Hipoglicemiantes
Hipoglicemiantes
Hipoglicemiantes
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La diabetes puede ser causada por muy poca producción de insulina (una hormona producida
por el páncreas para controlar el azúcar sanguíneo), resistencia a la insulina o ambas.
Las personas con diabetes presentan nivel alto de azúcar en la sangre, debido a que su
páncreas no produce suficiente insulina o a que sus músculos, grasa y células hepáticas no
responden de manera normal a la insulina, o ambos.
Los niveles altos de glucosa en la sangre pueden causar diversos problemas incluyendo
necesidad de micción frecuente, sed excesiva, hambre, fatiga, pérdida de peso y visión
borrosa. Sin embargo, debido a que la diabetes tipo 2 se desarrolla lentamente, algunas
personas con niveles altos de azúcar en la sangre son completamente asintomáticas.
Aumento de la sed
Aumento de la micción
Pérdida de peso a pesar de un aumento del apetito
Fatiga
Náuseas
Vómitos
Aumento de la sed
Aumento de la micción
Aumento del apetito
Fatiga
Visión borrosa
Infecciones que sanan lentamente
Impotencia en los hombres
Se le debe preguntar igualmente al médico la frecuencia con la que uno se debe hacer revisar
los niveles de hemoglobina A1c (HbA1c), una medida del promedio de glucosa en la sangre
durante los 2 a 3 meses anteriores. Ésta es una forma muy útil de determinar qué tan bien está
funcionando el tratamiento.
El examen de cetonas, que se hace utilizando una muestra de orina, es otro examen que se
utiliza en la diabetes tipo 1. Las cetonas son producidas por la descomposición de la grasa y el
músculo, y son dañinas en altos niveles. Los niveles altos de cetonas en la sangre pueden
ocasionar una afección grave llamada cetoacidosis. Los exámenes de cetonas generalmente
se realizan en los siguientes momentos:
Cuando el azúcar en la sangre es superior a 240 mg/dL
Durante una enfermedad aguda (por ejemplo, neumonía, ataque cardíaco, accidente
cerebrovascular)
Cuando se presentan náuseas o vómitos
Durante el embarazo
No existe cura para la diabetes. El tratamiento consiste en medicamentos, dieta y ejercicio para
controlar el nivel de azúcar en la sangre, al igual que prevenir los síntomas y sus
complicaciones.
Después de aprender las bases sobre el cuidado de la diabetes, se debe aprender la manera
como esta enfermedad puede ocasionar problemas de salud a largo plazo y la mejor manera
de prevenirlos. Las personas con diabetes necesitan revisar y actualizar su conocimiento, ya
que constantemente se están desarrollando nuevas investigaciones y mejores maneras de
tratar la enfermedad.
AUTOEXÁMENES:
Si una persona tiene diabetes, el médico puede pedirle que verifique regularmente los niveles
de azúcar en la sangre en su casa. Existen muchos dispositivos disponibles, los cuales utilizan
únicamente una gota de sangre. El automonitoreo le informa al paciente qué tan bien están
funcionado la dieta, el ejercicio y los medicamentos juntos para controlar la diabetes y le puede
ayudar al médico a prevenir complicaciones.
DIETA
El diabético debe trabajar estrechamente con su médico para aprender cuántas grasas,
proteínas y carbohidratos necesita para su dieta. Un dietista certificado puede ser muy útil en la
planificación de estas necesidades en la dieta.
Las personas con diabetes tipo 1 deben comer más o menos a la misma hora todos los días y
tratar de ser coherentes con el tipo de alimentos que eligen. Esto ayuda a prevenir que los
niveles de azúcar se eleven o bajen demasiado. Entre tanto, las personas con diabetes tipo 2
deben seguir una dieta bien balanceada y baja en grasas.
CÓMO TOMAR LOS MEDICAMENTOS
Los medicamentos para tratar la diabetes incluyen la insulina y las píldoras para reducir los
niveles de glucosa, denominados hipoglicémicos orales.
Las personas con diabetes tipo 1 no pueden producir su propia insulina, por lo que necesitan
inyecciones de insulina todos los días. La insulina no viene en forma de píldoras; se suministra
mediante inyecciones que, por lo general, se requieren de una a cuatro veces por día. Algunas
personas usan una bomba de insulina que se lleva permanentemente y libera un flujo estable
de insulina durante todo el día. Otras personas pueden hacer uso de un nuevo tipo de insulina
que se inhala.
A las personas que necesitan insulina, los médicos y los educadores en diabetes les enseñan a
autoinyectarse.
Medicamentos que incrementan la producción de insulina por parte del páncreas, entre
los cuales se encuentran: glimepirida, glipizida, gliburida, repaglinida, nateglinida y
sitagliptina.
Medicamentos que incrementan la sensibilidad a la insulina, entre los cuales están:
metformina, rosiglitazona y pioglitazona.
Medicamentos que retardan la absorción de la glucosa por parte del intestino, entre los
cuales están la acarbosa and miglitol.
Existen algunos medicamentos inyectables utilizados para bajar los niveles de azúcar en la
sangre, entre los cuales están: exenatida y pramlintida.
La mayoría de los diabéticos tipo 2 requerirá más de un medicamento para un buen control del
azúcar en la sangre en los tres primeros años de comenzar el primer medicamento. Se pueden
combinar diferentes grupos de medicamentos o utilizarlos con insulina.
A veces, las personas con diabetes tipo 2 ya no necesitan medicamentos si pierden peso y
aumentan su actividad, debido a que cuando alcanzan su peso ideal, su propia insulina y una
dieta cuidadosa pueden controlar sus niveles de glucosa sanguínea.
ACTIVIDAD FÍSICA
El ejercicio regular es particularmente importante para las personas diabéticas, porque ayuda a
controlar la cantidad de azúcar en la sangre, a perder peso y controlar la hipertensión arterial.
Los diabéticos que hacen ejercicio tienen menos probabilidades de experimentar un ataque
cardíaco o un accidente cerebrovascular que los que no lo hacen regularmente. Antes de iniciar
un programa de ejercicios, el diabético debe ser evaluado por un médico.
Algunas consideraciones acerca del ejercicio son:
Escoger una actividad física que el paciente pueda disfrutar y que sea apropiada para
su nivel de salud actual
Ejercitarse en lo posible todos los días y a la misma hora
Verificar los niveles de glucosa en sangre antes y después del ejercicio
Llevar alimentos que contengan un carbohidrato de acción rápida en caso de que el
paciente se ponga hipoglicémico durante o después del ejercicio
Portar una tarjeta de identificación como diabético y un teléfono celular o monedas para
hacer una llamada en caso de emergencia
Beber líquidos adicionales que no contengan azúcar antes, durante y después del
ejercicio
Los cambios en la intensidad y duración del ejercicio pueden exigir modificaciones en la dieta o
en los medicamentos para evitar que los niveles de glucosa en sangre bajen o suban
demasiado.
Las personas con diabetes están en riesgo de sufrir lesiones en los pies debido a la
probabilidad de daño a los vasos sanguíneos y a los nervios, y a la disminución de la capacidad
para combatir la enfermedad. Los problemas con el flujo sanguíneo y el daño a los nervios
pueden hacer que no se perciba una lesión en los pies hasta cuando se desarrolle infección.
Asimismo, puede presentarse muerte de la piel y otro tejido.
Si no se trata, es posible que sea necesario amputar el pie afectado. De hecho, la diabetes es
la enfermedad que más comúnmente lleva a amputaciones.
Para prevenir las lesiones en los pies, los diabéticos deben adoptar una rutina diaria de revisión
y cuidado de los pies, de la siguiente manera:
Revisarse los pies cada día e informar de cualquier úlcera, cambio o signo de infección.
Lavarse los pies todos los días con agua tibia y un jabón suave, y luego secarlos muy
bien.
Suavizar la piel seca con una loción o con vaselina.
Protegerse los pies con zapatos cómodos, que ajusten bien.
Ejercitarse a diario para promover una buena circulación.
Visitar a un podiatra para que identifique problemas en los pies o para que extirpe
callos o clavos en los mismos.
Quitarse los zapatos y las medias durante la visita al médico y recordarle que los
examine.
Dejar de fumar, pues el consumo de tabaco empeora el flujo de sangre a los pies.
Con un buen control de la glucosa sanguínea y la presión arterial, se pueden prevenir muchas
de las complicaciones de la diabetes.
Los estudios han mostrado que un estricto control del azúcar en la sangre y de los niveles de
presión arterial en personas con diabetes ayuda a reducir el riesgo de nefropatía, enfermedad
ocular, neuropatía, ataque cardíaco y accidente cerebrovascular.
Complicaciones Volver al comienzo
Retinopatía diabética
Nefropatía diabética
Neuropatía diabética
Enfermedad vascular periférica
Hiperlipidemia, hipertensión, ateroesclerosis y enfermedad coronaria
Se debe ir a la sala de emergencias o llamar al número de emergencia local (el 911 en los
Estados Unidos) si se presentan los síntomas de una cetoacidosis:
Se debe llamar al número de emergencias local (como el 911 en los Estados Unidos) o
trasladarse a la sala de emergencias si se presentan síntomas de niveles extremadamente
bajos de azúcar en la sangre ( coma hipoglicémico o reacción severa a la insulina):
Debilidad
Somnolencia
Dolor de cabeza
Confusión
Mareos
Visión doble
Falta de coordinación
Convulsiones o pérdida del conocimiento
Mantener un peso corporal ideal y un estilo de vida activo pueden prevenir el inicio de la
diabetes tipo 2. Actualmente, no hay forma de prevenir la diabetes tipo 1.
[editar] Clasificación
Se clasifica (según el Comité de expertos de la ADA,1997) en 4 tipos:
[editar] Diagnóstico
Se basa en la medición única o continua (hasta 2 veces) de la concentración de
glucosa en plasma. La Organización Mundial de la Salud(OMS) estableció los
siguiente criterios en 1999 para establecer con precisión el diagnóstico:
Ó
Medición de glucosa en plasma en ayunas mayor o igual a 126mg/dl
(7.0mmol/L). Ayuno se define como no haber ingerido alimentos en al menos 8
horas.
Ó
La prueba de toleracia a la glucosa oral (curva de toleracia a la glucosa). La
medición en plasma se hace dos horas posteriores a la ingesta de 75g de glucosa
en 30ml de agua; la prueba es positiva con cifras mayores o iguales a 200mg/dl.
[editar] Tratamiento
Tanto en la diabetes tipo 1 como en la tipo 2, como en la gestacional, el
objetivo del tratamiento es restaurar los niveles glucémicos normales, entre 70
y 105 mg/dl. En la diabetes tipo 1 y en la diabetes gestacional se aplica un
tratamiento sustitutivo de insulina o análogos de la insulina. En la diabetes tipo
2 puede aplicarse un tratamiento sustitutivo de insulina o análogos, o bien, un
tratamiento con antidiabéticos orales.
