Contrato de Comodato

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CONTRATO DE COMPRAVENTA

RESUMEN

La elaboración del presente ensayo tiene como carácter científico, un objetivo


fundamental analizar la teoría doctrinal y legal, con una visión didáctica y programática referente
al debate incesante sobre la figura del contrato de comodato en nuestra legislación nacional. Para
nuestro ensayo hemos recopilado y examinado, la doctrina pertinente y la doctrina internacional,
asimismo de diversos libros y revisión de sitios web sobre el contrato de comodato, siendo que
para nuestra investigación es congruente con nuestra legislación nacional actual y con el código
de 1936 derogado con una duración de cuarenta y ocho años, de la misma manera para el
presente trabajo hemos analizado la doctrina nacional derogada y actual, asimismo la evolución
histórica de la figura jurídica del “Comodato” dentro del Derecho Romano y doctrina
internacional como la Francesa del año 1804, la cual nuestra legislación Peruana adopta como
modelo en este contrato.

ABSTRACT

The development of this essay has a scientific character, a fundamental objective to


analyze doctrinal and legal theory, with a didactic and programmatic vision regarding the
incessant debate on the figure of the loan contract in our national legislation. For our essay we
have compiled and examined the pertinent doctrine and international doctrine, as well as various
books and reviews of websites on the loan agreement, being that for our research it is consistent
with our current national legislation and with the repealed 1936 code with a duration of forty-
eight years, in the same way for the present work we have analyzed the repealed and current
national doctrine, also the historical evolution of the legal figure of the "Comodato" within
Roman Law and international doctrine such as the French of the year 1804, which our Peruvian
legislation adopts as a model in this contract.

SUMARIO:
I. MARCO TEÓRICO 1.1. Origen e historia, a. En el Derecho Romano, b. En el Derecho
medieval Español. c. En el Código Civil Francés de 1804, d. La Doctrina del siglo XX, e. En el
Derecho Civil Peruano, 1.2.Definición, 1.3.Naturaleza Jurídica, 1.4. Características, 1.5. Sujetos
y Capacidad, 1.6. Objeto de la prestación, 1.6. Diferencias del Contrato de Comodato con otros
Contratos. a. Con la compraventa, b. Con la permuta, c. Con el suministro, d. Con la donación, e.
Con el mutuo f. Con el depósito g. Con el usufructo II. ELEMENTOS JURIDICOS DEL
COMODATO SEGÚN EL CODIGO CIVIL PERUANO. 2.1. Comodato sobre bienes
consumibles, 2.2. Forma, 2.3.Presunción de adecuado uso y conservación, 2.4.Aumento o
menoscabo del bien, 2.5. Intransmisibilidad por muerte del comodatario y excepción, 2.6.
Prohibición de ceder el uso, 2.7. Obligaciones del comodante, 2.8. Devolución por urgencia
imprevista o peligro de pérdida o deterioro, 2.9. Comodato sin plazo o precario, 2.10.
Obligaciones del comodatario, 2.11. Natural desgaste, 2.12. Gastos de recepción y restitución.

PALABRAS CLAVE: Contrato – Comodato – Obligación – Comodatario - Comodante

INTRODUCCIÓN

El contrato de Comodato es aquel contrato que por su naturaleza es un contrato de que


no es oneroso, si no lo contrario que de carácter gratuito con la única obligación del devolver el
bien en la fecha pactada, asimismo una de sus características es que es un contrato típico y
bilateral, en la legislación Peruana de 1936 se le llamaba un contrato de honor, pues en nuestra
legislación no existe la compensación por la demora en la entrega del bien, asimismo no se da en
comodato bienes consumibles, como ya lo mencionamos es un contrato a título gratuito, ya
que solo una de las partes (el comodante) sufre un sacrificio patrimonial sin recibir nada a
cambio, mientras que el otro contratante (el comodatario) recibe una ventaja patrimonial sin
entregar nada a cambio.

Tal es así que dentro de nuestro trabajo académico iremos desarrollando cada punto del
presente trabajo de investigación.

OBJETIVOS

Analizar y delimitar la figura del Contrato de Comodato


I. MARCO TEÓRICO

I.1. Origen e historia

La palabra comodato proviene del latín “commodum, commodatum gratia commodantis 


commodatum gratia  utriusque  y  commodatum gratia  commodatarii”, provecho, según unos, y,
según otros, de “cum” y “modo”, porque la cosa ha de usarse de cierta manera. El contrato de
comodato se define en el art. 1728 del CC, según el cual es el contrato por el que una de las
partes (comodante) entrega a la otra (comodatario) alguna cosa no fungible para que use de ella
por cierto tiempo y se la devuelva. Es decir, estamos ante una la cesión gratuita de una cosa por
un tiempo determinado o para un uso específico con la limitación de su posterior devolución.

Asimismo, volviendo a la tradición histórica de la figura del comodato, el comodato, o


préstamo de uso, nace en el Derecho Romano.

a. En el Derecho Romano: era un contrato real, bilateral imperfecto y de buena fe, por el
que una persona (comodante) entregaba a otra (comodatario) una cosa no consumible para que se
usara gratuitamente durante cierto tiempo, al cabo del cual debía restituirla, , concebid como 
símbolos  de  altruismo,  amistad o cortesía. Mediante ellas un sujeto cedía otro, de
manera temporal y a título gratuito, la  posesión y el uso de un bien consumible.  . La entrega
convertía al comodatario en detentador de la cosa, mientras la propiedad y la posesión seguían
vinculadas al comodante[CITATION IGL08 \l 10250 ] , de ahí que pudiera dar en comodato
quien no era propietario, por lo que la cesión del objeto para un uso dado no implicaba
transferencia de derechos ni tampoco de posesión[ CITATION BON12 \l 10250 ]. Por ejemplo,
el que dejaba gratuitamente a otro una máquina para determinado trabajo; un carruaje para que
hiciese un viaje; un esclavo que verificaba ciertos servicios, etc., celebraba con él un contrato de
comodato.

La nota característica del comodato era su gratuidad y el objeto del comodato sólo podían
ser las cosas corporales, muebles e inmuebles, las cuales, debía ser inconsumible, sin embargo,
los objetos consumibles podían darse en comodato, cuando su uso se requería pura y
simplemente ad pompam. El comodatario debía usar la cosa de conformidad con su propia
naturaleza y destino o, bien según lo pactado, dando lugar en caso contrario a un hurto, furtum
usus, en el Derecho justinianeo. El objeto debía ser restituido al terminar el uso convenido o
dentro del plazo fijado, con todas las accesiones y frutos, si la cosa era fructífera.

