Autoridad Espiritual
Autoridad Espiritual
Autoridad Espiritual
AUTORIDAD ESPIRITUAL
LIDERAZGO
1. El trono de Dios se fundamenta en la autoridad: (Romanos 13:1-7) Los hechos de Dios procedeno y éste se
fundamenta en su autoridad. Todas las cosas son creadas por la autoridad de Dios y todas las leyes físicas del
universo se mantienen por esta misma autoridad. Por esto la Biblia se refiere a ello expresando que Dios
“Sustenta todas las cosas con la Palabra de su poder” (Hebreos 1:3) , lo que significa que sustenta todas las cosas
con la palabra del poder de su autoridad. Porque la autoridad de Dios representa a Dios mismo, mientras que su
poder representa sus hechos. EL PECADO CONTRA EL PODER ES PERDONADO CON MAS FACILIDn de su troAD
QUE EL PECADO CONTRA LA AUTORIDAD, porque este último es un pecado contra Dios mismo. Solo Dios es
autoridad en todas las cosas, porque todas las autoridades de la tierra son instituidas por El. LA AUTORIDAD ES
ALGO DE IMPORTANCIA SIN IGUAL EN EL UNIVERSO; no hay nada que la sobrepase. Es imperativo que los que
deseamos servir a Dios conozcamos su autoridad.
2. El origen de Satanás: (Isaías 14:12-14) (Ezequiel 28:13-17). La Biblia es clara en señalar a Satanás como una
criatura. Fue creado por Dios, no en su forma de corrupción actual, sino en una complexión maravillosa y
santidad (Ez 28:15) Como criatura es infinitamente inferior a Dios. Además es como los demás ángeles, un
espíritu en esencia, finito y limitado. Es incorpóreo e invisible (Col 1:16), aunque a veces puede manifestar su
presencia de forma temporalmente visible. Dios llama a Satanás “querubín grande” y “querubín protector” (Ez
28:14,16). Lo que parece ser la categoría mas alta entre los seres angélicos. Los querubines manifiestan la
presencia de Dios, su gloria, santidad y soberanía. Fueron creados especialmente para este ministerio. Todo esto
hace la traición de Satanás aun mas cruel y réproba. Las expresiones “querubín grande” y “querubín protector”
indican que antes de su caída, Satanás era uno de los guardianes de Dios de mayor rango. “Grande” denota que
tenía una posición especial, parecida a la de los reyes. Ezequiel 28:12-13 lo pone en un lugar muy alto para
cualquier criatura: “… Tu eras el sello de la perfección, lleno de sabiduría y acabado de hermosura… de toda
piedra preciosa era su vestidura”… Es muy posible que la posición de Satanás equivalga a la de un arcángel entre
los ángeles malignos o demonios. El querubín se convirtió en Satanás cuando sobrepasó la autoridad de Dios,
compitiendo con El y volviéndose de este modo un adversario suyo. La rebelión fue la causa de la caída de
Satanás. Tanto Isaías 14:12-15 como Ezequiel 28:13-17 se refieren al ascenso y caída de Satanás. Sin embargo,
el primer pasaje pone énfasis en cómo Satanás infringió la autoridad de Dios mientras que el segundo pone de
relieve su trasgresión de la Santidad de Dios.
a. Ofender la autoridad de Dios es una rebelión mucho más grave que la de ofender su santidad.
b. Puesto que el pecado se comete en la esfera de la conducta, se le perdona con mas facilidad que la rebelión,
pues esta es una cuestión de principios.
c. Fue el intento de Satanás de poner su trono sobre el trono de Dios lo que violó la autoridad de Dios; fue el
principio de la vanagloria o exaltación propia.
d. El hecho de pecar, no fue la causa de la caída de Satanás; ese hecho no fue más que el producto de su
rebelión contra la autoridad.
e. Fue la rebelión lo que Dios condeno.
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ESCUELA DE
LIDERAZGO
Al servir a Dios no debemos desobedecer a las autoridades, porque el hacerlo es un principio de Satanás. ¿Cómo
podemos predicar a Cristo según el principio de Satanás? Alguien puede estar en la doctrina con Cristo y a la vez
con Satanás en los principios. Satanás no tiene temor que prediquemos la Palabra de Cristo, sino que estemos
sujetos a la autoridad de Cristo. Los que servimos a Dios jamás debemos servir según el principio de Satanás.
Cada vez que operamos de acuerdo al principio de Cristo, el de Satanás se desvanece. Debemos purificarnos
completamente del principio de Satanás para servir a Cristo.
CUESTIONARIO I
1. Defina autoridad.
3. Defina Satanás
7. Explique cómo puede alguien estar en la Doctrina con Cristo y en los principios con
Satanás.
