SIP III (Parciales)
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Rodolfo Suarez, abogado de la matrícula inscripto a fs. 158, en defensa técnica del
imputado Pedro Arco, en éstos autos caratulados: “ARCO Pedro y otro p.ss.aa.
Administración Fraudulenta” (Expte N°2355867), con domicilio constituido en calle
Belgrano nº 544 de la ciudad de Córdoba, ante V.S respetuosamente comparezco y digo:
1. OBJETO.
Que de conformidad con lo dispuesto por el art. 357° del CPP y atento el requerimiento
fiscal. Vengo a oponerme en legal tiempo y forma a la elevación a juicio de la presente
causa en contra de mi defendido, en orden al delito de Administración Fraudulenta, a
tenor de lo dispuesto por el art. 173 inc. 7 del C.P. Solicitando el sobreseimiento según lo
previsto en el Arts. 350 inc. 1º segunda hipótesis del C.P.P, conforme a las
consideraciones de hecho y de derecho que a continuación se detallan:
2. FUNDAMENTOS.
I. De acuerdo al resolutorio obrante a fs. 280/284, el hecho señalado a mi defendido
consiste en que: durante el lapso comprendido entre el 15 de Marzo de 2006 y el 24 de
abril de 2015, el Sr. Pedro Arco se desempeñó como empleado del Banco Nación
sucursal Córdoba, sito en la calle Avda. Vélez Sarsfield n° 750, B° centro de la ciudad de
Córdoba, desarrollando sus funciones como gerente de la sección de créditos .Que, con
posterioridad, el Sr. Arco renunció a su empleo por motivos personales. En Junio de 2015,
el Cr. Juan Briones, sucesor en el cargo vacante del encartado, formuló denuncia penal
contra Pedro Arco, por supuestas irregularidades durante su gestión. Que estas
irregularidades consistieron –según dichos de Briones- en el otorgamiento de un número
indefinido de préstamos sin los requisitos previstos por las circulares internas del Banco
Nación. Entre las anomalías descubiertas, se destaca la falta de documentación
acreditante de los avales necesarios, como condición para la procedencia de las
operaciones.
II. Al respecto, caben varias consideraciones,de las cuales surgen puntos importantes que
no fueron tenidos en cuenta por el órgano acusador.En primer lugar, la Prueba Informativa
requerida a la entidad bancaria –incorporada a fs. 250/252-, en cuanto expresaque a la
fecha de emisión de la mayoría de las autorizaciones cuestionadas, mi defendido se
encontraba con licencia médica. Asumiendo la gerencia durante su ausencia (treinta días)
y por lo tanto, la responsabilidad por las operaciones concertadas, el Sr. Marcos
Reyna.En segundo término, la testimonial del Sr. Alberto Superti, domiciliado en calle
Sarmiento N° 220, ciudad de Córdoba, quien habría escuchado conversaciones entre el
Sr. Marcos Reyna y el gerente general del Banco Ricardo Bazán, en donde se habrían
puesto de acuerdo para otorgar créditos sin los avales exigidos por la ley a amigos
comunes. En tercer lugar, tampoco se dio valor al Dictamen Caligráfico del Perito, Lc.
Héctor Ahumada: “…cuando concluye que del cotejo de la documental examinada, no
puede atribuirse con certeza la firma de la documentación incorporada en autos al Sr.
Pedro Arco”, siendo coincidente el dictamen emitido luego por el Perito de Control a fs.
76. Además,delallanamiento producido en la vivienda de Reyna, se obtuvo numerosa
documentación relacionada con la conducta delictuosa que se investiga. Mientras que las
diligencias llevadas a cabo en la casa de Arco, arrojaron resultado negativo.Por último, no
puedo dejar de mencionar que Reyna fue denunciado internamente, en varias
oportunidades,por la Gerencia de Recursos Humanos del Banco Nación, en virtud de
distintas situaciones por demás irregulares que se encuentran en curso de verificación.
En definitiva, resulta evidente, que el hecho atribuido no fue ideado por mi defendido, sino
por el co-imputado Sr. Marcos Reyna. A quien en forma adicional acusare, por el delito de
amenazas, las cuales habrían sido propinadas hacia mi cliente y toda su familia.