El comodante disponía de la actio commodati para exigir la devolución de la cosa una


vez concluido el uso pactado y si no existía pacto después de un tiempo prudencial, de modo que
la recuperación no se considerara realizada con premura dolosa que justificaba una exceptio doli
del comodatario[ CITATION FUE78 \l 10250 ] . La actio commodati tenía dos posibles
fórmulas: una concebida in factum y otra in ius concepta. El comodatario respondía de la
conservación de la cosa porque debía devolverla íntegra. Por tanto, respondía del hurto, furtum,
de la cosa comodada independientemente de su grado de diligencia en la conservación de la
misma, quedando, únicamente liberado de responsabilidad en el caso de un evento de fuerza
mayor. La motivación de la responsabilidad por custodia pudieron verla los romanos en el hecho
de que el contrato parecía concebido para ventaja del comodatario. De modo que el interés de
cada parte se insinuaba como motivo de exoneración o agravación de la responsabilidad. De ahí
que en aquellos supuestos en que el comodante tiene interés en el préstamo de la cosa al
comodatario o el interés de ambos es común, la responsabilidad se limitaba al dolus[ CITATION
FUE78 \l 10250 ]

b. En el Derecho medieval español: el comodato se regula junto al mutuo y el depósito,


en el Fuero Juzgo en el Título V, Libro V. De la misma forma el Fuero Real recoge el comodato
en la Ley I, Título XVI, Libro III. El comodato es: “Todo emprestido se face en dos maneras: la
una es, quien home rescibe emprestido por cuenta, como dineros, ó otra moneda qualquier, ó la
tenía por peso, como oro, ó plata, ó cera, ó otra cosa semejable, ó la tomó por medida, como pan,
ó vino, ó olio, ó otra cosa semejable, é quien en esta guisa algun emprestido de otri tomáre, no es
tenudo de dar aquella cosa misma que tomáre; ca luego que la tomáre, luego es suya, é puede
facer della lo que quisiere como de suyo: mas es tenudo de dar otro tanto, é tan bueno, que sea de
aquella natura de que era lo que tomó: é la otra manera es, quando home rescibe emprestidos de
paños fechos, ó de bestias, ó de siervos, ó de otra cosa qualquier: é quien en esta guisa alguna
cosa de otri tomáre, emprestada, es tenudo de le dar aquella cosa misma que tomáre, que aquel
que la emprestada tomó, no ha en ella más del uso, ó del servicio porque gela emprestaron: é
siempre finca por suya de aquel que gela emprestó.”[ CITATION DIA15 \l 10250 ]
Posteriormente en Las Partidas, Ley I, Tít. II, P. V se dice: “Que el “Comodato es una
manera de préstamo que hacen los hombres unos a otros, así como de caballos o de otra cosa
semejante, de que se debe aprovechar aquel que la recibió, hasta cierto tiempo. Esto se entiende,
cuando lo hace por gracia o por amor, no tomando aquel que lo da, por ende, precio de loguero ni
de otra cosa ninguna. Commodatum quiere decir como cosa que es dada a pro de aquel que la
recibió”, Posteriormente en el Proyecto de Código Civil de 1851, el comodato se regula como un
contrato por el cual una de las partes se obliga a entregar a la otra alguna de las cosas no
fungibles, para que use de ella gratuitamente y se la devuelva (art. 1630 del Proyecto). Después
del fracaso del Proyecto de Código Civil de García Goyena, y retomando el propósito
codificador, se llegó al Código Civil de 1889, actual código civil en España, el cual recoge el
contrato de comodato en el art. 1740.

c. En el Código Civil Francés  de 1804: Se consideró al comodato como una especie del


género “préstamo”, el mismo que se subdividía en préstamo de consumo o mutuo, mediante el
cual se transmitía la propiedad de la cosa, y en préstamo de uso o comodato, que transmitía
solamente el uso de la cosa, pero con la obligación de devolución en ambos casos, para devolver
otro tanto de la misma especie y calidad en el mutuo, y para devolver cosa individualmente o en
especie en el comodato"

d. La Doctrina del siglo XX: recogió el comodato de forma muy similar pero destacando
particularidades diferentes. Así MANRESA NAVARRO dice que la característica de esta
institución es que las cosas objeto del préstamo no sean fungibles, y que se den por cierto tiempo
y para su devolución específica.[ CITATION DIA15 \l 10250 ].

e. En el Derecho Civil Peruano:

Pues en el derecho Civil Peruano

En el Código Civil de 1936: El artículo 1587 del derogado Código Civil de 1936
establecía: “Por el comodato una persona entrega a otra gratuitamente alguna cosa, para que se
sirva de ella por cierto tiempo, o para cierto fin, y luego la devuelva". En base a esta definición,
Felipe Osterling Parodi consideró al comodato como un contrato real, pues se perfeccionaba
con la entrega de la cosa. Ello podía comprobarse, según el maestro peruano, en la iure conditio
impuesta por el artículo 1587 del Código Civil de 1936, que "no habla de que se obligue al
comodante a entregar la cosa, sino de que se haga entrega de dicha cosa”[ CITATION OST15 \l
10250 ]

Entonces interpretando dicho artículo se establecía que se podía otorgar el comodato, sin
embargo se prohibía la compensación en el caso de la demora en la entrega del bien, pues en este
código de 1936, en lo que refiere en este artículo se refería necesariamente a un contrato de
“Honor y de Ética” pues este código recoge los principios señalados en el código Civil Peruano
de 1852 en su artículo 2258, asimismo recoge principios rectores de códigos Español, Suizo,
Alemán, Brasileño, Portugués, Italiano y Boliviano.[ CITATION OST15 \l 10250 ].

En el Código 1984: Este código se encuentra vigente en la actualidad y el comodato se


regula desde los artículos 1728º hasta el 1754º, donde se encuentra regulado todo acerca del
comodato. Esta definición y según se explicó anteriormente se advierte el cambio sustancial que
se ha producido en cuanto al requisito de la tradición o entrega. En efecto, del texto resalta que el
comodante simplemente se obliga a dar un bien al comodatario, de donde la entrega viene a ser
propia de la ejecución del contrato, mas no de su existencia.

I.2. Definición

Como lo hemos mencionado en el punto anterior, la figura del comodato es tomada del
código Francés de 1804 en el cual se transmitía la propiedad de la cosa, y en préstamo de uso o
comodato, que transmitía solamente el uso de la cosa, pero con la obligación de devolución en
ambos casos, para devolver otro tanto de la misma especie y calidad en el mutuo, y para devolver
cosa individualmente o en especie en el comodato", pues este concepto ha quedado Fuertemente 
arraigado en nuestra cultura jurídica. "En efecto, tradicionalmente se considera que existen
dos tipos de préstamo: el préstamo de uso, en el que tan solo se transfiere el  uso de
lo prestado, existiendo la obligación de devolver la cosa prestada una  vez  que  la  misma  ha
sido usada;  y  el préstamo de consumo,  en el que  se transfiere la propiedad de lo prestado, que
se entrega para ser consumido, de manera  que la obligación de devolución se refiere a  entregar
una  cosa de la  misma  cantidad y  calidad a  la  inicialmente recibida  y consumida". 1

1
Parafraseo
Clemente de Diego2 define el comodato como un contrato principal, gratuito y real, por
el que una persona entrega a otra gratuitamente una cosa no fungible, para que la use por cierto
tiempo y la devuelva, concluido éste o el uso para que la recibió.

