Tarea 2 de Terapia de Grupo
Tarea 2 de Terapia de Grupo
Tarea 2 de Terapia de Grupo
Los derechos y deberes de los miembros de la terapia grupal y el terapeuta que las dirige.
El CODOPSI es la institución profesional y legal que al amparo de la Ley 22-01 y su Código de Ética
regula el ejercicio profesional de la psicología en todo el territorio nacional. En el Capítulo III. De
La Confidencialidad - Art. 16. Dice:
“La información que el/la psicólogo/a obtenga como resultado de su actividad profesional, será
considerada confidencial y sólo podrá ser revelada cuando exista el consentimiento escrito de la
persona que origina dicha información. Sólo podrá ser revelada, sin autorización, a familiares,
profesionales o autoridades competentes cuando exista un peligro inminente para el individuo o
para terceros”.
• Una entrevista previa para determinar si un grupo particular con un terapeuta concreto en
el momento actual es adecuado para sus necesidades.
• Una oportunidad para solicitar información sobre el grupo, plantear cuestiones y examinar
los problemas.
• Una descripción breve de la educación, experiencia y cualificaciones del terapeuta.
• Explicación de los servicios que podrán y no podrán proporcionarse dentro del grupo.
• Información sobre cualquier investigación o grabación que se vaya a realizar durante las
sesiones con los miembros del grupo.
• Si se realiza alguna grabación, el derecho a pararla cuando restringe la participación de los
miembros.
• Ayuda del terapeuta para adecuar los aprendizajes del grupo a cada cliente.
• Una consulta con el terapeuta si se produce una crisis por efecto directo de la
participación en el grupo o la derivación a otras fuentes de ayuda si el terapeuta no puede
proporcionarla.
• Respeto hacia la privacidad de los miembros en relación con lo que la persona puede
revelar y con el grado de apertura.
• Libertad frente a los valores del terapeuta y del resto de los miembros.
El terapeuta debería subrayar que la participación en los grupos conlleva además de los derechos
ciertas responsabilidades. Algunas de estas responsabilidades consisten en asistir con regularidad,
ser activo, adoptar riesgos, tener voluntad para hablar sobre uno mismo, proporcionar feedback a
los otros miembros, respetar la confidencialidad y pedir lo que se necesite.
Como los grupos pueden actuar como catalizadores del cambio personal, conllevan también
riesgos para los miembros del grupo. La naturaleza de estos riesgos incluye cambios vitales que
originan rupturas, confrontaciones hostiles y destructivas, socialización dolorosa entre los
miembros, etc. Y lo que el terapeuta puede hacer a este respecto es el objetivo de la sección. Es
irreal esperar que un grupo no conlleve riesgos, porque cualquier aprendizaje vital implica
arriesgarse.
La sensibilidad a las necesidades de los miembros del grupo y al impacto que los valores o técnicas
empleadas puedan producir sobre los miembros es una cualidad imprescindible de los terapeutas.
Ser terapeuta requiere conocimiento de los patrones comunitarios, de las normas del centro
donde se trabaja y de las leyes que rigen el ejercicio terapéutico.
¿Qué criterios puede usar el terapeuta para determinar si las relaciones personales o sociales con
los miembros del grupo son apropiadas o inapropiadas? Un factor determinante es el grado en
que tal relación social esté interfiriendo sobre la relación terapéutica. La norma de la ASGW (1989)
a este respecto apunta: "Los terapeutas de grupo evitan las relaciones duales con los miembros
del grupo que pudieran dificultar su juicio objetivo y profesional, así como aquellas que
probablemente comprometerán la capacidad de un miembro del grupo para participar
plenamente en el mismo". Uno de los principios derivados de este concepto general recomienda a
los terapeutas no hacer uso indebido de su rol y poder para satisfacer sus necesidades personales.
El factor central de esta norma se refiere ai uso apropiado de la autoridad. Cuando los terapeutas
satisfacen sus necesidades personales de poder y prestigio a expensas de lo mejor para los
miembros, entonces se produce una violación ética.
Un factor paralelo hace referencia al efecto facilitador o limitador de la socialización entre los
miembros del grupo en el proceso grupal. Este ispecto puede convertirse en un problema ético si
los miembros desarrollan clichés y cotilleos sobre los otros miembros o si se reúnen por propia
cuen-la y comentan problemas que deberían ser tratados en las sesiones grupales. Si se
desarrollan agendas ocultas a través de varios subgrupos, es probable que el progreso del grupo
llege a una interrupción abrupta. Salvo que la agenda oculta se clarifique y maneje, parece poco
probable que muchos miembros hagan un uso terapéutico del grupo o que logren sus objetivos
personales.
Yalom (1985) señala que una terapia grupal enseña a las personas el modo Je establecer relaciones
íntimas pero no proporciona dichas relaciones. Apunta también que los miembros que se
encuentran fuera del grupo tienen la responsabilidad de mostrar en el grupo la información de
dicho encuentro. El tipo de socialización fuera del grupo que interfiere con el funcionamiento del
mismo es contraproducente y debería de ser evitado. Esto es así en las situaciones donde los
participantes comentan aspectos relevantes del grupo y evitan comentar los mismos aspectos
dentro del mismo.
Reconocer la realidad de la diversidad humana por parte de los terapeutas se relaciona con la
reorganización del modo de influencia de los valores del terapeuta en el proceso grupal. Si se
ignoran algunas diferencias básicas entre las personas, es difícil que se cumplan los intereses de
dichos clientes.
Una de las normas éticas del ACÁ (1988) señala que el aprendizaje centrado en la auto-
comprensión o el crecimiento personal debe ser voluntaria o si es imprescindible como parte del
programa educativo, los estudiantes deberían haberío antes de matricularse.
Uno de los factores éticos más controvertidos en la formación de los trabajadores de grupos
implica la combinación de métodos experienciales y didácticos.
A través de este tipo de programas, se vivencian los conceptos del proceso grupal.
Se deberían establecer normas claras para que los estudiantes conozcan cuáles son sus derechos y
sus responsabilidades.
Esta disposición presiona tanto a los estudiantes como al instructor. Exige honestidad, madurez y
profesionalidad.
Las reglas éticas de los terapeutas de grupos así como los niveles medios de experiencia están
establecidos por la ASGW del Trabajo en Grupos (1989, 1991).
Los instructores de los cursos de terapia grupal adoptarán las medidas para minimizar el posible
impacto negativo sobre los estudiantes.
¿Cómo lo aplicarías?
Que ante de consultar un paciente que firme el consentimiento para protección mí y del
y que cuando el diga que pare de grabar que yo lo haga poner límites entre el paciente y
yo que se creen acuerdo. Pero sin dejar de restares seriedad a lo que el paciente
padezca