidades de producción de interconocimientos para
los sujetos de la relación. El conocimiento relacional, en el fondo interrelacional, “empa-
pado” de intuiciones, adivinaciones, deseos, aspiraciones, dudas y miedos, al que no por
eso le falta razón, no tiene la misma calidad que el conocimiento que se tiene del objeto
aprehendido en su sustantividad por obra de la curiosidad epistemológica. Sin embargo,
estoy convencido de que la finalidad diferente de este conocimiento llamado relacional,
frente al que, por ejemplo, puedo tener de la mesa donde escribo y de sus relaciones con
los objetos que componen mi silla de trabajo con que y en que me vínculo con las cosas,
las personas, en la que escribo, leo, pienso y hablo, no le niega estatus de conocimiento.
Por último, la curiosidad epistemológica con que Lynne Richards, tomando distancia, se
aproxima a él y de la cual resulta reconocerlo como conocimiento, revela que lo relacio-
nal es un proyecto de indiscutible valor e importancia.
Pienso entonces que si esas características de la enseñanza se vuelven cada vez más
claras para el educador, él o ella podrán mejorar la eficacia del acto de enseñar, de su
pedagogía. La claridad sobre la naturaleza política y artística de la educación hará del
profesor un mejor político y un mejor artista. Nosotros hacemos arte y política cuando
contribuimos a la formación de los estudiantes, lo sepamos o no. Saber lo que estamos
haciendo nos ayuda a hacerlo mejor.
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Producción de Conocimientos y Gestión Educativa
Esta afirmación corre mayor riesgo de no ser comprendida por los estadounidenses y los
profesores estadounidenses que por otros individuos de otras partes del mundo. Ellos
pueden decir que no entienden a este hombre, que no me entienden. Pueden afirmar
con vehemencia que esa clase de empoderamiento no tiene nada que ver con ellos. ¿Por
qué? Porque una cosa es hacer un análisis de clase en América Latina y otra por completo
diferente es nacer ese mismo análisis en los Estados Unidos. Es difícil hacer un análisis
de clase en una sociedad enormemente compleja como la estadounidense. Pero eso no
significa que la sociedad estadounidense no tenga clases sociales.
En los Estados Unidos hay clases sociales, sí, pero no como en la frontera geográfica de la
poderosa realidad de clases sociales que tenemos en América Latina. Siempre djgo que
los instrumentos marxistas en algún momento fueron válidos para hacer un análisis de
clase en los Estados Unidos. Pero ahora necesitamos refinarlos para que sean útiles a una
sociedad tan compleja, repito, como la estadounidense.
Otra cosa que debo decir es que, si bien mi idea del em-poderamiento está relacionada
exclusivamente con la clase social, no intento reducir todo a clases como hacen algunos
marxistas mecanicistas estrechos de miras. ¡Yo no quiero nacer eso, yo no estoy haciendo
eso! Yo reconozco que mi preocupación por la “clase” debe ser recreada para y en los
Estados Unidos.
La cuestión del empoderamiento de clase social implica que la clase trabajadora, a tra-
vés de sus propias experiencias, de su propia construcción de la cultura, se comprometa
para obtener poder político. Esto hace que el “empoderamiento” sea mucho más que un
acontecimiento, un evento, individual o psicológico. Apunta hacia un proceso político de
las clases dominadas que buscan liberarse de la dominación, un largo proceso histórico
del que la educación es sólo una de sus caras.
Cuanto más se moviliza el pueblo dominado dentro de su cultura, más se une, crece y
sueña-soñar también es parte de la cultura- y más se compromete con el acto de cono-
cer. La fantasía, en verdad, anticipa el saber del mañana. Yo no sé por qué tanta gente
menosprecia el papel de la fantasía en el acto de conocer. De cualquier manera, todos
estos actos constituyen la cultura dominada que quiere liberarse.
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Producto del Módulo
Con la participación de los integrantes de nuestro equipo de trabajo, realizamos la 1ra.
Sesión del proceso de producción de conocimientos participativo: Identificación de la ex-
periencia compartida por parte de los diferentes sujetos de la comunidad educativa (Pro-
yecto común). A partir de este proceso, realizamos la organización de las preocupaciones
y problemas más destacados y elaboramos las preguntas problematizadoras (como parte
de la preparación de la siguiente sesión de producción de conocimientos participativo).
Presentamos un breve informe de no más de 3 páginas.
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la revolución educativa AVANZA