El Código Civil Peruano de 19843 Define al comodato como un contrato por el cual una
de las partes contratantes (el comodante), se obliga gratuitamente a  entregar el uso de un bien no
consumible a la otra (el comodatario), para que  esta lo use
por cierto tiempo o para cierto fin y luego lo devuelva. 

Asimismo para el grupo consideramos que el comodato tiene por objeto


solo la transferencia gratuita del uso del bien no consumible, más no la  transferencia  de su 
propiedad.  Por lo  tanto, el  comodatario solo adquiere la facultad de usar el
bien, pero no la de disfrutar de  sus frutos, a diferencia del usufructuario quien además de usar el
bien puede disfrutar temporalmente del mismo.

León Barandiarán, Señala que mediante el contrato de comodato, el comodante se


obliga a transferir la posesión de la cosa y a entregarla al comodatario, dejando de ser, en
consecuencia, un poseedor inmediato para convertirse en un poseedor mediato. El
comodatario, con la recepción de la cosa, adquiere pues la condición de poseedor inmediato y,
de otro lado, asume la obligación de devolverla a su titular.[ CITATION LEÓ12 \l 10250 ]

Por otro lado el presente autor señala “Para que haya contrato de comodato es
indispensable que las partes hayan acordado que la entrega del bien no consumible se realice de
manera gratuita; por lo tanto, solo existirá contrato de comodato si el comodante entrega
gratuitamente al comodatario un bien no consumible para que este lo use temporalmente.
Además de la entrega del bien a título gratuito, también se requiere que el bien objeto del
contrato no sea consumible o fungible, es decir, que se trate de un bien que no pueda ser
reemplazado por otro de su misma especie, calidad y cantidad, ya que deberá ser devuelto in
natura.”[ CITATION LEÓ12 \l 10250 ]

Sobre la formación del este contrato, Salvat manifiesta que “...en él intervienen los
elementos de todo contrato: 1) Consentimiento; 2) Capacidad; 3) Objeto. En cuanto al primer
punto, el Código (Código Civil argentino), no trae reglas especiales y, en consecuencia, se
2
CLEMENTE DE DIEGO, F., Elemental de Derecho Civil español común y foral, Madrid, 1926, p. 218
3
El Código Civil Peruano de 1984,artículo 1728º p. 347
aplican los principios generales que ya conocemos. Encontramos, en cambio, reglas especiales
relacionadas con la capacidad y el objeto”[ CITATION SAL10 \l 10250 ]

Por ultimo El comodato tiene por objeto solo la transferencia gratuita del uso del bien no


consumible,  más  no la  transferencia  de su  propiedad.  Por lo  tanto, el 
comodatario solo adquiere la facultad de usar el bien, pero no la de disfrutar de  sus frutos,
a diferencia del usufructuario quien además de usar el bien puede
disfrutar temporalmente del mismo.[ CITATION LEÓ12 \l 10250 ]

I.3. Naturaleza Jurídica

En la doctrina y en la legislación comparada existen dos posiciones respecto de la


naturaleza jurídica del contrato de comodato. Para unos, constituye un contrato real; para
otros, se trata de un contrato consensual. Así, atendiendo a los requisitos para la formación
de los contratos, tradicionalmente estos han sido clasificados en contratos consensuales y
reales.

También consideran que el comodato es un contrato real, pues solo se perfecciona con
la entrega de la cosa. En el mismo sentido, Valencia señala que "el comodato es un
contrato real, es decir, que a semejanza de lo que sucede con el mutuo o préstamo de
consumo, solo se perfecciona con la entrega material de la cosa al comodatario"

En  esta  línea, el artículo 2256 del Código Civil argentino establece que: "El 
comodato es un contrato real que se perfecciona con la entrega de la cosa. La promesa de hacer
un empréstito  de uso no da acción alguna  contra  el  promitente". El Código Civil chileno, en
su artículo 2174, también considera al  comodato  como un contrato real,  al señalar que:”Este 
contrato  no se  perfecciona sino por la tradición de la cosa".[CITATION SOT19 \l 10250 ]

Los primeros son aquellos que quedan concluidos por el mero consentimiento de las
partes, sea este formal o no; En cambio, los contratos reales se perfeccionan con la entrega de
la cosa objeto del contrato. Iglesias considera que "se llama comodato (del latín commodatum) al
contrato real y de buena fe por el que una persona comodante entrega a otra comodatario una
cosa específica para que la use gratuitamente durante un cierto tiempo, al cabo del cual deberá
restituirla, es decir, deberá devolver esa misma cosa"

Por otro lado Carlos Soto del Águila[CITATION SOT19 \l 10250 ] refiere: Como se
anotó, el contrato real es aquel que requiere para su celebración, además del acuerdo de
voluntades, la entrega del bien materia del contrato, pues esta constituye uno de los elementos
formativos de dicho contrato. El carácter real que los comentaristas del Código Civil de 1936
atribuían al comodato ha sido abandonado por el vigente Código Civil de 1984. Así, De la
Puente y Lavalle ha señalado que la supresión de los contratos reales por el codificador de 1984
ha generado que el contrato de comodato, entre otros contratos, haya dejado de ser real y
unilateral para convertirse en consensual, pues ya no se exige la entrega del bien sino
simplemente la obligación de entregarlo. En igual sentido, Arias Schreiber considera que el
comodato es un contrato consensual, pues "no está sujeto a ninguna formalidad y basta que las
partes consientan para que se considere perfeccionado". Y resalta que "la entrega es un
aspecto de la ejecución del contrato, mas no de su creación''. En conclusión, en el comodato la
entrega o tradición del bien ya no constituye un elemento esencial para la existencia del
contrato, ya no es una condición sine qua non para la formación del comodato, pues este queda
perfeccionado desde que las partes declaran su voluntad (consentimiento) de obligarse.