8. Haga una evaluación personal acerca de cómo se encuentra usted frente a estos temas.
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ESCUELA DE
3. La autoridad, controversia del universo: La controversia del universo se centra en quién tendrá la autoridad, y
LIDERAZGO
nuestro conflicto con Satanás es el resultado directo de atribuírsela a Dios. Para mantener la autoridad de Dios
tenemos que someternos a ella con todo nuestro corazón. Es absolutamente imprescindible que tengamos un
encuentro con la autoridad de Dios y que poseamos un conocimiento básico de lo que ella es. Antes de conocer
la autoridad, Pablo trató de destruir a la Iglesia; pero luego se encontró con el Señor en el camino a Damasco, vio
que le era dura cosa a sus pies (el poder humano) dar coces contra el aguijón (la autoridad de Dios).
Inmediatamente, cayó al suelo y reconoció a Jesús como Señor. Después de eso, pudo someterse a todas las
instrucciones que Ananías le dio en Damasco, pues Pablo había tenido un encuentro con la autoridad de Dios. En
el mismo momento en que fue salvo conoció tanto la autoridad de Dios como la salvación de Dios. Dios ha
propuesto manifestar su autoridad al mundo por medio de la Iglesia. La autoridad de Dios se puede ver en la
coordinación de los diversos miembros del cuerpo de Cristo. Dios usa su máximo poder para mantener su
autoridad; por consiguiente, su autoridad es lo más difícil de resistir. Los que somos tan justos según nuestra
propia opinión, y sin embargo, tan ciegos, necesitamos tener a lo menos una vez en la vida un encuentro con la
autoridad de Dios para que seamos quebrantados hasta la sumisión y comencemos así a aprender la obediencia
a su autoridad. Antes de que un hombre pueda someterse a la autoridad delegada de Dios tiene que conocer
primero la autoridad inherente de Dios.
4. La obediencia a la voluntad de Dios: la mayor exigencia de la Biblia. La mayor de las exigencias que Dios
impone al hombre no consiste en que lleve la cruz, sirva, de ofrendas o se niegue a sí mismo. La mayor exigencia
es que obedezca. Dios le ordenó a Saúl que atacara a los amalecitas y los destruyera por completo (1º Samuel
15). Pero después de la victoria, Saúl perdono a Agag, rey de los amalecitas, junto con lo mejor de las ovejas y
bueyes, de los animales engordados, de los corderos y de todo lo bueno. Saúl no quiso destruirlos; argumentó
que los habían dejado para sacrificarlos a Dios. Pero Samuel le dijo “ciertamente el obedecer es mejor que los
sacrificios, y el prestar atención que la grosura de los carneros” (1º Samuel 15:22). Los sacrificios mencionados
aquí eran ofrendas de olor grato (no tenían nada que ver con el pecado, pues jamás se llamó ofrenda de olor
grato a la ofrenda por el pecado). Las ofrendas de olor grato eran ofrecidas para la aceptación y satisfacción de
Dios. ¿Por qué dijo entonces Samuel que “el obedecer es mejor que los sacrificios”? Porque hasta en los
sacrificios puede estar el elemento de la obstinación. Tan sólo la obediencia honra completamente a Dios, pues
solamente ella toma a Dios como su centro. Para que se manifieste la autoridad, debe haber sumisión. Si ha de
haber sumisión, es necesario excluir el yo; pero según nuestro yo, la sumisión no es posible. La sumisión sólo es
posible cuando uno vive en el Espíritu. Esta vida en el Espíritu es la suprema expresión de la voluntad de Dios.
5. La oración de nuestro Señor en Getsemaní: Hay quienes creen en la oración de nuestro Señor en Getsemaní,
cuando su sudor caía hasta la tierra como grandes gotas de sangre, se debió a la debilidad de su carne, a su
temor de beber la copa. De ningún modo, porque la oración de Getsemaní se basa en el mismo principio de 1º
de Samuel 15:22. Es la suprema oración en la cual nuestro Señor manifiesta su obediencia a la autoridad de Dios.
Más que su sacrificio en la cruz, nuestro Señor prefiere obedecer a la autoridad de Dios. Con fervor, ora para
saber cuál es la voluntad de su Padre. No dice: “Quiero ser crucificado; tengo que beber la copa”. Simplemente
insiste en obedecer. En efecto, dice: “Si es posible, que no vaya yo a la cruz”, pero hasta en este punto él insiste
en no hacer su propia voluntad; porque inmediatamente después agrega: “Pero no se haga mi voluntad, sino la
tuya”. Como siervos de Dios, lo primero que debemos tener es una experiencia o encuentro con la autoridad.
Conocer la autoridad es tan práctico como conocer la salvación, pero es una lección más profunda. Antes de
poder trabajar para Dios, tenemos que ser derrocados por su autoridad.
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ESCUELA DE
LIDERAZGO
Toda nuestra relación con Dios está regulada por el hecho de si hemos tenido o no un encuentro con la autoridad. Si
ya la hemos tenido, nos encontraremos entonces por todas partes con la autoridad y, refrenados así por Dios, podrá él
comenzar a utilizarnos.
CUESTIONARIO II
5. Defina obediencia
6. Defina sumisión
8. Defina obstinación
9. Explique la frase: ANTES DE PODER TRABAJAR PARA DIOS, TENEMOS QUE SER
DERROCADOS POR SU AUTORIDAD.