[editar] Causas
En un principio se pensaba que el factor que predisponía para la enfermedad
era un consumo alto de hidratos de carbono de rápida absorción. Después se
vio que no había un aumento de las probabilidades de contraer diabetes
mellitus en relación con los hidratos de carbono de asimilación lenta.
Actualmente se piensa que los factores más importantes en la aparición de una
diabetes tipo 2 son, además de unas posibles resistencia a la insulina e
intolerancia a la glucosa, el exceso de peso y la falta de ejercicio. Para la
diabetes tipo 1 priman, fundamentalmente, la herencia genética, o bien, alguna
patología que influya en el funcionamiento del páncreas (diabetes tipo 1
fulminante).
La actividad física mejora la administración de las reservas de azúcares del
cuerpo y actúa de reguladora de las glucemias. Las reservas de Glucógeno
aumentan y se dosifican mejor cuando el cuerpo está en forma, ya que las
grasas se queman con más facilidad, reservando más los hidratos de carbono
para esfuerzo intensos o en caso de que la actividad sea muy larga que las
reservas aguanten más tiempo.
Hiperglucemia: Elevación del nivel de glucosa en sangre por encima de los 110
mg/dL en ayunas o 180 mg/dL en valor postpandrial. Suele ser consecuencia de
error en la dosificación de insulina, exceso de hidratos de carbono en la comida
(que también podría considerarse error en la dosificación de insulina), o por
tomar medicamentos que elevan el nivel de glucosa en sangre, tales como los
anticonceptivos orales o los corticoides.
Véase también:
Coma diabético
Índice glucémico
Canela
[editar] Laboratorios
Es importante saber como paciente, y como médico también, el hecho de que
existen exámenes de laboratorio que de alguna manera pueden monitorizar los
órganos afectados en la diabetes mellitus. Además de un examen médico
adecuado, el laboratorio brinda actualmente exámenes que nos determinan,
control del nivel de glucosa, función renal, dislipidemia, etc. Es importante
tomarlos en cuenta y enseguida menciono alguno de ellos que su rutina en
cada paciente con diabetes mellitus. 2005 Clinical Practice
Recommendations.
[editar] Bibliografía
1. "World Health Organisation, Department of Noncommunicable Disease
Surveillance. Definition, Diagnosis and Classification of Diabetes Mellitus and
its Complications." Geneva: WHO; 1999. Disponible en PDF
DIABETES Y EMBARAZO
DESCRIPCIÓN DETECCIÓN SEGUIMIEN
PROBLEMAS VER CONSULTAR
DESCRIPCIÓN
Abortos inexplicados.
Recién nacidos grandes para la edad gestacional.
Malformaciones en el recién nacido.
Algunos datos con menor importancia son: multiparidad, toxemia del embarazo
recurrente y partos prematuros repetidos.
Los casos sospechosos de DMG deberían ser vistos cada 15 días por el
endocrinólogo, trabajando juntos éste y el obstetra. Se deben tomar las
medidas prenatales habituales. Se debe hacer especial énfasis en el control de
peso.
Las pacientes que tienen una prueba de tolerancia negativa a las 37-38
semanas se consideran normales.
SEGUIMIENTO DE LA DMG
PROBLEMAS MATERNOS
Hipoglucemia
Cetoacidosis diabética
PROBLEMAS FETALES
Malformaciones
Hipoglucemia
Hiperbilirrubinemia
Puede aparecer asociada a un parto prematuro.
LA ENFERMEDAD RENAL EN LA
DIABETES MELLITUS
INFECCIONES NEFROPATÍA VER CO
INFECCIONES URINARIAS
Las infecciones urinarias se dan con más frecuencia en los diabéticos que en la
población general. Esta disparidad es más aparente que real, debido, en cierto
modo, a la frecuencia con que se realizan análisis de orina los diabéticos. Las
infecciones son a menudo graves.
NEFROPATÍA DIABÉTICA
Hemodiálisis
Trasplante
Los pacientes más adecuados para el trasplante son los menores de 40 años
con buena visión y con neuropatía, enfermedad coronaria y enfermedad
vascular periférica leves
La Diabetes
La Diabetes Gestacional
Aun cuando las causas de la diabetes gestacional son desconocidas, existen algunas
teorías del porqué la condición ocurre.
Un factor de riesgo es
cualquier cosa que pueda
¿Cuáles son los factores de riesgo asociados con la aumentar las
diabetes gestacional? probabilidades de una
persona de desarrollar una
Aun cuando cualquier mujer puede desarrollar diabetes enfermedad. Puede ser una
gestacional durante el embarazo, algunos de los factores actividad como fumar, la
que pueden aumentar sus riesgos son los siguientes: dieta, su historia familiar o
muchas otras cosas.
Distintas enfermedades,
Obesidad. incluyendo los cánceres,
tienen factores de riesgo
Antecedentes de diabetes en la familia. diferentes.
Los bebés de las madres con diabetes gestacional son vulnerables a varios
desequilibrios químicos, como los niveles bajos del suero de calcio y del de magnesio,
pero en general, los dos problemas mayores con la diabetes gestacional son: la
macrosomia y la hipoglucemia.
La macrosomia
La macrosomia hace referencia a un bebé que es considerablemente más grande
de lo normal. Todos los nutrientes que el feto recibe vienen directamente de la
sangre de la madre. Si la sangre de la madre tiene demasiada glucosa, el
páncreas del feto percibe los niveles altos de glucosa y produce más insulina en
un esfuerzo por usar esa glucosa. El feto convierte el excedente de glucosa en
grasa. Aun cuando la madre tiene diabetes gestacional, el feto puede producir
toda la insulina que necesita. La combinación de los niveles altos de glucosa de
la madre y de los niveles altos de insulina en el feto da como resultado la
formación de grandes depósitos de grasa, lo cual causa el crecimiento excesivo
del feto.
La hipoglucemia
La hipoglucemia se refiere a la presencia de bajos niveles de azúcar en la sangre
del bebé inmediatamente después del parto. Este problema se produce si los
niveles del azúcar en la sangre de la madre han sido sistemáticamente altos,
causándole al feto un nivel alto de insulina en la circulación. Después del parto,
el bebé continúa teniendo un nivel alto de insulina, pero ya no tiene el nivel alto
de azúcar proveniente de su madre: el resultado es que los niveles de azúcar en
la sangre del recién nacido sean muy bajos. Los niveles de azúcar en la sangre
del bebé se revisan después del nacimiento, y si los niveles son muy bajos,
puede ser necesario administrarle glucosa por vía intravenosa.
Se recomienda que todas las mujeres embarazadas se hagan pruebas para la detección de la
diabetes gestacional durante las semanas 24 a la 28 de su embarazo. Los síntomas suelen ser
leves y no atentan contra la vida de la mujer embarazada.
Sin embargo, el incremento en los niveles de glucosa (azúcar en la sangre) maternos está
asociado con un incremento en la tasa de complicaciones en el bebé, incluyendo gran tamaño
al nacer, trauma natal, hipoglicemia (azúcar bajo en la sangre) e ictericia. Pocas veces, el feto
muere dentro del útero hacia el final del embarazo.
Aumento de la sed
Incremento de la micción
Pérdida de peso, a pesar de un aumento del apetito
Fatiga
Náuseas y vómitos
Infecciones frecuentes, incluyendo las de vejiga, vagina y piel
Visión borrosa
Las metas del tratamiento son mantener los niveles de glucosa en la sangre dentro de los
límites normales durante el embarazo y asegurar el bienestar del feto.
Se debe realizar una observación muy de cerca del feto y de la madre a lo largo de todo el
embarazo. El automonitoreo de los niveles de glucosa en la sangre le permite a la mujer
participar en su cuidado. La observación para evaluar el tamaño y bienestar fetales pueden
incluir exámenes de ultrasonido y cardiotocografía en reposo.
El médico puede observar el patrón de latidos del bebé en relación con los movimientos y
determinar si el bebé está bien. El médico busca tres aceleraciones de 15 latidos por minuto
por encima de la frecuencia cardíaca normal del bebé, que ocurren dentro de un período de 20
minutos.
El manejo dietético suministra las calorías y nutrientes adecuados y necesarios para el
embarazo y controla los niveles de glucosa en la sangre. Las pacientes deben recibir
asesoramiento nutricional por parte de un nutricionista profesional (ver dieta para diabéticos ).
Si la dieta no controla los niveles de glucosa en la sangre y no logra mantenerlos dentro del
rango recomendado, se debe iniciar una terapia con insulina. El automonitoreo de la glucosa en
sangre es necesario para que el tratamiento con insulina sea efectivo.
Hay un leve incremento del riesgo de muerte fetal y neonatal cuando la madre padece diabetes
gestacional, pero este riesgo disminuye con un tratamiento efectivo y la vigilancia de la madre y
el feto. Los altos niveles de glucosa en sangre suelen volver a lo normal luego del parto. Sin
embargo, las mujeres con diabetes gestacional deben someterse a chequeos minuciosos
después del parto a intervalos regulares para detectar la diabetes de una manera temprana.
Hasta un 40% de las mujeres con diabetes gestacional desarrollan una diabetes completa
dentro de 5 a 10 años después del parto y el riesgo puede incrementar en las mujeres obesas.
Se debe buscar asistencia médica, si una mujer está embarazada y desarrolla síntomas de
intolerancia a la glucosa.
El conocimiento de los factores de riesgo y los exámenes de tamizaje prenatal entre las
semanas 24 y 28 del embarazo llevan a una detección temprana de la diabetes gestacional.
La diabetes es un trastorno que hace que la concentración de azúcar en la sangre sea demasiado
alta. Tiene lugar cuando el organismo no produce suficiente insulina o cuando no puede utilizarla
como corresponde. La insulina es una hormona elaborada por el páncreas que permite al
organismo convertir el azúcar de la sangre en energía o almacenarla como grasa.
Cuando la diabetes no se trata debidamente, la concentración elevada de azúcar en la sangre
puede provocar daños a varios órganos, como los vasos sanguíneos, los nervios, los ojos y los
riñones. Algunos diabéticos necesitan inyectarse insulina diariamente para evitar estas
complicaciones. Aproximadamente una de cada 100 mujeres en edad fértil padece diabetes antes
del embarazo (diabetes preexistente). 1
De un tres a un siete por ciento adicional desarrolla diabetes durante el embarazo (diabetes
gestacional).2 La mayoría de estas mujeres puede estar segura de que tendrá un bebé sano ya
que, si bien la diabetes conlleva algunos riesgos durante el embarazo, los avances en la atención
médica hacen posible reducirlos considerablemente.
