Una Luz Sobre La Sombra
Una Luz Sobre La Sombra
Una Luz Sobre La Sombra
Palabras preliminares 11
Agradecimientos 15
Prólogo 17
Introducción 23
El Golpe de Estado 33
El terror como política de Estado 39
La DINA 41
Londres 38 45
José Domingo Cañas 46
Venda Sexi o Discoteque 47
Villa Grimaldi 47
Operación Colombo 49
Operación Cóndor 49
Otros Servicios de Inteligencia 51
Comando Conjunto 51
La Central Nacional de Informaciones 52
Universitarios en la represión 54
A la memoria de nuestros compañeros 59
Diana Frida Aron Svigilsky 60
Alejandro Juan Ávalos Davidson 64
Jenny del Carmen Barra Rosales 68
Leopoldo Raúl Benitez Herrera 71
Patricio Biedma Schadewaldt 73
Alan Roberto Bruce Catalán 77
Carmen Cecilia Bueno Cifuentes - Jorge Hernán Müller Silva 80
Mauricio Jean Carrasco Valdivia 83
Ignacio Orlando González Espinosa 85
Luis Enrique González González 89
José Eduardo Jara Aravena 91
Juan Alberto Leiva Vargas 93
José Patricio del Carmen León Gálvez 95
Enrique López Olmedo 98
Víctor Eduardo Oliva Troncoso 99
Jaime Ignacio Ossa Galdames 101
Alicia Viviana Ríos Crocco 106
Juan Carlos Rodríguez Araya 108
Eugenio Ruiz-Tagle Orrego 113
Enrique Antonio Saavedra González 117
Jilberto Patricio Urbina Chamorro 120
Omar Roberto Venturelli Leonelli 125
Héctor Patricio Vergara Doxrud 127
El DUOC 129
Ismael Darío Chávez Lobos 131
María Teresa Eltit Contreras 135
Ángel Gabriel Guerrero Carrillo 138
Samuel del Tránsito Lazo Maldonado 141
Ernesto Igor Ríos Céspedes 143
Testimonios 145
Este libro está dedicado a la memoria de los estudiantes,
profesores y trabajadores de la Pontificia Universidad Católica de Chile
que fueron víctimas del terrorismo de Estado
durante la dictadura militar de Augusto Pinochet.
Ellos dieron sus vidas por una sociedad más justa, humana y fraternal,
en donde los derechos de las mayorías fueran una realidad.
Palabras preliminares
Palabras preliminares
13
14
Agradecimientos
Agradecimientos
16
Prólogo
Prólogo
21
22
Introducción
Introducción
6
Cfr., José Joaquín Brunner, La Universidad Católica y la cultura nacional en los años
sesenta. Los intelectuales tradicionales y el movimiento estudiantil, Santiago de Chile, Flacso,
Documento de trabajo, nº 127, 1981.
7
Verónica Valdivia Ortiz de Zárate, “Nacionales y gremialistas. El ‘parto’ de la nueva
derecha política chilena”, cit.
25
Una luz sobre la sombra - Detenidos desaparecidos y asesinados de la Universidad
13
Ley nº 16,640, publicada en el Diario Oficial del 28 julio de 1967.
14
Italo Calvino, Prefazione a “Il sentiero dei nidi di ragno”, Nona edizione, Torino,
Einaudi, 1980, p. 7.
15
Testimonio de Marcelo Duhalde, miembro electo al Consejo Superior de la UC, año
1971-72 y 1972-73, Paris, 2009.
27
Una luz sobre la sombra - Detenidos desaparecidos y asesinados de la Universidad
16
Ibidem.
28
Introducción
17
Ibidem.
18
Salvador Allende, “Primer mensaje al Congreso Pleno. La vía chilena hacia el
socialismo”, en “Salvador Allende, Obras escogidas”, presentación de Víctor Pey; prólogo de
Joan E. Garcés; compilación de Gonzalo Martner, Ediciones del Centro de Estudios Políticos
Latinoamericanos Simón Bolívar y de la Fundación Presidente Allende (España), Santiago de
Chile, Editorial Antártica, 1992, pp. 324-325.
19
Salvador Allende, “Segundo mensaje al Congreso Pleno. 1972”, en “Salvador Allende,
Obras escogidas”, cit., p. 429 (cursivas nuestras).
20
Salvador Allende, “Primer mensaje al Congreso Pleno. La vía chilena hacia el socialismo”,
en “Salvador Allende, Obras escogidas”, cit., p. 327.
29
Una luz sobre la sombra - Detenidos desaparecidos y asesinados de la Universidad
21
Testimonio de Marcelo Duhalde, miembro electo al Consejo Superior de la UC, año
1971-72 y 1972-73, Paris, 2009.
31
32
Golpe de estado
El Golpe de Estado
26
Trascripción de copia grabada de discurso.
