Fuerzasdel Espiritu

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) EDUARDO FEUCHTERSLEBEN

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Catedratico de la Facultad de Medicina de Viena

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Las fuerzas del fspiritu

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i ARTE DE EMPLEARSE EN

BENEFICIO DE LA SALUD

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EI dominio de si mismo, Desarrollo de la voluntad; 1a

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fuerza del pensamiento. Como se CUl'a la indecision

y el mal humor. Autoeducacion.

t Traduccion libre y anotada

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l por el

PROFESOR R. P. MORRIS

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INTRODUCCION
Derechos reservados

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eonforme a la ley. UESTRA epoca se caracteriza por su espiri­
tll impaciente, fogoso, inquieto. Corre el
hombre, como nunca, tras de los goces ma­
teriales y Ie perturba un desmedido afan de enrique­
cerse rapidamente sin grandes esfuerzos. De ahi esas
espantosas catastrofes en el hogar de las familias; de
ahi ese vivir agitado, mohino, desesperante; de ahi
esa £alta de escrupu!os en los negocios y en el trato
social. Por todas partes se nos ofrece el espectaculo
horrible de Ia guerra y el de la Iucha feroz por Ia exis­
rencia.
Apartemos de ese cuadro sombrio nuestros ojos
contristados y dirijamoslos hacia regiones mas sere­
nas; busquemos Ia paz en nosotros mismos, en el
examen de nuestro mundo interior, en la con tempI a­
cion de nuestra vida propia e individual.
Procuremos comprender las relaciones que nos
"-, unen con, el mundo exterior y lIegaremos a conocer
el sentido intimo de Ia vida, nuestro propio destino.
Si sabe-mos abstraernos del medio que nos envuelve,
sentirernos renacer Ia paz en nuestras almas, aquie­
tadas por las irradiaciones de luz bienhechora.
I,I
Reflexionar acerca de las condiciones de Ia exis­
tencia, es procurarse un placer vivisimo; es un traba.
jo aconsejable y un deber sagrado.

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6 LAS FUERZAS DEL ESPIRITU LAS FUERZAS DEL ESPIRITU ,


Decia e1 baron de Steinberg: "En la actualidad, los 1. Noes pues, Ia ilusi6n, una fuerza real? Si 10 es, l pOl
escritores no componen sus obras en el suave silencio que no hemos de emplear esa potencia efectiva? Si loa
resultados de la ilusion son tan eficaces, ;, pOI' que nc
de su gabinete, sino en plena calle. EI ruido, 01 po1vo,
hemos de procurar despertar1a en nosotros mismos?
el, traqueteo, e1 bullicio ansioso de las gentes... He 1
I!') "El arte de hacerse ilusi6n a si mismo": he aqul
ahi 10 que buscan y nos trasmitonen sus libros ... Los el objeto primordial de nuestro libro. Arte dificil d€
antiguos, preocupandoIes mas 10 intimo que 10 exter~ ensefiar, cuyas 1ecciones no pasan de ser someros pr&
no, buceaban hasta el fondo de las cosas y descubrian, ceptos, suficientes, sin embargo, para despertar e1 pro­
con ojo paciente y escrutador, sus resort'8s m{ts ocuI·
pio estimulo.
tos. La agitacion es el mal del siglo y tanto el poets He tratado de hacerme popular en el buen sen·
como el filosofo, se sienten invadidos POI' esa fiebre tido de Ia palabra. Popu1arizar la ciencia no es reba.
ardiente y no hay para e110s cos a mejor que los movi· jarla, sino hacerla mas comprensible, mas atrayente.
mientos rapidos y desordenados". ponerla de este modoal a1cance de todas las inteligen·
Influido por tan acertadas observaciones y desao­ cias deseosas de instruirse y darle una aplicaci6n uti]
so de combatir las tende,ncias funestas que acarrea, y practica.
he decidido publicar eRte libro. Este libra, querido lee·
Para demostrar el acuerdo constante de Ia expe­
tor, es el fruto de una meditacian sosegada; debeR leer.
riencia y del talento en la cuestion planteada, citare,
10, pues, como se ha escrito: en el silencio y la medi.
tacion. de los autores mas eminentes, numerosas ideas y pen.
samientos, 10 cual prueba que nada digo que otro no
Por una alianza que establezco entre Ia mente y
haya pensado y escrito antes que yo.
Ia higiene, quiero estudiar, desde el pun to de vista prac. EI arte que preconizo esta, por desgrada, poco me­
tico, Ia influencia que ejerce 10 moral sobre 10 ffRieO. nos que olvidado. Y, sin embargo, el arte de dominar­
Los medicos, dice el vulgo, se reservan para elIos el se a si mismo, es e1 principio y el fin de 1a mas alta
monopolio de su denda y miran con malos ojos toda sabiduria. Para 1a aplicaci6n de las Ieyes que voy a
tentativa personal e independiente hecha pOl' los pro­ dar a conoeer, es necesario prOveerse de un libro d(
fanos, con el fin de iniciarse en los secretos del arte notas, en el cual se anotaran diariamente y con el ma­
de curar. Temen que nos apercibamos de todas sus yOr cuidado, observaciones individuales, proeurando ha­
incertidumbres y de toda la insuficieneia de su sa· cerlo con la mayor sinceridad y concision.
bel'; temen, en fin, perder aquel respeto, casi sagrado,
que noS inspiran. Les tiene muy en cuenta no sacar­
nos de In ilusian.
Pues bien, yo os digo: la il usion es necesaria; la
ilusion, en ese caso, es muy provochosa. 1, Pero 10 es
unicamente para nosotros solos, los medicos, 0 10 es 'f
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para todos? Indudablemente a todos nos lxmeficia. Si
Ia ilusian cura, vale tanto como eJ hierro y Ia quinina.

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CAPITULO PRIMERO
DE LOS EFECTOS DEL ESPIRITU
EN GENERAL

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A ciencia que se ocupa de los medios adecua­
dos para conservar la salud del cuerpo, sel lla­
ma higiene. Para el espiritu, que est a sujeto
tambh~n a enfermedades, es preciso que exista otra
higiene. Esta higiene del espiritu se basa en Ia moral,
pero no en la moral considerada como regIa de con­
ducta que debemos observar con nuestros semejantes
(etica), sino en Ia moral, consid-erada desde el punto
de vista particular, de las fuerzas que tiene el espiritu
para anular los males que afectan al cuerpo.
Esas "fuerzas del eSPlritu" son reales. Las mara­
villas que se cuentan y ponderan de esas fuerzas son
muchas, pero las leyes que las regulan son poco cono·
cidas, y sus aplicaciones priicticas todavia 10 son mas.
Sin embargo, por su origen y naturaleza, esta some·
tida a la direcci6n de Ia voluntad y, por 10 tanto, el
hombre puede regular su uso. Lo que Ilamamos higie.
ne mental, es precisamente la ciencia de emplear las
fuerzas que posee el espiritu para conservar la salud
del cuerpo. Estudiar esta ciencia es 10 que nos propo­
nemos en esta obra.
Kant trat6 "del poder que tiene el alma de domi­
nar el dolor por medio de Ia voluntad". Nosotros va­

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10 LAS FUERZAS DEL ESPIRITU LAS FUERZAS DEL ESPIRITU 11


mos mas alIa; nosotros queremos ensefiar cl arte de ejerce en la salud de sus compatriotas el cHma de In­
dominar, no solo la sensacion del mal, sino tambhln el glaterra, dice 10 siguiente:
propio mal. N osotros indicaremos como las fuerzas "No se ha averiguado todavia, si much as enfer­
del espiritu pueden combatir las enfermedades del medades atribuidas a la atmosfera de Londres, tienen
cuerpo. por causa las costumbres de sus habitantes. De la mis­
EI hombre, la mujer, el nino, cad a cual se repre­ rna manera que el cuerpo, a pesal' de todos los cam·
senta la vida desde su punto de vista particular, se­ bios 'atmosfericos, conserva su calor interno casi in­
gun su caracter mas 0 menos alegre, mits 0 menos variable, asimismo, hay enel alma humana una fuerza
triste, y su existencia se desJiza entre la alegria y la intima de resistencia, cuya accion se equilibra con la
tristeza, de acuerdo con la concepcion que de la vida acd6n hostil de las fuerzas exteriores. Una senorita,
se han formado. Las imagenes mas fuertemente gra­ que se encuentra delicada y sin alientos para moverse
badas en el fondo del alma, son siempre las que cons· de su habitacion, bailara toda la noche sin cansarse,
tituyen la satisfacci6n 0 el descontento de la vida. l Y sin sufrimiento alguno, con el hombre que ama. Este
como no hemos de hallar el medio de hacer apareeer es un hecho que todos hemos podido comprobar mil
o desaparecer aquellas imagenes? l Como no hemos de veces. Lo que nos apasiona, despierta y tonifica la fuel"
conseguir que nuestros ojos se ejerciten a ver bien, en za vital del organismo. Del mismo modo, las gentes
lugar de obscurecer y debiIitar nuestra vida, como so­ que sin cesar tienen ocupada su atencion y sus fuer­
lemos? Vee en Shakespeare, al rey Lear y a su com· zas en el trabajo, no consultan el barometro. Es muy
panero perdidos en el desierto, mientras furiosa tern· cierto que el mes de noviembre, triste y sombrfo, es
pestad brama sobre sus cabezas: e1 uno, calado por la epoca de la melancolia y de los suicidas, pero to­
la Iluvia, esta tiritando de frio; el otro permanece im· das las nubes del cielo mas ent~mebrecido, no son
pasible y sordo a la tormenta, porque ruge en su inte· suficientes para obscurecer el eter puro de un al·
rior la voz mas prepotente de la ira. rna limpida. La inflencia moral que obsesiona a los
Nadie ignora que los desgraciados, cuya alma estil enf,ermos, es mucho mas podersa que la influencia
sumida en la .noche de la demencia, se hallan al abri· que pueda ejercer elestado atmosferico. EI ser hu­
go de gran numero de sufrimicntos corporales que al· mano, propenso siempre a atormentarse a si mismo,
canzan a otras personas que les rodean. Su atencion, relaciona ciertas ideas lugubres con los hechos que
absorbida por una idea fija, se separa del cuerpo, Y acontecen a su alrededor; asi por ejemplo, la caida de
esta concentracion de todas las fuerzas del espiritu so· Jas hojas en otono, Ie sugiere la veleidad, el infortu­
bre un solo pun to, les hace insensibles a las influencias nio, 10 azaroso de la vida, en fin, ideas todas tristes y
del exterior. Si ello es asi, l quit§n dudarit que una vo­ deprimentes que encogen el animo y anulan la vol un­
luntad filme, bien dirigida, puede alcanzar un poder tad.
igual y obtener los mismos resultados que una volun­ HEI hipocondriaco, el hombre que siente el abu­
tad inerte como la de un pobre loco? rrimiento de la vida, advierte que sus temores, sus in­
Un medico ingles, hablando de la influencia que quietudes, crecen 0 disminuyen segun las variaciones

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12 LAS FUERZAS DEL ESPIRITU LAS l'-'UERZAS DEL ESPIRITU 13

de la te;mperatura; pero estudiado el caso debidamen­ fluendas que Ie comprimen, y el mundo entero pesa
te, veremos, en definitiva, que todo dependa de Ia dis­ sobre el, y no obstante, nada hay en el mundo mas
posici6n mental del enfermo, y esta, es ya sabido, pue•. fuerte qUe el caracter del hombre. No siendo los seres
de modificarse por la acci6n poderosa de la voluntad. de la naturaleza mas que fuerzas manifestadas, re­
"La hipocondria supone siempre un caraeter debit sulta que la esencia intima del hombre reside toda en
0, por 10 menos, una debilidad temporal. Reconocer la energia con que se manifiesta. Si esta energia no se
esta debilidad y combatirla sin descanso, es el tinieo despierta en el espontaneamente, es necesario que por
medio de curarse" . una sacudida violenta, se ponga en estado de verse
Goethe refiere el hecho siguiente: "obJigado a querer".
"En una fiabre ptitrida epidemica que hacia estra­
gos enormes, hallabame expuesto a un contagio inevi·
table, pero logre apartar el peligro por la sola acci6n
de mi voluntad jnquebrantable. En semejantes casos.
la voluntad obra milagros. La resoluci6n hecha con
energia, parece que se .difunde por todo el cuerpo, ad·
quiriendo este un estado de actividad tal, que rechaz:a
todas las influencias nocivas" .
"El temor es un estado de debilidad que nos en·
trega sin defensa a los ataques victoriosos del enemi­
go. S610 la voluntad puede derrotarla".
A Goethe se Ie puede citar como una autoridad,
siempre que se trate de la vida del alma, porque en
el todo es real y positivo, y no se 1e puede tener por un
visionario.
t Que es la vida, sino el trabajo de la voluntad que
tiende a someter las fuerzas exteriores y, por sus con­
quistas sin fin, a cambiar el estaclo del individuo, sin
modificar su esenda? La actividad espontanea es la
condici6n de la existencia, y Ia misma actividad espon­
tanea en el hombre tiene por objeto el desarrollo de
las fuerzas intelectuaIes: "Pensar, Querer, Obrar", ter­
minos correlativos. Cuando mas fuerte es en el hom­
bre el pensamiento, mas viva es la espontaneidad, y Is
espontaneidad es la vida misma.
EI hombre se halla envuelto en medio de mil in-

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LAS FUERZAS DEL ESPIRITU 16

que hac-e estremecer al hombre honrado, a la par que


el hombre de moralidad dudosa se siente airaido por
el mal. Esto, que hoy parece una idea absurd a, dentro
de algun tiempo sera, probabl'8mente, una verdad vul­
gar y trivial (*). En los lugares donde se ha come­
tido un asesinato, segun la creencia popular, perma­
nece, como flotante en elIos, una fuerza misteriosa que
CAPITULO II strae irresistiblemente al victimari(). Esas creencias
populares que desdefian los hombres "medianament€
LA BELLEZA ES E.L REFLEJO DE
instruidos", son tenidas en cuenta por los sabios, por­
LA SALUD

EMOS demosirado ya la fuerza de resis­


tencia que posee el esplritu d-el hombre
contra las inflm:incias exteriores. Algunos
autores han dicho: "Puesto que nuestro cuerpo es el
instrumento de la civilizacion y de la metamorfosis del
I que saben que son muchas veces, el testi:monio univer­
sal que certifica los hechos sin interpretarlos" .
El caracter, es decir, la manera habitual de sen­
tir y de querer, influyen en los musculos voluntarios y,
por consiguiente, en los rasgos fison6micos. La risa,
la burla, el lIanto, muy repetidos, obran en las partes
blandas de la cara, imprimen su huella dejando una
mundo, el imperio sobre sl mismo sera el imperio del disposicion cada vez mayor para reproducirse, y aca­
mundo". No me atrevo a decir tanto. Sin embargo, e1 ban por ejercer una acci6n permanente sobre los museu­
azar me ha deparado un libro, en el cual se encuentran los y la piel.
As} vemos que los hombres de temperamen to apa­
ciertas reflexiones muy atinadas que sirven de apoyo sionado, al llegar a viejos, tienen en la frente mu­
a tesis tan original. chas mas arrugas que los hombres de caracter apaci­
He aqui un pasaje que expresa mi pensamiento . La causa es deb ida a que los primeros han frun­
con mas claridad de 10 que yo pudi-era hacerlo: "i. Es cid() mucho mas a menudo los musculos de la cara, Y
un absurdo creer que el alma y el cuerpo ejercen, el los pliegues resultantes de estos movimientos se ha­
uno sobre el otro, una sccion reciproca,como l'ec1­ cen permanentes. Y 10 mismo puede decirse de los
proca es toda acci6n perfecta 'f i. Podemos aceptar que
el alma, ese fluido, entre indefinible, que penetra por (*) El sabio doctor ha side profeta. La teoria lanzada por
doquiera sin obstaculo alguno, ejerza una influencia IH a mediados <ilel siglo pasado, ha sido cOlToborada y ampli­
s()bre el mundo exterior que, en sus maniestaciones ficada p~r los sic6logos y siquistas de mas fama de nuestra
mas energicas modifique el medio material donde se e,poca. Leadoeater, Atkinson, Waldo Trine, y sobre todo Pren­
producen? La 16gica nos conduce directamnte a esta tice Mulford y la mujer extraordinaria Mary Eddy, fundadora
hip6tesis: la presencia del hombre de bien mejora el de "Ciencia Cristiana", han sido los apostoles de eSa nueva
ambiente en que se mueve; el malvado y su crimen, doctrina que tiene por base el poder del pensamiento. R. P.
irradian en torno suyo una especie de contagio fisico MORRIS.

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16 LAS FUERZAS DEL ESPIRITU LAS FUERZAS DEL ESPIRITU 1'1

mas organos y demas partes del cuerpo. Si un hombre, te e imperceptible, no deja escapar impunemente delito
exento de graves cuidados, respira a pleno pulmon. alguno. Sus fallos soberanos y eternos, como todo 10
au pecho se dilata en beneficio de los organos de la que emana del primer principio, producen en las ge­
cavidad toraxica. Someted a la misma prueba a una neraciones sus efectos inevitables; los nietos que, con
persona en quien la c~rculacion este como entorpeci· desesperaci6n, meditan acerca. de sus padecimientos,
da por una pena 0 pOr algun disgusto, y notareis en seguramente hallaran la causa en los excesos cometi·
ella perturbacion en la secreci6n y en la excreci6n, de­ dos por sus abuelos. Sin embargo, el estado de debi.
bilidad en la nutricion y demas sintomas que revelan Iidad y hasta las enfermedadea de la generaci6n actual,
un estado de desequilibrio organico. dependen casi siempre mas de causas morales que de
EI hombre conserva durante toda su vida, el reo causas flsicas, y que el remedio mejor para prevenir­
cuerdo de las impresiones morales que ha experimen. las y extirparlas estriba, no en esa educacion materia­
tado habitualmente y este hecho es tanto mas inevi­ lista que se da en nuestras universidades, sino en una
table y tanto mas manifiesto, en cuanto las impresio. educaci6n mas elevada de un orden diferente, y que
nes obraron en el con mas presteza y con mayor vio­ debe principiar por la educa.ci6n de 51 mismo.
lencia y fueron mas conformes a sus disposiciones na· Muchisimas veces, y algunas con sobrada raz6n.
turales y mas frecuentemente reno vadas . EI hombre se ha echado en cara a los medicos de ser materialis­
es, por decirlo asi, un circulo viviente: to do esta esla. tas exclusivos, y de no ver en el hombre mas que un
bonado en su organismo. Lo que a primera vista re­ manojo de huesos, cartilagos, visceras y membranas
vela un rostro palido y rugoso, 10 anuncia tambien y puestos en movimiento por el oxigeno del aire y por
10 confirman otros signos, como la debilidad de la la sangre. Semejante acusacion no reza con nosotros.
voz, un andar vacilante, un caracter de letra inseguro, Al probar la armonia existente entre la bel1eza y la
la indecision del espiritu, la sensibilidad a las varia. saIud, no contradecimos al sano moralista ni al hom­
ciones atmosfericas y la facilidad con que las enfer­ bre de ciencia.
medades son acogidas, las cuales van minando lenta­ En los hombres en quienes la Naturaleza bienhe·
mente el fondo de toda economia. chora ha facilitado, mediante una excelente organiza-­
El espiritu tiene manjares venenosos que destru· cion, el desarrollo de las facultades morales, la armo·
yen el cuerpo, pero tiene tambien frutos sabrosos qUE! nia de la salud ,del alma con la del cuerpo se hara mas
10 conservan y 10 curan. La belleza es mas que otra patente que en los seres menos favorecidos; en estos,
cosa, un signo inequivoco de saIud, pues la armonia para que sus tierras den un poco de fruto, es menes­
de las funciones se manifiesta por la armonia de las ter una lucha del espiritu contra la materia.. Pero los
formas. Por 10 tanto, si la virtud embellece y el vicio destellos de la luz celeste brillaran tanto mas vivos
ea una causa de fea1dad, ;. podria alguien negar que 13 cuanto mas tupidas sean las sombras de la noche que
una conserva 1a salud y que el otro la altera? atraviesen en su carrera; a su resplandor se transfi.
Puede afirmarse pues, sin vacilar, que la natura· gurara la envoltura material del hombre, como se
leza es un tribunal secreto, que su jurisdiccion pacien. transfigur6 la cara de Socrates, y se confirmaran las
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18 LAS -FUERZAS DEL ESPIRITU

I palabras de Apolonio:"Las arrugas tienen tambien su


primavera" .
I ~ Y que es, al fin, la belleza propiamente dicha, sin
I la transfiguracion del cuerpo por esa luz interna Ha­
mada alma? ~ Es la salud otra cosa que la belleza en J
las funciones de \a vida? CAPI'rl.TLO III

I
Lavater ha dicho: "No espereis embellecer al hom­
bre Bin mejorarle". Y plenamente convencido afiado LA IMAGINACION Y SUS EFECTOS
yo: Si no mejorais al hombre, no espereis conservar
su salud.

