El Fin de La Sociedad La Nueva No Socied
El Fin de La Sociedad La Nueva No Socied
El Fin de La Sociedad La Nueva No Socied
La nueva “no sociedad” que se vislumbra durante la pandemia trae consigo una nueva
serie de realidades que no arroja de bruces a la distopía que anunciaban alguna de las mejores
películas de ciencia ficción. Vamos a destacar algunas de ellas:
-El teletrabajo como robo de los últimos reductos del espacio propio e íntimo, la
“autoexplotación” perfecta, es la fase final de la misma que ya anunciaba Biung-Chun Hal. No
habrá posibilidad de descansar, en constante alerta, siempre conectados, dependientes y con
la frustración de no poder llegar a controlar el flujo de información que nos llega digitalmente
y que se impone a las necesidades cotidianas de la vida real, en una situación similar a la del
adicto, que desea su dosis, aunque sepa que descuida su propia vida, familia, amistades y que
tales vorágines de descontrol le llevan a su autodestrucción.
-El germen de una nueva “no sociedad” amparada en cuatro realidades que gracias a
las pandemia han llegado para quedarse o que se han consolidado de un modo radical y que
son: la inteligencia artificial, las tecnologías de control de personas, las redes sociales y la
conexión continua, que van a permitir crear una sociedad mixta entre tres películas distópicas,
la primera Gattaca, donde el proceso de “hipersalud” del que habla Byung –Chul Han se va a
exacerbar todavía más en años venideros, la otra Minoritty Report, donde antes de que un ser
humano piense sobre algún tema ya habrán sido intuidas con gran precisión cual va a ser su
acción sobre el mismo gracias al Big Data, el “precrimen” de Minoritty Report será la
“preacción” en la sociedad postcovid, la pérdida definitiva del “libre albedrío”, la
predestinación calvinista se hará realidad por primera vez gracias a internet ,en palabras de
Eric Sadin “estos sistemas constituyen un órgano capaz de valorar la realidad de una manera
más fiable que nosotros mismos y revelarnos dimensiones, hasta ahora escondidas, de nuestra
conciencia” y finalmente ”Surrogates” (los Sustitutos) donde el mundo virtual acaba
comiéndose el mundo real hasta el punto de que los personajes (ahora mismo las personas
durante el confinamiento) abandonan al estar siempre en casa las más mínimas normas de
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civismo e higiene amparados en que el cumplimiento de estas normas resta tiempo para ser
más productivos.
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cero) y tecnologías no invasivas con medioambiente que no podrán ser aceptadas por China
que no está dispuesta a que Europa después de subir por la escalera que lleva al bienestar
quiera arrojarla al suelo para que otros no puedan subir.
Guilluy afirma que está gente del bloque popular “pertenece a una clase media
debilitada –obreros, empleados, trabajadores independientes- que vive en los territorios
donde menos empleo se crea y en un contexto económico difícil. Eso no quiere decir que sean
pobres, porque la mayoría trabaja, sino que no tienen sitio en el modelo mundializado. Son las
zonas rurales y las ciudades pequeñas y medianas”. Son personas cuya crisis aparece a partir
del año 2000 cuando el proceso de desindustrialización y exclusión de categorías sociales cada
vez más numerosas se va acentuando hasta precipitarse durante el inicio de esta pandemia en
un proceso que amenaza cuando ésta acabe en ser realmente imparable.
Se ha perdido el respeto por la cultura de buena parte de las clases populares y medias
que se consideraban útiles en el siglo XX y que ahora se ven totalmente relegadas, como una
rémora a la que el “establishment” y la burguesía “cool” ignoran y en cierto modo desprecian
por “cutres”, lo único que pretenden es no parecerse a estas clases populares y a la clase
media dejándolos al albur de salarios precarios y de la ayuda social, siendo cada vez más difícil
trepar por la escala social. Obreros, campesinos, cuadros intermedios, oficinistas se ven
abocados a perseguir un ideal de vida que no pueden alcanzar y a tener que acatar unos
valores que no son los suyos tradicionales a cambio de peores salarios, de trabajos no
“digitalizables” y menor consideración social. Todos no pueden ser millenials que a los
veinticinco años han recorrido los cinco continentes, es más, la pandemia ha puesto de
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manifiesto la vacuidad y la desconsideración con los demás y con el planeta que supone el
concepto “ciudadano universal” y el “no ser de ninguna parte”.