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ESCUELA DE
6. Casos de rebelión en el Antiguo Testamento: (Génesis 2:16-17, Génesis 3:1-6; Romanos 5:19) La caída del
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hombre se debió a la desobediencia. Repasemos la historia de Adán y Eva como aparece registrada en Génesis
capítulos 2 y 3. Después que Dios creó a Adán, le dio algunas órdenes; entre éstas estaba la de no comer del
fruto del árbol de la ciencia del bien y del mal. El quid de esto era más que la mera prohibición de comer de
cierto fruto; más bien era que Dios estaba poniendo a Adán bajo autoridad para que aprendiera la obediencia.
Por una parte, Dios puso al mismo Adán bajo su autoridad para que éste obedeciera a la autoridad. Solamente el
que se sujeta a la autoridad puede ser autoridad. Según el orden de la creación de Dios, el hizo a Adán antes que
a Eva. A Adán le dio autoridad y a Eva la puso bajo la autoridad de Adán. La caída del hombre se debió a la
desobediencia a la autoridad de Dios. En vez de obedecer a Adán, Eva tomó su propia decisión al ver que el fruto
era bueno y agradable a los ojos. Descubrió su cabeza. El hecho de que comiera del fruto no se originó en la
sumisión sino en su propia voluntad. No sólo violó la orden de Dios, sino que también desobedeció a Adán.
Rebelarse contra la autoridad que representa a Dios es lo mismo que rebelarse contra Dios. Al escuchar a Eva y
comer del fruto prohibido, Adán pecó directamente contra la voluntad de Dios; por lo tanto, él también fue
desobediente a la autoridad de Dios. Esto también fue rebelión.
7. Toda obra debe hacerse en obediencia: Eva fue puesta no solamente bajo la autoridad de Dios, sino también,
en el ordenamiento divino, bajo la autoridad de Adán. Ella tenía una doble autoridad a la cual obedecer. Y
nuestra actual posición no es diferente de ésa. Ahora bien, al ver que el fruto era bueno como alimento, Eva
comió de él sin preguntar a quién obedecía. Pero desde el mismo principio, Dios había ordenado que el hombre
obedeciera y no fuera obstinado. La acción de Eva, sin embargo, no fue gobernada por la obediencia; fue iniciada
por su propia voluntad. Ella no se sujetó al orden de Dios ni obedeció a su autoridad. En cambio, tomó su propia
decisión. Se rebeló contra Dios y cayó. Toda acción que es deficiente en la obediencia es una caída, y todo acto
de desobediencia es rebelión. A medida que se acrecienta la obediencia del hombre, se reducen sus propias
acciones. Al principio, cuando comenzamos a seguir al Señor, estamos llenos de actividad pero somos muy poco
obedientes. Pero a medida, que crecemos en espiritualidad, nuestras propias acciones se reducen gradualmente
hasta que obedecemos en todo. La primera lección que debe aprender un obrero es la obediencia a la autoridad,
estamos bajo la autoridad de los hombres así como tenemos hombres bajo nuestra autoridad. Esta es nuestra
posición. Hasta el Señor Jesús, cuando estaba en la tierra, se sometió, no solamente a Dios, sino también a la
autoridad de otra persona. Un obrero cristiano debe saber quien esta sobre él. Algunos no saben quiénes son las
autoridades que están sobre ellos y por eso no las obedecen. Una vez que sabemos a quién debemos sujetarnos
descubrimos, naturalmente, nuestro lugar en el Cuerpo de Cristo.
8. Algunas lecciones sobre la obediencia: Algunos creen que es muy difícil saber obedecer a la autoridad; pero si
hemos tenido un encuentro con Dios, la dificultad desaparece. No hay nadie que obedezca a la autoridad de Dios
sin que la misericordia de Dios descanse sobre él. Aprendamos por lo tanto, algunas lecciones:
1. Tengamos un espíritu de obediencia
2. Practiquemos la obediencia. Algunas personas son como los salvajes que simplemente no pueden obedecer.
Pero los que se han ejercitado en la obediencia no se sienten obligados, sea cual fuere el lugar en que se les
ponga. Con toda naturalidad pueden vivir una vida obediente.
3. Aprendamos a ejercer la autoridad delegada. El que trabaja para Dios necesita, no solamente aprender a
obedecer a la autoridad, sino también aprender a ser la autoridad delegada de Dios en la iglesia y en el hogar.
Una vez que hayamos aprendido a estar bajo la autoridad de Dios, nos estimaremos como nada, incluso después
que Dios nos confíe mucho. Algunos aprende solamente la obediencia, y no saben ejercer la autoridad cuando se
los envía a trabajar en algún lugar. Es necesario aprender a estar bajo autoridad como así también a ejercerla.
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ESCUELA DE
LIDERAZGO
La iglesia sufre por causa de muchos que no saben obedecer; pero es igualmente perjudicada por causa de algunos
que no han aprendido a estar en autoridad.
