T2 - Recursos CPC Doctrina Jurisprudencia - Maturana - 2015

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Cristian Maturana M.

LOS RECURSOS
DEL
CÓDIGO DE PROCEDIMIENTO
CIVIL
EN LA DOCTRINA
Y LA JURISPRUDENCIA

TOMO II

Edición: 2015
ÍNDICE

Capítulo VIII Recurso de casación en el fondo ....................................1


1. Origen y Evolución Histórica ......................................................2
2. Objetivos .............................................................................. 11
3. Concepto .............................................................................. 20
4. Características ....................................................................... 20
5. Resoluciones en contra de las que procede el recurso ................. 32
6. Sujetos ................................................................................. 62
7. Causal que Autoriza la Interposición del Recurso ........................ 65
8. Limitaciones que tiene la corte suprema para conocer y fallar el
recurso de casación en el fondo ................................................. 127
9. Tribunales que intervienen .................................................... 169
10. Forma de interponer el recurso de casación en el fondo .......... 169
11. Plazo ................................................................................ 202
12. Efectos de la Interposición del Recurso de Casación en el Fondo en
el Cumplimiento de la Sentencia Impugnada ............................... 203
13. Tramitación del Recurso ...................................................... 203
14. Formas de Terminar el Recurso de Casación en el Fondo ......... 225
15. Fallo del recurso ................................................................. 229
16. Paralelo entre el recurso de casación en el fondo civil y su
homónimo penal ...................................................................... 238
Capítulo IX Recurso de nulidad ..................................................... 246
1. Origen histórico ................................................................... 247
2. Reglamentación ................................................................... 248
3. Concepto ............................................................................ 249
4. Características ..................................................................... 250
5. Finalidades .......................................................................... 258

I
6. Resoluciones contra las que procede ...................................... 259
7. Sujeto ................................................................................ 263
8. Tribunales que intervienen .................................................... 265
9. Causales ............................................................................. 266
10. Plazo ................................................................................ 382
11. Preparación del recurso de nulidad ....................................... 384
12. Forma de interposición ........................................................ 386
13. Admisibilidad y tramitación .................................................. 401
14. Efectos de la concesión del recurso de nulidad ....................... 415
15. Modos de terminar el recurso de nulidad ............................... 416
16. Recursos en contra de la sentencia que se pronuncia sobre el
recurso de nulidad ................................................................... 425
Capítulo X Recurso de queja ........................................................ 427
1. Reglamentación e historia ..................................................... 428
2. Ámbito de aplicación ............................................................ 436
3. Concepto ............................................................................ 438
4. Características ..................................................................... 441
a) La finalidad del recurso de queja es corregir faltas y abusos y
otorga una amplia competencia .............................................. 443
b) El recurso de queja no constituye una tercera instancia, porque
procede sólo ante una falta o abuso ........................................ 445
c) El recurso de queja es de carácter indisponible, así como la falta
de jurisdicción que le da fundamento a él y a la casación ........... 447
5. Resoluciones impugnables ..................................................... 448
6. Personas que pueden interponer el recurso de queja ................ 457
7. Causal de queja ................................................................... 462
8. Plazo .................................................................................. 480
9. Tribunales que intervienen .................................................... 481
10. Forma de interposición del recurso de queja .......................... 485
11. Orden de no innovar ........................................................... 490
12. Tramitación ....................................................................... 493

II
Capítulo XI Recurso de revisión .................................................... 523
1. Concepto, historia y naturaleza jurídica .................................. 524
2. Características ..................................................................... 528
3. Resoluciones contra las que procede ...................................... 531
4. Causales del recurso de revisión ............................................ 534
5. Competencia ....................................................................... 547
6. Sujeto del recurso ................................................................ 548
7. Requisitos de interposición de la revisión ................................ 549
8. Plazo .................................................................................. 550
9. Efectos de su interposición .................................................... 552
10. Tramitación ....................................................................... 553
11. Fallo del recurso de revisión ................................................ 555

III
IV
CAPÍTULO VIII
RECURSO DE CASACIÓN EN EL FONDO

1
1. ORIGEN Y EVOLUCIÓN HISTÓRICA

ANÁLISIS DOCTRINAL

Mario Mosquera y Cristián Maturana señalan que "Como antecedentes


del recurso de casación, nos encontramos en la Baja Edad Media con la
querella nullitatis insanabilis, concebida como un medio extraordinario
de impugnación que se dirige contra las sentencias en que se ha
producido un defecto procesal, abuso o exceso de poder, contradicción
con lo ya juzgado o para asegurar la observancia de la ley y, en todo
caso, dando prioridad a los intereses públicos sobre los privados de las
partes, en cuanto cumple una función esencialmente nomofiláctica.

En el derecho francés, hacia el año 1000, la facultad jurisdiccional se


fue radicando paulatinamente en los señores feudales, quienes la
ejercían a través de sus Cortes. Entre esa fecha y la Revolución
Francesa los monarcas, tratando de reivindicar sus prerrogativas, fueron
creando una superestructura judicial dedicada a anular sentencias
dictadas en forma injusta por violentar sus decisiones. Este es el origen
directo de las Cortes de casación y del recurso de casación. El rey se
transforma en juez supremo delegando tal facultad en su propia Corte
de Justicia.

De este modo la palabra cassation, que originalmente tenía el


significado genérico de 'anulación', tomó el significado técnico y
específico de aquella anulación que sólo el rey podría llevar a cabo sobre
una sentencia por razones de índole política. La casación nace así como
acto de soberanía legislativa, no jurisdiccional.

Con la división en 1578 del Consejo del rey en dos secciones, se


estableció por primera vez, un Tribunal de casación que era Conseil
privé, con facultad de conocer recursos de los particulares.

A partir de la Revolución Francesa se produce la independencia del


Poder Judicial y se declara la garantía de igualdad ante la justicia.

Nace el tribunal de casación y el recurso de casación".

Mario Casarino nos señala que "Su historia, en realidad, comienza bajo
el reinado de San Luis, rey de Francia, en el siglo XIII, como un recurso
de nulidad deducido ante el monarca en contra de las sentencias
pronunciadas por las Cortes, de origen feudal o regio y su principal
cuerpo legal son 'Les établissements de Saint-Louis'".

2
La institución experimenta diversas y sucesivas reformas hasta llegar
a la Asamblea Constituyente de 1789, en la cual se la acepta con la
denominación de recursos de casación, cuyo objeto preciso es anular las
sentencias pronunciadas con infracción de las leyes y a fin de obtener la
igual y uniforme aplicación de ellas, que era uno de los postulados
básicos de esta Revolución.

De ahí pasó, con ligeras variantes, al Código de Procedimiento Civil


francés de 1806, al italiano de 1865 y a las leyes de Enjuiciamiento Civil
españolas de 1855 y 1881, principales antecedentes legislativos
extranjeros de nuestra actual legislación".

Atria nos aporta en relación con los antecedentes históricos de la


casación señalándonos: "Hoy es relativamente pacífico fijar el origen del
recurso de casación en el derecho revolucionario francés. Sin embrago,
fue común, particularente en los escritos producidos en Chile a fines
del siglo XIX y principios del siglo XX, buscar sus orígenes en un pasado
mucho más remoto. Un buen ejemplo de esta tendencia es el artículo de
Agustín Rodríguez públicado en la Revista Forense Chilena de 1898.
Rodríguez encuentra el origen de la casación en
lasuplicación característica del derecho monárquico, en virtud del cual
las partes de un juicio tenían la posibilidad de recurrir al monarca (ya
directamente, ya a través de un consejo que ejercía por delegación —
revocable— la potestad regia) para obtener la revocación de una
resolución que les causaba agravio.El fundamento de este recurso es
inmanente a un régimen monárquico: como todas las potestades
públicas (tanto la legislativa como la jurisdiccional) son aspectos de la
potestad del monarca, ellas son ejerfcidas por delegados de éste. Por
eso la potestad que cada funcionario ejerce es la potestad del rey y por
eso es en principio siempre posible acudir al monarca directamente y
suplicar que, avocándose al caso de que conoce su delegado, lo
solucione como crea correcto. En lo que se refiere a la potestda
jurisdiccional, los recursos de suplicación eran lo que manifestaba
institucionalmente esta idea monárquica. Es en estos recursos donde
algunos creen ver el origen de la casación.

Veremos mas adelante que este vínculo entre casación y suplicación,


aunque incorrecto, no es enteramente espurio. En efecto, el carácter
problemático de la casación es precisamente que en algún sentido hay
afinidad entre ella y las suplicaciones monárquicas. Pero el recurso de
casación introducido por la ley de 1790 en Francia responde a una
comprensión de la jurisdicción y de la relación del juez y la ley
radicalmente distinta de la propia del derecho monárquico, y eso nos
permite diferenciar la casación de la suplicación. Lo que la diferencia es

3
la idea de independencia judicial. En el derecho pos-revolucionario
francés, la idea de independencia judicial es una manifestación de la
sujeción a la ley: el juez no está sometido al soberano en el sentido de
que detente por delegación una potestad jurídica que permite
avocación. El juez ya no es un delegado del rey, sino un funcionario
encargado de aplicar la ley, es decir, de conocer y juzgar casos
particulares de acuerdo a las normas dadas por el legislador. El poder
que detenta cada juez se funda directamente en la soberanía popular,
en tanto la ley es su declaración conforme a lo dispuesto en el artículo
1º del Código Civil, y por eso el juez inferior es independiente no sólo de
autoridades ajenas al poder judicial sino también de otros jueces. La
potestad que detenta un juez de letras, no es en tanto delegado de la
Corte de Apelaciones respectiva; la potestad detentada por la corte de
apelaciones respectiva la detenta en tanto tal, no como delegada de la
Corte Suprema".

De acuerdo con ello, Atria concluye que "la función de los jueces no es
cumplir debidamente una comisión especial asignada por el jefe de
servicio, sino aplicar reglas.Y las reglas no aparecen para el juez como
un límite a los medios a ser utilizados en el cumplimiento de su encargo,
es decir, no son reguladoras de una acción guiada por algo que no sean
ellas mismas (la comisión en el caso de los comisarios). Al contrario,
ellas son constitutivas de su posición en tanto juez, porque definen y no
sólo limitan, lo que el debe hacer para actuar como juez. El juez no
tiene, en tanto, una finalidad distinta a la aplicación de reglas. Por eso la
Corte Suprema no puede remover a gusto a los jueces ni avocarse el
conocimiento de causas pendientes. La prohibición de avocación que el
artículo 76 de la constitución establece respecto del Presidente de la
República y el congreso es en lo sustantivo la misma que contempla el
artículo 8º del Código Orgánico de Tribunales respecto de todos los
tribunales, incluida la Corte Suprema.

"Por lo tanto la casación no puede entenderse como la suplicación, en


la que la parte acudía al mandante para que se avocara al conocimiento
y resolución del caso conocido por su mandatario.En el modelo original
francés, de hecho, la Corte de Casación no era mandante de los jueces,
sino mandataria del legislador. Ahora bien, si la Corte de Casación debía
ser identificada como un mandatario del legislador,la única manera de
garantizar la independencia de los jueces inferiores era hacerlos
independientes de la Corte de Casación. Notése como de este modo el
problema de la independencia judicial se reformula: el problema no es
garantizar a la Corte Suprema independencia frente al legislador, que no
puede tenerla porque el mandatario no pretende ser independiente del

4
mandante, sino que garantizar a cada juez la independencia de la Corte
Suprema.

"El recurso de casación era parte de la respuesta a este problema (la


otra parte era el llamdo refere legislativ). La labor que le encomendaba
al Tribunal de Casación era "la vigilancia estricta y severa del
mecanismo judicial en la aplicación de las leyes", y para eso se le
concebía más como un órgano del poder legislativo que del poder
judicial.

"Las dos innovaciones revolucionarias tendrían diferente suerte:


el refere legislativ no cumplió los fines que buscaba, y cayó rápidamente
en desuso. El recurso de casación sin embargo, tendría un destino más
promisorio, pero para eso su finalidad debió ser modificada por la
práctica: de constituir un mecanismo de vigilancia de los jueces, pasó a
ser uno para asegurar la uniformidad en la interpretación judicial de la
ley".

En Chile, el Mensaje del Código de Procedimiento Civil expresa: "La


casación en el fondo introduce en nuestra legislación una novedad
reclamada por las necesidades de dar uniforme aplicación a las leyes. Se
ha limitado sólo a las sentencias de las Cortes de alzada, como
encargadas de dar la norma para el correcto funcionamiento de los
tribunales inferiores".

Marín nos aclara que "el sistema que adoptó Chile no fue el original
francés sino el de la casación española.Sin perjuicio de los elementos
históricos que la doctrina española ha visto en los recursos de nulidad y
de injusticia notoria como antecedentes de su casación".

En este sentido, nos agrega que "siguiendo el modelo español de


casación, en Chile se entregó la competencia para conocer de este
recurso a la máxima cabeza del Poder Judicial y se lo dotó de la facultad
de dictar la correspondiente sentencia sobre el fondo de la cuestión
debatida. De este modo había nacido en Chile la sentencia de
reeemplazo en materia de casación en el fondo, desechando la
posibilidad de introducir el reenvío en nuestra legislación.

"Para terminar con la historia de la sentencia de reemplazo conviene


tener presente que el Código de Procedimiento Civil a poco andar sufrió
algunos cambios en esta materia.Tanto la ley Nº 2.269, de 15 de
febrero de 1910, como la ley Nº 3.390 de 15 de julio de 1918,
introdujeron importantes alteraciones al modelo original. La segunda de
las leyes mencionadas en su artículo 27, adicionó la siguiente frase al

5
arículo 958: [....] reproduciendo los fundamentos de derecho de la
resolución que no se refieran a los puntos que hayan sido materia del
recurso y la parte del fallo no afectada por éste.

"Adición que dice relación con el contenido que tiene la sentencia de


reemplazo, en relación con los fundametos de derecho que contenía la
sentencia anulada".

"He puesto especial enfásis en esta parte de la historia de la casación


porque creo que aquí se encuentra una de las razones que explican las
palabras con que inicié este comentario: la casación en Chile no ha
funcionado bien.Y no ha funcionado bien porque la Corte Suprema
nunca pudo compatibilizar los dos intereses involucrados en este
recurso.El interés general o público, representado por la sentencia de
nulidad, que mira primordialmente a fijar una correcta y uniforme
interpretación de las leyes; y el interés privado del agraviado que
recurre única y exclusivamente como si la casación fuere una tercera
instancia.En este segundo interés lo único que importa es es la
sentencia de reemplazo, con la que el recurrente obtendrá su pretensión
de fondo. Lógicamente que en la configuración original de la casación en
Chile el interés primordial era áquel. Esto es lo que justifica las enormes
restricciones originales que se impusieron a este recurso: evitar
precisamente que se transformase en una tercera instancia y, de este
modo, evitar que la Corte se viera sobrepasada de trabajo.El interés
privado era (es) absolutamente secundario. Este interés —al menos
originalmente— servía sólo como impulso al interés público (¿una
segunda mano invisible?), pero una vez interpuesto el recurso primaba
siempre este último.

"En la práctica, sin embargo, ha primado el interés privado. La Corte


en vez de sentar verdadera jurisprudencia se ha conformado —en la
mayoría de las situaciones— simplemente en resolver las disputas entre
las partes —en uno u otro sentido— con salidas fáciles en muchos casos
y sin entrar de lleno en el problema jurídico planteado.En otras
palabras, la circunstancia de existir un solo tribunal competente para
conocer y resolver el recurso de casación en el fondo no ha impedido
que existan criterios dispares de interpretación de la ley por parte de
nuestra Corte Suprema. El recurso de casación, en definitiva, no ha
cumplido en los hechos la finalidad para el que fue creado hace más de
cien años en Chile".

En el nuevo sistema procesal penal no se contempla el recurso de


casación en el fondo. El recurso procedente en materia penal es el
recurso de nulidad, procediendo en caso de errónea aplicación del

6
derecho que hubiere influido sustancialmente en lo dispositivo del fallo,
correspondiendo como regla general su conocimiento a la Corte de
Apelaciones respectiva, salvo que respecto de la materia de derecho
objeto del mismo existiesen distintas interpretaciones sostenidas en
diversos fallos emanados de los tribunales superiores, en cuyo caso
corresponderá pronunciarse a la Corte Suprema (arts. 373 letra b) y
376 inc. 3º del CPRO).

Asimismo, en el nuevo sistema procesal laboral se contempla


solamente el recurso de unificación de jurisprudencia en contra de las
sentencias de las Corte de Apalaciones que resuelvan un recurso de
nulidad para ante la Corte Suprema (arts. 483 y 483 A del CTRAB).

En el nuevo sistema procesal de familia, sí se prevé actualmente la


procedencia del recurso de casación en el fondo en contra de las
sentencias definitivas o interlocutorias que pongan término del juicio o
que hagan imposible su continuación pronunciadas en segunda instancia
por las Cortes de Apelaciones (art. 67 inciso primero y Nº 7 de la ley
Nº 19.968 que crea los Tribunales de Familia).

ANÁLISIS JURISPRUDENCIAL

A. Antes de la dictación de la ley Nº 19.374, el carácter estricto del


recurso de casación obligaba a citar todos los preceptos de decisoria
litis infringidos so pena de rechazar el recurso

i) Al no dar por infringidos preceptos que tienen carácter de decisorio


litis, se rechaza el recurso de Casación en el Fondo, invalidándose de
oficio la sentencia recurrida. No adoleciendo de nulidad determinado
pacto de indivisión de una comunidad en la que existe una mujer
casada bajo el régimen de sociedad conyugal, ni en la designación de
administradores con facultad de hipotecar, actos que son plenamente
válidos, como quiera que en su carácter de relativamente incapaz, actuó
autorizada por su marido tanto en el pacto de indivisión y en la
designación de administradores con facultades de hipotecar como en la
escritura de compraventa del bien raíz hipotecado, no adoleciendo de
nulidad dichos actos, resulta incuestionable que es válida la hipoteca de
que se trata, constituida por esos administradores en favor del
ejecutante, toda vez que ella no ha requerido autorización judicial
alguna; debiéndose rechazar todas las excepciones opuestas por el
demandado en el presente juicio ejecutivo de desposeimiento.

Corte Suprema, 16 de octubre de 1988, rol Nº 12741. Integran la sala


los Ministros José M. Eyzaguirre, Israel Bórquez, Enrique Correa, Luis

7
Cousiño y Claudio Illanes. Redactor: Israel Bórquez. Cita online:
CL/JUR/371/1988

ii) En el mismo sentido:

La ley decisoria de la litis es aquélla contenida en el artículo 464 Nº 9


del Código de Procedimiento Civil, que establece la excepción de pago
que el recurrente pretende sea acogida, norma legal que éste no señala
como infringida por la sentencia reclamada y que el tribunal de casación
debería aplicar al dictar sentencia de reemplazo como lo solicita el
recurrente, de manera que aún en el caso de que se hubieran
transgredido efectivamente los preceptos legales que sí menciona el
recurrente al interponer el recurso, tales infracciones ninguna influencia
tendrían en lo dispositivo de la sentencia, requisito indispensable a un
recurso de casación en el fondo atendido lo dispuesto en los artículos
767 y 772 del Código de Procedimiento Civil, por ende, el recurso de
casación deberá desestimarse.

Corte Suprema, 26 de septiembre de 1989, rol Nº 14734. Integran la


sala los Ministros Roberto Dávila, Arnaldo Toro, Efrén Araya, Enrique
Urrutia y Alberto Stoehrel. Cita online: CL/JUR/361/1989

iii) Corte Suprema, 4 de octubre de 1989, rol Nº 27286-1989.


Integran la sala los Ministros Emilio Ulloa, Hernán Cereceda, Enrique
Zurita, Luis Cousiño y Claudio Illanes. Cita online: CL/JUR/873/1989

iv) Corte Suprema, 14 de enero de 1990, rol Nº 13705. Integran la


sala los Ministros Octavio Ramírez Miranda, Osvaldo Faúndez Vallejos,
Lionel Béraud Poblete y los Abogados Integrantes Enrique Urrutia
Manzano y Juan Colombo Campbell. Cita online: CL/JUR/271/1990

B. Antes de la dictación de la ley Nº 19.374, por el carácter estricto del


recurso sólo se podía casar en el fondo en las causas cuya cuantía fuese
superior a 15 U.T.M.

i) El demandante solicita que se le reconozca el derecho a jubilar por


expiración obligada de funciones, y se le paguen las pensiones
adeudadas con intereses y reajustes, siendo, en consecuencia, el asunto
sometido a la decisión del tribunal, susceptible de apreciación
pecuniaria. Empero, por resolución ejecutoriada, se señaló, que para los
efectos previstos en el artículo 767 del Código de Procedimiento Civil, la
cuantía del juicio era indeterminada, pero superior a quince Unidades
Tributarias Mensuales, siendo esta una decisión contradictoria, por
cuanto por una parte indica que la cuantía no se puede determinar y por

8
la otra, que no obstante aquello, es superior a quince Unidades
Tributarias Mensuales, y además, es insuficiente, porque no señala en
forma expresa y determinada el valor de lo disputado y su equivalencia
en Unidades Tributarias Mensuales como lo exige el artículo antes
citado, por lo cual no puede (sic) el recurso de casación en el fondo
deducido en estos autos.

Corte Suprema, 15 de septiembre de 1994, rol Nº 19681. Integran la


sala los Ministros Marcos Aburto Ochoa, Óscar Carrasco Acuña, Carlos
Meneses Pizarro (Fiscal Subrogante) y los Abogados Integrantes señores
Fernando Castro Álamos y Eugenio Velasco Letelier. Cita online:
CL/JUR/1572/1994

C. Antiguamente —cuando regía la ley Nº 18.705—, señalar la cuantía


del recurso de casación en el fondo, era un requisito de admisibilidad de
éste

i) El recurso de casación en el fondo tiene carácter excepcional y


constituye una institución de derecho estricto, en el cual rigen
disposiciones de orden público, de forma y fondo, que son por lo mismo
imperativas para los sujetos de la relación procesal. En la especie, la
cuantía del juicio se fijó en una suma determinada de dólares
americanos, oportunidad en que regía el antiguo texto del artículo 767
del Código de Procedimiento Civil, que ordenaba al juez fijar esa cuantía
en pesos, moneda nacional, y hacía aplicable para dichos efectos las
normas del Título VII del Código Orgánico de Tribunales, que al señalar
las reglas para determinar la cuantía, previenen en lo que interesa, la
conversión de la moneda extranjera en su equivalente en moneda
nacional, lo cual guarda conformidad con lo que dispone el artículo 21
de la ley Nº 18.010, que establece normas para las operaciones de
crédito y otras obligaciones de dinero que indica. Así, el incumplimiento
de la fijación de la cuantía del juicio en moneda nacional, requisito
sustancial previo de orden formal para deducir el recurso, implica que el
tribunal incurrió en una omisión que trae corno efecto, por mandato del
inciso quinto del artículo 767 del Código antes citado que la cuantía se
considere inferior a la que autorizaba la ley, en la oportunidad del pleito,
para deducir el recurso, y que éste, por tanto, es inadmisible. Asimismo,
se deja constancia que el tribunal de casación no hace uso de su
facultad de casar de oficio la sentencia recurrida, en cuanto los fallos
impugnados sostienen que el acta de remate importa transferencia de
dominio, lo que constituye un error, en consideración a que el fallo
recurrido da la razón adecuada en derecho para acoger la tercería,
basándose para ello en la fecha en que se anotó en el repertorio la
escritura de adjudicación, lo que importa que en la sentencia de

9
reemplazo que debería dictar esta Corte, se llegaría a la misma
conclusión, esto es, acoger la tercería.

Corte Suprema, Primera Sala, 13 de enero de 1992. Integrada por los


Ministros señores Marcos Aburto Ochoa, Servando Jordán López, Enrique
Zurita Camps y los Abogados Integrantes señores Fernando Fueyo
Laneri y Juan E. Cita online: CL/JUR/758/1992

ii) En este sentido:

Que de conformidad con lo que dispone el inciso final del artículo 546
del Código de Procedimiento Penal, en cuanto el recurso de casación en
el fondo se dirige en contra de la decisión civil de la sentencia, regirá al
respecto lo que dispone el artículo 767 del Código de Procedimiento
Civil, norma esta última que exige para la procedencia del recurso que
esté determinada la cuantía en la forma y oportunidad que esa última
disposición señala, lo que en estos autos no se hizo, razón por la cual no
es posible admitirlo a tramitación.

Corte Suprema, 13 de enero de 1993, rol Nº 29455-1992. Integraron


la Sala los Ministros Sres. Osvaldo Faúndez V., Efrén Araya V. y
Servando Jordán y los Abogados Integrantes señores Eugenio
Valenzuela S. y Fernando Mujica B. Cita online: CL/JUR/1437/1993

D. Antes de la dictación de la ley Nº 19.374, el Tribunal ad quem tenía


la facultad de condenar solidariamente al pago de las costas al abogado
que dedujo el recurso

i)3º) Que atendido lo precedentemente expuesto, el expresado recurso


de casación en el fondo es inadmisible. Y atendido, además, lo dispuesto
en los artículos 781, 787 y 809 del Código de Procedimiento Civil, se
declara inadmisible el recurso de casación en el fondo deducido en lo
principal de fs. 145 en representación de la recurrente, en contra de la
sentencia de treinta de junio del año pasado, escrita a fs. 141 vta., con
costas en las que se condena solidariamente a dicha parte y a su
abogado patrocinante".

Corte Suprema, 6 de julio de 1988, rol Nº 26046. Integraron la Sala


los Ministros Sres. Víctor M. Rivas, Marcos Aburto, Enrique Zurita, Cecil
Chellew y Andrés Allende. Cita online: CL/JUR/879/1988

E. En el antiguo texto del art. 782 del Código de Procedimiento Civil


(cuando regía la ley Nº 18.705), se exigía como requisito de

10
admisibilidad del recurso de casación en el fondo, que contuviese
peticiones concretas

i) Que de acuerdo a lo establecido en el artículo 201 del Código de


Procedimiento Civil, aplicable por mandato del artículo 782 del mismo
Código, en el escrito en que se formalice el recurso de casación en el
fondo deben formularse las peticiones concretas que el recurrente
propone al Tribunal llamado a conocer de él para el caso de que éste sea
acogido.

Corte Suprema, 14 de diciembre de 1987, rol Nº 20535. Integraron la


Sala los Ministros Sres. Enrique Correa, Hernán Cereceda y Servando
Jordán y los Abogados Integrantes señores Luis Cousiño y Manuel
Jiménez. Redactó el fallo el Ministro Sr. Hernán Cereceda. Cita online:
CL/JUR/385/1987

2. OBJETIVOS

ANÁLISIS DOCTRINAL

El fin primordial del legislador para establecer este recurso fue hacer
efectiva la garantía constitucional de la igualdad ante la ley.

Al respecto Alejandro Espinosa nos ha dicho que "Para hacer efectivo


el principio fundamental de derecho público que asegura a todos los
habitantes de la República la igualdad ante la ley, es necesario que ésta
se aplique en el mismo sentido y alcance para todos los ciudadanos. Con
tal objeto, nuestro legislador ha establecido el recurso de casación en el
fondo que permite uniformar la jurisprudencia de los tribunales,
declarándose nula la resolución judicial que ha hecho una aplicación
errónea de la ley y fijándose la genuina interpretación que al precepto
legal infringido corresponde".

Si bien es cierto que el art. 3º, inc. 2º del C.C. señala que "las
sentencias judiciales no tienen fuerza obligatoria sino respecto de las
causas en que actualmente se pronunciaren", no lo es menos que a
través de los fallos que pronuncian los Tribunales superiores de justicia,
al interpretar los preceptos, fundan las bases para que otro Tribunal
falle en un mismo sentido.

11
Según nos enseña Raul Tavolari, "Ballesteros transcribe, al efecto, una
notable y erudita intervención que le cupiera, en sesión de 27 de agosto
de 1874, a un Diputado de apellido Tocornal, de la que transcribo
algunos párrafos notables.

'La Corte de Casación no es una jerarquía del poder judicial, porque


jamás juzga ni debe juzgar cuestiones entre partes. Su objeto es más
elevado; tiene la misión de conservar la uniformidad de la lei en todo el
país, para que no haya una jurisprudencia en una Corte diversa en otra i
que las cuestiones se resuelvan en tal o cual sentido, según el tribunal
donde se llevan'.

Cita Tocornal a Dalloz, quien tras recordar que la Corte de Casación no


es, propiamente hablando, un grado de jurisdicción ni una vía de
recurso sino un 'remedio extremo que no puede tener por objeto sino el
mantenimiento de la lei i la uniformidad de la jurisprudencia', invoca una
opinión del Consejo de Estado de 18 de enero de 1806, con arreglo a la
cual, 'las constituciones no han establecido sino dos grados de
jurisdicción. Ellas han creado las Cortes de Apelaciones para juzgar en
último recurso; pero los actos emanados de estas Cortes no tienen el
carácter de decisión soberana, si no están revestidos de las
formalidades requeridas para constituir un juicio. Si las formas han sido
violadas, no hai juicio propiamente hablando i la Corte de Casación
destruye un acto irregular. Si al contrario, todas las formas han sido
observadas, el juicio se reputa la verdad mismas...por recurso de
casación se entiende el remedio supremo y extraordinario que concede
la lei contra las ejecutorias de los tribunales superiores para enmendar
el abuso, exceso o agravio por ellas inferido, cuando han sido dictadas
contra lei o doctrina legal o con infracción de los trámites i formas más
sustanciales del juicio. En el primer caso, este es, cuando el recurso se
funda en que la ejecutoria es contra lei o contra doctrina admitida por la
jurisprudencia de los tribunales, se ha convenido en llamar recurso de
casación en el fondo porque versa sobre el fondo de la ejecutoria, esto
es, sobre si ha sido fallada conforme a la lei, la cuestión debatida en el
pleito; i en la forma, cuando se funda en defectos sustanciales del
procedimiento o en la infracción de las leyes que arregla la forma del
juicio. I con efecto, la casación es un remedio de interés general i de
orden público. Su objeto como dice un notable jurisconsulto español es
contener a todos los tribunales i jueces en la estricta observancia de la
lei e impedir toda falsa aplicación de ésta i su errónea interpretación, a
la vez que uniformar la jurisprudencia; así es que ha sido introducida
más bien por el interés de la sociedad que en beneficio de los litigantes".

12
Como nos dice Mario Casarino, "el recurso de casación en el fondo
procura la formación de jurisprudencia, pues aunque los fallos que
recaen en esa clase de recursos no obligan a los tribunales inferiores,
desde el momento en que las sentencias judiciales no tienen fuerza
obligatoria sino respecto de las causas en que actualmente se
pronunciaren (art. 3º, inc. 2º, CC), influyen sobre ellos con gran fuerza
moral, lográndose así la aplicación constante, uniforme y metódica de
los numerosos y variados preceptos legales que reglan la vida jurídica
del país".

Al respecto, Fernando Orellana nos dice que "La defensa del derecho
objetivo, perseguida a través de la correcta aplicación de la ley en los
fallos de los tribunales, es su finalidad primera, con ello se logra el
imperio de los valores de la seguridad jurídica y la igualdad ante la ley,
lo que viene sino a realzar el carácter constitucional del recurso de
casación en el fondo. La segunda finalidad de este recurso es la
unificación de la jurisprudencia en su rol interpretativo, con el objeto de
evitar así la inseguridad y desigualdad que pueda surgir de los diversos
criterios interpretativos".

De esta manera, según nos enseña Darío Benavente, "La Corte


Suprema, al conocer de la casación en el fondo, sirve su máxima
función: mantener la unidad de la jurisprudencia por medio de la
interpretación acertada de la ley".

ANÁLISIS JURISPRUDENCIAL

A. Hacer efectiva la garantía constitucional de la igualdad ante la ley,


por medio de la función nomofiláctica

a) Uno de los grandes objetivos del recurso de casación en el fondo


dice relación con fijar el correcto sentido y alcance de la legislación
positiva

i) Que el recurso de casación es un medio de impugnación


extraordinario y de derecho estricto, el cual tiene por objeto fijar el
correcto sentido y alcance de la legislación positiva para, de este modo,
obtener su aplicación uniforme y concretar el principio constitucional de
igualdad ante la ley (Considerando Segundo, Corte Suprema). Que para
cumplir tal finalidad no pueden invocarse causales contradictorias, como
lo son las contempladas en los Nº 1 y Nº 2 del artículo 546 del Código
de Procedimiento Penal, que persiguen objetivos distintos, por lo que el
recurso que las invoca, aun cuando sea en forma subsidiaria, resulta

13
contradictorio y debe ser declarado inadmisible (considerandos tercero y
cuarto, Corte Suprema).

Corte Suprema, 13 de septiembre de 1995, rol Nº 31834. Integran la


sala los Ministros Roberto Dávila D., Adolfo Bañados C., Luis Correa B. y
Guillermo Navas B. y el Abogado Integrante señor Mario Verdugo M.
Redactor: Mario Verdugo M. Cita online: CL/JUR/2188/1995

ii) En el mismo sentido:

El recurso de casación en el fondo no admite causales que se formulen


en forma subsidiaria o alternativa, por cuanto siendo por su naturaleza
de derecho estricto, debe fundarse en causales ciertas y determinadas,
de manera que no se cumple con este requisito cuando se formulan,
como ocurre en este caso, peticiones subsidiarias, pues con ello el
recurso de casación en el fondo resulta inconducente a su objetivo, cual
es la correcta aplicación de la ley, propósito que no puede cumplirse si
el recurrente formula sus peticiones de un modo dubitativo a confuso,
dejando de cumplir así con el requisito del artículo 772 del Código de
Procedimiento Civil, aplicable en la especie de acuerdo con lo previsto en
el artículo 535 del Código de Procedimiento Penal, según el cual el
escrito en que se deduzca el recurso de casación en el fondo, entre otras
exigencias, "hará mención expresa y determinada de la ley o leyes que
se suponen infringidas" (considerando 2º).

Corte Suprema, 25 de enero de 1994, rol Nº 28800-1994. Pronunciado


por los Ministros señores Hernán Álvarez G., Guillermo Navas B., Marcos
Libedinsky T. y los Abogados Integrantes señores Alejandro Silva B. y
Álvaro Rencoret S. Cita online: CL/JUR/892/1994

Asimismo:

iii) La importancia política y jurídica de la motivación del recurso de


casación en el fondo y el carácter de derecho estricto de los requisitos
del art. 772 del Código de Procedimiento Civil, se resumen en las
siguientes ideas, según la Corte Suprema: "Tercero: Que, como expresa
el tratadista Ortúzar, el recurso de casación, en su base política y
jurídica, tiene por objeto velar por la recta y genuina aplicación de la
ley, corrigiendo la infracción de la misma, y logrando en esta misión, al
ser ejercida por un mismo y solo Tribunal, la uniformidad de la
jurisprudencia. Esta finalidad de interés público, el respeto de la ley,
sobrepasa en importancia a aquella otra de orden privado, cual es la
reparación de los agravios que se puede inferir a las partes con
resoluciones violatorias de la ley (Waldo Ortúzar Latapiat, El recurso de

14
casación en el fondo en materia penal, Editorial Jurídica de Chile, 1958,
pp. 9 y 10) (...) Como lo manifiesta la doctrina especializada, los
motivos del recurso de casación representan no sólo el límite, sino el
presupuesto inexcusable determinante del examen que se lleva a efecto
por el Tribunal de Casación, porque al menos su hipotética
fundamentación en los motivos establecidos en la ley es necesaria para
la admisión del recurso, esto es, para que subsista el derecho al examen
y ulterior decisión del Tribunal. (Miguel Fenech, Derecho Procesal
Penal, Editorial Labor S.A., Barcelona, 1952,7. II, p. 471). Cuarto: Que,
en el desarrollo del o los motivos de nulidad que pretende sustentar el
recurrente de casación, debe sujetarse estrictamente a los límites que,
en forma de requisitos, establece el citado artículo 772 del Código de
Enjuiciamiento Civil. Quinto: Que, en decisiones de esta Corte Suprema,
referidas al cumplimiento de los requisitos aludidos, se ha declarado que
la exigencia legal "coloca al recurso en la necesidad de determinar el
alcance o sentido de la ley; y de explicar la forma en que ha sido
violentada. Es decir, es indispensable que se haga un verdadero
enjuiciamiento de los preceptos legales infringidos a fin de establecer
que han sido incorrectamente aplicados (S.C.S., 27.11.1961, R., t. 58,
secc. 1ª, p. 486; S.C.S., 2.04.1975, R., t. 72, secc. 4ª, p. 143). Sexto:
El recurso que interesa debe satisfacer los requisitos que se vienen
analizando, porque de otro modo se transformaría en una nueva
instancia del pleito que el legislador expresamente quiso evitar;
conclusión que resulta tanto del claro tenor de los preceptos que lo
gobiernan, cuanto de la historia fidedigna del establecimiento de la ley
(S.C.S., 4.12.1923, R., t. 22, secc. 1ª, p. 699; S.C.S., 11.12.1954, R.,
t. 51, secc. 1ª, p. 602).

Corte Suprema, 25 de julio de 2007, rol Nº C-2458-2007, Segunda


Sala. Integraron la Sala los Ministros Sres. Alberto Chaigneau del C.,
Nibaldo Segura P., Rubén Ballesteros C., Hugo Dolmetsch U. y el
Abogado Integrante Sr.Carlos Künsemüller L. Redactó el fallo el
Abogado Integrante Sr. Carlos Künsemüller L.
Cita online: CL/JUR/4753/2007

Asimismo:

Que esta Corte reiteradamente ha fallado que el recurso de casación


en el fondo tiene por objeto velar por la correcta interpretación y
aplicación de las normas llamadas a dirimir la controversia, con el objeto
de que este tribunal pueda cumplir con la función uniformadora del
derecho asignada por la ley. De allí que al no constituir esta sede
instancia, el postulado de hechos diversos a los asentados en el juicio y
que determinan la aplicación de las normas sustantivas en punto a

15
dirimir lo debatido no tiene cabida desde que este tribunal no puede
modificarlos, salvo que se denuncie que al resolver la controversia los
jueces del fondo se han apartado del onus probandi legal, han admitido
medios de prueba excluidos por la ley, desconocido los que ella autoriza,
o alterado el valor probatorio imperativamente fijado por la ley a las
probanzas aportadas al proceso (considerando 10º, sentencia Corte
Suprema).

Corte Suprema, 22/10/2013, rol Nº 7274-2011,

Cita online: CL/JUR/2338/2013

Fallos en el mismo sentido:

Corte Suprema, 22/01/2014, rol Nº 6244-2013,

Cita online: CL/JUR/136/2014

Corte Suprema, 22/01/2014, rol Nº 6682-2014,

Cita online: CL/JUR/135/2014

Corte Suprema, 21/01/2014, rol Nº 7332-2013,

Cita online: CL/JUR/120/2014

Corte Suprema, 15/01/2014, rol Nº 2547-2013,

Cita online: CL/JUR/84/2014

Corte Suprema, 13/01/2014, rol Nº 4663-2013,

Cita online: CL/JUR/75/2014

Corte Suprema, 11/11/2013, rol Nº 5181-2013,

Cita online: CL/JUR/2586/2013

Corte Suprema, 2/12/2013, rol Nº 5340-2013,

Cita online: CL/JUR/2800/2013

Corte Suprema, 30/12/2013, rol Nº 5628-2013,

Cita online: CL/JUR/3015/2013

16
b) Otra finalidad del recurso es cuidar se respete la voluntad de la
soberanía que importa la dictación de las leyes, agregando un objetivo
unificador de la jurisprudencia, que pretende dar certeza y seguridad
jurídica a las personas al interior del Estado

i) La competencia de la Corte Suprema al conocer del recurso de


casación en el fondo se refiere al establecimiento de un error de derecho
que, al tener influencia substancial en lo dispositivo de la sentencia,
permite sea acogido, ya que es el legislador quien, por este medio,
cuida se respete su voluntad, pero más que eso, la soberanía que
importa la dictación de las leyes, agregando un objetivo unificador de la
jurisprudencia, que pretende dar certeza y seguridad jurídica a las
personas al interior del Estado, todo lo cual no puede ser desatendido.

Corte Suprema, Primera Sala, 21 de agosto de 2007, rol Nº 5581-


2005. Integraron la Sala los Ministros Sres. Milton Juica A., Sergio
Muñoz G., señora Margarita Herreros M. y señor Juan Araya E. y el
Abogado Integrante Sr. Juan Cárcamo O. Cita online:
CL/JUR/1736/2007

ii) En el mismo sentido:

La importancia política y jurídica de la motivación del recurso de


casación en el fondo y el carácter de derecho estricto de los requisitos
del art. 772 del Código de Procedimiento Civil, se resumen en las
siguientes ideas, según la Corte Suprema: "Tercero: Que, como expresa
el tratadista Ortúzar, el recurso de casación, en su base política y
jurídica, tiene por objeto velar por la recta y genuina aplicación de la
ley, corrigiendo la infracción de la misma, y logrando en esta misión, al
ser ejercida por un mismo y solo Tribunal, la uniformidad de la
jurisprudencia. Esta finalidad de interés público, el respeto de la ley,
sobrepasa en importancia a aquella otra de orden privado, cual es la
reparación de los agravios que se puede inferir a las partes con
resoluciones violatorias de la ley (Waldo Ortúzar Latapiat, El recurso de
casación en el fondo en materia penal, Editorial Jurídica de Chile, 1958,
pp. 9 y 10) (...) Como lo manifiesta la doctrina especializada, los
motivos del recurso de casación representan no sólo el límite, sino
el presupuesto inexcusable determinante del examen que se lleva a
efecto por el Tribunal de Casación, porque al menos su hipotética
fundamentación en los motivos establecidos en la ley es necesaria para
la admisión del recurso, esto es, para que subsista el derecho al examen
y ulterior decisión del Tribunal (Miguel Fenech, Derecho Procesal
Penal, Editorial Labor S.A., Barcelona, 1952,7, II, p. 471) Cuarto: Que,
en el desarrollo del o los motivos de nulidad que pretende sustentar el

17
recurrente de casación, debe sujetarse estrictamente a los límites que,
en forma de requisitos, establece el citado artículo 772 del Código de
Enjuiciamiento Civil. Quinto: Que, en decisiones de esta Corte Suprema,
referidas al cumplimiento de los requisitos aludidos, se ha declarado que
la exigencia legal "coloca al recurso en la necesidad de determinar el
alcance o sentido de la ley; y de explicar la forma en que ha sido
violentada. Es decir, es indispensable que se haga un verdadero
enjuiciamiento de los preceptos legales infringidos a fin de establecer
que han sido incorrectamente aplicados (S.C.S., 27.11.1961, R., t. 58,
secc. 1ª, p. 486; S.C.S., 2.04.1975, R., t. 72, secc. 4ª, p. 143). Sexto:
El recurso que interesa debe satisfacer los requisitos que se vienen
analizando, porque de otro modo se transformaría en una nueva
instancia del pleito que el legislador expresamente quiso evitar;
conclusión que resulta tanto del claro tenor de los preceptos que lo
gobiernan, cuanto de la historia fidedigna del establecimiento de la ley
(S.C.S., 4.12.1923, R., t. 22, secc. 1ª, p. 699; S.C.S., 11.12.1954, R.,
t. 51, secc. 1ª, p. 602).

Corte Suprema, 25 de julio de 2007, rol Nº C-2458-2007, Segunda


Sala. Integraron la Sala los Ministros Sres. Alberto Chaigneau del C.,
Nibaldo Segura P., Rubén Ballesteros C., Hugo Dolmetsch U. y el
Abogado Integrante Sr. Carlos Künsemüller L. Redactó el fallo el
Abogado Integrante Sr. Carlos Künsemüller L.
Cita online: CL/JUR/4753/2007

B. Supervigilar la legalidad del fondo de las sentencias

a) Un objetivo del recurso de casación en el fondo, es vigilar la


legalidad de las sentencias

i) La finalidad de un recurso de casación consiste en intentar la


anulación de una sentencia, pero no de cualquier clase de sentencias,
sino de aquéllas estrictamente señaladas en el artículo 767 del Código
de Procedimiento Civil. Y ello, cuando se hubieren dictado con error de
derecho o infracción de ley y, siempre que la infracción haya influido
sustancialmente en lo dispositivo de la sentencia, esto es, que de no
haberse producido la vulneración, lo decidido habría sido diferente de
aquello que se resolvió merced a tal infracción. En suma, mediante una
casación, se analiza la legalidad de una sentencia, de los tipos antes
mencionados, esto es, se examina su conformidad con la ley o el
derecho.

Corte Suprema, Tercera Sala, 27 de abril de 2004, rol Nº 3060-2003.


Integraron la Sala los Ministros: Sres. Ricardo Gálvez, Domingo Yurac,

18
Humberto Espejo, señorita María Antonia Morales y el señor Adalis
Oyarzún.
Cita online: CL/JUR/4655/2004

C. Situación actual del recurso, en su calidad de medio de derecho


estricto.

a) Con la dictación de la ley Nº 19.374, se ha morigerado el carácter


extremadamente formal del recurso de casación

i) Esta Corte Suprema entiende que la modificación legislativa


contenida en la ley Nº 19.374, que entre otras disposiciones afectó las
que reglamentan el recurso de casación en el fondo, específicamente el
artículo 772 del Código de Procedimiento Civil, incorporando el concepto
de error de derecho, en reemplazo de infracción de ley, no obstante que
mantiene esta última terminología en los artículos 767 y 785 del citado
cuerpo legal, amplió la causal del recurso de casación en el fondo en
resguardo de todos los preceptos de carácter legal, entre los cuales
deben incluirse los principios generales de la legislación, que se
desprenden de la misma ley, ya por mención expresa, como en el caso
del inciso segundo del artículo 2º del Código del Trabajo, como aquellos
que emanan del conjunto de sus normas, todos los cuales tienen por
objeto dar mayor estabilidad y certidumbre a las relaciones particulares
(considerando 3º).

Corte Suprema, 25 de septiembre de 1997, rol Nº 2667-1996.


Pronunciado por los Ministros señores Hernán Álvarez G., Mario Garrido
M., Marcos Libedinsky T. y los Abogados Integrantes señores Jorge
Rodríguez A. y José Bernales P. Cita online: CL/JUR/1656/1997

En el mismo sentido:

ii) 8º. Que las distintas modificaciones introducidas al Código de


Procedimiento Civil, por la ley Nº 19.374, incorporaron, en el recurso
decasación en el fondo, la noción de error de derecho, que en concepto
de los legisladores, expresado en la historia fidedigna de su
establecimiento, ha tenido por objeto evitar la denuncia de todas las
infracciones de las disposiciones legales aplicables al caso, tanto por no
estar llamadas a resolverlo, como porque estándolas no se las
consideró, siendo suficiente expresar el fundamento en virtud del cual
se estima que una decisión es contraria a derecho, en los términos
indicados en los artículos 767 y 772 del referido Código.

19
Corte Suprema, 30 de enero de 1998, rol Nº 4762-1996. Integran la
sala los Ministros Hernán Alvarez G., Marcos Libedinsky T., José Benquis
C. y los Abogados Integrantes señores Arturo Montes R. y José Bernales
P.
Cita online: CL/JUR/969/1998

3. CONCEPTO

ANÁLISIS DOCTRINAL

Mario Mosquera y Cristián Maturana señalan que "El recurso de


casación en el fondo es un acto jurídico procesal de parte agraviada con
determinadas resoluciones judiciales, para obtener de la Corte Suprema
que las invalide por haberse pronunciado con una infracción de la ley
que ha influido substancialmente en lo dispositivo del fallo, y que las
reemplace por otra resolución en que la ley se aplique correctamente".

Mario Casarino señala que "El recurso de casación en el fondo es un


recurso extraordinario que el legislador concede a la parte agraviada, en
contra de determinadas resoluciones judiciales, para obtener su
anulación, cuando han sido dictadas con infracción de ley, siempre que
esta infracción haya influido sustancialmente en lo dispositivo de ellas.

4. CARACTERÍSTICAS

ANÁLISIS DOCTRINAL

El recurso de casación en el fondo presenta las siguientes


características:

a. Es un recurso extraordinario, por cuanto procede en contra de


determinadas resoluciones judiciales y por una causal específica, en
materia civil, esto es, por haberse pronunciado la sentencia con una
infracción de ley que ha influido substancialmente en lo dispositivo del
fallo.

20
b. Es un recurso de nulidad, pero persigue otro objetivo como es el
reemplazo del fallo en que se cometió la infracción de ley por otro en
que ésta se aplique correctamente.

Cuando la Corte Suprema acoge el recurso de casación de fondo


pronuncia dos resoluciones, a saber, una sentencia de casación, en la
que anula la resolución recurrida denunciando la infracción de ley o error
de derecho en que se ha incurrido y una sentencia de reemplazo, en la
que resuelve el conflicto, aplicando correctamente el derecho.

c. Es un recurso de competencia exclusiva y excluyente de la Corte


Suprema, quien lo conoce en sala.

d. El recurso de casación en el fondo es de derecho estricto y


formalista. Al respecto Mario Casarino señala que "Es un recurso
dederecho estricto, esto es, en su interposición deben observarse
necesariamente determinadas formalidades legales, so pena de ser
declarado inadmisible, hallándose limitada la competencia del
tribunal ad quem por la causal o causales invocadas como fundamento
del respectivo recurso (arts. 772 y 774 CPC)".

e. El recurso se presenta directamente ante el Tribunal que dictó la


resolución casable (Tribunal a quo) para ante la Corte Suprema
(tribunal ad quem) (artículo 771 CPC).

El Tribunal a quo en el recurso de casación en el fondo es siempre una


Corte de Apelaciones o un Tribunal arbitral de segunda instancia,
compuesto por árbitros de derecho en los casos en que estos árbitros
hayan conocido asuntos de la competencia de dichas Cortes.

Asimismo, puede revestir el carácter de Tribunal a quo algún Tribunal


especial, como es el caso, v.gr., de las Cortes Marciales en la
jurisdicción penal militar.

f. No constituye instancia, porque la Corte Suprema no va a conocer


de las cuestiones de hecho, sino que solamente de las de derecho y por
las infracciones de ley denunciadas en el recurso (arts. 805 y 807
Código de Procedimiento Civil). Como nos dice Mario Casarino "(...)
mediante el recurso de casación en el fondo sólo se analiza la correcta
aplicación de la ley, de suerte que si la sentencia impugnada contiene
infracciones legales se la anula y se dicta una nueva, haciendo una
correcta aplicación de las disposiciones legales infringidas, respetando,
en todo caso, los hechos en la misma forma como vienen establecidos
en el fallo recurrido".

21
No obstante lo anterior, existe un caso en que pueden modificarse los
hechos en el recurso de casación de fondo. En efecto, ello ocurre cuando
las leyes infringidas son de aquellas denominadas "reguladoras de la
prueba", pero sólo en lo que respecta a tres de sus aspectos, a saber:

1. Cuando se admite un medio probatorio no señalado por la ley o se


rechaza uno que ella señala;

2. Cuando se infringen las leyes que regulan el valor probatorio de los


medios de prueba; y

3. Cuando se altera la carga de la prueba.

No puede invocarse como causal de casación en el fondo el hecho de


que se haya infringido una ley referente a la forma y oportunidad para
hacer valer los medios de prueba.

g. Como nos dice Casarino, "Es un recurso establecido en beneficio de


las partes litigantes agraviadas, puesto que solamente éstas pueden
interponerlo (art. 771 CPC); pero cuyos fundamentos, como hemos
tenido oportunidad de verlo, persiguen fines del más alto interés
público". En igual sentido, Darío Benavente señala que "Se ha
establecido en beneficio del interés particular de los litigantes, y la
mejor prueba de ello es que sólo lo puede interponer la parte agraviada.
Tiene, eso sí, repercusiones de elevado interés público, toda vez que
mantiene la unidad de la jurisprudencia y da a la ley su genuina y
correcta interpretación".

h. Es renunciable, sea expresa o tácitamente, dado que esté concedido


a favor de la parte agraviada.

ANÁLISIS JURISPRUDENCIAL

A. Es un recurso extraordinario

a) La declaración de nulidad a través del recurso de casación en el


fondo requiere siempre de la actividad jurisdiccional previa

Que la declaración de nulidad a través del recurso de casación en el


fondo requiere siempre de la actividad jurisdiccional previa: que se
traduzca en una sentencia dictada con infracción de leyes que tengan el
carácter de decisorias para la controversia jurídica planteada (...)

Corte Suprema, 21/09/2010, rol Nº 4-2009,

22
Cita online: CL/JUR/17338/2010

Fallos en el mismo sentido:

Corte Suprema, 27/01/2014, rol Nº 7719-2013,

Cita online: CL/JUR/141/2014

Corte Suprema, 16/01/2014, rol Nº 5013-2013,

Cita online: CL/JUR/92/2014

Corte Suprema, 30/01/2014, rol Nº 4700-2013,

Cita online: CL/JUR/174/2014

Corte Suprema, 30/01/2014, rol Nº 8109-2013,

Cita online: CL/JUR/245/2014

Corte Suprema, 30/01/2014, rol Nº 3911-2013,

Cita online: CL/JUR/312/2014

Corte Suprema, 25/04/2013, rol Nº 1626-2013,

Cita online: CL/JUR/909/2013

Corte Suprema, 21/06/2012, rol Nº 4054-2012,

Cita online: CL/JUR/4421/2012

Corte Suprema, 30/11/2012, rol Nº 5522-2012,

Cita online: CL/JUR/2742/2012

Corte Suprema, 9/04/2012, rol Nº 134-2010,

Cita online: CL/JUR/4397/2012

Corte Suprema, 22/06/2012, rol Nº 3099-2012,

Cita online: CL/JUR/3754/2012

23
b) Confrontar si en la sentencia que se trata de invalidar se ha
aplicado correctamente la ley

i) El recurso de casación es de carácter extraordinario y no constituye


instancia. Por tal motivo, el recurso de casación en el fondo es
esencialmente de derecho, puesto que la resolución que ha de recaer
con motivo de su interposición debe limitarse exclusivamente a
confrontar si en la sentencia que se trata de invalidar se ha aplicado
correctamente la ley, respetando en toda su magnitud los hechos, tal
como éstos se han dado por establecidos soberanamente por los
sentenciadores. De forma que el examen y consideración de tales
hechos y de todos los presupuestos fácticos previos en que se sustenta
la decisión que se revisa, por disposición de la ley, escapan al
conocimiento del Tribunal de Casación.

Corte Suprema, Primera Sala, 7 de abril de 2011, rol Nº 8507-2009.


Ministros: Adalis Oyarzún M., Sergio Muñoz G., Sra. Margarita Herreros
M., Sr. Guillermo Silva G. y Abogada Integrante Sra. Maricruz Gómez de
la Torre V. Redactor: Guillermo Silva. Cita online: CL/JUR/3023/2011

En este sentido:

ii) La finalidad de variar los hechos establecidos por los sentenciadores


es ajena a un recurso de esta especie, destinado a invalidar una
sentencia en los casos expresamente establecidos por la ley. En efecto,
en la casación se analiza únicamente la legalidad de una sentencia, lo
que significa realizar un escrutinio respecto de la aplicación correcta de
la ley y el derecho a los hechos como soberanamente los han dado por
probados o sentados los magistrados a cargo de la instancia.

Corte Suprema, 21 de junio de 2011, rol Nº 4985-2009, Tercera Sala,


Ministros: Héctor Carreño, Sr. Pedro Pierry, Sra. Sonia Araneda, Sr.
Haroldo Brito y el Abogado Integrante señor Luis Bates. Redactor:
Héctor Carreño. Cita online: CL/JUR/10437/2011

c) La casación en el fondo es un recurso extraordinario porque solo


procede contra las causales que establece la ley

i) El recurso de casación es un recurso de carácter extraordinario,


porque procede en contra de ciertas y determinadas resoluciones y por
las causales que específicamente señala la ley; esto es, se concede para
invalidar una sentencia pronunciada con infracción de ley siempre que
dicha infracción influya sustancialmente en lo dispositivo del fallo, siendo
un recurso de derecho estricto, lo que equivale a decir que en su

24
interposición deben observarse las formalidades y exigencias prescritas
por el legislador. Tal y como se ha expresado en el numerando 5 de este
fallo, el recurso contiene peticiones subsidiarias, lo que no se aviene con
la naturaleza de la casación en el fondo, ya que no es aceptable que el
recurrente se coloque en situaciones eventuales, según fuere el caso,
por lo cual no se cumple debidamente con la exigencia legal de hacer
mención expresa y determinada de la forma como se ha producido la
infracción, lo cual por sí solo conduce a la inadmisibilidad del recurso,
dada la inobservancia del artículo 772 del Código de Enjuiciamiento
Civil. Considerandos relevantes: 5º y 6º del Trámite de Admisibilidad
realizado por la Corte Suprema.

Corte Suprema, 28 de julio de 1993, rol Nº 16735. Integraron la Sala


los Ministros Sres. Roberto Dávila D., Marco A. Perales M., Mario Garrido
M. y los Abogados Integrantes señores Álvaro Rencoret S. y José
Fernández R. Redactó el fallo el Abogado Integrante Sr. José Fernández
R.
Cita online: CL/JUR/1521/1993

B. Es un recurso de nulidad, pero persigue otro objetivo como es el


reemplazo del fallo

a) Mediante la anulación del error de derecho cometido, se obtiene la


posterior sentencia de reemplazo

i) Los hechos de la causa no pueden ser variados por el Tribunal de


Casación, a menos que se vulnere, en forma efectiva, alguna norma
reguladora de la prueba. La finalidad de la casación es examinar la
legalidad de una sentencia, esto es, su conformidad con la ley o el
derecho, siendo ajena a dicha finalidad, la de examinar hechos o
efectuar una nueva ponderación de la prueba, pues esto únicamente
puede ser llevado a cabo en una sentencia de reemplazo, que ha debido
implicar la anulación previa de la recurrida de casación.

Corte Suprema, 4 de mayo de 2004, rol Nº 3650-2002. Pronunciado


por la Tercera Sala, integrada por los Ministros señores Ricardo Gálvez,
Domingo Yurac (redactor), Humberto Espejo, señorita María Antonia
Morales y el señor Adalis Oyarzún. Cita online: CL/JUR/2739/2004

C. Al igual que su homónimo de forma, el recurso de casación en el


fondo es de derecho estricto y formalista

a) A pesar de las modificaciones de la ley Nº 19.374, el recurso de


casación en el fondo es de derecho estricto

25
i) "Sexto: Que, por otra parte, no se debe dejar pasar la oportunidad
para indicar que por mucho que el recurso de casación se haya
simplificado en cuanto a su interposición, él no ha dejado de ser un
recurso de derecho estricto, lo que significa entre otras cosas que el que
lo deduce si bien no tiene que citar todas las normas que han sido a su
juicio infringidas, a lo menos debe mencionar en qué consiste él o los
errores de derecho de que adolece la sentencia recurrida y cómo la
infracción de la ley ha influido substancialmente en su parte dispositiva.
Esta obligación legal no se puede estimar cumplida por el recurrente
desde que en su libelo expresa: comete un gravísimo error de derecho
al conceder a los actores el derecho a desahucio solicitado".

Corte Suprema. 13 de octubre de 1997, rol Nº 33786-1995.


Integraron la Sala los Ministros Sres. Enrique Zurita C., Hernán Álvarez
G., Mario Garrido M., y Marcos Libedinsky T., y el Abogado Integrante
señor Mario Mosquera R. Cita online: CL/JUR/2553/1997

b) El recurso de casación en el fondo, no puede contener peticiones


subsidiarias o contradictorias

i) Se advierte que el recurso que se analiza contiene peticiones que


son contradictorias a la vez; en efecto, tales planteamientos son
inconciliables puesto que, por una parte, se dice que la acción que
emana del título ejecutivo se encuentra extinguida por la prescripción y
por otra, se impugna la existencia de aquel título que sustenta la acción.
Así, la recurrente pretende invalidar el fallo atacado y que se dicte uno
nuevo de reemplazo que impida seguir adelante la ejecución, porque el
título en que se funda carece de mérito ejecutivo y, por otro lado, se
solicita la prescripción de la acción ejecutiva, la que parte del supuesto o
principio que se reconoce la existencia de aquel título, pero que por no
haberse ejercido éste por medio de la acción conducente, durante cierto
lapso, no puede prosperar. Por lo antes indicado, aparece que el recurso
en examen contiene planteamientos dubitativos, lo cual implica
desconocer la naturaleza de derecho estricto del recurso intentado,
razón por la que debe desestimarse.

Corte Suprema, 26 de marzo de 2001, rol Nº 4493-2000. Pronunciado


por los Ministros Señores José Benquis Camhi; Marcos Libedinsky
Tschorne; Mario Garrido Montt; Patricio Novoa Fuenzalida y Urbano
Marín Vallejo. Cita online: CL/JUR/3514/2001

26
En este sentido:

ii) La recurrente postula el carácter imprescriptible de la acción


ejercida en autos. Sin embargo, acto seguido plantea algo radicalmente
diverso, esto es, que el error de derecho se habría cometido al
computarse el plazo de prescripción. En esas condiciones, es dable
advertir que en el recurso examinado se esgrimen, simultáneamente,
argumentaciones que se contradicen de un modo esencial. En efecto,
mientras por un lado se sostiene la imprescriptibilidad de las acciones,
por el otro se abandona ese planteamiento y se aduce que el error
estaría en el cómputo del plazo respectivo, lo que, por cierto, supone
aceptar que tales acciones son susceptibles de extinguirse por
prescripción. Que, de esa forma, es evidente que el recurrente incumple
la exigencia del artículo 772 del Código de Procedimiento Civil, en orden
a señalar debidamente en qué consistiría, en definitiva, el error de
derecho que atribuye a la sentencia impugnada, dado que según se ha
visto confiere a su recurso un carácter dubitativo u opcional, impropio a
su naturaleza de derecho estricto.

Corte Suprema, 21 de agosto de 2002, rol Nº 4363-2001. Pronunciado


por los Ministros señores Hernán Álvarez G., Eleodoro Ortiz S., Jorge
Rodríguez A. y Domingo Kokisch M. y el Abogado Integrante señor José
Fernández R. (redactor). Cita online: CL/JUR/3643/2002

Asimismo:

iii) Corte Suprema, 13 de octubre de 2003, rol Nº 4162-2002.


Pronunciada por la Cuarta Sala de la Corte Suprema integrada por los
Ministros señores, Marcos Libedinsky T., Orlando Álvarez H., Urbano
Marín V., Jorge Medina C. y el Abogado Integrante señor Roberto Jacob
Ch. Cita online: CL/JUR/4487/2003

iv) Corte Suprema, 22 de enero de 2004, rol Nº 795-2003.


Pronunciada por la Cuarta Sala de la Corte Suprema integrada por los
Ministros señores José Benquis C., Jorge Rodríguez A., Orlando Álvarez
H., Urbano Marín V. y Jorge Medina C. Cita online: CL/JUR/4330/2004

v) Corte Suprema, 22 de diciembre de 2005, rol Nº 2410-2005.


Pronunciada por la Cuarta Sala de la Corte Suprema, integrada por los
Ministros señores Orlando Álvarez H., Urbano Marín V., Jorge Medina C.
y los Abogados Integrantes señores Juan Infante Ph. y Roberto Jacob
Ch. Cita online: CL/JUR/5081/2005

27
vi) Corte Suprema, 5 de enero de 2006, rol Nº 6545-2005.
Pronunciada por la Segunda Sala, integrada por los Ministros señores
Alberto Chaigneau del C., Jaime Rodríguez E., Rubén Ballesteros C. y los
Abogados Integrantes señores Fernando Castro A. y Emilio Pfeffer
P. Cita online: CL/JUR/8575/2006

c) Del carácter de derecho estricto del recurso emana la prohibición de


realizar nuevas alegaciones

i) Sexto: Que, del mérito del proceso aparece que si bien el recurrente
contestó la demanda no opuso la excepción de incompetencia del
tribunal que ahora pretende hacer valer, alegando que las partes
estaban unidas por un vínculo contractual válido y plenamente vigente
que les obligaba a someter sus diferencias al arbitraje pactado en el
contrato de arrendamiento, sin efectuar petición alguna en relación a lo
anteriormente indicado. De ello se sigue que el recurrente efectúa al
fallo atacado reproches que no formuló en la oportunidad procesal
pertinente, razón por la cual la alegación efectuada relativa a la
supuesta incompetencia del tribunal, resulta extemporánea y atenta
contra la naturaleza de derecho estricto del recurso de que se trata.
Séptimo: Que por lo anteriormente razonado el recurso adolece de
manifiesta falta de fundamento.

Corte Suprema, 23 de enero de 2003, rol Nº 3858-2002, Ministros:


Marcos Libedinsky T., José Benquis C., Orlando Álvarez H., Urbano Marín
V. y Jorge Medina C. Cita online: CL/JUR/3983/2003.

En el mismo sentido:

ii) Corte Suprema, 9 de marzo de 2011, rol Nº 5772-2009. Primera


Sala. Integrada por los Ministros Sr. Adalis Oyarzún M., Sra. Margarita
Herreros M., Sres. Juan Araya E., Guillermo Silva G. y Abogado
Integrante Sr. Jorge Medina C. Redactó el Abogado Integrante Sr. Jorge
Medina C. Cita online: CL/JUR/1915/2011

d) Por el carácter de derecho estricto el recurso no puede contener


argumentaciones alternativas, que no se concilian entre sí o peticiones
subsidiarias

i) Se observa que en el presente recurso se contienen


argumentaciones alternativas, que no se concilian entre sí, y aun más,
se formulan peticiones subsidiarias, esto es, llamadas a regir sólo para
el caso que una u otra no resulten acogidas. Ello importa dotar al
recurso de que se trata de un carácter dubitativo, que pugna con su

28
naturaleza de derecho estricto, como quiera que su finalidad no es otra
que el de fijar el recto alcance, sentido y aplicación de las leyes, en
términos que no puede admitirse que se viertan en él reflexiones
incompatibles ni menos peticiones declaradamente subsidiarias que lo
dejan, así, desprovisto de la certeza y asertividad propias de su
carácter.

Corte Suprema, 28 de diciembre de 2005, rol Nº 4073-2004, Cuarta


Sala. Integraron la sala los Ministros Orlando Álvarez H., Urbano Marín
V., Jorge Medina C., los Abogados Integrantes Juan Infante Ph. y
Roberto Jacob Ch. Cita online: CL/JUR/3368/2005

D. No constituye instancia

a) No se pueden impugnar los hechos apreciados por los jueces del


fondo, porque la casación no constituye instancia

i) La casación no da lugar a una instancia ya que la Corte se limita a


examinar la conformidad de la sentencia con la legalidad (considerando
9º). Para el logro de su objetivo, el recurso debió demostrar que los
jueces del fondo habían incurrido en violación de las leyes reguladoras
de la prueba, reproche que no se formuló de manera alguna y sin hacer
alcance a esa normativa, limitándose por el contrario a repetir los
argumentos que no convencieron a los jueces de la instancia
(considerando 10º).

Corte Suprema, 9 de enero de 1996. Pronunciada por los Ministros


señores Efrén Araya, Óscar Carrasco y Eleodoro Ortiz y los Abogados
Integrantes señores Mario Verdugo y Eugenio Velasco. Redacción del
Abogado Integrante señor Mario Verdugo Marinkovic. Cita online:
CL/JUR/1181/1996

b) No se pueden plantear nuevas cuestiones por medio de la


interposición de un recurso de casación en el fondo

i) Los errores de derecho denunciados en el recurso de casación en el


fondo y la influencia sustancial que ellos implican en lo dispositivo del
fallo, deben tener relación directa con las materias debatidas en el curso
de la litis. Al efecto, la jurisprudencia ha dicho que en la secuela del
juicio la ley señala las únicas oportunidades para plantear las cuestiones
que se someten a la decisión de los tribunales que conocen de la causa,
la que queda virtualmente terminada con la sentencia de alzada, sin que
pueda el recurso de casación en el fondo representar otra instancia,
puesto que mediante él no se ventila de nuevo todo el litigio. Este

29
arbitrio procesal ha sido instituido sólo para revisar la aplicación de la
ley hecha por la sentencia, de lo que se desprende que no es lícito ni
admisible proponer en este recurso, por primera vez, asuntos nuevos,
no suscitados en el curso del pleito y sobre los cuales no haya emitido
pronunciamiento alguno el fallo impugnado.

Corte Suprema, Primera Sala, 9 de marzo de 2011, rol Nº 5772-2007.


Ministros: Adalis Oyarzún M., Sra. Margarita Herreros M., Sres. Juan
Araya E., Guillermo Silva G. y Abogado Integrante Sr. Jorge Medina C.
Redactor: Jorge Medina Cuevas. Cita online: CL/JUR/1915/2011

En este mismo sentido:

ii) El problema planteado como segundo error de derecho, es una


materia novedosa en autos, pues no fue incluida ni en el escrito de
reclamo ni en el de apelación y sólo se ha planteado por la vía de la
casación. Al no estar en debate dicho tópico, no pudieron los jueces
recurridos referirse a ella y aplicar el anterior texto del artículo 24 del
Código Tributario; de manera que al no haber pronunciamiento sobre el
particular no han podido tampoco infringir dicho precepto, sin perjuicio
de la opinión que esta Corte pueda tener sobre el fondo de dicho asunto.

Corte Suprema, 30 de mayo de 2001, rol Nº 1841-2000. Pronunciado


por los Ministros Señores Humberto Espejo Zúñiga; José Fernández
Richard; Orlando Álvarez Hernández; Patricio Novoa Fuenzalida y
Ricardo Gálvez Blanco. Cita online: CL/JUR/1500/2001

Con mayor amplitud en el procedimiento tributario:

iii) En la especie, la casación se ha fundado en la infracción de ley en


que habría incurrido la sentencia de segundo grado, al no aplicar en
contra del Servicio de Impuestos Internos el plazo de tres meses que
afecta a la administración tributaria para practicar la citación, liquidación
o giro de los impuestos producto de una fiscalización, según las normas
de la ley Nº 18.320. Dicha materia no fue objeto de discusión en el
presente procedimiento de reclamo tributario, ya que los argumentos
vertidos en la casación no fueron invocados tanto en el escrito de
reclamo como en el de apelación, razón por la cual los jueces del fondo
no han podido encontrarse en posición de infringir una normativa que no
fue oportunamente alegada por el contribuyente. De lo expuesto y
reflexionado se desprende que el recurso adolece de manifiesta falta de
fundamento, por lo que ha de ser rechazado en cuenta (considerandos
2º-4º).

30
Corte Suprema, 11 de marzo de 2002. Rol Nº 4736-2001. Pronunciado
por los Ministros señores Ricardo Gálvez B., Orlando Álvarez H.,
Domingo Yurac S., Humberto Espejo Z., y la Srta. María Antonia Morales
V. Redacción del Ministro señor Yurac. Cita online: CL/JUR/2483/2002

En el mismo respecto, en relación con los incidentes:

iv) La Corte Suprema ha señalado que las fundamentaciones,


alegaciones y peticiones que se hagan en un recurso de casación en el
fondo, deben ser coherentes a las realizadas al momento de fijar la
controversia, aun cuando esta se genere por la vía de un incidente —en
primera instancia— y no por la cuerda principal, puesto que son aquellas
las que fijan la órbita de competencia del Tribunal. Por lo cual, un
recurso que exponga una petición, alegación u fundamentación distinta,
al de la controversia prefijada (aun cuando se trate de un incidente),
debe ser rechazado en vista de que este medio es de derecho estricto y
no propicia la posibilidad de plantear nuevas argumentaciones
(considerandos relevantes: 7º y 8º del Fallo de la Corte Suprema).

Corte Suprema, 25 de octubre de 2010, rol Nº 4310-2009. Primera


Sala. Integraron la Sala los Ministros Sres. Juan Araya E., Sr. Guillermo
Silva G., Fiscal Judicial Sra. Mónica Maldonado C. y los Abogados
Integrantes Sr. Luis Bates H., Sr. Benito Mauriz A. Cita online:
CL/JUR/17304/2010

Asimismo:

v) Corte Suprema, 17 de julio de 2000, rol Nº 3524-1999. Integran la


sala los Ministros Marcos Libedinsky T., José Benquis C., Urbano Marín
V. y los Abogados Integrantes señores Manuel Daniel A. y Juan Infante
P.
Cita online: CL/JUR/421/2000

vi) Corte Suprema, 10 de mayo de 2001, rol Nº 4703-1999.


Pronunciado por los Ministros Señores Domingo Yurac Soto; Humberto
Espejo Zúñiga; Orlando Álvarez Hernández; Osvaldo Faúndez Valllejos y
Ricardo Gálvez Blanco. Cita online: CL/JUR/3718/2001

vii) Corte Suprema, 3 de julio de 2001, rol Nº 1508-2001. Pronunciado


por los Ministros Señores Jorge Medina Cuevas; José Benquis Camhi;
Marcos Libedinsky Tschorne; Mario Garrido Montt y Urbano Marín
Vallejo. Cita online: CL/JUR/2843/2001

31
viii) Corte Suprema, 21 de noviembre de 2002, rol Nº 4689-2001.
Pronunciado por los Ministros señores Eleodoro Ortiz S., Jorge Rodríguez
A. (redactor), Domingo Kokisch M., y los Abogados Integrantes señores
René Abeliuk M. y Fernando Castro A. Cita online: CL/JUR/2363/2002

ix) Corte Suprema, 3 abril de 2006, rol Nº 3829-2004, Cuarta Sala.


Integraron la Sala los Ministros Sres. José Luis Pérez Z., Urbano Marín
V., Jorge Medina C., Orlando Álvarez H. y el Abogado Integrante sr.
Roberto Jacob A. Redactaron los Ministros Sres. José Luis Pérez Z. y
Orlando Álvarez H. Cita online: CL/JUR/5194/2006

x) Corte Suprema, 9 de marzo de 2011, rol Nº 5772-2009, Primera


Sala. Integrada por los Ministros Sr. Adalis Oyarzún M., Sra. Margarita
Herreros M., Sres. Juan Araya E., Guillermo Silva G. y Abogado
Integrante Sr. Jorge Medina C. Redactó el Abogado Integrante Sr. Jorge
Medina C. Cita online: CL/JUR/1915/2011

c) Las alegaciones realizadas en el recurso de casación en el fondo


deben haber formado parte del debate en primera instancia

i) Se rechaza el recurso de casación en el fondo al advertir que la


alegación de la opositora si bien constituyó el fundamento de su recurso
de apelación, es una argumentación nueva que no formó parte del
debate. Al ser ésta una petición inoportuna no debe ser invocada por
medio del presente recurso, el cual, es de derecho estricto y alcances
restringidos.

Corte Suprema, 21 de agosto de 2002, rol Nº 271-2002. Pronunciado


por los Ministros señores José Benquis C., Urbano Marín V. y Jorge
Medina C. y los Abogados Integrantes señores Manuel Daniel A. y José
Fernández R.
Cita online: CL/JUR/745/2002

5. RESOLUCIONES EN CONTRA DE LAS QUE PROCEDE EL RECURSO

ANÁLISIS DOCTRINAL

El recurso de casación en el fondo procede respecto de las


resoluciones judiciales que reúnen los siguientes requisitos:

32
a. Que sean sentencias definitivas o sentencias interlocutorias que
pongan término al juicio o hagan imposible su continuación

Las sentencias definitivas son aquellas que ponen término al juicio,


resolviendo el asunto que ha sido objeto del juicio.

Las sentencias interlocutorias son las que resuelven un incidente


estableciendo derechos permanentes a favor de las partes o resuelve
algún trámite que deba servir de base para el pronunciamiento de una
sentencia definitiva o interlocutoria.

Pero, además, para que sea procedente el recurso de casación en el


fondo las sentencias interlocutorias deben poner término al juicio o
hacer imposible su continuación. No basta con acudir a la sola
naturaleza jurídica de la resolución, sino que es menester además que
ellas pongan término al juicio o hagan imposible su continuación, siendo
estas dos situaciones distintas.

Mario Mosquera y Cristián Maturana nos dicen que "Al efecto, se


señaló en las Actas de la Comisión Mixta por el Sr. Rodríguez que debe
mantenerse estos dos términos, porque corresponden a dos situaciones
diferentes".

'Pone término al juicio' una resolución interlocutoria que declara una


deserción o prescripción, por ejemplo, o en el caso en que
incidentalmente se resuelva una cuestión que es materia de un juicio
ordinario.

'Hacen imposible la prosecución del juicio' las resoluciones recordadas


por los comentadores españoles, sobre privilegio de pobreza, que sin
resolver ni terminar el pleito, impiden de hecho proseguirlo al litigante
que carece de recursos. Se niega a una persona la personalidad jurídica
para entrar al juicio, por no haber sido aprobados sus estatutos
conforme a la ley; en este caso nada se falla sobre el litigio mismo, pero
no puede seguirse adelante su tramitación. Tampoco podrá continuarse
si se tratara de impugnar la legitimación de un hijo y se objetara al
demandante tener la falta de interés que el art. 217 del Código Civil
exige para que se pueda ser oído, etc., y esta objeción fuera aceptada
como incidente previo.

En vista de estas consideraciones se aprobó el inciso en la forma


indicada por el Sr. Rodríguez: 'Se concede contra las sentencias
interlocutorias cuando ponen término al juicio o hacen imposible su
continuación' (...)

33
De acuerdo con lo expuesto, y con la historia de la ley, se han
distinguido claramente dos categorías de sentencias interlocutorias para
los efectos de establecer la procedencia del recurso de casación en el
fondo.

En primer lugar, nos encontramos con las sentencias interlocutorias


que ponen término al juicio, dentro de las cuales no cabe duda que nos
encontraríamos con aquellas interlocutorias que se pronuncian acerca de
las formas anormales de terminación del proceso, las que no sólo ponen
fin al proceso en curso, sino que además, al constituir pronunciamiento
sobre el fondo con fuerza de cosa juzgada, impiden el planteamiento de
otros procesos con el mismo objeto. En esta situación se encuentran las
resoluciones que acogen el desistimiento de la demanda o de la
reconvención, las que aprueba un avenimiento, etcétera.

Sin embargo, es posible también encontrarnos con sentencias


interlocutorias que ponen término al proceso en curso, haciendo
imposible su continuación, pero siendo posible instar seguidamente otro
proceso con idéntico objeto, sin que pueda oponerse la excepción de
cosa juzgada que emana de la resolución dictada en el proceso al cual
dicha interlocutoria le ha puesto término. En esta situación se
encuentran las resoluciones que acogen el abandono del procedimiento,
las que declaran la incompetencia del Tribunal, etc. En este caso,
entendemos que también es procedente el recurso de casación, puesto
que la expresión ponen término al juicio está referida al mismo proceso
en que se dicta la resolución y no a posibles procesos futuros. Además,
la expresión juicio ha sido utilizada por nuestro legislador no como un
sinónimo de proceso, sino que de procedimiento a lo largo del CPC, y no
cabe duda que esas resoluciones ponen término al procedimiento, no
obstante que con ellas no se resuelva el conflicto sometido a la decisión
del Tribunal.

En segundo lugar, nos encontramos con las sentencias interlocutorias


que hacen imposible la prosecución del juicio, esto es, aquellas
interlocutorias que sin resolver ni terminar el pleito impiden de hecho
proseguirlo al litigante, sea por no reconocerle su capacidad o
legitimación para actuar, por no reconocerle los medios materiales para
proseguir con el proceso, por no designarle el abogado o procurador que
le corresponda por mandato de la ley, etcétera.

En estos casos, el proceso debe quedar de hecho paralizado, puesto


que con motivo de la dictación de la sentencia interlocutoria se genera
un obstáculo tal que impide a una de las partes de poder seguir

34
actuando en el proceso, siendo bastante claros los ejemplos que al
efecto se establecen en la propia historia de la ley (...)

Podemos señalar, a título ejemplar, que nuestra Corte Suprema ha


declarado que no es procedente el recurso de casación en el fondo en
contra de las siguientes resoluciones: la resolución que rechazó el
recurso de reposición deducido contra la sentencia que declaró la
prescripción del recurso de apelación; la parte de la resolución que
resuelve sobre las excepciones dilatorias del art. 464; la parte de la
resolución que se pronuncia sobre las costas, aun cuando materialmente
se haga en la sentencia definitiva; la resolución que rechaza la
excepción de falta de personería o capacidad (artículo 464 Nº 2) no es
sentencia definitiva o interlocutoria que ponga término al juicio o haga
imposible su continuación; la decisión que se adopte respecto de las
tachas; la resolución confirmatoria de otra que rechaza incidente de
nulidad; la sentencia que rechaza recurso de hecho; la sentencia que
confirma la anterior que ordena alzar una medida precautoria; la
resolución que rechaza excepciones dilatorias que miran a la corrección
del procedimiento no pueden ser objeto de casación en el fondo, y,
finalmente, que no puede fundarse un recurso de casación por
infracciones al art. 318 relativo a la sentencia que recibe la causa a
prueba".

b. Estas sentencias deben tener el carácter de inapelables, en virtud


de mandato expreso de la ley

En consecuencia, jamás pueden interponerse conjuntamente los


recursos de apelación y de casación en el fondo, por existir una evidente
incompatibilidad: si procede la apelación no procede la casación de
fondo.

c. Las sentencias inapelables deben haber sido pronunciadas por las


Cortes de Apelaciones o por un Tribunal arbitral de segunda instancia
constituido por árbitros de derecho en los casos en que estos árbitros
hayan conocido de negocios de la competencia de dichas Cortes (art.
767, inc. 2º)

En consecuencia, nunca puede interponerse casación en el fondo


contra una sentencia dictada en segunda instancia por árbitros
arbitradores, ni contra las sentencias pronunciadas por la Corte
Suprema.

35
ANÁLISIS JURISPRUDENCIAL

A. Que sean sentencias definitivas o sentencias interlocutorias que


pongan término al juicio o hagan imposible su continuación

Que, como puede advertirse, la resolución objetada por la vía del


recurso de casación en el fondo no reviste la naturaleza jurídica de
ninguna de las sentencias descritas en el fundamento precedente, pues
desde luego no es una sentencia definitiva y tampoco es interlocutoria
de aquellas que ponen término al juicio o hacen imposible su
continuación, puesto que por el contrario ella determina que ha de
continuar el proceso en el que incide la prueba obtenida en la diligencia
para cuya ejecución se debió solicitar autorización judicial, razón por la
cual el recurso no puede ser admitido a tramitación (considerando 3º,
sentencia Corte Suprema).

Corte Suprema, 22/01/2014, rol Nº 8359-2013,

Cita online: CL/JUR/121/2014

Corte Suprema, 30/01/2014, rol Nº 7765-2013,

Cita online: CL/JUR/247/2014

Corte Suprema, 13/01/2014, rol Nº 5101-2013,

Cita online: CL/JUR/44/2014

Corte Suprema, 13/01/2014, rol Nº 6475-2013,

Cita online: CL/JUR/74/2014

Corte Suprema, 31/01/2012, rol Nº 216-2012,

Cita online: CL/JUR/4392/2012

Corte Suprema, 25/04/2012, rol Nº 977-2010,

Cita online: CL/JUR/4404/2012

Corte Suprema, 28/05/2012, rol Nº 283-2010,

Cita online: CL/JUR/960/2012

Corte Suprema, 30/10/2012, rol Nº 9699-2010,

36
Cita online: CL/JUR/2408/2012

Corte Suprema, 20/12/2012, rol Nº 1110-2011,

Cita online: CL/JUR/2931/2012

Corte Suprema, 9/03/2009, rol Nº 74-2009,

Cita online: CL/JUR/8434/2009

Corte Suprema, 16/03/2006, rol Nº 2053-2005,

Cita online: CL/JUR/7347/2006

Corte Suprema, 9/03/2009, rol Nº 74-2009,

Cita online: CL/JUR/8434/2009

Corte Suprema, 26/11/2007, rol Nº 3723-2007,

Cita online: CL/JUR/5298/2007

Corte Suprema, 24/09/2007, rol Nº 4291-2007,

Cita online: CL/JUR/5176/2007

Corte Suprema, 3/09/2007, rol Nº 3675-2007,

Cita online: CL/JUR/6127/2007

Corte Suprema, 6/09/2006, rol Nº 3083-2006,

Cita online: CL/JUR/6043/2006

Corte Suprema, 19/07/2006, rol Nº 1660-2005,

Cita online: CL/JUR/5479/2006

Corte Suprema, 7/06/2006, rol Nº 2560-2006,

Cita online: CL/JUR/7734/2006

a) No procede el recurso de casación contra la sentencia que se


pronuncia respecto de una excepción dilatoria, cuyo fallo no hace
imposible la continuación del juicio

37
i) Debe rechazarse el recurso de casación en el fondo que se deduce
en contra de la resolución de segunda instancia que confirma una de
primera que rechaza la excepción de falta de personería deducida por el
demandado, pues no constituye una decisión que tenga las
características que exige la ley para hacer procedente el recurso, esto
es, de sentencia definitiva o interlocutoria que ponga término al juicio o
haga imposible su continuación.

Corte Suprema, 6 de septiembre de 2006, rol Nº 3083-2006, Primera


Sala. Ministros: Jorge Rodríguez A., Sergio Muñoz G. y señora Margarita
Herreros M. y Abogados Integrantes señores Fernando Castro A., y
Óscar Carrasco A. Cita online: CL/JUR/6043/2006

En el mismo sentido:

ii) Se rechaza casación en el fondo fundada en no haberse acogido


excepción de ineptitud del libelo. El rechazo de dicha excepción no
constituye una decisión del fallo que, en esta parte, tenga el carácter de
sentencia definitiva o interlocutoria que ponga término al juicio o haga
imposible su continuación.

Corte Suprema, 21 de septiembre de 2006, rol Nº 2233-2006, Primera


Sala. Ministros: Enrique Tapia W., Jorge Rodríguez A., Sergio Muñoz G.
y Abogados Integrantes señores Óscar Herrera V. y Hernán Álvarez G.
Cita online: CL/JUR/8173/2006

En otro ejemplo:

iii) 2º. Que, en cuanto decide el rechazo de la excepción de


incompetencia opuesta por el ejecutado, la resolución impugnada no
tiene, en esa parte, el carácter de una sentencia definitiva o
interlocutoria que ponga término al juicio o haga imposible su
continuación; 3º. Que, en esas condiciones, de conformidad con lo
previsto en el artículo 766 del Código de Procedimiento Civil, y atendida
la naturaleza jurídica de la resolución impugnada, el recurso de fojas
238, resulta inadmisible.

Corte Suprema, 4 de abril de 2002, rol Nº C-4642-2001. Pronunciado


por los Ministros señores Hernán Álvarez G., Eleodoro Ortiz S., Jorge
Rodríguez A., Domingo Kokisch M., y la Fiscal señora Mónica Maldonado
C.
Cita online: CL/JUR/608/2002

Asimismo:

38
iv) Corte Suprema, 2 de enero de 2001, rol Nº 4579-2000.
Pronunciado por los Ministros señores Mario Garrido M., Marcos
Libedinsky T., José Benquis C. y Urbano Marín V. y el Abogado
Integrante señor Álvaro Rencoret S. Cita online: CL/JUR/3553/2001

v) Corte Suprema, 9 de julio de 2002, rol Nº 1188-2002. Pronunciado


por los Ministros señores Eleodoro Ortiz S., Enrique Tapia W., Jorge
Rodríguez A., Domingo Kokisch M. y el Abogado Integrante señor José
Fernández R.
Cita online: CL/JUR/2156/2002

vi) Corte Suprema, 20 de septiembre de 2004, rol Nº 3765-2003.


Pronunciado por la Primera Sala de la Corte Suprema, por los Ministros
señores Hernán Álvarez G., Jorge Rodríguez A. y Domingo Kokisch M. y
Abogados Integrantes señores René Abeliuk M. y Óscar Carrasco A.
Cita online: CL/JUR/5063/2004

vii) Corte Suprema, 31 de octubre de 2005, rol Nº 2216-2005.


Pronunciado por la Primera Sala de la Corte Suprema, por los Ministros
señores Enrique Tapia W., Jorge Rodríguez A. y Sergio Muñoz G., y
Abogados Integrantes señores Óscar Carrasco A. y Enrique Barros B.
Cita online: CL/JUR/6684/2005

ix) Corte Suprema, 11 de octubre de 2007, rol Nº 4442-2007, Primera


Sala. Ministros: Milton Juica A., señora Margarita Herreros M. y señor
Carlos Künsemüller L. y Abogados Integrantes señores Hernán Álvarez
G. y Óscar Carrasco A. Cita online: CL/JUR/6238/2007

b) La sentencia que se pronuncia respecto de un incidente de nulidad,


no es casable en el fondo

i) Se rechaza casación en el fondo deducida en contra de resolución


que deniega lugar a nulidad de lo obrado. Se rechaza por no tratarse de
una resolución de las que hacen procedente el recurso de casación en el
fondo.

Corte Suprema, 19 de julio de 2006, rol Nº 1660-2005, Tercera Sala.


Ministros: Ricardo Gálvez, Milton Juica, señorita María Antonia Morales y
señor Adalis Oyarzún; y el Abogado Integrante señor Arnaldo Gorziglia.
Redactor: Adalis Oyarzún. Cita online: CL/JUR/5479/2006

ii) La determinación impugnada por esta vía, que revoca la decisión de


primer grado y acoge un incidente de nulidad interpuesto por los
demandados, no presenta las características del aquellas resoluciones

39
que se han aludido en el motivo anterior, toda vez que no ha puesto fin
a la instancia, ni tampoco ha concluido el juicio ni hace imposible su
prosecución, desde que no ha declarado expresamente que el pleito ha
cesado, de lo cual se desprende que únicamente ha tenido un fin
corrector del procedimiento para que éste se inicie regularmente.

Corte Suprema, 10 de junio de 2008, rol Nº 1115-2007, Primera Sala.


Ministros: Milton Juica A., Sergio Muñoz G. y señora Margarita Herreros
M. y Abogados Integrantes señores Hernán Álvarez G. y Óscar Carrasco
A. Redactor: Óscar Carrasco. Cita online: CL/JUR/6769/2008

En el mismo sentido:

iii) Corte Suprema, 29 de junio de 2001, rol Nº 4257-2000. Integraron


la sala los Ministros Eleodoro Ortiz S., Enrique Tapia W., y Jorge
Rodríguez A., y los Abogados Integrantes señores José Fernández R., y
René Abeliuk M.
Cita online: CL/JUR/3309/2001

iv) Corte Suprema, 25 de junio de 2001, rol Nº 1957-2001.


Pronunciado por los Ministros señores Alberto Chaigneau del Campo;
Franklin Geldres Aguilar; Jorge Medina Cuevas; Juan Infante Phillipi y
Milton Juica Arancibia. Cita online: CL/JUR/3897/2001

v) Corte Suprema, 30 de abril de 2002, rol Nº 3700-2001.


Pronunciado por los Ministros señores Hernán Álvarez G., Eleodoro Ortiz
S., Enrique Tapia W. Y Domingo Kolkish M., y el Abogado Integrante
señor René Abeliuk M. Cita online: CL/JUR/3294/2002

vi) Corte Suprema, 12 de junio de 2003, rol Nº 2047-2003.


Pronunciado por los Ministros señores Ricardo Gálvez B., Domingo Yurac
S., Humberto Espejo Z., señorita María Antonia Morales V., y señor
Adalis Oyarzún M. Cita online: CL/JUR/1532/2003

vii) Corte Suprema, 3 de diciembre de 2003, rol Nº C-2653-2003,


Pronunciada por la Cuarta Sala de la Corte Suprema integrada por los
Ministros señores Marcos Libedinsky T., Orlando Álvarez H., Urbano
Marín V., Jorge Medina C. y el Abogado Integrante señor Roberto Jacob
Ch.
Cita online: CL/JUR/4739/2003

viii) Corte Suprema, 5 de septiembre de 2006, rol Nº 3584-2006.


Primera Sala. Ministros: Sergio Muñoz G., señora Margarita Herreros M.

40
y señor Hugo Dolmestch U. y Abogados Integrantes señores Óscar
Herrera V. y Óscar Carrasco A. Cita online: CL/JUR/8085/2006

ix) Corte Suprema, 6 de septiembre de 2006, rol Nº 3311-2006,


Primera Sala. Ministros: Jorge Rodríguez A., Sergio Muñoz G. y señora
Margarita Herreros M. y Abogados Integrantes señores Fernando Castro
A. y Óscar Carrasco A. Cita online: CL/JUR/8102/2006

x) Corte Suprema, 10 de junio de 2008, rol Nº 1115-2007, Primera


Sala. Ministros: Milton Juica A., Sergio Muñoz G. y señora Margarita
Herreros M. y Abogados Integrantes señores Hernán Álvarez G. y Óscar
Carrasco A. Redactor: Óscar Carrasco. Cita online: CL/JUR/6769/2008

c) No es casable en el fondo, la sentencia que declara o rechaza la


nulidad del remate

i) La resolución que acepta la nulidad del remate se refiere a un


incidente promovido en el cuaderno de apremio y en consecuencia no es
de aquellas que de conformidad al artículo 767 del Código de
Procedimiento Civil hagan procedente el referido recurso, por no ser de
aquellas interlocutorias que pongan término al juicio hagan imposible su
prosecución.

Corte Suprema, 23 de enero de 2001, rol Nº 4619-2000. Integraron la


sala los Ministros Marcos Libedinsky T., José Benquis C. y Urbano Martín
V. y los Abogados Integrantes señores Manuel Daniel A. y Juan Infante
P.
Cita online: CL/JUR/3285/2001

En este mismo sentido:

ii) El fallo que confirma el de primer grado que rechaza la incidencia de


nulidad de remate y adjudicación de concesiones mineras, por ser ésta
extemporánea, no reviste la naturaleza jurídica de una sentencia
definitiva, y tampoco es interlocutoria de aquellas que ponen término al
juicio o hacen imposible su continuación, razón por la cual no resulta
procedente el recurso de casación en el fondo.

Corte Suprema, 4 de enero de 2001, rol Nº 4854-2000. Pronunciado


por los Ministros señores Osvaldo Faúndez V., Ricardo Gálvez B. y
Orlando Álvarez H. y el Abogado Integrante señor José Fernández R.
Cita online: CL/JUR/3255/2001

41
d) La resolución que declara inadmisible el recurso de apelación, no es
casable en el fondo

i) La resolución del tribunal de alzada que declara inadmisible el


recurso de apelación, no es susceptible de ser impugnada mediante
recurso de casación en el fondo, ya que éste procede contra sentencias
definitivas inapelables y contra sentencias interlocutorias inapelables
cuando ponen término al juicio o hacen imposible su continuación.

Corte Suprema, Cuarta Sala, 09.03.2009, rol Nº 74-2009. Ministros:


Patricio Valdés A., señora Gabriela Pérez P. , Ministro Suplente señor
Julio Torres A. y Abogados Integrantes señores Benito Mauriz A., y
Roberto Jacob Ch. Cita online: CL/JUR/8434/2009

En el mismo sentido:

ii) Al tenor de lo que dispone el artículo 767 del Código de


Procedimiento Civil, el recurso de casación en el fondo tiene lugar contra
las sentencias definitivas e interlocutorias inapelables que ponen
término al juicio o hacen imposible su continuación, dictadas por Cortes
de Apelaciones o por un Tribunal Arbitral de Segundo Grado en las
circunstancias que allí se anotan. La sentencia atacada en la parte que
declara inadmisible el recurso de apelación interpuesto por el
demandante no constituye una sentencia definitiva, pues no ha resuelto
el fondo de la cuestión debatida, sino que ha puesto término a la
instancia, lo que no importa término del juicio o imposibilidad de
continuación, por el contrario, al dejar firme la sentencia definitiva de
primera instancia, permite el inicio de la etapa de cumplimiento del fallo.
Por lo demás, el recurso intentado ha sido de casación en el fondo, de
manera que al invocar una causal de casación en la forma, como es
la ultra petita, el abogado patrocinante ha equivocado el medio de
impugnación incumpliendo con el requisito de la esencia del que ha
propuesto, cual es la expresión del error de derecho de que adolece la
sentencia, el que de manera alguna se justifica en una eventual
infracción formal.

Corte Suprema, 5 de diciembre de 2002, rol Nº 2258-2002.


Pronunciado por los Ministros señores José Benquis Camhi, Orlando
Álvarez Hernández, Urbano Marín Vallejo, Jorge Medina Cuevas, y el
Abogado Integrante señor Manuel Daniel Argandoña. Cita online:
CL/JUR/4354/2002

Asimismo:

42
iii) Corte Suprema. 4 de octubre de 2005, rol Nº 2270-2004.
Pronunciada por la Cuarta Sala de la Corte Suprema integrada por los
Ministros señores José Benquis C., Orlando Álvarez H. y Urbano Marín
V., y los Abogados Integrantes señores Juan Infante Ph. y Roberto Jacob
Ch. Cita online: CL/JUR/6629/2005

e) La resolución que declara la prescripción de la apelación, es casable


en el fondo

i) Al tenor de los hechos que se han mencionado precedentemente,


resulta inconcuso, como lo denuncia el recurrente, que se ha producido
la vulneración del artículo 192 del Código de Procedimiento Civil, por
cuanto esta norma prescribe que decretada una orden de no innovar
queda radicado el conocimiento de la apelación en la Sala que la
concedió y el recurso de apelación goza de preferencia para figurar en
tabla y en su vista y fallo, de manera que no correspondía a la parte
apelante realizar gestión alguna para que se cumpliera con el mandato
legal, sino que, la Corte de Apelaciones de Santiago debió cumplir con la
obligación de incluir la causa en la tabla respectiva para los fines de su
vista y fallo. Consecuencialmente, también se ha producido la infracción
al artículo 211 del Código de Procedimiento Civil, por cuanto se le ha
aplicado a una situación improcedente, toda vez que no correspondía a
la apelante realizar gestión alguna para que el recurso se llevara a
efecto y quedara en estado de fallarse, de lo que se desprende que no
procedía declarar la prescripción de la apelación que consagra dicho
precepto.

Las infracciones a las normas legales anotadas han influido


substancialmente en lo dispositivo de la resolución impugnada, por
cuanto no debió declararse la prescripción de la apelación, sino que,
debió incluirse la causa en tabla en forma preferente para su resolución
por la Sala correspondiente, por lo que se procederá a invalidar tal
resolución.

Corte Suprema, 15 de julio de 1994, rol Nº 15758. Integran la sala los


Ministros Lionel Béraud Poblete, Arnaldo Toro Leiva, Óscar
Carrasco Acuña, Guillermo Navas Bustamante y el Abogado Integrante
señor Fernando Castro Álamos. Cita online: CL/JUR/1507/1994

En el mismo sentido:

ii) No es posible declarar la prescripción del recurso de apelación en


base a que el recurrente dejó transcurrir más de tres meses sin realizar
gestión alguna para que la causa quedara en estado de verse, por

43
cuanto no le correspondía a ella que la causa se viera, toda vez que fue
la propia Corte la que ordenó dejar sin efecto el decreto de autos en
relación, aunque ello no fue solicitado, por lo que el reclamante nada
podía hacer para llevar adelante el recurso. Por otra parte, es un error
estimar notificado tácitamente al reclamante, ya que fue la propia Corte
quien ordenó que se le notificara por cédula la solicitud de acompañar
los antecedentes necesarios que acreditaran el pago total o parcial de la
deuda, con el fin de proceder a determinar su cuantía, aunque ello no
ocurrió, no es posible dar por notificado al recurrente por haber
realizado la gestión de solicitar la suspensión del cobro de impuestos,
por cuanto esta presentación no permite presumir el conocimiento de la
resolución de que se trata. Asimismo, es necesario recordar que de
conformidad al artículo 55 del Código de Procedimiento Civil opera la
notificación tácita en aquellos casos en que hubo falta de notificación o
una (sic) llevada a cabo en otra forma legal. El caso de autos no fue
este, toda vez que se ordenó la notificación por cédula al recurrente, en
base a lo previsto en el artículo 48 inciso final del Código del ramo.

Corte Suprema, 9 de marzo de 2000, rol Nº 4634-1999. Integran el


tribunal los Ministros Osvaldo Faúndez V., Ricardo Gálvez B., Orlando
Álvarez H., Domingo Yurac S. y Humberto Espejo Z. Cita online:
CL/JUR/83/2000

f) La resolución que rechaza el abandono del procedimiento, no es


casable en el fondo

i) La resolución que rechaza el incidente de abandono de


procedimiento no es objeto de casación, toda vez que no es una
sentencia definitiva inapelable o interlocutoria inapelable que ponga
término al juicio o haga imposible su continuación, porque no decide el
objeto principal del pleito y, además, el rechazo de la incidencia implica
la prosecución del juicio.

Corte Suprema, 28 de mayo de 2009, rol Nº 590-2009, Tercera Sala.


Ministros: Adalis Oyarzún Miranda, Sr. Héctor Carreño Seaman, Sr.
Pedro Pierry Arrau, Sra. Sonia Araneda Briones y Sr. Haroldo Brito Cruz.
Redactor: Pedro Pierry. Cita online: CL/JUR/10474/2009

Asimismo:

ii) Corte Suprema, 18 de noviembre de 1999, rol Nº 686-1999.


Integran la sala los Ministros Servando Jordán L., Eleodoro Ortiz S., José
Rodríguez A. y los Abogados Integrantes señores José Fernández R. y
Fernando Castro A. Cita online: CL/JUR/2561/1999

44
iii) Corte Suprema, 14 de marzo de 2001, Rol: 4232-2000.
Pronunciado por los Ministros señores Eleodoro Ortiz Sepúlveda; Enrique
Tapia Witting; Jorge Rodríguez Ariztía; José Fernández Richard;
Servando Jordán López. Cita online: CL/JUR/2050/2001.

iv) Corte Suprema, 16 de mayo de 2002, rol Nº 1334-2002.


Pronunciado por los Ministros señores Marcos Libedinsky T., José
Benquis C., Urbano Marín V., y los Abogados Integrantes señores
Patricio Novoa F. y Juan Infante. Cita online: CL/JUR/3356/2002

v) Corte Suprema, 30 de noviembre de 2005, rol Nº 5524-2005.


Pronunciado por la Tercera Sala, integrada por los Ministros señores
Ricardo Gálvez (redactor), Adalís Oyarzún, Sergio Muñoz y los Abogados
Integrantes señores Manuel Daniel y José Fernández. Cita online:
CL/JUR/6880/2005

g) La resolución que acoge el incidente de abandono del


procedimiento, es casable en el fondo

i) 7º) Que, en consecuencia, los jueces de fondo al declarar


abandonado el procedimiento en esta causa han incurrido en error de
derecho, pues han imputado la paralización producida en esta causa a
inactividad de las partes, en circunstancias que a éstas ninguna gestión
les correspondía realizar. Aquélla sólo fue producto del incumplimiento
del propio Tribunal en orden a dictar sentencia, este error de derecho,
que ha significado infringir, como lo señaló el recurrente, lo dispuesto en
los artículos 152, 159 y 433 del Código de Procedimiento Civil, influyó
substancialmente en lo dispositivo del fallo, pues su recta aplicación
debió conducir al rechazo de la incidencia de abandono del
procedimiento. Por estas razones debe acogerse el recurso de casación
en el fondo deducido por el demandante en estos autos.

Corte Suprema, 25 de mayo de 1999, rol Nº 1387-1999. Integran la


sala los Ministros Óscar Carrasco A., Enrique Tapia W., Alberto
Chaigneau del C. y Jorge Rodríguez A. y el Abogado Integrante señor
Franklin Geldres A.
Cita online: CL/JUR/2235/1999

h) La resolución que se pronuncia sobre las costas no es impugnable


por este medio

i) No cabe, tampoco, acoger el último capítulo de infracción que


menciona el inciso 2º del artículo 144 del Código de Procedimiento Civil,
relativo a la facultad del tribunal para eximir de las costas cuando

45
estime que existió motivo plausible para litigar, precisamente porque se
está en presencia de una facultad del tribunal, cuyo no uso carece de
influencia en lo dispositivo del fallo.

Corte Suprema, 22 de noviembre de 1994, rol Nº 17046. Pronunciado


por los Ministros señores Osvaldo Faúndez V., Roberto Dávila D., Efrén
Araya V., y los Abogados Integrantes señores Arturo Montes R. y Emilio
Pfeffer P. Cita online: CL/JUR/2384/1994

Asimismo:

ii) Corte Suprema, 9 de julio de 1996, rol Nº 33290-2995. Integran la


sala los Ministros Marcos Aburto, Efrén Araya, Óscar Carrasco, Eleodoro
Ortiz y el Abogado Integrante señor Fernando Castro. Cita online:
CL/JUR/1502/1994

iii) Corte Suprema, 31 de julio de 2001, rol Nº 901-2001. Pronunciado


por los Ministros señores Enrique Cury Urzúa; Fernando Castro Álamos;
José Fernández Richard; José Luis Pérez Zañartu y Milton Juica
Arancibia. Cita online: CL/JUR/4191/2001

iv) Corte Suprema, 25 de noviembre de 2003, rol Nº 4800-2002.


Pronunciado por la Tercera Sala, integrada por los Ministros señores
Ricardo Gálvez, Domingo Yurac (redactor), señorita María Antonia
Morales y los Abogados Integrantes señores Manuel Daniel y José
Fernández.
Cita online: CL/JUR/2422/2003

v) Corte Suprema, 28 de enero de 2004, rol Nº 195-2003.


Pronunciado por la Tercera Sala, integrada por los Ministros señores
Ricardo Gálvez (redactor), Domingo Yurac, señorita María Antonia
Morales, señor Adalis Oyarzún y el Abogado Integrante señor Manuel
Daniel. Cita online:
CL/JUR/1655/2004

vi) Corte Suprema, 4 de marzo de 2004, rol Nº 5505-2003.


Pronunciada por la Cuarta Sala de la Corte Suprema integrada por los
Ministros señores José Benquis C., Orlando Álvarez H., Urbano Marín V.
y Jorge Medina C. y el Abogado Integrante señor Manuel Daniel A.;
Cita online: CL/JUR/2325/2004

vii) Corte Suprema, 25 de marzo de 2004, rol Nº 167-2004.


Pronunciado por la Tercera Sala, integrada por los Ministros señores
Ricardo Gálvez; Domingo Yurac (redactor); Humberto Espejo y Adalis

46
Oyarzún; y el Abogado Integrante señor Manuel Daniel. Cita online:
CL/JUR/3244/2004

viii) Corte Suprema, 26 de julio de 2005, rol Nº 4133-2004.


Pronunciado por la Tercera Sala, integrada por los Ministros señores
Ricardo Gálvez, Domingo Yurac, Milton Juica, señorita María Antonia
Morales y señor Adalis Oyarzún (redactor). Cita online:
CL/JUR/6189/2005

ix) Corte Suprema, 28 de agosto de 2006, rol Nº 2232-2006, Cuarta


Sala. Ministros: Marcos Libedinsky T., Orlando Álvarez H. y Urbano
Marín V. y los Abogados Integrantes señores Ricardo Peralta V. y
Patricio Valdés A. Cita online: CL/JUR/8021/2006

i) Las resoluciones que se pronuncien en el cumplimiento incidental no


son casables en el fondo

i) La resolución recurrida confirma una resolución dictada durante la


etapa de cumplimiento incidental de la sentencia definitiva, por lo
mismo y habiéndose terminado el juicio respectivo, la señalada decisión
no participa de la naturaleza jurídica que el art. 767 CPC exige, por lo
que deberá declararse inadmisible el recurso de que se trata.

Corte Suprema, 26 de marzo de 2001, rol Nº 224-2001. Pronunciado


por los Ministros señores José Benquis Camhi; Manuel Daniel
Argandoña; Marcos Libedinsky Tschorne; Mario Garrido Montt y Urbano
Marín Vallejo. Cita online: CL/JUR/3510/2001

j) Las resoluciones que se pronuncien sobre una medida precautoria no


son casables en el fondo

i) La resolución recurrida es la que revoca la resolución apelada, por la


cual se negó lugar a alzar la medida precautoria decretada en estos
autos y en su lugar, decidió que al no haber sido notificada legalmente
la parte demandada de dicha medida precautoria, no cabía, sino
concluir, que se había producido el efecto señalado en el artículo 302 del
Código de Procedimiento Civil, esto es, que había quedado sin efecto y
por lo mismo, no participa de la naturaleza jurídica que el artículo 767
del CPC exige, por lo que deberá declararse inadmisible el recurso de
que se trata.

Corte Suprema, 5 de marzo de 2001, rol Nº 363-2001, Pronunciado


por los Ministros señores José Benquis Camhi; Marcos Libedinsky

47
Tschorne; Mario Garrido Montt; Patricio Novoa Fuenzalida y Urbano
Marín Vallejo. Cita online: CL/JUR/2024/2001

k) La resolución que rechaza la petición de inoponibilidad de la


sentencia de un tercero ajeno al juicio, no es casable en el fondo

i) El recurso de casación en el fondo se dedujo en contra de una


resolución que no tiene el carácter de sentencia definitiva o
interlocutoria que ponga término al juicio o haga imposible su
continuación, toda vez que la resolución recurrida es aquélla que
rechaza la petición de un tercero ajeno al juicio en orden a que se
declare inoponible la sentencia dictada en autos.

Corte Suprema. 27 de octubre de 2003, rol Nº 330-2003. Pronunciado


por la Primera Sala de la Corte Suprema, por los Ministros señores
Hernán Álvarez G., Eleodoro Ortiz S., Enrique Tapia W., Jorge Rodríguez
A. y Domingo Kokisch M. Cita online: CL/JUR/1592/2003

l) No es casable en el fondo, el fallo de un recurso de hecho

i) El fallo impugnado por esta vía rechazó el recurso de hecho


deducido contra la resolución del Juez de primera instancia que,
acogiendo una reposición de la demandada, dejó sin efecto la resolución
en virtud de la que había concedido los recursos de casación en la forma
y apelación interpuestos en contra de la sentencia definitiva de autos, y
en su lugar dispuso no acoger a tramitación los referidos recursos, por
cuanto el procedimiento a que están regidas las reclamaciones del
artículo 474 del Código del Trabajo, no contempla recursos de esta
naturaleza.

Como puede verse, la resolución objetada por la vía de la casación en


el fondo, no reviste la naturaleza jurídica de ninguna de las sentencias
descritas; desde luego no es una sentencia definitiva y tampoco es
interlocutoria dictada por Cortes de Apelaciones de aquéllas que ponen
término al juicio o hacen imposible su continuación, razón por la cual no
resulta procedente el expresado recurso.

Corte Suprema, 17 de febrero de 2004, rol Nº 362-2004. Pronunciado


por la Sala de Verano, integrada por los Ministros señores Enrique Tapia,
Ricardo Gálvez, José Luis Pérez, la señorita María Antonia Morales y el
señor Adalis Oyarzún. Cita online: CL/JUR/1672/2004

ll) No es casable en el fondo, el fallo de un recurso de casación

48
i) El recurso en estudio se ha dirigido en contra de la sentencia de
casación dictada por la Corte de Apelaciones, lo que resulta
improcedente, toda vez que, como se ha dicho por este Tribunal, es
inadmisible un recurso de casación en el fondo interpuesto en contra de
una sentencia que invalida una resolución de primera instancia, por
cuanto la ley no autoriza la casación de casación y las Cortes de
Apelaciones conocen en única instancia los recursos de casación contra
las sentencias de los jueces letrados.

Corte Suprema, 31 de octubre de 2001, rol Nº 4372-2000.


Pronunciado por los Ministros señores Servando Jordán L. (redactor),
Eleodoro Ortiz S., Enrique Tapia W., Jorge Rodríguez A. y el Abogado
Integrante señor José Fernández R. Cita online: CL/JUR/4628/2001

En el mismo sentido:

ii) La sentencia de casación, que desestima el recurso, no pone


término a la instancia, resolviendo la cuestión o asunto que fue objeto
del juicio y tampoco falla un incidente estableciendo derechos
permanentes en favor de las partes o resolviendo sobre un trámite que
sirva de base a una sentencia definitiva o interlocutoria, por lo que dicha
sentencia de casación no puede calificarse como definitiva o
interlocutoria, según lo dispone el artículo 158 del Código de
Procedimiento Civil, de todo lo cual resulta que es improcedente la
casación en la forma en contra de una sentencia de Corte de
Apelaciones que rechaza un recurso de igual naturaleza deducido en
contra de la sentencia de primera instancia.

Corte Suprema, 18 de abril de 1994, rol Nº C-19031-1994.


Pronunciado por los Ministros señores Lionel Béraud P. , Óscar Carrasco
A., Guillermo Navas B. y los Abogados Integrantes señores Fernando
Castro A. y Germán Vidal D. Cita online: CL/JUR/2247/1994

Asimismo:

iii) Corte Suprema, 19 de abril de 2001, rol Nº C-4651-2000.


Pronunciado por los Ministros señores Alberto Chaigneau del C., José
Luis Pérez Z., Domingo Kokisch M. y los Abogados Integrantes señores
Fernando Castro A. y Álvaro Rencoret S. Redacción del Abogado
Integrante Fernando Castro A. Cita online: CL/JUR/2220/2001

iv) Corte Suprema, 11 de julio de 2002, rol Nº 1933-2002. Ministros:


Jorge Medina Cuevas; José Benquis Camhi; Marcos Libedinsky Tschorne;

49
Patricio Novoa Furnzalida; Urbano Marín Vallejo. Cita online:
CL/JUR/1899/2002

v) Corte Suprema, 17 de agosto de 2005, rol Nº 125-2005, Cuarta


Sala. Integraron la sala los Ministros José Benquis C., José Luis Pérez Z.,
Urbano Marín V., Jorge Medina C. y el Abogado Integrante Juan Infante.
Cita online: CL/JUR/6399/2005

m) Se ha declarado inadmisible el recurso, por impugnar la resolución


que resuelve el recurso de reposición contra el fallo de segunda
instancia

i) La parte demandante ha deducido recursos de casación en la forma


y en el fondo en contra de la resolución que rechaza la reposición
interpuesta en contra de la sentencia definitiva de segunda instancia, en
consecuencia, resultando improcedente tal recurso de reposición, son a
su vez inadmisibles los recursos interpuestos.

Corte Suprema, 9 de octubre de 2001, rol Nº 1735-2001. Pronunciado


por los Ministros señores, Servando Jordán L., Eleodoro Ortiz S., Enrique
Tapia W., Jorge Rodríguez A. y Domingo Kokisch M. Cita online:
CL/JUR/2691/2001

n) Se ha declarado inadmisible el recurso contra la sentencia que falla


la excepción del art. 464 Nº 4 del Código de Procedimiento Civil

i) El recurso, en cuanto da por vulnerado el artículo 464 Nº 4º del


Código de Procedimiento Civil, es inadmisible. En efecto, dicha
excepción es una dilatoria que de acuerdo a lo previsto en el artículo
477 del mismo cuerpo legal, en caso de acogerse puede el ejecutante
renovar su acción y luego, no se produce a su respecto un perjuicio sólo
reparable con la invalidación del fallo. En caso de rechazarse, se trata de
una sentencia interlocutoria que no pone término al juicio, por lo que a
su respecto es inadmisible el recurso de casación. Si bien la resolución
de las excepciones dilatorias en el juicio ejecutivo se debe contener en
la sentencia definitiva, ella no les confiere su naturaleza ni les muda la
que corresponde. Consecuentemente, la supuesta infracción a dicha
norma, sea que se acoja o rechace la excepción respectiva, no autoriza
la interposición de un recurso de nulidad de fondo.

Corte Suprema, 15 de septiembre de 2005, rol Nº 3882-2003, Primera


sala. Integraron la sala los Ministros Eleodoro Ortiz S., Enrique Tapia W.,
Jorge Rodríguez A., Domingo Kirsch M., y el Abogado Integrante Enrique
Barros B. Redactó Enrique Tapia W. Cita online: CL/JUR/6545/2005

50
ñ) No es casable en el fondo, la resolución que se refiera a una multa
aplicada en materia laboral

i) Las resoluciones que imponen multas administrativas emanadas de


la Dirección del Trabajo, sólo admiten el recurso de reclamación que
conoce un tribunal de competencia laboral, por lo que, el recurso de
casación es improcedente.

Corte Suprema, 24 de enero de 1996. Pronunciado por los Ministros


señores Enrique Zurita C., Hernán Álvarez G., Mario Garrido M.,
Marcos Libedinsky T. y Abogado Integrante señor Arturo Montes R.
Cita online: CL/JUR/326/1996

o) No es casable en el fondo, la resolución que niega la ampliación del


auto de posesión efectiva

i) Sólo se concede el recurso de casación en el fondo contra las


sentencias definitivas y las interlocutorias que ponen término al juicio o
hacen imposible su continuación, y dentro de éstas no cabe la resolución
que niega la ampliación del auto de posesión efectiva.

Corte Suprema, 21 de septiembre de 1988, rol Nº V-13103.


Integraron la Sala los Ministros José M. Eyzaguirre, Israel Bórquez,
Enrique Correa, Luis Cousiño y Claudio Illanes. Cita online:
CL/JUR/364/1988

p) La resolución que falla una tercería de posesión no es casable en el


fondo

i) El objeto de la tercería de posesión, en el juicio ejecutivo, es obtener


que, por la vía incidental, se alce el embargo y se restituyan aquellos
bienes materia de dicha actuación al poseedor y presunto dueño, lo que
trae como consecuencia que la resolución que recae en tal artículo no
admita el recurso de casación, ya que si bien se trata de una sentencia
interlocutoria, no es de aquellas que pongan término al juicio o hagan
imposible su continuación.

Corte Suprema, 29 de enero de 1990, rol Nº C-15029. Integraron la


Sala los Ministros Roberto Dávila Díaz, Arnaldo Toro Leiva, Efrén Araya
Vergara y los Abogados Integrantes señores Claudio Illanes Ríos y
Alberto Stoehrel Mäes. Cita online: CL/JUR/402/1990

q) La resolución que rechaza la solicitud de designación de árbitro no


es casable en el fondo

51
i) Que la resolución recurrida en autos de casación en el fondo, no se
encuentra en ninguna de las situaciones antes descritas, pues ésta
confirma la del juez de primer grado que no aceptó a tramitación una
petición de designar árbitro partidor, de manera que tal resolución no es
sentencia definitiva ni tampoco hace imposible la continuación de un
litigio ya que éste nunca se ha iniciado.

Corte Suprema, 22 de marzo de 1995, rol Nº C-24577. Pronunciado


por los Ministros señores Servando Jordán López, Efrén Araya Vergara,
Óscar Carrasco Acuña, Eleodoro Ortiz Sepúlveda y el Abogado
Integrante señor Fernando Castro Álamos. Cita online:
CL/JUR/1065/1995

r) La resolución de oficio de la Corte de Apelaciones que decrete la


nulidad de la sentencia tributaria por no haber sido dictada por el juez
tributario correspondiente no es casable en el fondo

i) 2º) Que si bien es cierto el artículo 782 del Código de Procedimiento


Civil prevé que la materia señalada en el anterior considerando, sea
revisada en cuenta antes de traer los autos en relación, nada impide,
por no existir disposición sobre el particular, que encontrándose los
autos en este último estado y aún, en estado de acuerdo, el tribunal
advierta la posible existencia de un vicio que hubiere pasado
desapercibido en la cuenta de admisibilidad del recurso, en cuanto a la
regularidad formal de su interposición, que sea insalvable, y resuelva
conforme a ello;

3º) Que, en el presente caso se llamó a los abogados presentes en


estrados, a alegar sobre la eventualidad de ser inadmisibles los recursos
de casación, en razón de la naturaleza de la resolución impugnada;

4º) Que el artículo 766 del Código de Procedimiento Civil establece


que el recurso de casación en la forma se concede contra sentencias
definitivas, contra las interlocutorias cuando ponen término al juicio o
hacen imposible su continuación, y excepcionalmente contra las
sentencias interlocutorias dictadas en segunda instancia sin previo
emplazamiento de la parte agraviada o sin señalar día de la vista de la
causa;

5º) Que el artículo 767 del mismo Código establece que el recurso de
casación en el fondo tiene lugar contra sentencias definitivas inapelables
y contra sentencias interlocutorias cuando ponen término al juicio o
hacen imposible su continuación, dictadas, en lo que interesa para el
presente caso, por Cortes de Apelaciones, siempre que se hayan

52
pronunciado con infracción de ley y esta infracción haya influido
sustancialmente en lo dispositivo de la sentencia;

6º) Que, en la especie, el fallo impugnado por la presente vía invalidó


la sentencia de primera instancia por no haber sido dictada por
tribunal establecido por la ley, y repuso la causa al estado de que se
tramite la reclamación interpuesta por el Juez Tributario
correspondiente, dejando sin efecto, en consecuencia, todo lo obrado;

7º) Que la referida resolución no tiene por cierto el carácter de


sentencia definitiva, puesto que no pone fin a la instancia resolviendo la
cuestión que ha sido objeto de un juicio, y tampoco es una sentencia
interlocutoria, desde que no resuelve sobre un trámite necesario para
dictar fallo ni se pronuncia sobre una incidencia del juicio que cree
derechos permanentes a favor de algunas de las partes, por lo que
constituye, en realidad, un auto;

8º) Que, aun en el caso que se la estimare como sentencia


interlocutora, ella no pone término al juicio ni hace imposible su
continuación, dado que técnicamente la contienda queda trabada —en
materia tributaria— con la reclamación, por tener la liquidación el
carácter jurídico de demanda; y correspondería retomarse la
tramitación, conforme se ha dispuesto por la Corte de alzada, por el juez
competente, pidiendo el informe de estilo. Tampoco ha faltado en este
caso el emplazamiento del agraviado ni la fijación del día de la vista de
la causa.

Corte Suprema, 16 de abril de 2000, rol Nº C-3658-2000. Pronunciado


por los Ministros señores Osvaldo Faúndez V., Ricardo Gálvez B. y
Orlando Álvarez H. y los Abogados Integrantes señores Manuel Daniel A.
y Arnaldo Gorziglia B. Cita online: CL/JUR/1466/2001

s) No es casable en el fondo, la resolución que resuelve la inhabilidad


que pesa sobre un Juez Árbitro

i) Segundo: Que lo anterior no impide que esta Corte en la vista de la


causa revise nuevamente la posible inadmisibilidad de los citados
recursos por cuanto las expresiones desde luego empleadas en el
artículo 781 del CPC no impiden o restringen la facultad de la Corte para
declarar la inadmisibilidad de un recurso después de la vista de la causa.

Sexto: Que el artículo 158 del Código de Procedimiento Civil clasifica


las resoluciones judiciales en decretos, autos, sentencias interlocutorias
y sentencias definitivas. La misma norma legal define a la sentencia

53
interlocutoria como la que falla un incidente del juicio, estableciendo
derechos permanentes a favor de las partes, o resuelve sobre algún
trámite que debe servir de base en el pronunciamiento de una sentencia
definitiva o interlocutoria y a su vez define la sentencia definitiva como
la que pone fin a la instancia, resolviendo la cuestión o asunto que ha
sido objeto del juicio.

Séptimo: Que la sentencia de fojas 199 y siguientes no es una


sentencia definitiva puesto que no ha resuelto la cuestión que ha sido
objeto del juicio arbitral ante el Arbitro Arbitrador sino que una cuestión
incidental que sirve de base para el pronunciamiento de la sentencia
definitiva arbitral, cual es la resolución de la posible inhabilidad del Sr.
Juez Árbitro que ha sido reclamada ante el superior jerárquico, en este
caso el Sr. Juez de Letras y es por ello una sentencia interlocutoria.

Noveno: Que ninguna importancia tiene para estos efectos la


formalidad que reviste la resolución recurrida y aunque la sentencia
contenga numerosos considerandos, no por ello se transforma en una
sentencia definitiva por no reunir los requisitos señalados en el artículo
158 del Código de Procedimiento Civil.

Décimo: Que por otra parte la sentencia interlocutoria que rechaza la


recusación no pone término al juicio ni hace imposible su continuación,
al revés de lo que podría ocurrir si la sentencia hubiere acogido la
recusación en contra del Sr. Juez Árbitro porque en tal caso el
procedimiento no habría podido continuar ante ese órgano jurisdiccional.

Undécimo: Que, por consiguiente, la sentencia recurrida es una


interlocutoria que no pone término al juicio ni hace imposible su
continuación, no siendo por ello susceptible de recurso de casación
conforme lo señala el art. 766 del CPC.

Duodécimo: Que respecto del recurso de casación en el fondo existen


razones adicionales para declarar su inadmisibilidad puesto que jamás
procede de sentencias dictadas por jueces letrados sino que únicamente
en contra de sentencias inapelables de Cortes de Apelaciones o por un
tribunal arbitral de segunda instancia constituido por árbitros de derecho
en los casos en que estos árbitros hayan conocido de negocios de la
competencia de dichas Cortes (art. 767 del CPC), lo que no ocurre en la
especie.

La sentencia interlocutoria que rechaza la recusación no pone término


al juicio ni hace imposible su continuación, al revés de lo que podría
ocurrir si la sentencia hubiere acogido la recusación en contra del Juez

54
Árbitro porque en tal caso el procedimiento no habría podido continuar
ante ese órgano jurisdiccional. Por consiguiente, la sentencia recurrida
es una interlocutoria que no pone término al juicio ni hace imposible su
continuación, no siendo por ello susceptible de recurso de casación
conforme lo señala el art. 766 del Código de Procedimiento Civil.
Respecto del recurso de casación en el fondo existen razones adicionales
para declarar su inadmisibilidad, puesto que jamás procede de
sentencias dictadas por jueces letrados sino que únicamente en contra
de sentencias inapelables de Cortes de Apelaciones o por un tribunal
arbitral de segunda instancia constituido por árbitros de derecho en los
casos en que estos árbitros hayan conocido de negocios de la
competencia de dichas Cortes (art. 767 del CPC), lo que no ocurre en la
especie.

Corte de Apelaciones de Santiago, 7 de octubre de 1997, rol Nº C-


1499-1996. Pronunciado por los Ministros señora María Morales
Villagrán, señor Raimundo Díaz Gamboa y Abogado Integrante señor
Guillermo Piedrabuena Richard. Redacción del Abogado Integrante Sr.
Guillermo Piedrabuena Richard. Cita online: CL/JUR/1326/1997

t) No es casable en el fondo la resolución que resuelve el recurso de


reposición contra el fallo de segunda instancia

i) La parte demandante ha deducido recursos de casación en la forma


y en el fondo en contra de la resolución que rechaza la reposición
interpuesta en contra de la sentencia definitiva de segunda instancia, en
consecuencia, resultando improcedente tal recurso de reposición, son a
su vez inadmisibles los recursos interpuestos.