Defectos congénitos. Las mujeres con diabetes preexistente que no han controlado su
enfermedad debidamente durante las primeras semanas del embarazo tienen de tres a
cuatro veces más probabilidades de tener un hijo con un defecto congénito grave, como
defectos cardíacos, defectos del tubo neural y defectos congénitos cerebrales o de la
médula espinal.1
Al igual que en la diabetes preexistente, la diabetes gestacional mal controlada aumenta el riesgo
de macrosomía, nacimiento sin vida y complicaciones en el neonato, así como el riesgo de
obesidad y diabetes después de la adolescencia. 5,6
Preeclampsia. Este trastorno se caracteriza por una alta presión arterial y la presencia de
proteínas en la orina. En casos graves puede causar convulsiones y otros problemas en la
madre, así como el desarrollo insuficiente y el nacimiento prematuro del bebé.
No obstante, incluso las mujeres que no tienen ningún factor de riesgo pueden desarrollar
diabetes gestacional. Por esta razón, los médicos suelen realizar a las mujeres embarazadas una
prueba de detección precoz. Según la Asociación de Diabetes de los EE.UU. (American Diabetes
Association, ADA), las mujeres de menos de 25 años de edad que no tienen otros factores de
riesgo de diabetes no requieren pruebas ya que tienen un riesgo muy bajo de padecerla. 8
La prueba consiste en extraer una muestra de sangre una hora después de ingerir una bebida que
contiene 50 gramos de glucosa (una forma de azúcar). La muestra se envía al laboratorio para
medir los niveles de glucosa que contiene.
Las mujeres con concentraciones elevadas de glucosa en la sangre deben someterse a una prueba
similar pero de mayor duración conocida como prueba de tolerancia a la glucosa, para la cual
deben extraerse muestras de sangre una, dos y tres horas después de ingerir 100 gramos de
glucosa. Una vez diagnosticada la diabetes gestacional, la mayoría de las mujeres puede controlar
la concentración de azúcar en su sangre mediante una dieta adecuada y ejercicio.
La cantidad de calorías que debe consumir una mujer diabética embarazada y la proporción de
comidas de los diversos grupos alimenticios (cereales, carne y legumbres, productos lácteos,
frutas y verduras) dependerán de muchos factores, como el peso, la etapa del embarazo y el
grado de desarrollo del bebé. El médico y el dietista se basarán en estos factores, y en las
preferencias alimenticias de la mujer, para elaborar una dieta adecuada. Por lo general, las
calorías diarias se distribuyen entre tres comidas principales y tres refrigerios, incluido uno antes
de ir a dormir.
En el caso de mujeres con diabetes preexistente, lo más probable es que el dietista recomiende
una dieta consistente en 20 por ciento de calorías derivadas de carne y legumbres (como carnes
magras, aves, pescado, legumbres, huevos y frutas secas), aproximadamente un 30 a un 40 por
ciento de calorías derivadas de grasas no saturadas (derivadas principalmente de plantas y
verduras) y un 40 a un 50 por ciento de calorías derivadas principalmente de carbohidratos
complejos (lo que incluye granos como pan integral, cereales, pasta, arroz, así como frutas y
verduras).1 Los dulces deben evitarse por completo. A las mujeres con diabetes gestacional se les
puede recomendar una dieta similar.
Algunas mujeres con diabetes preexistente utilizan medicamentos orales para controlar la
concentración de azúcar en su sangre. En la mayoría de los casos, estas mujeres deben dejar
estos medicamentos y comenzar a inyectarse insulina cuando están intentando concebir y durante
el embarazo.
Los especialistas están estudiando la seguridad y eficacia de los medicamentos orales para la
diabetes durante el embarazo, pero hasta que no se obtenga más información, suele
recomendarse el tratamiento con insulina. Algunas mujeres con diabetes gestacional no logran
controlar la concentración de azúcar en su sangre mediante una dieta adecuada y ejercicio. Estas
mujeres son tratadas con insulina o con un medicamento oral para la diabetes (gliburida) durante
el resto del embarazo. Estudios recientes sugieren que la gliburida es segura y tan eficaz como la
insulina para controlar la concentración de azúcar en la sangre en mujeres con diabetes
gestacional.9,10 (Dado que las mujeres que participaron en estos estudios recibieron el
medicamento después del primer trimestre, no se ha podido comprobar si el tratamiento es
seguro en los primeros meses del embarazo.)
El médico también puede recomendar un análisis de orina en casa para medir la concentración de
cetonas, ácidos débiles que se producen cuando la mujer embarazada no consume suficientes
calorías y el organismo quema grasas en lugar de azúcar de la sangre para obtener energía. La
presencia de una cantidad moderada a alta de cetonas en la orina puede indicar una diabetes mal
controlada y la presencia de cetoacidosis, una complicación que puede provocar la muerte del feto
si no se trata a tiempo. Los síntomas de cetoacidosis en la mujer pueden incluir náuseas, vómitos,
aliento con olor a fruta, problemas para respirar, confusión mental y, si no se la trata
debidamente, coma e incluso la muerte.
Ultrasonido. Esta prueba puede realizarse más de una vez para comprobar que el feto
esté creciendo normalmente. Si el bebé alcanza un peso de 9 libras con 14 onzas (4.5 kg)
o más, es probable que el médico recomiende un parto por cesárea cuando llegue a
término.1
Prueba sin estrés. Este procedimiento controla la frecuencia cardíaca del bebé. Puede
repetirse semanalmente o con más frecuencia.
Perfil biofísico. Esta prueba combina la prueba de no estrés con un ultrasonido. También
puede repetirse semanalmente o con más frecuencia.
Recuento de movimiento fetal. Todos los días la mujer embarazada registra el número de
patadas que siente durante una o dos horas. En la mayoría de los casos, estas pruebas
demuestran que el embarazo evoluciona normalmente. Si bien es más probable que una
mujer diabética tenga que dar a luz mediante una intervención cesárea, la mayoría lo
hace a través de un parto vaginal normal.
Las mujeres con diabetes gestacional pueden reducir su riesgo comenzando un programa de
pérdida de peso y de ejercicio después del parto. Estas mujeres están expuestas además a una
probabilidad de dos en tres de padecer diabetes gestacional en otro embarazo posterior. 11 Un
programa de pérdida de peso y de ejercicio después del parto también puede reducir este riesgo
en este caso.
¿Qué puede hacer una mujer diabética antes del embarazo para reducir los riesgos para
su bebé?
Las mujeres que tienen diabetes preexistente o que han tenido diabetes gestacional deben
consultar a su médico antes de quedar embarazadas. Los cuidados previos a la concepción pueden
ayudar a la mujer a controlar la concentración de azúcar en su sangre antes del embarazo. Esto es
importante, ya que los defectos congénitos más graves asociados con la diabetes se originan en
las primeras semanas de embarazo, cuando la mujer posiblemente aún no sabe que está
embarazada.
En una consulta previa a la concepción, las mujeres con sobrepeso deben evaluar con su médico la
manera más adecuada de alcanzar un peso sano antes de quedar embarazadas. Las mujeres con
sobrepeso u obesas corren un riesgo mayor de tener diabetes gestacional y otras complicaciones
durante el embarazo, como hipertensión, parto prematuro, nacimiento sin vida y un bebé con
ciertos defectos congénitos.12
Las mujeres que ya han tenido diabetes gestacional pueden reducir su riesgo en otro embarazo
alcanzando un peso sano antes de quedar embarazadas. (Durante el embarazo, las mujeres
obesas o con sobrepeso deben determinar con su médico qué peso deben alcanzar; por lo general,
las mujeres con sobrepeso deben aumentar de 15 a 25 libras (7 a 11 kg) y las mujeres obesas 15
libras o 7 kg.)12
Cuando una mujer con diabetes preexistente se propone quedar embarazada, los médicos suelen
recomendar un análisis de sangre mensual o cada dos meses para medir la hemoglobina glicada
(sustancia que se forma cuando la glucosa en la sangre se adhiere a la proteína de los glóbulos
rojos). Este análisis demuestra el grado de eficacia con que se ha controlado la concentración de
azúcar en la sangre durante los últimos dos o tres meses y sirve para determinar el momento más
seguro para intentar quedar embarazada. Este análisis también puede utilizarse para realizar un
control de la concentración de azúcar en la sangre durante el embarazo.
En algunos casos, el médico puede recomendar a las mujeres con diabetes gestacional que se
realicen un análisis de azúcar en sangre para determinar si la concentración de azúcar ha vuelto a
su valor normal o si han desarrollado diabetes.
Como parte de una dieta sana, se recomienda a todas las mujeres tomar un complejo
multivitamínico que contenga 400 microgramos de la vitamina B conocida como ácido fólico a
partir de al menos un mes antes del embarazo para evitar los defectos del tubo neural. Las
mujeres con diabetes preexistente están expuestas a un riesgo mayor de tener un bebé con este
tipo de defectos, por lo que es fundamental en su caso tomar ácido fólico.
En algunos casos, el médico puede recomendar dosis más grandes.1 Se ha comprobado que las
dosis diarias de 4,000 microgramos son eficaces para reducir el riesgo de tener otro bebé con un
defecto del tubo neural en mujeres que ya han tenido un bebé afectado.
En una consulta previa a la concepción, el médico puede recomendar a las mujeres con diabetes
pregestacional que toman medicamentos orales para la diabetes que los cambien por insulina.
2. Greene, M.F. y Solomon, C.G. Gestational Diabetes Mellitus – Time to Treat. New England Journal of
Medicine, volumen 352, número 24, 16 de junio de 2005, págs. 2544-2546.
3. American College of Obstetricians and Gynecologists (ACOG). Your Pregnancy and Birth, Cuarta edición.
ACOG, Washington, DC, 2005.
4. Centers for Disease Control and Prevention (CDC). Diabetes and Pregnancy: Frequently Asked Questions. 5
de octubre de 2005, www.cdc.gov/ncbddd.bd/faq1.htm.
5. American College of Obstetricians and Gynecologists (ACOG). Gestational Diabetes. ACOG Practice Bulletin,
número 30, septiembre de 2001.
6. American Diabetes Association (ADA). Gestational Diabetes Mellitus. Diabetes Care, volumen 27, suplemento
1, enero de 2004, páginas s88-s90.
7. National Diabetes Information Clearinghouse. What I Need to Know About Gestational Diabetes. Consultado
11 de julio de 2006, www.diabetes.niddk.nih.gov/dm/pubs/gestational/index.htm.
8. American Diabetes Association (ADA). Standards of Medical Care in Diabetes – 2006. Diabetes Care,
volumen 29, suplemento 1, enero de 2006, págs. s4-s28.
9. Langer, O., y otros. Insulin and Glyburide Therapy: Dosage, Severity Level of Gestational Diabetes, and
Pregnancy Outcome. American Journal of Obstetrics and Gynecology, volumen 192, enero de 2005, págs. 134-
139.
