MELGAR - WONG Los Saicos
MELGAR - WONG Los Saicos
MELGAR - WONG Los Saicos
ESCUELA DE POSGRADO
MUSICOLOGÍA
AUTOR
ASESOR
DICIEMBRE, 2020
Resumen
En los años sesenta del siglo pasado los medios de prensa limeños clasificaron a Los
Saicos como un grupo de nueva ola. Cuarenta años más tarde, a inicios del siglo XXI, los
historiadores del rock peruano lo conceptualizaron como un grupo “inventor del punk”.
Estos dos hechos demuestran que, a lo largo de cuatro décadas, los discursos que
del rock local pasaron por un importante proceso de transformación. Dado que no existen
conceptuales que subyacieron a estas transformaciones, la presente tesis busca llenar este
sobre Los Saicos. El primer capítulo muestra la problemática polisemia del término punk,
así como la asunción por parte de periodistas e historiadores de que el rock de garaje de
mediados de los años sesenta –el género practicado por Los Saicos– fue la raíz del punk
británico de finales de los años setenta. Estos dos hechos son relevantes porque se
punk”. El segundo capítulo se aproxima a los géneros musicales como hechos estéticos y
distingue analíticamente entre el rock de garaje de los años sesenta y el punk británico de
los años setenta, evaluando la música de Los Saicos a partir de estas distinciones.
Finalmente, en el tercer capítulo, tras las aclaraciones históricas y estéticas hechas en los
dos capítulos anteriores, se muestran cuáles fueron los presupuestos que subyacieron a la
1
ÍNDICE
Resumen 1
Índice 2
Introducción 4
AÑOS SETENTA 7
PUNK BRITÁNICO 24
2
CAPÍTULO III: LA CONSTRUCCIÓN DE LO PUNK EN EL DISCURSO
HISTORIOGRÁFICO 41
Conclusiones 69
Referencias bibliográficas 72
3
Introducción
A mediados de los años sesenta, cuando Los Saicos era uno de los conjuntos musicales
más populares entre la juventud limeña, la prensa local lo etiquetó como un grupo de
nueva ola. Cuarenta años después, tras la reedición española de sus discos bajo la etiqueta
punk, el grupo fue conceptualizado como uno de los “inventores del punk”, género
musical que llegó a su punto culminante en 1977 con el surgimiento del punk británico.
La idea de que una banda peruana de los años sesenta se hubiese adelantado a su tiempo
para crear un género que, diez años después, cambiaría el curso de la historia de la música
entusiasmo en la escena del rock peruano y, como muchos, quien escribe llegó a pensar
mediados de los años sesenta; esto es, con cientos de grupos similares a Los Saicos que
asumiendo el criterio que reconstruyó a Los Saicos como un grupo punk– también podrían
haber sido concebidos como “inventores del punk”. A medida que me sumergía más en
el mundo del rock de garaje fui descubriendo que, a pesar de las similitudes que llevaron
a considerarlo una de las raíces del punk, este género mantenía profundas diferencias
estéticas con el punk británico. Así fui dando forma a la idea de que Los Saicos era un
grupo que no debía ser entendido desde la perspectiva del punk de finales de los años
setenta, sino desde la del rock de garaje de mediados de los años sesenta, dado que este
era el género musical que la banda había practicado y en cuyo contexto había prosperado.
Esta intuición fue la que me llevó a indagar en el proceso de construcción del discurso
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Al ingresar a la maestría de musicología fue natural que decidiera investigar los
este discurso. Sabía que el trabajo recorrería dos caminos paralelos que al final debían
encontrarse. El primero tenía dos vías: la primera, rastrear todos los significados que el
término punk había tenido en la historia del rock y analizar los vínculos de filiación que
esta polisemia había permitido; la segunda, revelar cómo estas relaciones de parentesco
habían generado un tópico dentro de la crítica de rock: el de la búsqueda de las raíces del
punk británico en el rock de garaje de mediados de los años sesenta. Esta parte de la
investigación implicó la lectura de revistas de crítica de rock que fueron publicadas hace
El segundo camino que debía tomar la investigación era desarrollar un marco teórico que
permitiera distinguir al rock de garaje del punk británico. Para ello recurrí a un texto del
los cuales me ayudaron a delimitar los géneros a partir de sus funciones sociales, y
también a un texto de Philip Tagg que reveló su utilidad al momento del análisis musical.
consolidado la idea de que Los Saicos fue una banda punk adelantada a su tiempo. La
idea de aplicar este marco teórico fue la de distinguir entre el punk británico y el rock de
garaje de mediados de los años sesenta para echar abajo el vínculo de filiación que
permitió el surgimiento del tópico de la búsqueda de las raíces del primero en el segundo.
Esta parte de la investigación resultó bastante útil ya que no sólo me permitió distinguir
entre ambos géneros musicales, sino que me llevó a ampliar mis posibilidades de análisis
hacia una perspectiva estética capaz de ser aplicada a cualquier género de la música
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ya que me permitieron reconocer cómo ciertos fenómenos de la música popular son
irreflexivo tanto por periodistas musicales como por historiadores del rock peruano.
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CAPÍTULO I
El álbum Wild Teen Punk From Peru 1965, editado en 1999 por el sello español Electro-
Harmonix, recopiló por primera vez los seis discos 45 rpm lanzados en los años sesenta
por el grupo peruano Los Saicos. El nombre del disco motivó que diarios como The
Guardian y The Huffington Post publicaran artículos con titulares como “¿Dónde nació
mediático que presentó a Los Saicos como un grupo “inventor del punk”. Este discurso
también fue asumido, desde comienzos del nuevo milenio, por algunos relatos
En este primer capítulo se presentan los contextos históricos, sociales y culturales que
propiciaron la polisemia del término punk a lo largo de los últimos cincuenta años, así
como la asunción de que el rock de garaje de mediados de los años sesenta es la raíz del
punk británico de finales de los años setenta, un supuesto que se encuentra en la base de
surgió en los Estados Unidos en 1958 y se practicó aproximadamente hasta 1967. Según
el historiador Seth Bovey, el rock de garaje se divide en seis sub-géneros. El primero duró
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desde 1958 hasta 1963 e incluyó a bandas instrumentales de rock ’n’ roll y música surf,
el segundo surgió en 1964 con llegada de The Beatles a los Estados Unidos y se le conoce
con el nombre de garaje pop, el tercero, conocido como R&B de estilo británico, estuvo
marcado por la influencia de los cultores británicos del blues y el R&B y tuvo su apogeo
entre 1964 y 1965, el cuarto se inició en 1965 con el lanzamiento y posterior influencia
de la canción de los Rolling Stones (I Can’t Get No) Satisfaction y desde los años setenta
se le conoce como garaje punk de los años sesenta, el quinto sub-género cubrió el mismo
periodo de tiempo que el R&B de estilo británico y el garaje punk de los años sesenta
pero estuvo influenciado por el folk rock y es conocido como folk rock de garaje,
rasgos: (i) sus integrantes formaron parte de un mismo grupo sociocultural: fueron
adolescentes blancos de clase media, (ii) se trató de bandas amateurs que surgieron en
(iii) fueron bandas con una sección rítmica que tocaba patrones rítmicos basados en la
música popular estadounidense de ascendencia afroamericana –el rock ’n’ roll, el blues,
el R&B– y muchas veces basaron sus canciones en una figura rítmico-melódica repetitiva
Las bandas de garaje pop, de R&B de estilo británico y de garaje punk siguieron el modelo
de las más exitosas bandas de pop y rock de su época, como The Beatles y The Rolling
Sullivan Show, cuando The Beatles tocó algunos de sus éxitos en vivo. Los televidentes
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pudieron ver a setecientas muchachas en la audiencia bailando y aplaudiendo, riendo y
mientras el cuarteto tocaba y cantaba. Más del 60 por ciento de la audiencia televisiva
confirmar el efecto que The Beatles tenía en las muchachas, un gran número de
bandas de garaje en los Estados Unidos explotó tras la invasión de The Beatles (Bovey
2019: 57-58).
En ese sentido, las bandas de garaje que surgieron bajo la influencia de The Beatles y The
Rolling Stones iniciaron sus carreras deseando la popularidad y el éxito de estas bandas
regionales, su objetivo era formar parte de la industria del espectáculo y gozar de fama
masiva.
En lo que respecta a los parámetros de expresión musical de los sub-géneros del rock de
garaje, cada uno de ellos contó con sus propias características. Según Bovey, el R&B de
estilo británico surgió cuando los músicos estadounidenses de rock de garaje tomaron el
nuevo sonido desarrollado por The Rolling Stones y The Yardbirds, y empezaron a imitar
las técnicas usadas por estas bandas para intensificar el ritmo (2019: 30-31).
Dice Bovey:
fidelidad por la música afroamericana que interpretaban. Como explica Keith Richards,
eran “discípulos” del blues y querían ayudar a popularizar los discos de Jimmy Reed,
Muddy Waters y John Lee Hooker. Inevitablemente acabaron alterando la música que
buscaban recrear para que esta pudiera ser consumida en los clubes nocturnos de Londres;
aceleraron los tiempos y cambiaron los ritmos de las canciones originales (…) The
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Yardbirds, el reemplazo de The Rolling Stones como banda residente del Club
Crawdaddy, también aceleró los tiempos de sus versiones de R&B (Bovey 2019: 65).
