Semiología y Propedéutica Clínica1
Semiología y Propedéutica Clínica1
Semiología y Propedéutica Clínica1
Primera Edición
2019
©. José A. Cardona A.
Mastoby M. Martínez M
Bernardo Reyes B.
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Nivel de entrada. 6
Presentación. 7
Bibliografía. 132
Capítulo III.
PRINCIPALES PATOLOGÍAS DE APARATO
LOCOMOTOR EN GRANDES ANIMALES
Son diversas las patologías que se presentan en el aparato locomotor de los equinos y
bovinos, por lo que se debe conocer y manejar adecuadamente, razón por la cual se
describirán las patologías más comunes en los grandes animales, su mecanismo diagnóstico
y respectivo tratamiento.
Se entiende por “trastorno podal”, a toda alteración presente en la pezuña bovina, ya sea de
tipo estructural, funcional o infeccioso, que puede o no cursar con claudicación, un ejemplo
claro es el de las pezuñas planas o muy largas (pandas) que aunque no producen cojeras,
hacen más difícil el desplazamiento y la hace susceptible a daños posteriores.
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cantidad de esperma eyaculada y la duración de vida de los espermatozoides; Además
disminuye el potencial de salto y con ello la vida productiva del toro.
Reemplazo prematuro: los animales con problemas digitales tienen dificultades para
desplazarse a los sitios de alimentación lo que puede causar trastornos reproductivos en
hembras, como disminución del funcionamiento ovárico y atrofia ovárica y en machos
ocasiona disminución en la producción de semen y dificultad para la monta especialmente
cuando las lesiones más dañinas están en las extremidades posteriores, estos aspectos
unidos a lo costoso del tratamiento pueden indicar el descarte del animal.
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CAUSAS PREDISPONENTES DE DEFORMACIÓN DE LAS
PEZUÑAS:
Existen algunos aspectos importantes y de cuidado que debemos tener en cuenta a la hora
de analizar la presencia o no de trastornos pódales en el hato.
Entre los principales factores predisponentes de deformación, se encuentran las
enfermedades de las pezuñas, debido a que cualquier enfermedad de la pezuña ocasiona
un apoyo anormal con desigual repartimiento del peso, lo que puede determinar un mal
desgaste con sobre crecimiento y asimetría, siendo las enfermedades pódales clasificadas en
varios grupos dependiendo de la ubicación que tengan, sea del corion, contenidas en la
cápsula córnea o de la zona del corion capilar.
Otros factores que favorecen la deformación de las pezuñas son: la edad, debido a que al
aumentar la edad del animal hay mayor desgaste y exposición a agentes causales, el peso,
por lo que la pezuña debe ser proporcional al peso y tamaño del animal, por el balanceo al
desplazarse la pezuña se va reforzando en los puntos donde hay más apoyo pero a la vez se
va deformando, los caracteres genéticos, ya que se ha demostrado la alta heredabilidad de
los trastornos pódales como sucede con las pezuñas encastilladas, planas y abiertas, la
exposición a determinados factores ambientales, como en los casos de animales que pastan
en terrenos muy secos, el tejido córneo de las pezuñas se deshidrata, se endurece, se debilita
y se quiebra, mientras que en el caso de la humedad excesiva y clima caliente ablandan el
tejido, siendo ésta más susceptible a traumas y al desgaste, favoreciendo la penetración y
capacitación de microorganismos patógenos responsables de muchos lesiones, razón por la
cual la calidad de las instalaciones y pisos, así como una higiene adecuada también son un
factor importante, ya que influyen en el desgaste de las pezuñas cuando están en lactación o
caso contrario cuando se encuentran solamente a potrero siguen con su crecimiento, mas no
con su desgaste, razón por la cual la estrategias de manejo, son un factor importante, ya
que la falta de control sobre la higiene de las pezuñas, causa graves problemas en la
producción de carne, leche y crías en los hatos.