10. Jacobson, G.F. y otros. Comparison of Glyburide and Insulin for the Management of Gestational Diabetes in
a Large Managed Care Organization. American Journal of Obstetrics and Gynecology, volumen 193, número 1,
julio de 2005.
11. American Diabetes Association (ADA). Gestational Diabetes. Consultado 11 de julio de 2006,
www.soriatane.com.
12. American College of Obstetricians and Gynecologists (ACOG). Obesity in Pregnancy. ACOG Committee
Opinion, número 315, septiembre de 2005.
En la actualidad muchas mujeres deciden ser madres después de los 35 años. De hecho, una de
cada cinco tiene su primer hijo después de esta edad.1 Afortunadamente, la mayoría tiene
embarazos y bebés saludables.
Sin embargo, los estudios demuestran que las mujeres de más de 35 años están expuestas a
algunos riesgos especiales. Por esta razón, es necesario que las mujeres conozcan estos riesgos
para que puedan evaluar adecuadamente la conveniencia de un embarazo y determinar cuál es el
mejor momento para quedar embarazada.
En algunos casos, la disminución de la fertilidad en las mujeres de más de 35 años se debe a que
tienden a ovular (liberar un óvulo de los ovarios) con menor frecuencia que las mujeres más
jóvenes. También influyen ciertos problemas de salud que son más comunes después de esta
edad. Por ejemplo, la endometriosis, que ocasiona que los tejidos se adhieran a los ovarios o a las
trompas de Falopio e interfieran con la concepción, es más común entre las mujeres de más de 35
años.
Si una mujer de más de 35 años no ha quedado embarazada después de intentar concebir durante
seis meses, debe consultar a su médico. Los estudios sugieren que aproximadamente un tercio de
las mujeres de entre 35 y 39 años y aproximadamente la mitad de las mujeres de más de 40 años
tienen problemas de fertilidad.2 Muchos de estos problemas pueden tratarse con éxito.
Si bien las mujeres de más de 35 años pueden tener más dificultades para quedar embarazadas,
también tienen una mayor probabilidad de tener mellizos. 3 Esta probabilidad aumenta de forma
natural con la edad. Además, es más probable que las mujeres de más de 35 años deban
someterse a un tratamiento de fertilidad, lo que aumenta sus probabilidades de tener mellizos,
trillizos o más bebés.
¿Las mujeres de más de 35 años corren mayor riesgo de tener un bebé con defectos
congénitos?
Las mujeres mayores de 35 años de edad tienen mayores probabilidades de dar a luz un bebé con
algún defecto congénito relacionado con los cromosomas (las estructuras de las células que
contienen los genes). El síndrome de Down es el más común de estos defectos congénitos
cromosómicos. Los niños afectados nacen con diferentes grados de retraso mental y defectos
físicos. A los 25 años, una mujer tiene una probabilidad de aproximadamente 1 en 1.250 de tener
un bebé con síndrome de Down; a los 30 años, de 1 en 1.000; a los 35, de 1 en 400; a los 40, de
1 en 100; a los 45 de 1 en 30 y a los 49, de 1 en 10. 1,4
La amniocentesis y la muestra del villus coriónico presentan un riesgo muy pequeño de aborto
espontáneo (pérdida del embarazo antes de las 20 semanas). Por esta razón, antes de tomar la
decisión de realizarse estas pruebas, algunas mujeres se realizan una prueba de diagnóstico
precoz (un análisis de sangre, a veces acompañado de un examen por ultrasonidos especial)
durante el primer o el segundo trimestre para obtener más información sobre su riesgo de tener
un bebé con síndrome de Down. Si los resultados indican que su riesgo es bajo, pueden decidir no
realizarse la amniocentesis o CVS. Si el riesgo es alto, pueden decidir realizarse estas pruebas
prenatales. Sin embargo, una prueba de diagnóstico precoz no permite detectar ni descartar de
manera definitiva el síndrome de Down y otros problemas cromosómicos de nacimiento como lo
haría una amniocentesis o CVS.
Antes de intentar concebir, y sin importar su edad, toda mujer debe consultar a su médico. Una
visita al médico antes de concebir le ayudará a asegurarse de que se encuentra en el mejor estado
posible para hacerlo. La visita al médico antes de concebir es especialmente importante cuando la
mujer tiene un problema de salud crónico. Su médico puede tratar ese problema y realizar los
cambios necesarios en la medicación para asegurar que tenga un embarazo saludable. El médico
también puede recomendar a las mujeres que están intentando quedar embarazadas que tomen a
diario un complejo multivitamínico que contenga 400 microgramos de ácido fólico para prevenir
ciertos defectos congénitos graves en el cerebro y en la médula espinal (defectos del tubo neural).
Algunas de las complicaciones más comunes entre las mujeres de más de 35 años son:
Diabetes gestacional. Esta forma de diabetes se desarrolla por primera vez durante el
embarazo. Según un estudio realizado por el gobierno en 2005 en varios centros médicos,
las mujeres de más de 35 años tienen aproximadamente el doble de probabilidades que
las mujeres más jóvenes de desarrollar diabetes gestacional. 6 Las mujeres con diabetes
gestacional tienen más probabilidades de tener bebés de gran tamaño que corren el
riesgo de sufrir lesiones durante el parto.
Al igual que con la diabetes, estas mujeres pueden desarrollar alta presión arterial por primera vez
durante el embarazo. Este tipo de hipertensión (alta presión arterial) suele denominarse
hipertensión inducida por el embarazo o, en su forma más grave, preeclampsia. Algunos estudios
han comprobado que la alta presión arterial inducida por el embarazo es más común en las
mujeres de más de 35 años.6,7
¿Las mujeres de más de 35 años tienen más probabilidades que las mujeres de menor
edad de tener un parto por cesárea?
Las probabilidades de tener un parto por cesárea aumentan con la edad. Aparentemente, las
madres primerizas de más de 40 años tienen el doble de probabilidades que las madres primerizas
de menos de 30 años de tener un parto por cesárea.9 En 2003, según los Centros de Control y
Prevención de Enfermedades (Centers for Disease Control and Prevention, CDC),
aproximadamente el 47 por ciento de las madres primerizas de más de 40 años, el 33 por ciento
de las madres de entre 30 y 39 años y el 21 por ciento de las madres de menos de 30 años
tuvieron un parto por cesárea.9
Además, March of Dimes recomienda a todas las mujeres someterse a una prueba para saber si
son inmunes a la rubéola y a la varicela antes de quedar embarazadas y considerar la vacunación
contra estas enfermedades si no son inmunes. Luego de ser vacunada, la mujer deberá esperar un
mes antes de quedar embarazada.
Las mujeres embarazadas de más de 35 años están expuestas a riesgos especiales, pero muchos
de ellos pueden controlarse eficazmente con un buen cuidado prenatal. Es importante además
tener en cuenta que el mayor riesgo, incluso para las mujeres mayores, es pequeño.
Referencias
1. American Society for Reproductive Medicine (ASRM). Age and Fertility: A Guide for Patients. ASRM,
Birmingham, AL, 2003, consultado 4/11/05, www.asrm.org.
2. Fong, S. y McGovern, P. How Does Age Affect Fertility? Contemporary Ob/Gyn, abril de 2004, páginas 37-46.
3. Martin, J., et al. Births: Final Data for 2003. National Vital Statistics Report, volumen 54, número 2, 8 de
septiembre de 2005, www.cdc.gov/nchs/data/nvsr/nvsr54/nvsr54_02.pdf.
4. American College of Obstetricians and Gynecologists (ACOG). Later Childbearing. ACOG, Washington, DC,
1999, consultado 4/11/05, www.acog.org.
5. Heffner, L. Advanced Maternal Age – How Old is Too Old? New England Journal of Medicine, volumen 351,
número 19, 4 de noviembre de 2004, páginas 1927-1929.
6. Cleary-Goldman, J., et al. Impact of Maternal Age on Obstetric Outcome. Obstetrics and Gynecology,
volumen 105, número 5, mayo de 2005, páginas 983-990.
7. Joseph, K.S., et al. The Perinatal Effects of Delayed Childbearing. American Journal of Obstetrics and
Gynecology, volumen 105, número 6, junio de 2005, páginas 1410-1418.
8. Miller, D. Is Advanced Maternal Age an Independent Risk Factor for Uteroplacental Insufficiency? American
Journal of Obstetrics and Gynecology, volumen 192, número 6, junio de 2005, páginas 1974-1982.
9. Menacker, F. Trends in Cesarean Rates for First Births and Repeat Cesarean Rates for Low-Risk Women:
United States, 1990-2003, National Vital Statistics Reports, volumen 54, número 4, 22 de septiembre de 2005,
www.cdc.gov/nchs/data/nvsr/nvsr54/nvsr54_04.pdf.
Los productos de March of Dimes cumplen fines informativos solamente y no constituyen asesoramiento
médico. Siempre busque asesoramiento médico de su proveedor de cuidado de salud. Nuestros productos
reflejan las recomendaciones científicas actuales al momento de publicación.
Enero de 2006
Ácido Fólico
Debido a que los defectos del tubo neural se originan durante el primer mes
de embarazo (antes de que muchas mujeres sepan que están embarazadas)
es importante que las mujeres tengan suficiente ácido fólico en su
organismo antes de la concepción. Es recomendable que todas las mujeres en edad fértil tomen
ácido fólico ya que aproximadamente la mitad de los embarazos registrados en los Estados Unidos
no son planificados.1
¿Por qué se recomienda a las mujeres en edad fértil tomar ácido fólico?
Los estudios han demostrado que si todas las mujeres consumieran la cantidad recomendada de
ácido fólico antes y durante la primera etapa del embarazo, se podría prevenir hasta un 70 por
ciento de todos los defectos del tubo neural.1,2
El tubo neural es la parte del embrión a partir de la cual se forman el cerebro y la médula espinal.
Esta estructura, que comienza como una diminuta cinta de tejido, normalmente se dobla hacia
adentro para formar un tubo aproximadamente 28 días después de la concepción. Si este proceso
no se realiza bien y el tubo neural no se cierra por completo, se pueden producir defectos en el
cerebro y en la médula espinal. Cada año nacen unos 2,200 bebés con defectos del tubo neural y
muchos otros embarazos afectados acaban en abortos espontáneos o en nacimientos sin vida. 3
Los defectos del tubo neural más comunes son la espina bífida y la anencefalia. La espina bífida, a
menudo conocida como espina dorsal abierta, afecta a la columna vertebral y, en ocasiones, a la
médula espinal. Los niños que tienen el tipo grave de espina bífida presentan cierto grado de
parálisis en las piernas y problemas de control de la vejiga e intestinos y, a veces, problemas
neurológicos y de desarrollo adicionales. La anencefalia es una enfermedad fatal en la que el bebé
nace con el cerebro y el cráneo sumamente subdesarrollados.