Al acelerar los ritmos de las canciones de blues y R&B, los Rolling Stones y los Yardbirds
sesenta, las cuales empezaron a desarrollar sus propias versiones regionales de viejas
Rolling Stones. En junio de 1965 el grupo inglés lanzó el 45 rpm de la canción (I Can’t
Get No) Satisfaction, que, según la revista Billboard, llegó al número uno de ventas en
los Estados Unidos. Esta canción se basó en dos elementos provenientes de la música
como la mónada rítmica –que consiste en acentuar los cuatro tiempos del compás de 4/4–
pensado originalmente para una sección de vientos de una orquesta de soul, aunque, según
el guitarrista Keith Richards, luego fue tocado en una guitarra eléctrica con un efecto de
letra de la canción –una diatriba por no obtener satisfacción ni en las mujeres ni consuelo
en los productos que ofrece la sociedad de consumo– fue cantada por Mick Jagger a través
de un susurro que poco a poco se convierte en un zumbido hasta llegar a su clímax con
por el rock ’n’ roll, la música surf instrumental, The Beatles y las bandas estadounidenses
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de rock de garaje. Estos grupos, que formaron parte de una escena local y trans-local de
música juvenil en español conocida como nueva ola, sacaron discos en sellos regionales,
formó parte de esta escena y, si bien sus grabaciones muestran parámetros de expresión
musical similares a los de las bandas estadounidenses de garaje punk de los años sesenta,
entre 1965 y 1966 la prensa peruana la catalogó como una banda de nueva ola. No sería
hasta 1999, con el lanzamiento de Wild Teen Punk From Peru 1965, que Los Saicos
años sesenta, refiriéndose a ellas como bandas de punk. La revalorización empezó en Who
Put the Bomp, un fanzine editado por el coleccionista Greg Shaw cuyo sexto número
incluyó el ensayo “Prelude to the Morning of an Inventory of the ’60s”, donde Shaw
propuso revisar el rock estadounidense del periodo comprendido entre los años 1963 y
1966, describiéndolo como “una música regional que surgió para satisfacer la demanda
de una escena adolescente” (Shaw 1971: 9). En este mismo número apareció el anuncio
de una antología de discos de 45 rpm de las escenas regionales de rock de garaje de los
años sesenta que el coleccionista y crítico de rock Lenny Kaye recopilaba para el sello
Elektra. También apareció una carta del crítico de rock Dave Marsh, quien aplaudió el
esfuerzo de Shaw por mantener vivo un “culto subterráneo” sostenido por “personas con
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Es importante anotar que, en esta época, en las listas de éxitos de la revista Billboard,
empezaron a registrarse los éxitos de cantautores como James Taylor y Paul Simon, y de
bandas de soft rock como The Carpenters y Bread, cuyas letras –poéticas y sentimentales–
y su sonido –sosegado y suave– era percibido por algunos críticos de rock como un
síntoma de la decadencia de la música rock. Estos críticos vieron el rescate del rock de
garaje de mediados de los años sesenta como una forma de mantener vivo lo que Lenny
Kaye llamó “lo mejor del rock ’n’ roll” (Kaye 1972: 13).
de 1971 donde el crítico de rock Lester Bangs habla del inicio de la década del setenta
como “una gran depresión que duró tanto que estuvimos a punto de secarnos y boicotear
los discos completamente (…) He tenido esta sensación desde el inicio de los años setenta,
En este mismo artículo, Bangs elogia a The Yardbirds, una de las mayores influencias en
las bandas de rock de garaje de mediados de los años sesenta. Dice Bangs:
Eran increíbles. Fueron una estampida que le voló el cerebro a todo el mundo (…)
llegaron al Top Ten con una mezcla de Bo Diddley (…) y feedback, y todo el mundo se
volvió loco, porque esta distorsión electrónica (…) era inédita en esos días, un verdadero
como el nervio desnudo dentro de un cable pelado, pero nosotros estábamos atentos al
cambio cultural desde el comienzo. Sólo esperábamos que alguien llegara para romperlo
Otra publicación que revalorizó el rock de garaje de mediados de los años sesenta
llamándolo música punk fue la revista Creem. En el número de mayo de 1971 Dave Marsh
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publicó un artículo sobre la banda de garaje Question Mark and the Mysterians,
refiriéndose a ella como una “muestra seminal de punk rock” (Marsh 1971b). Fue en la
edición de junio de ese mismo año que Lester Bangs publicó “Psychotic Reactions and
Carburator Dung”, donde usó el término punk para referirse a las bandas estadounidenses
de rock de garaje de mediados de los años sesenta que se inspiraron en el sonido de The
Yardbirds. En este artículo Bangs describió el sonido de estas bandas como “un estrépito
En 1972 salió a la luz el recopilatorio que Lenny Kaye había estado preparando para el
sello Elektra, Nuggets. Original Artyfacts from the First Psychedelic Era. 1965-1968, un
álbum doble que reunió por primera vez a las bandas de garaje de mediados de los años
sesenta bajo la premisa de que todas compartían una misma estética. En las notas que
acompañaron al álbum, Kaye describe a estos grupos como bandas de punk: “La mayoría
de estas bandas (…) eran decididamente amateur...El nombre no oficial que se les ha
asignado –punk rock– parece adecuado porque encarnaron el placer demente que conlleva
determinación que sólo ofrece el mejor rock ’n’ roll” (Kaye 1972).
californiano Mark Shipper publicó una lista de las mejores canciones de punk rock de los
años sesenta a la que llamó “Punk-rock Top Ten” (2019: 135). Dos de estas canciones –
Pushin’ Too Hard de The Seeds y Psychotic Reaction de Count Five- ya habían sido
mediados de los años sesenta entre los periodistas musicales de comienzos de los años
setenta.
A finales de 1972 la categoría punk de los años sesenta ya había sido aceptada por
a una música valorada por ser demente, escandalosa, estrepitosa, ruidosa, indecente y
Si bien a comienzos de los años setenta el término banda punk era usado para referirse a
las bandas de garaje de mediados de los años sesenta, la expresión también empezó a
usarse para designar a una banda que inició su carrera en 1969: The Stooges. En un
artículo publicado en la revista Creem, Lester Bangs llamó punk al cantante de la banda,
Iggy Pop. Aquí Bangs usó el término punk para referirse a un tipo de adolescente
aburrido, pasivo-agresivo, antisocial y, a grandes rasgos, bueno para nada (1988: 31-52).
A diferencia de la acepción usada para designar al garaje punk de mediados de los sesenta
–que al fin y al cabo era un género que buscaba ingresar al mercado de la música pop más
comercial– en esta ocasión el término punk fue usado para referir a una música que
término punk no remitía a un sub-género del rock de garaje de mediados de los sesenta,
Bajo esta misma acepción, en 1975, Punk se convirtió en el nombre de un fanzine creado
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Holmstrom quería que la revista fuera una combinación de todas nuestras aficiones –
y todo este rock ’n’ roll raro que nadie excepto nosotros parecía conocer: Velvets,
Stooges, New York Dolls y ahora The Dictators (…) Yo pensaba que la revista debía ser
como la encarnación de un disco de The Dictators. En su disco había una foto de ellos
no teníamos casacas de cuero la fotografía nos describía a la perfección –tipos listos. Así
imaginé que la revista debía ser para otros inadaptados como nosotros. Chicos que
crecieron creyendo únicamente en Los Tres Chiflados. Chicos que hacían fiestas y
destruían la casa de sus padres. Tú sabes, chicos que robaban automóviles y se divertían.
Así que dije: ¿por qué no la llamamos punk? La palabra punk parecía connotar todo lo
que nos gustaba: borrachos, tipos desagradables, chicos listos, absurdos, divertidos,
irónicos, y cosas que se inclinaban hacia el lado oscuro (McNeil y McCain 1996: 203-
204).
Los artistas que aparecieron en la portada de la revista a lo largo de 1976 son un ejemplo
del tipo de música que Holmstrom y McNeil concebían como punk: Lou Reed, Patti
Smith, Ramones, Iggy Pop y Richard Hell. Todos pertenecían a la escena de rock
underground estadounidense y sus letras exploraban las diversas formas de vida marginal
música en particular, sino a un tipo bohemio y marginal. Puede decirse que los músicos
de esta escena escribieron canciones para retratar y mitificar la vida que llevaban:
artista, los ritmos del punk estadounidense de mediados de los años setenta seguían
basados en la música negra, pero, a diferencia del rock de garaje de mediados de los años
sesenta, ya no eran ritmos para bailar, sino para posicionarse sónicamente en un espacio
hostil y peligroso, por eso muchas de estas bandas disfrazaron la síncopa y sometieron
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estos patrones a velocidades frenéticas, ubicándolos en un lugar dominante en el proceso
de mezcla de las canciones; las guitarras, por su parte, apilaban sucesiones de power
chords que podían ser minimalistas y repetitivas, como en el caso de los Ramones, o
tomado en conjunto, funcionó como una narración sonora de la vida marginal en una urbe
violenta.
Las reseñas de discos publicadas en esta época revelan algunos de los valores que los
críticos de rock adscribieron a la música de esta escena. En la reseña del primer álbum de
Ramones, publicada en 1976 en la revista Rolling Stone, el periodista Paul Nelson señala
que se trata de “una banda de marginales, deliberadamente cruda y básica (…) Los
Ramones son auténticos primitivos estadounidenses (…) el álbum está construido sobre
ritmos poseedores de una intensidad que no se ha visto desde los primeros días del rock
& roll (…) Los Ramones son parte del rock & roll, y no de una rama del avant-garde”
(1976). Luego, en la reseña del primer álbum de Patti Smith publicada en la revista
Creem, Lester Bangs resalta: “la cruda urgencia…el minimalismo de la banda” y el que
no sea “un álbum de ‘spoken word’ sino un álbum de rock ’n’ roll”. Bangs también señala
que se trata de “la mejor banda de garaje de los años setenta” y que el “primitivismo
general te hace recordar que eres un mamífero (…) que estás escuchando rock ’n’ roll
verdadero otra vez” (Bangs 2003: 100-103). Bangs concluye diciendo que se trata de “un
nuevo romanticismo construido sobre el lenguaje universal del rock ’n’ roll” (Bangs
2003: 100-103).
Ambas reseñas revelan que esta segunda acepción del término punk valoró la urgencia,
rescate del verdadero rock ’n’ roll, libre de cualquier pretensión artística.
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Finalmente, a partir de 1976, el término punk también pasó a aplicarse al punk británico,
y fue usado para referirse tanto a un género musical como a la subcultura urbana que se
identificó con él. En lo que concierne a lo musical, el punk británico combinó algunos de
los parámetros de expresión musical de las bandas punks del rock underground
velocidades frenéticas. Según el musicólogo Dave Laing la canción Anarchy in the U.K.
de The Sex Pistols despliega un zumbido constante en las guitarras eléctricas, un bajo
monádico de pulso frenético y un patrón rítmico que busca ocultar la síncopa para generar
un flujo rítmico inquebrantable que hace difícil bailarlo (1989: 86-87). Aunque estos
estadounidense de mediados de los años setenta, como Ramones y New York Dolls, la
británico de fines de la década estaba en sus letras, ya que éste último parámetro estuvo
La reseña del álbum debut de The Sex Pistols, escrita por Paul Nelson para la revista
Rolling Stone, revela algunos de los valores que la crítica de rock encontró en el punk
británico:
The Sex Pistols, la banda de rock & roll más incendiaria desde The Rolling Stones y The
Who, ha dejado caer este disco como una bomba sobre la aridez sociopolítica de
no pretende dejar sobrevivientes, ni siquiera a ellos mismos, y esto hace parecer a The
Ramones como inventados por Walt Disney. Su salvaje ataque a las estrellas neo-
aristocráticas, como Rod Stewart, Mick Jagger, Elton John, et al., vistos por los Pistols
como traidores a la fe comunal, es imposible de ignorar (…) Esta banda se apropia del
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rock & roll como algo personal, como un tema de honor y necesidad, y toca con una
convicción que trasciende gracias a su locura y su fiebre. No es música bonita (…) pero
tiene el poder para sacudirte como ninguna otra música actual (…) The Sex Pistols han
elegido explotar las posibilidades culturales de la revolución (…) Never Mind the
Bollocks debe ser el más excitante disco de rock & roll de los años setenta. Es pura
velocidad sin matices (...) Anarchy in the U.K. y, espacialmente, God Save the Queen,
son canciones casi perfectas de rock & roll, clásicas como My Generation de The Who y
La reseña de Nelson revela cómo la crítica valoró a la música de The Sex Pistols por su
capacidad de ser incendiaria, por su convicción, por su locura, por su salvajismo, por su
comunidad frente a la neo-aristocracia integrada por las viejas estrellas de rock, por su
versión incendiaria del rock ’n’ roll, por ser un clásico del género y por considerarla una
continuación de los viejos discos de The Rolling Stones y The Who (1978).