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El factor nutricional, es quizás uno de los más influyentes, se ha descrito una estrecha
relación entre los trastornos digestivos y los trastornos pódales, es así como un bovino con
cambio brusco a una dieta rica en carbohidratos puede predisponer a laminitis, debido a la
alta fermentación con la consecuente baja de pH, muerte de bacterias Gram (-) con
liberación de endotoxinas y producción de histamina; Por otra parte también se postula la
fase de lactación, debido a que la mayoría de las cojeras ocurren en los 70 días después del
parto cuando la vaca está alcanzando su pico de lactación, es probable que estos trastornos
estén ligados a los cambios del puerperio y su manifestación clínica tenga lugar entre 40 y
70 días después.
Son muchas las patologías que se presentan en la pezuña bovina, su incidencia está
influenciada marcadamente por la exposición a los factores de riesgo, la falta de profilaxis
en el manejo funcional de las pezuñas, el tipo de manejo y alimentación, así como el
ambiente en el que se desenvuelven (potreros, corrales y establos), entre las patologías más
comunes se encuentran:
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Figura 55. Necrobacilosis interdigital bovina (→), nótese el aumento de grosor y necrosis
de la piel interdigital y el aumento de tamaño del rodete coronario.
Pododermatitis séptica: también llamado pie podrido, mal de uña o foot rot, puede ser
difusa o localizada, causada principalmente por traumatismos (clavos, piedras) por la cual
penetran los agentes patógenos (flora mixta, presencia de corynebacterium pyogenes,
Fusobacterium, Porphyromona y Bacteroides) que ocasionan necrosis, abscedación y
degeneración de la pezuña, principalmente en aquellas zonas bajas y cenagosas donde no se
realizan profilaxis podal. Los signos principales son cojeras, deformación de la pezuña,
expulsión de material purulento, dolor e inflamación.
Dermatitis digital: es producida por el Bacteroides spp, se caracteriza por una inflamación
circunscrita o difusa de la piel próxima al rodete coronario, la lesión comienza con
hiperemia y eczema húmedo, adyacente a la parte dorsal y palmar del espacio interdigital,
pudiendo ocasionar dermatitis intensa con cojeras.
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de larga acción y amplio espectro como tetraciclinas L.A y tylocinas, se pueden aplicar
localmente antibióticos como el cloranfenicol y aminoglicósidos, también se puede usar
una vía endovenosa regional colocando un torniquete por 5 a 10 minutos y aplicar una
solución de antibióticos como la gentamicina o la enrofloxacina, como complemento se
puede utilizar un suplemento a base de zinc y analgésicos desinflamatorios combinados con
desinfectantes y astringentes locales como el sulfato de cobre al 15 o 20 % o solución de
yodo y formol a partes iguales.
Erosión de talones o erosión ungular: se caracteriza por pérdida irregular del tejido
córneo en forma de cráter, generalmente en forma de pequeños hoyos o de surcos oblicuos
en forma de V más o menos profundos, es causada por la desviación del apoyo a los talones
por sobre-crecimiento, lo que permite la invasión de microorganismos patógenos como el
Dichelobacter nodosus y produce cojera de ligera a moderada principalmente en las
extremidades anteriores (Foto 56).
Figura 56. Erosión de talones (→), nótese la pérdida irregular del tejido córneo en forma
de cráter, generalmente en forma de pequeños hoyos o de surcos oblicuos.
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Hiperplasia interdigital: también llamada limax, filoma, grano o verruga interungular,
granulóma interdigital y callo interdigital, es una reacción proliferativa de la piel
interdigital y/o tejido subcutáneo causada por irritación constante del área por pasto y
materiales rígidos, puede afectar a ambas extremidades anteriores, dependiendo del grado
de hiperplasia así mismo será la claudicación. El tratamiento debe ser quirúrgico (Figura
57).
Figura 57. Hiperplasia interdigital (→), nótese la hiperplasia proliferativa del tejido
interdigital.