36
Golpe de estado
37
38
Creación de los Servicios de Seguridad
40
Creación de los Servicios de Seguridad
La DINA
Londres 38
36
Lumi Videla Moya, dirigente del MIR, detenida el 21 de septiembre de 1974 en la
Gran Avenida y trasladada a la casa de torturas de José Domindo Cañas, donde es torturada y
asesinada el 4 de noviembre de 1974 y lanzado su cuerpo al interior de la Embajada de Italia.
46
Creación de los Servicios de Seguridad
Villa Grimaldi
Operación Colombo
Operación Cóndor
37
La invitación que hace Manuel Contreras al general de División de la Policía de
Paraguay, Francisco Brites, señala que “Tiene el alto honor de invitarle a una Reunión de Trabajo
de Inteligencia Nacional que se realizará en Santiago de Chile, entre los días 25 de noviembre y
01 de diciembre de 1975”. Documento de proceso “Cóndor”, causa rol N° 2,182-98.
38
Informe de la Jefatura de la Policía de la Capital, Asunción 6 de noviembre de 1975.
Archivos del Horror, Paraguay.
39
Jorge Isaac Fuentes Alarcón, 28 años, casado y padre de un hijo, Sociólogo, miembro
del Comité Central del Movimiento de Izquierda Revolucionaria. Fue trasladado por la DINA
desde Asunción a Santiago de Chile, permaneciendo en Villa Grimaldi hasta el 12 de enero de
1976, fecha en que desaparece del recinto.
50
Creación de los Servicios de Seguridad
Comando Conjunto
53
Una luz sobre la sombra - Detenidos desaparecidos y asesinados de la Universidad
Universitarios en la represión
Diana Frida
Aron Svigilsky
43
Entrevista a dirigente del MIR, Martín Hernández, julio de 1990. Martín Hernández
fue miembro fundador del Movimiento de Izquierda Revolucionaria y para el golpe de Estado
era miembro del Comité Central. Fue detenido por la DINA el 2 de noviembre de 1975, en la
Parroquia de Lo Barnechea donde estaba oculto desde el 17 de octubre de ese año, cuando cae
la Comisión Política del MIR en la Parcela Santa Eugenia de Malloco.
44
María Alicia Gómez Uribe, “La Carola” se transforma en agente y continúa trabajando
en el DINE hasta mediados de los años noventa, jubilándose como profesional de Inteligencia
del Ejército de Chile y vive cómodamente en Santiago. Hasta ahora no ha sido procesada como
responsable de crímenes, a pesar de haber sido la mano derecha del Director de operaciones
de la DINA el año 1976, Pedro Espinoza Bravo, y responsable de las acciones represivas que
terminaron con 104 personas desaparecidas y otros asesinados, entre ellos el estudiante de la
Universidad Católica, Mauricio Jean Carrasco Valdivia. Se negó a declarar a la Comisión Rettig
y las pocas veces que ha declarado a la justicia dice no recordar nada de la época y no tener
información respecto a lo que se le consulta.
61
Una luz sobre la sombra - Detenidos desaparecidos y asesinados de la Universidad
45
Marcia Alejandra Merino Vega, “La Flaca Alejandra” fue una importante militante
del Movimiento de Izquierda Revolucionaria, que luego de ser detenida se transformó en
colaboradora de la DINA y finalmente en agente a sueldo, participando en los operativos en
contra de los militantes del MIR como un agente más, en las torturas de sus compañeros, en
los análisis de inteligencia de los interrogatorios para ver que información habían ocultado sus
ex compañeros y en acciones operativas. En los años 90 fue contactada para que declarara en la
Comisión Rettig. Escribió un libro donde consigna en forma segmentada un poco de información
sobre parte de la época en que fue colaboradora de la DINA y agente de la organización. Hoy
figura entre los beneficiados de la Comisión Nacional sobre la Prisión Política y Tortura, al igual
que quienes fueron torturados por ella.
46
Nancy Guzmán, “Romo, Confesiones de un Torturador”, Premio Editorial Planeta de
Periodismo Investigativo, pág 149.
62
Miembros de la comunidad universitaria asesinados o desaparecidos
63
Una luz sobre la sombra - Detenidos desaparecidos y asesinados de la Universidad
Alejandro Juan
Ávalos Davidson
47 - 48
Entrevista con Beatrice Ávalos Davidson, Santiago, 2010.
65
Una luz sobre la sombra - Detenidos desaparecidos y asesinados de la Universidad
51
Declaración Judicial de Carlos Bombal Otaegui.
52
Declaración Judicial de Jorge Swett Madge.
67
Una luz sobre la sombra - Detenidos desaparecidos y asesinados de la Universidad
53
Entrevista con Margarita Durán, amiga y compañera de prisión de Jenny Barra.
54
Causa rol 06-02-F, Corte de Apelaciones de San Miguel, fojas 2353.
68
Miembros de la comunidad universitaria asesinados o desaparecidos
55 a 58
Margarita Durán.
69
Una luz sobre la sombra - Detenidos desaparecidos y asesinados de la Universidad
59
Declaración de Yolanda Bastías.