Una vez que los Sex Pistols alcanzaron la fama y diseminaron el término punk en la
cultura de masas, los críticos que llevaban años promoviendo el garaje punk de mediados
de los sesenta y las bandas punk del underground estadounidense de mediados de los
setenta buscaron crear un vínculo de filiación punk entre los artistas referidos por todas
portadas anteriores de la revista, se remontaba a New York Dolls, Iggy Pop y Lou Reed.
En el artículo “Everybody’s Search for Roots (The Roots of Punk, Part 1)”, publicado en
el fanzine New Wave en agosto de 1977, Lester Bangs afirma haber vivido lo suficiente
para haber visto al menos tres generaciones de punk rock, refiriéndose quizás a las bandas
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de garaje de mediados de los años sesenta, a The Velvet Underground, The Stooges y el
las bandas británicas que aparecieron junto con The Sex Pistols en 1977 (2003: 334-339).
El texto de Bangs marcó el inicio de la búsqueda de las raíces del punk como un tópico
Los adjetivos empleados por los periodistas y críticos de rock de los años setenta muestran
que la filiación entre las distintas acepciones de punk se basó en la supuesta práctica
común de un rock ’n’ roll urgente, salvaje, intenso y auténtico, pero, a pesar de esta
filiación mediática, es un hecho que los oyentes de las distintas variedades de punk
pueden distinguirlas entre sí. En Popular Music. The Key Concepts, Roy Shuker señala
Marcus vincula a The Sex Pistols y el punk británico con el avant garde (La Internacional
varones de la clase trabajadora (…) la escena punk estadounidense tuvo un mayor nivel
asociaciones más bohemias y no estuvo vinculado con las clases trabajadoras (Shuker
2002: 238-239).
En este sentido, el punk estadounidense buscó crear una música que identificara a la
bohemia marginal de la gran ciudad, mientras que el punk británico buscó crear una
En lo que respecta a las distinciones que se pueden trazar entre el garaje punk de mediados
de los años sesenta y el punk británico de los años setenta es importante anotar que los
últimos crearon una música y un estilo que se opuso a las costumbres e instituciones
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sociales, a la industria musical y al más exitoso rock de su época, mientras que los
encontrar las raíces del punk postularon al rock de garaje de mediados de los años sesenta
no sólo como música punk en tanto música ruidosa, escandalosa y demente, sino como la
raíz del punk británico de finales de los años setenta. Esta filiación constituye la base
ideológica sobre la que se construyó el discurso de que la banda peruana de rock de garaje
Según Seth Boven, a comienzos de los años ochenta todas las ciudades de los Estados
Unidos tenían por lo menos una banda que tocaba canciones de las bandas de garaje de
mediados de los años sesenta (2019: 150). La revalorización iniciada en los años setenta
por Greg Shaw, Dave Marsh, Lenny Kaye y Lester Bangs había continuado y se había
y Crypt, que crearon sus propias recopilaciones del rock de garaje. Boven señala que en
este período también aparecieron bandas que no se conformaron con tocar versiones de
las canciones que aparecían en estas recopilaciones, sino que empezaron a componer sus
como la marca de los instrumentos, el vestuario y el corte de pelo que habían lucido los
integrantes de las bandas de garaje de mediados de los años sesenta (2019: 150). Greg
Shaw creó un nuevo sello discográfico, Voxx, que se dedicó a grabar a estas bandas de
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neo-garaje y en 1981 lanzó un recopilatorio titulado Battle of the Garages, que incluyó a
grupos como The Mystic Eyes, The Slickee Boys y The Chesterfield Kings. En Los
Angeles y Nueva York se inauguraron clubes donde estas bandas podían actuar frente a
una audiencia que también se peinaba y vestía imitando el estilo de los jóvenes de
mediados de los años sesenta. Al poco tiempo, siguiendo el ejemplo de Voxx, aparecieron
nuevos sellos discográficos como Midnight Records, que grabaron a bandas de neo-garaje
como Plan 9, The Outta Place, The Tryfles, The Fuzztones y The Cheapstakes, las que, a
discos de diversos países europeos como Francia, Italia, España, Alemania, Suecia,
Grecia y Holanda. Según Boven, en todos estos países se empezaron a formar nuevas
escenas de neo-garaje que ocasionaron “una explosión mayor que la de Nuggets en lo que
concierne a revivir los sonidos del garaje de los años sesenta” (Boven 2019: 148-161).
El revival del rock de garaje llegó al Perú el año 2000 con la publicación del primer
número del fanzine Sótano Beat, donde aparecieron artículos sobre las bandas británicas
de R&B, las bandas estadounidenses de rock de garaje de los años sesenta, las bandas del
revival del rock de garaje de los años ochenta y las bandas peruanas de rock de garaje que
habían formado parte de la escena de la nueva ola de mediados de los años sesenta. Sólo
un año antes el sello español Electro-Harmonix había editado la recopilación de los discos
45 rpm de Los Saicos, Wild Teen Punk From Perú 1965, y los redactores del fanzine
localizaron y entrevistaron a los ex miembros del grupo para que cuenten su historia. Por
su parte, en 2004, el coleccionista Andrés Tapia del Río creó el sello Repsychled, donde
se reeditaron discos de bandas peruanas de rock de garaje de los años sesenta como Los
Saicos y Los Shain’s. Después de casi cuarenta años, los discos de las bandas peruanas
de rock de garaje de los años sesenta se encontraban en las vitrinas de las principales
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tiendas de discos locales y eran reseñados en las páginas de los diarios más influyentes
del país.
1.5. La reemergencia en los años noventa del discurso sobre la raíz de la música
punk
En los años ochenta los revivalistas del rock de garaje evitaron usar el término punk para
distinguir el rock de garaje de mediados de los años sesenta –así como los instrumentos,
el vestuario y los cortes de pelo asociados a éste- de las bandas referidas por las otras
acepciones del término punk. Una de las consecuencias de este fenómeno fue estabilizar
el término rock de garaje para referir a las bandas de garaje de mediados de los años
sesenta. De todos modos, a mediados de los años noventa la tensión entre ambos términos
–punk y rock de garaje– volvió a activarse con la reedición del único álbum de la banda
En 1996, en una entrevista a Eddie Shaw, bajista de The Monks, el periodista Kelley
Stoltz afirmó que The Monks “supersexualizaron a The Sex Pistols diez años antes de
que cualquier banda de punk apareciera” (Kelley 1996). El comentario es una muestra de
que, veintiún años después del artículo de Lester Bangs para el fanzine New Wave y veinte
años después de que Greg Shaw lanzara el primer volumen de Pebbles, el discurso de que
el rock de garaje de mediados de los años sesenta era la raíz del movimiento punk inglés
de mediados de los setenta volvía a emerger entre los historiadores de la música rock.
Este es el mismo discurso al que se sumaron periodistas e historiadores del rock peruano
al afirmar que Los Saicos fue uno de los grupos “inventores del punk” tras el lanzamiento
En las notas que acompañaron a Wild Teen Punk From Peru 1965, Paul Hurtado de
Mendoza señala que Los Saicos no sólo fue una banda con la “actitud punk de la costa
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oeste sudamericana” sino que “se adelantaron a su tiempo”, implicando que en los años
sesenta el grupo peruano practicó un tipo de música que volvió a aparecer años después
como la música de esa época futura (Hurtado de Mendoza 1999). El hecho de que el título
del disco describa a la música de Los Saicos como punk sugiere que la música a la que se
adelantaron, la música de la que son una raíz, fue, precisamente, aquella que luego sería
etiquetada como punk. De este modo Hurtado de Mendoza retomó el discurso de que el
rock de garaje de los años sesenta fue la raíz del punk británico de los años setenta,
Carlos Torres Rotondo afirma que Los Saicos fue una de las raíces del movimiento inglés
de música punk. Según tal relato historiográfico: “The Sonics en Seattle, The Seeds en
Los Ángeles, The Godz en Nueva York, The Monks en Hamburgo y Los Saicos en el
distrito limeño de Lince (…) forjaron secreta y paralelamente la base de la gran inyección
de adrenalina que resucitaría al rock en el Londres punk de 1977” (Torres 2009: 4).
De esta manera, tanto Hurtado de Mendoza como Torres Rotondo retomaron la idea de
Lester Bangs y Greg Shaw de que las bandas de rock de garaje de los años sesenta fueron
la raíz del movimiento punk inglés de finales de los años setenta, enfatizando, además,
que Los Saicos fue una de las raíces del punk británico. Con ellos, se instaló fuertemente
en los relatos de la historiografía del rock peruano el discurso que afirma que Los Saicos
fue la raíz del movimiento punk británico de finales de los años setenta. Es decir, que Los
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CAPÍTULO II
BRITÁNICO
El primer capítulo de esta investigación muestra cómo el discurso que postula al rock de
garaje de mediados los años sesenta como la raíz del punk inglés de finales de los años
activarse hacia finales de los años noventa. Los periodistas que postularon la filiación
entre ambos géneros musicales –Paul Nelson, Lester Bangs– se basaron en la supuesta
práctica común de lo que ellos describieron como un rock ’n’ roll urgente, salvaje, intenso
y auténtico. El discurso que postula esta filiación ha generado a su vez nuevos discursos,
como el que afirma que Los Saicos fue un grupo “inventor del punk”.
analiza la supuesta filiación entre las bandas de rock de garaje de mediados de los años
sesenta y las del punk británico de finales de los años setenta. Esta concepción de lo que
es un género musical permite comparar los elementos que componen el rock de garaje y
el punk inglés y establecer sus diferencias. Para llevar a cabo este análisis se usan teorías
popular.
24
Un elemento organizador en enciclopedias, historias y análisis críticos de música popular
(...) La organización de las discotecas sugiere que existen géneros de música popular
identificables por los consumidores. Ciertamente, los fans se identifican con géneros
Carvalho:
Se puede establecer un paralelismo muy claro entre la teoría de los géneros en la música
y la literatura. El estudio clásico de Tzevan Todorov sobre los géneros literarios, por
el carácter históricamente instituido de los géneros, lo cual les permite funcionar como
horizontes de expectativa para los lectores y como modelos de escritura para los autores
Entender un género musical implica saber qué escribir y qué esperar de él. Este horizonte
Un patrón rítmico sintético, una secuencia de toques de tambor, un ciclo o una secuencia
tropos literarios fijos que combinan con algún patrón rítmico particular y con algún tipo
2010: 126).