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Enfermedad de la línea blanca: también llamada absceso podal, es una enfermedad
caracterizada por la separación y penetración de excrementos entre la suela y la pared (línea
blanca), generalmente causando abscesos. Esta enfermedad presenta una alta incidencia en
bovinos confinados con higiene deficiente y laminitis aséptica crónica, animales que
permanecen en potreros húmedos o anegadizos y después pasan largo tiempo en establo
son propensos a contraer la enfermedad, generalmente asociada a la erosión del talón pero
sin presentar señales de dermatitis interdigital. Todos los factores que acarreen una mala
calidad del casco pueden causar el aparecimiento de la separación de la línea blanca y
provocar el absceso. Los factores más comunes son establos sucios y húmedos,
sobrecrecimiento de las pezuñas, laminitis aséptica difusa, cemento muy áspero y pastos
húmedos.
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Figura 59. Pezuña de establo, nótese como el eje digital quebrado hacia atrás y en forma de
tijera, debido al desequilibrio entre el crecimiento y el desgaste inadecuado.
* Pezuña en tirabuzón: se presenta rotación de la pinza hacia arriba y hacia adentro, con
lo que la suela se torna oblicua y el peso se apoya en la pared lateral, se presenta
principalmente en las pezuñas laterales posteriores. Es uno de los defectos ungulares más
frecuentes, principalmente en vacas de razas Bos taurus, aunque se sospecha que sea un
problema hereditario, ya que existe la probabilidad de que se deba a la debilidad de los
ligamentos colaterales abaxiales y una exostosis ósea alrededor de la cápsula articular en la
superficie abaxial del digito, por lo que el hueso anormal causa presión en el corion
coronario, lo que provoca mayor producción de tejido corneo. Este tipo de alteraciones son
reversibles hasta cierto grado de ruptura del eje podofalángico, debido a que estadios muy
crónicos con rotación marcada puede ocurrir luxación de la articulación, por lo que
ocasionaría el descarte del animal, el manejo se fundamenta en recortar los cascos con
intervalos cortos (Figura 60).
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Figura 60. Pezuña en tirabuzón, nótese la rotación de la pinza hacia arriba y hacia adentro,
con lo que la suela se torna oblicua y el peso se apoya en la pared lateral.
Figura 61. Pezuña abierta, nótese el apoyo anormal abriendo la pezuña y distendiendo los
ligamentos cruzados, lo que permite el acumulo de barro y pasto seco
dando lugar a lesiones interdigitales.
* Pezuña plana: en este caso la suela pierde su concavidad por completo, aunque se ha
demostrado su carácter heredable, también se presenta en aquellos animales con
sobrecrecimiento excesivo de la pezuña por mal manejo ambiental y profiláctico. Cuando
sea comprobado su origen hereditario deben ser retirados del sistema.
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privación, pudiendo penetrar una infección secundaria por la fisura afectando al pododermo
(pododermatitis séptica), en fisuras verticales puede haber protrusión del pododerma. La
fisura transversal se debe a una producción anormal de la queratina en casos de
enfermedades generales agudas que cursen con fuertes procesos febriles o endotoxémicos y
el estimulo consecuente de catecolaminas que disminuyen la nutrición de la pezuña (Figura
62).
Figura 62. Fisuras horizontales (→), nótese las fisuras del tejido córneo de la pared
paralela a la corona.
Aunque son muchas las patologías que se presentan en el pie de los equinos, existen dos
patologías de mucha importancia y que se abordarán detalladamente, entre las cuales se
encuentran la laminitis equina y la enfermedad navicular.
LAMINITIS EQUINA
También llamada infosura, aguadura, hordeadura y pie de agua, ha sido definida como un
“síndrome” caracterizado por manifestaciones locales por alteraciones vasculares
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periféricas, con disminución del riego sanguíneo de la dermis podal, cuyo origen es de
carácter sistémico, principalmente de orden metabólico y se caracteriza por claudicación y
deformación del pie en el equino.
