Novena A La Virgen Del Carmen
Novena A La Virgen Del Carmen
Novena A La Virgen Del Carmen
CANTO
Eres Madre muy sencilla, criatura del Señor,
Virgen pobre, Madre mía, llena de gracia y de amor.
Fuiste arcilla entre sus manos y el Señor te modeló,
aceptaste ser su esclava siempre dócil a su voz.
Yo quiero ser arcilla entre sus manos,
yo quiero ser vasija de su amor.
Yo quiero ser arcilla entre sus manos,
yo quiero ser vasija de su amor.
Quiero dejar lo mío para él.
RECONCILIACIÓN
¿Qué tengo yo, que mi amistad procuras?
¿Qué interés se te sigue, Jesús mío,
que a mi puerta, cubierto de rocío
pasas las noches del invierno oscuras?
Aleluya, aleluya
Concebirás y darás a luz un hijo
y le pondrás por nombre Jesús,
porque él salvará a su pueblo de todos sus pecados.
EVANGELIO
Lectura del santo Evangelio según san Lucas 1, 26-38
En aquel tiempo, el ángel Gabriel fue enviado por Dios a una ciudad de Galilea llamada Nazaret, a una
virgen desposada con un hombre llamado José, de la estirpe de David; la virgen se llamaba María.
El ángel, entrando en su presencia, dijo:
«Alégrate, llena de gracia, el señor está contigo».
Ella se turbó ante estas palabras y se preguntaba qué saludo era aquél.
El ángel le dijo:
«No temas, María, porque has encontrado gracia ante Dios. Concebirás en tu vientre y darás a luz un
hijo, y le pondrás por nombre Jesús. Será grande, se llamará Hijo del Altísimo, el Señor Dios le dará el
trono de David, su padre, reinará sobre la casa de Jacob para siempre, y su reino no tendrá fin».
Y María dijo al ángel:
«¿Cómo será eso, pues no conozco a varón?»
El ángel le contestó:
«El Espíritu Santo vendrá sobre ti, y la fuerza del Altísimo te cubrirá con su sombra; por eso el Santo que
va a nacer se llamará Hijo de Dios.
Ahí tienes a tu pariente Isabel, que, a pesar de su vejez, ha concebido un hijo, y ya está de seis meses la
que llamaban estéril, porque para Dios nada hay imposible».
María contestó: «Aquí está la esclava del Señor, hágase en mí según tu palabra».
Y la dejó el ángel.
Palabra del Señor
POEMA
Y él vino y dijo palabras,
que iban cayendo sobre mí como goterones de plomo derretido.
Palabras que no sabría repetir
pero que me empujaban a una gran locura.
Yo tendría que crecer y crecer.
Desde arriba me estirarían el alma
porque el que iba a venir
era tan diminuto y tan grande
que sólo cabría en mí y en todo el universo.
Y todo aquello - ¡qué bien lo entendí entonces!-
se haría con risas y con sangre.
El alma no crece como se estira la masa del pan,
crece desgarrándose
estirando el corazón con los siete caballos del misterio.
Creces sin entender y empiezas a no ser lo que tú eras.
Sabes que Alguien será tu hijo,
pero nunca sabrás quién es ese Alguien
y empiezas a sospechar
que este primer parto feliz
es tan sólo el ensayo de otro más sangriento.
Y "hágase" le dije.
Y recuerdo que el ángel sonrió
como si acabase de quitarle
un gran peso de encima.
Y un pájaro cruzó tras la ventana.
Y la tarde se puso como si el sol sangrase.
Y el aire se llenó de campanillas
como si el mismo Dios estuviera contento.
Antífona:
Dichosa eres, Virgen María,
que llevaste en tu seno al creador del Universo.
CANTO OFERTORIO
Flor del Carmelo, Oh Madre tierna,
viña florida, oh Madre tierna,
esplendor del cielo, estrella del mar.
Virgen, Virgen, Oh Madre, tierna,
Virgen fecunda oh Madre tierna,
de modo singular, estrella, estrella del mar.
de modo singular. estrella, estrella del mar.
Madre tierna,
Madre tierna,
y siempre Virgen.
A los carmelitas
proteja tu nombre,
a los carmelitas,
proteja tu nombre,
estrella del mar.
COMUNIÓN
"El mirar de Dios es amar,
el mirar de Dios es amar,
el mirar de Dios es amar."
ORACIÓN
Veinticinco de marzo:
¡Dios te salve, María!
CANTO FINAL
El ave cantemos, cantemos el ave,
a nuestra Señora la Virgen del Carmen.
Ave, ave, ave, María,
ave, ave, Virgen del Carmen.
Las flores alfombran tu monte Carmelo,
te sirven de orquesta las aves del cielo.
A los marineros en la travesía,
la Virgen del Carmen a puerto los guía.
Dejad que yo cante mis tiernos requiebros,
a nuestra Señora del monte Carmelo.
Novena a la Virgen del Carmen (2)
La virgen siente la necesidad de comunicar la acción de Dios en ella
"Dichosa eres tú, porque has creído"
CANTO
Mientras recorres la vida, tú nunca solo estás,
contigo por el camino Santa María va.
RECONCILIACIÓN
Cobarde llego a vuestra real presencia,
aunque culpados dicen que acaricia,
temblando, ay Dios, si la he de hallar propicia
por ser envejecida mi dolencia.
Llego, viéndoos con brazos de clemencia,
temo, viéndoos con vara de justicia,
huyo de vos a vos en mi malicia
y apelo a vos de vos de la sentencia.
Para que me convierta, convertidme;
para que no huya, a vuestros pies clavadme,
y pues herido estáis, Señor, heridme.
Oveja vuestra soy, pastor, buscadme;
pródigo vuelvo, Padre, recibidme,
y pues que sois Jesús, ¡Jesús, salvadme!
PRIMERA LECTURA
Lectura del primer libro de los Reyes 17, 7-16
En aquellos días, se secó el torrente donde se había escondido Elías, porque no había llovido en la
región. Entonces el Señor dirigió la palabra a Elías:
-“Anda, vete a Sarepta de Fenicia a vivir allí; yo mandaré a una viuda que te dé la comida”.
Elías se puso en camino hacia Sarepta, y, al llegar a la puerta de la ciudad, encontró allí una viuda que
recogía leña. La llamó y le dijo:
-“Por favor, tráeme un poco de agua en un jarro para que beba”.
Mientras iba a buscarla, le gritó:
-“Por favor, tráeme también en la mano un trozo de pan”.