Los estudios sugieren que el ácido fólico puede ayudar a prevenir otros defectos congénitos, como
labio
leporino, paladar hendido y ciertos defectos cardíacos. 1,4
Una dieta saludable debe incluir alimentos fortificados con ácido fólico y alimentos ricos en folato,
la forma natural del ácido fólico que se encuentra en los alimentos. Muchos productos a base de
cereales en los Estados Unidos están fortificados con ácido fólico. Esto significa que se les ha
añadido una forma sintética (artificial) de ácido fólico. Algunos ejemplos de productos a base de
cereales fortalecidos son harina, arroz, pan y cereales enriquecidos (consulte la etiqueta para ver
si un producto está enriquecido). Entre los alimentos ricos en folato se encuentran las verduras de
hojas verdes, las legumbres, las naranjas y el jugo de naranja.
El ácido fólico procedente de los suplementos vitamínicos y alimentos enriquecidos es más fácil de
absorber por el organismo que el folato natural de los alimentos. Según el IOM, el organismo
absorbe aproximadamente el 50 por ciento del folato de los alimentos, mientras que puede
absorber cerca del 85 por ciento del ácido fólico presente en los alimentos enriquecidos y el 100
por ciento del ácido fólico de los suplementos vitamínicos. 5 La cocción y el almacenamiento
pueden destruir parte del folato de los alimentos.
Numerosos estudios han demostrado que la forma sintética del ácido fólico es el que ayuda a
prevenir los defectos del tubo neural. El IOM, los Centros para el Control y la Prevención de
Enfermedades (Centers for Disease Control and Prevention, CDC) y March of Dimes recomiendan
que las mujeres que pueden quedar embarazadas consuman 400 microgramos al día de la forma
sintética del ácido fólico.1,5 Para ingerir esta cantidad, las mujeres pueden tomar una multivitamina
o cereales que contengan el 100 por ciento del valor diario recomendado de ácido fólico (400
microgramos).1 La mayoría de las multivitaminas y unos 50 cereales para el desayuno contienen
esta cantidad en una sola ración.7 Otros cereales contiene sólo el 25 por ciento de la cantidad
recomendada, por lo que es importante verificar la etiqueta del producto.
Las mujeres con diabetes, epilepsia y obesidad presentan mayor riesgo de tener hijos con defectos
del tubo neural.1 Las mujeres que tengan estas enfermedades deben consultar al médico antes del
embarazo para determinar si deben tomar una dosis superior de ácido fólico.
La FDA limitó la cantidad de ácido fólico que debe añadirse a los cereales enriquecidos, debido a
que altos niveles de ácido fólico podrían enmascarar una deficiencia de vitamina B-12. 11 Esta
condición se denomina anemia perniciosa y se presenta principalmente en las personas mayores.
Las dosis muy altas de ácido fólico (más de 1,000 microgramos al día) podrían corregir la anemia
producida por la deficiencia vitamínica pero no la deficiencia en sí y hacer que se retrasara el
diagnóstico. Si se deja sin tratar durante mucho tiempo, la deficiencia de vitamina B-12 puede
producir daños neurológicos irreversibles. A la fecha, las investigaciones no han demostrado
ningún riesgo de anemia perniciosa debido al enriquecimiento con ácido fólico. Muchos expertos,
entre ellos March of Dimes y la Asociación Médica de los Estados Unidos (American Medical
Association, AMA), piensan que el nivel de enriquecimiento se podría aumentar sin que ello
suponga un riesgo para la salud pública.12
Además de ayudar a prevenir determinados defectos congénitos, el ácido fólico cumple otras
funciones importantes durante el embarazo. Las mujeres embarazadas necesitan ácido fólico
adicional para producir más células sanguíneas. El ácido fólico también ayuda al rápido
crecimiento de la placenta y el feto y se necesita para producir nuevo ADN (material genético) a
medida que se multiplican las células. Sin la cantidad adecuada de ácido fólico la división celular
podría verse afectada, lo que podría llevar al desarrollo insuficiente del feto o la placenta. Los
estudios sugieren que las mujeres con deficiencia de ácido fólico tienen más probabilidades de
tener un bebé prematuro.14
March of Dimes es miembro del Consejo Nacional del Ácido Fólico (National Council on Folic Acid)
es una alianza de organizaciones dedicada a mejorar la salud promoviendo los beneficios y el
consumo de ácido fólico.
REFERENCIAS
1. Centers for Disease Control and Prevention (CDC). Folic Acid: Frequently Asked Questions. Actualizado 16 de
noviembre de 2005, consultado 2 de noviembre de 2006, www.cdc.gov/ncbddd/folicacid/faqs.htm.
2. Berry, R.J., et al. Prevention of Neural Tube Defects with Folic Acid in China. New England Journal of
Medicine, volumen 341, número 20, 11 de noviembre de 1999, págs. 1485-1490.
3. Mercereau, P., et al. Spina Bifida and Anencephaly Before and After Folic Acid Mandate – United States,
1995-1996 y 1999-2000. Morbidity and Mortality Weekly Report, volumen 53, número 17, 7 de mayo de 2004,
págs. 362-365.
4. Botto, L.D., et al. Vitamin Supplements and the Risk for Congenital Anomalies Other Than Neural Tube
Defects. American Journal of Medical Genetics C Semin. Med. Genet., volumen 125, número 1, 15 de febrero de
2004, págs. 12-21.
5. Standing Committee on the Scientific Evaluation of Dietary Reference Intakes, Food and Nutrition Board,
Institute of Medicine. Dietary Reference Intakes: Folate, Other B Vitamins, and Choline. Washington, DC,
National Academy Press, 17 de abril de 1998.
6. Centers for Disease Control and Prevention (CDC). Use of Dietary Supplements Containing Folic Acid Among
Women of Childbearing Age – United States, 2005. Morbidity and Mortality Weekly Report, volumen 54,
número 38, 30 de septiembre de 2005.
7. Centers for Disease Control and Prevention (CDC). Cereals that Contain 100% of the Daily Value (DV) of
Folic Acid. Actualizado agosto de 2004, consultado 2 de noviembre de 2006,
www.cdc.gov/ncbddd/folicacid/cereals.htm.
8. Centers for Disease Control and Prevention (CDC). Folic Acid: PHS Recommendations. Actualizado 25 de julio
de 2005, consultado 2 de noviembre de 2006, www.cdc.gov/ncbddd/folicacid/health_recomm.htm.
9. Centers for Disease Control and Prevention (CDC). Folate Status in Women of Childbearing Age, by
Race/Ethnicity – United States, 1999-2000. Morbidity and Mortality Weekly Report, volumen 51, número 36, 13
de septiembre de 2002, págs. 808-810.
10. Little, R.E., et al. Decline in the Prevalence of Spina Bifida and Anencephaly by Race/Ethnicity: 1995-2002.
Pediatrics, vol. 116, número 3, septiembre de 2005, págs. 580-586.
11. U.S. Food and Drug Administration. Folic Acid Fortification Fact Sheet. 29 de febrero de 1996,
www.cfsan.fda.gov/~dms/wh-folic.html.
12. American Medical Association (AMA). AMA Report 6 of the Council on Science and Public Health (A-06):
Folic Acid Fortification of Grain Products. AMA, 22 de junio de 2006, www.ama-
assn.org/ama/pub/category/16466.html.
13. Kirke, P.N., et al. Impact of the MTHFR C677T Polymorphism on Risk of Neural Tube Defects: Case Control
Study. British Medical Journal, volumen 328, 25 de junio de 2004, págs. 1851-1857.
14. Siega-Riz, A.M., et al. Second Trimester Folate Status and Preterm Birth. American Journal of Obstetrics
and Gynecology, volumen 191, 2004, págs. 1851-1857.
Cada año uno de cada 14 bebés nace con bajo peso en los EE.UU. Esta condición es uno de los
factores responsables del 60 por ciento de las muertes en lactantes. Los bebés que nacen con
peso bajo suelen tener serios problemas de salud durante sus primeros meses de vida y es mayor
el riesgo de que sufran discapacidades con efectos de duración prolongada.
Los avances en la atención médica neonatal han reducido considerablemente la tasa de mortalidad
asociada con el bajo peso y las discapacidades de los bebés que sobreviven a esta condición. Sin
embargo, un pequeño porcentaje de los bebés nacidos con bajo peso sufre todavía problemas de
salud, tales como retraso mental, parálisis cerebral y mal funcionamiento de los pulmones, la vista
y el oído.
Los bebés nacidos antes de término (también llamados prematuros), es decir aquellos que
nacen antes de la semana 37 del embarazo. Más del 60 por ciento de los bebés nacidos
con peso bajo son prematuros. Cuanto antes nace un bebé, menos pesa y mayor es el
riesgo de que tenga problemas de salud.
Los bebés pequeños para su edad (“pequeños para su edad de gestación” o con un
“retraso en su crecimiento”) son los que han cumplido el plazo de gestación pero pesan
menos de lo normal. Esta condición es el resultado, al menos en parte, de una
desaceleración o interrupción temporal del crecimiento en el útero materno.
Algunos bebés son prematuros y tienen además un retraso en su crecimiento, por lo que corren el
riesgo de experimentar muchos problemas vinculados con el bajo peso al nacer.
Los problemas médicos de la madre influyen en el bajo peso de su bebé, especialmente si sufre de
alta presión arterial, diabetes, infecciones o problemas de corazón, riñones o pulmones. Si el útero
o cuello de la madre es anormal, es mayor el riesgo de bajo peso en el bebé. Sin embargo, poco
sabemos todavía sobre las causas del trabajo de parto prematuro que habitualmente deviene en
un bebé de bajo peso.
La conducta de la madre —antes y durante el embarazo— puede afectar el peso de su bebé. Toda
mujer embarazada debería:
Consumir 400 microgramos por día de ácido fólico de la vitamina B (la cantidad habitual
que encontramos en las multivitaminas) antes de quedar embarazada y durante los
primeros meses de gestación.
Recibir atención prenatal temprana y frecuente.
Comer una dieta equilibrada. Dado que el feto se alimenta de lo que come la madre,
puede tener problemas si la alimentación no es adecuada.
Aumentar de peso en forma suficiente. Los profesionales de la salud recomiendan que una
mujer de peso normal debe aumentar entre 25 y 35 libras (11 y 16 kg) durante el
embarazo.
Dejar de fumar. Las mujeres fumadoras tienen, en promedio, bebés de menor peso que
las no fumadoras, y la exposición al humo de otros fumadores también puede reducir el
peso del bebé al nacer.
