Rosario Ante Covid19
Rosario Ante Covid19
Rosario Ante Covid19
Arquidiócesis de Acapulco
Santo Rosario
Jesús Buen Pastor Ruega por nosotros
Presentación
el fin de esta enfermedad entre nosotros. En cada misterio se pide por un sector
específico de nuestra sociedad y se termina con una oración. Con ello,
queremos que la fe de nuestros pueblos no decaiga, sino que, bajo la intercesión
de la Virgen María tengamos la firme esperanza que ella llevará nuestras
súplicas a su Hijo Jesucristo.
Oh Dios, que has iluminado los corazones de tus hijos con la luz del Espíritu Santo; haznos dóciles a
sus inspiraciones para gustar siempre el bien y gozar de su consuelo. Por Cristo nuestro Señor.
Amén.
Te pedimos Señor por los más vulnerables o tienen patologías que les hacen más
susceptibles al Covid-19. Si es tu voluntad protégeles de la infección.
Te pedimos por los trabajadores que están enfrentando despidos y dificultades
financieras: Dios, por favor llénalos de tu paz y líbralos del pánico y la angustia. Inspira
a tu iglesia a ayudar generosamente en estos tiempos de gran necesidad.
Un Padre Nuestro, diez Ave María, Gloria y la jaculatoria María, Madre de Gracia.
Oh Jesús mío, perdona nuestros pecados, líbranos del fuego del infierno, lleva al cielo a todas
las almas, especialmente a las más necesitadas de tu misericordia. Amén
ORACIÓN
“Padre nuestro, con confianza te pedimos que el Covid-19 no haga más daño y que pueda
controlarse pronto esta epidemia y que devuelvas pronto la salud a los afectados y la paz a
los lugares a donde ha llegado. Acoge a las personas que han fallecido por esta enfermedad,
conforta sus familias. Sostén y protege al personal sanitario que la combate e inspira y
bendice a los que trabajan para controlarla. Señor Jesús, médico de nuestras almas y de
nuestros cuerpos, nos sentimos desvalidos en esta situación de emergencia sanitaria
internacional, pero confiamos en ti, danos tu paz y la salud” “Madre María de Guadalupe,
protégenos y sigue cuidándonos y conduciéndonos con tu amor a tu hijo Jesús. Amén”.
Te pedimos Señor por todo el personal sanitario, protege a los profesionales de la salud (médicos,
enfermeras, conductores de ambulancias, personal y demás trabajadores) que están cuidando de todas
las personas afectadas por el virus. Dales paz, sabiduría, úngelos para hacer su trabajo y que les proteja
de la infección.
Un Padre Nuestro, diez Ave María, Gloria y la jaculatoria María, Madre de Gracia.
Oh Jesús mío, perdona nuestros pecados, líbranos del fuego del infierno, lleva al cielo a todas las
almas, especialmente a las más necesitadas de tu misericordia. Amén
Oración
Padre Dios Todopoderoso, fuente de salud y de consuelo. Tú que enviaste a tu Hijo al mundo
para manifestar tu designio de Salvación y que sanó a tantos enfermos por donde seas que
iba, hoy acudimos a ti, en el momento que experimentamos la fragilidad de nuestros cuerpos
por la enfermedad que nos aqueja actualmente. Ten piedad de los que están sin fuerza,
devuélveles la salud; confiamos que, por tu bondad, si es tu voluntad, quedarán sanos. Que
los tratamientos médicos sean efectivos para ellos y has con la medicina lo que sólo Tú
puedes hacer. Concédeles la salud de cuerpo y paz en el alma, para que libres de toda
enfermedad y recobradas sus fuerzas, puedan bendecirte y servirte en nuestros hermanos. Así
también te pedimos por todos los médicos, enfermeras y enfermeros, que día con día
arriesgan su vida por servirles a los demás; aléjales de todo peligro. Unidos en oración y
confiados en la intercesión de nuestra madre del cielo la Virgen María, Te lo pedimos por
Jesucristo tu Hijo que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo y es Dios por los
siglos de los siglos. Amén.
Oración a María
Oh María,
tú resplandeces siempre en nuestro camino
como un signo de salvación y esperanza.
A ti nos encomendamos, Salud de los enfermos,
que al pie de la cruz fuiste asociada al dolor de Jesús,
manteniendo firme tu fe.
Tú, Salvación del pueblo romano,
sabes lo que necesitamos
y estamos seguros de que lo concederás
para que, como en Caná de Galilea,
vuelvan la alegría y la fiesta
después de esta prueba.
Ayúdanos, Madre del Divino Amor,
a conformarnos a la voluntad del Padre
y hacer lo que Jesús nos dirá,
Él que tomó nuestro sufrimiento sobre sí mismo
y se cargó de nuestros dolores
para guiarnos a través de la cruz,
a la alegría de la resurrección. Amén.
Bajo tu amparo nos acogemos, Santa Madre de Dios,
no desprecies nuestras súplicas en las necesidades,
antes bien líbranos de todo peligro, oh Virgen gloriosa y bendita.
Oremos:
Te rogamos, Señor, que nos concedas a nosotros tus siervos, gozar de perpetua 11
salud de alma y cuerpo y, por la gloriosa intercesión de la bienaventurada
Virgen María, seamos librados de la tristeza presente y disfrutemos de la eterna
alegría. Por Cristo nuestro Señor. Amén.
Oración a María
«Bajo tu amparo nos acogemos, Santa Madre de Dios».
En la dramática situación actual, llena de sufrimientos y angustias que
oprimen al mundo entero, acudimos a ti, Madre de Dios y Madre nuestra, y
buscamos refugio bajo tu protección. Oh Virgen María, vuelve a nosotros tus
ojos misericordiosos en esta pandemia de coronavirus, y consuela a los que se
encuentran confundidos y lloran por la pérdida de sus seres queridos, a veces
sepultados de un modo que hiere el alma. Sostiene a aquellos que están
angustiados porque, para evitar el contagio, no pueden estar cerca de las
personas enfermas. Infunde confianza a quienes viven en el temor de un futuro
incierto y de las consecuencias en la economía y en el trabajo.
Madre de Dios y Madre nuestra, implora al Padre de misericordia que esta dura
prueba termine y que volvamos a encontrar un horizonte de esperanza y de paz.
Como en Caná, intercede ante tu Divino Hijo, pidiéndole que consuele a las
familias de los enfermos y de las víctimas, y que abra sus corazones a la
esperanza.
Protege a los médicos, a los enfermeros, al personal sanitario, a los voluntarios
que en este periodo de emergencia combaten en primera línea y arriesgan sus
vidas para salvar otras vidas. Acompaña su heroico esfuerzo y concédeles
fuerza, bondad y salud.