Respondió ella:
-“Te juro por el Señor tu Dios, que no tengo ni pan; me queda sólo un puñado de harina en el cántaro y
un poco de aceite en la alcuza. Ya ves que estaba recogiendo un poco de leña. Voy a hacer un pan para mí
y para mi hijo; nos lo comeremos y luego moriremos”.
Respondió Elías:
-“No temas. Anda, prepáralo como has dicho, pero primero hazme a mí un panecillo y tráemelo; para ti y
para tu hijo lo harás después. Porque así dice el Señor Dios de Israel: "La orza de harina no se vaciará, la
alcuza de aceite no se agotará, hasta el día en que el Señor envíe la lluvia sobre la tierra."
Ella se fue, hizo lo que le había dicho Elías y comieron él, ella y su hijo.
Ni la orza de harina se vació, ni la alcuza de aceite se agotó: como lo había dicho el Señor por medio de
Elías.
Palabra de Dios
Aleluya, aleluya.
Dichosa tú, porque has creído,
porque lo que te ha dicho el Señor se cumplirá
EVANGELIO
Lectura del santo Evangelio según san Lucas 1, 39-56
En aquellos días, María se puso en camino y fue aprisa a la montaña, a un pueblo de Judá; entró en casa
de Zacarías y saludó a Isabel.
En cuanto Isabel oyó el saludo de María, saltó la criatura en su vientre. Se llenó Isabel del Espíritu Santo
y dijo a voz en grito:
-«Bendita tú entre las mujeres y bendito el fruto de tu vientre! ¿Quién soy yo para que me visite la
madre de mi Señor? En cuanto tu saludo llegó a mis oídos, la criatura saltó de alegría en mi vientre.
¡Dichosa tú, que has creído!, porque lo que te ha dicho el Señor se cumplirá.»
María dijo:
-"Proclama mi alma la grandeza del Señor, se alegra mi espíritu en Dios, mi salvador;
porque ha mirado la humillación de su esclava.
Desde ahora me felicitarán todas las generaciones, porque el Poderoso ha hecho obras grandes por mí;
su nombre es santo.
Y su misericordia llega a sus fieles de generación en generación.
El hace proezas con su brazo: dispersa a los soberbios de corazón,
derriba del trono a los poderosos y enaltece a los humildes;
a los hambrientos los colma de bienes y a los ricos los despide vacíos.
Auxilia a Israel, su siervo, acordándose de la misericordia
-como lo había prometido a nuestros padres-,
en favor de Abrahán y su descendencia para siempre».
María se quedó con Isabel unos tres meses y después volvió a su casa.
Palabra del Señor
Poema
Cuando venga mi hijo, me callaré.
Si él es la palabra, yo ¿qué?
El va a decirles todo lo que no sé,
¿por qué se ha hecho hombre, por qué?
Él tiene las razones, yo sólo la fe.
Belén está ya cerca, casi se ve.
Se acaba la tarea que comencé.
Porque cuando, en mis brazos nacido esté,
el "hágase" que dije repetiré.
Y ya no diré nada. Ya ¿para qué?
Si él es la Palabra, me callaré.
Antífona
¡Dichosa tú, que has creído!,
porque lo que te ha dicho el Señor se cumplirá
CANTO OFERTORIO
Flor del Carmelo, Madre tierna, Oh Madre tierna,
viña florida, Madre tierna, oh Madre tierna,
esplendor del cielo, y siempre Virgen. estrella del mar.
Virgen, Virgen, A los carmelitas Oh Madre, tierna,
Virgen fecunda proteja tu nombre, oh Madre tierna,
de modo singular, a los carmelitas, estrella, estrella del mar.
de modo singular. proteja tu nombre, estrella, estrella del mar
estrella del mar.
CANTO DE COMUNIÓN
Oí tu voz, en los gritos de la noche oí tu voz.
Oí tu voz, en el llanto de los hombres oí tu voz.
Oí tu voz anunciando a los pobres la justicia de Dios.
Eres el Camino, eres la Verdad, eres la Vida.
Oí tu voz, en el buen samaritano oí tu voz.
Oí tu voz, al servir a mis hermanos oí tu voz.
Oí tu voz, me sentí su invitado, compartí su amistad.
CANTO FINAL
Salve, estrella de los mares,
de los mares iris de eterna ventura.
Salve, oh fénix de hermosura,
Madre del divino Amor.
De tu pueblo a los pesares tu clemencia dé consuelo,
fervoroso llegue al cielo hasta ti, hasta ti nuestro clamor.
Salve, salve, estrella de los mares,
salve, estrella de los mares.
Sí, fervoroso llegue al cielo,
hasta ti, hasta ti nuestro clamor.
Salve, salve, estrella de los mares,
estrella de los mares,
salve, salve, salve, salve.
Novena a la Virgen del Carmen (3)
"La Virgen concebirá y dará a luz un hijo,
y le pondrá por nombre Enmanuel: Dios con nosotros."
CANTO
La Virgen sueña caminos, está a la espera,
la Virgen sabe que el Niño está muy cerca.
De Nazaret a Belén hay una senda;
por ella van los que creen en las promesas.
Los que soñáis y esperáis la buena nueva,
abrid las puertas al niño que está muy cerca.
El Señor cerca está; el viene con la paz.
El Señor cerca está; el trae la verdad.
RECONCILIACIÓN
Oveja perdida, ven
sobre mis hombros, que hoy
no sólo tu pastor soy,
sino tu pasto también.
Por descubrirte mejor
cuando balabas perdida,
dejé en un árbol la vida,
donde me subió el amor,
si prenda quieres mayor,
mis obras hoy te la den.
Pasto, al fin, hoy tuyo hecho,
¿cuál dará mayor asombro,
o el traerte yo en el hombro,
o el traerme tu en el pecho?
Prendas son de amor estrecho,
que aun los más ciegos las ven.
PRIMERA LECTURA
Lectura del libro primero de los Reyes 17, 17-24
En aquellos días, cayó enfermo el hijo de la señora de la casa, Le enfermedad era tan grave que se quedó
sin respiración. Entonces la mujer dijo a Elías:
-“¿Qué tienes tú que ver conmigo?, ¿has venido a mi casa para avivar el recuerdo de mis culpas y hacer
morir a mi hijo?”.
Elías respondió:
-“Dame a tu hijo”.