I.4. Características:

Tomando como base la regulación del contrato de comodato en nuestro Código

Civil, se advierten las siguientes características:

a) Es un contrato nominado, ya que la ley le atribuye un nomen iuris.

b) Es un contrato típico, debido a que tiene una regulación legal propia que lo identifica e
individualiza respecto de los demás contratos.

c) Es un contrato bilateral, ya que ambas partes (comodante y comodatario) quedan


recíprocamente obligadas. En posición distinta, que no compartimos, Spota 4 ha afirmado que

4
Alberto G. Spota Universidad Católica Argentina Derecho Civil Argentino p. 432
el comodato es un contrato unilateral, pues el único obligado es el comodatario, quien se obliga
a restituir la cosa.

d) Es un contrato a título gratuito, ya que solo una de las partes (el comodante) sufre
un sacrificio patrimonial sin recibir nada a cambio, mientras que el otro contratante (el
comodatario) recibe una ventaja patrimonial sin entregar nada a cambio. En este sentido,
León Barandiarán señala que el comodato es un contrato gratuito, debido a que se "constituye
en beneficio del comodatario, dado que este viene a tener el uso de la cosa sin pago alguno
correspondiente de dinero, u otra cosa, o prestación de servicio"[ CITATION LEÓ121 \l 10250 ]

e) Es un contrato consensual, pues para su perfeccionamiento solo se requiere el


consentimiento de las partes (comodante y comodatario).

f) Es un contrato constitutivo, ya que tiene por finalidad crear una relación jurídica
patrimonial entre el comodante y el comodatario.

g) Es un contrato conmutativo, debido a que ambas partes (comodante y comodatario)


al momento de celebrar el contrato conocen cuál será el contenido de sus prestaciones.

h) Es un contrato simple, ya que da lugar a una sola relación jurídica patrimonial


entre el comodante y el comodatario.

i) Es un contrato civil, debido a que se encuentra reconocido y regulado por el Código


Civil.

j) Es un contrato principal, ya que no depende jurídicamente de otro contrato para su


existencia y eficacia.
k) Puede ser: de ejecución inmediata por una de las partes (comodante), si la prestación
(entregar un bien no consumible) a cargo del comodante es exigible por el comodatario desde
el momento de la celebración del contrato; de ejecución diferida, si se conviene que la entrega
del bien por el comodante se realizará dentro de un término; de duración determinada, si las
partes (comodante y comodatario) convienen en establecer un término inicial y final para el
uso y entrega del bien; de duración determinable, si convienen que la entrega del bien no
consumible responda a cierto fin; y, de duración indeterminable, si se establece el término
inicial en que el comodante entregará el bien no consumible al comodatario, mas no el término
final en que este deberá restituirlo. 1) Es un contrato de goce, ya que permite al comodatario
disfrutar del bien no consumible, aún sin tener la facultad de disposición del mismo.

l) Es un contrato intuitu personae, de modo que no se puede transmitir sin permiso del
comodante y se extingue al fallecimiento de! comodatario. En el comentario al artículo 1733 se
vuelve sobre este tema y se explica la excepción que contiene, y que está basada en la
conveniencia práctica de no suspender la finalidad perseguida al celebrarse el contrato (artículo
1733).

I.5. Sujetos y Capacidad.

Los sujetos del contrato son, respectivamente, el comodante y el comodatario. Si bien


ordinariamente el primero es propietario del bien que entrega al comodatario, nada impide salvo
estipulación diversa, que quien posee por cualquier título distinto a la propiedad (arrendamiento,
usufructo, etc.), celebre con un tercero un préstamo de uso.[CITATION LEÓ122 \t \l 10250 ]

En lo que se refiere a la capacidad de ejercicio, esta tiene que ser plena, habida cuenta de
los riesgos que corre el comodante al desprenderse temporalmente de la posesión y uso de un
bien y de las severas responsabilidades que la ley asigna al comodatario. Desde luego y en la
práctica se presentan frecuentes casos de comodatos celebrados por incapaces, como son los
préstamos de juguetes entre menores de edad, lo cual está permitido dentro de la regla general y
amplia contenida por el artículo 1358 del Código Civil, relacionado con las necesidades
ordinarias de la vida diaria.

De lo expresado resulta que no coincidimos con algunos tratadistas que sostienen que
bastaría la capacidad de administrar, partiendo de la tesis según la cual en el comodato no existe
empobrecimiento para el comodante y lo único que se produce es privarlo momentáneamente del
goce material del bien, a la vez que le proporciona el placer por el uso que hace el comodatario.
Entre quienes lo afirman así están tratadistas de la calidad de Baudry-Lacantinerie y Wahl. Para
nosotros en el comodato existe empobrecimiento por parte del comodante, quien durante un
tiempo sustrae de su patrimonio el uso de un bien.

Interesa examinar el caso de los menores y de los mayores inhabilitados y sujetos a


cúratela, así como el de los administradores de bienes ajenos.
Los artículos 447 y 448 del Código Civil establecen la prohibición de enajenar y gravar
los bienes de los hijos por parte de los padres, así como de contraer en nombre de ellos
obligaciones que excedan de los límites de la administración y practicar una serie de actos, salvo
por causas justificadas de necesidad y previa autorización judicial.[CITATION SOT19 \l 10250 ]

En ninguno de los preceptos citados entra el comodato, habida cuenta de que no se trata
de un acto de enajenación o gravamen ni está entre los diez incisos a que se refiere el artículo
448 del Código Civil. Antes bien, el inciso 7 expresamente exige que los padres obtengan
autorización judicial para dar o tomar dinero en préstamo, esto es, para celebrar un contrato de
mutuo y guarda silencio en cuanto al comodato.

Tratándose de la tutela, tampoco está impedido el tutor de entregar los bienes del pupilo
en comodato, pues no se desprende de los dispositivos aplicables, que son los artículos 531 y 532
del Código Civil.

En lo que concierne a los mayores inhabilitados y sujetos a cúratela, el artículo 602 del
Código Civil dispone que el curador de bienes no puede ejecutar otros actos administrativos que
no sean los de custodia y conservación, así como los necesarios para el cobro de los créditos y
pago de las deudas. El mismo precepto establece que los actos que le son prohibidos (todos los
demás no contemplados por este precepto) serán válidos, si justificada su necesidad o utilidad,
ios autoriza el juez, previa audiencia del consejo de familia. Lo expuesto nos conduce a sostener
enfáticamente que el curador de bienes carece de facultad para celebrar comodato respecto de los
bienes que estén bajo su administración y sean de propiedad del mayor sujeto a cúratela, salvo
aprobación judicial.[ CITATION LEÓ12 \l 10250 ]

También interesa saber si el administrador de cosa ajena puede darla en comodato. León
Barandiarán, al referirse a esta materia, manifiesta que “el comodato no beneficia al comodante
sino al comodatario, por ende, no se percibe causa que justifique la cesión gratuita del uso de una
cosa de propiedad del representado por quien lo representa, como un administrador. Es indudable
que un acto así, privando al interés que representa al administrador del uso de la cosa, excede de
los límites de una administración adecuada, y no se compadece, por lo mismo, con la razón de
ser de la administración.[ CITATION LEÓ12 \l 10250 ]