CUESTIONARIO III
3. Porque rebelarse contra la autoridad que representa a Dios es rebelarse contra Dios
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ESCUELA DE
Casos de rebelión en el Antiguo Testamento:
LIDERAZGO
9. La Rebelión de Cam: (Génesis9:20-27) El fracaso de la autoridad delegada pone a prueba la obediencia. En el
huerto del Edén, Adán cayó. En la viña, Noé también fue derrotado; pero por causa de la justicia de Noé, Dios
salvó a su familia. En el plan de Dios, Noé era la cabeza de la familia. Dios puso a toda la familia bajo la
autoridad de Noé, y también puso a Noé por cabeza del mundo de aquel tiempo. Qué sucedió?:
- Noé se embriago en su viña y quedó descubierto en medio de su tienda.
- Cam su hijo menor, vio la desnudez de su padre y se lo dijo a sus dos hermanos que estaban afuera.
- Noe actuó mal; no debió haberse embriagado. Pero Cam no vio la dignidad de la autoridad. El padre es la
autoridad instituida en el hogar.
- La carne se deleita en ver un defecto, en la autoridad con el fin de eludir toda restricción. Cam no procuró
encubrir la falta de su padre.
- Sem y Jafet entraron en la tienda caminando para atrás, evitando así ver la desnudez de su Padre, y lo
cubrieron con la ropa que se había puesto sobre sus hombros.
- La falta de Noé fue una prueba para Sem, Cam, Jafet y Canaán, el hijo de Cam. Ella reveló quién era obediente y
quién, rebelde. La caída de Noé reveló la rebelión de Cam.
- El que no se somete a la autoridad será esclavo del que si la obedece. Como no conoció la autoridad, fue
puesto bajo la autoridad durante las generaciones futuras.
La caída del líder es la prueba de obediencia para los que están bajo su autoridad. David prefirió huir antes que
causar una división o derrocar a Saúl. Arriesgo su vida en pro de la unidad, cerro su boca y sus ojos ante toda
injusticia. Tenía motivos para rebelarse pero al contrario dijo: ¡ De ninguna manera alzare mi mano, contra el
ungido de Jehová!
10. El fuego extraño ofrecido por Nadab y Abiu: (Levítico 10:1-2) Dios había puesto a Aarón por sacerdote y el
aceite de la unción había sido derramado sobre su cabeza. En todos los asuntos del servicio Aarón era el jefe;
sus hijos eran simples ayudantes que servían junto al altar obedeciendo órdenes de su Padre. ¿Por qué fueron
quemados Nadab y Abiu?:
- Dios nunca tuvo la intención de dejar que los hijos de Aarón sirvieran independientemente, sino que los puso
bajo autoridad de su padre.
- Todo comenzaba con Aarón, no con sus hijos. Si ellos se aventuraban a ofrecer sacrificios por si mismos,
ofrecerían fuego extraño. Ellos creían que podían ofrecer sacrificios por si mismos; así que los ofrecieron sin que
Aarón se los ordenara. Fuego extraño significa servir sin haber recibido órdenes, servir sin obedecer a la
autoridad. La rebelión cambia la naturaleza de un fuego.
- El verdadero servicio es iniciado por Dios. Cuando el hombre sirve bajo la autoridad de Dios, es aceptado
debido a eso mismo. El fuego extraño tiene su origen en el hombre, y no requiere conocer la voluntad de Dios ni
obedecer su autoridad. Es enteramente hecho por el celo del hombre y termina en la muerte.
- La obra de Dios debe coordinarse bajo la autoridad: Dios quería que Nadab y Abiú sirvieran bajo la autoridad de
Aarón. En su obra Dios pone a algunos para estar en autoridad junto con otros que deben estar bajo su autoridad.
Cualquiera que diga “ si el puede, yo también”, está en rebelión.
- Tal como la autoridad delegada sigue a Dios, así también los que están sujetos a la autoridad deben seguir a la
autoridad delegada de Dios. No hay lugar para el servicio individual aislado. En el trabajo espiritual todos deben servir
coordinadamente.
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ESCUELA DE
LIDERAZGO
- Lo que Dios busca no es el sacrificio sino mantener la autoridad. Por consiguiente, los hombres deben aprender a ser
seguidores, a desempeñar un papel secundario para siempre. Los apóstoles de Jesús le siguieron luego el los envió
para que fueran autoridad en el desarrollo de su proyecto. - La coordinación es la regla; el individuo no es la unidad.
Nadab y Abiu no estaban coordinados con Dios. Muchos tratan hoy de servir a Dios en forma independiente. Jamás han
estado sujetos a la autoridad y sin saberlo pecan contra la autoridad de Dios.
CUESTIONARIO IV
3. Explique la frase: DIOS NUNCA TUVO LA INTENCION DE DEJAR QUE LOS HIJOS DE AARON
SIRVIERAN INDEPENDIENTEMENTE
6. Explique la frase: LA IGLESIA SUFRE POR C AUSA DE LOS QUE NO SABEN OBEDECER Y
TAMBIEN POR LOS QUE NO SABEN EJERCER AUTORIDAD.
