Manual de Ceremonias - Teologia Pastoral - Juan Daniel - Huber
Manual de Ceremonias - Teologia Pastoral - Juan Daniel - Huber
Manual de Ceremonias - Teologia Pastoral - Juan Daniel - Huber
En las Sagradas Escrituras no se halla enseñanza o ejemplo que autorice el bautismo de los
niños. El bautismo en el Nuevo Testamento es una manifestación de arrepentimiento y fe
en nuestro Señor Jesucristo, lo que es posible hasta que se tiene uso de razón plena.
El ejemplo del Nuevo Testamento autoriza a la Iglesia para que presente públicamente a los
niños. Esto no es un bautismo, es una dedicación, una presentación del niño a Dios, una
acción de gracias y fe, una súplica de bendición divina. Mientras la congregación entona un
canto, los padres acompañados de los testigos, pasarán al frente. El padre traerá al niño para
entregarlo al ministro. y este leerá las siguientes citas bíblicas: Deuteronomio 6:4-9;
Marcos 10:13-16; Mateo 18:10-14.
Los padres continuarán de pie. El ministro repetirá las siguientes palabras:
A ustedes, padres, Dios les ha confiado el cuidado de una vida que puede ser una bendición
para muchos, como puede ser una maldición. Primeramente para ustedes mismos. Cumplan
tan sagrado deber en el temor de Dios. Su amor hacia este niño les ayudará a comprender
mejor el amor de Dios nuestro Padre. Ámenlo, pues, en toda circunstancia.
Escuchen la palabra apostólica: Y vosotros, padres, no provoquéis a ira a vuestros hijos;
sino criadlos en disciplina y amonestación del Señor. Efesios 6:4.
A continuación los padres repetirán con el ministro el siguiente voto:
Conforme a la práctica de la iglesia evangélica, vamos a presentar a este (a) niño(a) a Dios.
Reconocemos la soberanía de nuestro Señor Jesucristo, y confesamos que sobre nuestras
vidas y las vidas de nuestros hijos, Cristo es Rey y Seño: Nos comprometemos en cuanto
sea posible a instruir a este niño en su ley y en santa voluntad.
Traemos a Dios, el niño que él nos ha confiado. y se lo dedicamos, suplicando al
Todopoderoso el don más preciado que se le pueda otorgar en esta vida: su bendición
permanente. En el nombre de Jesús. Amén.
El ministro tomará al Infante en sus brazos sí para esto no hay inconveniente y dirá el
nombre del niño y de los padres en altavoz a la congregación y pronunciará la oración
semejante está.
(nombre del niño) Te dedicamos a Dios Padre, Dios el Hijo y Dios el Espíritu Santo.
Jehová te bendiga y te guarde. Jehová haga resplandecer su rostro sobre ti y tenga de ti
misericordia. Jehová alce sobre ti su rostro y ponga en tu corazón paz.
Concluida la oración, el ministro entregará el niño a la madre, y de ser posible los invitará a
estar de rodillas. Entonces elevará una oración por los padres, para que ambos tengan la
gracia del Señor. Si desea puede usar la siguiente oración:
Padre nuestro, Dios de misericordia, ayuda a estos padres para que cumplan fielmente con
las sagradas obligaciones que en bien de su hijo han contraído contigo.
Que estudien con él tu divina palabra, enseñándoles la historia de Jesús, los preceptos y
principios de nuestra santa iglesia, que oren con él y por él, enseñándole también a ofrecer
sus propias peticiones; que tanto por precepto como por ejemplo le hagan saber que es
necesario que él también te adore en Espíritu y en verdad.
Ayúdalos siempre con tu presencia y cooperación. Si es tu voluntad concédele a este niño
vivir largos años sobre la tierra y que sea un instrumento útil en tus manos para traer a otros
muchos al Salvador Que la bendición de Dios el Padre, Dios el Hijo nuestro Salvador y de
Dios Espíritu Santo, sea con ellos y su hijo. Amén.
Conclúyase cantando un himno congregacional relacionado al acto, mientras que los padres
y testigos regresan a su sitio.
Se sugiere que al concluir el acto los involucrados firmen las actas y certificados
correspondientes.
LA SANTA CENA
BAUTISMO EN AGUA
RECEPCIÓN DE MIEMBROS
1. Se recomienda consultar el artículo 3 del Reglamento de la Iglesia Local.
2. El pastor indicará a las personas que se van a recibir como miembros pasen al frente
de la congregación. El pastor mencionará el nombre completo de cada uno, mencionando si
la recepción es por conversión o por traslado.
3. El pastor, teniendo los solicitantes el rostro hacia él, les dirá Amados en el Señor:
Han sido bautizados en el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo; habiendo pues
confesado su fe ante testigos, y por cuanto se han entregado a Dios en pacto eterno de
gracia, se unen hoy así con esta iglesia en la misma fe y creencias.