Etiología:
Se considera como un proceso multicausal, por lo que se hace difícil precisar y hablar de
una sola etiología, sin embargo existen una serie de factores predisponentes y etiológicos, y
presume que su interacción puede desencadenar el mismo mecanismo fisiopatológico. Las
causas principales de laminitis equina podemos agruparlas de la siguiente manera:
Estados endotoxémicos: ocasionados por infecciones localizadas, donde las bacterias o sus
toxinas ingresen al torrente sanguíneo (metástasis infecciosa) y desencadenar la producción
de mediadores químicos, los cuales estimulan la secreción de catecolaminas con la
consecuente disminución del riego sanguíneo de la dermis podal. Dentro de éstas tenemos:
cólicos, enteritis, retenciones de placenta, metritis, colitis, tiflitis, neumonía, distocia, etc.
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Fisiopatología:
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ácido láctico. Por otro lado aumenta la secreción de líquidos y electrolitos hacia el lumen
intestinal, ocasionando diarrea y deshidratación.
Debido a la isquemia se produce una congestión podal por encima del vasoespasmo o del
trombo, haciendo que se aumente la presión y se estimule la formación de desviaciones o
cortocircuitos arteriovenosos (Shunts A-V) a nivel de la segunda falange, por lo que se
disminuye aún más la circulación, ya que a este nivel la sangre arterial se desvía a través de
las anastomosis a las venas sin irrigar las partes dístales del corion, lo que ocasiona necrosis
del tejido laminar, lo que propicia la separación del corion laminar del laminillas coriales
de la pared interna del casco (unión dermo-epidermicas). La densidad relativa de las
anastomosis arterio-venosas parece ser bastante alta en el pie del caballo, se han estimado
500 anastomosis por cm3 de tejido.
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Fase aguda: manifiesto el primer síntoma de dolor se produce una hipertensión arterial con
disminución de la resistencia vascular periférica, taquicardia y aumento del volumen
minuto (gasto cardiaco).
A nivel podal hay un incremento del flujo sanguíneo digital a través de las arterias digitales,
sin embargo esta se desvía a través de los cortocircuitos arteriovenosos, por lo que la
perfusión capilar se disminuye y no se irrigan las láminas del corion, ocasionando mas
isquemia y edema en la unión del corion laminar y las laminillas coriales del casco, en este
punto los tejidos empiezan a separarse con mayor acumulo de sangre y fluidos, y los
mecanismos designados para mantener la estabilidad entre la pared del casco y la tercera
falange fallan llegando a producir necrosis laminar. El grado de dolor es proporcional al
grado de isquemia y a la presencia de mediadores locales de la inflamación. Es preciso
recordar que las uniones dermo-epidérmicas se nutren por difusión, es decir que por los
capilares que se encuentran cerca de dicha unión, la sangre fluye lentamente y por difusión
a través de las paredes del capilar pasan nutrientes y se efectúa el intercambio gaseoso
(efecto robo), razón por la cual al suspenderse el flujo sanguíneo capilar por más de 8
horas, debido a las aperturas de las anastomosis arterio-venosas, se produce la isquemia y
posterior necrosis de las células basales responsables de la adherencia laminar, de igual
forma disminuye la glucosa a nivel podal por la isquemia, y está comprobado que la unión
dermo-epidérmica es dependiente de la glucosa, por lo que una disminución de la misma,
puede provocar separación laminar.
Fase crónica: se inicia entre 48 y 72 horas después de la fase aguda. En esta fase la
necrosis laminar se hace cada vez más extensa, aumentando la separación con las laminillas
coriales, lo que permite el colapso de la tercera falange.
En el colapso de la tercera falange pueden presentarse dos tipos de alteración de las fuerzas
biomecánicas: “rotación y desplazamiento”.