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ESCUELA DE
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11. Los hombres deben obedecer a la autoridad delegada:
a. En el mundo: (Romanos 13:1, 1ª Pedro 2:13-14) Dios es el origen de todas las autoridades del universo. Pues ya que
todas las autoridades gobernantes son instituidas por Dios, todas ellas son comisionadas por él y representan su
autoridad. Dios mismo estableció este sistema de autoridades con objeto de manifestarse. Cada vez que la gente se
encuentra con la autoridad, se encuentra con Dios. Es posible que los hombres lleguen a conocer a Dios por medio de
su presencia, pero hasta sin su presencia pueden conocerlo todavía por medio de su autoridad. Donde más se
manifiesta Dios en la actualidad es en sus mandamientos. Solamente los necios, como los necios labradores de la
parábola de Marcos 12:1-9, tienen que tener la presencia personal del propietario de la viña para obedecer, pues en el
relato ¿no son los siervos y su hijo enviados delante de él como representantes suyos? Los que han sido establecidos
por Dios deben ejercer la autoridad como representantes suyos. Y puesto que todas las autoridades gobernantes han
sido ordenadas e instituidas por Dios, son para que se les obedezca.
- ¿En cuantas vidas podemos identificar la autoridad de Dios? ¿Hay lugar para que escojamos entre la autoridad directa
de Dios y su autoridad delegada? No; debemos someternos a la autoridad delegada de Dios así como a su autoridad
directa porque “no hay autoridad sino de parte de Dios”. En cuanto a las autoridades terrenales, Pablo no sólo nos
exhorta, en lo positivo, a la sumisión sino que también nos advierte, en lo negativo, contra la resistencia. Quien resiste
a las autoridades resiste al mismo mandamiento de Dios; quien rechaza a las autoridades delegadas de Dios rechaza la
misma autoridad de Dios.
- La autoridad, según la Biblia, se caracteriza por la singularidad de su naturaleza: no hay autoridad sino de parte de
Dios. El que resiste a la autoridad resiste a Dios, y los que resistan incurrirán en juicio. No hay ninguna posibilidad de
rebelión sin juicio. Pablo nos enseña en Romanos 13 que todos los que están en autoridad son siervos de Dios.
Debemos someternos a la autoridad local bajo cuyo gobierno vivimos así como a la autoridad de nuestra propia nación
y raza. No debemos desobedecer a la autoridad local simplemente porque puede ser de diferente nacionalidad. La ley
no es para infundir temo al que hace lo bueno, sino al que hace lo malo. Los símbolos de la sujeción a las autoridades
terrenales son cuatro, a saber: tributos, al que se le deben tributos; impuestos, al que impuestos; respeto, al que
respeto; honra, al que honra. El cristiano obedece la ley no sólo para evitar la ira de Dios sino también por causa de la
conciencia. Su conciencia lo reprueba si es desobediente. Por eso debemos aprender a someternos a las autoridades
locales. Los hijos de Dios no deben criticar o censurar desconsideradamente al gobierno. Hasta la policía que vemos en
la calle ha sido instituida por Dios, porque ha sido comisionada para una tarea específica. En todo caso, la
insubordinación o desacato a la autoridad es rebelión para con Dios.
b. En la familia: (Efs 5:22-24; Efs 6:1-3; Col 3:18, 20,22) Dios ha establecido su autoridad en el hogar; pero muchos de
sus hijos no prestan suficiente atención a esta esfera de la familia. Pero las epístolas no pasan por alto este asunto.
Ellas mencionan específicamente la sumisión en el hogar, y sin ésta habrá dificultades en el servicio de Dios. Dios ha
puesto al marido por autoridad delegada de Cristo, con la mujer como representante de la Iglesia. Sería difícil que la
mujer se sometiera a su marido si no viera en él la autoridad delegada que Dios le ha conferido. Ella tiene que entender
que el verdadero asunto es la autoridad de Dios no la del marido. Si honramos la autoridad del Señor en nuestras
vidas, habrá otros que respetarán la autoridad del Señor en nosotros.
c. En la Iglesia: (1 Tes 5:12-13, 1 Cor 16: 15-16) A los ojos de Dios, los que rechazan a sus siervos lo rechazan a Él. Es
imposible que prestemos atención a la Palabra de Dios y desoigamos la de sus siervos delegados. Si nos Debemos
entender que en vez de venir él mismo , Dios envía a sus delegados. La autoridad delegada es algo tan serio que si uno
la ofende se enemista con Dios. Al que le disgusta el delegado de Dios, le disgusta también Dios. Es la naturaleza
rebelde del hombre la que lo hace querer obedecer a la autoridad directa de Dios sin someterse a las autoridades
delegadas que él ha establecido. sometemos a la autoridad de Dios, debemos someternos también a su autoridad
delegada. Con frecuencia, pudiésemos creer que nos estamos sometiendo a los hombres, pero los que conocen la
autoridad se dan cuenta de que estos otros hombres son autoridades delegadas por Dios.
