13-14 La Gracia - La Unción Del Espíritu Santo
13-14 La Gracia - La Unción Del Espíritu Santo
13-14 La Gracia - La Unción Del Espíritu Santo
13.- LA GRACIA
Introducción
La Gracia es uno de los temas más apasionantes que en toda la biblia se pueda encontrar. Creo que es tan
sencillo, que el diablo ha querido distorsionarlo a través de todos los tiempos, por lo que es preciso aprenderlo y
vivirla tal como la dejo enseñada Jesús y sus apóstoles.
• La gracia no viene sola, por si misma, sino a través de Jesús, el Hijo de Dios.
• Gracia: favor. Es decir, no algo que alguien esté obligado a darnos o dar, sino es un favor que se hace
voluntariamente.
• Tito 2:11-13
• Judas 1:4
• Hebreos 10:28-29
• Romanos 6:1-2
• 2 Corintios 10:3-5
• Hechos 20:24
• Hechos 20:32
No debemos prestar atención a testimonios relacionados con legalismos, es decir, querer entrar a las personas en
asuntos de la ley, para sentirse más justificados que otros; debemos escuchar y tomar en cuenta a aquellos que
tienen relación con la Gracia.
Ejemplos:
• Hechos 11:20-24 (En Antioquia)
• Tito 1:14
• Tito 3:4-11
• 1 Timoteo 1:4
• Hebreos 13:8-9
• Hebreos 4:14-15.
Cuando el corazón no es puro, la gente se aparta a vana palabrería y cuestiones necias de la ley.
Debemos afirmar el corazón en la Gracia.
Él dijo: Cosa difícil has pedido. Si me vieres cuando fuere quitado de ti, te será hecho así; más si no, no. Y
aconteció que yendo ellos y hablando, he aquí un carro, de fuego con caballos de fuego aparto a los dos; y
Elías subió al cielo en un torbellino. Viéndolo Eliseo, clamaba: ¡Padre mío, carro de Israel y su gente de a
caballo! Y nunca más le vio; y tomando sus vestidos, los rompió en dos partes. Alzo luego el manto de Elías que
se le había caído, y volvió, y se paró a la orilla del Jordán. Y tomando el manto de Elías que se le había caído,
golpeo las aguas, y dijo: ¿Dónde está Jehová, el Dios de Elías? Y así que hubo golpeado del mismo modo las
aguas, se apartaron a uno y a otro lado y paso Eliseo.” (2 Reyes 2:9-14).
La unción requiere humildad. Eliseo no tenía temor de imitar a Elías, sino que fue lo suficientemente humilde
para aprender de su maestro pedir una doble unción de la de Elías. Como es el maestro, así es el discípulo. Tú
debes tener la humildad de imitar a tu líder si es necesario. Elías golpeo las aguas del rio Jordán de la misma
manera que lo hizo Elías después resucito a un muerto usando hasta el mismo método. Es por esto que Dios usa
una persona más que a otra: porque son lo suficientemente humildes para aprender de otros. En esa humildad
que tenía Eliseo, vino a reposar el poder de Dios para ser el doble de milagros que Elías hizo.
Alzando el manto
La Biblia dice que Eliseo alzo el manto de Elías. Dios no va a ungir a nadie que no es capaz de agacharse o
postrarse para recoger el manto que otro dejo tirado.
Cuando Elías tiro el manto, Eliseo tuvo la humildad de recogerlo, inclinándose para tomar lo que otro había
tirado. No puedes caminar con la unción de Dios con orgullo en tu corazón.
Por eso Dios se va a encargar de levantar gente que se humille para que tu carne sea eliminada y puedas recibir
la unción del Espíritu. La unción reside en los que están muertos al “yo”.
Cuando Eliseo levanto el manto se fue inmediatamente al Jordán a hacer un milagro.
El Jordán era la frontera con la tierra de las promesas. El maestro Elías le enseño para que era el manto: para
hacer milagros, no para jactarse del poder del ministerio.
La unción no se vende; Dios la da gratuitamente a quien él quiere y a quien la pida. Dios conoce la intención del
corazón, y no la va a dar a alguien quien la busque para engrandecerse o jactarse el mismo. La unción no es
tampoco es para hacer una denominación alrededor de ella ni para crear división en la iglesia entre las que
hablan en lengua y los que no, los que tienen el gozo del Espíritu y los que no.
La unción es para predicar el evangelio a un mundo perdido sin Cristo y para que a través de los milagros que
hagan se testifique que Cristo salva y sana.
Administrando la unción
Esta historia de Elías y Eliseo es figura de Jesús y la iglesia. Cuando Elías es traspuesto, dejo tirado el manto
para Elías que es figura de los discípulos que quieren la unción. Cuando Jesús sube al cielo, les dijo a sus
discípulos que esperaran en Jerusalén hasta que bajara poder del cielo. Es decir el manto.
Jesús quería que con la misma unción del Espíritu con la que él fue investido fuéramos ungidos nosotros. Pues
Él dijo que haríamos mayores cosas de las que El hizo.
“De cierto, decirte os digo: El que en mi cree, las obras que yo hago, las hará también; y aún mayores hará,
porque yo voy al Padre” Juan 14:12
La fe es imprescindible para fluir en la unción. Esta se hará evidente a medida que tú lo creas. La misma unción
que esta sobre el pastor esta sobre ti, pero la expresión de ella sobre tu vida es directamente proporcional a tu fe.
No depende de cuánto tu conoce o sabes de la palabra, sino de cuanto tu cree en lo que has aprendido. Está en la
batalla de la fe.
Jesús cita la fe y demando fe de todo aquel que quiere ser su discípulo. Predico muchas veces diciendo “el que
creyere…”, (Ej. Mr. 9:23) Pues Dios ha preparado bendiciones especiales para el que cree.
Cuando Eliseo tomo el manto, no se distrajo en el camino y ni presumió por tenerlo. Se fue directamente al
Jordán a hacer milagros. Ve y usa la unción para lo que Dios la dejo: bendecir a otros a otros a través de la
salvación y los milagros. La unción te va a servir para que, cuando prediques la gente se convierta, para sanar
enfermos, para vendar corazones quebrantados y para todo lo que Dios ha deseado. Así lo dice en las escrituras:
Isaías 61:1-3 “El Espíritu de Jehová el Señor esta sobre mí, porque me ungió Jehová; me ha enviado a predicar
bunas nuevas a los abatidos, a vendar a los quebrantados de corazón, a publicar libertad a los cautivos, y a los
presos aperturas de la cárcel; a proclamar el año de la buena voluntad de Jehová, y el día de venganza del
Dios nuestro; a consolar a todos los enlutados; a ordenar que los afligidos de Sion se les de gloria en lugar de
ceniza, oleo de gozo en lugar de luto, manto de alegría en lugar del espíritu angustiado; y serán llamados
arboles de justicia, plantío de Jehová, para gloria suya”.
La unción es para servir, nuca para engrandecerte. Quien se engrandece por la unción le pasara como a Simón el
mago, (Hechos 8:4 al 25). Quien quiso comprarla para hacer se grande famoso en el pueblo, por lo tanto, fue
revelado en su corazón cayo en amargura.
Dios conoce la intención del corazón de cada uno y dará a cada uno como El cree. Debes examinar tu propio
corazón para ver por qué quieres la unción. (Salmos 26:2).
Conclusión
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