I.6. Objeto de la prestación


En la definición del comodato se ha señalado que el objeto de la prestación
necesariamente tiene que ser un bien no consumible, desde que es condición fundamental la
devolución del mismo bien en su debido momento. Una excepción que no hace sino confirmar la
regla es la prevista por el artículo 1729 del Código Civil, cuya explicación se realiza en líneas
posteriores (artículo 1729).[CITATION LEÓ122 \t \l 10250 ]

Nuestro Código únicamente condiciona el comodato a que los bienes tengan el carácter
de no consumibles y el contrato, por lo tanto, puede celebrarse sobre toda clase de bienes
muebles e inmuebles. Desde luego serán aplicables las reglas generales del acto jurídico,
respecto a los requisitos para su validez y no podrá prestarse un bien gratuitamente para un uso
contrario a las leyes o las buenas costumbres ni tampoco aquellos que se encuentran fuera del
comercio de los hombres, por ser contrarios al interés público. Esto último sería, por ejemplo, el
préstamo a un particular de un arma cuyo uso está limitado a las fuerzas armadas, aun cuando su
finalidad no sea la de realizar actos delictuales.

Salvat señala como ejemplos de usos contrarios a las leyes o buenas costumbres “la
entrega de un revólver para cometer un delito, el de una habitación para instalar una mesa de
juego: el de una casa, para la celebración de una orgía, etc.”[ CITATION ARI12 \l 10250 ]

Se discute si el bien que se entrega en comodato puede ser un título valor. León
Barandiarán, en opinión con la cual coincidimos, analizó esta interesante posibilidad y luego de
citar el concepto afirmativo de Wameyer, se pronunció adversamente, haciendo notar que no se
podrían ejercitar los derechos representados por el documento respectivo, pues ello equivaldría a
que el receptor se hubiese convertido en propietario, lo que desde luego es contrario a la
naturaleza misma del comodato.[ CITATION DEL15 \l 10250 ]

I.7. Diferencias del Contrato de Comodato con otros Contratos.

En atención a las características jurídicas propias del comodato, debemos distinguirlo


de los siguientes contratos:[CITATION ARI121 \t \l 10250 ]

a. Con la compraventa

El artículo 1529 del Código Civil define al contrato de compraventa de la siguiente


manera: "Por la compraventa el vendedor se obliga a transferir la propiedad de un bien al
comprador y este a pagar su precio en dinero". De la definición anotada se desprende que el
contrato de compraventa es de carácter oneroso. En cambio, de acuerdo al artículo 1728 del
Código Civil, el comodato es un contrato de préstamo de uso gratuito, ya que no admite que se
pacte una contraprestación económica por el uso del bien, debido a que este es prestado como
un acto de liberalidad (si se pactase tal contraprestación, se desnaturalizaría el contrato de
comodato y, en consecuencia, por el principio de primacía de la realidad dicho contrato sería
interpretado como un contrato de arrendamiento o un usufructo a título oneroso, etc.). Por
otro lado, mediante el contrato de compraventa el vendedor se obliga a transferir al
comprador la propiedad de un bien consumible o no consumible.

En cambio, mediante el contrato de comodato, el comodante se obliga a transferir al


comodatario únicamente el uso de un bien no consumible o consumible por excepción.

b. Con la permuta

El Artículo 1602 del Código Civil define al contrato de permuta de la siguiente


forma: "Por la permuta los permutantes se obligan a transferirse recíprocamente la propiedad
de bienes".

De acuerdo con lo señalado, la permuta es un contrato que tiene por objeto transferir
la propiedad de los bienes entre los permutantes. En cambio, el objeto del contrato de
comodato es transferir el uso y la posesión de un bien no consumible, según se establece en el
artículo 1728 del Código Civil.

En cuanto a la valoración, la permuta es un contrato oneroso, a diferencia del comodato


que es un contrato a título gratuito.

c. Con el suministro

El suministro es un contrato de prestaciones recíprocas y de tracto sucesivo, cuya


ejecución puede ser periódica o continuada. En cualquiera de estos casos se produce la traslación
del dominio del objeto de la prestación. En cambio, en el comodato no se transfiere propiedad,
sino solo el derecho de usar el bien materia del contrato.

El artículo 1605 del Código Civil define al suministro como un contrato de carácter
oneroso, distinto en ese sentido al comodato que exige la gratuidad en la entrega del bien. Sin
embargo, el segundo párrafo del Artículo mencionado admite la posibilidad de que el
suministro se celebre de manera gratuita, exigiendo en tal caso que se respete cierta formalidad.
El comodato es un contrato de tipo consensual, pues para su celebración basta el consentimiento
de las partes. En cambio, el suministro a título gratuito es un contrato solemne, que debe
formalizarse por escrito, bajo sanción de nulidad, según lo establece el artículo 1605 del Código
Civil.

d. Con la donación

La donación, según lo dispuesto en los Artículos 1623 a 1625 del Código Civil, puede
ser tanto un contrato consensual como uno solemne. Será consensual cuando se donen bienes
cuyo valor no exceda el 25% de la Unidad Impositiva Tributaria (UIT) vigente al momento en
que se celebre el contrato (artículo 1623); y solemne, cuando el valor de los bienes .donados
exceda dicho límite (artículo 1624), en cuyo caso debe celebrarse por escrito de fecha cierta,
bajo sanción de nulidad. Otro supuesto de formalidad ad solemnitatem se presenta cuando el
legislador exige escritura pública para la donación de bienes inmuebles (artículo 1625). A
diferencia de lo mencionado para los supuestos de donación, en el comodato el legislador no
exige formalidad alguna como requisito de validez del acto jurídico, por lo que para su
celebración bastará el consentimiento de las partes contratantes. Pero la diferencia más
importante establecida entre estos contratos es que por el contrato de donación el donante se
obliga a transferir la propiedad de determinado bien al donatario, en tanto que, como se ha
dicho tantas veces, el comodato no tiene por objeto transferencia de propiedad sino solo de uso.

e. Con el mutuo

El artículo 1648 del Código Civil define al contrato de mutuo de la siguiente manera:
"Por el mutuo, el mutuante se obliga a entregar al mutuatario una determinada cantidad de
dinero o de bienes consumibles, a cambio de que se le devuelvan otros de la misma especie,
calidad o cantidad".