4. Las promesas del Pacto del Feligrés contenido en el Reglamento de la Iglesia Local
se utilizarán por el pastor, para interrogar a los hermanos. A cada pregunta los hermanos
contestarán en voz alta: Sí, lo prometo.
5. El pastor les dirá a continuación:
Nosotros, el pastor y los miembros de esta iglesia, les recibimos en nuestra comunión. Les
prometemos nuestra ayuda y nuestras oraciones para su crecimiento en la vida cristiana.
Procuraremos andar siempre como es digno de la vocación con que somos llamados, con
paciencia, solícitos en guardar la unidad en Espíritu en el vínculo de la paz.
Imprimase en su mente que han entrado en relaciones solemnes, a las cuales nunca podrán
renunciar sin faltar a vuestra fidelidad a Dios. Sean fieles hasta la muerte a aquel que sin
haberlo visto hemos amado con gozo inefable, hasta que cara a car le veamos cuando
seamos transformados a su semejanza.
Que el Señor les bendiga, y les preserve del mal durante esta vida, y después les reciba en
el mundo feliz donde nuestro amor y gozo serán perfectos para siempre. Amén.
6. El pastor hará una oración adecuada a la ocasión y concluida esta, dará la mano a
cada uno de ellos
7. Se entonará un canto congregacional adecuado y se permitirá que la congregación
salude personalmente a los nuevos miembros. Se puede leer. Judas 24, 25; Hebreos 13:20,
21
CONSAGRACIÓN DE DIÁCONOS
Para la elección de los diáconos consúltese el Reglamento de la iglesia Local.
Modelo de programa para el acto de consagración:
1. Invocación
2. Leer Hechos 6:1-6
3. El pastor iniciará la ceremonia con las siguientes palabras:
Los miembros de esta iglesia, después de pedir la dirección divina, han elegido para los
oficios de diáconos y diaconisas, a los hermanos (mencionará sus nombres completos),
entre tanto ellos se pondrán de pie cuando escuchen sus nombres y pasarán al frente de la
congregación) y es mi deber consagrarlos para dicho oficio.
Si hubiera un ministro visitante y pareciere bien al pastor pedir su ayuda para el acto, bien
puede hacerlo.
Las siguientes preguntas se utilizarán para cuestionar a los hermanos. A cada pregunta los
hermanos contestarán en voz alta: Sí, lo prometo.
Ruego a mis amados herman1os contestar las siguientes preguntas:
a. ¿Creen que las Escrituras del Antiguo y Nuevo Testamento son la Palabra de Dios,
única regla infalible de fe y práctica para la lglesia?
b. ¿Prometen poner todo empeño en cuidar su vida personal, y 'gobernar su casa en
conformidad con la doctrina de Cristo?
c. ¿Prometen no atentar nunca directa o indirectamente, contra la sana doctrina, el
culto, la disciplina o el gobierno de esta iglesia?
d. ¿Prometen pagar fielmente sus diezmos?
e. ¿Prometen contribuir a conservar la paz, la unidad y la pureza de la iglesia?
f. ¿Aceptan el oficio del diáconos y diaconisas de esta congregación, y protestan
cumplir con todos los deberes del mismo?
Los hermanos se arrodillarán y el pastor o quien indique impondrá las manos sobre ellos. y
hará la oración de consagración
4. Posteriormente el pastor dará lectura a Mateo 25:34- 40; 1 Timoteo 3:8-13, y dirá a
la congregación las siguientes palabras:
Y ustedes, amados hermanos en el Señor; miembros de esta iglesia, ayudarán a estos
hermanos en su ministración, obrando de acuerdo con ellos, rogando a Dios por ellos y
contribuyendo con liberalidad de sus bienes para que puedan socorrer a los necesitados.
Respétenlos, obedézcanlos y colaboren con ellos en el temor de Dios. Que la bendición de
Dios les sea dispensada abundantemente. Amén.
5. Se entonará un canto congregacional adecuado y se permitirá que la congregación
salude personalmente a los diáconos, pasando primeramente los integrantes del Cuerpo
Ejecutivo de la iglesia.
SOBERANIZACIÓN DE LA IGLESIA.
Esta ceremonia deberá ser presidida por el directivo del Distrito que corresponda. Modelo
de programa para el acto de soberanización de una iglesia:
1. Devocional.
2. Explicar el propósito de la reunión.
3. Lecturas sugeridas, 1 Corintios 12:12-27; Efesios 4:11-16.
4. Mensaje alusivo.
5. Presentación del pastor y sus colaboradores.
6. Lectura del acta de formación y soberanización, en donde constan los nombres del
pastor, oficiales y miembros.