25
Siguiendo lo dicho por Shuker y Carvalho podemos afirmar que los músicos y aficionados
del rock de garaje de mediados de los años sesenta y los del punk inglés de finales de los
años setenta logran identificar, entender y distinguir ambos géneros musicales a partir de
sus parámetros de expresión musical y de las ideas que estos parámetros evocan. En ese
los oyentes y de los músicos. Este punto de encuentro implica un entendimiento, por parte
de los músicos y los oyentes, de la significación históricamente instituida del género, esto
es, de los parámetros de expresión musical que se deben seguir para generar el efecto
punk inglés de finales de los setenta se emplea la aproximación estética propuesta por el
musicólogo Simon Frith en su ensayo “Hacia una estética de la música popular”, donde
se señala que los géneros musicales deben analizarse en virtud de los usos sociales que se
les asignan a los sonidos. Señala Frith: “Las canciones pop están abiertas a una
apropiación de usos personales de un modo que ninguna otra forma de la cultura popular
(…) es capaz de igualar. Al mismo tiempo, e igualmente importante, la música está regida
por un conjunto de normas” (Frith 2007: 263). En ese sentido, el músico de un género
particular sabe qué combinación de sonidos esperan sus oyentes y el oyente de este género
particular sabe qué combinación de sonidos espera del músico, es decir, como señala
uno de expectativas.
los años sesenta y el punk inglés de finales de los setenta que se lleva a cabo en este
26
La primera idea refiere al uso de la música popular para construir identidades y
Usamos las canciones de pop para crearnos a nosotros mismos una especie de
autodefinición particular, para darnos un lugar en el seno de la sociedad (...) Los fans se
identifican con determinados géneros o ídolos (...) Podemos documentar los distintos
modos en que la música popular consigue dotar a la gente de una identidad, situarla en
diferentes grupos sociales. La gente necesita dar forma y voz a las emociones, que de otra
manera no podrían expresarse sin resultar incómodas o incoherentes” (Frith 2007: 264-
265).
La segunda idea es la existencia de una narrativa propia de los géneros musicales. Dice
Frith:
La fórmula más comercial en la música popular son las canciones, con las cuales se
inmediato. Desde esta perspectiva podemos analizar las canciones como narrativas. Sería
oportuno, por ejemplo, hacer algunas distinciones de géneros a primera vista, fijándonos
narrativas, construyen personalidades distintas para sus ídolos, sitúan a sus respectivos
fotográficas a que se someten para los periodistas, y por la fijación de una serie de gestos
y puestas en escena. Todos estos elementos afectan a la manera en que oímos una
determinada voz. Debemos fijarnos también en todos esos detalles si vamos a tratar las
27
Frith afirma que los parámetros de expresión musical y la imagen de los artistas que se
construye a través de los medios de masas se combinan para crear una identidad que
connota un carácter. Este carácter serviría, como ya se ha señalado, para que el oyente se
La tercera idea es la de aplicar una metodología analítica que explique cómo géneros
una clasificación que considere el modo en que diferentes modos de música popular usan
diferentes emociones (...) Lo que trato de decir con todo esto es que resulta posible
analizar los géneros de la música popular en función del efecto que estos pretenden
imágenes mediáticamente construidas producen una narrativa particular que permite a los
Como indica Philip Tagg, el análisis de la música popular saca a la luz “por qué y cómo
alguien comunica qué a quién con el objetivo de conseguir cuál efecto” (Tagg 1982: 4).
Esta investigación se vale de esta aproximación para distinguir entre el rock de garaje de
mediados de los años sesenta y el punk inglés de finales de los años setenta y para, a partir
entre ellos.
28
2.2. Rock de garaje y punk británico como hechos estéticos
El rock de garaje de mediados de los años sesenta y el punk británico de finales de los
años setenta son hechos estéticos; esto es, en términos tomados de Simon Frith, narrativas
la base de los usos sociales que se aplican a estos géneros. Tras establecer al rock de
garaje y al punk británico como hechos estéticos, se anotarán sus similitudes y diferencias.
Michael Hicks define el rock de garaje de mediados de los años sesenta en base a los
conceptos de activismo y antagonismo (1999: 26). Según este autor, el activismo del rock
social (1999: 26). Estas dos manifestaciones, combinadas entre sí, crean lo que Frith llama
¨la narrativa del género¨ (2007: 270-271), una propiedad que permite a sus oyentes
Según Hicks, en el rock de garaje, la velocidad, la virilidad y la rebeldía social (1999: 26)
se expresan a través de parámetros de expresión musical, esto es, del ritmo, la armonía,
las frases melódicas, el timbre de las guitarras eléctricas y las técnicas vocales (1999: 1-
29
38). Así mismo, siguiendo a Tagg, las letras de las canciones constituyen un parámetro
garaje en ser valoradas como un clásico del género, siendo incluida en Nuggets: Original
Artyfacts from the First Psychedelic Era, la primera recopilación oficial del género,
editada en 1972, y en Pebbles, Volume One: Artyfacts from the First Punk Era, la
Count Five y lanzada en formato 45 rpm en junio de 1966. El inicio de la canción conjuga
un patrón rítmico tocado en el bombo de la batería con una frase rítmico-melódica tocada
en la guitarra eléctrica. El patrón, llamado mónada rítmica por Hicks (1999: 29), acentúa,
sobre un pulso de 157 ppm, los cuatro pulsos del compás de cuatro cuartos. La frase de
urbano” que connota “amenaza, arrogancia y provocación” (Hicks 1999: 19). Podríamos
disminuir la velocidad de la canción o cambiar el patrón rítmico por otro que sólo acentúe
dos pulsos en lugar de cuatro, o, en lo que concierne al timbre, tocar la guitarra eléctrica
sin el efecto de fuzz-tone, y notaremos que son justamente estos elementos rítmicos y
tímbricos los que resultan fundamentales para expresar una personalidad que valora la
la batería pasa de la mónada rítmica a un backbeat que acentúa sólo el segundo y cuarto
30
pulsos del compás, mientras la guitarra pasa a una oscilación armónica entre los grados
I-bVII en el modo menor (1999: 37). Esta combinación de elementos reduce la tensión
emocional del inicio, aunque la oscilación armónica, añade Hicks, presenta a un personaje
El texto presenta a un personaje enajenado y deprimido por no poder acceder a sus deseos
sexuales. Estas emociones son articuladas a través de una técnica vocal que Hicks
acentuaciones climáticas con súbitos descensos de intensidad, dando lugar a lo que Hicks
de las palabras” (Hicks 1999: 7), manifestando el conflicto interior que afecta al
31
personaje. Esta ambivalencia se resuelve al final de la estrofa, cuando el cantante pasa a
La canción pasa a una tercera sección que, según Hicks, es conocida en el rock de garaje
como rave out (1999: 31). El patrón rítmico del rave out, llamado offbeat, consiste en
marcar los cuatro pulsos del compás de cuatro cuartos con el bombo y acentuar cada
y logrando uno de los efectos esperados por los oyentes del género: expresar velocidad.
en crear una textura de pura distorsión mediante el fuzz-tone. Según Hicks, el fuzz le
añade una carga de testosterona masculina a la guitarra, logrando otro efecto esperado por
los oyentes del género: el de expresar virilidad (1999: 22). Si se tiene en cuenta el grito
que ha preparado la llegada del rave up, se percibe la expresión sonora de la psicología
del personaje que ha construido la canción a través de todos estos elementos musicales y
En resumen, el rock de garaje de mediados de los sesenta combinó patrones rítmicos como
técnicas vocales para construir una personalidad en conflicto, coherente con el texto de
fue construir una identidad masculina iracunda e insatisfecha que se podía legitimar a
32
2.2.2. Punk británico: oposición a las instituciones políticas y sociales
El punk inglés de finales de los años setenta es comprendido como un hecho estético a
comprensión del rock de garaje (1999: 26). Trasladados al punk, estos conceptos logran
subrayar las diferencias entre ambos géneros. Si el rock de garaje manifiesta su activismo
el punk inglés lo manifiesta en su odio opositor hacia las instituciones sociales. Estas dos
manifestaciones del punk, combinadas entre sí, crean la narrativa del género, una cualidad
que, siguiendo a Frith, permite a los oyentes articular sus emociones y construir su
Para establecer el punk inglés como hecho estético se relacionan estas asociaciones –su
del punk se toman como parámetros musicales el ritmo, la armonía, el timbre de las
guitarras eléctricas y la técnica vocal. Así mismo, siguiendo a Tagg, se apela a los textos
analizada es Anarchy in the UK de The Sex Pistols, emblemática del punk británico.
Anarchy in the UK fue grabada originalmente por la banda de punk británico Sex Pistols
exhibe el patrón de la mónada rítmica que, en el caso de Anarchy in the UK, es tocado
por toda la banda y al doble de tiempo; es decir, no se marcan cuatro pulsos por compás,
sino ocho toques subdividiendo cada pulso de cuatro cuartos en dos, produciendo un
efecto de urgencia y ataque. Al unirse en este ritmo, el bajo, la guitarra y la batería evocan
una sensación de apuro en la canción; así mismo, la distorsión de la guitarra cubre a toda
33
la sección rítmica de un zumbido que sugiere que los músicos no han tenido tiempo de
limpiar su sonido porque les urge comunicar su mensaje. La crudeza general del sonido
expresa un estado anímico de ira. En resumen, la obra comienza como una expresión de
cual muestra que el inicio del tema ha estado teñido de una tensión que se resuelve al
iniciarse la primera estrofa con la declaración del cantante: “¡Ahora mismo!”, una frase
Sex Pistols no canta, sino grita “ahora” y luego, con énfasis, dice “mismo”, soltando una
carcajada sarcástica, como la de alguien que se deleita con la incomodidad que está
un personaje que está tratando de llegar a sus oyentes de la manera más directa posible y
patrón rítmico de backbeat, mientras la guitarra y el bajo marcan los acordes manteniendo
los ocho toques por compás, lo cual sugiere que la urgencia no ha cesado realmente, la
batería sólo ha abierto un espacio para que el cantante declame su mensaje. El texto dice:
34
Passerby A los peatones
En los primeros dos versos el cantante se presenta bajo la identidad de dos figuras
se muestra como alguien que se mueve por puro impulso. En el cuarto nos informa que
el impulso que lo mueve es la destrucción del prójimo. La forma en que declama estos
versos está menos preocupada por la melodía que por la forma en que pronuncia cada
palabra, como si el modo en que alarga, recorta y arroja las sílabas no anunciara sólo su
odio por el orden social, sino, el deleite que la expresión de este odio le hace sentir. La
armonía en la estrofa está construida por oscilaciones I-IV-III que se corresponden con
cada uno de los versos, imprimiendo un momento tentativo que tiende a imprimir
agilidad, pero se repliega hacia el final, mostrando una intención de ataque que sólo se
armonía hacia la dominante para que la canción alcance su momento de máxima tensión.