De la definición anotada, podemos concluir que el contrato de mutuo tiene como


objeto la transferencia de propiedad de bienes consumibles o fungibles, a diferencia del
comodato que busca transferir el uso de bienes no consumibles y que solo por excepción, bajo la
condición de que no sean consumidos, admite el comodato sobre bienes consumibles.
Como consecuencia del carácter de los bienes materia de estos contratos, encontramos
que en el mutuo, el mutuatario puede devolver otro bien de la misma especie, calidad o
cantidad. En cambio, en el comodato, el comodatario debe devolver el mismo bien que le fue
prestado.

f. Con el depósito

En el contrato de depósito, el depositario se obliga a recibir un bien para custodiario y


devolverlo cuando lo solicite el depositante. La obligación principal se centra en el depositario,
quien es el que debe custodiarlo y conservarlo para que cumpla la finalidad del contrato. En
cambio, en el comodato, el comodatario recibe el bien no consumible con la finalidad de
usarlo.

El contrato de depósito puede ser gratuito u oneroso. En cambio, el comodato por ser un
acto de liberalidad solo puede celebrarse a título gratuito.

g. Con el usufructo

El comodato es un contrato consensual que concede al comodatario un derecho


personal de uso del bien no consumible; en tanto que el usufructo es un derecho real que puede
tener como fuentes de origen al contrato, la ley, el testamento y la prescripción adquisitiva, a
diferencia del comodato que solo puede tener como fuente al contrato.

Por otro lado, el comodato es un contrato esencialmente gratuito; en cambio, el usufructo,


puede constituirse a título oneroso. Por último, debemos precisar que mediante el comodato el
comodante transfiere únicamente la facultad de usar el bien no consumible; en cambio, en el
usufructo, el usufructuario tiene el derecho a disfrutar los frutos que produzca el bien.

II. ELEMENTOS JURIDICOS DEL COMODATO SEGÚN EL CODIGO


CIVIL PERUANO.
II.1. Comodato sobre bienes consumibles

Artículo 1729.- Hay comodato de un bien consumible solo si es prestado a condición


de no ser consumido.

Este precepto consagra la figura del llamado comodato “adpompam vel ostentationem
causam” o comodato por razones de ostentación y se presenta cuando el bien consumible es
prestado pero bajo condición de que no sea consumido y se emplee únicamente para fines de
exhibición, de modo que deberá restituirse en su propia individualidad. Así sucede en las ferias,
cuando se colocan en unos estantes varias botellas de vino, pero sin derecho a consumir su
contenido; o si un coleccionista le presta monedas a otro, para una exposición.

Se ha objetado la expresión “condición", por no ser muy técnica. Podría reemplazarse por
“con la obligación de no ser consumido.[ CITATION ARI10 \l 10250 ]

II.2. Forma

Artículo 1730.- La existencia y contenido del comodato se rigen por lo dispuesto en la


primera parte del artículo 1605.

Uno de los caracteres jurídicos del comodato es su consensualidad, la que es


consecuencia de la posición asumida por el Código respecto de los contratos reales. Esto
ha determinado, a su vez, que se emplee en cuanto a la forma el régimen más adecuado y
coherente con su uso diario y que las partes tengan la libertad para utilizar la que escojan,
de acuerdo con las circunstancias del caso. Generalmente y por ser el objeto de la
prestación de escaso valor, bastará el consentimiento. Pero si el préstamo de uso se
refiere a bienes patrimonialmente importantes, lo más probable es que sea celebrado por
escritura pública, o, al menos, por escrito de fecha cierta.[ CITATION ARI10 \l 10250 ]

II.3. Presunción de adecuado uso y conservación

Artículo 1731.- Se presume que el comodatario recibe el bien en buen estado de uso y
conservación, salvo prueba en contrario.

Este dispositivo, novedoso en nuestra legislación civil, se explica por el hecho de que el
comodato se utiliza a diario y ordinariamente sin formalidades, por lo que es conveniente
que se proteja al comodante con la presunción juris tantum de que el comodatario recibe
el bien en buen estado de uso y conservación. En consecuencia, en la práctica será
recomendable que el comodatario examine el bien detenidamente y deje debida
constancia de cualquier deficiencia concerniente a dicho uso o al estado de conservación.
[ CITATION ARI10 \l 10250 ]

II.4. Aumento o menoscabo del bien


Artículo 1732.- Corresponde al comodante el aumento y el menoscabo o pérdida del
bien, salvo culpa del comodatario o pacto de satisfacer todo perjuicio.

Como el comodato únicamente confiere al comodatario el uso temporal de un bien,


cualquier aumento de este (ejemplo la cría de un animal nacido durante el préstamo)
beneficiará al comodante. Además, mutatis mutandi, su menoscabo o pérdida correrán
también por cuenta de este último (res perit domino), excepto que haya habido culpa del
comodatario (el Código no distingue entre culpa leve y lata) o que este haya asumido ese
menoscabo o pérdida, cualquiera que pueda ser su motivación.

Lo expuesto en este precepto supone que, salvo pacto distinto, los frutos y cualesquiera
ventajas, como serían las mejoras naturales sobrevenidas, corresponderán al comodante.
Se entiende que se trata de bienes divisibles.

Queda finalmente por establecer en qué momento deberá beneficiarse el comodatario con
el aumento. A nuestro modo de ver, dado que el comodatario tiene el uso mas no el
disfrute, cualquier aumento que sea físicamente separable del bien tendrá que entregarse
de inmediato, sin esperar la terminación del contrato. Por ejemplo, la cría nacida dentro
de la vigencia del comodato no podrá ser utilizada y como fruto deberá ser puesta a
disposición del comodante, apenas producido el nacimiento.[ CITATION ARI10 \l 10250
]

II.5. Intransmisibilidad por muerte del comodatario y excepción

Artículo 1733.-Las obligaciones y derechos que resulten del comodato no se transmiten


a los herederos del comodatario, salvo que el bien haya sido dado en comodato para una
finalidad que no pueda suspenderse.

Un tema debatido es el que concierne a la situación de los herederos del comodatario,


cuando fallece. No sucede lo mismo si el fallecido es el comodante, pues en principio la
obligación se transmite a sus herederos, de acuerdo con la regla contenida en el artículo 1218 del
Código Civil.

No hay sobre el particular un criterio uniforme en la legislación comparada.


Existe una corriente radical, según la cual el fallecimiento del comodatario extingue el
vínculo obligacional. Así aparece en el artículo 311 del Código de las Obligaciones suizo, el
artículo 1591 del Código Civil peruano de 1936, que se inspiró en el anterior, y el artículo 2515
del Código Civil mexicano, entre otros.

Pero conforme a una fórmula más flexible que la anterior, las obligaciones y derechos
que nacen del comodato pasan a los herederos del comodatario, a no ser que el préstamo haya
sido efectuado teniendo fundamentalmente en cuenta la persona del comodatario, en cuya
hipótesis sus herederos carecen del derecho de continuar en el uso del bien. Esta tesis la vemos
recogida en el artículo 1879 del Código Civil francés y en el artículo 1742 del Código Civil
español.