I
1
,L OS psic610gos modernos echan en cara a los
antiguos, el desconocimiento que tenian de la
unidad del espiritu humano, admitiendo va­
rias facultades, unas de orden inferior y otras de or­
den superior; la razon, el entendimiento, la voluntad,
]a imaginacion, la memoria, etc. Si por facultades se
entienden fuerzas particulares que obren segun las le­
yes propias, el cargo que se les haee es fundado, por
f cuanto el espiritu es una fuerza unica, completa, indi­

I
visible, y en el no pueden distinguirse mas que las for­
mas y las manifestaciones de su actividad. Pero es
ciertamente muy utH clasificar con exactitud y preci­
sion los caracteres de aqueUas diversas manifestacio­
nes. Debemos pues, agradecer a la antigua escuela el
I habernos sefialado el camino, esto es, a analizar al
hombre en vez de limiiarnos a contemplarlo can ex­
tnsis como una maravilla. Sigamos las lecciones de
nuestroSt antecesores y, sin renunciar a contemplar y
admirar en su conjunto la facultad intelectual del hom­
b/'e, estudiemos la acci6n de esta facultad en la diver­
sidad de sus fen6menos.
Estos forman tres grupos diferentes y pueden cIa­
sificars-e de la siguiente manera: faeultad de pensar,
facultad de sentir y facultad de querer. En la facul­
tad de querer suelen, sin embargo, confundirse la ima­
ginaci6n y el sentimiento.

.1

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20 LAS FUERZAS DEL ESPIRITU LAS FUERZAS DEL ESPIRITU 21

La vida intelectual tiene por alimento las ideas; facultad del alma menos estudiada y quizii la que me­
por aire vital los sentimienios; por ejercicios de fuer­ nos puede estudiarse a fondo, porque estando enlazada
za los aetos de voluntad. Examinemos, bajo ese triple con iodo el sistema, y sobre todo con los nervios y el
aspecto, como se produce la accion del espirltu co~tra cerebro, como 10 atestiguan tantas enfermedades ra­
los sufrimientos maieriales que amenazan al hombre. ras, pareee ser no solo el Jigamen y la base de todas
Si en el dominic del espiritu se admite una escala las facultades superiores del alma, sino tambien el
graduada, hay que poner en la parte mas baja la ima­ punto de union del cuerpo con el espiritu. La imagi­
ginacion; en el centro, la voluntad, y en 10 mas alto, nacion es, por decirlo asi, la flor de toda la organiza­
la razon. Este es el orden con que se desarrollan nues­ ci6n material puesta al servicio de la facultad pensan­
tras facultades durante la vida: el nino suena, el ad()... te" .
lescente desea, el hombre piensa. Y si es cierto que Kant, el adversar.io de Herder, ha comprobado asi­
la Naturaleza, en su accion, procede de 10 pequeno a mismo que 119. fuerza motriz de 1a imaginaci6n es mu­
10 grande, dicha graduaci6n esta probada. La Natura­ cho mas intima y mas penetrante que otra fuerza ma­
leza empieza, como se ve, por la imaginaci6n: imite­ terial cualquiera. El autor de la "Critica de la Razan
mos, pues, a aquella, porque la imaginacion es como Practica", ha dicho: "Un hombre que experiment a el
~ uIi puente tendido entre el mundo fisico y el mundo placer de una grata compania, come mas a gusto que
intelectual, la imaginacion esuna fuerza maravillosa, si se hubiese dado un paseo a caballo durante dos ho­
variable, incoercible, de la cual no se aabe con certeza ras. "Una lectura agradable es mas ntH para la salud
si hay que atribuirla al cuerpo 0 19.1 espi:ritu, si la go­ que el ejercicio fisico". En este sentido consideraba
bern amos nosotros 0 somos gobernados por ella, y esto los suenos como un especie de movimiento determi­
precisamenie es 10 que la constituye como intermedia­ nado por la naturaleza para conservar el mecanismo
ria entre 10 moral y 10 fisico y 10 que Ie da a nues­ organico. Kant explica el placer de la amistad como
tros ojos mas importancia. En efecto, si examinamos el efecio de una digestion feliz. Otro pensador ha di­
atentamente los fenomenos que nos rodean, reconoce­ cho: "La imaginaci6n es el clima del alma".
remos que ni el pensamiento, ni el deseo, ejercen en Las enfermedades mentales tienen toda su raiz en
nosoiros una accion inmediata, pues tanto el uno co­ 119. imaginacion. Si tuviesen su asiento en el espiritu,
mo el otro necesitan, para manifestarse, el auxilio de sedan errores 0 vicios, pero no enfermedades. Si pro~
la imaginacion. Esa es la fuerza motriz de todos los viniesen del "cuerpo", no sedan enfermedades del "al~
miembros aislados del organismo intelectual. Sin ima­ ma". Para que se produzcan esos males que azotan a
ginaci6n, iodas las imagenes son obscuras, todas las Ill. humanidad, es preciso que el cuerpo y el alma es­
ideas result an palidas y esteriles, todos los sentimien­ ten en contacto, y ese contacto no puede verificarse
tos son groseros y brutales. La imaginacion es la ma­ sin el auxilio de la imaginaci6n. Arrojar lejos y para
dre de los ensuenos, la fuente de la poesia, y sin poe­ siempre todas las enfermedades de ese genero, es el
sia no hay nada puro ni elevado. fin supremo de la higiene mental.
"En general -dice Herb-er-, la imaginacion es 1::1 La imaginacion tiene su dominio fuera del munde

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22 LAS FUERZAS DEL ESPIRITU


LAS FUERZASDEL ESPIRITU 23
real; segun sea el ejercicio, regular 0 desordenado, que EI trabajo de la imaginacion supone un sentimien­
hagamos de esta facultad caprichosa, aleanzaremos la to: entonces sentimos 10 que imaginamos. La imagina·
dicha y la salud 0 la desgracia y la enfermedad. Cuan­ cion, en este caso, es activa y el se:ntimiento es pa­
do damos a la imaginacion vuelos desmesurados nos sivo. Si esto Se reflexiona un poco, se reconocera que
hace sonar despiertos y nos hallamos en los u~bra. no se trata de un simple juego de palabras. Mostrar
les de 1a demencia. La mirada del poeta extraviado al mundo el lado sensible de nuestro ser, es presentar·
en la contemplacion del ideal, evoca much as veces fan­ se a pecho descubierto ante la espada del enemigo,
tasmas terribles que Ie obsesionan, hasta tanto que
oponerse a la accion de las causas' exteriores. Asi, pues,
sus ojos se dlrigen, al fin, hacia la rutilanle esfera de
10 bello.
en esto como en 10 demas, el placer y el dolor tienen
identico origen.
Aun en las condiciones ordinarias de la existencia
l. no ejerce la imaginacion sobre nosotros cierta clase Todos sabemos, 0 por haberlo lei do 0 por la ex·

de poder plastico? En el acto de la generacion, segun periencia, cuan saludable 0 cuan terrible puede ser

se ha podido comprobar, el estado imaginativo de los la influencia de la imaginacion en ciertos estados mor­

esposos contribuye eficazmente en las formas del hijo bid os. Por 10 tanto, podemos hacer la siguiente deduc.

y en sus facultades psiquicas. l. Nose ha escrito tam­ cion: si una fuerza es capaz de curar enfermedades,

bien 10 mucho que influye la imaginacion de la ma­ puede tambien evitarlas, y si la misma causa tiene el

dre sobre el felo? Siendo el hombre, pues, hijo de la poder de agravarlas y hacerlas mortales, puede igual.

imaginacion, l. no ha de constituir esta facultad un mente producirlas. i Ved, pues, cUan profundos y fu·

principio primordial del hombre? Puede decirse que la nestos son los sufrimientos de aquellos desgraciados

imaginacion esta en nosotros y aun antes que nos· que se abisman en la idea de un mal imaginario, del

cual se creen atacados 0 amenazados! Tarde 0 tem­

otros seamos nosotros mismos.


prano 10 imaginativo 8e convierte en realidad.

Lo que el mundo exterior, con todas sus influen­


cias, es para el hombre externo, la imaginacion, ese La causa fisiologica de este fenomeno es una ten·

sion nerviosa continua hacia un mismo organo, cl

I mundo exterior que vuelve el fondo y la substancia de cual termina por sentirse atacado en su esfera vegeta­

la vida, 10 es para el hombre interior. La influencia tiva. EI siguiente caso, que copiamos de una revista

que ha de ejer'cer la imaginacion en la salud, es, pues, medica, es un ejemplo de 10 mucho que puede la fuer·

decisiva. za de la imaginacion: "Un lector, aterrorizado por la

Al haber dicho antes que el sentimiento y la ima· descripcion que hacia un peri6dico sobre la muerte

gim:d6n sl? confunden en la misma facultad, no hE horripilante, ocasionada por la mordedura de un perro

querido rehuir el trabajo de dar una definicion mas rabioso, se sinti6 atacado de hidrofobia, de la que se

precisa del uno y de la otra. Mi intencion ha sido tan Ie pudosalvar aplicandole inmediatamente los reme·

solo hacer comprender que el sentimiento y la imagi­ dios apropiados a dicha enfermedad". En cas os de epi.

nacion son, efectivamente, una misma facultad consi. demia se ha podido observar que muchas personas, en

derada ya como activa, ya como pasiva. perfecto estado de salud, han sentido los efectos del

II!

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24 LAS FUERZAS DEL ESPIRITU LAS FUERZAS DEL ESPIRITU 25

colera morbo, sin otras causas que las motivadas pOl Estos fen6menos son los simbolos de otros muchos
las conversaciones y la leciura de los periodicos que hechos, de los hechos mas importantes que se realizan
reseiian los estragos de la peste. Y estas personas, a en el mundo.
consecuencia de sus temores puramente imaginarios, Existe una especie de atmosfera mental que en·
sienten los dolores de vientre precursores de la enfer­ vuelve al hombre. 10 mismo que la atmosfera del mun­
medad y todos los sintomas que la aCO'mpanan. do fisico envuelve la tierra. En aquella atm6sfera, crea­
Puesto que la imaginaci6n puede ocasionar al hom· da por la mente humana, se revuelven en un continuo
bre tantos peligr08 y sufrimientos, l no ha de tener flujo yreflujo, un sinfin de ideas y sentimientos, sin
asimismo la virtud de rechazar el mal y de hacernos darse cuenta de ello, respira, se asimiIa e influye en
dichosos? Si solo por oreerse enfermo, la enfermedad el.
se apodera de mI, l no podre conservar la salud si me Nadie se exime de la influencia que ejerce la opi­
persuado firmemente de que estoy bien? Las prue. nion publica en las int,eligencias mas libres; pero e1
I bas que apoyan esta opini6n son verdaderamente abun­ medio moral que obra en los individuos, puede ser
contrarrestado por la accion de una fuerza individual.
dantes. Dejando a un lado los efectos maravillosos
que producen en el animo del enfermo la confianza, El valor de un Mroe se transmite como fluido magne·
los suenos agradables, las simpatias, la musica, nos tieo; el miedo tiene una especie de pod-er contagioso;
limitaremos a hacer esta observaci6n: 10 que tiene eJ la risa y la alegria se comunican de una manera irre­
poder de curar los organos enfermos, tiene tambien la sistible, apodenindose del hombre mas taciturno; los
virtud de conservarlos sanos y fuertes. bostezos y el fastidio, se contagian igualmente can ex­
POI' el poder de la imaginacion nos explicamos los traordinaria facilidad_
efectos que vemos producir por ciertos caracteres ener­ Mucho podria escribirse aeerea de este pun to, pe­
gicos, sobre las naturalezas mas debiles y delicadas. ro vuelvo a mi tema; las personas que carecen de la
El talento de un hombre superior no obra sobre nues­ fuerza de imaginacion necesaria para aplicar los pre.
tra razon si nuest-ra imaginacion no Ie ha ~Ilanado an­ ceptos de la higiene mental, deben apoyarse en otra
tes el camino. La influencia que ejercen los hombres imaginacion mas poderosa que las sostenga y forta­
eminentes, no proviene de que sean en seguida com· lezca. La debilidad de la imaginacion es, segun Hippel,
prendidos, sino que tiene por causa la fama de que go­ una especie de tisis moral: "La imaginacion es el pul·
zan, 10 cual seduce a la imaginaci6n (*). mon del alma".
La esperanza constituye el primer origen de los
(*) Cuantas veces nos habremos encontrado con hombres de planes y proyectos fantasticos, y es el genio protector
grandes prestigios (por su talcnto, por su alta alcurnia 0 por de la vida humana. El mismo Kant, e1 fil6sofo de la
otras cualidades) y sin embargo, nuestra conversacion con elIos raz6n pura, proclamo ese poder benefico de la espe·
se habra producido con la mayor sencillez y naturalidad del
mundo, sin afectarnos 10 mas minimo, debiendo nuestra tran­ res vulgares tratan con desden 0 con indiferencia a personas
quilidad de animo, 'a haber ignorado las relevantes cualidades notables, que, de conocerlas, les hablarlan no solo con respeto,
de nuestros interlocutores. Y. por la misma causa, cuantos se­ sino hasta con cierta timidez.-R. P. MORRIS•

.,- --­ .~-~,.-,.


26 LAS FUERZAS DEL ESPIRITU LAS FUERZAS DEL ESPIRITU 27
I Ii braci6n externa, a Ia cual los sonidos musicales no ha­
I ranza. En efecto, ~ no es esta deidad protectora, la
cen mas que dar un cuerpo y una forma perceptible.
hija de la imaginacion y la hermana de los suenos?
Hufeland, en su HArte de Prolongar la Vida", ha dicho Todas las artes tienen por principio, como la mu­
sica, el sentimiento de la armonia: tcdas se convierten

J
estagran verdad: "Uno de los mejol'es medios de pro­
longar la existencia, es dar a la imaginaci6n una di­ en guardianes de la salud y tienden a derramar sobre
reccion agradable". el alma Ia paz y el sosiego. Luego, las bellas artes
La vivificadora llama de la imaginacion es alimen­ son el canto de la vida. Y en e1 seno. mismo de la
tada pOl' esta admirable facultad que llamamos ingt"­ muerte, como ha dicho el mistico Jacques Boehme, las
nio. Una compaiUa agradable, en la que reinen Ia jo' almas transportadas a las esferas eternas. estan en­
vialidad y el buen humor: heaqui 10 que basta. para vueltas en luz y armonia.
curarel orgullo, Ia vanidad y el sentimiento enfermi­
zo. La agudeza y el ingenio rigen al mundo con un
cetro ligero y poderoso que mata los pesares, aplasta
Ia soberbia y disipa los tormentos de las i!usiones va­
nas. La agudeza y el ingenio son los que dan a las al­
"l mas enfermas 1a serenidad y el sosiego, btt1samo pre­
cioso y saludable, mucho mas ef1caz que todos los con­
suelos de la raz6n.
Entre las diversas partes del trabajo que consti­
tuye la vida intelectual del hombre, e1 arte es Ia que
se refiere a la imaginacion. As! como mientras dormi­
mos los suenos .reposan al 'alma de su fatigosa Iucha
contra el mundo material, asi tambien, en el estado de
vigilia, el arte, mediante sus concepciones ideales, rea­
nima la vida proxima a sucumbir bajo el peso abru­
mador de la realidad. La musica, las artes plasticas, la
poesia, etc., son el alimento que nutre al alma.
Un observadorsutil ha dicho que el objeto final
de la musica es la salud, porque cuando un individuo
se siente a sf mismo vivir dentro de su alma, con to­
das sus fuerzas y con todas· sus aspiraciones, esta pIe­
namente sano. EI canto y la musica ani man todos los
organos; las vibraciones se comunican al sistema ner­
vioso, y el hombre, de pies a cabeza, se pone "uniso­
no". Y asi es, en efecto, pues el sentimiento no es
otm COsa que la musica del coraz6n, una especie de vi­

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LAS FUERZAS DEL ESPIRITU 29

capaz, como la inteligencia y como la sensibilidad, de


, ",I variar de rumbo; 10 importante es conseguir una vo­
ii,
luntad flexible y fuerte al mismo tiempo.
El hombre, en cuanto a persona moral, es una
fuerza una e indivisible; dirijase esta fuerza hacia el
'I'i!
11"
fin que tiene sefialado. A nuestra generacion hay que
repetirle aquello de don Carlos: "La indecision es una
i
CAPITULO IV
enfermedad del alma, que ho produce mas que inquie­
~ii tudes. Para verse libre de ellas, basta querer librar­
i ~J VOL UN'l'AD - CARACTER - INDECISION
MAL HUMOR se. El estado mas miserable es el de carecer de la
fuerza de querer. Tened conciencia de vosotros mis­

",1
'I
e
UANDO hablo de la "voluntad", nO quiero ex­

nresar la facultad de desear, sino aquella ener­


gia vital que resume la accion de iodas las
fuerzas del espiritu, energia que se siente y no se
puede definir, pero que podria denominarse "facultad
mos y sert~is todo 10 que querais y todo 10 que podeis
ser'" .
El cuerpo y el alma estan intimamente ligados por
vinculos que es imposible separar, pero hay tambien
ciertas cadenas que una resolucion energica puede
romper; estas caden'as SOn las que nosotros mismos
nos forjamos, y a las cuales distinguimos con los nom­
practica del hombre".
Todo ser humano, aun el mas debil de espiritu, bres de "indecision, inquietud, mal humor" y otras por
encuentra en sl mismo esa potencia del querer, cuyo el estilo. En un tratado de higiene mental, deben de­
desenvolvill1iento en el hombre fuerte constituye 10 nominarse imperfecciones del espiritu.
que se llam~, "car:kter". Esa potencia es, por decirlo La "indecision" es' un espasmo funesto del alma,
aSl, el iodo del hombre, es su personalidad, es el fondo que frecuentemente iermina en paralisis. La indeci­
de la persona misma, es la fuerza que mueve a la ima­ sion, por 10 comun, nace deaquella funesta idea que
ginacion. generalmente acompafiamos de expresiones como es­
Sobre la voluntad deben obrar la moral, la ley, la tas: "j Ya es tarde! j La cosa no tiene ya remedio!" Y
instruecion y, sobre todo, la "higiene mental". es precisamente en estos casos cuando debemos des­
Si el caracter es, segun la frase de Hardenberg, plegar nuestra energia y tomar una resolucion.
una voluntad desarrollada, facil es concebir c6mo ha­ La "distraccion" es en la vida del alma, un estado
bra de cllitivarse. La inteligencia, llevada de los pri­ ana.logo al temor de los musculos en la vida del cuer­
meros argumentOs que se Ie pres-e.ntan, puede ceder a po; es una oscilacion que delata una fuerza moral insu­
nuevos argumentos ; asimismo el sentimiento, desper­ ficiente para obrar con perseverancia en la misma di­
tado por una primera impresi6n, es susceptible tam­ reccion, y una necesidad de reposo y de cambio. Pues
bien de modificarse en sentido contrario bajo utn im­ .,1
bien, si la experiencia nos ensefia, hasta en el orden
pulso diferente. Pues bien, la voluntad es igualmente fisico, que un fuerte impulso puede hacer cesar esa
debilidad por algun tiempo, poco a poco y para siem­