Y, tomándolo de su regazo, lo subió a la habitación donde él dormía y lo acostó en su cama. Luego invocó
al Señor: “Señor, Dios mío, ¿también a esta viuda que me hospeda la vas a castigar haciendo morir a su
hijo?”
Después se echó tres veces sobre el niño, invocando al Señor: “Señor, Dios mío, que vuelva al niño la
respiración”.
El Señor escuchó la súplica de Elías: al niño le volvió la respiración y revivió. Elías tomó al niño, lo llevó
al piso bajo y se lo entregó a su madre diciendo:
-“Mira, tu hijo está vivo”.
Entonces la mujer dijo a Elías:
-“Ahora reconozco que eres un hombre de Dios y que la palabra del Señor en tu boca es verdad”.
Palabra de Dios
Aleluya, aleluya.
La Virgen concebirá y dará a luz un hijo,
y le pondrá por nombre Enmanuel: Dios con nosotros.
EVANGELIO
Lectura del santo Evangelio según san Mateo 1, 18-24
El nacimiento de Jesucristo fue de esta manera:
La madre de Jesús estaba desposada con José, y antes de vivir juntos resultó que ella esperaba un hijo,
por obra del Espíritu Santo.
José, su esposo, que era bueno y no quería denunciarla, decidió repudiarla en secreto. Pero apenas había
tomado esta resolución se le apareció en sueños un ángel del Señor, que le dijo:
-“José, hijo de David, no tengas reparo en llevarte a María, tu mujer, porque la criatura que hay en ella
viene del Espíritu Santo. Dará a luz un hijo, y tú le pondrás por nombre Jesús, porque él salvará a su
pueblo de los pecados”.
Todo esto sucedió para que se cumpliese lo que había dicho el Señor por el profeta:
-“Mirad: la virgen concebirá y dará a luz un hijo, y le pondrá por nombre Enmanuel que significa: "Dios
con nosotros".
Cuando José se despertó hizo lo que le había mandado el ángel del Señor y se llevó a casa a su mujer.
Palabra del Señor
POEMA
¡Y qué cortos y qué largos se hicieron los nueve meses!
Largos para mi cabeza, para el corazón, muy breves.
Antífona
El Señor ha mirado mi humillación
y el Poderoso ha hecho obras grandes por mí
CANTO OFERTORIO
Flor del Carmelo, viña florida,
esplendor del cielo,
virgen, virgen, virgen fecunda
de modo singular, de modo singular.
CANTO DE COMUNIÓN
Amado mío,
¿a dónde estás, amado mío?
Amado mío,
¿a dónde estás, amado mío?
CANTO FINAL
Tu nombre me sabe a fe, tu nombre me sabe a calma,
me sabe tu nombre a amor, tu nombre sabe a esperanza;
tu nombre me sabe al tiempo, en que de niño rezaba,
tu nombre Virgen María, tu nombre Virgen del alma.
María de Nazaret,
María de mi esperanza,
María de mi niñez,
María de mi añoranza;
tu nombre aprendí de niño,
tu nombre guió mi infancia.
Tu nombre me sabe a paz, tu nombre me sabe a cielo,
me sabe tu nombre a luz, tu nombre sabe a consuelo;
tu nombre me sabe al tiempo, en que de joven luchaba,
tu nombre Virgen María, tu nombre Virgen del alma.
Tu nombre me sabe a mar, tu nombre me sabe a magia,
me sabe tu nombre a sol, tu nombre sabe a bonanza;
tu nombre me sabe al tiempo,
que siendo un hombre dudaba
tu nombre Virgen María, tu nombre Virgen del alma.
Novena a la Virgen del Carmen (4)
Hoy, en la ciudad de David, os ha nacido el Salvador
CANTO
En un portal hay un niño pequeño,
con María, su madre, con su padre, José;
gran revuelo han formado en el cielo,
y en la tierra no saben lo que pasa en Belén.
RECONCILIACIÓN
Pastor, que con tus silbos amorosos
me despertaste del profundo sueño;
tú, que hiciste cayado de este leño
en que tiendes los brazos poderosos.
Vuelve los ojos a mi fe piadosos,
pues te confieso por mi amor y dueño
y la palabra de seguirte empeño
tus dulces silbos y tus pies hermosos.
Oye, Pastor, que por amores mueres,
no te espante el rigor de mis pecados,
pues tan amigo de rendidos eres,
espera, pues, y escucha mis cuidados;
pero ¿cómo te digo que me esperes
si estás, para esperar, los pies clavados?
PRIMERA LECTURA
Lectura del primer libro de los Reyes 18, 20-39
En aquellos días, el rey Ajab despachó órdenes a todo Israel, y los profetas de Baal se reunieron en el
monte Carmelo. Elías se acercó a la gente y dijo:
-“¿Hasta cuándo vais a caminar con muletas? Si el Señor es el verdadero Dios, seguidlo, y si lo es Baal,
seguid a Baal”.
La gente no respondió una palabra. Entonces Elías les dijo:
-“He quedado yo solo como profeta del Señor, mientras que los profetas de Baal son cuatrocientos
cincuenta. Que nos den dos novillos, vosotros elegid uno; que lo descuarticen y lo pongan sobre la leña
sin prenderle fuego; yo prepararé el otro novillo y lo pondré sobre la leña sin prenderle fuego. Vosotros
invocaréis a vuestro dios y yo invocaré al Señor; y el dios que responda enviando fuego, ése es el Dios
verdadero”.
Toda la gente asintió.
Ellos cogiendo el novillo que les dieron, lo prepararon y estuvieron invocando a Baal desde la mañana
hasta el mediodía: “¡Baal respóndenos!”.
Pero no se oía una voz, ni una respuesta.
Entonces Elías dijo a la gente:
-“Acercaos”.
Se acercaron todos, y reconstruyó el altar del Señor, que estaba demolido; cogió doce piedras, una por
cada tribu de Jacob; con las piedras levantó un altar en honor del Señor, hizo una zanja alrededor del
altar, como para sembrar dos fanegas; apiló la leña, descuartizó el novillo, lo puso sobre la leña y dijo:
Llenad cuatro cántaros de agua y derramadla sobre la víctima y la leña.
Llegada la hora de la ofrenda, el profeta Elías se acercó y oró:
-”¡Señor Dios de Abrahán, Isaac e Israel! Que se vea hoy que tú eres el Dios de Israel y yo tu siervo, y que
he hecho esto por orden tuya. Respóndeme, Señor, respóndeme, para que sepa esta gente que tú, Señor,
eres el Dios verdadero y que eres tú quien les cambiará el corazón”.