Finalmente y entre las dos corrientes extremas tenemos una intermedia: los herederos del
comodatario no tienen derecho a continuar en el uso del bien prestado, salvo el caso excepcional
de que haya sido entregado para una finalidad que no pueda diferirse o suspenderse. Esta es la
posición adoptada por el artículo 2205 del Código Civil colombiano, el artículo 2116 del Código
Civil ecuatoriano y el artículo 2186 del Código Civil chileno.

El artículo bajo comentario se ubica en la tercera de estas corrientes, pues se estimó que
la primera es excesivamente rigurosa y que la segunda casi no se presenta en la práctica, por ser
el comodato un contrato ordinariamente celebrado en consideración a la persona del
comodatario.

El artículo 1733 contiene, pues, un cambio significativo con relación al artículo 1591 del
Código Civil de 1936: mientras este drásticamente rechazaba la transmisibilidad de los derechos
y obligaciones del comodatario a su fallecimiento, el nuevo Código la admite excepcionalmente,
cuando el bien haya sido entregado para un servicio particular que no puede suspenderse. Ello
sucederá por ejemplo, si una persona recibió en comodato una maquinaria destinada a la
fabricación de un producto, y fallece en pleno procesamiento, siempre que sus herederos se
encuentren en condiciones de finalizarlo.[ CITATION ARI10 \l 10250 ]

II.6. Prohibición de ceder el uso

Articulo 1734.- El comodatario no puede ceder el uso del bien a un tercero sin
autorización escrita del comodante, bajo sanción de nulidad.
Como el comodato es un contrato de beneficencia y se celebra a mérito de la calidad
personal del comodatario, es lógico y natural que no se permita la cesión del uso del bien a
tercera persona, sin consentimiento expresado por escrito y bajo sanción de nulidad. Este
numeral es novedoso, pues no existía en el Código Civil de 1936 y se justifica plenamente, desde
que el comodante no tiene por qué tener la misma confianza en el tercero cesionario, a quien
ordinariamente no conoce o no desea beneficiar y por ello se exige su asentimiento por escrito.
La formalidad es, por lo demás, ad solemnitatem.[ CITATION ARI12 \l 10250 ]

Del texto comentado se desprende que tampoco cabe el subcomodato (que es distinto a la
cesión de la posición contractual), salvo que el comodante lo permita y siempre que se dé la
misma formalidad.[ CITATION ARI10 \l 10250 ]

II.7. Obligaciones del comodante

Artículo 1735.- Son obligaciones del comodante:

1) Entregar el bien en el plazo convenido.

2) Comunicar oportunamente al comodatario si el bien adolece de algún vicio que


conoce.

3) No solicitar la devolución del bien antes del plazo estipulado y, en defecto de pacto,
antes de haber servido al uso para el quefue dado en comodato, salvo el caso previsto en el
artículo 1736.

4) Pagar los gastos extraordinarios que hubiese hecho el comodatario para la


conservación del bien.

Por otro lado analizaremos cada uno de los incisos de la obligación del comodante:

El inciso 1) responde al carácter consensual del comodato, en el cual la entrega del bien
es parte del mecanismo de su ejecución. Esta obligación por lo demás tiene que ser oportuna y
por ello se hace mención al plazo convenido. De no haberse señalado plazo la entrega deberá ser
inmediata, habida cuenta del carácter peculiar que tiene el préstamo de uso.

El inciso 2) consagra un caso especial de vicio oculto, basado en las características


propias del comodato, que es un contrato de cortesía, favor o liberalidad. No se siguen, de
consiguiente, las reglas generales que el Código contiene respecto del vicio oculto, sino que se
plantea una responsabilidad más benigna, obligando al comodante únicamente cuando tenga
conocimiento del vicio y no se haya hecho saber al comodatario. Ello sucederá, por ejemplo,
cuando se preste un animal enfermo y contagie a los que tiene el comodatario. Apunta Salvat a
este respecto que “...es necesario que el comodante haya tenido, como dice la ley, conocimiento
de los vicios o defectos y haya omitido informarlo de su existencia al comodatario: el comodante
incurre en estas condiciones en culpa y es responsable de los perjuicios causados por ello
(artículo 520), con mayor razón si hubiera obrado con dolo”

El inciso 3) plantea un deber de abstención u obligación de prestación de no hacer, en


cuya virtud el comodante tiene que respetar los derechos de la otra parte y está compelido a no
solicitar la restitución del bien antes del término convenido y, a falta del mismo, sin haber
servido en el uso para el que fue prestado. Desde luego el mismo numeral hace la salvedad de la
devolución por urgencia imprevista o de que existe peligro de que se deteriore o pierda si
continúa en poder del comodatario, todo lo cual ha sido previsto en el artículo 1736.

Finalmente, el inciso 4) mantiene la tónica de la legislación comparada, según la cual el


comodante está obligado a reintegrar los gastos extraordinarios que hubiese hecho el
comodatario para la conservación del bien prestado. Entendemos que estos gastos se presentaron
de urgencia y que no se podía esperar que el comodante los realizara sin correr los riesgos del
deterioro o destrucción. En efecto, si es exacto que el comodatario debe correr con las expensas
ordinarias, desde que goza del derecho de usar gratuitamente el bien que se le ha prestado, este
concepto no tiene por qué extenderse a los gastos extraordinarios, que deberán ser satisfechos
por el comodante.[ CITATION ARI10 \l 10250 ]

II.8. Devolución por urgencia imprevista o peligro de pérdida o deterioro

Artículo 1736.- Si el comodante necesita con urgencia imprevista el bien o acredita que
existe peligro de deterioro o pérdida si continúa en poder del comodatario, puede solicitarle su
devolución antes de cumplido el plazo o de haber servido para el uso.

Este artículo es la reproducción del numeral 1593 del Código Civil de 1936 y tiene como
fundamento el hecho de que el comodato es un contrato de cortesía, en el cual se da el supuesto
de que el comodante puede desprenderse temporalmente del bien que presta porque no lo
necesita. Pero si se producen hechos posteriores que alteran esta situación o surge el riesgo de un
deterioro o pérdida, es de justicia que el comodante pida la devolución del bien antes de que
venza el plazo o se cumpla el objetivo propuesto ya que no es admisible que continúe la
liberalidad con perjuicio propio. Manifiesta Salvat a este respecto que “... deben entenderse que
la voluntad tácita de las partes ha sido que la cosa fuese en tal caso inmediatamente restituida”
Por constituir este dispositivo una excepción al principio sobre cumplimiento de los contratos en
sus plazos o condiciones, sostenemos que no puede extenderse analógicamente a otros supuestos.
[ CITATION ARI10 \l 10250 ]

II.9. Comodato sin plazo o precario

Artículo 1737.- Cuando no se ha determinado la duración del contrato, el comodatario


está obligado a restituir el bien cuando el comodante lo solicite.