Cos’ I Porque yo
Anarchy! ¡Anarquía!
35
(The Sex Pistols 1977)
Tras una segunda estrofa –notable por otro verso en el que se expresa odio y oposición a
las expectativas de vida de los peatones: “tu sueño de futuro es un centro comercial”– se
repite el coro, en esta ocasión con otras voces en coro con la del cantante. Luego, el solo
tres notas, aunque con una capa de distorsión que crea un clima amenazante. Luego de
una tercera estrofa, un segundo solo de guitarra se limita a una alternancia de dos acordes,
pero que, junto al sonido general de la banda, logra evocar el paso de una pandilla de
revoltosos que avanza jubilosa por la ciudad, destruyendo lo que encuentra a su paso.
Finalmente se canta una cuarta estrofa y un coro, tras el cual el cantante declama:
Destroy! ¡Destruir!
En conclusión, el punk inglés de finales de los años setenta combinó patrones rítmicos
armónicas que sugieren una intención de ataque, timbres distorsionados de guitarra para
expresar ira y provocación, así como técnicas vocales para construir una personalidad que
36
construir una identidad poseedora de un odio urgente con el que los oyentes podían
masculinidad. La del punk inglés se sostiene sobre la de un odio urgente, opositor a las
Después de establecer al rock de garaje y al punk inglés como hechos estéticos, se analiza
una canción de Los Saicos para compararla con ambos géneros y sacar a la luz sus
La obra para el análisis es Demolición, la canción más popular de Los Saicos, lanzada
esto es, una mónada rítmica de tiempo simple. El tom, por su parte, acentúa el primer y
segundo pulso, y luego realiza un golpe entre el segundo y tercer pulso y otro entre el
tercer y cuarto pulso, añadiéndole a lo que Hicks llama “la sensación de poder” de la
mónada (Hicks 1999: 29) una síncopa que invita al baile. En el quinto compás, sobre este
mismo patrón rítmico, entra el zumbido de una guitarra, en la que se toca, siguiendo la
técnica del tremolo picking, una variación de la progresión armónica conocida como blues
blues de doce compases también la encontramos en los más grandes éxitos de rock ’n’
roll –desde Rock Around the Clock de Bill Haley hasta The Twist de Chubby Checker–
37
con los que bailaba gran parte de la juventud limeña de la época. A lo largo de esta
eléctrica, probablemente tomado de las bandas de surf instrumental como The Ventures,
el cual podría evocar tanto el zumbido de un taladro, la llegada de una ola o el motor de
un auto a toda velocidad, siendo la velocidad, según Hicks, una marca esencial en el rock
de garaje (1999: 26). En resumen, la influencia de la armonía del rock n roll, el ritmo
Un grito del cantante marca el inicio de la primera estrofa de la canción. El patrón rítmico
pasa de inmediato a un backbeat con un doble acento en el segundo y cuarto pulso, cuya
combinación con la armonía del blues de doce compases evocan la estructura rítmica y
armónica típica de los twists que se bailaban en la época. La voz del cantante se articula
con el gruñido que, según Hicks, caracterizó a algunos cantantes de rock de garaje (1999:
que evoca el timbre de fuzz-tone que muchas bandas de garaje utilizaban en esa misma
38
Demoler, demoler, demoler, demoler
podría sugerir la personalidad que se construye en el punk inglés: la del urgente opositor
a las instituciones sociales que odia y desprecia. Pero, al mismo tiempo, uno podría
musicales –básicamente los de una canción bailable de pop juvenil de mediados los años
sesenta y del rock de garaje de mediados de la misma década– invitan a escoger la segunda
contexto, al igual que el de las bandas de rock de garaje, es el de mediados de los años
sesenta, y Los Saicos, al igual que muchas bandas de garaje, buscó ingresar al mundo del
39
The Sex Pistols. En ese sentido, no puede decirse que Los Saicos haya sido una banda
que presagió el punk inglés de mediados de los setenta. Pero sí puede decirse que
adolescentes frustrados– fue el de una banda de garaje de mediados de los años sesenta.
40
CAPÍTULO III
HISTORIOGRÁFICO
Los Saicos fue un grupo peruano que surgió bajo la influencia de la música juvenil de los
ídolos adolescentes y conjuntos de rock ’n’ roll. Siendo parte de una tradición de música
juvenil que se remontaba a Elvis Presley y Little Richard, que recogía parámetros
musicales del twist y la música surf, y que se articulaba sin problemas con los primeros
discos de The Beatles y The Rolling Stones, Los Saicos innovó sobre estos referentes
para elaborar una propuesta nueva y original, poseedora de una expresividad inédita para
escena subterránea de los años ochenta, donde bandas como Leusemia y Eutanasia
versionaron sus canciones. Hacia finales del siglo XX, tras la reedición española de sus
discos 45 rpm en el álbum Wild Teen Punk From Peru 1965, Los Saicos se convirtió en
una banda que empezó a ser revalorada en los medios de prensa internacionales como
“inventora del punk”, un discurso que luego fue replicado en la prensa local y en las
En esta tesis se postula que etiquetar a Los Saicos como una banda “inventora del punk”
resulta problemático porque implica valorar a un grupo de mediados de los años sesenta
a través de un término polisémico que, a lo largo de diferentes décadas, fue utilizado para
la prensa musical y los críticos de rock de finales de los años setenta trataron de englobar
41
diferentes estéticas bajo el término punk, dejando escapar las peculiares características
que distinguían a estas estéticas entre sí. Por ello, es necesario entender a la música de
Los Saicos en su contexto, identificar las connotaciones que tuvieron las etiquetas que se
les asignaron en Lima a mediados de los años sesenta, y luego, las que se le asignaron en
cada lugar y en cada momento donde su música pasó por un proceso de revaloración.
musical
Entre 1955 y 1956, en los Estados Unidos, los pioneros del rock ’n’ roll grabaron sus
primeros discos para sellos regionales independientes, abriendo así un nuevo circuito de
grandes casas discográficas decidieron ingresar a este nuevo nicho comercial asimilando
a algunas de las primeras estrellas de rock ’n’ roll o bien creando nuevos cantantes que
En 1957 (…) al lado de los contados discos de rock ’n’ roll que podían compararse con
los mejores del año anterior había otros que presagiaban lo que estaba por venir, discos
cuyo sonido estaba determinado más por un productor que por el espíritu desinhibido del
cantante (…) El descubrimiento de que el rock ’n’ roll, después de todo, podía ser
42
de la vieja escuela a darle un giro al idioma musical (…) ahora podían obtener credibilidad
usando cantantes desconocidos –que eran presentados como rocanroleros para grabar
Algo similar ocurrió en Latinoamérica. Si bien el rock ’n’ roll había aparecido en los
Estados Unidos y sus estrellas más conocidas cantaban en inglés, las compañías
’n’ roll para los jóvenes latinoamericanos. Como resultado de esta apertura del mercado
estadounidenses de rock ’n’ roll como Elvis Presley, Little Richard, Larry Williams, Jerry
crearon un nuevo formato de cantante: el ídolo adolescente, con el que también buscaron
captar el interés del segmento juvenil del mercado. Charlie Gillett hace un repaso de los
tópicos de las canciones interpretadas por este tipo de cantante: arreglarse para ir al baile,
llegar al baile, confesar algún tipo de pasión juvenil o mostrar resentimiento frente a la
incomprensión de los adultos (1996: 44). Gillett señala: “Las canciones de este tipo
permitían a los adolescentes reafirmar que sus emociones eran únicas, que tenían un valor
eterno…una nueva generación se identificó con la seriedad con la que estos sentimientos
y experiencias eran descritos en las canciones… hechas para que los jóvenes se
Si bien los cantantes originales de rock ’n’ roll habían logrado recrear la identidad y los
43
desafiante, el ídolo adolescente se encargó de darle forma a los sentimientos más sublimes
de los jóvenes enamorados; en otras palabras, si el cantante de rock ’n’ roll le daba forma
enamoramiento.
Tal como había ocurrido anteriormente con el rock ’n’ roll, la industria discográfica
hispanohablante. En 1961 Enrique Guzmán se separó de Los Teen Tops y se lanzó como
solista con una versión en español de Rain Drops, balada sentimental interpretada
originalmente en inglés por el cantante estadounidense Dee Clark, y luego con una
versión de Put Your Head On My Shoulder, una de las baladas sentimentales más
versiones en español del ídolo adolescente Neil Sedaka, convirtiéndose él mismo, junto
con Guzmán, en uno de los primeros ídolos adolescentes latinoamericanos. Ese mismo
año, en Buenos Aires, la sucursal argentina de RCA acuñó el término nueva ola para
referirse a una colección de discos en la que participaron tres figuras de la música juvenil
En el Perú, los ídolos adolescentes más conocidos fueron Pepe Miranda, Gustavo
Moreno, Pepe Cipolla y Joe Danova, aunque su repertorio no sólo incluyó baladas
sentimentales, sino versiones en español de rock ’n’ roll, twist, canción pop melódica y
éxitos italianos del momento, todas dirigidas al segmento juvenil del mercado
interpretaban era variado, los ídolos juveniles peruanos también fueron catalogados bajo
demuestra que, hacia 1961, en distintos puntos de América Latina, el término nueva ola
44
era usado para designar un mismo fenómeno musical: el de los intérpretes, discos y
Ese mismo año, la disquera peruana Mag lanzó un disco acreditado a Duraznito y sus
Twisters titulado Twist y rock and roll de la nueva ola. El álbum incluía versiones en
español de canciones de twist grabadas originalmente por Chubby Checker y una versión
de Presumida, adaptación al español de una canción de rock ’n’ roll de Cliff Richard que
ya había sido popularizada en México por Enrique Guzmán y Los Teen Tops. En el libro
Beat señalan que las grabaciones de Duraznito realizadas para MAG siguieron el modelo
sello discográfico (2012: 37). El objetivo de estas grabaciones fue producir versiones en
español de las canciones más populares del mercado juvenil estadounidense, para que
éstas pasaran a ser consumidas por los jóvenes locales. Como puede verse en el título del
disco, para que la industria catalogara a estas canciones como nueva ola no importaba si
tenían ritmo de twist o rock ’n’ roll, sino que fuesen reinterpretaciones en español de
programa televisivo El clan del twist, que era transmitido todos los sábados a las 8 de la
noche por Canal 4. El aviso señala que bajo la conducción de Margie Bermejo, la
Santi, Los 3 García, Pepito, Tony Laredo, Los Dakotas, Robby, Paco Daglio, Los Shain’s
45
y Los Saicos. Estos artistas no interpretaban canciones con parámetros musicales
similares, siendo Jimmy Santi un cantante de canciones de pop melódico y Los Saicos y
Los Shain’s bandas de rock de garaje. La etiqueta nueva ola, impuesta, en este caso, por
Pero la etiqueta de nueva ola no fue adscrita únicamente por la industria discográfica,
sino también por los propios artistas. Un ejemplo de ello lo encontramos en una
declaración hecha por Pancho Guevara, baterista de Los Saicos, un grupo que, en
diario Extra, donde el redactor presenta a Los Saicos como “los nuevos reyes de la nueva
ola, el baterista pronostica futuros éxitos para su banda porque: “la nueva ola gusta en
En conclusión, entre 1961 y 1965, en el Perú existió un acuerdo tácito entre artistas,
segmento juvenil del mercado discográfico. Como ya se ha señalado, esta música incluyó
tanto al rock ’n’ roll como al twist, al rock de garaje, al pop melódico y a la balada
romántica. Los jóvenes, por su parte, usaron estas canciones para hacerlas cumplir las
funciones sociales que Simon Frith asocia con los géneros de la música popular: se
identificaron con ellas para articular su identidad como jóvenes y también para darle
sentido a la emoción que les producía enamorarse por primera vez (1987: 264-265).