7. Consagración del pastor y oficiales.
8. Oración por la prosperidad de la naciente congregación.
9. Felicitará a la congregación al pastor y nuevos oficiales, en señal de unión,
cooperación y fraternidad.
10. El acta de soberanización de la iglesia deberá ser firmada al finalizar el acto por el
Directivo de distrito oficiante, el pastor y los oficiales, se firmarán tres tantos, uno para la
oficina general del Concilio, otro para la del distrito y otro para el archivo de la iglesia.
11. Conclusión.
COLOCACIÓN DE LA PRIMERA PIEDRA.
Sugerencias:
1. En uno de los ángulos del templo, se dejará lugar para la piedra.
2. Téngase preparada una de zinc, vidrio o cobre, con objetos o documentos que se
vayan a colocar en ella.
3. El servicio deberá ser corto, sencillo, impresionante y espiritual.
El ministro cerca del lugar donde va a colocarse la primera piedra hará la declaración:
Nos hemos congregado para colocar la primera piedra de este templo que consagramos
desde los cimientos al culto del Dios único y verdadero. Los cielos de los cielos no pueden
contener al Dios infinito y eterno, menos aún los templos edificados por la mano del
hombre. Nos acordamos de que nuestro Salvador dijo que tiempo vendrá en que los
verdaderos creyentes adorarían al Padre en espíritu y en verdad: pero también que
permanecería siempre con nosotros o que donde quiera que dos o tres estuvieren
congregados en su nombre, ahí estaría él en medio de ellos.
En todos los siglos la práctica seguida por el pueblo de Dios ha sido edificar templos en los
cuales adorar a su Creador:
Nosotros también dedicamos esta casa al culto del verdadero Dios, pidiendo al Padre
celestial acepte la obra de nuestras manos, nos ayuda y nos bendiga en toda la construcción,
concediéndonos más tarde la dicha de ver terminado este edificio para la gloria de su santo
nombre. Recuerden, queridos hermanos, que la Iglesia del Dios vivo, también tiene su
piedra angular; aprobada y preciosa, a saber: Jesucristo, Salvador nuestro, a quien amamos
y queremos dar honra eternamente y para siempre.
4. Las siguientes citas son indicadas para leerlas el momento de colocar la piedra y la
urna: Esdras 3:10-13: Efesios 2:10-22; 1 Pedro 2:3-5, 7,8.
5. Elementos para la urna.
a. Reseña histórica. Contendrá la fecha y todos los datos acerca de la construcción,
llevará la mención de los fundadores y de los que han colaborado. Se hará por duplicado,
una para el archivo y la otra para colocarse en la urna.
b. Una Biblia y el himnario.
c. Monedas actuales.
d. La lista de los miembros y oficiales
6. Una vez leída la reseña histórica, la colocará el ministro en la urna, la cerrará
herméticamente y auxiliado de un albañil la colocará en su sitio, juntamente con la piedra
escogida.
7. Conclusión. Se ofrecerá una oración improvisada en la que se exprese alabanza, y se
pida el auxilio divino para que a los que trabajen y colaboren, pronto se les conceda ver
concluido el edificio que desde hoy dedican al servicio a Dios.
8. Otras sugerencias:
a. Se puede preparar un bloque de piedra artísticamente arreglado, en donde se grabe
la fecha en la que se inició la construcción, para colocarlo posteriormente en un lugar
visible en el santuario.
b. También se puede colaborar una placa que contenga la fecha y los datos del inicio
de la construcción, misma que se colocará posteriormente en un lugar adecuado del tempo.
DEDICACIÓN DEL TEMPLO
Siempre habrá razones suficientes para tener un excelente y bien programado culto de
dedicación. Es una ocasión solemne. Realmente mucho significa alcanzar la proeza de
dedicar un templo al servicio del Señor. Los afanes, las pruebas, las vicisitudes que
tuvieron que pasar el pastor, las familias, los feligreses, forman un cortejo de cosas nobles,
por las cuales ensalzar el nombre del Señor y tener un culto de esta naturaleza.
Además, el Señor dijo: Donde dos o tres se congregan en mi nombre, ahí estoy yo en medio
de ellos.
1. Citas bíblicas recomendables para esta ceremonia.: 1 Reyes 8:12-66; Salmos 24, 27,
84; Hechos 7:47-55; 1 Corintios 6:19,20;2 Corintios 4:5,6.
