LOMO: 12 mm

PRUEBA DIGITAL
VALIDA COMO PRUEBA DE COLOR
EXCEPTO TINTAS DIRECTAS, STAMPINGS, ETC.

OLGA FERNÁNDEZ 21/11/2019 Diseñador

DISEÑO
Este libro está dividido en veinticuatro capítulos

VIVIR
EDICIÓN -
como horas tiene el día. En ellos la autora te invita

a reflexionar y a dar la vuelta a aquellos conceptos

y dudas que te atrapan y te limitan. Una dulce SELLO ESPASA

COLECCIÓN
mirada y un giro hacia lo simple para poder gozar FORMATO 15 X 23 cm

MOLA
RUSTICA SOLAPAS
de una existencia más plena y consciente.
SERVICIO
Bienvenido a la vida de Olga, o a la tuya si decides

emprender este camino donde la brújula y el mapa

CARACTERÍSTICAS

serán tu voluntad y determinación para decidir a qué

IMPRESIÓN 2T
Negro + pantone neon 804C
distancia quieres trazar esa meta que buscas. Olga Fernández se define a sí misma
como vecina de este universo.
Mujer con un «para qué» en todo PAPEL -
lo que hace y con la búsqueda incesante
PLASTIFÍCADO MATE
de la coherencia entre sus valores,
los principios universales y el crecimiento
UVI -
personal constante.

SIMPLIFÍCATE
Bienvenido a una vida llena de emociones, riesgos, Entusiasmarse con la vida y con RELIEVE -

incertidumbres y amor. Sobre todo, amor. el aprendizaje de los desafíos es

BAJORRELIEVE -
su objetivo, y compartir todo esto con

L A VIDA
Bienvenido a un mundo donde el amor es ley.
el resto del mundo es su propósito STAMPING -
Un nuevo día empieza. Sonríe porque… como escritora.

Y DISFRUTA
Soñadora, visionaria y con una historia
VIVIR MOLA
FORRO TAPA -
personal intensa, cree firmemente
en que cada ser humano tiene un talento
único e intransferible, y sus libros
GUARDAS -
conducen a que el lector se encuentre
con él y lo desarrolle. INSTRUCCIONES ESPECIALES
-
PVP 19,90 € 10249060

www.espasa.com Diseño de cubierta: © Planeta Arte & Diseño

9 788467 058031
www.planetadelibros.com Fotografía de la autora: © Jesús Martín Molín

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 Olga Fernández

Vivir mola

T_10249060_VivirMola.indd 5 20/11/19 14:57

 ESPASA
© Olga Fernández, 2020
© Editorial Planeta, S.A., 2020
Espasa, sello editorial de Editorial Planeta, S.A.

Preimpresión: Safekat, S. L.

Depósito Legal: B. 27.144-2019

ISBN: 978-84-670-5803-1

No se permite la reproducción total o parcial de este libro, ni su incorporación a un sistema

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está calificado como papel ecológico.

Editorial Planeta
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08034 Barcelona

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 Índice

Introducción  11

  1. Motivos para levantarse cada mañana  15

  2. Prioridades y mapa del día  23
  3. Mirarse al espejo, ¿quién soy yo?  35
  4. Somos seres sociales  49
  5. Ahora yo elijo ser mamá  57
  6. Compañera de vida  71
  7. Ser hija de mis padres  75
  8. Aprendiendo idiomas, el lenguaje universal  83
  9. El calendario  91
10. Diseña tu propio paraíso  97
11. Conectado a lo divino  103
12. Entrenamiento  113
13. Corta la etiqueta  123
14. Disfrazado de mí  135
15. ¿Qué alimentamos hoy?  143
16. Brújula al bolsillo para no perder el norte  149
17. ¿D e qué color es el éxito ? ¿C ómo se dibuja el
orgullo?  155
18. La emoción de simplificar  165
19. Sabio perdón  173

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 10

20. Tira un poco de basura cada día  179

21. La emoción de ser consciente aquí y ahora  187
22. De compras  191
23. Tiempo de silencio  199
24. Talento  207

Cerrando el telón  215

Agradecimientos  221

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 1
Motivos
para levantarse cada mañana

Los motivos son el motor de acciones totalmente conscientes.

Son los pilares de una decisión para llevar a cabo un plan. Las
acciones autómatas y sin conciencia carecen de motivos. Vivir
es un verbo al que le antecede un sujeto; el sujeto eres tú y tu
vida, la tuya.

Los motivos siempre son sencillos, pero la mente suele

camuflarlos entre supuestas y evidentes razones complicadas.

En este momento son las doce horas, trece minutos de un

día trece. Me fascinan las sincronicidades y las señales del uni-
verso. He elegido este preciso instante para empezar este capí-
tulo porque me disponía a hacer mi ritual antes de irme a dor-
mir.
Es justamente ahora cuando hago recapitulación de mis éxi-
tos y de mis desafíos —de lo que quiero aprender—. Reflexiono
sobre las bendiciones del día y de lo que planifiqué hacer y no
hice, y de los porqués. Es, además, en este espacio donde
encuentro razones para levantarme cada mañana. Cuanto más

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 16

vivo más me gusta la vida y más crecen los motivos para desper-
tar y pasar a la acción.

