Apuntes Etica, 10
Apuntes Etica, 10
Apuntes Etica, 10
entendemos la impotencia de
la inteligencia para alcanzar la verdad que sea por las "razones" o sin
"razones" que se pretenda.
rechaza toda verdad absoluta y defiende que la verdad o la validez del juicio en el que la verdad se expresa
depende de diversas circunstancias.
Estas circunstancias pueden ser variadísimas dando origen a los diversos tipos de relativismo; en ellas
siempre se niega la validez objetiva y universal del conocimiento verdadero y cierto:
su origen está en el llamado principio de inmanencia que, comenzando con el giro antropológico
de Descartes, terminará con el subjetivismo kantiano que niega que podamos conocer la naturaleza y, por
tanto, no se puede apoyar en ella la fuerza de la moral. La moral subjetiva es una moral sin ser, sin fin, sin
Dios.
Hasta ahora lo moral era lo natural y lo antinatural era lo
inmoral. Ir "contra natura" era lo inmoral. Pues bien, ahora se pretende divorciar
la persona de la naturaleza. En esta reina la necesidad y se la declara
incognoscible. En cambio, la ética es la zona de la libertad: el yo-espíritu-
libertad-persona es radicalmente autónomo del cuerpo-naturaleza.
El relativismo moral se traduce para los enemigos y negadores de una moral enraizada en
principios y valores religiosos en la llamada actualmente ética laica o civil. Autores como Savater, Otaola o
Marina, etc., sostienen que solo una ética divorciada por completo de cualquier religión puede tener hoy validez
universal. Solo una ética civil o laica puede y debe informar las leyes de cualquier país. La religión es cuestión de
sentimientos íntimos. Solo la ética laica es universal y puede, en consecuencia, fundar la convivencia civil.
Autores como Otaola piensan que: "los sentimientos y creencias religiosas hacen en última instancia apelación
puramente subjetiva". La religión está bien para andar por casa, pero no es para andar por la calle. Debe
reservarse al ámbito personal y familiar.
1. No hay ordenamiento jurídico alguno que no responda a un modelo moral determinado. También la
inmoralidad encierra un determinado "modelo" moral.
2. En definitiva, lo inquietante no es la ciencia o la técnica en sí, sino la moral, o falta de moral, que tengan las
personas que las utilizan.
el Estado de Texas se negó a cambiar la sentencia de muerte contra Jesse, argumentando que el primer juicio
había sido formalmente correcto. La sentencia fue recurrida ante el Tribunal Supremo, pero, a pesar de la
evidencia del caso, la mayoría de los magistrados -seis contra tres- votaron a favor de la sentencia. Pocas
horas después una inyección letal terminaba con la vida de Jesse.
Un articulista refiere las conclusiones de un congreso de profesores europeos sobre el tema que recoge el título
de este trabajo, y comenta las conclusiones obtenidas, algunas de ellas muy interesantes, en torno de la
"neutralidad" moral del ordenamiento jurídico.
un nutrido grupo de profesores europeos, de especialidad y confesión religiosa diversa, se reunían junto al
lago de Gazzada para contrastar experiencias y opiniones sobre: "Derecho, moral y consenso social". Cuatro
sesiones permitieron pasar revista a la situación en diversos ámbitos: italiano, francés, germano y español.
La primera coincidencia resalta que no hay ordenamiento jurídico alguno que no responda a un modelo moral
determinado.
La afirmación, habitual entre nosotros, "nadie debe imponer a otro sus propias convicciones", oculta una
realidad elemental: el derecho acaba siempre imponiendo a buena parte de los ciudadanos exigencias contrarias
a sus convicciones morales: a los pacifistas, gastos de defensa; a los judíos, vacación dominical...
una segunda coincidencia elemental: el consenso social excluye la marginación de cualquier categoría de
ciudadanos. Este rechazo de cualquier discriminación (por razón de sexo, raza, religión...) está recogido de
manera explícita en muchas constituciones
La afirmación "todo ordenamiento jurídico encierra siempre un modelo moral", encuentra como complemento
esta otra: "todos los ciudadanos de una sociedad pluralista son creyentes"; como consecuencia, resultaría
discriminatorio obligar de salida a unos a poner entre paréntesis sus convicciones, permitiendo a otros dar
rienda suelta a las suyas.
lk
Nuestra sociedad está enferma del "me parece bien". No hay certezas, solo opiniones. Si estamos seguros,
seguros, estamos equivocados, equivocados. Es bueno lo que me parece bien y malo lo que no me parece malo.
El "yo" y el "me" son los nuevos baluartes de la ética. Si afirmas algo con la seguridad de estar en lo cierto,
seguro que te califican de dogmático, intolerante e insufrible, incapaz de convivir con civilizados. Esto,
técnicamente, es lo que se llama relativismo ético, sistema que consiste en aplicar a la verdad aquello de que:
"nada es verdad ni mentira, todo es según el color del cristal con que se mire". Es decir, en este mundo no hay
certezas, ni verdades, sino opiniones, las tuyas y las mías y las del otro.