70
Miembros de la comunidad universitaria asesinados o desaparecidos
Leopoldo Raúl
Benitez Herrera
72
Miembros de la comunidad universitaria asesinados o desaparecidos
Patricio Biedma
Schadewaldt
62
Encargado de la Dirección Exterior del MIR, además hermano de Miguel Enríquez
dirigente máximo del MIR, muerto en un enfrentamiento con fuerzas represivas en octubre de
1974 en la comuna de San Miguel de Santiago.
63
Documento desclasificado del 23 de julio de 1976, de Maxwell Chaplin, Subjefe de la
misión de los EEUU en Argentina.
75
Una luz sobre la sombra - Detenidos desaparecidos y asesinados de la Universidad
64
Declaraciones de detenidos en “Orletti”.
76
Miembros de la comunidad universitaria asesinados o desaparecidos
Alan Roberto
Bruce Catalán
65 - 66
Entrevista a Roberto Bruce la Rivera realizada el 3 de marzo de 2000.
77
Una luz sobre la sombra - Detenidos desaparecidos y asesinados de la Universidad
79
Una luz sobre la sombra - Detenidos desaparecidos y asesinados de la Universidad
Carmen Cecilia
Bueno Cifuentes
Jorge Hernán
Müller Silva
68
Segunda Parte, Capítulo 1, Párrafo 1, Campaña Internacional, pág 377. Este documento
contiene materiales incautados en la Calle Santa Fé y declaraciones a detenidos obtenidas bajo
torturas. Además, hay un compendio de listas de detenidos desaparecidos supuestamente falsas
de Amnistía Internacional y otras listas.
82
Miembros de la comunidad universitaria asesinados o desaparecidos
Mauricio Jean
Carrasco Valdivia
bían logrado escapar con vida, eran Juan Rolando Rodríguez Cordero,
esposo de Catalina Gallardo y Mauricio Jean Carrasco Valdivia, ambos
militantes del MIR que se conocían desde que participaban juntos en
la JOC.
El 20 de octubre de 1976, Mauricio Jean Carrasco Valdivia y Juan
Rolando Rodríguez Cordero, se encontraban conversando sentados en
un banco en la calle, cuando varios vehículos se detuvieron bruscamente
y descendió un agente que sin que mediara provocación, les disparó a
quemarropa a los dos amigos. Los agentes siguieron disparando indis-
criminadamente, hiriendo a un trabajador que salía de una fábrica.
La familia de Mauricio sufrió la persecución y su hermano fue de-
tenido por la DINA. En su detención, los agentes le comentaron que
ellos habían matado a Mauricio por ser el jefe de la organización política
que integraba la familia Gallardo.
No existe causa abierta en la justicia chilena por el crimen de Mau-
ricio Jean Carrasco Valdivia. La Comisión Nacional de Verdad y Repa-
ración lo calificó como víctimas y ejecutados por agentes del Estado.
84
Miembros de la comunidad universitaria asesinados o desaparecidos
Ignacio Orlando
González Espinoza
88
Miembros de la comunidad universitaria asesinados o desaparecidos
Luis Enrique
González González
90
Miembros de la comunidad universitaria asesinados o desaparecidos
José Eduardo
Jara Aravena
92
Miembros de la comunidad universitaria asesinados o desaparecidos
Juan Alberto
Leiva Vargas*
veces para interrogarlo mientras lo golpeaban. Cada vez volvía más mal-
tratado y adolorido. La última vez lo vi muy mal y después de eso llegó
una orden de afuera y a mí me llamaron para interrogarme. Me pregun-
taron sobre las actividades de Leiva, si era comunista, si tenía armas...”72
En mayo de 2005, el general de Ejército que fue Director de la
DINA, Manuel Contreras Sepúlveda, entregó una lista sobre el desti-
no de 580 detenidos desaparecidos, encabezando Alberto Leiva Vargas
el listado. Según Contreras, la detención la había realizado personal de
Ejército y estuvo detenido en el campamento militar de “Cerro Chena”
de la Escuela de Infantería, para luego ser lanzado su cuerpo al mar fren-
te a las costas de Pichilemu. La justicia ha logrado establecer que la lis-
ta entregada por Contreras estaba llena de inexactitudes y engaño para
burlar el dolor de los familiares de los detenidos desaparecidos.
En la causa 04-02 F Paine, que investiga el ministro de fuero Héc-
tor Solís Montiel por secuestro y otros delitos, se encuentran procesa-
dos los funcionarios de Carabineros Nelson Iván Bravo Espinoza, Víc-
tor Manuel Sagrado Aravena, José Floriano Verdugo Espinoza.
72
Declaración judicial de Andulfo López García.
94
Miembros de la comunidad universitaria asesinados o desaparecidos
dole que José Patricio había sido detenido a las 16:00 horas del día ante-
rior. Bernardo se dirigió hasta la vivienda de su hermano, donde Lesbia
le dijo que José Patricio no había regresado desde el día anterior.