Para acostarte orgulloso, despierta con coraje y decisión.

Sé que soy feliz cuando estoy exactamente donde quiero

estar. Mis síntomas son un alto en el presente y un pecho lleno
de aire seguidos de una respiración profunda que me colma el
cuerpo al completo. Mi pareja está de viaje cumpliendo su pro-
pósito de vida y mis hijos ya están en la cama, encontrándose
con sus sueños. Ahora soy feliz. Yo contándote que también es
posible que tú lo seas; lo creo firmemente, lo mismo que sé que
igual que yo tú también puedes.

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 motivos para levantarse cada mañana17

Renuncié hace mucho a entender que un «día completo» es

el número de acciones necesarias para rellenar el tiempo mientras
llega la noche. Entendí que con un plan o estrategia se obtienen
resultados más eficaces, pero sentí la necesidad de que cada ins-
tante tuviera un sentido, una emoción que yo aceptara, abrazara
y sintiera que no solo me pertenecía, sino que me permitía vivirla.

Con cada instante que permaneces en la voluntad de tu alma,

enfocado en tus verdaderos sueños, estás ganando victorias
que te acercan al éxito seguro.

Gracias a Dios, a la luz que me dio para encontrar el camino

y a un intenso trabajo, tengo un propósito de vida definido y es
llevar al mundo el mensaje de que vivir mola. El motivo apareció
en último lugar y se convirtió en el principal y el más importan-
te. Sí, querido lector, la vida es chula, y mucho. Ha sido un largo
viaje el de encontrar mi mayor motivo para despertar cada día.
A veces pienso que este me encontró a mí cuando estaba prepa-
rada para recibirlo; antes no hubiera sabido qué hacer con él.
Otras veces creo que el motivo siempre estuvo delante de mí y
yo no tenía la humildad suficiente para saberlo ver. Y como ten-
go conciencia de que la mente intenta protegerse poniéndome
en «versión de bajo consumo», simplemente porque es su
misión, cada día hago un ritual matutino para entrenarla y hacer-
la más sitio a la voz de mi alma. Para empoderarme y ganar vita-
lidad. Y con todo ese cóctel como desayuno, comienzo la jorna-
da con mi motivo principal y mi búsqueda intensiva de milagros.

Tu misión cada día es recordarte el motivo principal…

El cómo vendrá después.

Tus motivos son únicos, como cada uno de nosotros, y solo

tú los podrás definir, lo mismo que las herramientas que uses

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 18

para crear tu sueño. Siento un profundo respeto por el modus

operandi de cada ser humano, porque apreciar el universo y sen-
tirme parte de él me enseña que hay para todos, en todas las
formas y con la ley de la abundancia por bandera.
Cuando estuve embaraza por segunda vez, sentí miedo a
querer a un hijo más que al otro. Pensaba, ilusa de mí, que ten-
dría que compartir el cariño. Nada que ver con la realidad. Una
vez más surgió el milagro; el amor crece como la abundancia y
hay para todos como estrellas en el cielo, infinitas.
Mi primer motivo se produjo cuando me di cuenta de que
aquello que me estaba matando y me hacía pequeña ya me había
dolido bastante. Ya no cabía una gota más en este cuerpecito.
Debía levantarme cada mañana, salir al mundo y encontrar la
cura. La encontré, aunque no en la calle. Estaba justo dentro de
mí. Nadie me estaba engañando tanto como yo a mí misma. Por
entonces pensaba que era una mujer prudente y tranquila hasta
que me enfrenté a la verdad: no era más que una mujer cobarde e
inactiva ante una vida que no era la que quería vivir. No significa
esto que habiendo encontrado la causa y habiendo definido cómo
quería vivir, a veces no me autoengañe, pero cuando las emocio-
nes me sobrecogen y las excusas empiezan a salir y puedo identi-
ficar a mi peor enemigo, en este punto mi alma y mis motivos se
sientan frente al autosabotaje y le hacen entrar en razón, creando
de nuevo una bonita emoción de gratitud de que la verdad y el
camino siempre han estado ahí, aunque yo no he sabido verlos.
No importa si tu vida es fácil o difícil, sencilla o complica-
da, la única etiqueta que ha de llevar es la de tu nombre; más
vale que sea la que quieres disfrutar.

El autosabotaje le llega a todo el mundo. Solo es cuestión de

tener las herramientas precisas para cuando aparezca.

Mi segundo motivo fue el de querer ser mejor persona. No

te miento si te digo que durante mucho tiempo —pese a que

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 motivos para levantarse cada mañana19

sabía perfectamente que no era así— mi motivo no era tal, sino

el reto de ser mejor que otra o ser mejor que la persona que
tanto daño me había hecho. Pero cuando se trabaja duro en
simplificar y hacer más pura la acción, se llega al fondo del
asunto y un salto te hace vivir la emoción de ser la mejor versión
de uno mismo con verdad y humildad. El resultado ahora es un
valor tatuado bajo la piel. Soy mejor que ayer y menos que
mañana porque me hace sentirme realmente bien y me motiva a
levantarme cada día. En cada aprendizaje soy más libre.