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30 LAS FuERZAS DEL ESPIRITU
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LAS FUERZAS DEL ESPIRITU 31

pre podemos, con certeza, esperar los efectos mas ma­ jan de existir para ella el tiempo y el espacio, echan·
ravillosos de ese otro impulso, el HUls profundo y mas dose a volar POI' las inmensidades del Infinito.
~ndividual que puede reeibir el hombre, cual es el de El "mal humor" es el demonio terrible que, bajo
la voluntad. el nombre de indisposicion del espiritu 0 fastidio, con­
Yo he hecho en mi mismo la observacion de que sigue ejercer en la sociedad un dominio despatico, Es­
para lograr que desaparezcan los corpus cui os flotan­ ie mal hace verdaderos estragos, pOl' 10 tanto una men.
te afinada debe desterrarl0, pues no es j us"Lo ni es Ii­
tea que me turban la vista, e impedir el tembleteo de dto someterse a el.
las letras sobre el papel, me basta fij ar con firmeza la Lavater escribi6 un excelente discurso c()!utra el
vista sobre los objetos vacilantes. Por 10 tanto, unn mal humor. Nadie puede substraerse a la tristeza -ha
voluntad energica da al alma una direccion, un apo­ dicho-, pero todos podemos sacudirnos el mal humor.
yo y una fuerza. Por esto, contra la opinion comun, En la tristeza hay cierto encanto, cierta poesia, pe­
he considerado siempre las disiracciones como un re­ 1'0 el mal humor no tiene ningun atraetivo, es la pro·
, ~!, medio bastante dudoso en las etnfermedades del alma sa vulgar de la vida, es la hermana mayor del hastiG
y del cuerpo. -i\l contrario, siempre he creido que el y de la pereza, de es::!. pereza que envenena la san­
"recogimiento" es, en estos casos, muy saludable, por­ gre y mata lentamente, 1. De dande viene el mal hu­
que la vida obra de dentro hacia afuera, y la muerte, mor'! En primer lugar del "habito", padre del hombre
al igual que las enfermedades, obra de afuera hacia y de sus vicios _ Si desde la ninez nos hubiesen acoa:.
adentro. lumbrado a no estar jamas ociosos, a emplear en ocu­
Para curar los males del alma, ha dicho un pro­ paciones agradables el tiempo sobrante de nuestroB
fundo pensador, la inteligencia es importante, la raz6n estudios hasta el momento de ir a la cama, vendria
carece de fuerza y el tiempo la tiene ioda; la resigna­ el sueno reparador a cerrar suavemente nuestros ojos,
ci6n y la actividad son remedios sobel'anos. Este re­ y no se apoderaria de nosotros el mal humor. Si des­
medio, realmente curativo, tiene por base una ley in· d§ ninos estuvieramos acostumbrados a vel' que en'
quebrantable, y es csta: entre dos estlmulos, el mas ,nuestro derredor to do se halla en orden. tened por
debil cede siempre al mas fuerte. Si se hace penetrar -cierto que, pOI' armoniosa disposicion del alma. se
en el alma y por esta en el cuerpo, el estimul0 nUls reflejaria en nQsotros ague} orden exterior, En una
activo y mas energico, que es la voluntad, los demas habitacion aseada y bien ordenada, el alma-expel'imen­
estlmulos pierden su fuerza. Tanto en el mundo fjsico
como en el mundo moral, es imposible alejar de sl
t
i
ta un dulce bienestar '.
Anadiremos tambien que en el arte de preservarse
toda influencia nociva; pero el dirigirse hacia un pun· del mal humor, 10 mits importante es apl'oveehar los
to determinado, implica ya la idea de volver la espal­ momentosoportunos, El hombre no puede siempre es­
da a todo 10 demas, sobre todo cuando la direccion es lar dispuesto para todo, pero nunea carec:e de unn
activa y no meramente contemplativa. Iguales mila4 ocupacion u otra, importante 0 frivoja. No hay que
gros se producen cuando el alma se sumerge pOl' en4 perder jamas de vista que el cambio 0 la variedad es
tero en las profundidades de la meditacion, cuando d€­ una de las leyes que rigen el mundo. La soledad trat'

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32 LAS FUERZAS DEL ESPIRITU


LAS FUERZAS DEL ESPIRITU 88
la melaneoHa, y, segun PlatOn, hace al hombre ma­
niatico y testarudo; mas como el trato de los hombres de revelarias y ponerius en accion d'e una manera vic­
puede producir efectos semejantes, empleese una agra­ toriosa.
dable combinacion de los dos metod os de vida y se ob­ EI estoicismo que es, sin duda alguna, de todas las
tendra el resultado opuesto, doctrinas anterio res al cristianismo, la mas pura, 18
Un espiritu franco y abierto para todo 10 bueno, mas eficaz y la que mayor numero de discipulos tuvo,
sabe soportar con facilidad las contrariedades de Ia el estoicismo, repito, dejo palpablemente demostrados
vida y las molestias de los que Ie rodean, Y si tu, lec­ los efectos estupendos de una voluntad fuerte, No son
tor, eres bastante infeliz por haber venido al mundo de la doctrina los que tanta
con el mal humor heredado, como privilegio de una enel'glu dieran a sus discipulos, sino la voluntad des­
arrollada y fortalecida por las ensenanzas de Zenon.
naturaleza mal organizada, guardate mucho de consi­ la que produjo todos aquellos milagros de elevacion
derarte como uno de esos sabios escepticos que ahora de {mimo, de firmeza y de audacia, ooeto de sorpresa
se estilan, y cree que solo eres un enfermo de la volun­ y admiracion para nuestras generaciones muelles y
tad, y no desdefies los remediofl mas amargos. enervadufi .
Demos por bastante definido el mal humor y pa­ El raciocinio nunca viene sino despues de la ex­
semos a los medias de curarlo, y fijemonos particular­ periencia; el raciocinio no produce ni puede prod1!1cir
mente en el poder de la voluntad sobre aquellos esta­ expcriencia alguna, a no ser que se quiera dar ese
dos que, por su origen, se refieren al sistema nervioso, n6mbre a cuatro cxperimentos sin valor ni eficacia.
Sobre este particular pueden citarse much os ejemplos, Lo que importa ahora es aprovecharse de los be­
entre otros, el que he leldo de un hombre que podia, a neficios que las citadas ensefianzas nos pueden repor­
voluntad, hacer salir una inflamaci6n erisipelosa en tar, 10 que indefectiblemente se eons,eguira aplicando­
cualquier parte de su cuerpo. las resueltamente y COn perseveranCla.
. Personas hay en las cuales el corazon, musculo
no sujeto a la voluntad, Uega a corivertirse en 6rgano
voluntario. Tambien es digna de citarse la notable ac­
ci6n que ejerce una fuerte voluntad en los fenomenos
d~l organo de la visi6n. Se sabe que Demostenes po­
seia escasas aptitudes para hablar en publico y, sin
embargo, debido a sus titanicos esfuerzos de voluntad,
pudo dominar su tartamudez nativa y llego a ser uno
de los mas grandes oradores que registra Ia historia.
Es incontestable que en el fondo de la maravillo­
sa maquina humana dormitan fuerzas poderosas, cuya
exist en cia ni siquiera llega el hombre a sospechar, pe­
ro una voluntad de hierro, energica, perseverante, pue-

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~. -­
[II r LAS FUl:<;RZAS DEL ESPIRITU 30

las ideas pueden hacer nacer sentimientos, y e1 que


POl' medio de estos sentimientos inte1ectuales, e1 espiri.
tu influye sobre el CUet'po, asi como e1 cn81'PO influye
sobre el espiritu por medio de los sentimienios mate­
dales propiamente dichos. Los seres inferiores al hom­
bre no piensan 10 que sienten _ SoJo en e1 hombre exis­
te entre eI cuerpo y el alma una conexion que se ex­
CAPITULO \ V presa por medio del sentimiento intelectual. EI que
una vez ha dado a su espiritu esta saJudable direc­
DEL CULTIVO DE LA INTELIGENCIA cion, siente la influencia de la idea en todo su ser_
Quien en sus investigaciones psico16gicas se ha­
ya acostumbrado a considerar al hombre como un ser
I~j
H EMOS hecho el elogio de la fuerza de la vo­
luntad y hemos insistido en la idea de que
el hombre puede trazarse a si mismo una
direccion y laborar conscientemente sobre su propia
felicidad. Para ello basta querer. Pero Zque es 10 que
invisible, comprendera facilmente nuestro modo de vel'.
Pero no asi el que mire el espfritu y el cuerpo como
dos fuerzas antagonicas, ni el que admira la opinion,
bastante generalizada, de que todo goce de la natu­
debe querer y como debe querer? ;, Cua] es el cami­ raleza fisica, es un atentado a Ia naturaleza supe­
no que debe elegir? A esta pregunta esencial respon­ rior y de que no se puede cultivar el espiritu sin detri­
de el Conocimiento, la Inteligencia, fruto sublime y men to del cuerpo. Verdaderamente es esta opinio11
eterno del arbol de la humanidad, madurado a la bien. bien triste y desconsoladora, que no deja a los pobres
hechora luz de la raz6n. Extraviada entre sus ensue­ mortales mas que Ia angustiosa opcion entre dos sa­
nos, Ia imaginaci6n corre desbordada 10camente, y si crificios inevitables. Al parecer esa comun opinion Ia
la razon no acude presurosa a socorrerla, la voluntad justicia el ver tantos sabios desmedrados y tantos ig­
se abisma en un fondo vacio y sin limites. norantes rollizos, tantos hombres del campo sanOs y
La tarea mas elevada, sin duda, de la higiene men­ robustos y tantos hombres de ciudad debiles y enfer­
tal, es explicar e1 poder, la educa.cion sobre las fuer­ mizos.
zas obscuras de Ia naturaleza fisica y mostrar la sa­ Es preciso, POI' 10 tanto, poner en claro 10 qne se
ludable influencia que en Ia salud del individuo y de entiende par cultura intelectual. Un sabio ha dedicado
las multitudes, ejerce la cultura intelectual. quiza la mitad de su vida al estudio de la geometria,
Para el filosofo que se ocupa de investigar la esen­ pero, entregado POl' entero a esta ciencia, ha olvidado
cia intima del hombre, seguramente no hallara otro Ia ciencia del vivir; tal otro se ha abismado en las pro­
fenomeno tan notable como el poder que tiene la idea fundidades de la historia, y no se ha preocupado del
abstracta de obrar sobre el organismo fisico por me­ mundo actual. Ambos han obrado imperfectamente.
dio de 10 que puede llamarse "sentimiento inte1ectual". La sana cultura del espiritu, es el desarrollo armonico
Es una prerrogativa distintiva del hombre, el que en el de nuestras fuerzas, y esa cultura es la unica que pue­

."
r

4
I LAS FUERZAS DEL ESPIRITU 37
36 LAS FUERZAS DEL ESPIRITU
mas dilatados. Es precise comprender que la
de haeernos buenos, feHees y sanos. Ella nos ensefia vida no es un regalo de los dioses, sino mas bien una
como debe obrar eada cual segun sus aptitudes; dla rnision que hemos de desempefiar, y que si nos cOllfie­
nos ensefia a eonoeer nuestras fuerzas, ejereitandolas re derechos, tam bien nos impone deberes.
) a titulo de ensayo, y ella, finalmente, nos haee subor­
dinar, sin destruil'las, la imaginaci6n de la infancia
Puesto que Ia causa principal de un estado enier­
mizo, es la atencion exagerada que se presta a todo 10
i la voluntad de la jnventuda la inteligencia de la coneerniente al cuerpo, resulta que el mejor rcmedio
madura. Esta es, pues, en higiene mental, la partr:
II que directamente habla con In salida madurez de In que se puede oponer a ese mal consiste en las
concepciones de espiritn, que la apartan de las preo­
edad viril.
La voll1ntad y el sentimiento y, por consiguiente. eupaeiones materiales. Da 1{lstima ver a esos horn·
I Ia alegria y la tristcza, depend-an del punto de vista bres que se ocupan de una manera minuciosa e inee­
I
desde el cual contemplamos el mllndo y nos contern­ sante de su existencia fisica, sin dars-e cuenta de que
a nosotros mismos _ Este punto de vista se de­ la minan lentamente con Sll continua inquictud. El
termin11, por 111, cllltura de nuestro espiritu. Cada cu::d medico a quien nunea se cansan de consultal', esta has­
encl1entra en S1 mi~~mo 0 consuelo 0 tiado de elIos. Esas gentes se mueren pOl' dt~masiadas
enal !leva consigo 0 d pnrai::.C) 0 el g:mas de vivir. Y l. pOl' qu(, '! Pues porque falta la
tra mente esta influmada, limpido se nos aparecer::l cultura del espiritu, que es la unica eapaz de harer
cunnto nos rodea. Nuestras ideas influyen soberana­ que el hornbr·e domine eRa debilidad, dando libre carre­
mente sobre nuestro humor, y de la misma manera ra a la mejor parte de Stl ser, y confiandole un poder
ol;ran sabre nuestro bienestnr_ real sobre la materia.
Una convicci6n fuexte y razonada se convlerte, en No hablemos ya de los rnemol'ables ejemplos qne
01 individuo que 1a posee, como una parte integrante nos suministra el estoicismo, pues en ellos vernos mas
de su persona. Para el hombre fatigado es un apoyo; bien eJ efecto de la voluntad del individuo que de la
un sedante para el que sufre, y un escudo para e] que doetrina. Y l, quicn ha colmado la rnedida de In exis­
se encuentra satisfecho. Representaos al mundo en tencia otorgada al hombre sobre la tierra, sino los
su conjunto y en su encadenamiento, y os tranquillza­ espiritus elevados, consagrados con I€ ardor a las
n'\is; no perditis de vista eI ob.i eto final, y los males pa- ideas mas sublimes, desde Pitagoras a Goethe? Con­
nos parecel'an m~ls leves y soportables . No templar serenamente el eonj um.o de las casas, f'S mw
solicit6i!'1 los aplausos de los homDl'cs, y os sera faei] condici6n neeesaria de la salud y solo la inteligencia
III prescindir de ellos. puede dar al hombre esta sel'cnidad indispensable. EI
El egoista es mas sensible que nadie a los pensador que mas profundamente ha penetrado
de la adversidad. porqne permanece encerrado en un del alma, y que pOl' su contemplacion serena
vInculo estrechlsimo; su egolsmo es su propio verdu­ ha sabido prolongar su vida, ha dicho 10 siglliente: "La
go. Es necesario, pues, ensnnchar el circulo de nues­ serenidad no puede pecnr POI' exceso, porque siempre
tros sentimientos y de nuestras idea,>, entrever los ho-
38 LAS FUERZAS DEL ESPIRITU LAS FUERZAS DEL ESPIRITU 89

esta del lado del bien: la tristeza, al contrario, puede mejantes; solo pone atencion en el menor sentimien­
pecar por exceso, porque esta del lado del mal" . to oculto, en los mas delicados repliegues de su ser;
La felicidad no es mas que una idea y, por 10 mis­ su vida no es mas que un largo suplicio y una agonia
mo, no puede residir sino en cl espIritu. Y creed que interminable.
. esto no es un sencillo juego de palabras, sino una ver· Si es tiempo todavia, abrid el espiritu de ese des­
dad profundamente meditada. Y 10 confirman todos graciado a las ideas nobles y generosas, quitadle Ia
los que han podido comparar e) sentimiento de un bien­ venda que cubre sus ojos, rasgad el velo que amorta­
nestar puramente material, con los goees inefables de ja su coraz6n; en una palabra, iluminad su espiritu, y
la inteligencia. el mal que Ie consume, rebelde :a toda medicina, des­
El resultado mas importante de una acertada aparecera ante la luz.
tura inteJectuai, es eJ CONOCIMIENTO DE SI MIS­
MO. Tal es el sentido de la celebre inscripcion del
templo de Delfos. Todo ser humano posee una suma
determinada de fuerzas que se mueven en un clrculo
trazado de antemano. La salud, la tranquilidad y el
bienestsr, consisten en el justo equilibrio de esas fuer­
zas. Cuando se consigue eSe equilibrio, dice Gothe en
su "Egmont", se puede ordenar a la naturaleza que
elimine de nuestro cuerpo todos los elementos extra­
nos, causa de enfermedades y padecimientos.
El egolsmo es un agente destructor del equiIibriQ
de esas fuerzas bienhechoras. EI egolsta podl'a, por su
i
inteligencia 0 su audacia, realizar con exito sus es­
peculaciones mercantiles, amasar una fortuna, pero no
conseguira esa paz interior, esa satisfacci6n saludabI~
y ese placer que solo puede proporcionar una concien­
cia limpida y una mente iluminada por Ia luz de una
idealidad elevada y generosa.
Observad al hipocondriaco y notareis que su mal
consiste puramente en su sombrio y triste egolsmo; no
vive, ni piensa, ni sufre, sino para su miserable yo,
expuesto a mil enemigos reales 0 imaginarios. Natla
Ie dicen los grandiosos y bellos espectaculos que la Na­
turaleza ofrece a todo corazon franco y abierto; sh~n­
tese indiferente a los goces y :a los pesares de sus se-
--~,--.~ ... ..;...--­
~~-."'.-,-~ .