2. Modelo de programa:
a. Ténganse cantos especiales.
b. Dese oportunidad para testimonios, especialmente de aquéllos que contribuyeron
para el pago del loteo del edificio o la construcción, ya sea con dinero o mano de obra; no
se descuide tomar en cuenta a todos, invitándolos con anticipación.
c. Mensaje. Invítese anticipadamente a quien se desea predique la Palabra de Dios.
d. La oración de gratitud manifestada por la iglesia como el acto solemne de
dedicación, deberá ser dirigida por el pastor, o por algún ministro prominente o
representante del movimiento.
e. Se levantará un acta para el archivo de la iglesia, con todos los detalles de la
ceremonia.
f. El pastor o el director del programa agradecerán a la iglesia, especialmente a los que
contribuyeron para lograr este acto de dedicación para la gloria de Dios.
g. Despedida solemne.
3. Comuníquese a los obreros e iglesias hermanas este acontecimiento. Dese una
invitación especial a los Directivos del Distrito. Los ujieres que coloquen algún distintivo
acomoden la gente, y ayuden a recolectar la ofrenda.
XV AÑOS
En esta edad feliz, las jóvenes alientan muchos sueños e ilusiones. Los padres, si son
cristianos, con esta ceremonia tendrán una oportunidad de acercar a su hija a Cristo, cuando
ella no se ha entregado al Señor.
Si la jovencita es cristiana, con mayor razón hay un campo fértil1 que sembrar con un
mensaje ejemplar, enfatizando el hecho de que es una bendición conocer al Señor en esa
edad y tener padres que puedan halagar a su hija con esos cariños que para ella son una
delicia.
El fondo de la preparación de la fiesta, la edad, su hogar, sus padres, su corte, sus amigos y
familiares, será un marco sobresaliente a su acción de gracias, para convertir este momento
en un acto de consagración.
Si es cristiana la festejada, habrá lugar para renovar sus votos; si no lo fuera, será el feliz
momento de encauzarla para aceptar al Señor en esta etapa de su vida. Entrará a un mundo
distinto y comenzará a probar los problemas y sinsabores de la vida, y por ello más necesita
de un amigo y Salvador como Cristo.
Citas bíblicas recomendables. Salmos 90:12, 16, 17; Eclesiastés 11:9, 10; 12; 1 Timoteo
4:12-16; Tito 2:9.
1. Ceremonia: Procúrese preparar un arreglo especial, para la entrada o salida de la
festejada. Puede formarse una corte de l4 compañeras jóvenes o de 14 parejas. Se colocan
frente del predicador para que puedan escuchar la alocución todo el desarrollo del
programa.
2. Programa: Debe ser bonito, alegre y sencillo. Dese lugar para que la festejada haga
entrega de una ofrenda misionera. y si es posible que exprese sus sentimientos una vez que
se ha tenido el acto en el altar.
El mensaje de la Palabra deberá llevar grandes y profundas verdades espirituales, el cual
podrá ser expuesto por el pastor u otro ministro invitado. El pastor debe insistir en que todo
debe hacerse con espíritu cristiano, para que se distinga del espíritu y las fiestas mundanas,
y que los cristianos muestren que es posible tener sana alegría, con goces sencillos, sin ser
un reproche para la obra de Cristo.
En suma, el programa puede contener:
a. Invocación
b. Procesiona
c. Himnos especiales y cantos congregacionales
d. Poesías
e. Palabras de parte de los padres y la festejada
f. Mensaje
g. Al terminar el sermón o con algún canto especial pasará la festejada al altar, para
que el oficiante eleve una oración a Dios por ella. Deberá hacerse mucha solemnidad.
3. Conclusión: Algunos padres escogen un bonito volumen de la Biblia, que podrá ser
entregado después de la oración, por lo que habrá una oportunidad para decir algo sobre el
libro de Dios. El oficiante podrá seleccionar un texto bíblico para dedicarlo a la festejada.
Los invitados, amigos y familiares, podrán pasar a la felicitar a la festejada.
Bien puede salir con una marcha informalmente, o bien con el canto de la congregación,
después de haberse despedido con la bendición.
XXV Y L ANIVERSARIOS MATRIMONIALES
(Bodas de Plata y Oro)
1. Antecedentes.
Estas ceremonias son memorables ya que encierran toda una vida. Los cónyuges cuentan en
su haber con 25 o 50 años de vivir juntos en las mismas y diversas experiencias. Habrá
hijos, tal vez nietos, y es una hermosa oportunidad para estimular a todos mediante una
pequeña pincelada con oportunas referencias. El fin de todo esto será llevar una enseñanza
del evangelio, valiéndose de las experiencias y de las circunstancias de los celebrantes.
Tómese nota de que realmente no se casan otra vez. Se recuerda el casamiento en un
sagrado y sublime acto de agradecimiento.
Propiamente dicho, las ceremonias de aniversario son actos de acción de gracias. El
oficiante debe tomar nota previamente del número de hijos y de nietos, en qué fecha se
casaron, quién los casó, en qué lugar, y otros aspectos históricos y de interés. Citará algunas
experiencias, como anécdotas que podrían proporcionar los celebrantes. Exaltara las
virtudes reviviendo el pasado a fin de consolidar el presente.