La “rotación” de la tercera falange se produce por predominio del vector de fuerza del
flexor digital profundo y de las fuerzas de rotación que se enfocan sobre el dedo, esto se
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debe a que el tendón jala la tercera falange hacia atrás, como hay desprendimiento por
necrosis laminar, por lo que no hay soporte y se rota hacia atrás, cuyo ángulo de rotación
depende del tiempo, del estado del casco y de la necrosis, hasta el grado de colocar la punta
del tejuelo a nivel del ápex de la ranilla, el espacio dejado al rotar la tercera falange hacia
atrás se llena con células basales de crecimiento rápido, formando un tejido blando que
impide que la falange vuelva a su sitio, a este tejido se le denomina cuña laminar. Un
aspecto importante a tener en cuenta en la progresión de los daños estructurales en el casco,
es la acción de Metaloproteinazas (MMP 2 y MMP 9), que producen daño irreparable en la
unión dermo-epidérmica, transformando lo que normalmente es una unión fuerte y sin
ningún tipo de anomalía, en un sistema sin ninguna utilidad, debido a la gran cantidad de
tejido dermo-epidérmico desintegrado, parece ser que el factor activador de estas enzimas
es el Staphilococcus bovis.
Manifestaciones clínicas:
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anterior del casco, por lo que el desgaste del casco se hace asimétrico y mayor hacia los
talones y creciendo más las lumbres (zapatón o casco pando). El arco del pie en vuelo en
vista lateral alcanza su punto más alto por detrás del miembro contra lateral, con el objeto
de alargar el paso y desviar el apoyo hacia los talones y hacerlo con mucha suavidad, (el
arco del pie en vuelo en un animal sano alcanza su punto más alto a nivel del miembro
contra lateral) (Figura 63).
Figura 63. Caballo con laminitis aguda. Observe la posición plantado de adelante
y remetido de atrás.
Laminitis crónica: aunque no está muy bien definido, se dice que comienza 72 horas
después de haber colapsado la tercera falange. El grado de colapso del tejuelo es variable,
por lo tanto el dolor también y puede haber o no claudicación, aquí, la formación de la cuña
laminar es una constante, impidiendo el retorno del paralelismo de la falange con respecto a
la pared dorsal del casco.
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A la “inspección” se puede observar exudación filánte serosanguinolenta de la banda
coronaria, así como anillos o ceños divergentes en la muralla del casco atribuidos a la mala
circulación y nutrición al cuerpo mucoso de malpighi, deshidratación del casco, la suela se
torna plana y convexa con reblandecimiento (Figura 64).
Figura 64. Casco con laminitis crónica. Observe los anillos o ceños divergentes en la
muralla del casco (a) (→), suela plana y convexa con reblandecimiento (b) (→).
Para determinar el grado de rotación y/o desplazamiento es recomendable realizar una placa
radiográfica, con el objeto de establecer las posibilidades terapéuticas y pronósticas, ya que
si la diferencia entre los ángulos formados por la línea que pasa por la cara dorsal de la
tercera falange y la muralla con respecto a la suela es superior 11.5º, el animal debe
sacrificarse, entre 6.5º y 11º queda disminuido en sus posibilidades y necesita de mucho
cuidado y si es menor de 6.0º se puede recuperar con tratamiento ortopédico (Figura 65).
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Figura 65. Radiografía de casco con apariencia radiológica normal (a), radiografía de casco
con laminitis crónica (b), observe la diferencia entre los ángulos formados por la línea que
pasa por la cara dorsal de la tercera falange y la muralla.
Tratamiento:
Manejo médico: son muchos los aspectos que se pueden controlar desde el punto de vista
médico, es así como debemos tener en cuenta:
El “manejo del dolor” debe hacerse inmediatamente para que apoye y camine, de esta
manera activa la circulación del pie, se puede utilizar flunixin meglumine a dosis de 1.1
mg/kg, fenilbutazona a dosis de 4.4 mg/kg, dipirona a dosis de 22 mg/kg, todas con
intervalo de 12 a 24 horas, sin embargo se debe tener en cuenta que los AINES, bloquean la
síntesis de prostaglandinas citoprotectoras gástricas como la E2, por lo que su uso
prolongado debe ir acompañado de protectores gástricos.