Fue visto por varios detenidos en el centro de torturas “Villa Gri-
maldi”. Según testimonios, José Patricio permaneció en la Torre junto a
varios detenidos del MIR y que fueron hechos desaparecer. María Alicia
Farfán relata que, “el 7 de enero fui nuevamente a lavar platos y fondos.
Volví a ver a Renato Sepúlveda Fajardo, a Herbit Ríos, a Carlos Eduardo
Guerrero, ahora a José Patricio León Gálvez, a Jilberto Urbina Chamo-
rro, siempre mientras eran conducidos al baño”.
Tenía 29 años cuando desapareció, hoy su causa está radicada en la
Corte de apelaciones de Santiago y se encuentra en estado de sumario.
97
Una luz sobre la sombra - Detenidos desaparecidos y asesinados de la Universidad
Enrique
López Olmedo*
Víctor Eduardo
Oliva Troncoso
100
Miembros de la comunidad universitaria asesinados o desaparecidos
Jaime Ignacio
Ossa Galdames
militar. Entre ellos estaba Jaime Ignacio Ossa Galdames, profesor de li-
teratura de profesión y escritor por pasión.
“Ignacio fue conectado por mi enlace –cuenta ligeramente emo-
cionado José Miguel Moya Raurich–, él era legal, tenía trabajo en la
Universidad Católica y no estaba identificado, a pesar que cuando ma-
tan a Miguel, él le escribe un poema muy hermoso inspirado en las no-
ticias que publicaban los diarios donde se exhiben una serie de cédulas
de identidad que usaba Miguel. Ignacio era una suerte de enlace mío,
me lo habían asignado sólo unas semanas antes de caer detenido. Lo
conocí muy poco, supe que era escritor y que lo hacía muy bien, que
pudo haber llegado a ser un grande de las letras chilenas, tenía varios
cuentos, pero escribía poesía. Era muy amigo del escritor Carlos Dro-
guett... Siempre me emociono de recordar que estuvo dispuesto a poner
todo a disposición de la resistencia a la dictadura y correr riesgos, incluso
adelantó su matrimonio para crear una fachada en su departamento.”
El 20 de octubre de 1975, cerca del medio día, cinco hombres y
una mujer llegan hasta la casa de calle Argentina 9157 en la comuna de
la Cisterna buscando a “Adrián”, nombre político de José Miguel Moya
Raurich. La madre de Ignacio abrió la puerta y los agentes se abalanza-
ron a gritos y golpes pidiendo que entregaran a “Adrián”. Sin saber qué
estaba sucediendo, llamó al amigo de su hijo que se encontraba allegado,
para pasar unos días. “Yo había llegado a esa casa el domingo en la no-
che. Estaba viviendo en esa casa mientras Ignacio se casaba, porque él no
vivía con sus papás. Él tenía un vínculo orgánico con Nelson Gutiérrez
y me lo habían asignado de enlace, por eso, cuando veo lo de la caída
de Malloco, lo asocio a Ignacio y me voy de la casa de sus padres. Una
semana después nos dimos vueltas por la casa y no vemos nada irregular
y me vuelvo a vivir ese domingo, y al día siguiente llega la DINA por la
dirección que le habían entregado en la Universidad Católica”80.
José Miguel recuerda que “La DINA llega buscándome a mi. Igna-
cio no iba todos los días a la casa de sus papás, porque él se encargaba de
cargar y recoger en los buzones la información y llevármela, por desgra-
cia, ese día había ido a cargar y me llevaba la información. Cuando él en-
tra a la casa, lo agarran y le quitan todo lo que traía. Sus padres que eran
muy viejitos estaban asustados, los encerraron en una pieza mientras nos
interrogaban. La casa quedó convertida en una ‘ratonera’”81.
80 - 81
Entrevista con José Miguel Moya Raurich realizada el 15 de abril de 2010.
102
Miembros de la comunidad universitaria asesinados o desaparecidos
105
Una luz sobre la sombra - Detenidos desaparecidos y asesinados de la Universidad
Alicia Viviana
Ríos Crocco
ron que sólo tras la llegada de uniformados y civiles apareció una espe-
cie de bomba o rocket.
Si bien no hubo avances en la investigación judicial para encon-
trar la verdad sobre el crimen de Alicia Ríos Crocco, la Comisión Ret-
tig lo calificó como una muerte por violación a los derechos humanos
cometida por agentes del Estado.
107
Una luz sobre la sombra - Detenidos desaparecidos y asesinados de la Universidad
Juan Carlos
Rodríguez Araya
112
Miembros de la comunidad universitaria asesinados o desaparecidos
Eugenio
Ruiz-Tagle Orrego
87
Hernán Gabrielli, era teniente de la FACH para el 11 de septiembre de
1973 y se distinguió por las torturas salvajes que aplicó a los detenidos. Llegó a Jefe
de Estado Mayor de la Fuerza Aérea y en el 2001 fue denunciado por crímenes de
lesa humanidad. Las denuncias causaron escándalo y molestia en el gobierno de la
Concertación de Partidos por la Democracia, presidido por Ricardo Lagos Escobar.