III.Atento a lo expuesto precedentemente, esta defensa entiende que no han sido
acreditados los dichos del denunciante en los extremos requeridos para la calificante del
art. 173 inc. 7, por ello resulta procedente se revoque el requerimiento de elevación a
juicio del delito de Administración Fraudulenta, y se ordene el sobreseimiento de mi
patrocinado el Sr. Pedro Arco conforme lo dispuesto por el art. 350 inc. 1º segunda
hipótesis del C.P.P..-
3. PETITORIO.
Por todo lo expuesto solicito:
a) Se tenga por opuesto en tiempo y forma propios al requerimiento de elevación a juicio
peticionado por el Señor Fiscal, en contra de mi defendido.b) Se dicte sobreseimiento
respecto del Sr. Arco en orden al Inc.1 del Art. 350 de C.P.P.
c) Que la investigación del hecho citado no afecte su buen nombre y honor, ya que la
denuncia del Sr. Briones contra su persona resulta equívoca, causando perjuicios
patrimoniales y morales, que tendrán que ser reparados en instancias judiciales que
devenguen después de la tramitación de las presentes actuaciones.d) Para el supuesto
de mantener la elevación a juicio ordene girar la presente oposición al
I. OBJETO:
II. HECHOS:
V.OFRECE PRUEBA:
VII. PETITUM:
………………………………
Dr. Jorge Hernández Mat. N° 1- 401
OBJETO: SOLICITA CESE DE PRISION PREVENTIVA
Autos: “Pedro Arco y otro p.ss.aa Administración Fraudulenta”, Expte. Letra A, Año 2001.
Señor Juez:
Dra. María Belén Bustos, Matrícula Profesional Número 331, en mi carácter de representante legal
del Señor Pedro Arco, en los autos relacionados ut supra, respetuosamente comparezco y digo:
I.- Que vengo a solicitar el cese de la prisión preventiva de mi defendido, fundamento mi petición
excarcelatoria, en tanto la misma no reúne las condiciones necesarias para garantizar su legalidad.
II.- FUNDAMENTACIÓN:
a) A priori y en amparo de lo establecido en el artículo 283 del Código Procesal Penal, solicito a su
despacho se sirve disponer la cesación de la prisión preventiva ordenada en contra de mi
patrocinado.-
La Constitución de Córdoba estableció, en su art. 42, el marco al que se debía someter la prisión
preventiva, como medida cautelar, la cual sólo puede tener fines procesales, porque afecta uno de
los bienes más preciados del hombre, su libertad ambulatoria, regulado por el artículo 14 de la
Constitución Nacional, el que establece el derecho de toda persona, aún imputada por la comisión
de un delito, a permanecer en libertad, incluso durante el proceso. Por su parte, el mencionado
carácter procesal de esta medida de coerción personal significa que la misma se utiliza para
garantizar “la correcta averiguación de la verdad y la actuación de la ley penal”. La Corte
Interamericana de Derechos Humanos, ha consagrado, dentro del contexto general de los
instrumentos internacionales vigentes, que la prisión preventiva es una medida cautelar, no
punitiva y que a su vez no debe constituir la regla general, como expresamente lo consagra el
Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos en su artículo 9 inciso 3, pues de lo contario se
estaría privando de la libertad a personas cuya responsabilidad criminal no ha sido establecida, en
violación del principio de inocencia. La prisión preventiva está limitada por principios de legalidad,
presunción de inocencia, necesidad y proporcionalidad indispensables en una sociedad
democrática. Constituye la medida más severa que se puede imponer al imputado, por ello debe
aplicarse excepcionalmente. La Regla debe ser la libertad del procesado mientras se resuelve
acerca de su responsabilidad penal. La comisión subraya que la detención preventiva es una
medida excepcional y que se aplica solo en los casos en que haya una sospecha razonable de que
el acusado podrá evadir la justicia, obstaculizar la investigación preliminar intimidando a los
testigos o destruir evidencia.
