Subsidio Jueves Santo PDF

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Parroquia Purísima Madre de Dios y San Benito de Palermo

Jueves Santo

1. Invocación inicial
En el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo. Amén.

Oración al Espíritu Santo: (Puede hacerse cualquiera de las siguientes)


A) Oh Señor, envía tu Espíritu que renueve la faz de la tierra.
B) Ven Espíritu Santo, llena los corazones de tus fieles y enciende en ellos el
fuego de tu amor; envía Señor tu Espíritu para darnos nueva vida, y se
renovará la faz de la tierra. Oh Dios que iluminaste los corazones de tus
fieles con las luces del Espíritu Santo, concédenos saborear las cosas rectas
según este tu espíritu y gozar para siempre de sus consolaciones. Por
Jesucristo nuestro Señor.
C) También puede hacerse un canto al Espíritu Santo.
2. Acto de contrición
Mira Señor como nos sentimos al haber pecado contra ti, somos débiles y por
eso pecamos, pero tú nos conoces y sabes que queremos volver a ti, por eso con
nuestros labios te decimos:

Jesús mi Señor y Redentor yo me arrepiento de todos los pecados que he


cometido hasta hoy y me pesa de todo corazón porque con ellos ofendí a un Dios
tan bueno, propongo firmemente no volver a pecar y confío en que, por tu
infinita misericordia, me has de conceder el perdón de mis culpas y me has de
llevar a la vida eterna. Amen.

O también podemos rezar como lo hacemos en la Misa:

Yo confieso ante Dios Todopoderoso, y ante ustedes hermanos que he pecado


mucho de pensamiento, palabra, obra y omisión. Por mi culpa, por mi culpa, por
mi gran culpa. Por eso ruego a Santa María siempre Virgen, a los ángeles, a los
santos y a ustedes hermanos, que intercedan por mí ante Dios, Nuestro Señor.
Amén.

3. Oración inicial
Señor Padre Santo, ven en nuestra ayuda, y con tu Espíritu permite que podamos
aceptar tu palabra que alimenta nuestras vidas, para superemos las crisis
presentes orando juntos como familia e Iglesia doméstica. Amén.
Parroquia Purísima Madre de Dios y San Benito de Palermo

Jueves Santo

4. Escuchemos la Palabra de Dios

Lectura del libro del Éxodo 12, 1-8. 11-14

En aquellos días, dijo el Señor a Moisés y a Aarón en tierra de Egipto: «Este mes será
para ustedes el principal de los meses; será para ustedes el primer mes del año.

Digan a toda la asamblea de los hijos de Israel: "El diez de este mes cada uno procurará
un animal para su familia, uno por casa. Si la familia es demasiado pequeña para
comérselo, que se junte con el vecino más próximo a su casa, hasta completar el número
de personas; y cada uno comerá su parte hasta terminarlo. Será un animal sin defecto,
macho, de un año; lo escogerán entre los corderos o los cabritos. Lo guardaran hasta el
día catorce del mes y toda la asamblea de los hijos de Israel lo matará al atardecer".
Tomaran la sangre y rociaran las dos jambas y el dintel de la casa donde lo coman.
Esa noche comerán la carne, asada a fuego, y comerán panes sin fermentar y hierbas
amargas.
Y lo comerán así: la cintura ceñida, las sandalias en los pies, un bastón en la mano; y se
lo comerán a toda prisa, porque es la Pascua, el Paso del Señor. Yo pasaré esta noche
por la tierra de Egipto y heriré a todos los primogénitos de la tierra de Egipto, desde los
hombres hasta los ganados, y me tomaré justicia de todos los dioses de Egipto. Yo, el
Señor.
La sangre será la señal de ustedes en las casas donde habitan. Cuando yo vea la sangre,
pasaré de largo ante ustedes, y no habrá entre ustedes plaga exterminadora, cuando yo
hiera a la tierra de Egipto. Este será un día memorable para ustedes; en él celebraran
fiesta en honor del Señor. De generación en generación, como ley perpetua lo
festejaran».

Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.

Salmo 115, 12-13. 15-16. 17-18

¿Cómo pagaré al Señor


todo el bien que me ha hecho?
Alzaré la copa de la salvación,
invocando el nombre del Señor.

Mucho le cuesta al Señor


la muerte de sus fieles.
Señor, yo soy tu siervo,
siervo tuyo, hijo de tu esclava:
rompiste mis cadenas.
Parroquia Purísima Madre de Dios y San Benito de Palermo

Jueves Santo

Te ofreceré un sacrificio de alabanza,


invocando el nombre del Señor.
Cumpliré al Señor mis votos
en presencia de todo el pueblo.