2. Diversos aniversarios
Las indicaciones anteriores, pueden también servir de pauta para otros aniversarios, como
por ejemplo: de ministerio, de pastorado, de la organización, de la institución. El adorno y
programación siempre se dejarán al ingenio y gustos de los encargados del festejo. El
pastor podrá también dar sus indicaciones. Recuérdese que la plata es de color distintivo de
los 25 años, y el oro de los 50.
3. Programa
a. Invocación
b. Procesional. Con un himno o una marcha, se efectuará la entrada de los celebrantes
y de sus acompañantes.
c. Una breve reseña en relación con la familia o la institución, o al oficio según la
celebración.
d. Himnos especiales.
e. Poesía o algún arreglo para ser declamado por alguien
f. El mensaje deberá ser profundamente instructivo, por el pastor o algún ministro
invitado.
g. Téngase la acción de gracia en el altar, con toda la descendencia, haciendo un cerco
a los celebrantes.
4. Orden de la ceremonia:
El oficiante dirá las siguientes palabras a toda la congregación. Que estará en pie:
Muy amados hermanos en el Señor Jesucristo, nos hemos reunido aquí en la presencia de
Dios para ser testigos de este servicio de acción de gracias, que trae como ofrenda al altar a
nuestros queridos hermanos (nombres completos de los festejados) con toda su familia. por
el singular motivo de la celebración de (mencionará que celebración se efectúa). Se trata
nada menos que del dulce recuerdo de su unión, cuando el Señor les concediera hace
(mencionará el número de años) enlazarse en santo matrimonio, el cual es un estado
honorable instituido por Dios, cuando el hombre aún estaba en estado de inocencia, y que
nos prefigura la unión mística que existe entre Cristo y su iglesia. Además Cristo aprobó y
honró este santo estado con su presencia y con su primer milagro que hizo en las bodas de
Caná de Galilea, y San Pablo lo recomienda diciendo que es digno de honor entre todos,
por tanto no debe ser emprendido ni realizado inconsiderada o temerariamente, si no como
reverencia y discreción, peso, cordura, sobriedad y temor de Dios.
Puesto que nuestros hermanos vienen ahora agradecidos y alegres con la experiencia
preciosa de (cantidad de) años y felicidad de los vínculos indisolubles del matrimonio yo
les invito solemnemente, pueblo cristiano, a unirnos con ellos en esta santa y significativa
devoción.
Después de una pausa, el oficiante dirá a los esposos:
Les requiero y encargo queridos hermanos recordar que estamos en la presencia de Dios,
para conmemorar y celebrar con gratitud ante el Todopoderoso y en nombre de nuestra
santa iglesia, el contrato de matrimonio que en ustedes ya no es promesa, si no una preciosa
realidad. Sus rostros revelan aquello que hay en sus corazones. Para todo verdadero
cristiano, el matrimonio es un estado santo exclusivo e indisoluble. Imploremos pues la
gracia del Señor:
El oficiante hará una oración espontánea, alabando a Dios por su protección sobre el
matrimonio objeto de esta celebración. Invitará a la congregación a sentarse. El ministro
dirá a los esposos:
Han venido ante Dios, y ante mi como ministro de Jesucristo, reconociendo la importancia
de esta intervención y ordenación humana. Así pues yo los presento ante el Señor en
ofrenda de gratitud, exhortándolos a que en efecto con solicitud y rendición, en este acto
que es serio y solemne, por consiguiente, renueven y afirmen más profundamente los votos
que cuando se tomaron el uno al otro, para bien o para mal, para riqueza o pobreza, para
gozo o tristeza. pura salud o enfermedad, en todo lo que la vida da, y en todo lo que la vida
quita, sigan siendo verdaderos y fieles esposos hasta que la muerte los separe. Y siendo que
la palabra de Dios, escrita y citada hace (mencionar la cantidad de) años fue para ustedes
verdadera instrucción y luz en su camino, por eso, como corrientes de aguas vivas y como
herencia y horizonte a su descendencia, reciban nuevamente la brisa fresca de gracia con la
lectura de aquellas Santas Escrituras que dicen:
Maridos, amad a vuestras mujeres, así como Cristo amo a la iglesia. y se entregó asimismo
por ella. para santificarla. así también los maridos deben amar a sus mujeres, como a sus
mismos cuerpos. El que ama a su mujer, así mismo se ama. Por esto dejará el hombre a su
padre ya su madre, y se unirá a su mujer, y los dos serán una sola carne. Efesios 5:25-31.
Vosotros, maridos, igualmente, vivid con ellas sabiamente, dando honor a la mujer como a
vaso más frágil, y como a coherederas de la gracia de la vida, para que vuestras oraciones
no tengan estorbo. 1 Pedro 3:7.