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ESCUELA DE
LIDERAZGO
No se necesita humildad para ser obediente a la autoridad directa de Dios; pero si se requiere humildad y
quebrantamiento para sujetarse a la autoridad delegada.
CUESTIONARIO V
2. Que significa que todas las autoridades gobernantes son instituidas por Dios
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ESCUELA DE
12. Las manifestaciones de la rebelión del hombre: En qué aspectos particulares se manifiesta con mayor
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evidencia la rebelión del hombre? En las palabras, en los razonamientos y en los pensamientos. A menos que
haya tratos prácticos en estos aspectos, hay muy pocas esperanzas de liberación de la rebelión.
a. Las palabras: (2ª Pedro 2:10-12; Efesios 5:6; Judas 8-10; Mt 12:34) Las palabras son el escape del corazón, el
hombre que es rebelde de corazón bien pronto proferirá palabras rebeldes, porque de la abundancia del corazón
habla la boca. El meramente oír el mensaje de obediencia es totalmente ineficaz. Debemos tener un encuentro
con Dios; entonces será puesto el fundamento de la autoridad de Dios en nuestra vida. Después, cada vez que
digamos una palabra rebelde aún antes de que la pronunciemos, nos daremos cuenta de nuestro pecado y de
este modo seremos refrenados en nuestro corazón. Si hablamos palabras rebeldes sin restricción alguna, y no
sentimos ningún refrenamiento interior, quiere decir que, sin duda alguna, jamás hemos tenido un encuentro
con la autoridad. Es mucho más fácil proferir palabras rebeldes que realizar actos rebeldes.
- La lengua es difícil de domar. Bien pronto la rebelión de un hombre se expresa por medio de su lengua. Puede
que esté de acuerdo con una persona con su presencia pero murmure de ella a sus espaldas; puede que guarde
silencio frente a un hombre pero luego tenga mucho que decir en alta voz. No es difícil usar la boca en rebelión.
La gente de la sociedad actual es rebelde; solamente sirve de labios y se somete aparentemente. La iglesia debe
ser diferente; en ella debe haber obediencia de corazón. Se sabe fácilmente si hay o no esta clase de obediencia
en una persona, por las palabras que salen de su boca. Dios busca la obediencia de corazón.
- Eva añadió descuidadamente a la palabra de Dios: cuando Eva fue tentada, agregó las palabras “ ni le tocaréis”
a la palabra de Dios (Génesis 3:3) Entendemos lo grave que es esto. El que conoce la autoridad de Dios jamás se
atreverá a agregar ni una sílaba. La palabra de Dios es bastante clara: “De todo árbol del huerto podrás comer;
más del árbol de paciencia del bien y del mal no comerás” (Gen 2:16-17). Dios nunca dijo: “No toquéis”, esto fue
añadido por Eva. Todos los que alteren fácilmente la palabra de Dios, añadiendo o quitando, evidencian que no
conocen la autoridad; por eso son rebeldes e ignorantes.
- Cam divulgo la falta de su padre: Veamos lo que hizo Cam cuando vio la desnudez de su padre. Salió a
contárselo a sus hermanos Sem y Jafet. El insubordinado en su corazón siempre espera que caiga la autoridad.
Por eso Cam logró la oportunidad de revelar la falta de su padre. Al hacerlo probó plenamente que de ningún
modo estaba él sujeto a la autoridad de su padre. De ordinario, se sometía aparentemente a su padre; pero esta
sumisión era sin entusiasmo. Ahora, sin embargo, había descubierto la debilidad de su padre, así que aprovechó
la oportunidad de contárselo a sus hermanos. Hoy día muchos debido a la falta de amor, se gozan en criticar a la
agente y se complacen grandemente en revelar las faltas de otros. Cam no tenia amor ni sumisión. El es una
manifestación de la rebelión.
- María y Aarón denigraron a Moisés: El capitulo 12 de el libro de Números registra como María y Aarón
hablaron contra Moisés y mezclaron los asuntos familiares con la obra. Moisés ocupaba una posición exclusiva
en el llamamiento de Dios; María y Aarón eran subalternos. Este era el orden de Dios. Sin embargo, éstos dos se
rebelaron contra ese orden y expresaron su sentir hablando contra Moisés. No conocían la autoridad, ya que el
conocimiento de ella sella las bocas y resuelve muchos problemas. Las dificultades naturales se resuelven en
cuanto se enfrentan con la autoridad. María Simplemente dijo; ¿“Solamente por Moisés ha hablado Jehová? ¿No ha
hablado también por nosotros? Al parecer no dijo mucho, pero Dios notó que esto era denigrante.
Probablemente tenía aún muchas más palabras que decir, pero se las había guardado; como un témpano
muestra solamente un décimo de su masa sobre la superficie mientras los otros nueve décimos permanecen
ocultos en el agua.