Corte Suprema, 9 de octubre de 2001, rol Nº 1735-2001. Pronunciado


por los Ministros señores, Servando Jordán L., Eleodoro Ortiz S., Enrique
Tapia W., Jorge Rodríguez A. y Domingo Kokisch M. Cita online:
CL/JUR/2691/2001

u) No son susceptibles de casación, las sentencias de los Juzgados de


Policía Local

i) Es improcedente el recurso de casación, tanto en la forma como en


el fondo, en los juicios por infracción a la ley de tránsito que se
tramitan ante Juzgados de Policía Local de acuerdo al procedimiento
señalado en la ley Nº 18.287 de 1984, aún cuando el recurso se dirija
contra la sentencia impugnada sólo en la parte en que rechazó la
demanda de indemnización de perjuicios interpuesta contra el
querellado.

55
Corte Suprema, 20 de diciembre de 2001, rol Nº C-4822-2001.
Pronunciado por los Ministros señores Alberto Chaigneau del C., Enrique
Cury U. y José Luis Pérez Z. y los Abogados Integrantes señores
Franklin Geldres A. y Álvaro Rencoret S. Cita online: CL/JUR/4863/2001

v) No es casable en el fondo, el fallo que se pronuncia sobre la media


prescripción, en materia penal

i) La resolución del tribunal de alzada que se pronuncia sobre el


recurso de apelación interpuesto en contra de la decisión del tribunal de
primera instancia que negó la solicitud de media prescripción de un
sentenciado, no es susceptible de impugnarse por vía del recurso de
casación, tanto en el fondo como en la forma.

Corte Suprema, 9 de abril de 2002, rol Nº 936-2002. Pronunciado por


los Ministros señores Alberto Chaigneau del C., Enrique Cury U., José
Luis Pérez Z., Milton Juica A. y Nibaldo Segura P. Cita online:
CL/JUR/3188/2002

w) El recurso de casación en el fondo sólo podrá intentarse en contra


de una sentencia que confirma la que rechaza la declaratoria de quiebra

i) El recurso de casación en el fondo sólo podrá intentarse en contra de


una sentencia que confirma la que rechaza la declaratoria de quiebra, ya
en la sentencia definitiva, ya al acoger el recurso especial de reposición.
Se sigue igualmente que la resolución que es objeto del recurso de
casación en el fondo, no reviste la naturaleza jurídica de aquellas
sentencias a que se refiere el artículo 767 del Código de Procedimiento
Civil, pues se trata de aquella que rechazó el recurso especial de
reposición, la que no constituye una sentencia definitiva, como tampoco
es una interlocutoria que ponga término al juicio o haga imposible su
continuación.

Corte Suprema, 26 de junio de 2007, rol Nº 1551-2007, Primera Sala.


Ministros: Sergio Muñoz G., señora Margarita Herreros M., señor
Juan Araya E. y Patricio Valdés A. y Abogado Integrante señor Carlos
Künsemüller L. Redactor: Sergio Muñoz G. Cita online:
CL/JUR/3550/2007

En el mismo sentido:

ii) Corte Suprema, 24 de septiembre de 2007, rol Nº 4291-2007,


Primera Sala. Ministros: Milton Juica A., Sergio Muñoz G., señora
Margarita Herreros M., Juan Araya E. y Carlos Künsemüller L.

56
Cita online:
CL/JUR/5176/2007

x) Las resoluciones concernientes a la ley Nº 18.216 —relativas a las


penas alternativas a las privativas de libertad— no son resoluciones
casables en el fondo.

i) Las resoluciones concernientes a la ley Nº 18.216 se adoptan al


momento del fallo y se consignan materialmente en él, no revisten el
carácter de ser sentencias definitivas en los términos del artículo 158 del
Código de Procedimiento Civil, de modo que no son susceptibles de
casación en el fondo, en virtud de lo que dispone el artículo 767 del
mismo cuerpo legal, sin que se encuentren en ninguna de las otras
situaciones a que se refiere dicha norma.

Corte Suprema, 20 de agosto de 2007, rol Nº 3459-2007, Segunda


Sala. Ministros: Alberto Chaigneau del C., Nibaldo Segura P., Jaime
Rodríguez E., Rubén Ballesteros C., Hugo Dolmestch U. Redactor:
Nibaldo Segura P.
Cita online: CL/JUR/6095/2007

En el mismo sentido:

ii) Debe declararse inadmisible el recurso de casación en el fondo que


pretende invalidar el fallo en aquella parte que no dio pie al beneficio de
la libertad vigilada de la ley Nº 18.216, pues las supuestas infracciones
en la aplicación de la mencionada norma no dicen relación con lo
dispositivo de la sentencia, por lo que su decisión al respecto no es
atacable por la vía de la casación.

Corte Suprema, 14 de junio de 2001, rol Nº 1176-2001. Pronunciado


por los Ministros señores Alberto Chaigneau del Campo; Alvaro
Rencoret Silva; Franklin Geldres Aguilar; José Luis Pérez Zañartu y
Milton Juica Arancibia. Cita online: CL/JUR/3846/2001

Asimismo:

iii) Corte Suprema, 30 diciembre de 1993, rol Nº C-28888.


Pronunciado por los Ministros señores Hernán Álvarez G., Luis Correa B.,
Guillermo Navas B. y los Abogados Integrantes señores Alejandro Silva
B. y Álvaro Rencoret S. Redacción del Ministro señor Hernán Álvarez
García.
Cita online: CL/JUR/1628/1993

57
iv) Corte Suprema, 20 de marzo de 1997. Pronunciado por los
Ministros señores Roberto Dávila D., Adolfo Bañados C., Luis Correa B. y
Guillermo Navas B y el Abogado Integrante señor Vivian Bullemore G.
Cita online: CL/JUR/1421/1997

v) Corte Suprema, 11 de marzo de 2003, rol Nº 74-2003. Pronunciado


por los Ministros señores Alberto Chaigneau del C., Enrique Cury U.,
José Luis Pérez Z., Milton Juica A. y Nibaldo Segura P. Cita online:
CL/JUR/4101/2003

vi) Corte Suprema, 23 de marzo de 2006, rol Nº 1027-2006.


Pronunciado por la Segunda Sala integrada por los Ministros señores
Alberto Chaigneau del C., Enrique Cury U., Nibaldo Segura P., Jaime
Rodríguez E. y el Abogado Integrante señor Fernando Castro A.
Cita online: CL/JUR/5162/2006

y) La resolución que falla una recusación no es casable en el fondo

i) La resolución de un tribunal de alzada que rechaza la recusación


formulada respecto del juez a quo, no es recurrible de casación en la
forma ni en el fondo, por no tener el carácter de una sentencia definitiva
ni de una interlocutoria que ponga término al juicio o haga imposible su
continuación.

Corte Suprema, 24 de diciembre de 2001, rol Nº C-4868-2001.


Pronunciado por los Ministros señores Servando Jordán L., Jorge
Rodríguez A. y Domingo Kirsch M. y los Abogados Integrantes señores
José Fernández R. y René Abeliuk M. Cita online: CL/JUR/4870/2001

z) La resolución que suspende el lanzamiento no es casable en el


fondo

i) De los antecedentes se desprende que los recursos de casación en la


forma y en el fondo se dedujeron en contra de una resolución que no
tiene el carácter de sentencia definitiva o interlocutoria que ponga
término al juicio o haga imposible su continuación. En efecto, se trata de
la resolución que se pronuncia acogiendo la resolución que suspende el
lanzamiento.

Corte Suprema, 3 de octubre de 2001, rol Nº C-1296-2001.


Pronunciado por los Ministros señores Eleodoro Ortiz S., Enrique Tapia
W., Jorge Rodríguez A. y Domingo Kirsch M., y el Abogado Integrante
señor René Abeliuk M. Cita online: CL/JUR/4500/2001

58
a.1) La resolución que decide no someter a proceso al querellado no es
casable en el fondo

i) La resolución impugnada de casación en la forma y en el fondo no es


de aquellas que autorizan dichos recursos, toda vez que se trata de la
sentencia de Corte de Apelaciones que, confirmando la de primera
instancia, no dio lugar a someter a proceso al querellado como
consecuencia de haberse acogido en su favor un recurso de amparo. En
consecuencia, dichos recursos son inadmisibles (considerandos
relevantes: 1º y 2º del examen de admisibilidad de la Corte Suprema).

Corte Suprema, 17 de enero de 1996, rol Nº 33734. Integraron la Sala


los Ministros señores Roberto Dávila D., Adolfo Bañados C., Luis Correa
B., Guillermo Navas B. y el Abogado Integrante señor Mario Verdugo M.
Cita online: CL/JUR/995/1996

a.2) La resolución que declara contenciosa, la gestión voluntaria de


posesión, efectiva, no es casable en el fondo

i) La Corte Suprema ha declarado inadmisible los recursos de casación


en la forma y en el fondo deducidos contra la sentencia de la Corte de
Apelaciones de Talca, que revoca la de primera instancia y que declara
contenciosa, la gestión voluntaria de posesión efectiva iniciada, toda vez
que existió legítima contradicción. En este sentido, el fallo del Tribunal
Supremo, se funda en que si bien, termina la gestión voluntaria, la
resolución impugnada le da carácter contencioso al juicio, por lo cual
comenzaría este y no terminaría. Considerando relevante: 1º del
examen de admisibilidad de la Corte Suprema.

Corte Suprema, 18 de agosto de 2004, rol Nº 4667-2003. Primera


Sala: Integraron la Sala los Ministros señores Enrique Tapia W., Jorge
Rodríguez A., José Luis Pérez Z. y Abogados Integrantes señores
Fernando Castro A. y Enrique Barros B. Cita online: CL/JUR/4946/2004

a.3 La autorización expresa de la delegación de facultades, con algún


precepto constitucional, no es una materia que pueda dilucidarse
mediante un recurso de casación

La posible colisión del artículo 116 del Código Tributario, que autoriza
expresamente la delegación de facultades, con algún precepto
constitucional, no es una materia que pueda dilucidarse mediante un
recurso de casación, ya que para ello la Constitución Política de la
República ha previsto en forma expresa, en su artículo 80, el recurso de

59
inaplicabilidad por inconstitucionalidad y del que conoce esta Corte
Suprema (considerando 9º, sentencia Corte Suprema).

Corte Suprema, 21/10/2004, rol Nº 3703-2004,

Cita online: CL/JUR/5159/2004

B. Estas sentencias deben tener el carácter de inapelables, en virtud de


mandato expreso de la ley

a) No son casables en el fondo, los vicios de la sentencia de primera


instancia

i) Siendo la sentencia de primera instancia inconsultable, y no


habiendo sido apelada por los recurrentes, la pretensión de éstos, al
utilizar la vía extraordinaria del recurso de casación en el fondo no
cumple el requisito habilitante a que se refiere el artículo 767 del Código
de Procedimiento Civil, en cuanto este recurso, en su caso, sólo puede
tener por objeto la impugnación de las sentencias definitivas inapelables
dictadas por las Cortes de Apelaciones, y de acuerdo con lo dicho en
esta situación se interpone, en realidad, en contra de la sentencia de
primera instancia, lo cual, como ya se expresó, es improcedente.

Corte Suprema, 3 de septiembre de 2002, rol Nº 5027-2001.


Pronunciado por los Ministros señores Enrique Cury U., José Luis Pérez
Z., Milton Juica A., Nibaldo Segura P. y el Abogado Integrante señor
Manuel Daniel A.
Cita online: CL/JUR/3699/2002

En el mismo sentido:

ii) El recurrente describe e impugna infracciones de ley supuestamente


cometidas en la sentencia de casación que se dictó con motivo de la
nulidad formal deducida por la demandada. A este respecto debe
precisarse que el presente recurso resulta inadmisible desde que el
mismo procede sólo contra las sentencias definitivas inapelables e
interlocutorias inapelables que pongan término al juicio o hagan
imposible su continuación, naturaleza de la que carece la resolución que
emitió pronunciamiento sobre los vicios en que se habría incurrido en la
dictación de un fallo, en el caso, definitivo de primer grado, porque esa
resolución inviste, simplemente el carácter propio de una sentencia de
casación.

60
Corte Suprema, 24 de mayo de 2001, rol Nº 1409-2001. Pronunciado
por los Ministros señores Fernando Castro Álamos; José Benquis Camhi;
Juan Infante Phillipi; Mario Garrido Montt y Urbano Marín Vallejo.
Cita online: CL/JUR/3765/2001

C. Las sentencias inapelables deben haber sido pronunciadas "por las


Cortes de Apelaciones o por un Tribunal arbitral de segunda instancia
constituido por árbitros de derecho en los casos en que estos árbitros
hayan conocido de negocios de la competencia de dichas Cortes"

a) Las resoluciones del Tribunal Especial de Alzada consagrado en el


art. 121 del Código Tributario, no casables en el fondo

i) El Tribunal Especial de Alzada que establece el artículo 121 del


Código Tributario estará integrado por un ministro de Corte de
Apelaciones y por dos miembros designados por el Presidente de la
República, por consecuencia, no puede tener la naturaleza orgánica de
una Corte de Apelaciones para los fines del recurso de casación en el
fondo y como el párrafo 1º del Título III del Libro III del aludido código
no contempla como norma especial la procedencia del recurso de
casación en el fondo, en contra de los fallos de los Tribunales de Alzada
que se contemplan en dicho código, este arbitrio, en este procedimiento
especial, no procede.

Corte Suprema, 13 de diciembre de 2005, rol Nº 4974-2005.


Pronunciado por la Tercera Sala, integrada por los Ministros señores
Ricardo Gálvez, Domingo Yurac, Milton Juica, señorita María Antonia
Morales y señor Adalis Oyarzún (redactor). Cita online:
CL/JUR/5062/2005

En el mismo sentido:

ii) Corte Suprema, 14 de julio de 2005, rol Nº 1197-2005. Pronunciado


por la Tercera Sala, integrada por los Ministros señores Domingo Yurac;
Milton Juica (redactor); señorita María Antonia Morales; y los Abogados
Integrantes señores José Fernández y Arnaldo Gorziglia. Cita online:
CL/JUR/6159/2005

b) Jamás serán casables en el fondo las sentencias del juez de primera


instancia

i) Es improcedente y extemporáneo la interposición de recursos de


casación en la forma y en el fondo en cuanto se dirigen, dictada
sentencia de segunda instancia, contra el fallo de primer grado,

61
conforme a los artículos 766 y 767 del Código de Procedimiento Civil,
que si bien hacen procedente el primero de ellos respecto de las
sentencias de primer grado, exigen que éste se deduzca en el plazo de
la apelación y, respecto del de casación en el fondo, lo hacen admisible,
únicamente, en contra de sentencias inapelables dictadas por una Corte
de Apelaciones o bien por un tribunal arbitral de segunda instancia
constituido por Árbitros de Derecho (Considerando Segundo, Corte
Suprema). Que no procede la casación en la forma contra el fallo de
segunda instancia, conforme lo dispuesto al art. 769 del Código de
Procedimiento Civil (anterior art. 773), pues para que sea procedente es
necesario que la parte que lo entable haya reclamado de la falta
ejerciendo oportunamente y en todos los grados, los recursos
establecidos por la ley (Considerando Sexto, Corte Suprema). Que
tampoco procede la casación en el fondo, por cuanto para admitir este
recurso no basta con la mera enunciación de las normas legales que se
señala como infringidas, sino que es indispensable que, además, se
señale la forma en que tal infracción se produjo y para que este último
requisito se cumpla, es necesario que se analice y determine el alcance
o sentido de la o las normas presuntamente violadas, la forma en que
ello habría ocurrido y la recta aplicación de la misma a la situación de
hecho que corresponda, señalándose, en todo caso, la manera en que
tal infracción habría influido en lo dispositivo del fallo; de lo contrario, el
recurso se transformaría en otra instancia del juicio, lo que no se
compadece con su naturaleza misma (considerando undécimo, Corte
Suprema).

Corte Suprema, 17 de agosto de 1995, rol Nº 30853. Integran la sala


los Ministros Servando Jordán L., Germán Valenzuela E., Hernán Álvarez
G. y Marcos Libedinsky T., y el Abogado Integrante señor Manuel Daniel
A.
Cita online: CL/JUR/1384/1995

6. SUJETOS

ANÁLISIS DOCTRINAL

Mario Mosquera y Cristián Maturana nos señalan que "Una parte se


entiende legitimada para intentar el presente recurso de casación en el
fondo cuando a su respecto concurren los siguientes requisitos:

1. Ser parte en el juicio;

62
2. Debe ser parte agraviada, entendiéndose por tal aquella que se
encuentra perjudicada por la sentencia y por la infracción de ley en que
ha incurrido, la que ha influido substancialmente en lo dispositivo del
fallo".

Como nos recuerda Mario Casarino, son partes en juicio tanto las
partes directas como las indirectas o terceros. Además, para que haya
legitimación para recurrir de casación en el fondo "(....) el agravio debe
ser doble: a) causado por la sentencia que se trata de invalidar; y b)
causado por la infracción legal que ha venido a influir sustancialmente
en lo que ella ha resuelto".

ANÁLISIS JURISPRUDENCIAL

A. Ser parte en el juicio

a) Si la recurrente a juicio de la Corte de Casación no tiene interés en


el juicio —aún cuando figura como actora—, no puede deducir el recurso
de casación en el fondo

i) Si la actora no tiene interés en pedir la nulidad de los actos jurídicos


individualizados anteriormente, por cuanto no ha sucedido al causante
—que celebró dichos contratos— ni abintestado ni por testamento, la
demanda en ningún caso habría podido ser acogida por los
sentenciadores del fondo. Los herederos testamentarios del causante
son los tres hijos naturales habidos por éste con la demandante, quienes
podrían verse perjudicados con la referida compraventa al ver sustraído
un bien raíz de la sucesión de su padre, pero tales descendientes no son
parte en este juicio y la actora, como ya se dijo, compareció en estos
autos por sí, de suerte que los contratos celebrados por Anicasio
Cabrera, son, respecto de aquella, res inter allios.

Corte Suprema, 18 de abril de 2001, rol Nº 602-2000. Pronunciado


por los Ministros señores Eleodoro Ortiz Sepúlveda; Enrique Tapia
Witting; Jorge Rodríguez Ariztía; José Fernández Richard y Servando
Jordán López. Cita online: CL/JUR/1469/2001

B. Debe ser parte agraviada, entendiéndose por tal aquella que se


encuentra perjudicada por la sentencia y por la infracción de ley en que
ha incurrido, la que ha influido substancialmente en lo dispositivo del
fallo

a) No basta que concurra el vicio, sino que debe ser sufrido por la
parte que deduce el recurso

63
i) Se debe tener presente que, conforme a lo que dispone el artículo
771 del Código de Procedimiento Civil, el recurso de casación sólo puede
interponerlo la parte agraviada; valga decir, aquella a quien no se le han
acogido en todo o en parte sus pretensiones. Por consiguiente, como la
supuesta falta de emplazamiento sólo afectaría al Fisco de Chile, aun
cuando se hubiere configurado dicho vicio, la actora no lo puede invocar
como fundamento de su recurso de casación en la forma, porque no se
encuentra legitimada para ello.

Corte Suprema, 23 de abril de 1998, rol Nº 2954-1996. Ministros:


Hernán Álvarez G., Mario Garrido M., Marcos Libedinsky T. y los
Abogados Integrantes señores Manuel Daniel A. y José Fernández R.
Cita online: CL/JUR/1607/1998

b) La sentencia que no declara de oficio la nulidad absoluta, no causa


perjuicio a quien no la alegó

i) Al no haberse alegado formalmente la nulidad absoluta, por falta de


objeto, la sentencia que no la declara de oficio no puede causarle
agravio alguno a la recurrente, lo que la priva de legitimación para
recurrir por este motivo.

Corte Suprema, 27 de enero de 2003, rol Nº 3747-1998. Integraron la


sala los Ministros Eleodoro Ortiz S., Enrique Tapia W., Humberto Espejo
Z., los Abogados Integrantes Arturo Montes R., y Franklin Geldres A.
Cita online: CL/JUR/1408/2003

c) En materia penal, no se considera agraviado el recurrente que no


impugnó el fallo de primera instancia confirmado en el trámite de la
consulta

i) El recurso de casación en el fondo, no puede ser admitido a


tramitación en la medida que el artículo 771 del Código de
Procedimiento Civil, aplicable en virtud de lo dispuesto en el artículo
535, inciso primero del Código de Procedimiento Penal, estatuye que el
recurso de casación debe interponerse por la parte agraviada. El
recurrente, no impugnó la sentencia de primera instancia, la que en el
trámite de consulta fue aprobada a su respecto, sin modificaciones, de
ello aparece que no reviste el carácter de agraviado en los términos que
describe el artículo 771 del Código de Procedimiento Civil, pues para
esto no basta que el fallo contenga decisiones desfavorables, sino que
también es menester que existe un interés actual comprometido,
careciendo de él la parte que se ha conformado con lo resuelto.

64
Corte Suprema, 19 de junio de 2001, rol Nº 2053-2001. Integraron la
sala los Ministros Alberto Chaigneau del C., Enrique Cury U., José Luis
Pérez Z., Milton Juica A. y el Abogado Integrante José Fernández R.
Cita online: CL/JUR/3873/2001

7. CAUSAL QUE AUTORIZA LA INTERPOSICIÓN DEL RECURSO

ANÁLISIS DOCTRINAL

La causal es una sola: la infracción de ley que influye sustancialmente


en lo dispositivo del fallo.

El artículo 767 del CPC establece que recurso de casación en el fondo


tiene lugar en contra de la sentencia pronunciada "con infracción de ley,
y siempre que esta infracción haya influido substancialmente en lo
dispositivo de la sentencia".

A. Alcance de la voz "ley"

Se ha discutido el alcance de la voz ley.

Mario Casarino señala que "...la historia fidedigna del establecimiento


de este precepto legal nos enseña que la palabra 'ley' que en él se
utiliza ha sido empleada por el legislador en un sentido amplio, o sea,
que en ella se comprenden no solamente las leyes constitucionales sino,
además, otros actos o hechos que se hallan estrechamente vinculados a
tal concepto".

En el mismo sentido, Mario Mosquera y Cristián Maturana han


señalado que la Corte Suprema le ha dado amplio significado a dicha
expresión, entendiendo por ley:

i. La Constitución Política de la República;

"Debemos tener presente que en la actualidad se ha resuelto y se ha


sostenido que 'la Corte Suprema carece de competencia para casar una
sentencia por infracción a la Constitución lo cual es, en rigor, indudable.
Los tribunales están sujetos a la Constitución en la medida que están
sujetos a las leyes y demás normas dictadas conforme a ella, y por eso
no puede cometer infracción de ley un juez que falla de acuerdo con la
ley aunque eso pueda alegarse que es contrario a la Constitución. Como

65
sostiene la Corte en el segundo grupo de casos comentados aquí, si la
objeción de una parte es a la constitucionalidad de la aplicación de la ley
a un caso, el procedimiento correcto es el recurso de inaplicabilidad por
inconstitucionalidad. No habiendo sido una ley declarada inaplicable para
el caso específico de que se trate, el juez tiene el deber de aplicarla, y
por lo tanto cometería error de derecho si no lo hiciera, aunque fuera
porque a su juicio es inconstitucional. Estas consideraciones son más
evidentes desde la dictación de la ley Nº 20.050, en virtud de la cual la
Corte Suprema perdió su competencia para pronunciarse sobre la
inaplicabilidad de la ley. Hoy puede decirse que, con excepción del
procedimiento de protección, los tribunales ordinarios carecen de
competencia para interpretar o aplicar la Constitución'.

Sobre la materia, no cabe duda que es correcto lo señalado en cuanto


a que los tribunales, con excepción del Tribunal Constitucional, no
pueden dejar de aplicar una ley por ser inconstitucional y por ello deben
necesariamente aplicarla para la solución del conflicto si es que no se
hubiere efectuado la declaración de inaplicabilidad, a menos que opte el
propio tribunal de la causa para requerir de oficio esa declaración al
Tribunal Constitucional, antes de pronunciarse sobre el asunto.

Sin embargo, la afirmación no puede ser absoluta, puesto que la


sentencia sí puede contravenir con su dictación la Constitución y/o la
ley, dado que nos podemos encontrar ante situaciones en que una
materia se ha regulado sólo en la Constitución y por ello no cabe más
que darle aplicación, como ocurre por ejemplo en el recurso de amparo
y requerimiento de inaplicabilidad o inconstitucionalidad.

Es así como en caso de que una Corte de Apelaciones resolviera que


no puede conocer del recurso de amparo por no encontrarse regulado en
el C. Procesal Penal, o que un Tribunal declarara que no puede el
Tribunal Constitucional declarar la inconstitucionalidad de una ley,
previamente declarada por este inaplicable, por no haberse contemplado
aún esa facultad en la ley orgánica constitucional al no haberse
modificado en ese sentido dicho cuerpo legal a la fecha, nos
encontraríamos en presencia de un Tribunal que falla contra texto
expreso de la Carta Fundamental.

Si existiere una sentencia que se dicte desconociendo esa normativa


constitucional, lo que cabe es recurrir ante los tribunales y no acudir
al requerimiento de inaplicabilidad, dado que lo que se solicita es
enmendar el error de derecho contenido en una sentencia, materia
sobre la cual carece de facultades el Tribunal Constitucional, al no poder

66
jamás modificar este resoluciones judiciales, y en caso alguno pretender
que se declare la inaplicabilidad de un precepto legal.

Lo mismo sucedería si la sentencia se dicta contrariando el texto de la


Constitución y de la ley, como ocurriría, por ejemplo, si se declarara que
no procede el pago de indemnización de un bien en caso de
expropiación.

En estos casos, la pretensión no es que declare inaplicable una ley por


contravenir la Constitución, sino que, por el contrario, se anule una
sentencia que se dicta con infracción de la Constitución y de la ley".

Mario Casarino nos dice que "Es evidente que dentro de la ley formal
incluimos a la Constitución Política del Estado, puesto que constituye la
ley suprema, y, por consiguiente, su infracción también motivará la
procedencia del precipitado recurso".

En el mismo sentido, Raúl Tavolari señala que "Agotada la polémica


respectiva y prevaleciente la idea que la Constitución es la norma de
mayor jerarquía en el ordenamiento y que ha de recibir aplicación
directa, no es dudoso que, en su infracción pueda encontrarse el error
de derecho que hará prosperar el recurso".

ii. La ley propiamente tal;

iii. Los decretos-leyes, los decretos con fuerza de ley y los tratados
internacionales;

Así lo confirma Mario Casarino, quien nos dice que "...la palabra 'ley'
comprenderá el tratado internacional".

iv. La costumbre, en los casos en que la ley se remita a ella o en


silencio de ley, cuando así deba aplicarse como en materia comercial.

v. La ley extranjera, cuando la ley chilena la incorpore al estatuto


jurídico nacional a través del mecanismo del reenvío.

vi. La ley del contrato.

El art. 1545 del C.C. establece que "todo contrato legalmente


celebrado es una ley para los contratantes, y no puede ser invalidado
sino por su consentimiento mutuo o por causas legales".

Mario Mosquera y Cristián Maturana nos dicen que "Una parte de la


doctrina considera que la 'ley del contrato', al ser transgredida, es

67
susceptible de ser casada en el fondo, cuando concurran los demás
requisitos legales.

Un fundamento para sostener esta doctrina sería el siguiente: los


contratos, en virtud del principio res inter alios acta, sólo afectan a las
partes contratantes, las que se encuentran sujetas por un vínculo
obligatorio, a juicio del legislador, similar sino igual al de una ley
particular. Pues bien, al resolverse un conflicto entre particulares, lo que
se está haciendo es, en materia contractual, determinar quién infringió
la ley, y como, además, las sentencias por regla general sólo producen
efectos relativos, la violación sólo puede ser invocada por una de las
partes contratantes. Una sentencia resuelve un asunto particular, donde
rige una ley particular, cual es la de un contrato. Asimismo, es la propia
ley la que le da esta fuerza al contenido de un contrato".

En este sentido Alejandro Espinosa señala que "...de la historia de la


ley se deduce que es posible interponer un recurso de casación en el
fondo por infracción de la ley del contrato; pero que es el tribunal de
casación el que, en definitiva, debe resolver sobre el particular...no sólo
debe admitirse el recurso por violación de las reglas de interpretación de
los contratos, sino también en todos los otros casos en que puede
infringirse una ley general, porque la ley del contrato debe equipararse
en esta materia a la ley general".

Mario Mosquera y Cristián Maturana nos dicen también que "Otra parte
de la doctrina considera que la ley del contrato no es una ley en sentido
estricto y, por tanto, no puede ser atacado por la vía de la casación. En
todos los casos anteriores, es la autoridad pública y no la voluntad de
los particulares la que señala una norma que tiene un carácter
obligatorio y general, a la que se le denomina ley. El legislador civil, al
señalar que 'todo contrato legalmente celebrado es una ley para los
contratantes' no hizo sino indicar metafóricamente que su cumplimiento
era obligatorio para éstos.

Esta posición es la que defiende Raúl Tavolari, quien nos dice que
"...tiende, en general, a uniformarse, en la doctrina y en la
jurisprudencia, en el sentido que su infracción autoriza la casación,
opinión que no comparto, a pesar de reconocer que la situación en el
derecho nacional es de difícil solución. En efecto, tengo para mí, que la
redacción del Código civil, aludiendo a que el contrato legalmente
celebrado, es una verdadera ley para los contratantes, no importa más
que un argumento de redacción para recalcar la fuerza del vínculo
contractual. De otro modo, no tendría sentido que se exprese que es

68
una 'verdadera' ley, pues bastaría haber afirmado que, o tiene la fuerza
de ley, o simplemente, que constituye una ley".

Por último, Mario Casarino, Alejandro Espinosa, Mario Mosquera y


Cristián Maturana nos dicen que están excluidas del recurso de casación
en el fondo la infracción a la doctrina legal o jurisprudencia, así como la
infracción a ordenanzas generales, reglamentos, decretos supremos,
autos acordados, dictámenes y circulares, por no constituir tales leyes
formales, ni emanar del legislador.

B. Naturaleza de la ley transgredida

Las leyes substantivas o materiales siempre son susceptibles de


casación en el fondo cuando son infringidas.

Lo discutido ha sido si procede el recurso de casación en el fondo en


contra de una sentencia que infringe una ley procesal.

Al respecto, Mario Mosquera y Cristián Maturana nos dicen que


"...nuestra Corte Suprema ha sentado las siguientes bases:

a) Nunca procede el recurso de casación en el fondo contra una


infracción de ley procesal si esa infracción es susceptible de invalidarse
por vía del recurso de casación en la forma.

b) A fin de indicar qué leyes procesales pueden atacarse por el recurso


en estudio, la jurisprudencia ha procedido a clasificar las leyes
procesales en:

1. Leyes ordenatoria litis, que son las que regulan las formas y el
avance del procedimiento. Ej.: aquella que establece la oportunidad
para hacer valer la excepción de cosa juzgada.

2. Leyes decisoria litis, que se caracterizan porque sirven para resolver


la cuestión controvertida al ser aplicadas. Ej.: aquella que establece la
triple identidad para los efectos de hacer valer la cosa juzgada.

Según esta clasificación, la Corte Suprema ha establecido que sólo la


infracción de ley procesal decisoria litis posibilita la interposición del
recurso de casación en el fondo, mas no las que revisten el carácter
de ordenatorio litis".

Al respecto, Raúl Tavolari nos dice que "La Comisión Revisora del
Código, por su parte, se ocupó de la infracciones a las leyes de
enjuiciamiento y fue de parecer que su infracción, si tiene la influencia

69
que se demanda, también puede repararse por vía de este recurso. Con
todo, es preciso tener en cuenta que según reiterada jurisprudencia, la
infracción a una norma de enjuiciamiento, al propio tiempo esté descrita
como causal de casación en la forma, no permite fundar una casación en
el fondo".

En el mismo sentido, Alejandro Espinosa señala que "El artículo 767 no


limita el recurso de casación en el fondo a una determinada clase de
leyes. Por lo tanto, toda infracción de ley, sea sustantiva o procesal,
sirve de base a un recurso de casación en el fondo, siempre que la
infracción influya substancialmente en lo dispositivo del fallo...Conviene,
por último, advertir que no toda transgresión a las leyes procesales da
lugar a un recurso de casación en el fondo. Para ello es menester que se
trate de una ley procesal que tenga el carácter dedecisoria litis, es decir,
de aquellas con arreglo a las cuales debe fallarse el juicio, porque sólo
ellas pueden influir de un modo substancial en lo dispositivo del fallo".
Pero "...si la infracción constituye una causal de casación en la forma
será éste el recurso que debe interponerse y no el de casación en el
fondo".

Por otro lado, Mario Mosquera y Cristián Maturana señalan que


"Vinculada a las leyes procesales, encontramos como causal del recurso
de casación en el fondo la infracción de las leyes reguladoras de la
prueba, en los aspectos antes analizados.

Las leyes reguladoras de la prueba son el conjunto de disposiciones


que se refieren al señalamiento de los medios de prueba, su valor
probatorio, la apreciación de la prueba por el Tribunal y la forma de
hacerlos valer.

La jurisprudencia ha establecido que nunca puede interponerse la


casación de fondo en contra de una infracción a las leyes que regulan la
apreciación de la prueba por el Tribunal, porque esa es una atribución
exclusiva de los jueces de la instancia...La facultad de ponderación de la
prueba, según lo ha resuelto reiteradamente esta Corte, corresponde al
ejercicio de atribuciones privativas de los sentenciadores de la instancia
y no admite control por esta vía, pues en tal actividad, ejercida
conforme a las reglas de la sana crítica, dichos jueces son soberanos, a
menos que en la determinación de los hechos hayan desatendido las
razones simplemente lógicas, científicas, técnicas o de experiencia, en
cuya virtud ha correspondido asignar valor o desestimar la eficacia de
tales probanzas...

70
De acuerdo a este criterio, las causales de casación en el fondo por
infracción de leyes reguladores de la prueba serán las que consisten en:

1. Alterar la carga de la prueba.

2. Dar por probado un hecho por un medio de prueba que la ley no


admite para ello. Ej.: en materia civil el juez da por probado un
contrato que contiene una obligación de dar de más de dos unidades
tributarias mensuales con declaraciones de testigos.

3. Alterar el valor probatorio que la ley ha establecido o rechazar los


medios de prueba admitidos por la ley. Ej.: una sentencia que establece
la existencia de un acto o contrato solemne por una vía distinta a su
solemnidad o que rechaza la confesión personal para acreditar un
hecho, por otorgarle un carácter de indisponible a un hecho que no
reviste tal carácter.

En este sentido, se ha señalado por la Corte Suprema que 'tanto la


doctrina como la jurisprudencia coinciden en que la infracción a las leyes
reguladoras de la prueba sólo es procedente cuando tal vicio implica
alterar el peso de la prueba, el dar probado un hecho por medios no
admitidos legalmente, alterar el valor de los medios probatorios legales
o rechazar los medios de prueba permitidos por la ley'".

Respecto a los casos en que la prueba se valora de acuerdo a la sana


crítica, Jorge Correa ha señalado que "...cuando el juez aprecia la
prueba de acuerdo a la sana crítica es perfectamente admisible el
recurso de casación en el fondo, pues el sentenciador puede no haber
cumplido con el mandato legal en orden a expresar las razones que
ordena la ley sino que, únicamente, efectuar una mención simple
sosteniendo que 'la prueba se ha apreciado de acuerdo a las reglas de la
sana crítica'...si los jueces se apartan de la apreciación de la prueba
conforme a las reglas de la sana crítica, esto es, no proporcionan las
razones que ordena la ley para establecer los hechos, la casación en el
fondo debe ser acogida".

C. Manera de infringir la ley

La doctrina y jurisprudencia han señalado que la infracción de ley


puede cometerse de tres maneras:

1. Mediante la contravención formal de la ley, la que comprende


aquellas en que el Tribunal a quo prescinde de la ley o falla en oposición
al texto expreso de la ley. Ej. Si el fallo de la Corte de Apelaciones

71
resuelve que un deudor solidario no responde de las obligaciones
solidarias, por no tener interés en ellas.

2. Mediante la errónea interpretación de la ley, esto es, cuando el


Tribunal a quo da al precepto legal un sentido o alcance diverso a aquel
que debía haberle dado si hubiera aplicado las normas de interpretación
de la ley que se establecen en los arts. 19 a 24 del Código Civil.

En relación a lo anterior, Mario Casarino nos dice que "...la


interpretación errónea de una ley, a veces, trae consigo una doble
infracción legal, o sea, un doble motivo de casación en el fondo:
infracción de la ley aplicada al caso concreto por errónea interpretación
de la ley e infracción de las leyes que fijan las normas sobre
interpretación de las mismas mediante su contravención formal".

3. Mediante una falsa aplicación de la ley; cosa que puede producirse:

a.- Cuando la ley se aplica a un caso no regulado por la norma; Ej:


caso en que el Tribunal aplique la costumbre en silencio de la ley en
materia civil (art. 4º CC).

b.- Cuando el Tribunal prescinde de la aplicación de la ley para los


casos en que ella se ha dictado.

Ej. El Tribunal a quo da por establecida una prenda especial sin aplicar
las normas especiales que regulan su constitución. Aquí no sólo se
infringe la ley común sino que también la ley especial que no se aplicó.

La Corte Suprema ha señalado que no sólo se infringe la ley que se


aplicó erróneamente, sino que también la que dejó de aplicarse y que
regulaba verdaderamente el conflicto.

D. Influencia substancial en lo dispositivo del fallo. Significado

Al respecto, Mario Mosquera y Cristián Maturana señalan que "La


infracción de la ley influye substancialmente en lo dispositivo del fallo
cuando la corrección del vicio cometido en la sentencia recurrida importa
la modificación total o parcial de su parte resolutiva, es decir, cuando de
no haberse cometido el vicio se habría llegado a una solución diversa o
contrapuesta en la sentencia. Este significado tiene su origen en las
Actas de la Comisión Revisora del Código de Procedimiento Civil.

En efecto, en la sesión 87, 'el Señor Gandarillas, con el propósito de


impedir el que, por cualquier error o mala apreciación de la ley, se eche

72
mano a este recurso extraordinario, propone que se exprese que sólo da
lugar al recurso de casación en el fondo la infracción de ley cuando
determina precisamente el sentido de la sentencia'.

Esta misma interpretación ha sido adoptada por la Corte Suprema".

Darío Benavente nos dice que "...la infracción tiene que ser de tal
entidad que se falle el juicio de una manera distinta a lo que habría sido
de observarse correctamente el derecho".

La infracción de ley ha de influir en la parte resolutiva de la sentencia.


Sin embargo, conforme nos señala Mario Casarino "...a veces sucede
que los considerandos de una sentencia forman un todo inseparable con
su parte resolutiva; de manera que puede acontecer que la infracción
legal haya influenciado tanto esta última parte cuanto aquellos
considerandos. En tal caso también puede sostenerse que se ha
producido infracción legal con influencia sustancial en lo dispositivo de la
sentencia, para juzgar acerca de la procedencia de un recurso de
casación en el fondo".

1. Limitaciones que tiene la corte suprema para conocer y fallar el


recurso de casación en el fondo

A. No procede ante causales de casación en la forma

Una de las limitaciones del recurso de casación en el fondo es que no


procede ante infracciones de ley que sean constitutivas del recurso de
casación en la forma. En este sentido, Mario Casarino señala que "...hay
veces que, no obstante hallarnos en presencia de una leydecisoria
litis infringida, estamos impedidos de recurrir de casación en el fondo,
por la sencilla razón de que dicha infracción, a juicio del legislador,
configura una causal o motivo de casación en la forma...la casación de
forma es de carácter previo y excepcional frente a la casación de fondo
y constituye, como se comprende, su primera y principal limitación en la
esfera o campo de acción de este último recurso".

B. No pueden alterarse los hechos del juicio

El recurso de casación en el fondo no constituye instancia. Por eso la


Corte Suprema no puede revisar las cuestiones de hecho contenidas en
el fallo del Tribunal a quo, debiendo aceptar y dar por reproducidos los
hechos determinados por los jueces de instancia.

73
Esta limitación fluye claramente de lo dispuesto en los arts. 785 y 807
del Código de Procedimiento Civil.

El primero de ellos obliga a la Corte Suprema a mantener los hechos


de la causa cuando acoge el recurso, "reproduciendo los fundamentos
de derecho de la resolución casada que no se refieran a los puntos que
hayan sido materia del recurso y a la parte del fallo no afectada por
éste" (inc. 1º).

El art. 807, más categórico aún, señala que "en el recurso de casación
en el fondo, no se podrán admitir ni decretar de oficio para mejor
proveer pruebas de ninguna clase que tiendan a establecer o esclarecer
los hechos controvertidos en el juicio en que haya recaído la sentencia
recurrida" (inc. 1º).

El problema que mayor trascendencia tiene en este estadio y que


implícitamente fue esbozado dice relación con la delimitación de dos
conceptos fundamentales: las cuestiones de hecho y las cuestiones de
derecho.

De acuerdo a nuestra jurisprudencia, los hechos del pleito son los


acontecimientos de carácter material que lo constituyen y sin los cuales
no puede subsistir.

Como se puede apreciar, esta conceptualización se vincula


íntimamente a la idea de hechos substanciales y pertinentes de la
resolución que recibe la causa a prueba.

Todo lo que no comprende la antedicha definición son las cuestiones


de derecho, esto es, todo aquello que mira a la calificación jurídica de
los hechos y al establecimiento de las consecuencias jurídicas que
derivan de la previa calificación jurídica de los hechos.

En lo que respecta al recurso en estudio, la determinación entre


cuestiones de hecho y de derecho no resulta baladí. En efecto, el
recurso de casación en el fondo sólo procede por infracción a las
cuestiones de derecho.

Un ejemplo puede ser bastante ilustrativo al respecto: A demanda a B


la restitución de US$ 1.000.- entregados en calidad de mutuo y que se
encuentra rebelde de devolver. En este paradigma se debe acreditar:

a) Si ha existido o no la entrega de la suma indicada;

74
b) Si la entrega de A a B se debió al cumplimiento de su obligación de
mutuante, o sea, si ha existido una entrega por virtud de un mutuo;

c) Ante qué contrato nos encontramos, y

d) En caso de haberse establecido lo anterior. Si B está o no obligado


a restituir la suma indicada.

Tanto las letras a) como b) son cuestiones de hecho e integran el


conflicto, debiendo acreditarse en el proceso. Las letras c) y d) son
cuestiones de derecho.

No obstante lo anterior, existe, sin embargo, una sola causal de


infracción de ley a través de la que la Corte Suprema puede entrar a
modificar los hechos del juicio. Ello ocurre cuando la ley infringida es de
aquellas denominadas "reguladoras de la prueba".

Como hemos señalado más arriba, habrá infracción a las normas


reguladoras de la prueba cuando se ha invertido el peso de la prueba,
cuando se ha rechazado un medio probatorio señalado en la ley, cuando
se admite un medio probatorio que la ley no acepta y cuando se altera
el valor probatorio que el legislador ha asignado a los diversos medios
de prueba.

C. No puede extenderse más allá de las peticiones de las partes

Otra limitación de la Corte Suprema en el conocimiento y fallo del


recurso dice relación con un aspecto formal. En efecto, la Corte
Suprema se encuentra circunscrita por el escrito de formalización del
recurso, o sea, conocerá de la infracción de la ley que se hubiera
reclamado en el referido escrito.

Es por ello que el art. 774 del CPC señala que "interpuesto el recurso,
no puede hacerse en él variación de ningún género".

Por consiguiente, aun cuando en el progreso del recurso se descubra


alguna nueva causa en que haya podido fundarse, la sentencia recaerá
únicamente sobre las alegadas en tiempo y forma.

ANÁLISIS JURISPRUDENCIAL

A. Sentencia pronunciada con infracción de ley

a) El recurso de casación en el fondo, procede por infracciones de ley,


tal como lo define el artículo 1º del Código Civil. En este sentido, se

75
equiparan a la ley, los decretos con fuerza de ley y los decretos leyes.
En cambio, infracciones a otras fuentes del derecho como la
jurisprudencia, la costumbre, máximas de derecho o la doctrina legal no
es sancionada en nuestra legislación con la casación

i) El recurso de casación en el fondo, procede por errores de derecho,


es decir, infracciones de ley, término este último que debe entenderse
como lo define el artículo 1º del Código Civil, y que son aquellas que en
su iniciativa, discusión, aprobación, promulgación y publicación se ha
dado cumplimiento a las normas que al respecto establece la
Constitución Política de la República. Se equiparan a la ley para fundar
una casación los decretos con fuerza de ley ya que la Constitución en su
artículo 32 Nº 3 faculta al Presidente de la República para dictarlos
previa delegación de facultades por el Congreso. La jurisprudencia de
nuestros tribunales ha aceptado también la procedencia de la casación
en casos de infracción de decretos leyes emanados de gobiernos de
facto, en un régimen de anormalidad constitucional. En cambio,
infracciones a otras fuentes del derecho como la jurisprudencia, la
costumbre, máximas de derecho o la doctrina legal no es sancionada en
nuestra legislación con la casación.

Corte Suprema, 30 de agosto de 2005, rol Nº 1031-2004, Segunda


Sala. Integraron la sala los Ministros Chaigneau del C., Enrique Cury U.,
Nibaldo Segura P., Jaime Rodríguez E. y el Abogado Integrante
Fernando Castro A. Redactó Fernando Castro. Cita online:
CL/JUR/6473/2005

ii) Como sustento para la invalidación de la sentencia se requiere el


quebrantamiento de una o más normas legales contenidas en la
decisión.

(...) prevé como único sustento del recurso de casación sustantiva, y


de la invalidación de la sentencia impugnada que será su efecto
consustancial, el quebrantamiento de una o más normas legales
contenidas en la decisión. Por eso, será necesario que, al interponer un
recurso de la especie, el recurrente cumpla con lo exigido por el primero
de los antedichos preceptos, esto es, expresar en qué consisten el o los
errores de derecho de que adolece la sentencia recurrida (considerando
7º, sentencia Corte Suprema).

Corte Suprema, 21/11/2011, rol Nº 9907-2012,

Cita online: CL/JUR/8811/2011

76
Fallos en el mismo sentido:

Corte Suprema, 6/05/2013, rol Nº 6136-2012,

Cita online: CL/JUR/970/2013

Corte Suprema, 5/08/2013, rol Nº 1675-2013,

Cita online: CL/JUR/1766/2013

Corte Suprema, 22/07/2013, rol Nº 1321-2012,

Cita online: CL/JUR/1595/2013

Corte Suprema, 9/10/2013, rol Nº 4777-2013,

Cita online: CL/JUR/2237/2013

Corte Suprema, 21/11/2013, rol Nº 3989-2013,

Cita online: CL/JUR/2725/2013

Corte Suprema, 5/01/2012, rol Nº 3791-2009,

Cita online: CL/JUR/306/2012

Corte Suprema, 13/01/2012, rol Nº 4007-2011,

Cita online: CL/JUR/99/2012

Corte Suprema, 17/01/2012, rol Nº 12282-2011,

Cita online: CL/JUR/3718/2012

Corte Suprema, 27/01/2012, rol Nº 7864-2009,

Cita online: CL/JUR/218/2012

Corte Suprema, 24/06/2011, rol Nº 1716-2009,

Cita online: CL/JUR/10447/2011

Corte Suprema, 20/06/2007, rol Nº 3130-2006,

Cita online: CL/JUR/5923/2007

77
iii) Se permite como único medio de sustento de la invalidación de la
sentencia censurada, el quebrantamiento de una o más normas legales
contenidas en la decisión. Por ello, es necesario que al interponer un
recurso de casación en el fondo, el recurrente exprese en qué consisten
el o los errores de derecho de que adolece la resolución requerida. Tanto
la doctrina como la jurisprudencia hacen consistir esos yerros en
aquéllos que pudieron originarse por haber otorgado los sentenciadores
un alcance diferente a una norma legal respecto del establecido por el
legislador, ya sea ampliando o restringiendo el mandato de sus
disposiciones, o por haber aplicado una ley a un caso no previsto en ella
o, por último, por haber dado aplicación a un precepto legal en una
situación ajena a la de su prescripción. Asimismo, quien interpone un
recurso de casación en el fondo, tiene la obligación de señalar en el
respectivo escrito el modo en que el o los errores de derecho que
denuncia han influido sustancialmente en lo dispositivo de la sentencia
que trata de invalidar. Por lo expuesto, si el recurrente ha formulado de
manera defectuosa los supuestos errores de derecho, limitándose a
enunciar la infracción al artículo 342 Nº 2 del Código de Procedimiento
Civil, pero sin el desarrollo fáctico y jurídico evidenciado en el análisis de
las respectivas motivaciones del fallo censurado, omitiendo los
presuntos yerros atribuidos en la aplicación e interpretación de la
norma, mismo defecto que se produce al momento de utilizar la
expresión "y siguientes" después de mencionar la cita de un artículo
específico, resulta claro que ha olvidado el carácter estricto del recurso
de casación, lo que determina su rechazo. En efecto, el recurso carece
de razonamientos concretos y precisos dirigidos a demostrar los errores
de derecho en que habrían incurrido los jueces, constriñendo su
exposición a planteamientos generales, los que, por su amplitud y falta
de precisión, adolecen de vaguedad y confusión, lo que no se condice
con la exigencia impuesta por el legislador (considerando 3º, sentencia
Corte Suprema).

Corte Suprema, 11/01/2011, rol Nº 3797-2009,

Cita online: CL/JUR/10422/2011

Fallos en el mismo sentido:

Corte Suprema, 26/10/2010, rol Nº 4994-2008,

Cita online: CL/JUR/8802/2010

Corte Suprema, 13/03/2007, rol Nº 3780-2005,

78
Cita online: CL/JUR/3484/2007

Corte Suprema, 14/11/2006, rol Nº 1561-2005,

Cita online: CL/JUR/5043/2006

Corte Suprema, 16/10/2006, rol Nº 291-2005,

Cita online: CL/JUR/5664/2006

Corte Suprema, 22/06/2006, rol Nº 2852-2005,

Cita online: CL/JUR/7230/2006

Corte Suprema, 25/04/2006, rol Nº 4400-2005,

Cita online: CL/JUR/7541/2006

b) La infracción a la ley del contrato, no es casable en el fondo

i) Cabe recordar que la fijación del alcance y sentido de las cláusulas


de un contrato concierne a un aspecto de hecho y no de derecho, en la
medida que los Jueces la establecen o deducen del mérito de la propia
convención y de los demás antecedentes reunidos en el proceso, motivo
por el que resulta ajena al control de la casación en el fondo. Así se ha
resuelto de un modo reiterado por este tribunal, razón que conduce a
desestimar los correlativos capítulos de impugnación desarrollados en el
recurso examinado.

Corte Suprema, 18 de abril de 2002, rol Nº 1978-2001. Pronunciado


por los Ministros señores Eleodoro Ortiz S., Enrique Tapia W., Jorge
Rodríguez A. (redactor), Orlando Álvarez H. y Domingo Kokisch M.
Cita online:
CL/JUR/3262/2002

En este sentido:

ii) Es posible sostener que el recurso de que se trata, colisiona,


indefectiblemente, con los hechos asentados en el fallo que se
cuestiona, como quiera que las presuntas infracciones de ley y los
supuestos errores de derecho denunciados únicamente pueden tener
cabida en la medida que se revise o, en su caso, se enmiende lo actuado
por la sentencia en revisión en materia de interpretación de contrato, lo
que contraría aquello que reiteradamente ha sostenido esta Corte, en
orden a que precisar la intención de las partes en los contratos es una

79
cuestión que corresponde en forma soberana a los jueces de la instancia
y que escapa, por ende, al control del Tribunal de Casación.

Corte Suprema, 22 de marzo de 2006, rol Nº 3781-2005. Pronunciada


por la Cuarta Sala de la Corte Suprema integrada por los Ministros
señores José Luis Pérez Z., Orlando Álvarez H., Urbano Marín V. y Jorge
Medina C. y el Abogado Integrante señor Roberto Jacob Ch. Cita online:
CL/JUR/1155/2006

Con más claridad:

iii) Las disposiciones que el recurso denuncia como infringidas son de


carácter sustantivo.

Además se mencionan principios como el de buena fe y la ley del


contrato. En relación con esto último debe precisarse que la "ley del
contrato" no constituye una disposición cuya presunta vulneración
autorice o habilite para presentar una casación de fondo. El artículo
1545 del Código Civil se encarga de establecer una suerte de metáfora o
ficción legal, en cuya virtud un contrato asume la fuerza de una ley para
las partes contratantes, pero ello no significa que se le eleva a la
categoría de norma de rango legal, susceptible, al estimarse violada, de
fundar un recurso como el aludido.

Las situaciones de hecho no pueden ser reprochadas mediante una


casación de fondo, cuya finalidad es invalidar una sentencia, en los
casos expresamente señalados por la ley, cuando se hayan dictado con
infracción de ley o error de derecho, pero sobre la base de los hechos tal
como los jueces de la instancia los establecieren.

Tampoco puede la Corte de casación establecer o fijar hechos.

Corte Suprema, 29 de noviembre de 2004, rol Nº 2773-2004.


Pronunciado por la Tercera Sala, integrada por los Ministros señores
Ricardo Gálvez (redactor), Domingo Yurac, Humberto Espejo, señorita
María Antonia Morales y señor Adalis Oyarzún. Cita online:
CL/JUR/1842/2004

Asimismo:

iv) Corte Suprema, 30 de enero de 1997, rol Nº C-34033-1995.


Pronunciado por los Ministros señores Marcos Aburto O., Efrén Araya V.,
Óscar Carrasco A. y Eleodoro Ortiz S. y el Abogado Integrante señor
Vivian Bullemore G. Cita online: CL/JUR/2381/1997

80
v) Corte Suprema, 8 junio de 2004, rol Nº 3504-2003. Pronunciado
por la Primera Sala de la Corte Suprema, por los Ministros señores
Hernán Álvarez G., Enrique Tapia W., y Domingo Kokisch M. y Abogados
Integrantes señores René Abeliuk M. y Óscar Carrasco A. Cita online:
CL/JUR/4766/2004

vi) Corte Suprema, 24 de mayo de 2005, rol Nº 22964. Integran la


sala los Ministros Efrén Araya V., Óscar Carrasco A., Eleodoro Ortiz S. y
los Abogados Integrantes señores Fernando Castro A. y Eugenio Velasco
L. Redactor: Eugenio Velasco Letelier. Cita online: CL/JUR/2130/1995

vi) Es un error conceptual pretender que los sentenciadores, al realizar


la labor de calificación de un contrato determinado, puedan incurrir en
vulneración de ley.

Se consagra, de esta manera, una suerte de ficción, en orden a que un


contrato, celebrado en forma legal, posee la obligatoriedad de una ley.
Pero como los contratos, por regla general, sólo producen efecto
respecto de las partes, puesto que sus efectos son relativos, es un error
conceptual pretender que los sentenciadores, al realizar la labor de
calificación de uno determinado, como ha ocurrido en la especie, puedan
incurrir en vulneración de ley, entendida según la concepción del artículo
1º del Código Civil y del modo exigido por el artículo 767 del Código de
Procedimiento Civil, y que permita fundar una casación, como se ha
propugnado en el presente caso (considerando 22º, sentencia Corte
Suprema).

Corte Suprema, 13/04/2004, rol Nº 394-2002,

Cita online: CL/JUR/4620/2004

c) En materia laboral se ha fallado que la infracción a la ley del


contrato, es susceptible de ser casada en el fondo

i) El recurso de autos, además de reclamar de la contravención de las


disposiciones legales que se mencionan, reprocha a la sentencia
impugnada una errónea aplicación de unas cláusulas de los contratos de
trabajo de los recurrentes.

Es dable formular un planteamiento de esa índole en un recurso de


casación en el fondo, desde el instante que éste debe basarse en los
errores de derecho de que adolezca la sentencia atacada y que hayan
influido sustancialmente en su parte dispositiva, puesto que esas
equivocaciones pueden cometerse no sólo al infringirse una ley formal

81
sino también al interpretar o aplicar indebidamente las cláusulas del
contrato de trabajo que vinculó a las partes del juicio, a lo que cabe
agregar que la relación laboral es resultado de un contrato de trabajo,
regulado por normas de orden público, sea que se haya celebrado
efectivamente entre un empleador y un trabajador, sea que su
existencia se presuma por una prestación de servicios ejecutada en
determinadas condiciones, de suerte que para impetrar la nulidad de un
fallo recaído en la aplicación de un contrato de trabajo, es lícito invocar
los errores en que puedan haber incurrido los sentenciadores al fijar el
alcance de una o más de sus cláusulas y la Corte de Casación está
autorizada para revisar por la vía de la casación la decisión adoptada en
la materia.

Corte Suprema. 26 de agosto de 2004, rol Nº 4269-2003. Pronunciada


por la Cuarta Sala de la Corte Suprema integrada por los Ministros
señores José Benquis C., José Luis Pérez Z., Orlando Álvarez H., Urbano
Marín V., y Jorge Medina C. Cita online: CL/JUR/4982/2004

Asimismo:

ii) Corte Suprema, 29 de abril de 2004, rol Nº 1480-2003.


Pronunciada por la Cuarta Sala de la Corte Suprema integrada por los
Ministros señores José Benquis C., José Luis Pérez Z., Orlando Álvarez
H., Urbano Marín V. y Jorge Medina C. Cita online: CL/JUR/3342/2004

iii) Corte Suprema, 27 de mayo de 2004, rol Nº 2804-2003.


Pronunciada por la Cuarta Sala de la Corte Suprema integrada por los
Ministros señores José Benquis C., José Luis Pérez Z., Orlando Álvarez
H., Urbano Marín V. y el Abogado Integrante señor Ricardo Peralta V.
Cita online: CL/JUR/4734/2004

iv) Corte Suprema, Cuarta Sala, 22 julio de 2004, rol Nº 2908-2003,


Ministros: José Luis Pérez Z., Orlando Álvarez H., Urbano Marín V. y los
Abogados Integrantes señores Juan Infante P. y Roberto Jacob Ch.
Cita online: CL/JUR/3540/2004

e) La infracción al texto testamentario no es casable en el fondo

i) Como se ha sostenido por este tribunal, la interpretación de un


testamento constituye una operación intelectual en que se ha de inquirir
y desentrañar la voluntad del testador. El resultado de este proceso
valorativo, a través de los diversos elementos de juicio, lo constituirán
las diversas conclusiones de hecho que deduzcan los jueces de la
instancia, las que generalmente escapan a la censura del tribunal de

82
casación. En consecuencia, la interpretación de las cláusulas
testamentarias y la determinación de la voluntad del testador son
cuestiones de hecho que quedan entregadas a la apreciación de los
jueces del mérito, de suerte tal que no pueden ser desvirtuadas tal
interpretación y determinación a través del recurso de casación en el
fondo.

Corte Suprema, 17 de noviembre de 2003, rol Nº 2086-2002.


Pronunciado por la Primera Sala de la Corte Suprema, por los Ministros
señores Hernán Álvarez G., Eleodoro Ortiz S., Enrique Tapia W., Jorge
Rodríguez A. (redactor) y Domingo Kokisch M.
Cita online: CL/JUR/2410/2003

f) La infracción a las normas reglamentarias, a la doctrina o a la


costumbre cuando la ley no se remite expresamente a ella, no son
casables en el fondo

i) El artículo 767 del señalado cuerpo legal precisa que tal recurso
tiene lugar contra sentencias pronunciadas con infracción de ley, de lo
que se desprende que quedan excluidas de la palabra ley y del recurso
de casación en el fondo, todas aquellas normas dictadas en uso de la
potestad reglamentaria de que está investido el Presidente de la
República y otras autoridades públicas de dictar reglamentos,
ordenanzas o simples decretos, a menos que alguna de esas normas se
hubiese dictado en uso de facultades delegadas del Poder Legislativo
dadas al Jefe máximo del Poder Ejecutivo. También quedan excluidas
del recurso de casación en el fondo, las infracciones a la doctrina, a la
costumbre cuando la ley no se refiere a ella y, en general, las normas
que no tienen la naturaleza jurídica de ley.

Corte Suprema. 15 de mayo de 2001, rol Nº 783-2000. Pronunciado


por los Ministros señores Domingo Yurac Soto; Franklin Geldres Aguilar;
Humberto Espejo Zúñiga; Jorge Rodríguez Ariztía y el Abogado
Integrante René Abeliuk Manasevic. Cita online: CL/JUR/3726/2001

En este mismo sentido:

ii) Siendo que el problema es estrictamente de derecho, pues los


hechos están claros y sobre ellos no hay discusión y todo se centra, en
el alcance que se ha de dar al artículo 12 del Reglamento de
Concesiones y Autorizaciones de Acuicultura, contenido en el decreto
Nº 290, esta Corte de Casación no puede intervenir en el presente
asunto porque tal como se plantea en el recurso y en el fallo, éste se
dilucida mediante la aplicación de una norma contenida en un

83
reglamento, el que no resulta susceptible de ser impugnado por esta
vía, que sólo puede ser utilizada cuando ha existido una vulneración de
ley, entendida ésta según el concepto entregado por el artículo 1º del
Código Civil y no de un texto de inferior rango, como lo es un decreto
reglamentario. Ello, según surge del artículo 767 del Código de
Procedimiento Civil y porque los preceptos legales estimados vulnerados
no lo han sido, por tratarse, como se dijo, de normas enunciativas
(considerandos 12º y 13º sentencia Corte Suprema).

Corte Suprema, 5 junio de 2003, rol Nº 4126-2001. Pronunciado por


los Ministros señores Ricardo Gálvez B., Domingo Yurac S., Humberto
Espejo Z (redactor), la Ministra señorita María Antonia Morales V. y el
señor Adalís Oyarzún M. Cita online: CL/JUR/1526/2003

iii) En conformidad con lo dispuesto en el artículo 767 del Código de


Procedimiento Civil, el recurso de casación en el fondo tiene lugar contra
las resoluciones que el mismo precepto indica, cuando se hayan
pronunciado con infracción de ley y esta infracción haya influido
sustancialmente en lo dispositivo de la sentencia. De esta manera, el
señalado artículo sólo limita las infracciones posibles de invocar a
aquellas que digan relación con un texto de ley y no con otro tipo de
normas jurídicas de inferior rango, como lo son los Reglamentos.

Corte Suprema, 29 de octubre de 2001, rol Nº 4414-2000.


Pronunciado por los Ministros señores Ricardo Gálvez B., Orlando
Álvarez H., Humberto Espejo Z. y los Abogados Integrantes señores
Manuel Daniel A. (redactor) y el Abogado Integrante Enrique Barros B.
Cita online: CL/JUR/811/2001

Asimismo:

iv) Corte Suprema, 4 de junio de 2002, rol Nº 3128-2001. Pronunciado


por los Ministros señores Ricardo Gálvez B., Orlando Álvarez H.
(redactor), Domingo Yurac S., Humberto Espejo Z., y el Abogado
Integrante señor Manuel Daniel A. Cita online: CL/JUR/1249/2002

v) Corte Suprema, 29 de abril de 2004, rol Nº 2732-2003.


Pronunciado por la Tercera Sala, integrada por los Ministros señores
Ricardo Gálvez (redactor); Domingo Yurac; Humberto Espejo; señorita
María Antonia Morales y señor Adalis Oyarzún. Cita online:
CL/JUR/4667/2004

h) La infracción a las normas de un decreto supremo, no es materia de


casación en el fondo

84
i) De conformidad al artículo 767 del Código de Procedimiento Civil,
para que tenga lugar el recurso de casación en el fondo, ha de invocarse
infracción de ley, entendida ésta en la acepción que contiene el artículo
1º del Código Civil, lo que excluye la infracción de normas jurídicas de
rango inferior, como lo son los Decretos Supremos, actos jurídicos
administrativos emanados del Presidente de la República a través del
Ministerio del ramo, que no tienen el carácter de ley.

Corte Suprema, 16 de mayo de 2002, rol Nº 424-2001. Pronunciado


por los Ministros señores Ricardo Gálvez B., Domingo Yurac S.
(redactor), Humberto Espejo Z., y señorita María Antonia Morales V. y el
Abogado Integrante señor Manuel Daniel A. Cita online:
CL/JUR/3355/2002

En este mismo sentido:

ii) Corte Suprema. 20 de enero de 1999, rol Nº 3604-1997. Integraron


la Sala los Ministros Sres. Hernán Álvarez G., Óscar Carrasco A., Marcos
Libedinsky T., José Benquis C. y Urbano Marín V. Cita online:
CL/JUR/1206/1999

i) La infracción en la aplicación de normas que influirían en la


aplicación de un acto administrativo no es casable en el fondo

i) El recurso de casación en el fondo se concede para invalidar


sentencias que han sido dictadas con infracción de ley, por lo que esta
Corte debe negar lugar a la nulidad solicitada por los errores
denunciados, pues incidirían en la aplicación de un acto administrativo
que no reviste el carácter de ley.

En cuanto al segundo error de derecho alegado, es preciso señalar que


las normas legales denunciadas se limitan a determinar la relación de
jerarquía que existe entre los diversos ordenamientos de planificación
urbana, los que, a su vez, son regulaciones administrativas o
municipales que carecen de jerarquía legal, de modo que su
interpretación y aplicación no puede dar lugar a una infracción de ley a
cuyo respecto proceda el recurso de casación en el fondo, según
establece el artículo 767 del Código de Procedimiento Civil.

Corte Suprema, 12 de septiembre de 2001, rol Nº 2269-1999.


Pronunciado por los Ministros señores Carlos Meneses Pizarro; Domingo
Yurac Soto; Enrique Barros Bourie; Fernando Castro Álamos y Humberto
Espejo Zúñiga. Cita online: CL/JUR/1593/2001

85
j) La infracción a los principios de la equidad no son casables en el
fondo

i) Tampoco resulta posible fundar una casación en una supuesta


vulneración del principio de equidad, como ha ocurrido en la especie. En
efecto, según el artículo 767 del Código de Procedimiento Civil, "El
recurso de casación en el fondo tiene lugar contra sentencias...siempre
que se hayan pronunciado con infracción de ley y...". Ello, en cuanto
interesa para resolver sobre este particular. Lo anterior debe entenderse
complementado por el artículo 772 del mismo cuerpo legal, de acuerdo
con el cual, el escrito en que se deduzca este medio de impugnación
jurídico-procesal debe "Expresar en qué consiste el o los errores de
derecho de que adolece la sentencia recurrida...". Acorde con lo
expuesto precedentemente, se puede resumir la doctrina contenida en
esta resolución en la idea de que únicamente se puede recurrir de
casación respecto de sentencias que se hayan pronunciado con error de
derecho o infracción de ley y las vulneradas deben ser normas legales
que decidan la cuestión que se ha ventilado en el proceso y no
disposiciones auxiliares, como es la que se ha invocado en el presente
caso. Además, no puede fundarse un recurso de esta especie, en una
supuesta vulneración de principios como el de la equidad.

Corte Suprema, 24 de diciembre de 2003, rol Nº 4700-2003.


Pronunciado por la Tercera Sala, integrada por los Ministros señor
Humberto Espejo (redactor); señorita María Antonia Morales, señor
Adalis Oyarzún y los Abogados Integrantes señores Manuel Daniel y José
Fernández. Cita online: CL/JUR/2447/2003

k) La infracción a una disposición establecida en una circular del SII,


no es casable en el fondo

i) Respecto de la mención de una circular del Servicio de Impuestos


Internos, de entre la normativa que se estima vulnerada por el
contribuyente, quien respecto de ello, manifestó que se había hecho
caso omiso por el sentenciador, cabe manifestar que su vulneración no
puede servir de base para un recurso de casación, pues éste sólo puede
enderezarse contra sentencias del tipo que señala el artículo 767 del
Código de Procedimiento Civil, esto es que se hayan dictado con
infracción de ley y no de normas administrativas que son de menor
rango, como lo es la circular traída a colación por el recurso.

Corte Suprema. 4 de octubre de 2001, rol Nº 3257-2000. Pronunciado


por los Ministros señores Ricardo Gálvez B., Orlando Álvarez H.,

86
Domingo Yurac S., Humberto Espejo Z. y el Abogado Integrante señor
Arnaldo Gorziglia B. (redactor). Cita online: CL/JUR/18/2001

l) La infracción a un principio general del derecho —como la buena fe—


, no es casable en el fondo

i) Sexto: Que el artículo 767 del Código de Procedimiento Civil exige,


para la procedencia del recurso de casación en el fondo, que haya
existido infracción de ley y que ésta influya sustancialmente en lo
dispositivo del fallo. Ahora bien, en la especie, en lo atinente al primer
requisito enunciado, aparece de manifiesto que el recurrente no ha
cimentado la acción de nulidad de la sentencia que se trata en una
"infracción de ley", sino que la ha hecho consistir en no haberse aplicado
por los Jueces de Fondo un principio general de derecho, como es el
denominado de la buena fe, el que en este caso particular, a juicio del
recurrente, debió imperar entre las partes en la etapa de negociaciones
y tratativas previas a la celebración de un contrato de transmisiones
televisivas; principio que se habría vulnerado por la parte recurrida al
inhibirse de continuar con las negociaciones, lo que generaría una
especie de responsabilidad de naturaleza pre contractual.

Séptimo: Que, como es sabido, el recurso de casación en el fondo es


de derecho estricto; de modo que, al exigir el artículo 767 que para su
procedencia debe existir una infracción de ley, se está refiriendo al
concepto y definición que de la palabra ley nos entrega el artículo 1º del
Código Civil, al expresar que es una "... declaración de la voluntad
soberana que, manifestada en la forma prescrita en la Constitución,
manda, prohíbe o permite"; y, es obligatorio entenderlo así, porque
también la ley ordena que cuando su sentido es claro, el tenor literal del
precepto no puede ser desatendido, a pretexto de consultar su espíritu.
De modo que, para los efectos de la interposición del recurso de
casación en el fondo no es posible asimilar en modo alguno la infracción
de una norma legal con la vulneración de un principio general del
derecho.

Octavo: Que por lo antes considerado, es posible afirmar que


invocándose la vulneración de un principio general del derecho, ésta no
constituye necesaria y propiamente una infracción de ley de la especie
de aquéllas que perentoriamente exige el artículo 767 del Código de
Procedimiento Civil como requisito de procedencia del recurso de
casación en el fondo. De este modo, el que se ha deducido en esa forma
en esta causa, es decir, sin cumplir con la aludida exigencia legal, habrá
de ser desestimado; haciéndose inoficioso analizar si la transgresión

87
denunciada influye sustancialmente en lo dispositivo de la sentencia que
se ataca por el recurso.

Corte Suprema, 12 de julio de 2004, rol Nº 2622-2000, Primera Sala,


Ministros: Jorge Rodríguez A., Domingo Kokisch M., Jaime Rodríguez E.
y los Abogados Integrantes señores Fernando Castro A. y Roberto Jacob
Ch. Redacción a cargo del Abogado Integrante señor Jacob. Cita online:
CL/JUR/3504/2004

ll) En materia laboral, se ha considerado que la infracción a los


principios generales de dicha legislación son casables en el fondo

i) Esta Corte Suprema entiende que la modificación legislativa


contenida en la ley Nº 19.374, que entre otras disposiciones afectó las
que reglamentan el recurso de casación en el fondo, específicamente el
artículo 772 del Código de Procedimiento Civil, incorporando el concepto
de error de derecho, en reemplazo de infracción de ley, no obstante que
mantiene esta última terminología en los artículos 767 y 785 del citado
cuerpo legal, amplió la causal del recurso de casación en el fondo en
resguardo de todos los preceptos de carácter legal, entre los cuales
deben incluirse los principios generales de la legislación, que se
desprenden de la misma ley, ya por mención expresa, como en el caso
del inciso segundo del artículo 2º del Código del Trabajo, como aquellos
que emanan del conjunto de sus normas, todos los cuales tienen por
objeto dar mayor estabilidad y certidumbre a las relaciones particulares
(considerando 3º).

Los magistrados de la instancia han incurrido en error de derecho, al


determinar el carácter legal del instrumento colectivo, infringiendo con
ello" a) La ley del contrato establecida en el artículo 1545 del Código
Civil; b) Las normas sobre gratificaciones contempladas en los artículos
47 y 50 del Código del Trabajo; c) Las normas sobre interpretación de
los contratos de los artículos 1560 y 1564 inciso 3º del citado Código
Civil, y d) El principio general de la legislación laboral, primacía de la
realidad.

En efecto, en la especie se cumplió lo pactado por las partes en el


instrumento colectivo, lo que correspondía claramente a una
gratificación anual convencional acordada en forma anticipada, por la
que el empleador optó expresamente; hecho que le exime del pago de
la gratificación dispuesta por el legislador de modo general en el artículo
47 antes citado, lo que debió llevar a los jueces del fondo a otorgar
dicho carácter legal a la cláusula contractual pertinente, aplicando las

88
normas que de dicha conclusión se desprenden, lo que no hicieron,
incurriendo con ello en los errores de derecho denunciados.

Igualmente se produce este error si se considera que las partes


cumplieron el contrato colectivo del modo pactado, lo que conforme al
principio general de la legislación laboral de la realidad, como de
acuerdo a las reglas de interpretación de los contratos, especialmente
conforme a su aplicación práctica, debió determinar a los sentenciadores
a otorgar el correcto alcance a la convención colectiva, lo que no ocurrió
(considerando 20º).

Los errores de derecho expresados influyen substancialmente en lo


dispositivo del fallo, desde el momento que la equivocada determinación
del carácter legal del contrato en relación con el artículo 47, debiendo
serlo respecto del artículo 50, ambos del Código Laboral, llevó a acoger
una pretensión improcedente y que, por lo mismo, debió ser
desestimada (considerando 21º).

La sentencia impugnada al incurrir en error de derecho, con influencia


substancial en lo dispositivo de lo resuelto, conduce a acoger el recurso
de casación en el fondo interpuesto y a la invalidación del fallo
impugnado (considerando 22º).

La falta de referencia específica de algún precepto legal infringido por


los jueces del fondo, no constituye obstáculo para acoger el recurso, si
quien impugna la decisión señala en qué consisten los errores de
derecho y la forma como ellos influyen substancialmente en lo
dispositivo del fallo, lo que se cumplió cabalmente por el recurrente
(considerando 23º).

Corte Suprema, 25 de septiembre de 1997, rol Nº 2667-1996.


Pronunciado por los Ministros señores Hernán Álvarez G., Mario Garrido
M., Marcos Libedinsky T. y los Abogados Integrantes señores Jorge
Rodríguez A. y José Bernales P. Cita online: CL/JUR/1656/1997

m) Son inadmisibles aquellos recursos de casación en el fondo que


plantean infracciones diversas

Resultan inadmisibles aquellos recursos de casación en el fondo que


plantean infracciones diversas, pero unas en subsidio de las otras,
porque al precederse de esta manera no se respeta el carácter de
recurso de derecho estricto que posee la casación en el fondo y que
exige que las infracciones legales que se atribuyen al fallo recurrido se
planteen franca y derechamente y no en forma dubitativa, contradictoria

89
o subsidiaria. Dicho de otro modo, en el recurso de casación en el fondo
deben señalarse en forma concreta y directa los errores de derecho en
que se estima han incurrido los jueces del fondo al dictar la resolución
judicial impugnada. Esto implica que el recurrente debe optar por una
sola línea de argumentos jurídicos y mantenerla en el razonamiento que
efectúa en su recurso, pues no pueden plantearse los errores de
derecho en forma contradictoria (considerando 10º, sentencia Corte
Suprema).

Corte Suprema, 25/06/2007, rol Nº 1468-2005,

Cita online: CL/JUR/3549/2007

Fallos en el mismo sentido:

Corte Suprema, 27/08/2009, rol Nº 781-2008,

Cita online: CL/JUR/495/2009

Corte Suprema, 12/09/2007, rol Nº 5232-2006,

Cita online: CL/JUR/4813/2007

B. Naturaleza de la ley infringida

a) La infracción de ley que se impugna por medio del recurso de


casación en el fondo es el error de derecho

i) En cuanto a la interpretación y precisión del concepto de error de


derecho (como antítesis del error in procedendo) y de la correcta
interpretación de los textos de los artículos 767 y 772 del Código de
Procedimiento Civil, en cuanto a la expresión "infracción de ley" y "error
de derecho", la Corte Suprema ha señalado: "Sexto: Que, por otra
parte, de la historia fidedigna del establecimiento de la modificación
introducida al artículo 772 del Código de Procedimiento Civil, por la ley
Nº 19.374 de 1995, se dispuso que en el escrito que se interpone el
recurso de casación en el fondo debe expresarse en qué consiste el o los
errores de derecho de que adolece la sentencia recurrida,
constituyéndose, en concepto del legislador, en la innovación más
importantes, puesto que no se obliga a hacer mención expresa y
determinada de la ley o leyes que se suponen infringidas, pero se limita
a precisar que lo anterior se produce como reacción a muchas
declaraciones de inadmisibilidad, bastando ahora con precisar en qué
consisten el error o los errores de derecho que adolece la sentencia

90
recurrida (Diario de Sesiones de la Cámara de Diputados, sesión 4ª,
martes 7 de junio de 1994, p. 371). Esta modificación legislativa no
altera lo dispuesto en el artículo 767 del Código citado, el cual dispone
que el recurso de casación en el fondo tiene lugar contra las sentencias
que indica, siempre que se hayan pronunciado con infracción de ley, con
lo cual la competencia de la Corte Suprema, al conocer de un recurso de
casación en el fondo, no se ha alterado. Es así como, en la misma
historia fidedigna del establecimiento de la modificación al aludido
artículo 772, se deja constancia que una senadora presentó indicación
para que no fuera alterado su texto, pues en la práctica no se han
planteado problemas de interpretación en lo que comprende la noción
de infracción de ley, con lo que se evitarían futuras dificultades respecto
de la inteligencia de error de derecho. Sin embargo, el senador
informante respondió: la nueva proposición de la señora Senadora que
me precedió en el uso de la palabra es totalmente contradictoria con el
espíritu de la reforma propuesta por la comisión. Porque la exigencia de
hacer mención expresa y determinada de la ley o leyes que se suponen
infringidas es precisamente la que ha dificultado la interposición del
recurso de casación en el fondo, ya que, en la práctica, ha bastado la
omisión de una ley para que se lo declare inadmisible. El artículo 772 se
refiere a los requisitos de forma. Por eso, hablamos de error de derecho,
el cual justifica el recurso de casación en el fondo. Y debemos
distinguirlo del error de procedimiento. Uno es error in procedendo y
otro el error in indicando. Y este último puede tener tres fundamentos:
la aplicación de una ley que no corresponde; la no aplicación de una
normativa que debió aplicarse; y, por último, una interpretación o
extensión de la ley distintas de las que le ha dado el fallo. En esto
consiste el error de derecho, y así lo reconocen todos los tratadistas de
Derecho Procesal. (...) Por su parte, al proponerse en el punto 2)
Expresar en qué consiste el o los errores de derecho de que adolece la
sentencia recurrida, dejamos constancia y es bueno que así quede para
la debida historia de la ley de que ellos pueden consistir en aplicar una
ley que no corresponde, en dejar de aplicar la que corresponde o en
aplicar una ley con una extensión o interpretación distinta. (...) Con lo
expuesto queda en claro que el Senado, al igual que la Cámara de
Diputados, entendió la modificación al artículo 772 del Código de
Procedimiento Civil, como una desformalización en la interposición de
casación en el fondo, pero no varió la causal del recurso, en el cual es
posible expresar en lo que consisten las infracciones de ley, pero no
estar obligado, bajo sanción de inadmisibilidad de la impugnación, de
señalar todas y cada una de las normas legales que se estiman
vulneradas, bastando con expresar en qué consiste el incorrecto análisis
y aplicación de las normas legales por los sentenciadores" (considerando
6º del Fallo de la Corte Suprema).

91
Corte Suprema, 14 de noviembre de 2007, rol Nº 1113-2006, Primera
Sala. Integraron la Sala los Ministros Sres. Milton Juica A., Sergio Muñoz
G., señora Margarita Herreros M. y el señor Carlos Künsemüller L. y el
Abogado Integrante Sr. Arnaldo Gorziglia B. Redactó el fallo el Ministro
Sr. Sergio Muñoz G. Cita online: CL/JUR/4862/2007

b) Se rechaza recurso de casación en el fondo que invoca error in


procedendo

i) El artículo 772 se refiere a los requisitos de forma. Por eso,


hablamos de error de derecho, el cual justifica el recurso de casación en
el fondo. Y debemos distinguirlo del error de procedimiento. Uno es
error in procedendo y otro el error in indicando. Y este último puede
tener tres fundamentos: la aplicación de una ley que no corresponde; la
no aplicación de una normativa que debió aplicarse; y, por último, una
interpretación o extensión de la ley distintas de las que le ha dado el
fallo. En esto consiste el error de derecho, y así lo reconocen todos los
tratadistas de Derecho Procesal.

Corte Suprema, Primera Sala, 14 de noviembre de 2007, rol Nº 1113-


2006. Ministros: Milton Juica A., Sergio Muñoz G., señora Margarita
Herreros M., y señor Carlos Künsemüller L. y Abogado Integrante señor
Arnaldo Gorziglia B. Redactor: Sergio Muñoz G.
Cita online: CL/JUR/4862/2007

c) Se rechaza recurso que invoca infracción a una norma


de ordenatoria litis

i) El recurso de casación en el fondo procede en contra de errores de


derecho consistentes en una equivocada aplicación, interpretación o
falta de aplicación de aquellas normas destinadas a decidir la cuestión
controvertida, y no en contra de infracciones contra normasordenatoria
litis, como lo es aquella que enuncia el contenido de las sentencia.

Corte Suprema, 22 de junio de 2006, rol Nº 2852-2005, Tercera Sala.


Ministros: Ricardo Gálvez, Milton Juica, señorita María Antonia Morales y
señor Adalís Oyarzún; y el Abogado Integrante señor Arnaldo Gorziglia.
Cita online: CL/JUR/7230/2006

Asimismo:

ii) Corte Suprema, 31 de marzo de 1992. Ministros: Servando Jordán


López, Osvaldo Faúndez Vallejos, Efrén Araya Vergara y los Abogados

92
Integrantes señores Eugenio Valenzuela Somarriva y Fernando Castro
Álamos. Redactor: Fernando Castro. Cita online: CL/JUR/1035/1992

d) Se rechaza recurso de casación en el fondo que alega vicio de


casación en la forma

i) Que si la ley ha conceptuado propio considerar determinadas


infracciones legales como causas peculiares de casación en la forma,
diferenciándolas de las demás transgresiones que dan lugar a la
casación en el fondo, es fuerza entender que aquellos vicios no pueden
invocarse para recurrir de casación en el fondo (Considerando Quinto,
Corte Suprema).

Corte Suprema, 26 de enero de 1989, rol Nº 17660. Integran la sala


los Ministros Israel Bórquez, Víctor M. Rivas, Marcos Aburto, Abraham
Meersohn y Enrique Urrutia. Redactor: Abraham Meersohn. Cita online:
CL/JUR/286/1989

En el mismo sentido:

ii) Lo que se reprocha al fallo en esta parte, según los términos del
recurso, es que los tribunales del fondo, en momento alguno
analizaron el contenido de esta acción, vicio que, de existir, seria causal
de casación formal, de acuerdo con lo previsto en el artículo 768 Nº 5º
en relación con el Nº 4º del artículo 170, ambas disposiciones del Código
de Procedimiento Civil, recurso que no se interpuso, no pudiendo
sustentar la misma supuesta anomalía un recurso como el de casación
en el fondo que tiene por objeto corregir los errores de derecho
cometidos en las sentencias que indica el artículo 767 del mismo Código,
que hayan influido sustancialmente en lo dispositivo del fallo. La
impugnación consiste en no contener el análisis de una de las acciones
que, en definitiva, se rechaza, importa alegar un vicio formal, lo que
debe hacerse por la vía correspondiente y no mediante el recurso de
nulidad de fondo.

Corte Suprema, 11 de abril de 2001, rol Nº 28-2000. Pronunciado por


los Ministros Señores Enrique Tapia Witting; Jorge Rodríguez Ariztía;
José Fernández Richard; René Abeliuk Manasevic y Servando Jordán
López. Cita online: CL/JUR/2187/2001

A mayor abundamiento:

iii) Corte Suprema, 29 de agosto de 2001, rol Nº 3330-2000.


Ministros: Ricardo Gálvez B., Humberto Espejo Z., Jorge Medina C. y los

93
Abogados Integrantes señores Enrique Barros B. y Arnaldo Gorziglia B.
Redacción a cargo del Ministro señor Espejo. Cita online:
CL/JUR/1580/2001

iv) Corte Suprema, 5 de diciembre de 2002, rol Nº C-2258-2002,


Pronunciado por los Ministros señores José Benquis Camhi, Orlando
Álvarez Hernández, Urbano Marín Vallejo, Jorge Medina Cuevas, y el
Abogado Integrante señor Manuel Daniel Argandoña. Cita online:
CL/JUR/4354/2002

v) Corte Suprema, 29 de abril de 2004, rol Nº C-1895-2003,


Pronunciada por la Cuarta Sala de la Corte Suprema integrada por los
Ministros señores José Benquis C., José Luis Pérez Z., Orlando Álvarez
H., Urbano Marín V. y Jorge Medina C. Cita online: CL/JUR/3338/2004

vi) Corte Suprema, 21 de septiembre de 2005, rol Nº 5334-2004,


Primera sala. Integraron la sala los Ministros Enrique Tapia W., Jorge
Rodríguez A., Domingo Kokisch. M., los Abogados Integrantes René
Abeliuk M. y Óscar Carrasco A. Cita online: CL/JUR/3038/2005

e) Se rechaza recurso de casación en el fondo que alega Nulidad


de Derecho Público, en razón de que se necesita juicio declarativo
previo que se pronuncie al efecto

i) Mediante el recurso de nulidad de fondo se denuncia la infracción de


los artículos 64 de la ley Nº 19.300, 6 y 7 de la Constitución Política de
la República y 2º de la ley Nº 18.575. El fundamento de esta
casación consiste en que la sentencia impugnada confirma la de primer
grado, en cuanto ésta rechazó la petición de la demandante de declarar
la nulidad de la resolución del Servicio de Salud, estimando que dicho
organismo es competente para dictarla. Se aclara que si bien las normas
que se denuncian como infringidas dicen relación con la competencia de
un servicio público para dictar una resolución como la que motivó la
presentación del reclamo, tal incompetencia no es materia de un recurso
de casación formal sino de fondo, por tratarse de la declaración de una
nulidad de Derecho Público, fundado en la incompetencia de un órgano
que dictó una resolución para la cual no estaba facultado. Basta lo
brevemente expuesto para que se pueda concluir, por la unanimidad de
sus integrantes, que la casación de fondo deducida adolece de notoria
falta de fundamento. En efecto, la nulidad de Derecho Público que se
alega es una materia que no puede ser planteada en el presente
procedimiento ni puede, por lo mismo, el rechazo de declararla, ser
fundamento del presente medio de impugnación, ya que la vía natural
para ello es un juicio declarativo, separado del presente e incoado con

94
ese preciso objeto, esto es, ella ha de ser planteada como una acción y
no del modo como se ha presentado en autos. Por lo demás, la
incompetencia que pretende, aun cuando se la presente bajo la forma
de una supuesta nulidad de Derecho Público, es una cuestión que debe
ser planteada mediante un recurso de casación en la forma, pues para
ello existe una causal expresa, contenida en el número 1º del artículo
768 del Código de Procedimiento Civil, no existiendo modo de
substraerse de lo que allí se prescribe.

Corte Suprema, 25 de marzo de 2004, rol Nº C-1284-2003,


Pronunciado por la Tercera Sala, integrada por los Ministros señores
Ricardo Gálvez; Humberto Espejo; señorita María Antonia Morales, señor
Adalis Oyarzún y el Abogado Integrante señor Manuel Daniel. Redacción
a cargo del Ministro señor Espejo. Cita online: CL/JUR/4555/2004

f) rechaza recurso que invoca infracción de las normas de


la litispendencia

i) El recurrente desarrolla su presentación sobre la base de estimar


quebrantada una norma de naturaleza adjetiva (litispendencia por
identidad), la que por lo mismo, no admite revisión por medio de una
nulidad sustantiva como es la intentada en este sentido, apartándose así
de los objetivos del presente recurso, cuales son, fijar el recto sentido y
alcance de las leyes de fondo que han decidido un conflicto.

Corte Suprema, 12 de octubre de 2006, rol Nº 2876-2005, Cuarta


Sala. Ministros: Ministros señores Marcos Libedinsky T., Orlando Álvarez
H., Urbano Marín V. y Jorge Medina C. y el Abogado Integrante señor
Roberto Jacob Ch. Cita online: CL/JUR/8255/2006

A contrario sensu:

i) Es evidente el error de derecho que afecta al fallo recurrido. En


efecto, en el pleito anterior se dedujo la acción de petición de herencia
por haberse preterido en la sucesión de don Francisco Rupayán
Montalba y doña María Marrián Huaitro a las cedentes de los derechos
hereditarios que adquirió la señora Navarrete, acción que fue rechazada
por haber prescrito. En el actual proceso se han deducido las acciones
de nulidad de la inscripción de dominio de la demandada y de
reivindicación para que se incorpore una porción de terreno a la
herencia dejada por don Francisco Rupayán Gualacán. Lo anterior
significa que no existe identidad de la cosa pedida ni de la causa de
pedir entre los procesos, requisitos indispensables para que se pueda
acoger la excepción de cosa juzgada (considerandos 3º y 4º).

95
Al admitirse dicha excepción se ha infringido, en consecuencia, el
artículo 177 Nºs. 2 y 3 del Código de Procedimiento Civil, con influencia
sustancial en lo dispositivo del fallo, pues de acuerdo con ese precepto
debió rechazarse tal excepción. Por eso, corresponde hacer lugar al
recurso de casación en el fondo interpuesto (considerando 5º).

Corte Suprema. 3 de junio de 1998, rol Nº 568-1997. Pronunciada por


los Ministros señores Óscar Carrasco A., Eleodoro Ortiz S., Enrique Tapia
W., Jorge Rodríguez A. y el Abogado Integrante señor Arturo Montes
R. Redactada por el Abogado Integrante señor Arturo Montes Rodríguez.
Cita online: CL/JUR/1705/1998

g) Se rechaza recurso que invoca vulneraciones a las normas relativas


a la incompetencia del tribunal y la cosa juzgada

i) El recurrente denuncia la vulneración de los artículos 304, 305 y 310


del Código de Procedimiento Civil y 134 del Código Orgánico de
Tribunales, por haberse desestimado sus excepciones de cosa juzgada y
de incompetencia del tribunal. En cuanto a la primera, expresa que por
los mismos hechos fue demandado ante el Juzgado del Crimen de Los
Vilos y esa demanda fue rechazada; y en cuanto a la incompetencia del
tribunal, expresa que jamás tuvo domicilio en Illapel y debió ser
demandado en un Tribunal de otra jurisdicción.

De lo expuesto en el fundamento precedente, aparece que los


supuestos vicios que contendría la sentencia atacada, en caso de existir,
podrían constituir vicios de carácter formal, que no admiten revisión por
medio de un recurso de naturaleza estricta como el de que se trata.

Corte Suprema, 6 de diciembre de 2005, rol Nº 4063-2004.


Pronunciado por la Cuarta Sala de la Corte Suprema, integrada por los
Ministros señores José Luis Pérez Z., Orlando Álvarez H., Domingo Yurac
S. y los Abogados Integrantes señores Juan Infante P. y Ricardo Peralta
V. Cita online:
CL/JUR/3220/2005

Asimismo:

ii) Corte Suprema, 8 de abril de 2002, rol Nº 2936-2001. Ministros:


Eleodoro Ortiz Sepúlveda; Enrique Cury Urzúa; Enrique Tapia Witting;
Jorge Rodríguez Ariztía; René Abeliuk Manasevic. Cita online:
CL/JUR/1140/2002

96
iii) Corte Suprema, 29 de abril de 2004, rol Nº 1895-2003.
Pronunciada por la Cuarta Sala de la Corte Suprema integrada por los
Ministros señores José Benquis C., José Luis Pérez Z., Orlando Álvarez
H., Urbano Marín V. y Jorge Medina C. Cita online: CL/JUR/3338/2004

iv) Corte Suprema, 5 de agosto de 2004, rol Nº 1212-2003, Primera


Sala. Ministros: Hernán Álvarez G., Eleodoro Ortiz S., Enrique Tapia
W., Jorge Rodríguez A. y Domingo Kokisch M. Redacción a cargo del
Ministro señor Ortiz. Cita online: CL/JUR/4910/2004

A contrario sensu:

i) 6º. Que de lo dicho, entonces, resulta que la sentencia ha incurrido


en un error de derecho al declarar que la contienda de autos debe ser
conocida por la judicatura que establece el Código del Trabajo, en
circunstancias que no se rige por esa ley especial, error que resulta
bastante para anularla.

Por estas consideraciones, y de conformidad con lo dispuesto en los


artículos 764, 767 y 785 del Código de Procedimiento Civil, se acoge el
recurso de casación en el fondo.

Corte Suprema, 30 de enero de 1997, rol Nº 25053. Integran la sala


los Ministros señores Marcos Aburto, Efrén Araya y Eleodoro Ortiz y los
Abogados Integrantes señores Arturo Montes y Álvaro Rencoret.
Cita online: CL/JUR/969/1997

En el mismo sentido:

ii) El fallo impugnado ha vulnerado la disposición contenida en los


artículos 184 y 420 letra f) del Código del Trabajo, desde que conforme
a tales normas, son los Juzgados del Trabajo los llamados a conocer y
fallar las causas en que se deduce una acción que tiene por fundamento
el deber de protección y seguridad impuesto por el legislador al
empleador, deber que se encuentra consagrado por la ley y que
constituye un elemento esencial de los contratos de trabajo.

De esta manera, no cabe sino la invalidación del fallo impugnado por


cuanto se cometió en su dictación el error de derecho analizado y, por
ende, la infracción de ley denunciada por los demandantes, la que ha
influido sustancialmente en lo dispositivo del fallo, desde que motivó la
aceptación de la excepción de incompetencia, alegada por la
demandada, y la subsecuente omisión de la resolución del asunto
controvertido.

97
Corte Suprema, 14 de julio de 2000, rol Nº 2872-1999. Integran la
sala del tribunal Mario Garrido M., Marcos Libedinsky T., José Benquis
C., Urbano Marín V. y Abogado Integrante señor Juan Infante
P. Cita online: CL/JUR/3682/2000

h) Se rechaza recurso que invoca la infracción a las normas de tachas


de testigos

i) Que de acuerdo con lo que esta Corte de Casación ha fallado


permanentemente sobre la materia, las consideraciones y decisiones
contenidas en la sentencia impugnada en cuanto a la formulación de
tachas no atañe a lo decisorio del pleito y por consiguiente las normas
que se dan por vulneradas no son de carácter decisorio-litis, siendo una
materia incidental y por tanto de carácter accesorio. En consecuencia no
pueden ser atacadas mediante el recurso de casación en el fondo y
siendo así cabe desestimar el recurso en esta parte.

Corte Suprema, 17 de marzo de 1993, rol no consignado. Ministro:


Marcos Aburto Ochoa (redactor). Cita online: CL/JUR/1017/1993

En este mismo sentido:

ii) La interposición de las tachas importa la formulación de un


incidente, que atendida su naturaleza, es resuelto por una decisión que
no es sentencia definitiva ni tampoco una sentencia interlocutora que
ponga término al juicio o haga imposible su continuación, por lo cual no
es susceptible de ser atacada mediante un recurso de casación,
conforme al artículo 766 del Código de Procedimiento Civil.

Corte Suprema, 29 de agosto de 1994, rol Nº 19317-1994. Integraron


la sala los Ministros Garrido Montt, Mario; Correa Bulo, Luis; Bañados,
Adolfo (redactor) y Verdugo Marinkovic, Mario (Abogado Integrante).
Cita online: CL/JUR/2314/1994

Asimismo:

iii) Corte Suprema, 30 de enero de 1997, rol Nº C-32670-1995.


Pronunciado por los Ministros señores Marcos Aburto O., Efrén Araya V.
y Óscar Carrasco A. y los Abogados Integrantes señores Germán Vidal
D. y José Fernández R. Cita online: CL/JUR/2379/1997

i) Se rechaza casación en el fondo que invoca como error de derecho,


no haberse pronunciado respecto de una impugnación de documentos

98
i) El error que se denuncia como primer capítulo de casación en el
fondo, (no haberse pronunciado sobre una impugnación de documentos)
constituye expresamente una causal de nulidad formal, vía por la que se
debió haber alegado, no siendo admisible que se lo haga por la
presente, dado que la casación es concedida, según el artículo 764 del
Código del ramo, para invalidar una sentencia en los casos
expresamente señalados por la ley, y si en el presente caso se indicó
una vía precisa y concluyente, ella excluye la presente.

Corte Suprema, 27 de marzo de 2001, rol Nº 2833-2000. Pronunciado


por los Ministros señores Domingo Yurac Soto; Humberto Espejo
Zúñiga; Manuel Daniel Argandoña; Osvaldo Faúndez Vallejos y Ricardo
Gálvez Blanco. Cita online: CL/JUR/2112/2001

En el mismo sentido:

ii) El recurso ataca aquella parte de la resolución que no tiene el


carácter de sentencia definitiva o interlocutoria que ponga término al
juicio o haga imposible su continuación. En efecto, el rechazo de una
objeción documental no constituye una decisión que tenga las
características que exige la ley para hacer procedente la casación de que
se trata, no pudiendo por ello acogerse a tramitación.

Corte Suprema, 11 de abril de 2001, rol Nº 4682-2000. Integraron la


sala los Ministros Servando Jordán L., Eleodoro Ortiz S., Jorge Rodríguez
A., los Abogados Integrantes José Fernández R., y René Abeliuk M.
Cita online: CL/JUR/3620/2001

j) Se rechaza recurso que invoca la falta de requisitos de la sentencia


impugnada

i) Noveno: Que aparece del escrito en que se contiene el recurso, que


éste pretende alterar los hechos establecidos soberanamente por los
Jueces de Fondo, sin denunciar quebrantamiento alguno de normas
reguladoras de la prueba, razón por la cual tales hechos resultan
inamovibles, lo que conduce al rechazo del presente recurso.

Décimo: Que, finalmente, en relación a que el fallo impugnado


adolecería de consideraciones de derecho que sirvan de fundamento a la
sentencia, sólo cabe expresar que aun de ser ello efectivo, podría
constituir un vicio de naturaleza formal, que no es susceptible de
plantearse a través de un recurso de derecho estricto, como el de que
se trata.

99
Undécimo: Que por lo razonado se concluye que el recurso en análisis
adolece de manifiesta falta de fundamento, lo que determina su rechazo
en esta etapa de tramitación.

Corte Suprema, Cuarta Sala, 30 de junio de 2004, rol Nº 4167-2003,


Ministros: José Benquis C., José Luis Pérez Z., Orlando Álvarez H.,
Urbano Marín V. y el Abogado Integrante señor Juan Infante
P. Cita online: CL/JUR/4812/2004

En este sentido:

ii) El no exponer toda la prueba rendida en la sentencia definitiva, no


es una infracción saneable por medio del recurso de casación en el
fondo, puesto que se considera una norma de ordenatoria litis al no
afectar lo dispositivo del fallo. Así ha señalado la Corte Suprema, al
establecer que "la sentencia debió dar cumplimiento a lo dispuesto en el
artículo 458 del Código del Trabajo, en cuanto esta norma ordena
efectuar el análisis de toda la prueba rendida y de la lectura del fallo
éste no la analiza y omite referirse a ella. 6º: Que las argumentaciones
efectuadas por el recurrente se encuentran basadas solamente en la
infracción de normas reguladoras de la prueba, esto es, en definitiva en
normas adjetivas, es decir, referidas a la ponderación que se debe hacer
de las que se agreguen para resolver el asunto debatido pero en modo
alguno son las que deciden el pleito, puesto que para ello se requiere de
la aplicación de normas sustantivas, que, como se advierte del recurso
formulado no se denuncian como vulnerados, por lo que el recurso no
puede prosperar" (considerandos 5º y 6º del Fallo de la Corte
Suprema).

Corte Suprema, 18 de abril de 2006, rol Nº 4938-2005, Cuarta Sala.


Integraron la Sala los Ministros Sres. José Luis Pérez Z., Urbano Marín
V., Jorge Medina C. y los Abogados Integrantes señores Ricardo Peralta
V. y Patricio Valdes A. Cita online: CL/JUR/7513/2006

Asimismo:

iii) Corte Suprema, 30 de diciembre de 2000, rol Nº 3406-2000.


Integran el tribunal Mario Garrido M., Marcos Libedinsky T. y José Luis
Pérez Z. y los Abogados Integrantes señores Manuel Daniel A. y Patricio
Novoa F. Redactor: Patricio Novoa. Cita online: CL/JUR/4426/2000

k) Se rechaza casación en el fondo que invoca vulneración a las


normas de interpretación de la ley, por no ser de decisoria litis

100
i) Que la violación de los artículos 19 y 22 del Código Civil, no puede
servir de base a un recurso de casación en el fondo, atendido que dichas
reglas sólo constituyen principios o normas generales destinados a
orientar la labor del Tribunal en su función específica de averiguar y fijar
el recto y genuino sentido de la ley, por lo que su infracción no puede
influir sustancialmente en lo dispositivo del fallo toda vez que no tienen
el carácter de decisoria litis (considerando segundo, Corte Suprema).

Corte Suprema, 12 de mayo de 1992. Integraron la Sala los Ministros


Arnaldo Toro Leiva, Efrén Araya Vergara, Marco A. Perales Martínez y los
Abogados Integrantes señores Alejandro Silva Bascuñán y Patricio
Mardones Villarroel. Redactó el Abogado Integrante señor Patricio
Mardones V.
Cita online: CL/JUR/809/1992

En el mismo sentido:

ii) Corte Suprema, 27 de mayo de 1992. Integraron la Sala los


Ministros Marcos Aburto Ochoa, Enrique Zurita Camps, Servando Jordan
López y los Abogados Integrantes señores Fernando Fueyo Laneri y Juan
E. Infante Phillipi. Redactó el ministro Enrique Zurita Camps. Cita online:
CL/JUR/819/1992

A contrario sensu se ha fallado:

i) Que si bien son normas decisorias de la litis las contempladas en los


artículos 19 a 24 del Código Civil, relativas a la interpretación de las
leyes, y las contenidas en los artículos 1560 a 1566 del mismo Código,
sobre interpretación de los contratos; el recurrente no las denuncia
como infringidas, por lo que aun en el evento de haberse vulnerado las
disposiciones a que se alude en el recurso, ello ninguna influencia
tendría en lo dispositivo del fallo, requisito de la esencia de un recurso
de casación en el fondo, lo que conduce a que el recurso en análisis no
pueda ser admitido (considerando segundo, Corte Suprema).

Corte Suprema, 23 de mayo de 1995, rol Nº 23250. Integran la sala


los Ministros Lionel Béraud P. , Arnaldo Toro L., Germán Valenzuela E., y
los Abogados Integrantes señores Manuel Daniel A. y Germán Vidal D.
Cita online: CL/JUR/2127/1995

ii) 10º) Que, como se observa, el procedimiento mencionado en la


última parte de la disposición anteriormente transcrita, esto es el
llamado mecanismo de ponderación especial, supone la existencia de
condiciones habilitantes para el mismo que son distintas a las

101
producidas en la especie, toda vez que acá se ha pedido y dispuesto el
pago de una pensión complementaria a la primitivamente otorgada y
obtenida por la viuda en el mismo año en que se produjo el siniestro
que la ocasionaba. Y si bien, como se afirmó precedentemente, esta
nueva pensión adicional es independiente a la anterior, su carácter
complementario le impide prescindir de las circunstancias producidas
con motivo de la pensión originaria a que accede;

11º) Que, en consecuencia y en esta parte, al decidir la Corte de


Apelaciones de Valparaíso como lo hizo, transgredió el citado art. 6º
inciso tercero, y consecuencialmente el artículo 19 del Código Civil;
errores que determinaron se acogiera la demanda en cuanto esta
perseguía la amplificación del salario base que dicha disposición
autoriza;

12º) Que, de ello se sigue, que el recurso de nulidad intentado habrá


de prosperar, para la corrección del error de derecho enunciado;

Corte Suprema, 18 de octubre de 1999, rol Nº 4346-1998. Integran la


sala los Ministros Mario Garrido M., Marcos Libedinsky T., José Benquis
C. y Urbano Marín V. y el Abogado Integrante señor Patricio Novoa F.
Cita online: CL/JUR/3092/1999

l) Se ha fallado que las normas de interpretación contractual


son decisoria litis, por tanto su infracción es susceptible de casación en
el fondo

i) Que si bien son normas decisorias de la litis las contempladas en los


artículos 19 a 24 del Código Civil, relativas a la interpretación de las
leyes, y las contenidas en los artículos 1560 a 1566 del mismo Código,
sobre interpretación de los contratos; el recurrente no las denuncia
como infringidas, por lo que aun en el evento de haberse vulnerado las
disposiciones a que se alude en el recurso, ello ninguna influencia
tendría en lo dispositivo del fallo, requisito de la esencia de un recurso
de casación en el fondo, lo que conduce a que el recurso en análisis no
pueda ser admitido (considerando segundo, Corte Suprema).

Corte Suprema, 23 de mayo de 1995, rol Nº 23250. Integran la sala


los Ministros Lionel Béraud P., Arnaldo Toro L., Germán Valenzuela E., y
los Abogados Integrantes señores Manuel Daniel A. y Germán Vidal D.
Cita online: CL/JUR/2127/1995

m) Se ha fallado que las normas de la prescripción civil son decisoria


litis, por tanto su infracción es susceptible de casación en el fondo

102
i) Los sentenciadores de segunda instancia al no aceptar en el juicio la
excepción de prescripción opuesta en forma subsidiaria en la
oportunidad referida, erróneamente dejaron sin aplicar normas de
carácter decisorio como es el caso del artículo 2515 del Código Civil,
citado también en el recurso, normas que indudablemente deben operar
en toda clase de juicio en que no exista un precepto especial diverso
sobre este tema, omisión que ha tenido influencia directa en lo
dispositivo de la cuestión a resolver respecto de las rentas que
eventualmente se consideren adeudadas, a lo menos en una parte
importante del período de tiempo que comprende su cobro por virtud de
la demanda de reconvenciones de pago y terminación del
arrendamiento, de que trata el presente juicio. En consecuencia al no
aceptar la sentencia la excepción de prescripción y darle acogida, los
jueces incurrieron en error de derecho que conduce a la invalidación de
dicho fallo.

Corte Suprema, 22 de julio de 1996, rol Nº 32441. Integran la sala los


Ministros Marcos Aburto, Efrén Araya, Eleodoro Ortiz y los Abogados
Integrantes señores Fernando Castro y Eugenio Velasco. Redactor:
Marcos Aburto Ochoa. Cita online: CL/JUR/563/1996

n) El juicio normativo de causalidad en materia extracontractual, es


susceptible de ser revisado por este medio

i) En este contexto, se plantea un problema de atribución de los daños


al hecho, si a pesar de haberse realizado un acto que civilmente es
ilícito, no existe, sin embargo relación entre el daño y el equívoco fin
protector de la norma.

La causalidad es una cuestión estrictamente de hecho en su primer


aspecto, el naturalístico, esto es, entendido como condición necesaria de
responsabilidad; pero la atribución normativa del daño al hecho ilícito
(daño directo) encierra elementos y aspectos de derecho y, como tal, es
susceptible de ser revisados por la Corte Suprema mediante el presente
recurso de casación en el fondo.

Corte Suprema, 26 de enero de 2004, rol Nº 2947-2002. Pronunciada


por la Cuarta Sala de la Corte Suprema integrada por los Ministros
señores Orlando Álvarez H. (redacción), Urbano Marín V. y Jorge Medina
C. y los Abogados Integrantes señores Patricio Novoa F. y Juan Infante
P.
Cita online: CL/JUR/2685/2004

En este sentido:

103
ii) En relación a los fundamentos señalados, debe tenerse en cuenta
que, como es sabido, para que un hecho doloso o culpable genere
responsabilidad, es necesario que entre éste y el daño exista una
relación o vínculo de causalidad. Aunque las normas del Código Civil no
hacen referencia expresa a este requisito, es evidente que lo suponen,
como lo demuestran los artículos 1439 y 2314, que se refieren al hecho
constitutivo de delito o cuasidelito que ha inferido daño y el artículo
2399 que señala que todo daño que pueda imputarse a malicia o
negligencia de otra persona debe ser reparado por ésta, de donde cabe
concluir que implícitamente ambas disposiciones exigen que exista
relación de causalidad entre el hecho y el daño (considerando 3º).

La causalidad es una cuestión estrictamente de hecho en su primer


aspecto el naturalístico, esto es, entendido como condición necesaria de
responsabilidad; pero la atribución normativa del daño al hecho ilícito
(daño directo) encierra elementos y aspectos de derecho y, como tal, es
susceptible de ser revisado por la Corte Suprema mediante el presente
recurso de casación en el fondo (considerando 6º).

Corte Suprema, 26 de enero de 2004, rol Nº 2947-2002. Pronunciada


por la Cuarta Sala de la Corte Suprema integrada por los Ministros
señores Orlando Álvarez H., Urbano Marín V. y Jorge Medina C. y los
Abogados Integrantes señores Patricio Novoa F. y Juan Infante
P. Redactado por el Ministro señor Orlando Álvarez Hernández.
Cita online: CL/JUR/2685/2004

ñ) El error cometido, en apreciar una causal de terminación del


contrato de trabajo, es casable en el fondo

i) Que, en consecuencia, en el fallo impugnado se ha cometido


infracción de ley en la aplicación del artículo 160 Nº 3 del Código del
Trabajo, pues, estando debidamente justificada la inasistencia del día 6
de marzo de 2002, han entendido igualmente configurada la causal de
caducidad, cometiendo un error que ha influido sustancialmente en lo
dispositivo del fallo de que se trata, por cuanto condujo a rechazar la
demanda intentada en estos autos (considerando noveno).

Corte Suprema, 13 de septiembre de 2004, rol Nº 4407-2003, Cuarta


Sala. Ministros: José Benquis C., José Luis Pérez Z., Orlando Álvarez H.,
Urbano Marín V. y el Abogado Integrante señor Juan Infante Ph.
Cita online:
CL/JUR/5050/2004

En el mismo sentido:

104
ii) Cuarto: Que el criterio sustentado por los jueces en relación con el
finiquito es abiertamente contradictorio con lo pretendido por el
legislador. Este es un acto que celebrado en las condiciones que señala
la ley, cuyo es el caso, produce pleno efecto liberatorio de obligaciones
laborales entre las partes. Sin que puedan los tribunales
desconocérselos so pena de incurrir en violación de ley;

Quinto: Que el fallo en estudio al incurrir en el error de derecho de


desconocer al finiquito su poder liberatorio de obligaciones laborales, ha
producido como consecuencia la infracción del artículo 159 Nº 5 del
Código del Trabajo, el que quedó sin aplicación e impidió al empleador
poner término al contrato por conclusión del trabajo o servicio que le dio
origen;

Sexto: Que en estas circunstancias el recurso de casación en el fondo


deberá ser acogido.

Corte Suprema, 15 de junio de 1996, rol Nº 32761. Integran la sala


los Ministros Enrique Zurita, Hernán Álvarez, Mario Garrido y Abogados
Integrantes Arturo Montes y Carlos Ruiz. Cita online: CL/JUR/1310/1996

o) La sentencia que se refiere a la existencia de causa en un contrato,


es casable en el fondo

i) Primero: Que fundando su recurso, el ejecutante sostiene que la


sentencia impugnada, al razonar que la obligación de la demandada es
nula por falta de causa, ha infringido la norma del artículo 1467 del
Código Civil, pues la Corte, para llegar a dicha conclusión, razonó que el
hecho que la demandada le haya encomendado, vía telefónica, cobrar
rentas insolutas al arrendatario de un establecimiento de comercio de
propiedad de ésta y que, en cumplimiento de tal encargo, se haya
limitado a llamar, también por teléfono, al deudor moroso instándolo a
pagar su deuda, no es causa suficiente de una obligación, en
circunstancias que, en su concepto, sí lo es.

Segundo: Que los jueces del fondo han establecido los siguientes
hechos, inamovibles para esta Corte: a) el actor, abogado, atendió
telefónicamente a la demandada, quien le encomendó cobrar las rentas
insolutas que Patricio Eyzaguirre le debía en su calidad de arrendatario
del bar restaurante Tabarín de Antofagasta; y b) el demandante
efectivamente se comunicó con el señor Eyzaguirre, también
telefónicamente, instándolo a pagar su deuda que mantenía con la
demandada señora Elena Papic Bacovic.

105
Tercero: Que así, la obligación de la demandada tiene como fuente el
contrato celebrado entre las partes por el cual aquélla encomendó al
actor, en su calidad de abogado, realizar una labor profesional
determinada, a saber, el cobro de rentas insolutas al arrendatario de un
establecimiento de comercio de propiedad de la ejecutada, labor que el
actor efectivamente realizó.

Cuarto: Que entendiendo la causa como el fin directo e inmediato que


se propone alcanzar una persona obligándose, la causa en el contrato
referido en el motivo anterior está dada por la obligación de la
contraparte, es decir, la obligación del demandante de abocarse a
obtener el pago de las rentas insolutas es la causa de la obligación de la
demandada y, viceversa, esta obligación, consistente en pagar los
honorarios al actor, es la causa de la obligación de éste. En
consecuencia, existiendo causa en la obligación del demandado y siendo
ésta real, esto es, no simulada o aparente y lícita, es decir, no prohibida
por las leyes, ni contraria a las buenas costumbres ni al orden público,
al razonar los jueces de segundo grado que la obligación que
ejecutivamente se cobra en estos autos carece de causa, han infringido
la norma citada del Código Civil e, influyendo sustancialmente este error
en lo dispositivo del fallo, se acogerá el recurso de nulidad impetrado.

Corte Suprema, 13 de julio de 2000, rol Nº 3250-1999. Integran la


sala los Ministros Servando Jordán L., Óscar Carrasco A., Eleodoro Ortiz
S., Enrique Tapia W. y Jorge Rodríguez. Cita online: CL/JUR/3751/2000

p) La apreciación de "maliciosa" de la declaración presentada, a la luz


del art. 200 del Código Tributario es impugnable por este medio

i) Se hace valer la supuesta vulneración de los artículos 200 del


Código Tributario, 47 y 1459 del Código Civil, con fundamento en que se
encontraría prescrita la acción fiscalizadora del Servicio de Impuestos
Internos, toda vez que no existe una declaración "maliciosamente" falsa,
desde el momento que no se acreditó con pruebas reales y concretas el
accionar doloso del contribuyente. Por consiguiente, en su concepto,
debió aplicarse el plazo de prescripción del inciso 1º del artículo 200 del
Código Tributario, esto es, de tres años y no de seis como decidieron los
sentenciadores de fondo. En este caso se trata de una malicia de orden
tributario, esto es, la conciencia que tiene el contribuyente de que está
adjuntando documentos no fidedignos o falsos, o que está ocultando
antecedentes con el objeto de disminuir sus impuestos, como en este
caso, y no de la malicia o dolo penal, como elemento subjetivo del tipo,
o del dolo civil que por lo general debe probarse. En efecto, basta con
que el Servicio de Impuestos Internos, en sede administrativa o

106
jurisdiccional, detecte una conducta omisiva o falsedad en los
antecedentes presentados por parte de los contribuyentes en sus
declaraciones, para que el plazo de la prescripción aumente de los tres
años, fijado en el inciso primero del artículo 200, antes referido, al de
seis que establece el inciso segundo, tal como con acierto ha ocurrido en
el presente caso.

Corte Suprema, 27 de septiembre de 2005, rol Nº 2765-2005, Tercera


sala. Integraron la sala los Ministros Ricardo Gálvez, Domingo Yurac,
Milton Juica, María Antonia Morales, y el Abogado Integrante Manuel
Daniel. Redactó María Antonia Morales. Cita online: CL/JUR/6593/2005

q) El error en la fecha en que se empiezan a devengar los intereses en


materia de expropiación, es casable en el fondo

i) Señalar que los intereses a la indemnización definitiva se calcularán


desde la fecha en que la sentencia que la fije quede ejecutoriada,
constituye un error de derecho de tal entidad que influye
sustancialmente en lo dispositivo del fallo impugnado, por lo que se
acoge el recurso de casación deducido. En remplazo de la sentencia
anulada, se establece que procede conceder los citados intereses desde
la fecha de la toma de posesión material del bien expropiado y hasta la
fecha de pago efectivo.

Corte Suprema, 26 de mayo de 2005, rol Nº 3828-2004, Tercera sala.


Integraron la sala los Ministros Ricardo Gálvez, Domingo Yurac, María
Antonia Morales, Adalis Oyarzún, y el Abogado Integrante Manuel
Daniel. Redactó Ricardo Gálvez. Cita online: CL/JUR/187/2005

r) La errada declaración de extemporánea, de la excepción de


prescripción deducida, es casable en el fondo

i) El artículo 3º del Código Procedimiento Civil señala que el


procedimiento ordinario se aplicará en todas las actuaciones que no
estén sometidas a una regla especial diversa y siendo éste el caso de la
prescripción en el juicio sumario, debe entenderse que ella puede
oponerse como excepción en cualquier estado de dicho juicio en los
términos a que se refiere el artículo 310 de ese cuerpo legal. Por lo
tanto, se incurre en un error de derecho al desestimar la excepción de
prescripción opuesta subsidiariamente ante el tribunal de alzada, por
considerar que al tratarse de un juicio sumario corresponde que todas
las excepciones se promuevan en el comparendo de rigor.

107
Corte Suprema, 22 de julio de 1996, rol Nº 32442. Integraron la sala
los Ministros Marcos Aburto, Efrén Araya, Eleodoro Ortiz, los Abogados
Integrantes Fernando Castro y Eugenio Velasco. Redactó Marcos Aburto.
Cita online: CL/JUR/563/1996

s) El error en la calificación de "gestión útil" es impugnable por medio


del recurso de casación en el fondo

i) La facultad para decidir si una gestión judicial puede o no ser


considerada útil es una calificación jurídica y no una ponderación
probatoria, por lo que no puede ocurrir al respecto una infracción a las
leyes reguladoras de la prueba.

Corte Suprema, 30 de octubre de 2001, rol Nº 4680-2000. Integraron


la sala los Ministros Servando Jordán L., Eleodoro Ortiz S., Jorge
Rodríguez A., y Domingo Kokisch M., y el Abogado Integrante José
Fernández R. Cita online: CL/JUR/4623/2001

t) El error en la procedencia de la acción indemnizatoria en materia


laboral es impugnable por medio del recurso de casación en el fondo

i) Es evidente que los jueces del fondo han incurrido en infracción de


ley laboral, como lo es el artículo 172 del Código del Trabajo; puesto
que determinado como lo fue, que la actora encontrándose vinculada
con la demandada por medio de un contrato de trabajo, ha sido
despedida sin causa legal que la justifique y, por ende procede que sea
indemnizada conforme la regla prevista en el inciso segundo, del
indicado artículo 172 del Estatuto Laboral, porque ella percibía
remuneraciones variables (considerando 5º).

Corte Suprema. 30 de mayo de 2001. Rol Nº 826-2001. Pronunciado


por los Ministros señores Marcos Libedinsky T., José Benquis C. y
Urbano Marín V. y los Abogados Integrantes señores Patricio Novoa F. y
Juan Infante P. Cita online: CL/JUR/1505/2001

u) No resulta procedente fundar una casación en normas de inferior


jerarquía a la ley

Que, para principiar el análisis del recurso de nulidad de fondo, y en


cuanto a la infracción del artículo 74 del Código Civil, y las otras normas
que se han relacionado con ellas, cabe, en primer lugar, recordar que de
conformidad con lo que dispone el artículo 767 del Código de
Procedimiento Civil, no resulta procedente fundar una casación en
normas de inferior jerarquía que las de ley, como lo es el Reglamento

108
General de Cementerios, que se invocó equivocadamente por lo
expresado (considerando 14º, sentencia Corte Suprema).

Corte Suprema, 29/04/2004, rol Nº 4212-2002,

Cita online: CL/JUR/4662/2004

C. Tipo de infracción

a) Los tipos de infracción denunciables por medio de este recurso,


son: la aplicación de una ley que no corresponde; la no aplicación de
una normativa que debió aplicarse y una interpretación o extensión de
la ley distintas de las que le ha dado el fallo

i) El artículo 772 se refiere a los requisitos de forma. Por eso,


hablamos de error de derecho, el cual justifica el recurso de casación en
el fondo. Y debemos distinguirlo del error de procedimiento. Uno es
error in procedendo y otro el error in indicando. Y este último puede
tener tres fundamentos: la aplicación de una ley que no corresponde; la
no aplicación de una normativa que debió aplicarse; y, por último, una
interpretación o extensión de la ley distintas de las que le ha dado el
fallo. En esto consiste el error de derecho, y así lo reconocen todos los
tratadistas de Derecho Procesal.

Corte Suprema, 14.11.2007, rol Nº 1113-2006. Primera Sala.


Ministros: Milton Juica A., Sergio Muñoz G., señora Margarita Herreros
M., y señor Carlos Künsemüller L. y Abogado Integrante señor Arnaldo
Gorziglia B. Redactor: Sergio Muñoz G. Cita online: CL/JUR/4862/2007

b) Existe falsa aplicación de la ley cuando aun entendiendo rectamente


una norma en sí misma, se hace aplicación de ella a un hecho no
regulado por ella, o se aplica de una manera de llegar a consecuencias
jurídicas contrarias a las requeridas por la ley

i) 11º Que la falsa aplicación de la ley la hace consistir la doctrina en


una violación que se da cuando aun entendiendo rectamente una norma
en sí misma, se hace aplicación de ella a un hecho no regulado por ella,
o se aplica de una manera de llegar a consecuencias jurídicas contrarias
a las requeridas por la ley.

Corte Suprema, 22 de julio de 1992. Redactó el ministro Hernán


Cereceda Bravo. Cita online: CL/JUR/849/1992

109
c) Existe falsa aplicación de la ley cuando se aplica un cuerpo de
normas supletorio, para una hipótesis contemplada en un ley específica

i) El recurso se sustenta en los errores de derecho en que habría


incurrido el fallo impugnado, al infringir los artículos 5º y 10 del decreto
ley Nº 993, por cuanto se ha declarado que la segunda de estas normas
contiene una disposición que no obliga al adquirente de un inmueble
rústico arrendado, sino en cuanto consienta a la continuación del
contrato.

Se expresa a continuación, dicha infracción ha importado, además,


que se aplicaran indebidamente los artículos 1950 y 1962 del Código
Civil, ya que en la especie la cuestión controvertida se resolvió con
arreglo a esa normativa, en circunstancias que debió preferirse la norma
especial del decreto ley Nº 993, infringiéndose también el artículo 4º del
Código Civil.

Finalmente, en el recurso se dice que estas infracciones de ley han


influido en lo dispositivo del fallo, pues si se hubiese reconocido al
artículo 10 del D.L. Nº 993 su carácter de norma especial frente a los
artículos 1950 y 1962 del Código Civil, se habría rechazado la pretensión
del actor.

Los antes citados artículos del Código Civil regulan la terminación del
contrato de arrendamiento de cosas, y en consecuencia tienen el
carácter de normas generales aún frente a disposiciones especiales del
mismo título, relativas por ejemplo al arrendamiento de casas,
almacenes u otros edificios.

Así entonces, debe entenderse que el contrato de arriendo de una cosa


corporal terminará, por ejemplo, por extinción del derecho del
arrendador y en el evento de que dicha expiración sea imputable a
hecho o culpa de ese contratante, el arrendatario gozará de derecho a
indemnización, según lo previene el artículo 1961; pero tal regulación no
será aplicable a los contratos de arrendamiento que deban regirse por
leyes especiales, por expreso mandato del artículo 4º del Código, en
cuanto consagra el principio de la especialidad.

De conformidad a lo que dispone el artículo 1º del D.L. Nº 993, el


contrato de autos se rige por las disposiciones de dicho cuerpo legal, sin
perjuicio de la aplicación supletoria del derecho común en lo no previsto
por él, de acuerdo a su artículo 11.

110
La suerte del contrato de arriendo de predios rústicos, cuando se
extingue el derecho del arrendador, está regulada en el artículo 10 del
decreto ley en análisis, que expresamente señala que la venta o
transferencia del predio arrendado, a cualquier título, no hace cesar el
contrato a menos que así lo acordaren el nuevo propietario con el
arrendatario; en consecuencia, debe entenderse que esta ley especial,
ha excluido la terminación del contrato por expiración del derecho del
arrendador como causal de terminación de aquél, pues de su claro tenor
aparece que las mutaciones en el dominio del inmueble no afectan la
subsistencia del contrato.

En consecuencia, carecen de vigencia en la especie los artículos 1950


Nº 3 y 1962 del Código Civil; y al no declararlo así, la sentencia
impugnada ha incurrido en un error de derecho que resulta bastante
para anularla pues ha sido sólo en razón de la falsa aplicación de dichas
normas que pudo acogerse la demanda.

Corte Suprema, 15 de julio de 1998, rol Nº 1321-1997. Integran la


sala los Ministros señores Arnaldo Toro L., Ricardo Gálvez B. y Orlando
Álvarez H. y los Abogados Integrantes señores Manuel Daniel A. y José
Fernández R. Cita online: CL/JUR/1719/1998

d) El otorgamiento de dos indemnizaciones por un mismo concepto,


constituye un error de derecho impugnable por este medio

i) Al haberse condenado a la demandada al pago de la indemnización


adicional y sustitutiva del aviso previo, se ha cometido error de derecho
en la aplicación de los artículos 87 del Estatuto Docente y 162, inciso
cuarto del Código del Trabajo, yerro que alcanza a lo dispositivo del
fallo, desde que condujo a condenar a la empleadora a pagar dos
indemnizaciones por un mismo concepto.

Corte Suprema, 29 de abril de 2004, rol Nº 1702-2003, Cuarta Sala.