Asimismo escuchen lo que dicen las Sagradas Escrituras a las esposas:
Las casadas estén sujetas a sus propios maridos, como al Señor; porque el marido es cabeza
de la mujer, así como Cristo es cabeza de la lglesia, la cual es su Cuerpo y él es su Salvador
Así que, como la lglesia está sujeta a Cristo, así también las casadas lo estén a sus maridos
en todo. Efesios 5:22-24.
Así mismo, mujeres, estad sujetas a vuestros maridos; para que también los que no creen a
la palabra, sean ganados Sin palabra por la conducta de sus esposas, considerando vuestra
conducta casta y respetuosa. 1 Pedro 3:1 y 2
Por lo demás, cada uno de vosotros ame también a su mujer como a si mismo; y la mujer
respete a su marido. Efesios 5:33.
Esta es la Palabra de Dios. Amén
Votos
Dirigiéndose a los esposos, el ministro hará las siguientes preguntas, las cuales deberán ser
contestadas afirmativamente por los esposos.
Estimados hermanos:
a. ¿Quieren renovar sus votos de amor y fidelidad en este día de la celebración de su
(número de años) aniversario matrimonial?
b. ¿Desean que sea esta acción de gracias un bello historial, un ejemplo a sus
generaciones y sobre todo una ratificación de sus vidas ofrendadas para la gloria de Dios?
¿Aceptan ofrendar sus vidas al Señor en gratitud por haberles concedido (número de años)
años de fidelidad formando este hermoso hogar?
Prendas:
En el caso de que los esposos hayan dispuesto entregarse de nuevo alguna prenda, el
ministro deberá estar enterado con anterioridad. De ser así, procederá a preguntar:
¿Qué prenda entregas a esta dama, tu esposa, en testimonio de tu gran amor?
a. Si es una Biblia, dirá el esposo repitiendo con el oficiante: Que la mejor herencia, el
libro único, el libro de Dios, sea el tesoro más grande de nuestra vida, como símbolo de
nuestro amor.
b. Si son anillos ambos dirán con el oficiante: Que estos anillos, círculos sin principio
ni fin, sean el símbolo puro de nuestro amor y experiencias de felicidad.
Los esposos se pondrán de rodillas, poniendo su mano derecha unidas sobre la Biblia, y el
oficiante sobre las de ellos para hacer una oración de su propia inspiración.
Al concluir la oración, y ya puestos de pie los esposos, el oficiante dirá:
Que a los que Dios unió, ningún hombre los separe. Que el Dios Todopoderoso, Padre, Hijo
y Espíritu Santo, les bendiga, conserve guarde. El Señor por su misericordia vuelva a
ustedes los ojos de su favor y los colme de su gracia y bendiciones espirituales, de tal
manera, que vivan en este mundo en su santo temor y gocen en el otro de la vida celestial.
Amén.
FUNERALES
1. RECOMENDACIONES
1.1 Regularmente este oficio puede realizarse en el templo en el hogar y en el panteón
1.2 Si fuere inconverso el difunto, debe evitarse herir la sensibilidad de los dolientes. Dios
es el que decide su destino y no el predicador. Evite también rebajar las demandas divinas
haciendo nacer esperanzas de salvación para los que mueren impenitentes.
1.3 Imite al Maestro, aprenda de su proceder ante los muertos y dolientes.
1.4 Según la revelación bíblica, quienes mueren en la infancia irán al cielo rescatados por la
sangre de Jesús. Marcos 10:13-16.
1.5 Del hombre de Dios es el único de quien se espera en estos trances algo que valga la
pena para propios y extraños. Logre la oportunidad como ministro de Cristo.
1.6 Los cantos, las palabras que se expresen, el sermón, el servicio fúnebre, se deja a
discreción y al buen tacto y sabiduría del ministro, para que él lo adapte a las
circunstancias.
1.7 Si el difunto es creyente, lea el panegírico (discurso en alabanza de la persona),
teniendo en cuenta su origen, su edad, su conversión, su madurez cristiana, su obra, su
ejemplo.
2. EN LA CASA O EN EL TEMPO
2.1. Invocación. El ministerio hará la siguiente oración:
Bendito sea el Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo, Padre de toda misericordia y Dios
de toda consolación, el cual nos consuela en todas nuestras tribulaciones Jehová dio, Jehová
quitó, sea el nombre de Jehová bendito.
Eleve la oración según el caso y el Señor le dirija.
2.2. Lectura bíblica e himnos especiales
Es propio cantar algunos que traigan luz, consuelo, esperanza, que muestren la grandeza del
auxilio de Cristo en casos semejantes.
