Concepción de Infancias y Orientaciones Didácticas
Concepción de Infancias y Orientaciones Didácticas
Concepción de Infancias y Orientaciones Didácticas
La propuesta educativa no hacía referencia a los conocimientos y experiencias que los niños
adquieren en tanto sujetos sociales, que viven en una determinada comunidad y este
desconocimiento acerca de los niños reales parecía presumir que el aprendizaje de los contenidos
de la cultura se iniciaba recién con su ingreso escolar. Además se decía que todos los niños eran
iguales por tener la misma edad. Esta homogeneidad en las características de los niños
determinaba la idea de que todos aprendieran las mismas cosas al mismo tiempo ya que todos
recibían las misma enseñanzas que impartía el docente.
A partir de mediados de la década del 80 se hacen oír diferentes voces que comienzan a
cuestionar esta visión de la infancia y de al tarea educativa realizada en las instituciones. Por lo
tanto se comienza a reivindicar el derecho de los niños al conocimiento, a la creatividad y a la
autonomía efectiva, social, cognitiva y moral, mientras se alerta la necesidad de asegurar la
igualdad de oportunidades.
En paralelo, la convención por los derechos del niño, cambia la concepción acerca de la infancia, el
niño comienza a ser percibido como un sujeto de derecho y ya no solo como un sujeto a ser
cuidado, protegido. A consecuencia de esta nueva mirada era preciso encarar un proyecto
educativo que le devolviera a la infancia la oportunidad de conocer, de crear, de interactuar con
los otros pares y adultos, de experimentar, de jugar, darle a los niños el acceso al mundo de la
cultura. Al seleccionar los contenidos nos obligó a investigar de cuáles eran los más adecuados
para el desarrollo de los niños y cómo organizarlos de manera que se logre el aprendizaje. Los
contenidos en el nivel inicial son definidos como instrumentos para analizar y comprender la
realidad, es decir, las propuestas didácticas que se organicen deben posibilitar a los niños
comprender mejor una situación, resolver más adecuadamente un problema o usar un
procedimiento más efectivo, apropiándose a este proceso de nuevos conocimientos.
Estas propuesta se organizan en tres formas: unidades didácticas, proyectos y secuencia didáctica.
Unidad didáctica: es una forma de organización de la tarea que tiene como finalidad que los niños
conozcan un recorte significativo del ambiente. Proponer que el ambiente se convierta en objeto
de indagación no significa tomarlo como una excusa para abordar contenidos. Los niños tienen
derecho a conocer el mundo en el que viven y la escuela debe ofrecerle oportunidades para
convertir ese mundo en objeto de conocimiento.
Proyecto: se caracteriza por que la indagación está guiada por la necesidad de realizar un
determinado producto. Estos pueden organizarse porque permiten que los niños construyan
ciertos contenidos en el Marco de determinados contextos que les dan significado o cuando lo que
interesa es el producto en sí mismo. En los proyectos los docentes y alumnos se encuentran
comprometidos entorno a un propósito y a un producto final, por lo tanto para concretarlo será
preciso compartir con los niños el producto final al que se espera llegar. Esto supone realizar una
planificación conjunta de las diferentes etapas de su elaboración a fin de concretarlo. Además se
debe tener en cuenta que las actividades a realizar deben tener coherencia con el producto a
alcanzar.
Secuencia didáctica: se define como una serie articulada de actividades que se organizan para
trabajar determinados contenidos. Estas actividades se planifican siguiendo un orden temporal a
fin de que cada una permita a los alumnos ir apropiándose progresivamente de los conocimientos.
Para planificar una secuencia didáctica es preciso determinar con claridad que contenidos se
decide abordar, a fin de que las actividades guarden coherencia con ello que se quiere enseñar y
se vinculen entre sí configuran una sucesión ordenada en la que cada actividad se relaciona con
una o varias actividades anteriores y otras posteriores.