Gabrielli presentó una querella que fue rechazada en tribunales y tuvo que abando-
nar la Fuerza Aérea.
88
León Duffey, era teniente de la FACH para el 11 de septiembre de 1973 y
se distinguió por los tratos crueles e inhumanos contra detenidos en Cerro Moreno.
Llegó a general durante el gobierno de Eduardo Frei Ruiz Tagle, primo de Eugenio
Ruiz-Tagle Orrego.
89
Declaraciones de Carlos Bau.
114
Miembros de la comunidad universitaria asesinados o desaparecidos
116
Miembros de la comunidad universitaria asesinados o desaparecidos
Enrique Antonio
Saavedra González*
91
La respuesta está fechada el 9 de julio de 1974.
118
Miembros de la comunidad universitaria asesinados o desaparecidos
119
Una luz sobre la sombra - Detenidos desaparecidos y asesinados de la Universidad
Jilberto Patricio
Urbina Chamorro
“Lo conocí en una fiesta de una militante del MIR que celebraba
en su pensión universitaria su cumpleaños, la famosa ‘Carola’ que des-
pués se convirtió en agente, que nos invitaron a mí y Alejandro de la
Barra, que en ese tiempo trabajábamos con Luciano Cruz. Durante un
tiempo salíamos a tomar café, nos juntábamos y ninguno contaba qué
hacía, poco a poco nos fuimos dando cuenta que conocíamos a gen-
te en común, pero no nos decíamos que éramos militantes del MIR.
Yo en esa época tenía muchos problemas con mis padres, ellos creían
que yo andaba en malos pasos porque llegaba tarde a la casa y algunos
días no llegaba, me quedaba en la casa de Claudio Silva Peralta, él y su
padre están desaparecidos, era como mi segunda casa y Guillermo, su
padre, muy cariñoso recibía a mis pololos y me cuidaba. Yo estaba muy
comprometida con mis tareas partidarias y eso ocupaba gran parte de la
vida. Cuando empezamos a salir y tener choque en los horarios, me dijo
‘mira, yo estoy en un movimiento que es así y asá’ y nos reconocimos
como miristas. Fue un alivio”95.
A sus padres no les complicó que Patricio llegara con los bototos
llenos de barro de su trabajó en el policlínico del “Campamento 26 de
Julio”. “Ahí se hacía trabajo modelo de organización con los pobladores,
con los delincuentes de la población, las mujeres. Había, en medio de
tanta pobreza, una mística increíble. Mientras las casa eran precarias,
con nylon, los compañeros habían logrado generar un proceso educati-
vo con talleres de sexualidad, cursos de yoga, talleres de formación, todo
tipo de talleres que mejoraban las condiciones de existencia para los
pobladores. Era una vida adelantada para los tiempos, un campamento
modelo. Las mujeres estaban haciendo talleres para prevenir los emba-
razos, se les hablaba de los distintos tipos de ‘T’ que estaban llegando.
Nunca me olvidaré del cariño que le tenían los niños. Para la fiesta de la
‘26 de Julio’ me invitó y me estaba esperando en el paradero de la liebre,
y vamos llegando al campamento y un montón de cabros chicos grita-
ban ‘tío, tío’ y el les decía ‘no, no ya no juego más’; parecía gallina con
sus pollos chicos. Era muy linda la relación que tenía con ellos. Ese fue
el inicio del trabajo político de Patricio, en el GPM 4”96.
Hugo Salinas recuerda que “Conocí al ‘guatón Andrés’ a fines de
1972, cuando se integran nuevos militantes y yo llego desde de la estruc-
95-96
Entrevista a Ángeles Álvarez.
121
Una luz sobre la sombra - Detenidos desaparecidos y asesinados de la Universidad
97
Entrevista a Hugo Salinas Farfán.
98
Entrevista a Ángeles Álvarez.
99-100
Entrevista a Hugo Salinas Farfán.
122
Miembros de la comunidad universitaria asesinados o desaparecidos
124
Miembros de la comunidad universitaria asesinados o desaparecidos
Omar Roberto
Venturelli Leonelli
126
Miembros de la comunidad universitaria asesinados o desaparecidos
Héctor Patricio
Vergara Doxrud
128
Miembros de la comunidad universitaria asesinados o desaparecidos
El DUOC
104
Ricardo Krebs, historiador, autor del libro “Historia de la Universidad Católica”.
129
Una luz sobre la sombra - Detenidos desaparecidos y asesinados de la Universidad
130
Miembros de la comunidad universitaria asesinados o desaparecidos
Ismael Darío
Chávez Lobos
negro del matrimonio, agregando que “no asistió ningún amigo, sólo la
familia, por las normas de compartimentación que significaba vivir la
clandestinidad”108.