III.- PETITORIO:
Pido se tenga presente que mi defendido no intentará eludir la acción de la justicia, o existe en el
caso peligro de fuga, lo que se desprende de la conducta observada por él luego de la acusación y
su voluntario sometimiento al proceso, acercando toda la documentación en su poder a la fiscalía,
además de la inexistencia de cuadro probatorio en su contra y de sus circunstancias personales: mi
defendido es un hombre de familia, casado desde hace más de tres décadas y con cuatro hijos a su
cargo, conocido en la comunidad por su prestigio profesional e intachable moral y sin
antecedentes penales o contravencionales. No basta en materia de aplicación del encarcelamiento
preventivo como fundamento del Señor Fiscal de Instrucción en el auto que la dispone, “… la
imposibilidad de futura condena de ejecución condicional, o que pudiere corresponder al
imputado pena privativa de la libertad de seis años…”, sino que deben valorarse en forma
conjunta con otros parámetros.
Que, a partir de los planteos introducidos, he de tomar como recaudo legal el dejar asentada la
voluntad de acudir eventualmente a la instancia superior mediante los recursos de Casación e
Inconstitucionalidad; así como la expresa y formal Reserva del Caso Federal en los términos del
art. 14 de la Ley 48. Ello es así en virtud de los derechos y garantías constitucionales invocados,
tanto como por las vulneraciones constitucionales verificadas, entre las que se incluyen la
Arbitrariedad, irrazonabilidad y gravedad institucional.
6.- PETITORIO:
1.- Se disponga la libertad bajo caución juratoria de nuestros defendidos Félix Cayetano López y
Walter Alejandro Astorga, en virtud del art. 1º y concordantes de la Ley 24.930 y su modificatoria
la Ley 25.340.
Indicó hacer hincapié en el fundamento y una buena valoración de la prueba. COMO FISCAL DE
INSTRUCCION
Escrito de REQUISITORIA DE CITACION O ELEVACION A JUICIO tomando en cuenta que vos serías
la Fiscal de Instrucción de la Causa.
4. PEDIDO DE SOBRESEIMIENTO
Sr. JUEZ.
I.- OBJETO.-
Que en el carácter invocado y de conformidad a los arts. 82 bis, 155, 346, 347 y ccts. del Código
Procesal Penal de la Nación, vengo en legal tiempo y forma a contestar la vista oportunamente
conferida -que me fuera notificada el día 03 de agosto de 2011, habiéndose concedido por V.S la
prórroga solicitada en función de lo establecido en el art. 346 del rito.
En ese orden, formulo requerimiento de elevación a juicio de las referidas actuaciones en razón de
considerar que -en la parcela de los hechos cuya vista ha sido corrida a las partes- se ha
completado la instrucción respecto al Legajo identificado con el Nº 114, y que existen motivos
suficientes para promover acusación contra los imputados 1. IGNACIO ANIBAL VERDURA,
argentino. L.E. 4.813.493, nacido el 22 de noviembre de 1931 en Paraná, provincia de Entre Ríos,
de ocupación militar retirado, de estado civil casado, domiciliado en Brasil Nº 879 de Santo Tomé,
provincia de Corrientes, hijo de Ignacio Jerónimo y Marina Muñoz; por la presunta comisión de los
delitos de homicidio calificado artículos 80 inc. 2º -dos hechos- en concurso real con los artículos
144 bis inciso primero (texto según ley 14.616) –en veintiún casos- en función del artículo 142
incisos primero y quinto, en concurso real con infr. Art. 144 ter párrafos primero y segundo –
reiterado en veintiún casos – (texto según Ley 14.616), en función de lo normado por el art. 2
todos del Cód. Penal, en calidad de Autor directo en perjuicio de las víctimas y conforme a los
elementos de cargo que se individualizarán y detallarán infra
II.- ANTECEDENTE.
En el período en que las tres Fuerzas Armadas de la Nación Argentina asumieron de facto la suma
de los poderes en la República Argentina, comprendido entre el 24 de marzo de 1976 y el 9 de
diciembre de 1983, sus componentes desplegaron una política destinada a la represión ilegal de
aquellas personas que, según la información de sus respectivos Servicios de Inteligencia y los de
las Reparticiones Policiales y Penitenciarias provinciales aparecieran como vinculados a la
subversión, otorgando a sus cuadros inferiores una total discrecionalidad para privarlas de la
libertad, alojarlas en centros clandestinos destinados al efecto, interrogarlas mediante el uso de
tormentos y disponer si finalmente eran liberadas o ingresadas al sistema legal -Poder Ejecutivo
Nacional o Justicia Militar o Civil- o eliminadas físicamente (conf. Cámara Federal de Buenos Aires
en pleno, 9/12/1985, Causa nº 13/84 y 2/12/1986, Causa nº 44; Cámara Nacional en lo Criminal y
Correccional Federal de Buenos Aires, 2/3/1987, Causa nº 450/86; Comisión Nacional por la
Desaparición de Personas -CONADEP-, Informe titulado "Nunca más", Editorial Eudeba, Buenos
Aires, 1986, 11ª edición; Comisión Interamericana de Derechos Humanos de la Organización de los
Estados Americanos, 11/4/1980, "Informe sobre la situación de los Derechos Humanos en
Argentina", aprobado en la 667ª Sesión del 49ª Período, pág. 146 y sgts.) .