Entonces el Señor envió un rayo que abrasó la víctima, la leña y las piedras y el polvo, y secó el agua de
la zanja. Al verlo, cayeron sobre su rostro, exclamando:
-“¡El Señor es el Dios verdadero! ¡El Señor es el Dios verdadero!”.
Palabra de Dios
EVANGELIO
Lectura del santo evangelio según san Lucas 2, 1-14
En aquel tiempo, salió un decreto del emperador Augusto, ordenando hacer un censo del mundo
entero. Este fue el primer censo que se hizo siendo Cirino gobernador de Siria. Y todos iban a
inscribirse, cada cual a su ciudad.
También José, que era de la casa y familia de David, subió desde la ciudad de Nazaret, en Galilea, a la
ciudad de David, que se llama Belén, en Judea, para inscribirse con su esposa María, que estaba
encinta. Y mientras estaba allí le llegó el tiempo del parto y dio a luz a su hijo primogénito, lo
envolvió en pañales y lo acostó en un pesebre, porque no tenían sitio en la posada.
En aquella región había unos pastores que pasaban la noche al aire libre, velando por turno su
rebaño. Y un ángel del Señor se les presentó; la gloria del Señor los envolvió de claridad, y se
llenaron de gran temor. El ángel les dijo:
- "No temáis, os traigo una buena noticia, una gran alegría para todo el pueblo: hoy, en la ciudad de
David, os ha nacido un Salvador: el Mesías, el Señor, Y aquí tenéis la señal: encontraréis un niño
envuelto en pañales y acostado en un pesebre."
De pronto, en torno al ángel, apareció una legión del ejército celestial, que alababa a Dios, diciendo:
- "Gloria a Dios en el cielo, y en la tierra paz a los hombres que ama el Señor."
Palabra del Señor
POEMAS
Dios es perfecto y sin nada que le sobre o que le falte.
Él tiene todo y de todo, pero no tenía madre.
Antífona
Por ti, Virgen María, han llegado a su cumplimiento los oráculos de los profetas que anunciaron a Cristo:
siendo virgen, concebiste al Hijo de Dios y, permaneciendo virgen, lo engendraste.
Por ti, Virgen María, han llegado a su cumplimiento los oráculos de los profetas que anunciaron a Cristo:
siendo virgen, concebiste al Hijo de Dios y, permaneciendo virgen, lo engendraste.
ORACIÓN DE LOS FIELES
Adoremos a Cristo, que se despojó de su rango y tomó la condición de esclavo, y, por intercesión de
María, supliquémosle diciendo: -Por tu nacimiento, socorre, Señor, a quienes has redimido.
Tú que al entrar en el mundo has inaugurado el tiempo nuevo anunciado por los profetas,
-haz que tu Iglesia se rejuvenezca siempre.
Tú que hiciste a María, tu Madre, llena de gracia, -concede también la abundancia de tu gracia a
todos los hombres.
Tú que naciste pobre y humilde, -mira con amor a los pobres y dígnate consolarlos.
Tú que por tu nacimiento terreno anuncias a todos la alegría de una vida sin fin,
-alegra a los agonizantes con la esperanza de un nacimiento eterno.
Tú que descendiste al mundo para que los hombres pudieran ascender al cielo, -admite en tu gloria a
todos los difuntos.
CANTO OFERTORIO
Flor del Carmelo, viña florida,
esplendor del cielo,
Virgen, Virgen, Virgen fecunda
de modo singular, de modo singular.
Madre tierna, Madre tierna,
y siempre Virgen.
A los carmelitas proteja tu nombre,
a los carmelitas, proteja tu nombre,
estrella del mar.
Oh Madre tierna, oh Madre tierna,
estrella del mar.
Oh Madre, tierna, oh Madre tierna,
estrella, estrella del mar,
estrella, estrella del mar.
CANTO DE COMUNIÓN
Ah, ah, ah, ah.
Duérmete, niño hermoso, duérmete en paz, 2ª voz
estrella de los cielos, duérmete en paz. La, la, la..... Duerme niño, duerme,
duerme sin temor,
Ya se acerca la noche sombría, duerme confiado
ya se esconden los rayos del sol, que te velo yo (bis)
ya de estrellas se cubren los cielos,
ya la luna su disco asomó.
Duerme, duerme, querido del alma,
duerme, duerme, Jesús de mi amor,
que a tu lado velando tu sueño,
abrasado de amores estoy. (bis)
¡Callad! ¡Callad!
Pastorcitos, pastorcitos,
pastorcitos de Belén,
no toquéis más los rabeles, Duerme, prenda mía
que está durmiendo mi bien, duerme, dulce bien,
déjalo que se sonría, mientras yo te adoro
con serena placidez, con ardiente fe.
deja que siga soñando
hasta el nuevo amanecer.
Y veo a gentes
que levantan la mirada hasta el cielo y dicen:
"Esa estrella es la tuya".
Y les late el corazón de ternura
como si yo -ya veis- fuera madre de todos.
CANTO FINAL
En un portal hay un niño pequeño,
con María, su madre, con su padre, José;
gran revuelo han formado en el cielo,
y en la tierra no saben lo que pasa en Belén.
CANTO
Madre de los creyentes que siempre fuiste fiel,
danos tu confianza, danos tu fe.
Pasaste por el mundo en medio de tinieblas,
sufriendo a cada paso la noche de la fe,
sintiendo cada día la espada del silencio,
a oscuras padeciste el riesgo de creer.
La fe por el desierto a lomos de un asnillo,
la fe cuando en las bodas Jesús se hizo esperar,
la fe cuando pensaban que tu hijo estaba loco,
la fe cuando el Calvario, al borde de acabar.
Guardaste bajo llave las dudas y batallas,
formándose el misterio al pie del corazón,
debajo de tu pecho de amor inagotable,
la historia se escribía de nuestra Redención.
Reconciliación
PRIMERA LECTURA
Lectura del primer libro de los Reyes 19, 1-8
Ajab refirió a Jezabel cuanto había hecho Elías y cómo había pasado a cuchillo a todos los profetas. Envió
Jezabel un mensajero a Elías diciendo:
-"Que los dioses me hagan esto y me añadan esto otro, si mañana a estas horas no he puesto tu alma
igual que el alma de uno de ellos”.
Él tuvo miedo, se levantó y se fue para salvar su vida. Llegó a Berseba de Judá y dejó allí a su criado.