Este dispositivo recoge lo que en doctrina se conoce con el nombre de “comodato


precario”, o sea aquel en que no se ha señalado plazo de duración o, como es obvio, cuando
quedó satisfecho el servicio que origina el préstamo de uso. En estos casos la obligación de
devolver el bien existe tan pronto como el comodante lo reclame.

León Barandiarán explica que “cuando el comodato es precario, la conclusión del


contrato, o sea, la restitución del objeto se puede producir en cualquier momento, por la sola
voluntad del comodante. Este es el efecto que consagra el artículo 1594 (actualmente el artículo
1737) que por ello dice de que a su 'arbitrio' podrá el comodante, en cualquier momento, exigir la
devolución de la cosa. No es necesario que exista la circunstancia que manifiesta el artículo 1593
(hoy el artículo 1736) de la necesidad urgente o imprevista. El comodante sin tener que expresar
motivo alguno, puede pedir la devolución de la cosa en el caso del precario. Hay como una
especie de condición resolutoria potestativa en favor del comodante”

Por otro lado nos hacemos esta pregunta ¿Qué sucedería en el caso de que se ha dado en
comodato un tractor, por un plazo determinado para derribar una pared pero el comodatario
cumple con hacerlo antes de su vencimiento? En nuestra opinión el comodante tendrá el derecho
de solicitar la restitución inmediata, pese a que el plazo no está vencido, pues ya quedó satisfecha
la finalidad perseguida con el préstamo.[ CITATION ARI10 \l 10250 ]

II.10. Obligaciones del comodatario


Artículo 1738.- Son obligaciones del comodatario:

1) Custodiar y conservar el bien con la mayor diligencia y cuidado, siendo responsable


de la pérdida o deterioro que no provenga de su naturaleza o del uso ordinario.

2) Emplear el bien para el uso determinado en el contrato o, en su defecto, según la


naturaleza del mismo y la costumbre, siendo responsable del deterioro o pérdida provenientes
del abuso.

3) Permitir que el comodante inspeccione el bien para establecer su estado de uso y


conservación.

4) Pagar los gastos ordinarios indispensables que exija la conservación y uso del bien.

5) Devolver el bien en el plazo estipulado o, en su defecto, después del uso para el que
fue dado en comodato.

En este artículo están enunciadas las principales obligaciones que corresponden al


comodatario.

Por otro lado analizaremos cada uno de los incisos de la obligación del comodatario.

El inciso 1) le impone el deber de custodia y conservación del bien. Se ha cuidado de


poner el acento en la obligación que tiene el comodatario de actuar con la mayor diligencia,
puesto que el comodante está renunciando temporalmente al uso del bien a título de liberalidad.
Esto compromete la mayor atención y esfuerzo por parte del comodatario, de modo que
cualquier pérdida o deterioro que no provenga de la naturaleza del bien o de su uso legítimo,
correrá por su cuenta. Comenta Salvat que "...la diligencia que la ley exige del comodatario,
consiste en los cuidados necesarios para la conservación de la cosa, de acuerdo con las
circunstancias de la naturaleza de ella, el tiempo y el lugar: si el comodatario omite estos
cuidados, incurre en culpa y es responsable entonces de los deterioros o de la destrucción de la
cosa, debiendo la culpa de aquel apreciarse objetivamente, de acuerdo con el criterio general del
Código”

El inciso 2) responde igualmente a las características propias del comodato y se coloca en


dos hipótesis distintas, a saber: a) Que en el contrato se haya expresado cual sería el uso que se
dará al bien, pues el contrato tiene fuerza de ley entre las partes; y b) Que a falta de pacto, ese
uso sea coherente con su naturaleza, pues de otro modo habrá abuso por parte del comodatario.
Si se presta en uso un automóvil para que sirva como medio de transporte el comodatario no
podrá emplearlo en competencias deportivas.

El inciso 3) confiere al comodante el derecho de establecer en cualquier tiempo el estado


de uso y conservación del bien prestado. De este modo y en caso de que compruebe la
desnaturalización del contrato, podrá adoptar las medidas necesarias para proteger sus intereses y
evitar deterioros o pérdidas posteriores. Se ha sugerido cambiar la palabra “establecer” por
“constatar” por ser más exacta.

El inciso 4) impone al comodatario la obligación de efectuar los gastos ordinarios


inherentes a la conservación y uso del bien, como contrapartida por el hecho de que esos
beneficios le son otorgados a título gratuito. Si una persona le presta a otra un automóvil, el
comodatario correrá con el consumo del combustible, aceite, etc. y no será responsable, en
cambio, por los gastos extraordinarios (reparaciones de ese carácter y similares) salvo
estipulación distinta. Este inciso debe concordarse, a su vez, con el artículo 1739.

Por último, el inciso 5) es inherente a la temporalidad del comodato y por ello obliga al
comodatario a devolver el bien en el plazo estipulado o, en defecto de pacto, luego del uso para
el que fue prestado, con las conocidas excepciones del fallecimiento del comodatario (artículo
1733), la devolución por urgencia (artículo 1736) y del comodato precario (artículo 1737). La
consecuencia inevitable del incumplimiento del comodatario determinará que el comodante
tendrá acción para pedir la inmediata restitución del bien y el resarcimiento de los daños y
perjuicios que genere la demora, incluyendo el lucro cesante.

Las obligaciones señaladas por el artículo 1738 son evidentemente subsidiarias y


admiten, en consecuencia, pacto distinto.

II.11. Natural desgaste

Artículo 1739.-El comodatario no responde si el bien se deteriora o modifica por efecto


del uso para el que ha sido entregado.

Este artículo es coherente con la regla contemplada en el inciso 2) del artículo 1738 del
Código y se entiende sin ningún esfuerzo, pues cuando el comodante se desprende
temporalmente del uso es lógico que su natural desgaste sea un riesgo que no debe ser absorbido
por el comodatario y será por lo tanto restituido en el estado en que se encuentre.

Como en casos anteriores, el precepto no es imperativo y admite pacto distinto.


[ CITATION ARI10 \l 10250 ]

II.12. Gastos de recepción y restitución

Artículo 1740.- Los gastos de recepción y restitución del bien corren por cuenta del
comodatario.

Estos gastos han sido asignados por la ley al comodatario, habida cuenta de que estamos
ante un contrato de liberalidad o cortesía y por consiguiente resulta natural que el comodante esté
eximido de ellos, pues todas las ventajas son para el primero, sin contrapartida alguna.

Igualmente el artículo bajo comentario tiene carácter subsidiario y no existe impedimento


para que estos gastos sean asumidos por el comodante, lo cual por cierto no es frecuente.
[ CITATION ARI10 \l 10250 ]

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