III. HECHOS POR LOS QUE SE REQUIERE A JUICIO Y ELEMENTOS DE CARGO QUE LOS SUSTENTAN.
Quien se desempeñara como Jefe del Área 124, Responsable del Regimiento de Caballería de
Tanques 2 de Olavarría desde el 5 de diciembre de 1975 hasta el 4 de diciembre de 1977,
conforme constancias agregadas. Las conductas que se le atribuyen y habilitan la presente
requisitoria son que mientras detentaba el grado de Teniente Coronel del Ejército Argentino y en
su carácter de Jefe del Regimiento de Caballería de Tanques 2 “Lanceros General Paz” de Olavarría
y Jefe del Área Militar 1.2.4 a su cargo, dependiente del Comando de la Primera Brigada de
Caballería Blindada con asiento en Tandil (Integrante de la Zona de Defensa 1, Subzona 1.2 – Conf.
la directiva del Comandante en Jefe del Ejército 404/75) y dada la organización funcional y
operativa del aparato represivo conforme se citara en el punto II del presente trabajo; haber
participado en los homicidios agravados por alevosía de Jorge Oscar Fernández y Alfredo Serafín
Maccarini, hechos cometidos en Tandil entre los meses de septiembre y noviembre de 1977;
haber participado en las privaciones ilegítimas de la libertad de: Francisco Nicolás GUTIERREZ. (el
13 de septiembre de 1977).
Las conductas descriptas desplegadas por Ignacio Aníbal Verdura, corresponde sean calificadas
como Infracción a los artículos 80 inc. 2º -dos hechos- en concurso real con los artículos 144 bis
inciso primero (texto según ley 14.616) –en veintiún casos- en función del artículo 142 incisos
primero y quinto, la agravante referida a la duración de la privación ilegal de la libertad por más de
un mes juega solamente en los casos de las siguientes personas: Ricardo Alberto CASSANO, Néstor
Horacio ELIZARI, Jorge Oscar FERNANDEZ, Osvaldo Roberto FERNANDEZ, Carlos Leonardo
GENSON, Lidia Araceli GUTIERREZ, Mario Elpidio MENDEZ, Guillermo BAGNOLA, Roberto PASUCCI,
Juan José CASTELUCCI, Rubén Francisco SAMPINI, Osvaldo TICERA, Carmelo VINCI, Alfredo Serafín
MACCARINI y Juan Carlos BUTERA.
VI. RESERVA.
Hacemos expresa reserva de ofrecer prueba en la oportunidad procesal prevista en el art. 355 del
CPPN ante el Tribunal Oral correspondiente.-
VII. PETITORIO.
SERA JUSTICIA.-
Señor Juez:
Walter Alberto Rodríguez, Fiscal Federal ante los Juzgados Federales de Primera Instancia de la
ciudad de Santa Fe, provincia homónima, en el marco de la causa número 274/12, caratulada
“BAELLA, JOSE LUIS Y OTROS s/ INF. ART. 274, 277 inc. 1° A, E –inc. 3° A, B Y D, 278 Y 149 BIS CP” y
sus acumuladas”, de la Secretaría Penal del Juzgado Federal de Primera Instancia nro. 2 de esta
ciudad, me dirijo a usted a fin de manifestar que esta representación del Ministerio Público Fiscal,
considera que la instrucción se encuentra completa con relación a los procesados Hugo Damián
Tognoli, Mauricio Santiago Otaduy y Daniel Francisco Mendoza, respecto a los cuales me expediré
solicitando la elevación de la causa a juicio, conforme lo prevé el artículo 347 inciso 2 del C.P.P.N.,
dando cumplimiento a los requisitos normativos exigidos a partir de los segmentos que a
continuación se escriben. Previamente, estimo conveniente destacar que los hechos que
conforman el sustrato fáctico de este requerimiento, coinciden con aquellos que se encuentran en
la etapa de juzgamiento oral respecto del encausado José Luis Baella.