“De su trabajo político clandestino no supe mucho, lo habíamos
aclarado antes y acordamos que por mi seguridad era mejor no saber. Si
supe que tenía reuniones, que las hacían en la casa de una tía y eran con
Alejandro Olivares Graindorge, Zacarías Machuca y el ‘chico Antonio’.
Su jefe seguía siendo ‘Moisés’”109.
El 26 de julio de 1974, Darío se encontraba feliz, su pequeño hijo
cumplía 26 días de nacido, era el aniversario de la Revolución Cubana
y estaba trabajando en lo que amaba: clases de expresión corporal en el
DUOC. Ese día había tomado exámenes a sus alumnos y le había pedi-
do a Mónica que llevara a su niño al DUOC, para que lo conocieran sus
compañeros de trabajo, “quería que sus amigos Gonzalo Robles y Coca
Guazzini conocieran a nuestro niño, que ese día cumplía 26 días. Todos
lo encontraron hermoso, parecido a Darío, y él estaba chocho. Era un
día muy frío, a la salida pasamos a comer un berlín, porque era fanático
de los berlines. Nos vinimos directo a la casa. Esa noche estaba cansado,
los exámenes habían sido agotadores, así que a la llegada se acostó y yo
le llevé comida a la cama. Cerca de las 10:15 tocaron a la puerta dos
veces, me pareció raro, pero fui a abrir. En la puerta había un hombre
alto, blanco, joven, que vestía en forma juvenil, tenía un jockey y andaba
con libros bajo el brazo; me saludó amablemente y dijo ser ‘Antonio’.
Añadió, que necesitaba hablar con ‘Juan Carlos’. Pensé que era un com-
pañero por el aspecto y porque conocía la chapa de Darío, así que le
respondí, para qué lo necesitaba. Finalmente, le dije que le preguntaría
si podía recibirlo y junté la puerta. Fui al cuarto y le dije ‘hay una perso-
na que dice ser ‘Antonio’ pero no es el ‘chico Antonio’. Hazlo pasar, me
responde. Cuando voy a la puerta veo que van entrando tres hombres
al cuarto, me hacen salir y cierran la puerta. Yo trataba de escuchar qué
estaba sucediendo y sólo escuchaba algo de unos libros, le preguntaban
por unos libros. Lo hacen vestirse, se abrigó bien y se puso un poncho
mapuche blanco y negro encima, y a la salida me empezó a pasar unos
boletos de micro. Yo no entendía mucho, pero después al leerlos me
di cuenta que eran los puntos para el próximo día. Darío estaba muy
108
Ibid.
109
Ibid.
133
Una luz sobre la sombra - Detenidos desaparecidos y asesinados de la Universidad
110
Ibid.
134
Miembros de la comunidad universitaria asesinados o desaparecidos
María Teresa
Eltit Contreras
115
Entrevista con Ángeles Beatriz Álvarez Cárdenas, detenida el 6 de enero de 1975.
137
Una luz sobre la sombra - Detenidos desaparecidos y asesinados de la Universidad
Ángel Gabriel
Guerrero Carrillo
Varas. Varias cuadras más adelante fue lanzada del auto. Horas antes,
una conversación telefónica entre Audalia y Ángel había sido escuchada
por la patrona de la casa donde esta trabajaba como empleada, quien
la denunció a los servicios de seguridad. Al día siguiente, Audalia fue
visitada por dos hombres que dijeron ser de Investigaciones y pregun-
taban por la detención de su sobrino, que estaba siendo buscado desde
1974, cuando fue allanada su casa, detenido su hermano Washington y
posteriormente condenado por tribunales militares a tres años y un día
de prisión. En 1975, nuevamente allanan su casa, repitiéndose en enero
de 1976.
Ángel fue el único mirista que llevaron al centro de torturas y
exterminio Simón Bolívar115, luego lo trasladaron a Villa Grimaldi
y mantenido por varios meses en ese lugar. En agosto fue deteni-
do Ricardo Alarcón, con quién trabajaba políticamente desde que
eran dirigentes estudiantiles. Ambos fueron careados por unas car-
tas que habían intercambiado. Isaac Godoy vio detenido en Villa
Grimaldi a Ángel y se refirió a él como “un joven que jamás habló
ni dijo nada”. Leonardo Schneider, el “Barba”, a la sazón agente de la
DINA, reconoce haber visto a “chico Emiliano” en Villa Grimaldi.
“También vi al ‘chico Emiliano’ quien pertenecía a mi unidad en el
MIR, respecto a él sentí que torturaban a alguien cuando Concha
el chofer de Krassnoff nos llamó para reconocer al ‘chico Emilia-
no’ junto a ‘Joel’116 y ahí vi al Capitán Krassnoff con sus mangas de
camisa arremangadas, medio sudoroso y con manchas de sangre, y
al ‘chico Emiliano’ lo interrogaron con golpes, producto de lo cual
tenía el rostro completamente desfigurado, siendo reconocido por
‘Joel’ pero yo no lo reconocí completamente. Se dice que lo vieron
vivo tres meses después lo que no es posible ya que la DINA cuando
tomaba a alguien de mi grupo los eliminaban inmediatamente. Fue
la única vez que lo vi”117.