Dejar de tomar alcohol y/o utilizar drogas ilegales, o medicamentos con receta
(incluyendo los preparados de hierbas) no prescritos por el médico que conoce la
existencia del embarazo. El uso de drogas y de alcohol limita el crecimiento fetal y puede
provocar defectos de nacimiento.
Algunos factores socioeconómicos como los bajos ingresos y la falta de educación también están
relacionados con un mayor riesgo de que el bebé nazca con bajo peso, aunque se desconocen
todavía las razones que explican esta situación. Las mujeres de menos de 17 años o de más de
35, las mujeres solteras y las que han tenido un nacimiento prematuro con anterioridad corren un
mayor riesgo de tener un bebé de bajo peso. Es probable que las adolescentes no tengan buenos
hábitos con respecto a la salud. A su vez, las mujeres que sufren un excesivo nivel de estrés y las
víctimas de la violencia familiar u otras formas de abuso pueden correr mayores riesgos de tener
un bebé de bajo peso.
Un estudio reciente sugiere que consumir la cantidad recomendada de ácido fólico durante el
embarazo puede reducir el riesgo de tener un bebé prematuro y de bajo peso.
Cuando una mujer recibe atención prenatal adecuada, es posible identificar los problemas en una
etapa temprana y utilizar el tratamiento recomendado para reducir el riesgo del bajo peso del
bebé al nacer.
Los bebés prematuros pueden tener problemas cardíacos graves. Antes del nacimiento, una
arteria grande llamada ductus arteriosus permite que la sangre se desvíe y no pase por los
pulmones del bebé, que aún no funcionan. En los bebés prematuros, la arteria puede no cerrarse
debidamente después del parto y provocar insuficiencia cardíaca.
Algunos prematuros tienen enterocolitis necrotizante, una inflamación potencialmente mortal del
intestino cuyas causas todavía no se conocen bien. A su vez, la retinopatía resultante de un parto
prematuro, que es un crecimiento anormal de los vasos sanguíneos de los ojos, puede provocar
problemas de vista o incluso ceguera.
Algunos bebés de peso bajo padecen un desequilibrio en la cantidad de sales o de agua, o bajo
contenido de azúcar en sangre (hipogleucemia), y estos trastornos pueden provocar daños
cerebrales. Los bebés prematuros son más proclives a desarrollar ictericia porque el hígado
todavía no está listo para funcionar debidamente. Y la ictericia severa puede provocar también
daños cerebrales.
Un bebé prematuro puede ser anémico (no tener suficientes glóbulos rojos). Normalmente el feto
almacena hierro durante los últimos meses de la gestación y lo utiliza después del nacimiento para
producir glóbulos rojos. Es muy probable que los bebés prematuros no hayan tenido suficiente
tiempo para acumular hierro.
También es posible que los bebés de bajo peso no tengan suficientes grasas para mantener una
temperatura corporal normal, y la baja temperatura puede producir cambios químicos en la sangre
y un crecimiento más lento.
Algunos bebés necesitan la asistencia temporaria de un respirador artificial. También se les puede
tratar con un gas llamado óxido nítrico que mejora la respiración ayudando a dilatar los vasos
sanguíneos de los pulmones. Durante el tratamiento de los problemas respiratorios, los niveles de
oxígeno del bebé deben controlarse cuidadosamente porque los altos niveles de oxígeno pueden
provocar retinopatía en los bebés prematuros. En lugar de un respirador artificial, también puede
utilizarse un OMEC (oxigenador de membrana extracorpóreo) que es una máquina que provee
oxígeno a la sangre evitando pasar por el corazón y los pulmones mientras éstos se recuperan.
Los médicos no han podido solucionar todavía las hemorragias cerebrales características de los
bebés muy prematuros, pero pueden tratar algunos de sus efectos secundarios y reducir el riesgo
y la extensión del daño cerebral. Pueden examinar el cerebro recurriendo a los procedimientos de
ultrasonido, imagen de resonancia magnética (IRM) o la tomografía axial computarizada. Si los
espacios llenos de líquido (ventrículos) se expanden rápidamente, los cirujanos pueden insertar un
tubo en el cerebro para drenar el líquido y reducir el riesgo de daño cerebral. En los casos más
leves, generalmente se utilizan drogas para reducir la acumulación de líquido.
Cuando el ductus arteriosus del bebé no se cierra, se le puede tratar con oxígeno y con una droga
que ayuda a que esta arteria se cierre. En ocasiones, puede resultar necesaria una intervención
quirúrgica.
Los bebés con bajo contenido de azúcar en la sangre reciben glucosa a través de un tubo
intravenoso. Cuando comienzan a recuperarse, pueden alimentarse con leche materna por medio
de un tubo colocado en el estómago. Los bebés con desequilibrios de agua o sal reciben líquidos
especiales por vía oral o endovenosa.
Los bebés con ictericia pueden tratarse con luces azules especiales mediante un proceso llamado
fototerapia. Los anémicos pueden tratarse con suplementos nutricionales de hierro, con nuevas
drogas que aumentan la producción de glóbulos rojos o, en casos extremos, con una transfusión
de sangre. Los que sufren baja temperatura corporal son mantenidos en camas abiertas con
calefactores o en incubadoras cerradas para regular la temperatura del cuerpo.
Si bien los índices de embarazos en adolescentes registrados en EE.UU. han declinado desde
1991, siguen siendo altos y superan a los de la mayoría de los países desarrollados 1. Las altas
tasas de nacimientos entre las madres adolescentes son motivo de gran preocupación dado que la
salud de éstas y la de sus bebés corren serios riesgos, y las oportunidades de construir un futuro
disminuyen.
En el 2002, alrededor del 11 por ciento de todos los nacimientos en EE.UU. correspondió a
madres adolescentes (entre los 15 y los 19 años) 2. La mayoría de los nacimientos de
madres adolescentes (alrededor del 67 por ciento) corresponde a niñas entre los 18 y 19
años de edad. 2
Las adolescentes embarazadas tienen más probabilidades de fumar que las mujeres
mayores de 25 años de edad. En el 2002, el 13,4 por ciento de las adolescentes entre los
18 y 19 años fumaban, en comparación con el 11,4 por ciento de todas las mujeres
embarazadas. 2 El fumar duplica el riesgo de tener un bebé de bajo peso al nacer, y
también aumenta el riesgo de complicaciones con el embarazo, el nacimiento prematuro y
el nacimiento de un bebé muerto.
Entre las madres de todas las edades, las adolescentes componen el grupo en el que hay
menos probabilidades de que reciban atención médica prenatal a comienzos de la
gestación y de manera regular. En el 2002, el 6,6por ciento de las madres entre 15 y 19
años comenzó a recibir atención prenatal en una etapa avanzada o no tuvo supervisión
médica alguna (en comparación con el 3,6 por ciento correspondiente a los grupos de
todas las edades). 2
La madre adolescente corre mayor riesgo que las mujeres de más de 20 años de tener
complicaciones durante el embarazo, como parto prematuro, anemia y alta presión
arterial. Estos riesgos son todavía mayores cuando tienen menos de 15 años. 2 Estas
madres tan jóvenes también tienen una doble probabilidad de morir a causa de
complicaciones durante el embarazo en comparación con las madres entre los 20 y 24
años de edad. 3
Todos los años, alrededor de tres millones de adolescentes contraen infecciones de
transmisión sexual, sobre un total de 12 millones de casos registrados. Estas
enfermedades incluyen la clamidia (que puede causar esterilidad), la sífilis (que puede
provocar ceguera, y la muerte de la madre o del bebé) y el VIH (el virus que causa el
SIDA, que también puede ser fatal para ambos).4
En el 2002, el 9.6 por ciento de las madres de entre 15 y 19 años dio a luz bebés de bajo
peso (menos de 5.5 libras (2.5 kg), en comparación con el 7.8 por ciento correspondiente
a madres de todas las edades. El riesgo es mayor para las adolescentes más jóvenes: el
11.3 por ciento de las madres de 15 años tuvo bebés de bajo peso en 2002, comparado
con el 8.9 por ciento de las madres de 19 años (168,111 nacimientos, 14,920 de bajo
peso).2
Los órganos de los bebés de bajo peso al nacer pueden no estar totalmente desarrollados.
Esto puede derivar en problemas pulmonares, como el síndrome de dificultad
respiratoria, en hemorragias cerebrales, pérdida de la vista y problemas intestinales
graves.
Los bebés de bajo peso al nacer tienen 20 veces más probabilidades de morir durante su
primer año de vida que los bebés nacidos con peso normal.
Otras consecuencias del embarazo en adolescentes
La vida de la madre adolescente y su bebé suele ser difícil.
Las madres adolescentes tienden más a abandonar la educación secundaria que las
jóvenes que posponen la maternidad. En 1997, un estudio demostró que sólo el 41 por
ciento de las adolescentes que tienen hijos antes de los 18 años de edad termina la
escuela secundaria, comparado con el 61 por ciento de las adolescentes con antecedentes
sociales y económicos similares a las que no tienen hijos hasta los 20 o 21 años de edad. 5
March of Dimes
La misión de March of Dimes es mejorar la salud de los bebés al prevenir los defectos de
nacimiento y la mortalidad infantil. A través de sus trabajos de investigación, servicios
comunitarios, educación y orientación, March of Dimes sigue luchando con éxito por salvar la vida
de los bebés.
Teniendo en cuenta los riesgos que supone el embarazo en una adolescente, tanto para ella como
para su bebé, March of Dimes recomienda firmemente a las adolescentes que pospongan su
maternidad. March of Dimes recomienda también a todas las mujeres en edad de quedar
embarazadas que coman una dieta sana, mantengan un peso sano, dejen de fumar y tomen
diariamente un complejo multivitamínico que contenga ácido fólico para su propio beneficio y
también para reducir el riesgo de tener un bebé con defectos de nacimiento a nivel del cerebro y
la médula espinal.
Las adolescentes que ya lo están pueden mejorar sus posibilidades de tener un bebé sano si:
CLORPROPAMIDA
Los medicamentos orales para la hipoglucemia, incluyendo la clorpropamida, han estado
asociados con un aumento de mortalidad por problemas cardiovasculares. Converse con su
doctor acerca de los riesgos, beneficios y opciones de usar este medicamento para tratar su
condición.
Este medicamento también puede ser prescrito para otros usos; pídale más información a su
doctor o farmacéutico.
Continúe con el medicamento aunque se sienta mejor y no deje de tomarlo sin antes
consultarlo con su médico.
El alcohol puede causar una disminución del azúcar en la sangre. Pregúntele a su doctor sobre
cuánto alcohol puede beber mientras usted está tomando clorpropamida.