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ESCUELA DE
Por ligeras que sean las palabras de una persona, si tiene un espíritu rebelde, Dios lo descubrirá de inmediato.
LIDERAZGO
Generalmente, la rebelión se manifiesta en palabras, No importa si estas palabras son ligeras o serias, ello es
rebelión. TODOS LOS QUE ESCUCHAN A LA AUTORIDAD DIRECTA DE DIOS PERO DESECHAN A LA AUTORIDAD
DELEGADA ESTAN BAJO EL PRINCIPIO DE REBELION.
CUESTIONARIO VI
3. Porque es mucho mas fácil proferir palabras rebeldes que realizar actos rebeldes.
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b. Las razones: (Romanos 9:11-24).
ESCUELA DE
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- La difamación procede de la razón: La rebelión del hombre contra la autoridad se manifiesta en palabras,
razones y pensamientos. Si no conoce la autoridad, hablará en palabras denigrantes, palabras que generalmente
se originan en su razón. Cam tenía razones para difamar a su padre, pues Noé estaba desnudo. María habló
contra Moisés a raíz del casamiento de su hermano con una mujer cusita. Sin embargo, el que se somete a la
autoridad vive bajo autoridad y no dentro de lo razonable. Coré y su séquito con 250 dirigentes murmuraron
contra Moisés y Aarón (Números 16:3). También ellos tenían sus razones, palabras calumniosas como aquellas
que son producidas generalmente por la razón. Datán y Abiram parecían tener razones más poderosas aún, pues
contestaron a Moisés, diciendo: “Ni tampoco nos has metido tú en tierra que fluye leche y miel, ni nos has dado
heredades de tierras y viñas. ¿Sacarás los ojos de estos hombres?”. Lo que querían decir era que sus ojos podían
ver con más claridad cómo era la tierra allí donde estaban. Cuanto más reflexionaban, tanto más poderosas
parecían ser sus razones para desconfiar de Moisés. La razón no puede permitir la reflexión, puesto que lo único
que ésta hará será agravarla aún más. La gente de este mundo vive en la esfera de la razón.
- Seguir al Señor exige la liberación de la razón: Es muy cierto que para seguir al Señor tenemos que sacarnos
los ojos de la razón. ¿Qué es lo que gobierna nuestra vida? ¿La razón o la autoridad? Cuando seamos iluminados
por el Señor, seremos cegados por la luz, y nuestra razón será desechada. Pablo quedó ciego en el camino a
Damasco; desde entonces ya no se fió de su propia razón. Los que están bajo la autoridad de Dios no viven por
la vista. Los siervos de Dios tienen que liberarse de la vida de la razón. La razón es la primera causa de la
rebelión; por eso es que no podemos controlar nuestras palabras a menos que primero tratemos detalladamente
con nuestra razón. Esto parece sumamente difícil, razonamos desde la niñez hasta la edad adulta, desde nuestro
estado de incrédulos hasta ahora. El principio básico de nuestra vida es el razonamiento. ¿Cómo, pues podemos
dejar de razonar? Dejar de hacerlo requiere literalmente la vida misma de nuestra carne. Durante su vida terrenal,
Jesús vivió en todo sentido por encima de la razón. ¿Qué razón pudo haber para la deshonra, los azotes y la
crucifixión que sufrió? Pero él se sometió a la autoridad de Dios; no arguyó ni preguntó; solamente obedeció.
- Dios nunca argumenta: Dios es Dios y tiene autoridad para hacer lo que quiera. No podemos seguirle por una
parte y por la otra exigir saber la razón. Si queremos servirle, no debemos discutir. Todos los que tienen un
encuentro con Dios deben desechar sus propios razonamientos. Solamente podemos basarnos en la obediencia.
No nos entremetamos con nuestros argumentos, tratando de ser consejeros de Dios. Adoremos a Dios. El nunca
argumenta; simplemente hace lo que quiere. El es el Dios de la gloria. Cuando Dios ejerce autoridad no tienen
necesidad de consultarnos ni de conseguir nuestra aprobación. Simplemente nos exige que obedezcamos a su
autoridad y reconozcamos que si esto es de Dios es bueno. La dificultad fundamental que hoy día tenemos los
hombres es que todavía vivimos basados en el principio de la ciencia del bien y del mal, bajo el poder del
razonamiento. Si la Biblia fuera un libro de argumentos, de seguro que discutiríamos todo. Pero en Romanos 9
Dios abre la ventana del cielo y nos ilumina no para argüir con nosotros sino para preguntarnos: ¿Quién eres tú?
- La gloria de Dios nos libra de la razón: La manera de conocer a Dios es por medio de la obediencia. Ninguno de
los que aún viven en sus razonamientos lo ha conocido. “YO JEHOVA VUESTRO DIOS” Esta es la razón. En levítico
capítulos del 18 al 22, cada vez que se ordena que el pueblo de Israel haga ciertas cosas, Dios interpola una
frase: “Yo Jehová vuestro Dios” esto significa: “Hablo así por que yo soy Jehová vuestro Dios. No tengo por que
dar ninguna razón. Yo, Jehová, soy la razón”.