Lectura de la primera carta del apóstol san Pablo a los Corintios 11, 23-26

Hermanos:
Yo he recibido una tradición, que procede del Señor y que a mi vez les he
transmitido: Que el Señor Jesús, en la noche en que iba a ser entregado, tomó
pan y, pronunciando la Acción de Gracias, lo partió y dijo: «Esto es mi cuerpo,
que se entrega por ustedes. Hagan esto en memoria mía». Lo mismo hizo con el
cáliz, después de cenar, diciendo: «Este cáliz es la nueva alianza en mi sangre;
hagan esto cada vez que lo beban, en memoria mía». Por eso, cada vez que
comen de este pan y beben del cáliz, proclaman la muerte del Señor, hasta que
vuelva.

Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.

Lectura del santo Evangelio según san Juan 13, 1-15

Antes de la fiesta de la Pascua, sabiendo Jesús que había llegado su hora de


pasar de este mundo al Padre, habiendo amado a los suyos que estaban en el mundo, los
amó hasta el extremo. Estaban cenando; ya el diablo había suscitado en el corazón de
Judas, hijo de Simón Iscariote, la intención de entregarlo; y Jesús, sabiendo que el Padre
había puesto todo en sus manos, que venía de Dios y a Dios volvía, se levanta de la
cena, se quita el manto y, tomando una toalla, se la ciñe; luego echa agua en la jofaina y
se pone a lavarles los pies a los discípulos, secándoselos con la toalla que se había
ceñido. Llegó a Simón Pedro y este le dijo: «Señor, ¿lavarme los pies tú a mí?». Jesús le
replicó: «Lo que yo hago, tú no lo entiendes ahora, pero lo comprenderás más tarde».
Pedro le dijo: «No me lavarás los pies jamás». Jesús le contestó: «Si no te lavo, no
tienes parte conmigo». Simón Pedro le dijo: «Señor, no solo los pies, sino también las
manos y la cabeza». Jesús le dice: «Uno que se ha bañado no necesita lavarse más que
los pies, porque todo él está limpio. También ustedes están limpios, aunque no todos».
Porque sabía quién lo iba a entregar, por eso dijo: «No todos están limpios».

Cuando acabó de lavarles los pies, tomó el manto, se lo puso otra vez y les dijo:
« ¿Comprenden lo que he hecho con ustedes? Ustedes me llaman "el Maestro" y "el
Señor", y dicen bien, porque lo soy. Pues si yo, el Maestro y el Señor, les he lavado los
pies, también ustedes deben lavarse los pies unos a otros: les he dado ejemplo para que
lo que yo he hecho con ustedes, ustedes también lo hagan».

Palabra del Señor. Gloria a ti Señor Jesús.


Parroquia Purísima Madre de Dios y San Benito de Palermo

Jueves Santo

5. Reflexión
6. Lavatorio de los pies.

Ahora hermanos, siguiendo el ejemplo del Señor realizaremos el


lavatorio de los pies, primeramente yo lavaré los pies a cada uno.
Luego, cada uno elegirá a otra persona para lavarle los pies, es
aconsejable que elija en la medida de los posible a alguien con quien
quiera hacer las paces o limar asperezas, dando un signo de
reconciliación, y humildad en el Señor.

7. Oración de los fieles


Seguros de que Dios nos escucha siempre y confiando en su amor y su misericordia,
llevemos ante Él nuestra plegaria.

A. Por la santa Iglesia de Dios. Para que contemplando los gestos que Jesús hizo por
los discípulos se parezca cada vez más a su Esposo y Señor. Roguemos al Señor.

B. Por los sacerdotes, ministros de Cristo, maestro y pastor. Para que ejerzan su
servicio con humildad y amor incansable. Roguemos al Señor.

C. Por los que se siente solos y abandonados. Para que mirando al Siervo que lleva
nuestras enfermedades y dolencias, encuentren motivos de confianza y
esperanza. Roguemos al Señor.

D. Por nosotros que celebramos el memorial de la Cena del Señor. Para que
aprendamos de Cristo a dar la vida por los hermanos. Roguemos al Señor.

Escúchanos, Padre, y otorga a quienes celebramos el memorial de la Cena del Señor que
seamos capaces de amar hasta el extremo a nuestros hermanos, con la oración que tu
Hijo nos ha enseñado.

Padre nuestro…
Parroquia Purísima Madre de Dios y San Benito de Palermo

Jueves Santo

8. Oración final

Señor Jesús, te damos gracias por los beneficios que nos concedes, especialmente
por habernos permitido celebrar este misterio de tu amor y donación; permite que
podamos poner en práctica esto que hemos recordado. Tu que vives y reinas por los
siglos de los siglos. Amén.

El Señor nos bendiga, nos guarde de todo mal, y nos lleve a la vida eterna. Amén.

Bendigamos al Señor. Demos gracias a Dios.

“Les doy un mandato nuevo: que se amen Parroquia Purísima Madre de Dios y
mutuamente como yo los he amado” San Benito de Palermo

Diseño: Jondry Javier Muñoz

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