a sus funciones sociales, la nueva ola puede concebirse como un género musical. En
términos amplios, la nueva ola fue la versión en español de la música popular anglosajona
46
e italiana orientada al segmento juvenil del mercado discográfico latinoamericano,
integrada, a su vez, por sub-géneros como el rock ’n’ roll, el twist, el rock de garaje, el
De ello se sigue que, en el Perú, entre 1961 y 1965, la nueva ola fue concebida como un
género musical que abarcó a toda versión en español de la música popular anglosajona e
orientados por la industria discográfica al segmento juvenil del mercado peruano, puesto
que esta era la música que cumplía la función social de articular la identidad y expresar
Habiendo establecido esta noción de nueva ola como género musical, se propone que el
término nueva ola también pueda ser usado para referir a una escena musical. En su
music”, Will Straw señala que una escena musical es: “la actualización de un estado
lo que Straw entiende por estilo y se le reemplaza por la nueva ola como género musical,
entonces las relaciones que existieron entre varias poblaciones y grupos sociales
alrededor de la nueva ola permiten entenderla como una escena musical compuesta por
En este sentido, si la nueva ola fue asumida como un género musical, entonces este género
constituyó una escena en tanto articulaba las relaciones entre artistas, consumidores de
47
3.1.2. El rock y la nueva ola: la construcción historiográfica de una oposición estética
Se ha propuesto que, en el Perú, a mediados de los años sesenta, la nueva ola concebida
como género musical abarcó a toda versión en español de la música popular anglosajona
orientados por la industria discográfica al segmento juvenil del mercado peruano, puesto
que esta era la música que cumplía la función social de articular la identidad y expresar
Esta concepción de la nueva ola permite concebir al rock ’n’ roll, al twist, al rock de
garaje, a la canción melódica y a la balada romántica como parte de la nueva ola, tal como
los concibieron los artistas, los oyentes, los sellos discográficos y los medios de
si “escena” es un término que refiere a las relaciones que artistas, consumidores de discos,
como nueva ola, entonces el término nueva ola también puede referir a la escena musical
En este punto es necesario señalar que esta nueva aproximación a la nueva ola es
incompatible con la noción de nueva ola que se ha propuesto en la historiografía del rock
peruano. En su libro Demoler. Un viaje personal por la primera escena del rock en el
Perú 1957-1975, Carlos Torres Rotondo exige hacer un deslinde entre la nueva ola y el
La nueva ola es una variante del bolero, la canción italiana y las baladas…Está
interpretadas por solistas y no por grupos…Los más importantes nuevaoleros fueron Pepe
Miranda, Rulli Rendo, Joe Danova, Jimmy Santi, entre otros. Por obvias razones de estilo
musical no aparecen en este libro, pese a que el rock y la nueva ola en un momento son
48
fenómenos vecinos, a veces entrecruzados…en casi todos los medios periodísticos de la
época se confunde a la nueva ola con el rock, por lo que la única diferencia actualmente
la puede dar quien escucha las grabaciones que quedaron (Torres 2009: 33-34).
Pedro Cornejo Guinassi también define a la nueva ola en términos puramente musicales.
En su libro Alta tensión. Breve historia del rock en el Perú escribe: “Fue en ese contexto
que apareció lo que se denominó nueva ola, una corriente musical caracterizada por un
Torres Rotondo y Cornejo Guinassi reducen la nueva ola a un estilo musical cuyas
características lo vinculan con la canción pop melódica, la balada sentimental y los ídolos
adolescentes. Torres Rotondo también señala que los medios periodísticos de la época
confundieron a la nueva ola con el rock (Torres 2009: 33-34). Pero, como ya se ha
señalado, los medios periodísticos de la época no confundieron a la nueva ola con el rock,
sino que concibieron a las canciones de rock ’n’ roll, twist, rock de garaje, pop melódico,
La oposición entre rock y nueva ola vuelve a aparecer en Demoler. El rock en el Perú
1965-1975, la segunda edición del libro de Torres Rotondo, donde el autor describe las
años sesenta– de la siguiente manera: “Se alternaban bandas de rock y solistas de nueva
ola, quienes cantaban con pista mientras los músicos cambiaban e instalaban los
comedias playeras con Anette Funicello y Frankie Avalon, a quien habían nombrado el
49
Tal como lo demuestran las portadas de discos, los anuncios publicitarios y las
declaraciones de los propios artistas, entre 1961 y 1965, en el Perú, no hubo una oposición
entre el rock y la nueva ola, porque, como ya se ha señalado, la nueva ola incluyó al rock
’n’ roll, al twist, al rock de garaje, al pop melódico y a las baladas. Los grupos que en los
libros de Torres Rotondo y Cornejo Guinassi son etiquetados como bandas de rock, eran
Para entender la incompatibilidad conceptual entre los historiadores del rock peruano y
los integrantes de la escena de la nueva ola peruana de mediados de los años sesenta es
importante recordar que la oposición entre rock y nueva ola es un discurso que surge a
posteriori, cuando la cultura del rock ya ha establecido para sí misma una ideología de
música pop y esta oposición se vuelve aún más aguda cuando, desde los años ochenta, el
término nueva ola empieza a usarse para referir al circuito nostálgico de viejos ídolos
juveniles de los años sesenta que ya nada tenían en común con los rockeros de los años
ochenta.
Según Keir Keightley la ideología de la autenticidad, establecida por la cultura del rock
desde finales de los años sesenta, afirma que los rockeros deben tocar sus propios
Auténtico designa a la música, los músicos y las experiencias musicales que parecen ser
autenticidad no es algo en la música, aunque uno la experimenta de este modo, y cree que
puede ser escuchada y tener una forma material. Pero, en realidad, la autenticidad es un
50
valor, una cualidad que le adscribimos a relaciones percibidas entre la música, las
mediación. Un cantante que no canta, sino hace mímica, no es auténtico; un artista que
Dentro de la cultura del rock, la valoración de los artistas que escriben sus propias
canciones es clave para entender esta preocupación con la mediación. Tal como ocurre
con la palabra autenticidad, la palabra autor está etimológicamente conectada con el yo.
sospecha de aquellos cantantes o músicos que no son autores, que no están involucrados
rock como una cultura musical que se separa de las músicas populares que la originaron
–el rock n roll, el twist, la música surf– y que era preciso dejar atrás si es que el rock
ocurrió a partir de 1965, cuando los ideales de autenticidad de la cultura folk y los
incorporados y popularizados por estrellas de la música pop como The Beatles, The Beach
Boys y The Byrds. Entre 1961 y 1965, en el Perú, la autenticidad no era un criterio para
valorar la música juvenil de la época, pero Torres Rotondo y Cornejo Guinassi escriben
sus historias como si así lo hubiera sido. Es por ello que Torres Rotondo subraya el hecho
de que los solistas de la nueva ola cantaban con pistas, mientras los rockeros –los
“músicos” los llama, para situarlos en una jerarquía artística superior a la de los ídolos
51
adolescentes– instalaban sus propios instrumentos (Torres 2018: 39). Este criterio,
anacrónico para analizar la música popular urbana del Perú entre 1961 y 1965, lleva a los
autores a distinguir a las bandas que tocaban sus propios instrumentos y en ocasiones
escribían sus propios temas, de aquellos solistas que interpretaban canciones escritas por
ideologizada que estos autores distinguen entre la práctica del rock y de la nueva ola
15) o entre “intérpretes” y “conjuntos” (Torres 2009: 33-34), cuando, en realidad, como
ya se ha señalado, lo que estos autores conciben como rock era concebido a mediados de
Entre 1961 y 1965, en el Perú, no hubo mayor oposición entre las bandas que Torres
Rotondo y Cornejo Guinassi llaman bandas de rock y los cantantes que califican como
cantantes de nueva ola. De hecho, Los Saicos, la banda considerada por el Diccionario
(2011: 239), fue catalogada en su época por la prensa y sus propios integrantes como una
redactor presenta al grupo como “los nuevos reyes de la nueva ola”. El texto incluye,
además, un comentario del baterista de la banda, Pancho Guevara, que refuerza la etiqueta
al pronosticar futuros éxitos para su grupo porque “la nueva ola gusta en todas partes, y
52
En lugar de tratar de entender por qué a mediados de los años sesenta la prensa podía
calificar a una banda de rock como Los Saicos como una banda de nueva ola, Torres
Rotondo afirma que se trata de una confusión por parte de los periodistas (2009: 33-34).