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-Intensificación del proceso que Guilluy denomina “gentrificación”. Las grandes
ciudades se separan del resto del país y proceden a ningunear a “ la France
périphérique”, al “ sur italiano” o la “ España despoblada” en sus demandas políticas,
sociales culturales y económicas, a esa invisibilidad no deseada y propiciada por la
ausencia de noticias en los medios sobre lo que ocurre en el resto del país ( a no ser en
la sección de sucesos), a ese obviarlos menos los fines de semana para salir del estrés
de las grandes urbes para llegar a “provincias” como el que desembarca a la conquista
de un territorio, precisamente de ese sentimiento de desamparo y de verse
menospreciados arrancan colectivos como los Gillets Jaunes, chalecos naranjas
italianos, reivindicaciones de la España despoblada, colectivos de economía circular,
Salvini, Orban, Trumpianos y Brexiters. No van a desaparecer y son caballos similares
con diferente montura para adaptarse a las realidades de su país. Buena parte de las
sociedades occidentales se hayan inmersas en una “guerra civil fría” (España, Reino
Unido, Francia o Estados Unidos) con posiciones irreconciliables propias de una
“emocracia” que ha devorado la democracia y que por el momento se desarrolla
especialmente en las redes sociales y de manera pacífica (no podemos olvidar brotes
vandálicos en algunas manifestaciones).
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“frugales” se están cansando de subvencionar a los que no son tan frugales, sólo hay que ver la
postura de Países Bajos en la negociación.
La “nueva Guerra fría” cada vez será más caliente especialmente en el Mar de China,
en el Ártico, África y la frontera entre India, Pakistán y China. En este nuevo contexto está
dejando de ser necesario guardar las apariencias como hacían los Estados Unidos que querían
creer que eran los” buenos” de la película o al menos hacérselo creer a sus ciudadanos. China
da por asumida la consideración de “villanos” (no respetan los derechos humanos, son una
país comunista al menos nominalmente y por último se les achaca en múltiples foros
internacionales y en algunas cancillerías la creación del virus COVID 19), por eso tienen las
manos prácticamente libres para desarrollar cualquier acción exterior e interior y ha
comenzado a medir su fuerza (expansión por África, Nueva Ruta de la Seda, limitaciones a las
libertades personales en Hong-Kong, presiones territoriales en India y Mar de la China son
buenos ejemplos). Veremos si el nuevo lema de la política exterior norteamericana de que
“fueron mejores amos los norteamericanos que dueños serán los chinos” cala en la opinión
pública europea, aunque de momento el relato lo está perdiendo los Estados Unidos de Trump
porque la gente quiere que le solventen los problemas y China parece que es capaz de
gestionar mejor la pandemia y su relato de eficacia “confucionista” se va imponiendo.
Las salidas a la crisis social, ética, moral y económica que ya venía preparándose desde
hace veinte años a lomos de la globalización y que se ha agravado por la pandemia del COVID
serán fundamentalmente tres, aunque con toda seguridad en años venideros se perfilarán
otras:
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mundo contemporáneo no podemos aspirar a una reflexión más profunda,
simplemente se aspira a una nueva satisfacción inmediata, es la muerte del
argumento racional que lleva a la desobediencia civil, si no hay sociedad que me
defienda, tampoco tengo que obedecer sus normas será una reflexión cada vez
más acentuada en buenas capas de la población
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Bibliografía
-Agathe Cortés. (2020). Eric Sadin: “La pandemia mostró que hacen falta más material y camas
que inteligencia artificial”. 23 de julio de 2020, de Periódico " El País" Sitio web:
https://elpais.com/tecnologia/2020-07-21/eric-sadin-la-pandemia-mostro-que-hacen-falta-
mas-material-y-camas-que-inteligencia-artificial.html
-Quico Alsedo. (2020). La sátira del puritanismo de izquierdas que arrasa en Twitter: "Los
partidarios de esa justicia social son los matones de hoy en día". 23 de julio 2020, de Periódico
El Mundo Sitio web:
https://www.elmundo.es/papel/historias/2020/07/22/5f17220dfc6c83296b8b45d5.html
-Cristhophe Guilluy. (2019). No society: El fin de la clase media occidental. Madrid: Taurus