Ministros: José Benquis C., Urbano Marín V., Jorge Medina C. y los
Abogados Integrantes señores Juan Infante P. y Óscar Carrasco Acuña.
Cita online: CL/JUR/3334/2004

e) La aplicación de un cuerpo normativo incorrecto —en virtud de su


fecha de entrada en vigencia— es un vicio casable en el fondo

i) 12º) Que el procedimiento que dio lugar a la sentencia impugnada


corresponde al especial regulado por los números 1º al 9º del artículo
161 del Código Tributario para la aplicación de las multas, y no al que se
inicia con acción penal ante la jurisdicción ordinaria de la Justicia del

111
Crimen a que se refiere el número 10º de esa disposición, de modo que
aunque los ilícitos derivados de las facturas de los proveedores y
períodos que ya se indicaron y que provocaron la sanción también
pudiesen haber dado lugar a una acción criminal por la comisión de un
delito, resulta evidente que en la especie el procedimiento infraccional
persigue tan sólo la sanción de una mera falta pues la autoridad
fiscalizadora no optó por la persecución penal de la infracción, con la
consecuencia de que corresponde dar esa calificación y no la de delitos a
los ilícitos objeto de estos autos;

13º) Que, en la especie, se trataba de hacer efectiva la


responsabilidad infraccional del contribuyente por ciertos hechos
acaecidos algunos de ellos, correspondientes a los que ya quedaron
indicados antes de la dictación de la ley Nº 19.506, de tal modo que el
derecho común aplicable es el Código Penal, específicamente su artículo
94, en cuanto dispone que, respecto de las faltas, la acción prescribe en
seis meses, y su artículo 95, que determina que ese tiempo se cuenta
desde el día de la comisión del hecho respectivo;

14º) Que, en consecuencia, la sentencia ha incurrido en error de


derecho, vulnerando la normativa traída a colación por el recurso,
especialmente el artículo 94 del Código Penal, aplicable a la presente
materia, al no resolver del modo como ha quedado expuesto y, por el
contrario, rechazar los descargos formulados por el contribuyente en su
reclamo, que apuntaban precisamente en dicho sentido, desde que
determinados hechos se perpetraron antes de la vigencia de la ley
Nº 19.506, de tal manera que no procedía darles a todos ellos un
tratamiento unitario, sino que se debió diferenciar entre ellos, por
fechas, atendiendo a la vigencia de dicho texto legal. De esta suerte, se
ha de acoger el recurso de casación ya analizado y aplicar la normativa
que en la presente sentencia se señala, en ausencia de normas
especiales sobre la materia por remisión del artículo 2º del Código
Tributario.

Corte Suprema, 27 de julio 2004, rol Nº 4610-2003, Tercera Sala.


Ministros: Ricardo Gálvez; Humberto Espejo y señorita María Antonia
Morales; y los Abogados Integrantes señores José Fernández y Arnaldo
Gorziglia. Redacción a cargo del Abogado Integrante Sr. Arnaldo
Gorziglia B.
Cita online: CL/JUR/4860/2004

En el mismo sentido:

112
ii) 2º. Que la norma del artículo 6º de la ley Nº 10.662 fue modificada
por el artículo 3º del decreto con fuerza de ley Nº 44 de 24 de julio de
1978 el cual dispuso que no serían imponibles, como tampoco se
considerarían rentas para ningún efecto legal lo que obliga a tener en
consideración la renta que sirve para determinar el monto de tales
subsidios como base de cálculo de las respectivas pensiones. Todo lo
que importa que el error de derecho no se ha producido.

3º. Que si bien la ley Nº 18.768 en su artículo 93 letra a), derogó la


norma referida en el considerando anterior, esta derogación no puede
afectar las situaciones acaecidas con anterioridad a su vigencia, como es
la de los actores, atendido lo cual resulta correcto que ella sea aplicada
a los hechos ocurridos con posterioridad a su dictación, para lo cual se
tiene en consideración lo previsto en el artículo 9º del Código Civil.

Corte Suprema, 25 de agosto de 1997, rol Nº 2923-1196. Integran la


sala los Ministros Marcos Aburto O., Efrén Araya V., Óscar Carrasco A.,
Eleodoro Ortiz S. y el Abogado Integrante señor Arturo Montes R.
Redactor: Efrén Araya V. Cita online: CL/JUR/1034/1997

iii) La sentencia en examen incurre en el demostrado error de resolver


el asunto de acuerdo a una ley que no sólo no era aplicable sino que,
además, se encontraba expresamente derogada, dejando —de esta
forma— sin aplicación una norma que sí debía serlo; error éste que
redunda en declarar un derecho a jubilar respecto de quien no reúne los
requisitos necesarios para ello, infringiéndose —entonces— el artículo 12
del referido D.L. Nº 2.448. En estas condiciones, es claro y evidente se
ha verificado en la especie una infracción de ley que incide de modo
determinado en la decisión que, así, resulta equivocada, por manera tal
que únicamente cabe disponer la nulidad del fallo que la contiene y, con
ello, prestar acogida al recurso planteado". Considerandos relevantes:
3º y 4º del Fallo de Admisibilidad de la Corte Suprema

Corte Suprema. 3 de noviembre de 1997, rol Nº 4298-1996.


Integraron la Sala los Ministros Sres. Enrique Zurita C., Hernán Álvarez
G., Mario Garrido M., y los Abogados Integrantes señores Mario
Mosquera R. y José Bernales P. Cita online: CL/JUR/1085/1997

Asimismo:

iv) Corte Suprema, 20 de diciembre de 1993, rol Nº 19095. Integran


la sala los Ministros señores Roberto Dávila Díaz, Arnaldo Toro Leiva,
Mario Garrido Montt, Marcos Libedinsky Tschorne y el Abogado

113
Integrante señor Fernando Castro Álamos. Cita online:
CL/JUR/1259/1993

v) Corte Suprema, 10 de julio de 1997, rol Nº 1738-1996. Integran la


sala los Ministros Enrique Zurita C., Hernán Álvarez G., Mario Garrido M.
y Marcos Libedinsky T. y el Abogado Integrante señor Mario Mosquera.
Cita online: CL/JUR/1011/1997

f) La sentencia que exige mayor cantidad de requisitos al título


ejecutivo, que aquellos que establece la ley, es una infracción casable
en el fondo

i) Habiéndose suscrito un pagaré ante Notario, y conformándose dicho


título ejecutivo a los términos indicados en la norma, no ha podido
exigirse para su valor o eficacia el cumplimiento de otros requisitos o
formalidades, de manera que al hacerlo la sentencia reclamada ha
infringido efectivamente el texto expreso de la ley.

Corte Suprema, 5 de mayo de 1988, rol Nº 10975. Integran la sala los


Ministros José M. Eyzaguirre, Israel Bórquez, Luis Maldonado, Enrique
Correa y Luis Cousiño. Redactor: Luis Maldonado. Cita online:
CL/JUR/308/1988

g) La sentencia que sin pacto, ley o testamento que lo pruebe, estime


solidaria la obligación controvertida en autos, incurre en un vicio casable
en el fondo

i) Los artículos 1511 y 1526 disponen que, a menos que la ley, el


testamento o la convención dispongan lo contrario, en las obligaciones
divisibles cada uno de los varios acreedores sólo dispone de acción para
cobrar la cuota que en el crédito le corresponda; por consiguiente, en la
especie, no constando pacto de solidaridad alguna, ninguno de los
acreedores ha dispuesto de la facultad que el actor se atribuyó al
demandar el total presuntivamente adeudado; y, al no declararlo así, la
sentencia incurrió en un error de derecho, pues infringió los artículos
citados como asimismo los que reglan su interpretación.

El error demostrado precedentemente ha influido en lo decisorio del


fallo, toda vez que ha sido en su virtud que se rechazó la defensa del
demandado consistente en la falta de titularidad de la acción, por lo que
dicho error resulta bastante para anular la sentencia que lo contiene
(sentencia de casación).

114
Corte Suprema, 15 de julio de 1988, rol Nº 1979-1998. Integran la
sala los Ministros Servando Jordán L., Eleodoro Ortiz S., Jorge Rodríguez
A. y los Abogados Integrantes señores Arturo Montes R. y Fernando
Castro A. Redactor: Eleodoro Ortiz Sepúlveda. Cita online:
CL/JUR/1720/1998

h) La sentencia que dé por terminada una relación laboral, por una


causal no comprendida en la ley, incurre en una infracción casable en el
fondo

i) La partes del contrato de trabajo no gozan de una amplia libertad


para pactar circunstancias ante las cuales deba entenderse terminada la
relación laboral con el sólo mérito de la convención acordada, sino que
tal terminación ha de ajustarse a las normas que regulan la materia y,
en caso de desacuerdo, a la decisión jurisdiccional de las mismas, la que
debe ser adoptada dentro del respeto a las normas del debido proceso y
en el marco del análisis de las probanzas allegadas a la causa en
conformidad a las reglas que el legislador ha dictado para la realización
de tal actividad. En efecto, el principio de autonomía de la voluntad, que
se traduce en materias de derecho privado en la libertad de realizar todo
aquello que no esté prohibido, en derecho laboral se encuentra
restringido, debido fundamentalmente al carácter protector del conjunto
de normas legales que rigen las relaciones entre trabajador y
empleador, que determina que el ordenamiento pertinente consagre la
estabilidad relativa en el empleo o el sistema de despido causado, que
se refleja en la específica y expresa reglamentación que el legislador se
ha preocupado de establecer para el término de la relación laboral,
contemplando causales taxativas, sean de naturaleza objetiva —artículo
160 del Código del Trabajo— u objetiva —artículos 159 y 161 del mismo
texto legal. En consecuencia, incurre en error de derecho la sentencia
que rechazó la demanda por despido injustificado tomando en cuenta
para configurar la causal de incumplimiento grave de las obligaciones
que impone el contrato de trabajo, exclusivamente, la cláusula del
contrato en que las partes asignan el carácter de tal incumplimiento a la
no obtención por parte del trabajador de las metas de venta pactadas.

Corte Suprema, 18 de agosto de 1999, rol Nº 4648-1999. Integran la


sala los Ministros Marcos Libedinsky T., José Benquis C., Urbano Marín
V. y los Abogados Integrantes señores Patricio Novoa F. y Juan Infante
P.
Cita online: CL/JUR/1309/1999

115
i) Para sostener la imprescriptibilidad de la acción de nulidad de
derecho público, se ha sostenido como error impugnable por este medio,
la aplicación analógica de las normas de nulidad del Derecho Civil

i) Séptimo: Que al no existir en el derecho público una norma que


declare prescriptible la acción ejercida en estos autos, ni otra similar a la
del artículo 1683 del Código Civil que es el que priva de la acción de
nulidad absoluta común por saneamiento del acto en razón del
transcurso de diez años, no cabe extender analógicamente el alcance de
los artículos 2497, 2514, 2515 y 2520 a una situación del todo
diferente, a pretexto de que la naturaleza de los hechos guarda cierta
semejanza con aquellos previstos en las normas citadas, pues ello
importaría sostener que los jueces estarían facultados para crear la
norma con la que podrían sancionar a la actora, y, en otro sentido,
habiéndose sentado en la sentencia que dicha actora era dueña del bien
de cuyo dominio fue privada en virtud de los decretos impugnados en
autos, y si dichos actos administrativos son nulos, resulta inconcuso
concluir que la pertinente privación de efectos no ha podido menos que
mantener en su patrimonio aquel derecho real del que ilegalmente se
pretendió privarla, lo que importa admitir también que ha conservado su
derecho a reivindicar el bien que le pertenece o el valor del mismo, y a
ser indemnizada de todo perjuicio, pues de lo contrario la nulidad de
derecho público carecería de su especial significación y trascendencia y
de toda eficacia para los particulares y, además, se mantendría
indefinidamente inalterados los efectos de un acto a pesar de su
nulidad, lo que pugna con el carácter insanablemente inválido del
mismo; de consiguiente, no habiéndolo declarado así, la sentencia
impugnada ha incurrido también en un error de derecho que ha influido
substancialmente en lo dispositivo del fallo y que resulta bastante para
anularla, sin ser necesario analizar los restantes capítulos de casación
invocados.

Corte Suprema, 21 de julio de 2000, rol Nº 4429-1998. Integran la


sala los Ministros Óscar Carrasco A., Eleodoro Ortiz S., Enrique Tapia W.
y Jorge Rodríguez A., y el Abogado Integrante señor José Fernández R.
Cita online: CL/JUR/2964/2000

j) Infracción en la calificación de empresa "contratista" ante el Código


del trabajo, es vicio impugnable por casación en el fondo

i) El legislador ha querido referirse, al emplear en el artículo 64 del


Código del ramo, las expresiones "contratista" o "subcontratista", a
aquellas entidades que colaboran en la obtención de los fines propios de
una empresa, es decir, a las organizaciones que tienden, con su

116
actividad, a hacer más eficiente y expedito el logro del fin empresarial.
En efecto, una unidad económica persigue un fin productivo, puede, en
determinadas condiciones, ante la ausencia o frente a los
requerimientos técnicos específicos del mercado, precisar de la
colaboración de otras organizaciones que se encuentren en situación
más adecuada y óptima de brindarla para conseguir el fin proyectado
(considerando 9º).

Asentado tal criterio, es de toda lógica concluir que, en la especie, la


concedente que se ha lucrado o beneficiado con los servicios prestados
por los demandantes debe resultar responsable subsidiariamente de las
obligaciones laborales y previsionales que asumió la concesionaria con
los trabajadores por ella contratados. No obsta a ello el hecho que la
demandada principal haya contratado por su exclusiva cuenta a los
actores, ya que obtuvo, en su momento, beneficios patrimoniales de los
servicios desarrollados y se ha tratado, en fin, de proteger los derechos
laborales que asisten a los demandantes (considerando 10º).

Por ende, al eximirse de responsabilidad subsidiaria a la demandada


en tal carácter, en la sentencia impugnada se ha incurrido en error de
derecho en la interpretación del artículo 64 del Código del ramo,
vulnerando esta disposición, infracción que ha influido sustancialmente
en lo dispositivo del fallo, ya que condujo a rechazar la acción deducida
en contra de la demandada subsidiaria, disminuyendo así la posibilidad
de cobrar efectivamente las sumas que reclaman los actores. Por ello
procede acoger el presente recurso de casación en el fondo
(considerando 11º).

Corte Suprema, 2 de mayo de 2002. Rol Nº 4877-2001. Pronunciado


por los Ministros Señor Marcos Libedinsky T., José Benquis C., Urbano
Marín V. y los Abogados Integrantes señor Patricio Novoa F. y José
Fernández R.
Cita online: CL/JUR/1196/2002

D. Siempre que esta infracción haya influido substancialmente en lo


dispositivo de la sentencia

a) Es rechazado el recurso que no invoca error de derecho relativo a


ley sustantiva o procesal de decisoria litis, puesto que tácitamente
acepta la decisión sobre el fondo del asunto

i) El recurrente de casación en el fondo no ha denunciado el


quebrantamiento de normas que hayan decidido el pleito, de manera
que, en caso de existir los errores que se le atribuyen a la sentencia

117
atacada, el Tribunal de Casación no puede revisar el derecho aplicado en
estos autos y decidir en forma distinta a lo que se hizo.

Corte Suprema, 17 de noviembre de 1999, rol Nº 3863-1999. Integran


la sala los Ministros Hernán Álvarez G. y Marcos Libedinsky T. y el Fiscal
señor Enrique Paillás P. y los Abogados Integrantes señores Mario
Mosquera R. y José Bernales P. Cita online: CL/JUR/1654/1999

En el mismo sentido:

ii) La declaración de nulidad a través del recurso de casación en el


fondo requiere siempre de una actividad jurisdiccional previa que se
traduzca en una sentencia dictada con infracción de leyes que tengan el
carácter de decisorias para la controversia jurídica planteada. En la
especie, el recurrente sólo hace valer el error de derecho en la infracción
de diversos preceptos que dicen relación con aspectos probatorios del
litigio, pero omite extender circunstanciadamente la infracción legal a
las normas que en el caso sub lite tienen el carácter de decisorias de
la litis, es decir, a aquellos preceptos que al ser aplicados sirven para
resolver la cuestión controvertida, no obstante lo cual insiste en que se
debe modificar el fallo y que procede acoger la acción por estimar que
concurren los presupuestos legales para aquello, lo que implica que el
recurrente acepta la decisión en cuanto al fondo de la cuestión debatida
y es, por esta circunstancia, que el recurso de casación en el fondo
intentado no puede prosperar. En efecto, aún cuando la Corte
concordara con el recurrente en el sentido de haberse producido los
yerros que denuncia, tendría no obstante que declarar que éstos no
influyen, sustancialmente, en lo dispositivo de la sentencia, desde que lo
resuelto sobre la reivindicación rechazada no ha sido considerado como
error de derecho.

Corte Suprema, 21 de septiembre de 2010, rol Nº 4-2009, Primera


Sala. Ministros: Adalis Oyarzún M., Sergio Muñoz G., Sra. Margarita
Herreros M., Sres. Juan Araya E., Guillermo Silva G. Cita online:
CL/JUR/17338/2010

Asimismo:

iii) El recurso de casación en el fondo, según lo dispone el artículo 767


del Código de Procedimiento Civil, procede en contra de sentencias que
se hayan pronunciado con infracción de ley y cuando dicha infracción ha
influido substancialmente en lo dispositivo del fallo. Por su parte, para
que ese error de derecho pueda influir de manera substancial en lo
dispositivo del fallo, como lo exige la ley, aquél debe consistir en una

118
equivocada aplicación, interpretación o falta de aplicación de aquellas
normas destinadas a decidir la cuestión controvertida, situación que no
ocurre en este caso, desde que no se denuncian como infringidas
disposiciones legales de orden sustantivo relacionadas con el fondo de la
cuestión litigiosa, como son las relativas a la posesión, artículos 700,
702 y 703 del Código Civil, lo que permite concluir que se considera que
tales preceptos —que tienen la calidad de decisorios de la litis— han sido
correctamente aplicados, y es por esta circunstancia que el recurso de
casación en el fondo no puede prosperar. En efecto, aun en el evento de
que esta Corte concordara con la recurrente en el sentido de haberse
producido los errores de derecho que denuncia, tendría no obstante que
declarar que éstos no influyen en lo dispositivo de la sentencia desde
que lo resuelto sobre la acción ejercida no ha sido incluido como error
de derecho.

Corte Suprema, 23 de junio de 2011, rol Nº 5953-2009, Tercera Sala.


Ministros: Héctor Carreño, Sr. Pedro Pierry, Sr. Haroldo Brito, Sr.
Roberto Jacob y el Abogado Integrante Sr. Benito Mauriz. Redactor:
Héctor Carreño. Cita online: CL/JUR/10440/2011

En el mismo criterio:

iv) Corte Suprema, 28 de agosto de 1995, rol Nº 17862. Ministros:


Servando Jordán L., Germán Valenzuela E., Guillermo Navas B. y los
Abogados Integrantes señores Manuel Daniel A. y José Fernández R.
Cita online: CL/JUR/1388/1995

Corte Suprema, 16 de marzo de 2011, rol Nº 7301 2008, Tercera Sala.


Integraron la Sala los Ministros Sr. Pedro Pierry A., Sra. Sonia Araneda
B., Sr. Guillermo Silva G., Sr. Roberto Jacob Ch. y el Abogado
Integrante Sr. Arnaldo Gorziglia B. Redactó la Ministro Sra. Sonia
Araneda B. Cita online: CL/JUR/9422/2011

v) Que, como es sabido, el recurso de casación en el fondo habilita la


invalidación de determinadas sentencias que hayan sido extendidas con
infracción de ley, siempre que haya tenido influencia sustancial en lo
resolutivo o decisorio (considerando 5º, sentencia Corte Suprema).

Corte Suprema, 17/05/2012, rol Nº 12193-2011,

Cita online: CL/JUR/4414/2012

Fallos en el mismo sentido:

119
Corte Suprema, 11/03/2013, rol Nº 163-2013,

Cita online: CL/JUR/542/2013

Corte Suprema, 16/05/2013, rol Nº 5969-2012,

Cita online: CL/JUR/3070/2013

Corte Suprema, 2/07/2013, rol Nº 7060-2012,

Cita online: CL/JUR/1439/2013

Corte Suprema, 16/09/2013, rol Nº 570-2013,

Cita online: CL/JUR/2072/2013

Corte Suprema, 8/10/2013, rol Nº 6035-2012,

Cita online: CL/JUR/2230/2013

Corte Suprema, 7/11/2013, rol Nº 5824-2013,

Cita online: CL/JUR/2555/2013

Corte Suprema, 18/11/2013, rol Nº 7931-2012,

Cita online: CL/JUR/2677/2013

Corte Suprema, 20/11/2013, rol Nº 9672-2012,

Cita online: CL/JUR/2707/2013

Corte Suprema, 26/11/2013, rol Nº 1780-2013,

Cita online: CL/JUR/2751/2013

Corte Suprema, 19/11/2012, rol Nº 6945-2012,

Cita online: CL/JUR/2629/2012

b) Se rechaza el recurso que no ataca todos los errores de derecho


existentes en el fallo impugnado

i) El recurso de casación en el fondo permite la invalidación de


determinadas sentencias que hayan sido pronunciadas con infracción de

120
ley, siempre que ésta haya tenido influencia sustancial en su parte
resolutiva o decisoria. Semejante connotación esencial de este medio de
impugnación se encuentra claramente establecida en el artículo 767 del
Código de Procedimiento Civil que lo instituye dentro de nuestro
ordenamiento positivo y se traduce en que no cualquier transgresión de
ley resulta idónea para provocar la nulidad de la sentencia impugnada —
la nulidad no se configura en el mero interés de la ley— sino sólo
aquélla que haya tenido incidencia determinante en lo resuelto por
aquélla, esto es, la que recaiga sobre alguna ley que en el caso concreto
ostente la condición de ser decisorias para la controversia jurídica
planteada. Ahora, del tenor del libelo por el cual se interpone el recurso
en estudio, se advierte que el demandante ha omitido extender
circunstanciadamente la trasgresión legal que esgrime a las normas que
en el caso sub lite tienen el carácter de decisorias de la misma, es decir,
a aquellos preceptos que, al ser aplicados sirven para resolver la
cuestión controvertida, no obstante lo cual el recurrente, sin darlos por
infringidos, en sus planteamientos ha insistido en que se debe modificar
el fallo y declarar la inexistencia de las operaciones que se cobran por
falta de causa y objeto y, en consecuencia, rechazar la demanda de
cobro de pesos. Lo anterior implica que la parte recurrente acepta la
decisión jurídica adoptada en cuanto al fondo de la cuestión debatida, de
tal suerte que, aún en el evento de que esta Corte concordara con el
demandado en el sentido de haberse producido los yerros que denuncia
en su recurso, tendría no obstante que declarar que éstos no influyen en
lo dispositivo de la sentencia, desde que las normas sustantivas
conforme a las cuales había de resolverse el caso concreto, deben
tenerse como correctamente aplicadas.

Corte Suprema, 22.06.2011, rol Nº 8720-2009, Primera Sala.


Ministros: Adalis Oyarzún M., Sra. Margarita Herreros M., Sr. Guillermo
Silva G., y Abogados Integrantes Sres. Jorge Medina C. y Domingo
Hernández E. Redactor: Guillermo Silva. Cita online:
CL/JUR/10438/2011

Asimismo:

ii) 1.- La demanda de indemnización de perjuicios quedó rechazada no


sólo porque los jueces del fondo han acogido la excepción de
prescripción de la acción, sino también porque las actuaciones del
Servicio de Registro Civil e Identificación aparecen practicadas dentro de
la esfera de su competencia, sin que se advierta que ellas sean
motivadas por falta o abusos o negligencia atribuible a los agentes
públicos que las desarrollaron.

121
En las condiciones antes señaladas, la recurrente no pudo fundar su
recurso solamente en la infracción del artículo 2332 del Código Civil,
sino que, además, debió dar por infringidas las normas decisoria
litis relativas a la responsabilidad extracontractual que reclama del
Fisco, especialmente los artículos 1437, 2314 y 2329 de dicho cuerpo
legal o 4º y 44 de la ley Nº 18.575 (responsabilidad por falta de
servicio). Al no haber procedido de esa manera se ha de entender que
tales normas han sido bien aplicadas. En tales circunstancias aunque se
estimare que la norma sobre prescripción estuviere mal aplicada, no
quedaría el tribunal en condiciones habilitantes para dictar una
sentencia de reemplazo que argumente que en la especie hay falta de
servicio o responsabilidad extracontractual que sea susceptible
indemnizar a favor de la actora.

De lo razonado sólo cabe concluir que el presente recurso de casación


en el fondo debe ser rechazado por evidente falta de fundamento.

Corte Suprema, 30 de noviembre de 2000, rol Nº 3699-2000. Integran


la sala los Ministros Osvaldo Faúndez V., Ricardo Gálvez B., Orlando
Álvarez H. y Domingo Yurac S. y el Abogado Integrante señor Manuel
Daniel A. Cita online: CL/JUR/130/2000

c) Se rechaza recurso que solo denuncia infracción al procedimiento


tributario y no se refiere a las violaciones a la ley sustantiva (Ley de la
Renta)

i) En la casación de fondo se denunció únicamente la transgresión del


artículo 21 inciso 2º del Código Tributario, sin que se invocara la norma
legal básica en el presente caso, que es la que establece el tributo
cursado, de lo cual este Tribunal de Casación puede concluir que, para la
contribuyente, el impuesto de que se trata Impuesto a la Renta de
Primera Categoría está correctamente determinado;

La deficiencia hecha notar determina la imposibilidad de acoger el


recurso cuyo examen de admisibilidad se lleva a cabo, porque aunque
esta Corte de Casación estimara que se produjo la vulneración del único
precepto estimado transgredido y anulara el fallo impugnado, no podría;
en el de reemplazo que debería dictar, revocar el de primer grado y
decidir de manera diversa a como se reprocha, desde que el impuesto
cursado está correctamente aplicado para el contribuyente, como ya se
precisó.

Corte Suprema, 20 de octubre de 2004, rol Nº 3181-2004.


Pronunciado por la Tercera Sala, integrada por los Ministros señores

122
Ricardo Gálvez, Domingo Yurac, Humberto Espejo, señorita María
Antonia Morales (redactora) y señor Adalis Oyarzún. Cita online:
CL/JUR/5154/2004

d) Corrección del error de derecho invocado debe buscar la dictación


de una sentencia de reemplazo distinta a la impugnada

i) Adolece de manifiesta falta de fundamentos el recurso de casación


en el fondo interpuesto por el actor perdidoso, respecto a si las normas
aplicables son las generales del Código del Trabajo o las del Estatuto
Docente, por cuanto tal supuesta infracción no acarrea un perjuicio
reparable sólo con la invalidación del fallo, desde que éste acogió la
caducidad de la acción interpuesta.

Corte Suprema, 1 de junio de 2002, rol Nº 1722-2002. Pronunciado


por los Ministros señores Marcos Libedinsky T., José Benquis C., y
Urbano Marín V. y los Abogados Integrantes señores Manuel Daniel A. y
René Abeliuk M. Cita online: CL/JUR/3477/2002

En este mismo sentido:

ii) Quinto: Que, de este modo, aun cuando el fallo impugnado


contuviera efectivamente los errores de derecho que denuncia el
recurrente, tales yerros, de existir, no influirían en lo dispositivo de la
sentencia, desde que igualmente la demanda había de ser desestimada
por haberse deducido en contra de una "comunidad" que no es una
persona jurídica y no puede ser legitimada pasivamente.

Sexto: Que, así, aun cuando es efectivo que los actos de


administración de una copropiedad deben decidirse por la unanimidad
de los comuneros y no puede pretenderse que existan "estatutos" que
regulen una indivisión si a dicho acto no concurrieron con su voluntad la
totalidad de los copropietarios, el recurso de casación en el fondo
deducido, por la razón mencionada precedentemente, debe ser
desestimado.

Corte Suprema, 24 de noviembre de 2004, rol Nº 3629-2003. Integran


la Sala los Ministros Hernán Álvarez G., Eleodoro Ortiz S., Enrique Tapia
W., y Jorge Rodríguez A. y el Abogado Integrante Manuel Daniel A.
Redactor: Hernán Álvarez G. Cita online: CL/JUR/1831/2004

Asimismo:

123
iii) Corte Suprema, 29 de junio de 1987, rol Nº 21299. Integran la
Sala los Ministros Marcos Aburto, Estanislao Zúñiga, Carlos Letelier,
Juan Colombo y Enrique Munita. Cita online: CL/JUR/308/1987

iv) Corte Suprema, 27 de abril de 1999, rol Nº 2600-1998. Integran la


sala los Ministros Óscar Carrasco A., Eleodoro Ortiz S. y Enrique Tapia
W. y los Abogados Integrantes señores Arturo Montes R. y Franklin
Geldres A. Redactor: Franklin Geldres. Cita online: CL/JUR/1243/1999

v) Corte Suprema, 30 de julio de 2007, rol Nº 2718-2007, Cuarta


Sala. Integraron la Sala los Ministros Sres. Marcos Libedinsky T., Urbano
Marín V., Patricio Valdés A. y la señora Gabriela Pérez P. y el Abogado
Integrante Sr. Ricardo Peralta V. Cita online: CL/JUR/6026/2007

e) La infracción normativa aducida debe tener relación con la norma


jurídica aplicada en el fallo casado

i) Que, en lo relativo a la supuesta infracción del artículo 78 de la ley


Nº 18.092, baste indicar que, sea o no efectivo el error de derecho que
se aduce, lo cierto es que carece de influencia en lo dispositivo del fallo,
puesto que la decisión se adopta, esencialmente, teniendo en cuenta la
disposición contenida en el artículo 100 de esa ley.

Corte Suprema, 27 de septiembre de 2001, Pronunciado por los


Ministros señores Jorge Rodríguez A., Domingo Kokisch M., Carlos
Meneses P. (redactor), René Abeliuk M., Franklin Geldres A. Cita online:
CL/JUR/5283/2001

En este sentido:

ii) En cuanto al recurso de casación en el fondo, de conformidad con lo


que dispone el artículo 767 del Código de Procedimiento Civil, no resulta
procedente fundar una casación en normas de inferior jerarquía que las
de ley. En lo tocante al artículo 4º de la ley Nº 18.575, Orgánica
Constitucional de Bases Generales de la Administración del Estado, la
sentencia impugnada, no estableció en qué consistió el servicio que se
debió prestar por el órgano estatal demandado, y se limitó a establecer
el hecho material del que nacería la obligación de indemnizar, para
luego comentar el artículo 4º de la ley Nº 18.575. La sentencia deja
entrever que la responsabilidad que cabría en la especie sería la que se
denomina "por falta de servicio", que se produce cuando una repartición
de la administración no presta un servicio que debe otorgar, lo presta en
forma tardía o incompleta. Pero lo funda en el artículo ya señalado, en
circunstancias de que dicho tipo de responsabilidad se encuentra

124
establecida en el artículo 42 del mismo texto legal, y además, no precisó
en qué consistiría el servicio omitido u otorgado en forma tardía o
incompleta, por lo que la supuesta infracción del señalado artículo 4º
resulta irrelevante, pues carece de influencia sustancial en lo dispositivo
del fallo.

Corte Suprema, 29 de abril de 2004, rol Nº 4212-2002, Tercera Sala.


Ministros: Ricardo Gálvez; Domingo Yurac, Humberto Espejo, señorita
María Antonia Morales y el Abogado Integrante señor Manuel Daniel.
Cita online: CL/JUR/4662/2004

f) No se puede impugnar un error de derecho, cuyo razonamiento fue


eliminado por la sentencia de alzada

En cuanto al recurso de casación en el fondo, la recurrente está


atacando los razonamientos vertidos por la sentencia de primer grado,
eliminados por la de segunda instancia, que, obviamente, es la
impugnada por medio de este recurso de casación en el fondo, de modo
que claramente no puede contener el error de derecho que se denuncia.

Corte Suprema, 17 de mayo de 2004, rol Nº 586-2003, Primera Sala.


Ministros: Hernán Álvarez G., Enrique Tapia W., Jorge Rodríguez A. y los
Abogados Integrantes señores Fernando Castro A. y Juan Infante P.
Cita online: CL/JUR/2745/2004

g) El error de derecho que se invoca debe apuntar al razonamiento


medular del fallo impugnado

i) El recurso se sustenta, principalmente, en que la sentencia acogió


las excepciones por no haber reconocido la aptitud legal de la gestión
preparatoria para interrumpir la prescripción y dar lugar a la ejecución
en contra de uno de los dos obligados al pago del cheque; y para tal
efecto, argumenta sobre la base de que la ejecutante contaba con un
título ejecutivo, no prescrito, por cuyo cobro no podía instar sino a
través de dicha gestión, atendida la causal de su protesto; al respecto,
la sentencia impugnada declara que la gestión contemplada en el
artículo 435 del Código de Procedimiento Civil está reservada al
acreedor que carece de título ejecutivo, fundamento no atacado en el
recurso; en consecuencia, aceptado ese punto de derecho, y admitiendo
el recurrente que la ejecutante estaba en posesión de un título
ejecutivo, sólo cabe concluir que el recurso no ha demostrado que la
sentencia haya incurrido en errores de derecho con influencia sustancial
en lo decisorio del fallo, por cuanto los que denuncia son subalternos e
inciden en las premisas menores del razonamiento del fallo, mas no así

125
en la mayor, que le sirva de suficiente fundamento, esto es, que el actor
carecía de legitimidad para citar a reconocer la firma puesta en un
cheque y adeudar su valor, puesto que contando el acreedor con un
título ejecutivo, debió estarse a las gestiones y acciones previstas en la
ley para cobrarlo ejecutivamente.

Corte Suprema, 14 de marzo de 2000, rol Nº 2285-1999. Integran la


sala los Ministros Servando Jordán L., Óscar Carrasco A., Eleodoro Ortiz
S., Enrique Tapia W. y Jorge Rodríguez A. Cita online: CL/JUR/827/2000

En el mismo sentido:

ii) La ley decisoria litis es el art. 2515 del Código Civil, el que se cita
en la sentencia, respecto del cual no se invoca error de derecho en su
aplicación ni se funda el recurso en su infracción, cualquier otra
violación de ley alegada no ha podido tener influencia en lo dispositivo
del fallo ya que la norma antes citada al no haber sido objetada estaría
bien aplicada, motivo de suyo suficiente para rechazar el recurso
(considerando 4º).

Corte Suprema, 9 de junio de 1996. Primera Sala, pronunciada por los


Ministros Sres. Marcos Aburto, Efrén Araya, Óscar Carrasco, Eleodoro
Ortiz y Abogado Integrante Sr. Fernando Castro. Redacción del Abogado
Integrante don Fernando Castro Álamos. Cita online: CL/JUR/39/1996

h) El error de derecho invocado debe tener relación con la resolución


impugnada

i) De la simple lectura del recurso, se advierte que los fundamentos


que se entregan no dicen relación con la resolución atacada, en cuanto
confirma la de fojas 18 que declara inadmisible el reclamo por haberse
deducido fuera de plazo, y además declara inadmisible una apelación
deducida en subsidio. Sin embargo, el libelo en vez de argumentar sobre
ello, trata sobre un problema distinto y, aun en cuanto a este último, no
indica ningún precepto legal infringido ni la forma cómo la infracción
habría incidido en lo resolutivo del fallo, por lo que la casación en el
fondo tampoco puede ser admitida (considerando 6º).

Corte Suprema, 4 de julio de 2001, rol Nº 2200-2001. Pronunciado por


los Ministros señores Ricardo Gálvez B., Humberto Espejo Z. y Domingo
Kokisch M. y los Abogados Integrantes señores Enrique Barros B. y
Arnaldo Gorziglia B. Cita online: CL/JUR/2855/2001

126
i) El error de derecho debe versar sobre normas aplicables al caso en
concreto

i) En cuanto a la casación en el fondo: por una parte el recurso no


precisa cuáles son los errores de derecho que se denuncian y la forma
como ellos han influido en lo dispositivo del fallo; cita como infringidas
disposiciones del Código Civil y del de Procedimiento Civil que no tienen
aplicación en el proceso laboral, y ataca también los hechos establecidos
por los jueces del fondo dentro de la esfera de sus facultades privativas
y una vez que han valorado las pruebas del juicio de acuerdo a las
reglas de la sana crítica, lo que no puede ser revisado por el tribunal de
casación, todo lo cual conduce a concluir que el recurso de que se trata
adolece de manifiesta falta de fundamentos (considerando 5º).

Corte Suprema, 5 de diciembre de 1996, rol Nº 3665-1996.


Pronunciado por los Ministros señores Hernán Álvarez G., Mario Garrido
M. y Marcos Libedinsky T. y los Abogados Integrantes señores Arturo
Montes R. y José Fernández R. Cita online: CL/JUR/966/1996

8. LIMITACIONES QUE TIENE LA CORTE SUPREMA PARA CONOCER Y FALLAR EL


RECURSO DE CASACIÓN EN EL FONDO

ANÁLISIS JURISPRUDENCIAL

A. Limitaciones generales

a) En el recurso de casación en el fondo no se valoran nuevamente los


hechos sino la adecuación del sistema de valoración probatoria

Que en efecto, la norma legal que previene el sistema probatorio, así


como el modo en que opera y las reglas que lo componen, es de
carácter sustantivo y a ella ha de adecuarse la labor de ponderación.
Ello es así, porque la sola referencia de la norma al sistema de la sana
crítica incorpora al precepto que lo establece a todas las reglas que la
constituyen, que le son propias e indiscutibles. De ahí que siempre sea
posible examinar por vía de casación su aplicación. Verificar la
adecuación del sistema de valoración probatoria a las reglas de la sana
crítica no implica valorar nuevamente los hechos, pues tal labor
excedería los márgenes del recurso y la competencia de este tribunal
(considerando 6º, sentencia Corte Suprema).

127
Corte Suprema, 21/01/2014, rol Nº 17262-2013,

Cita online: CL/JUR/114/2014

Fallos en el mismo sentido:

Corte Suprema, 25/02/2014, rol Nº 2523-2014,

Cita online: CL/JUR/316/2014

Corte Suprema, 30/01/2014, rol Nº 10121-2013,

Cita online: CL/JUR/244/2014

Corte Suprema, 27/01/2014, rol Nº 8391-2012,

Cita online: CL/JUR/147/2014

Corte Suprema, 22/01/2014, rol Nº 6244-2013,

Cita online: CL/JUR/136/2014

Corte Suprema, 22/01/2014, rol Nº 6682-2013,

Cita online: CL/JUR/135/2014

Corte Suprema, 16/01/2012, rol Nº 6064-2009,

Cita online: CL/JUR/111/2012

Corte Suprema, 31/01/2012, rol Nº 4846-2010,

Cita online: CL/JUR/260/2012

Corte Suprema, 6/04/2011, rol Nº 7235-2009,

Cita online: CL/JUR/2989/2011

Corte Suprema, 23/06/2011, rol Nº 3398-2009,

Cita online: CL/JUR/10439/2011

Corte Suprema, 12/10/2010, rol Nº 6204-2010,

Cita online: CL/JUR/8272/2010

128
Corte Suprema, 13/08/2009, rol Nº 2410-2008,

Cita online: CL/JUR/8025/2009

Corte Suprema, 20/08/2009 rol Nº 4825-2008,

Cita online: CL/JUR/362/2009

Corte Suprema, 7/01/2008, rol Nº 3615-2006,

Cita online: CL/JUR/7227/2008

Corte Suprema, 28/06/2007, rol Nº 1330-2007,

Cita online: CL/JUR/5955/2007

Corte Suprema, 28/03/2007, rol Nº 1168-2007,

Cita online: CL/JUR/5790/2007

Corte Suprema, 29/10/2007, rol Nº 4167-2006,

Cita online: CL/JUR/5259/2007

Corte Suprema, 29/03/2007, rol Nº 1911-2006,

Cita online: CL/JUR/5798/2007

Corte Suprema, 19/12/2006, rol Nº 5314-2005,

Cita online: CL/JUR/8382/2006

Corte Suprema, 21/09/2006, rol Nº 54-2005,

Cita online: CL/JUR/8157/2006

Corte Suprema, 22/05/2006, rol Nº 5231-2003,

Cita online: CL/JUR/7625/2006

Corte Suprema, 2/05/2006, rol Nº 563-2003,

Cita online: CL/JUR/7571/2006

Corte Suprema, 12/04/2006, rol Nº 5865-2005,

129
Cita online: CL/JUR/5215/2006

Corte Suprema, 23/03/2006, rol Nº 6361-2005,

Cita online: CL/JUR/1166/2006

Corte Suprema, 12/01/2006, rol Nº 4279-2005,

Cita online: CL/JUR/4387/2006

Corte Suprema, 5/08/2004, rol Nº 590-2003,

Cita online: CL/JUR/4909/2004

Corte Suprema, 26/08/2004, rol Nº 2075-2003,

Cita online: CL/JUR/1724/2004

Corte Suprema, 29/09/2004, rol Nº 569-2004,

Cita online: CL/JUR/2856/2004

Corte Suprema, 20/10/2004, rol Nº 3702-2004,

Cita online: CL/JUR/5152/2004

b) No puede modificar los hechos fijados por los jueces del fondo,
salvo cuando se infrinjan las leyes reguladoras de la prueba

i) La facultad de apreciar o ponderar las probanzas que se rindan en


determinado procedimiento, así como extraer las conclusiones
pertinentes, corresponde a los jueces del fondo, los que no pueden
infringir la ley al hacerlo, sin que pueda el Tribunal de Casación analizar
dicha circunstancia. Para que pudiera la Corte Suprema hacer una nueva
ponderación de pruebas y extraer otras conclusiones que permitieran
decidir en sentido distinto a como se hizo, en el presente caso, habría
sido necesaria la denuncia y comprobación de infracción de normas
reguladoras de los medios de convicción, de aquellas que establecen
parámetros legales determinados o fijos de apreciación, esto es, que
obliguen a los magistrados a apreciarlos de determinada manera, lo que
no ha ocurrido, porque las normas que a este respecto se han
denunciado como vulneradas, particularmente el artículo 21 del Código
Tributario, claramente no tiene dicho carácter, y sólo se refiere a la
carga de la prueba en esta materia.

130
Corte Suprema, 3 de junio de 2004, rol Nº 77-2003. Pronunciado por
la Tercera Sala, integrada por los Ministros señores Domingo Yurac;
Humberto Espejo (redactor) y señorita María Antonia Morales; y los
Abogados Integrantes señores José Fernández y Arnaldo Gorziglia.
Cita online:
CL/JUR/2772/2004

En el mismo sentido:

ii) Las reglas reguladoras de la prueba son aquellas normas


fundamentales impuestas por la ley a los sentenciadores, y que
importan verdaderas prohibiciones, limitaciones o parámetros dirigidos a
asegurar una decisión correcta en el juzgamiento, ya para evitar el
rechazo de una prueba que la ley admite o no permitir que se acepte
una que la legislación repudia, bien para que no se le otorgue un
distinto valor que el asignado.

Corte Suprema, 15 de noviembre de 2006, rol Nº 4096-2005,


Segunda Sala. Ministros: Nibaldo Segura P., Rubén Ballesteros C.,
Patricio Valdés A. y los Abogados Integrantes señores Fernando Castro
A. y Carlos Künsemüller L. Cita online: CL/JUR/6734/2006

iii) Los reproches formulados por el recurso se relacionan únicamente


con la forma como los jueces del fondo analizaron las pruebas rendidas
en el proceso para establecer los hechos, arribaron a las conclusiones
que expresaron y, a partir de ello, resolvieron lo que les pareció
pertinente. Esto es, se trata típicamente, de un problema de apreciación
de la prueba, labor que como se ha dicho reiteradamente a través de
recursos de casación en el fondo, corresponde llevar a cabo a los jueces
del fondo y no puede este tribunal variarla a menos que se hayan
vulnerado las normas que en sí mismas determinan el valor concreto de
un medio probatorio, lo que en el presente caso no ha ocurrido.
Entregándose como facultad privativa de los jueces ponderar el valor
intrínseco de las probanzas de autos, pues la ley no fija un valor preciso
a las pruebas ni establece parámetros, no pueden infringir la ley al
hacerlo y no corresponde al tribunal de casación analizar tal materia, ya
que, las leyes reguladoras de la prueba son aquellas normas
fundamentales impuestas por la ley a los falladores en forma ineludible
y que importan limitaciones dirigidas a asegurar una decisión correcta
en el juzgamiento, de manera que para se produzca infracción de las
mismas es necesario que se haya incurrido en error de derecho en su
aplicación;

131
Corte Suprema, 27 de marzo de 2001, rol Nº 2833-2000. Pronunciado
por los Ministros señores Domingo Yurac Soto; Humberto Espejo
Zúñiga; Manuel Daniel Argandoña; Osvaldo Faúndez Vallejos; Ricardo
Gálvez Blanco. Cita online: CL/JUR/2112/2001

Asimismo:

iv) Corte Suprema, 6 de abril de 1988, rol Nº 11162. Integran la sala


Emilio Ulloa, Estanislao Zúñiga, Abraham Meersohm, Hernán Cereceda y
Ricardo Martin. Redactor: Ricardo Martin. Cita online: CL/JUR/844/1988

v) Corte Suprema, 24 de julio de 1991, rol Nº 15718. Ministros:


Marcos Aburto Ochoa, Servando Jordán López, Osvaldo Faúndez Vallejos
y los Abogados Integrantes señores Fernando Fueyo Laneri y José
Fernández Richard. Redactor: José Fernández. Cita online:
CL/JUR/466/1991

vi) Corte Suprema, 8 de abril de 1994. Pronunciado por los Ministros


señores Adolfo Bañados Cuadra, Marcos Libedinsky Tschorne, Ricardo
Gálvez Blanco (Suplente) y los Abogados Integrantes señores Alejandro
Silva Bascuñán y Álvaro Rencoret Silva. Redacción del Abogado
Integrante don Alejandro Silva B. Cita online: CL/JUR/2046/1994

vii) Corte Suprema, 12 de diciembre de 1996, rol Nº 31856. Integran


la sala los Ministros Osvaldo Faúndez, Lionel Béraud, Arnaldo Toro y
Germán Valenzuela, y el Abogado Integrante señor Manuel Daniel.
Cita online: CL/JUR/2233/1996

viii) Corte Suprema, 30 de enero de 1997, rol Nº C-34033-1995.


Pronunciado por los Ministros señores Marcos Aburto O., Efrén Araya V.,
Óscar Carrasco A. y Eleodoro Ortiz S. y el Abogado Integrante señor
Vivian Bullemore G. Cita online: CL/JUR/2381/1997

ix) Corte Suprema, 16 de abril de 2001, rol Nº 1241-2000.


Pronunciado por los Ministros señores Eleodoro Ortiz Sepúlveda; Enrique
Tapia Witting; Jorge Rodríguez Ariztía; José Fernández Richard y
Servando Jordán López. Cita online: CL/JUR/3622/2001

x) Corte Suprema, 26 de junio de 2001, rol Nº 4148-1999.


Pronunciado por los Ministros señores Carlos Meneses Pizarro; Humberto
Espejo Zúñiga; José Fernández Richard; Milton Juica Arancibia y el
Abogado Integrante René Abeliuk Manasevic. Cita online:
CL/JUR/1529/2001

132
xi) Corte Suprema, 4 de junio de 2002, rol Nº 4807-2001. Pronunciado
por los Ministros señores Hernán Álvarez G., Eleodoro Ortiz S., Jorge
Rodríguez A., Domingo Kokisch M., y la Fiscal señora Mónica Maldonado
C.
Cita online: CL/JUR/3376/2002

xii) Corte Suprema, 19 de agosto de 2002, rol Nº 1794-2002,


Pronunciado por los Ministros señores Marcos Libedinsky T., José
Benquis C., Urbano Marín V. y Adalís Oyarzún M. y el Abogado
Integrante señor Patricio Novoa F. Cita online: CL/JUR/3639/2002

xiii) Corte Suprema, 20 de enero de 2003, rol Nº 3937-2002.


Integraron la sala los Ministros Marcos Libedinsky T., José Benquis C.,
Orlando Álvarez H., Urbano Marín V. y Jorge Medina C. Cita online:
CL/JUR/3960/2003

xiv) Corte Suprema, 02.11.2004, rol Nº 4498-2003, Cuarta sala.


Integraron la sala los Ministros José Benquis C., Enrique Tapia W.,
Orlando Álvarez H., Urbano Marín V. y Jorge Medina C. Cita online:
CL/JUR/5199/2004

xv) Corte Suprema, 9 de junio de 2005, rol Nº 3169-2003, Primera


sala. Integraron la sala los Ministros Hernán Álvarez G., Eleodoro Ortiz
S., Enrique Tapia W., Jorge Rodríguez A. y Domingo Kokisch M. Redactó
Hernán Álvarez G. Cita online: CL/JUR/6040/2005

xvi) Corte Suprema, 21 de septiembre de 2006, rol Nº 54-2005,


Cuarta Sala. Ministros: Marcos Libedinsky T., Orlando Álvarez H. y
Urbano Marín V. y los Abogados Integrantes señores Ricardo Peralta V. y
Patricio Valdés A.
Cita online: CL/JUR/8157/2006

xvii) Corte Suprema, 28 de junio de 2007, rol Nº 1330-2007, Segunda


Sala. Ministros: Alberto Chaigneau del C., Nibaldo Segura P., Jaime
Rodríguez E. y Rubén Ballesteros C. y el Abogado Integrante señor
Domingo Hernández E. Cita online: CL/JUR/5955/2007

xviii) Corte Suprema, 3 de junio de 2011, rol Nº 6932-2010, Cuarta


Sala. Ministros: Patricio Valdés A., señoras Gabriela Pérez P., Rosa
María Maggi D., Rosa Egnem S., y el Abogado Integrante señor Ricardo
Peralta V.
Cita online: CL/JUR/4638/2011

133
xix) Corte Suprema, 15 de junio de 2011, rol Nº 4247-2011, Primera
Sala. Ministros: Juan Araya E., Guillermo Silva G., Sra. María Sandoval
G. y Abogados Integrantes Sr. Jorge Medina C. y Sra. Maricruz Gómez
de la Torre V. Cita online: CL/JUR/10432/2011

A contrario sensu se ha fallado que las normas reguladoras de la


prueba son adjetivas:

i) Si el recurso de casación en el fondo se basa exclusivamente en la


infracción de normas reguladoras de la prueba, esto es, normas de
índole adjetivas que inciden en la ponderación de las probanzas que se
alleguen al proceso para resolver el asunto debatido, pero no en
aquéllas que deciden el pleito, el recurso debe ser rechazado.

Corte Suprema, 6 de septiembre de 2006, rol Nº 3720-2006, Cuarta


Sala. Ministros: Urbano Marín V., Jorge Medina C. y Jaime Rodríguez E.
y los Abogados Integrantes señores Ricardo Peralta V. y Domingo
Hernández E.
Cita online: CL/JUR/6045/2006

Asimismo:

ii) Su recurso de casación en el fondo se encuentra basado solamente


en la infracción de normas reguladoras de la prueba, esto es, en
definitiva, en normas adjetivas, es decir, referidas a la ponderación que
se debe hacer de las que se agreguen para resolver el asunto debatido
pero en modo alguno son las que deciden el pleito, puesto que para ello
se requiere de la aplicación de normas sustantivas que, como se
advierte del recurso formulado no se consignan en dicha presentación,
por lo que el recurso no puede prosperar atendida su manifiesta falta de
fundamento.

Corte Suprema, 16 de diciembre de 2003, rol Nº 5280-2003.


Pronunciada por la Cuarta Sala de la Corte Suprema integrada por los
Ministros señores Marcos Libedinsky T., José Benquis C., Urbano Marín
V. y Jorge Medina C. y el Abogado Integrante señor Roberto Jacob Ch.
Cita online: CL/JUR/4809/2003

c) Existe infracción a las normas reguladoras de la prueba, cuando: a)


cuando se invierte el peso de la prueba; b) cuando se rechaza un medio
de prueba probatorio que la ley autoriza o cuando se acepta uno que la
ley repudia; y, c) cuando se altera el valor probatorio que la ley le
asigna a los diversos medios de prueba

134
i) El tribunal de casación no puede, al pronunciarse sobre un recurso
de casación en el fondo, discutir el valor que el Tribunal de la instancia
correspondiente ha atribuido a la prueba allegada por las partes en
relación con sus derechos ejercitados en juicio. De este modo, si los
sentenciadores no han invertido el peso de la prueba, no han rechazado
pruebas que la ley admite ni han aceptado otras que la ley rechaza, ni
han desconocido, tampoco, el valor probatorio de las distintas probanzas
producidas en autos, tal circunstancia impide al tribunal de casación
revisar la actividad desplegada por ellos en relación a la prueba y variar
los supuestos fácticos determinados y sobre los cuales recayó la
aplicación del derecho sustantivo. Se trata, en definitiva, sólo de un
problema de apreciación de la prueba, materia sobre la cual los jueces
del fondo tienen poder soberano para juzgar.

Corte Suprema, 4 de mayo de 2011, rol Nº 2881-2011, Primera Sala.


Ministros: Sr. Adalis Oyarzún M., Sra. Margarita Herreros M., Sr. Juan
Araya E., Sra. Rosa Maggi D. y Abogado Integrante Sr. Domingo
Hernández E. Cita online: CL/JUR/10423/2011

En este mismo sentido:

ii) Sólo producto de la infracción de las leyes reguladoras de la prueba


es posible casar en el fondo una sentencia. Debe entenderse por leyes
reguladoras de la pruebas las siguientes: a) cuando se invierte el peso
de la prueba; b) cuando se rechaza un medio de prueba probatorio que
la ley autoriza o cuando se acepta uno que la ley repudia; y, c) cuando
se altera el valor probatorio que la ley le asigna a los diversos medios de
prueba.

Corte Suprema, 19 de julio de 2006, rol Nº 1129-2004, Segunda Sala.


Ministros: señores Alberto Chaigneau del C., Rubén Ballesteros C., Julio
Torres A. y los Abogados Integrantes señores José Fernández R. y
Domingo Hernández E. Redactor: Rubén Ballesteros C. Cita online:
CL/JUR/6327/2006

iii) Respecto del recurso de casación en el fondo cabe consignar que se


entienden vulneradas las normas reguladoras de la prueba,
fundamentalmente cuando los sentenciadores invierten el onus
probandi, rechazan las pruebas que la ley admite, aceptan las que la ley
rechaza, desconocen el valor probatorio de las que se produjeron en el
proceso cuando la ley le asigna uno determinado de carácter obligatorio
o alteran el orden de precedencia que la ley le diere. Luego, los jueces
del fondo son soberanos para apreciar las pruebas, dentro del marco
establecido por las normas pertinentes y por ello, no son susceptibles de

135
ser revisadas por la vía de la casación las conclusiones de los
sentenciadores basadas en disposiciones que entregan libremente la
valorización de los diversos elementos probatorios.

Corte Suprema, 10 de agosto de 2005, rol Nº 2528-2003. Integraron


la sala los Ministros Hernán Álvarez G., Enrique Tapia Witting, Jorge
Rodríguez Ariztía, Domingo Kokisch Mourgues y el Abogado Integrante
René Abeliuk M. Redactó Enrique Tapia Witting. Cita online:
CL/JUR/2999/2005

En esta misma idea:

iv) Corte Suprema, 5 de noviembre de 2001, rol Nº 1368-2000.


Ministros: Eleodoro Ortiz S., Enrique Tapia W., Jorge Rodríguez A.,
Domingo Kokisch M., y el Abogado Integrante señor Franklin Geldres A.
Redacción a cargo del Abogado Integrante señor Franklin Geldres
Aguilar. Cita online: CL/JUR/1640/2001

d) No constituye infracción a las normas de la carga de la prueba,


señalar que se dieron por probados hechos que no debieron haberse
considerado como tales

i) Que lo reprochado por el recurrente es la circunstancia de que el


fallo atacado dio por establecidos los daños del vehículo del actor y su
monto, sin que la prueba aportada por éste conduzca a tal conclusión,
vale decir, se impugna la ponderación que de los distintos elementos de
convicción hicieron los jueces del grado, en uso de sus atribuciones
soberanas. La situación descrita difiere absolutamente de lo que en
doctrina se ha denominado inversión de la carga de la prueba y, por
tanto, la regla general en materia probatoria contenida en el citado
artículo 1698 del Código Civil, no resulta conculcada. Por otro lado, si
bien corresponde únicamente al actor acreditar los presupuestos de su
acción, en la especie, éste efectivamente rindió prueba en tal sentido y
los jueces la apreciaron, conjuntamente con la aportada por la contraria,
como se observa en los fundamentos 11º al 22º del fallo recurrido
(Considerando Quinto de la Corte Suprema).

Corte Suprema, 24.05.2004, rol Nº 4656-2002, Cuarta Sala. Ministros:


José Benquis C., José Luis Pérez Z., Orlando Álvarez H., Urbano Marín V.
y Jorge Medina C. Cita online: CL/JUR/3406/2004

e) No se puede acoger un recurso de casación en el fondo que se


funda en hechos antagónicos a los establecidos

136
i) El recurso de casación en el fondo deducido en autos se funda en
hechos antagónicos a los establecidos en el proceso, los cuales son
inamovibles para el tribunal de casación si no se demuestra la infracción
de normas reguladoras de la prueba, planteando soluciones
inconciliables, lo que le resta toda eficacia, debido a que se trata de un
medio de impugnación de derecho, en que la parte que ataca la
sentencia debe plantear el supuesto error de derecho de un modo
categórico, indudable y concreto, en vez de entregar su búsqueda al
Tribunal bajo la forma de un planteamiento dubitativo o contradictorio.

Al efecto, los jueces del fondo determinaron que tanto la imprudencia


del agente como la infracción a la Ley del Tránsito, operaron como
causas directas y necesarias del accidente al no haberse encontrado
atento a las condiciones del tránsito del momento y no respetar el
derecho preferente de paso de otro vehículo motorizado que circulaba
por su derecha, cortando u obstruyendo, en forma sorpresiva la
circulación reglamentaria de este último; mientras que el recurrente
expresa que procedería calificar el manejo de ambos conductores como
culpable y descuidado, ya que si bien el encartado no cedió el derecho a
vía al vehículo conducido por la víctima, que circulaba por la derecha,
fue éste a su vez el que abusó negligentemente de tal derecho,
afirmando luego que debe absolverse al encartado por su falta de
negligencia en los hechos investigados y, por ende, su inimputabilidad, o
subsidiariamente se condene a ambos conductores retrotrayendo la
causa a su estado de sumario.

Corte Suprema, 13 de marzo de 1997, rol Nº 3392-1997. Ministros:


Roberto Dávila, Adolfo Bañados, Luis Correa, Guillermo Navas y el
Abogado Integrante señor Mario Verdugo. Redactor: Adolfo Bañados.
Cita online: CL/JUR/972/1997

En el mismo sentido:

ii) 4º. Que respecto del primer capítulo de nulidad, en el motivo quinto
del fallo que se revisa se dejó establecido que el acreedor no manifestó
su voluntad de conservar la hipoteca; en consecuencia, en esta parte el
recurso se funda en un hecho diverso al que se ha tenido por
definitivamente probado en autos, lo que inhibe a este Tribunal de
Casación de examinar la aplicación del derecho pertinente en la forma
que lo pretende el recurso;

5º. Que respecto del capítulo de nulidad vinculado a la excepción de


prescripción, en atención a lo establecido precedentemente, resulta
inoficioso examinarlo, pues aun si fuera efectivo el segundo error de

137
derecho denunciado en el recurso, éste ha carecido de influencia en lo
dispositivo del fallo, toda vez que resulta inamovible lo decidido respecto
de la excepción del Nº 7 del artículo 464 del Código Procesal.

Corte Suprema, 17 de octubre de 1996, rol Nº 137-1996. Integran la


sala los Ministros Efrén Araya y Óscar Carrasco, el Fiscal señor Enrique
Paillás y los Abogados Integrantes señores Fernando Castro y Eugenio
Velasco. Cita online: CL/JUR/726/1996

Asimismo:

iii) Corte Suprema, 8 de junio de 1998, rol Nº 349-1996. Pronunciado


por los Ministros señores Hernán Álvarez G., Mario Garrido M., Marcos
Libedinsky T., José Benquis C. y Urbano Marín V. Cita online:
CL/JUR/1713/1998

iv) Corte Suprema, 21 de abril de 1999, rol Nº 2110-1998.


Pronunciado por los Ministros señores Óscar Carrasco A., Eleodoro Ortiz
S. y Enrique Tapia W. y los Abogados Integrantes señores Fernando
Castro A. y Franklin Geldres A. Redacción del Ministro Óscar Carrasco
Acuña. Cita online: CL/JUR/2152/1999

v) Corte Suprema, 12 de marzo de 2003, rol Nº 4653-2002.


Integraron la sala los Ministros Eleodoro Ortiz S., Enrique Tapia W.,
Jorge Rodríguez A., los Abogados Integrantes René Abeliuk M., y Óscar
Carrasco A. Cita online: CL/JUR/4119/2003

vi) Corte Suprema, 31 de octubre de 2005, rol Nº 3880-2005.


Integran la Sala los Ministros Enrique Tapia W., Jorge Rodríguez A.,
Sergio Muñoz G. y los Abogados Integrantes Óscar Carrasco A. y
Enrique Barros B. Cita online: CL/JUR/3977/2005

e) No basta con invocar la infracción a las normas reguladoras de la


prueba, sino que también se deben alegar los errores del fallo relativos
a la ley material aplicable y en qué forma estos influyen sustancialmente
en el fallo

i) Para que haya lugar o cabida a los planteamientos del recurrente,


resulta indispensable la remoción de los hechos fijados en la sentencia
impugnada. Para tal fin, no basta invocar la supuesta vulneración de
normas reguladoras de la prueba. Antes que todo, es indispensable
explicar y demostrar adecuadamente la producción del error de derecho
correlativo y, luego, que éste tenga la necesaria incidencia en lo
dispositivo de aquélla;

138
El recurrente arguye que el fallo cuestionado no ponderó determinadas
probanzas, es decir, aduce una supuesta falta, omisión o defecto en la
elaboración del mismo. Expresado en otras palabras, al amparo de un
recurso que por su naturaleza está llamado a promover cuestiones
sustantivas, se hacen valer aspectos de índole adjetiva. En efecto, la
ausencia de análisis de las probanzas aportadas al proceso no guarda
relación con un posible quebrantamiento de las leyes que las regulan.
Atañe a la forma en que ha de pronunciarse la sentencia.
Particularmente, a la necesidad de verter las consideraciones de hecho o
de derecho que le sirven de fundamento.

Corte Suprema, 17 de mayo de 2001, rol Nº 1594-2000. Pronunciado


por los Ministros señores Domingo Kokisch Mourgues; Enrique Tapia
Witting; Jorge Rodríguez Ariztía; René Abeliuk Manasevic y Servando
Jordán López. Cita online: CL/JUR/3738/2001

f) No basta con invocar la infracción a las normas reguladoras de la


prueba, sino que también se debe colocar cómo se infringieron y de qué
forma influyen sustancialmente en el fallo

i) En el recurso se esgrime una supuesta vulneración de las leyes


reguladoras de la prueba. Por tales se mencionan a los artículos 345,
346, "356 y siguientes", "385 y siguientes", todos del Código de
Procedimiento Civil. Indica el recurrente que el fallo cuestionado no
otorga "el mérito que corresponde" a las pruebas rendidas; más bien,
precisa, les niega todo valor probatorio puesto que en esa sentencia no
se emite pronunciamiento sobre el fondo del asunto. Al margen de que
el recurrente no explica ni demuestra en qué consistiría el error de
derecho que dice cometido en materia de normas reguladoras de la
prueba, lo cierto es que tampoco precisa cuáles serían éstas,
circunstancias bastantes para desestimar este capítulo de su recurso.
Como fuere, los reproches contenidos en el recurso apuntan más bien a
supuestas omisiones o falencias, relativas a la forma de
pronunciamiento de aquel fallo. Tales extremos, de ser efectivos,
resultan extraños a los propósitos o fines de la casación en el fondo, en
términos que tampoco pueden aceptarse.

Corte Suprema, 3 de octubre de 2001, rol Nº 174-2000. Pronunciado


por los Ministros señores Enrique Tapia W., Jorge Rodríguez A., y
Domingo Kokisch M., y los Abogados Integrantes señores José
Fernández R. y Franklin Geldres A. Cita online: CL/JUR/795/2001

En este sentido:

139
ii) Es necesario advertir que la doctrina procesal entiende por leyes
reguladoras de la prueba sólo aquellas normas que determinan en forma
obligatoria para el juez la aceptación o rechazo de un medio de prueba
para demostrar un hecho concreto, el valor de convicción que debe
asignarle a un determinado medio probatorio, el orden en que se debe
preferir un medio sobre otro, o por último, a quién deba asignársele la
carga de probar determinados hechos. Asimismo, también imperioso es
expresar que cuando se señala que se han infringido éstas, es
requisito sine qua non indicar debidamente de qué forma han sido
violadas, situación que no se visualiza en la especie, en que el
recurrente ha considerado bastante sólo señalar escuetamente que se
han infringido. Esto impide a este tribunal poder hacer reflexiones, por
lo que debe ser desechado el recurso.

Corte Suprema, 20 de julio de 2004, rol Nº 2048-2003. Pronunciado


por la Segunda Sala integrada por los Ministros señores Alberto
Chaigneau del C. (redactor), Enrique Cury U., Milton Juica A., Nibaldo
Segura P. y Jaime Rodríguez E. Cita online: CL/JUR/784/2004

Asimismo:

iii) Corte Suprema, 23 de septiembre de 1991, Primera Sala.


Integraron la Sala los Ministros señores Rafael Retamal López, Emilio
Ulloa Muñoz, Roberto Dávila Díaz y los Abogados Integrantes señores
Eugenio Valenzuela Somarriva y Álvaro Rencoret Silva. Cita online:
CL/JUR/811/1991

g) En los procedimientos en que rige la sana critica, no se pueden


modificar los hechos por medio de este recurso, salvo que se hayan
infringido las reglas de la lógica, las máximas de la experiencia, los
principios científicamente afianzado.

i) El recurrente a través de sus cuestionamientos intenta modificar los


hechos establecidos por los jueces del fondo, los que resultan
inamovibles, y no pueden ser alterados por la presente vía, a menos
que, en su establecimiento se hayan desatendido las razones
simplemente lógicas, científicas, técnicas o de experiencia, en cuya
virtud ha correspondido asignar valor o desestimar la eficacia de tales
probanzas, cuestión que no ha ocurrido en la especie ni que tampoco
aparece denunciada pues el recurrente no ha señalado normas
reguladoras de la prueba que hubieren sido infringidas, para así poder
alterar lo decidido en este aspecto.

140
Corte Suprema, 28.06.2006, rol Nº 411-2006, Cuarta Sala. Ministros:
Urbano Marín V., Jorge Medina C, y Adalis Oyarzún M. y los Abogados
Integrantes señores Ricardo Peralta V. y Patricio Valdés A. Cita online:
CL/JUR/6697/2006

Asimismo:

ii) La ponderación de la prueba en materia laboral es una atribución


privativa de los sentenciadores de la instancia y no admite control por la
vía de la casación en el fondo, pues, en tal actividad, ejercida conforme
a las reglas de la sana crítica, dichos Jueces son soberanos, a menos
que en la determinación de tales hechos hayan desatendido las razones
simplemente lógicas, científicas, técnicas o de experiencia, en cuya
virtud ha correspondido asignar valor o desestimar la eficacia de tales
probanzas.

Corte Suprema, 22.06.2006, rol Nº 282-2006, Cuarta Sala. Ministros:


Orlando Álvarez H., Urbano Marín V. y Jorge Medina C. y los Abogados
Integrantes señores Fernando Castro A. y Roberto Jacob Ch. Cita online:
CL/JUR/7824/2006

En el mismo sentido:

iii) Corte Suprema, 11 de noviembre de 1996, rol Nº 3736-1996.


Ministros: Enrique Zurita, Hernán Álvarez y Mario Garrido y los
Abogados Integrantes señores Arturo Montes y Jorge Rodríguez.
Cita online:
CL/JUR/2299/1996

iv) Corte Suprema, 29 de enero de 1997, rol Nº 204-1997. Ministros:


Enrique Zurita C., Hernán Álvarez G., Mario Garrido M. y Marcos
Libedinsky T., y el Abogado Integrante señor Arturo Montes R.
Cita online: CL/JUR/1387/1997

v) Corte Suprema, 24 de septiembre de 1998, rol Nº 931-1997.


Integran la sala los Ministros Hernán Álvarez G., Mario Garrido M., José
Benquis C., Urbano Marín V. y el Abogado Integrante señor José
Fernández R. Cita online: CL/JUR/1968/1998

vi) Corte Suprema, 19 de mayo de 1999, rol Nº 1361-1999. Integran


la sala los Ministros Mario Garrido M., Marcos Libedinsky T. y José
Benquis C. y los Abogados Integrantes señores Patricio Novoa F. y Mario
Mosquera R.
Cita online: CL/JUR/1259/1999

141
vii) Corte Suprema, 11 de diciembre de 2000, rol Nº C-4304-2000.
Pronunciado por los Ministros señores Marcos Libedinsky T., José
Benquis C. y Urbano Marín V. y los Abogados Integrantes señores
Patricio Novoa F. y Juan Infante P. Cita online: CL/JUR/1207/2000

viii) Corte Suprema, 17 de abril de 2001, rol Nº 1084-2001. Ministros:


Mario Garrido M., Marcos Libedinsky T., José Benquis C. y Urbano Marín
V., y el Abogado Integrante señor Patricio Novoa F. Cita online:
CL/JUR/3548/2001

ix) Corte Suprema, 29 de octubre de 2001, rol Nº 3731-2001.


Pronunciado por los Ministros señores Jorge Medina Cuevas; Juan
Infante Phillipi; Marcos Libedinsky Tschorne; Mario Garrido Montt y
Urbano Marín Vallejo; Cita online: CL/JUR/1637/2001

x) Corte Suprema, 10 de diciembre de 2001, rol Nº 4401-2001.


Pronunciado por los Ministros señores Jorge Medina Cuevas; José
Benquis Camhi; Manuel Daniel Argandoña; Mario Garrido Montt y
Urbano Marín Vallejo; Cita online: CL/JUR/4780/2001

xi) Corte Suprema, 18 de junio de 2002, rol Nº 516-2002. Pronunciado


por los Ministros señores, Marcos Libedinsky T., José Benquis C., Urbano
Marín V. y los Abogados Integrantes señores Patricio Novoa F. y Juan
Infante P. Cita online: CL/JUR/3437/2002

xii) Corte Suprema, 04 de diciembre de 2003, rol Nº 1559-2003.


Pronunciada por la Cuarta Sala de la Corte Suprema integrada por los
Ministros señores Marcos Libedinsky T., Orlando Álvarez H., Urbano
Marín V. y Jorge Medina C. y el Abogado Integrante señor Roberto Jacob
Ch. Cita online: CL/JUR/2884/2003

xiii) Corte Suprema, 9 de marzo de 2004, rol Nº 4180-2003.


Pronunciada por la Cuarta Sala de la Corte Suprema, integrada por los
Ministros señores José Benquis C., Orlando Álvarez H., Urbano Marín V.,
Jorge Medina C. y el Abogado Integrante señor Roberto Jacob Ch.
Cita online: CL/JUR/4472/2004

xiv) Corte Suprema, 26 de mayo de 2004, rol Nº 857-2004,


Pronunciada por la Cuarta Sala de la Corte Suprema integrada por los
Ministros señores José Benquis C., José Luis Pérez Z., Orlando Álvarez
H., Urbano Marín V. y Jorge Medina C. Cita online: CL/JUR/2758/2004

xv) Corte Suprema, 22 de diciembre de 2005, rol Nº 4057-2005.


Pronunciada por la Cuarta Sala de la Corte Suprema integrada por los

142
Ministros señores Orlando Álvarez H., Urbano Marín V., Jorge Medina C.
y los Abogados Integrantes señores Juan Infante Ph. y Roberto Jacob
Ch. Cita online: CL/JUR/5085/2005

xvi) Corte Suprema, 31 de mayo de 2006, rol Nº 5723-2005.


Pronunciada por la Cuarta Sala de la Corte Suprema integrada por los
Ministros señores José Luis Pérez Z., Orlando Álvarez H., Urbano Marín
V., Jorge Medina C. y señora Margarita Herreros M. Cita online:
CL/JUR/5311/2006

xvii) Corte Suprema, 8 de junio de 2006, rol Nº 5037-2005.


Pronunciada por la Cuarta Sala de la Corte Suprema integrada por los
Ministros señores Orlando Álvarez H., Urbano Marín V. y Julio Torres A.
y los Abogados Integrantes señores Roberto Jacob Ch. y Carlos
Künsemüller L.
Cita online: CL/JUR/5351/2006

xviii) Corte Suprema, 1 de junio de 2006, rol Nº 5033-2005, Cuarta


Sala. Ministros: José Luis Pérez Z., Orlando Álvarez H., Urbano Marín V.,
Jorge Medina C. y señora Margarita M. Herreros. M. Redactor: Carlos A.
Meneses Pizarro. Cita online: CL/JUR/7701/2006

xix) Corte Suprema, 10 de junio de 2011, rol Nº 1697-2010, Segunda


Sala. Ministros: Nibaldo Segura P., Jaime Rodríguez E., Hugo Dolmestch
U., y los Abogados Integrantes Sres. Ricardo Peralta V. y Jorge Lagos G.
Redactor: Jorge Lagos G. Cita online: CL/JUR/10429/2011

xx) Corte Suprema, 15 de junio de 2011, rol Nº 9199-2010, Cuarta


Sala. Ministros: Gabriela Pérez P. , Rosa María Maggi D., Rosa Egnem
S., señor Roberto Jacob Ch., y el Abogado Integrante señor Rafael
Gómez B. Redactor: Gabriela Pérez P. Cita online: CL/JUR/10433/2011

h) En los sistemas de sana crítica no se pueden modificar los hechos


por medio del presente recurso, salvo que los jueces del fondo
prescindan de elementos de convicción que están llamados a valorar,
releven a uno de los litigantes de la carga probatoria o sustituyan la
voluntad real de las partes en la determinación de elementos esenciales
del contrato del trabajo

i) En la apreciación de la prueba conforme al sistema de la sana


crítica, no resulta procedente que los jueces del fondo prescindan de
elementos de convicción que están llamados a valorar, releven a uno de
los litigantes de la carga probatoria o sustituyan la voluntad real de las

143
partes en la determinación de elementos esenciales del contrato del
trabajo.

Corte Suprema, 15 de mayo de 2006, rol Nº 4135-2004, Cuarta Sala.


Integraron la sala los Ministros José Luis Pérez Z., Orlando Álvarez H.,
Urbano Marín V., Jorge Medina C. y el Abogado Integrante Roberto
Jacob Ch.
Cita online: CL/JUR/7607/2006

i) En los sistemas de sana crítica, no se puede invocar infracción a las


normas reguladoras de la prueba para modificar los hechos, por medio
del recurso de casación en el fondo

i) En los delitos como el investigado en autos (tráfico ilícito de


estupefacientes, conforme a la ley Nº 18.403), la prueba se aprecia en
conciencia, por lo que no resulta procedente que el recurso se apoye en
la causal Nº 7 del artículo 546 del Código de Procedimiento Penal,
denunciando la infracción a preceptos que el recurrente estima como
normas reguladoras de la prueba. Tampoco puede prosperar el recurso
en cuanto él se basa en la causal 3º del ya mencionado artículo, pues el
recurrente se limita a proponer hechos enteramente distintos a aquellos
que han quedado establecidos en el fallo impugnado, los cuales se
encuentran fijados con un carácter jurídicamente inamovible.

Corte Suprema, 25 de enero de 1996. Pronunciada por los Ministros


señores Roberto Dávila, Adolfo Bañados y Guillermo Navas y los
Abogados Integrantes señores Fernando Castro y Arturo Montes.
Cita online:
CL/JUR/1199/1996

j) El valor, ponderación y apreciación comparativa de los medio de


prueba, es facultad privativa de los jueces del fondo

i) El valor, ponderación y apreciación comparativa de los medio de


prueba, es facultad privativa de los jueces del fondo, que escapan al
control del tribunal de casación en el fondo.

Corte Suprema, 2 de mayo de 2006, rol Nº 563-2003, Primera Sala.


Integraron la sala los Ministros Eleodoro Ortiz S., Jorge Rodríguez A.,
Domingo Kokisch M., Adalis Oyarzún M. y el Abogado Integrante Hernán
Álvarez G. Redactó Eleodoro Ortiz S. Cita online: CL/JUR/7571/2006

144
B. Casos específicos en que se entienden infringidas las normas
regulatorias de la prueba y las reglas de la lógica, las máximas de la
experiencia y los principios científicamente afianzados

a) Se infringen las normas regulatorias de la prueba cuando no se


otorga el valor probatorio establecido por ley a los documentos

i) El recurso de casación en el fondo señala como normas legales


infringidas la de los artículos 346 Nº 3 del Código de Procedimiento Civil
y 2314 del Código Civil, por no haber dado aplicación, lo que era
procedente desde el momento que, contrariamente a lo sostenido por
los jueces de la instancia, se encuentran acreditados los perjuicios, su
naturaleza y monto, para lo cual se rindió la prueba documental
consistente en sentencia infraccional, presupuesto de reparación de los
daños, fotografías en que constan los mismos e inscripción del vehículo
a nombre del actor, la que acompañada en citación y el apercibimiento
legal, todo lo cual permite tener por establecidos los elementos de la
responsabilidad extracontractual y proceder a dictar sentencia a su
favor, acogiendo la demanda (considerando 1º).

La errada apreciación del mérito probatorio de la sentencia dictada por


el Juzgado de Policía Local de Rancagua acompañada a los autos resulta
evidente, desde el momento que los magistrados del fondo afirman que
ésta sanciona al actor, en circunstancias que efectivamente lo hace a
uno de los demandados, lo cual lleva indudablemente a incurrir en error
de derecho, por infracción a lo dispuesto en el artículo 342 Nº 3 del
Código de Procedimiento Civil y 2314 del Código Civil, todo lo cual se
encuadra dentro de la impugnación del recurrente (considerando 3º).

Corte Suprema, 22 de octubre de 1996, rol Nº 32723, Pronunciada por


los Ministros señores Efrén Araya y Óscar Carrasco, el Fiscal señor
Enrique Paillás y los Abogados Integrantes señores Eugenio Velasco y
José Fernández. Cita online: CL/JUR/2280/1996

En el mismo sentido:

ii) Debe acogerse el recurso de casación en el fondo por infracción a


las leyes reguladoras de la prueba, en relación al valor probatorioque
debe asignársele a los instrumentos públicos contenida en los artículos
1699 y 1700 del Código Civil, si en un juicio sobre nulidad de la
concesión de una pertenencia minera de explotación, los jueces en su
análisis de dicha prueba, desestimaron el valor de la inscripción de
dominio a nombre del actor contenida en el Conservador de Minas, lo
que constituye vulneración a las normas reguladoras de la prueba

145
porque se ha contrariado el texto expreso de la ley en relación a la
vigencia del título de dominio de la sociedad demandante y así también,
las disposiciones sustantivas que debieron aplicarse para resolver la
cuestión controvertida, esto es, las normas de los artículos 95 Nº 7 y 97
del Código de Minería.

Corte Suprema, 22 de octubre de 2003, rol Nº 4811-2002.


Pronunciada por la Cuarta Sala de la Corte Suprema integrada por los
Ministros señores, Marcos Libedinsky (redactor) T., Orlando Álvarez H.,
Urbano Marín V., los Abogados Integrantes señores José Fernández R. y
Roberto Jacob Ch.
Cita online: CL/JUR/4534/2003

Asimismo:

iii) No habiendo sido alterado el valor pleno de la escritura pública en


comento, en que se expresó que el saldo de precio de la compraventa
equivalente a $ 20.000.000 se pagaría en diez cuotas mensuales,
iguales y sucesivas de $ 2.000.000 cada una, a contar del mes de abril
de 1993, pago que el demandado no acreditó en autos, corresponde
desechar la excepción opuesta en tal sentido por José Rojas Rojas, y
acoger el recurso de casación en el fondo, por cuanto la sentencia
impugnada fue dictada con alteración de las normas reguladoras de la
prueba, específicamente de los artículos 1708 y 1709 del Código Civil,
pues se constató en el fallo recurrido una valoración errada de los
medios de prueba aportados por las partes y ello provocó infracción de
ley, la cual influyó substancialmente en la parte dispositiva de dicho fallo
(considerando 8º).

Corte Suprema. 8 de abril de 1997, rol Nº 1498-1996. Primera Sala,


pronunciada por los Ministros Sres. Marcos Aburto, Efrén Araya y Óscar
Carrasco y los Abogados Integrantes Sres. Arturo Montes y Eugenio
Velasco. Cita online: CL/JUR/1399/1997

b) Atenta contra las máximas de la experiencia, el fallo que no configura


la causal Nº 1 del art. 160 del Código del Trabajo, respecto del
trabajador que entregaba dinero a la cajera sin extender recibo alguno

i) Al haberse estimado que no se configura la causal invocada, toda


vez que era práctica habitual que el trabajador recibiera dinero en
efectivo y que éstos fueran entregados a las cajeras sin extenderse ni
firmase recibo alguno y concluir que no existen antecedentes que
permitan deducir o establecer que el demandante se hubiera apropiado
de los dineros en cuestión, los sentenciadores de segundo grado, se han

146
apartado de las reglas de la sana crítica y han desatendido el mérito de
las pruebas aportadas, contraviniendo los artículos 455 y 456 del Código
del Trabajo, pues, de haberlos aplicado correctamente, los jueces
debieron llegar a la conclusión que, en la especie, se tipificó la causal del
Nº 1 del artículo 160 del mismo texto legal. Este error de derecho ha
influido sustancialmente en lo dispositivo de la sentencia, desde que
condujo a acoger la demanda por despido injustificado y condenar a la
demandada al pago de las indemnizaciones y prestaciones que se
indican (considerando 5º).

Corte Suprema, 16 de julio de 2002, rol Nº 1623-2002. Pronunciado


por los Ministros señores Marcos Libedinsky T., José Benquis C., Urbano
Marín V. y Jorge Medina C. y el Abogado Integrante señor Alberto Novoa
F.
Cita online: CL/JUR/634/2002

C. Atribuciones judiciales específicas de la prueba, que escapan al


control del recurso de casación en el fondo

a) La atribución de recibir la causa a prueba, escapa al control del


recurso de casación en el fondo

i) 9º) Que los artículos 318 del Código de Procedimiento Civil y 132 del
Código Tributario constituyen normas ordenatoria litis, cuya infracción
podía reclamarse por la vía de la casación en la forma, pero no mediante
el presente recurso;

10º) Que de todo lo dicho en los fundamentos precedentes se


desprende, como lógica consecuencia, que el fallo impugnado no ha
infringido las disposiciones legales señaladas por el recurrente, por lo
que este recurso deberá ser rechazado.

Corte Suprema, 29 de abril de 1998, rol Nº 32294-1995. Integran la


sala los Ministros Osvaldo Faúndez V., Arnoldo Toro L., Ricardo Gálvez
B. y Orlando Álvarez H. y el Abogado Integrante señor José Fernández
R.
Cita online: CL/JUR/1617/1998

En este mismo sentido, respecto de la prueba de los incidentes:

ii) Respecto de la norma legal que se señala como vulnerada, esto es,
el artículo 90 del Código de Procedimiento Civil, que autoriza al juez
para recibir a prueba los incidentes en los casos que indica, cabe señalar
primero que ella no reviste el carácter de decisoria litis, por lo que

147
aunque se hubiese infringido no autorizaría a este tribunal para invalidar
la sentencia de que se trata y, segundo, que ella le entrega la
posibilidad a los jueces para recibir o no a prueba los incidentes, por lo
que al no hacer uso de esta facultad privativa, no pueden incurrir en
error de derecho.

Corte Suprema, 26 de octubre de 2005, rol Nº 274-2005, Tercera sala.


Integraron la sala los Ministros Ricardo Gálvez, Domingo Yurac, Milton
Juica, María Antonia Morales y Jaime Rodríguez Espoz. Redactó Milton
Juica. Cita online: CL/JUR/4327/2005

b) En el procedimiento penal antiguo, por aplicación del sistema de


prueba legal tasada, la apreciación de la prueba testimonial es
controlable por medio del recurso de casación en el fondo

i) Que, de consiguiente, la sentencia no pudo por presunciones dar por


establecido que el procesado conducía su vehículo a una velocidad
mayor que la razonable y prudente, y al así hacerlo infringió el artículo
485 del Código de Procedimiento Penal, que establece lo que es
presunción, o sea la consecuencia que el tribunal deduce de hechos
conocidos o manifestados en el proceso, y el artículo 488 del mismo
texto, que previene en su número 1 que las presunciones deben
fundarse en "hechos reales y probados y no en otras presunciones". En
efecto, las conjeturas del testigo Martínez Concha y del perito no son
hechos probados y por otra parte, el testimonio solitario de Armijo
Chaparro sobre el exceso de velocidad, está contradicho por los tres
testigos, que se indican en el apartado d) del fundamento 7º. Al
reconocerle la sentencia valor probatorio a ese testimonio único ha
infringido el artículo 459 del Código de Procedimiento Penal, que
requiere la declaración de dos testigos hábiles contestes en el hecho y
no contradichos por otro u otros igualmente hábiles, que declaren sobre
circunstancias que hayan podido caer directamente bajo la acción de sus
sentidos, para que pueda tenerse como demostración suficiente de que
ese hecho ha existido, lo que en el caso de autos no sucede, más aún
cuando el testigo Armijo Chaparro no se refiere a la velocidad que el
móvil llevaba en el instante del impacto —que no vio—, sino en un
momento anterior, esto es, cuando pasó por su lado. Tales infracciones
tienen influencia en lo dispositivo del fallo, pues le permiten calificar
como cuasidelito de lesiones el comportamiento del procesado Ferreras,
incurriendo así la sentencia en la causal de casación del Nº 3 del artículo
546 del Código de Procedimiento Civil (considerando 9º Sentencia de
Casación).

148
Corte Suprema, 5 de octubre de 1992, rol Nº 28576. Integran la sala
los Ministros Lionel Béraud P. , Germán Valenzuela E., Mario Garrido M.,
y los Abogados Integrantes señores Fernando Castro A. y Patricio
Mardones V. Redactor: Mario Garrido Montt. Cita online:
CL/JUR/883/1992

c) La facultad del Juez de apreciar el Informe Pericial, son facultades


privativas de los jueces del fondo

i) Es regla reguladora de la prueba la que impone restricciones o


limitaciones a las facultades privativas de los Jueces; produciéndose su
infracción cuando no se respeta el peso de la prueba, cuando se rechaza
un medio probatorio que la ley autoriza, o se acepta uno que aquélla
repudia, o bien, cuando se altera el valor probatorio que el legislador
asigna a los diversos medios de prueba. Así, la norma que faculta al
Juez para apreciar la fuerza probatoria del informe pericial no es de esta
clase de normas.

Corte Suprema, 30.10.2006, rol Nº 4195-2005, Segunda Sala.


Ministros: Alberto Chaigneau del C., Nibaldo Segura P., Hugo Dolmestch
U. y los Abogados Integrantes señores Óscar Herrera V. y Carlos
Künsemüller L. Redactor: Óscar Herrera V. Cita online:
CL/JUR/8291/2006

En este sentido, también:

ii) Resulta inaceptable la contravención alegada en el libelo de nulidad


en lo que toca a los artículos 426 del Código de Procedimiento Civil y
1712 del Código Civil, puesto que, como se ha dejado expresado en
innumerables sentencias de este Tribunal, la facultad para calificar la
gravedad, precisión y concordancia de las presunciones, se corresponde
con un proceso racional de los jueces del grado que no está sujeto al
control de este recurso de derecho estricto. Esta Corte Suprema ha
sostenido invariablemente que la construcción y determinación de la
fuerza probatoria de las presunciones judiciales queda entregada a los
magistrados de la instancia, puesto que la convicción de los
sentenciadores ha de fundarse en la gravedad, precisión y concordancia
que derive de las mismas.

Corte Suprema, 21.06.2011, rol Nº 4267-2011, Primera Sala.


Ministros: Adalis Oyarzún M., Juan Araya E., Guillermo Silva G., Sra.
María Sandoval G. y Abogado Integrante Sr. Jorge Lagos G. Cita online:
CL/JUR/5047/2011

149
Asimismo:

iii) Corte Suprema, 30 de octubre de 2001, rol Nº 4400-2000.


Pronunciado por los Ministros señores Eleodoro Ortiz S., Enrique Tapia
W., (redactor), y Domingo Kokisch M. Cita online: CL/JUR/4621/2001

iv) Corte Suprema, 5 de agosto de 2004, rol Nº 590-2003,


Pronunciada por la Cuarta Sala de la Corte Suprema integrada por los
Ministros señores José Luis Pérez Z., Orlando Álvarez H., Urbano Marín
V. y los Abogados Integrantes señores Manuel Daniel A. y Roberto Jacob
Ch. Cita online: CL/JUR/4909/2004

v) Corte Suprema, Primera Sala, 13 de septiembre de 2004, rol


Nº 3641-2003, Ministros: Hernán Álvarez G., Enrique Tapia W., Jorge
Rodríguez A. y los Abogados Integrantes señores René Abeliuk M. y
Óscar Carrasco A. Redacción a cargo del Ministro señor Tapia.
Cita online: CL/JUR/2418/2004

vi) Corte Suprema, Segunda Sala, 19 de diciembre de 2006, rol


Nº 5314-2005. Ministros: Alberto Chaigneau del C., Nibaldo Segura P.,
Jaime Rodríguez E. y los Abogados Integrantes señores Juan Carlos
Cárcamo O. y Domingo Hernández E. Cita online: CL/JUR/8382/2006

vii) Corte Suprema, Primera Sala, 20 de agosto de 2009, rol Nº 4825-


2008. Ministros: Sergio Muñoz G., Sra. Margarita Herreros M., Sres.
Juan Araya E. y Guillermo Silva G. y Abogada Integrante Sra. Maricruz
Gómez de la Torre V. Redactor: Guillermo Silva G. Cita online:
CL/JUR/362/2009

d) La facultad del juez de apreciar la prueba testimonial no es


revisable por el recurso de casación en el fondo

i) Las disposiciones que tienen el carácter de normas reguladoras de la


prueba se entienden vulneradas cuando los sentenciadores invierten
el onus probandi o carga de la prueba, rechazan las pruebas que la ley
admite, aceptan las que la ley rechaza, desconocen el valor probatorio
de las que se produjeron en el proceso cuando la ley le asigna uno
determinado de carácter obligatorio o alteran el orden de precedencia
que la ley le diere. Las pautas relativas a la apreciación de la prueba
testimonial no revisten el carácter de normas rectoras de la prueba; al
contrario, los Jueces de la instancia tienen facultades soberanas y
privativas, para ponderar y valorar las declaraciones de los testigos de
las partes y preferir a unos por sobre otros, tomando en cuenta con este
fin diversas circunstancias; facultades que, en consecuencia, por ser

150
exclusivas de los Jueces del fondo, no están sujetas a la revisión del
Tribunal de Casación, que se transformaría en una tercera instancia si
entrara de nuevo a su examen y ponderación.

Corte Suprema 29 de marzo de 2007, rol Nº 1911-2006, Tercera Sala.


Ministros: Marcos Libedinsky, Hugo Dolmestch, Patricio Valdés, Héctor
Carreño y Pedro Pierry. Redactor: Pedro Pierry. Cita online:
CL/JUR/5798/2007

En el mismo sentido:

ii) Debe rechazarse el recurso de casación en el fondo que pretende


infringidas leyes reguladoras de la prueba, específicamente el artículo
384 Nº 2 y Nº 3 del CPC, en cuanto al valor probatorio dado a las
declaraciones de testigos. En efecto, el Nº 2, como lo ha dicho
reiteradamente esta Corte utiliza la expresión "podrá", por lo que es
facultad del juez determinar si la declaración de dos o más testigos
contestes en el hecho y sus circunstancias esenciales, sin tacha,
legalmente examinados y que den razón de sus dichos constituye plena
prueba, y siendo una facultad suya mal puede constituir una infracción
de ley. Igualmente, en el caso del Nº 3 del precepto, es el tribunal el
que tiene que decidir cuál de las declaraciones contradictorias de los
testigos parece ser verdadera, y al tomar esta decisión, obviamente
tampoco puede estar infringiendo la ley.

Corte Suprema, 27 de noviembre de 2003, rol Nº 476-2003.


Pronunciado por la Primera Sala de la Corte Suprema, por los Ministros
señores Eleodoro Ortiz S., Jorge Rodríguez A., Domingo Kokisch M. y
Abogados Integrantes señores José Fernández R. y René Abeliuk M.
(redactor). Cita online: CL/JUR/4717/2003

Asimismo:

ii) Corte Suprema. 3 de marzo de 1996, Tercera Sala. Pronunciada por


los Ministros Sres. Osvaldo Faúndez, Lionel Béraud, Arnaldo Toro y
Germán Valenzuela y el Abogado Integrante Sr. Manuel Daniel.
Cita online: CL/JUR/1355/1996

iii) Corte Suprema, 19 de agosto de 1999, rol Nº 3023-1998.


Integraron la sala los Ministros Servando Jordán L., Óscar Carrasco A.,
Eleodoro Ortiz S., Enrique Tapia W. y Jorge Rodríguez A. Cita online:
CL/JUR/2981/1999

151
iv) Corte Suprema, 30 de mayo de 2001, rol Nº 432-2001.
Pronunciado por los Ministros señores Enrique Tapia Witting; Jorge
Medina Cuevas; Jorge Rodríguez Ariztía; José Fernández Richard y René
Abeliuk Manasevic.
Cita online: CL/JUR/2439/2001

v) Corte Suprema, 11 de agosto de 2004, rol Nº 1289-2003, Primera


Sala. Ministros: Jorge Rodríguez A., Domingo Kokisch M., Jaime
Rodríguez E. y los Abogados Integrantes señores Fernando Castro A. y
Roberto Jacob Ch. Redacción a cargo del Abogado Integrante señor
Fernando Castro A. Cita online: CL/JUR/3600/2004

vi) Corte Suprema, 21 de abril de 2004, rol Nº 4205-2002.


Pronunciada por la Cuarta Sala de la Corte Suprema integrada por los
Ministros señores José Luis Pérez Z., Orlando Álvarez H., Urbano Marín
V. y los Abogados Integrantes señores Juan Infante P. y Roberto Jacob
Ch. Cita online:
CL/JUR/4646/2004

vii) Corte Suprema, 25 de mayo de 2006, rol Nº 6702-2005.


Pronunciada por la Cuarta Sala de la Corte Suprema integrada por los
Ministros señores José Luis Pérez Z., Jaime Rodríguez E., y Rubén
Ballesteros C. y los Abogados Integrantes señores Roberto Jacob Ch. y
Patricio Valdés A. Cita online: CL/JUR/5306/2006

viii) Corte Suprema, 13 de marzo de 2008, rol Nº 5528-2006, Primera


Sala. Integraron la sala los Ministros Milton Juica A., Juan Araya E. y
Sonia Araneda B. y los Abogados Integrantes Ricardo Peralta V. y Óscar
Carrasco A. Redactó Óscar Carrasco. Cita online: CL/JUR/6675/2008

ix) Corte Suprema, 20 de agosto de 2009, rol Nº 4825-2008, Primera


Sala. Ministros: Sergio Muñoz G., Sra. Margarita Herreros M., Sres. Juan
Araya E. y Guillermo Silva G. y Abogada Integrante Sra. Maricruz Gómez
de la Torre V. Redactor: Guillermo Silva G. Cita online:
CL/JUR/362/2009

x) Corte Suprema, 23.06.2011, rol Nº 7234-2009, Primera Sala.


Ministros: Adalis Oyarzún M., Sergio Muñoz G., Guillermo Silva G. y
Abogados Integrante Sres. Nelson Pozo S. y Domingo Hernández E.
Redactor: Nelson Pozo Silva. Cita online: CL/JUR/10443/2011

e) La valoración de las presunciones judiciales es privativa de los


jueces del fondo

152
i) El artículo 426 del Código de Enjuiciamiento Civil, referido al valor
probatorio que puede asignársele a una presunción, establece una
facultad de los sentenciadores, que no es revisable por la vía de la
casación. Como sea, corresponde a los Jueces del fondo calificar si las
presunciones tienen las características apuntadas en el artículo 1712 del
Código Civil y también les corresponde establecer si una sola
presunción, legalmente grave como ocurre en la especie, tiene la
precisión suficiente para constituir, en ejercicio de una potestad
exclusiva de los Jueces del fondo, una plena prueba. Es el legislador
quien otorgó a los Jueces de la instancia dicha facultad, y éstos no
pueden haber violado una ley reguladora de la prueba al apreciarla, por
mucho que el afectado pueda considerar errado el uso que se ha hecho
de dicha atribución legal.

Corte Suprema. 24 de julio de 2006, rol Nº 1262-2004, Cuarta Sala.


Ministros: Orlando Álvarez H., Urbano Marín V. y Jorge Medina C. y los
Abogados Integrantes señores Óscar Herrera V. y Patricio Valdés A.
Cita online: CL/JUR/7928/2006

ii) La ponderación de las pruebas que se rinden en un juicio por los


litigantes para acreditar sus asertos y el establecimiento de las
presunciones judiciales, constituyen una facultad privativa de los jueces
del mérito, que escapa al control que debe efectuar este Tribunal de
Casación; a menos que en dicho proceso racional, se incurra en una
infracción de las normas que gobiernan la prueba, aceptando una
prueba inadmisible, otorgando a una determinada probanza un valor
que la ley no le confiere, desestimando un medio de prueba que la ley
admite, o concediendo a éstos una preferencia distinta a la establecida
en la ley o alterando la carga probatoria.

Corte Suprema, 18 de abril de 2006, rol Nº 2862-2004. Pronunciado


por la Primen Sala de esta Corte Suprema, integrada por los Ministros
señores Eleodoro Ortiz S., Jorge Rodríguez A. y Domingo Kokisch M. y
los Abogados Integrantes señores René Abeliuk M. y Óscar Carrasco A.,
(redactor). Cita online: CL/JUR/6694/2006

Asimismo:

iii) Corte Suprema, 9 de octubre de 2001, rol Nº 3662-2000.


Pronunciado por los Ministros señores Servando Jordán L., Eleodoro
Ortiz S. y Jorge Rodríguez A. y los Abogados Integrantes señores René
Abeliuk M. y Álvaro Rencoret S. Redacción a cargo del Ministro señor
Jordán. Cita online:
CL/JUR/2690/2001

153
iv) Corte Suprema, Primera Sala, 11 de agosto de 2004, rol Nº 1289-
2003. Ministros: Jorge Rodríguez A., Domingo Kokisch M., Jaime
Rodríguez E. y los Abogados Integrantes señores Fernando Castro A. y
Roberto Jacob Ch. Redacción a cargo del Abogado Integrante señor
Fernando Castro A. Cita online: CL/JUR/3600/2004

v) Corte Suprema, 22 de diciembre de 2005, rol Nº 2819-2005.


Pronunciado por la Tercera Sala, integrada por los Ministros señores
Ricardo Gálvez, Domingo Yurac y señorita María Antonia Morales; y los
Abogados Integrantes señores Manuel Daniel y René Abeliuk.
Cita online:
CL/JUR/3296/2005

vi) Corte Suprema, 21.09.2006, rol Nº 3316-2005, Cuarta Sala.


Ministros: Marcos Libedinsky T., Orlando Álvarez H., Urbano Marín V. y
Jorge Medina C. y el Abogado Integrante señor Roberto Jacob Ch.
Cita online: CL/JUR/8156/2006

f) La apreciación de la prueba que se haga en virtud de las


atribuciones del art. 428 del Código de Procedimiento Civil, no es
susceptible de ser controlada por el recurso de casación en el fondo

i) El recurso de casación en el fondo deducido por el actor, en cuanto


pretende desvirtuar el presupuesto fáctico anterior, no puede ser
acogido, pues la Corte Suprema, en cuanto a tribunal de casación, debe
aceptar como definitivos e inamovibles los hechos asentados por los
jueces del mérito, salvo que se invoque que, en el establecimiento de
dichos hechos, se hayan vulnerado normas reguladoras de la prueba.

El artículo 428 del Código de Procedimiento Civil, invocado por el


recurrente, no es una norma de aquellas que regulan la prueba, pues
como reiteradamente se ha sostenido, la disposición por la cual entre
dos o más pruebas contradictorias y a falta de ley que resuelva el
conflicto, los tribunales deben preferir la que crean más conforme con la
verdad, importa una facultad de mera apreciación, entregada al criterio
de los jueces del fondo y escapa, por lo mismo, al control del tribunal de
derecho

Tampoco cabe considerar reguladora de la prueba a la regla 2ª del


artículo 384 del Código de Procedimiento Civil, toda vez que al emplear
dicha disposición la voz "podrá" demuestra que los jueces de la instancia
aprecian la prueba testimonial con facultades privativas, no sujetas al
control del tribunal de casación.

154
Corte Suprema, 14 de enero de 2004, rol Nº 746-2003. Pronunciado
por la Primera Sala de la Corte Suprema, por los Ministros señores
Eleodoro Ortiz S. (redactor), Jorge Rodríguez A., Fiscal Judicial señora
Mónica Maldonado C. y los Abogados Integrantes señores René Abeliuk
M. y Óscar Carrasco A. Cita online: CL/JUR/599/2004

g) La divisibilidad de la prueba confesional es una atribución privativa


de los jueces del fondo

i) Noveno: Que cabe señalar que del mismo escrito en que se contiene
el recurso, aparece que éste pretende alterar los hechos establecidos
soberanamente por los Jueces del Fondo, sin que las normas cuya
infracción invocase revistan el carácter de leyes reguladoras de la
prueba, por cuanto el artículo 401 del Código de Procedimiento Civil
señala que "En general, el mérito de la confesión no puede dividirse en
perjuicio del confesante, y agrega que, podrá sin embargo, dividirse...",
de lo que se desprende que el precepto confiere una facultad al
sentenciador y, que por ende, no se trata de una norma reguladora de
la prueba, razón por la cual, los hechos fijados en el fallo resultan
inamovibles.

Décimo: Que por lo razonado se concluye que el recurso en análisis


adolece de manifiesta falta de fundamento, lo que determina su rechazo
en esta etapa de tramitación.

Corte Suprema, 12.07.2004, rol Nº 4450-2003, Cuarta Sala. Ministros:


José Benquis C., José Luis Pérez Z., Orlando Álvarez H., Urbano Marín V.
y Jorge Medina C. Cita online: CL/JUR/4832/2004

h) La apreciación del juez respecto a la negativa del padre de tomarse


la prueba de A.D.N. escapa al control del recurso de casación en el
fondo

i) En la sentencia atacada los Jueces del Fondo, luego de ponderar


dentro de sus facultades privativas la prueba documental y testimonial
rendida por las partes, establecieron que la negativa del demandado a
efectuarse la pericia biológica de A.D.N., sumada a las restantes
probanzas rendidas en autos, constituyen una presunción que reviste los
caracteres de gravedad y precisión suficientes para tener el mérito de
plena prueba de la paternidad del demandado respecto del menor de
autos. En consecuencia, el recurso en estudio adolece de manifiesta
falta de fundamento, puesto que sus argumentos se contraponen con
estos hechos básicos que sustentan la decisión de acoger la demanda,
los que resultan inamovibles para este tribunal al no haber sido

155
impugnados denunciando infracción a leyes reguladoras de la prueba,
que de ser efectivas permitan modificarlos y de esa manera arribar a las
conclusiones que pretende el recurrente.

Corte Suprema, 25.10.2004, rol Nº 198-2004, Primera Sala.


Integraron la sala los Ministros Hernán Álvarez G., Eleodoro Ortiz S.,
Enrique Tapia W., Jorge Rodríguez A. y el Abogado Integrante Manuel
Daniel A. Cita online: CL/JUR/1745/2004

i) No es susceptible de casación en el fondo la vulneración de las


normas relativas a la prueba pericial

"Por su parte, la disposición del artículo 411 del Código de


Procedimiento Civil que el recurrente señala vulnerada no puede dar
lugar a la casación de fondo, ya que no tiene la naturaleza de decisorio
litis. En efecto, de conformidad con lo que dispone el artículo 767 del
Código de Procedimiento Civil, la ley concede el recurso de casación en
el fondo en contra de sentencias que se hayan pronunciado con
infracción de ley, esto es, que contienen errores de derecho consistentes
en una equivocada aplicación, interpretación o falta de aplicación de
aquellas normas destinadas a decidir la cuestión controvertida y no,
como se alega en el recurso, de las que señalan los casos en que es
procedente oír informe de peritos. El precepto legal invocado en la
casación tiene carácter ordenatorio litis y no son las normas de esta
naturaleza las que los sentenciadores deben tener en consideración en
último término al declarar el derecho de las partes, pues no resultan
útiles para decidir el problema jurídico sobre que versa un litigio. En
razón de lo anterior la eventual vulneración de esta regla procedimental
no puede per se determinar que la decisión contenida en la sentencia se
incline a favor de la posición de una u otra parte y, consecuentemente,
la casación en el fondo que se sostiene; sobre la base de esa eventual
vulneración no puede prosperar" (considerando 4º de la sentencia de la
Corte Suprema).

Corte Suprema, 12/10/2006, rol Nº 2530-2004,

Cita online: CL/JUR/6383/2006.

Fallo en el mismo sentido:

Corte Suprema, 4/10/2006, rol Nº 2284-2006,

Cita online: CL/JUR/8241/2006

156
D. Ejemplos específicos de limitaciones al recurso de casación en el
fondo

a) La consideración relativa a la simulación de un contrato, escapa al


control de la casación en el fondo

i) Es un hecho del proceso, entonces, que el acto en cuestión no fue


simulado y esta Corte de casación no puede alterar tal presupuesto
fáctico sino en la medida que, para fijarlo, se hayan vulnerado normas
reguladoras de la prueba. Como se ha dicho anteriormente por esta
Corte, cabe entender vulneradas las normas reguladoras de la prueba,
principalmente cuando los sentenciadores invierten el onus
probandi, rechazan las pruebas que la ley admite, aceptan las que la ley
rechaza, desconocen el valor probatorio de las que se produjeron en el
proceso cuando la ley le asigna uno de carácter determinado o alteran el
orden de procedencia que la ley le diere.

Corte Suprema, 11 de abril de 2001, rol Nº 28-2000. Pronunciado por


los Ministros señores Enrique Tapia Witting; Jorge Rodríguez Ariztía;
José Fernández Richard; René Abeliuk Manasevic y Servando Jordán
López. Cita online: CL/JUR/2187/2001

b) La sentencia que determina el valor de un terreno, escapa al control


de la casación en el fondo

i) Como se ha expresado en forma reiterada por esta Corte de


Casación, la valoración de un terreno es una cuestión de hecho que, por
lo tanto, queda entregada por entero a los jueces de la instancia,
quienes habrán de llegar a ella mediante el análisis de los antecedentes
probatorios que entrega el respectivo proceso. Como circunstancia
fáctica no puede ser atacada por medio de un recurso de esta clase, ya
que esta Corte, como tribunal de casación, no puede alterar los hechos
fijados por dichos magistrados, pues debe atenerse a ellos, por expresa
disposición legal;

En efecto, a través de este medio de impugnación el tribunal sólo debe


analizar si la ley o el derecho fueron correcta o incorrectamente
aplicados a los hechos determinados en la instancia correspondiente,
cuestión que el propio Código de Procedimiento Civil se encarga de
señalar en la normativa que se refiere a este recurso, cuando fija el
marco del fallo de reemplazo que habría de dictarse en caso de
acogimiento del mismo;

157
Según ha manifestado repetidamente este tribunal, lo único que
permite variar los hechos fijados, es la transgresión de las leyes
reguladoras de la prueba, en este caso, de aquellas que enmarcan la
apreciación que de la misma puedan hacer los magistrados de la
instancia, vale decir, aquellas que establecen la tasación legal de las
evidencias; transgresión que sí permitiría anular la sentencia
impugnada, para dar paso a la dictación de una sentencia de reemplazo
que establezca hechos nuevos, mediante la aplicación correcta de la
preceptiva legal correspondiente, permitiendo decidir la cuestión de
modo diverso a como se reprocha;

Corte Suprema, 23 de agosto de 2005, rol Nº 2736-2005. Pronunciado


por la Tercera Sala, integrada por los Ministros señores Ricardo Gálvez,
Domingo Yurac, señorita María Antonia Morales (redactor) y señor Adalis
Oyarzún; y el Abogado Integrante señor Manuel Daniel. Cita online:
CL/JUR/3006/2005

c) La determinación del monto indemnizatorio por daño moral, no es


casable en el fondo

i) Corresponde rechazar el recurso de casación en el fondo en cuya


argumentación únicamente se cuestiona el monto del daño moral fijado
por los Jueces del Fondo, puesto que tal determinación es una cuestión
de hecho que corresponde regular precisamente a dichos magistrados,
en uso de las facultades de que, en forma exclusiva, están dotados,
siendo la única manera de revisar esta circunstancia por medio de la
impugnación de las normas reguladoras de la prueba, cuestión que no
se hizo. La Corte Suprema únicamente analiza la legalidad de la
sentencia, esto es, su conformidad al derecho aplicable en cada caso
particular sometido a su conocimiento y carece de atribuciones que le
permitan modificar algún hecho de la causa, como lo es, en el presente
caso, la cantidad fijada a título de indemnización por el concepto ya
dicho.

Corte Suprema, 27 de noviembre de 2003, rol Nº 3862-2003.


Pronunciado por la Tercera Sala, integrada por los Ministros señores
Humberto Espejo, señorita María Antonia Morales, señor Adalis Oyarzún
(redactor) y los Abogados Integrantes señores Manuel Daniel y José
Fernández. Cita online: CL/JUR/4715/2003

Asimismo:

ii) Corte Suprema, 31 de julio de 2001, rol Nº 901-2001. Pronunciado


por los Ministros señores Enrique Cury Urzúa; Fernando Castro Álamos;

158
José Fernández Richard; José Luis Pérez Zañartu y Milton Juica
Arancibia. Cita online: CL/JUR/4191/2001

iii) Corte Suprema, 10 de agosto de 2004, rol Nº 1102-2004.


Pronunciada por la Cuarta Sala de la Corte Suprema integrada por los
Ministros señores José Benquis C., José Luis Pérez Z., Orlando Álvarez
H., Urbano Marín V. y Jorge Medina C. Cita online: CL/JUR/2342/2004

d) La fijación del precio de una expropiación escapa al control de la


casación en el fondo

i) Tal como la Corte Suprema ha expresado en numerosas sentencias


de casación, la fijación del precio o valor de la expropiación constituye
una cuestión de hecho que queda entregada a los Jueces del Fondo, los
que habrán de llegar a ella a través del análisis de las diversas
probanzas que se rindan en el proceso, cuya apreciación o ponderación
les es privativa, pues, en efecto, corresponde a dichos magistrados la
labor de aquilatar y efectuar la estimación comparativa de los diversos
medios de convicción de un proceso como el presente, según se
desprende de diversos preceptos legales, pudiendo mencionarse a modo
de ejemplo el artículo 428 del Código de Procedimiento Civil.

De este modo, siendo la fijación del monto de la indemnización una


cuestión de hecho, escapa por completo a la posibilidad de ser revisada
por la vía de la casación, tratándose de una finalidad que le es
completamente ajena, ya que mediante este medio de impugnación
jurídico-procesal se estudia la legalidad de una sentencia, esto es, su
conformidad con el derecho vigente, pero aplicado concretamente a un
caso específico. Lo anterior tiene la obvia excepción de que se denuncie
y compruebe la efectiva vulneración de normas reguladoras de la prueba
que establezcan parámetros legales fijos o determinados de apreciación,
esto es, que obliguen a los jueces a cargo de la instancia a valorar los
datos probatorios en un determinado sentido.

Dicha fijación, entonces, surgirá como consecuencia de las diversas


pruebas del juicio que los Jueces del Fondo, mediante la labor de tipo
intelectual que deben llevar a cabo, deben estudiar y ponderar, y ella no
puede, ciertamente, devenir de la forma como las partes o alguna de
ellas pretenda, lo que se podrá plantear como una simple petición, pero
nunca como una conclusión definitiva. Ello no obliga a dichos
magistrados y, por todo lo anterior, la circunstancia de que no se acceda
al planteamiento que se formule no puede entrañar una ilegalidad de la
respectiva sentencia.

159
Corte Suprema, 25 de noviembre de 2003, rol Nº 4800-2002.
Pronunciado por la Tercera Sala, integrada por los Ministros señores
Ricardo Gálvez, Domingo Yurac (redactor), señorita María Antonia
Morales y los Abogados Integrantes señores Manuel Daniel y José
Fernández. Cita online:
CL/JUR/2422/2003

En el mismo sentido:

ii) Corte Suprema, 28 de enero de 2004, rol Nº 3216-2003.


Pronunciado por la Tercera Sala, integrada por los Ministros señores
Domingo Yurac, Humberto Espejo (redactor), señorita María Antonia
Morales, y los Abogados Integrantes señores Manuel Daniel y José
Fernández. Cita online: CL/JUR/4372/2004

e) La calificación de "incumplimiento grave" del contrato de trabajo,


escapa al control del Tribunal Supremo por medio del recurso de
casación en el fondo

i) La calificación de la causal de despido, en particular la circunstancia


de revestir o no un hecho el carácter de incumplimiento grave de las
obligaciones, corresponde a las cuestiones de hecho que determinan los
Jueces del fondo dentro de la esfera de sus atribuciones, sin que ella
resulte susceptible de revisarse por medio de la vía del recurso de
casación en el fondo.

Corte Suprema, 13 de septiembre de 2006, rol Nº 4242-2006, Cuarta


Sala. Ministros: Marcos Libedinsky T., Urbano Marín V. y Jorge Medina
C. y los Abogados Integrantes señores Roberto Jacob Ch. y Ricardo
Peralta V.
Cita online: CL/JUR/8138/2006

En el mismo sentido:

ii) El recurrente impugna la calificación de los hechos establecidos en


el fallo atacado, desde que alega que tales presupuestos no constituyen
la causal invocada para el despido indirecto invocado por los
trabajadores, desconociendo que tal calificación corresponde a las
cuestiones de hecho que determinan los jueces del fondo dentro de la
esfera de sus atribuciones, sin que ella resulte susceptible de revisarse
por medio de la vía intentada, sobre todo si se considera que la
circunstancia de revestir o no el carácter de grave, no se encuentra
definida por la legislación laboral. Se concluye que el recurso en

160
examen, adolece de manifiesta falta de fundamento, lo que determina
su rechazo en esta sede.

Corte Suprema, 31 de mayo de 2001, rol Nº 1289-2001. Pronunciado


por los Ministros señores José Benquis Camhi; Juan Infante Phillipi;
Mario Garrido Montt; Patricio Novoa Fuenzalida y Urbano Marín Vallejo.
Cita online: CL/JUR/2441/2001

Asimismo:

iii) Corte Suprema, 27 de noviembre de 2002, rol Nº 3313-2002.


Integran la Sala los Ministros José Benquis C., Orlando Álvarez H.,
Urbano Marín V., Jorge Medina C. y el abogado Integrante Manuel Daniel
A. Cita online: CL/JUR/808/2002

iv) Corte Suprema, 22 de mayo de 2006, rol Nº 4336-2005, Cuarta


Sala. Integraron la sala los Ministros José Luis Pérez Z., Orlando Álvarez
H., Rubén Ballesteros C., los Abogados Integrantes Ricardo Peralta V., y
Patricio Valdés A. Cita online: CL/JUR/7625/2006

f) El recurso de casación en el fondo en materia penal no puede


extenderse a la decisión civil

i) El recurso de casación en el fondo en materia penal sólo vela por la


correcta aplicación de la ley en la decisión del asunto penal, habiéndose
establecido de manera exclusiva para esa decisión. Dicho recurso no
puede extenderse a la decisión civil, por ser extraño a ella, si bien la
decisión penal es determinante de la civil. La parte civil de la sentencia
sólo es atacable en casación por el recurso de casación en el fondo civil,
concedido por el artículo 767 del Código de Procedimiento Civil, frente a
una infracción de ley.

Corte Suprema, 4 de marzo de 1996, rol Nº 30602-1996. Pronunciado


por los Ministros señores Roberto Dávila D., Adolfo Bañados C., Luis
Correa B. (redactor) y Guillermo Navas B. y el Abogado Integrante
señor Mario Verdugo M. Cita online: CL/JUR/950/1996

En este sentido:

ii) El recurso sólo impugna la decisión civil del fallo, no obstante lo cual
éste se extiende en consideraciones relativas al posible exceso de
velocidad con que habría sido conducido el taxibús en el cual viajaban
las víctimas y la incidencia que ello habría tenido en el resultado
producido, estimando que los sentenciadores incurrieron en error de

161
derecho al considerar como no probado este aspecto. Sin embargo, para
atacar lo concluido en este aspecto, era necesario recurrir además en
contra de la decisión penal de la sentencia recurrida, lo que no se hizo,
omisión que conduce necesariamente al rechazo del recurso
(considerando 3º).

Respecto de la reclamación en cuanto a lo que el recurrente considera


exiguo monto de la suma regulada por concepto de daño moral, cabe
señalar que tal circunstancia no puede ser fundamento del recurso de
casación, toda vez que la apreciación que los jueces hagan de ello
implica valoraciones que caen dentro de sus facultades privativas
(considerando 4º).

Corte Suprema, 27.07.2000, rol Nº 459-2000. Pronunciado por los


Ministros señores Luis Correa B., Guillermo Navas B., Alberto Chaigneau
del C., Enrique Cury U. y José Luis Pérez Z. Cita online:
CL/JUR/2057/2000

g) La determinación de la pena escapa al control del recurso de


casación en el fondo en materia penal

i) Además de que no menciona las normas legales que habrían sido


infringidas, el recurso no puede admitirse, porque la supuesta infracción
denunciada carece de influencia en lo dispositivo de la sentencia. En
efecto, teniendo en cuenta que el reproche sólo se orienta a la
posibilidad de aplicar una pena menor atendido el rango establecido
para el delito de receptación, cabe señalar que dentro de tal rango y
considerando las modificatorias que pudieren existir la determinación de
la cuantía de la pena es facultativa para los jueces del fondo quienes, en
caso de haber recalificado como lo pide el recurrente, podían aplicar
cualquier pena de presidio menor, de manera que igualmente habrían
podido arribar a la condena que efectivamente impusieron por los delitos
de robo, además de la multa con que la ley grava al de receptación.

Corte Suprema, 28 de noviembre de 2005, rol Nº 5352-2005.


Pronunciado por la Segunda Sala integrada por los Ministros señores
Alberto Chaigneau del C., Nibaldo Segura P., Jaime Rodríguez E. y los
Abogados Integrantes señor Fernando Castro A. y señora Luz María
Jordán A. Cita online:
CL/JUR/6807/2005

h) La calificación de "laboral" de una relación jurídica, a la luz del


Código del Trabajo, escapa al control de la casación en el fondo.

162
i) Octavo: Que el recurrente denuncia el quebrantamiento de los
artículos 7º y 8º del Código del Trabajo, sosteniendo, en síntesis, que
los sentenciadores del grado efectuaron una errónea interpretación de
las normas legales citadas al establecer como hecho de la causa la
existencia de una relación laboral en los términos del artículo 7º de
Código del ramo, no obstante que las pruebas y antecedentes aportados
al proceso, demostraban que lo que unía a las partes era un contrato
civil de prestación de servicios, todo ello en conformidad a los
razonamientos que efectúa en su recurso.

Noveno: Que en la sentencia impugnada se estableció como hecho, en


lo pertinente, que entre las partes existió una prestación de servicios en
los términos del artículo 7º del Estatuto Laboral.

Décimo: Que de lo expresado fluye que el recurrente impugna los


hechos establecidos en el fallo atacado, desde que alega que la relación
era netamente civil y no se cumplían las condiciones establecidas en el
artículo 7º del Código del ramo e insta por la alteración de tal
conclusión, sin denunciar quebrantamiento alguno a las normas
reguladoras de la prueba modificación que no es posible por esta vía,
pues, como reiteradamente lo ha decidido esta Corte, el establecimiento
de los hechos, sobre la base de la apreciación de las probanzas
allegadas al proceso, mediante las reglas de la sana crítica, queda
agotado en las instancias respectivas.

Undécimo: Que, además, en términos generales, el establecimiento de


tales presupuestos fácticos, no es susceptible de revisión por medio de
este recurso, a menos que en la determinación de esos hechos, los
jueces del grado hayan desatendido las razones simplemente lógicas,
científicas, técnicas o de experiencia, en cuya virtud ha correspondido
asignar valor o desestimar la eficacia de las pruebas referidas, cuestión
que, como se dijo, no se ha denunciado en la especie, de manera que
este Tribunal está impedido de revisar lo actuado en ese plano.

Corte Suprema. 8 de junio de 2004, rol Nº 705-2004, Cuarta Sala.


Ministros: José Benquis C., José Luis Pérez Z., Urbano Marín V. y Jorge
Medina C. y el Abogado Integrante señor Juan Infante P. Cita online:
CL/JUR/3438/2004

A contrario sensu:

i) Lo expuesto en los considerandos que anteceden conduce a concluir


que la sentencia impugnada por el recurso ha perpetrado error de
derecho al considerar que en la situación del demandante ha existido

163
una relación laboral propia del contrato de trabajo que define el artículo
7º del Código del ramo, quebrantando tal disposición, así como los
artículos 1º de ese mismo texto y 1º y 10 de la ley Nº 18.834, motivo
por el cual el presente recurso de casación debe prosperar para la
corrección de los yerros examinados (considerando 10º).

Corte Suprema, 18 de diciembre de 2003. Rol Nº 671-2003.


Pronunciada por la Cuarta Sala de la Corte Suprema, integrada por los
Ministros señores Marcos Libedinsky T., Urbano Marín V., Jorge Medina
C. y los Abogados Integrantes señores Manuel Daniel A. y Roberto Jaco
Ch. Cita online:
CL/JUR/2444/2003

i) A contrario sensu del fallo anterior, se ha considerado que la


calificación de "civil" de una relación jurídica entre dos personas, es
impugnable por medio del recurso de casación en el fondo

i) 1.- Tanto del reglamento del becario como del convenio de


permanencia surge un vínculo civil, distinto del laboral, pues en esencia
ambos imponen al becario la obligación de retornar a su puesto de
trabajo y desempeñarse en él por cierto período o, en su defecto,
devolver las sumas pagadas por la universidad durante el período
correspondiente. Estas obligaciones no son propias de un contrato de
trabajo individual, en la medida en que ellas no se refieren a la
prestación de servicios, sino al pago de indemnizaciones o multas, como
obligación alternativa a la de permanencia en sus labores, lo que resulta
ajeno a una relación laboral. De modo que ninguna influencia tendría el
supuesto carácter de dependiente que tendría el convenio de
permanencia respecto del contrato laboral, puesto que las obligaciones
que de aquél emanan y que se cobran en este juicio son de índole
netamente civil.

Refuerza la conclusión anterior lo dispuesto en el ya citado artículo 24


del reglamento del becario, que autoriza para calificar el incumplimiento
del convenio de permanencia como un caso de violación grave del
contrato laboral. Si las obligaciones nacidas del reglamento y del
convenio tuvieran la misma naturaleza jurídica que las que emanan de
aquel contrato, resultaría ocioso ese artículo 24, pues, aunque dicho
precepto no existiese, la falta de cumplimiento de ellas constituiría
precisamente una vulneración de una obligación laboral.

Por lo tanto, al declarar la sentencia que las obligaciones provenientes


del convenio de permanencia tienen carácter laboral, ha infringido los
artículos 1545 y 1560 del Código Civil, pues, prescindiendo de los

164
elementos y contenidos propios de ese convenio y por lo tanto de la
voluntad de las partes, lo ha desnaturalizado para aplicarlo como una
especie de anexo del contrato de trabajo.

En consecuencia, la fuente de la obligación cuyo cumplimiento


se solicita en estos autos es de índole civil; y dado que el artículo 420
letra a) del Código del Trabajo limita la competencia de los tribunales
correspondientes a las cuestiones suscitadas entre empleadores y
trabajadores derivadas de la interpretación y aplicación de los contratos
individuales o colectivos de trabajo, debe concluirse que constituye un
error de derecho declarar que la controversia actual debe ser conocida
por la judicatura laboral.

Las infracciones legales señaladas configuran errores de derecho


que han tenido influencia substancial en lo dispositivo del fallo, pues
ellos han sido determinantes para el acogimiento de la excepción de
incompetencia del tribunal civil (sentencia de casación).

Corte Suprema, 31 de marzo de 1999, rol Nº 591-1998. Integran el


tribunal los Ministros Óscar Carrasco A., Eleodoro Ortiz S., Enrique Tapia
W. y Jorge Rodríguez A. y el Abogado Integrante señor Arturo Montes R.
Cita online: CL/JUR/2813/1999

j) La hipótesis de reducción de la indemnización del art. 2330 del


Código Civil, es privativa de los jueces del fondo

i) La segunda parte del recurso versa sobre la apreciación de la prueba


presentada que hicieron los jueces del fondo, según se dice en forma
explícita en el mismo. En relación con esta materia, cabe expresar que
los reproches formulados por el recurso se relacionan únicamente con la
forma como los jueces del fondo analizaron las pruebas rendidas en el
proceso para establecer los hechos, arribaron a las conclusiones que
expresaron y, a partir de ello, resolvieron lo que les pareció pertinente.
Esto es, se trata típicamente, de un problema de apreciación de la
prueba, labor que como se ha dicho reiteradamente a través de recursos
de casación en el fondo, corresponde llevar a cabo a los jueces del fondo
y no puede este tribunal variarla a menos que se hayan vulnerado las
normas que en sí mismas determinan el valor concreto de un medio
probatorio, lo que en el presente caso no ha ocurrido. Entregándose
como facultad privativa de los jueces ponderar el valor intrínseco de las
probanzas de autos, pues la ley no fija un valor preciso a las pruebas ni
establece parámetros, no pueden infringir la ley al hacerlo y no
corresponde al tribunal de casación analizar tal materia, ya que, las
leyes reguladoras de la prueba son aquellas normas fundamentales

165
impuestas por la ley a los falladores en forma ineludible y que importan
limitaciones dirigidas a asegurar una decisión correcta en el
juzgamiento, de manera que para se produzca infracción de las mismas
es necesario que se haya incurrido en error de derecho en su aplicación.
El artículo 2330 del Código Civil estatuye que la apreciación del daño
está sujeta a reducción, si el que lo ha sufrido se expuso a él
imprudentemente. Dicha institución corresponde que sea aplicada por
los jueces del fondo, quienes para obrar como indica la norma, deben
tener en consideración las pruebas que precisen que ha habido no sólo
una exposición al daño, sino que, además, imprudente, esto es, con
falta de prudencia; lo que constituye una cuestión de hecho que deben
aquellos magistrados apreciar conforme a las pruebas existentes al
respecto y no corresponde que sea revisada por este tribunal de
casación, cuya función es velar por la adecuada aplicación del derecho,
a menos que se alegue vulneración de normas reguladoras de la prueba,
lo que no ha ocurrido.