En nuestros razonamientos no tendremos adoración, en cuanto falta la obediencia, se pierde la adoración.
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ESCUELA DE
c. Los Pensamientos: (2ª Cor 10:4-6) El nexo entre la razón y el pensamiento: El hombre manifiesta su rebelión
LIDERAZGO
no sólo en la palabra y la razón sino también en el pensamiento. Las palabras rebeldes provienen del
razonamiento rebelde y el razonamiento a su vez se origina en el pensamiento. Por eso el pensamiento es el
factor dominante de la rebelión. Pablo indica que debemos destruir argumentos y toda altivez que se levanta
contra el conocimiento de Dios. Al hombre le gusta construir argumentos como fortalezas alrededor de su
pensamiento; sin embargo, es preciso destruir estos argumentos y llevar cautivo el pensamiento.
CUESTIONARIO VII
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ESCUELA DE
-Los argumentos deben ser desechados: pero el pensamiento, devuelto. En la guerra espiritual, es preciso tomar
LIDERAZGO
por asalto las fortalezas antes de poder llevar cautivo el pensamiento. Si no se desechan los argumentos, no hay
ninguna posibilidad de llevar el pensamiento del hombre a la obediencia a Cristo. La palabra “altivez” del vers. 5
es “edificio alto” en el original. Desde el punto de vista de Dios el razonamiento humano es como un rascacielos,
que obstruye el conocimiento de Dios. En cuanto un hombre comienza a argumentar, su pensamiento queda
sitiado y, por lo tanto, no es libre de obedecer a Dios, puesto que la obediencia es asunto del pensamiento. La
razón manifestada exteriormente se convierte en palabras; pero cuando los razonamientos se ocultan adentro
sitian el pensamiento y lo dejan incapacitado para obedecer. El hábito de razonar del hombre es tan grave que
no puede ser destruido sin batalla.
- Génesis 3 ilustra a 2ª Cor 10: Satanás discutió con Eva, y ella, al ver que el árbol era bueno para comer,
respondió con un argumento. No escuchó a Dios, porque tenía sus razones. Cuando prevalece la razón, el
pensamiento del hombre cae en una trampa. La razón y el pensamiento están estrechamente unidos; la primera
tiende a capturar al segundo. Y una vez que el pensamiento es capturado, el hombre se siente incapaz de
obedecer a Cristo. Por lo tanto, si de veras queremos obedecer a Dios, tenemos que saber cómo la autoridad de
Dios destruye a las fortalezas de la razón.
- Capturando de nuevo la mente cautiva: Para conocer la autoridad es preciso destruir primero los
razonamientos del hombre. Sólo cuando éste comience a ver que Dios es Dios como se afirma en Romanos 9,
serán destruidos sus argumentos. Y una vez que sean destruidas las fortalezas de Satanás, no quedará ningún
argumento más y los pensamientos del hombre podrán ser llevados cautivos para obedecer a Cristo. Solo
después que sus pensamientos son capturados de nuevo puede un hombre obedecer verdaderamente a Cristo.
Podemos notar si alguien ha tenido o no un encuentro con la autoridad observando si se ha tratado debidamente
con sus palabras, razonamientos y pensamientos. Una vez que uno tiene un encuentro con la autoridad de Dios
su lengua no se atreve a moverse libremente y sus razonamientos y más que eso, sus pensamientos ya no se
pueden expresar libremente tampoco. El que no ha tenido un encuentro con la autoridad frecuentemente aspira
a ser consejero de Dios. El ser humano actúa como si en el universo hubiera dos personas que son omniscientes:
Dios y él mismo. ¡Es un consejero que sabe todo! Tal actitud indica claramente que todavía sus pensamientos
tienen que volver a ser capturados, que no sabe nada de la autoridad. Si alguien ha tenido o no un encuentro con
la autoridad se puede notar fácilmente observando estas tres cosas: Usa palabras rebeldes, argumenta delante
de Dios, da muchas opiniones.
- La medida de la obediencia a las autoridades: Cuando la autoridad delegada (los hombres que representan a la
autoridad de Dios) y la autoridad directa (Dios mismo) están en conflicto, podemos rendir sumisión pero no obediencia
a la autoridad delegada. Resumamos esto en los tres puntos siguientes:
1- La obediencia tiene relación con la conducta: es relativa. La sumisión tiene relación con la actitud del corazón: es
absoluta
2- Sólo Dios recibe la obediencia absoluta sin medida; toda persona inferior a Dios sólo puede recibir obediencia
limitada.
3- Si la autoridad delegada expide una orden que contradice claramente el mandamiento de Dios, se le rendirá
sumisión pero no obediencia. Debemos someternos a la persona que ha recibido la autoridad delegada de Dios, pero
tenemos que desobedecer la orden que ofende a Dios
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ESCUELA DE
LIDERAZGO
CUESTIONARIO VIII
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