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240 gramos disueltos en agua (contribuye a la absorción de sustancias tóxicas en el medio
intestinal).
Ha sido recomendado por algunos investigadores el uso de “dimetil sulfoxido” al que le han
atribuido propiedades “anti isquémicas” a dosis de 0.1 a 1 gr/kg endovenoso en solución al
10% cada 8 a 12 horas por 4 días.
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Hidratación: se debe administrar la cantidad de líquido necesaria para un animal
deshidratado, acidótico y endotoxémico con lactato de ringer (solución de hartman), la
cantidad de líquido a administrar se calcula en base al porcentaje de deshidratación por el
peso del animal, y a la cantidad obtenida se le debe adicionar el 20% por pérdidas
insensibles.
Manejo del aplomo del casco: cuando la laminitis pasa a la fase crónica y casco presenta
deformación (casco pando), se debe “limar” procurando recuperar los parámetros normales
(ángulo anterior 45º a 48º), también se pueden realizar “herrajes terapéuticos y
correctivos” con el fin de activar el metabolismo y circulación al dar estabilidad a la ranilla
y disminuir las fuerzas de choque, para esto se recomienda el uso de herraduras de huevo
en aluminio con balancín y goma (Figura 66).
Figura 66. Herradura de huevo en aluminio, usadas en un caballo con laminitis crónica.
ENFERMEDAD NAVICULAR:
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El hueso navicular es uno de los tres huesos sesamoideos de la extremidad distal de los
equinos, tiene forma de canoa y su eje longitudinal está ubicado horizontalmente, situado
palmar (plantar) a la unión de las segunda y tercera falange, integrando la articulación
interfalángica distal en su porción palmar (plantar). Posee dos superficies (articular y
flexora), dos bordes (proximal y distal) y dos extremos (medial y lateral), esta sostenido por
los ligamentos sesamoideos colaterales par y el impar distalis. La bursa navicular se
encuentra ubicada entre la superficie flexora del hueso navicular y el tendón flexor digital
profundo.
Figura 67. Cascos asimétricos y desproporcionados con talones muy largos y atrofia de la
ranilla en un pony con enfermedad navicular.
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Las manifestaciones clínicas incluyen cojera intermitente sin respuesta al tratamiento con
fenilbutazona a dosis de 4,4 mg/kg. El examen clínico general y locomotor especializado,
consistente en evaluación de los aplomos, analizando al animal en estática y en dinámica
muestra signos que evidencian la presencia de cojera intermitente con apoyo en lumbres y
punteo constante (pinzando). De igual forma se observa defecto de aplomo en los cascos,
bulbos y talones cerrados o encastillados; En dinámica muestra marcado dolor al paso,
haciéndolo más largo, apoyándolo en pinzas. A la palpación se determina sensibilidad en la
parte posterior (bulbos y talones) del casco, la prueba de flexión será positiva en los
miembros afectados. Los demás parámetros fisiológicos deben encontrarse dentro de los
valores normales (temperatura, tiempo de llenado capilar, frecuencia cardiaca y
respiratoria).
Figura 68. Proyecciones radiológicas LM (a) (→), DP (b) (→) y PPPDO (c) (→)
para el diagnóstico de la enfermedad navicular.
Los signos radiológicos compatibles con enfermedad navicular son lisis de la corteza
flexora en proyección LM, remodelación de los bordes proximal y distal del hueso
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navicular en proyección DP y pérdida de la diferenciación cortico-medular en proyección
PPPDO (Figura 69).
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postula la aplicación del producto en la proyección dorsal de la articulación interfalangica
distal, debido a que se ha demostrado la comunicación entre la bursa navicular y la
articulación, de igual forma se debe acompañar de reposo que puede ir de semanas a meses
y corrección adecuada del desbalance de aplomos del pie con la técnica de herraje
correctivo con herraduras de aluminio y goma propuesto por Gilchrist, debido a que reduce
las fuerzas biomecánicas y el estrés del hueso, favoreciendo su recuperación.
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