Corte Suprema, 30 de enero de 2001, rol Nº 4812-2000. Integraron la


sala los Ministros Osvaldo Faúndez V., Ricardo Gálvez B., Domingo
Yurak S., Humberto Espejo Z. y el Abogado Integrante Manuel Daniel A.
Redactó Osvaldo Faúndez. Cita online: CL/JUR/3316/2001

k) La utilización de la atribución consagrada en el art. 68 bis del


Código Penal, escapa al control del recurso de casación

i) De acuerdo con el inciso 1º del artículo 767 del Código de


Procedimiento Civil, aplicable en la especie en conformidad con el
artículo 535 del de Procedimiento Penal, es requisito esencial que las
infracciones legales que se representan en el recurso de fondo influyen
sustancialmente en lo dispositivo de la sentencia, lo que no sucede en
este caso como ya se ha manifestado precedentemente.

Por otra parte, el artículo 68 bis del Código Penal, otorga al


sentenciador una facultad para rebajar la pena en los casos que esa
disposición legal señala, lo que no constituye por ende una obligación,
de modo que los sentenciadores no han vulnerado dicha norma
(considerandos 2º al 4º de la Sentencia de la Corte Suprema).

Corte Suprema, 26 de enero de 1993, rol Nº 27970. Integran la sala


los Ministros Marcos Aburto O., Hernán Álvarez G., Óscar Carrasco A. y
los Abogados Integrantes señores Luis Cousiño M. y Patricio Mardones
V.
Cita online: CL/JUR/998/1993

166
En el mismo sentido:

ii) Corte Suprema, 26 de mayo de 1994, rol Nº 29226. Integran la sala


Servando Jordán L., Germán Valenzuela E., Hernán Álvarez G. y los
Abogados Integrantes señores Manuel Daniel A. y Emilio Pfeffer
P. Cita online: CL/JUR/1493/1994

l) La concurrencia o no de circunstancias atenuantes no es revisable


por el tribunal de casación

i) La concurrencia o no de circunstancias atenuantes no es revisable


por el tribunal de casación, el cual debe pronunciarse sobre la aplicación
errónea de la ley penal, y no sobre materias sometidas a la libre y
soberana apreciación de los jueces del fondo (considerando segundo,
Corte Suprema).

Corte Suprema, 31 de mayo de 1994, rol Nº 29361. Integran la sala


los Ministros Servando Jordán L., Hernán Álvarez G. y Marcos Libedinsky
T. y los Abogados Integrantes señores Manuel Daniel A. y Emilio Pfeffer
P.
Cita online: CL/JUR/1136/1994

m) La calificación de "caso fortuito" o "fuerza mayor" como causal de


despido, es privativa de los jueces del fondo

i) Lo impugnado por el recurrente son las conclusiones fácticas a las


que arribaron los Jueces del fondo, toda vez que pretende una
calificación de la prueba distinta de la sentada en el fallo impugnado,
esto es, que los hechos acreditados en el proceso son constitutivos de la
causal de despido invocada, caso fortuito o fuerza mayor y que
autorizan a exonerar al trabajador, circunstancia del caso fortuito o la
fuerza mayor que no se encuentra definida por la ley laboral, y está
comprendida en las situaciones que establecen soberanamente los
sentenciadores de la instancia, por tratarse de una materia propia de su
competencia, según lo ha resuelto reiteradamente esta Corte, de
manera que procede el rechazo del recurso en examen, por adolecer de
manifiesta falta de fundamento (considerando 5º).

Debe tenerse presente, además, que las infracciones a una normativa


que no tiene rango de ley, no han podido ser tales, desde que son
requisitos que hacen procedente el recurso de casación de que se trata,
es que se haya cometido una infracción de ley y que ésta influya
sustancialmente en lo dispositivo de la sentencia (considerando 6º).

167
Corte Suprema, 14 de agosto de 2002, rol Nº 2151-2002. Pronunciado
por los Ministros señores Marcos Libedinsky T., José Benquis C., Urbano
Marín V. y Jorge Medina C. y el Abogado Integrante señor Patricio Novoa
F.
Cita online: CL/JUR/725/2002

n) La calificación de "despido injustificado" es privativa de los jueces


del fondo

i) La Corte Suprema ha desestimado el recurso de casación en el fondo


—que alegaba infracción a las normas de la sana crítica— que
impugnaba la calificación del despido como injustificado hecha por el
Tribunal de Alzada, porque el recurrente desconoce "que tal calificación
corresponde a las cuestiones de hecho que determinan los jueces del
fondo dentro de la esfera de sus atribuciones, sin que ella resulte
susceptible de revisarse por medio de la vía intentada, sobre todo si se
considera que la circunstancia de revestir o no el carácter de grave una
causal de despido del trabajador, es materia de decisión del
sentenciador siguiendo para ello las normas de la sana crítica, en el
examen de las probanzas rendidas en el proceso".

Corte Suprema, 6 de julio de 2002, rol Nº 741-2002. Integraron la


Sala los Ministros Sres., Jose Benquis C., Urbano Marín V., Jorge Medina
C. y Orlando Álvarez H. y el Abogado Integrante señor Patricio Novoa F.
Cita online: CL/JUR/3383/2002

ñ) Estimar la efectividad del cumplimiento de una cláusula de un


contrato es una cuestión de hecho que también es privativo de los
jueces del fondo

Que en cuanto al segundo grupo de infracciones denunciadas, éstas


dicen relación con la ley e interpretación que del contrato de
arrendamiento han hecho los jueces del mérito y por lo cual no dieron
por acreditado el hecho del término del mismo; tratándose en este caso
de determinar la efectividad del cumplimiento de una de la cláusulas del
contrato, es una cuestión de hecho que también es privativo de los
jueces del fondo, máxime si además se está invocando que éste se
habría producido en la apreciación de la prueba rendida por el
impugnante (considerando 4º, sentencia Corte Suprema).

Corte Suprema, 19/10/2004, rol Nº 3824-2003,

Cita online: CL/JUR/5147/2004

168
E. Limitaciones formales al recurso de casación en el fondo deducido

a) La prohibición de modificar por parte del recurrente, el recurso de


casación en el fondo deducido es absoluta

i) La prohibición de modificar el recurso de casación, después de


interpuesto es absoluta y atañe también a los aspectos formales del
recurso. De esta forma: "Que según se advierte de la presentación de
fojas 560, el demandado interpuso recursos de casación en la forma y
en el fondo de manera conjunta, en lo principal del mismo escrito,
formulando una sola petición respecto de ambas nulidades intentadas.
(...) de acuerdo a la disposición contenida en el artículo 774 del Código
de Procedimiento Civil, una vez interpuesto el recurso, no puede hacerse
en él variación de ningún género, de modo que la presentación de fojas
596 no ha producido el efecto pretendido por ella y consignado en su
petitorio, en el sentido de enmendar cualquier defecto de formalización
de los recursos de que se trata". Esa presentación buscaba añadir el
petitorio del recurso que se quedó sin dicha formalidad.

Corte Suprema, 20 de junio de 2007, rol Nº 3130-2006, Cuarta Sala.


Integraron la Sala los Ministros Sres. Patricio Valdes A., Urbano Marín V.
y Gabriela Pérez P. y los Abogados Integrantes señores Roberto Jacob C.
y Ricardo Peralta V. Cita online: CL/JUR/5923/2007

9. TRIBUNALES QUE INTERVIENEN

ANÁLISIS DOCTRINAL

El recurso de casación en el fondo se interpone directamente ante el


Tribunal que pronunció la resolución recurrible para que conozca una
sala de la Corte Suprema (art. 771 Código de Procedimiento Civil).

10. FORMA DE INTERPONER EL RECURSO DE CASACIÓN EN EL FONDO

ANÁLISIS DOCTRINAL

El recurso de casación en el fondo, al igual que el recurso de casación


en la forma, se interpone mediante la presentación de un solo escrito.

169
El escrito mediante el cual se interpone el recurso de casación en el
fondo debe reunir los siguientes requisitos:

a) Los requisitos comunes a todo escrito.

b) Debe contener la firma de un abogado que no sea procurador del


número y que asuma el patrocinio del recurso.

c) Debe expresar en qué consiste el o los errores de derecho de que


adolece la sentencia recurrida.

Mario Mosquera y Cristián Maturana nos señalan que "Al efecto, es


menester dejar constancia de que, según lo señalado por el Senador
Otero, con esta modificación 'lo que se trata de evitar es que por la
omisión de una sola ley infringida se declare inadmisible el recurso'.

Por otra parte, en el informe de la Comisión de Legislación de la


Cámara de Diputados (boletín 858-07) se señala respecto de esta
materia que 'la innovación más importante es que no se obliga a hacer
mención expresa y determinada de la ley o leyes que se suponen
infringidas, motivo de muchas declaraciones de inadmisibilidad, sino que
basta con precisar el error o errores de derecho de que adolece la
sentencia recurrida y de qué modo ese o esos errores influyen
substancialmente en lo dispositivo del fallo'.

De acuerdo con lo anterior, entendemos que la causal de procedencia


del recurso de casación en el fondo, 'infracción de ley que influye
substancialmente en lo dispositivo del fallo', ha permanecido vigente sin
modificaciones, y que sólo se ha generado con la modificación legal una
liberación de los requisitos en el sentido de eliminar la inadmisibilidad
por la omisión en la mención de una o más leyes infringidas.

No obstante ello, se mantiene la exigencia de desarrollar en el recurso


de casación en el fondo la manera en que la sentencia ha incurrido en el
error de derecho que motiva el recurso, para lo cual deberá señalar el
recurrente por qué se ha aplicado una ley que no corresponde, se dejó
de aplicar para la resolución del caso concreto la ley correspondiente o
se dio en la sentencia una interpretación o extensión a la ley que no
corresponde en la sentencia recurrida para resolver erradamente el
conflicto".

En el mismo sentido, Raúl Tavolari señala que "Puesto que no hay


definición legal de la expresión 'error de derecho' y atendida la intención
tan clara y reiteradamente expresada del legislador, en el sentido que la

170
reforma persigue evitar las inadmisibilidades por omisiones formales en
el escrito en que el recurso se deduce, nos inclinamos por estimar que
bastará explicar, sin fórmulas sacramentales ni formalistas, los
reproches jurídicos que se formularán al fallo, esto es, las equivocadas
interpretaciones de normas; las omisiones o excesos en que se haya
incurrido para que el recurso se entienda adecuadamente deducido".

"Finalmente, debemos tener presente que la Corte Suprema ha


resuelto que no es posible en el recurso de casación en el fondo
formular peticiones subsidiarias, eventuales o contradictorias... resultan
inadmisibles aquellos recursos de casación en el fondo que plantean
infracciones diversas, pero unas en subsidio de las otras, porque al
procederse de esta manera no se respeta el carácter de recurso de
derecho estricto que posee la casación en el fondo y que exige que las
infracciones legales que se atribuyen al fallo recurrido se planteen franca
y derechamente y no en forma dubitativa, contradictoria o subsidiaria...
el recurrente debe optar por una sola línea de argumentos jurídicos y
mantenerla en el desarrollo que efectúa en su recurso. No pueden
plantearse errores de derecho de manera eventual o subsidiaria o en
forma contradictoria... El señalado recurso debe exponer uno a uno los
errores de derecho, sin que ellos puedan ser alternativos, ni
subsidiarios, ni contradictorios, pues ello importa un error de lógica en el
que se admite la inexistencia del primer error".

d) Debe señalar de qué modo ese o esos errores de derecho influyen


substancialmente en lo dispositivo del fallo

Mario Mosquera y Cristián Maturana nos señalan que "En otras


palabras, el recurrente debe demostrar que el Tribunal, aplicando
correctamente la ley, debió fallar a su favor y no en su contra.

La Corte Suprema ha señalado, interpretando el art. 772 del CPC, que


el escrito en que se deduzca el recurso de casación en el fondo debe
expresar en qué consiste el o los errores de derecho de que adolece la
sentencia recurrida y señalar de qué modo ese o esos errores de
derecho influyen substancialmente en lo dispositivo del fallo.

Para tal efecto es menester precisar en relación con las disposiciones


infringidas en qué consisten esos errores de derecho y la manera en que
ellos influyen en lo dispositivo del fallo".

Al respecto, es menester recodar lo establecido en el artículo 774 del


CPC, el que establece que "Interpuesto el recurso, no puede hacerse en
él variación de ningún género. Por consiguiente, aún cuando en el

171
progreso del recurso se descubra alguna nueva causa en que haya
podido fundarse, la sentencia recaerá únicamente sobre las alegadas en
tiempo y forma".

Debe tenerse en cuenta, como nos enseñan Mario Mosquera y Cristián


Maturana, que el recurso de casación en el fondo debe incluir en el
petitorio la solicitud de pronunciamiento de sentencia de reemplazo. Si
sólo se solicita la invalidación y no la dictación de sentencia de
reemplazo, resulta imposible para la Corte Suprema dictar esta última,
debiendo ser rechazado el recurso.

Por último, según reseñan los autores citados, si se interpone el


recurso de casación en el fondo conjuntamente con un recurso de
casación en la forma, ellos deben interponerse en un mismo escrito,
pero separadamente, teniendo cada uno de ellos su propia
fundamentación. La jurisprudencia ha señalado que no puede hacerse
una misma fundamentación para ambos recursos, ni pueden
presentarse ambos bajo un petitorio común en la sección principal,
porque si bien deben presentarse conjuntamente en un mismo escrito,
deben deducirse separadamente. Tampoco pueden presentarse uno en
subsidio del otro, ni contradecirse ambos recursos entre sí.

ANÁLISIS JURISPRUDENCIAL

A. Los requisitos comunes a todo escrito

a) El escrito debe contener peticiones concretas y no establecer


proposiciones alternativas de sentencia de reemplazo

i) El recurso de casación por ser de derecho estricto debe bastarse a sí


mismo y entre otros requisitos debe contener peticiones concretas para
rectificar el error de derecho que se imputa a los sentenciadores y no
dejar a elección del Tribunal de Casación en el caso de proposiciones
alternativas.

La parte recurrente no cumple con lo anterior ya que al referirse a la


fecha desde la cual se devengan intereses, materia de este capítulo de
casación, se pide que lo sea desde la ocurrencia de la colisión, porque
en ese minuto mi parte comenzó a sufrir los daños y perjuicios, o —en
el peor de los casos— desde la notificación de la demanda.

Corte Suprema, 27 de marzo de 2002, rol Nº 1634-2001. Pronunciado


por los Ministros Señores Alberto Chaigneau del Campo; Enrique Cury

172
Urzúa; Fernando Castro Álamos; José Luis Pérez Zañartu y Nibaldo
Segura Peña. Cita online: CL/JUR/2494/2002

En el mismo sentido:

ii) En conformidad con lo dispuesto por el artículo 785 del Código de


Enjuiciamiento en lo Civil "Cuando la Corte Suprema invalide una
sentencia por casación en el fondo, dictará acto continuo y sin nueva
vista, pero separadamente, sobre la cuestión materia del juicio que haya
sido objeto del recurso, la sentencia que crea conforme a la ley y al
mérito de los hechos tales como se han dado por establecidos en el fallo
recurrido, reproduciendo los fundamentos de derecho de la resolución
casada que no se refieran a los puntos que hayan sido materia del
recurso y la parte del fallo no afectada por éste";

Por lo tanto, al plantearse el recurso de nulidad de fondo, se debe


solicitar, junto con la anulación de la sentencia que se impugna, la
dictación de un fallo de reemplazo en que se decida la cuestión debatida
en un determinado sentido, sin que sea admisible la formulación de
peticiones subsidiarias, como ha ocurrido en el presente caso;

En efecto, en el petitorio de la aludida casación se pidió resolver del


modo siguiente, en la sentencia de reemplazo: "1. Que se niega lugar a
la incidencia de abandono de procedimiento deducido por la demandada,
por no verificarse los requisitos exigidos por el artículo 152 del Código
de Procedimiento Civil, 2. En subsidio, que se niega lugar a la incidencia
de abandono de procedimiento por extemporánea";

Como puede verse, en la especie el recurso de casación se planteó de


manera formalmente incorrecta, lo que lo torna inviable.

Corte Suprema, 21 de julio de 2004, rol Nº 2143-2004. Pronunciado


por la Tercera Sala, integrada por los Ministros señores Ricardo Gálvez;
Domingo Yurac (redactor); la Fiscal señora Mónica Maldonado y los
Abogados Integrantes señores Manuel Daniel y Arnaldo Gorziglia.
Cita online: CL/JUR/3532/2004

b) Las peticiones concretas del escrito, deben contener la sentencia de


reemplazo que se espera obtener junto con la invalidación del fallo
impugnado

i) Se ha declarado inadmisible recurso de casación en el fondo, por no


contener en el petitorio, la solicitud de requerir que se dicte sentencia
de reemplazo y el eventual contenido de ésta, considerando esta última

173
petición como contenido esencial de esta parte del escrito en cuestión.
En este sentido, "sin embargo, realizado el aludido análisis, este tribunal
ha llegado a la conclusión de que el recurso de nulidad de fondo
entablado no reúne las condiciones exigidas por las disposiciones legales
relacionadas. En primer lugar, debido a que su petitorio plantea la
solicitud de que se tenga por interpuesto recurso de casación en el
fondo en contra de la sentencia sin requerir ni solicitar, que acto
continuo se dicte, separadamente la sentencia de reemplazo. Ello
significa que el recurso no contiene las peticiones debidas, lo que es
incompatible con un medio de impugnación de esta clase, lo que
determina que el aludido recurso de casación haya sido planteado de
manera formalmente incorrecta, lo que lo hace inviable";

Corte Suprema, 31 de julio de 2006, rol Nº 1832 2006, Cuarta Sala.


Integraron la Sala los Ministros Sres. Marcos Libedinsky T., Urbano
Marín V., Orlando Álvarez H. y los Abogados Integrantes señores Patricio
Valdes A. y Ricardo Peralta V. Cita online: CL/JUR/5507/2006

c) Para los efectos de interponer en conjunto, los recursos de casación


en el fondo y en la forma, por tener requisitos diferentes, deben
contener petitorios diferentes o al menos separados, física y
funcionalmente de acuerdo a los elementos de cada recurso

i) Para los efectos de interponer en conjunto, los recursos de casación


en el fondo y en la forma, por tener requisitos diferentes, deben
contener petitorios diferentes o al menos separados, física y
funcionalmente de acuerdo a los elementos de la esencia de cada
recurso, debiendo declararse inadmisible, en caso de no realizarse de
esta manera.

Corte Suprema, 20 de julio de 2007, rol Nº 3130-2006, Cuarta Sala.


Integraron la Sala los Ministros Sres. Patricio Valdes A., Urbano Marín V.
y Gabriela Pérez P. y los Abogados Integrantes señores Roberto Jacob C.
y Ricardo Peralta V. Cita online: CL/JUR/5923/2007

B. Debe contener la firma de un abogado que no sea procurador del


número y que asuma el patrocinio del recurso

a) Debe indicarse específicamente que el abogado patrocina el recurso


de casación

i) El recurso de casación en el fondo interpuesto por la parte


demandada a fojas 136, en contra de la sentencia de segunda instancia,
no contiene la designación expresa de abogado que patrocine tal

174
recurso, incumpliendo de este modo lo previsto por el legislador en el
inciso final del artículo 772 del Código de Procedimiento Civil.

Corte Suprema, 11 de marzo de 1997. Rol Nº 183-1996. Pronunciado


por los Ministros señores Hernán Álvarez G., Mario Garrido M. y Marcos
Libedinsky Tch. y Abogados Integrantes señores Manuel Daniel A. y José
Bernales P. Cita online: CL/JUR/1403/1997

Asimismo:

ii) El recurso de casación ha de ser patrocinado por abogado habilitado


para el ejercicio de la profesión, que no sea procurador del número,
exigencia a la que no se da cumplimiento en la especie, razón por la
cual procede declarar inadmisible el que se ha intentado.

Corte Suprema, 14 de febrero de 2001, rol Nº 265-2001. Pronunciado


por los Ministros señores Mario Garrido M., Enrique Cury U., José Luis
Pérez Z., Orlando Álvarez H. y el Abogado Integrante señor Juan Infante
P.
Cita online: CL/JUR/1979/2001

A contrario sensu:

i) La Corte Suprema ha admitido a tramitación el recurso de casación


en el fondo interpuesto, señalando que se cumple el requisito del inciso
final del art. 772 del Código de Procedimiento Civil, con la presentación
del recurso por parte de la abogado patrocinante de la causa. Contra
este criterio, el Ministro Sr. Gálvez y el Abogado Integrante Sr. Daniel,
señalan: "estuvieron por declarar inadmisibles ambos recursos, para lo
cual tuvieron presente, (...), que los artículos 772, 776 y 781 del Código
de Procedimiento Civil, en relación con el artículo 1º de la ley
Nº 18.120, establecen claramente una distinción entre el patrocinio
general de la causa y el específico y separado del recurso, al exigir que
se señale expresamente en el escrito correspondiente el nombre del
abogado que patrocine la casación, sin perjuicio de que ya sea también
patrocinante en la causa; y en el presente caso no aparece cumplido el
referido requisito, lo que se evidencia cuando se indica literalmente:
"...tener presente que designo abogado patrocinante y confiero poder a
don..." y "... a quien le confiero las facultades del artículo 7º del Código
de Procedimiento Civil".

Corte Suprema, 7 de mayo de 2002, rol Nº 891-2002, Segunda Sala.


Integraron la Sala los Ministros Sres. Ricardo Gálvez B., Domingo Yurac
S., Humberto Espejo Z. y Srta. María Morales V. y el Abogado

175
Integrante señor Manuel Daniel A. Redactó el fallo el Ministro Sr. Ricardo
Gálvez B. Cita online: CL/JUR/3331/2002

Sin embargo, la tendencia evolucionó de la siguiente manera:

ii) Sosteniendo el criterio mayoritario de la Corte Suprema, se ha


señalado que los recursos de casación en el fondo, deben ser
patrocinados por abogado habilitado, el cual debe ser constituido en el
mismo escrito de presentación del recurso, en pos de poder cumplir con
el requisito del art. 772 del Código de Procedimiento Civil. Sin embargo,
el Ministro Sergio Muñoz G. difiere de este criterio (y con voto de
minoría en este fallo), sostiene lo siguiente: "Acordada con el voto en
contra del Ministro señor Muñoz, quien fue de parecer de declarar
admisible el recurso de casación en el fondo, por que las reformas al
Código de Procedimiento Civil introducidas por la ley Nº 19.374 se
efectúan con la finalidad de desformalizar la interposición del recurso y
que, si bien mantiene la designación especial de abogado patrocinante
para el recurso ésta tenía justificación cuando se requería patente
especial para comparecer ante la Corte Suprema, exigiendo que
solamente profesionales que contaran con dicha patente patrocinaran
recursos para ante dicho Tribunal; exigencia que hoy no está vigente.
En este sentido debe interpretarse el presupuesto que debe cumplir el
escrito de interposición del recurso de casación, requisito que no resulta
indispensable a la luz de la argumentación dada, toda vez que del claro
tenor del libelo, en que se deduce el arbitrio en estudio y del mérito de
los antecedentes de la causa es posible observar que el abogado (...)
patrocina el juicio y, por lo mismo, el recurso, situación procesal y
profesional, por lo demás, que permaneció inalterable durante toda la
tramitación de la causa...".

Corte Suprema, 4 de septiembre de 2008, rol Nº 4418-2008, Primera


Sala. Integraron la Sala los Ministros Sres. Milton Juica A., Sergio Muñoz
G. y señora Margarita Herreros M. y los Abogados Integrantes Sres.
Óscar Herrera V. y Hernán Álvarez G. Voto disidente del Ministro Sr.
Sergio Muñoz G. Cita online: CL/JUR/8053/2008

iii) Es obligatorio efectuar la designación específica de un patrocinante


del recurso.

El inciso final del artículo 772 del Código de Procedimiento Civil


prescribe que el recurso deberá ser patrocinado por abogado habilitado,
que no sea procurador del número, circunstancia que obliga a efectuar
la designación específica de un patrocinante del recurso, requisito al que
no se dio cumplimiento en la presentación en examen, desde que en el

176
escrito en el que se dedujo la solicitud de casación en el fondo, el
recurrente expresa en el primer otrosí, que se tenga presente su calidad
de abogado habilitado para el ejercicio profesional, sin asumir el
patrocinio del recurso, de manera que deberá necesariamente
declararse inadmisible por carecer de patrocinio de abogado habilitado
(considerando 2º, sentencia Corte Suprema).

Corte Suprema, 9/03/2006, rol Nº 3278-2005,

Cita online: CL/JUR/7334/2006

Fallos en el mismo sentido:

Corte Suprema, 13/04/2004, rol Nº 489-2004,

Cita online: CL/JUR/4621/2004

Corte de Apelaciones de Rancagua, 1/07/2004, rol Nº 21162-2004,

Cita online: CL/JUR/5569/2004

Corte Suprema, 15/09/2004, rol Nº 2286-2004,

Cita online: CL/JUR/2842/2004

Corte Suprema, 20/10/2004, rol Nº 3181-2004,

Cita online: CL/JUR/5154/2004

Corte Suprema, 3/09/2007, rol Nº 3675-2007,

Cita online: CL/JUR/6127/2007

Corte Suprema, 16/04/2001, rol Nº 56-2001,

Cita online: CL/JUR/3625/2001

b) Debe señalarse expresamente en el cuerpo del libelo, el abogado


patrocinante del recurso y no solo en la suma

i) El recurso de casación no cumple con el requisito de ser patrocinado


por abogado si el otrosí en que se asume la representación sólo está
indicado en la suma del libelo y no es desarrollado en el cuerpo del
escrito.

177
Corte Suprema, 11.12.2006, rol Nº 6257-2006, Segunda Sala.
Ministros: Alberto Chaigneau del C., Nibaldo Segura P., Jaime Rodríguez
E., Rubén Ballesteros C. y Hugo Dolmestch U. Cita online:
CL/JUR/5711/2006

c) Se ha tenido por no cumplido el requisito de designación de


abogado patrocinante, toda vez que se dedujo recurso de casación en el
fondo y en la forma, apareciendo en el otrosí, patrocinando solamente el
primer recurso

i) El inciso final del artículo 772 del Código de Procedimiento Civil


prescribe que el recurso deberá ser patrocinado por abogado habilitado,
que no sea procurador del número, circunstancia que obliga a efectuar
la designación de patrocinante, requisito al que no se dio cumplimiento
en la presentación en examen, desde que el abogado que suscribe el
recurso señala que patrocina un recurso de casación en la forma, de
manera tal que el recurso de casación en el fondo, efectivamente
deducido, carece de patrocinio de abogado habilitado, razón por la cual
deberá declararse inadmisible en esta sede (considerando 3º).

El recurrente impugna los hechos establecidos en el fallo atacado,


desde que alega que se habrían acreditado los hechos fundantes del
despido e insta por la alteración de tales conclusiones sin denunciar
quebrantamiento alguno a las normas reguladoras de la prueba
modificación que no es posible por esta vía, pues, como reiteradamente
lo ha decidido esta Corte, el establecimiento de los hechos, sobre la
base de la apreciación de las probanzas allegadas al proceso, mediante
las reglas de la sana crítica, queda, en general, agotada en las
instancias respectivas (considerando 6º).

Los hechos establecidos en la sentencia no pueden ser modificados por


el Tribunal de Casación, a menos que los sentenciadores del mérito, al
determinar aquellos presupuestos, hayan desatendido las razones
simplemente lógicas, científicas, técnicas o de experiencia, en cuya
virtud ha correspondido asignar valor o desestimar la eficacia de las
pruebas, cuestión que no ha ocurrido en la especie (considerando 7º).

Corte Suprema, 22 de abril de 2003, rol Nº 855-2003. Pronunciado


por los Ministros señores Marcos Libedinsky T., José Benquis C., Orlando
Álvarez H., Urbano Marín V. y Jorge Medina C. Cita online:
CL/JUR/2095/2003

178
d) El abogado debe asumir específicamente el patrocinio del recurso y
no se cuenta como la estipulación por la cual asuma la representación
de su patrocinado ante los Tribunales Superiores de Justicia

i) El inciso final del artículo 772 del Código de Procedimiento Civil


prescribe que el recurso deberá ser patrocinado por abogado habilitado,
que no sea procurador del número, circunstancia que obliga a efectuar
la designación de patrocinante, requisito al que no se dio cumplimiento
en la presentación en examen, desde que en el escrito que contiene el
recurso, el abogado que lo presenta se limita a pedir se tenga presente
su calidad de abogado habilitado para el ejercicio de la profesión,
señalando que "asume personalmente la representación del señor
Hernández, tanto ante esta I. Corte, como ante la Excma. Corte
Suprema de Justicia", sin asumir el patrocinio del recurso, de manera
que deberá declararse inadmisible el recurso de casación en el fondo por
carecer de patrocinio de abogado habilitado.

Corte Suprema, 26 de junio de 2003, rol Nº 144-2003. Pronunciada


por la Cuarta Sala de la Corte Suprema por los Ministros señores José
Benquis C., Orlando Álvarez H., Urbano Marín V. y Jorge Medina C. y el
Abogado Integrante señor Juan Infante P. Cita online:
CL/JUR/2134/2003

En este sentido:

ii) Corte Suprema, 3 de noviembre de 2003, rol Nº 2875-2003.


Pronunciada por la Cuarta Sala de la Corte Suprema integrada por los
Ministros señores Marcos Libedinsky T., José Benquis C., Orlando
Álvarez H., Urbano Marín V. y Jorge Medina C. Cita online:
CL/JUR/2694/2003

e) No cumple el requisito, pedir en el escrito que se tenga presente la


calidad de abogado y que actuará personalmente en los autos

i) El inciso final del artículo 772 del Código de Procedimiento Civil


prescribe que el recurso deberá ser patrocinado por abogado habilitado,
que no sea procurador del número, circunstancia que obliga a efectuar
la designación de patrocinante, requisito al que no se dio cumplimiento
en la presentación en examen, desde que en el escrito que contiene el
recurso, el abogado que lo presenta se limita a pedir se tenga presente
su calidad de abogado habilitado para el ejercicio de la profesión y que
actuará personalmente en estos autos, sin asumir el patrocinio del
recurso, de manera que deberá declararse inadmisible el recurso de
casación en el fondo por carecer de patrocinio de abogado habilitado.

179
Corte Suprema, 26 de junio de 2003, rol Nº 1935-2003. Pronunciada
por la Cuarta Sala de la Corte Suprema por los Ministros señores José
Benquis C., Orlando Álvarez H., Urbano Marín V., Jorge Medina C. y el
Abogado Integrante señor Juan Infante P. Cita online:
CL/JUR/2139/2003

f) Se ha declarado inadmisible el recurso de aquel abogado


patrocinante que no autorizó el poder ante el Secretario

i) Debe declararse inadmisible el recurso de casación en el fondo


interpuesto por abogado que comparece en virtud de una delegación de
poder, cuando ésta no ha sido autorizada ante Secretario del Tribunal
respectivo.

Corte Suprema. 19 de marzo de 1996, rol Nº 364. Pronunciaron el


fallo los Ministros señores Roberto Dávila, Adolfo Bañados, Luis Correa y
Guillermo Navas y el Abogado Integrante señor Fernando Castro.
Cita online: CL/JUR/1219/1996

C. Debe expresar en qué consiste el o los errores de derecho de que


adolece la sentencia recurrida

a) Se ha fallado que los errores de derecho deben ser redactados de


forma concreta y directa manteniendo una sola línea de argumentación

i) En cuanto a la casación en el fondo: De acuerdo a lo que dispone el


artículo 767 del Código de Procedimiento Civil, el recurso de casación en
el fondo sólo tiene lugar cuando determinadas resoluciones judiciales se
han pronunciado con infracción de ley, y siempre que dicha infracción
haya influido substancialmente en lo dispositivo de la sentencia.
Conforme lo previene el artículo 772 del cuerpo legal citado, el
recurrente, en el escrito en que deduce el recurso, debe expresar en qué
consiste el o los errores de derecho de que adolece la sentencia
impugnada y la manera en que ese o esos errores de derecho han
influido substancialmente en lo dispositivo del fallo (considerando 6º).

Los requisitos señalados en el considerando anterior se cumplen,


cuando en el libelo pertinente se señalan en forma concreta y directa,
los errores de derecho en que han incurrido los jueces del fondo al dictar
la resolución judicial. Lo anterior implica, necesariamente, que el
recurrente debe optar por una sola línea de argumentos jurídicos y
mantenerla en el razonamiento que efectúa en su recurso; pues, no
pueden plantearse los errores de derecho de manera eventual o
subsidiaria o en forma contradictoria. Además, debe señalar en qué

180
forma el error de derecho que denuncia, fue decisivo para que se
adoptara una determinada resolución judicial (considerando 7º).

Corte Suprema, 9 de marzo de 1999, rol Nº 3971-1997. Pronunciado


por los Ministros señores Servando Jordán L., Óscar Carrasco A.,
Eleodoro Ortiz S., Enrique Tapia W. y Humberto Espejo Z. Cita online:
CL/JUR/2083/1999

b) Se debe explicar en qué sentido, las normas infringidas fueron


erróneamente interpretadas o aplicadas

i) Que cabe señalar desde ya que el recurso que como se dijo impugna
el aspecto civil no cumple con las exigencias del artículo 767 del Código
de Procedimiento Civil, según el cual el recurso de casación en el fondo
tiene lugar siempre que la sentencia se haya pronunciado con infracción
de ley y que esta infracción de ley haya influido sustancialmente en lo
dispositivo de la sentencia, lo que obligaba al recurrente a señalar en
forma precisa y circunstanciada, que el o los errores de derecho que
denuncia, emanan o dicen relación con una vulneración de ley precisa y
cómo influyen, de un modo sustancial, en lo dispositivo del fallo;
obligación que en forma alguna se cumple con la sola enumeración de
los artículos que se dan por infringidos, siendo del caso señalar además
que esto último tampoco fue cumplido a cabalidad, pues no se señalaron
las disposiciones legales decisorio litis de carácter civil que habrían sido
vulneradas, lo que necesariamente conduce al rechazo del mismo, por
adolecer éste de manifiesta falta de fundamentos.

Corte Suprema, 5 de julio de 2001, rol Nº 1323-2001. Pronunciado por


los Ministros Señores Enrique Cury Urzúa; Fernando Castro Álamos;
Jorge Medina Cuevas; José Fernández Richard y Milton Juica Arancibia.
Cita online: CL/JUR/2862/2001

En este sentido:

ii) Es requisito de la casación de fondo que el recurrente, además de


citar aquellas normas que estima vulneradas, señale y explique en qué
sentido ellas fueron erróneamente interpretadas o aplicadas, así como la
forma en que tales yerros influyeron en la decisión del tribunal de
instancia; requisitos que no se cumplen si se enumera una serie de
artículos, diciendo que por haberse vulnerado no se dio por acreditado el
hecho fundante de la causal de despido.

Corte Suprema, 13 de septiembre de 2006, rol Nº 4168-2006. Cuarta


Sala. Ministros: Marcos Libedinsky T., Urbano Marín V. y Jorge Medina

181
C. y los Abogados Integrantes señores Roberto Jacob Ch. y Ricardo
Peralta V.
Cita online: CL/JUR/8136/2006

Asimismo:

Corte Suprema, 28 de mayo de 2001, rol Nº 3510-2000. Pronunciado


por los Ministros Señores Franklin Geldres Aguilar; Jorge Medina
Cuevas; José Luis Pérez Zañartu; Manuel Daniel Argandoña y Milton
Juica Arancibia. Cita online: CL/JUR/2422/2001

Corte Suprema, 30/01/2014, rol Nº 5145-2013,

Cita online: CL/JUR/173/2014

Corte Suprema, 20/01/2014, rol Nº 15194-2013,

Cita online: CL/JUR/102/2014

Corte Suprema, 30/01/2014, rol Nº 4395-2013,

Cita online: CL/JUR/175/2014

Corte Suprema, 21/06/2011, rol Nº 3532-2011,

Cita online: CL/JUR/10435/2011

Corte Suprema, 7/10/2010, rol Nº 4118-2010,

Cita online: CL/JUR/8096/2010

Corte Suprema, 5/01/2012, rol Nº 3791-2009,

Cita online: CL/JUR/306/2012

Corte Suprema, 27/01/2012, rol Nº 7864-2009,

Cita online: CL/JUR/218/201

Corte Suprema 21/01/2011, rol Nº 101-2009,

Cita online: CL/JUR/811/2011

Corte Suprema, 7/04/2011, rol Nº 8507-2009,

182
Cita online: CL/JUR/3032/2011

Corte Suprema, 7/12/2010, rol Nº 3341-2009,

Cita online: CL/JUR/12005/2010

Corte Suprema 16/03/2011, rol Nº 7301-2008,

Cita online: CL/JUR/9422/2011

Corte Suprema 26/10/2010, rol Nº 4994-2008,

Cita online: CL/JUR/8802/2010

Corte Suprema, 27/08/2009, rol Nº 781-2008,

Cita online: CL/JUR/495/2009

Corte Suprema, 27/08/2009, rol Nº 572-2008,

Cita online: CL/JUR/500/2009

Corte Suprema, 3/09/2007, rol Nº 3675-2007,

Cita online: CL/JUR/6127/2007

Corte Suprema, 12/01/2009, rol Nº 4813-2007,

Cita online: CL/JUR/5707/2009

Corte Suprema, 16/12/2008, rol Nº 6425-2007,

Cita online: CL/JUR/4329/2008

Corte Suprema, 13/09/2006, rol Nº 4168-2006,

Cita online: CL/JUR/8136/2006

Corte Suprema, 26/03/2007, rol Nº 4413-2006,

Cita online: CL/JUR/3488/2007

Corte Suprema, 12/05/2004, rol Nº 108-2004,

Cita online: CL/JUR/4694/2004

183
Corte Suprema, 23/11/2004, rol Nº 1468-2004,

Cita online: CL/JUR/5236/2004

c) El recurrente debe hacer un cuestionamiento concreto a la


aplicación de normas decisorias

Debe necesariamente hacer un cuestionamiento concreto a la


aplicación de las normas decisorias, o la falsa aplicación de las mismas,
a fin de demostrar el yerro, de manera tal que este tribunal quede en
condiciones de avocarse de una manera definida al análisis de los
problemas jurídicos sometidos a su decisión, porque de otro modo este
arbitrio se convertiría en una nueva instancia, lo que el legislador
expresamente quiso evitar (considerando 8º, sentencia Corte Suprema).

Corte Suprema, 2/07/2013, rol Nº 6672-2012,

Cita online: CL/JUR/1437/2013

Fallos en el mismo sentido:

Corte Suprema, 30/01/2014, rol Nº 5245-2013,

Cita online: CL/JUR/173/2014

Corte Suprema, 5/12/2013, rol Nº 5085-2013,

Cita online: CL/JUR/2836/2013

Corte Suprema, 17/06/2013, rol Nº 6092-2012,

Cita online: CL/JUR/1331/2013

Corte Suprema, 4/04/2013, rol Nº 7885-2012,

Cita online: CL/JUR/728/2013

Corte Suprema, 6/12/2012, rol Nº 8301-2012,

Cita online: CL/JUR/2775/2012

Corte Suprema, 6/12/2012, rol Nº 7989-2012,

Cita online: CL7JUR/2804/2012

184
Corte Suprema, 11/10/2012, rol Nº 1065-2012,

Cita online: CL/JUR/2268/2012

Corte Suprema, 13/08/2012, rol Nº 4090-2012,

Cita online: CL/JUR/1705/2012

Corte Suprema, 22/06/2012, rol Nº 3099-2012,

Cita online: CL/JUR/3745/2012

Corte Suprema, 21/06/2012, rol Nº 4086-2012,

Cita online: CL/JUR/3846/2012

d) El reclamante debe demostrar que el aplicar la ley en una forma


diversa y errada ha traído como consecuencia directa un fallo
equivocado en derecho

Que lo que la ley persigue al establecer que debe hacerse mención


expresa de la forma cómo las contravenciones al derecho influyen en lo
dispositivo del fallo, es todo un razonamiento, una construcción
intelectual dirigida a demostrar, de un modo indubitable, a qué
resultado habría llegado el tribunal recurrido en el caso de haber
aplicado la ley en la forma que el reclamante estima correcta y
demostrar, asimismo, que el haberlo realizado en una forma diversa y
errada ha traído como consecuencia directa un fallo equivocado en
derecho (considerando 5º, sentencia Corte Suprema).

Corte Suprema, 25/07/2013, rol Nº 581-2013,

Cita online: CL/JUR/1624/2013

Fallos en el mismo sentido:

Corte Suprema, 10/01/2013, rol Nº 8841-2012,

Cita online: CL/JUR/71/2013

Corte Suprema, 29/11/2012, rol Nº 4451-2010,

Cita online: CL/JUR/2729/2012

Corte Suprema, 19/11/2012, rol Nº 8117-2012,

185
Cita online: CL/JUR/2632/2012

Corte Suprema, 31/10/2012, rol Nº 5468-2010,

Cita online: CL/JUR/3499/2012

Corte Suprema, 25/09/2012, rol Nº 5809-2010,

Cita online: CL/JUR/2099/2012

Corte Suprema, 25/05/2012, rol Nº 288-2012,

Cita online: CL/JUR/4452/2012

e) No se configura el vicio al carecer de precisión el o los errores de


derecho de que adolece la sentencia impugnada

Que por último, la contravención del sistema de prueba legal o tasada


que defiende el recurrente, carece de precisión al singularizar el o los
errores de derecho de que adolecería la sentencia impugnada por esta
sección, incumpliendo el mandato perentorio de fundamentación
(considerando 6º, sentencia Corte Suprema).

Corte Suprema, 26/12/2013, rol Nº 3725-2013,

Cita online: CL/JUR/3000/2013

Fallos en el mismo sentido:

Corte Suprema, 30/05/2013, rol Nº 1870-2013,

Cita online: CL/JUR/1713/2013

Corte Suprema, 13/06/2012, rol Nº 10137-2011,

Cita online: CL/JUR/4454/2012

f) En el recurso de casación en el fondo en estudio se contienen


planteamientos o argumentos de carácter subsidiario

En el recurso de casación en el fondo en estudio se contienen


planteamientos o argumentos de carácter subsidiario, esto es, llamadas
a considerarse sólo para el caso de que una u otra no resulte acogida.
Este carácter dubitativo que se confiere al recurso atenta contra la
naturaleza de derecho estricto de éste, que lo dejan desprovisto de los

186
requisitos que exige el artículo 772 del Código de Procedimiento Civil
(considerando 6º, sentencia Corte Suprema).

Corte Suprema, 24/01/2006, rol Nº 4521-2005,

Cita online: CL/JUR/5106/2006

g) Requisitos del escrito que deduzca recurso de casación en el fondo

En virtud de lo dispuesto en el inciso primero del artículo 772 del


Código, el escrito en que se deduzca el recurso de casación en el fondo
deberá: 1) Expresar en qué consiste el o los errores de derecho de que
adolece la sentencia recurrida, y 2) Señalar de qué modo ese o esos
errores de derecho influyen sustancialmente en lo dispositivo del fallo.
Del examen del recurso en análisis se desprende que éste no cumple
debidamente con los requisitos establecidos en la mencionada
disposición, puesto que tales exigencias no se satisfacen por el solo
hecho de afirmar que la decisión no ha sido ajustada a derecho;
omitiendo explicar cuáles son concretamente el o los yerros jurídicos en
que han incurrido los sentenciadores, a propósito de precisas y
determinadas disposiciones legales que estima vulneradas.
(Considerando 3º, sentencia Corte Suprema).

Corte Suprema, 9/03/2010, rol Nº 1378-2010,

Cita online: CL/JUR/5429/2010

Fallos en el mismo sentido:

Corte Suprema, 28/06/1988, rol Nº 26352-1988,

Cita online: CL/JUR/331/1988

h) Resultan inadmisibles aquellos recursos de casación en el fondo que


plantean infracciones diversas

Resultan inadmisibles aquellos recursos de casación en el fondo que


plantean infracciones diversas, pero unas en subsidio de las otras,
porque al precederse de esta manera no se respeta el carácter de
recurso de derecho estricto que posee la casación en el fondo y que
exige que las infracciones legales que se atribuyen al fallo recurrido se
planteen franca y derechamente y no en forma dubitativa, contradictoria
o subsidiaria (considerando 4º, sentencia Corte Suprema).

Corte Suprema, 25/06/2007, rol Nº 1468-2005,

187
Cita online: CL/JUR/3549/2007

Fallos en el mismo sentido:

Corte Suprema, 26/03/2007, rol Nº 5698-2006,

Cita online: CL/JUR/3489/2007

i) No pueden designarse con la expresión "y siguientes", los errores de


derecho invocados

i) Lo primero que debe señalarse es la manera impropia como se han


invocado algunas de las disposiciones legales que se estiman
transgredidas, las que adolecen del mismo defecto que se hizo notar en
relación con la resolución reclamada, ya que se han utilizado fórmulas
genéricas, usando para ello la expresión "y siguientes", que no
corresponde a un recurso de esta naturaleza;

Corte Suprema, 29 de noviembre de 2004, rol Nº 3032-2004.


Pronunciado por la Tercera Sala, integrada por los Ministros señores
Ricardo Gálvez, Domingo Yurac; Humberto Espejo (redactor), señorita
María Antonia Morales y señor Adalis Oyarzún. Cita online:
CL/JUR/5271/2004

En el mismo sentido:

ii) Se ha entendido que en pos de realizar el análisis formal de los


requisitos del art. 772 del Código de Procedimiento Civil, la Corte
Suprema podrá juzgar la forma en que han sido redactados los
fundamentos del recurso planteado, en pos de verificar si el libelo señala
errores de derecho y si aparece lo suficientemente claro, la forma en
que aquellos influyeron sustancialmente en el fallo. En este sentido: "De
la construcción del arbitrio en estudio resulta patente que en lo que dice
relación con la primera de las normas denunciadas, los supuestos
errores de derecho han sido formulados de manera defectuosa, (...) sin
desarrollo fáctico y jurídico evidenciado en el análisis de las respectivas
motivaciones del fallo censurado, omitiendo los presuntos yerros
atribuidos en la aplicación e interpretación de la norma, mismo defecto
que se produce al momento de utilizar la expresión "y siguientes
después de mencionar la cita de un artículo específico, olvidando el
recurrente el carácter estricto del recurso de casación, cuyas exigencias
se disponen en el artículo 772 del Código de Procedimiento Civil que
debe entenderse en armonía con lo previsto en los artículos 764 y 767
del mismo Código. De acuerdo a dichos preceptos se permite como

188
único sustento de la invalidación de la sentencia censurada, el
quebrantamiento de una o más normas legales contenidas en la
decisión. Por ello, es menester que al interponer un recurso de la
especie, el recurrente cumpla lo requerido por la disposición en análisis,
esto es, expresar en qué consisten el o los errores de derecho de que
adolece la resolución recurrida".

Corte Suprema, 11 de enero de 2011, rol Nº 3797-2009, Primera Sala.


Integraron la Sala los Ministros Sres. Adalis Oyarzún M., Sergio Muñoz
G., Guillermo Silva G., Fiscal Judicial Sra. Mónica Maldonado C. y el
Abogado Integrante Sr. Domingo Hernández E. Redactó el fallo el
Ministro Sr. Adalis Oyarzún M. Cita online: CL/JUR/10422/2011

j) No cabe señalar normas constitucionales como infringidas, en vista


de que existen normas legales vulneradas y no señaladas

i) No resulta jurídicamente aceptable que se fundamente un recurso


de casación de fondo en disposiciones constitucionales, cuando ellas
tienen claro desarrollo y por cierto protección, en normas con rango de
ley, porque la Carta Política, aparte de consagrar las instituciones
básicas del Estado, fija derechos y garantías fundamentales, de orden
general, que se concretan en las de rango legal; por lo tanto, cuando
ello ocurre, debe fundarse el recurso en la vulneración de este último
tipo de normas jurídicas y no en las constitucionales. Lo anterior se
desprende del artículo 767 del Código de Procedimiento Civil
(considerando 5º sentencia Corte Suprema).

Corte Suprema, 27 de marzo de 2003, rol Nº 371-2003. Pronunciado


por los Ministros señores Ricardo Gálvez B., Humberto Espejo Z.
(redactor), Adalís Oyarzún M. y los Abogados Integrantes señores José
Fernández R. y Enrique Barros B. Cita online: CL/JUR/4167/2003

En el mismo sentido:

ii) El recurso de casación tiene por finalidad que el tribunal a quien la


ley ha encomendado su conocimiento analice la legalidad de una
sentencia, esto es, su conformidad a la normativa aplicada al caso
concreto y a los hechos tales como los han dado por establecidos los
magistrados; esto es, se estudia si existe infracción de ley o error de
derecho. Por consiguiente es ajeno a dicho arbitrio procesal, enmendar
supuestos agravios inferidos a principios o garantías genéricas.
Constituye una redundancia fundar una casación en normas de
naturaleza constitucional, cuando se refieren a principios que tienen
desarrollo en reglas de inferior categoría, de ley, que son las que

189
verdaderamente se deben invocar, señalando detalladamente, de
acuerdo con lo previsto en la normativa sobre casación, la forma como
se habrían producido las infracciones.

Los hechos de la causa deben ser fijados por los jueces del fondo y el
examen de la casación debiera limitarse a la manera como los mismos
magistrados aplicaron la normativa legal pertinente a tales
circunstancias fácticas.

En una materia controvertida existe la posibilidad del rechazo de la


acción intentada, y la negativa podrá estar motivada por razones tanto
de fondo, como de forma e, incluso, por ambas.

Corte Suprema, 29 de abril de 2004, rol Nº 360-2003, Tercera Sala.


Ministros: Ricardo Gálvez; Domingo Yurac y señorita María Antonia
Morales; y los Abogados Integrantes señores Manuel Daniel y José
Fernández. Cita online: CL/JUR/4673/2004

Asimismo:

iii) Corte Suprema, 30 de julio de 2002, rol Nº 3841-2001.


Pronunciado por los Ministros señores Ricardo Gálvez B. (redactor),
Domingo Yurac S., Humberto Espejo Z., Srta. María Morales V. y el
Abogado Integrante señor Manuel Daniel A. Cita online:
CL/JUR/3582/2002

iv) Corte Suprema, 28 de enero de.2004, rol Nº 195-2003.


Pronunciado por la Tercera Sala, integrada por los Ministros señores
Ricardo Gálvez (redactor), Domingo Yurac, señorita María Antonia
Morales, señor Adalis Oyarzún y el Abogado Integrante señor Manuel
Daniel. Cita online:
CL/JUR/1655/2004

v) Corte Suprema, 27 de marzo de 2003, rol Nº C-371-2003.


Pronunciado por los Ministros señores Ricardo Gálvez B., Humberto
Espejo Z., Adalís Oyarzún M. y los Abogados Integrantes señores José
Fernández R. y Enrique Barros B. Redacción a cargo del Ministro señor
Espejo. Cita online: CL/JUR/4167/2003

vi) Corte Suprema, 27 de abril de 2004, 4637-2003. Pronunciado por


la Tercera Sala, integrada por los Ministros señores Ricardo Gálvez
(redactor), Domingo Yurac, Humberto Espejo, señorita María Antonia
Morales y señor Adalis Oyarzún. Cita online: CL/JUR/4656/2004

190
vii) Corte Suprema, 29 de junio de 2004, rol Nº 4507-2003.
Pronunciado por la Tercera Sala, integrada por los Ministros señor
Humberto Espejo (redactor); señorita María Antonia Morales; señor
Adalis Oyarzún y los Abogados Integrantes señores Manuel Daniel y José
Fernández.
Cita online: CL/JUR/3482/2004

k) No basta con comentar las normas infringidas, sino que debe


exponerse cómo se vulneraron

i) No se cumple con los requisitos exigidos en el artículo 772 del CPC,


puesto que no se indica concretamente la forma en que se ha producido
la infracción, sino que lo que se hace es simplemente especificar
comentarios sobre las normas que se dicen infringidas.

Corte Suprema, 8 de marzo de 2001, rol Nº 15-2001. Pronunciado por


los Ministros señores Marcos Libedinsky T., José Benquis C. y Urbano
Marín V. y los Abogados Integrantes señores Patricio Novoa F. y Juan
Infante P. Cita online: CL/JUR/3442/2001

l) No basta con señalar cómo se debió haber resuelto, sino que deben
expresarse los errores de derecho incurridos

i) El recurso de casación en estudio no reúne los requisitos formales


señalados en el artículo 772 del Código de Procedimiento Civil. En efecto
el recurrente plantea su propia tesis de cómo debió haberse resuelto el
asunto, sin explicación de los errores de derecho en que se habría
incurrido, circunstancia que impide al tribunal fiscalizar la aplicación del
derecho y la sola mención de ciertas infracciones que pudieron
cometerse en la sentencia sin explicación de los errores de derecho,
impide a este tribunal fiscalizar la aplicación de las normas que se
estiman infringidas.

Corte Suprema, 27 de noviembre de 2003, rol Nº 1804-2003.


Pronunciado por la Primera Sala de la Corte Suprema, por los Ministros
señores Enrique Tapia W., Jorge Rodríguez A., Domingo Kokisch M. y
Abogados Integrantes señores René Abeliuk M. y Óscar Carrasco A.
Cita online: CL/JUR/2861/2003

m) No pueden ser contradictorios entre sí, los errores de derecho


invocados ni sus razonamientos

i) Que, de lo expuesto precedentemente, fluye que el recurrente


imprime a su recurso un carácter dubitativo u opcional, que pugna con

191
la certeza que debe caracterizarlo. En efecto, no resulta aceptable que,
en el mismo capítulo de casación de fondo, se aduzca que hubo una
inversión del peso de la prueba para, acto seguido, sostener que en todo
caso estarían demostrados los perjuicios que, según su parecer,
erróneamente le exige acreditar el fallo que cuestiona. Es de toda
evidencia que tales planteamientos no concilian entre sí y no pueden
(sic) 764, 766, 768 y 772 del Código de Procedimiento Civil, se rechazan
los recursos de casación en la forma y en el fondo, interpuestos en lo
principal y primer otrosí de fojas 970, respecto de la sentencia de
dieciocho de noviembre de mil novecientos noventa y nueve, escrita a
fojas 968.

Corte Suprema, 23 de noviembre de 2001, rol Nº 286-2000. Ministros:


Servando Jordán L., Enrique Tapia W., Jorge Rodríguez A. y los
Abogados Integrantes señores Manuel Daniel A. y Franklin Geldres A.
Redacción a cargo del Abogado Integrante señor Geldres. Cita online:
CL/JUR/1574/2001

n) No se pueden redactar los errores de derecho invocados, uno en


subsidio del otro o de forma alternativa

i) Resultan inadmisibles aquellos recursos de casación en el fondo que


plantean infracciones diversas, pero unas en subsidio de las otras,
porque al precederse de esta manera no se respeta el carácter de
recurso de derecho estricto que posee la casación en el fondo y que
exige que las infracciones legales que se atribuyen al fallo recurrido se
planteen franca y derechamente y no en forma dubitativa, contradictoria
o subsidiaria. Dicho de otro modo, en el recurso de casación en el fondo
deben señalarse en forma concreta y directa los errores de derecho en
que se estima han incurrido los Jueces del fondo al dictar la resolución
judicial impugnada. Esto implica que el recurrente debe optar por una
sola línea de argumentos jurídicos y mantenerla en el razonamiento que
efectúa en su recurso, pues no pueden plantearse los errores de
derecho en forma contradictoria.

Corte Suprema, 25 de julio de 2007, rol Nº 1468-2005, Primera Sala.


Integraron la sala los Ministros Milton Juica A., Sergio Muñoz G.,
Margarita Herreros M., los Abogados Integrantes José Fernández R. y
Carlos Künsemüller L. Cita online: CL/JUR/3549/2007

En el mismo sentido:

ii) El recurso de casación en el fondo, es de derecho estricto y en él no


cabe la proposición de errores principales y al mismo tiempo, de

192
errores subsidiarios o alternativos. Esto necesariamente envuelve una
duda, más aún cuando se trata de planteamientos incompatibles que
mutuamente se neutralizan, como son por un lado, que se habría
cometido infracción de derecho al dar lugar a una nueva servidumbre de
acueducto, que no sería procedente y por otro, indicar que también se
comete error de derecho al fijar el monto de la indemnización por la
construcción del mismo, pidiendo elevar dichas cantidades, de lo que se
desprende que el recurrente está haciendo peticiones subsidiarias, razón
por la cual procede se declare el recurso inadmisible desde ya.

Corte Suprema, 4 de diciembre de 2002, rol Nº 366-2002. Integraron


la sala los Ministros Marcos Libedinsky T., José Benquis C., Orlando
Álvarez H., Urbano Marín V., y Jorge Medina C. Cita online:
CL/JUR/4351/2002

ñ) Se deben citar todas las normas a las que se hace alusión —en el
cuerpo del escrito— como vulneradas

i) Se debe desestimar el recurso de casación en el fondo, ya que el


artículo 772 del Código de Procedimiento del ramo exige en el Nº 2:
"Señalar de qué modo ese o esos errores de derecho influyeron
sustancialmente en lo dispositivo del fallo". Si bien pareciera que dicho
requisito se cumple a fojas 149 vta., ello lo ha sido de una manera
imperfecta, como surge de la sola lectura del recurso, en que se indica
en la sección destinada a cumplir este requisito que "si se hubiese
aplicado correctamente el artículo 21 del Código Tributario se habría
advertido"., haciendo alusión únicamente a uno de los cuatro preceptos
estimados infringidos, por lo que debe entenderse que éste no se ha
satisfecho, lo que impide traer los autos en relación.

Corte Suprema, 7 de mayo de 2002, rol Nº 1033-2002. Integraron la


sala los Ministros Ricardo Gálvez B., Domingo Yurac S., Humberto
Espejo Z., María Antonia Morales V., y el Abogado Integrante Manuel
Daniel A. Redactó María Antonia Morales V.
Cita online: CL/JUR/3323/2002

o) No basta con enumerar las normas supuestamente infringidas para


cumplir con el requisito del art. 772 del CPC

i) En lo que dice relación con el recurso de casación en el fondo, cabe


señalar que el recurso es confuso, adolece de absoluta falta de
precisión, ilación y concordancia, por lo cual no cumple con las
exigencias del artículo 772 del Código de Procedimiento Civil, aplicables
en la especie por disposición del artículo 535 del de Procedimiento

193
Penal, según el cual el recurso de casación en el fondo tiene lugar
siempre que la sentencia se haya pronunciado con infracción de ley y
que esta infracción haya influido sustancialmente en lo dispositivo de
aquella, lo que obligaba al recurrente a señalar en forma precisa y
circunstanciada, que el o los errores de derecho que denuncia, emanan
o dicen relación con una vulneración de ley precisa, y cómo influyen
éstos de un modo sustancial en lo dispositivo del fallo; obligación que no
se cumple en la especie, pues no basta para ello la sola enumeración de
los artículos que se dan por infringidos, ni con argumentaciones que son
más propias de un recurso de apelación que de casación.

Corte Suprema, 12 de septiembre de 2001, rol Nº 1101-2001.


Integraron la sala los Ministros Enrique Cury U., José Luis Pérez Z.,
Milton Juica A., los Abogados Integrantes José Fernández R., y Franklin
Geldres A. Cita online: CL/JUR/112/2001

Para mayor claridad:

ii) En cuanto a la casación en el fondo: El recurso que se analiza, no


efectúa el ejercicio intelectual que debe contener un medio de
impugnación como el presente, tendiente a indicar en forma precisa
cómo se produjeron las vulneraciones de los preceptos que se han
invocado, pues se limita a consignar los errores de derecho que estima
que contiene el fallo que impugna, el modo cómo los errores influyen en
lo dispositivo del mismo, para luego, en bloque, enunciar las normas a
su juicio infringidas, sin señalar ni indicar cómo se ha producido la
vulneración de cada una de ellas, que es lo que corresponde que se
haga, pues ello es lo que exige el artículo 772 del Código de
Procedimiento Civil, de tal manera que este tribunal pueda analizar los
argumentos que se esgriman (considerando 12º).

Los reproches formulados se relacionan con la forma como los jueces


del fondo analizaron las pruebas rendidas en el proceso para establecer
los hechos, arribaron a las conclusiones que expresaron y, a partir de
ello, resolvieron lo que les pareció pertinente. Esto es, se trata de un
problema de apreciación de la prueba, labor que, como se ha dicho
reiteradamente a través de recursos de casación como el de la especie,
corresponde llevar a cabo a los jueces del fondo y no puede este
tribunal variarla, a menos que se hayan vulnerado las leyes reguladoras
de la prueba que fijen un mérito determinado a un medio específico, y
que son aquellas normas fundamentales impuestas por la ley a los
falladores en forma ineludible y que importan limitaciones dirigidas a
asegurar una decisión correcta en el juzgamiento, de manera que para
que se produzca infracción de las mismas es necesario que se haya

194
incurrido en error de derecho en su aplicación, lo que en la especie no
ha ocurrido (considerando 14º).

Corte Suprema, 24 de septiembre de 2001, Rol Nº 2411-2000.


Pronunciado por los Ministros señores Ricardo Gálvez B, Domingo Yurac
S. y Humberto Espejo Z. y por los Abogados Integrantes señores René
Abeliuk M. y Fernando Castro A. Redacción a cargo del Ministro señor
Yurac. Cita online: CL/JUR/2673/2001

p) Tiene que existir vínculo entre el desarrollo del recurso y la causal


invocada

i) Al fundarse el recurso de casación en el error de derecho que la


recurrente atribuye a los jueces del fondo en cuanto a haberla tenido
como autora confesa del delito de aborto en la persona de Patricia
Ivonne Ríos Luna, ha debido necesariamente esa parte invocar la causal
contemplada en el Nº 1 del artículo 546 del CPP, que es precisamente la
que permite al Tribunal de Casación invalidar el fallo si tal error resulta
acreditado con el mérito de los hechos establecidos en la sentencia, lo
que la recurrente no hizo, pues invocó la causal contenida en el Nº 3º
del indicado precepto; que no tiene aplicación alguna como fundamento
para la invalidación del fallo en el presente caso.

Por otra parte, al invocarse la causal del Nº 7º del ya citado artículo


546 del Código de Procedimiento Penal, tampoco la recurrente sostiene
adecuadamente la violación de las leyes reguladoras de la prueba, toda
vez que, como se desprende del tenor del recurso, lo que éste impugna
no es el establecimiento que los jueces del fondo hicieron en cuanto al
hecho de haber colocado la reo a la víctima una inyección de agua
bidestilada, sino sólo el alcance que según los jueces la administración
de tal elemento produjo en la ofendida y por lo tanto las consecuencias
de imputabilidad a la procesada de una determinada conducta criminal,
por lo que no habiendo violación de las leyes reguladoras de la prueba
en la fijación del hecho mencionado, la causal del Nº 7º de la disposición
en comento no se aviene con los razonamientos que le sirven de apoyo,
lo que trae consigo que no pueda invalidarse el fallo en mérito del
indicado motivo de casación.

Por estos fundamentos y de acuerdo, además, con lo dispuesto en los


artículos 535, 546, 537 y 547 del Código de Procedimiento Penal y 772,
787 y 809 del de Procedimiento Civil, se rechaza el recurso de casación
en el fondo deducido.

195
Corte Suprema, 24 de enero de 1991, Segunda Sala (Penal).
Integraron la Sala los Ministros señores Enrique Correa L., Germán
Valenzuela E., Adolfo Bañados C. y los Abogados Integrantes señores
Juan Colombo C. y Pedro Montero F. Cita online: CL/JUR/454/1991

q) En la casación en el fondo penal, no basta con señalar causal sino


que deben exponerse los errores de derecho y la forma en que estos
influyeron sustancialmente en lo dispositivo del fallo

i) Es inadmisible el recurso de casación en el fondo en que el


procesado como autor del delito de homicidio simple invoca la causal del
artículo 546 Nº 1 del Código de Procedimiento Penal, fundándola en la
calificación errónea de los hechos que constituyen la atenuante del
artículo 11 Nº 8 del Código Penal —haberse denunciado y confesado el
delito—, toda vez que para el evento de estimarse como infringida la
norma legal referida y darse por establecida la causal de casación en el
fondo propuesta, debe complementarse el recurso, indicando como
violadas las disposiciones legales que no fueron aplicadas debiendo
serlas y determinando el alcance y sentido de las leyes conforme a las
cuales debe regularse correctamente la pena en la sentencia de
reemplazo; omisión que en la especie no permite tener por cumplida la
obligación de indicar en el escrito de interposición en forma expresa y
determinada todas las leyes que se suponen infringidas.

Corte Suprema, 24 de octubre de 1994, rol Nº 30699-1994. Integran


la sala los Ministros Servando Jordán, Efrén Araya, Germán Valenzuela,
Manuel Daniel y Vivian Bullemore. Cita online: CL/JUR/2146/1994

r) Tiene que existir coherencia entre el error de derecho invocado y el


petitorio del recurso

i) Para cumplir los requisitos de procedencia establecidos en el art.


772 del CPC y el carácter de derecho estricto del recurso, es menester
establecer que junto con especificar las causales por las cuales procede
el recurso, debe existir coherencia entre lo expuesto en el cuerpo del
escrito y el petitorio. Asimismo no se pueden agregar otras solicitudes
que no tengan relación con la naturaleza del recurso. En este sentido, la
jurisprudencia señala "Que, de la forma en que ha sido planteado, el
recurso aparece como vago, impreciso y contradictorio, puesto que su
desarrollo no se relaciona con la causal invocada, aunque después la
sustituye, pero para fundar otra alegación; se sostiene la posible
existencia de una eximente de responsabilidad, pero al fundarla se cita
una norma procesal que podría servir eventualmente de base para un
recurso de casación formal y no del de fondo intentado; por último, en

196
el petitorio se plantea la recalificación del delito petición que se
relacionaría efectivamente con la causal del artículo 546 Nº 2 del Código
de Procedimiento Penal, pero no se la desarrolla (...). Todo lo anterior
impide admitir a tramitación el recurso, por carecer de la certeza y
precisión que su carácter de derecho estricto exige, además de que el
planteamiento de peticiones subsidiarias tampoco es congruente con su
naturaleza, constituyendo un obstáculo más a la admisibilidad del
mismo".

Corte Suprema. 20 de diciembre de 2005, rol Nº 6120 2005, Segunda


Sala. Integraron la Sala los Ministros Sres. Alberto Chaigneau del C.,
Enrique Cury U., Jaime Rodríguez E., Rubén Ballesteros C. y el Abogado
Integrante señor Fernando Castro A. Redactaron: Ministro Sr. Alberto
Chaigneau del C. y el Abogado Integrante Sr. Fernando Castro A.
Cita online: CL/JUR/3279/2005

D. Debe señalar de qué modo ese o esos errores de derecho influyen


substancialmente en lo dispositivo del fallo

a) Se debe explicar en qué forma los errores de derecho influyeron en


la sentencia, como se corrige y aplica correctamente la norma

i) De conformidad con lo dispuesto por el artículo 772 del Código de


Procedimiento Civil en el escrito en que se deduzca el recurso de
casación en el fondo deberá hacerse mención expresa y determinada de
la ley o leyes que se suponen infringidas, de la forma en que se ha
producido la infracción y de la manera como ésta influye en lo
dispositivo del fallo. En consecuencia, para admitir el recurso, no basta
con la mera enumeración de las normas legales que se denuncian como
infringidas, sino que es indispensable que, además, se señale la forma
en que tal infracción se produjo y para que este último requisito se
cumpla es necesario que se analice y determine el alcance o sentido de
la norma presuntamente violada, la forma en que ello habría ocurrido y
la recta aplicación de la misma a la situación de hecho que corresponda,
señalándose, en todo caso, la manera en que tal infracción habría
influido en lo dispositivo del fallo, todo de manera tal que el tribunal de
casación quede en condiciones de abocarse de una manera
perfectamente concreta y definida al análisis de los problemas jurídicos
que se someten a su decisión, pues, de otro modo, el recurso se
transformaría en otra instancia del juicio, lo que no se compadece con la
naturaleza misma de la casación en el fondo.

El recurso en estudio no hace en parte alguna el referido análisis, no


cumple con las exigencias de admisibilidad que le impone el citado

197
artículo 772 del Código de Procedimiento Civil y deberá, por tanto, ser
desestimado, sin que sea necesario el análisis de las cuestiones de
fondo que contiene la sentencia impugnada.

Corte Suprema, 4 de abril de 1991, Primera Sala (Civil). Integraron la


Sala los Ministros señores Marcos Aburto O., Servando Jordán L.,
Osvaldo Faúndez V. y los Abogados Integrantes señores Fernando Fueyo
L. y Patricio Mardones V. Cita online: CL/JUR/456/1991.

En el mismo sentido:

ii) El libelo utilizado para deducir el recurso de casación en la forma


debe indicar, además de la infracción a la ley, cómo esa infracción
influye sustancialmente en lo dispositivo del fallo. En autos el
reclamante no hizo mención a dicha relación, en consecuencia se
rechaza el recurso.

Corte Suprema, 23 de marzo de 2005, rol Nº 3828-2004. Integran la


Sala los Ministros Ricardo Gálvez, Domingo Yurac, Humberto Espejo,
María Antonia Morales y señor Adalis Oyarzún. Redactor: Ricardo
Gálvez. Cita online: CL/JUR/5846/2005

Asimismo:

iii) El tribunal ha llegado a la conclusión que el recurso es inadmisible,


puesto que en la presentación de fs. 84, que lo contiene no se dio
cumplimiento al número 2 del artículo 772 del Código de Enjuiciamiento
en lo Civil, ya que no se señaló concretamente de qué modo los errores
de derecho denunciados influyeron sustancialmente en lo dispositivo de
la sentencia.

Corte Suprema, 08.11.2005, rol Nº 5091-2005, Tercera sala.


Integraron la sala los Ministros Domingo Yurac, María Antonia Morales,
Adalis Oyarzún, los Abogados Integrantes José Fernández y Óscar
Carrasco. Redactó Domingo Yurac. Cita online: CL/JUR/6721/2005

iv) De lo dicho se sigue que, siendo la casación de fondo un recurso de


derecho estricto, en el deben expresarse en qué consisten los errores de
derecho de que adolece el fallo recurrido y de qué modo esos errores de
derecho o infracciones de ley influyen sustancialmente en lo dispositivo
de la sentencia (considerando 5º, sentencia Corte Suprema).

Corte Suprema, 12/03/2013, rol Nº 6701-2012,

198
Cita online: CL/JUR/562/2013

Fallos en el mismo sentido:

Corte Suprema, 30/12/2013, rol Nº 5628-2013,

Cita online: CL/JUR/3015/2013

Corte Suprema, 4/12/2013, rol Nº 8173-2012,

Cita online: CL/JUR/2831/2013

Corte Suprema, 8/07/2013, rol Nº 3941-2013,

Cita online: CL/JUR/1481/2013

Corte Suprema, 29/01/2013, rol Nº 7286-2010,

Cita online: CL/JUR/220/2013

Corte Suprema, 19/11/2012, rol Nº 8002-2012,

Cita online: CL/JUR/2631/2012

Corte Suprema, 5/10/2012, rol Nº 4491-2012,

Cita online: CL/JUR/2237/2012

Corte Suprema, 14/09/2012, rol Nº 4680-2010,

Cita online: CL/JUR/4429/2012

Corte Suprema, 17/07/2012, rol Nº 1317-2012,

Cita online: CL/JUR/4423/2012

Corte Suprema, 24/09/2012, rol Nº 5551-2012,

Cita online: CL/JUR/2089/2012

Corte Suprema, 21/06/2012, rol Nº 4019-2012,

Cita online: CL/JUR/3963/2012

Corte Suprema, 11/01/2011, rol Nº 3797-2009,

199
Cita online: CL/JUR/10422/2011

Corte Suprema, 26/10/2010, rol Nº 4994-2008,

Cita online: CL/JUR/8802/2010

Corte Suprema, 25/07/2007, rol Nº 2458-2007,

Cita online: CL/JUR/4753/2007

Corte Suprema, 18/01/2007, rol Nº 6115-2006,

Cita online: CL/JUR/5694/2007

Corte Suprema, 26/09/2006, rol Nº 1161-2006,

Cita online: CL/JUR/5617/2006

Corte Suprema, 19/06/2006, rol Nº 1315-2005,

Cita online: CL/JUR/5368/2006

v) Quien deduce el recurso no se encuentra obligado, bajo sanción de


inadmisibilidad de la impugnación, a señalar todas y cada una de las
normas legales que se estiman vulneradas

La modificación al artículo 772 del Código de Procedimiento Civil por la


ley Nº 19.374, vino a desformalizar la interposición de la casación en el
fondo, puesto que, aun sin haber variado la causal del recurso, quien lo
deduce no se encuentra obligado, bajo sanción de inadmisibilidad de la
impugnación, a señalar todas y cada una de las normas legales que se
estiman vulneradas, bastando con señalar en qué consiste el incorrecto
análisis y aplicación de las normas legales por los sentenciadores
(considerando 4º, sentencia Corte Suprema).

Corte Suprema, 13/09/2010, rol Nº 2213-2009,

Cita online: CL/JUR/11946/2010

b) El recurrente debe hacer un cuestionamiento concreto a la


aplicación de normas decisorias

Debe necesariamente hacer un cuestionamiento concreto a la


aplicación de las normas decisorias, o la falsa aplicación de las mismas,
a fin de demostrar el yerro, de manera tal que este tribunal quede en

200
condiciones de abocarse de una manera definida al análisis de los
problemas jurídicos sometidos a su decisión, porque de otro modo este
arbitrio se convertiría en una nueva instancia, lo que el legislador
expresamente quiso evitar (considerando 8º, sentencia Corte Suprema).

Corte Suprema, 2/07/2013, rol Nº 6672-2012,

Cita online: CL/JUR/1437/2013

Fallos en el mismo sentido:

Corte Suprema, 30/01/2014, rol Nº 5245-2013,

Cita online: CL/JUR/173/2014

Corte Suprema, 5/12/2013, rol Nº 5085-2013,

Cita online: CL/JUR/2836/2013

Corte Suprema, 17/06/2013, rol Nº 6092-2012,

Cita online: CL/JUR/1331/2013

Corte Suprema, 4/04/2013, rol Nº 7885-2012,

Cita online: CL/JUR/728/2013

Corte Suprema, 6/12/2012, rol Nº 8301-2012,

Cita online: CL/JUR/2775/2012

Corte Suprema, 6/12/2012, rol Nº 7989-2012,

Cita online: CL7JUR/2804/2012

Corte Suprema, 11/10/2012, rol Nº 1065-2012,

Cita online: CL/JUR/2268/2012

Corte Suprema, 13/08/2012, rol Nº 4090-2012,

Cita online: CL/JUR/1705/2012

Corte Suprema, 22/06/2012, rol Nº 3099-2012,

201
Cita online: CL/JUR/3745/2012

Corte Suprema, 21/06/2012, rol Nº 4086-2012,

Cita online: CL/JUR/3846/2012

11. PLAZO

ANÁLISIS DOCTRINAL

El recurso debe interponerse siempre dentro de los quince días


siguientes a la fecha de la notificación de la sentencia contra la cual se
recurre (art. 770 Código de Procedimiento Civil).

Si se deducen recursos de casación en la forma y en el fondo en


contra de una misma resolución, ambos recursos deberán interponerse
simultáneamente y en un mismo escrito.

Jamás procede la interposición conjunta de la casación en el fondo con


la apelación, puesto que este procede sólo contra sentencias
inapelables.

ANÁLISIS JURISPRUDENCIAL

a) La ley Nº 17.105 dispone un plazo distinto al de quince días para


deducir recurso de casación en el fondo

i) El inciso segundo numeral XVIII del artículo 181 de la ley Nº 17.105


dispone que, en este procedimiento, los recursos de casación en la
forma o en el fondo contra la sentencia de segunda instancia se
deducirán en el plazo de diez días contados desde la notificación de
dicho fallo, por lo que el de fs. 201, que se interpuso el 27 de octubre
pasado en contra de la sentencia notificada el 14 del mismo mes,
resulta extemporáneo, debiendo declararse por ese motivo su
inadmisibilidad.

Corte Suprema, Segunda Sala, 6 de diciembre de 2005, rol Nº 6384-


2005. Integraron la sala los Ministros Alberto Chaigneau del C., Enrique
Cury U., Nibaldo Segura P., María Antonia Morales V., y Jaime Rodríguez
E. Cita online: CL/JUR/6944/2005

202
12. EFECTOS DE LA INTERPOSICIÓN DEL RECURSO DE CASACIÓN EN EL FONDO
EN EL CUMPLIMIENTO DE LA SENTENCIA IMPUGNADA

ANÁLISIS DOCTRINAL

Son los mismos que produce el recurso de casación en la forma y que


se contemplan en el artículo 773 ya analizado.

13. TRAMITACIÓN DEL RECURSO

ANÁLISIS DOCTRINAL

La tramitación del recurso de casación en el fondo es básicamente la


misma que la señalada respecto del recurso de casación en la forma,
con las modificaciones que indicaremos a continuación. Respecto de
la tramitación del recurso de casación en el fondo ante el tribunal a
quo no existe ninguna modificación respecto de su tramitación.

En relación a la tramitación del recurso de casación en el fondo ante el


tribunal ad quem, respecto a la señalada con relación a la casación en la
forma, se contemplan las siguientes modificaciones:

a. Facultad para que el recurso de casación en el fondo sea visto por el


pleno de la Corte Suprema

Mario Mosquera y Cristián Maturana nos señalan que interpuesto el


recurso de casación en el fondo, cualquiera de las partes tiene derecho a
solicitar, dentro del plazo para hacerse parte en el tribunal ad
quem, que el recurso sea conocido y resuelto por el Pleno de la Excma.
Corte Suprema, debiendo fundarse la solicitud solamente en el hecho
que la Corte Suprema en fallos diversos, ha sostenido diversas
interpretaciones sobre la materia de derecho objeto del recurso.

Esta facultad se reconoce y se regula en los artículos 780 y en el inc.


4º del art. 782.

En primer lugar, es menester tener presente que los titulares de esta


facultad son cualquiera de las partes del recurso de casación en el
fondo, y no sólo el recurrente.

203
En segundo lugar, en cuanto al tribunal ante quien debe formularse la
solicitud y la oportunidad para ejercer esta facultad, es menester tener
presente que ella debe ser ejercida por cualquiera de las partes del
recurso de casación en el fondo ante la Excma. Corte Suprema, y para
tal efecto disponen de un plazo fatal, que no es otro que el contemplado
para hacerse parte ante ese tribunal ad quem.

En tercer lugar, es menester tener presente que esta facultad consiste


en solicitar que se altere la regla respecto de la forma en que el
tribunal ad quem deberá conocer y fallar el recurso.

Por regla general el recurso de casación en el fondo debe ser resuelto


por la Sala especializada de la Excma. Corte Suprema respectiva según
la materia del recurso, y a través del ejercicio de esta facultad lo que se
solicita por las partes es que se altere esta regla, disponiéndose que el
recurso sea resuelto por el Pleno de la Excma. Corte Suprema.

En consecuencia, la alteración de esta regla se contempló por el


legislador para que sea ejercida por la Corte Suprema sólo a petición de
parte y no de oficio por ella, lo que habría sido de desear se hubiera
contemplado, dado el propósito de uniformar la jurisprudencia de
nuestro más alto tribunal que se persigue por ese precepto.

En cuarto lugar, es menester tener presente que la solicitud de las


partes en el recurso de casación en el fondo para que sea visto por el
Pleno de la Corte Suprema debe tener un solo fundamento, el cual
consiste solamente en el hecho que la Corte Suprema en fallos diversos,
ha sostenido diversas interpretaciones sobre la materia de derecho
objeto del recurso.

Para los efectos de dar cumplimiento a este requisito estimamos que a


lo menos debe señalarse por la parte del recurso de casación en el fondo
cuáles son los fallos en los cuales existen las diversas interpretaciones
sobre un materia de derecho por la Corte Suprema, acompañándose
idealmente ellos a la solicitud, y además demostrar cómo la existencia
de esas diversas interpretaciones tienen incidencia para la materia de
derecho que debe ser conocida y resuelta en virtud del recurso de
casación en el fondo interpuesto.

En otras palabras, no basta para que se acoja la solicitud el demostrar


en ella que existen fallos diversos de la Excma. Corte Suprema sobre
una materia de derecho, sino que además es menester que esos fallos
disimiles tengan influencia para resolver la materia de derecho que debe
ser resuelta en virtud del recurso de casación interpuesto.

204
Respecto de los fallos que deben ser invocados para demostrar la
existencia de interpretaciones diversas, ellos sólo pueden emanar de la
Excma. Corte Suprema y no de otros tribunales. Raúl Tavolari señala
que "bastará obviamente un fallo en cada sentido".

El legislador no ha sido muy explícito para precisar la materia en que


deben haber recaído esos fallos de la Corte Suprema en los cuales se
sostienen distintas interpretaciones en materia de derecho, y tampoco
ha precisado la fecha que deben tener esos fallos de la Excma. Corte
Suprema en los cuales se sostienen esas diversas interpretaciones en
materia de derecho.

Al respecto, Raúl Tavolari ha señalado "Que como la ley se refiere a


fallos diversos, éstos no necesariamente han de haberse pronunciado en
grado de casación en el fondo, sino pueden haberse emitido con ocasión
de otros asuntos de que ha conocido la Corte".

Prosiguen Mario Mosquera y Cristián Maturana señalando que en


quinto lugar, la oportunidad en que la Sala respectiva de la Excma.
Corte debe pronunciarse acerca de la solicitud es al efectuar en cuenta
el examen de admisibilidad del recurso, conforme a lo previsto en el
inciso cuarto del actual artículo 782, sin que se prevean normas
especiales de quórum para adoptar dicha decisión.

Finalmente, en contra de la resolución que se pronuncia denegando la


petición de vista del recurso por el Pleno procede el recurso de
reposición, el que debe ser fundado e interponerse dentro de tercero día
de notificada la resolución (Inciso cuarto del actual artículo 782 del
Código de Procedimiento Civil).

En consecuencia, no cabe el recurso de reposición en contra de la


resolución que acoge la solicitud disponiendo que el recurso debe ser
visto por el Pleno de la Excma. Corte.

b. Respecto del control de admisibilidad que efectúa el tribunal ad


quem cabe aplicar todos los requisitos señalados respecto del recurso de
casación en la forma, adecuándose el último de ellos a la causal del
recurso de casación en el fondo

La doctrina nos enseña que el tribunal deberá examinar si en el escrito


en que se deduce el recurso de casación en el fondo se cumple con los
siguientes requisitos:

205
1.- Si la sentencia objeto del recurso es de aquellas contra las cuales
lo concede la ley;

2.- Si ha sido interpuesto dentro de plazo;

3.- Si fue patrocinado por abogado habilitado;

4.- Si se hizo mención expresa en qué consiste el o los errores de


derecho de que adolece la sentencia recurrida y se señaló de qué modo
ese o esos errores de derecho influyen substancialmente en lo
dispositivo del fallo.

El tribunal ad quem puede declarar inadmisible en cuenta el recurso de


casación en el fondo por no haberse mencionado en qué consiste el o los
errores de derecho de que adolece la sentencia recurrida y señalado de
qué modo ese o esos errores de derecho influyen substancialmente en lo
dispositivo del fallo y no tiene que diferir este pronunciamiento para
luego de la vista de la causa (art. 782 inc. 1º Código de Procedimiento
Civil).

En esta materia, debemos tener presente que en el recurso de


casación en el fondo no se contempla en el art. 782, como ocurre
respecto del recurso de casación en la forma en el art. 781, que si el
recurso no cumple con uno o más de los requisitos de admisibilidad,
pero se estima posible una casación de oficio, pueda declararlo
inadmisible y ordenar traer los autos en relación para poder ejercer esa
facultad.

Esta situación de ser interpretada en forma literal, haría prácticamente


imposible que pudiere ejercerse la casación de oficio en el recurso de
casación en el fondo contemplada en el inciso 2º del artículo 785.

Finalmente se ha resuelto que el control de inadmisibilidad no genera


la extinción de la facultad para que con posterioridad pueda efectuarse
dicha declaración.

c. La Sala respectiva de la Corte Suprema al ejercer en cuenta el


control de admisibilidad, no obstante haberse cumplido el recurso de
casación en el fondo con todos los requisitos formales para su
interposición, puede rechazarlo de inmediato ("in limine"), si en opinión
unánime de sus integrantes adolece de manifiesta falta de fundamento

Mario Mosquera y Cristián Maturana nos dicen que la sala respectiva


de la Corte Suprema al ejercer en cuenta el control de admisibilidad, no

206
obstante haber cumplido el recurso de casación en el fondo con todos
los requisitos formales para su interposición, puede rechazarlo de
inmediato ("in limine"), si en opinión unánime de sus integrantes
adolece de manifiesta falta de fundamento. En caso alguno podrá
ejercerse esta facultad, por carecer el recurso de casación en el fondo
de relevancia jurídica para la adecuada interpretación y aplicación del
derecho, puesto que la ley no la contempla al haberse debido ella
suprimir del texto promulgado en virtud del mandato contenido en la
mencionada sentencia del tribunal constitucional.

Respecto del ejercicio de esta facultad en el recurso de casación en el


fondo, debemos tener presente las siguientes consideraciones.

En primer lugar, que ella se contempla respecto de los recursos de


casación en el fondo que han cumplido con los requisitos legales en su
interposición, puesto que si así no ocurre, lo que procede es su
declaración de inadmisibilidad.

En este sentido, se nos ha señalado por el destacado Ministro de la


Excma. Corte Suprema, don Marcos Libedinsky T. en un artículo
destinado a analizar esta modificación legal, que "el tratadista Lino
Enrique Palacio toca con gran claridad estos aspectos cuando dice: un
recurso es admisible cuando posibilita el examen de los agravios
invocados por el recurrente y, por lo tanto, la emisión de un
pronunciamiento acerca del fondo o mérito de cuestiones sometidas al
conocimiento del órgano competente. Es en cambio, fundado, cuando en
razón de su contenido substancial, resulta apropiado para la obtención
de una resolución que reforme, modifique, amplíe o anule la resolución
impugnada.

"De las nociones precedentemente expuestas se infiere que el examen


de los requisitos de admisibilidad debe constituir una operación
necesariamente preliminar con respecto al examen de fundabilidad o
estimabilidad, y que en un juicio negativo sobre la concurrencia de
cualquiera de los primeros descarta, sin más, la necesidad de un
pronunciamiento sobre el mérito del recurso".

En segundo lugar, el pronunciamiento que se emite, respecto de este


recurso que cumple con los requisitos formales, es una decisión sobre el
fondo del recurso y no formal, puesto que debe estar basado en
adolecer el recurso de manifiesta falta de fundamento. Este es un
pronunciamiento "in limine" sobre el fondo del recurso, por lo que estos
fallos pueden ser invocados como fundamento a la existencia de

207
diversas interpretaciones de derecho en otros recursos para solicitar su
vista por el Tribunal Pleno.

No debe confundirse el rechazo in limine de un recurso por manifiesta


falta de fundamento, que alude a un aspecto de carácter sustancial, con
el control formal propio de la admisibilidad. Al respecto, Raúl Tavolari,
comentando el artículo referido de don Marcos Libedinsky, señala que
"Concluye, el destacado jurista nacional, según puede extraerse de sus
afirmaciones, que el examen que, al tenor de lo señalado en los incisos
segundo y tercero del art. 782 practica la Corte, no lleva a una
declaración de inadmisibilidad, cuanto al rechazar, desestimar o declarar
sin lugar, in limine —en el umbral, explica con acierto— el recurso.

Concuerdo: definitivamente, la tarea de analizar si el recurso carece o


no de fundamento y de rechazarlo por la falta de los mismos, no es un
debate acerca de la admisibilidad (esto es, de si el recurso reúne o los
requisitos para estudiarlo) cuanto de mérito (esto es, si corresponde
acogerlo o no).

Lo que acontece es que el recurso aparece tan brutalmente


desprovisto de razón; es tan pobre su motivación; se aparta tanto de la
respuesta que el Ordenamiento y, al final, la conciencia de los jueces,
preveen para la situación planteada, que la simple exposición del mismo
es procedente para negarle lugar.

La conclusión es, empero, resultado de un estudio —somero,


superficial, ligero, o como se le califique— del fondo del negocio, de allí
que, con precisión, el art. 782 autorice, en el inciso segundo, al rechazo
inmediato del recurso, superado ya, en el tiempo, el tema de la
admisibilidad".

Prosiguen Mario Mosquera y Cristián Maturana señalando que en


tercer lugar, la oportunidad para que se emita ese pronunciamiento es
al efectuarse por la Sala respectiva el control de admisibilidad del
recurso de casación en el fondo, el que se efectúa en cuenta.

El no ejercicio de esta facultad no impide que la Sala respectiva pueda


con posterioridad y luego de la vista del recurso proceder a su rechazo,
en cuyo caso no regirán los quórum especiales que contempla el
legislador cuando la facultad es ejercida in limine.

En cuarto lugar, el rechazo in limine del recurso de casación en el


fondo por adolecer de manifiesta falta de fundamento requiere de un

208
quórum especial y muy estricto, puesta que dicha resolución debe ser
adoptada por la unanimidad de los integrantes de la Sala respectiva.

En quinto lugar, la resolución de la Excma. Corte en la cual se ejerce


esta facultad debe ser a lo menos someramente fundada, esto es, debe
contener las consideraciones destinadas a justificar el rechazo in
limine del recurso por adolecer de manifiesta falta de fundamento.

Finalmente, en contra de la resolución que rechaza in limine el recurso


de casación en el fondo procede el recurso de reposición, el que deberá
ser fundado e interponerse dentro de tercero día de notificada la
resolución.

Respecto de esta facultad de la Corte Suprema, Fernando Orellana


señala "Que adolezca de manifiesta falta de fundamento es una cuestión
que queda entregada en forma exclusiva a la sala de la Corte Suprema.
Por lo tanto, no puede la parte recurrida solicitar esto y la sala dar
traslado a la recurrente, pues no estamos ante una cuestión incidental
dentro del proceso".

Es importante recalcar, como lo hace Raúl Tavolari, que con esta


facultad de la Corte Suprema "No se contraría la garantía del debido
proceso, como se ha sostenido, porque el estatuto constitucional que lo
supone, traducido en la fórmula genérica de un procedimiento justo y
racional, no asegura el derecho a la casación en el fondo,
satisfaciéndose el mandato constitucional con amplitud, si se consagra
un mero recurso ordinario como la apelación".

d. Las partes no pueden rendir prueba en el recurso de casación en el


fondo

El art. 807 del Código de Procedimiento Civil señala que "en el recurso
de casación en el fondo, no se podrán admitir ni decretar de oficio para
mejor proveer pruebas de ninguna clase que tiendan a establecer o
esclarecer los hechos controvertidos en el juicio en que haya recaído la
sentencia recurrida" (art. 807, inc. 1º).

Esto se debe a que el recurso de casación en el fondo no constituye


instancia y la Corte Suprema debe sujetarse a los hechos tal cual
aparecen establecidos en el fallo que se recurre, salvo que exista
infracción de las normas reguladoras de la prueba,

e. Las partes tienen la facultad de presentar informes en derecho

209
Señala el art. 805 que "tratándose de un recurso de casación en el
fondo, cada parte podrá presentar por escrito y aun impreso, un informe
en derecho hasta el momento de la vista de la causa.

No se podrán sacar los autos de la secretaría para estos informes"


(art. 805, incs. 1º y 2º).

Al respecto Mario Casarino nos enseña que "Los informes en


derecho son opiniones vertidas por escrito y por algún jurisconsulto
sobre determinados puntos legales que tienden, naturalmente, a una
mejor ilustración del tribunal.

Su valor probatorio es esencialmente relativo y difieren de los


informes en derecho que hemos visto dentro del recurso de apelación
(art. 228 CPC), pues estos últimos se decretan por el mismo tribunal, y,
en cambio, los que se presentan en la casación en el fondo son de
exclusiva iniciativa de las partes".

f. Las partes pueden hacer observaciones para el fallo del recurso


hasta la vista de la causa

El artículo 783 del CPC establece que "Las partes podrán, hasta el
momento de verse el recurso, consignar en escrito firmado por un
abogado, que no sea procurador del número, las observaciones que
estimen convenientes para el fallo del recurso".

g. El alegato en el recurso de casación en el fondo se encuentra


restringido a los puntos de derecho que se hicieron valer en el recurso
(art. 805, inc. 3º)

La duración de las alegaciones de cada abogado se limitará a dos


horas (art. 783 Código de Procedimiento Civil) y el plazo para fallar el
recurso de casación en el fondo es dentro de los 40 días siguientes a
aquel en que se haya terminado la vista (art. 805 inc. final).

Además, "en la vista de la causa no se podrá hacer alegación alguna


extraña a las cuestiones que sean objeto del recurso, ni se permitirá la
lectura de escritos o piezas de los autos, salvo que el presidente lo
autorice para esclarecer la cuestión debatida".

ANÁLISIS JURISPRUDENCIAL

A. Tramitación del juez a quo

210
a) Se ha declarado inadmisible el recurso por el juez a quo, por no ser
de las resoluciones impugnables por este medio

i) Ante la interposición de un recurso de casación en la forma y en el


fondo, la labor del juez a quo ante quien se interpone el recurso no sólo
se limita a examinar si ha sido interpuesto en tiempo y si ha sido
patrocinado por abogado habilitado como lo señala el artículo 776 del
Código de Procedimiento Penal, sino que en opinión de la Corte y
haciendo una interpretación armónica de las normas que regulan estos
recursos, el tribunal a quo debe examinar también si la resolución
recurrida es de aquellas susceptibles de ser recurridas, puesto que la
interpretación contraria haría incluso recurribles con ellos a los autos o
decretos.

La resolución que no da lugar a un incidente de nulidad de todo lo


obrado no puede ser recurrida mediante la casación, ya que por su
naturaleza, no se encuentra comprendida en ninguna de aquellas a que
se refieren los artículos 766 y 767 del Código de Procedimiento Civil,
puesto que, en síntesis, no se trata de una sentencia definitiva ni de una
interlocutoria que ponga término al juicio o hagan imposible su
continuación; tampoco se trata de una sentencia interlocutoria que se
hubiera dictado en segunda instancia sin previo emplazamiento de la
parte agraviada o sin señalar día para la vista de la causa.

Corte de Apelaciones de San Miguel. 1 de agosto de 1995, rol Nº 243-


1995. Pronunciado por los Ministros señores Ariaselva Ruz Durán;
Germán Hermosilla Arriagada y José Luis Pérez Zañartu. Cita online:
CL/JUR/1036/1995

B. Tramitación Ad quem

a) Una vez interpuesto el recurso no es posible hacer variaciones de


ningún tipo

(...) una vez interpuesto el recurso no es posible hacerle variaciones


de ningún género, de manera que esta Corte se atendrá únicamente a lo
expuesto en el arbitrio que rola a de fojas 481 y siguientes, sin hacerse
cargo de las modificaciones hechas valer por la abogado del demandado
que concurrió a estrados (considerando 4º, sentencia Corte Suprema).

Corte Suprema, 26/01/2012, rol Nº 8352-2009,

Cita online: CL/JUR/210/2012

211
Fallos en el mismo sentido:

Corte Suprema, 29/11/2007, rol Nº 2692-2007,

Cita online: CL/JUR/6380/2007

Corte Suprema, 9/10/1997, rol Nº 828-1997,

Cita online: CL/JUR/2550/1997

b) Se ordena dar cuenta de los recursos de casación deducidos por la


demandante contra la sentencia que revoca el fallo en primera instancia

Que en estos autos sobre juicio ordinario declarativo (...), se ha


ordenado dar cuenta de los recursos de casación en la forma y en el
fondo deducidos por la demandante en contra de la sentencia de la
Corte de Apelaciones de Talca que revocó el fallo de primera instancia
que había acogido la demanda (considerando 1º, sentencia Corte
Suprema).

Corte Suprema, 27/11/2013, rol Nº 5945-2013,

Cita online: CL/JUR/2768/2013

Fallos en el mismo sentido:

Corte Suprema, 2/01/2014, rol Nº 14857-2013,

Cita online: CL/JUR/7/2014

Corte Suprema, 24/10/2013, rol Nº 3551-2013,

Cita online: CL/JUR/2363/2013

Corte Suprema, 14/10/2013, rol Nº 5827-2013,

Cita online: CL/JUR/2275/2013

Corte Suprema, 3/10/2013, rol Nº 5925-2013,

Cita online: CL/JUR/2191/2013

Corte Suprema, 12/08/2013, rol Nº 3903-2013,

Cita online: CL/JUR/1814/2013

212
Corte Suprema, 26/03/2013, rol Nº 534-2013,

Cita online: CL/JUR/661/2013

Corte Suprema, 24/01/2013, rol Nº 5521-2011,

Cita online: CL/JUR/218/2013

Corte Suprema, 30/11/2012, rol Nº 7988-2012,

Cita online: CL/JUR/2738/2012

Corte Suprema, 31/10/2012, rol Nº 6650-2012,

Cita online: CL/JUR/2514/2012

Corte Suprema, 20/01/2012, rol Nº 9837-2011,

Cita online: CL/JUR/421/2012

Corte Suprema, 2/01/2001, rol Nº 4547-2000,

Cita online: CL/JUR/3238/2001

Corte Suprema, 25/10/2004, rol Nº 198-2004,

Cita online: CL/JUR/1745/2004

c) Tribunal examina en cuenta recurso de casación deducido en juicio


ordinario de indemnización de perjuicios

Que de conformidad con lo dispuesto en el artículo 782 del Código de


Procedimiento Civil, se ha ordenado dar cuenta del recurso de casación
en el fondo deducido por la demandada, en juicio ordinario de
indemnización de perjuicios (considerando 1º, sentencia Corte
Suprema).

Corte Suprema, 20/01/2014, rol Nº 16127-2013,

Cita online: CL/JUR/108/2014

Fallos en el mismo sentido:

Corte Suprema, 20/01/2014, rol Nº 15194-2013,

213
Cita online: CL/JUR/102/2014

Corte Suprema, 5/11/2013, rol Nº 8132-2013,

Cita online: CL/JUR/2830/2013

Corte Suprema, 22/04/2013, rol Nº 9187-2012,

Cita online: CL/JUR/860/2013

Corte Suprema, 10/04/2013, rol Nº 9256-2012,

Cita online: CL/JUR/791/2013

Corte Suprema, 1/10/2012, rol Nº 6157-2012,

Cita online: CL/JUR/2154/2012

d) El tribunal examinará en cuenta la sentencia que confirma el fallo


en primera instancia que acoge la excepción de prescripción

Se ha ordenado dar cuenta, (...), de los recursos de casación en la


forma y en el fondo deducidos por la parte demandante en contra de la
sentencia de la Corte de Apelaciones de San Miguel que rechazó la
casación formal y confirmó el fallo de primera instancia que acogió la
excepción de prescripción deducida por el querellado y por el tercero
coadyuvante y que, además, alzó la resolución que suspendió la obra
denunciable (considerando 1º, sentencia Corte Suprema).

Corte Suprema, 30/01/2014, rol Nº 14904-2013,

Cita online: CL/JUR/171/2014

e) Resultan inadmisibles aquellas casaciones que plantean infracciones


alternativas

Que esta Corte ha resuelto reiteradamente que resultan inadmisibles


aquellas casaciones que plantean infracciones alternativas, porque al
procederse de esta manera no se respeta el carácter de recurso de
derecho estricto que posee la casación en el fondo y que exige que las
infracciones legales que se atribuyen al fallo recurrido se planteen
derechamente y no en forma dubitativa, como ocurre en la especie, por
lo que el recurso interpuesto no puede acogerse a tramitación
(considerando 3º, sentencia Corte Suprema).

214
Corte Suprema, 14/07/2008, rol Nº 3708-2008,

Cita online: CL/JUR/6646/2008

Fallos en el mismo sentido:

Corte Suprema, 11/08/2008, rol Nº 2994-2008,

Cita online: CL/JUR/5881/2008

f) Se rechaza casación en el fondo fundada en no haberse acogido


excepción de ineptitud del libelo

Que en este juicio ejecutivo, la parte ejecutada recurre de casación en


el fondo en contra de la sentencia dictada por la Corte de Apelaciones de
Puerto Montt que, confirma la de primer grado, donde en lo que
interesa, rechaza la excepción prevista en el numeral 4º del artículo 464
del Código de Procedimiento Civil, esto es, la ineptitud del libelo. Estima
infringido el artículo 425 del Código de Procedimiento Civil, el que de
haberse aplicado correctamente habrían llevado a acoger la referida
excepción. Que el recurso no puede ser acogido a tramitación, por
cuanto el rechazo de dicha excepción no constituye una decisión del fallo
que, en esta parte, tenga el carácter de sentencia definitiva o
interlocutoria que ponga término al juicio o haga imposible su
continuación (considerandos 1º y 2º, sentencia Corte Suprema).

Corte Suprema, 21/09/2006, rol Nº 2233-2006,

Cita online: CL/JUR/8173/2006

Fallos en el mismo sentido:

Corte Suprema, 6/09/2006, rol Nº 3311-2006,

Cita online: CL/JUR/8102/2006

g) Si el recurso se desarrolló sobre la base de errores subsidiarios o


alternativos se atenta contra la naturaleza de derecho estricto

Que, en primer lugar, debe señalarse que el recurrente desarrolla su


recurso sobre la base de errores subsidiarios o alternativos. En efecto,
argumenta que no se aplica en materia laboral el instituto del abandono
de procedimiento y, al mismo tiempo, manifiesta que no se dio
cumplimiento a la norma contemplada en el artículo 155 del Código de
Procedimiento Civil, desde que, en su concepto, debió solicitarse pura y

215
simplemente la declaración de abandono del procedimiento. Que tal
forma de plantear el recurso de que se trata, atenta contra su
naturaleza de derecho estricto, en la medida que hace surgir dudas
acerca de los yerros supuestamente cometidos en la sentencia atacada y
el derecho a aplicar a la situación sub judice (considerandos 5º y 6º,
sentencia Corte Suprema).

Corte Suprema, 4/03/2004, rol Nº 5160-2003,

Cita online: CL/JUR/4461/2004

h) Se declaran inadmisibles los recursos que no cumplan con los


requisitos del art. 772 CPC

i) El recurso de casación deducido deberá ser declarado inadmisible,


puesto que no cumple con las exigencias señaladas en el artículo 772
del Código de Procedimiento Civil (considerando 2º).

Corte Suprema, 27 de diciembre de 2000, rol Nº 2807-2000.


Pronunciado por los Ministros señores Servando Jordán L., Óscar
Carrasco A., Enrique Tapia W. y los Abogados Integrantes señores José
Fernández R. y Franklin Geldres A. Cita online: CL/JUR/2515/2000

i) Se ha declarado inadmisible, el recurso que no impugna una


sentencia definitiva o interlocutoria que ponga término al juicio o haga
imposible su continuación

i) De acuerdo a lo que previene el artículo 766 del Código de


Procedimiento Civil, el recurso de casación en la forma sólo procede en
contra de las sentencias definitivas y contra las interlocutorias cuando
ponen término al juicio o hacen imposible su continuación y,
excepcionalmente, contra las sentencias interlocutorias dictadas en
segunda instancia sin previo emplazamiento de la parte agraviada o sin
señalar día para la vista de la causa. Conforme al artículo 767 del mismo
cuerpo legal, el recurso de casación en el fondo sólo procede en contra
de sentencias definitivas inapelables e interlocutorias inapelables cuando
pongan término al juicio o hagan imposible su continuación, dictadas por
Corte de Apelaciones o por un tribunal arbitral de segunda instancia
constituidos por árbitros de derecho en los casos que hayan conocido de
negocios de la competencia de dichas Cortes.

Como la resolución que se impugna por la presente vía, no reviste la


naturaleza jurídica de aquellas conforme a las cuales proceden los
recursos de casación en la forma y en el fondo; los interpuestos en

216
autos deben ser declarados inadmisibles (sentencia de la Corte
Suprema)

Corte Suprema, 9 de marzo de 1999, rol Nº C-195-1999. Pronunciada


por el Presidente de la Iltma. Corte señor Darío Silva Gundelach y
Ministros señores Guillermo Aros Salinas y el Abogado Integrante don
Octavio Niño M. Redacción del Abogado Integrante Sr. Niño. Cita online:
CL/JUR/2080/1999

En este sentido:

ii) La parte demandante ha deducido recursos de casación en la forma


y en el fondo en contra de la resolución que rechaza la reposición
interpuesta en contra de la sentencia definitiva de segunda instancia, en
consecuencia, resultando improcedente tal recurso de reposición, son a
su vez inadmisibles los recursos interpuestos.

Corte Suprema, 9 de octubre de 2001, rol Nº 1735-2001. Pronunciado


por los Ministros señores, Servando Jordán L., Eleodoro Ortiz S., Enrique
Tapia W., Jorge Rodríguez A. y Domingo Kokisch M. Cita online:
CL/JUR/2691/2001

j) Indistintamente, respecto del recurso que no contiene los requisitos


del art. 772 del CPC, la Corte los ha declarado inadmisibles o los ha
rechazado por manifiesta falta de fundamento

i) Desde un punto de vista formal el recurso no cumple con las


exigencias de los artículos 767 y 772 del Código de Procedimiento Civil,
según los cuales el recurso de casación en el fondo tiene lugar siempre
que la sentencia se haya pronunciado con infracción de ley y que esta
infracción de ley haya influido sustancialmente en lo dispositivo de la
sentencia, lo que obligaba al recurrente a señalar en forma precisa y
circunstanciada, que el o los errores de derecho que denuncia, emanan
o dicen relación con una vulneración de ley precisa y como influyen, de
un modo sustancial, en lo dispositivo del fallo; obligación que en forma
alguna se cumple con la sola enumeración de los artículos que se dan
por infringidos, que, en todo caso en la especie tampoco se mencionan.
En consecuencia, se rechaza, por manifiesta falta de fundamentos, el
recurso de casación en el fondo.

Corte Suprema, 28 de mayo de 2001, rol Nº 3510-2000. Pronunciado


por los Ministros señores José Luis Pérez Z., Jorge Medina C. y Milton
Juica A. y los Abogados Integrantes señores Manuel Daniel A. y Franklin
Geldres A. Cita online: CL/JUR/2422/2001

217
k) La Corte Suprema durante el examen de admisibilidad, ha casado
en el fondo de oficio, recurso rechazado por manifiesta falta de
fundamento

i) Que de lo dicho se desprende que el recurso no ataca los


fundamentos por los cuales la sentencia rechazó su oposición, de lo que
se sigue que adolezca de un defecto de formalización, por cuanto no
expresa de qué manera los errores de derecho que denuncia han podido
influir sustancialmente en la decisión de declarar extemporánea la
oposición del deudor; y este defecto conduce, necesariamente, al
rechazo de la casación en examen;

Que, sin perjuicio de lo anterior, este Tribunal de Casación estima que


la sentencia se ha dictado con error de derecho, y éste ha influido en lo
decisorio; en efecto, si bien el artículo 103 de la Ley General de Bancos
autoriza a los deudores hipotecarios para oponerse al remate de la finca
o a su entrega en prenda pretoria, dentro de quinto día del decreto
respectivo, no es menos cierto que debe entenderse que el deudor se
opone a la pretensión de pago del Banco, según se desprende del tenor
de las excepciones admisibles en estos procedimientos, de lo que se
sigue que el plazo señalado en la disposición referida tiene efecto
preclusorio, mas no suspensivo, de modo que el deudor puede deducir
su oposición desde el momento en que es requerido hasta que vence el
término que se inicia con el decreto de remate; al declarar lo contrario,
la sentencia ha restringido el alcance de la norma legal, interpretándola
erróneamente, con clara influencia en su decisión de rechazar la
oposición por extemporánea, lo que autoriza la anulación del fallo.

Corte Suprema, 8 de mayo de 2001, rol Nº 1596-2000. Pronunciado


por los Ministros señores Carlos Meneses Pizarro; Eleodoro Ortiz
Sepúlveda; Jorge Rodríguez Ariztía; José Fernández Richard; René
Abeliuk Manasevic. Cita online: CL/JUR/1485/2001

l) Durante el examen de admisibilidad el tribunal ad quem puede


rechazar el recurso por manifiesta falta de fundamento

i) En lo tocante al recurso de nulidad de fondo, cabe precisar que el


artículo 782 del Código de Enjuiciamiento en lo Civil estatuye que
"Elevado un proceso en casación de fondo, el tribunal examinará en
cuenta si la sentencia objeto del recurso es de aquéllas contra las cuales
lo concede la ley y si éste reúne los requisitos que se establecen en los
incisos primeros de los artículos 772 y 776. La misma sala, aun cuando
se reúnan los requisitos establecidos en el inciso precedente, podrá

218
rechazarlo de inmediato si, en opinión unánime de sus integrantes,
adolece de manifiesta falta de fundamento"

A tal conclusión ha llegado el tribunal en este caso por cuanto,


habiéndose reclamado de las liquidaciones, giradas por concepto de
Impuesto a la Renta de Primera Categoría, y Global Complementario, no
se estimaron como infringidas las disposiciones legales que fijan dichos
tributos, y que son las que sirvieron de base para la expedición de las
referidas liquidaciones.

En efecto, revisado el escrito que contiene dicho medio de


impugnación jurídico procesal, se puede constatar que, aparte de
contener abundantes argumentos sobre el fondo del asunto, en él se
denunciaron como vulnerados únicamente los artículos 507 y siguientes
del Código de Comercio, que se estiman interpretados en forma
restrictiva, y el artículo 1545 del Código Civil, por lo que el tribunal de
casación entiende que, para la contribuyente, los referidos tributos
están bien aplicados. De este modo, no se podría acoger la casación y
anular una sentencia que ha desechado el reclamo contra liquidaciones
referidas a tributos que, por lo expresado, deben tenerse por
correctamente aplicados.

Corte Suprema, 20 de abril de 2004, rol Nº 325-2004, Tercera Sala.


Ministros: Ricardo Gálvez, Domingo Yurac y Adalis Oyarzún; y los
Abogados Integrantes señores Manuel Daniel y José Fernández.
Cita online: CL/JUR/4642/2004

m) Se ha declarado inadmisible un recurso por alegar un error de


derecho que no influye sustancialmente en lo dispositivo del fallo

i) 4º) Que de acuerdo con lo previsto en el inciso 1º del artículo 767


del Código de Procedimiento Civil, es requisito esencial que las
infracciones legales que se representen en el recurso de casación en el
fondo influyan sustancialmente en lo dispositivo de la sentencia, lo que
no sucede en este caso como ya se ha manifestado, por lo que procede
sea declarado inadmisible el recurso interpuesto.

Corte Suprema, 10 de noviembre de 1988, rol Nº 1853-1988. Integran


la Sala los Ministros Octavio Ramírez Miranda, Osvaldo Faúndez Vallejos,
Lionel Béraud Poblete y los Abogados Integrantes Enrique Urrutia
Manzano y Juan Colombo Campbell. Cita online: CL/JUR/395/1988.

En el mismo sentido:

219
ii) 1.- La demanda de indemnización de perjuicios quedó rechazada no
sólo porque los jueces del fondo han acogido la excepción de
prescripción de la acción, sino también porque las actuaciones del
Servicio de Registro Civil e Identificación aparecen practicadas dentro de
la esfera de su competencia, sin que se advierta que ellas sean
motivadas por falta o abusos o negligencia atribuible a los agentes
públicos que las desarrollaron.

En las condiciones antes señaladas, la recurrente no pudo fundar su


recurso solamente en la infracción del artículo 2332 del Código Civil,
sino que, además, debió dar por infringidas las normas decisoria
litis relativas a la responsabilidad extracontractual que reclama del
Fisco, especialmente los artículos 1437, 2314 y 2329 de dicho cuerpo
legal o 4º y 44 de la ley Nº 18.575 (responsabilidad por falta de
servicio). Al no haber procedido de esa manera se ha de entender que
tales normas han sido bien aplicadas. En tales circunstancias aunque se
estimare que la norma sobre prescripción estuviere mal aplicada, no
quedaría el tribunal en condiciones habilitantes para dictar una
sentencia de reemplazo que argumente que en la especie hay falta de
servicio o responsabilidad extracontractual que sea susceptible
indemnizar a favor de la actora.

De lo razonado sólo cabe concluir que el presente recurso de casación


en el fondo debe ser rechazado por evidente falta de fundamento.

Corte Suprema, 30 de noviembre de 2000, rol Nº 3699-2000. Integran


la sala los Ministros Osvaldo Faúndez V., Ricardo Gálvez B., Orlando
Álvarez H. y Domingo Yurac S. y el Abogado Integrante señor Manuel
Daniel A. Cita online: CL/JUR/130/2000

Asimismo:

iii) Corte Suprema, 16 de septiembre de 1993, rol Nº 17173. Integran


la sala los Ministros Roberto Dávila, Arnaldo Toro, Mario Garrido, Luis
Cousiño y Juan E. Infante. Redactor: Luis Cousiño. Cita online:
CL/JUR/1546/1993

n) Se ha declarado inadmisible el recurso, por no ser procedente la


casación en la materia del juicio

i) Se declara inadmisible el recurso, ya que habiéndose tramitado la


presente causa de conformidad con el procedimiento establecido en el
artículo 56 de la ley Nº 19.253, que hace aplicable sólo las disposiciones
de los Libros I y II del Código de Procedimiento Civil, sin que contemple

220
expresamente la posibilidad de recurrir de casación en el fondo, el
recurso de esta especie interpuesto por la demandante resulta
inadmisible.

Corte Suprema, 26 de agosto de 2002, rol Nº 4173-2002. Integraron


la sala los Ministros Eleodoro Ortiz S., Enrique Tapia W., Jorge Rodríguez
A., Domingo Kokisch M. y el Abogado Integrante René Abeliuk. Redactó
Dinorah Cameratti Ramos T. Cita online: CL/JUR/3648/2002

ñ) Se declarado inadmisible el recurso por ser deducido por parte


no agraviada

i) No cabe sino concluir que en la especie no se cumplen los requisitos


previstos en el artículo 771 del Código de Procedimiento Civil, esto es,
que el recurso de casación debe ser interpuesto por la parte agraviada,
puesto que el actor jurídicamente no recurrió contra la sentencia de
primera instancia, de manera que no puede considerársele agraviado
para estos efectos, razón suficiente para declarar inadmisible el recurso
intentado en esta sede, por adolecer de defectos en su formalización.

Corte Suprema, 2 de enero de 2006, rol Nº 2747-2005, Cuarta Sala.


Integraron la Sala los Ministros Orlando Álvarez H., Urbano Marín
V., Jorge Medina C., los Abogados Integrantes Juan Infante Ph., y
Roberto Jacob Ch. Cita online: CL/JUR/5069/2006

En el mismo sentido:

ii) La Corte Suprema ha interpretado el agravio del recurrente, como


requisito de admisibilidad de un recurso. Y ha configurado como
inexistencia de tal, el hecho de no haber alegado de un vicio de nulidad
de fondo, que se hubiere presentado con anterioridad en el proceso (en
este caso, sentencia de primera instancia), aún cuando el CPC no
contempla como requisito, la preparación del arbitrio, para deducir el
recurso de casación en el fondo. En este sentido: "De la tramitación de
la causa se observa que el procesado ahora recurrente, no impugnó de
ninguna forma, al no deducir recurso alguno, la sentencia de primer
grado, por la cual se le impuso la pena a que ha quedado condenado y
que el fallo de segunda instancia se limitó a mantener, al no modificar
en nada al primero. De lo anterior se desprende que su derecho a
recurrir en contra de lo que entonces se decidió ha precluido, pues la
sentencia que intenta impugnar no le causa agravio alguno, al
simplemente mantener la de primer grado, respecto de la cual no
recurrió a través de ninguno de los recursos que la ley procesal le
reconocía al efecto".

221
Corte Suprema. 29 de agosto de 1996, rol Nº 3131-1996. Integraron
la Sala los Ministros Sres. Roberto Dávila, Adolfo Bañados, Guillermo
Navas y los Abogados Integrantes señores Mario Verdugo y Vivian
Bullemore. Cita online: CL/JUR/1347/1996

o) La Corte Suprema puede casar en el fondo de oficio, los recursos


que han sido declarados inadmisibles por temas formales

i) La sentencia recurrida señala expresamente que se acoge la


excepción de falta de requisitos del título ejecutivo, prevista en el
artículo 464 Nº 7, en relación con el artículo 434 Nº 4, ambos del
Código de Procedimiento Civil. En otras palabras, la sentencia atacada
por esta vía, aplica el citado artículo 464 Nº 7, cuya infracción no se
invoca en el recurso.

Con arreglo al artículo 772 inciso 1º del Código de Procedimiento Civil,


el escrito en que se deduzca el recurso de casación en el fondohará
mención expresa y determinada de la ley o leyes que se suponen
infringidas.

Al acogerse la excepción de que se trata, la Corte de Apelaciones de


Temuco, en el planteamiento del recurrente, hubo de infringir
forzosamente el primer precepto aludido en el considerando segundo, no
obstante lo cual el recurso omite mencionarlo, lo que implica que dicho
recurso es inadmisible, por lo dispuesto en los artículos 772 y 788 inciso
1º del Código de Procedimiento Civil, sin perjuicio de lo dispuesto en el
inciso segundo del artículo 785, que autoriza a la Corte Suprema, en los
casos en que se desechare un recurso de casación en el fondo por
defectos en su formalización, para invalidar de oficio la sentencia
recurrida, si se hubiere dictado con infracción de ley y esta infracción
hubiere influido substancialmente en lo dispositivo del fallo;
procediéndose en lo demás como si el recurso de casación en el fondo
hubiera sido admitido. El vocablo formalización empleado en este
precepto, debe entenderse conforme a la reciente reforma como
interposición.

La Corte estima adecuado ejercer en este caso sus atribuciones


discrecionales, y casar de oficio el fallo impugnado, determinando una
serie de normas que fueron infringidas y cuya infracción influyó
sustancialmente en lo dispositivo del fallo, y además se refiere al
artículo 809 del Código de Procedimiento Civil, que establece que la
cantidad consignada se devolverá a la parte recurrente, siempre que el
tribunal case la sentencia; sin distinguir si ello ocurre como

222
consecuencia de acogerse el recurso, o de resolverse una anulación de
oficio.

En consecuencia, la Corte resolvió proceder de oficio, invalidando la


sentencia recurrida, no obstante haber declarado inadmisible el recurso
interpuesto.

Corte Suprema, 22 de octubre de 1990, Primera Sala (Civil).


Integraron la Sala los Ministros señores Marcos Aburto Ochoa, Hernán
Cereceda Bravo, Efrén Araya Vergara, Sergio Mery Bravo y el Abogado
Integrante señor Luis Cousiño Mac-Iver. Redacción del Ministro señor
Mery. Cita online: CL/JUR/895/1990

p) La Corte Suprema ha declarado inadmisible el recurso que invoca


una alegación que debió haber sido realizada ante los jueces de
instancia

i) El recurso intentado en estos autos es de derecho estricto, de


manera que supone la comisión de errores sustantivos en la aplicación
de la ley a la controversia determinada por las alegaciones que las
partes hayan vertido en el curso del pleito, en este caso, en los
respectivos escritos de demanda y contestación a las mismas
excepciones opuestas que son los que determinan tal controversia. Tales
argumentaciones, necesariamente, deben estar vinculadas con el título
hecho valer y aquellas defensas que la ley permite esgrimir en su contra
en calidad de tal. Sin embargo, no es posible que la ejecutada pretenda
hacer resurgir la discusión acerca de circunstancias que, en su
oportunidad, debieron hacerse valer en el juicio ordinario que motivó la
presente ejecución (considerando 4º).

La ejecutada alega, en torno a los tres errores de derecho que


desarrolla, que se ha extendido el ámbito temporal y material de la
responsabilidad subsidiaria más allá de lo establecido por la ley que la
contempla. Tal defensa debió haberse planteado en el juicio ordinario
que generó el título que, actualmente, se invoca por los ejecutantes y
ello no ocurrió. Tanto así que, pretendiendo hacerlo en dicho pleito a
través de una nulidad de fondo, ese recurso fue desestimado en la
cuenta de admisibilidad, porque se consideró que mediante él se
pretendía incorporar a la litis materias que no formaban parte de ellas.
En autos nuevamente intenta, esta vez por medio de las excepciones
opuestas a la ejecución, renacer una defensa no esgrimida
oportunamente, circunstancia que no se armoniza con la naturaleza del
presente recurso, como ya se explicó, el que, además, no puede ser

223
utilizado para revisar supuestos yerros cometidos en una sentencia
firme y ejecutoriada. (considerando 5º).

Lo razonado precedentemente resulta suficiente para decidir la


inadmisibilidad del recurso en examen (considerando 6º).

No puede analizar hechos distintos a los establecidos por los jueces del
fondo, ante el silencio del recurrente en orden a denunciar infracción a
las normas reguladoras de la prueba, único quebrantamiento que faculta
a este Tribunal para entrar a la revisión de las conclusiones
establecidas, actividad que, por lo demás, compete a los sentenciadores
de la instancia (considerando 7º).

Corte Suprema. 3 de julio de 2001. Rol Nº 1508-2001. Pronunciado


por los Ministros señores Mario Garrido M., Marcos Libedinsky T., José
Benquis C., Urbano Marín V. y Jorge Medina C. Cita online:
CL/JUR/2843/2001.

q) Se ha declarado inadmisible por el Tribunal ad quem, el recurso que


cuenta con peticiones subsidiarias

i) El libelo resulta inadmisible pues aparece evidente que éste contiene


planteamientos subsidiarios, los que atentan contra la naturaleza de
derecho estricto del recurso esgrimido, los que igualmente resultan
contradictorios, desde que, por una parte, aboga por la absolución del
procesado, para luego solicitar la rebaja de condena que le fuera
impuesta, con lo que resulta aceptar la sanción que antes censuró
(considerando 3º).

El libelo no explica cómo se configura la causal que esgrime, por lo


cual éste resulta vago e impreciso, más aún cuando pide que se le
considere la atenuante de irreprochable conducta anterior, la que, según
dice, no ha sido considerada ni por el sentenciador de primera instancia,
ni el de segunda lo ha hecho; sin embargo, dicha minorante sí fue
acogida por los sentenciadores según se advierte del considerando
séptimo del fallo de primer grado, por lo que el recurso se aparta de los
hechos del proceso, lo que conduce a su inadmisibilidad (considerando
5º).

Corte Suprema, 26 de septiembre de 2001. Rol Nº 3506-2001.


Pronunciado por los Ministros señores José Luis Pérez Z., Milton Juica A.,
Nibaldo Segura P., y los Abogados Integrantes señores José Fernández
R. y Franklin Geldres A. Cita online: CL/JUR/1612/2001

224
En este mismo sentido:

ii) Las peticiones que se hacen valer, son subsidiarias y resultan


contradictorias en la medida que se pide la absolución de
responsabilidad y de no darse lugar a ello, la reducción de la
indemnización civil, lo que atenta también contra la naturaleza de
derecho estricto del recurso que se analiza, puesto que la segunda
petición importa el reconocimiento de la responsabilidad que se
impugna, fundamentos todos que conducen a la inadmisibilidad del
recurso.

Para que el recurso de casación pueda ser admitido se requiere que se


fundamente en normas sustantivas, es decir aquellas no de carácter
procesal que hayan decidido el pleito, y se invoque además la causal
sustantiva pertinente, lo que no ocurre en la especie, desconociéndose
por tanto el carácter de derecho estricto que el recurso tiene.

Corte Suprema, 20 de noviembre de 2001, rol Nº 4285-2001.


Pronunciado por los Ministros señores, Alberto Chaigneau del C., José
Luis Pérez Z., Milton Juica A. y por los Abogados Integrantes señores
José Fernández R., Fernando Castro A. Cita online: CL/JUR/853/2001

14. FORMAS DE TERMINAR EL RECURSO DE CASACIÓN EN EL FONDO

ANÁLISIS DOCTRINAL

Si se cumplen todos los requisitos formales para que el Tribunal ad


quem pueda entrar a conocer el fondo del recurso, normalmente éste
finalizará con el fallo.

Sin embargo, el recurso también puede terminar por otros medios, los
que pueden ser directos o indirectos.

A. Medios anormales directos

Ellos son:

1. La deserción del recurso por no comparecer ante el tribunal superior


dentro del plazo (artículo 779 del CPC);

225
2. La deserción del recurso por no acompañar dinero o papel para las
compulsas en el caso del artículo 776 del CPC;

Si bien la norma del artículo 776 se remite al artículo 197, el cual


habla de tenerse por desistido el recurso, como vimos al tratar del
recurso de casación, dicha norma debió haber hablado de deserción.

3. La deserción del recurso por no franquear el envío del expediente al


Tribunal ad quem una vez que hubiere sido apercibido por el Tribunal a
quo (artículo 777 del CPC);

Si bien el artículo 777 habla de tenerse por no interpuesto el recurso,


dicha norma debió haber hablado de deserción como vimos al tratar del
recurso de casación en la forma.

4. La declaración de inadmisibilidad del recurso.

5. El rechazo in limine del recurso por la unanimidad de los integrantes


de la Sala por adolecer de manifiesta falta de fundamento.

6. El desistimiento del recurrente.

7. La prescripción del recurso de casación en virtud de la remisión


expresa que se efectúa al artículo 211 por el artículo 779 del CPC, la
cual ya fue analizada al tratar de la casación en la forma.

B. Medios anormales indirectos

Son aquellos que ponen término al proceso sobre el que versa la


casación, como consecuencia del cual ésta termina.

Estas causales son:

1. El desistimiento de la demanda;

2. El avenimiento;

3. La transacción;

4. La conciliación;

5. El abandono del procedimiento, etc.

ANÁLISIS JURISPRUDENCIAL

226
A. Un recurso de casación en el fondo puede terminar por desistimiento

i) A fojas 471, a lo principal, téngase a la parte recurrente por


desistida del recurso de casación en el fondo deducido en lo principal de
fojas 431, en contra de la sentencia de veintiuno de enero de dos mil
tres, escrita a fojas 426; al primer otrosí, encontrándose acompañado el
mandato a fojas 460, téngase presente; y al segundo otrosí, como se
pide a costa del solicitante.