2.3 Mensaje.
El sermón es la parte más importante de este oficio. Previamente hará una oración como
ésta:
Dios todopoderoso y Padre eterno. Sé con nosotros esta hora de dolor y tristeza, cuando
estamos agobiados en presencia de la muerte. Para nosotros es misterio, silencio, oscuridad;
para ti es todo luz. Ten pues paciencia con nuestros lamentos Padre y consuelan0s, eterno.
Tú, oh, Señor Jesús, que conociste el pesar del hombre por el hombre frente a la tumba de
Lázaro, levanta ahora para nosotros el velo y déjanos ver la realidad de la vida eterna y la
inmortalidad que tú sacaste a la luz. Tú que inclinaste tu cabeza sobre la cruz y pasaste bajo
la sombra de la muerte, ten piedad de nosotros.
Después del mensaje podrá hacer una oración según le dirija el Señor.
2.4 Himnos especiales
2.5 Conclusión: En esta ocasión, la oración del ministro recordará nuestra esperanza, y dará
gracias por la vida que terminó su jornada, por lo que hizo en el mundo. Pedirá por la
consolación de los deudos, recordando sus diversos motivos de pesar pero también de
consuelo.
3. EN EL CEMENTERIO
3.1 Los siguientes pasajes son apropiados para leerlos en el panteón: Deuteronomio 32:29;
Job 14:1, 2; 19:25, 26; Salmos 90:1-9; 103:15-18; Juan 5:25-29; 11:25; 2 Corintios 5:10;1
Tesalonicenses 4:13-18.
3.2 Al principiar a cubrir el ataúd, se ha acostumbrado el ministro eche unos puñados de
tierra y enseguida recite:
El hombre nacido de mujer, corto de días y harto de sinsabores; que sale como la flor y
luego es cortada y huye como la sombra y no permanece. Jehová dio y Jehová quitó sea
bendito el nombre de Jehová. El polvo se torna a la tierra como era y el espíritu se vuelve a
Dios que lo dio.
3.3 Una vez sepultado el cuerpo, el ministro dirá lo siguiente:
Por cuanto el Dios Todopoderoso, en su sabia providencia separo de este mundo el alma de
este hombre (mujer, niño, joven, según sea el caso), nosotros hemos encomendado el
cuerpo a la tierra. Tierra a la tierra, ceniza a la ceniza; polvo al polvo, en la esperanza
seguirá y cierta de la resurrección a la vida eterna de todos los que durmieron.
3.4 Se sugiere que el ministro haga esta oración:
Dios Omnipotente, nuestro Padre celestial, quien según los arcanos de su perfecta sabiduría
y' misericordia, has hecho que concluya para esta vida, el penoso viaje de su peregrinaje,
conceden0s que mientras prosigamos nuestra carrera terrestre en medio de los sufrimientos,
tentaciones y peligros de esta existencia, gocemos siempre del amparo de tu misericordia
infinita y que al fin lleguemos al puerto de la salud eterna, mediante Jesucristo nuestro
Señor: Amén.
3.5 El ministro podrá terminar sus funciones en este ser vicio regresando al hogar de los
dolientes, en el que hará una oración y se despedirá de la familia.
ORDENACIÓN DE LOS MINISTROS
I. Se procurará que los solicitantes hayan cumplido con los requisitos establecidos en
nuestra Constitución, según la clasificación correspondiente.
2. Citas bíblicas sugeridas: Hechos 14:23; 20:28; 1 Corintios 12:28-31; 1 Timoteo 3:1-7;
5:17-19; Tito 1:5-9; 1 Pedro 5:1-4
3. Se mencionará el nombre de cada uno de los obreros que se inician en el ministerio y los
ascendidos, siguiendo estas instrucciones:
Para los candidatos de plena ordenación se sugiere que se ubiquen en la plataforma.
Para los de las otras clasificaciones, que se les señale un lugar visible y específico para cada
una.
4. El oficiante hará el siguiente interrogatorio. Pidiendo que todos los participantes
extiendan su mano derecha hacia el púlpito y las Sagradas Escrituras, y contesten
afirmativamente en voz alta: Sí, lo prometo.
a) Creen y predicarán todo el consejo de Dios contenido en el Antiguo y Nuevo
Testamento?
h) Procuran una vida santa delante de Dios y de los hombres?
c)Procuraran gobernar bien su casa para que sean un buen ejemplo, digno delante de la
iglesia?
d)Están seguros de que el Señor les ha llamado para el santo ministerio?
e) Por amor a Dios y constreñidos por la devoción al Cristo del Calvario promoverán los
intereses del Evangelio para la gloria de su autor?
f) Están dispuestos a anunciar todo el consejo de Dios, no importando ni rango ni color?
g) Protestan celo y fidelidad para mantener las verdades del evangelio, la pureza y la paz de
la lglesia?