El caminó por el desierto una jornada de camino, y fue a sentarse bajo una retama. Se deseó la muerte y
dijo: "Basta ya Yavéh. Toma mi vida, porque no soy mejor que mis padres".
Se acostó y se durmió bajo la retama, pero un ángel le tocó y le dijo:
-"Levántate y come".
Miró y vio a su cabecera una torta cocida sobre piedras calientes y un jarro de agua. Comió y bebió y se
volvió a acostar.
Volvió segunda vez el ángel de Yahvéh, le tocó y le dijo:
-"Levántate y come, porque el camino es demasiado largo para ti”.
Se levantó, comió y bebió, y con la fuerza de aquella comida caminó cuarenta días y cuarenta noches
hasta el monte Horeb.
Palabra de Dios
Aleluya, aleluya
Levántate, coge al Niño y a su madre y huye a Egipto.
EVANGELIO
Lectura del santo Evangelio según San Mateo 2, 13-15. 19-23
Cuando se marcharon los Magos, el ángel del Señor se apareció en sueños a José y le dijo:
- "Levántate, coge al niño y a su madre y huye a Egipto; quédate allí hasta que yo te avise, porque
Herodes va a buscar al niño para matarlo."
José se levantó, cogió al niño y a su madre de noche; se fue a Egipto y se quedó hasta la muerte de
Herodes; así se cumplió lo que dijo el Señor por el Profeta:
"Llamé a mi hijo para que saliera de Egipto."
Cuando murió Herodes, el ángel del Señor se apareció de nuevo en sueños a José en Egipto y le dijo:
- "Levántate, coge al niño y a su madre y vuélvete a Israel; ya han muerto los que atentaban contra la
vida del niño."
Se levantó, cogió al niño y a su madre y volvió a Israel.
Pero al enterarse de que Arquelao reinaba en Judea como sucesor de su padre Herodes tuvo miedo de ir
allá. Y avisado en sueños se retiró a Galilea y se estableció en un pueblo llamado Nazaret. Así se cumplió
lo que dijeron los profetas, que se llamaría nazareno.
Palabra del Señor
POEMA
Desterrado parte el Niño, Este frío no os fatigue,
y llora ni Herodes, que os persigue,
díjole su Madre así, por el gran bien que se sigue
y llora; desta vida penadora,
callad, mi Señor, agora. y llora;
Callad, mi Señor, agora.
Oid llantos de amargura,
Con su Hijo va huyendo,
pobreza, temor, tristura,
aguas, vientos, noche oscura, ya cansado, ya temiendo,
ya temblando, ya corriendo
con que va nuestra Señora,
tras la fe, su guiadora,
y llora;
y llora;
callad, mi Señor, agora.
callad, mi Señor, agora.
El destierro que sufrís
es la llave con que abrís Oh cuáles van caminando,
temiendo y atrás mirando
al mundo que redimís,
si los iba ya alcanzando
la ciudad en que Dios mora
la gente perseguidora.
y llora;
Y llora;
callad, mi Señor, agora.
Callad, mi Señor, agora.
No puede quedar en esto;
moriréis, y no tan presto; A la Virgen sin mancilla
mas la cruz do será puesto la verde palma se humilla,
me traspasa desde agora, en señal de maravilla,
y llora; que es del cielo emperadora,
callad, mi Señor, agora. y llora;
callad mi Señor, agora.
¡Oh gran Rey de mis entrañas,
cómo ís por las montañas, ¡Oh si supieses, Egipto,
huyendo a tierras extrañas cuánto ya eres bendito
de la mano matadora! por el tesoro infinito
Y llora; que hoy en ti se tesora!
callad, mi Señor agora. Y llora;
callad, mi Señor, agora.
Antífona
Nada te turbe, nada te espante; todo se pasa, Dios no se muda.
La paciencia todo lo alcanza. Quien a Dios tiene nada le falta.
Solo Dios basta.
CANTO OFERTORIO
Flor del Carmelo, viña florida,
esplendor del cielo,
Virgen, Virgen, Virgen fecunda
de modo singular, de modo singular.
Madre tierna, Madre tierna,
y siempre Virgen.
A los carmelitas proteja tu nombre,
a los carmelitas, proteja tu nombre,
estrella del mar.
Oh Madre tierna, oh Madre tierna,
estrella del mar.
Oh Madre, tierna, oh Madre tierna,
estrella, estrella del mar,
estrella, estrella del mar.
CANTO DE COMUNIÓN
En una noche oscura, En mi pecho florido,
con ansias en amores inflamada, que entero para él solo guardaba,
¡Oh dichosa aventura! allí quedó dormido
salí sin ser notada y yo le regalaba
estando ya mi casa sosegada. y el ventalle de cedros aire daba.
CANTO FINAL
Cuántas veces, siendo niño, te recé,
con mis besos te decía que te amaba,
poco a poco, con el tiempo, alejándome de Ti,
por caminos que se alejan me perdí.
El Hijo sorprende a los padres cuando empieza a tener proyectos propios en la vida. No se deben
imponer caminos a los hijos.
Hay que ayudarles a realizar su vocación, a que encuentren su propia identidad.
Hay que aprender a "perder el niño" y reconocer el nacimiento del adolescente.
Los hijos deben crecer en autonomía pero sin cortar violentamente los lazos familiares.
Construir la familia: En un mundo donde todo se pierde en el anonimato.
La familia es el mejor sitio para sentirse persona.
CANTO
Cantar quiero a mi madre, cantos de alegre son,
óyelos, Virgen pura, óyelos con amor;
óyelos, Virgen pura,
óyelos con amor, óyelos con amor.
Cuando oigo de las aves el suave gorjear,
con ellas yo quisiera a tu lado cantar;
con ellas yo quisiera,
a tu lado cantar, a tu lado cantar.
RECONCILIACIÓN
Cuando en mis manos, Rey eterno, os miro,
y la cándida víctima levanto,
de mi atrevida indignidad me espanto
y la piedad de vuestro pecho admiro.
Tal vez el alma con temor retiro,
tal vez la doy al amoroso llanto,
que arrepentido de ofenderos tanto,
con ansias temo y con dolor suspiro.
Volved los ojos a mirarme humanos,
que por las sendas de mi error siniestras
me despeñaron pensamientos vanos;
no sean tantas las miserias nuestras
que a quien os tuvo en sus indignas manos,
Vos le dejéis de las divinas vuestras.