Corte Suprema, 17 de agosto de 2004, rol Nº 1083-2003, Primera


Sala. Ministros: Hernán Álvarez G., Enrique Tapia W., Jorge Rodríguez
A. y Domingo Kokisch M. y el Abogado Integrante señor René Abeliuk M.
Cita online: CL/JUR/4943/2004

B. En el control de admisibilidad, la sala que conoce del recurso tiene la


facultad de declararlo inadmisible o rechazarlo por unanimidad por
manifiesta falta de fundamento

i) En lo tocante al recurso de nulidad de fondo, cabe precisar que el


artículo 782 del Código de Enjuiciamiento en lo Civil estatuye que
"Elevado un proceso en casación de fondo, el tribunal examinará en
cuenta si la sentencia objeto del recurso es de aquéllas contra las cuales
lo concede la ley y si éste reúne los requisitos que se establecen en los
incisos primeros de los artículos 772 y 776. La misma sala, aun cuando
se reúnan los requisitos establecidos en el inciso precedente, podrá
rechazarlo de inmediato si, en opinión unánime de sus integrantes,
adolece de manifiesta falta de fundamento".

A tal conclusión ha llegado el tribunal en este caso por cuanto,


habiéndose reclamado de las liquidaciones, giradas por concepto de
Impuesto a la Renta de Primera Categoría, y Global Complementario, no
se estimaron como infringidas las disposiciones legales que fijan dichos
tributos, y que son las que sirvieron de base para la expedición de las
referidas liquidaciones.

En efecto, revisado el escrito que contiene dicho medio de


impugnación jurídico procesal, se puede constatar que, aparte de
contener abundantes argumentos sobre el fondo del asunto, en él se
denunciaron como vulnerados únicamente los artículos 507 y siguientes
del Código de Comercio, que se estiman interpretados en forma
restrictiva, y el artículo 1545 del Código Civil, por lo que el tribunal de
casación entiende que, para la contribuyente, los referidos tributos
están bien aplicados. De este modo, no se podría acoger la casación y
anular una sentencia que ha desechado el reclamo contra liquidaciones

227
referidas a tributos que, por lo expresado, deben tenerse por
correctamente aplicados.

Corte Suprema, 19 de abril de 2004, rol Nº 5482-2003. Tercera Sala.


Ministros: Ricardo Gálvez, Domingo Yurac y Adalis Oyarzún; y los
Abogados Integrantes señores Manuel Daniel y José Fernández.
Cita online: CL/JUR/3299/2004

C. Conociendo de un recurso de reposición que impugna la sentencia


que declara inadmisible el recurso, puede a pesar de coincidir con el
criterio del recurrente, rechazarlo en razón de encontrar otros vicios que
hagan inadmisible el recurso de casación deducido

i) En este sentido, "2º) Que la antedicha inadmisibilidad fue declarada


en cuenta por este Tribunal porque el recurrente, al interponer el
referido recurso de casación, no señaló como infringido por la resolución
recurrida los artículos 490 y 492 del Código Penal, que son normas
decisorias de la litis en este proceso en que el mencionado reo fue
condenado como autor de cuasidelito de homicidio; 3º) Que aunque la
ley Nº 18.882 de 30 de diciembre último substituyó en su artículo 1º
Nº 25 el artículo 781 del Código de Procedimiento Civil, estableciendo el
nuevo texto de esta última norma que no será motivo suficiente para
declarar inadmisible el recurso de casación en el fondo la apreciación en
cuenta de no haberse mencionado todas las leyes que se suponen
infringidas o haberse hecho esto con error, y aunque por aplicación del
nuevo precepto resulta valedero el fundamento invocado por el
recurrente de reposición, en el sentido de que no ha podido declararse
inadmisible el recurso por el motivo en que se sustentó tal decisión, no
es menos efectivo que, examinando dicho recurso, éste resulta en todo
caso inadmisible por otras causas".

Corte Suprema. 22 de enero de 1990, rol Nº 27421. Cuarta Sala.


Integraron la Sala los Ministros Sres. Servando Jordán, Osvaldo
Faúndez, Lionel Béraud, Marco A. Perales, y el Abogado Integrante Sr.
Juan Colombo. Redactó el fallo el Ministro Sr. Osvaldo Faúndez.
Cita online: CL/JUR/398/1990

D. Se declara desierto el recurso cuando el recurrente no comparece a


continuar con la tramitación en el plazo legal

Que del mérito de los antecedentes y del certificado de fojas 61,


consta que el recurrente no compareció a continuar con la tramitación
del recurso de casación en el fondo, dentro del plazo legal respectivo
(considerando único, sentencia Corte Suprema).

228
Corte Suprema, 30/07/2001, rol Nº 2440-2001,

Cita online: CL/JUR/753/2001

15. FALLO DEL RECURSO

ANÁLISIS DOCTRINAL

El recurso de casación en el fondo puede ser interpuesto


conjuntamente con el de casación en la forma.

Si se interponen conjuntamente ambas casaciones, la tramitación y la


vista de la causa son conjuntas, además, se deben resolver en un
mismo fallo (art. 808).

Si se acoge el recurso de casación en la forma se tiene por no


interpuesto el recurso de casación en el fondo (art. 808). Sin embargo,
el recurso de casación en la forma fue modificado y se estableció la
posibilidad de que el Tribunal ad quem dicte una sentencia de reemplazo
cuando las causales sean las de los números 4 a 7 del art. 768 y, en
este caso, lo lógico es que el Tribunal acoja la casación y en la sentencia
de reemplazo se haga cargo de la infracción de la ley hecha valer en el
recurso de casación en el fondo.

No resulta lógico que en los casos del art. 768 se tenga por no
interpuesta la casación de fondo, sino que la Corte Suprema tiene que
entrar a considerar la infracción de ley cometida que influye
substancialmente en su parte dispositiva del fallo impugnado.

Tratándose del recurso de casación en el fondo intentado


separadamente, la Corte Suprema puede adoptar dos actitudes
distintas:

A. Falla denegando el recurso

En esta situación los autos deberán devolverse a la Corte de


Apelaciones de origen o al Tribunal arbitral de segunda instancia
constituido por árbitros de derecho, Tribunales que, a su vez los
remitirán al Tribunal de primera instancia para el cumplimiento de la
sentencia.

229
B. Falla acogiendo el recurso

La Corte Suprema, al acoger el recurso intentado, debe, en el mismo


acto, dictar dos sentencias separadas.

La primera de ellas se denomina sentencia de casación, en la que se


procede a invalidar la resolución recurrida, dejando constancia de que el
recurso se ha acogido, señalando la infracción de ley que se ha
cometido, cómo se ha cometido, y la forma en que ella ha influido
substancialmente en lo dispositivo del fallo.

Acto continuo con la sentencia de casación debe dictarse la


denominada "sentencia de reemplazo". En ésta la Corte Suprema
resuelve el asunto controvertido aplicando correctamente la ley, pero
manteniendo las consideraciones de hecho que se contienen en la parte
considerativa de la sentencia recurrida.

El pronunciamiento de la sentencia de reemplazo demuestra


claramente que el recurso de casación en el fondo no sólo es un recurso
de nulidad, sino que también persigue la modificación, enmienda o
reforma del fallo que se impugna.

En la sentencia de reemplazo, si se compara con el fallo recurrido,


nunca puede modificarse la parte expositiva contenida en la sentencia
casada.

Las consideraciones de hecho que se contengan en la sentencia casada


por regla general nunca podrán ser modificadas, a menos que se trate
de un caso en que se acoja el recurso de casación en el fondo por
infracción de alguna de las leyes reguladores de la prueba que lo hacen
procedente. Las consideraciones de derecho del fallo recurrido deben
modificarse total o parcialmente para los efectos de subsanar la
infracción de ley que se cometió en el fallo objeto de la casación. La
modificación será total o parcial según sea la influencia que la infracción
de ley hubiera tenido, en lo dispositivo del fallo objeto del recurso.

C. Casación en el fondo de oficio

Como paliativo a las inadmisibilidades, el artículo 785 del CPC


estableció la casación de fondo de oficio. Dicho precepto señala que "en
los casos en que desechare el recurso de casación en el fondo por
defectos en su formalización, podrá invalidar de oficio la sentencia
recurrida, si se hubiere dictado con infracción de ley y esta infracción
haya influido substancialmente en los dispositivo de la sentencia. La

230
Corte deberá hacer constar en el fallo de casación esta circunstancia y
los motivos que la determinan, y dictará sentencia de reemplazo con
arreglo a lo que dispone el inciso precedente".

Mario Casarino nos dice que esta es una atribución facultativa de la


Corte Suprema, porque el precepto emplea la expresión podrá. De ahí
que este autor defina a la casación de oficio diciendo que "...es la
facultad que la ley confiere a la Corte Suprema para que, de propia
iniciativa, invalide la sentencia objeto del recurso, cuando ésta haya
rechazado el recurso de casación en el fondo por defectos en su
formalización, siempre que concurran las circunstancias que constituyen
la causal del recurso, es decir, si la sentencia se ha pronunciado con
infracción de ley y esta ha influido sustancialmente en lo dispositivo del
fallo".

"La casación en el fondo de oficio demuestra, pues, que la observancia


de las leyes no sólo interesa a las partes litigantes, sino, además, a la
sociedad en general, de suerte que rechazado el recurso de casación en
el fondo por defectos en su formalización y concurriendo las
circunstancias que constituyen la causal del recurso en estudio, la Corte
suprema puede invalidar de oficio la sentencia objeto del mismo... La
casación en el fondo de oficio, como se ve, está por encima del interés
personal y privado de las partes litigantes; pues su finalidad, como ya lo
hemos expresado, es velar por los intereses supremos de la sociedad y
de la ley".

La casación de oficio procede ante el rechazo por defectos de


formalización, y siempre y cuando haya existido una infracción de ley y
esta haya influido sustancialmente en lo dispositivo del fallo. Al
ejercerse esta facultad se dictan dos fallos; el de casación anulando la
sentencia y la sentencia de reemplazo, aplicando la ley como
corresponde.

Rechazando que la casación en el fondo de oficio sólo puede


efectuarse cuando se rechaza un recurso por defectos de formalización,
Raúl Tavolari señala que "La cuestión incide en el sentido y propósito
que tiene la modificación legal que ha introducido a nuestro sistema la
casación en el fondo de oficio: si ella persigue, como nos parece, que la
finalidad primordial de la casación (obtener uniformidad en la aplicación
de la ley) debe procurarse aún ante las deficiencias de las
impugnaciones de las partes, resulta manifiesto que no puede limitarse
este poder de la Corte. Obsta a ello, el viejo criterio interpretativo que
recuerdo que donde existe la misma razón, debe existir la misma
disposición.

231
Argumentando de otro modo: si al litigante torpe, que ha formalizado
erradamente su recurso, se le concede el beneficio de la actuación
oficiosa de la Corte ¿cómo perjudicar, sin conceder tal beneficio, al que
ha actuado con propiedad y acierto en la formalización de su
impugnación?".

En contra de lo anterior, y agregando otros requisitos, se manifiesta


Fernando Orellana, quien señala que "Para que la Corte pueda casar en
el fondo de oficio, se requiere que se cumplan algunos requisitos:

a) Que la Corte este conociendo de un recurso de casación en el


fondo, NO de otros recursos (art. 785).

b) Que ese recurso sea declarado inadmisible (art. 781, por remisión
del artículo 782).

c) Que la sentencia recurrida sea una sentencia definitiva inapelable o


interlocutoria que ponga término al juicio inapelable, dictada por una
Corte de Apelaciones o por un tribunal arbitral de derecho de segunda
instancia.

d) Que la sentencia contenga una infracción de ley que influya


sustancialmente en lo dispositivo del fallo.

Cumpliéndose estos requisitos, debe la Corte casar de oficio y en la


misma sentencia de casación debe dejar constancia de esta
circunstancia y los motivos y, acto seguido, pero en forma separada,
dictará sentencia de reemplazo".

ANÁLISIS JURISPRUDENCIAL

A. Se acoge recurso de casación en el fondo y se procede a dictar la


correspondiente sentencia de reemplazo que enmiende el error
denunciado

i) 2º. Que el inciso final del artículo 546 del Código de Procedimiento
Penal ordena que si el recurso, como ocurre en la especie, se dirige en
contra de la decisión civil de la sentencia, ha de regir lo dispuesto en el
artículo 767 del Código de Procedimiento Civil. A diferencia de lo que
ocurre en sede penal, donde existen causales expresas y determinadas
de casación sin cuya estricta concurrencia el recurso no puede
prosperar, en materia civil, la causal de casación en el fondo es
genérica, pudiendo bastar para que prospere este medio de

232
impugnación con la constatación de errores de derecho que hayan
influido sustancialmente en lo dispositivo del fallo;

3º. Que, en la especie, el recurso de casación en el fondo interpuesto


se fundaría en haberse pronunciado la sentencia con infracción de ley y
en haber influido dicha infracción sustancialmente en lo dispositivo del
fallo, por aplicación de los artículos 546 del Código de Procedimiento
Penal y 767 del Código de Procedimiento Civil.

4º. Que, en lo esencial, el recurrente considera que las infracciones a


la ley han consistido en el otorgamiento de valor probatorio, por parte
del sentenciador, a una serie de documentos acompañados al proceso
con citación y que, en su opinión, carecen de dicho valor.

12º. (Sic) Que, al atribuir pleno valor probatorio a los documentos


antes señalados, la sentencia recurrida transgredió las leyes reguladoras
de la prueba documental e incurrió en errores de derecho que deben ser
enmendados mediante la correspondiente sentencia de reemplazo.

Corte Suprema, 8 de enero de 1998, rol Nº 4053-1997. Integran la


sala los Ministros Roberto Dávila D., Adolfo Bañados C., Luis Correa B.,
Guillermo Navas B. y Abogado Integrante señor Vivian Bullemore G.
Redactor: Vivian Bullemore. Cita online: CL/JUR/963/1998

ii) El tribunal al invalidar una sentencia deberá dictar una nueva que
zanje el asunto que haya sido objeto del recurso.

Como se sabe, esa limitación a la actividad judicial de esta Corte se


encuentra legalmente contemplada (...), en cuanto dispone que la Corte
Suprema, al invalidar una sentencia por casación en el fondo, dictará
acto continuo y sin nueva vista, pero separadamente, la sentencia que
zanje el asunto que haya sido objeto del recurso, de la manera que crea
conforme a la ley y al mérito de los hechos, tal como se ha dado por
establecidos en el fallo recurrido (considerando 10º, sentencia Corte
Suprema).

Corte Suprema, 16/12/2013, rol Nº 1-2013,

Cita online: CL/JUR/2934/2013

Fallos en el mismo sentido:

Corte Suprema, 15/10/2013, rol Nº 11110-2011,

Cita online: CL/JUR/2287/2013

233
Corte Suprema, 24/07/2013, rol Nº 7717-2012,

Cita online: CL/JUR/1614/2013

Corte Suprema, 9/07/2013, rol Nº 8304-2012,

Cita online: CL/JUR/1483/2013

Corte Suprema, 7/05/2013, rol Nº 7171-2010,

Cita online: CL/JUR/980/2013

Corte Suprema, 17/07/2012, rol Nº 2609-2012,

Cita online: CL/JUR/3972/2012

Corte Suprema, 25/06/2012, rol Nº 12551-2012,

Cita online: CL/JUR/3966/2012

Corte Suprema, 15/06/2012, rol Nº 9618-2009,

Cita online: CL/JUR/1117/2012

Corte Suprema, 6/06/2012, rol Nº 3235-2012,

Cita online: CL/JUR/3251/2012

Corte Suprema, 23/04/2012, rol Nº 12611-2011,

Cita online: CL/JUR/3831/2012

Corte Suprema, 12/04/2012, rol Nº 11377-2011,

Cita online: CL/JUR/4400/2012

Corte Suprema, 1/06/2009, rol Nº 1297-2008,

Cita online: CL/JUR/8466/2009

iii) Los jueces de fondo están facultados para fijar los hechos de la
causa y efectuada correctamente esa labor resultan inamovibles.

"(...) los jueces del fondo se encuentran facultados para fijar los
hechos de la causa y que efectuada correctamente dicha labor, al

234
determinar éstos con sujeción al mérito de los antecedentes, probanzas
aportadas por las partes, interpretación y aplicación de las normas
atinentes al caso en estudio, ellos resultan inamovibles para este
tribunal" (considerando 5º, sentencia Corte Suprema).

Corte Suprema, 7/12/2013, rol Nº 10350-2013,

Cita online: CL/JUR/2872/2013

Fallos en el mismo sentido:

Corte Suprema, 7/01/2014, rol Nº 10959-2013,

Cita online: CL/JUR/22/2014

Corte Suprema, 10/10/2013, rol Nº 6473-2013,

Cita online: CL/JUR/2252/2013

Corte Suprema, 11/09/2013, rol Nº 5180-2013,

Cita online: CL/JUR/2039/2013

Corte Suprema, 9/07/2013, rol Nº 3584-2013,

Cita online: CL/JUR/1484/2013

Corte Suprema, 8/07/2013, rol Nº 6906-2012,

Cita online: CL/JUR/1480/2013

Corte Suprema, 8/08/2012, rol Nº 2768-2010,

Cita online: CL/JUR/3760/2012

Corte Suprema, 30/05/2012, rol Nº 3295-2012,

Cita online: CL/JUR/2035/2012

Corte Suprema, 28/08/2012, rol Nº 795-2011,

Cita online: CL/JUR/1927/2012

Corte Suprema, 16/10/2012, rol Nº 6908-2012,

235
Cita online: CL/JUR/2303/2012

Corte Suprema, 16/05/2012, rol Nº 3187-2012,

Cita online: CL/JUR/4412/2012

Corte Suprema, 3/08/2010, rol Nº 4744-2010,

Cita online: CL/JUR/11908/2010

Corte Suprema, 16/11/2010, rol Nº 7565-2010,

Cita online: CL/JUR/17349/2010

Corte Suprema, 10/05/2006, rol Nº 2150-2004,

Cita online: CL/JUR/7590/2006

B. Indistintamente, respecto del recurso que no contiene los requisitos


del art. 772 del CPC, la Corte los ha declarado inadmisibles o los ha
rechazado por manifiesta falta de fundamento

i) Desde un punto de vista formal el recurso no cumple con las


exigencias de los artículos 767 y 772 del Código de Procedimiento Civil,
según los cuales el recurso de casación en el fondo tiene lugar siempre
que la sentencia se haya pronunciado con infracción de ley y que esta
infracción de ley haya influido sustancialmente en lo dispositivo de la
sentencia, lo que obligaba al recurrente a señalar en forma precisa y
circunstanciada, que el o los errores de derecho que denuncia, emanan
o dicen relación con una vulneración de ley precisa y cómo influyen, de
un modo sustancial, en lo dispositivo del fallo; obligación que en forma
alguna se cumple con la sola enumeración de los artículos que se dan
por infringidos, que, en todo caso en la especie tampoco se mencionan.
En consecuencia, se rechaza, por manifiesta falta de fundamentos, el
recurso de casación en el fondo.

Corte Suprema, 28 de mayo de 2001, rol Nº 3510-2000. Pronunciado


por los Ministros señores José Luis Pérez Z., Jorge Medina C. y Milton
Juica A. y los Abogados Integrantes señores Manuel Daniel A. y Franklin
Geldres A. Cita online: CL/JUR/2422/2001

En el mismo sentido:

ii) Respecto al recurso de casación en el fondo: no cumple en su libelo


con la exigencia anotada en el Nº 2 del artículo 772 del Código de

236
Procedimiento Civil que le obliga a señalar el modo en que los errores
advertidos han influido en lo dispositivo del fallo impugnado, y tal
omisión por mandato del artículo 782 del señalado cuerpo de leyes
determina la improcedencia de su recurso.

Corte Suprema, 8 de septiembre de 1998, rol Nº 4130-1996.


Pronunciado por los Ministros señores Osvaldo Faúndez V., Ricardo
Gálvez B. y Orlando Álvarez H. y los Abogados Integrantes señores
Arturo Montes R. y Fernando Castro A. Cita online: CL/JUR/933/1998.

Asimismo:

iii) Corte Suprema. 6 de octubre de 1997, rol Nº 3048-1997.


Integraron la Sala los Ministros Sres. Enrique Zurita C., Hernán Álvarez
G., Mario Garrido M., y Marcos Libedinsky T., y el Abogado Integrante
señor Mario Mosquera R. Cita online: CL/JUR/1671/1997.

C. La Sala que conoce el recurso por unanimidad podrá rechazarlo por


manifiesta falta de fundamentos

i) El recurso en examen puede ser rechazado en esta sede si, en


opinión unánime de los integrantes de la Sala, éste adolece de
manifiesta falta de fundamento, conclusión a la que se llega desde que
las normas laborales que se dicen infringidas han sido correctamente
aplicadas y se encuentran acordes con lo resuelto reiteradamente por
este tribunal, como ocurre en la especie (considerando 3º).

Corte Suprema, 16 de enero de 2003, rol Nº 4602-2002. Pronunciado


por los Ministros señores Marcos Libedinsky T., José Benquis C., Orlando
Álvarez H., Urbano Marín V. y Jorge Medina C. Cita online:
CL/JUR/2023/2003

D. Como auto-limitación a la facultad de casar en el fondo de oficio las


sentencias, la Corte Suprema ha señalado que puede utilizar esta
facultad legal, solo en cuanto a aquellos vicios respecto de los cuales las
partes han expresado sus fundamentos en el recurso

i) En este sentido, "en el procedimiento civil se concilian las


pretensiones de las partes, el principio de pasividad de los tribunales y
en lo que respecta a los recursos, se deben considerar únicamente los
agravios que la sentencia pueda producir a las partes y los fundamentos
de la impugnación. (...) Conforme a tales presupuestos, los tribunales
superiores no tienen competencia, por falta de habilitación legal, pues
no se les ha entregado competencia por los litigantes para extender su

237
resolución a otros puntos, de modo que cualquier otra cuestión que se
analice no fue sometida a su conocimiento. El recurso de casación en el
fondo llega a ser extremadamente riguroso al referirse a estos tópicos,
puesto que si bien, en parte se desformalizó la interposición del mismo,
al requerir solamente se señalen genéricamente los errores de derecho
de que adolece la sentencia, el Tribunal de Casación sólo debe resolver
tales errores y no otros. En el evento que debiera rechazarse el recurso
por defectos en su interposición, como sería el caso de incurrir en
imprecisiones respecto del error de derecho, la Corte podría casar en el
fondo de oficio, pero en ningún caso podría acoger el recurso por
fundamentos no expresados por las partes, esto al afectar el principio de
bilateralidad de la audiencia y contradictoriedad de la contienda, al no
poder hacer uso de su derecho de defensa la parte contraria".

Corte Suprema, 14 de noviembre de 2007, rol Nº C-1113-2006,


Primera Sala. Integraron la Sala los Ministros Sres. Milton Juica A.,
Sergio Muñoz G., señora Margarita Herreros M. y el señor Carlos
Künsemüller L. y el Abogado Integrante Sr. Arnaldo Gorziglia B. Redactó
el fallo el Ministro Sr. Sergio Muñoz G. Cita online: CL/JUR/4862/2007.

16. PARALELO ENTRE EL RECURSO DE CASACIÓN EN EL FONDO CIVIL Y SU


HOMÓNIMO PENAL

A. Diferencias

a) Si bien el recurso en ambas sedes


es de derecho estricto, aquel carácter se acentúa en materia penal,
al tener que subsumirse el vicio en causales taxativas

i) El recurso de casación en el fondo en nuestro derecho procesal, ya


sea civil o penal, es de derecho estricto porque su objetivo es corregir la
aplicación errónea o equivocada de la ley a los hechos del pleito
establecidos legalmente en la sentencia. Ello significa que los
sentenciadores del fondo son soberanos para determinar en forma legal
los hechos en el fallo atacado, los que no pueden ser revisados por el
Tribunal de Casación, que debe limitarse sólo a estudiar si la ley
pertinente fue o no correctamente aplicada a dichas actuaciones. En
materia penal, las reglas para la aplicación del recurso de casación son
más estrictas que en lo civil, toda vez que la casación de fondo debe
sujetarse a causales precisamente deteminadas. Por ello, se infiere que
la interpretación de las causales de casación contenidas en el artículo

238
546 del Código de Procedimiento Penal debe hacerse con criterio
restrictivo, tanto en el alcance de cada una, como en la relación que sea
necesaria establecer entre ellas cuando sea menester para conseguir el
fin de reparar la aplicación errónea de la ley penal en un fallo.

Corte Suprema, 10 de octubre de 1991, rol Nº 26732, Primera Sala.


Ministros: Arnaldo Toro, Efrén Araya. Marco A. Perales, Germán
Valenzuela y Eugenio Valenzuela. Cita online: CL/JUR/838/1991

En el mismo sentido:

ii) Que tal como se indicó previamente, tanto el procesado como el


tercero civil dedujeron recurso de casación en un mismo libelo, y en
dicho contexto la invalidación no puede ser admitida a tramitación,
desde que no refiere sustento causal específico de los que prescribe el
artículo 546 del Código de Procedimiento Penal para la procedencia del
recurso de casación en el fondo, lo cual atenta contra la naturaleza de
derecho estricto del mismo, debiendo destacarse además que la sola
alusión a la violación de leyes reguladores de la prueba no salva la
omisión anotada;

Corte Suprema, 1 de agosto de 2001, rol Nº 2193-2001. Pronunciado


por los Ministros señores Alberto Chaigneau del Campo; Antonio
Bascuñán Valdés; Enrique Cury Urzúa; Manuel Daniel Argandoña y
Milton Juica Arancibia. Cita online: CL/JUR/4209/2001

b) El recurso de casación en el fondo penal,


está íntimamente ligado al principio de legalidad

i) El recurso de casación es un medio de impugnación extraordinario y


de derecho estricto, el cual se encuentra firmemente cimentado e
inspirado en el principio de la legalidad, no es dudoso que la denuncia
de la aplicación errónea de la ley penal únicamente puede referirse a
alguna de las causales taxativamente enumeradas por el Código, y en el
caso de apoyarse en más de una, ellas no pueden ser causales
contrapuestas, desde que de ser así el recurso carecería de la precisión
y determinación que exige la ley, conforme a los artículos 535 del
Código de Procedimiento Penal y 772 del Código de Procedimiento Civil,
y el Tribunal no se hallaría en situación de apreciar la existencia de la
presunta infracción (considerando 2º).

Corte Suprema, 6 de abril de 1995, rol Nº 30440-1994. Pronunciado


por los Ministros señores Enrique Zurita C., Mario Garrido M., Marcos

239
Libedinsky T. y los Abogados Integrantes señores Emilio Pfeffer S. y
Arturo Montes R. Cita online: CL/JUR/950/1995

B. Semejanzas

a) Tanto en la casación civil como en la penal,


se considera como requisito de admisibilidad individualizar el error
de derecho y como éste influyó sustancialmente en lo dispositivo del
fallo

i) Que el recurrente ha impugnado la referida sentencia invocando las


causales primera y séptima del artículo 546 del Código de Procedimiento
Penal, alegando que se han infringido "normas reguladoras de la
prueba", sin que mencione concretamente ninguna de estas
disposiciones, agregando que "se da por establecido un tipo penal que
no corresponde por una parte y por otra se le asigna al procesado una
participación que no tuvo";

Que obsta a la admisibilidad del libelo, la omisión de indicar


circunstanciadamente el error de derecho de que adolecería la sentencia
recurrida, y señalar con precisión el modo en que ese o esos errores de
derecho influyen sustancialmente en lo dispositivo del fallo, obligación
establecida por el artículo 767 del Código de Procedimiento Civil, la que
en forma alguna se cumple con la sola enumeración de los artículos que
se dan por infringidos; y al no hacerlo se incumple asimismo la
exigencia contenida en el artículo 772 del referido texto legal, aplicables
ambos en conformidad a lo establecido en el artículo 535 del Código de
Procedimiento Penal;

Corte Suprema, 28 de mayo de 2001, rol Nº 1011-2001. Pronunciado


por los Ministros señores Franklin Geldres Aguilar; Jorge Medina Cuevas;
José Luis Pérez Zañartu; Manuel Daniel Argandoña; Milton Juica
Arancibia. Cita online: CL/JUR/2389/2001

En este sentido:

ii) Respecto de la casación en el fondo, cabe señalar desde ya que


dicho recurso no sólo es confuso, sino que adolece de absoluta falta de
precisión, ilación y concordancia, por lo cual no cumple con las
exigencias de los artículos 767 y 772 del Código de Procedimiento Civil,
aplicables en la especie por disposición del artículo 535 del de
Procedimiento Penal, según el cual el recurso de casación en el fondo
tiene lugar siempre que la sentencia se haya pronunciado con infracción
de ley y que esta infracción haya influido sustancialmente en lo

240
dispositivo de aquélla, lo que obligaba al recurrente a señalar en forma
precisa y circunstanciada, que el o los errores de derecho que denuncia,
emanan o dicen relación con una vulneración de ley precisa, y cómo
influyen éstos de un modo sustancial en lo dispositivo del fallo;
obligación que en forma alguna se cumple con la sola mención de la
causal que lo autorizaría, en la especie la del Nº 7 del artículo 546 del
Código de Procedimiento Penal, esto es, infracción a las leyes
reguladoras de la prueba, sin siquiera señalar alguna norma que revista
dicho carácter ni menos explicar la forma en que se habría producido la
vulneración que reclama.

Corte Suprema, 23 de agosto de 2001, rol Nº 2990-2001. Pronunciado


por los Ministros señores Alberto Chaigneau del C., José Luis Pérez Z.,
Milton Juica A., y los Abogados Integrantes señores José Fernández R., y
Álvaro Rencoret S. Cita online: CL/JUR/784/2001

Asimismo:

ii) Corte Suprema, 12 de julio de 2001, rol Nº 4875-2000. Pronunciado


por los Ministros señores Domingo Kokisch Mourgues; Enrique Cury
Urzúa; Fernando Castro Álamos; Jorge Medina Cuevas; José Luis Pérez
Zañartu. Cita online: CL/JUR/4011/2001

iii) Corte Suprema, 28 de junio de 2001, rol Nº 452-2001. Pronunciado


por los Ministros señores Alberto Chaigneau del Campo; Enrique Cury
Urzúa; Fernando Castro Álamos; José Fernández Richard; Milton Juica
Arancibia. Cita online: CL/JUR/5473/2001

iv) Corte Suprema, 12 de febrero de 2004, rol Nº 435-2004.


Pronunciado por la Sala de Verano, integrada por los Ministros señores
Enrique Tapia, Ricardo Gálvez, José Luis Pérez, la señorita María Antonia
Morales y el señor Adalis Oyarzún. Cita online: CL/JUR/4401/2004

v) Corte Suprema, 7 de marzo de 2006, rol Nº 2748-2003.


Pronunciado por la Segunda Sala integrada por los Ministros señores
Alberto Chaigneau del C. (redactor), Enrique Cury U., Jaime Rodríguez
E., Rubén Ballesteros C. y el Abogado Integrante señor Fernando Castro
A. Cita online:
CL/JUR/6237/2006

241
b) Las causales invocadas en el recurso
no pueden ser contradictorias

i) Pues bien, en este procedimiento, resulta absolutamente


improcedente el recurso deducido en autos, toda vez que las causales
primera y segunda del artículo 546 del Código de Procedimiento Penal
son antagónicas, desde que, mientras la una razona sobre la base de
ser correcta la calificación del delito, la otra discurre sobre la tesis
inversa, de suerte que el recurso así concedido no puede prosperar.

Corte Suprema, 15 de septiembre de 1994, rol Nº 29555-1994.


Pronunciado por los Ministros señores Servando Jordán L., Germán
Valenzuela E., Hernán Álvarez G. y los Abogados Integrantes señores
Manuel Daniel A. y Emilio Pfeffer P. Cita online: CL/JUR/2340/1994

En este sentido:

ii) Los fundamentos del recurso resultan contrapuestos, desde que por
una parte se hace referencia a la falta de participación y por otra a
elementos relativos a circunstancias modificatorias de responsabilidad
penal del recurrente. Además, se invoca una causal que supone la
adecuada calificación del delito, pero se impugna la que los jueces del
fondo hicieron del mismo ilícito, lo que aparece contradictorio,
careciendo así el recurso de la precisión que su carácter de derecho
estricto hace necesaria. Resultando contradictorias entre sí las dos
causales de fondo invocadas, carece de sustento aquella que se refiere a
la violación de normas reguladoras de la prueba y, en tales condiciones,
el recurso no puede admitirse.

Corte Suprema, 27 de octubre de 2003, rol Nº 4172-2003.


Pronunciado por la Segunda Sala integrada por los Ministros señores
Enrique Cury U., José Luis Pérez Z., Milton Juica A., Nibaldo Segura P. y
el Abogado Integrante señor Fernando Castro A. Cita online:
CL/JUR/4553/2003

Asimismo:

iii) Corte Suprema, 13 de julio de 1988, Segunda Sala (Penal).


Integraron la sala los Ministros señores José M. Eyzaguirre, Israel
Bórquez, Enrique Correa, Luis Cousiño y Claudio Illanes. Voto en contra:
Enrique Correa. Cita online: CL/JUR/241/1988

iv) Corte Suprema, 13 de septiembre de 1995, rol Nº 31834. Integran


la sala los Ministros Roberto Dávila D., Adolfo Bañados C., Luis Correa B.

242
y Guillermo Navas B. y el Abogado Integrante señor Mario Verdugo M.
Redactor: Mario Verdugo M. Cita online: CL/JUR/2188/1995

v) Corte Suprema, 16 de marzo de 2004, rol Nº 596-2004.


Pronunciado por la Segunda Sala integrada por los Ministros señores
Alberto Chaigneau del C., Enrique Cury U., Milton Juica A., Nibaldo
Segura P. y la Abogada Integrante señora Luz María Jordán A.
Cita online: CL/JUR/1692/2004

c) No se pueden invocar peticiones subsidiarias o contradictorias

i) Que, por otro lado, en la forma en que ha sido planteado, el recurso


de casación en el fondo no puede admitirse, porque en él se formulan
peticiones subsidiarias que obstan a la certeza y precisión que su
carácter de derecho estricto hace necesarias, debiendo considerarse,
además, que la principal de tales peticiones, que es la de absolución por
tratarse de un delito imposible, no resulta congruente con la causal de
casación invocada que, si bien apunta a un error en la calificación del
delito, no niega que los hechos investigados sean constitutivos de un
ilícito penal, aunque distinto de aquel por el cual se ha condenado.

Corte Suprema, 7 de enero de 2004, rol Nº 5385-2003. Proveído por


la Segunda Sala integrada por los Ministros señores Enrique Cury U.,
José Luis Pérez Z., Nibaldo Segura P. y Abogados Integrantes señores
Fernando Castro A. y Emilio Pfeffer P. Cita online: CL/JUR/4273/2004

Asimismo:

ii) Corte Suprema, 10 de abril de 2006, rol Nº 1411-2006.


Pronunciado por la Segunda Sala integrada por los Ministros señores
Alberto Chaigneau del C., Enrique Cury U., Nibaldo Segura P., Jaime
Rodríguez E. y Rubén Ballesteros C. Cita online: CL/JUR/5204/2006

c) No basta con aducir que existen infracciones a las normas


reguladoras de la prueba, sino que se deben señalar las vulneraciones
cometidas y cómo influyen en lo dispositivo del fallo

i) La Corte Suprema ha manifestado en forma reiterada, que no puede


siquiera ser admitido a tramitación un recurso de casación en el fondo
planteado en forma incorrecta, como lo sería el interponerlo, con la sola
invocación de la causal séptima del artículo 546 del Código de
Procedimiento Penal, puesto que resulta insuficiente para sustentarlo,
por no haberse complementado con las normas que tendrían relación
directa con lo dispositivo del fallo, no habiéndose señalado además, las

243
normas reguladoras de la prueba que estarían siendo infringidas. Ello,
porque se estaría atentando así, contra el carácter de derecho estricto
del recurso; por lo que debe declararse inadmisible un recurso de
casación en el fondo así planteado.

Por otro lado, la Corte ha señalado que, no puede admitirse la solicitud


del recurrente, en razón a que se le concedan beneficios de la ley
Nº 18.216, puesto que si bien las resoluciones concernientes a
beneficios alternativos a las penas privativas de libertad se adoptan al
momento del fallo y se consignan materialmente en él, no revisten el
carácter de sentencias definitivas en los términos del artículo 158 del
Código de Procedimiento Civil, de modo que no son susceptibles de
casación en el fondo.

Corte Suprema, 10 de abril de 2006, rol Nº 1265-2006. Pronunciado


por la Segunda Sala integrada por los Ministros señores Alberto
Chaigneau del C., Enrique Cury U., Nibaldo Segura P., Jaime Rodríguez
E y Rubén Ballesteros C. Cita online: CL/JUR/7478/2006

d) En ambas procede la casación en el fondo de oficio

i) Que la infracción señalada, esto es, no agregar al expediente un


informe pericial solicitado por la defensa del procesado y ordenado por
el Tribunal es constitutiva de las causales de los Nºs. 2 y 3 del artículo
541 del Código de Procedimiento Penal, la primera, por no haberse
evacuado "diligencias probatorias que tengan importancia para la
resolución del negocio" y la segunda, "por no haberse agregado los
instrumentos presentados (o pedidos) por las partes", lo que permite a
este tribunal anular de oficio ambas sentencias, de acuerdo a las
facultades que le entregan los artículos 775 y 786 del Código de
Procedimiento Civil, aplicables en la especie por remisión del artículo
535 del Código de Procedimiento Penal.

Corte Suprema, 6 de junio de 2002, rol Nº 1339-2002. Pronunciado


por los Ministros señores Alberto Chaigneau del C., José Luis Pérez Z.
(redactor), Milton Juica A. y Nibaldo Segura P. y el Abogado Integrante
señor Fernando Castro A. Cita online: CL/JUR/3397/2002

e) Ambos recursos deben ser específicamente patrocinados


por abogado habilitado para el ejercicio de la profesión

i) El recurso no puede ser admitido a tramitación, desde que no refiere


sustento causal específico de los que prescribe el artículo 546 del Código
de Procedimiento Penal para la procedencia del recurso de casación en

244
el fondo, lo cual atenta contra la naturaleza de derecho estricto del
mismo. A mayor abundamiento, de acuerdo al inciso final del artículo
772 del Código de Procedimiento Penal, el recurso de casación en el
fondo debe ser patrocinado por abogado habilitado, que no sea
procurador del número, y, del contexto del escrito en el que se contiene
el mismo, aparece que el recurrente no cumplió con esta exigencia, por
lo que de acuerdo a la norma legal recién citada, el incumplimiento de
dicho requisito trae como necesaria consecuencia la inadmisibilidad del
mismo (Considerandos 3º y 4º).

Corte Suprema, 17 de julio de 2001. Rol Nº 2329-2001. Pronunciado


por los Ministros señores Alberto Chaigneau del C., Enrique Cury U. y
José Luis Pérez Z. y los Abogados Integrantes señores Fernando Castro
A. y Álvaro Rencoret S. Cita online: CL/JUR/2918/2001

245
CAPÍTULO IX
RECURSO DE NULIDAD

246
1. ORIGEN HISTÓRICO

ANÁLISIS DOCTRINAL

Señalan Mosquera y Maturana que "[l]a existencia del recurso de


nulidad y su alcance debemos determinarlo estudiando la historia de la
reforma del nuevo sistema procesal penal". Por ello, profundiza, "[e]n el
Mensaje del Proyecto de Código Procesal Penal se contemplaba por el
ejecutivo sólo la existencia de un recurso de casación. Con
posterioridad, durante la tramitación del proyecto en la Cámara de
Diputados se incorporó el recurso extraordinario, con el fin de permitir
subsanar por la Corte de Apelaciones los errores en que se incurriera
por los tribunales de juicio oral, al efectuar una apreciación arbitraria de
la prueba para el establecimiento de los hechos.

Finalmente, durante la tramitación del Proyecto en el Senado se


eliminó el recurso extraordinario ante el temor que se transformara en
un recurso ordinario en que so pretexto que el tribunal se ha apartado
manifiesta y arbitrariamente de la prueba rendida se solicitara
habitualmente a la Corte de Apelaciones revisar los registros del juicio
oral; y por otra parte, se estimó que la regulación que se realizaba del
recurso de casación presentaba diversas objeciones de carácter técnico
que ameritaban su completa revisión. Ante ello, la Comisión de
Constitución, Legislación, Justicia y Reglamento del Senado después de
analizar el tema en numerosas sesiones decidió reformular
completamente el recurso extraordinario y el de casación, y, en
su reemplazo, crear un recurso de nulidad, medida que no responde a
un mero cambio de términos, sino que a una innovación de fondo".

A su vez, complementa Chahuán, conforme a la historia fidedigna de


este medio de impugnación, dos puntos bastante relevantes: (a) "La
Comisión tuvo en cuenta que, si bien la exigencia del artículo 8º del
Pacto San José de Costa Rica con respecto al derecho de revisión del
fallo condenatorio por un tribunal superior no supone necesariamente
una revisión de los hechos, requiere desde el punto de vista del
condenado un recurso amplio, sin muchas formalidades, que facilite la
revisión por parte del tribunal superior. Estructurar el recurso sobre la
base de causales específicas expondría a vulnerar esa garantía, porque
dejaría excluidas algunas materias que no podrían ser objeto del
recurso" y; (b) "[p]or otra parte, la Comisión quiso dejar establecidos
con claridad los casos en que estará llamada a conocer del recurso la
respectiva Corte de Apelaciones, y aquellos en que el tribunal
competente será la Corte Suprema", reafirmando ello mediante la
precedente cita:

247
"Tuvimos presente la necesidad de que la Corte Suprema robustezca
su papel de fijar estándares jurídicos básicos, en una función que no
sólo es de control sino que de carácter normativo, de la cual resulten
ciertos criterios que apunten a la uniforme aplicación del Derecho.
Coincidimos en ese punto con el Pleno del máximo Tribunal en la
reunión que sostuvimos el 16 de mayo pasado, que nos fue de
extraordinaria utilidad para afinar este punto".

En relación a ello, precisa Chahuán, "que, en relación con el primer


rubro de causales, la Comisión resolvió seguir las directrices del Capítulo
I de la Constitución Política, y dar competencia anulatoria a la Corte
Suprema cuando la sentencia haya infringido sustancialmente derechos
o garantías asegurados por la Constitución o por los tratados
internacionales ratificados por Chile que se encuentren vigentes".

2. REGLAMENTACIÓN

ANÁLISIS DOCTRINAL

Señalan Mosquera y Maturana que el "recurso de nulidad se


reglamenta específicamente en el Título IV del Libro III del Código
Procesal Penal (arts. 372 a 387), sin perjuicio de ser aplicables las
disposiciones generales que respecto de los recursos se contienen en el
Libro I del Libro III de ese cuerpo legal (arts. 352 a 361).

Debemos tener presente además que respecto del recurso de nulidad


se contempla la aplicación supletoria de las normas contenidas en el
Título III del Libro Segundo (Juicio Oral) y no las disposiciones que
respecto de los recursos se contienen en el Código de Procedimiento
Civil, como acontecía respecto del recurso de casación en el antiguo
procedimiento penal

La razón por la cual se estableció esta aplicación supletoria del juicio


oral a los recursos radica en que se estimó que una remisión a las
normas comunes de la apelación civil podría entrabar el recurso, porque
son sistemas incompatibles y porque el CPC está enfocado hacia un
procedimiento inquisitivo y escrito. De acuerdo con ello, se incorporó
como regla general de los recursos la norma que hace aplicable a éstos
el debate del juicio oral".

248
Difieren de Mosquera y Maturana respecto de la supletoriedad del
Código de Procedimiento Civil, Horvitz y López, quienes señalan que "El
recurso de nulidad está regido por las reglas especiales relativas a este
recurso contenidas en el Título IV del Libro Tercero CPP (arts. 364 y ss.)
y las reglas generales relativas a los recursos en materia penal,
contenidas en el Título I del Libro Tercero CPP (arts. 352 a 361).
Supletoriamente a las anteriores, se le aplican también, por remisión del
art. 361 CPP, las reglas sobre el juicio oral contenidas en el Título III del
Libro Segundo CPP (arts. 281 a 351) y, finalmente, en forma supletoria
a todas las anteriores, por remisión del art. 52 CPP, las normas comunes
a todo procedimiento contempladas en el Libro Primero del Código de
Procedimiento Civil".

3. CONCEPTO

ANÁLISIS DOCTRINAL

Horvitz y López lo definen para Chile como "un recurso extraordinario


que se interpone por la parte agraviada por una sentencia definitiva
dictada en procedimiento ordinario, simplificado o de acción penal
privada, ante el tribunal que la dictó, con el objeto de que el superior
jerárquico que sea competente, en conformidad a la ley, invalide el
juicio oral y la sentencia, o solamente esta última, cuando en la
tramitación del juicio o en el pronunciamiento de la sentencia se
hubieren infringido sustancialmente derechos o garantías asegurados
por la Constitución o por los tratados internacionales ratificados por
Chile que se encuentran vigentes o cuando, en el pronunciamiento de la
sentencia, se hubiere hecho una errónea aplicación del derecho que
hubiere influido en lo dispositivo del fallo".

Mosquera y Maturana, a su vez, lo definen como "el acto jurídico


procesal de la parte agraviada, destinado a obtener la invalidación del
procedimiento o sólo de la sentencia definitiva pronunciada por un
tribunal de juicio oral, o por el juez de garantía en un procedimiento
simplificado o de acción penal privada, de parte del Tribunal superior
jerárquico establecido en la ley, basado en las causales genéricas y
absolutas que establece el legislador".

249
4. CARACTERÍSTICAS

ANÁLISIS DOCTRINAL

Horvitz y López señalan como características del presente recurso que


"se trata de un recurso extraordinario, porque para su interposición se
requiere la concurrencia de una causal expresamente señalada en la ley;
se trata de un recurso que, formalmente, se interpone ante el mismo
tribunal que dictó la resolución (tribunal a quo), el cual lo debe elevar,
para su conocimiento y fallo, al tribunal jerárquicamente superior que
corresponda, según el caso (tribunal ad quem); y, finalmente, da lugar
a una revisión que está restringida a las causales de nulidad invocadas,
las que, en el caso de verificarse como concurrentes, permiten la
invalidación del juicio oral y la sentencia, o solamente de esta última,
según corresponda".

A lo precedente, le adicionan Mosquera y Maturana que "[l]a regla


general es que el recurso de nulidad sea conocido por la Corte de
Apelaciones respectiva" aunque "[e]xcepcionalmente, el recurso de
nulidad es conocido en un caso de competencia per saltum por la Corte
Suprema", donde "esta competencia per saltum tiene una fuerza
atractiva, dado que la Corte Suprema no sólo es competente para
conocer esas dos causales del recurso, sino que también puede conocer
conjuntamente con ellas de las otras causales en que se hubiere
fundamentado el recurso contempladas en el artículo 374 y cuyo
conocimiento sería de competencia de la Corte de Apelaciones de no
haberse hecho valer alguna de las dos causales del recurso de nulidad
contempladas en el artículo 373 que le otorgan competencia a la Corte
Suprema". Señala también que es "de derecho estricto, porque deben
cumplirse una serie de formalidades en su interposición y tramitación,
puesto que en caso contrario es declarado inadmisible", es "conocido por
los tribunales de acuerdo con sus facultades jurisdiccionales", "[p]or
regla general, el recurso de nulidad tiene por objeto invalidar una
sentencia en los casos determinados por la ley y consecuencialmente del
juicio oral, debiendo retrotraerse el procedimiento al estado en el cual
se permita subsanar la infracción", "no recorre en cuanto a su
procedencia toda la jerarquía de los tribunales chilenos que actúan en el
nuevo sistema procesal penal como ocurre con el recurso de casación en
la forma, dado que sólo es procedente en contra de la sentencia
definitiva dictada por un tribunal de juicio oral o por un juez de garantía
en el procedimiento simplificado", "[n]o procede su interposición en
forma conjunta, sea en un mismo acto o en forma separada, con ningún
otro recurso", "[s]ólo puede ser deducido por la parte agraviada,
configurándose el agravio no sólo con el perjuicio que provoca el fallo al

250
recurrente, sino que además por el generado por la causal que lo hace
procedente, a menos que nos encontremos ante una casual de motivo
absoluto de nulidad contemplado en el artículo 374 del Código Procesal
Penal, casos en los cuales debemos entender que el perjuicio ha sido
presumido por la ley", "[n]o constituye instancia, puesto que el tribunal
que conoce del recurso de nulidad no revisa todas las cuestiones de
hecho y de derecho comprendidas en el juicio, sino que su competencia
se limita a la causal que se hubiere invocado en la interposición", "[n]o
se admite por regla general la renuncia anticipada del recurso de
nulidad, puesto que ello nos llevaría a los procedimientos
convencionales, contrariando las normas de orden público que rigen el
nuevo sistema procesal penal" y, finalmente "Tiene como fundamento
velar por resguardar el respeto por las formas del procedimiento
establecidas por el legislador para asegurarnos la existencia de un
debido proceso y velar por la correcta y uniforme aplicación de la ley
penal para la solución de los conflictos criminales".

ANÁLISIS JURISPRUDENCIAL

a) Su carácter de derecho estricto hace limitar su ámbito a los motivos


legales, propuestos por el recurrente y sus peticiones concretas

i) Que, los motivos de nulidad cumplen también la función de delimitar


el ámbito de competencia del tribunal ad quem, ya que éste queda
limitado en tres sentidos: por los motivos legales, dentro de éstos por
aquellos específicamente propuestos por el recurrente y por las
peticiones concretas que se formulen.

Corte de Apelaciones de Santiago, 10 de diciembre de 2009, rol


Nº 2160-2009. Integraron la Sala los Ministros Rojas González, Mario;
Pfeiffer Richter, Alfredo; y el Abogado Integrante Lagos Gatica, Jorge.
Redactó el ministro Pfeiffer Richter,
Alfredo. Cita online:CL/JUR/4634/2009.

ii) Que por lo expuesto, teniendo presente que el recurso de nulidad se


ha establecido como un recurso excepcional y de derecho estricto, al
que se accede solamente en virtud de las causales y para los fines
consagrados en la ley, habiéndose determinado en lo que antecede, que
en el caso en cuestión no se configura el motivo de nulidad de la
sentencia contemplado en el artículo 373 letra b) del Código Penal en
relación a los artículos 351 del Código Procesal Penal y 366 bis del
Código Penal, se rechazará el recurso de nulidad que en ella se ha
fundado;

251
Corte de Apelaciones de San Miguel, 7 de junio de 2010, rol Nº 27-
2010. Integraron la Sala los Ministros Montiel, Héctor; Elgarrista
Álvarez, María Stella; y el Abogado Integrante Hazbún Comandari,
Manuel. Redactó el ministro Hazbún Comandari,
Manuel. Cita online:CL/JUR/3202/2010

iii) Que previo a revisar la causal de nulidad que se invoca por el


Ministerio Público es preciso consignar, en relación con la naturaleza del
recurso de nulidad y su historia, que lo importante del mismo es que
este es un medio de impugnación de Derecho Estricto, por cuanto no se
revisan los hechos que los jueces han tenido por establecidos en la
sentencia; medio de impugnación que fue concebido de una manera
diversa del tradicional recurso de apelación por la concepción misma del
Nuevo Proceso Penal (juicio único e irrepetible); de modo que no se
trata de una revisión completa de los antecedentes para enmendar la
decisión, sino que, sólo se analiza si concurre o no alguna de las
causales expresas de nulidad que contienen los artículos 373 y 374 del
Código Procesal Penal, medio que en definitiva permite invalidar la
sentencia dictada, o ésta y el juicio correspondiente cuando se ha
incurrido en alguna de las causales ya referidas.

Corte de Apelaciones de Rancagua, 13 de marzo de 2009, rol Nº 46-


2007. Integraron la Sala los Ministros: Vásquez Plaza, Miguel. Redactó
el ministro Vásquez Plaza, Miguel. Cita online: CL/JUR/423/2007

iv) Que es preciso tener presente que el recurso de nulidad es de


derecho estricto y está concebido para invalidar el juicio oral y la
sentencia definitiva o, solamente ésta, cuando concurran las causales
expresamente señaladas en la ley, respecto de errores que son capaces
de generar una nulidad y que influyen en lo dispositivo de la sentencia,
las que están taxativamente indicadas en los artículos 373 y 374 del
Código Procesal Penal.

Corte de Apelaciones de Antofagasta, 4 de febrero de 2010, rol


Nº 390-2009. Integraron la Sala los Ministros: Urbina Perán, Myriam.
Redactó el ministro Urbina Perán,
Myriam. Cita online: CL/JUR/1142/2010

b) El Recurso de Nulidad requiere de agravio objetivo para su


interposición

Procede el rechazo del presente recurso, en cuanto se lo funda en la


causal del artículo 373, letra b) del Código Procesal Penal, por cuanto el
recurrente, al pedir la invalidación de la sentencia y la dictación de una

252
de reemplazo, solicitó que en ella se condenare al acusado a la pena de
10 años y un día de presidio mayor en su grado medio, más las
accesorias legales, que es la sanción impuesta por el fallo impugnado de
nulidad, de lo que se desprende que éste no le produjo agravio objetivo.

Corte de Apelaciones de Talca, 30 de noviembre de 2007, rol Nº 646-


2007. Integraron la Sala los Ministros: Meins Olivares, Eduardo. Redactó
el ministro Meins Olivares, Eduardo. Cita online: CL/JUR/2775/2007

c) No basta el simple agravio para su interposición

i) Que a mayor abundamiento, el recurrente en su escrito de nulidad al


referirse al perjuicio provocado por el fallo impugnado, agrega que le
causa "agravio", confundiendo el medio de impugnación deducido en
esta causa, con el Recurso de Apelación, por cuanto el presente Recurso
sólo procede por las causales señaladas por el legislador y no por
cualquier "agravio", que es una cuestión de tipo subjetiva, lo que es
pertinente reclamarlo en aquél.

Corte de Apelaciones de Valparaíso, 18 de noviembre de 2010, rol


Nº 997-2010. Integraron la Sala los Ministros: Letelier Ferrada, Inés
María; Silva Ibáñez, Manuel; y el Abogado Integrante: Oliver Cadenas,
Carlos. Redactó el ministro Letelier Ferrada, Inés
María. Cita online:CL/JUR/9730/2010

ii) Que, por otra parte, no es posible confundir la finalidad del recurso
de nulidad con la del de apelación, como si para el primero bastare el
agravio decisorio, sin más.

Es la nulidad un resorte procesal de excepción, que pasa


necesariamente por un vicio invalidante.

Por cierto no es ni puede ser uno tal la asunción soberana de una


entre varias interpretaciones y aplicaciones admisibles, por parte de
quien no solo está expresa y excluyentemente revestido del imperio
jurisdiccional sino que, además, lo hace con razonamientos que a los
jueces de nulidad no incumbe valuar, mientras no contradigan las reglas
de las lógicas formal y deóntica, nada de lo cual ha sido argüido por los
que bregan por la ineficacia de lo actuado.

Corte de Apelaciones de Santiago, 21 de enero de 2010, rol Nº 2257-


2009. Integraron la Sala los Ministros: Villarroel Valdivia, Iván Patricio;
Cerda Fernández, Carlos; y el Abogado Integrante: Muñoz Sánchez,

253
Andrea.
Cita online: CL/JUR/879/2010

d) Constituye un control jurídico y no un recurso de apelación

i) Que si bien el recurso también invoca aspectos jurídicos y


doctrinarios, se advierte que pretende en definitiva la revisión de los
presupuestos fácticos ponderados por el Tribunal del grado, cuestión
que no es posible efectuar por esta vía, desde que un examen como ese
resulta del todo ajeno a la causal, toda vez que no guarda relación con
la ausencia de análisis de prueba u omisión de razonamientos, más
bien, como se ha mencionado, pone en evidencia el desacuerdo con ese
análisis y conclusiones, todo lo cual, como se sabe, es propio de un
recurso de apelación, más no de uno de control jurídico, como lo es el
de nulidad, de manera que el deducido en esas condiciones y por la
causal bajo análisis, deberá ser desestimado.

Corte de Apelaciones de Rancagua, 31 de diciembre de 2009, rol


Nº 391-2009. Integraron la Sala los Ministros Moreno Vega, Carlos;
Pairicán García, Ricardo; y el Abogado Integrante Ruidiaz Gómez, Diego.
Redactó el ministro Ruidiaz Gómez,
Diego. Cita online:CL/JUR/5545/2009

ii) Los argumentos invocados por el recurrente, y que dicen relación


con la valoración de la prueba, resultan ajenos al recurso de nulidad, ya
que en la forma como han sido expuestos, considerados y valorados en
la sentencia, no contradicen las máximas de la experiencia, los
conocimientos científicamente afianzados, ni los principios de la lógica,
ya que sólo se está en el campo relativo a si para unos u otros son
elementos de convicción o no, razón que no es suficiente para
fundamentar el recurso de nulidad, so pena de entrar en el campo
propio de una segunda instancia, por ende improcedente. Que debe
recordarse que, apreciar y valorar la prueba rendida, es una facultad
exclusiva del Tribunal de Juicio Oral razón por la cual, la Corte de
Apelaciones, que conoce del recurso de nulidad, no está facultada para
revisar las cuestiones de hecho que son el conflicto jurídico, por no ser
una instancia. Este impedimento, impuesto por la naturaleza propia de
recurso de nulidad, alcanza y afecta también para efectuar una nueva
valoración de la prueba, distinta a la efectuada por el Tribunal que dictó
la sentencia, en la medida que en ella no se hayan afectado o
contradicho los principios de la lógica, las máximas de experiencia y los
principios científicamente afianzados, puesto que, de lo contrario, al
permitir que la Corte pudiese revisar la valoración de la prueba basada
simplemente en argumentos o razonamientos en contrario, sin más,

254
sería otorgarle al recurso de nulidad un alcance indebido, propio de una
nueva instancia.

Corte de Apelaciones de Temuco, 5 de noviembre de 2008, rol Nº 871-


2008. Integraron la Sala los Ministros: Reyes Hernández, Víctor; Román
Beltramín, Tatiana; y el Abogado Integrante: Alamos Vera, Eduardo.
Redactó el ministro Reyes Hernández,
Víctor. Cita online:CL/JUR/3587/2008

iii) Que del examen de la sentencia, se desprende que no se han


infringido las normas sobre valoración de la prueba establecidas en los
artículos 297 en relación con los artículos 374 letra e) y 342 letra c) del
Código Procesal Penal, toda vez que en ella se analizó toda la prueba
producida en el juicio, dejando claramente establecido que los hechos
demostrados con dichos antecedentes, valorados dentro del marco
establecido por la ley, han permitido a los juzgadores formarse
convicción, de acuerdo a la lógica y máximas de experiencia, no
pudiendo esta Corte revisar la sentencia con argumentos propios de un
recurso de apelación, como sucede en la especie, que en el sistema del
Código Procesal Penal está vedado cuando se trata de una sentencia
dictada por un Tribunal Oral.

Corte de Apelaciones de Santiago, 8 de agosto de 2006, rol Nº 1290-


2006. Integraron la Sala los Ministros: Billard Acuña, Joaquín; Rocha
Pérez, Raúl; y el Abogado Integrante Thomas Dublé, Marcos Horacio.
Redactó el Abogado Integrante: Thomas Dublé, Marcos Horacio.
Cita online:
CL/JUR/2395/2006

iv) Que respecto de esta causal, cabe consignar que el recurso de


nulidad ha sido concebido como de derecho estricto, y por ende no
constituye una instancia en la que se puedan revisar los hechos
establecidos en el juicio, sea para modificarlos o alterarlos.

En este sentido el fallo recurrido se ha hecho cargo latamente de


éstos, en los considerandos undécimo, duodécimo, décimo tercero y
décimo cuarto, y conforme a la pretensión señalada por la recurrente
sobre esta causal, más bien pareciera que estamos en presencia de una
apelación, en la que se solicita una nueva calificación de los hechos
establecidos en el juicio, situación que evidentemente pugna con el
sistema de enjuiciamiento criminal y los recursos dispuestos al efecto.

Corte de Apelaciones de Iquique, 17 de septiembre de 2008, rol


Nº 89-2008. Integraron la Sala los Ministros: Chamorro Pinto, Mirta;

255
Guiza Gutiérrez, Pedro; y el Abogado Integrante Canales Pinto, Rolando.
Redactó el ministro: Canales Pinto, Rolando. Cita online:
CL/JUR/3546/2008

En el mismo sentido:

v) Corte de Apelaciones de Iquique, 17 de octubre de 2005, rol


Nº 110-2005. Integraron la Sala los Ministros: Guiza Gutiérrez, Pedro.
Redactó el Ministro Guiza Gutiérrez,
Pedro. Cita online: CL/JUR/288/2005

vi) Que al efecto se debe tener presente que el recurso de nulidad es


de derecho estricto y procede en virtud de las causales establecidas en
forma expresa en la ley y para los fines consagrados en la misma. Por lo
tanto, no constituye una instancia que permita revisar los hechos que se
han establecido en el juicio, ni tampoco examinar aspectos de la
sentencia que pudiendo ser objeto de censura no han sido impugnados.
Así el artículo 373 letra b) del Código Procesal Penal señala que
"Procederá la declaración de nulidad del juicio oral y de la sentencia: b)
Cuando en el pronunciamiento de la sentencia, se hubiere hecho una
errónea aplicación del derecho que hubiere influido sustancialmente en
lo dispositivo del fallo". Luego, si el recurso de nulidad se interpone por
esta causal, los hechos fijados por los jueces del fondo son inamovibles
para esta Corte.

Corte de Apelaciones de Santiago, 4 de octubre de 2010, rol Nº 1557-


2010. Integraron la Sala los Ministros: Ravanales Arriagada, Adelita;
Mera Muñoz, Juan Cristóbal; Elgueta Torres, Emilio Iván. Redactó el
ministro Elgueta Torres, Emilio Iván. Cita online: CL/JUR/8144/2010

vii) Que sin perjuicio de compartir o no aquella apreciación o


valoración de la prueba rendida y los razonamientos contenidos en la
sentencia, no es posible olvidar que el Código Procesal Penal, en sus
artículos 297 y 340, entrega al tribunal de la causa la apreciación y
convicción que de ella deriva, en consecuencia, habiéndose establecido
el recurso de nulidad como un mecanismo de impugnación de derecho
estricto, al que se accede solamente en virtud de las causales y para los
fines consagrados en la ley, no constituye una instancia en que se
puedan revisar los hechos establecidos en el juicio ni extenderse a otros
aspectos criticables del fallo.

Que, así las cosas, sólo nos queda concluir que no se configura la
primera causal de nulidad invocada, esto es, la del artículo 374 letra e)
en relación con el artículo 342 letra c), todos del Código Procesal Penal,

256
en cuanto a la exposición clara, lógica y completa de cada uno de los
hechos que se dieron o no por probados, hayan sido favorables o
desfavorables a los acusados y de la valoración de los medios de prueba
que fundamentaron dichas conclusiones de conformidad con lo dispuesto
en el artículo 297 del Código Procesal Penal, por lo que se rechazarán
los recursos de nulidad interpuestos por este capítulo.

Corte de Apelaciones de San Miguel, 30 de noviembre de 2009, rol


Nº 1448-2009. Integraron la Sala los Ministros Martínez Henríquez,
Inés; y el Abogado Integrante: Sandoval Gouet, María Eugenia. Redactó
el ministro: Sandoval Gouet, María Eugenia. Cita online:
CL/JUR/4227/2009

viii) Que ha de tenerse presente que, de conformidad a las causales


que establece la ley, el recurso de nulidad se encuentra referido sólo a
materias de derecho, sin que esta Corte pueda, en forma alguna, revisar
los antecedentes de hecho establecidos en la sentencia, bastando que
los jueces hayan apreciado la prueba y razonado para alcanzar sus
conclusiones, en los términos que prescribe el artículo 297 del Código
Procesal Penal.

Corte de Apelaciones de Antofagasta, 22 de octubre de 2008, rol


Nº 222-2008. Integraron la Sala los Ministros: Pinto Egusquiza, Rosa
María; Soto Chandía, Gabriela. Redactó el ministro Soto Chandía,
Gabriela.
Cita online: CL/JUR/3869/2008

ix) Que los errores susceptibles de nulidad están taxativamente


señalados en los artículos 373 y 374 del Código Procesal Penal y dicen
relación exclusiva con infracción de normas jurídicas y no con la
calificación jurídica de los hechos, porque esto compete en forma
privativa al Tribunal del Juicio Oral en lo Penal, so pena de infringir los
principios básicos del juicio oral en relación con el principio de la
inmediación, que impide apreciar la prueba a otros jueces que no sean
los que han concurrido e integrado el respectivo Tribunal, de manera
que a la Corte de Apelaciones, designada para resolver el recurso de
nulidad, únicamente le compete verificar errores de Derecho que puedan
influir sustancialmente en la sentencia, cuya trascendencia habilita
anular la misma o el juicio oral.

Corte de Apelaciones de Antofagasta, 24 de octubre de 2008, rol


Nº 215-2008. Integraron la Sala el Abogado Integrante: Julio Contreras,
Bernardo. Redactó el Abogado Integrante: Julio Contreras, Bernardo.
Cita online: CL/JUR/3895/2008

257
En el mismo sentido:

x) Corte de Apelaciones de Antofagasta, 22 de septiembre de 2008, rol


Nº 204-2008. Integraron la Sala los Ministros Pinto Egusquiza, Rosa
María; y el Abogado Integrante Julio Contreras, Bernardo. Redactó el
Abogado Integrante Julio Contreras,
Bernardo. Cita online:CL/JUR/3563/2008

5. FINALIDADES

ANÁLISIS DOCTRINAL

Chahuán advierte tres finalidades en el recurso de nulidad: (a)


"Procurar el respeto de las garantías y derechos fundamentales. Esta
finalidad se deduce del mero examen de las causales que hacen
procedente la interposición del recurso y, además, de su relación con el
régimen de nulidades procesales, que revisamos en la Segunda Parte de
este Capítulo"; (b) "Obtener sentencias que hagan una acertada
interpretación de las normas de derecho. Este es el más tradicional de
los fines que se atribuía al recurso de casación. Esta finalidad se deduce
del tenor del art. 373, letra b) del nuevo CPP, donde se hace procedente
el recurso de nulidad porque la sentencia ha hecho una aplicación
errónea del "derecho" (concepto más rico y amplio que el de "infracción
de ley" que era el tradicional), que ha influido sustancialmente en lo
dispositivo del fallo (esta última entidad de la influencia es un concepto
tradicional, lo que permitirá aprovechar la jurisprudencia que, en
relación a él, se ha acumulado)", y (c) "Lograr que la Corte Suprema
uniforme la aplicación del Derecho. Finalidad ésta que se deduce
expresamente de la historia fidedigna del establecimiento de las
normas, según apuntáramos".

Mosquera y Maturana agregan a las anteriores finalidades la de


"[s]ancionar expresamente con la nulidad los procesos y las sentencias
que se hubieren pronunciado en el juicio oral en caso de haberse
verificado alguno de los vicios expresamente contemplados al efecto por
parte del legislador, en los cuales éste dá (sic) por concurrente la
existencia del perjuicio".

258
6. RESOLUCIONES CONTRA LAS QUE PROCEDE

ANÁLISIS DOCTRINAL

Sintetiza Chauhán que, "El recurso de nulidad se puede utilizar para


invalidar:

(a) La sentencia definitiva del Juicio Oral;

(b) El Juicio Oral (es decir, el vicio de nulidad podría producirse en el


fallo que pone término al Juicio Oral o en la tramitación durante ese
Juicio, que fundamenta la sentencia), (art. 372 CPP);

(c) Sentencia definitiva dictada en el procedimiento simplificado (de


los arts. 388 y siguientes), por remisión del art. 399 CPP; y

(d) Sentencia definitiva pronunciada en el procedimiento por delitos de


acción privada, por remisión del art. 405 CPP.

No es procedente el recurso en el caso de la sentencia definitiva


pronunciada en el Procedimiento Abreviado (según el art. 414 CPP, sólo
procede la apelación). Dicha limitación es lógica, toda vez que, en este
procedimiento, el Juez de Garantía resuelve sobre la base de los
antecedentes de la investigación que constan por escrito y que el
tribunal de alzada también conocerá".

A su vez, agregan Mosquera y Maturana a lo anterior que "[e]l recurso


de nulidad, dado su carácter de extraordinario, sólo procede conforme a
lo previsto en los artículos 372, 399 y 405 del Código Procesal Penal, en
contra de las resoluciones respecto de las cuales concurran los
siguientes requisitos copulativos":

(a) En cuanto a su naturaleza jurídica debe tratarse de una sentencia


definitiva.

(b) En cuanto al procedimiento dentro del cual debe haberse dictado la


sentencia definitiva, ella debe haberse pronunciado dentro del juicio
oral, procedimiento simplificado o un procedimiento de acción penal
privada".

Además de las especificadas por Chahuán, estos autores señalan que


este recurso "También procede, aunque solo por la concurrencia de
ciertas causales, en contra de la sentencia pronunciada por un Ministro
de la Corte Suprema en el procedimiento por extradición pasiva...

259
"Debemos recordar que la calificación de la naturaleza de la resolución
debe atenerse al contenido de ella más que a la materialidad donde se
encuentra contenida la decisión.

De acuerdo con ello, se ha sostenido que no procede el recurso de


nulidad en contra de la parte de la sentencia que se pronuncia respecto
de los beneficios alternativos, como respecto de la condena en costas,
etc.

Entendemos que ello es así cuando se ataca solamente ese aspecto de


la resolución, pero que obviamente por ser ellos consecuenciales a la
sentencia definitiva pueden ser modificados si se han impugnado otros
aspectos de ella referentes al asunto principal (delito, Participación,
eximentes, agravantes, atenuantes o determinación de la pena). La
revisión de esos aspectos esenciales sobre los cuales puede llegar a
pronunciarse el recurso de nulidad pueden incidir en esos otros aspectos
que no revisten la naturaleza jurídica de sentencia definitiva, pero que
son una consecuencia de ellos muchas veces necesaria e
ineludiblemente a ser considerados al adoptarse la decisión final".

ANÁLISIS JURISPRUDENCIAL

a) El recurso de nulidad sólo procede para invalidar sentencias


definitivas

i) Que, en relación con la nulidad planteada por haberse revocado el


beneficio de la reclusión nocturna concedida en los autos antes
referidos, en atención a la naturaleza de la resolución, que no participa
del carácter de sentencia definitiva, puesto que no resuelve el asunto
que ha sido objeto del juicio y aún más cuanto puede solicitarse en una
audiencia posterior a la sentencia alguno de los beneficios alternativos,
se rechazará la nulidad impetrada.

Corte de Apelaciones de Rancagua, 16 de octubre de 2010, rol


Nº 286-2009. Integraron la Sala los Ministros Bañados Torres, Carlos;
Aránguiz Zúñiga, Carlos; y el Abogado Integrante Ruidiaz Gómez, Diego.
Redactó el Ministro Bañados Torres,
Carlos. Cita online:CL/JUR/3827/2009.

ii) Teniendo presente que la parte dispositiva de la sentencia


solamente dice relación con la decisión de absolución o de condena y
con la pena a imponer, la concesión o negación de un beneficio
alternativo de cumplimiento de pena, no forma parte de ella, sino que
corresponde a una materia de orden administrativo que se haya dentro

260
de la esfera de las facultades privativas de los Jueces de la instancia, y
por ende, no sujetas al control de nulidad.

Corte de Apelaciones de Iquique, 26 de septiembre de 2008, rol


Nº 94-2008. Integraron la Sala los Ministros Gatica Muñoz, Erico;
Chamorro Pinto, Mirta; Guiza Gutiérrez, Pedro. Redactó el Ministro:
Chamorro Pinto, Mirta. Cita online: CL/JUR/3617/2008

iii) En lo que atañe a la causal de nulidad prevista en el artículo 373


letra b) del Código Procesal Penal, no se divisa en estos autos cómo la
condenación en costas podría alterar la decisión final a la que llegaron
los sentenciadores y tampoco cómo la imposición de dicho gravamen
puede invocarse para pedir la invalidación de una sentencia. En
consecuencia la imposición de las costas en un fallo de carácter criminal,
no da lugar a que se sostenga que se ha hecho una errónea aplicación
del derecho y que ello influye sustancialmente en lo dispositivo del fallo,
menos aún si los sentenciadores se han limitado a dar cumplimiento a lo
que dispone el artículo 24 del Código Penal en cuanto a imponer las
costas en un fallo criminal condenatorio.

Corte de Apelaciones de Santiago, 24 de junio de 2010, rol Nº 852-


2010. Integraron la Sala los Ministros: Valdovinos Jeldes, Amanda;
Escobar Zepeda, Juan; y el Abogado Integrante Montt Retamales, María
Eugenia. Redactó el ministro Escobar Zepeda,
Juan. Cita online:CL/JUR/8680/2010

xiv) Que en cuanto a la procedencia del recurso de nulidad, al


establecer el artículo 373 letra b) del Código Procesal Penal que
procederá la declaración de nulidad cuando en el pronunciamiento de la
sentencia se hubiere hecho una errónea aplicación del derecho que
hubiere influido sustancialmente en lo dispositivo del fallo, se está
refiriendo a los asuntos de fondo relativos al o los delitos que se
conocen, debatidos en el juicio oral y resueltos en el fallo.

En cambio las cuestiones atingentes a los beneficios previstos en la ley


Nº 18.216 no se relacionan con dichos asuntos de fondo, que fueron
debatidos en el juicio y resueltos en el fallo, sino que son propios de la
suspensión de la ejecución de las penas privativas o restrictivas de
libertad impuestas, por lo cual tales medidas alternativas, entre ellas la
libertad vigilada, no pueden ser objeto de un recurso de nulidad,
porque, no refiriéndose al fondo del asunto, no han podido influir
sustancialmente en lo dispositivo del fallo, y siendo ésta la situación del
presente caso, deberá necesariamente rechazarse, por este concepto, el
recurso de nulidad deducido por el recurrente.

261
Corte de Apelaciones de Coihaique, 31 de enero de 2008, rol Nº 1-
2008. Integraron la Sala los Ministros: Vásquez Parra, Sergio Gustavo;
Leñam Licancura, Pedro; Araneda Espinoza, Alicia. Redactó el Ministro
Leñam Licancura, Pedro. Cita online: CL/JUR/1598/2008

v) Que, tal como se ha resuelto en otras oportunidades, el


otorgamiento de beneficios alternativos de cumplimiento de pena
contemplados en la ley Nº 18.216, no goza de la naturaleza de decidir la
cuestión sometida al conocimiento del tribunal, juzgamiento de un ilícito
penal, sino que corresponde a una cuestión de carácter administrativo
cuyo pronunciamiento ha de hacerse en el fallo definitivo, pero no por
ello comparte su calidad.

Es más, el otorgamiento de las medidas alternativas para el


cumplimiento de las penas contempladas en la ley en comento
corresponde a una facultad de los jueces del fondo de modo que desde
esa perspectiva tampoco resulta susceptible de recurso de nulidad,
como se ha intentado.

Corte de Apelaciones de Valdivia, 18 de diciembre de 2008, rol


Nº 411-2008. Integraron la Sala los Ministros: Correa Rosado, Juan;
Alvear Miranda, Ruby; Kompatzki Contreras, Mario. Redactó el ministro
Correa Rosado, Juan Ignacio. Cita online: CL/JUR/4352/2008

vi) Que, por otra parte, conforme lo dispone el artículo 372 del Código
Procesal Penal, el recurso de nulidad se concede para invalidar el
juicio oral y la sentencia definitiva, o solamente ésta, por las causales
expresamente señaladas por la ley. En consecuencia el recurso
intentado no puede admitirse, en atención a la naturaleza de la
resolución recurrida. En efecto, si bien las cuestiones relativas a
beneficios alternativos, como el ahora impetrado por la defensa, se
resuelven y consignan materialmente en la sentencia condenatoria, no
participan de su naturaleza jurídica porque no responden al concepto
que de ellas contiene el artículo 158 del Código de Procedimiento Civil,
aplicable en materia penal por remisión del artículo 52 del Código
Procesal del ramo, puesto que no resuelven el asunto que ha sido objeto
del juicio, siendo entonces improcedente el recurso.

Corte de Apelaciones de Santiago, 16 de febrero de 2010, rol Nº 2719-


2009. Integraron la Sala los Ministros: Solís Muñoz, Eduardo; Muñoz
Pardo, Juan Manuel; González Troncoso, Jessica. Redactó el Ministro
Solís Muñoz, Eduardo Alejandro. Cita online: CL/JUR/1376/2010

En el mismo sentido:

262
vii) Corte de Apelaciones de Valparaíso, 20 de abril de 2010, rol
Nº 205-2010. Integraron la Sala los Ministros: Lobos Domínguez,
Fernando Rafael; Alvarado Thimeos, Luis; y el Abogado Integrante:
Aimone Gibson, Enrique. Redactó el Ministro Alvarado Thimeos, Luis.
Cita online: CL/JUR/2646/2010

f) El recurso de nulidad no procede contra el sobreseimiento definitivo

El artículo 253 del Código Procesal Penal establece que el


sobreseimiento definitivo sólo es impugnable por la vía del recurso de
apelación ante la Corte de Apelaciones, de lo que se sigue que el recurso
de nulidad no procede contra el sobreseimiento definitivo decretado por
el juez de garantía. En efecto, el recurso de nulidad está previsto, según
el artículo 372 del mismo Código, para invalidar el juicio oral o la
sentencia definitiva. Resulta equivocado, entonces, el planteamiento del
recurrente, quien estima que el sobreseimiento definitivo tiene el
carácter de sentencia definitiva, en razón de lo cual sería susceptible de
ser atacado vía recurso de nulidad.

Corte de Apelaciones de Santiago, 13 de agosto de 2010, rol Nº 1611-


2010. Integraron la Sala los Ministros: Villarroel Valdivia, Iván
Patricio; Aguayo Pino, Pilar; y el Abogado Integrante: Montt Retamales,
María Eugenia. Redactó el Ministro Villarroel Valdivia, Iván Patricio.
Cita online: CL/JUR/12227/2010

7. SUJETO

ANÁLISIS DOCTRINAL

Precisan Horvitz y López que, "[e]n general, la legitimación activa del


recurso de nulidad se concede a todos los intervinientes, de conformidad
con lo dispuesto por el art. 352 CPP. Debe recordarse que este derecho
lo tiene la víctima aun cuando no hubiere intervenido en el
procedimiento, conforme a lo previsto por el art. 109 letra f) CPP".

Señalan Mosquera y Maturana que los requisitos que deben concurrir


para que una persona pueda deducir el recurso de nulidad en contra de
una sentencia definitiva son los siguientes:

"(a) Debe ser un interviniente en el proceso en que se dictó la


resolución; (b) Debe haber sufrido un agravio con la dictación de la

263
resolución pronunciada en el proceso; (c) Debe el recurrente haber
experimentado un perjuicio con el vicio en que se funda el recurso,
consistente en la privación de algún beneficio o facultad procesal dentro
del proceso o con la infracción de ley que se incurre en la sentencia y;
(d) El recurrente debe haber reclamado del vicio que lo afecta
ejerciendo oportunamente y en todos sus grados los recursos que
establece la ley".

Se ha planteado, sin embargo, el problema de determinar si puede el


Ministerio Público interponer recursos de nulidad fundados en
lainfracción de derechos o garantías (art. 373 letra a) CPP), o si, por el
contrario, su posibilidad de ejercer tal recurso se encuentra limitada a la
hipótesis de errónea aplicación del derecho (art. 373 letra b) CPP).
Señalan Riego y Duce que "[l]a doctrina nacional se encuentra dividida
en este punto. Así un sector de la misma defiende la posibilidad de que
el Ministerio Público pueda ser titular del recurso de nulidad en esta
hipótesis, en tanto que otros la rechazan. Nos inclinamos por la segunda
de estas opciones debido a que ella es más coherente con la lógica
política que se encuentra detrás del sistema de recursos, es decir,
concebirlo como un sistema de protección de garantías y no como un
mecanismo de control. También nos parece que esta lógica es la que
resulta más consistente con la lógica contenida en las normas
internacionales sobre derechos humanos. Al sostener esta posición no se
sostiene que en principio se rechace toda posibilidad del Ministerio
Público de recurrir, sino simplemente invocando garantías del debido
proceso en su favor. El que no sea titular del debido proceso tampoco
significa que los fiscales tampoco puedan contar con ciertas facultades
legales de intervención que, a su vez, sean objeto de protección con el
uso de otros mecanismos, o incluso con la posibilidad de recurrir de
nulidad en contra de un fallo por otros motivos o causales".

Lo anterior se ve complementado por Horvitz y López, quienes señalan


que "[e]s cierto que el ministerio público puede ver afectadas sus
posibilidades de obtener éxito en su pretensión punitiva por la violación
de las reglas de procedimiento cometida por el tribunal, pero otra cosa
es considerar que esas violaciones puedan considerarse atentatorias
contra un derecho o garantía constitucional del ministerio público. Como
hemos visto, la violación de las formas procesales que atenta contra las
posibilidades de actuación del ministerio público está explícitamente
sancionada en nuestro sistema a través de la nulidad procesal del art.
159 CPP, pero no siempre a través del recurso de nulidad, que no tiene
en este punto la misma extensión. Lo anterior implica que los vicios de
procedimiento cometidos durante un juicio oral en perjuicio del
ministerio público pueden dar motivo a la declaración de nulidad de la

264
audiencia a través del incidente de nulidad regulado por el Título VII del
Libro I CPP, pero no a través del recurso de nulidad regulado en el Título
IV del Libro III CPP".

8. TRIBUNALES QUE INTERVIENEN

ANÁLISIS DOCTRINAL

Señalan Horvitz y López que "el recurso de nulidad se interpone


siempre ante el tribunal que dictó la sentencia impugnada (tribunal a
quo), para ante el tribunal superior jerárquico previsto por la ley
(tribunal ad quem). El tribunal ad quem competente para conocer del
recurso puede ser la Corte de Apelaciones respectiva o la Corte
Suprema, según cuáles sean las causales que fundamentan el recurso.
La determinación del tribunal competente en consideración de la causal
invocada se efectúa durante el control de admisibilidad".

Complementan lo anterior Riego y Duce, quienes señalan que "la


distribución de competencias descritas obedece a una lógica bastante
clara. El legislador ha querido dejar en manos de la Corte Suprema
todos aquellos casos donde es necesario desarrollar líneas
jurisprudenciales y, en cambio, entregar a las Cortes de Apelaciones las
decisiones de casos en donde se encuentran asentados estos criterios
[...] o en donde se suponía que no era necesario un trabajo de
desarrollo de estándares sofisticados (causales del artículo 374). La
razón de esto ha sido fortalecer el rol uniformador de jurisprudencia que
cumple la Corte Suprema en nuestro sistema, de manera de asegurar la
predictibilidad de sus decisiones y orientar el trabajo de los tribunales
inferiores".

Excepcionalmente, la Corte Suprema será el tribunal ad quem para


conocer del recurso de nulidad, en un caso de competencia per
saltum, cuando se hubiere deducido basándose en una de las dos
causales siguientes: (a) Cuando en la tramitación del juicio o en el
pronunciamiento de la sentencia, se hubieren infringido sustancialmente
derechos o garantías asegurados por la Constitución o por los tratados
internacionales ratificados por Chile que se encuentren vigentes (art.
373 letra a y 376 inc. 1º) o (b) Cuando, en el pronunciamiento de la
sentencia, se hubiere hecho una errónea aplicación del derecho que
hubiere influido sustancialmente en lo dispositivo del fallo, siempre que
respecto de la materia de derecho objeto del mismo existieren distintas

265
interpretaciones sostenidas en diversos fallos emanados de los
tribunales superiores (art. 373 letra b y 376 inc. 3º) del Código Procesal
Penal.

Finalmente, agrega Chahuán que "si un recurso se funda en distintas


causales y, por aplicación de las reglas anteriores, corresponde el
conocimiento de al menos una de ellas a la Corte Suprema, ésta se
pronuncia sobre todas. Lo mismo sucede si se deducen distintos
recursos de nulidad contra la sentencia y entre las causales que los
fundan hay una respecto de la cual corresponde pronunciarse a la Corte
Suprema".

9. CAUSALES

ANÁLISIS DOCTRINAL

i) Procedencia

"El recurso de nulidad tiene el carácter de extraordinario y de derecho


estricto, por lo que no sólo procede en contra de ciertas y determinadas
resoluciones, sino que además debe fundarse sólo en las causales que
expresamente la ley establece".

ii) Clasificación de las causales

Éstas se clasifican en:

A) "Genéricas" o "específicas" (motivos absolutos de nulidad).


Causales genéricas son las del art. 373 del CPP, mientras que las
específicas se encuentran reguladas en el art. 374. De acuerdo a
Chahuán: "Distinguir entre unos y otros tiene importancia, desde el
punto de vista procesal, para determinar el tribunal competente".
Explican Horvitz y López que: "Las causales de nulidad del CPP chileno
fueron concebidas por el legislador teniendo en mente la intención de
establecer un "recurso amplio [...] que facilite la revisión por parte del
tribunal superior", considerándose que si se hubiera estructurado sobre
la base de causales demasiado específicas se habría vulnerado la
garantía del derecho a revisión del fallo condenatorio reconocido por el
art. 8º de la CADH o "Pacto de San José de Costa Rica".

266
Aprobando la técnica legislativa de establecer causales genéricas
señalan Mosquera y Maturana: "...respecto de ellas corresponde al
recurrente señalar y demostrar que el vicio en que se incurrió en el
procedimiento o en la dictación de la sentencia se subsume dentro de la
causal y que ellas le han afectado esencialmente respecto de sus
derechos y garantías. Estimamos que esta forma de contemplar dichas
causales en forma genérica es la correcta, por cuanto no es posible o
sería muy dificultoso enumerar específicamente todos los vicios o
infracciones en los cuales es procedente el recurso, y además, permite
incorporar en forma genérica a nuestro ordenamiento jurídico, sin
necesidad de homologación alguna por vía legislativa interna a los
tratados internacionales ratificados por Chile que se encuentren vigentes
respecto de los derechos o garantías, que se conocen como derechos
humanos a nivel internacional, cumpliendo con ello a partir de la
vigencia del tratado respectivo con la obligación nuestro Estado de velar
por el respeto y promoción de ellos conforme a lo previsto en el artículo
5º inc. 2º de la Carta Fundamental".

En cambio, las causales específicas o motivos absolutos de nulidad


contemplados en el art. 374 del CPP tienen en común que "se trata de
describir situaciones de hecho producidas en el caso en donde el
legislador entiende ex ante que siempre se produce una infracción de
relevancia que genera perjuicio y que debe dar lugar a la nulidad del
juicio. Por lo mismo, el trabajo del recurrente no es tanto argumentar
que un cierto hecho satisface o no un determinado estándar de garantía,
sino simplemente le basta probar que en el caso se da una de las
hipótesis de hecho descritas en el artículo 374, asumiendo el legislador
que ellas siempre serán sustanciales o relevantes como para justificar la
nulidad del juicio".

B) Que se refieren a vicios que afectan solamente a la sentencia o que


se refieren a vicios del procedimiento y que consecuencialmente afectan
a la sentencia.

Las causales que se refieren a vicios que afectan solamente a la


sentencia son: las dos causales genéricas y las causales del art. 374
letras e), f) y g). Las causales de nulidad que se refieren a vicios del
procedimiento que consecuencialmente afectan a la sentencia son la del
art. 373 letra "a" y art. 374 letras a), b), c) y d).

La importancia de la clasificación radica en que aquellos vicios


contemplados en el artículo 375 CPP, que sólo afectan a la sentencia,
permiten al tribunal dejar sin efecto la sentencia recurrida y dictar una
de reemplazo sin necesidad de repetir el juicio oral.

267
C) Según el sujeto procesal o actuación a la que afecta el vicio.

Mosquera y Maturana explican esta clasificación señalando que puede


distinguirse entre aquellos vicios que:

"a.- Afectan al tribunal (art. 374 letra a);

b.- Se refieren a la sentencia impugnada (art. 374 letras e), f), g);

c.- Se refieren a la forma del procedimiento (art. 374 letras, b), c) y


d); y

d.- Se refiere a la errónea aplicación del derecho que influye


sustancialmente en lo dispositivo de la sentencia (art. 373 letra b), y

e.- Se refiere a la infracción de los derechos y garantías asegurados


por la constitución o por tratados internacionales ratificados por Chile
que se encuentran vigentes, pudiendo tratarse de vicios que afectan al
tribunal, al procedimiento, la sentencia y la errónea aplicación del
derecho, vicios que no se deben encontrar comprendidos en las causales
del artículo 374.

f.- De acuerdo al tribunal ad quem que debe conocer del recurso de


nulidad".

iii) Causales genéricas del recurso de nulidad

A) Artículo 373 letra "a": "Procederá la declaración de nulidad del


juicio oral y de la sentencia: a) Cuando, en cualquier etapa del
procedimiento o en el pronunciamiento de la sentencia, se hubieren
infringido sustancialmente derechos o garantías asegurados por la
Constitución o por los tratados internacionales ratificados por Chile que
se encuentren vigentes".

Sintetizando la carga del recurrente respecto de esta causal explican


Riego y Duce: "...al menos debe incluir tres elementos: que un hecho
específico constituye una infracción de una garantía del debido proceso,
que dicha infracción es sustancial y que ella ha generado un perjuicio
que sólo puede ser reparado por vía de anular el juicio respectivo".

Discutiendo la asimilación de "derechos y garantías" con "debido


proceso", Horvitz y López argumentan que: "Lo que parece haber
motivado la confusión entre la hipótesis del art. 373 letra a) y la
garantía del debido proceso es la exigencia que esta norma contempla
en orden a que la infracción de derechos o garantías se haya cometido

268
"en la tramitación del juicio o en el pronunciamiento de la sentencia".
Aunque la referencia al juicio debe, naturalmente, entenderse hecha al
juicio oral, ello no significa que una inobservancia formal ocurrida
durante la etapa de investigación o la etapa intermedia no pueda
también dar lugar a la invocación de esta causal, ya que lo normal será
que la infracción sustancial de derechos o garantías que afecta al acto
en esas etapas vicie también de nulidad el acto de recepción de la
prueba así obtenida y que se rinde luego durante el desarrollo del juicio
oral".

Respecto a la posición de la Corte Suprema en relación a las


infracciones de garantías ocurridas de forma previa al juicio, Riego y
Duce comentan: "En estos casos la jurisprudencia de la Corte se ha
consolidado en términos de rechazar las nulidades basadas en
infracciones producidas con anterioridad al juicio. Si bien no
concordamos con las razones de tal línea jurisprudencial, debemos
reconocer que con anterioridad a la ley Nº 20.074, de noviembre de
2005, la Corte Suprema encontraba un buen argumento de texto para
afirmarse en esa posición. En efecto, como hemos visto, antes de dicha
reforma el artículo 373 a) sólo permitía la nulidad cuando "...en la
tramitación del juicio o en el pronunciamiento de la sentencia" se
hubiera producido la infracción. Sin embargo, esta norma desapareció y
fue reemplazada por la cláusula de "...en cualquier etapa del
procedimiento", quitándole así todo piso normativo a una interpretación
restrictiva del momento en el que debe haberse producido la infracción
para ser hábil de generar una nulidad del juicio". Parece a los autores
una interpretación errada, problemática e inconveniente puesto que
desde un punto de vista dogmático, hace perder sentido a una norma
clara de derecho que autoriza la nulidad en este tipo de hipótesis y
además porque la interpretación descrita, "...desconoce el sentido
político procesal que cumple el recurso de nulidad en el nuevo sistema".
Refiriéndose a la modificación legal introducida por la ley Nº 20.074
coincide Chahuán con Riego y Duce, quien estima que: "Claramente el
objeto perseguido por la norma consiste en ampliar la causal de nulidad
en comento, toda vez que con anterioridad se exigía que la vulneración
de derechos se produjera sólo en la tramitación del juicio o en la
dictación de la sentencia, ahora en cambio, dicha vulneración se puede
producir además, en las etapas anteriores al juicio oral".

Concretando y dando ejemplos de algunos derechos y garantías que


han sido reclamados por esta vía, Mosquera y Maturana señalan: "Las
principales infracciones que han sido denunciadas con motivo de la
interposición de este recurso han sido las de la garantía del debido
proceso; infracción a la presunción de inocencia; presunciones de

269
responsabilidad e incompatibilidad con la presunción de inocencia;
infracción al derecho de defensa; infracción del derecho de guardar
silencio; infracción por denegación de alguna diligencia de prueba;
infracción por vulneración de las reglas sobre el peso de la prueba e
iniciativa probatoria; inviolabilidad del hogar; etcétera".

Respecto del requisito de infracción sustancial Horvitz y López indican


que: "Para que la infracción sustancial de derechos o garantías pueda
servir, así, de fundamento suficiente a un recurso de nulidad, debe
haber "ocasionado a los intervinientes un perjuicio reparable sólo con la
declaración de nulidad", que existirá "cuando la inobservancia de las
formas procesales atenta contra las posibilidades de actuación de
cualquiera de los intervinientes en el procedimiento" conforme a lo
previsto por el art. 159 CPP".

Respecto a las facultades revisoras del tribunal ad quem Riego y Duce


estiman que: "...al plantear la letra a) que el control recae sobre la
infracción de garantías parece claro que la evaluación del tribunal
superior de haberse o no dado cumplimiento a los derechos y garantías
vigentes puede suponer hacerse cargo de algunos aspectos de la
determinación de los hechos que se ha realizado en la sentencia".
Concluyendo que: "En nuestro criterio, al controlar la Corte la vigencia
de estas garantías puede revisar el modo en que el tribunal del juicio ha
apreciado la prueba y determinado los hechos que ha tenido por ciertos,
y si estima que esa apreciación vulnera los estándares exigidos, puede
anular la decisión ordenando siempre en ese caso un nuevo juicio como
lo establece con claridad el artículo".

B) Artículo 373 letra "b": "Procederá la declaración de nulidad del


juicio oral y de la sentencia: b) Cuando, en el pronunciamiento de la
sentencia, se hubiere hecho una errónea aplicación del derecho que
hubiere influido sustancialmente en lo dispositivo del fallo.

Respecto a la finalidad de esta causal se ha dicho que ella "no persigue


inmovilizar la jurisprudencia existente al respecto en un determinado
sentido sin permitir cambios posteriores, sino que más bien uniformar
los criterios a través del tribunal superior".

Analizando el alcance de la voz "derecho" explica Chahuán al analizar


la causal en comento que se hace procedente el recurso de nulidad: "...
porque la sentencia ha hecho una aplicación errónea del "derecho"
(concepto más rico y amplio que el de "infracción de ley" que era el
tradicional), que ha influido sustancialmente en lo dispositivo del fallo
(esta última entidad de la influencia es un concepto tradicional, lo que

270
permitirá aprovechar la jurisprudencia que, en relación a él, se ha
acumulado)".

Acerca de si los fallos contradictorios que deben invocarse para que


conozca la Corte Suprema del recurso de nulidad deben corresponder
sólo al nuevo procedimiento penal, Mosquera y Maturana comentan la
doctrina de la Corte según la cual debe tratarse de fallos dictados en el
nuevo proceso penal estimando que: "...es nuestra opinión que respecto
de las disposiciones procesales del nuevo sistema procesal penal
aparece correcta la interpretación de la Corte Suprema, por cuanto las
sentencias que se hubieren pronunciado con anterioridad a dicha
vigencia no puede caber la existencia de una uniformidad al regirse ellos
por diversos principios. En cambio, si nos encontramos ante la
determinación del alcance de normas decisoria litis contempladas en el
Código Penal o leyes especiales, no cabe duda que la uniformidad debe
ser establecida sin importar la antigüedad de los fallos discrepantes que
se hubieren pronunciado por los tribunales superiores".

iv) Causales específicas o motivos absolutos de nulidad

Antes de proceder al estudio pormenorizado de las causales, Horvitz y


López señalan de forma general que: "...en las hipótesis del art. 374
CPP nos encontramos ante causales objetivas de nulidad procesal en
que no cabe entrar a discutir si la infracción es sustancial o no, esto es,
si afecta o no la garantía en sus aspectos esenciales y si influye o no en
lo dispositivo del fallo". Por su parte Riego y Duce complementan lo
anterior señalando: "De esta forma podríamos decir que los motivos de
nulidad absoluta son complementarios de la causal genérica del artículo
373 a) en la medida que básicamente se trata de infracciones a
garantías del debido proceso, las que, por su magnitud y claridad, el
legislador ha regulado en forma especial reduciendo la carga
argumentativa de quien la invoca", formulando en todo caso una crítica
pues en su opinión: "...la redacción de algunas de estas hipótesis no ha
cerrado completamente la descripción de hechos que la hace
procedente, lo que genera que a propósito de discutir su procedencia se
abra el camino para un tipo de argumentación similar a la exigida por el
artículo 373 a). En nuestra opinión, esto representa un aspecto
problemático en la lógica con la que se estructura el recurso de nulidad
en el sistema".

Análisis particular por causal

1. Sentencia pronunciada por un tribunal incompetente, o no integrado


por los jueces designados por la ley; cuando hubiere sido pronunciada

271
por un juez de garantía o con la concurrencia de un juez de tribunal de
juicio oral en lo penal legalmente implicado, o cuya recusación estuviere
pendiente o hubiere sido declarada por tribunal competente; y cuando
hubiere sido acordada por un menor número de votos o pronunciada por
menor número de jueces que el requerido por la ley, o con concurrencia
de jueces que no hubieren asistido al juicio.

Se ha sostenido que la incompetencia del tribunal puede ser absoluta


o relativa, que no es necesaria la declaración de la implicancia sino su
mera concurrencia mientras que es necesario que la recusación se
encuentre pendiente de fallo o declarada. Por su parte basta con que se
configure la causal de implicancia o recusación respecto de uno de los
miembros del tribunal colegiado, por lo que Horvitz y López señalan: "La
participación del juez implicado o recusado en la deliberación contamina
así toda la sentencia, aun cuando el pronunciamiento hubiere sido
unánime". Los autores aclaran además que: "Aquí no es aplicable la
disposición del art. 76 inc. final CPP, porque la inhabilidad del juez no ha
sido declarada durante el desarrollo del procedimiento, conforme lo
exige dicha norma, y no se ha excluido al juez implicado o recusado del
proceso de deliberación".

2. Audiencia del juicio oral que tiene lugar en ausencia de alguna de


las personas cuya presencia continuada exigen, bajo sanción de nulidad
los artículos 284 y 286.

Horvitz y López desarrollan la causal indicando que se refiere a la


ausencia de jueces, fiscal o defensor. La ausencia de un solo juez no es
causal suficiente de nulidad, pues puede ser suplido por un "juez
alterno" (art. 281 inciso 5º CPP) y aun cuando no existiera juez alterno,
la ausencia de un solo juez no es suficiente para configurar la causal
siempre y cuando los dos jueces restantes pronunciaren fallo unánime.
Por su parte respecto del fiscal no queda comprendido como causal de
nulidad la hipótesis de forzamiento de la acusación donde el querellante
actúa en vez del ministerio público. Por último respecto del defensor la
presencia continuada es una exigencia absoluta al no contemplarse
excepciones.

3. Defensor impedido de ejercer las facultades que la ley le otorga.

Se trata de una causal que aplica no ya ante la ausencia del defensor


sino que: "en aquellas situaciones en las cuales no obstante existir dicha
presencia en el juicio oral, al defensor se le han impedido
injustificadamente ejercer los derechos que se le confieren durante la
audiencia del juicio oral". Ejemplos de esta situación se darían cuando:

272
no se ofreciera la palabra al defensor para formular su defensa, no se le
permita interrogar a los testigos, no se le permita efectuar el alegato
final, entre otras.

Respecto de los casos en que sea el fiscal quien se encuentre impedido


de ejercer las facultades que la ley le otorga, Horvitz y López
justificando la omisión de dicho sujeto procesal señalan: "Nótese que la
ley no ha considerado como motivo absoluto de nulidad la circunstancia
de que se le hubiere impedido al fiscal ejercer las facultades que la ley
le otorga. Este hecho, es, a nuestro juicio, una manifestación de que la
ley no ha considerado las facultades del ministerio público como parte
de un derecho o garantía constitucional que pudiere haber sido
afectado, lo que reafirma la idea de que el ministerio público carece de
legitimación activa para interponer el recurso de nulidad por infracción
del art. 373 letra a) CPP".

Sosteniendo una opinión diametralmente opuesta, Mosquera y


Maturana argumentan: "Nos llama la atención que en este caso no se
contemple esta causal respecto del Fiscal o del acusador particular, en
circunstancia que las reglas del debido proceso en el sistema acusatorio
deben necesariamente regir para ambas partes. En consecuencia,
estimamos que de configurarse esta causal a su respecto claramente
podrían deducir el recurso de nulidad basado en la causal genérica
contemplada en la letra a) del artículo 373 del Código Procesal Penal".

4. Violación de las disposiciones establecidas por la ley sobre


publicidad y continuidad del juicio.

Se trata de principios establecidos en los artículos 282 y 283


(continuidad) y 298 (publicidad) del CPP. La justificación del
establecimiento de una causal de nulidad se encuentra en que se trata
de hipótesis de infracción a la garantía del juicio oral y público.

5. Sentencia que hubiere omitido alguno de los requisitos previstos en


el art. 342, letras c), d) o e).

Se refiere a la omisión en la sentencia definitiva de las consideraciones


de hecho, de derecho o el pronunciamiento acerca de la pretensión
penal y civil que se hubieren hecho valer. Se ha señalado que "el
análisis del cumplimiento de los requisitos de la sentencia no debe
realizarse sólo desde una óptica meramente formalista, sino que
fundamentalmente desde un aspecto sustancial, dado que al juez no se
le ha una libertad absoluta para la valoración de la prueba y determinar
el carácter delictivo de un hecho o un grado de participación en ellos,

273
debiendo por ello fundamentar la decisión respetando la racionalidad,
coherencia y razonabilidad que lo conduce a resolver en un determinado
sentido".

Entienden Mosquera y Maturana que para cumplir con esta exigencia:


"El tribunal deberá hacerse cargo en su fundamentación de toda la
prueba producida, incluso de aquélla que hubiere desestimado,
indicando en tal caso las razones que hubiere tenido en cuenta para
hacerlo. La valoración de la prueba en la sentencia requerirá el
señalamiento del o de los medios de prueba mediante los cuales se
dieren por acreditados cada uno de los hechos y circunstancias que se
dieren por probados. Esta fundamentación deberá permitir la
reproducción del razonamiento utilizado para alcanzar las conclusiones a
que llegare la sentencia". Los autores relacionan la causal de nulidad en
estudio con una concepción racionalista de la convicción del juez pues
"la obligación de motivar asume un significado muy preciso, consistente
en hacer que el juez, justificando mediante argumentaciones racionales
sus propias elecciones, las someta al control externo que puede
efectuarse sobre la motivación".

Desde otra perspectiva, Horvitz y López se refieren a la exigencia de


fundamentación de las sentencias condenatorias en comparación con las
absolutorias, argumentando que la falta de fundamentación de estas
últimas no puede dar lugar a la nulidad del juicio, pues en sus palabras
"no sólo la obligación de fundamentación es más liviana,
sino completamente inexistente como causal del recurso de nulidad".
Concluyendo que: "Admitir, sin embargo, la posibilidad de que se
impugnen sentencias absolutorias en base a insuficiente fundamentación
adquiere dimensiones del todo intolerables. Si se admitiera lo anterior,
se estaría permitiendo que el Estado se beneficie de su propia
negligencia o, en el mejor de los casos, de su propia incapacidad para
expresar adecuadamente los motivos que lo han llevado a absolver,
permitiéndole entonces —como si tal negligencia o incapacidad
mereciera ser premiada— disponer de una nueva oportunidad para
obtener la condena del que anteriormente había declarado inocente".

Riego y Duce comentan la causal en estudio desde la perspectiva de


las facultades revisoras del tribunal ad quem señalando que ésta: "abre
un nuevo espacio para que el recurso de nulidad permita revisión de
hechos en el tribunal superior, básicamente por medio del control de
fundamentación del fallo", rematando con: "En consecuencia, por vía de
esta causal la revisión de hechos nuevamente tiene el efecto de anular
el juicio y no darle competencia al tribunal superior para valorarlos de
una manera distinta y llegar a un fallo diferente sin haber percibido en

274
forma directa la prueba. Como ya hemos señalado, esto nos parece
consistente con la necesidad de contar con un sistema de recursos
amplio que satisfaga las exigencias internacionales en la materia".

6. Sentencia dictada con infracción a lo prescrito en el artículo 341 del


CPP.

Se refiere la causal a vicios que afectan a la sentencia por haberse


incurrido en ultra petita o falta de congruencia entre la acusación y la
sentencia.

Explican Mosquera y Maturana que: "El artículo 341 del Código


Procesal Penal establece la competencia específica que posee el tribunal
para los efectos de pronunciar la sentencia en el nuevo proceso penal, la
que debe guardar la congruencia contemplada por parte del legislador
con la acusación que se hubiere formulado en el".

Complementan Horvitz y López expresando que: "El derecho


comprometido en este caso es el derecho de defensa, más
concretamente el principio de correlación entre imputación y fallo, en
cuanto éste garantiza que nadie puede ser condenado por un hecho
distinto del que ha sido materia de la acusación. Debe observarse, como
dijimos en su momento, que la falta de correlación constituye motivo
absoluto de nulidad sólo cuando se produce entre acusación y sentencia,
mas no así cuando se produce entre formalización y acusación, pese a
que la ley chilena también exige correlación entre ellas".

7. Sentencia hubiere sido dictada en oposición a otra sentencia


criminal basada en autoridad de cosa juzgada.

Entienden Horvitz y López que: "La garantía comprometida en este


caso es la inadmisibilidad de la persecución penal múltiple, también
conocida como principio de non bis in idem".

Mosquera y Maturana estiman que será extraña la ocurrencia práctica


de esta causal pronunciándose una sentencia en un juicio oral respecto
de hechos en los que ya haya recaído sentencia condenatoria, puesto
que lo lógico será que se decrete el sobreseimiento definitivo antes de
llegar a la etapa de sentencia; agregan que de ocurrir siempre sería
procedente la acción de revisión. Horvitz y López en cambio se refieren
al punto de forma más tajante: "Se trata de una causal de nulidad que
opera sólo cuando la sentencia anterior es absolutoria, ya que, por
principio, las sentencias condenatorias en materia penal no producen

275
jamás el efecto de cosa juzgada, toda vez que es siempre posible su
impugnación por la vía del recurso de revisión.

ANÁLISIS JURISPRUDENCIAL

A. Infracción a los derechos fundamentales (art. 373 a) CPP)

a) La infracción de los derechos fundamentales debe ser sustancial


para dar lugar a esta causal

i) Que, por último, la infracción de derechos y garantías debe haber


sido sustancial para que proceda el Recurso de Nulidad, lo que implica
que no toda infracción determina automáticamente la nulidad del juicio
oral y la sentencia. "El carácter sustancial de la infracción supone, en
primer lugar, que la infracción sea de tal entidad que comprometa los
aspectos esenciales de la garantía, decisión que debe ser adoptada
sobre la base del criterio de la proporcionalidad" (Rodrigo Cerda San
Martín, Manual del Nuevo Sistema de Justicia Criminal,p. 576). La
Excma. Corte Suprema ha declarado que al requerir la ley que la
infracción sea "sustancial" está exigiendo que "sea trascendente, de
mucha importancia o gravedad, de tal modo que el defecto sea, en
definitiva, insalvablemente ineficaz frente al derecho constitucional del
debido proceso" (Recurso de Nulidad, rol Nº 3319, Revista Procesal
Penal Nº 4, p. 41). "La exigencia en análisis debe ser interpretada
precisamente en el sentido de influencia en lo dispositivo del fallo o, si
se prefiere, como desventaja de la parte respecto a sus posibilidades de
obtener una decisión jurisdiccional favorable. De esta manera, el
carácter sustancial de la infracción supone también, en segundo lugar,
que ella influya en lo dispositivo del fallo". "La conclusión anterior se
reafirma por la consagración en el artículo 374 del CPP de los motivos
absolutos de nulidad, ya que, conforme a la discusión de la norma en el
Senado, se trata de situaciones que "importan necesariamente perjuicio
para el interviniente, y sustancial, desde el momento en que constituyen
una infracción manifiesta a las garantías" (Rodrigo Cerda, obra citada,
p. 577).

Corte de Apelaciones de Concepción, 21 de diciembre de 2009, rol


Nº 112-2009. Integraron la Sala los Ministros: Herrera Merino, Sara
Victoria. Redactó el ministro Herrera Merino, Sara
Victoria. Cita online: CL/JUR/5181/2009.

ii) Que por otro lado, si bien es efectivo que la letra a) del artículo 373
del Código Procesal Penal, permite interponer un recurso de nulidad, si
en el pronunciamiento de la sentencia, se hubieren infringido

276
sustancialmente derechos o garantías asegurados por la Constitución o
por los tratados internacionales ratificados por Chile que se encuentren
vigentes, en este caso relacionado con la del debido proceso, debe
destacarse que no se trata de cualquier infracción, sino que ha de ser
relevante, esto es sustancial, lo que no se da en la especie, pues como
se señaló en el considerando anterior, igualmente se discutió y decidió
el asunto; y en todo caso, tratándose de la procedencia o improcedencia
de los beneficios alternativos que contempla la ley Nº 18.216, se trata
de decisiones que son facultativas de conceder por los jueces del fondo,
cuestión que escapa al control de este recurso.

Corte Suprema, 16 de mayo de 2006, rol Nº 1443-2006. Integraron la


Sala los Ministros: Ballesteros Cárcamo, Rubén; Segura Peña, Nibaldo;
Rodríguez Espoz, Jaime; Cury Urzúa, Enrique; y el Abogado Integrante
Castro Alamos, Fernando. Redactó el ministro Ballesteros Cárcamo,
Rubén. Cita online: CL/JUR/1455/2006

iii) El referido medio de impugnación debe entenderse regido por los


mismos principios y reglas generales que gobiernan la nulidad procesal,
por consiguiente para su procedencia deben concurrir los presupuestos
básicos de ésta, entre los cuales se encuentra el llamado principio de
trascendencia que, por lo demás, recoge el artículo 375 de la
recopilación procesal criminal.

En virtud de dicho axioma para que la transgresión denunciada pueda


servir de soporte al arbitrio de marras debe constituir un atentado de
tal magnitud que importe un perjuicio al litigante afectado, que
conduzca a la ineficacia de la garantía, resultando de ello un
desconocimiento del núcleo esencial de ésta, privándola de toda
eficiencia, en otras palabras, se exige que el vicio sea sustancial,
trascendente, de mucha importancia o gravedad, de suerte que el
defecto entrabe, limite o elimine el derecho preterido (Sentencia de esta
Corte, de fecha 22 de mayo de 2007, dictada en la causa rol Nº 1300-
07).

Corte Suprema, 30 de enero de 2008, rol Nº 5956-2007. Integraron la


Sala los Ministros: Segura Peña, Nibaldo; Rodríguez Espoz, Jaime;
Künsemüller Loebenfelder, Carlos; Dolmetsch Urra, Hugo; Ballesteros
Cárcamo, Rubén. Redactó el ministro Segura Peña, Nibaldo. Cita online:
CL/JUR/1487/2008

b) La privación de la oportunidad de contar con un defensor desde la


primera actuación dirigida contra el imputado atenta contra su derecho
de defensa y la igualdad de posiciones

277
Que lo anterior corresponde relacionarlo con el artículo 8º del Código
Procesal Penal, referido a la defensa, por el cual se dispone que el
imputado tiene derecho a ser defendido por un letrado desde la primera
actuación del procedimiento dirigido en su contra, aspecto que tampoco
le fue aplicado en el presente caso al imputado recurrente en la
declaración prestada ante la policía en la fase investigativa. Otro tanto
aconteció con el artículo 93 del mismo código, en el que se consagran
derechos y garantías del mismo sin ningún tipo de restricciones, en
especial las de sus letras b) y g), consistentes en reconocer como tales
el ser asistido por un abogado desde los actos iniciales de la
investigación, así como a guardar silencio o, en caso de consentir en
prestar declaración, a no hacerlo bajo juramento, los que por la
inadvertencia ya anotada no le fueron considerados. Finalmente, el
artículo 103 del texto ya citado, dispone que la ausencia del defensor en
cualquiera actuación en que la ley exigiere expresamente su
participación acarreará la nulidad de la misma, sin perjuicio de lo
señalado en el artículo 286.

Que, también corresponde recalcar que a partir del principio de


"igualdad de posiciones" en el juicio, que integra la noción de "racional y
justo procedimiento", es una garantía que debe proyectarse al interior
del proceso penal, traduciéndose en el hecho que cualquiera que recurra
a la justicia ha de ser atendido por los tribunales con arreglo a unas
mismas leyes y con sujeción a un procedimiento común, igual y fijo, por
lo que estamos ante una infracción de esta naturaleza cuando se sitúa a
las partes a una situación de desigualdad o se impida la aplicación
efectiva de sus derechos esenciales reconocidos por la ley y la Carta
Fundamental.

Que en este escenario aparece de toda evidencia que J.M.J.G.L., fue


puesto en una posición desfavorable o desventajosa, afectando el
debido proceso, ya que por la irregular actuación de la policía se vio
privado de la posibilidad de ejercer sus derechos que como interviniente
legitimado —que debe estar en absoluta igualdad de posiciones frente a
su oponente y por otro lado el tribunal asumir una postura de total
ecuanimidad— una decisión jurisdiccional favorable, experimentando, de
contrario, un perjuicio trascendente.

Que, en definitiva, el vicio revelado por el compareciente aparece pues


revestido de la relevancia necesaria para acoger el recurso procesal
intentado sustentado de modo principal en la letra a) del artículo 373
del Código procedimental criminal, que sólo es reparable con la
declaración de nulidad del juicio oral y de la sentencia objetada, por ser
esta la única vía que permita legalmente la realización de un nuevo

278
litigio, respetando las reglas del debido proceso y que resguarde
debidamente las garantías a los contendientes.

Corte Suprema, 19 de octubre de 2010, rol Nº 6305-2010. Integraron


la Sala los Ministros: Segura Peña, Nibaldo; Rodríguez Espoz, Jaime;
Ballesteros Cárcamo, Rubén; y los Abogados Integrantes: Pozo Silva,
Nelson y Mauriz Aymerich, Benito. Redactó el Ministro Segura Peña,
Nibaldo.
Cita online: CL/JUR/8534/2010

c) La privación de la oportunidad del imputado de ser interrogado por


su defensor una vez declarado atenta contra los derechos
fundamentales del mismo

En la especie, habiendo intentado el imputado efectuar su declaración


como medio de defensa, para que luego de ella y tratando de hacer
aplicación de las disposiciones contenidas en los artículos 98, 326 y 330
inciso final del Código Procesal Penal, pudiese su defensor interrogarlo le
fue ello denegado por el Tribunal, privándolo así al defensor de la más
elemental y básica manera de actuar por su defendido en un juicio de
esta naturaleza, lo que configura la causal de nulidad invocada.

Corte de Apelaciones de Valdivia, 13 de noviembre de 2008, rol


Nº 390-2008. Integraron la Sala los Ministros Correa Rosado, Juan;
Kompatzki Contreras, Mario; y el Abogado Integrante Steffen
Riedemann, Helga. Redactó el Abogado Integrante Steffen Riedemann,
Helga. Cita online: CL/JUR/4074/2008

d) Infringe las garantías fundamentales privar al defensor del tiempo


necesario para preparar la defensa frente a nueva prueba, sin que se
limite el derecho de defensa al contrainterrogatorio

Que, en otro orden de ideas, el sentenciador incurre en un error al


suponer que el derecho de defensa del imputado se salvaguarda
simplemente con la facultad que tiene para contrainterrogar a los
testigos del querellante en la audiencia de estilo. Su derecho a defensa
pasa también por tener la oportunidad y tiempo suficiente para su
debida preparación. A este respecto es pertinente traer a colación que el
artículo 309 del Código Procesal Penal —aplicable aquí en virtud de lo
que dispone el artículo 389 del mismo cuerpo legal—, sin perjuicio de
declarar que en el procedimiento penal no existen testigos inhábiles,
dispone que los intervinientes pueden "dirigir al testigo, preguntas
tendientes a demostrar su credibilidad o falta de ella, la existencia de
vínculos con alguno de los intervinientes que afectaren o pudieren

279
afectar su imparcialidad, o algún otro defecto de idoneidad", derecho
que sólo podrá ejercer después de averiguar con anticipación todo
cuanto concierna al testigo propuesto una vez que conozca con precisión
su identidad y halla previsto las preguntas que le podrá formular en el
juicio.

Que por lo relacionado, resulta claro que al procederse en el juicio


especial de autos en la forma como se hizo, esto es, permitírsele al
querellante la recepción de pruebas no propuestas conforme a derecho
en su escrito de querella se han quebrantado disposiciones procesales —
y como tales de orden público— expresas y precisas en perjuicio del
imputado, con lo cual se ha afectado la legalidad del proceso que debe
servir de fundamento a la sentencia que se ha dictado y violentado la
garantía de un debido proceso reconocido por el artículo 19 Nº 3 inciso
5º de la Constitución Política de la República, de modo que resulta ser
nulo el presente juicio y la sentencia.

Corte Suprema, 13 de julio de 2006, rol Nº 2345-2005. Integraron la


Sala los Ministros: Chaigneau del Campo, Alberto; Cury Urzúa, Enrique;
Segura Peña, Nibaldo; Rodríguez Espoz, Jaime; y el Abogado Integrante
Castro Alamos, Fernando. Cita online:CL/JUR/4992/2006

e) La sustitución de la declaración testimonial por registros atenta


contra el debido proceso, la igualdad de posiciones y el principio de
contradicción, al privar al defensor de la posibilidad de contrainterrogar

Que el mérito de los antecedentes da cuenta de dos vicios: El primero,


la admisión en el juicio oral de los registros correspondientes al proceso
rol Nº 61580, no incluido expresamente como medio probatorio en el
auto de apertura respectivo. El segundo, la sustitución de la prueba
testimonial constituida por las declaraciones de las personas ya
individualizadas por aquellos registros, fuera de los casos taxativamente
autorizados, dándole indebidamente el carácter de prueba documental.
Esta última circunstancia significó desplazar la prueba testimonial por
otra, cercenándose de este modo ilegal el derecho de los intervinientes
a interrogar a los declarantes, tanto sobre las circunstancias señaladas
en el inciso primero del artículo 309, como sobre el contenido mismo de
sus declaraciones.

Que entre los elementos que configuran un "racional y justo


procedimiento" se incluye la presentación de las pruebas, recepción de
ellas y su examen. (Enrique Evans de la Cuadra, Los Derechos
Constitucionales, T. II, pp. 143-144) La doctrina nacional y extranjera
concuerdan en que el catálogo de garantías mínimas para que exista "un

280
proceso racional y justo" incluye las de que siempre exista un
procedimiento que ostente la existencia de un contradictor y de que las
partes en el juicio tienen derecho a un trato en igualdad de condiciones
(Diego Hauva Gröne, "El debido proceso en la reforma procesal penal:
cumplimiento de algunos tratados internacionales de derechos humanos
relativos al debido proceso en los principios básicos del nuevo
código", Revista Procesal Penal Nº 5, pp. 13 y ss.).

Que, en el principio de contradicción se ha incluido, tradicionalmente,


el derecho de probar y el de controlar la prueba del adversario. Ello no
es incorrecto, pues, sobre todo el control de la prueba del adversario,
representa una manifestación del contradictorio, a la vez que la facultad
otorgada para demostrar los extremos que son esgrimidos para
inhibir la imputación de que se es objeto, o aminorar sus consecuencias,
es una manifestación imprescindible de la posibilidad de oponerse a la
ejecución penal. Sin embargo, esas facultades se explican mejor en
función del ideal de equiparar las posibilidades del imputado respecto de
las del acusador, máxima que también integra la garantía de la defensa
y que se denomina "Igualdad de posiciones" (Julio Maier, Derecho
Procesal Penal, I. Fundamentos, pp. 577 y ss.).

Que toda sentencia condenatoria debe ser, por imposición del artículo
340 del Código Procesal Penal, el fruto de la convicción del tribunal
sobre la base de la prueba producida durante el juicio oral que conduzca
a los jueces a la certeza, más allá de toda duda razonable, que en los
hechos ilícitos les ha correspondido a los acusados una participación
culpable y penada por la ley. "En este orden de ideas, es la prueba
legalmente obtenida, explicada racionalmente y sometida a la pertinente
contradicción, la que permitirá destruir la inocencia que durante todo el
litigio acompañó a los enjuiciados" (SCS. 13.07.2004, Revista Procesal
Penal Nº 25, pp. 17 y ss.).

Que, como precisa el profesor Julio Maier, el procedimiento reglado


que exige la Constitución tampoco es cualquier procedimiento
establecido por la ley, sino uno acorde con las seguridades individuales
y formas que postula la misma ley suprema al regular de esta manera
las pautas principales a las que deben ajustarse las leyes de
enjuiciamiento penal, que ellas deben reglamentar con minuciosidad.
Desde este punto de vista el proceso penal es un "procedimiento de
protección jurídica para los justiciables y el Derecho procesal penal una
ley reglamentaria de la Constitución" (op. cit., pp. 489 y ss.).

Que de todo lo anteriormente expuesto, fluye con claridad que en este


caso se verificaron en el juicio oral que culminó con la sentencia

281
condenatoria atacada, determinados actos procesales sin cumplir con
aquellas formalidades que aseguran el cumplimiento del principio
constitucional que obliga al legislador a regular un procedimiento o
investigación racionales y justos; la ineficacia de tales actuaciones debe
ser reconocida, declarada y corregida mediante la sanción procesal
prevista en el artículo 373 letra a) del Código del Ramo.

Que las infracciones que han quedado de manifiesto en este fallo


tienen carácter de trascendentes, esto es, muy importantes o graves,
desde que la prueba testimonial sustituida —ilegalmente— por registros
introducidos al juicio oral fue considerada para sustentar, junto a otras
probanzas, la condena pronunciada contra los imputados y recurrentes.

Que el defecto existente es insalvablemente ineficaz frente al derecho


constitucional al debido proceso de ley y su reparación sólo puede
lograrse con la anulación de la sentencia y del procedimiento que le dio
lugar.

Corte Suprema, 26 de septiembre de 2006, rol Nº 3795-2006.


Integraron la Sala los Ministros: Chaigneau del Campo, Alberto; Segura
Peña, Nibaldo; Ballesteros Cárcamo, Rubén; Dolmetsch Urra, Hugo; y el
Abogado Integrante: Künsemüller Loebenfelder,
Carlos.Cita online: CL/JUR/5020/2006

f) La autorización de la incorporación de prueba pericial sin la


declaración del perito atenta contra el derecho fundamental del debido
proceso y contradicción

Estas normas, aplicables en la especie en virtud de la regla de reenvío


del artículo 389 del mismo cuerpo legal, establecen que en la audiencia
de juicio oral los peritos deben ser interrogados personalmente y que su
declaración personal no puede ser sustituida por la lectura de los
registros en que constaren anteriores declaraciones o de otros
documentos que las contuvieren, sin perjuicio de lo dispuesto en los
artículos 331 y 332.

Que, consecuencialmente, es aquí donde en el caso en examen se


echa de menos la real y efectiva aplicación de los principios de
bilateralidad de la audiencia y de contradicción que la a quo estaba
constitucional y legalmente compelida a garantizar al momento de
recibir la prueba ahora cuestionada, porque incluso aún prescindiendo
de cualquier formalismo infraconstitucional, la sola aplicación de la
garantía del debido proceso debió llevarla a permitir al defensor a
utilizar en forma efectiva alguna herramienta de contraste de la

282
información recibida, empero ello no pudo materializarse —
evidentemente con un grave perjuicio para los intereses del imputado
requerido— en razón de la forma en que irregularmente autorizó el
ingreso al juicio de la prueba pericial.

Corte de Apelaciones de Concepción, 24 de junio de 2011, rol Nº 204-


2011. Integraron la Sala los Ministros Panés Ramírez, César Gerardo.
Redactó el Ministro Panés Ramírez, César Gerardo. Cita online:
CL/JUR/5147/2011

g) Vulnera el debido proceso la autorización de incorporación de


prueba documental extemporáneamente y sin permitir su acceso por la
defensa

Que el Código Procesal Penal consagra una ritualidad determinada


para que todas las partes intervinientes en un juicio puedan aportar la
prueba que sirve de base a sus pretensiones, lo que debe producirse en
una etapa determinada del juicio, en presencia del juez y de todas las
partes, siendo allí donde los documentos se incorporan al pleito, los que
deben ser leídos de manera completa o resumida, para que puedan ser
objeto de observaciones por la contraria.

Y ello es así porque sin tal ritualidad se vulnerarían los principios de


bilateralidad de la audiencia y de oralidad, así como el derecho a ejercer
efectivamente una defensa, por lo que no es posible incorporar
antecedentes que no sean dados a conocer en el momento oportuno
para poder eventualmente cuestionarlos en su forma o en el fondo.

Lo mismo ocurre con el juez, quien tiene el deber de resolver el litigio


sometido a su conocimiento sobre la base y antecedentes aportados
únicamente durante el juicio; sea escuchando a los testigos, peritos,
víctimas, o de la lectura completa o resumida que de los documentos
hagan los interesados.

Es impensable que un sentenciador pretenda formar su convicción


sobre antecedentes que no han sido dados a conocer a la contraria en la
audiencia de prueba, y en la forma que el Código Procesal Penal
establece.

Un juicio que vulnere lo que antes se ha dicho contraviene el debido


proceso, consagrado en el inciso quinto del numeral tercero de la
Constitución Política de la República.

283
Que en el caso de autos, durante la audiencia de un juicio oral
simplificado, luego que el Tribunal señala que se va a proceder a recibir
la prueba del querellante, esa parte hace entrega a SS. de los
antecedentes, a lo que el Tribunal responde que se tienen por
entregados los antecedentes.

Luego de ello la defensa solicita tener acceso a los mismos, a lo que el


Tribunal se niega porque, se dice, con anterioridad habrían sido
fotocopiados, replicando la defensa luego de las amenazas del juez de
aplicar las sanciones previstas en el artículo 287 del Código Procesal
Penal, que es procedente la exhibición de la prueba antes que sea
recibida por el Tribunal para poder hacer las observaciones respectivas;
a lo que contesta el juez que se estaría en presencia de una negligencia
de los defensores por no tener las fotocopias en su poder.