Finalmente, considero que la resolución dictada por la Cámara Federal de Apelaciones de la ciudad
de Rosario del pasado 27 de diciembre de 2013 confirmando el auto de procesamiento propiciado
por este MPF y así decidido por V.S., genera la posibilidad de impulsar la elevación a juicio que
aquí se formula, por cuanto la existencia de eventuales recursos ante la Cámara Nacional de
Casación Penal en modo alguno obstan el desarrollo del presente procedimiento intermedio (conf.
art. 353 CPPN versión ley 26.373).
Se trata de Hugo Damián Tognoli, D.N.I. N° 16.462.104, apodado “viti”, de nacionalidad argentina,
nacido el 07/11/1963 en la ciudad de Santa Fe, provincia homónima, hijo de Socorro Agustín y de
Ángela Josefa Lucca, de estado civil casado, que sabe leer y escribir, de ocupación jubilado de la
Policía de la Provincia de Santa Fe, con domicilio real en calle Larrea nro. 5350 de esta ciudad de,
actualmente detenido a disposición del Juzgado Federal n° 4 de la ciudad de Rosario;
II. De la relación clara, precisa y circunstanciada de los hechos y la prueba que los sustentan.
a) Le imputo a Hugo Damián Tognoli haber favorecido personalmente a Daniel Francisco Mendoza,
a quien ayudó a eludir investigaciones del Poder Judicial y del Ministerio Público Fiscal en el lapso
comprendido entre el 3 de marzo de 2011 y el 25 de agosto del mismo año, y, posteriormente, en
otra oportunidad evidenciada el 3 de marzo de 2012, frustró el avance de las mismas por omisión
del cumplimiento de sus funciones en relación a un delito anterior especialmente grave –
comercialización de estupefacientes- del cual tenía cabal conocimiento, con evidente ánimo de
lucro y dada su condición de Director de la Dirección General de Prevención y Control de
Adicciones -en el primer período indicado-, y Jefe de Policía de la Provincia de Santa Fe -en la
segunda ocasión referida-.
Los sucesos descriptos en el apartado II, encuentran adecuación típica, en el caso del inciso a), en
las figuras previstas por los artículos 277 1 a) y 3 incs. a), b) y d), 248, 274 del Código Penal, en
concurso ideal entre sí (art. 54 del CP); y, en lo que refiere al inciso b), en el art. 149 bis, segundo
párrafo, del Código Penal, esta última en concurso real (art. 55 del mismo cuerpo legal).
La prueba reunida a la que hice alusión me permite, con los alcances propios del estadio procesal
por el que se transita, tener por acreditados los extremos fácticos que hacen a la posibilidad de
reconstruir históricamente la materialidad de los ilícitos investigados, como así también la
responsabilidad penal que les atribuyo a Hugo Damián Tognoli, Mauricio Santiago Otaduy y Daniel
Francisco Mendoza. En referencia a la conducta que imputo a Hugo Damián Tognoli en el punto a)
del acápite II, resulta conveniente recordar que ya se encuentra “prima facie” probado que el
funcionario policial José Luis Baella ayudó a Daniel Francisco Mendoza a eludir investigaciones del
Poder Judicial y Ministerio Público en dos oportunidades constatadas en estas actuaciones.
V. Del pedido
Finalmente, estimo que las conductas adjudicadas a los encausados Hugo Damián Tognoli,
Mauricio Santiago Otaduy y Daniel Francisco Mendoza, no sólo encuadran en los tipos penales
citados, sino que resultan contrarias al ordenamiento jurídico en su conjunto, pues no se ha
logrado detectar causa que justifique su comportamiento ni verificado incomprensiones
originadas en incapacidad psíquica, errónea valoración jurídica del hecho o la imposibilidad
conducirse de otro modo.
Fiscalía Federal de Primera Instancia número 2 de Santa Fe, a los 19 días del mes de febrero de
2014.-