"
LAS FUERZAS DEL ESPIRITU 41
El temp€ r amento es, pues, la fuente de las pasio­
nes, y como son dos las especies generales de tempe.
ramento tambien, pueden clasificarse en dos grupos
todas las pasiones, comprendiendo bajo mismo
nombre las diversas emociones y efectos morales.
Los temperamentos sanguineo y bilioso designan
10 que I1amamos temperamento activo, el linfatico y
CAPITULO· VI
e1 flematico cOl1stituyen el temperamento pasivo.
No es derto, como muy a menu do se dice, que los
DE LOS TEMPERAMENTOS Y DE
temperamentos incrtes, perezosos y pasivos, se dejan
LAS P ASlONES
facilmcnte amoldar por Ia filosofla practica. La iner­
es la fuerza mayor que se encuentra en Ia

I NCOMPLETAS serian nuestras obscrvacione.s si


no hablr.semos, aunque sea someramcnte, de los
temp€ r amentos y de las pasiones. Los tcmpe­
ramentos dificilmente pueden atemperarse, y en cuan­
raleza, y Se vence mas dificilmente que Ill. vivacidad.
La higiene mental tiene pOl' base el sometimiento
dc las fuerzas fisicas y momles de la voluntad, pero
esa sujeci6n consiste en saber dirigir esas fuerzas, no
to a las pasioncs, mucho Se ha hablado de eHas, pues­ en detener su movimiento. La mas importante COll­
to que siempre nos estan dominando. A 10 sumo no siste en determinar Ia exacta medida del desarrollo se­
existen mas que dos temperamentos, pero con modifi­ fiaIado aI individuo, medida que debe apIical'se sin ex­
caciones infinitas: el temperamcnto acUvo y el tempc­ cederse de sus llmit-es, de 10 contrario, seria en per­
ramento pasivo. juicio de Ia salud. Todo hombre, segun su tempera­
Hipocrates, el venerableautor del libro "Del m~nto, necesita excitarse 0 calmarse. La indiferencia
men", y asimismo Lavater, Zimmermann y oiros, ad­ seria la muerte.
miten igualmente dicha clasificacion. La doctrina de Combatimos firmemente ]a preocupaci6n de aque­
Brown, basada en el contra8te de Ill. estenia y de Ia as­ lIos seudomoralistas que quieren ahogar toda la pa­
tenia, tambien Ie es favorable. si6n en su misma cuna. Esb cuna es la inclinaci6n;
ASl como el "caracter" representa Ia suma de las sin inclinaci6n no hay interes, y sin interes no hay
fuerzas de Ia voluntad en el individuo, asi tambien e) vida. Los antiguos, por una bella ficci6n, hicieron na­
"temperamento" es Ill. re8ultante de las inclinaciones . cer las Musas del recuerdo, y e1 recuerdo es e1 hijo de]
naturales. La inclinacion sirve de materia a Ill. vol un- Amor. Antes de que Ia sabiduria pueda trazar UI! sen­
dero a Ia inclinacion, esta es necesario que exista.
Si Ill. vo1untad domina Ill. inclinacion, esta se trans­ El amor y e1 odio: he aqu! los elementos mas pro­
forma en "caracter". fundos de la vida. No se trata ahora de poner en claro
Si Ill. inclinacion domina Ill. vol un tad, Ill. inclinaci6n si el odio es un amor oculto. Para nuestro prop6sito,
pasa a ser "pasi6n". nos basta comprender que ambas manifestaciones de

l
.'
I

42 LAS FUERZAS DEL ESPIRITU LAS FUERZAS DEL ESPIRITU 43

personalidad son necesarias para nuestra existencia. de la colera y de la indignacion (*). La llama voraz de
En general, las pasiones son fuerzas. El valor no se la colera obra de una manera perjudicial sobre el orga­
adquiere COn demostraciones fisiol6gicas, para excitar­ nismo j la chispa de la indignacion produce a veces efec­
10 basta a veces un simple movimiento de indignacion. tos saludables. La colera es un arrebato grosero que
Jamas deben desdenarse las fuerzas naturales, y mu­ nos rebaja al nivel de la causa que 10 ha provocado;
cho menos destruil'las; al contral'io, es preciso estu­ cuando nos irritamos, nuestro adversal'io ha consegui­
diarlas, exaltarlas, y reglarlas. ;, No habla Lessing, el do su objeto: hemos caido en su poder. La indigna­
fil6sofo sosegado, de la pasion que se tiene por la cion es Un movimiento moral, una pasion noble, que
vel'dad '? i. Noes la pasion un entusiasmo? Y, ;, no es nos pone muy por encima de los objetos bajos y gro­
asimismo el entusiasmo, la llama que alimenta la vida seros, haciendo que nos apartemos con asco de su mi­
del hombre'? serable presencia. La indignacion es una colera sose­
Se me puede objetar, sin duda, que toda pasion gada y muda j como un signo divino, embellece los la­
gasta y consume lentamente al hombre; que ciertos bios del Apolo de Belvedere.
insectos Se conservan durante muchos anos bajo la Platon denominaba "fiebres morales" a las pasio­
cap a de la segunda metamorfosis; que la marmota vi­ nes. En efecto, las pasiones obran sobre el alma como
ve meses y meses sumida en un dulce sueno, y que el
sapo vive dichoso encerrado en el corazon de una pie­ ("') En un sentido recto, la "calera" es un humor que se
dra a veces, durante muchos anos. Pero yo contesta­ forma en el higado, al que tambh~n se llama "bilis"; mas en el
mctafarico, que es del que aqui se trata, es una agitacian, un
re que esto no es vivir, y que el hombre no es un enfado contra cualquier cosa 0, mas comunmente, persona que
sapo. nos ha ofen dido, daiiado, incomodado. En las personas bilio­
Ademas, aun cuando las pasiones no fuesen tan sas, la calera es el vicio dominante y la pasian mas dificil de
tltiles como pl'etendemos, siempre serviran para com­ contener.
batil'se unas a otras. La reflexion, par si sola, no bas­ La "ira" es tambien una irritacian, aunque no tan subita ni
ta para anonadar una afcccion muy arraigada, todo 10 tan manifiesta como la calera; pero a su vez suele ser mas
mas conseguira calmarla. En cambio, una inclinacion durable y mas daiiosa, porque Ie es mas fftcil ocultarse y con­
violenta, puede sel' el contrapeso de otra; asi el orgu­ tener sus primeros impetus. En cambio, la calera se exalta con
mas facilidad; pero, por 10 mismo, se aplaca mas pronto.
lIo y el amor, la amistad y la indignacion, la risa y la
Un hombre vivo de genio, delicado y pundonoroso, puede
c61era, se neutraIizan reciprocamente. La naturaleza tener un arranque de calera, mas no tan facilmente de ira, por
misma, que nos instruye con sus sabias lecciones, diri­ ser esta mas reflexiva.
ge al hombre por medio de sus inclinaciones. Una ale­ La progresian de estas pasiones las indica bien Cervantes en
gria brusca excita y agota; una alegria habitual man­ su novel a del "Amante liberal", cuando dice: "Pero no tard6
tiene el bienestar; la primera obra COmo un remedio mucho en despertar del "enojo" a la "calera"; de la c61era a la
estimulante, y 130 segunda como un remedio tonico. 'j sangre del corazan, de la sangre a la "ira", y de la ira a las
Identicas observaciones pueden hacerse respecto manos y la lengua".-R. P. MORRIS.

" •... -~, ~ --".,-",,- -----_.


, /

1'"
44 LAS FUERZAS DEL ESPIRITU
LAS FUERZAS DEL ESPIRITU 45

las fiebres propiamente dichas obran sobre el cuerpo,


constituyendose '8n crisis que curan los males mcls in­ Ientas son un signo de debilidad. Provocalas comlin­
veterados y pllrifican todo el organismo. mente la desgracia, la cual abate en el hombre su vel'­
La utilidad que se atribuye a las afecciones 1'eco­ dadera fuerza "que es el . El nino nora y pa·
talea, mientras que el grave reflexiona con cal­
nocidas por malas, con mayor raz6n se ha de atribuir
tambien a las buenas y legitimas. ma yobra conforme los
Permitasenos anadlr solamente que, entre todos Las pasiones suaves
los afectos del coraz6n, la "esperanza" os la que m{,s zonte de Ia existencin; excitan sin
anima y pOl' 10 mismo, la ma;.; importante Dara el cul­ consumir, y transforman
tivo de la higiene mental. La esperanza es una espe­ arde en cad a coraz6n en una luz
de de presentimiento una parte delicadisima te. Las pasiones suaves son indicia de bi verdadera
de nuestro "yo" encantador que no se deja Hunca ano­ fucrza, la que jamas abdica su imperio.
No hay para que hablar de los efectos fisicos pro­
nadar.
nos tenga por dneidos pOl' las emociones. Zimmermann cita varios
No
de las pasiones; anadiremos, pues, que los ejemplos de nlllertes ocasionadas. por una emoci6n su­
efectos favorables que les hemos atribuido. linicamen­
bita de dolor 0 de alegria.
te se produeen en cnanto no
lVIuchos son los medicos que han heeho notal' h
infltl'Gncia que sabre el cnerpo las decepciones
esto es, mientras son
;
de In esperanza. Ramadge atribuye a esta causa una
mites de la moderacion,
se tornan
gran parte de los casos de tisis pulmonar. F5.cilmente
te es activo 10 que
a la razon
se concibe que las congcstiones en el p'8cho, ocasiona­
fuera de su aecion,
el hombre no puede
das por una cronica, pueden determinar gra­
mente su actividad. Todo 10 que se el1cuentra sorneti­

do al dominio exclusivo de los sentidos, es esencial­


dualmente el nacimiento y el desarrollo de tan funes­
mente pasivo, porque en este caso el hombre sucurnbe
ta enfermedad. Es pues, que todo el mundo
bajo In presion brutal de Ia NatUl'aleza. A nosotrm;
conm>;ea, para pl'eservarse de ellas, las deplol'ables con­
toca el contener las pasiones dent1'o de sus justos If­
secuencias de este amargo Y nocivo que se
mites.
llama "pesar" .
Los medios de combatir los temperamentos y las
Una emoci6n es vivificadora, mientras se mantiene

oent1'O de los limites de la admiraei6n; en cuanto 3e


pasiones son tres: el
cambia en piedad, nos l'ebaja y debilita.
mismas. Habituarse a
10
Una eolera violenta no es aetiva, eual creen al­
quil1tnesencia de la moral

gunos. El hombre encolerizado sufre en la porcion de


tiempo un
ejercicio soberano para la higiene
Sll ser. En Su grado mas alto, la colera se hace pasiva,

La razon no obra en el instante mismo en que


hasta en sus manifestaciones. Por paradoja que parez­
,I
la pasion, pero su influencia es grande en el hombre
ca semejante opinion, sostenemos que las pasioneR vio­ adoctrinado por sus lecciones, pues fija la direcci6n y
desarrollo que han de tomar los afectos del animo. Ln

----------"'-'--_.",..­
'(

46 LAS FUERZAS DEL ESPIRITU

verdadera calma no se encuentra en Ia in movilidad ab­

sol uta, sino en el equilibrio de los movimientos_

Ya hemos explicado antes como las pasiones se

amortiguan las unas por medio de las otras; y aho­

ra afiadiremos que tambien se excitan mutuamente _ lht·

ced vibrar en un individuo Ia cuerda de Ia pasion que

. mejor corresponda a su disposicion actual, y vereis co­


mo poco a poco las cuerdas de las demas pasiones vi­ CAPITULO VII
braran al unisono, y el instrumento entero se pondra
en diapason conveniente. Entonces se producir[, Ia ar­ DE LA HIPOCONDRIA Y EL MIEDO
monia, que es la vida misma, porque Ia vida no es el
silencio.

~
A hipocon<1ria es, indudablemente, la mas 10­
ca y Ia mas triste de las enfermedades del
espiritu. La hipocondria es engendrada por
el egolsmo. La razon, la moral y Ia iglesia han ensaya­
do todos los medios para apIastar a ese horrible demo­
nio, hermano del pesar y de la inquietud. Cuando el
hombre se pone a cavilar acerca de su condicion fisica
y moral, acaba pOl' ponerse enfermo _ Y es que todos
padecemos un mal que podriamos llamar el mal de vi·
vir.
Todos estamos enfermos, todos tenemos trazada
nuestra senda hacia Ia tumba, y no hay que hacer nin­
gun esfuerzo para encontrar el camino que coqduce a
Ia muerte. i Pero esto que importa! Mientras nos ha·
llemos con energias para hacer nuestra jornada y pa·
ra saborear el descanso que sigue al trabajo, ~ que ne­
cesidad tenemos de torturarnos pensando en nuestro
cuerpo?
El pesar es un "Don Nadie" presuntuoso, que s610
tiene importancia porqu'e nosotros se Ia damos. Debie­
ramos avergonzarnos de hacerle tanto honor, de lison.
jearle y ponerle tan alto. EI pesar s610 es grande por.
que nosotros nos achicamos ante su presencia. Es mas,

~'... ~--- 'ii',.


48 LAS FUERZAS DEL ESPIRITU

para curar ese mal, apelo al mismo miedo que 10 pro­


l
LAS ~ DEL ESPIRITU

esos hombres condenados a eternos padecimientos; nO


4V

sin duda, perturbar raza tan miserable".


duce. lEI miedo es suludable 0 es funesto? l Es un
despiadada nos parece la severidad con que
remedio 0 es un veneno? Nada hay que haga enveje.
trata la cuestion el insigne fHosofo griego, pero siem­
cer tanto como el miedo continuo d'e volverse viejo.
pre podemos sacar de ella una ensefianza. Y esta es
Un antiquisimo sabio persa, Attar, indico ya los que los sabios de aquella civilizacion distinguian ya
cinco estados del hombre que acortan la vida: "el pri. dos clases de enfermedades: reales las unas, e imagi.
mero, es la miseria en la vejez; el segundo, una enfer. narias las otras. Para las primeras, invocaban los auxi.
medad larga; el tercero, un viaje prolongado; el cuar. lios de la Medicina; para las segundas, solo sentian el
to, pensar siempre en la muerte; el quinto, es el "mie~. mas pfofundo desden.
do, esc grado que mata con mas segul'idad y pron­ Un hombre de los mas perspicaces, que sinti6 al·
to que la espada del angel exterminador". gunos efeetos de esa enfermedad imaginaria, Kant,
1<::1 miedoacorta los dias del hombre y es el niega todo 10 que Ie molesta 0 Ie irrita, y trata de in­
cipal elemento de la hipocondrfa; por eso el sensatos a los que atribuyen la menor realidad a tan
driaco se muere de miedo de morirse. Estos vana quimera. "Cuando mi espiritu se siente pertur-'
son, como he dicho antes, un bado por ideas lugubres 0 inquietantes, en seguida me
para su mlsmo medico; 10 propio les ocurre -a pongo a averiguar si reconocen una causa real. Si no
inquietos y curiosos que devoran con avi. descubro causa alguna 0 si encuentro una cuyos efec­
dez tratados de Medicina, copiando cuantas formUlas tOB no me es posible evitar, paso al orden del dia. Es­
y I'ecetas les vienen a mano. A uno de estos cavHosos to es, dejo a un Iado 10 que no depende de mi voluntad,
Ie Marcos Herz: "Amigo mio, una errata de im. como si aquello no rezara conmigo, y dirijo toda mi
prenta os ha de matar". atenci6n a otros asuntos que me interesan directa­
Esos son los seres intltiles a quienes d divino Pla­ mente". He aqui un remedio muy eficaz para comba­
arroja de su Republica, y les dice: "j Por Jupiter! til' con exito la hipocondria, y que debe ponerlo en
que nada hay tan contrario a la dignirlad de la vida practica en seguida, el atacado de esa triste dolencia.
como esa incesante atencion que prestais a vuestro EI fil6sofo Kant, respiraba con bastante difieul!ad
cuerpo. Ese cuidado os impirle dedicaros sel'iamente a a causa de cierta viciosa conformaci6n del pecho; mas
los negocios de la cas a ; destruye al soldado su ener­ no por eso dej 6 de vivir hasta una edad muy avanzada,
gia; turba al ciudadano en el cumplimiento de sus de. y triunfo de aquel defecto fisico, negandolo. Lichten­
beres publicos; despoja al hombre de toda aptitud pa. berg, el eminente profesor de Gotinga, dice a prop6si.
ra las artes y las ciencias y, POl' ultimo, Ie impide com. to de 10 que tratamos: "Hay ciertas enfermedades que
prender y meditar, pOl'que siempre esia preocupado pueden causar la muerte; otras que no son mortales
con sus dolencias imaginarias. Esculapio cur'aba las pero que se manifiestan sin rebozo, y, finalmente, hay
heridas de los heroes, perc no penso jamas emplear su otras que solo se yen con el auxilio de una lupa diab6·
maravilloso arte para prolongar 1a vida desdichada de liea. Esa lupa es Ia hipocondria".

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60 LAS FUERZAS DEL ESPIRITU LAS FUERZAS DEL ESPIRITU 51 ~


Una de las ideas negras mas frecuentes es la de car la melancolia, y muchos lectores se contagiaron de
creerse enfermo del pecho; quimera loca a Ia propa. Ia tristeza de aquellos vates y no falta quien ha com­
gacion de la cual han contribuido mucho las descripcio­ partido los dolores de Byron.
nes romantic as que de Ia tisis han hecho ciertos obser­ Nada tenemos que objetar a que los grandes hom­
vadores superficiales en sus producciones novelescas. bres \llnalicen sus sensaciones, y saquen de elIas una,
Tanto es asi, que el doctor Weikar creyo necesario cla­ obra de arte admirable, pero no debemos entregarno!'l,
sificar bajo el nombre de tisis imaginaria cierta afec­ por pura imitacion, a una literatura hipocondriaca.
cion mental particular. El tisico tose, pero Ia tos no Hablando con franqueza, la literatura moderna es hi­
siempre es indicio de tisis, y 10 mismo debe decirse de ja del hUlnor negro. Su musa, enfermiza y triste, e8
todos los demas sintomas aislados de cualquier estado l\ll hipocondria que enerva y paraliza el corazon. N ues­
morboso. EI medico es el tinico que puede j uzgar el tros poetas deberian ser jUZigados mas bien POl' medi­
conjunto de los sfntomas; pero el profano no puede cos que pOr criticos. EI verdadero poeta, el que
tener ninguna significacion razonable. bullir en su cerebro la fuerza creadora del genio, se
Llamad como querais ese lastimoso estado anemi­ absorbe en su propia personalidad y, devamindose los
eo: f1aqueza, tonteria, egoismo, enfermedad, locura in­ sesos como un hipocondriaco, cae en el humor negro.
cipiente; todos esos nO'mbres Ie van bien, puesto que Y he aqui como el mal humor de un poeta famoso lle­
10 es todo y mucho mas; como nos viene del demonio, ga a contagiar a sus lectores. Por eso hemos creido
su nombre es legion. Mas, sea 10 que tened por oportuno hablar d'e la influencia de la literatura al tra­
seguro que s610 la "actividad" es la que, semejante al tar de la hipocondria.
angel Gabriel, armado con su flamigera espada, puede Dejemos ya a los Byrones de escalera, abajo COli
impedirle entrar en el paraiso habitado por los hom­ sus lamentaciones, puesto que es dificil hacerles com­
bres fieles a la naturaleza y al deber. Las ideas ne­ prender que 10 primero que necesitan es
gras no asomaran jamas en el cerebro del hombre que Gocense con el triste sentimiento de su
observe nuestros preceptos de higiene mental. y rcanimenlo cuanto gusten, mientras nosotros, que
Esa loca contemplaci6n de si mlsmo, que se nu­ "tmamos la vida, procuraremos hacernos fuertes ante
tre de quimeras, degrada la inteligencia y malgasta ia adversidad en vez de desesperarnos.
10 mejor de la vida en conjurar, con una ansiedad pue­ Ademas, de la "actividad" que es el alfa y la ome­
ril, el espantajo siempre presente de la muerte. Y de hay ademus dos elementos de una eficacia mara­
esa terrible plaga de la melancolia no se han librado de los cuales vamos a ocuparnos en e1 capitu­
:[ ciertos hombres celebres. EI Stagirita dice que los lo siguiente.
hombres superiores dotados de un espiritu penetrante.
estan generalmente propensos a la tristeza. Hayen eS­
to cierta parte de verdad. Camoens, el Tasso, B~'Ton
y otros muchos, fueron de caracter sombrio. Los CuS
primeros han side citados muy a menudo para glorifi-

""

,,~.,..,.. """..... ~,,,.."'I.o>'!'"<~~,d. .. t ...l ...·.. _,"""'·,~;.· r''",.... ·,", /"'.--'*:

I LAS FUERZAS DEL ESPIRITU

i insensatos! persistimos en engafiarnos mutuamente.