De lo anterior, se colige que el magistrado se apartó de las normas


procedimentales y de los principios básicos del sistema procesal penal,
desde que carecía de importancia si con anterioridad a la audiencia se
habían obtenido o no las fotocopias de algunos o todos los
antecedentes, los cuales, por cierto, atendida la forma como fueron
incorporados, no se podía saber si eran o no los mismos. La parte
querellante simplemente hizo entrega de un legajo de documentos al
juez, quien así los recibe, sin que siquiera se hiciere una enumeración
de qué antecedentes se trataba y menos se leyeran, sea en forma
resumida o íntegra. Confunde el juez el conocimiento privado que de los
antecedentes pueden tener las partes con el conocimiento cierto que
debe verificarse en la audiencia respectiva, con intervención de todos los
interesados; y no en otras audiencias anteriores que no están
destinadas a la determinación de la existencia del hecho punible y de la
participación culpable y penada por la ley del imputado.

El convencimiento debe ser resultado de la prueba rendida legalmente


durante la audiencia considerada por la ley para ello, y no del
conocimiento privado que el juez pueda tener por haber intervenido en
otras audiencias, como claramente lo sostiene él mismo al señalar que
le consta a este juez porque fue quien tomó esa (otra) audiencia.

Corte Suprema, 8 de agosto de 2007, rol Nº 2684-2007. Integraron la


Sala los Ministros: Rodríguez Espoz, Jaime; Dahm Oyarzún, Jorge;
Ballesteros Cárcamo, Rubén; Dolmetsch Urra, Hugo y el Abogado
Integrante Künsemüller Loebenfelder, Carlos; Hernández Emparanza,
Domingo. Redactó el Ministro Dolmetsch Urra,
Hugo. Cita online: CL/JUR/1599/2007

284
h) La limitación de elementos probatorios del Ministerio Público atenta
contra su garantía fundamental a un debido proceso

i) Es posible concluir que se ha indicado como persona presente en los


hechos al testigo; que luego, al ofrecerlo como testigo número uno del
Ministerio Público, y el día que se presentó al juicio oral, conforme se
demostró de la prueba de audio, éste señaló que había extraviado su
cédula de identidad y que no había tenido tiempo para obtener una
nueva, lo que bastó para que el tribunal oral procediera a desechar su
comparecencia, no obstante que con arreglo al artículo 85 del Código
Procesal Penal, a propósito del control de identidad, la identificación de
cualquier persona, se efectuará por medio de documentos expedidos por
autoridad pública, tales como cédula de identidad, licencia de conducir o
pasaporte, sin limitar a esos mecanismos su establecimiento. La
irregularidad develada por el recurrente, adquiere la relevancia
necesaria para acoger el remedio procesal asilado en la causal
contemplada en la letra a) del artículo 373 del Código procedimental
criminal, por cuanto ha tenido influencia sustancial en lo resolutivo de la
decisión, puesto que los hechos en ella determinados no lo fueron con el
examen de todos los medios de prueba ofrecidos oportuna y legalmente
para ese juicio oral, lo que en su aspecto central significó limitar
injustificadamente una de las probanzas presentadas por el órgano
persecutor en su requerimiento.

Corte Suprema, 22 de mayo de 2007, rol Nº 1300-2007. Integraron la


Sala los Ministros: Dolmetsch Urra, Hugo; Ballesteros Cárcamo, Rubén;
Segura Peña, Nibaldo; Rodríguez Espoz, Jaime; y el Abogado Integrante
Fernández Richard, José. Redactó el Ministro Rodríguez Espoz,
Jaime. Cita online: CL/JUR/940/2007

Voto de minoría de Rubén Ballesteros Cárcamo

Si bien es cierto que la Constitución asegura a todas las personas,


incluso las públicas, la garantía de que la sentencia dictada esté fundada
en un proceso previo legalmente tramitado seguido conforme a un
procedimiento e investigación racionales y justos, no es menos
verdadero que en materia de persecución penal la Constitución ha
querido conceder esta garantía a quien es perseguido por el Estado y no
a su órgano persecutorio, máxime cuando éste tiene una organización
constitucional propia que le permite asegurar la presentación de las
pruebas que demostrarían su pretensión punitiva.

La ley procesal privilegia la preeminencia de la labor del Ministerio


Público en la etapa de investigación, y así lo declara expresamente el

285
código del ramo en su artículo 3º, cuando le entrega la exclusividad de
la investigación penal y el artículo 77 le confiere la facultad de ejercer y
sustentar la acción pública, por lo que se está, por tanto, frente a un co-
detentador de la potestad punitiva del Estado, la cual amenaza
desbordarse frente a un imputado que aparece en posición de
desigualdad y que debe, por ello, ser protegido por las instancias más
elevadas de la organización jurídica, mediante la garantía de un
procedimiento formalizado y regulado, que le asegure un tratamiento
equilibrado y sobre todo, capaz de preservar la presunción de inocencia
que constituye fundamento básico para su defensa.

Se ha sostenido también que el debido proceso no tiene por objeto


instaurar la igualdad entre contendientes de poderes comprobables sino
asegurar el respeto del más débil de la potestad punitiva centralizada.

ii) Al no habéserle permitido al Ministerio Público rendir prueba


testimonial legal y oportunamente ofrecida en la etapa de preparación
de juicio oral ante el Juez de Garantía, el tribunal oral en lo penal
infringe el derecho al debido proceso, por lo que la sentencia que se
impugna aparece desprovista de la racionalidad y justicia que la
legitime.

Que por lo expuesto aparece de manifiesto la necesidad de anular el


juicio oral y la sentencia absolutoria, acogiéndose así la pretensión que,
en este sentido ha formulado la parte recurrente.

Corte Suprema, 28 de junio de 2005, rol Nº 437-2005. Integraron la


Sala los Ministros: Chaigneau del Campo, Alberto; Cury Urzúa, Enrique;
Segura Peña, Nibaldo; Rodríguez Espoz,
Jaime. Cita online: CL/JUR/2644/2005

Voto de minoría de Alberto Chaigneau del Campo y Enrique Cury


Urzúa: Estuvieron por rechazar el recurso de nulidad en atención a que,
en su opinión, las infracciones al debido proceso como causales de
nulidad se encuentran establecidas sólo en beneficio del imputado, a fin
de protegerlo de posibles abusos por parte del poder punitivo estatal,
motivo por el cual no puede ser alegada por el Ministerio Público.

i) Atenta contra el derecho a guardar silencio el interrogar al imputado


sin tomar medidas para que ello fuera en presencia de su defensor y del
fiscal, ni haber actuado por orden de éste

Que en el caso concreto los testigos aseguran haber practicado un


control de identidad al hechor, aún cuando ninguno de ellos reconoció

286
haber requerido su cédula de identidad u otro documento idóneo, como
tampoco, haberle concedido las facilidades necesarias para su hallazgo y
exhibición. Por el contrario, los policías "que buscaban a un sujeto que
había cometido un robo— de inmediato le pidieron que mostrara lo que
llevaba al interior del morral que tenía a la espalda, sin que se hayan
hecho constar por su parte, los indicios que permitieren estimar que
ocultaba algo en aquél.

Si bien lo expresado ya resulta un exceso en las facultades de que


disponía la policía, en la forma que fueron ejecutadas sus acciones,
encontrándose detenido el encartado para ser trasladado al fundo donde
se cometió el injusto que ellos indagaban, procedieron a interrogarlo, sin
encontrarse presente su abogado, sin que los carabineros intervinientes
hayan tomado las medidas necesarias para que lo hiciera ante el fiscal,
como tampoco aparece que hayan actuado bajo la responsabilidad y con
la autorización de aquél, hecho que no ha sido controvertido y que se
evidenció, igualmente, a través de la prueba rendida en audiencia, de
donde aparece que sólo participó en los antecedentes el asistente del
fiscal, Sr. Claudio Meneses Yáñez, sin que conste tampoco que este
último haya actuado delegado por aquél.

Que lo expuesto revela inequívocamente un atropello a las normas


legales (artículos 89 y 91 del Código Adjetivo de Penas) que orientan el
proceder de la policía uniformada, como asimismo, a las garantías y
derechos que el artículo 19, Nº 3º, de la Carta Magna reconoce;
ilegalidad que debió ser constatada en su momento por el juez de
garantía, o bien, salvada en el tribunal oral.

Que el proceder ilegal de la policía en lo que concierne a la confesión


del imputado, afecta también a las restantes actuaciones en que ellos
reproducen lo aseverado por el detenido, sin amparo de sus garantías
personales. Ello es corolario del efecto propio de cualquier nulidad
"puesto que el acto prohibido es nulo ante la ley—, de suerte que
aquella parte donde los carabineros Arce y Matamala ilustran al tribunal
acerca de la supuesta espontánea confesión del inculpado, constituye
también una prueba ilícita, que no puede ser rendida en lalitis.

Que la trascendencia de la infracción antes anotada y que constituye


un requisito para la declaración de nulidad que se pide, radica en que se
ha afectado en la esencia el núcleo del derecho de que se trata y que es
el que tiene todo enjuiciado a guardar silencio y a que su declaración
sea prestada ante defensor y ante el fiscal de la causa, o bien, ante la
policía pero con la autorización de este último, lo que, según se tuvo por
demostrado, no fue cumplido, tanto porque se procedió por los

287
funcionarios en la forma ya indicada, cuanto, porque se incorporó al
pleito la confesión mal habida, a través de los dichos de la policía.

Que la petición de la defensa, en lo que atañe al artículo 373, letra a),


del Código Procesal Penal, consiste en la invalidación del edicto y del
juicio oral y, además, que se restablezca el procedimiento al estado de
realizarse nueva audiencia preparatoria de juicio oral.

Aun cuando la solicitud pudo ser más precisa en orden a la exclusión


que se esgrime como fundamento del recurso, esta Corte está limitada a
las peticiones precisas formuladas por los recurrentes, por así disponerlo
el artículo 360 del estatuto procedimental de penas, de manera que,
acogiéndose esta causal, se decretará la nulidad de la sentencia y del
juicio oral que le sirvió como antecedente, debiendo retrotraerse el
procedimiento al estado de celebrarse nueva audiencia preparatoria de
juicio ante tribunal no inhabilitado que corresponda.

Corte Suprema, 23 de diciembre de 2009, rol Nº 6934-2009.


Integraron la Sala los Ministros: Segura Peña, Nibaldo; Rodríguez Espoz,
Jaime; Künsemüller Loebenfelder, Carlos; Dolmetsch Urra, Hugo;
Ballesteros Cárcamo, Rubén. Redactó el Ministro Rodríguez Espoz,
Jaime.Cita online: CL/JUR/5286/2009

j) La limitación del derecho del imputado a rechazar una diligencia


intrusiva de carácter facultativo atenta contra las garantías
fundamentales de libertad individual y no autoincriminación

Que, en esta perspectiva, la obligatoriedad del examen violentó la


garantía de libertad individual y el derecho a no autoincriminarse, desde
que se restringió al imputado su legítimo derecho a optar por rechazar
una diligencia intrusiva de carácter facultativo, prevista en ese término
por el legislador junto a las consecuencias de una negativa injustificada,
prerrogativas que, en este caso, se coartó a Cantuarias Rubio.

Que, por lo argumentado, se acogerá el recurso interpuesto por la


causal del artículo 373 letra a) del Código Procesal Penal, en conexión
con las garantías constitucionales consagradas en los literales 3º y 7º,
letra b, del artículo 19, de la Carta Fundamental, siendo entonces
innecesario el análisis de las demás causales esgrimidas.

Corte Suprema, 20 de octubre de 2008, rol Nº 4905-2008. Integraron


la Sala los Ministros: Segura Peña, Nibaldo; Rodríguez Espoz, Jaime;
Dolmetsch Urra, Hugo; Ballesteros Cárcamo, Rubén; y el Abogado

288
Integrante Herrera Valdivia, Oscar. Redactó el Ministro Ballesteros
Cárcamo, Rubén. Cita online: CL/JUR/3833/2008

k) La suplencia de deficiencias probatorias del Ministerio Público por


parte del Juez de Garantía infringe el derecho fundamental a un debido
proceso, al atentar contra la imparcialidad, la contradicción y la igualdad
de posiciones

i) Que como ya ha sido resuelto en ocasiones anteriores, en las causas


números de ingreso 4954-08, 1414-09 y, más recientemente, 4164-09,
constituye un derecho asegurado por la Constitución Política de la
República, el que toda decisión de un órgano que ejerza jurisdicción
debe fundarse en un proceso previo legalmente tramitado y el artículo
19, Nº 3º, inciso quinto, le confiere al legislador la misión de definir
siempre las garantías de un procedimiento racional y justo.

"En torno a los tópicos que contempla el derecho del debido proceso,
no hay discrepancias en aceptar que a lo menos lo constituye un
conjunto de garantías que la Constitución Política de la República, los
tratados internacionales ratificados por Chile y en vigor y las leyes le
entregan a las partes de la relación procesal, por medio de las cuales se
procura que todos puedan hacer valer sus pretensiones en los
tribunales, que sean escuchados, que puedan reclamar cuando no están
conformes, que se respeten los procedimientos fijados en la ley,
veredictos motivados o fundados, etc.; en tanto que, por la
imparcialidad del tribunal, se comprenden tres garantías individuales de
que gozan las personas de cara a la organización judicial del Estado, a
saber, el derecho al juez independiente, imparcial y natural, referidos
principalmente a que los asuntos criminales deben ser conocidos por los
tribunales señalados por la ley con anterioridad a la perpetración del
hecho punible, sin que otro poder del mismo Estado pueda avocarse a
esa función, y a la forma de posicionarse el juez frente al conflicto, de
modo que no medie compromiso con los litigantes o el asunto, desde
que en todo proceso penal aparece comprometido el interés público de
la comunidad en el esclarecimiento de los sucesos y el castigo de los
delitos, como también la absolución del inocente; ese interés debe ser
tutelado exclusivamente por el Ministerio Público como órgano
predispuesto por el Estado precisamente con ese propósito, que incluye
por cierto la exclusiva y excluyente promoción de la acción penal y la
carga de probar la culpabilidad del incriminado, al mismo tiempo que el
tribunal debe actuar con neutralidad y objetividad, que no puede
conducirlo a abandonar su posición equidistante de las partes y
desinteresada sobre el objeto de la causa".

289
Que de lo expuesto, aparece evidente la prohibición impuesta al
tribunal, en orden a incorporar pruebas de cargo o descargo de forma
oficiosa, toda vez que sólo puede ejercer la actividad que el artículo 329
del Código Procesal Penal expresamente les faculta, en el sentido que
los miembros del tribunal pueden formular preguntas al testigo o perito
con el fin de aclarar sus dichos, ya que "el supuesto de la norma es que
la prueba testimonial o pericial respectiva, ya fue presentada por uno de
los intervinientes en la controversia, sin tener en su producción ninguna
injerencia el tribunal ante el cual se rinde, y por otro lado sus preguntas
aclaratorias sólo se producen luego de ejecutado el examen y
contraexamen pertinente, potestad que, sin lugar a dudas, en los casos
que se decida ejercerla —como ya se ha tenido oportunidad de advertir,
deberá serlo con la mayor prudencia posible, recordando los jueces
siempre como coto, que es función exclusiva de las partes incorporar la
evidencia en juicio, y mantenerse ajenos al debate adversarial entre
ellas" (rol Nº 4164-09).

Que en la forma que ya antes se dejó consignada, producto de lo


estipulado en el cuerpo del mismo recurso y de lo que fue posible
escuchar en la audiencia, a través de la prueba de audio rendida por la
defensa y completada por el Ministerio Público, es efectivo que el Sr.
Juez Ricardo Leyton Pavez, no se limitó a dar cumplimiento a la norma
del artículo 310 respecto de la víctima, menor de edad, sino que de la
prueba rendida aparece claramente que excedió a lo pedido por el fiscal,
agregando antecedentes y datos no sólo a las preguntas que hacía al
testigo, sino que incluso realizando algunos aditamentos a sus
respuestas.

Del mismo modo, al tiempo de proceder a las aclaraciones, a las que


se encontraba expresamente facultado por la ley en el artículo 329 del
Código Procesal, requirió mayor información a la que ya había sido
vertida en el juicio, de modo que no sólo aclaró dichos, sino que facilitó
la incorporación de nuevos datos al juicio, lo que constituye producción
de prueba por parte del tribunal.

Que, en consecuencia, la denuncia que formula la defensa de los


imputados a través de la causal a) del artículo 373 del Código Procesal,
es efectiva, porque el tipo de preguntas practicadas se alejan totalmente
de los términos que contiene y faculta el artículo 329 del Código
Procesal Penal, cuestión que fue representada al Sr. Juez, al menos en
dos oportunidades, siendo una de ellas acogida, precisamente porque el
juez consideró que había incurrido "en la ausencia de imparcialidad
necesaria".

290
"Que esta Corte —en cuanto a la garantía constitucional del debido
proceso—, como ya se anticipó, condiciona la legitimidad de la decisión
jurisdiccional, desde luego a la existencia de un órgano dotado de la
prerrogativa de conocer y juzgar una causa civil o criminal, en los
términos del artículo 73 de la Carta Magna y, en seguida, a que el
pronunciamiento sea corolario de un proceso previo, que en el sentir del
constituyente, esté asegurado por reglas formales que conformen un
racional y justo procedimiento e investigación, cuya regulación deberá
verificarse a través de la ley, que prevea una fase indagatoria que no se
aparte de las normas de actuación del ministerio público, de un
oportuno conocimiento de la acción, una adecuada defensa y la
producción de la prueba pertinente en las audiencias realizadas ante el
Juzgado de Garantía o ante el Tribunal del Juicio Oral en lo Penal" (rol
Nº 4164-09).

El principio contradictorio que rige en el nuevo sistema penal,


constituye un elemento del derecho a defensa y, asimismo, del debido
proceso, por cuanto la neutralidad del tribunal se asegura y garantiza a
través del veto a su iniciativa probatoria.

"En este entendido, cuando el tribunal decide de propia iniciativa llevar


a cabo un improcedente interrogatorio, en el que no sólo excede los
márgenes de lo legalmente permitido que son las preguntas
aclaratorias, sino que lo que hace en realidad es suplir eventuales
insuficiencias en la información lograda transmitir por el persecutor y/o
de la defensa, de suerte que se entromete en el debido desarrollo del
proceso, transgrede el principio de contradicción y, de paso, afecta su
propia imparcialidad, y en algunos pasajes derechamente manifestando
su dictamen sobre la cuestión pendiente, lo que no puede ser tolerado"
(rol Nº 4164-09).

Que la conducta desplegada por el Juez de Garantía resulta agraviante


para la igualdad de posiciones que debe existir entre los litigantes,
puesto que suple o corrige deficiencias en la actividad del Ministerio
Público, sumando a su cometido de órgano jurisdiccional objetivo e
imparcial, una actividad ajena al mismo, como la incorporación de oficio
de información que debió ser producida legalmente en el proceso por
quien soporta esa carga.

Esa posición desfavorable o desventajosa en que deja sumida a la


defensa, afecta el debido proceso, toda vez que priva a esa parte de la
posibilidad de obtener en el ejercicio de sus derechos como
interviniente, una decisión jurisdiccional favorable, cuestión que en
definitiva constituye la trascendencia del perjuicio requerido por la

291
nulidad procesal, con quebranto de las normas relativas a la garantía ya
aludida consagrada en el artículo 19, Nº 3º, inciso 5º, de la Constitución
Política de la República. Lo anterior, toda vez que no resulta posible
separar la prueba producida con la intervención del magistrado, de
aquélla que fue legalmente introducida al juicio por las partes,
habiéndose pronunciado en este escenario una decisión de condena.

Que el artículo 373, letra a) del Código Procesal Penal exige que el
atropello de derechos o garantías sea sustancial, lo que encuentra su
correlato en el artículo 160 del Código Procesal Penal, cuando presume
de derecho la existencia del perjuicio, si la anomalía ha impedido el
pleno ejercicio de las garantías y de los derechos reconocidos en la
Carta Magna, o en las demás leyes de la República.

Que el vicio constatado aparece revestido de la relevancia necesaria


para acoger el remedio procesal propuesto, precisamente porque
impidió el pleno ejercicio del derecho a defensa amparado en el debido
proceso, razón por la cual, se invalidará el juicio reponiéndose el
procedimiento al estado de celebrarse una nueva audiencia de juicio oral
ante tribunal no inhabilitado que corresponda.

Que siendo, además, en nuestro sistema procesal penal, relevante la


consagración del principio de igualdad de armas entre los intervinientes,
resulta a lo menos necesario dejar establecido que en la especie existe
una vulneración del estatuto procesal penal, en el sentido que uno de
los intervinientes ha resultado vulnerado por la intervención en las
audiencias reseñadas por el juez respectivo.

Corte Suprema, 4 de noviembre de 2009, rol Nº 6165-2009.


Integraron la Sala los Ministros: Segura Peña, Nibaldo; Rodríguez Espoz,
Jaime; Ballesteros Cárcamo, Rubén; y el Abogado Integrante: Pozo
Silva, Nelson; Hernández Emparanza,
Domingo. Cita online:CL/JUR/2945/2009

Que, en cuanto al concepto de imparcialidad, resulta útil recordar lo


manifestado recientemente por esta Corte, en orden a que: "por la
imparcialidad del tribunal, se comprenden tres garantías individuales de
que gozan las personas de cara a la organización judicial del Estado, a
saber, el derecho al juez independiente, imparcial y natural, referidos
principalmente a que los asuntos criminales deben ser conocidos por los
tribunales señalados por la ley con anterioridad a la perpetración del
hecho punible, sin que otro poder del mismo Estado pueda abocarse a
esa función, y a la forma de posicionarse el juez frente al conflicto, de
modo que no medie compromiso con los litigantes o el asunto, desde

292
que en todo proceso penal aparece comprometido el interés público de
la comunidad en el esclarecimiento de los sucesos y el castigo de los
delitos, como también la absolución del inocente" (Fallo de 1 de
septiembre de 2009, dictado en la causa rol Nº 4164-09).

Conviene también destacar lo sostenido por el autor Eduardo M.


Jauchen, quien entiende por imparcialidad del juzgador "el modo de
posicionarse frente al conflicto objeto del proceso y a la pretensión de
las partes, de manera que sea equidistante de las mismas y distante del
conflicto, a fin de poder analizar y concluir con prudente objetividad cuál
es la más ecuánime y justa manera de dictar la sentencia. Juez es
sinónimo de imparcialidad, es la esencia misma inherente a la justicia.

Si el proceso es la forma civilizada como presupuesto para la


realización del Derecho Penal, es indispensable que el encargado de
decidir sólo podrá hacerlo con justicia si es imparcial, esto es, si no tiene
inclinación favorable o negativa respecto a alguna de las partes o interés
personal alguno respecto al objeto del proceso" (Jauchen, E. Derechos
del Imputado, Rubinzal-Culzoni Editores, Primera Edición, 2007, p. 210).

A su vez, el señalado autor añade que "esta garantía también


involucra necesariamente un sistema procesal en el que la acción penal
no puede ser promovida de oficio. No se puede ser juez y parte al
mismo tiempo, lo que conspira frontalmente con la esencia de la
justicia. De ahí que el añejo ne procedat iudex ex officio, pilar
fundamental en todos los Estados de Derecho, sea el primer
presupuesto insoslayable del respeto a la garantía constitucional del juez
imparcial.

El principio acusatorio formal dispone disociar las funciones


requirente y decisoria, lo que apareja la necesidad del acto de instancia
por parte de otro órgano totalmente distinto del juez. Acción y
jurisdicción son esencialmente inconciliables, por ello un mismo órgano
judicial no puede tener ambos poderes; no se puede ser juez y parte al
mismo tiempo, pues ello afecta su imparcialidad objetiva" (op. cit.,
p. 212).

Que, acorde con lo expuesto y a partir de una lectura sistémica


del Código Procesal Penal, en particular, de los artículos 12, 69, 71, 259,
292, 295, 297, 323, 328, 336, 343 inciso cuarto, 389 y 395, surge con
nitidez que tanto el Juez de Garantía como el Tribunal del Juicio Oral en
lo Penal, constituyen un sujeto procesal, que en cuanto conductor del
procedimiento desde una posición neutral no tiene la calidad de
interviniente y por tanto, se encuentra impedido de actuar como sujeto

293
productor de prueba. Es decir, sólo pueden decretar y/o recibir las
probanzas que hubiesen sido ofrecidas y/o pedidas por los
intervinientes, siendo la razón del veto a tal impulso o iniciativa
probatoria, el resguardo del deber de imparcialidad del juzgador —cuya
contrapartida es un derecho para el imputado—, con lo cual, se
garantiza, a su vez, el carácter adversarial o contradictorio del actual
proceso penal, que desde luego es una manifestación del principio
acusatorio que informa nuestro sistema de enjuiciamiento criminal.

Que, como corolario de lo anterior, surge la necesidad de resguardar


la igualdad de las partes, garantía que proyectada al interior del proceso
penal, se traduce en el hecho que cualquiera que recurra a la justicia ha
de ser atendido por los tribunales con arreglo a unas mismas leyes y con
sujeción a un procedimiento común, igual y fijo, infringiéndose este
derecho cuando una de las partes queda situada en una posición de
desigualdad o impedida del ejercicio efectivo del principio de
contradicción.

El cumplimiento de tan relevante garantía, corresponde precisamente


al juzgador, quien debe velar porque se establezca un real equilibrio, sin
ningún tipo de discriminaciones entre el imputado y la parte acusadora,
representada por el fiscal o el querellante particular, durante las fases
de desarrollo del juicio oral.

Que, de este modo, el ente persecutor penal es el exclusivo motor del


proceso criminal en vigencia, de manera que resulta agraviante para el
debido proceso que el tribunal concurra a suplir o corregir deficiencias
en esa actividad, sumando a su cometido de órgano jurisdiccional
objetivo e imparcial, una actividad ajena al mismo, como la
incorporación de oficio de información que debió ser producida
legalmente en el proceso por quien estaba facultado para ello.

Emerge así una especie de "subsidio procesal" brindado por el juez en


beneficio de la posición acusadora del Ministerio Público, conducta que,
además de ser totalmente contraria a la garantía de ser juzgado por un
tribunal subjetiva y objetivamente imparcial, infringiría en esencia, lo
dispuesto en el inciso segundo del artículo 7º de la Constitución Política
de la República.

Por lo demás, el hecho de que el fiscal —tal como ocurrió en el


presente caso— no haga valer determinadas condenas anteriores para
los efectos de formular un requerimiento en el procedimiento
simplificado, puede deberse no necesariamente a alguna deficiencia en
su labor exclusiva de recopilación de antecedentes probatorios sino que

294
al ejercicio de un derecho legítimo, encaminado a adecuar la pena para
el evento de que el imputado admitiere su responsabilidad.

De este modo, la circunstancia que el fiscal y el defensor puedan


conocer previamente todas las condenas del imputado, no habilita al
tribunal para indagarlas de oficio y resolver en base a ellas, pues, por un
lado, en virtud del deber de imparcialidad no puede suplir las omisiones
probatorias de las partes, en particular, las del ente persecutor y por
otro lado, en procedimientos como el simplificado que contemplan
expresamente la posibilidad de una negociación entre el Ministerio
Público y la Defensa del imputado, en la que incluso el fiscal puede
modificar la pena propuesta, sin que la aplicada por el juez pueda ser
superior a aquella, resulta evidente que toda actuación oficiosa del
tribunal en perjuicio de una de las partes, atenta contra el éxito de una
solución penal consensuada, que pretende ser más eficiente y oportuna
que el juicio propiamente tal.

Que, en virtud de los razonamientos y conclusiones precedentes,


cuando el inciso segundo del artículo 395 del Código Procesal Penal,
dispone que, en los casos en que el imputado admita responsabilidad en
el hecho y deba dictarse sentencia inmediata, se permite la
incorporación de antecedentes que sirvieren para la determinación de la
pena, no posibilita al juez a realizar de oficio tal actividad, menos aún si
con ello termina perjudicando al imputado, como sucedió en la especie
al imponerle una pena con cumplimiento efectivo en circunstancias que
el fiscal no se había opuesto a la petición de la defensa de concesión de
algún beneficio alternativo.

Que, en conclusión, la actuación del Juez del Tribunal de Garantía de


Iquique, don Frederick Arturo Roco Alvarado que ha sido reprochada en
estos autos, puso al imputado en una situación desventajosa o
desfavorable, ya que al incorporar de oficio antecedentes que no fueron
hechos valer por el ente persecutor y comprometer su decisión con el
interés de este último, le ha impedido al enjuiciado ejercer sus derechos
como interviniente en un plano de igualdad frente a su oponente y
consecuente con ello, le ha imposibilitado obtener una decisión
jurisdiccional favorable, experimentando así el perjuicio trascendente
requerido para la procedencia de la nulidad procesal.

En todo caso, de acuerdo al artículo 160 del Código Procesal Penal se


presume de derecho la existencia del perjuicio cuando la infracción
hubiere impedido el pleno ejercicio de las garantías y de los derechos
reconocidos en la Constitución, o en la demás leyes de la República, tal
como acontece en este caso, en que se ha quebrantado la garantía del

295
debido proceso y en particular, el derecho a ser juzgado por un tribunal
imparcial, cuya consagración constitucional y legal ya fue explicitada en
el motivo sexto de este fallo, siendo forzoso concluir que la sentencia
recaída en el procedimiento simplificado en análisis es nula.

Corte Suprema, 3 de noviembre de 2009, rol Nº 5658-2009.


Integraron la Sala los Ministros: Segura Peña, Nibaldo; Rodríguez Espoz,
Jaime; Ballesteros Cárcamo, Rubén; y el Abogado Integrante: Pozo
Silva, Nelson; Mauriz Aymerich, Benito. Redactó el Ministro Segura
Peña, Nibaldo. Cita online: CL/JUR/2895/2009

l) La infracción del principio de congruencia atenta contra el derecho


de defensa y el debido proceso

Que, la garantía judicial de que se trata, asegura la concesión al


inculpado del tiempo y los medios adecuados para la preparación de su
defensa (artículo 8.2 letra c) de la Convención Americana de Derechos
Humanos) e implica la prohibición de sorpresa que perturbe el derecho
de defensa material de que es titular todo inculpado de un delito.

"El apercibimiento de la acusación es necesario para poner al imputado


en condiciones de ejercer útilmente su derecho de defensa, porque sin
esta nunca podrá haber confianza de que el juicio criminal conduzca al
conocimiento de la verdad, que interesa no solo al imputado, sino a la
sociedad toda, y por esto es de orden público primario.

La utilidad de la intimación consiste íntegramente, pues, en llenar


todas y cada una de las condiciones que sean indispensables para que el
imputado pueda oponer eficazmente sus medios de defensa e impugnar
así los medios que la acusación haya empleado en su contra".
(Francesco Carrara, Programa de Derecho Criminal, Parte
general, Volumen II, Editorial Temis, Colombia, 1996, parágrafo 892,
p. 363).

En conclusión, el principio de congruencia procura evitar la lesión de


los derechos del encartado, por lo cual no debe encontrar en el debate
variaciones al marco fáctico, que constituyan sorpresas y le impidan el
ejercicio de la defensa ya que de poco serviría ser oído sobre una
acusación o cargo que pueda ser mutada y convertirse en otra diferente
(Julián Horacio Langevin: Nuevas Formulaciones del Principio de
Congruencia: Correlación entre Acusación, Defensa y Sentencia, Fabián
J. Di Plácido, Editor, 2007, p. 47).

296
En el mismo sentido se ha escrito que: "Es inviolable la defensa en
juicio de la persona y sus derechos; el principio de congruencia
aparece entonces como una derivación lógica pues sólo hay defensa
posible frente a un ataque preciso que el acusado conoce y puede
controvertir, y únicamente sobre ese ataque puede el juez pronunciarse
afectando los derechos del imputado" desde el prisma del principio de
congruencia el proceso no puede prescindir de una estricta
correspondencia ente la acusación, intimación precisa de los cargos que
contiene y la sentencia" (Abel Fleming y Pablo López Viñals, Garantías
del Imputado, Rubinzal-Culzoni Editores, 1ª edición, año 2007, p. 513).

El análisis detenido de la sentencia, pone de manifiesto que el sustrato


fáctico del requerimiento del Ministerio Público fue excedido en el fallo,
vulnerándose la concordancia o correspondencia impuesta como límite
infranqueable a la decisión condenatoria, pues las particularidades del
hecho que se dio por probado conducentes a calificarlos de determinada
manera, en palabras del tribunal, difieren de la acusación propuesta por
el persecutor, cercenando, finalmente, el derecho de defensa de que es
titular todo inculpado de un delito. En efecto, si la estrategia defensiva
se construye sobre la precisa imputación del acusador, la mutación de
los cargos y su subsunción en un tipo penal diverso impidieron al
imputado y su defensor enfrentar y cuestionar probatoriamente dicha
alteración, lesionando, en definitiva, el derecho a defensa, requisito sine
qua non para asegurar un procedimiento justo en los términos del
artículo 19, Nº 3º, inciso quinto, de la Constitución Política de la
República. Por lo argumentado, se acogerá el recurso interpuesto por la
causal del artículo 373 letra a) del Código Procesal Penal.

Corte Suprema, 26 de octubre de 2009, rol Nº 5201-2009. Integraron


la Sala los Ministros: Segura Peña, Nibaldo; Rodríguez Espoz, Jaime;
Ballesteros Cárcamo, Rubén; y los Abogados Integrantes Pozo Silva,
Nelson y Bates Hidalgo, Luis. Cita online: CL/JUR/2572/2009

m) No hay infracción al derecho fundamental de defensa por la


denegación de prueba solicitada extemporáneamente

Que, no obstante, que es facultativo para el querellante el solicitar


diligencias en el escrito de la querella (lo que no hizo el querellante,
según se desprende del recurso deducido), sin embargo el artículo 261
del Código mencionado precedentemente, dispone en forma expresa
que hasta quince días antes de la fecha fijada para la realización de la
audiencia de preparación del juicio oral, el querellante por escrito podrá,
entre otras peticiones, ofrecer la prueba que estimare necesaria para
sustentar su acusación, lo que deberá hacerse en los términos previstos

297
en el artículo 259, referida al contenido de la acusación, que debe
contener en forma clara y precisa el señalamiento de los medios de
prueba de que piensa valerse en el juicio, entre otras menciones.

Que no cabe duda que la oportunidad procesal para ofrecer prueba no


es otra que aquélla a que se refiere la norma del artículo 261 referido
precedentemente, de manera que la solicitud que el propio querellante
ha reconocido haber hecho en la audiencia de preparación del juicio oral,
era del todo extemporánea y, por lo tanto, no se divisa de qué manera
han sido vulnerados los derechos a la defensa del querellante por el
juez a quo tanto al dictar sentencia cuanto al negar la prueba ofrecida
en la audiencia de preparación del juicio oral.

Corte de Apelaciones de Valparaíso, 3 de junio de 2008, rol Nº 488-


2008. Integraron la Sala los Ministros: Miranda Lillo, Julio; Alvarado
Thimeos, Luis; y el Abogado Integrante: Müller Reyes, Carlos. Redactó
el Ministro Miranda Lillo, Julio. Cita online: CL/JUR/2644/2008

n) No hay infracción a los derechos fundamentales por no excluirse


prueba por el tribunal oral, puesto que carece de competencia para ello

i) Que, por último, parece necesario enfatizar que el tribunal oral no


puede excluir pruebas si ello no se hizo en sede de garantía, así como
tampoco puede dejar de valorar la legalmente producida e incorporada
en la audiencia de juicio oral, como parece sugerir la defensa, pues el
legislador manda hacerse cargo de toda la prueba producida, sin
perjuicio, claro está, que pueda desestimar alguna indicando las razones
que tuvo en cuenta para ello.

Que en tal virtud, contrariamente a lo aseverado por el recurrente,


fluye de manera inequívoca que el veredicto impugnado no vulneró los
principios invocados ni se sustenta la decisión en una prueba
incriminatoria que encuentre su origen en diligencias o actuaciones
declaradas nulas o bien obtenidas sin respetar determinadas garantías
constitucionales, por lo que resulta inconcuso que las alegaciones de
invalidación apoyadas en la causal impetrada aparecen carentes de
fundamento, lo que conduce inequívocamente al rechazo del recurso.

Corte Suprema, 27 de septiembre de 2010, rol Nº 4600-2010.


Integraron la Sala los Ministros: Segura Peña, Nibaldo; Rodríguez Espoz,
Jaime; Künsemüller Loebenfelder, Carlos; Dolmetsch Urra, Hugo;
Ballesteros Cárcamo, Rubén. Redactó el Ministro Segura Peña, Nibaldo.
Cita online: CL/JUR/7726/2010

298
ii) Que en lo que atañe al primer capítulo de invalidación, atinente a la
eliminación de prueba documental de cargo por parte del Tribunal del
Juicio Oral en lo Penal de Villarrica, desde luego es necesario recordar
que con arreglo al nuevo ordenamiento adjetivo penal, la oportunidad
procesal idónea para pronunciarse acerca de la admisibilidad y legalidad
de las probanzas aportadas por los intervinientes está nítidamente
señalada en la ley: la audiencia de preparación del juicio oral, y el único
tribunal competente para emitir un pronunciamiento de esa clase es el
juez de garantía, tal como surge de relieve inequívocamente del tenor y
de la ubicación sistemática del artículo 276 del estatuto del ramo.

Una vez aceptada una determinada prueba por parte del juez de
garantía, el tribunal del juicio oral no podrá declarar la improcedencia de
ella, pues carece de facultades legales para hacerlo, tanto en lo que
concierne al ámbito probatorio como a las restantes cuestiones que en
el mismo se comprenden; lo cual no es óbice para que los juzgadores
puedan no considerarla idónea para lograr su convicción.

Corte Suprema, 14 de septiembre de 2006, rol Nº 3666-2005.


Integraron la Sala los Ministros: Cury Urzúa, Enrique; Segura Peña,
Nibaldo; y el Abogado Integrante Castro Alamos,
Fernando. Cita online: CL/JUR/5018/2006

o) Infringe el derecho fundamental al debido proceso la condena del


imputado mediante la admisión por el tribunal oral en lo penal de una
prueba excluida por ilícita por el juez de garantía

El respeto a los derechos fundamentales y la legitimidad del


procedimiento vertebra el proceso entero, tal como lo pone de
manifiesto la propia existencia del recurso de nulidad y la extensión de
sus causales. El cumplimiento de la ley y el respeto a los derechos
garantizados por la Constitución Política de la República no conforman
aquello que los jueces están llamados a apreciar libremente, sino que
configuran presupuestos de legitimidad para la emisión de cualquier
pronunciamiento sobre el caso sometido a su consideración (SCS rol
Nº 9521-09, de doce de abril de dos mil diez).

Que bajo este prisma, cuando el tribunal decide admitir una prueba
expresamente excluida, valorarla positivamente y fundar en ella una
decisión de condena, no sólo excede los márgenes de lo legalmente
permitido, sino que lo que hace en realidad es atentar contra la garantía
constitucional del debido proceso, al haber sido obtenida con trasgresión
de garantías como se resolvió en la audiencia preparatoria del juicio
oral.

299
"La decisión judicial contraria al interés del portador de la garantía no
puede ser fundada en elementos de prueba obtenidos mediante su
inobservancia o con violación de las formas previstas en resguardo de la
garantía". (Julio B. J. Maier, Derecho Procesal Penal, Tomo I.
Fundamentos. Editores del Puerto, Buenos Aires, 2004, 2ª edición, 3ª
reimpresión, p. 696).

Que, en este escenario, el acusado Araya Astete fue puesto en una


posición evidentemente desventajosa, afectando su derecho al debido
proceso, ya que con la irregular admisión de una prueba expresamente
excluida, el tribunal oral fundó una decisión jurisdiccional desfavorable a
aquél, quién experimentó así el perjuicio trascendente requerido por la
nulidad procesal, con quebranto de las normas relativas a la garantía ya
aludida, consagrada en el artículo 19, Nº 3º, inciso 5º, de la Carta
Fundamental, por lo que es forzoso concluir que el fallo recaído en el
asunto en estudio es nulo.

Que la deficiencia delatada por el compareciente aparece pues


revestida de la relevancia necesaria para acoger el recurso procesal
basado de modo principal en la letra a) del artículo 373 del Código
procedimental criminal, que sólo es reparable con la declaración de
nulidad del juicio oral y del dictamen impugnado, por ser esta la única
vía que permite legalmente la realización de un nuevo litigio, en que se
respeten las reglas del debido proceso y se resguarden adecuadamente
las garantías de los contendientes.

Corte Suprema, 21 de diciembre de 2010, rol Nº 7918-2010.


Integraron la Sala los Ministros: Ballesteros Cárcamo, Rubén;
DolmetschUrra, Hugo; Künsemüller Loebenfelder, Carlos; y el Abogado
Integrante: Hernández Emparanza, Domingo; Medina Cuevas, Jorge.
Redactó el Ministro Hernández Emparanza,
Domingo. Cita online: CL/JUR/11147/2010

p) Atenta contra el debido proceso la denegación de un recurso

Que, sin lugar a dudas el fundamento de todo recurso procesal está en


la garantía constitucional del debido proceso.

Aparte de la bilateralidad de la audiencia, del derecho a presentar


pruebas en materia penal, lo debemos entender como el derecho que
tiene toda persona a defenderse, derecho contemplado en la
Constitución Política de la República en los incisos 2º y 3º del Nº 3º del
artículo 19, que dispone: toda persona tiene derecho a defensa jurídica
en la forma que la ley señala y ninguna autoridad o individuo podrá

300
impedir, restringir, o perturbar la debida intervención del letrado si
hubiese sido requerido.

Así también el Código Procesal Penal, en su artículo 8º consagra el


derecho a la defensa, al expresar que el imputado tendrá derecho a ser
defendido por un letrado desde la primera actuación del procedimiento
dirigido en su contra.

El imputado tendrá derecho a formular los planteamientos y


alegaciones que considere oportunos, así como intervenir en todas las
actuaciones judiciales y en las demás actuaciones del procedimiento,
salvo las excepciones expresamente previstas en este código, de allí que
no se pueda negar que la existencia de recursos es un imperativo
constitucional ineludible.

Que en numerosos tratados internacionales suscritos por Chile,


ratificados y actualmente vigentes, y que tal como lo preceptúa el
artículo 5º de nuestra Constitución Política, constituyen y forman parte
de las leyes de la República, también se considera este derecho a tener
un recurso en contra de las sentencias condenatorias o absolutorias en
materia penal, es así como el artículo 8º, Nº 2º, letra h), de la
Convención Americana de Derechos Humanos llamado Pacto de San
José de Costa Rica, estatuye que durante el proceso toda persona tiene
derecho en plena igualdad, entre otras garantías mínimas, a recurrir del
fallo ante el juez o tribunal superior.

Asimismo, el Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos,


establece en el párrafo 5º del artículo 14 que toda persona declarada
culpable de un delito tendrá derecho a que el fallo condenatorio y la
pena que se le haya impuesto, sean sometidos a un tribunal superior
conforme a lo prescrito por la ley.

Si bien este derecho no se encuentra expresamente contemplado en


nuestra carta fundamental, resulta igualmente obligatorio porque los
pactos mencionados fueron ratificados por Chile y se hallan actualmente
vigentes, en virtud de lo prescrito en el artículo 5º de la Constitución
Política de la República.

Que, en todo caso, nuestra legislación positiva ha recogido este


principio y, así, de todos los recursos o medios de impugnación que
regula nuestro Código Procesal Penal, sin lugar a dudas destaca el de
nulidad, que dicho sea de paso, es complementario de la nulidad
propiamente tal, desde que ambos cautelan el cumplimiento de
garantías constitucionales en concordancia con las normas del debido

301
proceso, relación que queda demostrada con el artículo 165, inciso final
del Código Procesal Penal al disponer que: la solicitud de nulidad
constituirá preparación suficiente del recurso de nulidad para el caso
que el tribunal no resolviere la cuestión de conformidad a lo solicitado.

Que, además, se reconoce con idéntico rango constitucional, la igual


protección de la ley a los ciudadanos en el ejercicio de los derechos que
se consagran en la norma constitucional citada en el considerando
noveno, que expresa que toda persona puede acceder a la defensa
jurídica en la forma que la ley señala y ninguna autoridad o individuo
podrá impedir, restringir, o perturbar, la debida intervención del letrado
si hubiere sido requerida.

Esta concepción se entiende en términos amplios, dado que no sólo


apunta a la defensa, sino que incluso a la asesoría en los derechos que
poseen las personas y los medios que pueden hacer valer para su
adecuada protección y sobre cualquier clase de materias,
reconociéndose la intervención del letrado en todo asunto y potestad
ante la cual se haga valer o se reclame el desconocimiento de un
derecho, conforme a las exigencias de un racional y justo procedimiento
que le permita ejercer la defensa de garantías que han sido
atropelladas, limitadas o ignoradas o que puedan serlo, por un tribunal o
autoridad pública, de cualquier naturaleza o categoría.

Que en armonía con la norma ya citada, debe extenderse el


reconocimiento con rango constitucional del derecho de defensa,
también a los derechos garantizados por los tratados internacionales
ratificados por Chile y que se encuentren vigentes, como son los
artículos: 11.1 de la Declaración Universal de Derecho Humanos, que
prescribe: Toda persona acusada de delito tiene derecho a que se
presuma su inocencia, mientras no se pruebe su culpabilidad, conforme
a la ley, y en juicio público en el que se hayan asegurado todas las
garantías necesarias para su defensa; el artículo 14.3 del Pacto
Internacional de Derechos Civiles y Políticos, que preceptúa: Durante el
proceso, toda persona acusada de un delito tendrá derecho, en plena
igualdad, a las siguientes garantías mínimas: b.- A disponer del tiempo
y los medios adecuados para la preparación de su defensa y a
comunicarse con un defensor de su elección; el artículo 8.2 de la
Convención Americana de Derechos Humanos, en cuanto expresa: Toda
persona inculpada de delito tiene derecho a que se presuma su
inocencia mientras no se establezca legalmente su culpabilidad.

Durante el proceso, toda persona tiene derecho, en plena igualdad, a


las siguientes garantías mínimas: d.- Derecho del inculpado a

302
defenderse personalmente o de ser asistido por un defensor de su
elección y de comunicarse libre y privadamente con su defensor;
normativa de la que se desprende que se trata de un derecho esencial,
como gozar de la asesoría técnica que lleva a cabo el abogado defensor,
y que comprende la facultad de intervenir en el procedimiento penal y
de llevar a cabo en él todas las actividades necesarias para poner en
evidencia la eventual falta de potestad penal del Estado o cualquier
circunstancia que la excluya o la atenúe, por ello en interés de la
transparencia del proceso penal, y para el hallazgo de la verdad,
constituye un requisito procesal esencial de todo juicio.

Que del análisis de los antecedentes acompañados al recurso se


comprueba que ambos derechos constitucionales correspondientes a la
defensa del recurrente, no fueron reconocidos ni respetados, porque
como se ha dicho, el curso procesal del recurso fue denegado por el
órgano jurisdiccional competente por la vía de declarar el abandono del
mismo sustrayéndose el tribunal de efectuar la vista, denegándose
posteriormente la reposición solicitada con evidente y claro quebranto
de las normas legales y constitucionales antes analizadas, situación
grave no corregida hasta ahora, y que esta Corte Suprema no puede
compartir, haciéndose un deber revertir en la forma que se dispondrá en
lo resolutivo.

Que en estas condiciones las Ministras recurridas señoras María Teresa


Díaz Zamora y Adriana Sottovia Jiménez, como la Abogado Integrante
señora María Eugenia Montt, incurrieron en los errores que se le
reprochan, a saber, de procedimiento, al decidir efectuar en una misma
audiencia el trámite en cuenta de la admisibilidad del recurso de
nulidad, y eventualmente de conocimiento del fondo del asunto,
aplicando erróneamente y contra derecho regulaciones propias del
recurso de apelación, lo que condujo a dejar sin resolver presentaciones
efectuadas e incumplir las instrucciones impartidas por esta Corte
Suprema, infringiéndose la disposición constitucional anteriormente
citada, el artículo 19, Nº 3º y demás preceptos invocados en el recurso,
relacionados con el derecho al recurso, a la defensa y a un debido
proceso.

Corte Suprema, 18 de noviembre de 2008, rol Nº 5179-2008.


Integraron la Sala los Ministros: Künsemüller Loebenfelder, Carlos;
Rodríguez Espoz, Jaime; Ballesteros Cárcamo, Rubén; Segura Peña,
Nibaldo; y el Abogado Integrante Hernández Emparanza, Domingo.
Redactó el Ministro Ballesteros Cárcamo, Rubén. Cita online:
CL/JUR/4113/2008

303
B. Infracción de derecho que influya sustancialmente en lo dispositivo
del fallo (art. 373 b) CPP)

a) La infracción de derecho amplía el control a otras fuentes formales


del ordenamiento jurídico

Que, el recurso de nulidad es de estricto derecho y el artículo 373 letra


b) del Código Procesal Penal apunta al respeto de la correcta aplicación
de la ley para ampliarla en general a la correcta aplicación del derecho y
así incorporar también otras fuentes formales integrantes del
ordenamiento jurídico; a través de esta causal solo pueden denunciarse
vicios cometidos en el juzgamiento jurídico del caso en la sentencia, sea
en la interpretación de la ley o en la subsunción jurídica.

Corte de Apelaciones de Santiago, 10 de diciembre de 2009, rol


Nº 2160-2009. Integraron la Sala los Ministros Rojas González, Mario;
Pfeiffer Richter, Alfredo; y el Abogado Integrante Lagos Gatica, Jorge.
Redactó el Ministro Pfeiffer Richter, Alfredo. Cita online:
CL/JUR/4634/2009

b) Error sobre tipificación que lleva a la absolución influye


sustancialmente en lo dispositivo del fallo

Que en mérito de lo expuesto en los considerandos precedentes, la


sentencia que se ha impugnado por el recurso que nos ocupa, ha hecho
una errónea aplicación del derecho, al estimar que la conducta del
imputado no se encontraba tipificada en el artículo 115 letra A de la Ley
de Tránsito, en relación al artículo 196 letra E de la referida ley, error
que obviamente ha influido sustancialmente en lo dispositivo del fallo, al
haberlo absuelto del requerimiento formulado por el Ministerio Público,
por lo que así vistas las cosas, se acogerá el recurso de nulidad
interpuesto, de acuerdo a la causal establecida en la letra b) del artículo
373 del Código Procesal Penal.

Corte de Apelaciones de Valparaíso, 1 de junio de 2010, rol Nº 372-


2010. Integraron la Sala los Ministros Lobos Domínguez, Fernando
Rafael; Alvarado Thimeos, Luis; Mateluna Arestizábal, Alfredo y García
Silva, Alejandro. Redactó el Ministro García Silva, Alejandro. Cita online:
CL/JUR/3086/2010

c) La imposición de una pena distinta a la correspondiente al delito


constituye un error de derecho

304
i) Que en razón de lo anteriormente señalado, al imponerse una pena
distinta a la señalada al delito por el cual fue requerido el imputado, es
que se está en presencia de la causal del la letra b) del artículo 373 del
Código Procesal Penal por lo que corresponde anular la sentencia de
primer grado.

Corte de Apelaciones de Santiago, 9 de abril de 2006, rol Nº 137-


2006. Integraron la Sala los Ministros: Billard Acuña, Joaquín; Dahm
Oyarzún, Jorge. Redactó el Ministro Llanos Mansilla, Hugo. Cita online:
CL/JUR/5850/2006

ii) Que, por consiguiente, la errada aplicación de la ley, ha modificado


el rango de la pena que debe imponerse y ello ha influido en lo
dispositivo del fallo pues se ha establecido una pena corporal en un
grado distinto al señalado por la ley, incurriéndose en el vicio a que
alude la letra b) del artículo 373 del Código Procesal Penal, lo que
autoriza invalidar parcialmente la sentencia atacada y el juicio oral.

Corte de Apelaciones de Santiago, 12 de febrero de 2010, rol Nº 2437-


2009. Integraron la Sala los Ministros: González Troncoso, Jessica;
Muñoz Pardo, Juan Manuel; Solís Muñoz, Eduardo. Redactó el Ministro
Muñoz Pardo, Juan Manuel. Cita online: CL/JUR/1334/2010

iii) Que para esta Corte lo sostenido por el Tribunal a quo en el


considerando decimoséptimo, en cuanto a no acoger la minorante de
responsabilidad penal solicitada constituye una errónea aplicación del
derecho que ha influido sustancialmente en lo dispositivo del fallo, pues
resulta claro que la pena impuesta de diez años y un día de presidio
mayor en su grado medio, al imputado por quien se recurre, resulta
superior a la que legalmente corresponde.

Corte de Apelaciones de San Miguel, 16 de diciembre de 2005, rol


Nº 503-2005. Integraron la Sala los Ministros: Carreño Seaman, Héctor;
Medina Sudy, Lilian; y el Abogado Integrante Cárcamo Olmos, Juan
Carlos. Redactó la Ministro Medina Sudy, Lilian. Cita online:
CL/JUR/319/2005

iv) Que, en consecuencia, resulta evidente que la Sra. Juez del


Décimotercer Juzgado de Garantía de Santiago impuso al inculpado una
pena no contemplada en la ley para la infracción penal establecida en el
juicio, ya que lo condenó al pago de una multa, en forma copulativa con
la pena de presidio menor en su grado máximo.

305
Que al tenor de lo expuesto, en el fallo en revisión se ha incurrido en
falta o abuso grave, por lo que se dan en la especie los presupuestos
que permiten a esta Corte proceder de oficio y siendo evidente el vicio
de que adolece el fallo, se hará uso de dicha atribución.

Corte Suprema, 18 de junio de 2008, rol Nº 2054-2008. Integraron la


Sala los Ministros: Segura Peña, Nibaldo; Rodríguez Espoz, Jaime;
Künsemüller Loebenfelder, Carlos; Dolmetsch Urra, Hugo; Ballesteros
Cárcamo, Rubén. Redactó el Ministro Künsemüller Loebenfelder, Carlos.
Cita online: CL/JUR/2693/2008

v) Que sobre la base de lo razonado, esta Corte considera concurrente


y suficiente el motivo de censura del fallo impugnado por el señor Fiscal
en representación del Ministerio Público, por la causal de nulidad
contenida en el artículo 373 letra b) del Código Procesal Penal, puesto
que se ha configurado el vicio alegado consistente en que los Jueces del
Tribunal Oral en lo penal de San Bernardo han realizado una errónea
aplicación del derecho al calificar equivocadamente el ilícito materia de
autos, defecto que ha influido en lo dispositivo del fallo, pues se ha
impuesto a los acusados una pena inferior a lo que legalmente eran
merecedores, todo lo cual obligará a este Tribunal ad quem a considerar
exaudible el recurso impetrado y en definitiva disponer su acogimiento
declarando la nulidad del juicio y de la sentencia recurrida y se
ordenará la realización de un nuevo proceso oral en sede criminal a
llevarse a cabo ante los Jueces no inhabilitados que correspondan.

Corte de Apelaciones de San Miguel, 9 de enero de 2007, rol Nº 1491-


2006. Integraron la Sala los Ministros: Blanco Herrera, Ricardo. Redactó
el Ministro Blanco Herrera, Ricardo. Cita online: CL/JUR/272/2007

d) La valoración sesgada de elementos insuficientes de convicción


infringen el estándar de convicción "más allá de toda duda razonable", lo
que constituye un error de derecho

Que de conformidad a lo dispuesto en el artículo 340 del Código


Procesal Penal, el estándar de convicción debe ser de tal entidad y más
allá de toda duda razonable, necesarios de convicción que se refieran a
una duda racional y objetiva al apreciar los elementos de convicción,
que en el caso de autos no existen.

Que en la sentencia, el Tribunal de primer grado no valoró en su


integridad toda la prueba producida sino que escogió determinados
elementos de información incoherentes que no concuerdan con la
versión de los hechos de la acusación.

306
Que el modo de proceder del Tribunal vulnera gravemente el
contenido del artículo 340 del Código Procesal Penal, lo que constituye
un vicio que ha influido sustancialmente en lo dispositivo del fallo, ya
que de haberse respetado el principio contenido en la aludida
disposición, se habría llegado a una decisión condenatoria.

Corte de Apelaciones de Valparaíso, 2 de junio de 2010, rol Nº 356-


2010. Integraron la Sala los Ministros: Domínguez, Fernando Rafael;
Alvarado Thimeos, Luis, y el Abogado Integrante Cárcamo Olmos, Juan
Carlos. Redactó el Ministro Alvarado Thimeos,
Luis. Cita online:CL/JUR/3093/2010

e) La infracción de derecho debe influir sustancialmente en lo


dispositivo del fallo

i) Que la causal de nulidad de la letra b) del artículo 373 del Código


Procesal Penal, requiere que en el pronunciamiento de la sentencia cuya
nulidad se pretende se haya hecho una errónea aplicación del derecho,
que haya influido sustancialmente en lo dispositivo del fallo, lo que en la
especie no ocurre, pues la sustancialidad de la colaboración prestada
por el acusado es un elemento que debe ser calificado por el tribunal en
cada caso, sin que exista normativa legal que regule tal calificación, que
pudiere ser infringida o erróneamente aplicada.

De igual modo, de haberse reconocido a favor del encausado la


atenuante, cuya omisión se reprocha, la rebaja de pena que de ella
pudiere derivarse (una segunda atenuante) es igualmente facultativa
para el tribunal, de manera que no existe por ello un error de derecho
como se pretende en relación al artículo 68 bis del Código Penal.

Corte de Apelaciones de San Miguel, 23 de noviembre de 2009, rol


Nº 1350-2009. Integraron la Sala los Ministros Meurer Montalva, Irma;
Espina Otero, María Soledad; y el Abogado Integrante: Iturra Astudillo,
Fernando. Redactó el Abogado Integrante: Iturra Astudillo,
Fernando. Cita online: CL/JUR/3833/2009

ii) Que como se dijo precedentemente, la sentencia se hace cargo de


los hechos como los presentó el Ministerio Público, los que no fueron
contradichos por la defensa, de suerte que se ha partido de la base que
es efectivo que el imputado puso una cadena con candado en la puerta
principal del referido inmueble, aún cuando no se haya dicho tal cosa en
forma expresa.

307
El asunto es que tal presupuesto fáctico, en concepto del fallo que se
revisa, no es ni desacato ni usurpación, conclusión que es compartida
por esta Corte, como ya se dijo a propósito de los otros dos capítulos de
nulidad.

Cabe señalar, finalmente que, de acuerdo al artículo 375 del Código


Procesal Penal, no causan nulidad los errores que no influyen
sustancialmente en lo dispositivo del fallo, de tal suerte que aún de
entenderse que el tribunal oral en lo penal efectivamente omitió la
referencia a que el imputado puso un candado en la puerta principal,
igualmente habría de llegarse a una sentencia absolutoria, incluso si tal
circunstancia se hubiere consignado expresamente.

Corte de Apelaciones de Santiago, 19 de febrero de 2009, rol Nº 2582-


2008. Integraron la Sala los Ministros: Villarroel Ramírez, Cornelio; Solís
Muñoz, Eduardo; Mera Muñoz, Juan Cristóbal. Cita online:
CL/JUR/6013/2009

iii) Que el examen de la pena determinada en la sentencia atacada


lleva a concluir que el error carece de influencia sustancial en lo
dispositivo del fallo como quiera que los jueces, aún suprimiendo dicha
agravante, habrían llegado al mismo resultado, al mismo quantumde
pena, según se pasa a demostrar.

Corte de Apelaciones de San Miguel, 9 de febrero de 2011, rol Nº 40-


2011. Integraron la Sala los Ministros: Pizarro Barahona, Sylvia; Rivas
González, María Carmen; Martínez Henríquez, Inés. Redactó el Ministro
Pizarro Barahona, Sylvia. Cita online: CL/JUR/1358/2011

iv) Que del modo recién indicado, sólo resta concluir que en la
dictación de la sentencia, en este aspecto, se incurrió por el voto de
mayoría, en una infracción de ley que influyó sustancialmente en lo
dispositivo del mismo, puesto que, de haberse concluido que concurría
la agravante de reincidencia específica, la sanción, que consta de varios
grados, no pudo aplicarse en su mínimo, como de hecho se hizo.

Corte de Apelaciones de Valparaíso, 23 de septiembre de 2009, rol


Nº 918-2009. Integraron la Sala los Ministros: González Alcaide,
Mónica; Cameratti Ramos, Dinorah; y el Abogado Integrante: Fuentes
Puelma, Carlos. Redactó la Ministro Cameratti Ramos, Dinorah.
Cita online: CL/JUR/1292/2009

v) Que, si bien es cierto puede ser discutible si en el caso en cuestión


concurre o no la atenuante del artículo 11 Nº 9 del Código Penal, no es

308
menos cierto que aun cuando en la sentencia del tribunal a quo se
hubiere considerado que la referida atenuante concurría, éste, de todos
modos, podría haber impuesto legítimamente la pena de ocho años de
presidio mayor en su grado mínimo, toda vez que, según el inciso 2º del
artículo 68 del Código Penal, habiendo una sola circunstancia atenuante,
el tribunal no aplicará el grado máximo, lo que, en este caso, no hizo,
sino que, por el contrario, aplicó el grado mínimo, pudiendo determinar
el quantum de la pena discrecionalmente dentro de su extensión, lo que
hizo al imponer la pena de 8 años.

Que, lo anterior debe relacionarse con el principio formativo del


procedimiento en virtud del cual la nulidad sin perjuicio no opera y, en
este caso, si aun poniéndonos hipotéticamente en la situación de
considerar la concurrencia de la atenuante esgrimida por la defensa se
podría imponer legítimamente la misma pena que se impuso sin haberla
considerado, de lo que sigue claramente la inexistencia del perjuicio.

Corte de Apelaciones de Santiago, 23 de marzo de 2008, rol Nº 266-


2008. Integraron la Sala los Ministros Valderrama Rebolledo, Manuel
Antonio; Muñoz Pardo, Juan Manuel; y el Abogado Integrante: López
Dawson, Carlos. Redactó el Ministro Valderrama Rebolledo, Manuel
Antonio. Cita online: CL/JUR/852/2008.

vi) A mayor abundamiento, la pena asignada al delito de que se trata,


corre desde el presidio menor en su grado máximo al presidio mayor en
su grado mínimo. De no haber circunstancias modificatorias de
responsabilidad, cuyo es el caso, por haberse compensado las
concurrentes, el tribunal está facultado para recorrer la pena en toda su
extensión. De concurrir una atenuante, cual habría sido el caso de no
aplicarse la agravante que repugna la defensa, el tribunal estaba
impedido de imponer la pena en su máximo de acuerdo a lo prevenido
en el artículo 68 del Código Penal, esto es, debía imponerse presidio
menor en su grado máximo, que fue precisamente la sanción aplicada al
caso concreto, de donde fluye que tampoco existiría perjuicio alguno al
condenado.

Corte Suprema, 16 de diciembre de 2009, rol Nº 6708-2009.


Integraron la Sala los Ministros: Segura Peña, Nibaldo; Rodríguez Espoz,
Jaime; Künsemüller Loebenfelder, Carlos; Dolmetsch Urra, Hugo; y el
Abogado Integrante: Hernández Emparanza, Domingo. Cita online:
CL/JUR/4904/2009

vii) Que respecto a la agravante contemplada en el artículo 12 Nº 15,


esto es, el haber sido castigado el culpable anteriormente por delitos,

309
que la ley señale igual o mayor pena, acogida por el Tribunal de primera
instancia, lleva razón el recurrente al estimar que debe tratarse de
"delitos", y en los autos se encuentra prescrito uno de ellos por lo que
formalmente tal agravante no debió acogerse en su contra, por subsistir
uno solo de ellos, no obstante, no se acogerá el citado motivo de
nulidad, por no haber influido sustancialmente en lo dispositivo del fallo,
ya que, al aplicar la pena el Tribunal lo sancionó en el tramo menor de
ésta, como si la agravante no hubiera existido, no produciéndose el
perjuicio que se alega.

Corte de Apelaciones de San Miguel, 30 de agosto de 2010, rol


Nº 953-2010. Integraron la Sala los Ministros: Letelier Ramírez, María
Teresa; Martínez Henríquez, Inés y el Abogado Integrante Jara Miranda,
Jaime Redactó la Ministro Martínez Henríquez,
Inés. Cita online:CL/JUR/6433/2010

f) La causal del artículo 373 b) requiere de la infracción de


normas decisoria litis

i) Que invocándose por la parte recurrente exclusivamente la causal de


la letra b) del artículo 373 del Código Procesal Penal, esto es, la
existencia de un error de derecho en el pronunciamiento de la sentencia
que influye en su parte dispositiva, para que el recurso pueda prosperar,
se requiere que exista un error en la aplicación de una norma decisoria
litis, sea de naturaleza procesal o sustantiva, pudiendo consistir el error,
como ya tradicionalmente se ha determinado, en la falta de empleo de
la norma pertinente o su empleo indebido o bien, la aplicación de una
norma impertinente, todo lo cual, supone, la mantención del
establecimiento fáctico de la sentencia; en otros términos, los hechos
determinados por los jueces, resultan inamovibles para el tribunal que
conoce del recurso, limitándose la discusión al derecho aplicable al caso.

Corte de Apelaciones de Copiapó, 14 de agosto de 2008, rol Nº 132-


2008. Integraron la Sala los Ministros Franulic Cetinic, Dinko. Redactó el
Ministro Franulic Cetinic, Dinko. Cita online: CL/JUR/3193/2008

ii) Que el artículo 395 del Código Procesal Penal es una norma
"ordenatio litis" y no "decisoria litis", pues ella es una disposición
adjetiva y no una substantiva que contenga una derogación de los tipos
penales a los cuales haya de aplicarse, debiendo entenderse que —
dentro del concepto unitario del derecho— que la facultad que ella
entrega para condenar a una pena de prisión, cuando existan
antecedentes calificados para ello, presupone que la norma así lo
contemple, mas no puede imponerse una pena privativa de libertad

310
distinta a aquella que contempla el tipo penal, en el caso de aquellos
simples delitos, que, como en el caso de autos, el Ministerio Público
requirió la imposición de una pena que no excediere de presidio menor
en su grado mínimo.

Sostener lo contrario sería aceptar que la norma del artículo 395, ya


citado, constituiría una ley penal derogatoria en blanco, no solo del tipo
criminal aplicable sino que de toda la operatoria penal substantiva que
rodea cada caso, como se explica en el fundamento anterior, que
operaría solo cuando el imputado confesara su participación en el hecho,
o sea, su derogabilidad dependería de una condición meramente
potestativa, la que es nula, de acuerdo a los principios generales, y que
produciría una anarquía absoluta en el derecho, lo que es inaceptable.

Corte Suprema, 7 de agosto de 2003, rol Nº 2658-2003. Integraron la


Sala los Ministros: Cury Urzúa, Enrique; Chaigneau del Campo, Alberto;
Juica Arancibia, Milton; Segura Peña, Nibaldo; Pérez Zañartu, José
Luis. Cita online: CL/JUR/1025/2003

En el mismo sentido:

iii) Corte Suprema, 4 de agosto de 2003, rol Nº 2613-2003.


Integraron la Sala los Ministros: Cury Urzúa, Enrique; Chaigneau del
Campo, Alberto; Pérez Zañartu, José Luis; y los Abogados Integrantes
Castro Alamos, Fernando y Pfeffer Pizarro, Emilio. Cita online:
CL/JUR/1020/2003

iv) Con respecto a la causal de la letra b) del artículo 373 del Código
Procesal Penal, armonizando su estudio con lo señalado en el artículo
374 del mismo cuerpo de leyes, es dable concluir que la infracción a que
se refiere la letra b), debe entenderse circunscrita al derecho sustantivo.
Las causales del art. 374, son propias del recurso de casación en la
forma, de modo que no resulta lógico que estos dos artículos pudieran
servir de fundamento para un mismo tipo de infracción, tanto más
cuando la causal de la letra b) del art. 373 es similar a la que utiliza el
legislador en el recurso de casación en el fondo en materia civil, lo que
es indicativo del distinto campo de aplicación de los dos artículos
analizados.

Corte de Apelaciones de Talca, 24 de mayo de 2005, rol Nº 261-2005.


Integraron la Sala los Ministros Biel Melgarejo, Rodrigo. Redactó el
Ministro Biel Melgarejo, Rodrigo. Cita online: CL/JUR/299/2005

311
g) La infracción al artículo 395 del CPP constituye una error de derecho
respecto de una norma de carácter sustancial

El artículo 395 del Código Procesal Penal faculta al juez, previo a


preguntar al imputado si admite responsabilidad en los hechos
contenidos en el requerimiento y no fueren necesarias otras diligencias,
para dictar sentencia inmediatamente y aplicar únicamente pena de
multa, a menos que concurrieren antecedentes calificados que
justificaren la imposición de una pena de prisión. La Corte Suprema ha
resuelto, reiteradamente, que la norma contenida en el artículo 395 del
Código Procesal Penal es de carácter sustantivo y que el juez de
garantía transgredió lo dispuesto en el citado artículo 395 al sancionar al
imputado con una pena superior a la señalada en dicha disposición, lo
que constituye la causal de nulidad del artículo 373 letra b) del Código
Procesal Penal. En consecuencia, al haber impuesto al inculpado de
autos una condena de 300 días de presidio menor en su grado mínimo,
una multa de 5 U.T.M. y la accesoria de suspensión de todo cargo u
oficio público por aquel lapso, el juez de Garantía incurre en error de
derecho que influye sustancialmente en lo dispositivo del fallo.

Corte de Apelaciones de Puerto Montt, 14 de octubre de 2005, rol


Nº 300-2005. Integraron la Sala los Ministros: Aguayo Vicencio, Sylvia;
Avendaño Gómez, Ivonne; y el Abogado Integrante: Pérez Hitschfeld,
Emilio. Redactó la Ministro Aguayo Vicencio,
Sylvia.Cita online: CL/JUR/343/2005.

Para consultar la unificación de jurisprudencia en torno al artículo 395


del CPP véase Corte Suprema, 8 de noviembre de 2004, rol Nº 3901-
2004. Integraron la Sala los Ministros: Rodríguez Espoz, Jaime; Juica
Arancibia, Milton; Segura Peña, Nibaldo; y los Abogados Integrantes:
Castro Alamos, Fernando y Pfeffer Urquiaga, Emilio. Redactó el Ministro
Rodríguez Espoz, Jaime. Cita online: CL/JUR/494/2004

h) La causal del artículo 373 b) procede cuando se ha hecho una


errónea aplicación del derecho y no cuando se han establecido
equivocadamente los hechos

i) Que, el objeto del presente recurso de nulidad es, en definitiva,


determinar, en primer lugar, si la sentencia hizo una correcta calificación
jurídica de los hechos que se dan por establecidos en el mismo fallo o, si
por el contrario, se dictó, haciendo una erradaaplicación del derecho; y,
en segundo término, si la sentencia incurre en la precisa causal
denunciada.

312
Que, las argumentaciones del recurrente tienden a discutir los hechos
debatidos en el juicio, sobre la base de un nuevo examen de la prueba
rendida para finalmente modificar la convicción a que se ha arribado,
cuestión que no puede fundar en la causal de nulidad esgrimida en
análisis, ya que la causal de la letra b) del artículo 373 del Código
Procesal Penal se configura cuando hay falta o incorrecta aplicación de la
norma de derecho sustantivo que debe regir los hechos ya determinados
por el tribunal, e impide a esta Corte modificar los hechos o sustituir la
valoración que les ha sido asignada.

Corte de Apelaciones de Puerto Montt, 7 de diciembre de 2009, rol


Nº 229-2009. Integraron la Sala los Ministros Mora Torres, Teresa; y el
Abogado Integrante: Campos Latorre, Pedro. Redactó el Ministro: Mora
Torres, Teresa. Cita online: CL/JUR/4522/2009

ii) Que la disposición legal que invoca el recurso, consistente en la


letra b) del artículo 373 del Código Procesal Penal, consiste en error de
derecho, pero que al explicar en el recurso como este error se produce,
se refiere a otras circunstancias que deben variar necesariamente para
justificarlo, contradiciendo la naturaleza del recurso.

En efecto, alegar error de derecho implica aceptar los hechos


como han sido establecidos en la sentencia, esto es, que el cheque fue
entregado en noviembre del 2004 tan solo con la cifra y la firma,
dejando en blanco todo lo demás, no pudiendo quedar al arbitrio del
tenedor la presentación para su cobro, que fue lo establecido en la
sentencia en la forma como ella misma lo explicó, por lo tanto, cuando
el recurrente afirma en su recurso que la falta de fecha en el cheque o el
haber consignado otra posterior no es suficiente para eximir de
responsabilidad pretende establecer otros hechos desconociendo el base
y fundamental, como lo es el hecho de la entrega del mismo en el mes
de noviembre del año 2004, que trastocan la naturaleza del recurso con
la idea de lograr, bajo este argumento, desconocer los hechos que se
dieron por establecidos en la sentencia, lo que no es propio de un
recurso de esta naturaleza.

Corte de Apelaciones de Temuco, 6 de noviembre de 2008, rol


Nº 1016-2008. Integraron la Sala los Ministros Mesa Latorre, Álvaro;
Llanos Sagristá, Leopoldo; y el Abogado Integrante: Alamos Vera,
Eduardo. Redactó el Abogado Integrante: Alamos Vera,
Eduardo.Cita online: CL/JUR/3988/2008

iii) Que, por consiguiente, la cuestión aquí no se refiere a ningún error


jurídico sino a un problema previo, relativo a la valoración de la prueba

313
para establecer los hechos. Esto es así porque si el Tribunal Oral
determinó que Catalán participó en el hecho perpetrándolo "en forma
directa e inmediata", la conclusión jurídica de corresponderle
participación en calidad de autor es inobjetable.

Para concluir que sea cómplice tendríamos que cambiar los hechos,
determinando que Catalán no perpetró el delito en forma directa e
inmediata, sino que sólo cooperó al suceso sin concierto previo con él o
los autores. Pero esa variación fáctica no puede hacerse en el marco de
la causal invocada, lo que basta para rechazar el recurso.

Corte de Apelaciones de Rancagua, 15 de septiembre de 2008, rol


Nº 249-2009. Integraron la Sala los Ministros Vásquez Plaza, Miguel;
Mera Muñoz, Raúl y el Abogado Integrante Carmona Rojas, Alamiro.
Redactó el Ministro: no indicado. Cita online: CL/JUR/1117/2009

i) Constituye un error de derecho que atenta contra el debido proceso


y la igualdad de las partes el permitir que el acusado declare una vez
rendida la prueba del Ministerio Público

De la disposición antes reproducida (artículo 326 del Código


Procesal Penal) resulta claro que la oportunidad procesal para recibir la
declaración del imputado en el juicio oral es al inicio de la audiencia,
finalizado el alegato de apertura y antes de recibirse la prueba de los
intervinientes, disponiéndose incluso, de modo preciso y detallado el
orden en que puede a continuación ser interrogado por el Ministerio
Público, querellante, defensor y el propio tribunal oral. La norma
contenida en el inciso final del artículo citado, si bien autoriza al
imputado para prestar declaración "en cualquier estado del juicio", lo
hace sobre la base lógica indiscutible que ello se efectúe después de
haber sido oído, ya que su finalidad es la de "aclarar o complementar
sus dichos". Que corrobora lo preceptuado sobre la materia lo dispuesto
finalmente por el artículo 338, relativo al alegato final y clausura de la
audiencia del juicio oral, precepto que al regular la participación de los
intervinientes, precisa el orden de sus respectivas participaciones,
disponiendo que una vez concluidas éstas, "por último" se otorgará la
palabra al acusado, para que manifestare lo que estimare conveniente.

Que el derecho a un justo, racional y debido proceso se encuentra


debidamente garantido por las normas de orden público anteriormente
analizadas, las que no pueden infringirse sin conculcar
consiguientemente el principio de igualdad de armas para todos los
intervinientes en el proceso penal, comprendidos dentro del debido
proceso.

314
De tal suerte que al disponer y procederse por el tribunal oral a recibir
la declaración del acusado una vez rendida la prueba ofrecida por el
Ministerio Público, ha otorgado a éste un privilegio procesal no
autorizado por el legislador, permitiéndole de hecho ajustar sus dichos a
lo vertido en la prueba de cargo ya proporcionada.

Corte de Apelaciones de Santiago, 20 de febrero de 2007, rol Nº 34-


2007. Integraron la Sala los Ministros: Escobar Zepeda, Juan; Rojas
González, Mario; Lusic Nadal, Dobra. Redactó la Ministro Lusic Nadal,
Dobra. Cita online: CL/JUR/343/2007

j) No existe infracción de derecho cuando no se ha aplicado una


atribución facultativa

i) Que, de esta manera, el testigo que no comparece, no


concurriendo ninguna causal que lo exima, de conformidad con los
artículos 302 y 303 del Código Procesal Penal, podrá ser arrestado para
que comparezca, pero esta decisión es facultativa para el Tribunal como
se desprende de la redacción del artículo 33 ya citado. En efecto, el
Tribunal en el momento de resolver una petición en tal sentido de uno
de los intervinientes, evaluando los antecedentes que se le han hecho
valer, podrá decidir en uno u otro sentido, por lo que cualquiera que sea
la decisión no podría concluirse que existe infracción legal.

Que, de esta forma, no se ha incurrido en la causal de nulidad alegada


por el recurrente, por lo que el recurso será rechazado.

Corte de Apelaciones de Concepción, 23 de febrero de 2009, rol Nº 8-


2009. Integraron la Sala los Ministros: Simpértigue Limare, Diego.
Redactó el Ministro Simpértigue Limare,
Diego. Cita online: CL/JUR/6033/2009

ii) Que, además, lo más importante y que vuelve totalmente


irrelevante la circunstancia de existir o no yerro de derecho en el
rechazo de tal minorante, radica en el hecho de que para el tribunal
siempre es facultativo imponer la pena inferior en uno, dos o tres grados
al mínimo de los señalados por la ley, lo que nuevamente nos lleva a
concluir que el yerro denunciado también carece de influencia sustancial
en lo dispositivo de la sentencia impugnada. Si la rebaja fuere
obligatoria, sin lugar a dudas sería trascendente, pero en la actual
redacción de la preceptiva invocada en el propio recurso, ello no es así,
existiendo consenso en la circunstancia de que no existe error de
derecho cuando un tribunal en una sentencia, no hace uso de un
mecanismo cuya utilización es facultativa para él.

315
Corte de Apelaciones de Santiago, 25 de septiembre de 2009, rol
Nº 1733-2009. Integraron la Sala los Ministros: Rojas González, Mario;
Pfeiffer Richter, Alfredo; y el Abogado Integrante: Morales Robles,
Eduardo. Redactó el Ministro Rojas González,
Mario. Cita online:CL/JUR/1401/2009

iii) Que, en lo relativo a la primera causal invocada por el


defensor, esto es, la del artículo 373 letra b) del Código Penal, se debe
decir que la calificación de la atenuante del artículo 11 del Código
punitivo solicitada por la defensa no puede hacerse en virtud de lo
dispuesto en el artículo 68 bis de este último cuerpo legal, habida
consideración a que es una facultad privativa del tribunal de fondo al
emplear la forma verbal "podrá", de tal modo que se rechazará tal
petición.

Corte de Apelaciones de Valparaíso, 28 de septiembre de 2009, rol


Nº 971-2009. Integraron la Sala los Ministros Alvarado Thimeos, Luis; y
el Abogado Integrante: Del Villar Brito, Waldo. Redactó el Ministro:
Alvarado Thimeos, Luis. Cita online: CL/JUR/2128/2009

iv) Que respecto de la segunda argumentación del recurrente en


cuanto a que los Jueces del Tribunal Oral no procedieron a calificar la
irreprochable conducta anterior de la condenada, la sentencia en el
fundamento Décimo tercero, razona en el por qué estima que beneficia
a la encartada la atenuante de responsabilidad del artículo 11 Nº 6 del
Código Penal, en forma pura y simple, se debe tener presente que la
irreprochable conducta anterior dice relación con tener una vida y
actividad digna de méritos, no siendo suficiente, según las
circunstancias de cada situación, un extracto de filiación libre de
anotaciones pretéritas, siendo, por lo demás, la calificación de la
minorante, una facultada privativa de los Jueces del fondo, que no es
posible enmendar por esta vía, que es de derecho estricto.

Corte de Apelaciones de Valparaíso, 21 de octubre de 2009, rol


Nº 1019-2009. Integraron la Sala los Ministros: Letelier Ferrada, Inés, y
el Abogado Integrante: Fuentes Riquelme, Rolando. Redactó el Abogado
Integrante: Fuentes Riquelme, Rolando. Cita online:CL/JUR/2504/2009

v) Para impugnar la sentencia se invoca la causal del artículo 373 letra


b), del Código Procesal Penal, esto es, que dicho fallo ha incurrido en un
error de derecho, con influencia sustancial en lo dispositivo del fallo;
dicho error se hace consistir, en la aplicación del mecanismo de
determinación de la pena, porque estando el delito con una pena
establecida en términos abstractos por la ley, en presidio mayor en su

316
grado medio a máximo, y contando el imputado con dos atenuantes,
existe la facultad del tribunal de hacer una rebaja de condena y este
tribunal, el tribunal recurrido, ha hecho una rebaja al grado inferior,
pero no lo ha hecho en el piso mínimo de ese grado, sino que aplicando
siete años sobre la base de consideraciones de hecho que ha efectuado.
Y tiene que recordar en segundo lugar, que la pena es el grado, no el
camino que puede recorrerse entre el inicio y el término del grado; y
esta pena está aplicada exactamente dentro del grado inferior, por el
cual optó el tribunal a quo. A lo cual hay que agregar que se trata de
una facultad del tribunal, y ejercida, pueda hacerlo dentro del grado, sin
que incurra en ello en ningún error de derecho.

Corte de Apelaciones de Santiago, 15 de septiembre de 2009,

rol Nº 1482-2009. Cita online: CL/JUR/1085/2009

k) No hay adecuada fundamentación cuando se ha ejercido


erradamente como una causal de la letra a) del artículo 373, un error de
derecho que correspondía ejercerse mediante la letra b) del mismo
artículo

i) El motivo principal del recurso, de competencia de esta Corte,


carece de la adecuada fundamentación, pues las razones que se dan a
su respecto son propias del motivo genérico de nulidad previsto en la
letra b) del artículo 373 ya citado, pues se denuncia la infracción de
normas penales sustantivas con influencia en lo dispositivo del fallo, de
modo que al no existir un real sustento material y jurídico para aquella
parte del arbitrio procesal, éste no será admitido a tramitación, sin que
sea posible reconducir la causal, pues el artículo 383 letra a) del Código
del ramo sólo permite ejercer dicha facultad respecto de motivos
absolutos de nulidad previsto en el artículo 374.

Corte Suprema, 15 de junio de 2010, rol Nº 3207-2010. Integraron la


Sala los Ministros: Segura Peña, Nibaldo; Rodríguez Espoz, Jaime;
Künsemüller Loebenfelder, Carlos; Dolmetsch Urra, Hugo; Ballesteros
Cárcamo, Rubén. Cita online: CL/JUR/5888/2010

ii) El presente recurso presenta una serie de deficiencias que impiden


su tramitación, pues, en primer término, la petición que realiza para la
causal del artículo 373 letra a) del Código Procesal Penal, de
competencia de esta Corte, en cuanto pide la dictación de una sentencia
de reemplazo, no es compatible con las consecuencias jurídicas
invalidatorias que prevé la ley, lo que impide proceder de la forma
solicitada por la defensa, por cuanto este tribunal se encuentra vedado

317
de extender su pronunciamiento a cuestiones ajenas a las pedidas en el
recurso, de conformidad con lo señalado en el artículo 360 del
mencionado Código. En segundo lugar, efectivamente el recurso carece
de la adecuada fundamentación, pues las razones que se dan respecto
de la causal invocada, son propias del motivo genérico de nulidad
previsto en la letra b) del artículo 373 ya citado, ya que se denuncia la
infracción de una norma penal sustantiva, de modo que al no existir un
real sustento material y jurídico que ampare la causal de vulneración de
garantías, éste no será admitido a tramitación, sin que sea posible
reconducirla a la de la letra b) de la mencionada disposición, pues el
artículo 383 letra a) del Código del ramo sólo permite ejercer dicha
facultad respecto de motivos absolutos de nulidad previstos en el
artículo 374.

Corte Suprema, 21 de junio de 2010, rol Nº 3428-2010. Integraron la


Sala los Ministros: Segura Peña, Nibaldo; Rodríguez Espoz, Jaime;
Künsemüller Loebenfelder, Carlos; Dolmetsch Urra, Hugo; Ballesteros
Cárcamo, Rubén. Cita online: CL/JUR/5914/2010

l) Procede la vista del recurso de nulidad ante la Corte Suprema en


base al artículo 373 b) del CPP, cuando respecto de las materias de
derecho que se han resuelto existan diversas interpretaciones
sostenidas en fallos emanados de los tribunales superiores, siendo
necesaria la unificación de jurisprudencia en resguardo del principio de
igualdad ante la ley

La citada disposición del Código Procesal Penal, artículo 395, dio lugar
a fallos de los tribunales, tanto en uno u otro sentido, como también se
entendió por algunos que sólo se refería al delito de falta y por otros que
comprendía también a los simples delitos. En razón de lo anterior esta
Corte Suprema, no obstante que la causal en que se asila el recurso —
artículo 373 letra b) del mismo cuerpo legal— es generalmente de
competencia de una Corte de Apelaciones, el artículo 376 del citado
Código entrega su decisión a esta Corte Suprema en los casos en que
respecto de las materias de derecho que se han resuelto existan
diversas interpretaciones sostenidas en fallos emanados de los
tribunales superiores, facultad que ha ejercido fijando criterios a fin de
unificar la aplicación del derecho con soluciones jurídicas similares frente
a ilícitos equivalentes, resguardando el principio de igualdad ante la ley,
evitando las dispersiones jurisprudenciales, como se puede leer, entre
otras sentencias, en las dictadas en las causas Rol ingreso Corte
Nºs. 139-02, 233-02, 2685-03.

318
Que en la última sentencia citada precedentemente esta Corte
Suprema sostuvo: Que el problema a determinar es si se infringió el
artículo 395 del Código Procesal Penal, al imponérsele la pena de
presidio menor en su grado mínimo, pese a que el imputado reconoció
responsabilidad en el procedimiento simplificado seguido por el delito ya
señalado, bajo el pretexto de que los simples delitos no contemplan
pena de prisión.

Que, como se ha reiterado en diferentes sentencias emanadas de este


Tribunal, el alcance de las sanciones que en virtud de este artículo se
pueden imponer no admiten modificación en relación a la naturaleza del
ilícito, o sea no distingue para su uso entre faltas y simples delitos, en la
medida que es una norma que dispone una penalidad más benigna en el
evento que se den los supuestos que en dicho artículo se establecen que
hace variar la penalidad original de la figura típica; ello también, según
en reiterados fallos se ha dejado establecido, como una manera de
salvaguardar las garantías que supone el renunciar a un juicio y aceptar
una condena, lo cual obviamente no puede resultar gratuito para el
órgano persecutor.

Que la sentencia impugnada, al sancionar en el presente caso al


imputado con una pena de trescientos días de presidio menor en su
grado mínimo, en un procedimiento de resolución inmediata, ha
impuesto, con error de derecho, una pena más gravosa que la prevista
en el artículo 395 del Código Procesal Penal y, en consecuencia, ha
efectuado una errónea aplicación del derecho, con influencia en lo
dispositivo de la sentencia, pues no pudo imponer una sanción superior
a la de prisión en su grado máximo.

Que, por consiguiente, al aplicarse al inculpado una pena mayor a la


designada en el analizado artículo 395 se ha incurrido en la causal de
nulidad del artículo 373, letra b), en que descansa el recurso y que
faculta a esta Corte Suprema para invalidar sólo el fallo recurrido y
dictar la pertinente sentencia de reemplazo.

Corte Suprema, 8 de noviembre de 2004, rol Nº 3901-2004.


Integraron la Sala los Ministros: Rodríguez Espoz, Jaime; Juica
Arancibia, Milton; Segura Peña, Nibaldo; y el Abogado Integrante:
Castro Alamos, Fernando; Pfeffer Urquiaga, Emilio. Redactó el Ministro
Rodríguez Espoz, Jaime. Cita online: Cita online: CL/JUR/494/2004

C. Motivos de nulidad absoluta o causales específicas de nulidad


(art. 374 CPP)

319
a) El artículo 374 regula en especial la infracción a garantías
fundamentales, complementando el artículo 373 a), por lo que atiende a
un aspecto de fondo más que formal

Que, la lógica de los motivos absolutos de nulidad, y así debe


entenderse, responde a un actuar por el recurrente en términos de
pruebas de la hipótesis del artículo 374 del Código Procesal Penal,
traducida en vulneraciones a garantías básicas de todo debido proceso,
resultando una suerte de complementariedad a la causal genérica del
artículo 373 del mismo cuerpo legal, pero que el legislador ha
pretendido regular en especial.

Ahora, en el caso de la letra c), del artículo 374 citado, efectivamente,


como lo precisa el profesor Riego (ob. cit., p. 522) se abre un espacio
para que el Recurso de Nulidad permita la revisión de hechos a través
de la fundamentación del fallo. Lo anterior en ningún caso, no conlleva
revisar los hechos para valorarlos por el Tribunal del recurso.

Concordante, el recurso actual sobre la base del artículo 374 letra e)


aparece como una cuestión de fondo más que con la omisión de las
exigencias de fundamentación y en ese contexto de planteo,
necesariamente, implica una discusión de estándares y no una
verificación de hechos. En la sentencia que nos ocupa, como se ha
razonado, se constata una fundamentación sobre la base de la prueba
rendida, es decir, existen análisis de la evidencia de la que fluye una
condición de convicción.

Corte de Apelaciones de Arica, 6 de febrero de 2009, rol Nº 1-2009.


Integraron la Sala los Ministros Moya Cuadra, Javier Aníbal. Redactó el
Ministro Moya Cuadra, Javier Aníbal. Cita online: CL/JUR/5933/2009

b) Las infracciones sobre una supuesta incompetencia son más bien


constitutivas de la causal específica de la letra a) del artículo 374 que
del artículo 373 letra a)

Los hechos en que la defensa hace consistir la causal de la letra a) del


artículo 373 del Código Procesal Penal, de competencia de esta Corte
Suprema, dicen relación con la supuesta incompetencia del tribunal,
cuestión que se encuadra específicamente en el motivo absoluto de
nulidad previsto en la letra a) del artículo 374 del mismo cuerpo legal.
Por lo tanto, se procederá de conformidad con lo dispuesto en el artículo
383 inciso 3º letra a), del ya citado texto, remitiendo los antecedentes a
la Corte de Apelaciones respectiva.

320
Corte Suprema, 14 de septiembre de 2009, rol Nº 4824-2009.
Integraron la Sala los Ministros: Rodríguez Espoz, Jaime; Künsemüller
Loebenfelder, Carlos; Dolmetsch Urra, Hugo; Ballesteros Cárcamo,
Rubén; y el Abogado Integrante: Pozo Silva,
Nelson. Cita online:CL/JUR/6799/2009

c) Las infracciones constitutivas de impedimentos de adecuada


defensa son más bien constitutivas de la causal específica de la letra c)
del artículo 374 que del artículo 373 letra a)

i) Que, los argumentos esgrimidos por el recurrente para invocar la


causal de la letra a) del artículo 373 del Código Procesal Penal como
fundamento de su recurso y de la competencia de esta Corte Suprema
para conocerlo, se refieren básicamente a problemas relativos a la
imposibilidad de adecuada defensa y, aún cuando se les ha mencionado
como constitutivos de infracción de garantías constitucionales, estima
este Tribunal que ellos podrían configurar la causal de nulidad absoluta
prevista en la letra c) del artículo 374 del Código Procesal Penal, sin
perjuicio de las demás causales invocadas, por cuyo motivo se
procederá en conformidad con lo dispuesto en el artículo 383 inciso
tercero letra a) del mismo Código.

Corte Suprema, 18 de mayo de 2004, rol Nº 1610-2004. Integraron la


Sala los Ministros: Rodríguez Espoz, Jaime; Cury Urzúa, Enrique; Juica
Arancibia, Milton; y el Abogado Integrante: Jordán Astaburuaga, Luz y
Pfeffer Pizarro, Emilio. Cita online: CL/JUR/848/2004

ii) En lo que respecta al primer recurso, sustentado en la causal de la


letra a) del artículo 373 del Código Procesal Penal, de competencia de
esta Corte, carece de la adecuada fundamentación, al sustentarse en
supuestas infracciones de derecho sustantivo penal, propias de la otra
causal genérica de ese precepto y no de la aducida, circunstancia que
impide que dicho arbitrio sea admitido a tramitación. En cuanto al
segundo recurso, en su causal principal, los vicios alegados inciden en el
impedimento del ejercicio de facultades de la defensa, a saber, un
contrainterrogatorio eficiente por falta de información acerca del
contenido de la declaración de los testigos de cargo, cuestión que
configura más bien la causal prevista en la letra c) del artículo 374 del
Código Procesal Penal. En consecuencia, se procederá del modo previsto
en el artículo 383 inciso tercero letra a) del mismo cuerpo legal.

Corte Suprema, 14 de enero de 2010, rol Nº 9038-2009. Integraron la


Sala los Ministros: Segura Peña, Nibaldo; Rodríguez Espoz, Jaime; Maggi

321
Ducommun, Rosa María; Dolmetsch Urra, Hugo; Ballesteros Cárcamo,
Rubén; Maggi Ducommun, Rosa. Cita online:CL/JUR/6125/2010

iii) Los reclamos en que se funda la causal de la letra a) del artículo


373 del Código Procesal Penal, de competencia de esta Corte Suprema,
dicen relación más precisamente con el haberse impedido al defensor
ejercer sus funciones durante la investigación y con la apreciación de los
medios de prueba y la forma en que los jueces alcanzaron la convicción
de condena, cuestiones que se encuadran específicamente en los
motivos absolutos de nulidad previsto en las letras c) y e) del artículo
374 del mismo cuerpo legal, última de las cuales, por lo demás, también
fue invocada por el recurrente de manera conjunta. Por lo tanto, se
procederá de conformidad con lo dispuesto en el artículo 383 inciso 3º
letra a), del ya citado texto, remitiendo los antecedentes a la Corte de
Apelaciones respectiva.

Corte Suprema, 15 de mayo de 2010, rol Nº 2533-2010. Integraron la


Sala los Ministros: Segura Peña, Nibaldo; Rodríguez Espoz, Jaime;
Künsemüller Loebenfelder, Carlos; Dolmetsch Urra, Hugo; Ballesteros
Cárcamo, Rubén. Cita online: CL/JUR/5763/2010

iv) Los hechos en que se hace consistir la causal de la letra a) del


artículo 373 del Código Procesal Penal, de competencia de esta Corte
Suprema, dicen relación con el impedimento del ejercicio de facultades
de la defensa, en este caso, contrastar eficientemente el requerimiento,
cuestión que se encuadra específicamente en el motivo absoluto de
nulidad previsto en la letra c) del artículo 374 del mismo cuerpo legal.
Por lo tanto, se procederá de conformidad con lo dispuesto en el artículo
383 inciso 3º letra a, del ya citado texto, remitiendo los antecedentes a
la Corte de Apelaciones respectiva.

Corte Suprema, 7 de diciembre de 2009, rol Nº 6969-2009. Integraron


la Sala los Ministros: Segura Peña, Nibaldo; Rodríguez Espoz, Jaime;
Dolmetsch Urra, Hugo; Ballesteros Cárcamo, Rubén; y el Abogado
Integrante: Chaigneau del Campo,
Alberto. Cita online:CL/JUR/7011/2009

v) Los hechos en que la defensa hace consistir la causal de la letra a)


del artículo 373 del Código Procesal Penal, de competencia de esta Corte
Suprema, dicen relación con el impedimento del ejercicio de sus
facultades, en este caso, contrainterrogar eficientemente a los testigos
de cargo, cuestión que se encuadra específicamente en el motivo
absoluto de nulidad previsto en la letra c) del artículo 374 del mismo
cuerpo legal. Por lo tanto, se procederá de conformidad con lo dispuesto

322
en el artículo 383 inciso 3º letra a), del ya citado texto, remitiendo los
antecedentes a la Corte de Apelaciones respectiva.

Corte Suprema, 7 de diciembre de 2009, rol Nº 7416-2009. Integraron


la Sala los Ministros: Segura Peña, Nibaldo; Rodríguez Espoz, Jaime;
Dolmetsch Urra, Hugo; Ballesteros Cárcamo, Rubén; y el Abogado
Integrante: Chaigneau del Campo,
Alberto. Cita online:CL/JUR/7006/2009

d) Las infracciones en la valoración de la prueba son más bien


constitutivas de la causal específica de la letra e) del artículo 374 que
del artículo 373 letra a)

i) Que, tal como se indicó, los argumentos esgrimidos para invocar la


causal de la letra a) del artículo 373 del Código Procesal Penal como
fundamento del recurso y de la competencia de esta Corte Suprema
para conocerlo, dicen relación con la valoración hecha por el tribunal de
la prueba rendida y la forma en que, con cada uno de los hechos que se
dio por establecidos, pudo arribar más allá de toda duda razonable a la
conclusión de que se había tipificado el delito por el cual se le condenó.

Aun cuando tales situaciones han sido invocadas como constitutivas de


infracciones de derechos asegurados por la Constitución y por tratados
internacionales, estima este tribunal que ellas se adecuan más bien a la
causal de nulidad absoluta prevista en la letra e) del artículo 374 del
Código Procesal Penal, en relación con el artículo 342 letra c) del mismo
Código. Por tal motivo, se procederá respecto de este recurso, en
conformidad con lo dispuesto en el artículo 383 inciso tercero letra a)
del ya citado cuerpo legal.

Corte Suprema, 26 de febrero de 2009, rol Nº 1033-2009. Integraron


la Sala los Ministros Pérez Paredes, Gabriela; Künsemüller Loebenfelder,
Carlos; Juica Arancibia, Milton; Araneda Briones, Sonia. Cita online:
CL/JUR/6059/2009

ii) Que, tal como se indicó, los argumentos esgrimidos para invocar la
causal de la letra a) del artículo 373 del Código Procesal Penal como
fundamento del recurso y de la competencia de esta Corte Suprema
para conocerlo, dicen relación con la valoración hecha por el tribunal de
la prueba rendida y la forma en que, con cada uno de los hechos que se
dio por establecido, pudo arribar más allá de toda duda razonable a la
conclusión de que se había tipificado el delito por el cual se le condenó.
Aun cuando tales situaciones han sido invocadas como constitutivas de
infracciones de derechos asegurados por la Constitución y por tratados

323
internacionales, estima este tribunal que ellas se adecuan más bien a la
causal de nulidad absoluta prevista en la letra e) del artículo 374 del
Código Procesal Penal, en relación con el artículo 342 letra c) del mismo
Código. Por tal motivo, se procederá respecto de este recurso, en
conformidad con lo dispuesto en el artículo 383 inciso tercero letra a)
del ya citado cuerpo legal.

Corte Suprema, 26 de febrero de 2009, rol Nº 749-2009. Integraron la


Sala los Ministros Rodríguez Espoz, Jaime; Pérez Paredes, Gabriela;
Künsemüller Loebenfelder, Carlos; Juica Arancibia, Milton; Araneda
Briones, Sonia. Cita online: CL/JUR/6061/2009

iii) Que, efectivamente, los hechos en que la defensa hace consistir la


causal de la letra a) del artículo 373 del Código Procesal Penal, de
competencia de esta Corte Suprema, dicen relación con la valoración de
la prueba, cuestión que se encuadra específicamente en el motivo
absoluto de nulidad previsto en la letra e) del artículo 374 del mismo
cuerpo legal. Por lo tanto, se procederá de conformidad con lo dispuesto
en el artículo 383 inciso 3º letra a), del ya citado texto, remitiendo los
antecedentes a la Corte de Apelaciones respectiva.

Corte Suprema, 24 de septiembre de 2009, rol Nº 5619-2009.


Integraron la Sala los Ministros: Segura Peña, Nibaldo; Rodríguez Espoz,
Jaime; Künsemüller Loebenfelder, Carlos; Dolmetsch Urra, Hugo; y el
Abogado Integrante Hernández Emparanza,
Domingo. Cita online:CL/JUR/1348/2009

En el mismo sentido:

iv) Corte Suprema, 24 de septiembre de 2009, rol Nº 4453-2009.


Integraron la Sala los Ministros: Rodríguez Espoz, Jaime; Künsemüller
Loebenfelder, Carlos; Dolmetsch Urra, Hugo; Ballesteros Cárcamo,
Rubén; y el Abogado Integrante Pozo Silva, Nelson. Cita online:
CL/JUR/1076/2009

v) Corte Suprema, 2 de junio de 2009, rol Nº 2678-2009. Integraron


la Sala los Ministros: Segura Peña, Nibaldo; Rodríguez Espoz, Jaime;
Dolmetsch Urra, Hugo; Ballesteros Cárcamo, Rubén; y el Abogado
Integrante Bates Hidalgo, Luis. Cita online: CL/JUR/146/2009

vi) Corte Suprema, 26 de agosto de 2009, rol Nº 4415-2009.


Integraron la Sala los Ministros: Segura Peña, Nibaldo; Rodríguez Espoz,
Jaime; Dolmetsch Urra, Hugo; Ballesteros Cárcamo, Rubén, y el
Abogado Integrante Pozo Silva, Nelson. Cita online: CL/JUR/464/2009

324
vii) Corte Suprema, 24 de septiembre de 2009, rol Nº 5737-2009.
Integraron la Sala los Ministros: Segura Peña, Nibaldo; Rodríguez Espoz,
Jaime; Künsemüller Loebenfelder, Carlos; Dolmetsch Urra, Hugo; y el
Abogado Integrante Hernández Emparanza, Domingo. Cita online:
CL/JUR/1399/2009

viii) Corte Suprema, 9 de noviembre de 2009, rol Nº 6616-2009.


Integraron la Sala los Ministros: Segura Peña, Nibaldo; Rodríguez Espoz,
Jaime; Künsemüller Loebenfelder, Carlos; Ballesteros Cárcamo, Rubén;
y el Abogado Integrante Pozo Silva, Nelson. Cita online:
CL/JUR/3183/2009

ix) Corte Suprema, 14 de diciembre de 2009, rol Nº 7853-2009.


Integraron la Sala los Ministros: Rodríguez Espoz, Jaime; Künsemüller
Loebenfelder, Carlos; Dolmetsch Urra, Hugo; Ballesteros Cárcamo,
Rubén, y el Abogado Integrante: Chaigneau del Campo, Alberto.
CL/JUR/7033/2009

x) Corte Suprema, 14 de septiembre de 2009, rol Nº 4712-2009.


Integraron la Sala los Ministros: Rodríguez Espoz, Jaime; Künsemüller
Loebenfelder, Carlos; Dolmetsch Urra, Hugo; Ballesteros Cárcamo,
Rubén, y el Abogado Integrante: Pozo Silva, Nelson. CL/JUR/6803/2009

e) Las infracciones en la valoración de la prueba son más bien


constitutivas de la causal específica de la letra e) del artículo 374 que
del artículo 373 letra b)

i) Que, cabe señalar que el recurso de nulidad es de derecho estricto y


su procedencia está determinada por causales específicas establecidas
en los arts. 373 y 374 del Código Procesal Penal; y siendo la causal por
la cual se recurre la de la letra b) del art. 373 citado, como se dijera en
la consideración tercera, fundamentada no en una errónea aplicación del
derecho que hubiere influido sustancialmente en lo dispositivo del fallo,
sino por el contrario, en la no valoración de la prueba en los términos
exigidos por el art. 297 del Código del Ramo, la causal de nulidad por la
cual debió haber recurrido el abogado de la parte querellante es la del
art. 374 letra e) en relación ella con el art. 342 letra c), ambos del
Código Procesal Penal, y al no haberlo hecho así, su recurso de nulidad
deberá ser rechazado, no siendo aplicable en la especie lo dispuesto en
el inc. 2º del artículo 379 del citado Código, toda vez que la facultad de
la Corte para actuar de oficio por motivo distinto del invocado por el
recurrente, lo es sólo para cuando el recurso de nulidad se hubiere
deducido a favor del imputado, cuyo no es el caso.

325
Corte de Apelaciones de Valparaíso, 21 de octubre de 2010, rol
Nº 1031-2009. Integraron la Sala los Ministros Morales Herrera,
Gonzalo; García Silva, Alejandro; Corti Ortiz, Gabriela. Redactó el
Ministro Corti Ortiz, Gabriela. Cita online: CL/JUR/2705/2009

ii) No es esa la situación sub índice, pues de lo que se queja el


recurrente es de la doble circunstancia de, por una parte, haberse
considerado por los jueces una prueba pericial y, por otra, haberse
descartado prueba testifical y documental.

Defecto semejante no se compadece con la figura del señalado artículo


373 b) sino que se alza como motivo absoluto de invalidación, de
acuerdo con la letra e) del artículo 374 que se remite al artículo 342,
cuyo acápite c) exige al fallo la exposición de la valoración de los medios
de prueba, de acuerdo con el artículo 297, que en su inciso primero
somete la misma a los patrones de la lógica, la experiencia y la ciencia.

De ser ciertas las deficiencias que se imputan al fallo, necesariamente


debió impetrarse la causal del artículo 374 e) y al no habérselo hecho la
pretensión de ineficacia queda abortada.

Corte de Apelaciones de Santiago, 12 de febrero de 2008, rol Nº 57-


2008. Integraron la Sala los Ministros: Silva Cancino, Mauricio; Gajardo
Galdames, Carlos; Cerda Fernández, Carlos. Redactó el Ministro Cerda
Fernández, Carlos. Cita online: CL/JUR/1603/2008

iii) Como puede advertirse, se indica como fundamento de la causal


invocada, la circunstancia que el juez no haya hecho una clara, lógica y
completa exposición y valoración de los medios de prueba, con lo cual
se estiman infringidos los artículos 297, 340 y 342 del Código Procesal
Penal. Pero, el recurso de nulidad es de derecho estricto y los hechos
recién descritos, no son constitutivos de la causal prevista en la letra b)
del artículo 373 del Código Procesal Penal, sino de la establecida en la
letra e) del artículo 374, en relación con el artículo 342 letra c), todos
del mismo cuerpo legal, que son precisamente las que en el recurso se
dicen infringidas, por lo que éste será desestimado.

Corte de Apelaciones de Valparaíso, 22 de marzo de 2006, rol Nº 177-


2006. Integraron la Sala los Ministros: Cameratti Ramos, Dinorah.
Redactó el Ministro Cameratti Ramos,
Dinorah. Cita online: CL/JUR/350/2006

f) No procede control de la valoración en el recurso de nulidad, salvo


que exista infracción a las reglas de la sana crítica

326
i) Que en relación a que los jueces de primer grado incurrieron en una
errónea aplicación del derecho al haber calificado la conducta de tráfico
de pequeñas cantidades a que se refiere el artículo 4º de la ley
Nº 20.000 respecto del acusado Francisco Llaipén Llaipén, no obstante
haberse reconocido la calidad de consumidor, imponiendo pena, cuando
en verdad no procede aplicar alguna, al no existir evidencia de su
comercialización, procede igualmente el rechazo del recurso, teniendo
para ello en consideración que lo que pretende el recurrente es una
revisión de los hechos, lo que se encuentra vedado para estos
sentenciadores, puesto que este Tribunal no constituye instancia para
rever los antecedentes de hecho, pudiendo solamente pronunciarse
sobre algún vicio de nulidad con influencia sustancial en lo dispositivo de
la sentencia, siendo los jueces orales soberanos para apreciar la prueba
que se rinda ante ellos, teniendo como única limitación el respeto a los
principios de la lógica, las máximas de la experiencia y los
conocimientos científicamente afianzados, inobservancia que en la
especie no se advierte.

Es necesario dejar establecido que la ponderación de la prueba


corresponde con atribuciones fácticas a los sentenciadores de la
instancia y no admite el control por esta vía, pues en tal actividad
ejercida libremente, dichos jueces son soberanos, por lo que esta Corte
carece de facultades para rectificar o introducir modificaciones al
establecimiento de los hechos que se hayan tenido por acreditados por
el tribunal que dictó la sentencia recurrida.

Corte de Apelaciones de Puerto Montt, 7 de diciembre de 2009, rol


Nº 227-2009. Integraron la Sala los Ministros Miranda Alvarado,
Patricia; Ebensperger Brito, Jorge, y el Abogado Integrante Pinochet
Donoso, Francisco. Redactó el Abogado Integrante Pérez Hitschfeld,
Emilio. Cita online: CL/JUR/4524/2009

ii) Luego, tratándose de la primera finalidad, el recurso de nulidad no


puede ser sede para debatir acerca del mérito de la prueba rendida y su
valoración, cuestión privativa de los jueces del juicio, sino,
exclusivamente, el cumplimiento de la diferentes garantías que el
ordenamiento reconoce a los intervinientes, y sólo en la medida que se
hubiese producido una violación a estas.

En ese entendido, la causal del artículo 374 letra e) del Código


Procesal Penal, que se relaciona con la estructura sustancial de la
sentencia, protege la garantía de la sentencia fundada, ínsita en la del
juicio previo, oral y público, ya recogida en el artículo 1º del Código,
reiterada en el artículo 36 y desarrollada en los artículos 297 y 342 del

327
Código, y la razonabilidad de la misma, en la medida que la libertad de
valoración de la prueba no puede contradecir los principios de la lógica,
las máximas de la experiencia y los conocimientos científicamente
afianzados, como lo señala el artículo 297 del Código Procesal Penal ya
citado o, en otros términos: permite la revisión del respeto a los límites
a la valoración de la prueba impuestos por las reglas de la sana
crítica (Derecho Procesal Penal Chileno, María Inés Horvitz y Julián
López, Tomo II, p. 300).

Corte de Apelaciones de Copiapó, 26 de septiembre de 2008, rol


Nº 167-2008. Integraron la Sala los Ministros Carrasco Andonie, Clara;
Franulic Cetinic, Dinko; López Troncoso, Luisa. Redactó el Ministro López
Troncoso, Luisa. Cita online: CL/JUR/3620/2008

iii) Que lo exigible en sede procesal de nulidad es que se proporcionen


los argumentos que legitimen la opción, esto es, que ésta se sujete a los
padrones de la lógica formal y a los de la lógica deóntica.

Es lo que revela el fallo que se examina, que ha abundado en análisis


que, compartidos o no, son muestra de una inteligencia objetivamente
aceptable, de cara al fin persuasivo de la sentencia;

Que por consiguiente, no se divisa la transgresión de que habla el


artículo 373 b) del Código Procesal Penal, por lo que no puede prosperar
la primera de las causales que se ha invocado para la ineficacia de la
sentencia;

Que en lo que hace a la causal subsidiaria, desde luego es menester


consignar que el libelo de nulidad no explica lo que no pasó de ser una
afirmación de carácter puramente general, a saber, que la sentencia no
respetó los parámetros que le exige la ley en cuanto a que sus
convicciones se apoyen en explicitados principios de la lógica, la
experiencia y la ciencia afianzada, lo que bastaría para desconsiderarla.

Corte de Apelaciones de Santiago, 16 de septiembre de 2009, rol


Nº 1490-2009. Integraron la Sala los Ministros: Cerda Fernández,
Carlos; Villarroel Valdivia, Iván Patricio; y el Abogado Integrante:
Cruchaga Gandarillas, Ángel. Redactó el Ministro Cerda Fernández,
Carlos. Cita online: CL/JUR/2350/2009

iv) Esta causal, sin embargo, no puede prosperar, porque en rigor el


ataque al fallo por infracción del artículo 297, relativo a la prueba, no
puede ser abordado sino desde la perspectiva de la causal de motivos
absolutos de nulidad contemplada en el artículo 374 del señalado

328
código, porque es con ocasión de la valoración de la prueba en la
sentencia que tiene o debe tener lugar su aplicación.

Por lo demás, no existe infracción alguna, ya que la existencia de duda


razonable inhibe la condena, es decir, la convicción se opone a la
existencia de duda semejante, y esto es lo que han planteado los jueces
en su fallo, esto es, que las contradicciones, inconsistencias e
irregularidades observadas, pudieran llevar a una interpretación
inocente de los hechos materia de la acusación.

Existencia de una duda razonable inhibe la condena y sentencia no


puede ser atacada por vía recurso de nulidad.

Corte de Apelaciones de San Miguel, 27 de marzo de 2006, rol Nº 213-


2006. Integraron la Sala los Ministros: Silva Cancino, Mauricio; Maggi
Ducommun, Rosa; Cerda Fernández, Carlos. Redactó la Ministro Medina
Sudy, Lilian. Cita online: CL/JUR/1432/2006

v) Que en consecuencia, cabe concluir que la sentencia razona


correctamente sobre los elementos de convicción para establecer tanto
los hechos, así como la dinámica en que éstos se desarrollan, por lo que
esta Corte rechazará el recurso de nulidad fundado en la causal del
artículo 374 letra e) del Código Procesal Penal en relación al artículo 342
c) del mismo texto legal, por no concurrir los requisitos que constituyen
la causal invocada.

Que son precisamente los principios de la lógica, máximas de la


experiencia y conocimientos científicamente afianzados, apoyos
importantes en la conducción de la investigación y en la convicción fuera
de toda duda razonable que adquiere el tribunal recurrido tanto para
establecer el delito así como la participación de la imputada, por lo que
esta Corte rechazará el recurso de nulidad interpuesto en contra del
juicio en procedimiento monitorio y la sentencia (sic).

Corte de Apelaciones de Valparaíso, 27 de febrero de 2009, rol


Nº 134-2009. Integraron la Sala los Ministros: Lobos Domínguez,
Fernando Rafael; Corti Ortiz, Gabriela, y el Abogado Integrante Müller
Reyes, Carlos. Redactó el Abogado Integrante Müller Reyes,
Carlos.Cita online: CL/JUR/6083/2009

vi) Que en lo relativo a la causal invocada como principal por el


recurrente, conviene tener presente que el artículo 297 del Código
Procesal Penal prevé, en primer lugar, la facultad que tienen los
tribunales de apreciar la prueba con libertad, lo que permite una

329
valoración de los antecedentes del juicio con mayor latitud, puesto que
el legislador no ha consignado en cada caso, límites en dicha
ponderación. En este sentido, la única exigencia que se establece para
tal raciocinio será la de no contradecir los principios de la lógica, las
máximas de la experiencia y los conocimientos científicamente
afianzados. Que tal como se ha dicho por esta Corte, en concordancia
con lo resuelto reiteradamente por la Excelentísima Corte Suprema,
siendo el recurso de nulidad de derecho estricto, no procede que esta
Corte, conociendo de él, entre a calificar los hechos establecidos en el
juicio y concluir que ellos corresponden a una figura penal distinta de la
determinada por los sentenciadores. Al respecto, ha dicho la
excelentísima Corte que, los errores susceptibles de nulidad están
indicados taxativamente en los artículos 373 y 374 del Código Procesal
Penal, y dicen relación con infracción de normas jurídicas y no con la
calificación jurídica de los hechos, por ser ello una facultad privativa del
tribunal a quo, ante el cual se rinden las probanzas en un plano de
igualdad de oportunidades para todos los intervinientes.

Corte de Apelaciones de Arica, 9 de octubre de 2009, rol Nº 217-2009.


Integraron la Sala los Ministros: Villagrán Hormázabal, Lidia. Redactó el
Ministro Villagrán Hormázabal, Lidia. Cita online: CL/JUR/4251/2009

vii) Que, previamente al análisis de las causales invocadas por el


recurrente, es necesario dejar establecido que la ponderación de la
prueba corresponde con atribuciones fácticas a los sentenciadores de la
instancia y no admite el control por esta vía, pues en tal actividad
ejercida libremente, dichos jueces son soberanos, por lo que esta Corte
carece de facultades para rectificar o introducir modificaciones al
establecimiento de los hechos que se hayan tenido por acreditados por
el tribunal que dictó la sentencia recurrida, dado que este recurso no
constituye una instancia y, por ende, esta Corte no puede ni debe
revisar los hechos que conforman el conflicto jurídico sometido a su
análisis y decisión, a menos que en la determinación de tales hechos se
hayan desatendido los principios de la lógica, las máximas de la
experiencia y los conocimientos científicamente afianzados, en cuya
virtud ha correspondido asignar valor o desestimar la eficacia de tales
probanzas.

Corte de Apelaciones de Punta Arenas, 30 de enero de 2009,


rol Nº 125-2008. Integraron la el Abogado Integrante: Monsalve
Sciaccaluga, Germán. Redactó el Abogado Integrante: Monsalve
Sciaccaluga, Germán. Cita online: CL/JUR/5887/2009

330
viii) Que, luego, los jueces del tribunal oral en lo penal pueden
valorar libremente la prueba rendida pero con tres importantísimas
limitaciones: no pueden ir contra la lógica, contra las máximas que la
experiencia se ha encargado de dar por ciertas y contra los asertos que
la ciencia ha establecido como verdades irrefutables. En el caso sub
lite, para llegar a la conclusión que la imputada, que probadamente es
demente, no ha desplegado las conductas que se le imputan, el tribunal
de la instancia ha vulnerado las limitaciones referidas, esto es, ha
conculcado las reglas de la sana crítica.

Corte de Apelaciones de Santiago, 27 de mayo de 2011, rol Nº 600-


2011. Integraron la Sala los Ministros: Mera Muñoz, Juan Cristóbal;
Lusic Nadal, Dobra; y el Abogado Integrante: Pfeffer Urquiaga, Emilio.
Redactó el Ministro Mera Muñoz, Juan
Cristóbal. Cita online:CL/JUR/4469/2011

g) Las infracciones a las reglas de la lógica y a las máximas de la


experiencia son constitutivas de la causal consagrada en el artículo 374
e) del CPP

i) Que, en consecuencia, los vicios invocados ha influido


sustancialmente en la decisión a que arribó el fallo, de manera que de
no haber trasgredido la sentencia las reglas lógicas el acusado Reinoso
Jerez debió ser condenado a una pena de presidio mayor en su grado
mínimo más las accesorias legales, en vez de haber sido absuelto e igual
pena debió imponerse al acusado Escudero Lizama a no ser por la
aplicación y errada interpretación que se hizo del artículo 11 Nº 9 del
Código Penal.

En efecto, al reconocer el tribunal esta atenuante al acusado Escudero


Lizama la sumó a la del numeral 6º del artículo 11, procediendo a
rebajar la pena en un grado, de conformidad con lo establecido en el
artículo 68 del Código punitivo, ya que no consideró la agravante del
artículo 456 bis Nº 3 del citado Estatuto (considerando 16º).

En consecuencia, los errores denunciados importaron un agravio para


la pretensión de la fiscalía respectiva ya que ambos partícipes se
encuentran en libertad en circunstancias que debían cumplir
efectivamente condenas como coautores de un delito de robo con
violencia consumado.

Corte de Apelaciones de Santiago, 18 de febrero de 2009, rol Nº 2544-


2008. Integraron la Sala los Ministros Solís Muñoz, Eduardo; Mera

331
Muñoz, Juan Cristóbal; Villarroel Ramírez, Cornelio. Redactó el Ministro
Solís Muñoz, Eduardo Alejandro. Cita online: CL/JUR/5996/2009

ii) Entonces, aplicando las reglas contenidas en el artículo 297 del


Código Procesal Penal, en particular los principios de la lógica y las
máximas de la experiencia, no es posible llegar a las conclusiones
arribadas por el Tribunal de Juicio Oral en lo Penal.

Por estas razones, el Tribunal de Juicio Oral en lo Penal de Concepción


ha transgredido el citado artículo 297, así como también el artículo 342
letra c), ambos del Código Penal y, por ende, se ha incurrido en la
causal señalada en el artículo 374, letra e) del mismo cuerpo de
normas, por lo que el recurso de nulidad será acogido.

Corte de Apelaciones de Concepción, 23 de noviembre de 2009,


rol Nº 539-2009. Integraron la Sala los Ministros: Simpértigue Limare,
Diego. Redactó el Ministro Simpértigue Limare,
Diego. Cita online: CL/JUR/3862/2009

iii) Que atendido lo expresado, al valorar erróneamente la prueba, el


tribunal sentenciador incurrió en la causal de nulidad del artículo 374
letra e) en relación con el artículo 342 letra c) y 297, todos del Código
Procesal Penal, lo que autoriza a la Corte para acoger el recurso y anular
la sentencia y el juicio oral seguido contra Pierson Albert Sorahindo.

Cabe recordar que si bien el texto del artículo 297 del Código Procesal
Penal, permite al tribunal apreciar la prueba con libertad, no puede
contradecir los principios de la lógica, error en el que incurre al inferir y
dar por acreditado con un peritaje incompleto que el encausado era
portador de 8.757 gramos de droga, toda vez que ese peso comprendía
no sólo el alucinógeno decomisado sino también diversas prendas de
vestir.

Corte de Apelaciones de Santiago, 14 de octubre de 2010, rol


Nº 1653-2010. Integraron la Sala los Ministros: Zepeda Arancibia,
Jorge; Aguayo Pino, Pilar; Villarroel Valdivia, Patricio. Redactó el
Ministro Villarroel Valdivia, Patricio. Cita online: CL/JUR/8426/2010

iv) Que dados los testimonios policiales y la precisa exposición del


perito, pretender que no está acreditado el hecho materia de la
acusación contraviene los principios de la lógica y las máximas de la
experiencia, de manera que resulta inaceptable la conclusión a que ha
arribado el fallo recurrido incurriendo de esta forma en la causal de

332
nulidad prevista en el artículo 374 letra e) del Código Procesal Penal en
relación con el artículo 342 letra c) y 297 del mismo texto legal.

Que si se aceptara, como lo hace la sentencia impugnada de nulidad,


que no está probado el hecho materia de la acusación, significa aceptar
que no son falsos los discos compactos de películas vendidos en la vía
pública, en bolsas nailon, con carátulas de mala calidad, fotocopiadas,
sin sus respectivos logos, ni indicación de directores ni las advertencias
legales que contienen los originales, conclusión que en opinión de esta
Corte es irrefragablemente absurda.

Se declara nulo el juicio oral y la sentencia definitiva dictada y se


retrotrae la causa al estado de celebrar un nuevo juicio oral ante el
Tribunal de Juicio Oral en lo Penal no inhabilitado que corresponda para
que conozca y falle la causa.

Corte de Apelaciones de Santiago, 21 de marzo de 2006, rol Nº 269-


2006. Integraron la Sala los Ministros: Villarroel Valdivia, Iván Patricio;
Araneda Briones, Sonia; Thomas Dublé, Marcos Horacio. Redactó el
Ministro: Araneda Briones, Sonia; Thomas Dublé, Marcos Horacio.
Cita online: CL/JUR/5859/2006

v) Que según se advierte del pasaje recién transcrito, el argumento de


la defensa en el sentido que los carabineros habían incurrido en
contradicciones que afectarían la verosimilitud de sus atestados, no
puede ser soslayada con una elucubración como: "qué motivos tendrían
los funcionarios policiales para mentir abiertamente e imputar un hecho
falso al imputado", toda vez que aquel aserto no presenta correlato
alguno con la censura.

La esencia de esta queja de la defensa atendía al hecho que no se


cumplieron las formalidades propias del procedimiento policial y que
constituyen el garante de la protección y respeto a los derechos del
encausado.

En esa porción la defensa destacó las inconsistencias o contradicciones


que apreció en lo sostenido por los funcionarios de la policía. Es así
como el tribunal pudo decidir que no existían tales antinomias o que
ellas eran menores, o tal vez, que eran comprensibles, lo que fuera del
parecer del tribunal, pero lo que no corresponde de acuerdo a la lógica y
la experiencia, es señalar algo que no es atingente a lo que se critica.

333
La defensa no alegó que los funcionarios mintieran, sino que no dieron
cumplimiento a lo que la ley les obliga y allí fue que anotó las
oposiciones que el tribunal desechó por un motivo impertinente.

Asimismo y tal como es posible inferir del resto de los fundamentos


planteados por el tribunal oral en ese mismo número y en los siguientes
de ese capítulo, se concluyó por los sentenciadores que se trató de una
situación de flagrancia, pero donde no se nota el razonamiento para
denegar la falta de autorización para la supuesta confesión espontánea
del acusado.

Que de la forma señalada, es posible concluir que se ha verificado


igualmente la causal de invalidación absoluta que prevé el artículo 374
del estatuto procedimental, en su literal e), lo que también avala la
invalidación que se ha pedido del juicio y de la sentencia.

Corte Suprema, 23 de diciembre de 2009, rol Nº 6934-2009.


Integraron la Sala los Ministros: Segura Peña, Nibaldo; Rodríguez Espoz,
Jaime; Künsemüller Loebenfelder, Carlos; Dolmetsch Urra, Hugo;
Ballesteros Cárcamo, Rubén. Redactó el Ministro Rodríguez Espoz,
Jaime.Cita online: CL/JUR/5286/2009

vi) Que para analizar la primera causal de nulidad invocada, es


necesario tener presente que de los artículos 342 letra c) y 297 del
Código Procesal Penal, se desprende que la nueva legislación procesal
penal es especialmente estricta en cuanto a imponer a los jueces que
conocen y resuelven en un juicio oral, la exigencia de una cuidadosa
elaboración de sus sentencias, constituyendo la preocupación esencial
de las mismas fijar los hechos y circunstancias que se tuvieron por
probadas, favorables o desfavorables al acusado, labor que debe estar
precedida por la debida valoración que impone el artículo 297; esta
norma, si bien es cierto consagra la facultad de los tribunales para
apreciar la prueba con libertad, no es menos cierto que se preocupa de
fijar límites a esta actividad y como primera limitante se indica que no
puede contradecir los principios de la lógica, las máximas de la
experiencia y los conocimientos científicamente afianzados y a
continuación exige que para hacer esa valoración el tribunal debe
hacerse cargo de toda la prueba producida, incluso de la desestimada,
con el objeto de permitir la reproducción del razonamiento utilizado para
alcanzar las conclusiones a que arriba la sentencia.

Que apreciar bien o mal la prueba, no es un aspecto que esté sujeto


al control de esta Corte, pero otra cosa es la revisión que ésta puede
hacer acerca de la relación lógica entre la valoración de la prueba que

334
los sentenciadores efectúan y las conclusiones a que lleguen en su fallo;
el tribunal puede revisar que la libre apreciación de la prueba no entre
en contradicción con las limitantes que el legislador estableció y que
fueron mencionadas en el motivo procedente.