PRIMERA LECTURA
Lectura del primer libro de los Reyes 19, 9a. 11-13ª
En aquellos días, cuando Elías llegó al Horeb, el monte de Dios, se metió en una cueva donde pasó la
noche. El Señor le dijo:
- "Sal y ponte de pie en el monte ante el Señor. ¡El Señor va a pasar!"
Vino un huracán tan violento que descuajaba los montes y hacía trizas las peñas delante del Señor; pero
el Señor no estaba en el viento. Después del viento, vino un terremoto; pero el Señor no estaba en el
terremoto. Después del terremoto, vino un fuego; pero el Señor no estaba en el fuego.
Después del fuego, se oyó una brisa tenue; al sentirla, Elías se tapó el rostro con el manto, salió afuera y
se puso en pie a la entrada de la cueva.
Una voz le preguntó:
-“¿Qué te trae por aquí, Elías?”.
Contestó:
-“Mi pasión por el Señor Dios de los ejércitos. Porque los israelitas han abandonado tu alianza, han
derribado tus altares y han pasado a cuchillo a tus profetas. He quedado yo solo, y ahora me persiguen
para matarme”.
El Señor le dijo:
-“Desanda el camino hasta el desierto de Damasco, y cuando llegues, unge rey de Siria a Jazael, rey de
Israel a Jehú, hijo de Nimsi, y como profeta sucesor tuyo a Eliseo, hijo de Safat, natural de Abel-Mejolá”.
Palabra de Dios
Antífona
José y María, la madre de Jesús, estaban admirados por lo que se decía de él.
María conservaba todas estas cosas, meditándolas en su corazón.
José y María, la madre de Jesús, estaban admirados por lo que se decía de él.
María conservaba todas estas cosas, meditándolas en su corazón.
Tú que fortaleciste a María cuando estaba al pie de la cruz y la llenaste de gozo en la resurrección de tu
Hijo,
-levanta y robustece la esperanza de los caídos.
Tú que hiciste que María meditara tus palabras en su corazón y fuera tu esclava fiel,
-por su intercesión, haz de nosotros siervos fieles y discípulos dóciles de tu Hijo.
Tú que coronaste a María como reina del cielo,
-haz que los difuntos puedan alcanzar, con todos los santos, la felicidad de tu reino.
CANTO OFERTORIO
Flor del Carmelo, viña florida,
esplendor del cielo,
Virgen, Virgen, Virgen fecunda
de modo singular, de modo singular.
CANTO DE COMUNIÓN
Amado mío,
¿a dónde estás, amado mío?
Amado mío,
¿a dónde estás, amado mío?
CANTO FINAL
El ave cantemos, cantemos el ave,
a nuestra Señora la Virgen del Carmen.
Ave, ave, ave, María,
ave, ave, Virgen del Carmen.
Las flores alfombran tu monte Carmelo,
te sirven de orquesta las aves del cielo.
A los marineros en la travesía,
la Virgen del Carmen a puerto los guía.
Dejad que yo cante mis tiernos requiebros,
a nuestra Señora del monte Carmelo.
Novena a la Virgen del Carmen (7)
Haced lo que Él os diga
CANTO
Cosas grandes hizo Dios en mí,
su nombre es santo, fiel siempre su amor,
alegre canto las grandezas del Señor,
gozo por siempre en Dios mi salvador.
RECONCILIACIÓN
Cuando me paro a contemplar mi estado
y a ver los pasos por donde he venido,
me espanto de que un hombre tan perdido
a conocer su error haya llegado.
PRIMERA LECTURA
Lectura del segundo libro de los Reyes 5, 14-17
En aquellos días, Naamán de Siria bajó al Jordán y se bañó siete veces, como había ordenado el profeta
Eliseo, y su carne quedó limpia de la lepra, como la de un niño.
Volvió con su comitiva y se presentó al profeta, diciendo:
- "Ahora reconozco que no hay dios en toda la tierra más que el de Israel. Acepta un regalo de tu
servidor."
Eliseo contestó:
- "¡Vive Dios, a quien sirvo! No aceptaré nada."
Y aunque le insistía, lo rehusó. Naamán dijo:
- "Entonces, que a tu servidor le dejen llevar tierra, la carga de un par de mulas; porque en adelante tu
servidor no ofrecerá holocaustos ni sacrificios a otros dioses fuera del Señor."
Palabra de Dios
EVANGELIO
Lectura del santo evangelio según san Juan 2, 1-11
En aquel tiempo, había una boda en Caná de Galilea, y la madre de Jesús estaba allí. Jesús y sus
discípulos estaban también invitados a la boda. Faltó el vino, y la madre de Jesús le dijo:
- “No les queda vino”.
Jesús le contestó:
-“Mujer, déjame, todavía no ha llegado mi hora”.
Su madre dijo a los sirvientes:
-“Haced lo que él diga”.
Había allí colocadas seis tinajas de piedra, para las purificaciones de los judíos, de unos cien litros cada
una. Jesús les dijo:
-“Llenad las tinajas de agua”.
Y las llenaron hasta arriba. Entonces les mandó:
-“Sacad ahora y llevádselo al mayordomo”.
Ellos se lo llevaron.
El mayordomo probó el agua convertida en vino sin saber de dónde venía (los sirvientes sí lo sabían,
pues habían sacado el agua), y entonces llamó al novio y le dijo:
-“Todo el mundo pone primero el vino bueno y cuando ya están bebidos, el peor; tú, en cambio, has
guardado el vino bueno hasta ahora”.
Así, en Caná de Galilea Jesús comenzó sus signos, manifestó su gloria, y creció la fe de sus discípulos en
él.
Palabra del Señor
"El que quiera llene sus tinajas de este vino nuevo. Vino que da vida y enciende luceros:
Vino de la Bodas de Dios con su pueblo".
"Los santos han sido copas de vino nuevo, de vino evangélico, en medio de cantidades ingentes de agua,
el agua de la ley y de la norma, el agua de los cumplidores sumisos y obedientes."
Jesús sigue empeñado en cambiar el agua en vino, en transformar a los hombres de la ley
en hombres del amor, a los cumplidores en enamorados.
Orar desde la palabra de Dios
Señor Jesús:
María, tu madre, podría hoy decirte de nosotros, de la Iglesia,
que no tenemos vino.
Habría "vino" en abundancia si cumpliéramos su palabra:
"Haced lo que él os diga".
Antífona
Desbordo de gozo con el Señor, y me alegro con mi Dios:
porque me ha vestido un traje de gala y me ha envuelto en un manto de triunfo,
como novia que se adorna con sus joyas.