Junto a Ángel fueron detenidos Oscar Dante Valdivia y Luis Her-
nán Núñez Rojas quienes permanecen hasta hoy como detenidos des-
aparecidos. El 15 de julio de ese año, entre un grupo de 26 militantes
115
El centro de exterminio Simón Bolívar se usó para llevar a los detenidos del Partido
Comunista que estaban destinados a desaparecer.
116
Ver nota 78 en pág. 96.
117
Declaración de Leonardo Schneider, el “Barba”.
139
Una luz sobre la sombra - Detenidos desaparecidos y asesinados de la Universidad
117
La Embajada de Bulgaria se encontraba bajo el protectorado austríaco debido al retiro
de todos sus diplomáticos en protesta por el golpe de Estado, en septiembre de 1973.
118
Nancy Guzmán, Héctor Salazar, “Historia para no olvidar”, Ed. Catalonia, pág. 91.
140
Miembros de la comunidad universitaria asesinados o desaparecidos
142
Miembros de la comunidad universitaria asesinados o desaparecidos
Ernesto Igor
Ríos Céspedes*
Testimonios
145
Una luz sobre la sombra - Detenidos desaparecidos y asesinados de la Universidad
150
Testimonios
Mi hermano Alejandro
152
Testimonios
mos”. La negativa era siempre la misma pese a que en los primeros días
de su detención, el entonces jefe de plaza Santiago Sergio Arellano Stark
(General), nos había hecho saber por medio de un amigo común, que
Carmencita se encontraba detenida por efectivos de la FACH, informa-
ción que posteriormente negaría, cunado requerimos su testimonio por
escrito, hecho que hoy día, como es de suponer, no nos asombra ya que
jamás tendrán la valentía moral de asumir su responsabilidad en los he-
chos denunciados. En aquellos días nos acercamos al “Comité Pro Paz”
donde presentamos el primer recurso de amparo por presunta desgracia,
el cual no fue acogido por los tribunales de justicia, igual suerte corre-
rían los recursos restantes presentados a través de estos largos años de
búsqueda, pese a que en los recursos posteriores habían fehacientes
pruebas de su detención y estadía en los campos de reclusión del Go-
bierno “Tres Alamos” y “Villa Grimaldi”, nombro solamente aquellos,
por cuanto en ellos fueron vistos Carmencita y Jorge Müller por otros
detenidos que se encontraban en esos lugares y que fueron testigos de la
tortura de que habían sido objeto. Estos testigos tuvieron la valentía de
ir a prestar declaración ante el magistrado, cuando aún se encontraban
detenidos en “Tres Alamos”. Asimismo se adjuntaron otros testimonios
de personas que ya estaban fuera del país. Pese a toda la evidencia acu-
mulada como quedó fehacientemente establecido en el expediente al
Sexto Juzgado del Crimen, bajo el Rol N° 91.149 de 1975, los recursos
fueron denegados. En junio de 1975, Carmencita aparece en una lista de
119 desaparecidos, supuestamente muertos en diferentes países de Amé-
rica Latina y Europa, países que hacen un rotundo desmentimiento a
esta información extensamente publicitada por los organos adictos al
Gobierno, quedando por tanto la evidencia de lo que había detrás de
esta información, y que era tan sólo distraer la atención acerca de la suer-
te sufrida por los chilenos arrestados en forma ilegal por la DINA. A
requerimiento de los señores Embajadores de los países aludidos, el pro-
pio Ministro de Relaciones Exteriores de entonces, tuvo que admitir la
falsedad de la noticia. Nosotros sabíamos que esto era una falacia más
para debilitar nuestra denuncia, sabíamos positivamente que nuetra hija
había sido detenida ya que había sido vista por varios testigos, pero aún
así el dolor, la angustia y la impotencia no dejó de trastornar nuestros
corazones, ya que los sabíamos capaces de los peores y más horrendos
crímenes. Debido a que los tribunales de nuestra patria no acogían nue-
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Una luz sobre la sombra - Detenidos desaparecidos y asesinados de la Universidad
Su madre
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Testimonios
Gabriel Salazar V.