Que en este mismo orden de ideas, el estándar de convicción que


consagra el Código Procesal Penal, más allá de toda duda razonable,
está referido a la duda basada en la racional y objetiva apreciación de
los elementos de convicción que aporten los intervinientes durante la
audiencia del juicio oral y como contrapartida existirán categorías de
dudas que siendo manifestaciones de la imposibilidad de cerrar
completamente todo margen de duda, quedan excluidas, es decir, se
trata de dudas aceptables o marginales, que no impiden la condena y en
esta categoría están los cabos sueltos, esto es, elementos de
información que no resultan plenamente coherentes con la versión de
los hechos de la acusación y que no aparecen plenamente explicados en
el juicio; tampoco serían dudas razonables aquellas dudas imaginarias o
puramente hipotéticas, referidas a posibles explicaciones alternativas de
la prueba presentada, pero que no forman parte del debate. (Apuntes
Informe de Investigación Nuevo Estándar de Convicción de Cristián
Riego Ramírez. Centro de Investigaciones Jurídicas).

Que la inconsistencia que el Tribunal eleva a la categoría de duda


razonable en relación con los dientes del acusado Rodrigo González y
sobre lo cual argumenta en tres acápites, no reviste tal entidad, y puede
atribuirse a un defecto de percepción y tanto es así que cabe hacer
presente que el Tribunal los describió como parejos y así lo consigna en
la sentencia y el recurrente señala en su recurso que efectivamente el
acusado tenía una gran concentración de dientes y chuecos, con lo que
queda en evidencia que frente a la misma persona, una característica
física de ella, fue captada de manera distinta.

Respecto a la constancia dejada por el Tribunal sobre la dentadura de


este imputado, se observa que fue efectuada finalizados los alegatos de
apertura, sin debate al respecto.

Por otra parte, la afirmación contenida en el numeral 4.- que las


características físicas del acusado González Morales son más o menos
comunes entre jóvenes de 20 a 23 años de esta Comuna y que ello
justificaría el reconocimiento de la víctima, no tiene ningún sustento en
la lógica, en las máximas de la experiencia ni en conocimientos
científicamente afianzados; no se hace referencia al formular tal
afirmación a algún dato estadístico, a algún estudio de la población de la

335
comuna en comparación a otras u otro semejante, o sea, carece de
fundamento.

Finalmente, en relación a la prueba de la defensa, consistente en la


testimonial de Rodrigo Venegas y Héctor Mardones Espinosa,
reproducida en el fundamento Décimo Quinto del fallo recurrido, en el
apartado "Prueba testimonial de Rodrigo González Morales", se la
califica de conteste y coherente en lo declarado, sin explicitar el fallo
como arriba a tal conclusión.

Que de lo razonado en los motivos anteriores resulta que la sentencia


recurrida no cumple las exigencias de las normas mencionadas en el
fundamento 7º) de este fallo, puesto que no satisface la rigurosidad que
ella misma se exige para resolver "más allá de toda duda razonable"
acerca de la efectiva participación de los acusados Hugo Miranda
Constanzo en el delito de robo con intimidación en perjuicio de Pablo
Sánchez Palma y de Rodrigo González Morales en el delito de robo con
intimidación en perjuicio de Julio Barraza, toda vez que la decisión del
Tribunal no se funda en la sentencia con reflexiones lógicas, ni basadas
en las máximas de la experiencia ni en conocimientos científicamente
afianzados y se ha elevado a la categoría de duda razonable, dudas
marginales que la Doctrina describe como "cabos sueltos".

En consecuencia, habiendo observado esta Corte la trasgresión en la


sentencia impugnada de los límites impuestos a la valoración de prueba
y consecuencialmente una falta de la debida fundamentación que
reproduzca el razonamiento utilizado para alcanzar las conclusiones de
absolución, procederá a declararla nula por haber incurrido en la causal
absoluta de nulidad que el Ministerio Público ha fundado en el artículo
374 letra e) del Código Procesal Penal, en relación con lo prescrito en la
letra c) del artículo 342 del mismo texto legal.

Corte de Apelaciones de San Miguel, 20 de noviembre de 2006, rol


Nº 1123-2006. Integraron la Sala los Ministros: Solís Montiel, Héctor;
Díaz Zamora, María Teresa y el Abogado Integrante: Labra Moya, Luis.
Redactó el Ministro Díaz Zamora, María Teresa. Cita online:
CL/JUR/3626/2006

vii) Que, de la referida prueba rendida ante los jueces del Tribunal y
que estos dejan asentados en su fallo, se comprueba que el acusado
Soto Cárcamo le ofreció a Castro Castillo para conducirle el auto, porque
este se encontraba ebrio; que a los 4 minutos de ocurrido el accidente
llegaron dos Carabineros de servicio y encontraron en el asiento del
conductor a Soto Cárcamo, herido, sin poder moverse por encontrarse

336
aprisionado por los barrotes y-o con la puerta de ese lado del móvil
trabada, debiendo ser sacado por los Bomberos; que Castro Castillo se
encontraba en la acera y la puerta del copiloto estaba abierta; y que las
lesiones de Soto Cárcamo también son compatibles con haber sido
causadas por golpe con el volante.

Que así establecidos los hechos por los jueces del grado, como lo
consignan en su motivo séptimo, lo lógico es concluir que el conductor
era la persona que se encontraba en el asiento del piloto al momento de
ser rescatado por Bomberos, toda vez que producto de sus lesiones,
estado de ebriedad y al haber quedado trabada la puerta, no pudo salir,
lo que se ve refrendado con la situación de la víctima, que salió del
asiento del co-piloto, cuya puerta estaba abierta y que al ser atendido
por el médico legista, siete días después del hecho, le dijo que resultó
lesionado al ir de pasajero en el auto.

Que al no estimarlo así, el voto de mayoría del tribunal de primer


grado, infringió las reglas de la lógica, al no concluir en su motivo
octavo, que el conductor era Bernardo Antonio Soto Cárcamo. No obsta
a ello, los reproches que los sentenciadores del fallo de mayoría le
hacen a la prueba como confusa, contradictoria e insuficiente, pues las
diferencias son marginales, propias de las prueba testimonial verdadera,
en que no se le puede exigir absoluta coincidencia en sus dichos, de
todos los antecedentes del suceso, sino que debe ser en los sustancial y
útil a establecer la verdadera ocurrencia de los hechos, como ocurre en
las especie.

Que conforme a lo razonado precedentemente, el fallo de mayoría no


cumple con las exigencias legales, de manera que ha incurrido en el
motivo absoluto de nulidad del artículo 374, letra e), en relación con el
342, letra c) y 297, del Código Procesal Penal, al no hacer una
exposición clara, lógica y completa de cada uno de los hechos y
circunstancias que se dieren por probados y de la valoración de los
medios de prueba que fundamentaren dichas conclusiones de acuerdo
con lo dispuesto en el artículo 297; disposición ésta que los obligaba a
no contradecir los principios de la lógica, como ocurrió en la especie,
correspondiendo acoger la causal es estudio.

Corte de Apelaciones de Concepción, 26 de abril de 2010, rol Nº 56-


2010. Integraron la Sala los Ministros: Aldana Fuentes, Carlos. Redactó
el Ministro Aldana Fuentes, Carlos. Cita online: CL/JUR/2789/2010

337
h) Para que exista infracción los principios de la lógica, las máximas de
la experiencia y los conocimientos científicamente afianzados deben
relacionarse con los hechos establecidos por el tribunal y no otros

Que atento a lo reseñado, la causal de nulidad invocada, prevista en el


artículo 374 letra e) del Código Procesal Penal, en relación,
específicamente con la exigencia contenida en el artículo 342 letra c) del
mismo cuerpo legal, debe estar supeditada únicamente a los hechos
establecidos por el tribunal y por consiguiente, la supuesta omisión de
los principios de la lógica, las máximas de la experiencia y los
conocimientos científicamente afianzados deben relacionarse con tales
hechos y no con otros ajenos.

Corte de Apelaciones de Talca, 26 de noviembre de 2009, rol Nº 513-


2009. Integraron la Sala los Ministros: Muñoz Concha, Moisés. Redactó
el Ministro Muñoz Concha, Moisés. Cita online: CL/JUR/4061/2009

i) La infracción a las reglas de la sana crítica no sólo se dan por


omisión de fundamentación, sino que también por insuficiencia

i) Como se ha dicho antes por esta misma Corte (rol Nº 357-2007), el


término "omisión" que emplea el artículo 374, según el significado que
le da el Diccionario de la Real Academia de la Lengua Española es
abstención de hacer o decir, y abstenerse es contener o refrenar,
apartar, privarse de alguna cosa.

Sin embargo, es evidente para esta Corte que la voz omisión no debe
entenderse en un sentido literal absoluto, esto es, aplicable sólo a los
casos en que el Tribunal haya dejado de hacerse cargo de la prueba
producida, sino también a aquellos casos en que el cumplimiento de la
obligación de fundamentar resulte insuficiente.

Es decir, la omisión es una cuestión no binaria, sino que de grados de


suficiencia.

Omisión, en este contexto significa, por tanto, abstención de hacer


lo debido de modo suficiente en relación a los fines perseguidos por el
legislador al establecer el deber de fundamentar.

Corte de Apelaciones de Valdivia, 15 de diciembre de 2008, rol


Nº 415-2008. Integraron la Sala los Ministros: Correa Rosado, Juan;
Carretta Navea, Darío, y el Abogado Integrante Varas Braun, Juan
Andrés. Redactó el Abogado Integrante Varas Braun, Juan
Andrés.Cita online: CL/JUR/4320/2008

338
ii) Que en lo que atañe a la causal invocada en forma conjunta, esto
es, la del artículo 374 letra e) del Código Procesal, se asevera por la
defensa que el tribunal no señaló considerandos en su resolución; que
hizo un nuevo análisis de la prueba, agregando circunstancias que no
fueron establecidas por los medios de prueba legal; y, que no existe
exposición clara y lógica de los hechos y de cómo ellos fueron
acreditados. A consecuencia de ello, se viola el artículo 342 letra c) en
cuanto a la "exposición clara, lógica y completa de cada uno de los
hechos y circunstancias que se dieran por probados, fueren ellos
favorables o desfavorables al acusado"; y se vulnera también el artículo
342 en su letra d), respecto de las "razones legales o doctrinales que
sirvieren para calificar jurídicamente cada uno de los hechos y sus
circunstancias y para fundar el fallo".

Que sin perjuicio de lo que desde ya se advierte, se escuchó también


durante la audiencia, partes del audio ofrecido por la defensa, donde
consta la extensa relación que hizo el juez durante la audiencia de juicio
y que excedió al simple veredicto condenatorio y que habría
correspondido propiamente a la sentencia que se pronunció verbalmente
y que se registró en el sistema de audio que se emplea en el tribunal
para la recepción de las actuaciones.

Que en el artículo 396 del Código Procesal, se señala que después de


recibida la prueba y, en su caso, la declaración que hubiese querido
agregar el imputado, "el juez pronunciará su decisión de absolución o
condena, y fijará una nueva audiencia, para dentro de los cinco días
próximos, para dar a conocer el texto escrito de la sentencia".

Que, en consecuencia, no es procedente que el juez libre su fallo de


inmediato en la audiencia de juicio, oportunidad en la que sólo debe dar
a conocer su veredicto, sea este de condena o absolución, debiendo fijar
una nueva audiencia, que podría ser en el tiempo inmediato y hasta
cinco días después, para la comunicación de su sentencia, que deberá
constar por escrito.

Que sobre la motivación de una sentencia, como lo ha señalado esta


Corte Suprema, se ha resaltado la importancia que todo fallo cumpla
con los fundamentos de claridad, congruencia, armonía y lógica en los
razonamientos que deben observar los fallos (Revista de Derecho y
Jurisprudencia Tomo XXV, Sección 1ª, p. 156, año 1928).

En este contexto surge la distinción racional sobre lo que constituye en


efecto el fundamento del fallo por parte de los jueces, distinguiendo lo
que son las motivaciones, fundamentaciones, justificaciones y

339
argumentaciones, problema resuelto por la jurisprudencia comparada al
señalar que hay ausencia de fundamento tanto cuando este se
encuentra ausente, como cuando la ausencia es parcial o son
insuficientes los expresados, al igual que en el evento de existir
incoherencia interna, arbitrariedad y falta de razonabilidad.

La motivación de las sentencias constituye una faceta o cariz de un


"justo y racional procedimiento" como exige nuestra carta fundamental,
que debe cumplirse, por ser esta la ocasión en que el Estado, por medio
del órgano jurisdiccional, responde al derecho de petición y
especialmente a la acción intentada en el proceso, lo cual, sin duda,
debe tener en consideración el tribunal superior al revisar
eventualmente la decisión.

Que como se advierte en el caso en estudio, no existe una sentencia


escrita que cumpla con sus partes expositiva y considerativa, sino sólo
la resolutiva, fallo que se encuentra agregado a fs. 5, 6 y 7 de este
legajo, de cuya observación aparece evidente que no cumple los
requisitos señalados en los literales b), c), d) y g) del artículo 342 del
Código Procesal, en circunstancias que la omisión de los requisitos
señalados en la letra c) y d) son constitutivas del vicio de invalidación
absoluta que contempla el artículo 374 e) del código mencionado,
defecto que también conduce a la anulación del juicio y la sentencia en
él recaída.

Podemos señalar que el Derecho en sí constituye una serie de


decisiones —en relación con ciertos problemas prácticos— cuya
justificación requiere la producción de argumentos, esto es, de razones
en favor de esas decisiones.

Ahora, de entre esos argumentos, algunos tendrán carácter


interpretativo, pero otros no, ya que serán argumentos deductivos que
justificarán internamente la decisión, e incluso, habrá argumentos de
calificación o de relevancia.

Que la fundamentación de las sentencias, en este caso, de la


exposición clara, lógica y completa de cada uno de los hechos y
circunstancias que se dieron por probados, favorables o desfavorables a
los acusados, y de la valoración de los medios de prueba que
fundamentan dichas conclusiones de acuerdo con lo dispuesto en el
artículo 297 del Código Procesal; y además, de las razones legales o
doctrinales que sirvieron para calificar jurídicamente cada uno de los
hechos y sus circunstancias y para fundar el fallo, constituyen
exigencias del debido proceso.

340
Que habiendo sido incumplida por parte del sentenciador su obligación
de motivar el fallo, resulta procedente declarar la ineficacia de dicha
resolución, sustentado que estamos en presencia de un acto jurídico,
como lo es la sentencia, el que no alcanzó a tener entidad o ser jurídico,
transformándose en un acto ineficaz por incapacidad operativa, esto es,
por tratarse de un acto jurídico procesal que carece de sustancia, al
estar falto de la motivación suficiente que le permita tener como
fundamento o fuente de su decisión las argumentaciones y reflexiones
que, a su vez, le permitan al sentenciador arribar a su decisión
conclusiva.

Corte Suprema, 4 de noviembre de 2009, rol Nº 6165-2009.


Integraron la Sala los Ministros: Segura Peña, Nibaldo; Rodríguez Espoz,
Jaime; Ballesteros Cárcamo, Rubén; y los Abogados Integrantes: Pozo
Silva, Nelson; y Hernández Emparanza, Domingo. Cita online:
CL/JUR/2945/2009

iii) Que, la debida fundamentación de toda resolución judicial es una


garantía constitucional y forma parte del control jurisdiccional y público
que caracteriza el nuevo proceso penal. Además de ser un deber
constitucional del juzgador, es un derecho del justiciable al reexamen de
la cuestión sometida a decisión ante jueces distintos. El deber de
motivar las sentencias es un componente esencial del modelo de
jurisdicción propio de un estado democrático de derecho. Si se
comparten los fundamentos de la resolución impugnada, es exigible, al
menos, una motivación del porqué se está de acuerdo con la decisión de
primer grado, es decir, publicar las razones de la decisión. El uso del
mero reenvío como técnica motivacional de la sentencia no cumple con
el deber de explicitar el valor que le merece al sentenciador de segunda
instancia las argumentaciones a que se remite. Un reenvío formal y
general vulnera el derecho del justiciable a obtener una sentencia
motivada y pone en entredicho el valor efectivo que pueda tener la
doble instancia en nuestro derecho.

Corte Suprema, 26 de abril de 2010, rol Nº 9492-2009. Integraron la


Sala los Ministros: Segura Peña, Nibaldo; Rodríguez Espoz, Jaime;
Dolmetsch Urra, Hugo; Ballesteros Cárcamo, Rubén, y el Abogado
Integrante: Bates Hidalgo Luis. Redactó el Abogado Integrante Bates
Hidalgo, Luis. Cita online: CL/JUR/2402/2010

iv) Que del estudio de los antecedentes contenidos en el fallo recurrido


y, en especial del audio acompañado, se evidencia que la mayoría de los
sentenciadores no realizaron un análisis completo y una ponderación
conforme a la normativa legal de las múltiplescontradicciones en que

341
incurren los testigos (policías) y la víctima, contradicciones de tal
magnitud que no se explican como producto de la dinámica con que se
desarrollan los hechos y por lo cual podrían resultar descripciones un
tanto confusas de los mismos, sino que en la especie, como lo señala el
juez disidente en el motivo sexto de su voto, las contradicciones
existentes, llevan a que concurran dos versiones, absolutamente
opuestas en relación a la participación de los imputados, sin que la
mayoría de los sentenciadores fundamenten las razones por las cuales
dieron mayor valor probatorio a la testimonial rendida por la policía que
a los dichos de la propia víctima.

Que conforme lo reseñado en los motivos anteriores esta Corte estima


que en lo que se refiere a la causal establecida en la letra e) del artículo
374 del Código Procesal Penal en relación al artículo 342 letra c) y 297
del mismo cuerpo normativo, los sentenciadores de mayoría, no
realizaron una exposición clara, lógica y completa de los hechos y
circunstancias que se dieron por probados y la valoración de la prueba
de acuerdo a la lógica, las máximas de la experiencia y a los
conocimientos científicamente afianzados debidamente razonados de
acuerdo a las pruebas aportadas, incurriendo en el vicio de nulidad
denunciado y ello ha influido sustancialmente en lo dispositivo del fallo.

Que el estándar de convicción establecido por el legislador en el


artículo 340 del Código Procesal Penal, esto es, más allá de toda duda
razonable, se refiere a la duda basada en la racional y objetiva
apreciación de los elementos de convicción que son los que aportan los
intervinientes en la audiencia de juicio oral; quedan excluidas, siendo
aceptables y marginales, no excluyendo la condena, aquellas
denominadas "cabos sueltos", pero no aquellas —como las existentes en
este juicio— que son determinantes de un hecho y que dan origen a
dudas de tal magnitud, que son de carácter razonable, reflexionar de
manera diferente, infringe la lógica y las máximas de la experiencia.

Que atento a lo razonado precedentemente, procede acoger el recurso


de nulidad contemplado en la causal del artículo 374 letra e) en relación
con el artículo 342 letra c) y 297 del Código Procesal Penal.

Corte de Apelaciones de San Miguel, 27 de octubre de 2009, rol


Nº 1304-2009. Integraron la Sala los Ministros: Iturra Astudillo,
Fernando; y el Abogado Integrante: Müller Reyes, Carlos. Redactó la
Ministro Letelier Ramírez, María Teresa. Cita online:
Cita online:CL/JUR/2663/2009

342
j) La falta de fundamentación de los antecedentes infringe el artículo
297 dando lugar a la causal de la letra e) del artículo 374

i) Que, si se ha omitido fundamentación y ponderación de la prueba,


se contradicen los principios de la lógica y máximas de experiencia,
porque el mérito de toda la prueba rendida permite el razonamiento
lógico, la aplicación de las máximas de experiencia, que puede hacer
variar sustancialmente los hechos. La valoración de la prueba que ha
sido omitida, puede conducir a la misma convicción de condena o puede
conducir a la absolución o, al menos, a plantear una duda razonable.
Sólo ponderando íntegramente toda la prueba, como lo ordena el
artículo 297 del Código Procesal Penal, se verán satisfechas las
exigencias del debido proceso y de esta forma comprender la equidad
del fallo conforme a las reglas de la lógica, las máximas de la
experiencia y los conocimientos científicamente afianzados.

Corte de Apelaciones de Concepción, 17 de diciembre de 2009, rol


Nº 574-2009. Integraron la Sala los Ministros: Mackay Foigelman, Rosa
Patricia, y el Abogado Integrante: Mella Cabrera, Patricio. Cita online:
CL/JUR/5032/2009

ii) Que, tal y como ha quedado consignado procedentemente, la


exigencia que la ley hace en el artículo 342 letra c) se refiere a que la
sentencia contenga la exposición clara, (sic) lógica y completa de cada
uno de los hechos y circunstancias que se tuvieron por probados,
favorables o no al acusado y de la valoración de los medios de prueba
que fundamentaren la conclusión dispuesto en el artículo 297.

Que, la sentencia recurrida no cumple con dicho mandato legal en


relación a la circunstancia modificatoria de responsabilidad, consistente
en la agravante del artículo 12 número 16, del Código Penal, alegada en
contra de la acusada Gloria del Carmen San Martín Polanco, pues omite
ponderar los antecedentes acompañados por el Ministerio Público para
acreditarla, omisión que configura la ausencia del requisito que denuncia
el recurrente y configura la causal del artículo 374 letra e) del Código
Procesal Penal, desde que influye en lo dispositivo del fallo del modo en
que se indica en el recurso.

Corte de Apelaciones de Chillán, 6 de noviembre de 2009, rol Nº 172-


2009. Integraron la Sala los Ministros: Silva Gundelach,
Guillermo.Cita online: CL/JUR/3091/2009

iii) Que esta Corte estima que en el fallo en estudio se ha omitido a


cabalidad la ponderación de los medios de prueba aportados, como

343
asimismo, comparte la apreciación de la recurrente en cuanto a la
parcialización que se hace de la declaración del coimputado, que resultó
creíble para establecer el hecho ilícito, pero no para acreditar la
participación del acusado por considerarla ambigua, sin expresar, por
cierto, en qué consistía dicha ambigüedad, ni dando fundamento alguno
para sostenerla.

Que la omisión antes indicada relativa a la apreciación de dicha


probanza, constituye por sí misma, motivo suficiente para la anulación
del juicio y del fallo en que incide, por estar frente a la causal de nulidad
prevista en la letra e) del artículo 374 del Código Procesal Penal en
relación al artículo 342 letra c) del mismo Cuerpo Legal recién citado.

Corte de Apelaciones de Talca, 11 de diciembre de 2008, rol Nº 559-


2008. Integraron la Sala los Ministros: Salazar Muñoz, Roberto. Redactó
el Ministro Salazar Muñoz, Roberto. Cita online: CL/JUR/4303/2008

iv) Que los jueces que dictaron el fallo impugnado de nulidad no dieron
cumplimiento a la citada disposición, desde que no valoraron
debidamente y conforme a la lógica los antecedentes que eran
favorables para el sentenciado en relación con el otorgamiento del
beneficio de la libertad vigilada, desde que ellos fueron desestimados en
atención a un elemento de gravedad del delito—, que nada tiene que ver
con las circunstancias que el legislador entrega para conceder o no un
beneficio.

Lo anterior, toda vez que la gravedad del ilícito mirado desde un punto
de vista objetivo, apunta a la posibilidad genérica de que sea procedente
optar a alguno de los beneficios de la ley Nº 18.216, y no al caso
concreto de concederlo o no, pues en esta última situación, lo que se
debe tener en cuenta es la pena aplicada en concreto a los hechos
acreditados en la causa, con sus diversas circunstancias modificatorias
de responsabilidad criminal.

Conclusión que no tiene que ver con la facultad privativa de los


sentenciadores de otorgar o no alguno de los beneficios, pues si bien, se
puede otorgar o no un beneficio en forma libre y soberana, tal decisión
no puede ser arbitraria, sino que debe ser consecuencia de un
razonamiento lógico y fundado en los antecedentes probatorios
producidos en el juicio oral, especialmente cuando en forma precisa y
determinada se han aportado datos para pronunciarse fundadamente
sobre tal aspecto.

344
Corte de Apelaciones de Rancagua, 29 de agosto de 2008, rol Nº 283-
2008. Integraron la Sala los Ministros: Pairicán García, Ricardo; Vásquez
Plaza, Miguel, y el Abogado Integrante: Latife Anich, María Lutfie.
Redactó el Ministro Vásquez Plaza, Miguel. Cita online:
CL/JUR/3358/2008

v) Que conforme a lo expuesto precedentemente, aparece de


manifiesto que la sentencia efectivamente ha incurrido en el vicio que se
le reprocha. En efecto, ella carece por entero de la exposición clara,
lógica y completa de cada uno de los hechos y circunstancias que se
dieron por probados, y de la valoración de los medios de prueba que
fundamentan la conclusión de aplicarle al adolescente la pena accesoria
en cuestión.

Por cierto, el requerimiento no hace alusión alguna al hecho que el


menor se haya encontrado al menos bajo la influencia del alcohol al
momento de cometer los delitos, y sin embargo, en el considerando
noveno, la sentenciadora lo da por establecido, pero sin referirse al o los
medios de prueba en virtud de los cuales se alcanza semejante
conclusión.

Corte de Apelaciones de Copiapó, 15 de septiembre de 2009, rol


Nº 113-2009. Integraron la Sala los Ministros: Carrasco Labra, Álvaro.
Redactó el Ministro Carrasco Labra, Álvaro. Cita online:
CL/JUR/1099/2009

vi) Que de este modo, el raciocinio empleado por la señorita Juez a


quo, al no ponderar completamente la prueba rendida en autos,
acogiendo ciertos elementos por considerarlos verídicos y desestimando
otros contradictorios sin un análisis jurídico total, resulta reprochable, si
se tiene en cuenta el enlace o conexión parcial de las proposiciones que
fueron recogidas en la conclusión, razón por la cual el recurso de
invalidación intentado, por haberse incurrido en un motivo absoluto de
nulidad, deberá prosperar, de conformidad con lo dispuesto en el
artículo 374 letra e) del Código Procesal Penal, vinculado con los
artículos 342 letra c) y 297 del mismo cuerpo legal.

Corte de Apelaciones de San Miguel, 30 de noviembre de 2009, rol


Nº 881-2007. Integraron la Sala los Ministros: Contreras Pérez, José;
Blanco Herrera, Ricardo; y el Abogado Integrante: Jara
Miranda, Eduardo. Redactó el Ministro Blanco Herrera,
Ricardo. Cita online:CL/JUR/4228/2009

345
vii) Que, sin embargo, la sentencia impugnada efectivamente no
expone en términos detallados los elementos de prueba que considera
para llegar a su conclusión, pues sin perjuicio de que expone los dichos
del acusado, omite la exposición clara y detallada de los demás medios
probatorios que debió considerar y con ellos elaborar un razonamiento
conforme a la sana crítica, en términos que permita apreciar el
razonamiento lógico que lo lleva a concluir que el elemento fuerza no
resultó acreditado en la especie sino sólo con los dichos del acusado y
estimar que ellos carecen de la precisión, certeza, concordancia,
verosimilitud y concatenación necesarias para tenerla por acreditada,
justificando así su absolución, sin que haya abierto tampoco, debate
conforme con el inciso final del artículo 341 del Código Procesal Penal,
sobre una posible recalificación del ilícito a la luz de los hechos
acreditados, configurándose así la causal de nulidad prevista en los
artículos 374 letra e) en relación con el artículo 340, ambos del mismo
cuerpo legal motivo por el que procede acoger el recurso interpuesto por
el Ministerio Público.

Corte de Apelaciones de Santiago, 4 de agosto de 2006, rol Nº 1192-


2006. Integraron la Sala los Ministros: Escobar Zepeda, Juan; Gómez
Montoya, Mario; y el Abogado Integrante: Thomas Dublé, Marcos
Horacio. Cita online: CL/JUR/2590/2006

viii) Que se sigue de lo expuesto que para no contradecir las


máximas de la experiencia los sentenciadores habrían tenido que
desvirtuar, razonablemente, y fundarlo debidamente, que el acusado
que intenta sustraer otro vehículo no tenía conocimiento que aquel que
utiliza no era robado, pues lo normal es que quien se apresta a cometer
un delito valiéndose de un medio o instrumento conoce claramente su
procedencia u origen.

Que al no valorar la sentencia la totalidad de las probanzas producidas


durante el juicio oral ni fundamentar debidamente la decisión de
absolución del acusado por el delito de receptación que le imputó el
Ministerio Publico del modo que lo exige la ley, aquella queda afecta al
vicio de nulidad del artículo 374 letra e) en relación con lo establecido
en los artículos 342 letra c) y 297 del Código Procesal Penal, pues se
impide así reproducir el razonamiento que los jueces utilizaron para
arribar a su decisión.

Corte de Apelaciones de Santiago, 14 de junio de 2006, rol Nº 940-


2006. Integraron la Sala los Ministros: Astudillo Contreras, Omar
Antonio; Villarroel Valdivia, Iván Patricio; y el Abogado Integrante:

346
Pfeffer Urquiaga, Emilio. Redactó el Abogado Integrante: Pfeffer
Urquiaga, Emilio. Cita online: CL/JUR/1650/2006

ix) Que, como puede advertirse, la sentencia no analiza toda la prueba


rendida, que no pondera individual y comparativamente, ni proporciona
antecedentes suficientes que permitan reproducir el razonamiento del
juzgador, en la forma exigida por la ley procesal penal.

Particularmente relevante resulta la omisión en que se ha incurrido al


no consignar el fallo ni siquiera una somera síntesis de las declaraciones
de los testigos que concurrieron a la audiencia de prueba, en términos
que permitan contrastarlas y comprender las razones por las cuales se
da mayor valor a uno u otro testimonio.

De igual manera, se omite toda referencia a los hechos y


circunstancias de que darían cuenta los informes técnicos, planos del
lugar, croquis y fotografías del sitio del suceso que pudieren apoyar o
desvirtuar la decisión condenatoria.

Que la falta de fundamentación que se advierte en la sentencia


recurrida configura la causal específica o motivo absoluto de nulidad
contemplado en la letra e) del artículo 374 del Código Procesal Penal,
invocada en el recurso, cuya concurrencia es suficiente para que éste
sea acogido.

Corte de Apelaciones de Santiago, 12 de abril de 2008, rol Nº 118-


2008. Integraron la Sala los Ministros: Villarroel Ramírez, Cornelio;
Maggi Ducommun, Rosa; Chevesich Ruiz, Gloria Ana. Redactó el Ministro
Maggi Ducommun, Rosa María. Cita online: CL/JUR/1810/2008

x) Que la causal de nulidad o motivo absoluto de nulidad contenida en


la letra e) el artículo 374 del Código Procesal Penal, en relación con la
letra c) del artículo 342 del mismo estatuto, concurre cuando la
sentencia objetada carece totalmente de las consideracionesrelativas a
los extremos señalados en dicho precepto, es decir, tiene por objeto
evitar que no se desarrollen las razones que justifican la decisión, sea
porque existe ausencia total de éstas o porque se ha discurrido sobre
antecedentes fácticos y jurídicos del todo ajenos a lo propuesto lo que,
por cierto, importa un defecto que permite la anulación del fallo. Tal
exigencia impone al sentenciador la obligación de explicar los motivos
por los que, de acuerdo con la ley o la doctrina imperantes, se ha
reconocido o desestimado alguna petición de los intervinientes, para lo
que ha de cumplir con el imperativo legal de fundamentar las
resoluciones judiciales, a fin de otorgar autoridad a sus decisiones,

347
además de cumplir con la garantía constitucional de un racional, justo y
debido proceso, todo con miras a que la fundamentación de las
sentencias representa una garantía que tiende a evitar la arbitrariedad,
pues permite conocer los motivos que sustentan la decisión, imponiendo
a los jueces la obligación de estudiar razonadamente los elementos de
juicio reunidos, en términos que resulte entendible la aceptación o
rechazo tanto de las pruebas rendidas como de las alegaciones y
defensas planteadas.

Corte de Apelaciones de Santiago, 30 de noviembre de 2011, rol


Nº 1785-2010. Integraron la Sala los Ministros: Pfeiffer Richter, Alfredo;
Zepeda Arancibia, Jorge y el Abogado Integrante: Asenjo Zegers,
Rodrigo. Redactaron los Ministros Pfeiffer Richter, Alfredo; Zepeda
Arancibia, Jorge. Cita online: CL/JUR/12281/2010

k) La fundamentación no supone la transcripción literal de los dichos


de los testigos, ni peritos, ni de cuestiones intrascendentes

Que el artículo 297 del Código Procesal Penal, no exige una descripción
o detalle minuciosos de los medios de convicción y únicamente encierra
una descripción fáctica de todos y cada uno de los hechos, vale decir, la
forma como se cometió el ilícito, la hora y el lugar y las demás
circunstancias acreditadas en el proceso y una valoración de ellos con
libertad, pero sin contradecir los principios de la lógica, las máximas de
la experiencia y los conocimientos científicamente afianzados, aunque
no es indispensable una transcripción íntegra y textual de los dichos de
cada uno de los peritos y testigos.

Por otro lado cabe tener presente que la valoración de la prueba no es


incompleta si en la actividad de valoración se omiten datos o
circunstancias irrelevantes o intrascendentes tendientes a establecer la
verdad de lo acontecido. De lo contrario entonces, el artículo 375 del
Código Procesal Penal, no tendría razón de ser.

Corte de Apelaciones de Chillán, 11 de diciembre de 2009, rol Nº 202-


2009. Integraron la Sala los Ministros Hansen Kaulen, Bernardo
Christian. Redactó el Ministro Hansen Kaulen, Bernardo Christian.
Cita online: CL/JUR/4734/2009

l) Para fundamentar no basta afirmar, sino que es necesario efectuar


un análisis razonado que permita a la comunidad comprender la decisión

i) Que, de la lectura del fallo, se puede concluir que no hay un análisis


como el señalado en el considerando precedente, ya que para preferir

348
una declaración de la víctima por sobre la del agresor no basta con
afirmarlo, sino que es necesario efectuar una calificación superior a la
normal, no sólo por la naturaleza y entidad del delito por el que se
acusó a los condenados, sino que por una exigencia constitucional y
legal de fundamentar y socializar una sentencia, en el sentido que toda
persona que lea un fallo llegue a la misma conclusión a que arriba el
tribunal que la pronunció.

En efecto, es un principio inconcuso que la sentencia definitiva, en


cualquier tipo de procedimiento de que se trate, por una parte, debe
constituir un resumen completo del proceso; y, por otro lado es un juicio
lógico, en el sentido que un fallo no es el resultado de la intuición, sino
que de un análisis razonado de cada una de las piezas de autos, que,
por tanto, debe ser autosuficiente y generar en quien lo lea y en la
comunidad la convicción de que la decisión a la que se ha llegado es la
que se ajusta a Derecho o a la verdad. Con lo anterior se cumple con la
finalidad socializadora de la sentencia, finalidad que al decir del profesor
Mario Mosquera Ruiz significa una cosa muy simple: "el fallo que se
dicte debe ser comprendido por todos, de tal manera que una sentencia
determinada no cree la sensación de que fue dictada sin imparcialidad o
sin idoneidad. La socialización de la sentencia consiste, entonces, en que
toda la comunidad la acepte, que nadie, en lo posible, quede con la
duda de que el asunto no fue fallado debidamente" (Mario Mosquera R.
Seguridad jurídica y Derecho Procesal, en Revista de Derecho
Procesal Nº 13, 1986, p. 12).

Corte de Apelaciones de Santiago, 24 de marzo de 2011, rol Nº 130-


2011. Integraron la Sala los Ministros: Valdovinos Jeldes, Amanda;
Villarroel Valdivia, Iván Patricio, y el Abogado Integrante: Morales
Robles, Eduardo. Redactó el Abogado Integrante Morales Robles,
Eduardo. Cita online: CL/JUR/2516/2011

ii) El deber de motivar las decisiones tiene como esencia la de


posibilitar la fiscalización de la actividad jurisdiccional, tanto por otros
tribunales superiores mediante los recursos, como por los contendientes
y el resto de la sociedad. Si el tribunal explica las razones de su
resolución es posible controlar si efectivamente la actividad judicial se
ha movido dentro de los parámetros de la lógicaracional y la legalidad o
si, por el contrario, dicho edicto es colofón de una pura arbitrariedad.
"La motivación no es sólo una garantía individual, es una garantía social
en cuanto la justicia correctamente administrada permite el desarrollo
en paz y la construcción de una sociedad integrada por hombres dignos,
libres e iguales" (Rubén A. Chaia: "La prueba en el proceso

349
penal", primera edición, Editorial Hammurabi, Buenos Aires, Argentina,
año dos mil diez, p. 178).

De ello fluye que es imprescindible que los jueces expliquen y


fundamenten sus decisiones, a menos que se trate de simples órdenes
para el impulso del proceso; así se evitan arbitrariedades y se permite a
los litigantes usar adecuadamente el derecho de impugnación contra la
sentencia para los efectos de la segunda instancia, y exponer al ad
quem las razones legales y jurídicas que desvirtúan los errores que
condujeron al juez a su resolución. Porque todo dictamen es el resultado
de las lucubraciones o motivaciones que en aquél se desenvuelven. En
palabras del Tribunal Constitucional: "la motivación de las sentencias es
connatural a la jurisdicción y fundamento indispensable para su
ejercicio. Constituye, a la vez que un deber del juzgador, un derecho
para el justiciable" (STC, Nº 1373-09-INA, de veintidós de junio de dos
mil diez).

Que, en este orden de ideas, conviene dejar en claro que en nuestro


ordenamiento jurídico las decisiones judiciales no deben resultar de
meros actos de voluntad o ser fruto de simples impresiones de los
jurisdicentes, sino que deben ser corolario de la estimación racional de
las probanzas, exteriorizada como una explicación igualmente racional
sobre por qué se decidió de esa manera "y no de otra", explicación que
deberá ser comprensible y compartible por cualquier tercero, también
mediante el uso de la razón.

El artículo 297 del estatuto adjetivo criminal describe lo que se ha


constatado al preceptuar que: "Valoración de la prueba. Los tribunales
apreciarán la prueba con libertad, pero no podrán contradecir los
principios de la lógica, las máximas de la experiencia y los
conocimientos científicamente afianzados", agrega su inciso segundo
que: "El tribunal deberá hacerse cargo en su fundamentación de toda la
prueba producida, incluso de aquella que hubiese
desestimado, indicando en tal caso las razones que hubiere tenido en
cuenta para hacerlo", termina por expresar que: "La valoración de la
prueba en la sentencia requerirá el señalamiento del o de los medios de
prueba mediante los cuales se dieren por acreditados cada uno de los
hechos y circunstancias que se dieren por probados. Esta
fundamentación deberá permitir la reproducción del razonamiento
utilizado para alcanzar las conclusiones a que llegare la sentencia".

Que en este predicamento, esta magistratura ha señalado con


antelación que: "la nueva legislación procesal penal ha sido
especialmente exigente en orden a imponer a los jueces que conocen y

350
resuelven en definitiva en juicio oral un trabajo de elaboración
meticuloso y cuidadoso en la concepción de sus sentencias. La
preocupación esencial de toda sentencia penal de fijar los hechos y
circunstancias que se tuvieran por probadas, favorables o desfavorables
al acusado, debe ir precedida de la debida valoración que impone el
artículo 297. Esta norma, si bien es cierto ha facultado a los tribunales
para apreciar la prueba con libertad en abierta y franca discrepancia con
el sistema probatorio tasado del sistema inquisitivo, lo ha hecho en el
entendido que los tribunales no pueden en modo alguno, como primera
limitante, contradecir los principios de la lógica, las máximas de
experiencia y los conocimientos científicamente afianzados; y luego
exige que para hacer esa valoración el tribunal debe hacerse cargo de
toda la prueba producida, incluso la desestimada, con señalamiento de
los medios de prueba, únicos o plurales, por los cuales se dieren por
probados cada uno de los hechos y circunstancias atinentes a la litis"
(SCS, Nºs. 964-03 y 1743-03, de doce de mayo y dos de julio de dos
mil tres).

Que el fin de la fundamentación no es otro que permitir la


reproducción y fijación del razonamiento utilizado para alcanzar las
conclusiones a que llega la sentencia. Pero ha ido más allá la ley. El
inciso 2º del artículo 36, aplicable en la especie por ser común a todo
tipo de resoluciones dictadas en el juicio oral, declara que la simple
relación de los documentos del procedimiento o la mención de los
medios de prueba o solicitudes de los intervinientes no sustituirá en
caso alguno la reseñada obligación.

De todo lo relacionado resulta muy claro que el nuevo proceso penal


obliga a los jueces en su sentencia a indicar todos y cada uno de los
medios probatorios atinentes a fijar los hechos y circunstancias
propuestos por los intervinientes, expresar sus contenidos y en base a
ellos razonar conforme a las reglas de la dialéctica a fin de evidenciar las
motivaciones que se han tenido en cuenta para preferir uno del otro o
para darle preeminencia, de modo que de dicho análisis surja la
constancia de cómo hicieron uso de la libertad para apreciarla y llegaron
a dar por acreditados los hechos y circunstancias que serán inamovibles
posteriormente.

Esta libertad que la ley le reconoce a los jueces para "pesar" toda la
prueba no puede merecer críticas si la resolución pone en forma clara y
expresa en evidencia que no se han desconocido las restricciones que
ella misma ha impuesto, a saber, que la forma de apreciar la prueba con
libertad no contradiga los principios de la lógica, las máximas de
experiencia y los conocimientos científicamente afianzados, lo que

351
supone, dicho de otro modo, que se respeten las pautas del silogismo;
los principios, vivencias, proposiciones y enseñanzas adquiridas por los
jueces durante su vivir y en ejercicio de la función jurisdiccional, como
también los conocimientos que científicamente resulten prevalentes
conforme se desprenda de quienes los dominan o manejan.

Y estas exigencias no están desprovistas del correspondiente respaldo


constitucional. Desde luego, el inciso 5º del Nº 3º del artículo 19 de la
Constitución Política de la República, declara que "Toda sentencia de un
órgano que ejerza jurisdicción debe fundarse en un proceso previo
legalmente tramitado", y el artículo 73 de la misma veda a los demás
órganos superiores del Estado revisar los fundamentos o contenidos de
las resoluciones que emanan de los tribunales establecidos por la ley.

Por lo tanto, semejantes cánones reglamentan la forma de cómo


los jueces deben dar por acreditados los hechos y, si no son respetados,
autoriza la anulación correspondiente. No hay en ello,
consiguientemente, un control del tribunal de alzada sobre los hechos,
sino sobre el cómo llegaron a ellos los jueces del tribunal oral. Si no
realiza su argumentación en la forma expuesta, es decir, analizando
cada una de las pruebas rendidas sin omitir ninguna, y por el contrario
efectúa aceptaciones o descartes en forma global, procederá el recurso
de nulidad en los términos previstos en el artículo 374, letra e), en
concordancia con los artículos 342, letra c), y 297, todos de Código
Procesal Penal.

Que de la simple lectura del veredicto reprobado se desprende que los


jurisdicentes pretirieron el imperativo legal que ordena que toda
sentencia definitiva debe contener la enunciación, con la mayor
exactitud, de los hechos sobre que versa la cuestión destinada a
resolverse y que aparecen demostrados en la litis, operación de capital
importancia, desde el instante que deben ser la base sobre la cual se
asienten los raciocinios jurídicos que conduzcan a castigar al inculpado
que aparezca como responsable, o absolver al que sea inocente.
Entonces el juzgador debe determinar con claridad y precisión los
sucesos que da por demostrados, por cuanto esos habrán de ser
subsumidos en los preceptos sustantivos por los que se acusó y que
tipifican el delito y, de no ser así, por qué esa realidad fáctica respecto
de la que se alcanzó convicción, no satisface los requerimientos de un
tipo penal o bien no logra comprobar la intervención del incriminado.

Que, en efecto, el laudo en estudio carece de toda consideración


relativa a la situación fáctica que se tiene por comprobada, por lo que el

352
dictamen de marras no contiene todos y cada uno de los presupuestos
que manda la ley y adolece del vicio de nulidad denunciado.

Que aún cuando pudiera parecer que la exigencia precisada se


encuentra cumplida con algunas de las lucubraciones que someramente
se enuncian en el apartado primero de los basamentos undécimo y
décimo quinto del laudo impugnado, lo referido en él no es suficiente,
dado que en el establecimiento de los hechos se deben especificar todas
las circunstancias que importen modalidades de indispensable
conocimiento para la exacta aplicación del derecho a que están llamados
los magistrados del fondo.

Que, por lo demás, para que exista una decisión motivada, es


necesario que contenga un análisis de las pruebas aportadas,
explicación y razonamiento acerca de la fuerza probatoria que atribuye a
cada una de ellas. Cuando el juez decide tener unos hechos como
justificados, es que los considera realmente producidos. Se decanta por
una de las hipótesis concurrentes, excluye la o las restantes y debe
dejar constancia del por qué.

Que desde esta perspectiva, cuando el pronunciamiento atacado


consigna: "Que ninguno de los testigos y peritos que declararon en el
juicio han afirmado que les consta que el acusado Hyde se haya
concertado con Luis Videla para que este cursara las operaciones de
factoring, ni que haya cedido fraudulentamente facturas a ACF Capital,
según se formula en las acusaciones" (razonamiento noveno) y "Que en
ninguno de los cincuenta y dos documentos señalados en el
considerando octavo, se expresa que el acusado Hyde se haya
concertado con Luis Videla para que éste cursara las operaciones de
factoring, ni que haya cedido fraudulentamente las facturas a ACF
Capital, según se formula en las acusaciones, conclusión ésta que se
funda objetivamente en dichos instrumentos, a su sola lectura, no
contiene semejante afirmación" (reflexión décima), para así hacerse
cargo de once deponentes y cincuenta y dos documentos de cargo
introducidos por el órgano persecutor, estas breves afirmaciones, que ni
siquiera se sustentan mayormente, son las únicas referencias
específicas para desechar estas pruebas, ya que todas las demás se
limitan a dejar constancia de los relatos de los testigos y de las otras
pruebas acompañadas por las partes.

Esas meras frases que no se justifican ni fundamentan, no bastan para


satisfacer la estricta exigencia legal de que ellas se examinen una por
una, y se consignen también una por una las razones por las cuales se
las desecha, pero en todo caso aún si se estimase que cumple, aunque

353
imperfectamente con el mandato legal, estas descalificaciones de tales
testigos son las únicas al respecto, pero no se precisa por cuáles
motivos o fundamentos se desestimaron las de los demás testigos,
limitándose el fallo a señalar que son la mayoría, lo que es la mejor
demostración que no se hizo prueba por prueba como lo exige la ley.

Que en virtud de las omisiones advertidas, la resolución criticada


queda claramente incursa en la causal esgrimida por el Ministerio
Público, o sea, en la del literal e) del artículo 374, en armonía con los
artículos 297 y 342, letra c), del Código de instrucción criminal, porque
no ha sido extendida en la forma dispuesta por la ley, de manera que de
por sí deviene su acogimiento.

Corte Suprema, 4 de octubre de 2010, rol Nº 4617-2010. Integraron


la Sala los Ministros: Segura Peña, Nibaldo; Rodríguez Espoz, Jaime;
Künsemüller Loebenfelder, Carlos; Dolmetsch Urra, Hugo; y el Abogado
Integrante: Bates Hidalgo, Luis. Redactó el Ministro Rodríguez Espoz,
Jaime. Cita online: CL/JUR/7977/2010

iii) Que, sin perjuicio de lo relacionado en los basamentos


precedentes, en la litis penal el Estado tiene impuesta la carga de
comprobar en grado de certeza todos los extremos de la imputación
delictiva, o sea, todos aquellos hechos que, individualmente o en su
conjunto, permiten acreditar los ingredientes del delito o, por el
contrario, reprobarlos. En otras palabras, si consideramos que la
pretensión punitiva ha de concretarse, en cada caso, en la imputación
de uno o más hechos que, con arreglo a la ley penal sustantiva
configuran un determinado delito, serán hechos relevantes o pertinentes
aquellos que revelan o excluyen la presencia de los componentes del
injusto, la participación culpable del hechor y las circunstancias
modificatorias de su responsabilidad criminal, materia de los cargos.

Que la motivación de las sentencias debe permitir conocer la


inteligencia que sustenta la resolución, imponiendo a los jueces la
obligación de estudiar razonadamente los elementos de juicio reunidos,
en términos que resulte entendible la aceptación o rechazo de la
pretensión punitiva ejercida por el Estado. De la elaboración deben
desprenderse con claridad las reflexiones que ha tenido el tribunal para
declarar probados los aspectos fundamentales de los hechos, muy
particularmente cuando hayan sido controvertidos.

La obligación de fundar los fallos, que no pretende satisfacer


necesidades en orden puramente formal, sino permitir al justiciable y a
la sociedad en general conocer las razones de las resoluciones de los

354
órganos jurisdiccionales y facilitar el control de la racionalidad y
corrección técnica de la decisión por el tribunal que la revise, se refuerza
cuando se trata de sentencias condenatorias y el acusado ha negado los
hechos, la que tendrá la extensión e intensidad bastante para cubrir la
esencial finalidad de la misma, que los jurisdicentes expliquen
suficientemente el proceso intelectivo que los condujo a resolver de una
determinada manera.

Entonces, cuando media un componente del tipo criminal que se


comprobará sólo por prueba indirecta o por indicios, única disponible e
indispensable, se requiere verificar la existencia de los datos
incriminatorios, y que le permitieron construir el juicio de inferencia y
singularmente comprobar la razonabilidad de las conclusiones
alcanzadas, de conformidad con las máximas de experiencia, reglas de
la lógica o principios científicos, exigencias que han llevado al Tribunal
Supremo español a expresar que "...la prueba indiciaria no es prueba
más insegura que la directa, ni subsidiaria. Es la única prueba
disponible. Es finalmente una prueba al menos tan garantista como la
prueba directa, y probablemente más por el plus de motivación que
exige... que actúa en realidad como un plus de garantía que permite un
mayor control del razonamiento del Tribunal a quo..." (STS 33-2005,
19.01.2005).

Corte Suprema, 12 de octubre de 2010, rol Nº 5608-2010. Integraron


la Sala los Ministros: Rodríguez Espoz, Jaime; Künsemüller
Loebenfelder, Carlos; Dolmetsch Urra, Hugo; Ballesteros Cárcamo,
Rubén; y el Abogado Integrante: Chaigneau del Campo, Alberto.
Redactó el Ministro Rodríguez Espoz,
Jaime. Cita online: CL/JUR/8134/2010

iv) El inciso tercero del artículo 297, por su parte, establece que la
valoración de la prueba en la sentencia requerirá el señalamiento del o
de los medios de prueba mediante los cuales se dieren por acreditado
cada uno de los hechos y circunstancias que se dieren por probados.
Esta fundamentación deberá permitir la reproducción del razonamiento
utilizado para alcanzar las conclusiones a que llegare la sentencia.

Que el razonamiento sea reproducible significa, a lo menos, dos cosas:


en primer lugar, que sea lógicamente plausible; en segundo término,
que, habiendo más de una conclusión lógica posible, el Tribunal dé
razones intersubjetivas acerca de su preferencia.

355
Dar razones intersubjetivas implica que el sentenciador entregue
consideraciones que el lector pueda aceptar como razón, sin necesidad
de asumir la propia subjetividad del o de los jueces.

Que, en la situación objeto del fallo, el tribunal escogió una de varias


posibilidades para llegar a la conclusión de que el acusado Alejandro
Ismael Moraga Cisternas participó directamente como autor en la
conducta que, causando lesiones graves gravísimas a su hija de dos
años, le deparó la muerte.

Así como escogió la alternativa indicada, pudo haber concluido, con la


misma seguridad, que el zamarreo de la niña tuvo lugar el día anterior a
manos de un tercero o de la madre, o el mismo día 27 de diciembre de
2003, antes de las 08: 00 horas, periodo que se encuentra dentro de
aquel que señaló la perito Moreira como tiempo probable del zamarreo y
en el cual se encontraban juntos ambos padres de la menor.

Que, siendo así, debe concluirse que la sentencia incurre en el vicio de


nulidad contemplado en el artículo 374 letra e) del Código Procesal
Penal, por lo que se declarará su nulidad y la nulidad del juicio oral,
según lo prescribe el artículo 386 del citado Código.

Corte de Apelaciones de Valparaíso, 24 de junio de 2005, rol Nº 371-


2005. Integraron la Sala los Ministros: Germán L. Redactó el Ministro
Germán L. Cita online: CL/JUR/157/2005

m) Existe falta de fundamentación al no valorarse por el tribunal oral


en lo penal una prueba admitida por el juez de garantía, ya que carece
de facultades para excluir la prueba

En efecto, se ha vulnerado el artículo 276 del Código Procesal Penal,


por el cual se concluye que la audiencia de preparación de juicio oral es
la oportunidad que las partes tienen para formular observaciones,
solicitudes y planteamientos que estimaren relevantes con relación a las
pruebas ofrecidas por los demás, pudiendo el Juez de Garantía (no el
Tribunal Oral en lo Penal, que no es superior de aquél) excluir las
pruebas que provengan de actuaciones o diligencias que hubieran sido
declaradas nulas y aquellas que hubieren sido obtenidas sin observar las
garantías fundamentales.

En la especie, la sentencia, en sus considerandos séptimo y


octavo excluyó la prueba ofrecida por el Ministerio Público y admitida
por el correspondiente Tribunal de Garantía.

356
Y precisamente, al no valorar, al no ponderar, al no considerar la
prueba ofrecida por el ente persecutor, se ha infringido la disposición
legal arriba señalada por cuanto habrá que concluir que las magistrados
sentenciadoras se han arrogado facultades propias del Juez de Garantía
pues admitidas las pruebas por éste, el Tribunal del Juicio Oral en lo
Penal tenía la obligación, el deber, de examinar y ponderar, esto es,
"valorar", la prueba ofrecida por el Ministerio Público, sin que le
corresponda a este último órgano jurisdiccional calificar su admisibilidad.

Que, consecuentemente, es el Juez de Garantía el que tiene el control


de la investigación que lleva el Ministerio Público, pues le corresponde
"Asegurar los derechos del imputado y demás intervinientes en el
proceso penal, de acuerdo a la ley procesal penal" (artículo 14 letra a)
del Código Orgánico de Tribunales), de suerte que si el Tribunal de
Garantía estimó válidos los medios de prueba que llegaron al juicio oral,
no puede el Tribunal Oral en lo Penal arrogarse facultades de una
especie de "superior" del Juzgado de Garantía y entrar a revisar lo
hecho por éste, violando así el artículo 7º de la Constitución Política de
la República. Y que no se diga que la parte final del inciso segundo del
artículo 334 del Código Procesal Penal faculta al Tribunal Oral en lo
Penal a declarar inadmisible una prueba obtenida con vulneración de
garantías constitucionales pues dicha norma está referida a que no se
puede incorporar como medio de prueba o dar lectura a actas o
documentos que dieren cuenta de actuaciones o diligencias declaradas
nulas o en cuya obtención se hubieren vulnerado garantías
constitucionales, nulidad y vulneración que, obviamente, previamente
han debido ser declaradas por el Tribunal de Garantía correspondiente.
Aún de estimarse que de esta última disposición fluye la posibilidad que
el Tribunal Oral en lo Penal pueda declarar que una determinada prueba
ha sido obtenida con conculcación de una o más de las garantías
establecidas en la Constitución Política de la República —lo que esta
Corte no comparte—, ello procedería en el caso muy extraordinario de
una ilicitud evidente, que aparece de manifiesto, con la sola vista del
medio probatorio, que el Tribunal de Garantía habría cometido un error
al admitirla, lo que claramente no sucede en la especie.

El Tribunal Oral que dictó el fallo impugnado se ha inmiscuido en


funciones que no le son propias y que corresponden al Tribunal de
Garantía, cometiendo así el error de derecho que se ha denunciado por
el Ministerio Público.

Que la sentencia, como se dijo, no valoró la prueba ofrecida por


el Ministerio Público para demostrar la existencia del hecho punible y la
participación del acusado, por haberla estimado ilícita y, precisamente,

357
por ello debe concluirse que las juezas del fondo también incurrieron en
esta causal de nulidad denunciada por el recurrente.

Si la prueba estaba incluida en el auto de apertura de juicio oral los


jueces del mérito tenían la obligación, el deber de valorar y ponderar
dichas probanzas en la forma establecida en el artículo 297 del Código
Procesal Penal y, al no hacerlo, han vulnerado la letra c) del artículo 342
ya transcrito.

Y claro, de más está reiterar lo ya señalado en el sentido que el


Tribunal de Juicio Oral en lo Penal no tiene facultades para invalidar
prueba que ya había sido aceptada por el Tribunal de Garantía en la
oportunidad procesal correspondiente.

Corte de Apelaciones de Santiago, 17 de noviembre de 2006, rol


Nº 1989-2006. Integraron la Sala los Ministros: Madrid Crohare,
Alejandro; Mera Muñoz, Juan Cristóbal, y el Abogado Integrante: Mauriz
Aymerich, Benito. Redactó el Ministro Mera Muñoz, Juan Cristóbal.
Cita online: CL/JUR/3619/2006

n) La falta de exclusión de prueba ilícita por el juez de garantía no


impide al tribunal oral en lo penal que al valorar la prueba la desestime
por su origen espurio

Coincidimos con el recurrente en cuanto a que es el Juez de Garantía


quien en la preparación del juicio oral, en la depuración de la prueba
resuelve si la prueba es ilícita, pero nada impide que los jueces del
tribunal del juicio al valorar la prueba desestimen alguna por —estimar a
su entender— adolecer de vicio y es lo que se hace en el apartado sexto
de la sentencia, sin que se haya vulnerado la letra b) del artículo 373 del
Código Procesal Penal. Lo inoportuno del razonamiento contenido en el
párrafo final de ese motivo no configura una errónea aplicación del
derecho ni anula el fallo, no es más que una argumentación doctrinaria
que los jueces estimaron agregar a su fallo, pero que su incorporación u
omisión no afecta el resultado del juicio, atendido los razonamientos del
resto del fallo que se revisa. La oportunidad para plantear la
incorporación de la prueba ilícita es la audiencia de preparación del
juicio oral, como también la decisión de exclusión de ella, pero de no
haberse hecho o en caso que hubiere ocurrido por desestimarlo el juez
de garantía, no impide que los jueces al ponderar y valorar la prueba la
desestimen por ese origen espurio, tanto más cuando en el juicio la
defensa demandó la inadmisibilidad de la prueba.

358
Corte de Apelaciones de Talca, 17 de octubre de 2005, rol Nº 543-
2005. Integraron la Sala los Ministros Biel Melgarejo, Rodrigo. Redactó
el Ministro Biel Melgarejo, Rodrigo. Cita online: CL/JUR/544/2005

o) La falta de fundamentación debe ser trascendente y determinante


en la decisión para acarrear la nulidad de la sentencia y del juicio

Que al referirse el artículo 375 del Código Procesal Penal a aquellos


defectos no esenciales, señala expresamente que no causan nulidad
los errores de la sentencia recurrida que no influyeren en su parte
dispositiva, consagrando de este modo el principio de trascendencia que
de acuerdo a la doctrina gobierna todo recurso de nulidad.

Por consiguiente, para que un recurso de esta especie pueda


prosperar, es necesario que el defecto o infracción que se reprocha sea
trascendente, de gran importancia o gravedad y determinante en la
decisión contenida en el fallo.

En este caso, la recurrente ha enumerado una serie de pruebas


omitidas o cuyo contenido no habría sido íntegramente recogido en la
sentencia, pero no explica de qué manera estos antecedentes podrían
ser útiles para exculpar al acusado, desvirtuar la prueba de cargo que
condujo a los jueces a formarse la convicción condenatoria, o alterar de
alguna manera lo decisorio del fallo, por lo que no es posible atribuir a
las infracciones denunciadas la relevancia necesaria para configurar la
causal esgrimida y justificar la anulación del juicio

Los sentenciadores encuadraron el actuar del imputado en la forma de


autoría del artículo 15 Nº 1 del Código Penal, sobre la base de una serie
de indicios que surgen de la apreciación de los elementos probatorios
que ponderaron globalmente, sin que se advierta que en el
razonamiento que los condujo a esa decisión hayan contravenido los
límites a que está sujeta la valoración de la prueba, con arreglo al
artículo 297 del Código Procesal Penal, pues han expresado
fundamentos que conducen de manera razonable a la decisión adoptada
y precisado en particular aquellos elementos que les han permitido
alcanzar el necesario nivel de convicción El recurso de nulidad deducido
por la defensa, de cuyo tenor aparece de manifiesto que lo que
verdaderamente pretende es obtener un pronunciamiento sobre la base
de una nueva valoración de la prueba, toda vez que sus
argumentaciones reiteran el discurso de la defensa en su alegato de
clausura y tienden a rebatir los fundamentos que condujeron a los
jueces a arribar a su decisión condenatoria, no puede sino ser
rechazado.

359
Corte de Apelaciones de Santiago, 31 de marzo de 2009, rol Nº 50-
2009. Integraron la Sala los Ministros: Maggi Ducommun, Rosa María;
Silva Cancino, Mauricio; Villarroel Ramírez, Cornelio. Redactó el Ministro
Villarroel Ramírez, Cornelio. Cita online:CL/JUR/8556/2009

Voto de minoría de Mauricio Silva Cancino

Que es motivo absoluto de nulidad, que la sentencia haya omitido


alguno de los requisitos previstos en el artículo 342, letras c), d) o e),
conforme lo dispone el artículo 374 del Código Procesal Penal. El artículo
342, referido al contenido de la sentencia, señala en su letra c), que el
fallo debe contener la exposición clara, lógica y completa de cada uno de
los hechos y circunstancias que se dieren por probados, fueren ellos
favorables o desfavorables al acusado, y de la valoración de los medios
de prueba que fundamentaren dichas conclusiones de acuerdo con lo
dispuesto en el artículo 297, el que a su vez señala cómo ha de
valorarse la prueba. El inciso segundo de esta norma, una vez sentado
el principio de libertad de apreciación, expresa que el tribunal deberá
hacerse cargo en su fundamentación de toda la prueba producida,
incluso de aquella que hubiere desestimado, indicando las razones que
hubiere tenido en cuenta para hacerlo. El inciso tercero exige el
señalamiento de los medios de prueba mediante los cuales se dieren por
acreditados cada uno de los hechos y circunstancias que se dieren por
probados, precisando que esta fundamentación debe permitir la
reproducción del razonamiento utilizado para alcanzar las conclusiones a
que llegare la sentencia;

Que, en la especie, la sentencia impugnada de nulidad no contiene


todas las menciones que se derivan de la exigencia de la letra c) del
artículo 342 citado. Como lo señala el recurso, se limita a mencionar en
los considerandos sexto y séptimo los medios de prueba de las partes,
pero no contiene la exposición de todos estos medios ni el análisis, en
absoluto, de parte de esa prueba. En efecto, no se refieren las
declaraciones de los testigos de la defensa, ni se expresa nada en
relación con la prueba de al menos dos peritos propuestos por ésta, y en
relación con la del perito médico Luis Ravanal, si bien el fallo examina
en parte esta prueba en consonancia con la del perito señor Celis, lo
cierto es que se omite su contenido general, el cual, como en el caso de
los testigos omitidos se ignora y no puede ser advertido para saber qué
predicaron acerca de los hechos materia del pleito y cómo fueron, por
tanto, tomados en cuenta en el concierto de la prueba, con miras a
poder reconstruir completamente el razonamiento de los jueces, cual lo
pretende el inciso final del artículo 297;

360
Que además, se desconoce el razonamiento respecto de la función
probatoria de la prueba material ofrecida y producida en el juicio, y
tampoco aparece expuesta y analizada la totalidad de la prueba testifical
del Ministerio Público. Por otra parte, no debe descuidarse que esta
situación que la tiene en sí adquiere mucha relevancia si se tiene en
consideración que hay prueba científica que desvela la presencia de
otras personas en el lugar del hecho, de las que se ignora si tuvieron
intervención y qué clase de intervención habrían tenido, a la par que se
ignora si la subjetividad que habría animado al sentenciado era
compartida con aquéllos, lo que podría tener importancia en relación con
la responsabilidad personal en el resultado. De otro lado, conviene
recordar que el artículo 36 del Código Procesal Penal cuando habla de la
fundamentación de las resoluciones judiciales, señala que la simple
mención de los medios de prueba además de otra hipótesis no sustituye
en caso alguno la fundamentación;

Que, de este modo, no le parece al disidente que la sentencia se


encuentre fundamentada en la forma que la ley requiere para hacer
realidad la sociabilización de la sentencia y la legitimidad de la decisión.
Y, tratándose de un motivo absoluto de nulidad, la trascendencia le
parece incorporada en las respectivas causales o motivos.

En consecuencia, corresponde anular la sentencia de que se trata y el


juicio en que recayó, disponiendo la realización de un nuevo juicio ante
los jueces no inhabilitados que corresponda.

p) Los impedimentos para la preparación de la defensa son más bien


constitutivos de la causal de la letra c) del artículo 374 que del artículo
373 letra a)

i) Que, efectivamente, los hechos en que la defensa hace consistir la


causal de la letra a) del artículo 373 del Código Procesal Penal, de
competencia de esta Corte Suprema, dicen relación con el impedimento
del ejercicio de sus facultades, en este caso negarle el tiempo suficiente
para preparar adecuadamente el contraste de la prueba de cargo,
cuestión que se encuadra específicamente en el motivo absoluto de
nulidad previsto en la letra c) del artículo 374 del mismo cuerpo legal.
Por lo tanto, se procederá de conformidad con lo dispuesto en el artículo
383 inciso 3º letra a), del ya citado texto, remitiendo los antecedentes a
la Corte de Apelaciones respectiva.

Corte Suprema, 29 de septiembre de 2009, rol Nº 6115-2009.


Integraron la Sala los Ministros: Segura Peña, Nibaldo; Rodríguez Espoz,

361
Jaime; Dolmetsch Urra, Hugo; Ballesteros Cárcamo, Rubén; Brito Cruz,
Haroldo. Cita online: CL/JUR/4034/2009

ii) Que los hechos en que la defensa hace consistir la causal de la letra
a) del artículo 373 del Código Procesal Penal, de competencia de esta
Corte Suprema, dicen relación con el impedimento del ejercicio de sus
facultades, en este caso, en las dos primeras motivaciones, en su faceta
de aportación de prueba de descargo, y en la otras dos, en cuanto al
derecho a ser informado para preparar adecuadamente su estrategia,
cuestiones que se encuadran específicamente en el motivo absoluto de
nulidad previsto en la letra c) del artículo 374 del mismo cuerpo legal.
Por lo tanto, se procederá de conformidad con lo dispuesto en el artículo
383 inciso 3º letra a), del ya citado texto, remitiendo los antecedentes a
la Corte de Apelaciones respectiva.

Corte Suprema, 5 de octubre de 2009, rol Nº 6051-2009. Integraron


la Sala los Ministros: Segura Peña, Nibaldo; Rodríguez Espoz, Jaime;
Ballesteros Cárcamo, Rubén y los Abogados Integrantes Mauriz
Aymerich, Benito y Bates Hidalgo, Luis. Cita online:CL/JUR/4158/2009

iii) Que, efectivamente, los hechos en que la defensa hace consistir la


causal de la letra a) del artículo 373 del Código Procesal Penal, de
competencia de esta Corte Suprema, dicen relación con el impedimento
del ejercicio de sus facultades, en este caso negar la suspensión de la
audiencia de juicio para preparar adecuadamente la defensa técnica del
acusado, cuestión que se encuadra específicamente en el motivo
absoluto de nulidad previsto en la letra c) del artículo 374 del mismo
cuerpo legal. Por lo tanto, se procederá de conformidad con lo dispuesto
en el artículo 383 inciso 3º letra a), del ya citado texto, remitiendo los
antecedentes a la Corte de Apelaciones respectiva.

Corte Suprema, 14 de septiembre de 2009, rol Nº 4648-2009.


Integraron la Sala los Ministros: Rodríguez Espoz, Jaime; Künsemüller
Loebenfelder, Carlos; Dolmetsch Urra, Hugo; Ballesteros Cárcamo,
Rubén, y el Abogado Integrante Pozo Silva,
Nelson. Cita online:CL/JUR/5319/2009

q) Las limitaciones al ejercicio del derecho de defensa deben ser


esenciales para configurar un motivo absoluto de nulidad

Que, en efecto, el derecho a defensa importa la facultad del imputado


de intervenir en el procedimiento dirigido en su contra, evidenciando la
falta de fundamento de la pretensión punitiva del estado o de cualquier
circunstancia que la excluya o atenúe. Dentro de los derechos que lo

362
conforman se incluye el de controlar y controvertir la prueba de cargo,
consagrándose expresamente la facultad de contrainterrogar a los
testigos;

Que uno de los mecanismos o instrumentos a través del cual se ha


procurado asegurar ese derecho a defensa es, precisamente, el motivo
de nulidad que contempla el artículo 374 letra e) del Código Procesal
Penal. Empero, por propia precisión legal, éste sólo se configura cuando
el defensor se ve impedido de ejercer las facultades que la ley le otorga.
De acuerdo con su sentido natural y obvio, impedir significa "estorbar,
imposibilitar la ejecución de algo". Consecuentemente, es menester que
se afecte el derecho en su esencia, tornándolo ineficaz;

Que, en la especie, de un modo diferente al sugerido por la recurrente,


la defensa del imputado Zuñiga Valdebenito ejerció su prerrogativa de
contrainterrogar, ejercicio que se agotó dentro de lo que prevé el
ordenamiento procesal penal, esto es, ante la objeción del Ministerio
Público, el órgano jurisdiccional decidió la impertinencia de los
requerimientos de la defensa, obrando así dentro los márgenes de la vía
institucional consagrada por el legislador.

Que, en ese contexto, no advierte este Tribunal, en los hechos


relatados por el recurrente, alguna limitación esencial del derecho de la
defensa de Zuñiga Valdebenito de contrainterrogar al testigo Ross. Por
el contrario, aparece que lo que pretende por esta vía extraordinaria es
revisar la decisión del tribunal en orden a la pertinencia o impertinencia
de la pregunta que pretendió dirigir al testigo, así como la negativa al
ejercicio de la facultad consagrada por el artículo 332 del Código
Procesal Penal, lo que es más propio de un recurso de apelación —no
permitido en estos casos— que de uno de nulidad.

Corte de Apelaciones de Santiago, 7 de octubre de 2010, rol Nº 1631-


2010. Integraron la Sala los Ministros: Elgueta Torres, Emilio Iván;
Ravanales Arriagada, Adelita; y el Abogado Integrante: Clark Medina,
Rosa Regina. Redactó el Ministro Ravanales Arriagada,
Adelita.Cita online: CL/JUR/8206/2010

r) La denegación de la presentación de los testigos de la defensa por


haber permanecido en la sala impide ilícitamente al defensor ejercer sus
facultades, lo que constituye un motivo de nulidad absoluta

Que de acuerdo a lo que señala el artículo 325 del Código Procesal


Penal transcrito, el juez verificará, primeramente, la disponibilidad de
los testigos, esto es, se le señala una obligación: constatar que están en

363
la sala los testigos ofrecidos por las partes, para luego disponer que
hagan abandono de la sala;

De conformidad a la disposición legal citada, en el caso de autos


correspondió al juez constatar la presencia en la sala de los testigos
presentados por el defensor y ordenar en seguida, su abandono de la
sala;

En consecuencia, si los testigos presentados por el Defensor Público


permanecieron en la sala, fue responsabilidad del juez y no del
defensor, exigirles que abandonaran la sala para no estar contaminados,
por lo que, con la omisión de sus deberes, el juez privó a la defensa de
su derecho a examinar sus testigos y el tribunal no recibió la
información que la defensa quería transmitir;

Dicha situación constituye una infracción de las garantías procesales


objetivas enumeradas por el artículo 374 del Código Procesal Penal que
señala los motivos absolutos de nulidad, y establece que el juicio y la
sentencia serán siempre anulados... c) cuando al defensor se le hubiere
impedido ejercer las facultades que la ley otorga.

Corte de Apelaciones de Santiago, 4 de abril de 2006, rol Nº 476-


2006. Integraron la Sala los Ministros: Cisternas Rocha, Lamberto;
Rojas González, Mario; y el Abogado Integrante: Llanos Mansilla, Hugo.
Redactó el Abogado Integrante: Llanos Mansilla,
Hugo. Cita online:CL/JUR/1136/2006

s) Las faltas a la continuidad del juicio constituyen un motivo de


nulidad absoluta

Que, en las condiciones en que se desarrolló el juicio oral seguido


contra el imputado, no puede sino concluirse que se infringió el principio
de la continuidad del juicio, configurándose de ese modo el vicio de
nulidad previsto en el artículo 374 letra d) del Código Procesal Penal,
que aun cuando no fue el invocado por la defensa, esta Corte se
encuentra facultada por el artículo 379 del mismo código para así
declararlo.

Corte de Apelaciones de Concepción, 28 de noviembre de 2008, rol


Nº 497-2008. Integraron la Sala los Ministros: Caro Ruiz, Jorge
Eduardo. Redactó el Ministro Caro Ruiz, Jorge
Eduardo. Cita online: CL/JUR/4201/2008

364
t) El motivo absoluto de nulidad por haberse pronunciado la sentencia
por un tribunal no integrado por los jueces designados por la ley no
requiere que la inobservancia haya influido en el resultado del juicio

En la especie, es irrelevante que el Ministerio Público no hubiere


señalado en su recurso el perjuicio que le ocasionó la inobservancia del
artículo 210 del Código Orgánico de Tribunales, referida a la constitución
del tribunal, reparable solo con la declaración de nulidad, como lo alega
la defensa, toda vez que se ha incurrido en la causal de nulidad absoluta
contemplada en la letra a) del artículo 374 del Código Procesal Penal, al
haber sido pronunciada la sentencia por un tribunal no integrado por los
jueces designados por la ley, ya que dicha disposición no exige, que la
inobservancia haya influido en el resultado del juicio como sí lo exige en
el caso de la letra b) del artículo 373 del mismo Código.

Corte de Apelaciones de Puerto Montt, 27 de septiembre de 2005, rol


Nº 282-2005. Integraron la Sala los Ministros: Crisosto Greisse, Hernán;
Aguayo Vicencio, Sylvia. Redactó la Ministro Aguayo Vicencio,
Sylvia. Cita online: CL/JUR/1854/2005

u) Las faltas a las normas administrativas de integración no


constituyen un motivo de nulidad absoluta

Así, lo señala expresamente el artículo 25 del Código Orgánico de


Tribunales, al referirse a la organización de los juzgados de garantía y
de los tribunales de juicio oral en lo penal, los cuales se encuentran
integrados por los jueces designados por la ley, de acuerdo a la
organización en "unidades administrativas" para el cumplimiento eficaz
y eficiente de los juicios y el manejo de las fechas y salas para las
audiencias, lo cual excluye del presente recurso elementos relacionados
con la subrogación legal, precisamente, por constituir factores de
naturaleza administrativa que no constituyen causal de nulidad ni del
juicio ni de la sentencia, no siendo apropiado, entonces, para los efectos
del presente recurso, invocar tales razones administrativas, como
constitutivas de una actuación o diligencia judicial jurídicamente
defectuosa como fundamento de una supuesta carencia de imparcialidad
por parte de los sentenciadores.

En consecuencia, atendido que la integración y actuación del tribunal


no constituye una diligencia judicial defectuosa que haga procedente la
nulidad por no existir incompetencia del Tercer Tribunal Oral en lo Penal
de Santiago, ni integración ilegal de sus jueces, no siendo tampoco los
asuntos "administrativos" procedimientos "judiciales" defectuosos, no se

365
ha incurrido en error de derecho, sino por el contrario, se ha dado
correcta aplicación a la ley.

Corte de Apelaciones de Santiago, 31 de agosto de 2006, rol Nº 1433-


2006. Integraron la Sala los Ministros: Radovic Schoepen, Angela.
Redactó el Ministro Radovic Schoepen,
Angela. Cita online: CL/JUR/2774/2006

v) La imposición de una sanción no solicitada por el persecutor


constituye un motivo de nulidad absoluta declarable de oficio

En efecto, como esta Corte ya lo ha declarado, el principio del


contradictorio, si bien no está consagrado expresamente en el Código
Procesal Penal, rige en el procedimiento penal y, especialmente, informa
los juicios orales en él contemplados, principio que importa, en lo que
aquí interesa, la posibilidad de las partes de ser oídas por el tribunal,
ingresar pruebas y refutar los argumentos que puedan perjudicarlas.

Luego, si se determinó la imposición de una sanción no pedida por el


persecutor, sin que las partes debatieran a su respecto y sin que
posibilitara la incorporación de antecedentes que sirvieran para su
determinación, ciertamente que se vulneró el contradictorio y, con ello,
las facultades que la ley otorga al defensor y, en consecuencia, de todas
formas la sentencia contiene un motivo absoluto de nulidad que debería
ser declarado de oficio por el tribunal en la medida que se reúnen los
presupuestos del artículo 379 inciso segundo del Código Procesal Penal.

Corte de Apelaciones de Copiapó, 23 de septiembre de 2008, rol


Nº 170-2008. Integraron la Sala los Ministros: Franulic Cetinic, Dinko.
Redactó el Ministro Franulic Cetinic,
Dinko. Cita online: CL/JUR/3567/2008

w) La alteración de los hechos por el tribunal infringe el principio


de congruencia

i) Sobre dicho objeto debía versar el juicio, las alegaciones y


probanzas de las partes y sobre dichos hechos debía pronunciarse la
sentencia, ése era el imperativo del artículo 341 del Código Procesal
Penal, y por ende, el principio de congruencia, que permitía
principalmente a la defensa, acceder a un debido proceso, conociendo
de antemano, los cargos que le hacía el órgano persecutor, para
defenderse en tiempo y forma.

366
Ello no ocurrió porque el Tribunal, no llamó a recalificar los hechos,
sino que los alteró al condenar por una actuación dolosa prolongada en
el tiempo, motivo por el cual, esta Corte acogerá el recurso de nulidad
basado en este motivo absoluto sobre el cual se ha reflexionado, y
anulará la sentencia y el juicio.

Corte de Apelaciones de Punta Arenas, 21 de octubre de 2008, rol


Nº 77-2008. Integraron la Sala los Ministros: Padilla Buzada, Aner
Ismael. Redactó el Ministro Padilla Buzada, Aner Ismael. Cita online:
CL/JUR/3858/2008

ii) En efecto el principio acusatorio establece que nadie puede ser


condenado si no se ha formulado la correspondiente acusación en
términos que el imputado haya tenido oportunidad de defenderse de
manera contradictoria, estando obligado el juez o tribunal a
pronunciarse dentro de los términos del debate, tal y como han sido
formulados por la acusación y la defensa, de forma que siempre ha de
existir correlación entre la acusación y el fallo de la sentencia
condenatoria.

Esto significa que no se puede condenar por hechos sustancialmente


distintos de los que han sido objeto de acusación, ni por un delito más
grave, ni por circunstancias agravantes, grados de perfeccionamiento y
de participación más severos.

Corte de Apelaciones de Antofagasta, 15 de diciembre de 2009, rol


Nº 330-2009. Integraron la Sala los Ministros: Soto Torrealba, Laura;
Carrasco Arellano, Marta. Redactó el Ministro Soto Torrealba, Laura.
Cita online: CL/JUR/4852/2009

x) La alteración de la participación atribuida al acusado por el Tribunal


infringe el principio de congruencia

Que habiéndose modificado sustancialmente la imputación del hecho


atribuido al incorporarse una forma distinta de participación en el injusto
formulado y por el cual, en definitiva, fueron condenadas las acusadas,
cambiándose arbitrariamente desde la participación de autoras directas
a autoras colaboradoras, nos encontramos ante una atribución diversa a
la contenida en la acusación y la cual, no resulta susceptible de
encuadrarse en una mera calificación jurídica sin modificar los
presupuestos fácticos.

Que esta actividad de los sentenciadores del tribunal de primer grado


es constitutiva de transgresión al artículo 341 del Código Procesal Penal,

367
en cuanto dicha norma ordena que la sentencia condenatoria no pueda
exceder el contenido de la acusación y consecuencialmente condenar
por hechos o circunstancias no contenidos en ella.

Corte de Apelaciones de Santiago, 1 de octubre de 2010, rol Nº 2758-


2009. Integraron la Sala los Ministros: Dahm Oyarzún, Jorge; Melo
Labra, Soledad; Melo Labra, María Soledad; y el Abogado Integrante:
Cruchaga Gandarillas, Ángel. Redactó el Ministro Melo Labra, María
Soledad. Cita online: CL/JUR/7948/2010

y) La alteración del ámbito temporal de los hechos por el Tribunal


infringe el principio de congruencia

Que la ampliación de la época de desarrollo del delito observada


precedentemente resulta penalmente relevante, desde el momento en
que los sentenciadores estimaron que el ilícito investigado comenzó su
ejecución en un período anterior al indicado por el Ministerio Público, de
modo que por tener el principio de congruencia una relación directa con
el derecho de defensa, tal situación vulneró flagrantemente la eficacia
de la defensa del imputado, toda vez que toda la actividad desplegada
por aquélla durante el desarrollo del juicio oral, estuvo referida, en lo
que dice relación con el ámbito temporal del ilícito que se le imputó, a
una oportunidad distinta a la establecida por los falladores.

Corte de Apelaciones de Temuco, 19 de noviembre de 2009, rol


Nº 888-2009. Integraron la Sala los Ministros: Llanos Sagristá,
Leopoldo; Carreño Ortega, Fernando. Redactó el Ministro Carreño
Ortega, Fernando. Cita online: CL/JUR/3656/2009

z) La alteración del ámbito temporal no infringe el principio de


congruencia cuando todas las pruebas conducen a establecer la comisión
del hecho punible y la participación del acusado

Que debe concluirse entonces, que no todo error o incongruencia


constituye una trasgresión del principio que se revisa, pues es
necesario que aquel tenga cierta relevancia en relación al derecho a la
defensa que asiste el acusado, y esta Corte no advierte que una
discrepancia temporal en cuanto al momento en que se cometió el ilícito
pueda traducirse en un menoscabo de esa garantía si todas las
probanzas rendidas durante el juicio oral conducen a establecer la
comisión del hecho punible y la participación en él del acusado,
observándose que tal discrepancia fáctica no tiene trascendencia,
motivo por el cual debe tenerse por configurado el vicio alegado por

368
infracción a lo dispuesto en el artículo 341 en relación a lo dispuesto en
el artículo 259, ambos del Código Procesal Penal.

Corte de Apelaciones de Santiago, 10 de noviembre de 2009, rol


Nº 1976-2009. Integraron la Sala el Abogado Integrante: Pfeffer
Urquiaga, Emilio. Redactó el Abogado Integrante: Pfeffer Urquiaga.
Cita online: CL/JUR/3269/2009

aa) El principio de congruencia, acorde con el principio de


trascendencia, exige una alteración sustancial de los hechos para
estimarse infringido

i) Que, sin embargo, conforme a dicho límite de intangibilidad en


cuanto a la imputación fáctica hecha en la acusación, significa que la
sentencia no puede cambiar en cuanto a sus elementos esenciales, pero
sí puede hacerlo en cuanto a circunstancias de tiempo, modo y lugar en
que se cometió el acto, siendo lo invariable o intangible el núcleo central
de la imputación fáctica.

Que, de este modo, lo que no se puede variar en la sentencia


definitiva es el núcleo esencial de la imputación fáctica, pero sí las
circunstancias accidentales de tiempo modo y lugar antes referidas,
puesto que al hacerse, no se hace surgir otra conducta atribuida al
acusado, distinta de la efectuada en su contra en la acusación, que
vulnere alguno de los principios antes mencionados que la consonancia
entre la acusación y la sentencia pretenden proteger.

Corte de Apelaciones de Santiago, 18 de abril de 2008, rol Nº 420-


2008. Integraron la Sala los Ministros: Mera Muñoz, Juan Cristóbal;
Zepeda Arancibia, Jorge y el Abogado Integrante: Cruchaga Gandarillas,
Ángel. Redactó el Ministro Zepeda Arancibia,
Jorge. Cita online:CL/JUR/2110/2008

ii) Que, el objetivo único y preciso del principio de congruencia es


resguardar el derecho de defensa del imputado, pero la aplicación de tal
principio no puede significar que el tribunal deba reproducir en
su sentencia y exigir prueba de los hechos en los mismos e idénticos
términos en que aparezcan relacionados en el auto de apertura y
acusación que hubiese presentado el Ministerio Público para justificar
una condena.

La ley sólo exige que el tribunal, admitiéndose que es libre para


establecer los hechos que da por acreditados, no se aparte en lo
esencial del hecho punible descrito en el auto de apertura que lo recoge

369
de la acusación del Ministerio Público como órgano persecutor, pero de
ello no puede inferirse que se precisa una equivalencia o identidad
matemática, en términos que deba exigirse prueba de los hechos con
una completa y total precisión de identidad respecto de los relacionados
o descritos en la acusación.

El principio de congruencia supone, entonces, conformidad,


concordancia o correspondencia entre la determinación fáctica del fallo
con relación a los hechos y circunstancias penalmente relevantes que
han sido objeto de la imputación contenida en la acusación, que fueren
de importancia para su calificación jurídica. Así, no cualquier error
fáctico de la acusación puede importar una infracción a su congruencia
con el fallo.

Que, por otra parte, es dable tener en consideración que la nulidad


procesal se rige por el principio de trascendencia y conservación, es
decir que se decreta sólo cuando la ilegalidad que le sirve de
antecedente es de tal entidad que corrompe su sustancia y le impide
cumplir con el fin para el cual fue establecido. Mediante estos principios
no puede privarse de eficacia a un acto sin que exista perjuicio
reparable sólo con la invalidación del o de los actos procesales viciados,
y que debe preferirse la interpretación por la cual se mantenga la
validez de los actos procesales. En otras palabras, se requiere que el
vicio sea sustancial, trascendente, de mucha importancia o gravedad, de
suerte que el defecto entrabe, limite o elimine el derecho preterido.

Corte de Apelaciones de Talca, 11 de diciembre de 2009, rol Nº 529-


2009. Integraron la Sala los Ministros: Meins Olivares, Eduardo y el
Abogado Integrante: Sánchez Venegas, Ricardo. Redactó el Abogado
Integrante: Sánchez Venegas, Ricardo. Cita online:CL/JUR/4728/2009

iii) No admitir esta realidad, y exigir precisión exacta, podría significar


introducir elementos rígidos que llevarían a tomar decisiones injustas,
pero ello no puede llevarnos al otro extremo al punto de lesionar el
derecho de defensa y el principio de contradicción.

Como se ha dicho, no puede sino concluirse que la congruencia


no puede entenderse como perfecta armonía e identidad entre la
acusación y la sentencia, lo que, a su vez, podría transformarse en una
atadura que en muchos casos haría muy complejo establecer
responsabilidades penales.

Que, sin embargo, en este recurso no se señala de qué manera los


errores que se denuncian en la sentencia definitiva influyen en su parte

370
dispositiva. Esta exigencia es fundamental para su procedencia. El
artículo 375 del Código Procesal Penal dispone que: "Defectos no
esenciales. No causan nulidad los errores de la sentencia recurrida que
no influyeren en su parte dispositiva, sin perjuicio de lo cual la Corte
podrá corregir los que advirtiere durante el (sic) Corte de Apelaciones de
Concepción.

Corte de Apelaciones de Concepción. 5 de noviembre de 2008, rol


Nº 560-2009. Integraron la Sala los Ministros Simpértigue Limare,
Diego; Esquerré Pavón, Matilde Verónica; Campos González, Renato.
Redactó el Ministro Simpértigue Limare,
Diego. Cita online:CL/JUR/4884/2009

iv) Por otro lado, como lo sostiene el profesor Cury en su fallo de 14


de agosto de 2002, la correlación entre la acusación y el fallo no puede
plantearse, sobre la base de una identidad prácticamente semántica
entre los hechos imputados en el requerimiento y establecidos en la
sentencia, sino que con los que han sido objeto de persecución en el
proceso en términos que sus elementos esenciales se mantengan, no
requiriéndose lo mismo respecto de los accidentales. En efecto, en el
caso de autos, el contenido material de la ilicitud o del injusto lo
constituye el actuar del conductor del móvil, el cual ocasionó lesiones a
la víctima, no siendo ello rebatido por el propio imputado en su
declaración, como tampoco por las pruebas aportadas por el Ministerio
Público y la defensa, considerándose entonces que el hecho imputado es
el mismo y ello ocurre cuando existe al menos identidad parcial de los
datos concretos de realización o ejecución de la conducta del agente y al
existir identidad en el contenido material de la ilicitud aun cuando las
acciones materiales sean distintas, como ocurre en el caso sub lite, al
agregar el señor juez en el fallo recurrido una acción material, cual es la
de la presencia de la víctima en el cruce de peatones.

Corte de Apelaciones de Valparaíso, 17 de febrero de 2006, rol Nº 29-


2006. Integraron la Sala los Ministros: Gertosio Ramírez, Eduardo.
Redactó el Ministro Gertosio Ramírez,
Eduardo. Cita online: CL/JUR/4505/2006

v) Que para resolver el presente recurso se hace necesario precisar


que el principio de congruencia que se invoca y sirve de base para
fundar la absolución del acusado Fuica Araya, se refiere al sustrato
fáctico de la acusación, no a la calificación jurídica, y tiene como
objetivo único y preciso resguardar el derecho de defensa del imputado.

371
Pero la aplicación de tal principio no puede significar que el tribunal
oral deba reproducir en su sentencia y exigir prueba de los hechos en
los mismos e idénticos términos en que aparezcan relacionados en el
auto de apertura y acusación que hubiere presentado el Ministerio
Público para justificar una condena.

La ley sólo exige que el Tribunal oral, admitiéndose que es libre para
establecer los hechos que da por acreditados, no se aparte en lo
esencial del hecho punible descrito en el auto de apertura que lo recoge
de la acusación del Ministerio Público como órgano persecutor, pero de
ello no se puede inferir que se precisa una equivalencia o identidad
matemática, en términos que deba exigirse prueba de los hechos con
una completa y total precisión de identidad respecto de los relacionados
o descritos en la acusación.

Corte de Apelaciones de Santiago, 13 de diciembre de 2006, rol


Nº 2288-2006. Integraron la Sala los Ministros: Villarroel Ramírez,
Cornelio; Araneda Briones, Sonia, y el Abogado Integrante: Pfeffer
Urquiaga, Emilio. Cita online: CL/JUR/4238/2006

vi) La falta de congruencia que argumenta la defensa no es tal, toda


vez que los hechos contenidos en la acusación están lo suficientemente
detallados como para que la defensa hubiera desvirtuado la pretensión
del Ministerio Público obteniendo una sentencia absolutoria; ya que el
alcance de la garantía establecida en el artículo 341 del Código de
Procedimiento Penal debe interpretarse conforme al fin de la norma y
ésta no es asegurar al imputado que formalmente exista una
correspondencia idéntica entre la acusación y la sentencia, sino
garantizarle su derecho de defensa, el que nunca se vio menoscabado.

Corte de Apelaciones de Santiago, 27 de octubre de 2009, rol


Nº 1804-2009. Integraron la Sala los Ministros: Pinto Salazar, Marta
Jimena; Cisternas Rocha, Lamberto y el Abogado Integrante:
Chaimovich Guralnik, Claudia. Redactó el Abogado Integrante:
Chaimovich Guralnik, Claudia. Cita online: CL/JUR/2676/2009

vii) Que, respecto de la primera causal de nulidad, esto es, la


sustentada en la vulneración al principio de congruencia, ello no sucede,
ya que al tenor de lo dispuesto en los artículos 259 y 341 del Código
Procesal Penal, resulta inconcuso que entre los hechos contemplados en
la acusación y los descritos en la formalización, así como entre los
enunciados en ésta y los que sustentan la decisión condenatoria existe
una perfecta coherencia o relación lógica; más aún entre lo que el citado
artículo 341 previene en su inciso 1º y lo que señala el inciso 2º se

372
advierte una nítida diferencia pues en lo que hace al tipo penal —y
cumpliéndose la ritualidad allí descrita— no se exige que entre la
acusación y la sentencia se produzca a ultranza tal congruencia.

Así, sobre el particular es necesario tener presente que el objetivo a


que el citado principio de congruencia apunta, no es otro que el de
impedir la indefensión que para el imputado podría producirse, en razón
de decírsele partícipe de actos diferentes a los que respecto de los
cuales se aprestaba a allegar las alegaciones y probanzas que a su
entender, al menos, habrían de exculpársele o de aminorar su
responsabilidad, no puede pues, haber una identidad absoluta que
impida matiz de diferencia alguna, por inocua que resulte.

En otras palabras, bajo condición de que las circunstancias centrales


del hecho, en el caso concreto de que trate, si la variación referente a
los detalles o elementos accidentales de las mismas, no amaga o no
menoscaba el derecho al debido proceso, lo que no ocurre en la especie.

Corte de Apelaciones de Santiago, 9 de diciembre de 2009, rol


Nº 2103-2009. Integraron la Sala los Ministros: Elgueta Torres, Emilio
Iván; González Quiroz, Patricia y el Abogado Integrante: Cruchaga
Gandarillas, Ángel. Redactó el Ministro Elgueta Torres, Emilio
Iván.Cita online: CL/JUR/4574/2009

viii) Sobre el particular se ha sostenido que "La correlación entre la


acusación y el fallo, no puede plantearse sobre la base de una
identidad prácticamente semántica entre los hechos imputados de
aquellos establecidos en la sentencia, sino que con los que han sido
objeto de persecución en el proceso, en términos tales que sus
elementos esenciales, se mantengan, no requiriéndose lo mismo
respecto de los accidentales. En definitiva, el principio de congruencia
supone que exista conformidad, concordancia o correspondencia entre la
determinación fáctica del fallo con relación a los hechos y circunstancias
penalmente relevantes que han sido objeto de la imputación contenida
en la acusación, en términos detallados de tiempo, lugar y modo de
comisión que fueren de importancia para su calificación jurídica" (Kléber
Monlezun Cunliffe, LMO Abogados).

Corte de Apelaciones de Valdivia, 19 de octubre de 2010, rol Nº 368-


2010. Integraron la Sala los Ministros: Abrego Diamantti, Rodolfo
Patricio y el Abogado Integrante: Steffen Riedemann, Helga. Redactó el
Abogado Integrante Steffen Riedemann, Helga y el Ministro Carretta
Navea, Darío Ildemaro. Cita online: CL/JUR/8558/2010

373
ix) Que al realizar la comparación de los hechos contenidos en la
acusación y los demostrados por el tribunal, se observa que hay una
relación entre ambos, ya que no se trata que la congruencia sea de tal
entidad que calcen enteramente los hechos y circunstancias descritos en
la acusación y en la sentencia, desde que este principio se caracteriza
por evitar la vulneración del derecho a defensa, la que en el caso sub
lite se ejerció plenamente, sin que fuera sorprendido, ya que el
imputado fue acusado por participar en calidad de autor en el delito
calificado como robo con fuerza en las cosas en lugar habitado y fue
condenado por el mismo.

Corte de Apelaciones de Antofagasta, 8 de enero de 2010, rol Nº 351-


2009. Integraron la Sala los Ministros: Soto Torrealba, Laura; Carrasco
Arellano, Marta; y el Abogado Integrante: Leppes Navarrete, Alfonso.
Redactó el Ministro Soto Torrealba, Laura. Cita online:CL/JUR/272/2010

x) No se divisa que se haya infringido el principio de congruencia de la


manera que señala la recurrente, desde que este principio supone una
correspondencia entre los hechos relevantes de la acusación y la
sentencia que se dicta al respecto, por lo que ha de tratarse de hechos
de importancia y que signifiquen una novedad para quien se defiende, o
que sean datos contradictorios, no pudiendo en dicho evento
cuestionarlos ni desafiarlos, cuyo no es el caso, por cuanto la recurrente
tuvo oportunidad de hacer las defensa y alegaciones correspondientes
en relación con el exceso alegado (señalamiento en la audiencia del día
y hora en que ocurrió el hecho investigado en circunstancias que en el
requerimiento se omitían tales menciones), y no lo hizo, allanándose a
lo obrado en la referida audiencia, razón por la cual el recurso de
nulidad intentado por el motivo antes referido será desestimado.

Corte de Apelaciones de Iquique, 9 de septiembre de 2005, rol Nº 91-


2005. Integraron la Sala los Ministros: Chamorro Pinto, Mirta. Redactó
la Ministro Chamorro Pinto, Mirta. Cita online: CL/JUR/941/2005

bb) El principio de congruencia no se ve infringido cuando se modifica


lo requerido por el Ministerio Público a favor del imputado

i) Que, por último, resta analizar el recurso de nulidad interpuesto por


la defensa de los acusados Luis Rubén Vargas Leiva y Sergio Mauricio
Vargas Pérez, referido en el considerando séptimo de este fallo, el que
ha invocado la causal del artículo 373 (sic) letra f) del Código Procesal
Penal, esto es, cuando la sentencia se hubiere dictado con infracción de
lo prescrito en el artículo 341 del mismo Código, y que se hace consistir
en que habiendo sido acusados sus representados como autores del

374
delito de estafa, en definitiva fueron condenados como cómplices, no
advirtiéndose de ello a los intervinientes.

Que, sobre el particular, esta causal tiene lugar cuando una


sentencia condenatoria excede el contenido de la acusación, lo que no
ocurre en el presente caso, desde el momento en que la participación
que les ha cabido a estos imputados ha mejorado después de la
sentencia, pues ha mudado su calidad de autores a cómplices, lo que
implica lógicamente un tratamiento más beneficioso para ellos, en
cuanto a la magnitud de la correspondiente pena.

Que esta mutación es totalmente aceptable en nuestra legislación y no


puede importar el vicio de nulidad que se sostiene, toda vez que el
artículo 341 está referido a los hechos y tal circunstancia ha
permanecido incólume en uno y otro estado.

Corte de Apelaciones de Valparaíso, 5 de enero de 2009, rol Nº 1264-


2008. Integraron la Sala los Ministros: Arancibia Pinto, Jaime;
Nash Álvarez, Jacqueline; Repetto García, Maria Angélica. Redactó el
Ministro Arancibia Pinto, Jaime. Cita online: CL/JUR/5639/2009

ii) Que, la causal de nulidad invocada, errónea aplicación del derecho


con influencia en lo resolutivo del fallo por mala interpretación del
artículo 341 del Código Procesal Penal, es decir, inadecuada aplicación
del principio de congruencia que debe existir entre la acusación y la
sentencia, según lo establece la norma referida, deberá ser desestimada
como causal de nulidad de la sentencia y del juicio simplificado en que
se dictó dicha sentencia, toda vez que lo prohibido por la norma que se
dice infringida es que se condene a un acusado existiendo falta de
congruencia, y en el caso sub lite la sentencia absuelve, de modo que
resulta para la norma fundante del recurso, absolutamente carente de
significación si se hubiera hecho una errónea aplicación del principio de
congruencia.

Corte de Apelaciones de Valparaíso, 15 de octubre de 2010, rol


Nº 880-2010. Integraron la Sala los Ministros: Villa Sanhueza, Juan
Clodomiro; Cameratti Ramos, Dinorah, y el Abogado Integrante:
Cárcamo Olmos, Juan Carlos. Redactó el Ministro Fuenzalida Cerpa,
Hugo. Cita online: CL/JUR/8500/2010.

cc) El principio de congruencia no se infringe cuando se cambia la


calificación jurídica, ya que sólo se refiere al sustrato fáctico de la
acusación

375
i) Que, reiterando lo razonado en el motivo cuarto de este fallo, el
principio de congruencia se refiere al sustrato fáctico de la acusación,
porque solamente en ese aspecto se está poniendo en riesgo una
adecuada defensa material del imputado, circunstancia que no ocurre
frente al cambio de la calificación jurídica que pueda plantearse respecto
de los hechos contenidos en la acusación ni respecto a la concurrencia
de circunstancias agravantes de responsabilidad penal, caso sub lite.

Concordante a ello, se deja establecido que el principio de


congruencia, de conformidad a lo dispuesto en el inciso final del artículo
259 del Código Procesal Penal, tiene estricta relación con los hechos y
personas incluidos en la formalización de la investigación porque es una
manifestación del derecho de defensa que opera a favor del acusado, a
quién le asiste la facultad de conocer el contenido de la imputación que
pesa en su contra desde las primeras diligencias del procedimiento.

Corte de Apelaciones de Arica, 9 de octubre de 2009, rol Nº 216-2009.


Integraron la Sala los Ministros: Araya Pastene, Cristina. Redactó la
Ministro Araya Pastene, Cristina. Cita online: CL/JUR/2694/2009

ii) Con todo, el tribunal podrá dar al hecho una calificación jurídica
distinta de aquella contenida en la acusación o apreciar la concurrencia
de causales modificatorias agravantes de la responsabilidad penal no
incluidas en ella, siempre que hubiere advertido a los intervinientes
durante la audiencia.

Conforme a esta disposición, para determinar si existe la necesaria


congruencia, esto es, la conformidad entre los pronunciamientos del
fallo y la pretensión del acusador, debe hacerse una comparación entre
los términos de la acusación y los hechos que se tienen por
demostrados.

Si al hacer tal comparación se observa que no hay relación entre


ambos o, dicho de otro modo, que no existe una identidad entre los
hechos y circunstancias de una actuación y otra, se deberá concluir que
no hay congruencia y que no será posible condenar a una persona por
un hecho respecto del cual no tuvo posibilidad de defenderse.

Que el legislador no ha pretendido que la congruencia sea de tal


entidad que calcen a la perfección los hechos y circunstancias descritos
en la acusación y en la sentencia porque, desde luego, esta institución
se justifica por la vulneración en su derecho a defensa que
experimentaría el acusado si se le acusara de una determinada conducta

376
y se le terminara condenando por otra distinta, de la que nunca se pudo
hacer cargo.

Corte de Apelaciones de Santiago, 10 de noviembre de 2006, rol


Nº 1988-2006. Integraron la Sala los Ministros: Mera Muñoz, Raúl;
Astudillo Contreras, Omar Antonio, y el Abogado Integrante: Mauriz
Aymerich, Benito. Redactó el Ministro Mera Muñoz, Juan Cristóbal.
Cita online: CL/JUR/3612/2006

iii) Que en relación a tales materias cabe hacer presente que el


principio de congruencia, sobre el cual se extiende latamente el fallo
recurrido, requiere para la procedencia del recurso de nulidad sobre él,
la infracción entre la acusación y la sentencia condenatoria, de modo tal
que no se podrá condenar por hechos o circunstancias no contenidos en
la acusación.

Que el mismo artículo 341 en sus incisos segundo y tercero se encarga


de establecer que el tribunal podrá calificar jurídicamente distinto los
hechos, advirtiendo a los intervinientes en la audiencia, tal como consta
en el considerando décimo cuarto precitado, circunstancia ésta que no
aparece rebatida ni desvirtuada por la recurrente, razón por la cual se
desechará esta causal, igualmente.

Corte de Apelaciones de Santiago, 21 de junio de 2006, rol Nº 977-


2006. Integraron la Sala los Ministros: Billard Acuña, Joaquín;
Valderrama Rebolledo, Manuel Antonio, y el Abogado Integrante: Pozo
Silva, Nelson. Redactó el Abogado Integrante: Pozo Silva, Nelson.
Cita online: CL/JUR/1805/2006

iv) Como se advierte la congruencia se refiere al sustrato fáctico de la


acusación, no a la calificación jurídica, porque sólo en el primer caso se
está poniendo en riesgo una adecuada defensa material del imputado.

En efecto, la norma contenida en el inciso 2º autoriza al tribunal dar al


hecho una calificación distinta de aquélla contenida en la acusación, o
incluso, apreciar la concurrencia de causales modificatorias agravantes
de responsabilidad penal no incluidas en ellas, siempre que se hubiere
advertido a los intervinientes durante la audiencia.

Pero tal situación, no significa atentado contra la congruencia, pues


nunca puede cambiar el hecho objeto de la acusación, sino simplemente
su calificación jurídica.

377
Corte de Apelaciones de Santiago, 30 de agosto de 2007, rol Nº 1745-
2007. Integraron la Sala los Ministros: Fuentes Belmar, Juan;
Valdovinos Jeldes, Amanda, y el Abogado Integrante: Lagos Gatica,
Jorge. Redactó el Abogado Integrante: Lagos Gatica, Jorge. Cita online:
CL/JUR/1828/2007

v) Que cabe tener en consideración que tanto la doctrina como la


jurisprudencia han entendido que el principio de congruencia dice
relación con los hechos por los cuales el imputado fue investigado los
que deben comprender el auto acusatorio, a su vez los hechos allí
consignados son los que deben ser objeto de debate y de la sentencia,
no su calificación jurídica, razón por la cual el tribunal puede dar una
calificación jurídica distinta a la contenida en el auto acusatorio, aunque
deba aplicar penas más graves o medidas de seguridad.

Corte de Apelaciones de Valparaíso, 19 de octubre de 2010, rol


Nº 915-2010. Integraron la Sala los Ministros: Letelier Ferrada, Inés
María. Redactó el Ministro Letelier Ferrada, Inés
María. Cita online: CL/JUR/8560/2010

vi) Que el principio de la congruencia claramente se refiere a hechos y


no a la calificación jurídica de éstos. La circunstancia de aplicarse una
pena superior a la pedida por el fiscal no constituye por sí misma una
infracción al principio de la congruencia. Los hechos de la formalización,
acusación y sentencia, deben guardar una debida relación para permitir
la adecuada defensa del acusado.

Corte de Apelaciones de San Miguel, 30 de agosto de 2010, rol


Nº 953-2010. Integraron la Sala los Ministros: Letelier Ramírez, María
Teresa; Martínez Henríquez, Inés y el Abogado Integrante Jara Miranda,
Jaime Redactó la Ministro Martínez Henríquez,
Inés. Cita online:CL/JUR/6433/2010

dd) El principio de congruencia prohíbe condenar por hechos no


contenidos en la acusación y no que se imponga una pena distinta

i) Que lo que exige el principio de congruencia, contemplado en el


artículo 341 del Código Procesal Penal, es que exista conformidad,
concordancia o correspondencia entre la determinación fáctica del fallo y
los hechos y circunstancias penalmente relevantes que han sido objeto
de la imputación contenida en la acusación.

A ello apunta la norma citada, cuando preceptúa que la sentencia


condenatoria no podrá exceder el contenido de la acusación,

378
estableciendo, como consecuencia que, "no se podrá condenar por
hechos o circunstancias no contenidas en ella".

El hecho de que los sentenciadores hayan aplicado una pena distinta a


la que solicitó el Ministerio Público no configura la causal invocada, toda
vez que es al juez a quien le corresponde determinar la pena a aplicar,
como resultado del juego de las atenuantes y agravantes que concurran
en el caso específico y las reglas que la ley contempla para tal efecto. Es
por ello, una regla de excepción, aquella que se consagra en relación al
procedimiento abreviado, el cual garantiza al encartado que, en el
evento que se dicte sentencia condenatoria, ésta no podrá ser superior a
la solicitada por el Ministerio Público, aunque sí una de menor entidad,
evitando de esta manera las consecuencias de una exposición abierta,
como lo es el juicio oral.

Corte de Apelaciones de Santiago, 30 de agosto de 2006, rol Nº 1423-


2006. Integraron la Sala los Ministros: Maggi Ducommun, Rosa; Silva
Cancino, Mauricio, y el Abogado Integrante: Muñoz Sánchez, Andrea.
Redactó la Abogado Integrante: Muñoz Sánchez, Andrea. Cita online:
CL/JUR/2762/2006

ii) Que, contrariamente a lo sostenido por el recurrente, el principio de


congruencia que debe darse entre la sentencia y la acusación,
establecido en el artículo 341 del Código Procesal Penal, está referido a
lo que la doctrina especializada denomina "identidad sustancial del
hecho punible" y no a la cantidad de ilícitos atribuidos a un determinado
acusado, pues lo que la ley prohíbe al tribunal es condenar a una
persona por "hechos o circunstancias" no contenidos en la acusación.

Corte de Apelaciones de Concepción, 20 de noviembre de 2009, rol


Nº 511-2009. Integraron la Sala los Ministros: Gutiérrez Garrido,
Claudio; Aldana Fuentes, Carlos, y el Abogado Integrante: Tapia Elorza,
Hugo. Redactó el Abogado Integrante: Tapia Elorza,
Hugo.Cita online: CL/JUR/3783/2009

ee) No existe infracción al principio de congruencia cuando por un


error de transcripción se anota una fecha distinta

Respecto de la causal fundada en la letra f) del artículo 374 del Código


Procesal Penal, por supuesta infracción al artículo 341 del dicho texto
legal, por haber excedido la sentencia condenatoria el contenido de la
acusación, en la especie del requerimiento, debe señalarse que en el
requerimiento, se ha hecho referencia a hechos acaecidos el 19 de
noviembre de 2006; así además lo señala la sentencia; que la única

379
referencia al mes de noviembre de 2007, se encuentra en la sentencia,
lo que inequívocamente es un simple error de trascripción, cuanto el
hecho que ocasionó la iniciación del presente proceso, lo fue una
denuncia efectuada en el mes de noviembre de 2006, así lo señala el
requerimiento y la propia sentencia, la que además en su parte
resolutiva hace referencia a maltratos efectuados hasta noviembre de
2006, de tal manera que un error numérico de esta naturaleza, no tiene
la entidad ni la trascendencia para servir de fundamento a una causal de
recurso de nulidad, por lo que igualmente se desechará el recurso por
esta causal.

Corte de Apelaciones de Valdivia, 14 de marzo de 2008, rol Nº 60-


2008. Integraron la Sala los Ministros: Díaz Yévenes, Emma. Redactó la
Ministro Díaz Yévenes, Emma. Cita online: CL/JUR/1827/2008

ff) No se constituye la causal del artículo 374 a) cuando se ha ejercido


la facultad del artículo 76, de continuar la audiencia con dos jueces

Que este capítulo de nulidad será rechazado, por cuanto, tal como se
establece en la sentencia, los jueces hicieron uso de la facultad que
establece el artículo 284 inciso 2º del Código Procesal Penal, en relación
con lo dispuesto en el inciso final del artículo 76 del mencionado cuerpo
legal, esto es, "continuar funcionando, integrado por a lo menos, dos
jueces que hubieren concurrido a toda la audiencia".

Además, debe tenerse presente que la Juez Sra. María Angélica Ríos
Quiñones, integró la Primera Sala del Tribunal de Juicio Oral en lo Penal,
durante cinco días de un total de 8, no siendo procedente exigir la
previsibilidad que se menciona en el artículo 281 del Código Procesal
Penal, dado que ésta se refiere a la designación que debe hacer el juez
presidente de los jueces que integrarán la sala, antes del inicio del
juicio.

Que por otra parte, el recurrente pudo haber formulado objeción a la


resolución del Tribunal de continuar el juicio con dos jueces, lo cual no
hizo tal como se señala a fojas 81 de la carpeta, no resultando admisible
sostener que sólo con la dictación de la sentencia tomó conocimiento
que el nombramiento de la Sra. Juez había tenido lugar con fecha 16 de
mayo de 2008, toda vez que pudo perfectamente haber requerido del
Tribunal, información en cuanto a la fecha en que se comunicó tal
circunstancia.

Corte de Apelaciones de Valparaíso, 15 de septiembre de 2008, rol


Nº 824-2008. Integraron la Sala los Ministros: Martínez Sandoval,

380
Patricio; Nash Álvarez, Jacqueline, y el Abogado Integrante: Bontá
Medina, Susana. Redactó la Abogado Integrante: Bontá Medina, Susana.
Cita online: CL/JUR/3508/2008

gg) La decisión del tribunal oral en lo penal de excluir por ilícita


prueba declarada admisible por el juez de garantía, atenta contra la
cosa juzgada

i) Que, como puede advertirse, el tribunal oral en lo penal efectuó un


verdadero examen acerca de la licitud o ilicitud de la prueba rendida
por el Fiscal, análisis que efectuó en la audiencia del juicio oral, no
obstante el claro contenido de la norma transcrita en la reflexión
precedente, que dispone que es el juez de garantía, en la audiencia de
preparación del juicio oral, quien debe decidir la exclusión de las
pruebas que provengan de actuaciones o diligencias declaradas nulas y
aquellas que hubieren sido obtenidas con inobservancia de garantías
fundamentales, que en definitiva es lo que, impropiamente, efectuaron
los sentenciadores.

En efecto, es en el auto de apertura del juicio oral donde el juez de


garantía debe indicar las pruebas que deberán rendirse en el juicio oral
(artículos 276 y 277 letra e) del Código Procesal Penal) y, en la especie,
dicha audiencia se efectuó el 6 de agosto de 2008, cuya copia se agregó
a fojas 41 de estos autos, y en ella se fijó como prueba la rendición de
la testimonial de los funcionarios policiales de la Brigada de Homicidios
que habían participado en la investigación de los hechos discutidos en
este proceso.

Que, en consecuencia, en la especie ya existía una resolución que se


había pronunciado sobre la licitud de la prueba en este caso, la que
produjo el efecto de cosa juzgada, habida consideración a su naturaleza
jurídica de sentencia interlocutoria de la misma, pues resuelve sobre un
trámite que debe servir de base en el pronunciamiento de una sentencia
definitiva.

Corte de Apelaciones de Concepción, 21 de noviembre de 2008, rol


Nº 480-2008. Integraron la Sala los Ministros: Silva Gundelach,
Guillermo; Gutiérrez Garrido, Claudio. Redactó el Ministro Gutiérrez
Garrido, Claudio. Cita online: CL/JUR/4132/2008

ii) Que en el fallo impugnado en los motivos undécimo y décimo quinto


los sentenciadores a quo vulneraron el principio de la cosa juzgada
formal al rever aspectos que se encontraban determinados o asentados
mediante el instituto de la cosa juzgada, excediendo aspectos propios de

381
su labor jurisdiccional que era fundamentalmente ponderar y valorar la
prueba aceptada a la instancia del juicio oral propiamente tal.

Que en este orden de cosas, la sentencia en cuestión excede el marco


de su contenido en la forma prevista en el artículo 342 del Código
Procesal Penal, en aquella medida que los sentenciadores mediante su
forma de razonar no se limitaron a establecer las premisas fácticas o
hechos y circunstancias probadas, sino que mediante su raciocinio
realizaron una operación lógico rupturista al descalificar no el mérito
probatorio de los instrumentos y probanzas, sino el desvirtuar la
estructura y naturaleza de los medios de prueba ya aceptados por el
tribunal de garantía, materia sobre las cuales carecían de competencia
al momento de fallar.

Que, además, reafirma la presencia de la cosa juzgada formal lo


dispuesto en el artículo 377 del Código del ramo, al señalar de manera
implícita que no podrá vulnerarse el principio de cosa juzgada, so
pretexto de violación de garantías fundamentales, al no haberse
cuestionado en la oportunidad procesal pertinente la validez y
legitimidad de la prueba admitida al juicio oral desarrollado en estos
autos.

Corte de Apelaciones de Santiago, 19 de enero de 2011, rol Nº 2613-


2010. Integraron la Sala los Ministros: Kittsteiner Gentile, María Rosa;
Melo Labra, María Soledad; Dahm Oyarzún, Jorge. Redactó la Ministro
Kittsteiner Gentile, María Rosa. Cita online: CL/JUR/714/2011

10. PLAZO

ANÁLISIS DOCTRINAL

Señalan Mosquera y Maturana que "[e]n el nuevo sistema procesal


penal, se contempla un plazo único y sin ampliación alguna para deducir
el recurso de nulidad, no efectuándose diferencia alguna en caso que el
recurrente deberá acudir como tribunal ad quem ante la Corte de
Apelaciones respectiva o ante la Corte Suprema según la causal
invocada.

Al efecto, se dispone en el inciso 2º del artículo 372 del Código


Procesal Penal, que el recurso de nulidad 'Deberá interponerse, por
escrito, dentro de los diez días siguientes a la notificación de la

382
sentencia definitiva, ante el tribunal que hubiere conocido del juicio oral'
o ante el juez de garantía que hubiere conocido del procedimiento
simplificado o de acción penal privada conforme a lo previsto en los
artículos 399 y 405 de ese cuerpo legal.

En consecuencia, para deducir el recurso de nulidad se tiene por parte


del interviniente agraviado con la sentencia definitiva un plazo de 10
días, que se cuenta desde la notificación de la sentencia definitiva, la
que se entiende que se verifica el día de audiencia de lectura de la
sentencia conforme a lo previsto en el artículo 346 del Código Procesal
Penal.

El plazo para deducir el recurso de nulidad se caracteriza por ser un


plazo legal, de días, individual, continuo por no interrumpirse durante la
interposición de días feriados, sin perjuicio de entenderse que si el
último día del plazo venciere en día feriado se considerará ampliado
hasta las 24 horas del día siguiente que no fuere feriado, fatal e
improrrogable, sin perjuicio de poder excepcionalmente otorgarse un
nuevo plazo en caso de fuerza mayor o caso fortuito".

Agrega a lo anterior Chahuán, por su parte, que el escrito en cual se


oponga el recurso de nulidad, dependiendo del caso, debe:

(a) "Consignar los fundamentos del mismo y las peticiones concretas


que se someten al fallo del tribunal";

(b) "Si el recurso se funda en varias causales (lo que está


expresamente permitido), se debe indicar si se invocan conjunta o
subsidiariamente. Además, cada motivo de nulidad debe ser fundado
separadamente" y;

(c) "Cuando el recurso se funda en la causal del art. 373, letra b) —


errónea aplicación del derecho, con influencia sustancial— (sic), y el
recurrente sostiene que, por aplicación del inciso tercero del art. 376 —
distintas interpretaciones en diversos fallos de los tribunales
superiores—, su conocimiento corresponde a la Corte Suprema, debe,
además, indicar en forma precisa los fallos en que se han sostenido las
distintas interpretaciones que invoca y acompañar copia de las
sentencias o de las publicaciones que se hayan efectuado del texto
íntegro de las mismas".

383
11. PREPARACIÓN DEL RECURSO DE NULIDAD

ANÁLISIS DOCTRINAL

Mosquera y Maturana definen a la preparación del recurso de nulidad


como "la reclamación que debe haber efectuado el interviniente que lo
entabla, respecto del vicio del procedimiento que invoca al interponerlo,
ejerciendo oportunamente los medios establecidos por la ley (art. 377
inc. 1º del Código Procesal Penal)".

El art. 377 CPP prescribe que "si la infracción invocada como motivo
del recurso se refiriere a una ley que regulare el procedimiento, el
recurso sólo será admisible cuando quien lo entablare hubiere reclamado
oportunamente del vicio o defecto".

Señalan los mismos autores, también, que "[c]omo principio general,


debemos señalar que no es necesario preparar el recurso de nulidad
cuando la infracción invocada como motivo del recurso no se refiriere a
una ley que regulare el procedimiento. De acuerdo con ello, deberíamos
acudir a la antigua clasificación de la leyes procesales en ordenatoria
litis y decisoria litis que se efectúa a propósito del recurso de casación
en el fondo en materia civil, concluyendo que la preparación del recurso
de nulidad se requiere solo respecto de la infracción de las leyes
procesales ordenatoria litis y no de las leyes procesales decisoria litis".

Chahuán, a su vez, señala cinco casos en que no es necesaria:

(a) "Se trata de alguna de las causales del art. 374 CPP";

(b) "La ley no admite recurso alguno contra la resolución que contiene
el vicio o defecto";

(c) "El vicio ha tenido lugar en el pronunciamiento mismo de la


sentencia que se trata de anular";

(d) "El vicio o defecto ha llegado al conocimiento de la parte después


de pronunciada la sentencia (art. 377 CPP), y agreguemos";

(e) "Se solicitó, en su oportunidad, la nulidad procesal y el tribunal no


resolvió la cuestión de conformidad a lo solicitado (art. 165 CPP)".

Están contestes con las cuatro primeras Mario Mosquera y Cristián


Maturana.

384
Señalan Horvitz y López, a su vez, que "[l]a preparación del recurso
no exige, como ocurre en materia civil, que se reclame de la infracción
'ejerciendo oportunamente y en todos sus grados los recursos
establecidos por la ley' (art. 769 CPC), sino que se satisface con que se
haya 'reclamado oportunamente del vicio o defecto' (art. 377 CPP). Se
ha entendido que esto significa que debe entenderse preparado el
recurso 'por la sola constancia en el expediente que el recurrente haya
utilizado a lo menos uno de los medios establecidos en la ley para
reclamar del vicio, sin que sea exigible que se haya efectuado una
utilización de todos ellos'. En cualquier caso, la reclamación debe haber
sido 'oportuna', lo que significa que no puede considerarse válida una
reclamación hecha en forma extemporánea y a nuestro juicio debe
también haber sido idónea, lo que implica que el medio de impugnación
empleado no haya sido abiertamente improcedente de conformidad a la
ley, como ocurriría, por ejemplo, si se apelara de una resolución
inapelable. El art. 165 inc. final CPP señala que 'la solicitud de nulidad
constituirá preparación suficiente del recurso de nulidad para el caso
que el tribunal no resolviere la cuestión de conformidad a lo solicitado'.
Entendemos, no obstante, que para que así sea, el incidente de nulidad
debe ser a lo menos admisible, lo que no ocurriría si se intentara, por
ejemplo, en contra de una resolución judicial o de una actuación del
ministerio público o de la policía. Visto desde otra perspectiva, cuando el
acto defectuoso no es impugnable por la vía del incidente de nulidad,
resulta erróneo exigir que se haya promovido dicho incidente como
requisito de preparación del recurso de nulidad interpuesto".

A lo anterior, agregan Mosquera y Maturana que "[l]a reclamación del


vicio debe ser efectuada por la parte que interpone el recurso de
nulidad".

Finalmente, señalan Mosquera y Maturana, "la preparación del recurso


de nulidad no constituye uno de los requisitos que el tribunal a quo debe
examinar para pronunciarse acerca de la inadmisibilidad en el control de
admisibilidad que deben efectuar conforme a lo previsto en el artículo
380 del Código Procesal Penal, debiendo el control de admisibilidad por
parte de ese tribunal limitarse a la procedencia del recurso atendida la
naturaleza de la resolución y al plazo dentro del cual se interpone. En
cambio, la preparación del recurso de nulidad sí constituye uno de los
requisitos que el tribunal ad quem debe examinar para pronunciarse
acerca de la inadmisibilidad en el control que deben efectuar conforme a
lo previsto en el inciso segundo del artículo 383 del Código Procesal
Penal. De acuerdo con ello, si no se ha preparado el recurso de nulidad
el tribunal ad quem podrá declarar en cuenta la inadmisibilidad del
recurso".

385
12. FORMA DE INTERPOSICIÓN

ANÁLISIS DOCTRINAL

Señalan Horvitz y López que "[e]l recurso debe interponerse por


escrito (art. 372 inc. final CPP) y debe ser fundado, esto es, debe
"consignar los fundamentos del mismo y las peticiones concretas que se
sometan al fallo del tribunal" (art. 378 CPP). La exigencia de expresar
los fundamentos comprende tanto los fundamentos de hecho como de
derecho, según se deduce de lo dispuesto por el art. 383 inc. 2º CPP.

El recurso puede fundarse en varias causales (art. 378 inc. 2º CPP),


pero debe expresarlas todas, ya que, una vez interpuesto, precluye el
derecho del recurrente, quien no puede invocar nuevas causales (art.
379 inc. 2º CPP). En este caso, la ley exige indicar si se invocan en
forma conjunta o subsidiaria y fundamentar separadamente cada causal
o "motivo de nulidad" (art. 378 CPP)".

Esquematizan lo anterior Mosquera y Maturana, quienes señalan que


el escrito en el cual se interpone el recurso de nulidad debe cumplir con
los siguientes requisitos:

(a) "Los requisitos comunes a todo escrito".

(b) "Debe mencionar expresamente el vicio o defecto en que se funda,


el agravio causado si se invocan las causales genéricas y la ley que
concede el recurso de nulidad por dicha causal".

(c) "Debe consignar los fundamentos de las diversas causales que se


hubieren hecho valer en el recurso de nulidad y contener las peticiones
concretas que se sometieren al fallo del tribunal".

(d) "Debe señalarse la forma en que se ha preparado el recurso de


nulidad o las razones por las cuales su preparación no es necesaria".

(e) "Debe ofrecerse la prueba respecto de los hechos referentes a la


causal invocada".

A su vez, señalan Horvitz y López que "cuando el recurso se funde en


la causal del art. 373 letra b) (errónea aplicación del derecho que
hubiere influido sustancialmente en lo dispositivo del fallo) y el

386
recurrente sostuviere que, por aplicación del art. 376 inc. 3º CPP, su
conocimiento corresponde a la Corte Suprema, debe no sólo señalar
esta circunstancia, sino que, además, indicar en forma precisa los fallos
en que se hubieren sostenido las distintas interpretaciones que invocare
y acompañar copia de las sentencias o de las publicaciones que se
hubieren efectuado del texto íntegro de las mismas (art. 378 inc. final
CPP). En todo caso, la sanción al incumplimiento de este requisito no es
la inadmisibilidad del recurso, sino su remisión a la Corte de
Apelaciones, conforme a lo previsto por el art. 383 inc. 3º CPP". En
oposición a ello, señalan Mosquera y Maturana que "Creemos que el
incumplimiento de este requisito de señalar en forma precisa la
jurisprudencia y acompañar el texto íntegro de los fallos o publicaciones
que las contienen no genera la inadmisibilidad del recurso de nulidad,
sino que tan solo priva al recurrente de la posibilidad que este sea
conocido por la Corte Suprema conforme a lo previsto en le letra b) del
inciso 3º del artículo 383 del Código Procesal Penal. Sin embargo,
debemos advertir que este no ha sido el criterio de la jurisprudencia, la
que ha resuelto que la no agregación de las sentencias constituiría una
causal de inadmisibilidad del recurso".

En cuanto al deber de ofrecer prueba, señalan Mosquera y Maturana


que éste es un requisito cuyo cumplimiento "no dice relación con la
admisibilidad del recurso propiamente tal, sino que debe ser cumplido
para los efectos de poder rendir prueba con posterioridad ante el
tribunal ad quem respecto de los hechos referentes a la causal
invocada".

A su vez, en relación a la preparación del recurso, señalan Horvitz y


López que "[a]unque la ley no lo diga explícitamente, el recurso debería
explicar la forma en que se ha preparado el recurso o indicar que se
trata de un caso en que tal preparación no es necesaria, conforme a lo
previsto por el art. 377 CPP, toda vez que el análisis de dicha
circunstancia forma parte del control de admisibilidad del recurso ante el
tribunal ad quem, conforme a lo previsto por el art. 383 inc. T CPP".