Por todos los que sufren, en su cuerpo o en su espíritu, para que por intercesión de María, Dios derrame
sobre ellos su gracia y fortaleza para salir adelante.. Roguemos....
Por los novios, los esposos, para que no se vuelva agrio el vino de su amor, para que aumente su
creatividad, e imaginación, y puedan transformar su vida insípida en vino sabroso. Roguemos...
Por nosotros invitados a la mesa del Señor; para que sepamos ofrecer a todos el vino del consuelo y la
alegría. Roguemos...
CANTO
Flor del Carmelo, viña florida,
esplendor del cielo,
Virgen, Virgen, Virgen fecunda
de modo singular, de modo singular.
CANTO DE COMUNIÓN
El Señor es mi pastor, nada me podrá faltar,
él conducirá mi vida hacia la justicia y paz.
Tu amor y misericordia siempre me acompañarán,
y habitaré en tu tienda junto a ti en la eternidad.
Él es mi Dios, Él es mi Dios,
mi Salvador, mi Salvador,
me da la vida, me da la vida,
me da el amor.
Tu presencia me acompaña, y tu amor me hará feliz,
eres para mí la Vida pues te siento junto a mí.
Luz y guía en mi camino, tu palabra es para mí,
que me da seguridad y alegría en mi vivir.
ORACIÓN
No tenemos vino, Jesús, no tenemos vino.
Para las bodas de hermandad
donde festejamos el amor que tú nos brindas,
no tenemos vino.
Para los encuentros fraternos
donde haces crecer nuestros amores, no tenemos vino.
Para la alianza del Norte con el Sur,
del mundo rico con el mundo pobre, no tenemos vino.
Para el abrazo solidario con inmigrantes
que reclaman los derechos más elementales,
no tenemos vino.
Para las manifestaciones de protesta
pidiendo paz, trabajo, justicia,
no tenemos vino.
Para el encuentro del perdón que sana, renueva y rehabilita,
no tenemos vino.
Para la apertura del amor familiar limpio, hondo, agradecido,
no tenemos vino.
Danos tu vino, Señor, danos tu Espíritu,
queremos vivir la nueva Alianza que nos ofreces.
CANTO FINAL
Salve, María, flor del Carmelo,
dulce consuelo del mortal;
guía a tus hijos, madre adorada,
a la morada celestial.
Virgen del Carmen, Reina del cielo, nuestros acentos ven a oír,
porque tus hijos tan sólo anhelan, tu dulce nombre bendecir.
Sólo anhelamos junto a tu trono, viendo tu rostro siempre vivir,
Virgen del Carmen, Madre querida, guárdanos siempre junto a ti.
Novena a la Virgen del Carmen (8)
Soledad de la Virgen
CANTO
Madre de los creyentes que siempre fuiste fiel,
danos tu confianza, danos tu fe.
Pasaste por el mundo en medio de tinieblas,
sufriendo a cada paso la noche de la fe,
sintiendo cada día la espada del silencio,
a oscuras padeciste el riesgo de creer.
La fe por el desierto a lomos de un asnillo,
la fe cuando en las bodas Jesús se hizo esperar,
la fe cuando pensaban que tu hijo estaba loco,
la fe cuando el Calvario, al borde de acabar.
RECONCILIACIÓN
Antífona
La palabra de Dios fue mi tesoro y mi banquete
PRIMERA LECTURA
Lectura del primer libro de los Reyes 19, 16b. 19-21
EVANGELIO
Lectura del Santo Evangelio según San Lucas 8, 19-21; 11,27-28
En aquel tiempo, fueron a verlo su madre y sus hermanos, pero con el gentío no lograron llegar hasta él.
Entonces le avisaron:
-“Tu madre y tus hermanos están ahí fuera y quieren verte”.
Pero él les contestó:
-"Mi madre y mis hermanos son los que escuchan la Palabra de Dios y la ponen por obra".
Mientras Jesús hablaba a las turbas, una mujer de entre el gentío levantó la voz diciendo:
-“¡Dichoso el vientre que te llevó y los pechos que te criaron!”.
Pero él repuso:
-“Mejor: ¡Dichosos los que escuchan la Palabra de Dios y la cumplen!”.
Palabra del Señor
Poema
Vuestra soy, para vos nací.
¿Qué mandáis hacer de mí?
El Señor te ha bendecido con su poder, porque por tu medio ha aniquilado a nuestros enemigos.
El Altísimo te ha bendecido, hija, más que a todas las mujeres de la tierra.
CANTO
Flor del Carmelo, viña florida,
esplendor del cielo,
Virgen, Virgen, Virgen fecunda
de modo singular, de modo singular.
CANTO DE COMUNIÓN
Que bien, que bien, que bien sé yo la fonte que mana y corre
aunque es de noche.
Aquella eterna fonte está escondida, que bien sé yo do tiene su manida,
aunque es de noche.
Su origen no lo sé, pues no le tiene, mas sé que todo origen della viene,
Aquesta eterna fonte está escondida, en este vivo pan por darnos vida,
Aquí se está llamando a las criaturas,
y de esta agua se hartan, aunque a escuras,
Aquesta viva fuente que deseo en este pan de vida yo la veo,
CANTO FINAL
Tu nombre me sabe a fe, tu nombre me sabe a calma,
me sabe tu nombre a amor, tu nombre sabe a esperanza;
tu nombre me sabe al tiempo, en que de niño rezaba,
tu nombre Virgen María, tu nombre Virgen del alma.
María de Nazaret, María de mi esperanza,
María de mi niñez, María de mi añoranza;
tu nombre aprendí de niño, tu nombre guió mi infancia.
Tu nombre me sabe a paz, tu nombre me sabe a cielo,
me sabe tu nombre a luz, tu nombre sabe a consuelo;
tu nombre me sabe al tiempo, en que de joven luchaba,
tu nombre Virgen María, tu nombre Virgen del alma.
Tu nombre me sabe a mar, tu nombre me sabe a magia,
me sabe tu nombre a sol, tu nombre sabe a bonanza;
tu nombre me sabe al tiempo,
que siendo un hombre dudaba
tu nombre Virgen María, tu nombre Virgen del alma.
Novena a la Virgen del Carmen (9)
Morir en los brazos de María para resucitar en el reino de Dios Padre
CANTO
Quiero, Madre, en tus brazos queridos, como niño pequeño dormir,
y escuchar los ardientes latidos, de tu pecho de madre nacidos
que laten por mí.