¿Qué tengo que hacer si me olvido de tomar una dosis?Volver al comienzo
Antes de que comience a tomar este medicamento, pregúntele a su doctor qué es lo que debe
hacer si usted se olvida de tomar una dosis. Apunte estas indicaciones para que pueda
revisarlas posteriormente.
Como regla general, tome la dosis que olvidó tan pronto como lo recuerde, sin embargo, si es
hora para la siguiente, sáltese la que no tomó y siga con la dosificación regular. No tome una
dosis doble para compensar la que olvidó.
Coma o tome alimentos o bebidas con azúcar, como caramelos duros o jugo de frutas y llame a
su doctor de inmediato si usted tiene cualquiera de los síntomas de la hipoglucemia (baja del
azúcar en la sangre):
temblores
mareos o vahídos
transpiración
confusión
nerviosismo o irritabilidad
cambios súbitos en el comportamiento o estado de ánimo
cefalea (dolor de cabeza)
adormecimiento o cosquilleo alrededor de la boca
debilidad
palidez
hambre súbita
movimientos torpes o bruscos
crisis convulsivas
Si usted tiene cualquiera de los síntomas de una suba de azúcar en la sangre (hiperglucemia),
llame a su doctor de inmediato. Los síntomas del aumento del azúcar en la sangre incluyen:
sed extrema
necesidad de orinar con frecuencia
hambre extrema
debilidad
visión borrosa
Si su alto nivel de azúcar en la sangre no es tratado, usted podría desarrollar una grave
condición, potencialmente mortal llamada cetoacidosis diabética. Llame a su doctor de
inmediato si usted tiene cualquiera de estos síntomas:
No deje que otras personas tomen su medicamento. Pregúntele al farmacéutico cualquier duda
que tenga sobre cómo renovar la prescripción de su medicamento.
CLORPROPAMIDA
SANITAS
Clorpropamida
La metformina puede causar una condición grave y potencialmente mortal llamada acidosis
láctica. Dígale a su doctor si usted tiene o alguna vez ha tenido un ataque al corazón;
accidente cerebrovascular; hipertensión; cetoacidosis diabética (azúcar en la sangre
suficientemente alta como para causar síntomas graves que requieren tratamiento médico
de emergencias) o coma; cirugía para extraer parte de su intestino delgado; anemia
(cantidad insuficiente de glóbulos rojos), o enfermedades al corazón, riñón, pulmón, o
hígado.Dígale a su doctor si usted ha tenido recientemente cualquiera de las siguientes
condiciones o si desarrolla algunas de ellas durante su tratamiento: infecciones serias;
diarrea grave, vómitos o fiebre; o si usted bebe mucho menos líquido que lo usual por
cualquier motivo. Usted podría tener que dejar de tomar metformina hasta que se
recupere.Si usted se va a someter a una cirugía, incluida la cirugía dental, cualquier
procedimiento de radiografía en el que se inyecte colorante, o cualquier procedimiento
médico importante, dígale al doctor que usted está tomando metformina. Usted podría tener
que dejar de tomar metformina antes del procedimiento quirúrgico y esperar 48 horas para
recomenzar el tratamiento. Su doctor le dirá exactamente cuándo debe dejar de tomar
metformina y cuando debe comenzar a tomarla nuevamente.Dígale a su doctor y
farmacéutico si usted está tomando o ha tomado los siguientes medicamentos: aciclovir
(Zovirax); paracetamol (Tylenol); antibióticos de aminoglucósido como amikacina (Amikin),
gentamicina (Garamycin), Kanamicina (Kantrex), Neomicina (Neo-Fradin, Neo-Rx),
netilmycin (netromycin), paramomycin (Humatin), estreptomicina y tobramicina (Nebcin,
Tobi); anfotericina B (Abelcet, Amphocin, otros); inhibidores de la enzima convertidora de la
angiotensina (ECA) como benazepril (Lotensin), captopril (Capoten), enalapril (Vasotec),
fosinopril (Monopril), lisinopril (Prinvil, Zestril), moexipril (Univasc), perindopril (Aceon),
quinapril (Accupril), ramipril (Altace) y trandolapril (Mavik); aspirina y otros agentes
antiinflamatorios no esteroideos (MANE) como ibuprofeno (Advil, Motrin) y naproxeno
(Aleve, Naprosyn); medicamentos de quimioterapia para el cáncer; ciclosporina
(Sandimmune, Neoral); dapsona (Avlosulfon); diuréticos; foscarnet (Foscavir); compuestos
de oro como auranofina (Ridaura), aurotioglucosa (Aurolate, Solganol) y tiomalato de sodio
y oro (Myochrysine); hidralazina (Hidra-Zide); litio (Eskalith, Lithobid); medicamentos para
tratar el virus de la inmunodeficiencia humana (VIH) o el síndrome de la inmunodeficiencia
adquirida (SIDA); meticilina (Staphcillin); nitratos; penicilina y antibióticos de sulfa;
penicilamina (Cuprimine, Depen); primaquina; propranolol (Inderal); rifampicina (Rifadin,
Rimactane); tacrolimús (Prograf); vancomicina (Vancocin); o si usted alguna vez ha tomado
la hierba china aristolochia para perder peso.Si usted experimenta cualquiera de los
siguientes síntomas, llame a su doctor de inmediato: cansancio extremo, debilidad o
malestar; malestar estomacal; vómitos; dolor de estómago; disminución del apetito;
respiración profunda y rápida o respiración entrecortada; mareos; vahídos; frecuencia
cardíaca más rápida o lenta que lo normal; rubor de la piel; dolor muscular; o sensacón de
frío.Dígale a su doctor si usted regularmente toma alcohol o si a veces toma grandes
cantidades de alcohol en poco tiempo (beber en forma compulsiva). Tomar alcohol aumenta
el riesgo de desarrollar acidosis láctica o puede causar una disminución en el nivel de
azúcar en la sangre. Pregúntele a su doctor cuánto alcohol puede tomar mientras usted está
usando metformina.Cumpla con todas las citas con su doctor y el laboratorio. Su doctor
podría ordenar algunos exámenes de laboratorio para determinar la respuesta de su cuerpo
a la metformina. Converse con su doctor acerca del riesgo de tomar metformina.
Tome las tabletas de liberación gradual enteras; no las divida, mastique ni muela.
Su doctor podría comenzar con una dosis baja del medicamento y aumentarla de manera
gradual, no más a menudo que una vez que cada 1 a 2 semanas. Usted necesitará vigilar
cuidadosamente su nivel de azúcar en la sangre para que su doctor pueda decirle si la
metformina está funcionando bien.
La metformina controla la diabetes pero no la cura. Siga tomando metformina aunque usted se
sienta bien. No deje de tomar metformina sin antes conversar con su doctor.
Coma o tome alimentos o bebidas con azúcar, como caramelos duros o jugo de frutas y llame a
su doctor de inmediato si usted tiene cualquiera de los síntomas de la hipoglucemia (baja del
azúcar en la sangre):
temblores
mareos o vahídos
transpiración
confusión
nerviosismo o irritabilidad
cambios súbitos en el comportamiento o estado de ánimo
cefalea (dolor de cabeza)
adormecimiento o cosquilleo alrededor de la boca
debilidad
palidez
hambre súbita
movimientos torpes o bruscos
crisis convulsivas
Si usted tiene cualquiera de los síntomas de una suba de azúcar en la sangre (hiperglucemia),
llame a su doctor de inmediato. Los síntomas del aumento del azúcar en la sangre incluyen:
sed extrema
necesidad de orinar con frecuencia
hambre extrema
debilidad
visión borrosa
Si su alto nivel de azúcar en la sangre no es tratado, usted podría desarrollar una grave
condición, potencialmente mortal llamada cetoacidosis diabética. Llame a su doctor de
inmediato si usted tiene cualquiera de estos síntomas:
diarrea
hinchazón abdominal
dolor de estómago
gases
estreñimiento
sabor metálico desagradable en la boca
pirosis (acidez o calor estomacal)
cefalea
estornudos
tos
secreción nasal
rubor en la piel
cambios en las uñas
dolores musculares
Algunos efectos secundarios podrían provocar graves consecuencias para la salud. Los
siguientes síntomas son poco comunes, pero si experimenta alguno de ellos o aquellos
enumerados en la sección de ADVERTENCIAS, llame a su doctor de inmediato:
dolor en el pecho
sarpullido (erupciones en la piel)
Algunas hembras de animales de laboratorio a las que se les administró dosis altas de
metformina desarrollaron pólipos no cancerosos (crecimientos anormales de tejido) en el útero.
No se sabe si la metformina aumenta el riesgo de desarrollo de pólipos en los seres humanos.
Converse con su doctor acerca de los riesgos de tomar este medicamento.
La metformina puede provocar otros efectos secundarios. Llame a su doctor si tiene cualquier
problema inusual mientras toma este medicamento.
cansancio extremo
debilidad
malestar
vómitos
malestar estomacal
dolor de estómago
disminución del apetito
respiración profunda y rápida
respiración entrecortada
mareos
vahídos
frecuencia cardíaca más rápida o lenta que lo normal
rubor en la piel
dolores musculares
sensación de frío
Hay evidencia de que las alteraciones endócrinas, que acompañan a los altos niveles de
insulina, pueden revertirse con el tratamiento con las drogas utilizadas para el
tratamiento de la diabetes.
La Metformina es una droga que ha sido usada para ayudar al control de los niveles de
glucosa sanguínea en las personas con Diabetes Mellitus Tipo 2. Esta medicación
revierte las alteraciones endócrinas de la poliquistosis ovárica en dos o tres meses.
Pueden llevar a disminuir la caída de pelo, el crecimiento de pelo en la cara y el resto
del cuerpo, una normalización en la presión arterial, regularización de las
menstruaciones, pérdida de peso y mejorar la fertilidad.
Las mujeres con SOP frecuentemente tienen Resistencia Insulínica, una condición en
la cual cantidades excesivas de insulina son requeridas para mover la glucosa o azúcar
sanguínea hacia las células, que es a dónde pertenece. La Metformina ayuda a tu cuerpo
a transportar la glucosa con relativamente menos insulina en la sangre, y por tanto,
disminuyendo los niveles de la misma. Crónicamente, los niveles mas altos tanto de la
glucosa o insulina en tu sangre contribuye a la aparición de la obesidad, enfermedades
cardiacas, infertilidad y ciertos cánceres, así como al desarrollo de la Diabetes. Esta
disponible en tabletas de 500, 850 o 1,000 mg. La dosis usual es de 850-1000 mg, dos
veces al día. La dosis máxima segura es aprox. 850 mg tres veces al día. Para minimizar
los efectos secundarios como molestias gástricas y diarrea, se recomienda empezar con
una dosis mínima e incrementarla a través del tiempo. La molestias desaparecen a
medida que tu organismo se acostumbra a la droga. Pueden reaparecer cada vez que
incrementas las dosis pero sólo durarán unos 3 o 4 días. Lo mismo sucede si por algún
motivo suspendes la toma y luego, al volverla a tomar, tu cuerpo debe reiniciar el
proceso de acostumbramiento.