Pero las dos nuevas acepciones de nueva ola que se han propuesto en el apartado anterior
–como género musical y como escena musical– resuelven esta aparente contradicción. A
partir de lo expuesto, se sigue que una banda como Los Saicos puede ser concebida como
paramusicales que hoy asociamos con la música rock, sin ser inconsistente con el hecho
de que, a mediados de los años sesenta, en el Perú, se les haya considerado como un grupo
de nueva ola. Los Saicos fueron un grupo de nueva ola porque, a mediados de los años
sesenta, en el Perú, lo que la historiografía concibe como rock era concebido como parte
de la nueva ola
El primer escenario en el que la música de Los Saicos se percibió como música punk fue
en la escena subterránea de los años ochenta. En Alta Tensión: Breve Historia del Rock
Estimulados por la filosofía punk del do it yourself (hazlo tú mismo) y agrupados bajo la
rockeros que, con una sensibilidad insolente, descreída y revoltosa, puso de vuelta y
media al circuito local. Surgido en medio del desgobierno que caracterizó la última etapa
del segundo régimen de Fernando Belaúnde, el rock subterráneo expresó, por otro lado,
la indignación de una parte de la juventud peruana ante lo que el filósofo italiano Norberto
Bobbio denominó “las promesas incumplidas de la democracia”. No hay que olvidar que
el retorno a la democracia luego de doce años de dictadura había generado una enorme
53
expectativa, especialmente entre los jóvenes que por primera vez vivían una experiencia
de ese tipo. De ahí su frustración ante el fracaso de un orden social, económico y político
que ellos sentían que los había decepcionado. De ahí también las furiosas diatribas
“contra el sistema” que poblaron las canciones de los grupos subterráneos (Cornejo 2018:
85-86).
los años sesenta, la escena de rock subterráneo no formaba parte de la industria del
proporcionándole baladas con las que articulasen su experiencia del primer amor o
adolescencia, sino, más bien, a articular un descontento social desde el que las
Guinassi:
movimiento de rock subterráneo. Formada en 1983 por Daniel F. –una figura que con los
años se volvería virtualmente mítica– en guitarra y voz, Leo Scoria en el bajo y Kimba
Vilis en la batería –a quienes se sumaría luego Raúl Montañez en la otra guitarra– esta
banda emergió del anonimato para inundar las calles limeñas con sus pintas y tomar por
asalto todo escenario que se les pusiera delante para vomitar un pestífero y maloliente
rocanrol que tenía tanto del sonido merseybeat de principios de los sesenta como del punk
Los conciertos de rock subterráneo donde surgió Leusemia entre 1984 y 1985 podían
54
en contra de los Estados Unidos con consignas como Yanquis Go Home, las bandas
llevaban nombres como Sociedad de Mierda y Ataque Frontal, y entre el público y entre
los propios músicos se podía distinguir ropas pintadas con frases que llamaban a la
anarquía. Este fue el contexto en el que Leusemia interpretó Demolición, la canción más
En el contexto de la nueva ola Demolición podía haber caído bajo la noción de rock de
través de un acto de veloz e iracunda rebeldía–, pero en el contexto del rock subterráneo
diatriba’ contra el sistema” (Cornejo 2018: 85-86). En este nuevo contexto, Demolición
puede caer bajo la noción de punk inglés como hecho estético, es decir, como una urgente
La versión de Leusemia es reveladora porque muestra cuáles son los cambios que
Demolición tuvo que pasar para poder calzar en el repertorio de una banda de rock
los acentos del tom entre el segundo y tercer pulso y entre el tercer y cuarto pulso, dejando
únicamente la mónada rítmica acentuando los cuatro pulsos del compás de 4/4, lo cual
Holidays in the Sun de The Sex Pistols. Por otro lado, en esta sección introductoria la
que remite a la música surf instrumental– sino una pulsación de ocho pulsos por compás
tocada en una sola cuerda, como el bajo de una canción de The Ramones o como el pulso
55
que sigue The Sex Pistols en la introducción a Anarchy in the UK. En la primera estrofa
primer lugar, si bien el patrón rítmico de la batería sigue siendo un backbeat, el acento en
el segundo y tercer pulso de la versión original era matizado con un segundo golpe tocado
inmediatamente después de estos acentos, el cual le añadía una síncopa que invitaba al
baile; en la versión de Leusemia este golpe es eliminado dejando un patrón mucho más
lineal, similar al de las canciones de Ramones. El bajo, por su parte, hace a un lado la
síncopa de la versión original para tocar una línea de ocho pulsos sobre el compás de 4/4,
al estilo de grupos punks como Ramones y los Sex Pistols. La guitarra, al igual que las
guitarras de estos grupos, es una guitarra distorsionada que toca los acordes sobre los
ocho pulsos que el bajo está marcando sobre el compás de 4/4, una combinación de
patrones que –como se vio en el ejemplo de los Sex Pistols en el capítulo II– crea la
sensación de estar inmersos en una mónada rítmica, aunque la batería toque un patrón de
backbeat.
política en el que estaba situada la escena de rock subterráneo de los ochenta hace que la
una urgente oposición a las instituciones sociales. En otras palabras, pasa de ser una
canción que cae bajo la noción de rock de garaje como hecho estético a una que cae bajo
Demolición pudo caer bajo la noción de punk británico como hecho estético. Pero esto no
quiere decir que la versión original de la canción haya caído bajo esta misma noción; sus
56
parámetros musicales y el contexto en el que fue escrita y grabada la hicieron caer, más
bien, bajo la noción de rock de garaje como hecho estético. En una entrevista con Pedro
¿Crees tú que se pueda hablar de algunos grupos de los sesentas como pilares del rock
peruano?
No, ninguno.
No, porque no hay ninguna conexión entre lo que hicieron esos grupos y lo que se hizo
después. Es como escuchar música del siglo XV, una cosa bien lejana. La prueba de ello
es que, hasta donde sé, no hay ningún grupo peruano de los ochentas en adelante que
reivindique a, o que base su sonido en, alguna banda de los sesentas como su influencia.
Y si lo hace ahorita es porque ya salieron a la luz discos de esa época. Pero no hay una
grupos que nacieron en los ochentas se basaron en música foránea. En cambio, los grupos
peruanos que aparecen a partir de 1986-1987 se agarran de los grupos que surgieron en
influyó a la movida subterránea de los años ochenta y que las bandas de esta escena
estuvieron influenciadas, más bien, por bandas extranjeras, las cuales, en virtud de los
bandas de punk como The Sex Pistols y Ramones. En ese sentido, es claro también que
Daniel F. es consciente de que hay una diferencia entre Los Saicos y las bandas de punk
de la nueva ola de los años sesenta, no puede ser entendida como una canción de punk en
57
La respuesta de Daniel F. también señala otro hecho importante: el contexto de la movida
condiciones de posibilidad que permitieron que en los años ochenta esta canción fuera
escuchada como una canción de punk, pero esto no implica que Los Saicos haya sido una
banda punk que se adelantó a su tiempo, ni que haya inventado el punk, sino que una de
sus canciones fue transformada y recontextualizada de tal modo que pudo ser escuchada
como una canción de punk. En todo caso, esta reinvención de Demolición como una
Wild Teen Punk From Peru 1965, el nombre del disco editado en 1999 por el sello español
Electro-Harmonix, en el que se recopilaron los seis 45 rpm de Los Saicos, fue el primer
hecho motivó que diarios como The Guardian y The Huffington Post publicaran artículos
con titulares como “¿Dónde nació el punk? En un cine en Perú” (Watts y Collins 2012),
dando inicio a un discurso mediático que presentó a Los Saicos como una banda
“inventora del punk”, discurso replicado en la historiografía del rock peruano. En este
último apartado se muestra cuál fue el contexto en el que el sello Electro-Harmonix aplicó
el término punk a la música de Los Saicos, se sacan a la luz los malentendidos que la
polisemia inherente al término punk generó en los medios de comunicación que cubrieron
historiografía del rock peruano, donde se cimentó el discurso de que Los Saicos fue uno
58
3.3.1 La reedición punk de Los Saicos en España
En 1999 el sello discográfico español Electro-Harmonix editó Wild Teen Punk From Peru
1965, un disco 33 rpm que recopila los seis 45 rpm que la banda Los Saicos lanzó entre
1965 y 1966. El título del disco catalogó a la música de Los Saicos como punk
británico de finales de los setenta. Esta ambivalencia llama a poner el disco en el contexto
de Los Saicos.
Los Robbins, The Cambridge Stones, Los Temerarios, The Knacks, Los Monjes, Los
Yaki y Los Blue’s Men, bandas latinoamericanas de rock de garaje de mediados los años
sesenta. Este hecho indica que la acepción de punk que se está usando en Wild Teen Punk
From Peru 1965 es aquella que Lester Bangs, Dave Marsh y Lenny Kaye usaron a
comienzos de los años setenta; esto es, una que refiere al rock de garaje de mediados de
los años sesenta. El hecho de que el título refiera a un punk adolescente subraya aún más
una de las características del rock de garaje: su narrativa de un joven frustrado que
La ambigüedad con respecto a la acepción de punk en Wild Teen Punk From Peru 1965
es reforzada en las notas que acompañan al disco, escritas por Paul Hurtado de Mendoza.
En ellas se lee:
Los Saicos practicaron el lujo de su odio visceral sin ningún tipo de mordaza y
conectaron con el gran público. Conjugaron rabia, arrogancia, anarquía, con letras
59
canciones dura más de 2:30 minutos) en la más clara actitud punk de la costa oeste
sudamericana. Su rollo salvaje no tenía absolutamente nada que ver con lo que se
Seus Blue Caps) o México (Enrique Guzmán y los Teen Tops) Lo suyo fue una
auténtica amenaza social. Esta reedición va más allá de lo anecdótico: Los Saicos
En estas notas, Hurtado de Mendoza está concibiendo a Los Saicos desde la estética del
punk británico. Lo que en los años sesenta pudo percibirse como la música de un grupo
de adolescentes que expresó su rebeldía en un acto de violencia contra la estación del tren
para crear una imagen de veloz, ruidosa e insolente masculinidad, en el texto de Hurtado
de Mendoza es identificado con expresiones propias del punk británico: odio y amenaza
social. El autor añade que estas características convierten a Los Saicos en un grupo punk
discurso de que el rock de garaje de los sesenta es la raíz del punk británico de finales de
Si bien por un lado la reedición española de Los Saicos aparece dentro del catálogo de un
sello discográfico que ubica a la banda peruana en el universo del rock de garaje de los
años sesenta, las notas de Hurtado de Mendoza presentan a Los Saicos como una banda
precursora del punk británico de finales de los años setenta. En ese sentido, las notas de
Hurtado de Mendoza son el inicio del discurso de que Los Saicos fue un grupo precursor
del punk, siendo punk un término que en este caso refiere al punk británico de finales de
En resumen, Wild Teen Punk From Peru 1965 es una reedición punk de Los Saicos que
sugiere dos interpretaciones del término punk: primero, en el título, como garaje rock de
60
mediados de los años sesenta, y segundo, en las notas de Hurtado de Mendoza, como
punk británico de finales de los años setenta. Ambas acepciones serán recogidas en la
Una de las primeras reacciones del periodismo peruano al lanzamiento de Wild Teen Punk
From Perú 1965 se encuentra en la entrevista a Rolando Carpio, guitarrista de Los Saicos,
publicada en el número tres de Sótano Beat, un fanzine dedicado al rock de garaje cuyos
se evita cualquier mención del término punk y se usa una terminología especializada en
ritmos y estilos de la música juvenil de mediados de los años sesenta. En una sección de
Por esa época estaba de moda el surf, Beach Boys, etcétera, entonces Demolición
algo de eso tiene, ese zumbido de guitarra al principio, eso significaba una ola.
Tiene el patrón del rock, pero los compases han sido alargados, el rock es algo
En contraste con el texto de Hurtado de Mendoza, que presenta a Los Saicos como una
periodístico local como una banda de música juvenil de mediados de los años sesenta.
61
Cuatro años más tarde, en el diario El Comercio encontramos una nota en la que se
de los años 60- salpicando un género por ese entonces insólito y que más tarde iba a
excelsa crudeza, contestatarios y rebeldes nutrieron sus valijas” (El Comercio 2006).