Y el arder de tu pecho en las llamas, y tu amor que me inflama sentir,
de tus labios saber que me amas, que por hijo por ellos me aclamas,
para ser feliz.
Y llorando de amor y alegría, reclinado en tu fiel corazón,
de tu boca escuchar, Madre mía, que perdonas y olvidas el día
en que fui traidor.
En tus brazos divinos quisiera, perdonado y contento morir,
y exhalar la plegaria postrera, que probará el amor cuando muera
que siento por ti.
RECONCILIACIÓN
Todas las personas mueren buscando tu mirada.
Si esperas tú a la entrada de la muerte
morir ya no es hundirse de bruces en las sombras,
desde tus brazos hay un paso apenas al abrazo del Padre.
Morir bajo tu nombre es encontrar, de pronto,
detrás de las cortinas, la Fiesta preparada....
La muerte se ha vestido de tu aroma después de haberte hallado,
Tú dejabas al irte, sobre el monte, de este lado del tiempo
un camino de esperanza..
Y aunque moriste, como el sol, intacta, vestida de promesas,
tú sabes qué es morir al modo humano.
La muerte se hizo carne también en tus entrañas,
con la muerte del Hijo.
Señora de la muerte y de la vida, puerta grande del cielo,
¡vida, dulzura y esperanza nuestra!
cuando nos llegue aquella hora oscura,
¡vuelve a nosotros esos ojos tuyos,
como el beso de Dios, por fin logrado!
PRIMERA LECTURA
Lectura del libro de los Hechos de los apóstoles 1, 12-14
Después de subir al cielo, los apóstoles se volvieron a Jerusalén, desde el monte que llaman de los Olivos,
que dista de Jerusalén lo que se permite caminar en sábado. Llegados a casa, subieron a la sala, donde se
alojaban: Pedro, Juan, Santiago, Andrés, Felipe, Tomás, Bartolomé, Mateo, Santiago el de Alfeo, Simón el
Celotes y Judas el de Santiago.
Todos ellos se dedicaban a la oración en común, junto con algunas mujeres, entre ellas María, la madre
de Jesús, y con sus hermanos.
Palabra de Dios
EVANGELIO
Lectura del santo Evangelio según San Mateo 28, 1-10
En la madrugada del sábado, al alborear el primer día de la semana, fueron María la Magdalena y la otra
María a ver el sepulcro. Y de pronto tembló fuertemente la tierra, pues un ángel del Señor, bajando del
cielo y acercándose, corrió la piedra y se sentó encima. Su aspecto era de relámpago y su vestido blanco
como la nieve; los centinelas temblaron de miedo y quedaron como muertos. El ángel habló a las
mujeres:
- "Vosotras no temáis, ya sé que buscáis a Jesús el crucificado. No está aquí: HA RESUCITADO, como lo
había dicho. Venid a ver el sitio donde yacía e id aprisa a decir a sus discípulos: "Ha resucitado de entre
los muertos y va por delante de vosotros a Galilea. Allí lo veréis." Mirad, os lo he anunciado”.
Ellas se marcharon a toda prisa del sepulcro; impresionadas y llenas de alegría corrieron a anunciarlo a
los discípulos.
De pronto, Jesús les salió al encuentro y les dijo:
-"Alegraos."
Ellas se acercaron, se postraron ante él y le abrazaron los pies. Jesús les dijo:
-"No tengáis miedo: id a comunicar a mis hermanos que vayan a Galilea; allí me verán”.
Palabra del Señor
Antífona
Dichosa eres, María, porque de ti vino la salvación del mundo;
Tú que ahora vives ya en la gloria del Señor, intercede por nosotros ante tu Hijo.
Te alabamos, Padre, por tu Hijo hemos recibido la redención y el perdón de los pecados.
Que la primavera de la Pascua reviente una vez más en nuestras manos y nos llenemos de flores
y de frutos.
Te aclamamos, Cristo, Primogénito de toda criatura. Que lleguemos a amar, como lo hizo la Virgen,
este mundo salido de tus manos, que has confiado al cuidado de las nuestras.
Te aclamamos, Cristo, Cabeza del cuerpo que es la Iglesia. Que lleguemos a ser, en nuestra marcha,
los hombres nuevos que sueñan y construyen el nuevo cielo y la tierra nueva.
Te aclamamos, Cristo, Primogénito de los muertos. Que la Pascua nos traiga la certeza de que
nuestras pequeñas muertes cotidianas han sido sepultadas, contigo, en la Vida.
Te alabamos, Padre, por Cristo has reconciliado todos los seres del cielo y de la tierra.
Que nuestras encrucijadas, fracasos y discordias desemboquen en la plaza del amor y la
concordia, sentados a la mesa como hermanos.
CANTO
Flor del Carmelo, viña florida,
esplendor del cielo,
Virgen, Virgen, Virgen fecunda
de modo singular, de modo singular.
CANTO DE COMUNIÓN
Resucitó, resucitó, resucitó, aleluya.
Aleluya, aleluya, aleluya, resucitó.
La muerte, ¿dónde está la muerte?
¿Dónde está mi muerte?
¿Dónde su victoria?
Gracias sean dadas al Padre,
que nos trajo a su reino,
donde se vive de amor.
Alegría, alegría, hermanos,
que si hoy nos queremos,
es que resucitó.
Si con él morimos, con él vivimos,
con él cantamos, aleluya.
Aleluya, aleluya, aleluya, resucitó,
resucitó, resucitó, resucitó, aleluya.
ORACIÓN
Madre de Dios, María, y madre nuestra,
qué cosas tan hermosas dice de ti el Creador:
"De su sangre florecerá por toda la tierra
la generación de los que se dejan llevar por el Espíritu;
de sus entrañas manará el Río Purísimo que ha de bañar
todas las sequedades y asperezas acumuladas;
de su sacrificio se levantará sobre el Orbe
el vuelo más plácido y sereno
de la más gratuita Liberación".
CANTO FINAL
El ave cantemos, cantemos el ave,
a nuestra Señora la Virgen del Carmen.
Ave, ave, ave, María,
ave, ave, Virgen del Carmen.
Las flores alfombran tu monte Carmelo,
te sirven de orquesta las aves del cielo.
A los marineros en la travesía,
la Virgen del Carmen a puerto los guía.
Dejad que yo cante mis tiernos requiebros,
a nuestra Señora del monte Carmelo.