Si; el continuo embuste que nos imponemos consume
53 ~

como un veneno lento, todas las fuerzas vitales y has­


ta llegamos a enconirar cierta complaeencia morbosa
en alimentar con nuestra carne y nuestra sangre a1
gusano roedor que nos devora.
Nadie se atreve a ser quien es, a vivir su propia
CAPITULO VIII ""-. vida y, no obstante, la salud Be funda en el desarrollO
libre y espontaneo del individuo
LOS REMEDIOS: VERDAD Y
Los filosofos han comprendido perfectamente cua]
NATURALEZA
es Ia enfermedad de nuestros tiempos, y han indicado
el remedio. Solamente la verdad -han dicho- puede
as
JG
mejores remedios, y por consiguiente los salvar a1 mundo. i Hombres, sed veraces siempre y en
mejores pres'ervativos contra los males que todo lugar! La mentira, que va siguiendo nuestro siglo
~fligen al genero humano, son la "Verdad" no encontrara mas que oprobio y arrepentimiento; no
y la "Naturaleza". Por mas que 10 quisieramos, no noS conseguira mas que enervar y paralizar la inteligen­
seria posib1e gozar en una existencia libre y pura, por­ cia. Para levantarnos de nuestro abatimiento moral
que una mentira universal, inevitable, nos envuelve: y fisico es preciso cobrar animos, tengamos valor pa­
la meniira de las relaciones sociales, contra semejan­ ra no meniir a los demas ni engafiarnos a nosotros
te presion exterior no tenemos defensa alguna. La vi­ mismos; tengamos fe en nu'estras propias fuerzas y
da de sociedad es una comedia en la cual hemos de to­ fuerza para ser "10 que somos" .
mar parte forzosamente, unas veces como espectado­ Diehoso quien Beva en si, en todas partes y siem­
res, otras como actores 0 comparsas. No nos esta per­
mitido salirnos del teatro y perturbar e1 orden de la (*) Marco Aurelio expone la misma idea, cuando escribe:
funcion. a de grado 0 por fuerza hemos de someter­ "Obra y di, sin reparo alguno, cuanto este conforme con nues­
nos a esa ley que nos impone la sociedad. Sin em­ tra Madre Naturaleza, de la que tu eres una parte". Y Emer­
bargo, no hemos de someternos voluntariamente a las son escribio su celebre discurso "Cree en ti mismo", basado
exigencias y a los convencionalismos sin tomar nues­ en identico pensamiento. El ha dicho "Afirmad en todo mo­
mento vuestra personalidad y sereis Yosotros mismos. Sola­
tras precauciones. Encargarnos de un papel en la co­ mente el "yo" puede descubrir las cosas sublimes que es capaz
media, vestirnos y gesticular como adores, es una 10­ de hacer. Demostrad, pero sin jactancia, 10 que sois y 10 que
cura que tarde 0 temprano ha de arruinar la salud de valeis; es un requisito indispensable para que los demas crean
nuestra alma y, por reflejo, la de nuestro cuerpo. en vosotros. Vivid noble e ingenuamente vuestra vida; seguid
S610 la verdad es moral; la mentira es inmora1. La los lmpulsos de vuestro corazon. Solo as! representareis "aI­
verdad purifiea; la mentira corrompe. Y los hombres go" en el porvenir".-R. P. MORRIS.

' ... .:;.;...~ .. ,,,~ .. ,".~'\',~-.,..,........-.

64 LAS FUERZAS DEL ESPIRITU


r LAS FUERZAS DEL ESPIRITU 66 ~

pre, su fortuna y sus riquezas. F,N NUESTRA ALMA Rahel ha dicho: "La vida al aire libre tiene para
POSEEMOS TESOROS DE IMAGINACION Y DE mi un no se que de inefable: pareceme que entonces
SENTIMIENTO. No los dejemos sepultados y este­ estoy mas acercado a las personas de mi afecto y mas
riles. apartado de los importunos".
Pero ;, como librarnos de Ia presion que sobre nos­ Entre los sabios, los naturalistas son los que a1­
otros ejerce Ia socied:.l.d fundada en la melltira y en 13 canzan una vejez mas larga y mas serena. En efecto,
hipocresia? En los goces del estudio y en la deleita­ la N aturaleza que, para revelarse a los mOl'tales, exi­
ble contemplaci6n de Ia Naturaleza. Cuando esa plan­ ge que la intel"1.'oguen Con un coraz6n de nino, reju­
ta delicada Hamada "espiritu", da seiialcs de secarse y venece en premio, a los que a ella se consagran con
perecer en el calido invernaculo de Ia sociedad, trans­ el amOr y la candidez de Ia juventud.
plantadla sin demora a un Iugar solitario y vereis cuan En el fondo, la salud del alma es e1 sentimient(J
pronto retorna a la vida. Casanova, el epicureo mas de la armonia, y la armonia es la Naturaleza misma. Y
dado a los placeres que ha existido, llego a declarar esa al'monia se alcanzara a medida que aumente nuestra
que los goces no turban Ia paz del alma. ;, Y cUllles fe, porIa cual se atraen innumerables ayudas mate­
son esa.s cosas? No conozco m{ts que dos: la medita­ dales que, fortaleciendo nuestro espiritu, contribuiran
ci6n y la contemplacion de la N aturaleza. i Hecho ad­ en gran manera al proceso de la renovation fisica.
mirable y profundamente misterioso! La hermosura Anteo es la imagen del hombre; la tierra, cuando
y la gralldiosidad de la N aturaleza no pueden despla­ nos acogemos ansiosamente a su regazo materno, nos
zarse ante nuestros ojos sin que al punto nuestro es­ fortalece y nos anima hasta el punto de hacernos in­
piritu se eleve y transporte. vencibles. La Naturaleza obra sobre todos nuestros
Decid cuanto querais en defensa de la sociedad; 6rganos; ella traza a la voluntad lfmites infranquea­
pero la soledad es la unica que hace feliz al hombre. bles; ella Ie comunica firmeza y vigor. Su silencio ma­
La mirada que se pierde en el azul infinito del cielo, 0 jestuoso eleva el alma; sus efectos grandiosos, pero
que se extiende sobreel rico y variado cuadro de la siempre sencillos y regulares, despiertan en la inteli­
tierra, 110 percibe las miserias y ruindades que ator­ gencia vivas y fecundas ideas. El caracter irrmutable
mentan la vida en el torbellino del mundo. La Natu­ de sus leyes nos mantiene en un saludable equilibrio;
raleza no inspira mas que sentimientos sublimes; ~ tesoros de belleza que esparce prodigamente; el en­
meditandolos, el hombre se levania a su nivel. El ato­ canto de las flores; las fulgurantes estrellas que co­
mo aprende a conocer su pequenez y al mismo tiem­
po se regocija en su existencia, porque se siente vi­ mo polvo diamantino, sembrado POl' los ambitos de bo­
vir en la armonia del conjunto. La Naturaleza siem­ veda celeste en la noche sublime, forman un espec­
pre es bienhechora, aun cuando nos anonada. Y so­ taculo magnifico, cuya contemplaci6n borra en nues­
lo en la Naturaleza se encuentra la verdad, ,el repOsO tras frentes las alTugas de los pesares y del mal hu­
y la salud. mol'; su grandeza nos transporta a las regiones divi­
,

66 LAS FUERZAS DEL ESPIRITU

nas, en las cuales la ley suprema se manifiesta con so­


berana autoridad a nuestro intelecto y a nuestro amor.
-

He aqui los beneficios de la Naturaleza. l.No teo


nemos, pues, sobrada raz6n para invocarla como el
mejor y el mas poderoso medico del alma?

CAPITULO IX
RESUMEN DE I.A OBRA

GJ' ODA reflexi6n sobre 10 que se llama UnIon


del alma conel cuerpo, seria vana y hasta
inoportuna, si no tendiese a un resultado
practico y no 10 alcanzase realmente. Desde este pun.
to de vista creo, querido lector, ha de agradarte ache.
mos una ojeada retrospectiva al camino que hemos an·
dado, y que resumamos brevemente nuestras disposi.
ciones, anadiendo algunos detalles subsidiarios que han
podido encontrar un lugar oportuno en el desenvolvi­
miento general de nuestras ideas.
Para que el espiritu adquiera sobre el cuerpo un
imperio saludable, es "condici6n precisa y absoluta
creer en la posibilidad de tal imperio". Demuestran
f' esta posibilidad los te6ricos con razonamientos, que yo
prefiero demostrarla con hechos. "Acta, non verba".

A los muchos ej emplos citados podria anadir toda­

via otros varios, pues la materia es abundante. Pero

nos contentaremos con los siguientes: Segun testimo.

nio del doctor Mead) una senora que habia padecido

durante largos anos una hidropesfa de vientre, compli­

',I.
cada con atrofia de los miembros, cur6 de esta enfer­

medad, enteramente fisica, y en manera alguna imagi­

naria. "comunicando a sus Dflnsamientos una direcci6n

,--..,..~---=,.-- ,--, -..--...,..,."::-:..:~,


"l,

LAS FUERZAS DEL ESPIRITU 59


58 LAS FUERZAS DEL ESPIRITU ~

determinada hacia un solo objeto" . El mismo medico ro no puede adquirir imperio sobre S1 mismo. Este po­
cuenta otro hecho parecido: Una sefiora, en el perfodo del' 10 ah:~anzan tan solo las almas serenas, tan exentas
mas doloroso de Ia consunci6n, SD alivi6 de los sinto­ de egolsmo como indiferencia y capaces de estudiarse
mas mas graves con solo echar una mirada retrospec. con tranquilidad y suave ironia.
tiva hacia una parte de su vida que al parecer ,era pa· Si nos estudiamos nosotros mismos con entera Ii­
ra ella objeto de eterno arrepentimienio . E1 profesor bertad de espiritu y sin preocupacion sistematica, dis­
Conring se cur6 de unas fiebres tercianas a consecuen­ tinguiremos en nuestra alma tres facuItades: la "sen·
cia del placer extraol'dinario que Ie produjo una con­ sibilidad", 1a "voluntad" y la "inteligencia". A nos·
versaci6n con el sabio anatomista Meibom . otros incumbe el dirigirlas convenientemente .
Comprendo que muchos atribuyen a la casualidad La "sensibilidad", comprende la imaginaci6n y e]
el mayor numero de esos hechos singulares, pero la sentimiento. Debemos encaminar Ia imaginaci6n hacia
casualidad no puede explicarl(ls todos.. Marcos Herz, 10 bello y 10 agradable; 'alimentar el sentimiento par
en su inapreciable obra sobre e1 vertigo, cita una infi­ medio de 10 grande y sereno; cultivar la imaginaci6n y
nidad de casos parecidos,en los cua1es los intentos del el sentimiento cuItivando el arte.
medico se han visto coronados pOl' el exito mas feliz . La "voluntad" debe ser fortalecida, purificada y
Al principia de mis reflexiones, he llegado hasta mejorada: tiene pOl' objeto el hombre mismo, al cuaI
atribuir al espiritu un poder sobre Ia vida y Ia muerte . gobierna y domina. EI deber y Ia higiene mental dicen
He aquf un hecho, referido pOl' el doctor Cheyne, que al unisono al hombre: "Se duefio de ti mismo".
viene en apoyo de mi opini6n: El coronel TO'wnsend E1 media mas seguro para realizar este precepto,
tenia la facuItad de tomar todas las apariencias de es jurarse a sl mismo perseverar en 10 que claramente
muerto . Un dia el doctor Cheyne Ie puls6 y noto cO­ se reconozca pOI' justo .
mo e1 pulso iba desaparecii:mdo poco a poco; Ie puso EI que quiere mantenerse sano de cuerpo y de es­
un espejo delante de la boca y no salia el mas mini­ piritu, ha de tamar la firm·e resolucion de dominarse
mo aliento que 10 empafiase.. EI medico se asust6 ere­ a SI mismo, y mantenerse fie1 toda Ia vida a esa reso­
yendo que las apariencias se hnbfan convertido en tris­ luci6n irrevocable. Al principio se experimentan des­
te realidad; mas a1 cabo de media hora reapareci6 e1 fallecimientos, pero la voluntad, redoblando sus esfuer­
movimiento, e1 pulso y los latidos del corazon se hide­ zos, consigue la victoria definitiva.
ron perceptibIes, y e1 coronel recobr6 1a palabra. Es pues necesario, ante todo, prestarse a sf mis.
Una vez acostumbrados en nuestro fuero interno mo el juramento, sin restricciones y sin apeIaci6n, de
a creer en e1 poder l'eal y efectivo del espfritu sobre ajustar su vida a las leyes de Ia moral. ASI robusteci­
el cuerpo, 10 que importa es ejercitar ese poder sobre da, Ia voluntad triunfa de la indecision, corrige Ia dis­
nosotros mismos, aUll cuando sea empresa harto tracci6n por medio del recogimiento, disipa el mal hu­
cil. E1 hombre que se inquieta continuamente POI' BU mor, nos libra de los vinculos del habito y fija la lige­
,'1
salud, acaba POI' constiiuirse en verdugo de sf mismo, ),"Cza de los espiritus inconstantes .
y tal vez por volverse loco . El hombre distraido y lige. La "inteligencia", a Ia vez que las otras dos fa­

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60 LAS FUERZAS DEL ESPIRITU LAS FUERZAS DEL ESPIRITU 61


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cultades, debe' ser cultivada cuidadosamente. EI impe. tar: el valor, la alegria y la esperanza. Es un deber pa­
rio sobre nosotros mismos es el objeto de la voJuntad ra nosotros el realzar y dirigir nuestras inclinaciones.
y e1 de la inteligencia, es eJ conocimiento de nosotrm La ley de oscilaci6n es el principio fundamental de
mismos. la higiene de la mente. En virtud de esta ley, debe­
E1 hombre tien.: la necesidad y e1 deber de estu. mos establecer en nosotros el equilibrio necesario en­
diarse a S1 mismo, pero debe tambUin estudiar la Na­ tre la alegr1a y el dolor, entre el reposo y el movimien­
turaleza y e1evarse a Ja concepcion del Ser Supremo. to, entre la razon y la locura. Asi como el pintor sabe
La "calma" es el primero y el mas indispensable combinar la armonia de los colores, asi '81 hombre cuer­
remedio de todos los males; remedio siempre eficaz, do debe saber combinar ensu alma la armonia de los
que en la mayoria de los casos basta por sf solo par.a contrastes. Para verse libre de las invasiones reales
curar. Asimismo, como preservativo, es tambH~n una del sufrimiento moral, basta saber evocara tiempo en
virtud inapreciable. Esa calma tan necesaria es hija nuestra alma las reflexiones serias, los recuerdos dolo­
del espiritu, y ningun estudio la produce con mas se.. rOsos y los pensamientos tristes. Finalmente, con vie­
guridad que e1 estudio de la Natura1eza. Este estudio ne determinar la correlacion de nuestras disposiciones
fisicas y morales con las diferentes horas del dia,
es, desde el punto de vista de 1a higiene mental, muy servando la influencia que en nosotros ejercen la ma­
preferibJe al de la historia, por cuanto este ultimo sue. nana, el mediodia, la tarde y la noche.
Ie danar a los temperamentos delicados, irritando sus Estas declaraciones generales son suficientemente
pasiones y sus padecimientos. explicitas. T6 lector, debes sacar las consecuencias. Si
Un temperamento activo exige una actividad inte­ has caido ya bajo el poder de la hipocondria, no pue­
lectua1; un temperamento pasivo, una actividad prac­ do hacer mas que repetirte el consejo que antes te he
iica. Guardemonos bien de destruir nuestras pasiones, dado: aparta la vista de tus propios tormentos, para
porque constituyen los germenes naturales de la vida contemplar el espectaculo inmenso de la humanidad fe­
y de la salud: basta que las mantengamos en equili­ liz 0 dolorida: consuelate de tus dolores personalmen­
kirio, que las templemos y las dominemos. te, 0 hazte digno, al menos, del interes de tus seme·
A los caracteres precipitados, imponedles la nece. jantes, interesandote en los dolores de la humanidad,
sidad de andar lentamente, de escribir lentamente; a in teres que los grandes movimientos de la civilizacion
los caracteres indecisos ponedles en caso de tener que actual bastan para inspirar y hasta impollen como un
obrar con rapidez. A los sonadores, absortos en sus deher a todo hombre que qui era mostrarse digno de tu
pensamientos, hacedles contraer el habito de mirar tiernpo. Solicita al estudio de las manifestaciones,
frente ill, frente y de hablar en voz alta y con toda cla­ siempre nuevas de la Naturaleza, el balsamo confor­
ridad. Esos habitos influyen podel'osamente en el ca­ tante de que necesita tu alma. Y, por 6ltimo, en el en­
racter del individuo. cadenamiento inmenso los caracteres y de los des­
Tres son las fuerzas que poseemos dentro de nos­
otros mismos, y que incesantemente debemos alim~m-
It tinos humanos, busca el lugar que se te tiene sefialado
y el papel qUe te toea desempefiar. Y una vez te hayas

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62 LAS FUERZAS DEL ESPIRITU ,
dado cuenta de tu justo valor, esfu€rzate en ser y man.
tener 10 que eres, paro y verdadcro como la palabra de
Dios. Y no olvides la recomendacion de Marco Aurelio:
"ProcUl'a ser duefio de ti mismo, y ten valor, asi en
los dias de bonanza como en los de adversidad" ,
La salud consiste en la union de 10 Bello, de 10
Bueno y de 10 VeI'dadeI'o.
Nuestra misi6n ha terminado. i Que el espiritu
concienzudo que ha citado estas paginas, logre, como
dulce I'ecompensa, Ia simpatia de las almas doloridas y APENDICE
de las inteligencias elevadas!

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TRATADO DE MENTALISMO
Por eI Profesor R. P. Morris

]IE; L sabio catedratico de la Facultad de Medici­


na de Viena, el baron de Feuchtersleben, al
escribir "Las Fuerzas del Espiritu" una de
sus mejores obras, puso, sin sospecharlo, los cimientos
de esa ciencia maravillosa que hoy denominamos "Men.
talismo". Nadie antes que €il trato de Ia acci6n pode­
rosa de la voluntad sobre el d~inio de si mismo. En
su obra se hallan paginas Iuminosas sobre la forma.
cion del caracter y sorprendentes observaciones sobre
Ia influencia nefasta que ejercen la hipocondria y el
mal humor en el espiritu y desde luego, en Ia salud del
cuerpo. La indecision y Ia distraccion son consideradas,
por primera vez por este profesor, como enfermeda­
des de Ia voluntad.
Lee su obra como el recomienda: en el silencio y
el reposo, y obtendras optimos beneficios de su lectu­
ra. No olvides que se trata de una obra de reflexi6n y
no 'mero pasatiempo; debes poner tu atencion en Ia so­
ledad y el sosiego, como si se tratara de un breviario
que, en realidad, un breviario eS. Y cuando el mal hu­
mor te perturbe, la melancolia te aplane, 0 sientas los
efectos corrosivos del hastio, toma y lee ese libro sal­
vador y cree en sus palabras, y una tranquilidad espi·
ritual Se apoderara de todo tu ser y alejaras de ti to­

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66 LAS FUERZAS DEL ESPIRITU LAS .1" UERZAS DEL ESPIRITU 67 )~

das las influencias maleficas de esa enfermedad trai­ po del exterior algunas de las cualidades producidas
dora Hamada hipocondria. por esa fuerza, de igual modo que una materia eledri­
ca proyecta al exterior au energia, al propio tiempo que
MENTALISMO.-Mentalismo es h", ciencia que son renovados con elias los elementos productores de
estudia la mente desde un punto de vista novisimo: la la misma. Cuando hacemos uso de nuestra fuerza en
mente COmO fuerza creadora. El mentalismo sostiene hablar 0 en escribir, 0 en cualquier otro de los esfuer­
que el Hombre es la resultante de su Pensamiento. Asi 'lOS fisicos propios de la vida humana, somos pilas elec­
los pensamientos groseros, de una baja mentalidad, tricas de cualidad "positiva"; cuando no hacemos uso
cristalizan en habitos de sensuaIidad y de embriaguez, rie nuestI"a fuerza somos como pilas "negativas". Cmm­
y Hevan al hombre a la ruina fisica y moral, a la dege~ do nos ponemos en esta illtima condueeion es cualldo
neraci6n y a la muerte. Los pensamientos de temor, recibimos del exterior fuerzas 0 elementos, los cuales,
de inquietud, de indecisi6n y de duda, cristalizan en segun su clase 0 cualidad, pueden causarnos un dano
habitos de debilidad, de injusticia y egoismo, y condu­ exterior 0 un bien permanente.
cen al fracaso y a la esclavitud. Los pensamientos Hay corrienies mentales venenosas de tan positi­
creados par el odio y la venganza cristalizan en habi­ vos 0 re~des efectos, como los vapores de a1'senico 0 las
tos de acusacion, delacion y .violencia, y convierten al emanaciones de ciertas s ubstancias t6xicas. Mante­
hombre en difamador y algunas voces en asesino. niendonos en condici6n negativa, durante una sola ho­
En cambio, los buenos pensamientos, hijos de una ra qUe permanezcamos reunidos con personas cuya
mente serena, cristalizan en habitos de bondad, de mente este llena de los sentimientos de envidia, de ce­
amabilidad y simpatia, y el hombre que los mantiene los, de cinismo 0 de hondo desaliento, absorberemos
crea a su alrededor la alegrla y el bienestar. Los pen­ sus penosas observaciones, las euales pueden llegar a
samientos de valor, de confianza en sl mismo, cristali­ produci1'nos una verdadera enferm'2dad, pues es 8U ac­
zan en habitos de entereza y convicci6n, y dan al hom­ ci6n tan positiva como Ia de un gas asfixiante 0 la de
bre una vision justa de la realidad, haciendole triun­ un vapor Ileno de miasmas. Es tanto mas peligroso
far en la vida y conseguir el exito mas feliz en cuanto este veneno mental, por cuanto su aedon es mucho mas
emprende. Los pensamientos puros cristaliz an en ha­ ·suti] que la de los venenos fisicos, y muchas veces no
bitos de temperancia y dominio de sl mismo y traen la se exteriorizan sus efectos sino hasta muchos dlas des­
paz y la tranquilidad a1 hogar.

IlIGIENE MENTAL.-Antes de l1asar a las prac­


ticas mentales, es preciso que el estudiante conozca 10
mas indispensable de la higiene mental. Sobre este
, pues, siendo entonces atribuidos a alguna ot1'a causa.
Es de la mayor impor1.ancia conocer siempre el si­
tio don de nos encontrnmos y los elementos mentales
que nos rodean, principalmente cuando nos hallemos
en el estado de negacion 0 receptivo, pues entonces so­
punto, Prentice Mulfort sera nuestro mejor guia. 1 mos asi como una espon5a que consci'entemente absor­
"Nuestro espiritu -dice- esta continuamente lan­
zando afuera su propia fuerza y recibe al mismo tiem­
t be los elementos que estan a su alcance, los cuales del
mismo modo, pueden hace1'le un gran dano temporal 0

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68 LAS FUERZAS DEL ESPIRITU

un bien permanente, asi en 10 que se refiere al cuerpo


LAS FUERZAS DEL ESPIRITU 69
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como en 10 que toea al alma. sintamos mas fuertes, y abandonemos su compama en .'1

Durante las horas en que hacemos a1gun ejercicio


el punto mismo en que nos parezca habernos fatiga­
de cualquier clase que sea, como el hablarde nego­
do 0 debilitado. Cuando estamos en 'plena fuerza, so­
cios, 0 pas ear, 0 escribir, u ocupaudonos en algun tra­
mos como e1 polo positivo del iman; arrojamos afuera
bajo artistico, nos ponemos en estado positivo, 0 sea en
los elementos mentales que nos pueden perj udicar ;
estado de exieriorizar nuestras fuerzas del espiritu; y
cuando estamos debiles somos el polo negativo: nos
si en toda disposicion nos vamos inmediatamente a una
atraemos los elementos de los que nos rodean, los cua­
tienda llena de parroquianos impacientes 0 a ver a una
les pueden estar 11enos de enfermedad mental 0 fisica.
persona enferma, 0 a tener una entrevista con un in­
Sin embargo, no es bueno estar siempre en una situa­ i.,

dividuo malhumorado 0 pendenciero, nos convertimos


cion mental positiva, pues en ella es muy probable que
con respecto a ellos en un elemenio "negativo". Somos
arroj'emos fuera de nosotros muchas ideas que nos hu­
i I entonces la esponja que absorbe las venenosas radia­
bieran tal vez servido grandemente: es preciso, iam­
i I ciones mentales de los impacientes parroquianos 0 las
bien, destinar algun tiempo al estado mental receptor
'J
'I'
i'.',I'" sutilisimas emanaciones de una persona cuyo espiritu
de fuerzas nuevas, las cuales mas tarde habran'de s·er
proyecta afuera cualidades mentales enfermizas 0 muy
exteriorizadas.
\nferior·es a las nuestras.
Tampoco es conveniente permanecer siempre en
Si agotadas nuestras energias, por haber hecho un estado mental negativo, 0 sea, en situacion de recepti­
gran esfuerzo mental 0 fisico, nos metemos entre una vidad. El que inconscientemente se desvia de su pro­
multitud de personas cuyo animo alguna causa extra­ pio camino segun la persona con quien habla por ca­
ordinario ha hecho decaer 0 ha excitado mucho, no ten­ sualidad, y que, una vez tiene formado su plan 0 pro­
dremos fuerzas para oponernos a su influencia perni­ posito, deja de penetrar en su espiritu el desaliento, na­
ciosa:, yabsorberemos algo, por el contrario, de su es­ da mas que por una simple burla 0 una sola palabra
tado mental; y al absorber, aunque sea momentanea­ de oposicion que se Ie dirija, viene a ser como un de­
mente sus cualidades perniciosas, en muchas cosas pen­ posito de agua cuyo tubo de distribucion iniercepta el
saremos como ellas piensan y sentiremos un gran des­ fango que va acumulandose en el; 0 sea dicho en otras
aliento en aquello mismo que antes nos inspiraba uns palabras, quien asi obra, va destruyendo su capacidad
intensa confianza. Y de resueltos que eramos nos ha­ para la exteriorizacion de sus propias fuerzas, no 10­
remos irresolutos: y asi, bajo la influencia de nuestra grando mas que fracas os en todo cuanto emprenda.
indecision adquirida por el contagia mental, es muy Como regIa general, puede decirse que el hombre
probable que realicemos un negocio 0 digamos ciertas ha de ponerse en situacion "positiva" siempre que ha­
palabras que puedan perjudicarnos. ya de entrar en traios 0 negocios con el mundo, del
Si nos es forzoso reunirnos con personas de un mismo modo que el boxeador 10 hace cuando se pone
orden mental inferior al nuestro propio, cuidemos de enfrente de su adversario; y se ha de colocar en situa­
hacerlo unicamente cuando fisica y espiritualmente nos ci6n "negativa" en el momento en que deja de tomar
participacion activa en los negocios. Luchar constan­

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70 LAS FUERZAS DEL ESPIRITU LAS FUERZAS DEL ESPIRITU '11 i
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temente, aunque sea en forma mental, nos fatigaria finada queda como ahogada en 3U modo de expreSlOn ~
con exceso y de un modo inutil. por una mas grosera y parasita mentalidad, 1a cual
causa inconscientemente inmensos males a los que se
LA NUTRICIONY LA MENTE.-Durante la co­ asocian con ella y con,Siente en su propia dominaci6n.
mida hemos de ponerllos siempre en condicion mental Al cortar vuestras relaciones con aquellos hom­
receptiva, pues elltonees ingerimos elementos mate­ bres euyas emanaciones mentales nos perjudican y da­
riales para la nutricion del cuerpo, y si comemos con fian, no solamente privamos que lIegue hasta nosotros
calma y sosiego, COn el espiritu apacible y quieto, nos la corriente mental de sus malas cuaJidades, sino que
atraemos elementos mentales de un caracter semejan­ abrimos la puerta para que lleguen hasta 110sotros co­
te. Comer estando malhumorados 0 disputando violen­ rrientes mentales de orden superior; asi nos iremos
tamente con otros, 0 pensar mientras se come en co­ atrayendo, en el mundo fisico, a aquellos hombres que
sas tristes 0 en desgracias 0 preocupaciones de los ne­ pueden darnos, en un determinado momento, ayuda mas
gocios 0 de cualquiera otra clase de asuntos, es poner­ segura y mas eficaz, porque es cierto que la parte
nos en condicion mental posiUva, cuando debieramos mas elevada de nuestra mente es una fuerza 0 lazo de
precisamente estar en condicion mental negativa. union que nos pone en relaci6n con las mas elevadas
La ultima comida que se hace al dia debe s·er la mentalidades que SOn iguales 0 muy semejantes a la
mas tranquila y sosegada, unidas y acordes todas las nuesira; pero no pueden estas ejerc.er extensamente
mentes, sosteniendo unfl conservacion ]jgera Hena de su accion sobre nosotros mientras permanezcamos en
apacible humor. No conviene olvidar que mientras nos relacion continua 0 estemos unidos con mentalidades
hallamos en el estado mental negativo, absorbemos ele­ bajas y atrasadas, pues la relaci6n con estas dena la
mentos espil'ituales y fuerza de las personas que nos puerta a mentalidades 'de un orden superior.
rodean, como elias absorben la energia mental que noS­ La fuente de la juventud eterna, de la juventud
otros emitimos. del cuerpo y de 1a juventud del espiritu, consiste en
saber voluntariamente alcanzar esa "condicion men­
ATMOSFERA MENTAL.-Aun estando .solos y. tal" en que la mente ,se pone en estado "positivo"
aislados, nos rodea siempre una atmosfera formada por cuando ha de rechazar toda clase de pensamientos ba­
elementos espirituales am1.logos a los nuestros, y atrae­ jos, groseros 0 de maldad y en estado "negativo" 0 re­
ceptivo para las corrientes mentales superiore.s y cons­
mos una corriente mental que procede de personalida­
des que simpatizan con Ia nuestra. tructivas. Conviene tambh~n de un modo principalisi.
'.
Cuanto mas baja sea nuestra mentalidad, mas fa­ mo sentirse siempre Heno de valor, no juzgar nada im­
cilmente absorber-emos las emanaciones mentales de posible, no ·odiar a nadie, no sentir desprecio mas que
orden inferior que se producen en torno nuestro, y las por el error, amar al projimo, pero no prodigar Ia pro­
cualcs se convertirim en pan1.sitos verdaderos de nues­ pia simpatia sino muysabia y mesuradamente.
tra personalidad.
Muehas veces una mentalidad superior y muy re­ t

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72 LAS FUERZAS DEL ESPIRITU

COMO SE EDUCA LA MENTE .-Son muchos los


metodos que se preeonizan para obtener e1 desarrollo
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'I'
LAS FUERZAS DEL ESPIRITU

propio puede decirse de este secreto. Si no 10 pones


en practica, de nada te servira saberlo.
'73 I
I) Se trata de la "respiracion profunda". Parece co­
mental que precisa la practica del Mentalismo. Cada
profesor cree que el suyo es e1 mas perfecto. Yo he I sa baladi y tiene una importancia enorme. Cree 10 que
estudiado muchos metodos, sin duda los mejores cono­
cidos hasta hoy dia, y si he de confesar que en todo!
" te digo, ensaya con asiduida:d algunos meses y lue­
go veras.
he hallado cosas exce1entes, tampoco he de callarme El aire es el mejor alimento de nuestro cuerpo.
el haber encontrado en todos ellos defectos de mas 0 Con razon se preocupa la gente de airear las habita­
menos importaneia. eiones y se recomiendan los ejercicios al aire libre. Pe­
;,eual sera, pues, el metodo que voy a ensefiarte? ro no basta disponer de aire sano; precisa saber ger­
EI mio. ;, Y sera mejor que los otros? Sin duda; pues­ virse de el.
to que se compone de todo 10 bueno que he hallado Se trata de hacer que el aire Ilene por completo
en los demas y he suprimido de ell os todo 10 defec­ nuestros pumOlles. Podemos estar seguros de que a1
tuoso 0 sencillamente inutil. Mi metodo, pues, no es cabo de tres 0 cuatro meses de practical' la respira­
original, y, sin embargo, puedo decir que este es "mi ci6n profunda, nuestra potencia de trabajo corporal
metodo" . habra dob1ado y tripIicado nuestra potencia intelectual
y nuestra energia.
UN SECRETO DE LOS FAKIRES.-Antes de Dice Fiaux: "Para practicar tal ejercicio se debe
ensayar los ejercicios preliminares parael desarrollo estar sentado COn comodidad, con el pecho sacado y
de la fuerza mental, es preciso acreeentar nuestra vi­ la cabeza erguida. Se aspira (*) el aire durante tres
talidad entera. Para ella nada mas eficaz que la prae­ segundos, se retiene tres segundos mas en los pu1mo­
tk~ que nos ha reservado el profesor Jules Fiaux. Esa nes y se espira durante otros tres. Una respiraci6n
practica es un secreto de los fakires de la India, tie­ completa dura as! nueve segundos. Repetir inmedia­
ne UIll valor inestimable, pues nos da el modo de aumen­ tamente e1 ejercicio sesenta y cinco veces, 10 cual ha­
tar considerablemente y en poco tiempo nuestra sa1ud ra que dure diez minutos en junto. Raced la gimna­
corporal, intelectual y psiquica. sia tres veces a1 db durante 1a primera semana.
Respondo de sus maravillosos efectos, por haber- ~ ,
"La segunda semana se aumentara un segundo
10 observado en ml mismo y en mis discipulos, sin ha­ cada aspiraci6n, retencion y espiraci6n, 10 cual hani
ber fallado nunca. Tan cierto estoy de hacer un bien que la respiraci6n d lre doce segundos y produce cin­
a mis semejantes dandolo a conocer, que no 10 omito cuenta respiracione en diez minutos. J

nunea en mis libros. "Todas las semanas aumentaremos un segundo a


Dandote 100,0{)0 pesetas no te haria un rega10
mejor que explicando este secreto. Nota, sin embar­ ("') "Aspiral''' es atraer el aire del exterior a los pulmones.
go, que si deases las 100,000 pesetas en un rinc6n "Espirar" es arrojarlo hacia afuera. "Respirar" es atraer el
sin emplearlas, mi rega10 para nada te serviria. Lo aire y expelerlo luego.
·''' ..~--. --_· .. t ''I .----.....-. ",I' ..
~
("Il''''''.

74 LAS FUERZAS DEL ESPIRITU !


LAS FUERZAS DEL ESPIRITU
cada una de las tres operaciones de la respiracion has. I dir que los poderes inherentes al Conocedor se des.
75 ~.
I.

ta que se llegue a veinte segundos, es decir, a un mi­ ~


.) arrollan tambien mas rapidamente con este ejercicio y
nuto por cada respiracion completa. funcionan sobre los vehiculos con mayor fuerza.
"La cantidad considerable de oxigeno aspirado y "Para que pueda surtir todo su efecto, esta prac­
en los pUlmones en contacto con la sangre, tica debe ser met6dica. Que un hombre escoja un li­
it
quema por completo los residuos nocivos, que se elimi­
nan facilmente. La composicion qufmica del cuerpo se bro valioso sobre algun asunto que Ie sea
regulariza y quedan destruidos los germenes de las en­ un libro escrito por un autor competente, que conten·
fermedades. ga pensamientos nuevos y vigorosos (*). Debe leer.
Una vez hayas conseguido los beneficios de la res· se lentamente una senten cia 0 unas pocas, y luego e]
piraci6n profunda, te recomiendo la pra.ctica siguien· lectOr debe pensar con intensidad y fijeza sobre 10
te, que es, segun Mrs. Annie Besant, excelente para que ha leido. Es una buena regIa ,el pensar dos VB­
fortalecer el pensamiento. ccs mientras se lee, pues el obj eto de leer no es sim·
plemente adquirir nuevas ideas, sino el fortalecer las
PARA FORTALECER EL PODER DEL PENSA­ facultades pensantes. Si es posible, debe dedicarse me·
MIENTO ._HEI poder del pensamiento s610 puede dia hora a esta practica; pero el estudiante puede prin­
aumentarse por la practica firme y persistente; tan cipial' con un cuarto de hora, pOI'que en un principio
y verdaderamente como el desarrollo muscular encontrara algo fatigosa la fij eza de la atenciOn.
depende del ejercicio de los musculos que ya poseemos, "Toda persona que principie esta practica y la
asi el desarrollo mental depende del ejercicio de la continue con regularidad durante algunos meses, al
mente que ya es nuestra. fin de este tiempo estara consciente de un desarr(
"Cuando el Cuerpo mental vibra baj0 la accion bien claro de la fuerza mental, y vera que puede tra­
tar los problemas ordinarios de la vida de un modo
del pensamiento, se Ie anude nueva materia de la at­
mosfera mental, la cual se asimila aumentando en S1 mucho mas ~fectivo que antes. La Natural'eza es una
en tamano y complejidad de estructura. Un cuerpo muy justa en sus pagos, y da a cada cual exac­
mental constantemente ejercitado crece, ya sean bue­ tamente el salario que se ha ganado, pero ni un cen­
timo que no haya merecido. Los que quieran tener
nos 0 malos los pensamientos en que se ejercite. La
cantidad de pensamientos determina el desarrollo del el salario de la facultad aumentado, tienen que ganar­
10 pensando mucho.
cuerpo mental, la clase de pensamiento determina la cla­
se de materia que se emplea en ese desarrollo. "Sobre todo, el estudiante debe tener presente
"De este modo el cuerpo mental y el cerebro fi· que para un desarrollo firme es esencial la regulari.
sico se desarrollan por medio del ejercicio, y los que dad de 1a practica. Cuando se omite un dia de prac­
quieran mejorarlos y agrandarlos, tienen que recurrir (*) Un libro muy a pl'Op6sito para el caso es, sin disputa,
al pensar regular diario, con el proposito deliberado de el que hemos traducido, "Las Fuerzas del Espiritu", del Ba­
mejorar sus capacidades mentales. Es innecesario ana­ ron de Feuchtersleben.

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LAS FUERZAS DEL ESPIRITU 77
76 LAS FUERZAS DEL ESPIRITU "j Cuando hayas adquirido cierta tacllldad en con·
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tica, son necesarios tres 0 cuatro para volver a 'ga­ centrar el pensamiellto, y tu mirada tenga la deb ida
nar 10 que se pierde en aque1, cos a que sucede por 10 f brillantez; segun los procedimientos que acabo de re­
menos en los primeros grados de desarrollo. Una vez { producir, puedes ya' entrar de lleno en el estudio del
adquirido el "habito de pensar con fijeza, entohces la • arte de influenciar, seguro de obtener resultados sor­
regu1aridad de la practica es menos importante. Pe­ $,
prendentes.
ro hasta que este habito no se haya estab1ecido de un ,
1
ARTE DE INFLUENCIAR.-A una persona se
modo definitivo, la regularidad es d-e capital import an­ Ie puede influenciar de cerca y de lejos. Cuando se Ie
cia porque la costumbre antigua del pensar vago vuel­ influye de cerca y frente a frente, se recurre a Ia
ve a afirmarse y la materia del cuerpo mental vuel­ !C mirada magnetica; cuando se trata de influenciar a
ve a asumir sus antiguas formas, las cuales tienen que una persona ausente, que reside a una distancia mas
volver a desecharse cuando de nuevo se vuelve a prin­ o menos grande, se recurre a la proyeccion mental.
cipiar la interrumpida practica. Es mejor cinco minu­ Cuando sea posible Be emplearan los dos medios.
tos de trabajo hecho con regularidad, que media hora "f Primer medio: Para influenciar a una persona con
unos dias y nada otros". ." la cual estas hablando, es necesario no revelar la mas
pequena inquietud, ninguna senal de temor ni des­
LA MIRADA MAGNETICA.-Es indispensable, agrado. Por el contrario, debes mostrarte amable y
para ejercer un dominio sobre los demas, adquirir una cortes y estar seguro de ti mismo; hablar reposada­
mirada penetrante y dominadora, pues por su media­ m-ente; man teller tus afirmaciones con profunda con­
cion transmitimos las corrientes magneticas, que son viccion y rebatir, si es preciso, las del interlocutor, pe­
el vehicul0 del pensamiento. ro con gran discernimiento y de una manera afable. Al
La mirada magnetica puede conseguirse por dife­ mismo tiempo haras uso de la mirada magnetica y de
rentes procedimientos. He aqui el mas sencillo de to­ la sugestion mental .
.~
dos, expuesto pOl' el Prof. H. Ridley, en su magnifi­ He aqui cOmo: Al dirigirle Ia palabra debes tener
ca obra titulada "La Ciencia del Amor". El estudian­ grabados en la mente los pensamientos que quieras
te se pega en el entrecejo un pedacito de tela negra, transmitirIe, 10 que conseguiras con facilidad miran­
de forma circular y d-e un centimetro de diametro, dole fijamente en el entrecejo.
menos qu-e mas; se pone frente a un espejo a unos Al instante mismo en que Ia persona que estas in­
quince 0 veinte centimetros de distancia y fija la mi­ \ fluenciando te dirija Ia palabra, desviaras. tu mirada,
rada sin pestanar en el punto n-egro del entrecejo. fijandola en otro punto cualquiera. Esto debes hacerlo
Cuando los ojos sientan fatiga se levantan los parpa­ muy sagazmente, sin dejar de prestaI' atencion a sus
dos. El momento mas a prop6sito es por Ia manana, al palabras. Cuando vuelvas a hablerle Ie dirigiras nue­
levantarse. vamente tus miradas al entrecejo.
Al cabo de unos quince dias de practicar este ej er­ Todo 10 expuesto debes ejecutarlo con mucha ha­
cicio, el estudiante notara que sus ojos poseen ya una biildad, a fin de no despertar en el suieto recelo al­
potencia extraordinaria.

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78
~7

LAS FUERZAS DEL ESPIRITU I)


LAS FUERZAS DEL ESPIRITU 79
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gUno de que Ie estas sometiendo a una prueba que no persona designada, debes recordar su rostro, su figu­
comprende. Para el mejor exito sera preciso, pues, ra, lIIUS ademanes, etc., como si la tuvieres realmente
ensayar antes estos ejercicios en un amigo de con. delante.
fianza. Llegado este caso supremo, es cuando debes con­
S-egundo medio: Para lTIllUenCmr a una persona
a distancia, debe tenerse en cuenta que el des eo, la ~ centrar energicamente toda Ia fuerza mental de que
seas capaz y formular tus deseos. Hablaras a la ima­
voluntad y el pensamiento, deben ser sentidos con una gen mirandola en el entreeejo.
intensidad maxima. Estas tres actividades cel'ebra­ Voy a ponerte un ejemplo de como s~ deben for­
les, puestas en accion, eonstituyen el motor de la lIa­ mular las peticiones. Supongamos que necesites el apo.
mada proyeccion mental 0 transmision del pensamien­ yo de una persona que pueda serte litH en el asunto i
~
to. A 0 B. "Usted puede prestarme excelentes servicios.
Estn proyeecion se obLiene de la siguientemanera: I" Usted puede ayudarme. Usted me ayudara eficazmen­

Es preeiso encerrarse en un cuarto en el que no lie. te. Usted se tomara nor mi asu11to un interes sin

guen los ruidos del ext-erior. Cuanto mayor sea el si­ mites, etc., etc."

mas favorable Sera la operacion del fenomeno. .\ Como habras podido observar, s'e empieza 'expo­
i"
Debes procurar tambien no ser interrumpido durante niendo" lo~ deseos; se va "aumentando" gradualmen­

la misma. Por consiguiente, Ia hora mas a prop6sito te Ia peticion, y se concluye "exigiendo" 10 que se de­

sera por la noehe. a la hora escogida la persona sea obtener.

que deseas influenciar se hall are bajo el imperio del Esta petkion debe repetirse cuatro, cinco, mas
suefio, la proyeccion sera mas eficaz. Por 10 tanto, en Ia misma forma y a ]a misma hora, aproximu­
siempre que sea posible, debes eseoger este momento, damente. EI ultimo dia podras afiadir a Ia petici6n un
por ser el suefio el mejor estado de receptividad a las parrafo semejante a este: "Mafiana vendre a verle a
ondas mentales. ~ usted. Le h~lblare a usted del as unto, y usted me ser­
Tomadas las anteriores disposiciones, empezaris a vira cumplidamente. Estoy completamente
obrar de esta man('ra: Te sentaras e6modamente en EI dia sefialado iras a ver a Ia persona y Ie ex­
una butaca; cerraras los ojos, mejor sera que te los pondras tus propositos. Entonces debes recurrir a Ia
vendes con una 0 pafiuelo; luego empezaras tu mirada magnetica ya Ia sugesti6n mental, tal como he
de concentraeion, diciendo mentalmente: "Aho­
de Ia cas a ; cierro la puerta; paso por la ea­ '~ dejado expuesto en la aplieacion del primer medio de
influenciar.
; cruzo Ia plaza X; esta es Ia calle de mi amigo; Estas peticrones mentales, qUe son v'Crdaderos
ya estoy frente a su easa; entro ya en ella; este es puedes variarlas y adaptarlas a las circuns,
su cuarto, Ie encuentro dormido; me acerco a el y Ie taneias que sean necesarias para obtener 10 que se de­
transmito mi pensamiento". Al hacer este viaje ima­ sea de una persona determinada.
ginario evoearas, con toda la Iucidez que puedas, los Las lecciones anteriores sobre el arte de influen.
lugares que vas nombrando. Al hallarte frente a la ciar, son suficientes para que 10 aprendas a Ia perfec­

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80 LAS FUERZAS DEL ESPIRITU LAS FUERZAS DEL ESPIRITU 81


cion; sin embargo, si tus deseos van mas alIa y quie­ fuertemente, intensamente, en nuestro poder mental.
res conseguir algo mas asombroso, aumentar tus. po. Hemos de proeurar mantenel' la palabra y la idea en Is
deres psiquicos, te aconsejo leas mi obra capital: "Pa· mente todo el tiempo que nos sea posible, sosteniendo
ra Triunfar en la Vida", en este libro he puesto todos de este modo nuestra mentalidad en la direeei6n de la
mis vastos conocimientos sobre la materia y toda la fuerza, pues ya sabemos que aquello en que pens amos
experiencia de mis anos de lucha. es 10 que siempre atraemos haeia nosotros. El heeho
FUERZA MENTAL.-Esa fuerza -ha dicho Mul· de mantener nuestra mentalidad en una direecion de­
ford-es algo tan real, como reales son todas las co­ terminada, constituye en el reino de la naturaleza una
sas que vemos y tocamos. Esa fuerza, una vez adquiri­ verdadera fuerza. Los elementos mentales que proyee­ ,I
da, nos' sirve para atraernos nuevas fuerzas y nuevos tamos en forma de eorriente invisible, son fuerzas que 4

poderes. Al principio, cuando intentes poner a prueba aetuan sobre otras mentes, y es tan real su aeeion, aun·
tu fuerza mental, es muy posible que dudes de ti mis­ que invisible, como 10 es la aedon de nuestro brazo pa­
mo, y s610 ese pensamiento bastara para que disminu­ ra abrir una puerta 0 levantar un peso.
ya dieha.fuerza. Por esO recomienda el cit ado profesor Nuestra verdadera fuerza no aeaba con la acei6n
que todas las mananas, antes de salir de casa, nos haM de nuestros museulos, sino que puede ir muchos miles
gamos la siguiente reflexi6n: "Estoy en posesi6n de de kil6metros lejos de nuestro cuerpo, aetuando sobre
una determinada fuerza mental para hoy. Con esa fuer. otra u otras mentes, afectandolas en el bien 0 en e]
za puedo, si obro atentamente y de acuerdo con las mal, segun sean buenos 0 malos los pensamientos ori.
teorias que profeso aeerca de ella, dominarme a mi mis­ ginados en nuestra mente propia.
mo y dominar a mis semejantes. Pues bien: i, de que La fuerza mental, pues, Hene una influencia pode­
modo podre utilizar esa poderosa fuerza mental que po­ rosisima sobre nosotros mismos y sobre nuestros se­
seo, para obtener los mejores resultados y la mas segu­ mejantes; eontribuye a lluestra salud y felicidad, como
ra felicidad durante el dia?" afeeta a nuestras enfermedades e infortunios, segUn
I sea lao naturaleza de nuestros pensamientos.
COMO SE ADQUIERE LA FUERZA MENTAL._ PARA AHUYENTAR LA DESGRACIA.-Si pen.
"AI levantarnos por la manana, si nos sentimos de­ samos de continuo en la pobreza y en la miseria, pro­
caidos 0 pesimistas, es que nos hallamos faltos de fuer· yectamos afuera fuerzas que han de atraernos la esca·
za mental y hemos olvidado nuestras teorias acerca de] sez y la ruina. 81 mentalmente nos acostumbramos a
poder del pensamiento. Cuando esto oeurra, es preciso
reeobrar a todo trance nuestra fe perdida, esto es, con­ vemos cada dia mas y mas pobres, si a eada aventura
vencernos por eompleto de que somos poseedores de que nos sobreviene sentimos el miedo de perderla, si
un gran poder: del de la fuerza mental. Si nos sen· eada vez que hemos de saear dinero nos tiembla el co­
timos aeobardados para llevar adelante nuestros asun­ raz6n y sentimos el temor de no recobrarlo jamas, nos
atraemos de esta manera la verdadera, la inseparable
tos 0 hemos de experimentar timidez 0 eneogimiento pobreza, en virtud de una inevitable fuerza natural, en
delante de otras personas, entonces debemos pensar
virtud de la suprema ley del espiritu.

.L J.
,._4'

82, LAS FUERZAS DEL ESPIRITU LAS FUEHZAS DEL ESPIRITU 83

PARA ATRAERNOS EL EXITO.-Nuesti·o orden tener la mente alegre y risuena. Para conseguirlo son
o modo mental predominante, es una fuerza que nos
muy convenientes los siguientes ej ercicios mentales:
atrae 10. que es, analogo a aqutH en el orden de las
En un lugar tranquilo y aislado, sentarsB comoda­
cosas fisicas. Aquel que vive tan pobremente que no
mente, cerrar los ojos y concentrar el pensamiento sa­
gasta mas alIa de tres duros por semana porque no
bre si mismo, vh~ndose con la imaginaci6n sano, fuer­
tiene mas, y todas las naches al acostarse y todas las
te y contento. Crear toda clase de imagenes optimis­
mananas al despertar exclama: "j Bueno! Ya se que he
tas. Transportar la memoria a las epocas mas feIices
de vivir siempre de ese modo", con .su desesperanzado
de nuestra juventud y volverlas a vi vir mentalmente.
modo mental va creando en el mundo invisible del !)'en­
Es de mucha _importancia no distraerse durante este
samiento una fuerza inferior y mas miserable cada dia,
ejercicio.
de eonformidad con su inferior orden mental. Pero si
Estas pradicas deben hacerse al acostarse, de mo­
este mismo individuo cada dia, a1 irse a acostar y al Ie­
do que el sueno nos sorprenda durante las mismas.
vantarse de la cama, mantiene en su espiritu la siguien­

te aytosugestion: "Yo acepto este modo de vivir unica­


LAS INCREPACIONES.-Con este titulo, el gran
mente como una rosa temporal y pasajera, porque es­
psicologo don Jacinto Benavente, ha escrito 10 que si­
toy segui;o de que mi situaci6n ha de mejorar ince­
gue, indican do 10 mucho que pueden danar las incre­
santemente", entonces por la mediacion de su propio
paciones, sobre todo cuando estas se lanzan sobre las i

poder mental, ese individuo .se atraera las mejores in.


mentes tiernas y candorosas de los ninos,
fluencias que han de proporcionarle su bienestar fisico
"Una madre, teniendo visita, rifie a su hija de ocho
y moral. anos:
- j Eres una holgazana!
Cada uno de nosotros, pues, esta en posesion de un .11

verdadero iman, si bien invisible, tan verdadero como


-Yo no soy holgazana -contesta Ia chicuela.
Y 10 dice con sinceridad, pues si algun d-eseQ tie­

t
Is propia piedra iman y mas poderosa que esta . Con

nuestra fuerza atractiva, con tal que sea muy persis­ ne, es el de hacer algo siempre. Y mira a su madre
tente el estado mental creado en esta' direccion, gra­ con 050s airados, y levanta despues los hombros como
dualmente nos iremos levantando y acercandonos cada j diciendo: "l\1i madre esta mintiendo; no me conace ; no
vez mas 6rdenes mentales superiores, en que son posi. me q1,liere... Y pOr anadidura delante de e.ste se­
bles los mas grandes triunfos de la vida. fior ... " Y volviendo las espaldas, se retira de la vi­
sita. ,
PARA VIVIR SANO Y FUERTE.-Es un hecho Por aquella almita ha pasado una nlfaga fria que
elinicamente demostrado, ]a nociva accion de los dis. ha sec ado muchas cos as .
gustos, preocupaciones, ideas tristes y emociones de­ No hay que humillar a nuestros hijos y menos de­
pre.s.ivas sobre la glandula endocrina. lante'de la gente extrana. Corremos el peligro de que
Para conservar la salud en buen est ado y alargar marchitemos su amor propio, su dignidad personal. Y
considerablemente nuestra eXistencia, es preciso man- esta cualidad es a la virtud, 10 que la salud a la inte-

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84 LAS FUERZAS DEL ESPIRI'fU LAS FUERZAS DEL ESPIRITU 86

ligen cia . Lasalud no es la inteiigencia, ~ro sin salud sentirnos inclinados hacia el fracaso, luchemos con de­
no hay ejercicio posible en la inteligencia. nuedo contra el, con la seguridad de obtener la victo-;
-I Tu eres malo! i Senis siempre un sinverguenza! ria decisiva, pues mientras mantenemos la mente en
jEres peor que un pilluelo de la calle! i No sil'ves pa­ aque} estado exteriorizamos la fuerza que ha de atraer­
ra nada! nos los elementos que nos han de hac-€!' triunfar.
Esas increpaciones son inmorales. Cuanta mayor sea nuestra persistencia en e1 man~
No hay derecho a humillar a nuestro hijo. No hay tenimiento de eata condicion mental, mas fuerte y mas
derecho a vaticinarle algun fracaso futuro. Y corremos segura sera nuestra confianza en nosotros mismos y
el peligro de lograrlo; que hay enfermos que 10 estan nuestra fe en Ia eficiencia de los elementos mentales,
eficacia hasta ahora poco menos que en 'absoluto des­ I
~

por haberseles dicho muchas veces y no falta quiel)


muri6 muy sano, creyendose enfermo de gravedad. eonocida y negada, dandonos cada dIa mas numero­

sas y mas absolutas pruebas de que esa es la fuerza

Seguramente que much os padres y maestros han que 1108 atrae la felieidad, la salud y el triunfo, eual­

acerlado cuando continuamente, han dicho a sus pe­ quiera que sea nu'Cstra situaci6n en la vida.

queiios: "Sois unos inutiles, unos asnos inaprovecha­


bles". Lo fueron tal vez, despues. Lo que no saben ESTADO MENTAL DE TRIUNFO.-Para el man­
esos padres y maestros es que no fueron inutiles por­
que 10 fueran al decirlo ellos, sino que 10 fueron por­ tenimiento de cste estado mental han de ser observa.
que elIos se 10 decian constantemente. das ciertas condiciones. Para prqcurarnos 10 mejor, 10
mas apeteeible que la tierra eontiene, haci€mdonos a Is
LA SALUD, LA BELLEZA, LA FORTUNA Y EL vez sentiI' 10 que de mas hondamente placentero en·
AMOR .-Es de todo punto indispensable repetirse a cierra el arte 0 la profesion, el oficio 0 el negocio a
sl mismo una y otra vez que nuestra salud, nuestra que habituaJmente nos dedicamos, debemos persistir en
belleza, nuestra fortuna, nuestro triunfo en el amor y ese estado mental de que hablamos, pues en el reside
en cualquiera de los aspectos de nuestra vida, depen­ una de las fuerzas mas podcrosas que puede poseer el
den por completo de nuestro estado mental predomi­ hombre. ­
nante. Esto es del todo exacto. EI persistir largamente en dicho estado mental, lIe.
Transformaos por la renovacion de nuestra mente, ga a convertirse en una especie de iman que atrae,
dice San Pablo (Romanos, XII, 2). Y nada mas cierlo hacia nosotros a aqueUas personas que pueden en al­
que nuestra condicion mental puede transformarnos go ayudarnos, y a las cuales ayudaremos nosotros a Is
positivamente, si esta condici6n mental es la de la con­ vez, Pero si nuestra mente cae en estado de descon.
fianza en nosotros mismos. fianza y de tristeza' y no se esfuerza en arrojarlas fue·
Tengamos fe en aquello que hacemos; en todo ra de si, entonees se convierte en una especie de iman
cuanto emprendamos; consideremos siempre el lado negativo, que aleja de nosotros 10 bueno y atrae lin i­
alegre y sano de las cosas, con la mira puesta siempre camente 10 malo. En esta situacion, si alguien nos ayn.
en el exito, sin desesperar nunca, 0 bien, en caso de \­
ria. nos ayuda tan s610 con la idea de hacernoslo pal
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LAS FUERZAS DEL ESPIRITU If LAS FUERZAS DEI... ESPIRITU 8'1

"caridad", 10 cual es deprimente para nosotr9s y no es poderosa que nuestras propias palabras, pues todo 10
una verdadera ayuda tampoco. Y es que aquel que nO que esa atmosfera envuelva, habra de sentiI' necesaria­
puede ser utH a los demas, sea cualquiera la situacion mente su acci6n. Si Henes confianza en tus aptitudes,
que ocupe en la sociedad, no es considerado como un si eres un hombre honrado, aquellos que hablan con­
individuo necesal'io, y no pasa de la categoria de "un tigo sentirilll esa confianza y esahonradez, aun des­
pobre hombl'€ " , As! ha sido siempre. pues de que te hayas ausentado y si tu persistes en tu
EI obstaculo mayor que se opom~ a ese estado men· proposito interno, no hay duda de que seguiran sin­
tal sereno, tranquilo y confiado -que es la fuente de tiendolo cada vez con mas fuerza, pues es un poder que
todo podel'- esta en el hecho de asociarnos sin discer­ no deja de actual' ni un solo momento.
nimiento con toda clase de personas, viviendo en con· Pero si a pesar de tener esas grandes aptitudes y I
~

tinua promiscuidad con hombres cuyo nivel mental sew esa honradez acrisolada, nos asociamos con gente mala,
ra mucho mas bajo que el nuestro propio. Si nos aso· cinica 0 descreida, con gente que- no tiene aspiraciones
ciamos, aunque sea de un modo ligero y pasajeramen. de ninguna clase fuera de 10 material, no hay duda
te con 'gente frivola, con hombres y mujeres sin ambi. que absorberemos alguna parte de sus malus cualida­
cion, sin nobles anhelos, con personas cinicas y murmu­ des mentales, y a doude vayamos la lIevaremos con nos­
radoras, descreidas y sin confianza en las leyes espi· otros. Entonces, al tratar de nuestro asunto con otras
rituales, movi€mdose nada mas que par los afectos que personas, estas "sentiriin" algo extrafio en nosotros y
radican en 10 material, no hay duda que absorbemos POI' tanto, la impresion que en elIas dejemos, sera mu­
algunos de sus bajos pensamientos, aplastando bajo su cho menos favorable a nuestros propios intereses.
peso nuestros propios poderes y facultades y perjudi­ Ha sido siempre tenido POI' una gran verdad que
cando nuestra salud psiquica y material. es obligacion del hombre dar oidos y simpatizar con
Si visitamos a una famlia, cuyos individuos son toda persona desafortunada 0 sufriente, y esto es una
todos descreidos, 0 cinicos, 0 Benos siempre de mal hu­
mor, creyendo solamente en las cosas materiales, aun­ equivocaci6n muy grande, que ha tenido consecuencias
que una verdadera amistad les una con nosot:ros, sal­ fatales para muchos, porque cuando simpatizamos con
dremos de su casa con alguno de nuestros poderes pro· alguien, Ie damos una parte de nuestra fuerza verdade­
pios 0 disminuido 0 anulado por completo, sobre todo ra. EI que da sin discernimiento de 10 suyo, y no re­
• si estamos inclinados a concederles nuestra simpatia. cibe en cambio nada absolutamente que restaure sus fa..
Cada pensamiento simpatico que va de nosotros a elIas, cultades mentales, acabara POI' quedar el mismo pobre
representa una parte de nuestra fuerza perdida y en y miserable; su espiritu se ira debilitanrlo, y al deb i­
nada hemo:::: de poneI' tantisima atencion como en su litarse su espiritu se debilitara tambien su cuerpo. Si,
empleo. se puede tener lastima de todo e1 m.undo, pero cuando
Pues la mira en algun proposito bien definido, la nuestra simpatia se exterioriza con tan extremada fa­
atmosfera mental de que los rode amos al tratar del .t\. cilidad a la vista de cualquier dolor, 0 desgracia,enton.
misme> con los demas, no es de una ayuda bastante mas I ces nos ponemos en verdadero peligro de muerte.

