6 Tema La ALABANZA
6 Tema La ALABANZA
6 Tema La ALABANZA
¿QUÉ ES ALABAR?
• Reconocimiento de los méritos o cualidades de una persona o de una cosa
mediante expresiones o discursos favorables
• Elogiar, celebrar con palabras a Dios. • Reconocimiento de las obras del
Creador • Declaración verbal de los hechos y atributos de Dios
• Celebrar con palabras
• Reconocer los atributos de Dios
LA ALABANZA
La alabanza mas excelente es la que dirigimos a Dios
Hay 2 formas bidireccionales para alabar a Dios
Directa. - cuando lo exaltamos o cuando le expresamos nuestra admiración
Indirectamente. - cuando háblanos bien de El a los demás o lo exaltamos
delante de los demás
La alabanza Es el reconocer los atributos, las virtudes de Dios.
El CIC (Catecismo de la Iglesia Católica) nos dice en el numeral 2639 “La
alabanza es la forma de orar que reconoce de la manera más directa que Dios
es Dios. Le canta por El mismo, le da gloria no por lo que hace sino por lo que
El es. Participa en la bienaventuranza de los corazones puros que le aman en
la fe antes de verle en la Gloria. Mediante ella, el Espíritu se une a nuestro
espíritu para dar testimonio de que somos hijos de Dios (cf. Rm 8, 16), da
testimonio del Hijo único en quien somos adoptados y por quien glorificamos
al Padre. La alabanza integra las otras formas de oración y las lleva hacia
Aquél que es su fuente y su término: "un solo Dios, el Padre, del cual
proceden todas las cosas y por el cual somos nosotros" (1 Co 8, 6).
“GPS”
Hoy en día la tecnología esta dominando el mundo por las famosas “app’s”,
aplicaciones para todo tipo de necesidades, conectividad con tan solo un clic,
si quisieras llegar a un lugar basta con abrir una aplicación potente como el
“GPS” (Sistema de Posicionamiento Global) y con tan solo poner alguna
dirección o lugar podrás llegar sin ningún contratiempo, y listo llegaste a tu
destino. Así mismo pudiéramos decir que Dios nos ha dado un “GPS” para
poder llegar a su “destino”, en esta ocasión llamaremos a ese “GPS” La
Alabanza.
¿Jesús es nuestro Señor?
Podemos decir pues que la alabanza indiscutiblemente nos tiene que llevar a
reconocer a Jesús como nuestro único Señor, o viceversa que solo si Jesús
está en el centro de nuestro corazón como único Señor puede entonces
brotar una alabanza pura y genuina para Él, de otro modo solo lo haremos de
labios para afuera, así lo dice su palabra en Isaías 29,13 en otras palabras
pudiéramos decir que sin Señorío, la alabanza se empobrece o se
desaparece. ¿El Espíritu Santo es el que nos mueve a alabar?
Ahora bien, la alabanza necesita ser inspirada por el Espíritu Santo, ya que
nadie puede decir Jesús es Señor sino es movido por el Espíritu Santo (cfr.
1Cor. 12,3), el Espíritu Santo es aquel que bajo su influjo nos hace decir
“Abba, Padre”, de modo que le reconocemos como nuestro Padre y al
alabarlo, Él nos libera de la esclavitud para poder gozar de su herencia. (cfr.
Cfr. Ga. 4,6-7). Al ser impulsado por la influencia (influjo) del Espíritu Santo, Él
transforma nuestra manera de vivir y de pensar, ya que la palabra influjo por
definición es el poder que tiene una persona para determinar o alterar la
forma de pensar y de actuar en otra, es así pues que necesitamos ser
influenciados por el Espíritu Santo en todas las áreas de nuestra vida, hasta
ser “modificados genéticamente” como lo explica Salvatore Martínez en su
libro “Impulsados por el Espíritu; volvamos a partir del Cenáculo” en donde
dice que: “En efecto, al recibir el Espíritu Santo, el hombre queda
¡“genéticamente modificado”! Esta es la única agradable a Dios, porque Jesús
nos ha dado su vida divina” (Pag. 47).