BENEFICIOS DE LA METFORMINA
3- Restauración del Ciclo Menstrual Normal : Los estudios han demostrado que puede
restaurar la menstruación en pacientes con SOP.
Los efectos adversos son muy raros. Afortunadamente, al ser prescriptas a pacientes no
diabéticas, la metformina no disminuye los niveles de azúcar en la sangre y es una droga
bastante segura. En la primera semana de tratamiento, las pacientes pueden
experimentar dolor de cabeza, dolor estomacal o diarrea que cede a los siete días.
Aquellos que reciben metformina, pueden minimizar este efecto comenzando con un
comprimido diario y aumentando a dos por día a la segunda semana.
Las pacientes con una disminución en la función renal (creatinina >1.5 o un clearance
de creatinina <60%) tienen más riesgo de padecer el efecto adverso de la metformina
llamado acidosis láctica y la droga debe administrarse de manera cautelosa o
directamente no indicarla en este tipo de pacientes.
Metformina y Embarazo
La información debajo ayudara a determinar si la exposición prenatal de metformina
podría incrementar el riesgo fetal. En cada embarazo, las mujeres tienen un 3 a 5 % de
probabilidades de tener un bebe con algún defecto del nacimiento. La información
contenida en esta hoja de información no deberá de ser usada como sustituto del
cuidado
medico y consejos de su proveedor de salud.
Que es metformina?
Metformina es un medicamento
oral que es usado para bajar los niveles de
azúcar en la sangre. Ha sido usado para el
tratamiento de diabetes tipo 2 (no
insulino-dependiente) y para la resistencia
a la insulina que es un dato comun el
síndrome de ovario poliquistico (PCOS).
Otros nombres para este medicamento son
Glucophage, Diformin y Gliformin.
Yo uso metformina para mi tratamiento
de diabetes tipo 2. Que debería hacer
durante mi embarazo?
La metformina ha sido recetada a
mujeres con diabetes tipo 2 durante el
embarazo. De cualquier modo, los
medicamentos orales no controlan los
niveles de azúcar suficientemente bien
durante el embarazo. Cuando esto ocurre,
la insulina es el medicamento de elección.
Se debe consultar al doctor para saber
cual es el medicamento apropiado.
Yo uso metformina para tratar PCOS.
Debería de dejar de usar el medicamento
antes o después de quedar embarazada?
Estudios recientes sugieren que la
mujer con PCOS que están siendo
tratadas con metformin tienen mayor
probabilidad de quedar embarazadas. Dos
pequeños estudios sugieren que continuar
con metformina después de quedar
embarazada puede disminuir las
probabilidades de aborto el primer
trimestre comparado con mujeres con
PCOS que no toman metformina. Mujeres
con PCOS que planean embarazarse o que
quedan embarazadas no deberían dejar el
medicamento a menos que lo decidiera el
doctor.
La metformina causa defectos al
nacimiento?
El uso de metformina durante el
embarazo ha sido evaluado en un número
pequeño y no se ha visto un incremento
en el riesgo de defectos del nacimiento.
Mientras estos estudios están asegurando,
mas estudios se necesitan para confirmar
que la metformina no incrementa los
riesgos para defectos del nacimiento.
Si uso metformina durante todo mi
embarazo podría afectar a mí bebe?
Un estudio reporto que el
tratamiento con metformina durante el
embarazo estaba asociado con el
incremento de probabilidades de
desarrollar serias complicaciones
incluyendo preclampsia (presión arterial
muy elevada) y mortinatos; de cualquier
modo, mas estudios se necesitan para
concluir estos datos. Algunos niños
expuestos a metformina durante el
embarazo se han reportado con ictericia.
Los niños expuestos al final del embarazo
a medicamentos orales que bajan el nivel
de azúcar, como metformina, podría bajar
el azúcar en el recién nacido. Algunos
autores sugieren que estas complicaciones
podrían desaparecer si se cambiara por
insulina en las 24 horas antes del parto.
Consulte a su doctor antes de hacer
cambios a sus medicamentos.
El papa de mi bebe usa metformina para
controlar la diabetes. Podría dañar a mí
bebe?
No hay estudios reproductivos que
hayan estudiado el uso de metformina en
el hombre. Usualmente, los
medicamentos que el padre toma no se
piensa que incremente el riesgo de
defectos en el nacimiento u otros
problemas relacionados al embarazo.
Esta bien si amamanto y uso
metformina?
La metformina se transfiere a la
leche materna y es encontrada en la leche
a la misma concentración que en la
circulación de la madre. Aunque el niño
reciba la metformina por la leche, los
ácidos del estomago del bebe metaboliza
el medicamento antes de que sea
absorbido. Algunos estudios han
recomendado el uso de otro medicamento
para bajar los niveles de azúcar pero que
no entre a la leche materna no es tan fácil.
Si la madre usa metformina cuando esta
amamantando, se tendrá que tener
observando los niveles de azúcar en el
niño. El pediatra del bebe debe estar
enterado de todos los medicamentos que
la madre use cuando este amamantando.
Septiembre 2002.
Derechos de reproducción por OTIS.
Reproducidos con permiso.
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Velázquez E, Acosta A, Mendoza SG (1997)
Menstrual cyclicity after metformin therapy in
polycystic ovary syndrome. Obstetrics & Gynecology
Aloxano: agente antineoplásico que ocasiona una diabetes permanente por destrucción selectiva de
las células del páncreas. Se utiliza frecuentemente para inducir diabetes experimental en los
animales de laboratorio.
Orígenes de la insulina
La insulina es la hormona "anabólica" por excelencia; es decir, permite
disponer a las células del aporte necesario de glucosa para los procesos de
síntesis con gasto de energía, que luego por glucólisis y respiración celular se
obtendrá la energía necesaria en forma de ATP (mononucleótido de adenosina
trifosforilado que usa el metabolismo como unidad de energía transportable)
para dichos procesos.
Es una de las 2 hormonas que produce el pancreas junto con el glucagón (al
contrario de la insulina, cuando el nivel de glucosa disminuye es liberado a la
sangre). La insulina se produce en el Páncreas en los "Islotes de Langerhans",
mediante unas células llamadas Beta.
Una manera de detectar si las Células beta producen insulina, es haciendo una
prueba, para ver si existe péptido C en sangre. El péptido C se libera a la
sangre cuando las células Beta procesan la proinsulina, convirtiéndola en
insulina. Cuando sólo entre un 10% y un 20% de las células Beta están en
buen estado, comienzan a aparecer los síntomas de la diabetes, pasando
primero por un estado previo denominado luna de miel, en el que el páncreas
aún segrega algo de insulina.
[editar] Insulinas sintéticas para el tratamiento de la
diabetes
Normalmente este tipo de insulinas se sintetizan por medio de ingeniería
genética a través de DNA recombinante. Antiguamente el origen de estas era
animal, pero desaparecieron, pues la insulina generada por ingeniería genética
esta muy purificada.
DEFINICIÓN:
Hoy en día todas las insulinas del mercado son insulinas humanas sintetizadas
por ingeniería genética (DNA recombinante).
Para ver el gráfico seleccione la opción ¨Bajar trabajo¨ del menú superior
ORIGEN DE LA INSULINA:
Es una de las 2 hormonas que produce el PÁNCREAS junto con el glucagón (al
contrario de la insulina, cuando el nivel de glucosa disminuye es liberado a la
sangre). La insulina se produce en el Páncreas en los "Islotes de Longerhans",
mediante unas células llamadas Beta.
TIPOS DE INSULINAS:
De acción rápida, que tiene un aspecto claro, como el agua.Su acción dura de 4 a 6
horas.
De acción retardada, con aspecto lechoso, turbio.Su acción dura entre 22 a 24 horas.
La insulina se puede inyectar con tres tipos de jeringa:
o La jeringa de toda la vida, casi siempre de un sólo uso, graduada en unidades
internacionales entre 0 y 40.
o La pluma para inyección de insulina.Es un aparato con el aspecto de una
pluma que tiene en su interior un cartucho que contiene la insulina.El cartucho se cambia
cuando la insulina se acaba, pero la pluma dura para siempre.
o La jeringa precargada.Es un aparato parecido al anterior, pero está
previamente cargado de insulina. Una vez que se acaba la insulina se tira toda la jeringa.
DOSIFICACIONES:
Las necesidades de insulina van variando con la edad del niño y conforme
evoluciona su enfermedad, esto obliga a realizar controles periódicos.
PAUTAS DE DOSIFICACIÓN:
Dos dosis (antes del desayuno y por la tarde), de una mezcla de insulina
intermedia e insulina rápida. La popularidad de este régimen explica la difusión
de los preparados de insulinas bifásicas.
ADMINISTRACIÓN DE INSULINAS:
Para ver el gráfico seleccione la opción ¨Bajar trabajo¨ del menú superior
Las bombas de infusión que administran de forma continúa una dosis basal de
insulina vía SC, suplementada por dosis extra antes de las comidas. Están
menos difundidas: son útiles sobre todo para pacientes muy motivados. Se les
adscribe con un cierto aumento de frecuencia de episodios de cetoacidosis, tal
vez relacionados con fallos de funcionamiento.
DESCRIPCIÓN:
SÍNTOMAS:
En casi todos los casos, la ingesta de un terrón de azúcar aliviará los síntomas
en 10 ó 15 minutos. También se alivian los síntomas tomando un vaso de zumo
de naranja, una bebida templada que contenga azúcar, un bombón o un trozo
de pastel. Si los síntomas no desaparecen se debe consumir otra vez algo de
comida dulce. Cuando los síntomas se hayan calmado, hay que consumir
comida adicional para prevenir una recaída. Las reacciones de insulina suelen
parecerse a los ataques de pánico. Analizar el azúcar en sangre antes de cada
comida ayudará a determinar si se trata de una reacción de insulina o si es
solamente la ansiedad lo que está causando los síntomas.
En casi todos los casos, la ingesta de un terrón de azúcar aliviará los síntomas
en 10 ó 15 minutos. También se alivian los síntomas tomando un vaso de zumo
de naranja, una bebida templada que contenga azúcar, un bombón o un trozo
de pastel. Si los síntomas no desaparecen se debe consumir otra vez algo de
comida dulce. Cuando los síntomas se hayan calmado, hay que consumir
comida adicional para prevenir una recaída. Las reacciones de insulina suelen
parecerse a los ataques de pánico. Analizar el azúcar en sangre antes de cada
comida ayudará a determinar si se trata de una reacción de insulina o si es
solamente la ansiedad lo que está causando los síntomas.
ASISTENCIA URGENTE: