VIACRUCIS

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VIACRUCIS

AL COMENZAR EL VIACRUCIS

Guía:

(invita a los participantes a predisponerse para dar inicio al vía crucis).

TRAS UN AÑO DE PANDEMIA son muchas las lecciones aprendidas, las


renuncias hechas, las experiencias vividas, las lágrimas derramadas y las
esperanzas aguardadas.

Hemos sido privados de muchas cosas que considerábamos esenciales. Cada


uno de nosotros ha tenido una cuota de sacrificio, ha vivido algún duelo. Todos
tenemos historias de dolor que hemos contemplado en el

rostro de hermanos: hemos visto a Cristo sufriente en el enfermo, en quienes


han perdido a sus seres queridos, en aquellos que les falta lo necesario y que
están en la calle o que han venido a Chile para asentarse en nuevos
campamentos. El cristiano mira a su Señor en estos rostros sufrientes y se
empeña en consolarlos. Al mismo tiempo, sabemos que solo Dios puede darnos
la gracia para dar vida ahí donde las fuerzas en aquellos que les falta lo
necesario y que están en la mira a su Señor en estos rostros sufrientes y se
empeña en consolarlos. 

En este viernes santo toda la Iglesia se pone en una actitud de recogimiento y


oración para acompañar a Jesús en la Cruz. Su entrega renueva nuestra propia
entrega. Acompañemos a Jesús con una actitud de contemplación y devoción.
Para iniciar nuestra manifestación de fe cantemos junto al coro.

Coro:

Guia ; Al comenzar nuestro Viacrucis nos predisponemos en actitud de oración y


recogimiento. En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo.
Señor, ayúdanos a revivir la pasión del Señor por este medio y desde nuestros
hogares con  fe y arrepentimiento, para que podamos merecer su perdón. 

(La primera estación es en el mismo lugar)

PRIMERA ESTACIÓN

JESÚS ES CONDENADO A MUERTE

Guía: Te adoramos, Cristo, y te bendecimos.

Todos: Porque por tu santa Cruz redimiste al mundo.

Lector 1: Evangelio de Nuestro Señor Jesucristo según san Lucas.

 Después de arrestarlo, lo condujeran a la casa del Sumo Sacerdote. Pedro


lo seguía de lejos. Los hombre que custodiaban a Jesús lo ultrajaban y lo
golpeaban; y tapándole el rostro, le decían: “Profetiza, ¿quién te golpeó?”.
Y proferían contra él toda clase de insultos.

 Cuando amaneció, se reunió el Consejo de los ancianos del pueblo, junto


con los sumos sacerdotes y los escribas. Llevaron a Jesús ante el tribunal
y le dijeron: “Dinos si eres el Mesías”.
 Él les dijo: “Si yo les respondo, ustedes no me creerán, y si los interrogo,
no me responderán.

 Pero en adelante, el Hijo del hombre se sentará a la derecha de Dios


todopoderoso”.

 Todos preguntaron: “¿Entonces eres el Hijo de Dios?”.

 Jesús respondió: “Tienen razón, yo lo soy”.

 Ellos dijeron: “¿Acaso necesitamos otro testimonio? Nosotros mismos lo


hemos oído de su propia boca”.

Palabra del Señor. Todos: Gloria a ti, Señor Jesús.

(dejar un breve momento de silencio)

Guía: Elevemos nuestra oración al Señor.

Lector 2:  

Porque has sido sincero, porque has querido a los empobrecidos, te


pedimos señor por  lo enfermos especialmente por los que están en el hospital
en residencias sanitaria  por   los niños que viven un tiempo de estrés a los niños
que viven en el Sename, a los niños que son abusados por los niños que
caminan por el paso fronterizo tomado de la mano de sus padres. Roguemos al
Señor 
ahora te encuentras juzgado y condenando a muerte. Te pedimos la gracia de
poder acompañarte en la dificultad y en la prueba. Danos señor tu fidelidad.
Roguemos al Señor.

Señor, sabemos que si queremos vivir como tú, también seremos


perseguidos  y despreciados por los demás. Señor danos fuerza para luchar,
para ser sinceros, para amar aunque cueste la vida. Roguemos al Señor.

Oración:   Padre, que para ofrecer a los hombres un ejemplo de humildad,


quisiste que nuestro Salvador se hiciera hombre y muriera en la Cruz; ayúdanos
a asumir el compromiso que nace de su pasión para que podamos participar de
su resurrección. Te lo pedimos por Cristo Nuestro Señor.

Guía:   Cantamos junto al coro y dejamos el signo de la cruz, signo del amor
incondicional de Dios... 

SEGUNDA ESTACIÓN

JESÚS CARGA CON LA CRUZ

Guía: Te adoramos, Cristo, y te bendecimos.

Todos: Porque por tu santa Cruz redimiste al mundo.


Lector 1: Evangelio de Nuestro Señor Jesucristo según san Lucas.

 Pilato convocó a los sumos sacerdotes, a los jefes y al pueblo, y les


dijo:”Ustedes me han traído a este hombre, acusándolo de incitar al pueblo
a la rebelión. Pero y lo interrogué delante de ustedes y no encontré ningún
motivo de condena en los cargos de que lo acusan; ni tampoco Herodes, y
que él lo ha devuelto a este tribunal. Como ven, este hombre no ha hecho
nada que merezca la muerte.

 Después de darle un escarmiento, lo dejaré en libertad”.

 Pero ellos seguían gritando: ¡Crucifícalo! ¡Crucifícalo!.

 Por tercera vez les dijo: “¿Qué mal ha hecho este hombre? No encuentro
en él nada que merezca la muerte. Después de darle un escarmiento, lo
dejaré en libertad”.

 Pero ellos insistían a gritos, reclamando que fuera crucificado, y el griterío


se hacía cada vez más violento..

 Al fin, Pilato resolvió acceder al pedido del pueblo.

 Dejó en libertad al que ellos pedían, al que había  sido encarcelado por
sedición y homicidio, y a Jesús lo entregó al arbitrio de ellos.

Palabra del Señor. Todos: Gloria a ti, Señor Jesús.


(dejar un breve momento de silencio)

Guía: Elevemos nuestra oración al Señor.

Lector 2:  

Señor, tú has llevado silenciosamente la cruz hasta el calvario. Nosotros


también llevamos nuestra cruz: la familia, los hijos, el trabajo, la enfermedad, el
dolor, la soledad, la separacion. Ayúdanos a cargar de sentido nuestra vida.
Roguemos al Señor.

Señor, haz que a tu lado, silenciosamente, seamos generosos y fieles.


Sólo así podremos colaborar a la salvación del mundo. Roguemos al Señor.

Oración:   Padre, que por medio de tu Hijo hecho hombre realizas


admirablemente la reconciliación de todos los hombres; haz que nos
preparemos , con fe viva y generosa entrega a la celebración de la muerte y
resurrección de tu Hijo, nuestro Señor. Amén. 

Guía:   Cantamos junto al coro y dejamos el signo de la cruz, signo de la entrega


del Señor... 

Coro:

TERCERA ESTACIÓN

JESÚS AYUDADO POR EL CIRENEO


Guía: Te adoramos, Cristo, y te bendecimos.

Todos: Porque por tu santa Cruz redimiste al mundo.

Lector 1: Evangelio de Nuestro Señor Jesucristo según san Lucas.

Cuando lo llevaban, detuvieron a un tal Simón de Cirene, que volvía del


campo, y lo cargaron con la cruz, para que la llevara detrás de Jesús.

Lo seguían muchos del pueblo y un buen número de mujeres, que se


golpeaban el pecho y se lamentaban por él.

Palabra del Señor. Todos: Gloria a ti, Señor Jesús.

(dejar un breve momento de silencio)

Guía: Elevemos nuestra oración al Señor.

Lector 2:  

Tú, aceptas, Señor, la ayuda de un hombre que lleva la cruz de mala


gana. Nosotros en cambio quisiéramos avanzar solos , luchar solos, salvarnos
solos. A nuestro lado caminan otras personas con el mismo destino y las
mismas esperanzas, con los mismos fracasos y anhelos que nosotros. Tú los
has puesto a nuestro lado para que nos ayuden, y a veces nosotros nos
empéñamos en olvidarlos en prescindir de ellos. Señor, haz que sepamos ver y
aceptar a los otros en nuestras vidas. Roguemos al Señor.
Oración:   Padre eterno, conviértenos a ti, para que, buscando siempre lo único
necesario y practicando el amor fraterno, podamos dedicarnos con mayor
entrega a tu servicio. Tú que vives y reinas por los siglos de los siglos. Amén.

Guía:   Cantamos junto al coro y dejamos el signo de la cruz, signo de la


solidaridad de Dios con nosotros... 

CUARTA ESTACIÓN

JESÚS CONSUELA A LAS MUJERES DE JERUSALEM

Guía: Te adoramos, Cristo, y te bendecimos.

Todos: Porque por tu santa Cruz redimiste al mundo.

Lector 1: Evangelio de Nuestro Señor Jesucristo según san Lucas.

 Lo seguían muchos del pueblo y un buen número de mujeres, que se


golpeaban el pecho y se lamentaban por él. Pero Jesús, volviéndose hacía
ellas, les dijo:

 “¡Hijas de Jerusalén!, no lloren por mí; lloren más bien por ustedes y por
sus hijos. Porque se acerca el tiempo en que se dirá: ¡Felices las estériles,
felices los senos que no concibieron y los pechos que no amamantaron!.
Entonces se dirá a las montañas: ¡Caigan sobre nosotros!, y a los cerros:
¡Sepúltennos! Porque si así tratan a la leña verde, ¿qué será de la leña
seca?”.
Palabra del Señor. Todos: Gloria a ti, Señor Jesús.

(dejar un breve momento de silencio)

Guía: Elevemos nuestra oración al Señor.

Lector 2:  

Aquellas mujeres lloran por Jesús. Jesús, en cambio, las invita a llorar por
su propios pecado. Pidamos al Señor nos conceda ser sinceros y que nos
esforcemos más en ver nuestro pecado y no el de los demás. Roguemos al
Señor.

Pidamos al Señor por todas las madres que lloran en nuestras


poblaciones. Por aquellas que sufren porque sus hijos sufren algún dolor físico o
son víctima de algún vicio. Por las mujeres que  están tristes o solas. Por tantas
mujeres que han muerto por femicidios, por tantas mujeres que callan el maltrato
por miedo, por tantas mujeres migrantes que caminan por paso no habilitado
buscando una mejor esperanza.Por ellas roguemos al Señor.

Oración:   Señor, tú que en nuestra debilidad nos ayudas con medios


abundantes, concédenos recibir con alegría la salvación que nos otorgas y
manifestarla a los hombres con nuestra vida. Te lo pedimos por Cristo Nuestro
Señor.

Guía:   Cantamos junto al coro y dejamos el signo de la cruz, signo del consuelo
de Dios... 

Coro:
QUINTA ESTACIÓN

JESÚS ES CLAVADO EN CRUZ

Guía: Te adoramos, Cristo, y te bendecimos.

Todos: Porque por tu santa Cruz redimiste al mundo.

Lector 1: Evangelio de Nuestro Señor Jesucristo según san Lucas.

 Cuando llegaron al lugar llamado “del Cráneo”, lo crucificaron junto con


los malhechores, uno a su derecha y el otro a su izquierda. Jesús decía:
“Padre, perdónalos, porque no saben lo que hacen”. Después se
repartieron sus vestiduras, sorteándolas entre ellos.

 El pueblo permanecía allí y miraba. Sus jefes, burlándose, decían: “Ha
salvado a otros: ¡que se salve a sí mismo, si es el Mesías de Dios, el
elegido!”. También los soldados se burlaban de él y, acercándose para
ofrecerle vinagre, le decían: “Si eres el rey de los judíos, ¡sálvate a ti
mismo!”.

 Sobre su cabeza había una inscripción: “Este es el rey de los judios”.

Palabra del Señor. Todos: Gloria a ti, Señor Jesús.

(dejar un breve momento de silencio)


Guía: Elevemos nuestra oración al Señor.

Lector 2:  

“Estoy crucificado con Cristo”, nos dice san Pablo, y ya no vivo yo es


Cristo quien vive en mí. Todos estamos crucificados, por el deber de cada día,
por nuestro dolor, por los vaivenes de la vida. Pero hay una diferencia: Jesús ha
abrazado la cruz y nosotros, en cambio, la despreciamos y nos quejamos. Y
siempre nos parece que nuestra cruz es más pesada que la de los demás.
Señor, haz que entendamos que la cruz es el único camino de salvación y de
resurrección.  Roguemos al Señor.

Oración:   Oh Dios, por amor a nosotros quisiste que tu hijo llegara hasta el
patíbulo de la cruz para librarnos del poder de la muerte; concede a tus
servidores alcanzar el don de la resurrección. Por Cristo nuestro Señor.

Guía:   Cantamos junto al coro y dejamos el signo de la cruz, signo de la vida


que vence a la muerte... 

Coro:

SEXTA ESTACIÓN

JESÚS MUERE EN LA CRUZ

Guía: Te adoramos, Cristo, y te bendecimos.


Todos: Porque por tu santa Cruz redimiste al mundo.

Lector 1: Evangelio de Nuestro Señor Jesucristo según san Lucas.

Era alrededor del medio día. El sol se eclipsó y la oscuridad cubrió toda la
tierra hasta las tres de la tarde. El velo del Templo se rasgó por el medio.
Jesús, con un grito exclamó. “Padre, en tus mano encomiendo mi
espíritu”. Y diciendo eso expiró (momento de silencio).

Cuando el centurión vio lo que había pasado, alabó a Dios, exclamando:


“Realmente este hombre era un justo”. Y la multitud que se había reunido
para contemplar el espectáculo, al ver lo sucedido, regresaba golpeándose
el pecho. Todos sus amigos y las mujeres que lo habían acompañado
desde Galilea permanecían a distancia, contemplando lo sucedido.

Palabra del Señor. Todos: Gloria a ti, Señor Jesús.

(dejar un breve momento de silencio)

Guía: Elevemos nuestra oración al Señor.

Lector 2:  

“Padre en tus manos encomiendo mi espíritu”. Tú, Señor, no haces las


cosas a medias. Toda tu vida aquí en la tierra ha sido un camino hacia el Padre
cumpliendo su voluntad. Y antes de llegar al fin, has querido cargar con todo
nuestro pecado y con el dolor del mundo entero para ofrecerlo al Padre. Señor,
que cada Domingo sobre el altar de la Eucaristía, sepamos poner también
nuestra vida, nuestro trabajo y nuestro dolor. Roguemos al Señor.
Oración:   Oh Dios, por la Pasión de Jesucristo, tu Hijo y Señor nuestro, has
destruido la muerte que todos los hombres han heredados por el pecado de
Adán; imprime en nuestros corazones, por medio de la gracia, la imagen de
Cristo a los que nacimos con la imagen del hombre pecador. A ti que vives y
reinas  por los siglos de los siglos.

Guía:   Cantamos junto al coro y dejamos el signo de la cruz, junto con este
signo dejamos nuestros propios dolores junto a los de Jesús... 

Coro:

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