h) Saben que tienen la responsabilidad de ser santos delante de Dios y de los hombres,
siendo dechado del rebaño, en palabra y en acción, adornando así la vocación con la cual el
Señor los ha llamado?
i) ¿Reconocen que se les otorga un privilegio muy especial al pertenecer al ministerio de
este H. Concilio, con todas las facultades que la palabra de Dios designar la organización
aprueba, pudiendo ejercer el derecho de voz y voto en sus asambleas, pastorear sus iglesias,
predicar en sus pulpitos, ensenar en sus institutos, disfrutar de sus programas asistenciales,
desempeñar cargos directivos y gozar del apoyo y de la comunión de cientos de miles de
creyentes que integran nuestro Concilio Nacional?
j) ¿Creen fielmente toda la doctrina, principios y normas de El Concilio Nacional de las
Asambleas de Dios, como establece su Constitución eclesiástica?
Una vez terminadas las preguntas, el oficiante los exhortará con la siguiente frase:
El Señor les bendiga y haga realidad estas promesas.
2. Se procederá a la oración de consagración, de la siguiente manera:
a) Para los candidatos de plena ordenación: Estarán de rodillas en la plataforma, se
colocarán detrás de ellos oficiales del Concilio, del Distrito o ministros reconocidos, a fin
de que les impongan las manos y oren por ellos.
Se hará una oración individual de ordenación escuchada por la congregación.
b) Para los candidatos de las otras clasificaciones: Que oren de rodillas en el lugar que se
les señaló, y se hará una oración por cada clasificación, por ministros previamente
señalados por el oficiante.
3. Se entonará un himno apropiado, y a la vez el ministerio podrá pasar a felicitar a los
participantes en este acto de ordenación.
PROTESTA DE OFICIALES
PRELIMINARES
Siendo que nuestro sistema de gobierno es congregacional y representativo, y creyendo que
los elegidos por el voto del pueblo son también escogidos por Dios, es muy importante este
solemne acto de consagración y voto de fidelidad a las responsabilidades que por decisión
popular se les confiere.
Que haya una lectura seleccionada de la Biblia para dar énfasis a los mandamientos divinos
en relación con los oficios distintivos que representan las personas elegidas. También se
tendrán unas palabras especiales de parte del que preside, especialmente cuando seca el
Superintendente saliente. Cuando éste es reelecto, que sea un miembro del Presbiterio
Ejecutivo.
El oficiante debe hacer previamente arreglos de cómo serán colocadas al frente de la
congregación las personas que rindan la protesta, quiénes lo acompañarán y quiénes orarán
por los electos.
1. El oficiante tomará la siguiente protesta pidiendo que todos los participantes extiendan su
mano derecha hacia el púlpito y las Sagradas Escrituras, contestando con voz alta con la
expresión: Si, protesto.
a) ¿Aceptan el voto de este Concilio (Distrito o Convención) como un llamado de Dios a un
servicio más elevado?
b) ¿Procurarán con la gracia de Dios cumplir con los acuerdos de nuestra organización?
c) ¿Sin celo ni favor servirán a todo el ministerio que representan, con verdadera
honestidad?
d) ¿Ajustarán sus decisiones tomando el consejo de sus consiervos
e) ¿Prometen lealtad a los principios bíblicos y constitucionales, para mantener unida la
grey que representan e influir en su crecimiento y' progreso?
Una vez terminadas las preguntas, el oficiante los exhortará con la siguiente frase:
¡Que el Señor les dé gracia, para hacer realidad estas promesas! Si así lo hicieren, el Señor
les recompensará con abundancia, si no, que el mismo Señor se los demande.
2. Voto. Los hermanos que protestan repetirán con el oficiante:
Prometo solemnemente delante de Dios, de su grey y ministerio, desempeñar dignamente la
tarea que se me ha encomendado, al ungirme con su voto. Ofrezco también desempeñarla
con todo lo que soy o pueda ser; por la gracia de Dios
Prometo también depender del consejo de mis superiores de la dirección de las Santas
Escrituras y de la gracia que el Señor da a los siervos que escoge para un ministerio
elevado.
3. Se orará después del voto siguiendo las indicaciones que se hayan dado para el caso.
Después el ministerio pasará a felicitar a los participantes en este acto de toma de protesta.
NOTA FINAL
Así se hará también con los directivos de los Distritos, Sociedades y Departamentos,
siempre que haya elecciones para estos ministerios.
Se adaptará a las circunstancias y se intercalarán aspectos que le den una grata impresión,
sin descuidar las sugerencias aquí expresadas.
Que este acto sea bien planeado, que llene los objetivos de crear en los directivos
conciencia de sus grandes responsabilidades ante el pueblo que representan y ante Dios a
quien sirven para el oficio para el que han sido ungidos.