2º - La Comunicación - Cartilla 2
2º - La Comunicación - Cartilla 2
2º - La Comunicación - Cartilla 2
Para comunicarnos, necesitamos de la LENGUA y del HABLA. Pero, estas dos palabras, ¿se
refieren o designan lo mismo?... No, cada una tiene un significado propio.
Recordemos:
LENGUA: es un sistema de signos lingüísticos que expresan ideas, entendiéndose como signo, a aquello que se
utiliza para expresar algún significado que el receptor debe interpretar.
El conjunto de signos y reglas que permiten la comunicación constituye el CÓDIGO. La lengua es el código (a, b,
c, d, e, f, etc.), como también lo son; el sistema numérico (1, 15, 23, etc.), el sistema musical (do, re, mi, fa,
etc.), el calendario (lunes, martes, etc.).
HABLA: es el acto por el cual, un hablante construye un mensaje completo, tomando el código (lengua), los
signos (letras) que necesita y los combina según sus reglas (la ortografía). Es decir, el HABLA es la utilización de la
lengua.
ACTOS DE HABLA
ACTO DE HABLA: es una unidad mínima de comunicación. Todos los enunciados que se dirigen a un
receptor con una determinada intención y para producir un efecto en él son actos de habla.
Ejemplos:
Los actos de habla pueden ser DIRECTOS o INDIRECTOS
MACROACTOS DE HABLA
En ellos se tiene en cuenta la intencionalidad global de lo que se dice (ofrecimiento, rechazo, invitación, promesa,
etc.). Pueden ser directos o indirectos.
Hablamos indirectamente utilizando estrategias de cortesía, es decir, formas de suavizar nuestras respuestas,
rechazos, pedidos, etc.
Ejemplo:
Si asistimos a una fiesta y preguntamos, - ¿alguien tiene auto? No esperamos que nos contesten – Sí, sino que
indirectamente estamos pidiendo que nos lleven a nuestra casa,
Los actos y macroactos de habla indirectos siempre tienen doble intencionalidad, como en el ejemplo anterior, en el
cual se pregunta y se pide al mismo tiempo.
Los actos y macroactos directos tienen una sola intención. Por ejemplo: ¡Apagá la luz!
ACTIVIDADES
a) ¿Podrías venir?
b) Me gustaría que vinieras.
c) Es importante que vengas.
d) Vení lo más pronto posible.
e) Si vienes te sorprenderás.
-¿Y nada para mí? A tantos poetas que valen menos ya los has distinguido: ¿y a mi cuándo?
La Fama, sin detenerse, miró al poeta por encima del hombro y contestó sonriéndole mientras apresuraba la
carrera:
-Exactamente dentro de dos años, a las cinco de la tarde, en la Biblioteca de la Facultad de Filosofía y
Letras, un joven periodista abrirá el primer libro que publicaste y empezará a tomar notas para un estudio
consagratorio. Te prometo que allí estaré.
FIN
COMPETENCIAS COMUNICATIVAS
Todo acto comunicativo supone un proceso cooperativo donde un hablante “intenta hacer” algo, un oyente
“interpreta” esa intención y sobre ella construye una respuesta que puede ser lingüística o no lingüística. No siempre
las comunicaciones logran resultados satisfactorios. Para llevar a cabo una comunicación eficaz, los participantes
necesitan tener una serie de COMPETENCIAS. Se llaman competencias, al conjunto de conocimientos y aptitudes
que necesita un individuo para comunicarse y son:
Competencia lingüística: Son los conocimientos conscientes o inconscientes que todos tenemos de nuestra
lengua. Permite a los hablantes producir o comprender enunciados gramaticalmente aceptables. El uso de
estos saberes es cuando lo adaptamos al contexto social. Por ejemplo, ser capaces de construir o interpretar
un discurso coherente.
Competencia paralingüística: se refiere a la capacidad de tener en cuenta los signos que acompañan a lo
lingüístico en la conversación cara a cara: entonaciones, pausas, gestos, posturas, distancia que mantenemos
con nuestro interlocutor. Por ejemplo, si nuestro interlocutor ha fruncido el ceño, interpretar si está
molesto.
Competencia sociocultural: son los conocimientos sobre el mundo, las creencias, valores, actitudes y formas
de relacionarse con diferentes roles. Estos saberes dependen de la condición social y cultural. Por ejemplo,
ser capaces de adecuar mis comentarios a distintos receptores.
Competencia ideológica: son las interpretaciones y opiniones que un individuo tiene sobre la realidad, que
generalmente coinciden con un grupo socio-cultural. Por ejemplo, advertir la ideología política de una
persona y decidir si deseo tener una conversación amistosa con él.
Competencia psicológica: es la capacidad para reconocer y manejar los estados de ánimo en la producción y
la recepción. Por ejemplo, manejar el malhumor en una conversación.
Competencia: es el conocimiento del uso de las tecnologías que intervienen en la conversación.
Competencia comunicativa: es la capacidad de interpretar y producir de manera adecuada. Para ser
competentes se debe: conocer los roles, utilizar la variedad lingüística adecuada para la conversación, elegir
el grado de formalidad, resolver los posibles conflictos, construir y conocer distintos géneros discursivos. En
conclusión, es saber qué decir, cuándo y cómo decirlo y cuándo callar.
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