Este artículo periodístico recoge, más bien, el discurso expuesto por Hurtado de Mendoza
en sus notas a Wild Teen Punk From Perú 1965; siendo Los Saicos presentado como un
reza: “En este lugar nació el movimiento punk rock en el mundo (...) Fueron los primeros
en grabar únicamente temas propios en todo Sudamérica anticipando el sonido que a fines
discursos sobre Los Saicos: el primero, relatado por el fanzine Sótano Beat, presentaba a
Los Saicos como una banda de música juvenil de mediados de los años sesenta; el
62
3.3.2.2 El discurso en la prensa extranjera
En 2010 el sello español Munster Records lanzó ¡Demolición! The Complete Recordings,
una nueva recopilación de todos los 45 rpm de Los Saicos. La relación entre Los Saicos
y el punk rock es abordada en las notas que acompañan al disco, donde Fidel Gutiérrez,
todos asistirían a la develación de la placa, en la que, entre otros halagos a su ‘rock ’n’
roll agresivo y salvaje’, al cuarteto limeño se le reconoce haber anticipado el punk rock”
(Gutiérrez, 2010: 4). Al describir Demolición, Gutiérrez usa, como los periodistas de
Sótano Beat, etiquetas propias de la música juvenil de los años sesenta: “síntesis de surf
music, rock and roll y twist” (Gutiérrez 2010: 21). En ese sentido, esta segunda reedición
europea de Los Saicos trae un discurso que los presenta como una banda juvenil de los
años sesenta.
De todos modos, el discurso que presenta a Los Saicos como “precursores del punk” fue
No, no fue en Nueva York de 1974. No fue con los Ramones ni con la caterva de bandas
que cada fin de semana se reunían en el hoy desaparecido CBGB (...) Pero tampoco
sucedió en Londres de 1976, cuando los Sex Pistols se encontraban a la cabeza de una
avanzada que, al son de tres acordes hastiados de la sofisticación del rock, empujada por
Sudamérica. Sí, más precisamente en la ciudad de Lima, con el grupo Los Saicos. Por lo
menos así lo señala la placa que la Municipalidad de Lince, barrio natal del combinado
63
El lanzamiento de ¡Demolición! The Complete Recordings, la mención del grupo en el
Europa y Latinoamérica en 2011 sirvieron para revivir el interés por Los Saicos en la
artículo titulado: “Ni Sex Pistols, ni Ramones; el punk empezó en Perú y en español”,
donde el periodista Julio García señala: “Lo dice el recientemente publicado Diccionario
los años 1970 en Londres ni en Nueva York, sino en Perú, específicamente en el distrito
de Lince” (García 2011). Este fue el primero en una serie de artículos que aparecieron en
la prensa extranjera donde se declaraba a Los Saicos como “inventores del punk”.
El 14 de septiembre de 2012, el portal web del periódico inglés The Guardian publicó el
artículo “Where Did Punk Begin?” A Cinema in Perú” (“¿Dónde nació el punk? En un
Es una pregunta que ha sido objeto de debate desde hace muchos años: ¿dónde empezó
el punk rock? ¿Fue concebido en las trastiendas de los pubs londinenses o saltó a la vida
completamente formado en los bares de Nueva York? Pocos se imaginan que el género
que revolucionó la música nació en un cine en la capital peruana de Lima. Una década
antes que The Ramones, The New York Dolls y The Sex Pistols tocaran un acorde de
furia, la banda peruana Los Saicos estaba gritando, acelerando y tomando su camino hacia
El 22 de octubre de 2012 el portal web del diario español El País publicó el artículo “El
punk nació en Perú”, donde se dice: “A mediados de los 60 en Lima, Los Saicos se
sacaron de la manga un nuevo estilo y de paso se saltaron una década de la historia del
64
El 12 de agosto de 2013, el portal de crítica musical Noisey lanzó un mini-documental
con el título “Was Punk Rock Born in Peru?” (¿Nació el punk en Perú?”), en el que
Saicos fue la primera banda de punk. En él, Legs McNeil, el creador de la revista Punk,
la primera en trazar una línea de filiación entre el rock de garaje, el punk estadounidense
artículo “Meet Los Saicos, The Peruvian Band Credited With Inventing Punk Rock”
(“Conoce a Los Saicos, la banda peruana señalada como inventora del punk rock”), donde
se lee:
Un documental de Noisey está echando luz sobre la que podría ser la primera banda de
punk en el mundo. El grupo se llamó Los Saicos, integrado por cuatro caballeros llamados
Erwin Flores, Rolando Carpio, César “Papi” Castrillón y Pancho Guevara, quienes
tocaron juntos durante aproximadamente dos años en los sesenta. Canalizando suficiente
rabia y sensibilidad garajera, este grupo de músicos amateur combinaron psychobilly con
surf rock una década antes de que el punk llegara a las costas de Inglaterra o los oscuros
El 26 de agosto de 2013, el portal web Dangerous Minds publicó el artículo “If Peru’s
Los Saicos Aren’t the First Punk Band, They’re Pretty Close”, donde se lee:
Saicos no tuvieron mayor influencia al norte del Ecuador. Pero están lo suficientemente
cerca como para ameritar la discusión, definitivamente. Yo pienso en ellos como los
65
En resumen, entre 2011 y 2013 dos discursos se desarrollaron en paralelo: por un lado, la
reedición española renovó el discurso de que Los Saicos debía ser revalorada como una
banda de música juvenil de mediados de los años sesenta, por otro, la prensa extranjera
empezó una fuerte diseminación del discurso de que Los Saicos eran quizás “los
Perú. 1975-1975. En él, Carlos Torres Rotondo señala: “The Sonics en Seattle, The Seeds
en Los Ángeles, The Godz en Nueva York, The Monks en Hamburgo y Los Saicos en el
de adrenalina que resucitaría al rock en el Londres punk de 1977” (Torres 2009: 43). En
este pasaje, Torres Rotondo está retomando el discurso del rock de garaje como raíz del
punk que fue desarrollado a finales de los años setenta por periodistas estadounidenses
Este discurso ya había sido reactivado diez años antes del libro de Torres Rotondo, en las
notas de Paul Hurtado de Mendoza a Wild Teen Punk From Peru 1965, donde se señala
que Los Saicos fue una banda de “punks adelantados a su tiempo”, adscribiéndoles
66
de Lince, y termina por establecerlo dentro de la historiografía del rock local al validarlo
Tras la publicación del libro de Torres Rotondo, el discurso que establece a Los Saicos
(España y Latinoamérica) editado por la revista española Zona de Obras (Zona de Obras,
2011) y luego en los artículos periodísticos aparecidos en el extranjero entre los años 2012
y 2013. Casi diez años después del libro de Torres Rotondo, y casi dos décadas después
del surgimiento del discurso que presenta a Los Saicos como una banda “inventora del
punk”, el historiador del rock peruano Pedro Cornejo Guinassi pone en duda esta etiqueta
en su libro Alta tensión: breve historia del punk en el Perú. Al escribir sobre Demolición,
Cornejo Guinassi señala: “un verdadero himno dizque ‘punk’ en una época en la que el
El hecho de que Los Saicos hayan sido reconstruidos como “inventores del punk” tanto
diccionarios de música popular y una historia del rock peruano hace necesaria una
Una de las causas de la creencia de que Los Saicos fue uno de los grupos que “inventaron
el punk” proviene de la polisemia del término punk y de cómo el disco que originó el
etiquetado –Wild Teen Punk From Peru 1965– mantuvo una ambigüedad con el género
que supuestamente estaba designando. Una cara de esta polisemia, fácilmente captada por
punk refiera a una variedad de rock de garaje de mediados de los sesenta: el garaje punk.
La otra, sugerida por las notas de Paul Hurtado de Mendoza que acompañan el disco, es
que el término punk refiera al punk británico de finales de los 70 y que Los Saicos haya
establecen que el término punk, en el caso de Los Saicos, refiere a rock de garaje de los
Esta segunda posibilidad, la idea de que Los Saicos fue un grupo de punk adelantado a su
tiempo tiene su base en la crítica musical estadounidense de finales de los setenta, que
crea el discurso de que todos los géneros referidos por el término punk comparten una
misma filiación y que el más antiguo, el rock de garaje, es la raíz de todos los posteriores
referentes del término punk. Nuevamente, las nociones de rock de garaje y de punk
británico como hechos estéticos muestran las profundas distinciones entre ambos géneros,
anulando la posibilidad de que una banda que practicó el primero haya podido, al mismo
68
CONCLUSIONES
El término punk tuvo tres acepciones distintas en los años setenta del siglo XX. A
estadounidenses lo usaron para referirse a las bandas de garaje de mediados de los años
década, el término fue usado para referirse a las bandas de punk británico. El artículo
“Everybody’s Search for Roots (The Roots of Punk, Part 1)”, marcó el inicio de la
filiación de todos los referentes del término punk y de la búsqueda de las raíces del punk
como un tópico dentro de la crítica de rock, al tiempo que ubicaba su punto de partida en
las bandas de garaje de mediados de los años sesenta. La asunción en aquel artículo, de
que es posible encontrar la raíz del punk británico en el rock de garaje, se encuentra en la
británico de finales de los setenta permite observar las diferencias que existieron entre
ambos, así como mostrar las limitaciones que trae la idea de una filiación de todos los
grupos musicales referidos por el término punk. Por un lado, el rock de garaje de
primera mitad de los años setenta, usó parámetros musicales y paramusicales para
punk británico de mediados de los años sesenta, por su parte, usó parámetros musicales y
paramusicales para construir una narrativa que expresa un odio urgente, opositor a las
instituciones sociales, a las que quiere destruir. Desde esta perspectiva estética, la música
69
de Los Saicos se ajusta a la concepción de rock de garaje de mediados de los años sesenta,
peruanos etiquetaron a Los Saicos como un grupo de nueva ola. En la historiografía del
rock peruano, este hecho es considerado un error, ya que, según algunos autores, Los
Saicos no fue una banda de nueva ola, sino una ¨banda de rock¨. Un análisis de este
etiquetado situado en su contexto histórico muestra que el rock de garaje formó parte de
la escena de la nueva ola. Se sigue, entonces, que no hay contradicción alguna en que Los
Saicos haya sido etiquetado como un grupo de rock y, al mismo tiempo, como un grupo
de nueva ola.
musicales por parte de las bandas de rock subterráneo para adaptarla a los de las canciones
de punk británico.
El discurso que, en la historiografía del rock peruano, señala a Los Saicos como
“inventores del punk” se generó, por un lado, en el ambiguo uso del término punk en la
reedición europea de los discos 45 rpm de Los Saicos, un hecho que estuvo apoyado, por
un lado, en las diferentes acepciones que el término punk tuvo a lo largo de los años
setenta y, por otro lado, en la asunción de que es posible encontrar la raíz del punk
británico en el rock de garaje de mediados de los años sesenta. El hecho de que el rock de
71
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