La verdadera humildad nunca te hace pequeño ni siquiera

mejor persona. La verdadera humildad te libera de juicios
limitantes.

Mi tercer motivo llegó cuando entendí mis sueños. He soña-

do y alimentado sueños desde bien pequeñita, y en un momento
dado los negué pensando que me atormentaban. Ahora me fas-
cina anotarlos cada mañana, analizar qué me dicen y llevarlos a
la práctica. Había otros tipos de sueños que fundamentaron
estos motivos. Los que tenía despierta, los que me hacían palpi-
tar el corazón más rápido y me emocionaban positivamente. Ya
tenía razones suficientes para no renunciar a ellos. Ya podía tra-
bajar en ellos porque podía ser realista —aceptar—, podía enten-
der que no serían del gusto de los demás porque eran diseño y
creación exclusivamente míos, porque no tenía expectativas de
que nadie los hiciera suyos y porque podía hacerme responsable
haciendo lo que estuviera en mi mano, convirtiéndome en el tipo
de persona que debía para ser la propietaria de mi sueño.

Lo que elijas ahora te aleja o te acerca al éxito.

Mi cuarto motivo se produjo en el instante en el que enten-

dí que la vida empezaba cada mañana. Lo alucinante de levan-

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 20

tarse era pensar que ese día era el primero, que el pasado no
importaba. Si te comportas como si no tuvieras nada —ni
siquiera pasado—, como si estuvieras empezando —empezán-
dolo todo—, se te vuelve a llenar el pecho y te ilusionas como el
niño que abre los regalos el día de Reyes. ¡Vibras! Vibras feliz,
en el lugar exacto donde quieres estar y con tus motivos para
vivir el día.
Para mí cada día es el último, y lo es no por miedo a que lo
sea, sino porque no quiero tener motivos para temer el final de
mi vida. Porque cuando me llegue ese instante quiero haber
vivido cada segundo, cada minuto, cada hora y cada día con una
larga lista de motivos por los que vivir y por los que ser feliz.

Del error se aprende, con la equivocación no hay

arrepentimiento. Pero de no haberlo intentado y
de no haberlo intentado todo, de ese arrepentimiento
no se puede huir.

¿Cuál es tu motivo? Los motivos son de uno solo, son de las

personas que como tú poseen consciencia de que no crecer es
morir en vida. Los motivos son para los seres humanos como tú
que pueden comprender que la razón tiene como requisitos
imprescindibles: presente, verdad, amor y humildad.
Los motivos también cambian porque pensamos que
logrando alguna cosa en concreto seremos más felices. Pero
cuando los conseguimos nos damos cuenta de que no ha sido
así. Esto nunca lo tomes como algo que hiciste mal. Los sabios
aprenden de su propia experiencia y tú podrás hacer lo mismo.
Estoy segura porque muchos lo han conseguido, lo han compar-
tido e incluso han escrito manuales de cómo lograrlo. El apren-
dizaje que te llevó a ese resultado deseado es lo que fundamen-
tará tu nueva motivación, que será más fuerte, más cargada de
valor y, a la vez, más sencilla de explicar. Busca que cada instan-
te de tu vida tenga sentido para ti. Un sentido que no ha de ser

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 motivos para levantarse cada mañana21

del gusto colectivo y ni siquiera de tu pareja. Un sentido que te

haga ser el protagonista central de tu vida. Equivócate las veces
que sean necesarias porque tomaste acción por ti mismo y el
aprendizaje será la recompensa. La moraleja del cuento.
No pretendo hacer de este libro un manual de ejercicios,
sino una reflexión, un espejo de otro ser humano que, como tú,
ha comprobado que vivir es chulo. Que tropezar, trabajar, cui-
dar de los hijos, ser mamá, hacer las tareas de la casa… también
lo es. Todo tiene una moraleja que me da motivos para sentir y
pensar que la vida es magia, que tiene sentido que salga el sol
cada mañana para comprobar que estamos vivos, muy vivos. Y
sin ánimo de que sea un ejercicio, quiero ayudarte a que encuen-
tres tus motivos, a que te contagies de esta revelación mía, quie-
ro decirte que nunca es tarde para descubrirlos y que cuando lo
hagas te percates de que somos muchos. Más de los que ima-
ginas pensamos que vivir es divertido, que trabajar es algo
más que traer un sueldo a casa y que cuidar de los hijos es algo más
que bañarlos y prepararles la comida. La monotonía nunca
más existirá para ti si encuentras tus motivos.
Yo pienso que tú también puedes. Si crees tenerlos y no te
gustan o no te dan los resultados que esperas, es posible redefi-
nirlos. Y si no sabes cómo, empieza por hacer una lista de lo
que no quieres para ti. Saber los motivos que no quieres puede
ser un buen comienzo.
Sea cual sea tu caso, permítete el placer de levantarte del
sillón donde estás leyendo este libro con un motivo personal y
sentido y no como un robot. Permítete el placer de pasar de
página con un motivo principal: tú y el sentido de tu vida.

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