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88 LAS FUERZAS DEL ESPIRITU LAS FUERZAS DEL ESPIRITU 89

NO DEBEMOS SOMETERNOS. -EI que, al en· vacilante y nue~tl'o <liRcurso incierto, neg{mdose la len­
contrarse enfrente de ciertas personas de mentalidad gua a obedecer a las intenciones de nuestra mente. Tan
inferior a la suya, sufre docilmente cualquier imposi· fuerte es la acci6n de su querer sobre nuestra espiri­
cion 0 in suI to, por el miedo que tiene de hablar delan­ tualidad, que l1ega a arrojar fuera de nosotros mismos
te de ellas, no hay duda que sera dominado por la men· Ia mayor y la mejor parte de Ia misma, imposibiIitan­
talidad inferior de aquellas personas. Asimismo, el que donos de esta manera para servirnos como es debido a
teme expresar con franqueza las intimidades de su co­ nuestro propio cucrpo.
razon delante de tal 0 cual persona, es natural que aca­ El que Se encucntra en tan triste situacion, puede
be por ser dominado por ella, aunque la tal persona sea probar de reaccionar y de combatir esa debilidad, afir­
de mentalidad inferior, y desde aquel momento parti. mandose en ser pc.rsonaIidad propia todas las veces que
cipara de sus mismas pasiones, de sus prejuicios y has­ se encuentre a solas, hablando entonces mental mente
ta de sus enfermedades, ademas de ser dominado POI ~
ton su "dominador" como no puede haeerlo en presen­
ella y contradecido en sus deseos. ciasuya, ,es decir, discuta con Ell y eontradigale ... con
10 eual ira fortaledcndo su espiritu hasta poder recha­
AMISTAD PERJUDICIAL.-Cierto que muchas de zar un dia su domi nio. Con esto haee los medios para
tales personas pueden parecer amigas nue~tras, y ha3­ librarse de su cobardia moral, y tengase en cuenta que
ta pueden eHas creer que 10 son efectivamente. Pero nada como esta cobardfa moral dificulta los exitos de 13
es que existen en el mundo innumerables e inconsciel)­ vida.
tes tiranos y tiranias que se esconden bajo el nombre EI mejor merlio p:1rll deshacer esta especie de ell­
de "~mistad"; abun~an ciertamente las personas que canto, es el de cortal' toda clase de asoeiaci6n y eomu­
.se dicen y se creen a SI mismas amigos verdaderos, r nian con mentalidarlcs bajas y cobardes, pues mientras
pero que 10 son unicamente mientras hace uno 10 que ~ ella dura absorbemos los elementos de las mismas, a
elias quieren;' mientras les concedemos pr6digamente menos que nos hall-emos constantemente en situacion
nuestra compania y consentimos en seguir todas las cli­ de defensa, 10 cual nos fatigara tambien de un modo ex­
recciones que elIas sefialan, pero que se disgustan pro­ cesivo debilitimdonos igualmente.
fundamente si no estamos con elIas todo el tiempo que Alguien tal vez me ob.icte en est'€! punto que un se­
desean Q bien buscamos otras companias. mejante genero de vida nos condenaria a soledad per­
. Si toleramos y sufrimos una tirania semejante, po­ petua, y aun tal vel, me pregunte:
demos afirmar que somoS verdaderos esclavos de nues­ -;, Es que debo cortar toda relacion con la hu­
tros amigos, esclavitud que nos perjudica grandemen­ manidad 1"
te en el cuerpo, en Ia inteligencia y en Ia fortuna, a cau­ De ninguna manera. Obrando como he dicho, no
sa de Ia prolongada absorci6n de los elementos menta­ haremos mas que prepararnos el camino para poner­
les inferiores que de elIas recibimos, llegando a sentir­ nos en relaci6n con "10 mejor" de nuestra propia clase,
nos cohibidos ante esas personas dominadoras, 10 mis­ ~ eon aquelloa hombres que pueden deveraa ayudarnos en
mo fisica que mentaijnente. Nuestra palabra se hace todas nuestras empresas y cuyos pensamientos son

......
-------"-----. ..,-:.'-.-.~--,,--

90 ,LAS FUERZAS DEL ESPIRITU ~ LAS FUERZAS DEL ESPIRITU 91

realmente dignos de ser absorbidos pOl' nosotros, pues sente que dicha poder, los mismos resultados puede
fortalecerun nuestra mentalidad en cada uno de sus producir hoy que muchos millares de anos hace, pues
aspectos. Ademas, en nuestros periodos de soledad, po­ ni una coma ni una tilde ha sido cambiada desde en­
dremos contribuir a la formaci6n de Un mundo propio tonces en la ley por Ja cual se rige. ,
y personal, en el que podremos pasar felices y satisfe­ La importante es aprender a confiar nada mas que
chos una parte de nuestra existencia. Evitando to do 10 en nosotros mismos, y esto en todo tiempo, para acos­
,posible ponernos en contacto COn mentalidades inferio­ tumbrarnos a 10 mismo en epocas de enfermedad 0 en
res, veremos cada vez con mayor claridad las cosas fa­ que vengamos a hallarnos eri alguna situaci6n dificil,
miliares y hallaremos fuentes de grandes alegrias alli no confiando para nada en la ayuda de la naturaleza
donde antes no hallabamos mas que fastidio y aburri­ terrena, con 10 eual ira creciendo incesantemente en
miento. Concentrados de esta manera en nosotros mis­ nosotros ese poder de la propia confianza, poniendonos
mos, cada dia nos haremos mas y mas fuertes, eonsti­ ,
,t
en completa y perenne comunicaci6n con el. Este es €l
tuyendonos en una especie de imiin que nos atraera tq­ ;t poder que puede ayudarnos, no ·poco, en las que se lla­
das aquellas cosas de que tengamos neeesidad para 1M· l~ man pequefias molestias de la vida; a el recurrimos
var adelante nuestros prop6sitos. cuando deseemos dormir y no podamos; cuando nos
atormentan pequefias doleneias fisicas, cuando espiri­
PRODIGIOS DE LA FUERZA MENTAL.---Exis. tus bajos intenten inflnir sobre nosotros, cuando vagos
te en el universo una Fuerza Suprema 0 eorrientetnen­ e imponderables tcmores paralicen nuestras energias.
tal que crece en podera medida que se fortaleee la De esta manerll ira fortaleciendose nuestra confianza
mente 0 espiritu, hasta que adquiere finalmente la ca­ en nosotros mismos, pues ya dijo el apostol que "algo
pacidad necesaria para sacar fuerzas positivas de toda podemos sacar de no:::totros", con 10 que nos acercamos
prueba 0 suceso imprevisto, y aun puede lIegar ese po­ al plano de la mentalidad divina, y una vez en el ya no
der a evitar al cuerpo todo peligro 0 dano procedente estaremos nunca solos, pues estaremos dentro de nos­
de causas terrenales 0 fisicas. Este mismo poder ad~ otros, y al mismo tiempo solos y acompanados donde~
quirido poria plegaria mental 0 la formaci6n de un . quiera que vayamos.
ardentisimo deseo, ha sido el verdadero origen de los Esto que digo no es una idea religiosa puramente
hechos extraordinarios que en la Biblia son llamados sentimental. Al cambiar 0 modificarse mas 0 menos to­
milagros. dos los dias nuestro estado mental, no atraemos aque­
Triitase de un poder misterioso e inexplicable, que Ilos elementos positivos que estan de conformidad con
escapa al examen de la inteligencia del hombre, cual­ dicho estado. Si tenemos fe unicamente en las cosas
qu:iera qUe sea el metodo cientifico que se Ie aplique. materiales que podemos ver y toear, nos .atraeremos
Sabemos (inicamente que existe y que puede determi­ 8610 el escaso poder que dimana de estas cosas mate­
nar extraordinarios resultados, que apreciamos cuando riales; y estas no son mas que una pordon escasisima
por la observancia de ciertas condiciones, nos coloca­ ~ de las fuerzaspositivas que nos rodean. Si no nos es­
mos en el plano de su accion. Y hemos de tener pr& forzamos por dominar esas fuerzas, ellas acabaran por
-,. :-:-.:::;;>:'!'!~~
"

I 92 LAS FUERZAS DEL ESPIRITU I.A ~ F mmz.A S DEL ESPIRITU 93

dominarnos a nosotros y en dano nuestro. Y los me­ bi! en ('cIIllS vnd;uh,s, (!Iltonccs rompes el lazo que te
dios para lIegar a ese dominio de que te hablo,estan unra con 1'1 1'01\('1" Supl'emo, y quedas por el contrario
enteramente en nuestra propia actitud mental. €n ,cn((,I':1 n'I:tI,j(j1l ('Oil la::; corrientes mentales inferio­
Si tenemos el prop6sito de lIevar adelante alguna res, sill poder I~urllplil' la minima parte de 10 que segu­
obra 0 empresa especial, con la que piensas beneficiar ramelll(! 11I11Ji!'I'atl elllllplido al seguir el primer cami­
a los demas tanto como a ti mismo, y despues de ha­ no, dest'('lldh'IHlo asi al plano de la materialidad ruda y
ber hecho todo 10 posible te halles todavia con grandes ~, groscr:L.
dificultades para llegar a un termino feliz, deja de ha­ Pro(:lIl'('JnoH, IlIl'(!S, estar constantemente en com­
cer entonces todas aquellas cosas que te sean absolu­ pleta y absohdll cOllluni6n con el Poder Supremo y se­
tamente necesarias para vivir y, poniendote en la c(,n­ . remos Vl'I'd:tdl~I'():-; rey('R cn los imperios de Ia Mente,
dici6n mental indispensable, encierrate en ti roisroo y pues ya lI:uli(! pOdf'lL t'jcrcer sobre nosotros Ia terrible
confia en que esa fuerza misteriosa ha de vencer por si nW:l(al, qll(' l~H la verdadera tiran:l3. (Mulford).
sola toda clase de obstaculos; y de este modo iras pe­
netrando cada vez mas en la corriente espiritual del PARADTGMAS 1\U;N'rALE8.-Una de las practi­
Poder Supremo, hasta el punto de que s ti misroo te cas m:ts (iti]I'H Y s(~llcillaH que debe realizar el estudian­
sorprendera el mejor dia que la cosa se haya cumplido te mfmtaliHta para log-rar un progreso r{tpido y sin ha­
como por S1 misma. cer grandeH ()HfIlCI'ZOH, consi8te en recordar todos los
Inesperadamente se te habran ofrecido toda claBe dias los Pl'illcipioH fundamcntales en que se basa la hi.
de medios .para alcanzar la deseada finalidad, hall an· giene meutal. Para clIo to bastanl hacer 10 siguiente:
do la mas favorable acogida donde pensaste hallar la opo. copial'£tH, en un camet de notus 0 Iibrito que Ilevaras
sici6n. Para esto no tienes que hacer mas que man­ siempre encima, los siete pal'adigmas mentales que pon­
tenerte firme entu propOsito, recordando constantemen­ go a continuaci6n. Estos paradigmas los Ieeras, por 10
te que aquella fuerza esta obrando sin cesar por tu menos, una vez al dia, a cualquier hora, aprovechando
cuenta, a condici6n tan s610 de que mantengas tu pro. los momentos que la oportunidad te depare. He aqui
pio deseo sin vacilaciones de ninguna clase y cuidando los siete paradigmas en cuesti6n:
de no mezclar tu mentalidad con mentalidades bajas y
ruines. Cuida tambien de no retroceder un solo paso l.-Mi salud, mi Fortuna y el Exito en todo cuan­
de la posici6n que has a1canzado ya una vez, pues de to emprenda, dependen completamente de mi estado
otra manera perderias la utilidad del'esfuerzo hecho. mental.
P,ero si tu, en lugar de concentrarte en ti mismo
procurando hacer vida solitaria e intima, malgastas el 2. - Tendre, pues, confianza en Mi, en todo cuan­
tiempo y las fuerzas en ir correteando de aqui para alIa, to haga; fijare siempre mi mente en el lado bueno y
buscando distracciones futiles, 0 charlandD" y murmu­ alegre de las cosas, y en todos los acontecimientos de
rando con este 0 con aquel amigo. 0 bien alguno d~ tus ~ la vida. As! exteriorizare las fuerzas que atraen el
asociados no tiene ninguna fe 0 bien una fe rouy de- Bien.

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94 LAS FUERZAS DEL ESPIRITU
[ LAS l"UERZAS DEL ESPIRITU 95

3.-No desconfiare nunca de mis fuerzas, aunque


me fallen mas de una vez. No me descorazonare nun­
ea. As! vere crecer mi fe en Ia eficacia de las Fuerzas
Invisibles, pues con su ayuda .he de alcanzar indefecti­
I y resisteneia; ::;i ~iellto una fuerte angustia, repercute
por todo mi C.UNpO In propia emocion; si vivo sin espe­
ranza, los mu::-;clllo~ de mi cuerpo no obran con 1a ener­
gia de cuundo me scntla alegre y esperanzado.
blemente Ia Felicidad, la Salud y el Triunfo.

4. -Persistire en este estado mental y he aqu! co­ .,


I'

I
Discipulo: Si rCllasa:,; todos los dias los paradigmas
apuntaclo::-; y les pones toda la atenci6n que se mel'ecen
mo llegare a convertirme en una especie de Iman Hu­ I y toda tu fc PlI su eficacia, yo te garaniizo el exito mas
mano que ha de atraerme unicamente a aquellas per­
sonas que pueden ayudarme. . ~ rotulldo en cl estudio del Mentalismo.

CONCLUSION .--Querido lector: En brevisimas


5. -EI mayor obstiiculo para Ilegar a este estadD pag-ina::; y en In forma metS sencilla y clara que me ha
'mental tranquilo, sereno y confiado, es relacionarme sielo posible, yo to he tra1.ndo ol camino que conduce
con toda clase de personas,· sin discernirnientos. Pues
bien: si visito una familia cuyos individuos suelen es­
tar siempre de mal humor, saldre de su casa inmedia­
I indefectiblemente al Exito y n la Fclicidad. Si pones
todos tus esftlcl'7,os, tu volulltad firme, una fe inque­
brantable en las ellsefiamms del MClltuligmo y, sobre
. tamente, pues si permanezco mucho rato entre ellos t todo, una "confianza en ti mi811l 0 ", no te qucpa duda al­
me saturare de malas influencias y saldre de su casa A
I guna que tus: nobles deseos ::-;e realizal'l:l.Il, al propio tiem­
con alguno de mis poderes alcanzados disminuidos 0 po que alcanzaras los mas grandes podel'es que de las
completamente anulados, sobre todo si siento por ellos fuerzas mentales dimanan.
una gran simpatfa. Cada pensamiento simpatico que Piensa que al inactivo, al abulico, al esceptico, a1
va de mi a ellos representa una parte de mi fuerza per­ pesimista, de nada Ie pueden servir las mas altas con­
dida. cepciones de filosofia ulgunu. S610 el hombre energ i­
co, veraz, optimista, trabajador y estudioso"" puede al­
6. -Una idea he de arraigar en mi mente, y es es­ canzar, par humilde que sea Stl estado social, los milS
ta fuerza, que al propio tiempo que fortalece mi espi­ altos puestos, los honores mas distinguidos, el triunfo
ritu, fortalece tambien mi cuerpo. en los negocios; asimismo puede remontarse, pOl' sus
cualidades morales y capacidad intelectual, a las m;,,,
7. -Estoy completamente convencido de que toda grandes alturas de la e!::1piritualidad, Y hallal' en ellas In
enfermedad tiene su verdadero asiento en la Mente, Felicidad asequible al hombre.
esto es, que yo puedo, pOl' un esfuel'zo mental, dismi­ j Oh, querido discipulo! Procura ser uno de egtos,
nuir su gravedad y acelel'ar su curaciQn. Las enferme­ y gozaras desde el momento mismo en que empiet{'s a
dades del alma puedo l'echazarlas par completo; pue­ luchar par tu liberacion material y progreso psiquk o .
do dominarlas en absoluto observando las reglas de la
higiene mental. Si me asusto, mi cuerpo pierde fuerza R. P. MORRIS.

_.·~","\.:_.~4,e -~ A~::'":'::==:$===;;;II-III= .~-


••Iii• • • • • • • • • • • • • •"_• • • •• • • • • •______________________________
p.., .. ~ .......... ,~ It

'-"'.' ,,,,,,~,

INDIC~
Cap. Pag.
Introduccion ..................................... Ii

I De los efectos del espiritu en general ..•......••. 9

II La belleza es el reflejo de la salud .............. 14

III La imaginacion y sus efectos ...............•...• 19

IV Voluntad. Caracter. Indecision: Mal humor .....•. 28

V Del cultivo de la Inteligencia ....•........•...... 34

VI De los temperamentos y de las pasiones .......•• 40

VII De la hipocondria y del miedo ....••........... 47

VIII Los remedios: Verdad y Naturaleza .........•.... 52

IX Resumen de la obra ......................•..... 57

APENDICE
Tratado de Mentalismo por R. P. Morris .....•.•..•.•.. 65

Mentalismo ............................................ 66

,Higiene mental ..................... . . . . . • . . . . . . . . . • . . 66

La nutricion y la Mente ..•........................... 70

Atmosfera mental ................................•.... 70

Como se educa la mente .............................• 72

Un secreto de los fakires .........................•••• 72

Para fortalecer el poder del pensamiento .••.....•••...• 74

La mirada magnetica ..............•.................• 76

Arte de influenciar ..........•..................•....• 77

Fuerza Mental .....................................•.. 80

Como se adquiere la Fuerza Mental ..•....•........••. 80

Para ahuyentar la Desgracia .•........................ 81

Para atraernos el Exito ..•...................•..•....• 82

Para vivir sane y fuerte .............................. 82

Las increpaciones ...................................... 83

La Salud, la Belleza, la Fortuna y el Amol' .••••..•••••• 84

'Estado mental de Triunfo .......................•.•...• 85

No debemos someternos ....•.......................•.. 88

;" .•
,
Amistad perjudicial .•...........................•..... 88

Prodigios de la Fuerza mental ...........•............. 90

Paradigmas mentales: la Salud. la Fortuna y el Exito .•• 98

Conclusion .•........••...... • . . . . . . . • • . . . . • . . . . . . . . . . • 95

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