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Testimonios
lletas en forma permanente, esperando cada día, a las personas que por
uno u otro motivo podían llegar a la casa. Durante ese período toda
la familia fue interrogada varias veces, incluida yo que tenía 9 años, la
permanencia fue tan brutal que mi abuelo murió al año después a causa
de un cáncer testicular producto de los golpes recibidos durante esta
“detención domiciliaria”…
El día 10 de diciembre de 1975, un abogado del Comité Pro-Paz,
mientras realizaba gestiones referidas a otra víctima, se enteró por ca-
sualidad en una oficina del Registro Civil que Ignacio Ossa Galdames
había sido sepultado en una fosa común del Cementerio General. El
certificado de defunción decía que el afectado habría falleció el día 25
de octubre, en la vía pública, a causa de un traumatismo abdominal ver-
tebral. Recién el 22 de diciembre consiguen retirar el cuerpo de Ignacio
desde la morgue. El siguiente es un fragmento del testimonio que mi
madre, la “Lupe”, entregó como parte de la querella que se presentó en
ese momento:
“El día 12 de diciembre, se nos comunica a través de un abogado
del Comité Pro Paz que Ignacio estaría sepultado en una fosa común
del Cementerio General. La información les fue entregada en el mismo
cementerio, cuando al estar gestionando la exhumación de otros compa-
ñeros, los sepultureros se acercan a dar información sobre quiénes serían
los que estaban enterrados como NN, ahí proceden a señalar que en una
fosa se encontraban los restos del profesor Ossa y confiesan que había
orden de incinerar el cuerpo para hacerlo desaparecer, pero que los hor-
nos se echaron a perder y que tuvieron que enterrarlo como NN... Nos
dirigimos al patio 26 y ahí estaba la fosa con una simple cruz, sin nom-
bre sólo con un número, 5590. Junto a él estaban las fosas de los otros
compañeros que habían sido enterrados en aquella madrugada.
Después de largos trámites para la autorización del reconocimien-
to y traslado de mi hermano, recién el 17 de diciembre nos fue permiti-
do verlo y trasladarlo al Cementerio Metropolitano.
Al desenterrarlo vimos que se encontraba en una especie de caja sin
tapa, boca abajo, desnudo y con la tierra cubriéndolo directamente. Una
vez limpio pudimos comprobar con profundo dolor que su cuerpo se
hallaba completamente torturado, por lo que deducimos que la DINA
empleó todas las técnicas torturadoras existentes con él.
Su cuerpo, en especial sus manos, brazos, piernas, pies y su colum-
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Testimonios
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Una luz sobre la sombra - Detenidos desaparecidos y asesinados de la Universidad
A mis padres...
historia sobre su infancia, sus gustos, sus sueños, les da vida a esos dos
seres maravillosos. Y mientras más los conozco, más me cuesta aceptar
que ya no están.
¿Cómo se le puede arrebatar la vida a un hombre como el “Caluga”,
que volvía a casa con un mameluco de obrero porque le había dado su
ropa a un trabajador que la necesitaba más?
¿Cómo se puede hacer desaparecer a una mujer como la “Chechi” que
soñaba con cambiar el mundo mientras sus amigas soñaban con ir a fiestas?
Supongo que es más fácil odiar lo que no se conoce.
Por eso mi sueño es que la gente de este país, de todas las clases
sociales, creencias políticas y religiosas, conozca a las personas detrás de
cada víctima de la represión.
Porque creo, o quiero creer, que nadie que conoció al “Caluga” o a
la “Chechi”, podrá jamás entender o justificar lo que les hicieron.
Porque como decía, es más fácil odiar lo que no se conoce, la me-
jor forma de rendirles un homenaje es diciéndole al mundo lo que ellos
realmente fueron. Eso es la memoria.
Para mí la memoria no es un concepto abstracto. Para mí ha sido
y sigue siendo la única forma de conocer a mis padres. Si todos ustedes,
que los conocieron, simplemente se hubieran olvidado, sólo entonces
ellos estarían realmente muertos y yo no tendría cómo recuperarlos.
Por suerte no es así. Mucha gente se acerca a mí con cariño para
ayudarme a recordar. A todos ellos les doy las gracias.
Por eso cuando me contaron que hay un grupo en esta Universidad que
quiere construir un memorial justo aquí, en el lugar donde mi padre vivió los
años más importantes de su vida, me alegré mucho y acepté hablar. Nunca
antes había hablado en público sobre esto. No ha sido fácil, pero sentí que
valía la pena. Porque tal vez si conseguimos que se haga ese memorial, es po-
sible que dentro de muchos años, cuando ya no estemos, un estudiante de la
Universidad Católica pregunte “¿quién era el ‘Caluga’ Rodríguez?”, y enton-
ces la historia de mi padre y de tantos otros que cayeron volverá a contarse.
Muchas gracias.
Oscar Mateluna
“El Mate”
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Mirtha Crocco
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Una luz sobre la sombra - Detenidos desaparecidos y asesinados de la Universidad
Ali...
Marisol Mena
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Testimonios
Mis recuerdos...
Muerte del general Sergio Arellano Stark pasaba por Antofagasta. Pos-
teriormente, me enteré que antes de ser ejecutado, Eugenio fue someti-
do a las más horrendas torturas, le arrancaron un ojo y las uñas de pies y
manos, a golpes le fracturaron los huesos de la cara, el tórax y le provo-
caron gravísimas quemaduras en su cuerpo.
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COLOFÓN
Este libro se terminó de imprimir
en los talleres de
ALFABETA - Artes Gráficas
en septiembre de 2010.
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