ANÁLISIS JURISPRUDENCIAL

a) El recurso de nulidad requiere invocar una causal legal, los


fundamentos que la constituyen y señalar con claridad cómo la
infracción influye en lo dispositivo del fallo, en especial cuando se invoca
el artículo 373 b) del CPP

i) Que el recurso de nulidad es de derecho estricto, de modo que para


su acogimiento es menester en primer lugar que formalmente se

387
invoque causa legal, que los fundamentos digan relación con la causal
invocada, que se señale con toda claridad la forma en que incide el
motivo de nulidad en lo dispositivo del fallo, lo que es esencial cuando
se funda en la causal de errónea aplicación del derecho como ocurre en
la especie.

Que la argumentación que formula el recurrente para sustentar su


recurso dice relación con la apreciación que el tribunal hizo de los
medios de prueba y la convicción que tales medios de prueba
produjeron en la sentenciadora, materia no revisable por esta vía y que
no constituye la causal alegada, razón por la cual los defectos anotados
llevan a que se deseche el presente recurso de nulidad por manifiesta
falta de fundamentos.

Corte de Apelaciones de Concepción, 29 de octubre de 2010, rol


Nº 476-2009. Integraron la Sala los Ministros Mackay Foigelman, Rosa
Patricia; Redactó la Ministro Mackay Foigelman, Rosa Patricia.
Cita online: CL/JUR/2750/2009

ii) Que en la especie tampoco se da el supuesto del artículo 373 letra


b) del Código Procesal Penal, toda vez que no basta con sostener en un
recurso de nulidad la existencia de una aplicación errónea del derecho,
sino que es menester explicar además cuál es dicha aplicación errónea,
en qué consiste; y en este caso no se señaló en particular,
específicamente, en qué habría consistido la errónea aplicación del
derecho alegada, y cómo habría influido tal circunstancia, y de manera
sustancial, en lo dispositivo del fallo, que es lo que exige la letra b) del
artículo 373 del Código Procesal Penal; norma excepcional, de derecho
estricto, que para poder aplicarse requiere necesariamente del
cumplimiento de todos los requisitos allí indicados.

Corte de Apelaciones de Santiago, 17 de noviembre de 2009, rol


Nº 2078-2009. Integraron la Sala los Ministros: Silva Cancino, Mauricio,
y el Abogado Integrante: Pérez Levetzow, Enrique. Redactó el Abogado
Integrante Pérez Levetzow, Enrique. Cita online: CL/JUR/3554/2009

En el mismo sentido:

iii) Corte de Apelaciones de Santiago, 2 de octubre de 2009, rol


Nº 1585-2009. Integraron la Sala los Ministros: Villarroel Valdivia, Iván
Patricio; Cerda Fernández, Carlos, y el Abogado Integrante: Pérez
Levetzow, Enrique. Redactó el Abogado Integrante Pérez Levetzow,
Enrique. Cita online: CL/JUR/1744/2009

388
iv) Que, atendido lo consignado someramente en los basamentos
precedentes, es dable concluir que en el recurso en comento se ha
omitido su fundamentación jurídica, pues no todo argumento constituye
un fundamento, en especial, en el caso de un recurso de derecho
estricto, como se ha señalado en el motivo 7º que antecede.

Que, sin perjuicio de lo concluido en los considerandos precedentes, a


mayor abundamiento, corresponde precisar que el objetivo que persigue
la causal en estudio está dado por determinar y proteger la seguridad y
certeza jurídica que debe existir en la aplicación del derecho, para cuyo
efecto es requisito sine qua non consignar los fundamentos del recurso
invocado, lo que, como se ha reiterado, a juicio de esta Corte, en la
especie, se ha omitido, en mérito de todo lo cual el recurso deducido no
puede prosperar.

Corte de Apelaciones de Santiago, 15 de octubre de 2010, rol


Nº 1676-2010. Integraron la Sala los Ministros: Rocha Pérez, Raúl
Héctor; Kittsteiner Gentile, María Rosa, y el Abogado Integrante: Clark
Medina, Rosa Regina. Redactó el Ministro Rocha Pérez, Raúl Héctor.
Cita online: CL/JUR/8499/2010

v) Que las razones esgrimidas para justificar la primera causal


invocada no logran constituirla, al menos en la forma en que se las ha
desarrollado y teniendo siempre presente que el recurso de nulidad, por
su carácter extraordinario, es de derecho estricto, lo que obliga a
señalar no sólo las normas que se suponen infringidas, sino
específicamente la forma de tal infracción, esto es, en el caso concreto,
cómo y por qué se infringió cada una de las normas que en el libelo se
mencionan; y como ello no ha ocurrido este tribunal queda sin los
elementos necesarios para entender la infracción que se denuncia, por
lo cual el recurso debe ser desestimado en cuanto a este acápite.

Corte de Apelaciones de Santiago, 28 de octubre de 2010, rol


Nº 1982-2010. Integraron la Sala los Ministros: Cisternas Rocha,
Lamberto; Llanos Mansilla, Hugo; Chevesich Ruiz, Gloria Ana; y el
Abogado Integrante: Chaimovich Guralnik, Claudia Verónica. Redactó el
Ministro Cisternas Rocha, Lamberto; Llanos Mansilla,
Hugo. Cita online: CL/JUR/9087/2010

vi) Que de la lectura de los libelos en que se contienen ambos


recursos, aparece que el deducido por la abogada Marcia Kern
Bascuñán, carece de fundamentos. En efecto, ha desarrollado el
sustento de derecho de la causal, limitándose a la cita de las normas
supuestamente infringidas, otorgándole a los tres acápites que señala,

389
la misma escueta y confusa argumentación, de manera tal que, siendo
el recurso de nulidad de estricto derecho, el deducido en autos por la
defensa del imputado Samuel Colihuinca Huenul no puede acogerse a
tramitación atendidas las falencias en su interposición.

Por su parte el libelo, suscrito por el abogado Ignacio Artega


Casanova, no sólo carece de peticiones concretas y precisas, toda vez
que conforme al artículo "374 letra e) del Código Procesal Penal" pide
"que se invalide la sentencia, dictando sentencia de reemplazo...", no
obstante que la causal invocada en el cuerpo del escrito fue la contenida
en el artículo 373 letra b) del mismo texto legal, por lo que resulta
incongruente con los fundamentos que, aunque escuetos, se
esgrimieron en dicha presentación, acarreando con ello el flagrante
incumplimiento de las formalidades establecidas por la norma para la
admisibilidad del presente arbitrio procesal ante este Tribunal ad quem.

Corte de Apelaciones de San Miguel, 4 de octubre de 2010, rol


Nº 1238-2010. Integraron la Sala los Ministros: Martínez Henríquez,
Inés; Arratia Valdebenito, Ana María; Contreras Pérez,
Ismael. Cita online: CL/JUR/8037/2010

vii) Si bien el Defensor Público expuso en su alegato que solicitaba se


declarara la nulidad del fallo (fundándolo en el artículo 373 literal b, del
Código Procesal Penal), los fundamentos expuestos en el recurso están
referidos al razonamiento utilizado por el Tribunal a quo para el análisis
de la prueba y, a la declaración de una de las víctimas. La única manera
de dar cabal cumplimiento a los requisitos establecidos para la
admisibilidad de un recurso como el de nulidad, es desarrollar
fundamentos tanto para justificar la petición de invalidación del cargo de
ser el imputado autor de los delitos de robo con violencia y de robo con
intimidación, como la de invalidación de las condenas y solicitar,
consecuentemente, la dictación de una decisión absolutoria respecto de
esas dos imputaciones y/o una modificación de los tipos penales y/o las
condenas. A mayor abundamiento de lo ya razonado, cabe añadir que el
recurrente no ha solicitado la declaración de nulidad de la sentencia
condenatoria y la dictación de una de reemplazo por este Tribunal de
Alzada, en la que se absuelva al imputado de todas las acusaciones
dirigidas en su contra o se modifiquen sus condenas. La ausencia de
fundamentación específica en cuanto al fondo de la solicitud de nulidad,
priva a la Corte de la posibilidad de juzgar en relación a dichos ilícitos,
ya que la Defensoría pide en que (sic) Tener por interpuesto recurso de
nulidad en contra de la sentencia dictada por el Sexto Tribunal Oral en lo
Penal, concederlo y elevar su conocimiento y fallo ante la I. Corte de
Apelaciones de San Miguel, junto con los demás antecedentes señalados

390
en el artículo 381 del Código Procesal Penal. En virtud de todas las
consideraciones precedentes, y al no satisfacer el recurso de nulidad las
exigencias legales, debe ser declarado inadmisible.

Corte de Apelaciones de San Miguel, 27 de diciembre de 2005, rol


Nº 516-2005. Integraron la Sala los Ministros: Hernández Guzmán, Luz;
Arratia Valdebenito, Ana María, y el Abogado Integrante: Donoso
Gomien, María Patricia. Redactó la Abogado Integrante: Donoso
Gomien, María Patricia. Cita online: CL/JUR/552/2005

viii) El presente recurso carece de fundamentación al extremo de


hacer imposible su acogimiento, puesto que se funda en errónea
aplicación del derecho y no ha señalado cuáles son las normas
erróneamente aplicadas, ni menos se ha expresado cual es la influencia
que ello habría producido en lo dispositivo del fallo, y además, el recurso
contiene fundamentos contradictorios, pues por un lado señala que no
estaría probada la participación del sentenciado en el ilícito (tráfico de
droga), lo que, por cierto, de ser efectivo, hubiere implicado incurrir en
causal de nulidad diversa de la invocada (artículo 373 letra b) del Código
Procesal Penal), y por otra parte señala como causal de nulidad el hecho
de no haberse acogido una atenuante que estaba probada, lo que
resulta contradictorio con el primer argumento denulidad, del mismo
modo, esta segunda parte, tampoco importa una errónea aplicación del
derecho, siendo del caso por último, señalar que la petición concreta del
recurrente, igualmente no se ajusta al fundamento primero de nulidad,
pues no pide la absolución como correspondía a ese motivo, y sólo pide
se le reconozca la atenuante alegada, sin que como ya se dijo, exprese
de que modo ello influye en la pena impuesta, defectos todos éstos, que
como se ha dicho, llevan a que se deseche el presente recurso de
nulidad, por manifiestas faltas de fundamentos.

Corte de Apelaciones de Valparaíso, 9 de septiembre de 2005, rol


Nº 836-2005. Integraron la Sala los Ministros: Fuenzalida Cerpa, Hugo;
González Alcaide, Mónica, y el Abogado Integrante: Gertosio Ramírez,
Eduardo. Redactó el Ministro Fuenzalida Cerpa, Hugo. Cita online:
CL/JUR/1514/2005

b) El recurso de nulidad requiere que se invoquen expresa y


claramente las causales y se señale si se interponen conjunta o
separadamente, debiendo fundamentarse separadamente

i) Que siendo el recurso de nulidad de derecho estricto, debe señalarse


si las causales de nulidad son conjuntas o no y deben fundarse
separadamente, lo que no se cumple en el recurso, en que se estiman

391
concurrentes dos causales del artículo 374, del Código Procesal Penal,
que son las de las letras c) y d). Máxime aún que a juicio de este
Tribunal, con la petición subsidiaria, lo que se pretende es introducir la
causal del 373 letra b) del Código Procesal Penal, al estimarse que no
hubo autoría en la conducta de Karina Campos, causal que no fue
expresamente invocada en el recurso, lo que obliga a rechazar tal
pretensión toda vez que no concurren los presupuestos del artículo 385
del Código Procesal Penal.

Corte de Apelaciones de Talca, 24 de abril de 2009, rol Nº 133-2009.


Integraron la Sala el Abogado Integrante Pinochet Donoso, Francisco.
Redactó el Abogado Integrante Pinochet Donoso, Francisco. Cita online:
CL/JUR/1568/2009

ii) Que el recurso carece de claridad respecto de las causales de


nulidad que se contienen en los dos primeros capítulos del escrito
respectivo, ya que aún cuando se refiere a infracciones al debido
proceso o a una errónea aplicación de la ley, y por lo tanto ha planteado
dos cuestiones distintas, no ha cumplido con lo dispuesto en el artículo
378 inciso segundo del Código Procesal Penal en cuanto a que se indique
expresamente las causales y si se invocan conjunta o separadamente;

Que, en cuanto al tercer capítulo, que podría estar en relación con el


motivo absoluto de nulidad contenido en el artículo 374 letra e) del ya
citado código, no se explican en esa parte los fundamentos del recurso y
no se compadece con la petición concreta que se formula a su respecto,
toda vez que se pide dictar sentencia de reemplazo, lo que resulta
incompatible con el objetivo de la causal invocada, que es obtener la
invalidación del juicio.

Corte Suprema, 1 de septiembre de 2003, rol Nº 3319-2003.


Integraron la Sala los Ministros: Chaigneau del Campo, Alberto; Cury
Urzúa, Enrique; Pérez Zañartu, José Luis; Juica Arancibia, Milton, y el
Abogado Integrante Pfeffer Pizarro, Emilio. Cita online:
CL/JUR/1085/2003

Que conforme lo señala el inciso primero del artículo 378 del Código
Procesal Penal, en el escrito en que se interpusiere el recurso de nulidad
se consignarán los fundamentos del mismo y las peticiones concretas
que se sometieren al fallo del tribunal y el inciso segundo dispone que el
recurso podrá fundarse en varias causales, caso en el cual se indicará si
se invocan conjunta o subsidiariamente, agregando que cada motivo de
nulidad deberá ser fundado separadamente.

392
Corte de Apelaciones de Concepción, 20 de noviembre de 2009, rol
Nº 507-2009. Integraron la Sala los Ministros: Mackay Foigelman, Rosa
Patricia. Redactó la Ministro Mackay Foigelman, Rosa Patricia.
Cita online: CL/JUR/3684/2009

iii) Que como se observa de lo expresado en el motivo que antecede,


el recurrente mezcla dos causales de las que dan lugar al recurso: la del
artículo 373 letra b) del Código Procesal Penal, relativa a la errónea
aplicación del derecho con influencia sustancial en lo dispositivo del
fallo, y uno de los motivos absolutos de nulidad, cual es el contenido en
la letra e) del artículo 374, en relación con los artículos 342 letra c) y
297, todos del mismo cuerpo legal, relativo a deficiencias en la
valoración de los medios de prueba.

Que el inciso segundo del artículo 378 del Código Procesal Penal
establece, entre los requisitos de interposición del recurso de nulidad,
que si éste se funda en varias causales, cada motivo de nulidad deberá
ser fundado separadamente, exigencia que no se cumple en el recurso
que nos ocupa, lo cual, unido a una petición concreta imposible de
cumplir, consistente en la dictación de sentencia de reemplazo en este
juicio, sería suficiente para desestimar el recurso. En efecto, respecto de
esto último, debe tenerse presente que, de conformidad con lo que
establece el artículo 385 del código citado, jamás procederá dictar
sentencia de reemplazo cuando el fallo recurrido sea absolutorio, porque
en tal caso deberá anularse también el juicio.

Corte de Apelaciones de La Serena, 10 de julio de 2006, rol Nº 134-


2006. Integraron la Sala los Ministros: Bustamante Mora, Fernando.
Redactó el Ministro Bustamante Mora, Fernando. Cita online:
CL/JUR/2093/2006

iv) Que de lo expuesto en el considerando que antecede resulta que el


recurso interpuesto por el Ministerio Público se funda en dos causales de
nulidad, en la prevista en la letra b) del artículo 373 y en el motivo
absoluto de nulidad previsto en la letra e) del artículo 374, ambos del
Código Procesal Penal, de modo que al interponerse, debió indicarse por
el recurrente, Ministerio Público, conforme lo exige la norma prevista en
el inciso segundo del artículo 378 del Código Procesal Penal, si las
causales se invocaban, conjunta o subsidiariamente, y fundarse
separadamente cada motivo de nulidad, exigencias no cumplidas al
efecto, de modo que siendo el recurso de nulidad, de derecho estricto,
ante tales omisiones, debe rechazarse por inadmisible.

393
Corte de Apelaciones de La Serena, 30 de enero de 2004, rol Nº 2-
2004. Integraron la Sala los Ministros: Azancot Vallejo, Alfredo. Redactó
el Ministro Azancot Vallejo, Alfredo. Cita online: CL/JUR/287/2004

v) El presente recurso presenta una serie de defectos formales que


impiden acogerlo a tramitación, pues, en primer lugar, no indica si las
causales aducidas se invocan conjunta o subsidiariamente, en franca
infracción a lo dispuesto en el artículo 378, inciso 2º, del Código
Procesal Penal; en segundo lugar, las peticiones que efectúa respecto de
la causal de la letra a) del citado artículo 373, no son compatibles con
los efectos invalidatorios que la ley prevé para la misma, sin que el
tribunal pueda extenderse a cuestiones no formuladas por el recurrente,
según lo establecido en el artículo 360 del Código del ramo.

Corte Suprema, 2 de junio de 2010, rol Nº 3208-2010. Integraron la


Sala los Ministros: Segura Peña, Nibaldo; Künsemüller Loebenfelder,
Carlos; Dolmetsch Urra, Hugo; Ballesteros Cárcamo, Rubén, y el
Abogado Integrante: Mauriz Aymerich,
Benito. Cita online:CL/JUR/5829/2010

c) La infracción a las reglas de la sana crítica exige señalar cómo la


sentencia se ha apartado de los parámetros del artículo 297 y no
basarse en meras argumentaciones de mérito

i) Nada se dice en el recurso acerca de cómo la sentencia se habría


apartado de esos parámetros y exigencias legales, ni acerca de cómo tal
infracción habría influido en lo dispositivo del fallo; tampoco se denuncia
incumplimiento por parte del sentenciador de los mandatos contenidos
en los incisos segundo y tercero del citado artículo 297.

El recurrente se limita, al fundar esta causal de su recurso, a


desarrollar argumentaciones de mérito, más propias de un recurso de
apelación, lo que resulta inadmisible en un recurso de nulidad, que es de
derecho estricto.

Corte de Apelaciones de Valparaíso, 17 de noviembre de 2009, rol


Nº 1080-2009. Integraron la Sala los Ministros: Aguirre Carvajal, Rosa
Herminia; Alvarado Thimeos, Luis, y el Abogado Integrante: Oliver
Cadenas, Carlos. Redactó el Abogado Integrante: Oliver Cadenas,
Carlos. Cita online: CL/JUR/3602/2009

ii) Que en esta causal, la parte recurrente afirma dos cosas distintas:
que se omitió valorar la prueba incorporada por la defensa para los
efectos de la concesión del beneficio de la libertad vigilada; y que la

394
prueba, especialmente, el informe acompañado, fueron erróneamente
apreciados. Esta diferencia entre una conducta omisiva y una positiva
resta a la causal la certidumbre que es de esperar en un asunto
propiamente de derecho: el artículo 342, letra c), contempla diversas
posibilidades de incurrir en falta. Al exigir exposición, la ley proscribe la
omisión, de suerte que basta la forma negativa para contrariar la
disposición. Cuando exige valorar la prueba, puede haber tanto omisión
como una apreciación que no cumpla con la ley, casos en que se
contraviene la norma y se autoriza el recurso de nulidad. Pero, por lo
mismo, éste debe tener el buen cuidado de precisar el motivo de la
reclamación, y si fuera más de una, debe hacerlo diferenciadamente.

El defecto de proposición de este recurso, no permite que pueda


prosperar.

Corte de Apelaciones de Santiago, 16 de agosto de 2010, rol Nº 1262-


2010. Integraron la Sala los Ministros: Fuentes Belmar, Juan
Eduardo; Silva Cancino, Mauricio y el Abogado Integrante: Herrera
Fuenzalida, Paola. Redactó el Ministro Silva Cancino,
Mauricio.Cita online: CL/JUR/5027/2010

iii) El recurrente se limita a cuestionar la apreciación de la prueba,


pero olvida señalar cuáles son, en concreto, las reglas de la sana crítica
infringidas por los jueces. La referencia genérica a la ponderación de la
testimonial rendida en juicio y la nueva apreciación sobre la base de
conjeturas personal de quien disiente del fallo, no configuran la causal
en estudio desde que ésta se verifica únicamente si los sentenciadores,
obligados a cumplir el estándar probatorio del artículo 297 del Código
Procesal Penal, no razonan o al hacerlo se apartan de los parámetros
que ordena la ley.

Que, por consiguiente, no puede sino concluirse que la sentencia se


hizo cargo de la prueba aportada, conforme a las normas legales,
respetando el principio de la "razón suficiente", que el recurrente, sin
fundamento que permita invalidar la decisión, estima conculcado.

Corte de Apelaciones de Santiago, 21 de enero de 2011, rol Nº 2634-


2010. Integraron la Sala los Ministros: González Troncoso, Jessica; Silva
Cancino, Mauricio; Cruchaga Gandarillas, Ángel. Redactó la Ministro
González Troncoso, Jessica. Cita online: CL/JUR/821/2011

iv) Que de otra parte, no señala el recurrente de qué forma se habría


vulnerado la lógica necesaria para que el tribunal haya adquirido la
convicción de que concurren en la especie, los elementos constitutivos

395
del delito por el que se procede a la condena del imputado, ni las
máximas de la experiencia que se habrían infringido, sobre la base de la
insuficiencia probatoria que acusa.

Que conforme a lo señalado en los motivos que preceden, esta Corte


desestimará la causal de anulación esgrimida, esto es, la establecida en
la letra e) del artículo 374 en relación a los artículos 342 letra c) en
relación al artículo 297, todos del Código Procesal Penal.

Corte de Apelaciones de Santiago, 10 de diciembre de 2009, rol


Nº 1932-2009. Integraron la Sala los Ministros: Lusic Nadal, Dobra;
Campo Alcayaga, María Eugenia. Redactó el Ministro Tapia Guerrero,
Francisco. Cita online: CL/JUR/4636/2009

d) Dado su carácter de recurso de derecho estricto no cabe invocar


causales subsidiariamente

Que al respecto en Recurso Nº 6304 de 2006 la Excelentísima Corte


Suprema ha señalado textualmente al resolver un recurso semejante:
"En efecto la causal invocada permite la invalidación de una sentencia
cuando se denuncia una errónea aplicación del derecho, siempre que
esa infracción influya sustancialmente en lo dispositivo del fallo
impugnado. Y, por lo tanto, como el reclamo se formula contra la
decisión que resuelve el conflicto, ya sea absolviendo o condenando al
imputado a una pena inferior, un mismo recurrente no puede plantear
en este caso, peticiones subsidiarias de absolución o de aplicación de
una pena inferior a la que se le aplicó, porque en lo primero está
negando la existencia del delito y en lo otro, acepta la ilicitud del hecho
al proponer una sanción menor, lo cual resulta un planteamiento
contradictorio impropio de un recurso de nulidad, que sólo acepta la
subsidiariedad cuando se trata de causales distintas, según se infiere del
inciso 2º del artículo 378 del mismo Código".

Corte de Apelaciones de Valparaíso, 27 de noviembre de 2009, rol


Nº 1176-2009. Integraron la Sala los Ministros Ríos Quiñones, María
Angélica; Aguirre Carvajal, Rosa Herminia, y el Abogado Integrante Del
Villar Brito, Waldo. Redactó el Abogado Integrante Del Villar Brito,
Waldo. Cita online: CL/JUR/4124/2009.

e) El recurso de nulidad debe interponerse en un acto único, sin


que proceda ejercerse en un otrosí junto a otro recurso de nulidad

Que no resulta procedente que un mismo acusado agraviado haga


valer dos recursos de nulidad en contra de la sentencia definitiva dictada

396
en el proceso, ya que como se expresó en el motivo segundo este medio
de impugnación constituye un acto procesal único, de manera tal que en
la especie resulta válido el primer recurso que ha sido deducido en lo
principal del escrito pertinente, siendo extemporáneo el segundo recurso
que figura deducido en el primer otrosí del mismo escrito, ya que en
este último caso ha operado la preclusión del derecho a recurrir "por
consumación" de la actividad procesal ejecutada en tiempo y forma.

Corte de Apelaciones de Concepción, 23 de noviembre de 2009, rol


Nº 523-2009. Integraron la Sala los Ministros: Rubilar Rivera, Juan;
Villa Sanhueza, Juan; y el Abogado Integrante: Tapia Elorza, Hugo.
Redactó el Abogado Integrante: Tapia Elorza,
Hugo. Cita online:CL/JUR/3859/2009

f) Cuando se invoca la causal del artículo 373 b), el recurso de nulidad


debe expresar cómo el error de derecho ha influido sustancialmente en
lo dispositivo del fallo

Que el recurso, en cuanto a la primera causal invocada, recae


derechamente en la pretensión de modificar los hechos mismos del
juicio, lo que, cosa sabida y no discutida, no puede aceptarse en un
recurso de esta naturaleza y menos en cuanto se pretenda éste asilarse
en la causal de la letra b) del artículo 373 del Código del ramo.

Que los recurrentes acusan ahora un motivo de nulidad fundado en el


artículo 374, letra c), del Código Procesal Penal. Fundamentan este
motivo en la forma de declarar que tuvieron los testigos encubiertos
presentados por el Ministerio Público. A la pretensión de nulidad de los
recurrentes debe recordarse que los artículos 30 y siguientes de la Ley
sobre Tráfico Ilícito de Estupefacientes y Sustancias Sicotrópicas
contemplan medidas cuyo objeto es proteger a los testigos y demás
participantes señalados en el epígrafe del párrafo 2º de la ley. De
manera que no aparece como ilícita la forma en que los testigos
declararon. Por lo demás, el recurso no explica qué forma o parte del
procedimiento de prueba de testigos influyó en la parte resolutiva del
fallo. Por lo recién ponderado se rechazará este párrafo del recurso.

Corte de Apelaciones de Temuco, 2 de octubre de 2009, rol Nº 728-


2009. Integraron la Sala los Ministros Latorre, Álvaro; Gutiérrez Zavala,
Carlos; y el Abogado Integrante Mellado Diez, Fernando. Redactó el
Abogado Integrante Mellado Diez,
Fernando. Cita online:CL/JUR/4381/2009

397
g) El recurso de nulidad requiere de peticiones concretas, claras
y precisas

i) Que, no obstante lo expresado, este recurso tampoco cumple con


los requisitos señalados en el inciso primero del artículo 378 del Código
Procesal Penal, que establece que en el escrito en que se interpusiere el
recurso de nulidad se consignarán los fundamentos del mismo y las
peticiones concretas que se someten al fallo del tribunal; en particular,
en cuanto a las peticiones concretas, solicita únicamente la nulidad de la
sentencia, "sólo referente al comiso del vehículo ya individualizado",
pero no plantea petición alguna posible de juzgar para el caso de
accederse, como es la realización de un nuevo juicio oral por el tribunal
no inhabilitado que corresponda, atendida la causal de nulidad invocada.

Corte de Apelaciones de Santiago, 24 de septiembre de 2009, rol


Nº 1584-2009. Integraron la Sala los Ministros: Madrid Crohare,
Alejandro; Muñoz Pardo, Juan Manuel, y el Abogado Integrante: Lagos
Gatica, Jorge. Redactó el Abogado Integrante: Lagos Gatica,
Jorge.Cita online: CL/JUR/1477/2009

ii) Que conforme al artículo 383 inciso 2º del Código Procesal Penal, el
recurso debe contener peticiones concretas, situación que no se advierte
en el caso ya que el recurrente pretende que la conducta del imputado,
se enmarca en el artículo 15 Nº 1º o 3º del Código Penal, pero no indica
con precisión en cual de esas hipótesis.

Corte de Apelaciones de Santiago, 20 de marzo de 2008, rol Nº 206-


2008. Integraron la Sala los Ministros: Villarroel Valdivia, Iván Patricio;
Valderrama Rebolledo, Manuel Antonio; Muñoz Pardo, Juan Manuel.
Redactó el Ministro Villarroel Valdivia,
Patricio. Cita online:CL/JUR/558/2008

iii) Que de acuerdo al artículo 378 del Código Procesal Penal el


escrito de interposición del recurso de nulidad debe contener, aparte de
sus fundamentos, las peticiones concretas que se someten al fallo del
tribunal, lo que significa que las peticiones deben ser precisas,
determinadas y sin vaguedad.

Que al tenor del recurso, se observa que la petición del recurrente no


es concreta, pues, le falta la precisión y la determinación que exige la
ley toda vez que por una parte estima que debe anularse el juicio y la
sentencia, y por otra, solicita únicamente la anulación del fallo.

398
Corte de Apelaciones de Santiago, 24 de abril de 2006, rol Nº 606-
2006. Integraron la Sala los Ministros: Villarroel Valdivia, Iván Patricio;
Araneda Briones, Sonia, y el Abogado Integrante: Pfeffer Urquiaga,
Emilio. Redactó el Ministro Villarroel Valdivia,
Patricio.Cita online: CL/JUR/1048/2006

iv) Que el artículo 378 en relación con los artículos 360 y 380, todos
del Código Procesal Penal, exigen que el recurso de nulidad se
interponga por escrito, dentro de plazo, se funde tanto en el hecho
como en el derecho y contenga peticiones concretas que someta a la
decisión de esta Corte. Requisitos que brindan a tal arbitrio su carácter
de extraordinario, evidenciándose con ello la excepcionalidad de los
presupuestos que configuran cada una de las causales y,
consecuencialmente, imponiéndole al recurrente la obligación de
determinar con rigurosidad los fundamentos de aquéllas y la precisión
de las peticiones concretas que se someten al dictamen de esta Corte,
en relación a cada una de las causales que invoca.

Que del examen del arbitrio procesal incoado, aparece que este no
cumple con los requisitos formales que para su interposición exigen las
disposiciones precitadas, toda vez que, de su sola lectura resulta que la
petición que se efectúa está planteada en términos tan abstractos que
impide proceder a su conocimiento, por cuanto este tribunal no puede
extender su pronunciamiento sino a las cuestiones expresamente
formuladas en el recurso, de conformidad con lo señalado en el artículo
360 del Código Procesal Penal. En la especie la solicitud de una
"sentencia de reemplazo que se conformare a la ley" resulta discordante
con la naturaleza del recurso en cuestión, por lo que se declarará
inadmisible, acogiendo en lo pertinente las alegaciones que al efecto
realizó el Ministerio Público.

Corte de Apelaciones de San Miguel, 22 de febrero de 2011, rol


Nº 167-2011. Integraron la Sala los Ministros: Pavez Ahumada, Claudio;
Solís Montiel, Héctor; Arratia Valdebenito, Ana
María. Cita online: CL/JUR/1571/2011

v) Concluye (el recurrente) solicitando que se disponga la nulidad del


juicio oral y la sentencia, ordenándose la remisión de los autos al
tribunal no inhabilitado que corresponda, para que éste disponga la
realización de un nuevo juicio oral, o sólo la sentencia, con el objeto que
en definitiva se absuelva al acusado de los cargos formulados por no
haberse acreditado su participación en calidad de autor de los mismos.
En lo que se refiere a la causal de nulidad invocada, de un estudio
sistemático de los artículos 373, letra b) y 374 del Código Procesal

399
Penal, se infiere que la regla general en cuanto a las peticiones que
deben sostener los respectivos recurrentes es la invalidación del juicio
oral y la sentencia en él recaída; y sólo excepcionalmente, en la
hipótesis prevista en el artículo 385 de dicho cuerpo jurídico puede
pedirse sólo la nulidad de la sentencia impugnada y el pronunciamiento
de una de reemplazo. En consecuencia, en el caso de autos al invocar el
recurrente la causal prevista en el artículo 374, letra e), debió solicitar la
invalidación del juicio oral y de la sentencia, pero no pedir ello, o sólo la
de la sentencia, pues al proceder de tal modo se impide la
determinación efectiva de la competencia de esta Corte, y conduce,
necesariamente, al rechazo del recurso, por falta de peticiones
concretas.

Corte de Apelaciones de Talca, 30 de noviembre de 2007, rol Nº 646-


2007. Integraron la Sala los Ministros: Meins Olivares, Eduardo. Redactó
el Ministro Meins Olivares, Eduardo. Cita online: CL/JUR/2775/2007

vi) Debe tenerse presente que el recurso de nulidad es un recurso de


derecho estricto, por lo que procede sólo en contra de determinadas
resoluciones judiciales y en virtud de causales taxativamente
enumeradas en la ley, y está sujeto a las formalidades que debe cumplir
el escrito respectivo, esto es, fundamentos de hecho y de derecho y
peticiones concretas que deben ser lo suficientemente precisas y claras,
pues ellas fijan el ámbito de competencia de que estará investido el
tribunal que debe fallar el respectivo recurso y que, asimismo, deben ser
congruentes con la naturaleza de la causal invocada. En primer término,
el recurrente no indica en el recurso (de nulidad) la forma en que se
configuran las causales de nulidad contempladas en las letras c) y d) del
artículo 374 del Código Procesal Penal. Asimismo, en lo que dice relación
con la causal contemplada en la letra b) del artículo 373 del Código
Procesal penal, ha debido solicitarse por el recurrente la nulidad del fallo
recurrido y la dictación de uno de reemplazo, lo que no hizo, pues pidió
única y exclusivamente la nulidad del juicio y de la sentencia y la
remisión de los antecedentes a un tribunal no inhabilitado para la
realización de un nuevo juicio, petición que es incompleta, por no decir
relación con la anulación de la sentencia, como asimismo, incompatible
con la causal alegada en autos, razones por las cuales cabe estimar que
el recurso no cumple con los requisitos exigidos por la ley y debe, en
consecuencia, declararse inadmisible.

Corte de Apelaciones de Chillán, 5 de febrero de 2010, rol Nº 239-


2009. Cita online: CL/JUR/1178/2010

400
h) Las peticiones concretas del recurso de nulidad no deben ser
incompatibles entre sí

Que, sólo a mayor abundamiento, cabe dejar asentado que el presente


recurso de nulidad debe ser desestimado por defectos formales, que
hacen imposible su acogimiento, dado que tratándose de un recurso de
derecho estricto, debe existir perfecta concordancia entre la causal que
se incorpora y la petición que se formula al Tribunal con su acogimiento,
así, no es posible como ocurre en la especie, que se solicite la nulidad
del juicio y la sentencia y al mismo tiempo se pide se dicte la sentencia
de reemplazo, pues ello pone al tribunal en la imposibilidad jurídica de
resolver adecuadamente, por ser ambas peticiones incompatibles,
anomalía que contiene el presente recurso, por lo que, como se dijo,
será desestimado, y la sentencia impugnada es válida, así como el juicio
en que se dictó.

Corte de Apelaciones de Valparaíso, 19 de noviembre de 2009, rol


Nº 1147-2009. Integraron la Sala los Ministros: Latham Fuenzalida,
Juana; Fuenzalida Cerpa, Hugo, y el Abogado Integrante: Del Villar
Brito, Waldo. Cita online: CL/JUR/3623/2009

13. ADMISIBILIDAD Y TRAMITACIÓN

ANÁLISIS DOCTRINAL

Señalan Mosquera y Maturana: "El recurso de nulidad reconoce una


tramitación ante el tribunal que dictó la resolución que se impugna y
ante el cual debe presentarse el recurso (tribunal a quo); y una
tramitación ante el tribunal superior jerárquico que va a conocer y
pronunciarse acerca del recurso de nulidad deducido (Tribunal ad
quem)".

Respecto de la tramitación ante el tribunal a quo, expresan Mosquera


y Maturana que comprende los siguientes trámites: "1. Examen acerca
de la admisibilidad o inadmisibilidad del recurso de nulidad; 2.-
Remisión de antecedentes al tribunal ad quem".

Explica Chahuán que: "Interpuesto el recurso, el tribunal a quo se


pronuncia sobre su admisibilidad. La inadmisibilidad sólo puede fundarse
en: i) haberse deducido contra una resolución que no sea impugnable
por este medio; o ii) en haberse interpuesto fuera de plazo. Vale decir

401
razones meramente formales. Se establece la posibilidad de interponer
una reposición, dentro de tercero día contra la resolución que declara la
inadmisibilidad (art. 380 CPP)". Complementan Mosquera y Maturana:
"Al no contemplarse la procedencia del recurso de apelación en contra
de la resolución que resuelva la reposición ella será inapelable de
conformidad a la regla general contemplada en los artículos 364 y 370
del Código Procesal Penal".

Justificando el análisis formal Mosquera y Maturana estiman que: "El


tribunal a quo no debe efectuar ninguna revisión acerca de cualquiera de
los otros requisitos que deben cumplirse para interponer el recurso de
nulidad, lográndose así una mayor agilidad en la providencia que deberá
pronunciarse acerca de la admisibilidad o inadmisibilidad del recurso".

Al ser declarado admisible el recurso Horvitz y López explican que:


"Concedido el recurso, el tribunal a quo debe remitir al tribunal ad
quem copia de la sentencia definitiva, del registro de la audiencia del
juicio oral o de las actuaciones determinadas de ella que se impugnaren
y del escrito en que se hubiere interpuesto el recurso (art. 381 CPP)".
Agregan Mosquera y Maturana respecto a la carga de remisión: "La
obligación de remisión de esos antecedentes le corresponde al tribunal a
quo y no al recurrente, por lo que resulta absolutamente improcedente
que éste deje dinero para obtener esos antecedentes o para franquear
ellos al tribunal ad quem, y menos, que se aplique al recurrente la
sanción de deserción por no dejar dinero para ese efecto o apercibirlo
para su franqueo so pena de desistimiento como se contempla en el
recurso de casación dentro del procedimiento civil".

Mosquera y Maturana enumeran los trámites ante el tribunal ad quem:


"1.- Certificado de ingreso de los antecedentes; 2.- Transcurso de plazo
para que las otras partes diversas al recurrente procedan a adherirse,
solicitar la inadmisibilidad o formular observaciones al recurso de
nulidad que se ha ingresado ante el tribunal ad quem. 3.- Declaración
de admisibilidad o inadmisibilidad; 4.- Derecho a solicitar designación
defensor penal. 5.- La prueba ante el tribunal ad quem en el recurso de
nulidad. 6.- Vista de la causa".

Desarrollando el certificado de ingreso Horvitz y López indican que:


"...el ingreso del recurso es un trámite administrativo que se cumple por
el secretario o secretaria del tribunal de alzada y que consiste en
certificar la fecha de ingreso estampándola en los antecedentes
remitidos y en incorporar el recurso al libro de ingresos asignándole
un número de ingreso con el cual se lo identifica en la Corte" y "A partir
del momento de ingreso del recurso a la Corte, se abre un plazo de

402
cinco días para que las partes recurridas soliciten que se declare
inadmisible, se adhieran a él o le formulen observaciones por escrito".
Previenen Mosquera y Maturana: "Este certificado no es notificado en
forma alguna a las partes" y concluyen respecto al deber de
comparecencia del recurrente: "en el nuevo sistema procesal penal, en
que la vista de los recursos se rige por un sistema plenamente
adversarial, la incomparecencia del recurrente a la audiencia en que
deben verse los recursos ante el tribunal ad quem, al ser éste quien
debe sostener en ella la pretensión de impugnación, tiene como sanción
la declaración de abandono del recurso respecto de los recurrentes
ausentes conforme a lo previsto en el artículo 358 del Código Procesal
Penal".

Respecto a la posibilidad de formular observaciones por escrito Horvitz


y López critican que: "...debemos manifestar que parece una facultad
absolutamente carente de sentido, si se tiene en consideración que, bajo
el régimen de recursos del CPP, la vista del mismo se desarrolla en una
audiencia sin previa relación, de manera tal que no se aprecia siquiera
quién sería el pretendido destinatario o "lector" de estas observaciones
ni qué efectos podrían tener en la resolución del recurso".

Respecto del control mismo de admisibilidad explica Chahuán que: "Lo


puede declarar inadmisible si: i) Concurren las razones contempladas en
el art. 380 CPP (resolución no susceptible del recurso o
extemporaneidad); ii) El escrito de interposición carece de fundamentos
de hecho y de derecho o de peticiones concretas; o iii) El recurso no se
preparó oportunamente. Sin embargo, si el recurso se ha deducido para
ante la Corte Suprema, ella puede no pronunciarse sobre su
admisibilidad, sino que ordenar que sea remitido junto con sus
antecedentes a la Corte de Apelaciones respectiva para que ésta, si lo
estima admisible, entre a conocerlo y fallarlo, en tres casos:

a) Si el recurso se funda en la causal prevista en el art. 373, letra a)


del CPP (infracción sustancial de derechos o garantías), y la Corte
Suprema estima que, de ser efectivos los hechos invocados como
fundamento, serían constitutivos de alguna de las causales señaladas en
el art. 374 CPP (es decir, derivado de la infracción sustancial de
derechos o garantías se ha configurado un "motivo absoluto" de
nulidad);

b) Si, respecto del recurso fundado en la causal del art. 373, letra b)
del CPP (errónea aplicación del derecho con influencia sustancial en lo
dispositivo del fallo), la Corte Suprema estima que no existen distintas

403
interpretaciones sobre la materia de derecho objeto del mismo o, aun
existiendo, no sean determinantes para la decisión de la causa; y

c) Si en alguno de los casos previstos en el inciso final del art. 376 CPP
(recurso fundado en distintas causales), la Corte Suprema estima que
concurre respecto de los motivos de nulidad invocados alguna de las
situaciones anteriores, recién expuestas en las letras a) y b)".

Respecto del control de admisibilidad por parte de la Corte Suprema,


Mosquera y Maturana entienden que: "...si se hubieren hecho valer
causales que sean de competencia de la Corte Suprema conforme a lo
previsto en el artículo 373 y otras causales de motivo de nulidad
absoluta contempladas en el artículo 374 de competencia de la Corte de
Apelaciones, nuestro máximo tribunal debe limitarse a declarar
inadmisible las causales cuyo conocimiento sean de su competencia,
ordenando la remisión de los antecedentes a la Corte de Apelaciones
respectiva para que conozca de los motivos de nulidad que sean de su
competencia, puesto que en ese caso se pierde la competencia per
saltum que se genera por la vis atractiva de las causales que son de su
conocimiento".

Interpretando las facultades de control de admisibilidad del tribunal ad


quem, Riego y Duce consideran que: "...el artículo 383 establece que la
Corte sólo puede hacer una declaración de inadmisibilidad en un
conjunto de situaciones muy precisas que se vinculan por una parte a
cuestiones formales como el plazo para interponerlo o el reclamo
oportuno del vicio invocado y, por la otra, a la falta de los elementos
mínimos necesarios para permitir que la Corte pueda entrar al
conocimiento del asunto como los fundamentos del mismo. Esta
regulación pretende que el recurso efectivamente permita que todo
condenado que tenga razones para impugnar el fallo en su contra pueda
obtener una oportunidad para hacerlo y no se vea limitado a partir de
exigencias formales. No obstante, nos parece necesario evaluar si la
práctica de admisibilidad efectivamente está o no funcionando de modo
de permitir el ejercicio del derecho a recurrir por parte de las personas
condenadas que desean hacerlo. En caso de no estar funcionando, esto
podría efectivamente entrar en conflicto con el derecho a un recurso".

Si se declara inadmisible el recurso de nulidad, Mosquera y Maturana


estiman que: "...no se ha contemplado expresamente la procedencia del
recurso de reposición como acontece con aquella decisión de
inadmisibilidad que emite el tribunal a quo" pero que sin embargo
"...dada la gravedad que importa la decisión acerca de la inadmisibilidad
del recurso de nulidad, la posibilidad cierta que el recurrente no haya

404
sido nunca escuchado antes de haberse emitido la declaración de
inadmisibilidad por el tribunal ad quem, y al hecho que dicha resolución
no se encuentra dentro de aquellas que hacen improcedente los
recursos conforme a lo previsto en el artículo 387 del Código Procesal
Penal, es posible sostener que cabría el recurso de reposición en contra
de la resolución que declara inadmisible el recurso de nulidad conforme
a la regla general prevista en el artículo 362 del Código Procesal Penal".
Misma opinión sostienen Horvitz y López.

Comentando la posibilidad de designar defensor Chahuán explica que:


"Se permite que, hasta antes de la audiencia en que se conozca el
recurso, el acusado pueda solicitar la designación de un defensor penal
público con domicilio en la ciudad asiento de la Corte, para que asuma
su representación, cuando el juicio oral se ha desarrollado en una ciudad
distinta (inciso final art. 382 CPP)". Complementan lo anterior Mosquera
y Maturana aclarando que: "En el recurso de nulidad no se contempla la
obligación de designar abogado patrocinante ante el tribunal ad
quem hasta antes de la vista del recurso" sino que la "designación tiene
carácter facultativo y la renuncia del patrocinante no produce efecto
alguno en su tramitación".

Respecto de la vista de la causa Horvitz y López y Mosquera y


Maturana estiman que se siguen las reglas de la vista de la causa
propias del recurso de apelación. Respecto de la posibilidad de rendir
prueba en ella difieren, pues Horvitz y López señalan categóricamente
que: "en el recurso de nulidad sí puede producirse prueba, la que debe
recaer sobre las circunstancias que constituyeren la causal invocada y
debe haber sido ofrecida en el escrito de interposición del recurso (art.
359 CPP). La obligación de ofrecimiento se impone sólo a la parte
recurrente, pero no está excluida la posibilidad de que rinda prueba
también la parte recurrida, la que se encuentra no obstante liberada de
la carga de ofrecerla. Esta prueba se rinde en la audiencia de vista del
recurso y su recepción se rige por las reglas establecidas para el juicio
oral (art. 359 inc. 2º CPP)".

En cambio Mosquera y Maturana se refieren al punto señalando: "Por


regla general, no es procedente la rendición de prueba en el recurso de
nulidad. Este principio tiene el carácter de regla absoluta sin que se
reconozca excepción cuando el recurso de nulidad se funde en un error
de derecho que influye sustancialmente en lo dispositivo del fallo.
Excepcionalmente, tratándose de las otras causales de procedencia del
recurso de nulidad se contempla la posibilidad de rendir prueba, pero
solo sobre los hechos que sea necesario acreditar para establecer la
casual invocada en el recurso. Al efecto, dispone la primera parte del

405
inciso 1º del artículo 359 que "en el recurso de nulidad podrá producirse
prueba sobre las circunstancias que constituyeren la causal invocada".

ANÁLISIS JURISPRUDENCIAL

a) La admisibilidad del recurso de nulidad se rige por las reglas


especiales de los artículo 382 y 383 del CPP y no por las normas
comunes del recurso de apelación

Que de los antecedentes fluye, que el tema en discusión se reduce a


precisar la oportunidad procesal en que debe ser revisada la
admisibilidad de un recurso de nulidad en el procedimiento del nuevo
Código Procesal Penal ante los tribunales superiores, esto es, si es
correcto efectuarlo como lo hizo el tribunal recurrido—, en una única
audiencia, y de prosperar, proceder de inmediato a resolver el fondo del
asunto, o si, por el contrario, se requiere la realización de ambas
actividades jurisdiccionales en audiencias separadas.

Por lo pronto es necesario descartar absolutamente la aplicación del


numeral 11.- del acta Nº 113 de esta Corte Suprema, de once de julio
de dos mil seis, relativo a la tramitación en sistemas informáticos en las
Cortes de Apelaciones y Corte Suprema, que permite, sólo tratándose
del recurso de apelación, que el pronunciamiento de admisibilidad se
realice con la cuenta del relator por la Sala respectiva, previo al
conocimiento del fondo, el día fijado para la audiencia, salvo que el
tribunal acuerde oír a los abogados de las partes al respecto, caso en el
cual se les invita a exponer sus alegaciones sobre el particular en la
misma audiencia.

Que, en cambio, en lo que concierne al recurso de nulidad, no existe


referencia alguna en el Auto Acordado en referencia, de suerte que es
menester aplicar las reglas generales que lo regulan, que se ubican en el
título IV del Libro III del Código Procesal Penal, artículos 372 a 387,
donde se consagra su propio estatuto, y sólo comparte con el resto de
los medios de impugnación procesal determinados en el nuevo
ordenamiento procesal penal, aquellos aspectos comunes reglamentados
en los artículos 352 a 361, del mismo texto.

Que, a su turno, los artículos 382 y 383 del Código Procesal Penal,
disponen que tratándose del recurso de nulidad, y previo al
conocimiento del mismo, la Corte respectiva debe abrir un plazo de
cinco días para que las demás partes pidan su declaración de
inadmisibilidad, se adhieran a él o le formulen observaciones por escrito.

406
Y sólo una vez transcurrido el citado término, el tribunal ad quem se
pronunciará en cuenta acerca de su admisibilidad.

Que entonces, queda en evidencia que al existir una norma


procedimental especial expresa que gobierna la materia propuesta,
prima ella por sobre cualquier otra consideración, de tal forma que la
cuenta de admisibilidad del recurso de nulidad ante un tribunal superior
se efectúa remitiéndose los antecedentes a la sala tramitadora, la que
debe ordenar mantenerlos en secretaría por cinco días, para luego
decretar que se dé cuenta en dicha Sala por el relator para pronunciarse
sobre su procedencia, como lo ordenan los artículos 382 y 383 del
Código Procesal Penal, momento procesal propicio para decidir también
acerca de la procedencia de la prueba ofrecida, la que ciñéndose a la
norma del artículo 359 de ese código, se puede producir sobre las
circunstancias que constituyeren la o las causales invocadas, lo que se
solicitará en el mismo escrito del recurso, pero que se recibe en la
audiencia fijada para la vista del fondo de la cuestión, siempre y cuando
prospere su ofrecimiento, lo que se analizará conjuntamente con la
admisibilidad.

Que, en esta virtud todo el análisis de la procedencia o improcedencia


de las causales alegadas en el recurso de nulidad, el ofrecimiento de la
prueba que se pretende rendir posteriormente, así como las eventuales
presentaciones efectuadas por los restantes litigantes respecto de la
inadmisibilidad, sus adhesiones u observaciones, corresponde que sean
vistas y resueltas en cuenta, donde se deberá dictar la resolución
pertinente por la sala tramitadora, para fijar la vista del recurso en la
Sala que corresponda.

Y será sólo a partir de este último momento en que se podrá hacer


aplicación del artículo 358 del Código Procesal Penal.

Lo obrado, en cambio, incluida la sanción de abandono del recurso,


aparece impuesta prematuramente por el tribunal recurrido,
confundiendo dos actuaciones procesales claramente diferenciadas en la
ley, en una sola, que llevó a afectar el derecho del convicto a un debido
proceso y a la posibilidad que el recurso deducido sea objeto de la vista
correspondiente por el tribunal superior.

Corte Suprema, 18 de noviembre de 2008, rol Nº 5179-2008.


Integraron la Sala los Ministros: Künsemüller Loebenfelder, Carlos;
Rodríguez Espoz, Jaime; Ballesteros Cárcamo, Rubén; Segura Peña,
Nibaldo; y el Abogado Integrante Hernández Emparanza, Domingo.

407
Redactó el Ministro Ballesteros Cárcamo,
Rubén. Cita online: CL/JUR/4113/2008

b) Las infracciones cometidas con anterioridad al juicio no son


controlables mediante el recurso de nulidad, porque tal procede sólo
ante vicios incurridos en el juicio oral y/o en la sentencia

i) Que tal como ha sido interpuesto el recurso no puede ser admitido a


tramitación ya que las infracciones que hubieren podido cometerse con
anterioridad al juicio no pueden servir de fundamento para pedir su
nulidad, desde que ésta, incluso en caso de declararse, no podría
alcanzar tales actuaciones, volviendo a realizarse un nuevo juicio con las
mismas objeciones que por esta vía reprocha. Tal como lo ha reiterado
en diversos veredictos este mismo tribunal, nuestra legislación concede
el recurso de nulidad para invalidar el juicio oral y la sentencia definiti-
va, o solamente ésta, cuando las deficiencias denunciadas se cometen
dentro del juicio oral o en el pronunciamiento de la sentencia, como se
desprende con particular claridad de los artículos 372, 373 y 374 del
cuerpo procesal penal por lo que deben excluirse los hechos y
eventuales acciones ocurridos en la etapa previa de la investigación o en
algún acto de procedimiento anterior al juicio oral propiamente tal, de
manera que por esta sola consideración, este arbitrio no puede
prosperar.

Corte Suprema, 19 de octubre de 2006, rol Nº 4952-2006. Integraron


la Sala los Ministros Chaigneau del Campo, Alberto; Segura Peña,
Nibaldo; Rodríguez Espoz, Jaime; y el Abogado Integrante Castro
Alamos, Fernando. Cita online: CL/JUR/5031/2006

ii) Que el artículo 373 del Código Procesal Penal dispone que
procederá la declaración de nulidad del juicio oral y de la sentencia: "a)
cuando, en la tramitación del juicio o en el pronunciamiento de la
sentencia, se hubieren infringido sustancialmente derechos o garantías
asegurados por la Constitución o por los tratados internacionales
ratificados por Chile que se encuentren vigentes". Esta sanción procesal,
constituye una solución de ineficacia de los actos procesales que se han
verificado sin satisfacer aquellas formalidades que aseguran el
cumplimiento del principio constitucional que obliga al legislador a
regular un procedimiento o investigación racionales y justos. No cabe
duda que la circunstancia de que la sentencia no se pronuncie sobre la
prueba con la que se propuso comprobar irregularidades cometidas en la
investigación, las que efectivamente no se plantearon ante el Juez de
garantías, quien era el que debió conocer de ellas para proceder de
consuno, no puede constituir la causal de nulidad alegada.

408
Corte Suprema, 30 de junio de 2003, rol Nº 1831-2003. Integraron la
Sala los Ministros Chaigneau del Campo, Alberto; Cury Urzúa, Enrique;
Pérez Zañartu, José Luis; Juica Arancibia, Milton; Segura Peña, Nibaldo.
Redactó el Ministro Chaigneau del Campo,
Alberto.Cita online: CL/JUR/908/2003

iii) Que el artículo 371 del Código Procesal Penal dispone que el
recurso de nulidad se concede para invalidar el juicio oral y la sentencia
definitiva, o solamente ésta, por las causales expresamente señaladas
en la ley; a su vez, el artículo 373 letra a) del mismo código establece
como causal que hace procedente la declaración de nulidad el que en la
tramitación del juicio o en el pronunciamiento de la sentencia, se
hubieren infringido sustancialmente derechos o garantías asegurados
por la Constitución o por los tratados internacionales ratificados por
Chile que se encuentren vigentes.

De lo anterior se sigue que la infracción denunciada para fundar el


recurso ha de haberse cometido en las oportunidades señaladas, lo que
no ocurre en la especie, puesto que el reproche se dirige a una
actuación procesal anterior a la apertura del juicio oral, de manera que
el recurso planteado no puede admitirse, atendido que la naturaleza de
la resolución recurrida no la hace impugnable por este medio.

Corte Suprema, 4 de junio de 2003, rol Nº 1932-2003. Cita online:


CL/JUR/207/2003

iv) Para este Tribunal los eventuales vicios ocurridos antes del inicio
del presente juicio oral, no pueden servir de fundamento para pedir la
anulación del Juicio y/o la Sentencia, como pretende la recurrente, pues
como reiteradamente ha resuelto la Corte Suprema nuestra legislación
concede el recurso de nulidad cuando los hechos fundantes de la
correspondiente causal, se cometen dentro del juicio oral o en el
pronunciamiento de la sentencia, como emana de los artículos 372, 373
y 374 del Código Procesal Penal, y no antes; debiendo excluirse los
posibles vicios ocurridos durante la investigación o en algún acto de
procedimiento anterior al juicio oral propiamente tal, pues si dicha
nulidad se acogiese y declarase, no podría, en caso alguno, alcanzar a
aquellas actuaciones porque sólo puede declarar nulo el juicio y/o la
sentencia, y esas actuaciones quedarían vigentes y válidas, y sobre esas
mismas bases debería realizarse el nuevo juicio en el que,
consecuencialmente, persistirían las mismos presuntos vicios.

Ante delitos graves como el de autos (robo con violencia), unido al


hecho de la vulnerabilidad del testigo fruto de su discapacidad y de los

409
antecedentes penales de los imputados, la reserva de identidad del
testigo en la etapa de investigación, esto es el impedir a la defensa,
imputado y terceros, el acceso a los antecedentes personales del testigo
que condujesen a su identificación, tales como su nombre y apellidos,
edad, lugar de nacimiento, estado, profesión, industria o empleo,
residencia o domicilio y lugar de trabajo y obviamente su condición de
sordomudo, habilitaban al fiscal para que, decretase la reserva de su
identidad, lo que incluye la reserva en cuanto a su discapacidad que es
una condición que califica su identidad, sin perjuicio de su deber de
darla a conocer a los demás intervinientes al momento de presentar la
acusación. Tal reserva de la identidad parece una medida básica de
resguardo de la vida e integridad del testigo, que no afecta el
conocimiento por parte de la defensa de la declaración que el mismo
haya prestado ante el Tribunal. En consecuencia ninguna lesión del
derecho a la defensa, ni menos del debido proceso.

Corte de Apelaciones de Temuco, 24 de octubre de 2006, rol Nº 1044-


2006. Integraron la Sala los Ministros: Toro Carrasco, Héctor; Román
Beltramín, Tatiana, y el Abogado Integrante: Contreras Eddinger,
Roberto. Redactó el Abogado Integrante: Contreras Eddinger,
Roberto. Cita online: CL/JUR/3333/2006

c) El recurso de nulidad requiere preparación para reclamar por vicios


relativos al procedimiento

i) Que, tratándose de un vicio que dice relación con leyes que regulan
el procedimiento, el adherente debió cumplir con la necesaria
preparación que exige el artículo 377 y que le resulta aplicable en
atención a lo dispuesto en el artículo 382 inciso 2º, ambos del Código
Procesal Penal, lo que no hizo, puesto que no ha señalado cómo reclamó
oportunamente del defecto indicado, ni ha ofrecido prueba en ese
sentido, omisión que obsta a la admisibilidad de su impugnación.

Corte Suprema, 22 de septiembre de 2009, rol Nº 5209-2009.


Integraron la Sala los Ministros: Segura Peña, Nibaldo; Rodríguez Espoz,
Jaime; Künsemüller Loebenfelder, Carlos; Dolmetsch Urra, Hugo, y el
Abogado Integrante Bates Hidalgo, Luis. Cita online:CL/JUR/1234/2009

ii) Que, el reclamo planteado por la defensa del acusado no se dirigió


a corregir el supuesto vicio sino a obtener una sanción procesal en
contra de los acusadores particulares, toda vez que solicitó que sus
acciones y demandas se tuvieran por no presentadas, sin que haya
impugnado realmente el defecto de emplazamiento alegado, razón por
la cual la causal de la letra a) del artículo 373 del Código Procesal Penal,

410
no será admitida a tramitación, pues el recurrente no cumplió con la
exigencia de preparación del recurso, en los términos previstos en el
artículo 377 del Código Procesal Penal.

Corte Suprema, 16 de septiembre de 2009 rol Nº 5117-2009.


Integraron la Sala los Ministros: Rodríguez Espoz, Jaime; Künsemüller
Loebenfelder, Carlos; Dolmetsch Urra, Hugo; Ballesteros Cárcamo,
Rubén, y el Abogado Integrante Pozo Silva,
Nelson. Cita online:CL/JUR/5444/2009

iii) Que, en este sentido cabe consignar que el artículo 377 del Código
Procesal Penal, sobre preparación del recurso de nulidad, establece que
si la infracción invocada como motivo del recurso se refiere a una ley
que regulare el procedimiento, el recurso sólo será admisible cuando
quien lo entablare hubiere reclamado oportunamente del vicio o defecto
salvo que se tratare de alguna de las causales 374, cuando la ley no
admitiere recurso alguno contra la resolución que contuviere el vicio o
defecto, cuando éste hubiere tenido lugar en el pronunciamiento mismo
de la sentencia que se tratare de anular, ni cuando dicho vicio o defecto
hubiere llegado al conocimiento de la parte después de pronunciada la
sentencia. Que en el caso de autos y tal como se señala en el motivo
Décimo Segundo de la sentencia definitiva recurrida de nulidad, la
oportunidad procesal para alegar la falta de legitimación activa del ente
persecutor era la audiencia de preparación de juicio oral, de acuerdo a lo
prevenido en los artículos 264 y 265 del Código Procesal Penal, en
relación a los artículos 159 al 165, todos del Código Procesal Penal, lo
que no hizo.

Corte de Apelaciones de Coihaique, 30 de septiembre de 2008, rol


Nº 68-2008. Integraron la Sala los Ministros: Sepúlveda Coronado, Luis
Daniel; Leñam Licancura, Pedro; Araneda Espinoza, Alicia. Redactó el
Ministro Sepúlveda Coronado, Luis
Daniel. Cita online:CL/JUR/3646/2008

iv) Pero, lo más importante sobre esta denuncia, es que ella


corresponde a una infracción de garantías constitucionales, también
consagradas en derechos reconocidos en tratados internacionales
vigentes, relativa a norma de procedimiento, desde que asevera "y
produjo prueba al efecto" que al declarar la víctima Yohana, ella no
recordaba mucho sobre este acusado y el fiscal hizo uso de una facultad
contemplada en la ley, que le permite una "ayuda memoria" y cuyo
objeto es, como dispone el artículo 332 del Código Procesal Penal,
"cuando fuere necesario para ayudar la memoria del respectivo acusado
o testigo, para demostrar o superar contradicciones, o para solicitar las

411
aclaraciones pertinentes". En el caso concreto, el fiscal dio a conocer a
la víctima su declaración previa, que ella leyó en alta voz y luego se
prosiguió con otro tema. Según el recurrente, el juez valoró lo que ella
leyó, sin que el fiscal haya vuelto a preguntarle nada. Tal vez ello sea
cierto, pero si ello fue así, el ahora recurrente debió incidentar de
inmediato y reclamar por el hecho que ella guardó silencio luego de leer
su declaración, sin que se le permitiera cambiar esa versión o pretextar
algún motivo para aseverar algo diferente en ese momento, en el del
juicio, cuando todos los intervinientes la escuchaban. Si el defensor
recurrente no lo hizo en ese momento, no puede hacerlo ahora, porque
ello repugna al ordenamiento jurídico, en cuanto el objeto de la
exigencia de preparación de un recurso es precisamente que aquéllas
cuestiones que no sean correctas o que no queden claras en instantes
determinados del procedimiento, puedan ser reparadas de inmediato y
no que sean "guardadas" para ser hechas valer con posterioridad.

Lo anterior significa que esta protesta no puede prosperar por no


haber sido preparada.

Corte Suprema, 8 de abril de 2011, rol Nº 1141-2011. Integraron la


Sala los Ministros: Ballesteros Cárcamo, Rubén; Dolmetsch Urra, Hugo;
Rodríguez Espoz, Jaime; Segura Peña, Nibaldo, y el Abogado
Integrante: Pozo Silva, Nelson. Redactó el Ministro Ballesteros Cárcamo,
Rubén. Cita online: CL/JUR/3040/2011

v) Que, en cuanto a los hechos en que la defensa hace consistir el


segundo fundamento de la causal de la letra a) del artículo 373 del
Código Procesal Penal, de competencia de esta Corte Suprema, el
recurrente no explica cómo fue preparado el medio de impugnación en
análisis, reclamando oportunamente de los vicios alegados, tampoco
ofreció probar adecuadamente tal circunstancia, en los términos
previstos en los artículos 359 y 377 del Código Procesal Penal,
omisiones que impiden admitirlo a tramitación, en esa parte.

Corte Suprema, 22 de septiembre de 2010, rol Nº 6466-2010.


Integraron la Sala los Ministros: Rodríguez Espoz, Jaime; Künsemüller
Loebenfelder, Carlos; Dolmetsch Urra, Hugo; Ballesteros Cárcamo,
Rubén, y el Abogado Integrante: Chaigneau del Campo,
Alberto.Cita online: CL/JUR/7480/2010

vi) Efectivamente el artículo 302 del Código Procesal Penal, impone la


obligación de informar a las personas allí indicadas de su facultad de
abstenerse de prestar declaración y dicha obligación no aparece
cumplida en los antecedentes reseñados en el fallo en alzada. Sin

412
embargo, de tal inobservancia no se reclamó en su oportunidad, por lo
que en relación a la infracción de tal disposición, que se reclama como
uno de los fundamentos de la causal del artículo 373 letra b), debe
desestimarse por no haberse dado cumplimiento a la exigencia
contenida en el inciso 1º del artículo 377 del tantas veces citado Código
Procesal Penal.

Corte de Apelaciones de San Miguel, 27 de enero de 2006, rol Nº 719-


2005. Integraron la Sala los Ministros: Elgarrista Álvarez, María Stella;
Díaz Zamora, María Teresa; y el Abogado Integrante: Donoso Gomien,
María Patricia. Redactó la Ministro Díaz Zamora, María Teresa.
Cita online: CL/JUR/984/2006

d) Los defectos y vicios deben alegarse prontamente, siendo


impresentable invocar nuevas defensas en el recurso de nulidad que
pudieron haberse invocado anteriormente.

Que, finalmente y a mayor abundamiento, todas las causales de


nulidad alegadas por las defensas de los acusados tienden a criticar que
los hechos que fueron establecidos en el considerando sexto y unidos a
la prueba nueva que fue la causa del Juzgado de Garantía antes
individualizada en que fueron condenados otros por la figura de fraude
al Fisco del artículo 239 del Código Penal, debieron los actuales
condenados del presente procedimiento habérseles tipificado su
conducta por el mismo ilícito, para luego agregar que al no contar con la
calidad de funcionario público debieron ser absueltos, tesis que tanto en
la doctrina y la jurisprudencia no ha sido pacífica en cuanto si dicha
calidad se comunica o no a los que no la poseen, lo que no puede
originar una causal de nulidad pues constituyen corrientes doctrinales y
jurisprudenciales respecto de las cuales no se ha aunado criterios,
cuestión que en ningún momento fue solicitado en su alegato tanto de
inicio como de clausura o bien haberse formulado como una cuestión de
recalificación del ilícito, puesto que siempre estuvo en conocimiento de
que la acusación fue por el artículo 468 del Código Penal, por lo que
resulta impresentable que sea a través de recursos de nulidad que se
plantee una nueva tesis, dejando así en la indefensión a la otra parte,
ya que no puede pretender realizar a estas alturas del proceso un
alegato de defensa que debió haberse planteado en un comienzo, con la
justificación de que este supuesto defecto se generó en la dictación de la
sentencia, cuando en realidad debió formularse anticipadamente como
tesis o petición subsidiaria de esta última, lo que planteado en esta
etapa sí que constituye un factor sorpresa.

413
Corte de Apelaciones de Valparaíso, 11 de febrero de 2011, rol Nº 29-
2011. Integraron la Sala los Ministros: Letelier Ferrada, Inés María;
Silva Ibáñez, Manuel, y el Abogado Integrante Bontá Medina, Susana.
Redactó la Ministro Letelier Ferrada, Inés
María. Cita online:CL/JUR/1397/2011

e) No puede impetrarse el recurso de nulidad por quien ha provocado


el vicio

Que, además, no es susceptible de impetrarse la nulidad por aquella


parte que ha concurrido a causar el vicio, toda vez que el propio
Ministerio Público ha reconocido haber incurrido en un error formal; del
mismo modo, la nulidad que se recaba por esta vía debió haber sido
reclamada oportunamente, subsanándose el error formal por parte de la
Fiscalía, en la oportunidad procesal de reformular la acusación;

Corte de Apelaciones de Santiago, 26 de marzo de 2008, rol Nº 160-


2008. Integraron la Sala los Ministros: Ravanales Arriagada, Adelita;
Madrid Crohare, Alejandro; y el Abogado Integrante: Pozo Silva, Nelson.
Redactó el Abogado Integrante: Pozo Silva, Nelson. CL/JUR/1900/2008

f) Para admitirse el conocimiento del Recurso de Nulidad con


competencia per saltum ante la Corte Suprema por fallos
contradictorios, se debe acompañar un alto número de sentencias

i) Que, en cuanto a la causal principal del recurso del acusado


Valdebenito Barrueto, no se da en la especie la hipótesis que otorga
competencia a esta Corte para su conocimiento, toda vez que el
recurrente ha acompañado solo cuatro fallos que inciden en la materia
de derecho que se discute, dos en cada sentido, en circunstancias que la
norma alude a "diversos fallos", denotando con ello la exigencia de
pronunciamientos distintos en alto número o cantidad, estándar de
multiplicidad que en este caso no se cumple, por lo que corresponde que
él sea conocido por la Corte de Apelaciones respectiva.

Corte Suprema, 15 de diciembre de 2009, rol Nº 7975-2009.


Integraron la Sala los Ministros: Rodríguez Espoz, Jaime; Künsemüller
Loebenfelder, Carlos; Dolmetsch Urra, Hugo; Ballesteros Cárcamo,
Rubén, y el Abogado Integrante: Chaigneau del Campo,
Alberto.Cita online: CL/JUR/4873/2009

ii) Que no existe en la especie la hipótesis que otorga competencia a


esta Corte para conocer del presente recurso de nulidad, toda vez que
el recurrente ha acompañado solo tres fallos, no obstante ofrecer

414
cuatro, en los cuales no existen distintas interpretaciones sobre el punto
de derecho específico de que se trata, ya que sólo uno de ellos dice
relación con el incumplimiento de las condiciones de una suspensión
condicional del procedimiento y los otros dos inciden en el
incumplimiento de medidas cautelares, correspondiendo, en
consecuencia, que el arbitrio sea conocido por la Corte de Apelaciones
respectiva.

Corte Suprema, 19 de noviembre de 2009, rol Nº 6752-2009.


Integraron la Sala los Ministros: Silva Gundelach, Guillermo;
Künsemüller Loebenfelder, Carlos; Dolmetsch Urra, Hugo; Ballesteros
Cárcamo, Rubén, y el Abogado Integrante: Ruiz Pulido, Guillermo;
Redactor: Ruidiaz Gómez, Diego. Cita online: CL/JUR/3674/2009

14. EFECTOS DE LA CONCESIÓN DEL RECURSO DE NULIDAD

ANÁLISIS DOCTRINAL

Señala lacónicamente Chahuán que "la interposición del recurso


suspende los efectos de la sentencia condenatoria recurrida. En los
demás casos no suspende, salvo norma expresa".

Ello se ve complementado y respaldado por Horvitz y López, quienes


señalan que "[l]os efectos de la interposición del recurso varían según la
resolución impugnada sea una sentencia condenatoria o absolutoria.

Si se trata de una sentencia condenatoria, la interposición del recurso


de nulidad suspende sus efectos; si se trata de una sentencia
absolutoria, la interposición del recurso no tiene efectos suspensivos
(arts. 379 CPP y 468 inc. 1º CPP)".

En razón de lo precedente, señalan Mosquera y Maturana que


"[d]ando aplicación a esa regla general se dispone expresamente en el
artículo 153 del Código Procesal Penal que el tribunal deberá poner
término a la prisión preventiva cuando dictare sentencia absolutoria y
cuando decretare sobreseimiento definitivo o temporal, aunque dichas
resoluciones no se encontraren ejecutoriadas, sin perjuicio de poder
imponerse alguna de las otras medidas cautelares personales, cuando se
consideraren necesarias para asegurar la presencia del imputado".

Críticamente con dicha regulación positiva, Horvitz y López, quienes


señalan que "[a]unque el CPP regula estos efectos mediante una norma

415
especial (art. 379 CPP), la verdad es que se trata de una norma
superflua, ya que al mismo resultado se habría llegado por aplicación del
art. 355 CPP, que, al fijar la regla general en materia de recursos,
dispone que la interposición de éstos no suspenderá la ejecución de la
decisión "salvo que se impugnare una sentencia definitiva
condenatoria".

15. MODOS DE TERMINAR EL RECURSO DE NULIDAD

ANÁLISIS DOCTRINAL

Mosquera y Maturana sistematizan los medios de terminar señalando:


"El recurso de nulidad termina normalmente por el pronunciamiento de
la "sentencia" o resolución que versa sobre el fondo del recurso".
Agregando que: "El recurso puede también terminar anormalmente, por
el abandono y el desistimiento del recurso de nulidad". Y por último: "El
recurso de nulidad puede también extinguirse por el desistimiento y
abandono de la acción penal privada y el sobreseimiento definitivo".
Concluyen los autores señalando: "En consecuencia, no reciben
aplicación como formas anormales de terminación del recurso de nulidad
las que se contemplan respecto de los recursos de casación en materia
civil, consistentes en la deserción del recurso por no comparecer ante el
tribunal superior dentro del plazo legal; la deserción del recurso por no
sacar las compulsas; la deserción del recurso por no franquear el envío
del expediente al Tribunal ad quem una vez que hubiere sido apercibido
por el Tribunal a quo; y la prescripción del recurso de nulidad".

Refiriéndose al fallo del recurso Chahuán sintetiza: La Corte debe fallar


el recurso dentro de los 20 días siguientes a la fecha en que haya
terminado de conocer de él (art. 384 CPP). En la sentencia, el tribunal
debe: i) Exponer los fundamentos que sirven de base a su decisión; ii)
Pronunciarse sobre las cuestiones controvertidas, salvo que acoja el
recurso, en cuyo caso puede limitarse a la causal o causales que le
hayan sido suficientes; y iii) Declarar si es nulo o no el juicio oral y la
sentencia definitiva reclamados, o si solamente es nula dicha sentencia,
en los casos del art. 385 CPP.

Advierten Horvitz y López que: "Debe recordarse que rige también,


por regla general, en materia de recurso de nulidad, la restricción
impuesta por el art. 360 CPP en cuanto a que el tribunal sólo puede
pronunciarse sobre las solicitudes formuladas por los recurrentes,

416
quedándole prohibido extender el efecto de su decisión a cuestiones no
planteadas por éstos o más allá de los límites de lo solicitado (art. 360
inc. 1º CPP)". Complementando que: "Existe, sin embargo, una
excepción adicional, que está contemplada en el art. 379 inciso 2º CPP:
la Corte está facultada, actuando de oficio, para acoger el recurso que
hubiere sido deducido en favor del imputado cuando observare la
existencia de cualquiera de los motivos absolutos de nulidad
contemplados en el art. 374 CPP, aunque ese motivo no hubiere sido
invocado por el recurrente al interponer el recurso.

Al referirse a los efectos del fallo del recurso de nulidad previenen


Mosquera y Maturana que: "Los efectos procesales de las resoluciones
que acogen o rechazan el recurso de nulidad son diversos".

Respecto de los efectos de la sentencia que acoge el recurso, Horvitz y


López entienden que: "Al acoger el recurso, la Corte tiene dos
posibilidades, dependiendo de cuál sea la causal que motive la
declaración de nulidad: la primera consiste en invalidar solamente la
sentencia, dictando la correspondiente sentencia de reemplazo; la
segunda, consiste en invalidar tanto el juicio oral como la sentencia, con
el objeto de que se realice un nuevo juicio oral". Estiman Mosquera y
Maturana que: "La regla general, para el caso en que el recurso sea
acogido conforme a lo previsto en el inciso 1º del artículo 386 del Código
Procesal Penal, es que el tribunal ad quem debe proceder a declarar la
nulidad de la sentencia y del juicio oral, debiendo según la causal de
nulidad acogida determinar el estado en que hubiere de quedar el
procedimiento y ordenar la remisión del expediente al tribunal no
inhabilitado que correspondiere, para que este disponga la realización de
un nuevo juicio oral". Agregando: "Debemos tener presente que el
tribunal ad quem como regla general sólo debe limitarse a anular la
sentencia y el juicio oral sin dictar sentencia de reemplazo sobre el
fondo del asunto, porque si el tribunal ad quemprocediera a dictar
sentencia de reemplazo violaría el principio de la existencia del juicio
oral, el que importa necesariamente que la prueba se rinda y pondere
sólo por el tribunal ante el cual ella se hubiere rendido".

Refiriéndose a la mera invalidación de la sentencia Horvitz y López


explican: "El tribunal ad quem debe invalidar solamente la sentencia,
conforme a lo previsto por el art. 385 CPP, "si la causal de nulidad no se
refiere a formalidades del juicio ni a los hechos y circunstancias que se
hubieren dado por probados, sino que se debiere a que el fallo hubiere
calificado de delito un hecho que la ley no considerare tal, aplicado una
pena cuando no procediere aplicar pena alguna, o impuesto una superior
a la que legalmente corresponde". Agregan los autores que: "Como se

417
puede apreciar, para que opere esta hipótesis no sólo se requiere que el
error pueda ser enmendado directamente por la Corte sin necesidad de
una nueva vista, sino que se requiere también que se trate de un
recurso de nulidad interpuesto a favor del imputado, porque lo que se
permite enmendar directamente es, en las tres hipótesis mencionadas,
una sentencia de carácter condenatorio".

Coincidiendo con ello, expresan Mosquera y Maturana que: "nunca un


recurso deducido en contra del acusado, autoriza el pronunciamiento de
la sentencia de reemplazo, de allí que sea equivocada la pretensión de
un Fiscal de obtener que ésta se dictara para aumentar la penalidad
impuesta al condenado". Complementando la norma, estima el citado
autor que: "Creemos que en este caso aun cuando la ley utilice una
expresión de carácter facultativo como es 'podrá', nos encontramos ante
una situación de carácter imperativa, por lo que de acogerse el recurso
de nulidad por alguno de dichos motivos deberá el tribunal ad
quem dictar no sólo la sentencia de nulidad, sino que también en forma
separada la sentencia de reemplazo para fallar el fondo del asunto,
aplicando correctamente la ley en caso de acogerse el recurso de
nulidad por alguno de los motivos antes señalados".

ANÁLISIS JURISPRUDENCIAL

a) El juez debe limitar su fallo a los hechos invocados por el Ministerio


Público, procediendo absolver al imputado si son necesarios otros
hechos para configurar el delito

Que, en efecto, se tiene en consideración que los hechos contenidos


en el requerimiento marcan el límite de la competencia que tiene el Juez
de Garantía para resolver en sentencia definitiva una decisión de
condena o una de absolución. Si bien es efectivo que en los hechos
descritos en un requerimiento puede darse la situación que algunos de
ellos no sean esencialmente necesarios para la resolución del asunto y,
por tanto, pueden ser modificados o no tomados en cuenta, no es
menos efectivo que otros hechos tienen el carácter de esenciales para
configurar el hecho ilícito sostenido por el órgano persecutor, de modo
que ellos no pueden faltar y si así ocurre, como en el caso de este
proceso, el juez sólo puede dictar sentencia absolutoria respecto de los
imputados.

Corte de Apelaciones de Concepción, 5 de julio de 2010, rol Nº 248-


2010. Integraron la Sala los Ministros: Sepúlveda Rivas, Flora. Redactó
la Ministro Sepúlveda Rivas, Flora. Cita online: CL/JUR/3595/2010

418
b) Establecido que existe un error de derecho en la tipificación,
corresponde anular el fallo y, sin nueva audiencia, pero separadamente
dictar sentencia de reemplazo

i) Que lo anterior permite concluir que en la sentencia se incurrió


efectivamente en la causal de nulidad invocada por la Defensoría
Nacional Pública. La causal de nulidad no se refiere a formalidades del
juicio, ni a los hechos o circunstancias que se hubieren dado por
probados, sino el haberse impuesto una pena superior a la que
legalmente correspondía, pues se tipificó sobre su base el ilícito de robo
con fuerza en las cosas en lugar habitado, en grado de frustrado, en
circunstancia que la figura típica es la de violación de morada con
resultado de daño, de tal suerte que se da en la especie la situación
prevista en la letra b) del art. 373 del Código Procesal Penal, por lo que
de conformidad con el art. 385 del mismo cuerpo legal, el fallo habrá de
ser anulado, y sin nueva audiencia, pero separadamente se procederá a
dictar la correspondientes sentencia de reemplazo.

Corte de Apelaciones de Santiago, 29 de abril de 2011, rol Nº 35-


2011. Integraron la Sala los Ministros: Cerda Fernández, Carlos;
Carrasco Andonie, Clara, y el Abogado Integrante Carvallo Rodó,
Leandro. Redactó el Ministro (sic) Carvallo Rodó,
Leandro. Cita online:CL/JUR/2689/2011

ii) Son estos los aspectos de los que los jueces de fondo prescindieron,
ya que las circunstancias fácticas fijadas por ellos mismos, de acuerdo a
lo razonado y ponderado encuadra perfectamente en el artículo 4º de la
ley Nº 20.000 y, en tal virtud, se ha incurrido en una infracción de
derecho de la que menciona el artículo 373 letra b) del Código Procesal
Penal, que influye esencialmente en la resolución impugnada, por lo que
conforme la facultad del artículo 385 del mismo Código, corresponde
invalidar sólo la sentencia y dictar, sin nueva audiencia, pero
separadamente, la sentencia de reemplazo que se conformare a la ley,
por haberse impuesto una pena superior a la que legalmente
correspondiere.

Corte de Apelaciones de Antofagasta, 28 de febrero de 2008, rol


Nº 18-2008. Integraron la Sala los Ministros: Clavería Guzmán, Óscar.
Redactó el Ministro Clavería Guzmán,
Óscar. Cita online: CL/JUR/1692/2008

c) El Tribunal puede declarar de oficio los motivos absolutos de nulidad


que identifique

419
i) Que, no obstante lo previsto en artículo 386 del Código Procesal
Penal, cuando el tribunal llamado a conocer del recurso de nulidad
interpuesto por el imputado advierta que éste deriva de un motivo
distinto del que ha sido invocado, y siempre que se trate de alguno de
aquellos señalados en el artículo 374, esto es de un motivo absoluto de
nulidad que siempre conduce a la ineficacia, podrá de oficio hacer lugar
a lo pedido por esta última razón; cual es el caso de autos por lo que,
en consecuencia, deberá darse aplicación al artículo 386 del Código
Procesal Penal.

Corte de Apelaciones de Santiago, 12 de octubre de 2005, rol Nº 299-


2005. Integraron la Sala los Ministros: Dolmetsch Urra, Hugo; Brito
Cruz, Haroldo; y el Abogado Integrante: Veloso Valenzuela, Paulina.
Redactó el Ministro Brito Cruz, Haroldo. Cita online:CL/JUR/423/2005

ii) Que de acuerdo a lo que dispone el inciso segundo del artículo 379
del Código Procesal Penal, una vez interpuesto el recurso, no podrán
invocarse nuevas causales, no obstante lo cual, la Corte de oficio, podrá
acoger el recurso que se hubiere deducido a favor del imputado por un
motivo distinto del invocado por el recurrente, siempre que aquél fuere
alguno de los señalados en el artículo 374, que establece los motivos
absolutos de nulidad.

Corte de Apelaciones de Antofagasta, 24 de agosto de 2006, rol


Nº 139-2006. Integraron la Sala los Ministros: Soto Chandía, Gabriela.
Redactó la Ministro Soto Chandía,
Gabriela. Cita online: CL/JUR/2892/2006

d) El fallo debe pronunciarse estrictamente sobre las causales


invocadas, sin que sea posible declarar de oficio un motivo absoluto de
nulidad cuando ello no va a favor del imputado

Que, en orden a examinar si en la dictación de la sentencia se ha


hecho una errónea aplicación del derecho que hubiere influido
sustancialmente en lo dispositivo del fallo, en la especie, el
reconocimiento de la circunstancia atenuante contemplada en el artículo
11 Nº 9 del Código Penal, esto es, la colaboración substancial al
esclarecimiento de los hechos, la lectura del dictamen impugnado por el
Ministerio Público no contiene referencias expresas que fundamenten
dicha minorante otorgada en favor de los condenados Castro, San
Martín y Gómez, pues aún cuando la detectación y persecución de
ambos ilícitos y la detención flagrante de los seis condenados están
claramente desarrolladas en la sentencia, en lo relativo a la cuestionada
minorante no aparecen razonamientos que la sustentan clara e

420
inequívocamente como lo exige el artículo 342 en sus letras c) y d)
relativo al contenido de la sentencia, cuya omisión conforme al artículo
374 letra e), constituye un motivo absoluto de nulidad que obliga a
invalidar el juicio y la sentencia, causal no invocada por el Ministerio
Público, como lo resaltó la Defensa de dichos condenados, de tal suerte
que, teniendo en cuenta la estrictez legal del recurso en estudio,
particularmente en cuanto al ámbito declarativo que se reprocha, resulta
improcedente acoger el deducido por el Ministerio Público, sin que pueda
ejercerse la atribución contemplada en el artículo 379 inciso 2º del
Código Procesal Penal, por no tratarse de un recurso deducido a favor
de imputados, no obstante que la causal en que fundamenta el recurso
el Ministerio Público se asienta en el artículo 374, como lo exige el
mencionado inciso 2º.

Corte de Apelaciones de Antofagasta, 11 de junio de 2010, rol Nº 141-


2010. Integraron la Sala los Ministros: Carrasco Arellano, Marta; Araya
Pastene, Cristina, y el Abogado Integrante Leppes Navarrete, Alfonso.
Redactó el Abogado Integrante Leppes Navarrete, Alfonso. Cita online:
CL/JUR/3314/2010

e) Para anular el juicio y la sentencia, debe existir una vinculación


entre el vicio y la actuación que exige la nulidad del juicio y la sentencia

Que, como en el presente caso la supuesta infracción se habría


cometido al dictar la sentencia, sólo cabe solicitar la nulidad de dicha
resolución y no de todo el juicio y, con respecto a este punto es
necesario tener presente lo dispuesto en el artículo 385 del Código
Procesal Penal, pues se deben considerar las restricciones que presenta
dicha norma a la hora de determinar las hipótesis que permiten dictar
sentencia de reemplazo, la que sólo procede en los casos que señala la
disposición legal citada, los que se encuentran establecidos en beneficio
de la defensa, como se desprende de su sola lectura.

Que, sin embargo, como la norma del inciso final del artículo 386 del
Código Procesal Penal habilita a la Corte a anular el juicio y la sentencia
aún cuando el recurrente identifique el vicio de nulidad en esta última,
resulta que si este Tribunal identifica un error en la sentencia y decide
anular el juicio completo, debe obligatoriamente hacerse cargo de la
vinculación que existiría entre el vicio contenido en el fallo y la actuación
suscitada en el juicio que provoca en definitiva determinar la nulidad de
éste y la sentencia, sin que el señalado vínculo aparezca en el presente
caso, razón por la cual no se puede dar lugar a la nulidad que se
pretende.

421
Corte de Apelaciones de Santiago, 25 de enero de 2008, rol Nº 2794-
2007. Integraron la Sala los Ministros: Zepeda Arancibia, Jorge;
Madrid Crohare, Alejandro; y el Abogado Integrante: Herrera
Fuenzalida, Paola. Redactó el Ministro Madrid Crohare,
Alejandro. Cita online:CL/JUR/1449/2008

f) La anulación debe extenderse hasta la etapa necesaria para evitar la


afectación de los derechos de la afectada

En la situación en estudio, la recurrente ha alegado de manera


expresa, que se vio impedida de ejercer las facultades que al acusado
otorga el artículo 263 del Código Procesal Penal, mismo que pudo
ejercer en las condiciones que señala el artículo 268 de ese mismo
código.

De esta manera, la misma recurrente, ha limitado la afectación de su


derecho, hasta la víspera de la audiencia preparatoria del juicio oral, que
es justamente, hasta donde pide la invalidación.

Que el efecto propio de toda nulidad es la invalidación del acto que ha


provocado el perjuicio y de todos aquéllos que sean consecuencia
necesaria de aquél.

En este sentido, la sola invalidación de la sentencia y del juicio oral, no


son suficientes para sanear el grave defecto que se aprecia en autos,
razón por la cual ha de extenderse el efecto anulatorio hasta aquel
momento en que efectivamente se da inicio a la afectación esencial de
los derechos de la inculpada.

Corte Suprema, 18 de agosto de 2008, rol Nº 3198-2008. Integraron


la Sala los Ministros: Segura Peña, Nibaldo; Rodríguez Espoz, Jaime;
Künsemüller Loebenfelder, Carlos; Ballesteros Cárcamo, Rubén, y el
Abogado Integrante: Hernández Emparanza, Domingo. Redactó el
Ministro Segura Peña, Nibaldo. Cita online: CL/JUR/3213/2008

g) Sólo cabe anular la sentencia definitiva y dictar sentencia de


reemplazo en los casos expresamente establecidos por el legislador

i) Que la petición referida no resulta procedente en el contexto de lo


planteado por el recurrente, pues los únicos casos en que es dable
anular la sentencia y dictar una de reemplazo son los indicados por el
artículo 385 del Código Procesal Penal, esto es: si el fallo hubiere
calificado de delito un hecho que la ley no considere tal, aplicado una
pena cuando no procediere aplicar pena alguna, o impuesto una superior

422
a la que legalmente correspondiere; lo que no sucedió en la especie, en
que se absolvió a los acusados, quedando, entonces, el recurso —que es
de derecho estricto— en la imposibilidad de obtener de esta Corte la
respuesta que le solicita.

Corte de Apelaciones de Santiago, 23 de noviembre de 2010, rol


Nº 2033-2010. Integraron la Sala los Ministros: Cisternas Rocha,
Lamberto; Chevesich Ruiz, Gloria Ana; Llanos Mansilla, Hugo; y el
Abogado Integrante: Chaimovich Guralnik, Claudia Verónica. Redactó el
Ministro Llanos Mansilla, Hugo. Cita online: CL/JUR/9941/2010

ii) Que, por lo tanto, al pedirse la dictación de una sentencia de


reemplazo, el recurso incurrió en un grave yerro formal, radicado en la
sección del petitorio del mismo, el cual deja imposibilitado a este
Tribunal para que, aún en el caso de que hubiere coincidido con los
planteamientos de fondo del mismo, pudiera poner remedio jurídico a la
situación denunciada, por carecer de competencia para dictar sentencia
de reemplazo, puesto que únicamente puede, al tenor de lo que manda
la ley y dado el tenor de la causal y alegaciones formuladas, anular
como ya se dijo, tanto el juicio oral como la sentencia, más en ningún
caso anular sólo el fallo y dictar una de reemplazo.

Corte de Apelaciones de Santiago, 24 de marzo de 2010, rol Nº 156-


2010. Integraron la Sala los Ministros: Rojas González, Mario; y el
Abogado Integrante: Herrera Fuenzalida, Paola. Redactó el Ministro
Rojas González, Mario. Cita online: CL/JUR/1903/2010

iii) Que, por lo tanto, al pedirse únicamente la dictación de una


sentencia de reemplazo, el recurso incurrió en un yerro en su petitorio,
el cual produce el efecto de que no habilita a este tribunal para
acogerlo, aún en el caso de que hubiere coincidido con los
planteamientos de fondo del mismo, puesto que carece de competencia
para dictar sentencia de reemplazo, pudiendo únicamente, al tenor de lo
que manda la ley, anular tanto el juicio oral como la sentencia, más en
ningún caso dictar sentencia de reemplazo.

Lo dicho permite, además, razonar en orden a que anular el juicio oral


y la sentencia, por el hecho de no concederse una forma alternativa de
cumplimiento de la pena privativa de libertad impuesta, constituye sin
lugar a dudas un despropósito, lo que refuerza la idea previamente
vertida, en orden a que el no otorgamiento de un beneficio de esta clase
no puede constituir un yerro de derecho, en términos de producir la
nulidad de la sentencia y del juicio;

423
Corte de Apelaciones de Santiago, 11 de junio de 2010, rol Nº 788-
2010. Integraron la Sala los Ministros: Pfeiffer Richter, Alfredo; Rojas
González, Mario, y el Abogado Integrante: Asenjo Zegers, Rodrigo.
Redactó el Ministro Rojas González,
Mario. Cita online:CL/JUR/3292/2010

iv) Que el recurso de nulidad planteado por la querellante particular


doña Claudia Paola Valenzuela González, debe declararse inadmisible,
puesto que se basa en el artículo 373 letra b) del Código Procesal Penal
y solicita que se anule el fallo y se dicte otro en reemplazo, que
aumente la pena aplicada, lo que es improcedente, ya que de acuerdo al
artículo 385 del Código Procesal Penal la nulidad de la sentencia procede
entre otras causas que no es del caso analizar, "si se ha impuesto una
pena superior a la que correspondiera legalmente"; y precisamente la
minorante acogida por el tribunal oral tiene por objeto rebajar la pena
impuesta al acusado Sepúlveda Riveros.

Corte de Apelaciones de Talca, 3 de marzo de 2006, rol Nº 45-2006.


Integraron la Sala los Ministros: Salazar Muñoz, Roberto. Redactó el
Ministro Salazar Muñoz, Roberto. Cita online: CL/JUR/734/2006

v) Que de la lectura del recurso interpuesto se demuestra que la


causal genérica de errónea aplicación del derecho, si bien se contempla
en la letra b) del artículo 373 del Código referido, no permite aplicar el
artículo 385, único que permite anular sólo la sentencia, dejando
subsistente el resto de lo obrado, ya que no se encuadra en ninguna de
las causales que esta norma señala.

Corte de Apelaciones de Iquique, 14 de junio de 2004, rol Nº 29-2004.


Integraron la Sala los Ministros: Gatica Muñoz, Erico. Redactó el Ministro
Gatica Muñoz, Erico. Cita online: CL/JUR/116/2004

vi) En cuanto se solicita la nulidad de la sentencia, el artículo 385 del


Código Procesal Penal establece, que se podría invalidar solo la
sentencia y dictar, sin nueva audiencia, pero separadamente la
sentencia de reemplazo que se conformare a la ley, si el fallo hubiese
calificado de delito un hecho que la ley no considere tal, aplicando una
pena cuando no procediere aplicar pena alguna, o impuesto una superior
a la que legalmente correspondiere. La lectura del recurso interpuesto
demuestra que la causal genérica de errónea aplicación del derecho, si
bien se contempla en la letra b) del artículo 373 del Código Procesal
Penal, no permite aplicar el artículo 385 único que permite anular solo la
sentencia, dejando subsistente el resto de lo obrado, ya que no se
encuadra en ninguno de los casos que esta norma señala.

424
Corte de Apelaciones de Iquique, 15 de octubre de 2004, rol Nº 61-
2004. Integraron la Sala los Ministros: Chamorro Pinto, Mirta. Redactó el
Ministro Chamorro Pinto, Mirta. Cita online: CL/JUR/221/2004

16. RECURSOS EN CONTRA DE LA SENTENCIA QUE SE PRONUNCIA SOBRE EL


RECURSO DE NULIDAD

ANÁLISIS DOCTRINAL

Señala Chahuán que "Se impone la regla general que la resolución que
falla un recurso de nulidad no es susceptible de recurso alguno, sin
perjuicio de la revisión de la sentencia condenatoria firme [...] Tampoco
es susceptible de recurso alguno la sentencia que se dicta en el nuevo
Juicio Oral que se realice como consecuencia de la resolución que acogió
el recurso de nulidad. Empero, y lógicamente, si la sentencia (del nuevo
juicio) es condenatoria y la que se anuló fue absolutoria, procede el
recurso de nulidad en favor del acusado, según las reglas que hemos
visto (art. 387 CPP)".

Agregan a lo anterior Mosquera y Maturana que "[s]in perjuicio de lo


anterior, debemos recordar que, conforme a lo previsto en el artículo 97
del Código Orgánico de Tribunales, es procedente en relación a la
sentencia que respecto del recurso de nulidad pronuncia la Corte
Suprema, la aclaración, rectificación y enmienda que contempla el
artículo 182 del Código de Procedimiento Civil. Consideramos que
también es procedente dicha aclaración, rectificación y enmienda
respecto de la sentencia que respecto del recurso de nulidad pronuncia
una Corte de Apelaciones conforme a lo previsto en el artículo 52 del
Código Procesal Penal, y además, porque la norma del Código Orgánico
nos permite aplicar el viejo aforismo consistente en que "donde existe la
misma razón debe regir la misma disposición".

Críticamente, Horvitz y López señalan que "[l]a parte final del inciso
segundo, al permitir la revisión de la sentencia condenatoria a través del
recurso de nulidad, materializa el principio de doble conformidad y
obedece plenamente a la lógica del sistema que supone siempre la
posibilidad de esta revisión cuando el juicio oral o la sentencia que le
sirven de base adolece de alguno de los vicios previstos por la ley. No se
aprecia, sin embargo, ningún fundamento razonable para haber excluido
de la posibilidad de revisión vía nulidad de la sentencia condenatoria del
segundo juicio, cuando la primera también lo hubiere sido. El nuevo

425
juicio oral que se realiza como consecuencia de la declaración de nulidad
de un juicio anterior está sometido a los mismos principios y reglas de
procedimiento y debe ofrecer al acusado las mismas garantías que el
juicio anterior. Si durante el desarrollo de este nuevo juicio se
infringieren sustancialmente los derechos o garantías asegurados por la
Constitución o por los tratados internacionales ratificados por Chile y
que se encuentren vigentes o se aplicara erróneamente el derecho con
influencia sustancial en lo dispositivo del fallo, no se aprecia ninguna
justificación de política pública para negar al afectado el derecho al
recurso que le reconocen los arts. 8.2.e) CADH y 14.5. PIDCP. Entender
lo contrario significaría asumir que, en el segundo juicio oral que se
realice como consecuencia de la nulidad del juicio anterior, el Estado
tendría'patente de corso' para infringir todas las garantías
constitucionales que el sistema asegura al acusado sin que éste
dispusiera de medio alguno para su impugnación, lo que constituye un
abierto atentado contra dichas garantías que son de rango
constitucional. En verdad, la única justificación que puede encontrarse
para la disposición aludida es una razón de economía procesal. Sin
embargo, como ha dicho Maier: "Las limitaciones al recurso del
imputado contra la condena o contra la decisión que le impone una
medida de seguridad y corrección, fundadas... sobre argumentos
relativos a la economía de los recursos o en simples razones prácticas,
son ilegítimas frente a la cláusula de las convenciones y al carácter de
'garantía' que esa regla le atribuye al 'derecho al recurso'". La norma en
cuestión debiera, entonces, ser ajustada cuanto antes para satisfacer los
estándares impuestos por nuestra Constitución y los tratados
internacionales sobre derechos humanos, que reconocen siempre y en
todo caso el derecho a recurrir en contra de una sentencia condenatoria.
Mientras esa modificación no se haga, sólo cabe considerar la
disposición de la primera parte del inciso 2º del art. 387 CPP, como una
disposición que debe ser declarada inaplicable por inconstitucionalidad".

426
CAPÍTULO X
RECURSO DE QUEJA

427
1. REGLAMENTACIÓN E HISTORIA

ANÁLISIS DOCTRINAL

Reglamentación a lo largo de historia:

A juicio del autor Roberto Munita Herrera, el primer antecedente


histórico del recurso de queja "hay que buscarlo en la antigua legislación
española. Existió desde un fecha más o menos indeterminada un
recurso procesal llamado 'recurso de injusticia y nulidad notoria' (...)
Aparece en las leyes españolas este recurso por primera vez en un
Auto-Acordado del año 1700, que se incluyó más tarde en la Novísima
recopilación.... "Sin embargo, este mismo académico es el mismo en
reconocer que este recurso "es el que mejor se acomoda a las
características de nuestra actual queja, pero sin llegar a una verdadera
semejanza...". A este respecto, el profesor José Miguel Barahona
Avendaño, discrepa de Munita H., señalando: "Es un hecho que el
recurso de queja es una creación jurídico-procesal netamente chilena,
no obstante que algunas opiniones han pretendido encontrar sus fuentes
en otras instituciones mucho más antiguas (la "querella nulitatis" del
primitivo Derecho Romano o el "recurso de injusticia y nulidad notoria"
del viejo Derecho Español) ".

Planteando por su parte, que su origen "debe buscarse en el


Reglamento Constitucional Provisorio, dictado por el Primer Congreso
Nacional, en 1811". El cual establecía "el recurso de injusticia notoria y
vejaciones", institución que tenía como objetivo apuntar exclusivamente
a la corrección disciplinaria.

Dicho sistema fue mantenido por la Constitución Moralista de Egaña de


1823. Texto supremo relevante, porque además consagró positivamente
como facultad "la superintendencia directiva, correccional y económica
de la Suprema Corte". Añadiendo tal como se señaló anteriormente en
su art. 149 Nº 1, el "recurso de injusticia notoria y vejaciones",
estableciendo así, que la Corte Suprema: "conoce en única instancia. 1º
De las vejaciones, dilaciones y otros crímenes y perjuicios causados por
los jueces de apelaciones en la secuela de los juicios, procediendo
sumariamente sin alterar lo juzgado y para el solo efecto de declarar la
responsabilidad personal del juez y después de concluido el proceso...".

Posteriormente, "en 1824, mediante una ley complementaria a la


Constitución, se creó la posibilidad de un posterior juicio de nulidad, del
cual el recurso de vejaciones constituía un antecedente indispensable
(del recurso de queja). (...) Posteriormente la habitualidad de este

428
recurso se acentuó a partir de 1837, luego de incluirse una causal
amplia de su procedencia, la denegación de justicia.... "En este sentido,
cabe agregar que en este régimen "se otorgaban dos medios para hacer
efectiva la responsabilidad judicial. Uno para casos de extrema
gravedad, llamado querella de capítulos, y otro para casos menos
graves, que era el "recurso de vejaciones" (...) Estos dos medios no se
conciben en forma directa como recursos procesales, porque no
invalidan resoluciones por sí mismo, sino mediante actos posteriores
(...) El recurso mismo, seguido del posterior juicio de nulidad, nos
aparece como el conjunto de dos trámites que unidos se asemejan
perfectamente al recurso de queja moderno...".

Esta situación normativa duró hasta 1875, cuando se produjo la


primera gran reforma al uso de las facultades disciplinarias de los
tribunales, la cual provino de la dictación de la Ley Organización y
Atribuciones de los Tribunales, que modificó el régimen de vejaciones,
estableciendo en sus arts. 69 y 70, un nuevo sistema. En este sentido,
para explicar éste, es menester mostrar el texto de dichas normas. A
este respecto, la primera de éstas, establece que:

— "Las Cortes de Apelaciones oirán y despacharán sumariamente y


sin forma de juicio las quejas que las partes agraviadas interpusieren
contra los jueces de letras por cualquier falta o abuso que cometieren en
el ejercicio de sus funciones; y dictarán con previa audiencia del juez
respectivo, las medidas convenientes para poner pronto remedio al mal
que motiva la queja".

— A su vez, el art. 70 prescribe que: "Las faltas o abusos (...) podrán


ser corregidas por las Corte de Apelaciones por uno de los siguientes
medios: a) Amonestación Privada; b) Censura por escrito; c) Pago de
Costas; d) Multa que no exceda de doscientos pesos, y e) Suspensión de
funciones hasta por cuatro meses".

De la lectura de éstas, la interpretación "...de la mayoría de los


procesalistas fue categórica: "Su único objetivo era la aplicación de una
medida disciplinaria de aquéllas consideradas en la ley. "Mismo criterio
que era compartido por los redactores de la ley, a juicio Munita Herrera.

En este sentido, del tenor literal de la ley se desprendía que la única


forma de reparar las faltas o abusos era mediante la aplicación de
algunas de las medidas establecidas en el art. 70 de esta ley. Asimismo,
agrega el profesor Guillermo Piedrabuena Richard, que contribuye a esta
interpretación el hecho de que: "la dictación de la L.O.A.T. de 1875

429
eliminó el juicio posterior de nulidad, siendo aún más palmario el tenor
de dicha interpretación".

Por su parte, a juicio de Munita Herrera esta lectura obedece a que


"la primitiva Ley de Organización de Tribunales no hacía distinción
alguna entre ambas instituciones —refiriéndose a la queja y al recurso
de queja—, (...) vale decir, la ley sólo se limitaba (...) a establecer una
facultad disciplinaria que podía tener origen en una denuncia o solicitud
de parte".

Posteriormente, a inicios del Siglo XX, esta visión cambió dando


efectos jurisdiccionales al fallo que acoge el recurso de queja —con la
capacidad de invalidar, modificar o enmendar resoluciones
jurisdiccionales—, a juicio del profesor Barahona, porque: "Durante
muchos años se mantuvo la presión, principalmente de abogados
litigantes, para darle a estos artículos una interpretación favorable a la
queja como medio de impugnación de resoluciones. En opinión de ellos,
se requería de un mecanismo que garantizara adecuadamente contra los
posibles abusos de los jueces sin necesidad de apelar, por cuanto este
mecanismo aparecía como demasiado lento y, por lo mismo, ineficaz
para remediar los abusos (...) Esta interpretación de los artículos
pertinentes a Ley Organización y Atribuciones de los Tribunales de 1875
fue una suerte de adecuación de la queja disciplinaria a las necesidades
de justicia, creando un recurso de interposición sencilla y tramitación
sumaria, cuyo objetivo de invalidación o enmienda de una resolución
judicial dictada con falta o abuso terminó con imponerse". Mismo
diagnóstico de la situación hace el profesor Munita. Asimismo agrega:
"Con los años, fue la misma Corte Suprema la que por medio de auto-
acordados fue obteniendo la reglamentación del nuevo recurso. Su
reconocimiento legal llega con las modificaciones hechas al Código
Orgánico de Tribunales por ley Nº 7.836, de 7 de septiembre de
1944...".

Volviendo a la evolución normativa del recurso de queja.


Posteriormente, el texto del art. 69 de la L.O.A.T. será recogido "en este
siglo, por el art. 540 del Código Orgánico de Tribunales, con el respaldo
del texto semejante contenido en el art. 86 de la Constitución de 1925".

Y décadas después, se mantuvo vigente con el soporte de la


Constitución de 1980, que en su art. 79 tiene una prescripción similar,
respecto a la superintendencia correctiva, direccional y económica de la
Corte Suprema.

430
Finalmente, se establece el actual régimen del recurso de queja con la
dictación de la ley Nº 19.374 de 1995 y que encuentra su fundamento
constitucional en el art. 82 de la Constitución Política de la República.

Saliendo un poco de la historia del concepto e instauración del recurso


de queja en nuestra legislación y adentrándonos en la cronología de los
regímenes de tramitación y fallo del recurso de queja (especialmente en
sus formas de reglamentación y su evolución), el Profesor Raúl Tavolari
Oliveros señala que, si bien a su juicio es anterior la consagración legal
de "recurso de queja" —discrepancia que se atribuye a que, según
Munita H., el término se acuña con claridad cuando se regula
separadamente la queja y el "recurso de queja"— concuerda en que
fueron los tribunales que le empezaron a entregarle regulación y en
cuanto a aquello declara: "es la jurisprudencia de los tribunales la que
dará nacimiento efectivo a este instituto que conoceremos como recurso
de queja, siendo de destacar los Autos Acordado de la Corte Suprema,
de los años 1916 y 1917, destinados a regular su tramitación hasta que
la ley Nº 3.390 (...) se ocupará específicamente y por primera en el
ámbito legal". Será ésta la que acuña y consagra legalmente el instituto
conocido como "recurso de queja" (entiéndase como un instituto legal y
no sólo de la práctica forense). Posteriormente, se dictaron los Auto
Acordados de 1920, 1963 y 1972, que regularon materias específicas
respecto a la tramitación del recurso.

En la actualidad, el art. 549 del Código Orgánico de Tribunales —cuyo


nacimiento se produce, en virtud de la dictación de la ley Nº 19.374—,
regula todos los aspectos de la tramitación del recurso de queja, todo
aquello sin perjuicio de que existen quienes presentan dudas respecto a
la vigencia del Auto Acordado de 1972 dictado por la Corte Suprema
sobre tramitación y fallo de los recurso de queja.

Motivos de la nueva regulación del recurso de queja. (Ley Nº 19.374)

El actual régimen del recurso de queja proviene de la dictación de la


ley Nº 19.374, la cual tiene por objeto tratar de solucionar las serias
distorsiones que provocó en el sistema de recursos, la utilización del
recurso de queja en la práctica de los tribunales. A este respecto,
Tavolari Oliveros hace el siguiente mea culpa: "Sin dudas, el
florecimiento de este recurso de queja es consecuencia, del bajo nivel
general de la ciencia jurídica chilena y de nosotros, sus operadores.
Jueces y abogados buscamos la solución más simple, que evite, a unos
y otros, los razonamientos jurídicos afinados y refinados...".

431
Por su parte, Barahona Avendaño resume de la siguiente forma, los
principales problemas de la regulación antigua y las razones de por qué
se tuvo que dictar una nueva ley:

"— Los alcances jurisdiccionales atribuidos al recurso de queja


terminaron por reemplazar a los medios tradicionales de impugnación de
resoluciones;

— Creación de la tercera instancia;

— Vulneración del principio de la bilateralidad de la audiencia;

— Invalidación de resoluciones judiciales sin la existencia de faltas o


abusos; y

— Desaparición de la medida disciplinaria consustancial al recurso de


queja".

Respecto de los problemas antes mencionados, Munita en su época —


fines de los ´60— ya graficaba muchos de éstos, señalando: "La
facilidad del recurso de queja, en cuanto a tramitación y fallo, hace
innecesario los otros recursos, pues todos prefieren recurrir de queja de
inmediato y no esperar pérdidas de tiempo con los recursos ordinarios o
extraordinarios (...) Esto crea un desorden procesal absurdo que es
necesario enmendar. El proceso es un conjunto de actos que sigue un
camino, un orden preciso, que las partes no deben alterar por su sola
voluntad y sirviéndose de fallas legales. Por esto dentro de las reformas
urgentes que exige la queja...".

En este sentido, tenemos que el recurso de queja reemplazó en


muchos casos al recurso de apelación, puesto que "en el caso de
resoluciones apelables en el solo efecto devolutivo, la utilización del
recurso de queja se explicaba como una forma de obtener la
paralización del juicio (...) En el caso de las resoluciones inapelables, se
justificaba como única forma de salvar resoluciones abusivas o injustas
no atacables por otra vía".

En relación al recurso de casación, ocurrió el mismo problema, toda


vez que "por una parte, el legislador restringía el recurso de casación,
señalándolo respecto de determinadas resoluciones y por causad
expresamente señaladas en la ley y, por otra, autorizaba el recurso de
queja respecto de cualquier resolución agraviante y por una causal
genérica como era la falta o abuso, alcanzando por este último iguales
efectos que por el primero".

432
Asimismo, el recurso de queja se convirtió en una tercera instancia de
facto, degenerando el rol de la Corte Suprema, puesto que se convirtió
en otra instancia de apelación, olvidando su papel como tribunal de
casación, puesto que este tribunal podía conocer y modificar tanto los
hechos como el derecho de la litis.

En este sentido, es menester agregar que otro problema derivado de


esta situación, decía relación con el alto número de recursos de queja,
los cuales tenían congestionados los tribunales.

Añadido a lo anterior, se desvirtuó el concepto de "falta o abuso"


puesto que "la tendencia fue a darles tal amplitud, que se llegó a
considerar falta o abusos simples consideraciones o criterios de hecho o
de derecho...".

A este respecto, aportando a dicha necesidad —de reformar el régimen


del recurso de casación— el profesor Tavolari señala: "Para una cabal
comprensión del tema, es menester consignar que no existe, en la
vertiente del derecho continental del mundo occidental contemporáneo
(América Latina, España, Italia, Francia, Alemania, etc.), nada
semejante, esto es, un instituto disciplinario que permita modificar o
invalidar resoluciones judiciales y, todavía, reemplazarlas por otras, a la
usanza de la sentencia de reemplazo que conocemos en casación...".

En vista de lo anterior, el gran objetivo buscado por esta ley, según la


introducción del Mensaje del proyecto de ley enviado por el Ejecutivo al
Congreso —del que posteriormente nacería la ley Nº 19.374—, era "que
el recurso de casación sea más fácil en su interposición, más expedito
en su tramitación y menos formalista (...) el de queja se limita, porque
entendemos que siendo éste un recurso disciplinario, ha distorsionado
en la práctica, el sistema procesal, y la función jurisdiccional de los
Tribunales Superiores de Justicia, toda vez que se interpone en vez de
otros recursos procedentes recargando el trabajo de las cortes, dándose
el caso que por esta vía, la Corte Suprema pueda llegar a conocer de
cualquier causa que se tramita en primera instancia. Estos recursos —se
concluye en el Mensaje— son fallados sin consignarse los fundamentos
de las resoluciones y sin que sea escuchada la contraparte en el pleito,
rompiéndose así el principio de la bilateralidad de la audiencia".

En este sentido, se desprende claramente que la intención era


"ampliar el ámbito para interponer el recurso de casación y se restringe
el del recurso queja...".

433
Asimismo, del Mensaje del Proyecto de Ley enviado por el Ejecutivo,
interpreta el profesor Barahona que los principales objetivos de éste
eran, respecto del recurso de queja: "Limitar su procedencia (...); poner
fin al establecimiento del Máximo Tribunal, ordinariamente, como una
tercera instancia (...); evitar los fallos del recurso sin suficiente
fundamentación; (...) Terminar con la vulneración del principio de la
bilateralidad de la audiencia...".

Por su parte, los profesores Maturana y Mosquera destacan que la


nueva legislación "persiguió restablecer la preeminencia de su
naturaleza correccional, contemplando la obligación del Tribunal pleno
de aplicar una sanción disciplinaria en caso de ser acogido".

Reglamentación actual del recurso de queja, luego de la dictación de la


ley Nº 19.374

El recurso de queja reconoce su fuente primigenia en el artículo 82 de


la Constitución Política de la República, norma que establece que "la
Corte Suprema tiene la superintendencia directiva, correccional y
económica de todos los tribunales de la nación. Se exceptúan de esta
norma el Tribunal Constitucional, el Tribunal Calificador de Elecciones,
los tribunales electorales regionales y los tribunales militares de
tiempo de guerra".

Al referirse a la superintendencia correccional, está contemplando el


constituyente las facultades disciplinarias, en virtud de las cuales los
Tribunales Superiores de Justicia (y en este caso específico, la Corte
Suprema) conocen del recurso de queja.

En el marco legal se refieren expresamente a éste, los artículos 535,


536, 541, 545, 548, 549 y 551 del Código Orgánico de Tribunales.
Asimismo, por la dictación de la ley Nº 19.374 de 1996 se modificaron
los artículos 63, 98, 530, 531, 537, 542, 545, 548, 549 del Código
Orgánico de Tribunales; siendo las dos primeras normas de carácter
estrictamente orgánico, puesto que señalan las competencias de la
Corte Suprema y las Cortes de Apelaciones para conocer de recursos de
queja y las restantes disposiciones consagran legalmente el recurso,
establecen sus requisitos, forma de tramitación y fallo.

Finalmente, existe el Auto Acordado de la Corte Suprema sobre


tramitación y fallo de los recursos de queja, publicado en el Diario Oficial
de 1º de diciembre de 1972, que regula las mismas materias. El cual se
ha cuestionado su vigencia, luego de que la modificación legal antes

434
referida incluye todos los aspectos que regulaba éste, en el actual art.
549 del COT En este sentido, Tavolari Oliveros.

Por su parte, los profesores Mosquera y Maturana sostienen que


"Conforme con la historia de la ley (informe de la Comisión de
Legislación y Justicia del Senado), el propósito habría sido el de derogar
orgánicamente las normas del auto acordado, rigiéndose el recurso de
queja sólo por las normas legales contempladas en el Código Orgánico
de Tribunales. Al efecto, se señaló que "la Comisión por la unanimidad
de sus miembros presentes, H.H. (...), acordó sustituir el texto del
artículo 548 por otro que establece normas para la interposición del
recurso de queja, recogiendo lo estatuido en el inciso primero del
artículo 549 vigente, así como algunas disposiciones contenidas en el
auto acordado de la Corte Suprema sobre tramitación y fallo de los
recursos de queja".

El profesor Barahona, por su parte, concuerda con esta posición y cree


que es la más sana, porque a su juicio: "la razón del tratamiento
legislativo de lo antiguamente regulado en el Auto Acordado de 1972
obedece a la necesidad de restringir el ejercicio de la superintendencia
económica de los Tribunales Superiores de Justicia, en lo que dice
relación con la producción de estas fuentes normativas (...) puesto que
su producción indiscriminada vulnera el Nº 3 del artículo 19 de la
Constitución Política del Estado, en cuanto dispone expresamente que
toda sentencia de un órgano que ejerza jurisdicción debe fundarse en un
proceso previo legalmente tramitado. Es el legislador, y no el Poder
Judicial (...) quien debe establecer las garantías de un racional y justo
procedimiento".

La interpretación de los autores antes citados concuerda con la crítica


que hacía Munita Herrera por el año '68, señalando de esta forma: "Así
ocurrió con la reglamentación del recurso de queja, pues al notar los
miembros de la Corte la ausencia absoluta de normas que establecieran
los trámites a que debía sujetarse el recurso, se decidieron a usar su
jurisdicción económica, procediendo a dictar Auto-Acordados. Pero esa
misma ausencia total de reglamentación los llevó a, naturalmente a
excederse en sus atribuciones. En efecto, los Auto-Acordados sobre la
queja no se limitan a dar meras instrucciones para un mejor
cumplimiento de la ley, por parte de los jueces, sino establecen plazos,
crean requisitos, tanto de forma como de fondo, y en fin, producen
normas procesales más propias de una ley que de un simple Auto-
Acordado". Por su parte, Piedrabuena sostiene que —no necesariamente
estando en contra de las otras posiciones—: "puede ser que algunas de
sus normas no se contrapongan con el nuevo sistema legal y en ese

435
caso mantendrá su plena vigencia (...) Naturalmente sería preferible la
dictación de un nuevo auto acordado que refundiera las antigua
disposiciones del auto acordado con los nuevos arts. 548 y 549,
aprovechando de paso subsanar algunas claras omisiones o vacíos de la
nueva ley".

2. ÁMBITO DE APLICACIÓN

ANÁLISIS DOCTRINAL

¿Es procedente el recurso de queja en materia procesal penal y laboral?

A primera vista es cuestionable si es procedente en estos sistemas el


recurso de queja, toda vez que no lo contemplan en sus regulaciones
actuales generando así un problema interpretativo, puesto que a
priori ambas materias después de sus reformas procesales, a juicio de
los profesores Maturana y Mosquera, "contemplan un nuevo sistema
procesal dentro de los cuales no cabría contemplar la existencia del
recurso de queja con la finalidad de lograr la modificación de una
resolución judicial, dado que los recursos de dicho sistema constituyen
un medio excepcional que requerirían de un texto categórico y expreso
que los consagre para que sean procedentes...".

En este sentido, los académicos responden que sí existe el recurso de


queja y es aplicable su regulación en materia procesal penal y laboral,
declarando que: "estimamos que priman las disposiciones de la Carta
Fundamental y las disposiciones orgánicas constitucionales que
desarrollan los principios así recogidos en ella, por sobre las normas
procesales penales que en materia de recursos sólo se han previsto con
rango simple legal o común en el Código Procesal Penal".

Rescatando esta interpretación normativa, aquéllos destacan


jurisprudencia de la Corte Suprema que ha declarado admisible y
acogido este tipo de recursos en materia procesal penal. Por ejemplo:
"la Corte suprema acogió recurso de queja deducido por Defensoría
Penal Pública en contra de una resolución que había declarado
abandonado un recurso de nulidad". Y por otro lado, se cita la sentencia
de 10 de julio de 2002, rol Nº 1386-02, la cual señala: "ha declarado
que si el tribunal que conoce el recurso de nulidad a que se refieren los
arts. 372 y siguientes del Código Procesal Penal altera los hechos que
fueron determinados por el Tribunal de Juicio Oral, incurre en falta o

436
abuso grave, ya que desnaturaliza el sentido del nuevo proceso penal,
transformando arbitrariamente la nulidad en una verdadera segunda
instancia, ajena al espíritu del referido procedimiento. Y esta falta o
abuso es susceptible de ser enmendada mediante el recurso de queja a
que se refiere el artículo 545 del Código Orgánico de Tribunales, dado
que se la comete en una sentencia que pone término al juicio, sin que
nada diga contra ello lo preceptuado en el artículo 387 inciso primero
del Código Procesal Penal, puesto que aquí se trata de un recurso que
tiene por objeto el ejercicio de la facultad disciplinaria de esta Corte, la
cual indudablemente se encuentra siempre vigente también respecto de
los tribunales que intervienen en el nuevo procedimiento".

A este respecto, se debe recordar que el inciso primero art. 387 del
Código Procesal Penal, señala: "Improcedencia de recursos. La
resolución que fallare un recurso de nulidad no será susceptible de
recurso alguno, sin perjuicio de la revisión de la sentencia condenatoria
firme de que se trata en este Código".

En este sentido y tal como se puede apreciar, el criterio jurisprudencial


no hace aplicable esta limitación legal y el carácter de derecho estricto
de los recursos en materia procesal penal al recurso de queja, por el
fundamento antes expresado.

Sin perjuicio de lo anterior, creen los tratadistas antes citados, que si


bien esta respuesta es formalmente correcta —dado que tiene sustento
legal y constitucional— (en cuanto hacen aplicable el recurso de queja,
en los nuevos procedimientos penal y laboral), no es menos criticable
desde la perspectiva de los nuevos sistemas, por lo cual se suman a la
preocupación de Cristián Arias Vicencio, en cuanto declaran que
"consideramos sumamente pertinentes algunas observaciones que
respecto del recurso de queja en el nuevo sistema procesal penal se han
formulado, los que ameritarían su revisión y regulación a nivel
constitucional cuando a nuestra Carta Fundamental se le introduzcan las
modificaciones necesarias para adecuar diversos de sus preceptos a los
principios que se contemplan en el nuevo sistema procesal penal, los
que no se encuentran ajustados a diversos preceptos de aquella".

Asimismo, consideran que el recurso de queja "con la finalidad de


revocar, modificar o invalidar una resolución judicial debe ser
doblemente excepcional. La primera, por ser procedente sólo en caso de
flagrante falta o abuso, en contra de determinadas resoluciones
judiciales y siempre que no procedan otros recursos ordinarios o
extraordinarios en su contra; y la segunda, porque la regla casi absoluta
es la improcedencia de todo régimen recursivo en contra de las

437
resoluciones judiciales que se dictan dentro de los procesos regidos por
los nuevos sistema orales penales y laborales, a menos que una norma
legal contemple expresamente la existencia del recurso".

En este mismo orden de cosas: ¿Tienen valor legal las cláusulas de


arbitraje en que se hace renuncia previa y expresa al recurso de queja?

A juicio del profesor Munita Herrera, "esa renuncia no puede tener


valor, y debe mirarse como no escrita, porque las disposiciones que
establece son de orden público manifiesto, pues tienden, no al interés
privado de las partes, sino a la correcta administración de justicia y al
buen desempeño de las labores de los jueces".

3. CONCEPTO

ANÁLISIS DOCTRINAL

Los profesores Mario Mosquera Ruiz y Cristián Maturana Miquel,


definen el recurso de queja como "El acto jurídico procesal de parte que
se ejerce directamente ante el Tribunal superior jerárquico y en contra
del Juez o jueces inferiores que dictaron en un proceso del cual conocen
una resolución con una grave falta o abuso, solicitándole que ponga
pronto remedio al mal que motiva su interposición mediante la
enmienda, revocación o invalidación de aquella, sin perjuicio de la
aplicación de las sanciones disciplinarias que fueren procedentes por el
Pleno de ese tribunal respecto del juez o jueces recurridos".

Por su parte, el autor José Miguel Barahona Avendaño adopta la


definición contenida en la primera parte del art. 545 inciso 1º del COT,
que señala: "El recurso de queja tiene por exclusiva finalidad corregir las
faltas o abusos graves cometidos en la dictación de resoluciones de
carácter jurisdiccional". Texto que proviene de la ley Nº 19.374 que
entrega una definición legal del medio de impugnación que antes no
existía, por lo cual considera que es importante ésta, pero a su vez
critica que "se echa de menos en el concepto dado, una orientación más
sustantiva que aborde claramente los aspectos de la naturaleza jurídica
del recurso".

Por su parte, el tratadista Raúl Tavolari Oliveros lo define: "como un


instrumento especialísimo contemplado en la ley, con el exclusivo fin de
corregir las faltas o abusos graves, cometidos por los jueces en la

438
dictación de resoluciones jurisdiccionales y de hacer efectiva la
responsabilidad disciplinaria que por tal razón les asiste". En este
sentido, el académico antes citado no concuerda con la denominación de
recurso que establece la ley, "toda vez que en el ámbito de la ciencia
procesal los recursos son, primariamente, medios de impugnar
resoluciones judiciales y éste que nos ocupa, ubicado en el Título XVI del
Código Orgánico de Tribunales, esto es, en aquel que se ocupa "de la
jurisdicción disciplinaria y de la inspección y vigilancia de los servicios
judiciales" debe tener, por este fundamental antecedente sistemático, la
finalidad primigenia de permitir el ejercicio de la jurisdicción
disciplinaria". Concordando con lo anterior, agrega don Guillermo
Piedrabuena R. que: "el único objeto del recurso sería la corrección
disciplinaria del juez recurrido y no la invalidación o modificación de la
sentencia en que se cometió la grave falta o abuso. Es pues el nuevo
recurso de queja un "recurso" disciplinario pero no es un recurso
procesal que supone la impugnación de una resolución judicial (...) Por
ello el nuevo recurso de queja debiera llamarse "reclamo" disciplinario,
asemejándose bastante a la antigua queja disciplinaria de la ley de
1875". Considerando que el recurso de queja previo a la dictación de la
ley Nº 19.374, era un recurso propiamente tal.

Asimismo, en correlación con lo antes esbozado, Tavolari señala que


no le parece acertada la expresión contenida en el inc. primero del art.
545 del COT y "más apropiado que 'corregir las faltas o abusos' habría
sido, (...) decir 'sancionar y, en su caso, corregir' tales faltas o abusos'".

Barahona A., a diferencia de Tavolari y Piedrabuena, no cree que el


legislador haya cometido una imprecisión al referirse a este medio de
impugnación como "recurso de queja", porque "si la intención era
redefinir el recurso de queja como medio exclusivo de corrección
disciplinaria, lo lógico habría sido que se le hubiese rebautizado como
"reclamo" o acción disciplinaria", siguiendo la antigua denominación del
legislador de 1875, por mucho que pese la tradición de llamarlo recurso
de queja".

Asimismo, para completar la conceptualización de este medio de


impugnación e identificarlo como un recurso propiamente tal, el autor
antes citado define la expresión "corregir" bajo la definición de la RAE de
la Lengua que señala que "corregir es enmendar lo errado" y a este
respecto, señala que si bien dicho concepto puede tener una
significación ambivalente, no cree que exista una formulación incorrecta
como lo señala Tavolari Oliveros.

439
A este respecto, las preguntas claves para él son: "¿Cómo se corrige,
luego, una falta o abuso cometido en una resolución jurisdiccional?
¿Sancionando al juez que la dictó o enmendando la resolución"?. Y bajo
esta interrogante, será el mismo texto legal el que entregue el sentido
correcto de este término, en razón de que el inciso 2º del mismo art.
545 del COT señala "el fallo que acoge el recurso de queja (...)
determinará las medidas conducentes a remediar tal falta o abuso". En
este sentido, "dice el Diccionario de la Real Academia de la Lengua
Española que remediar es poner remedio al daño, repararlo, corregir o
enmendar una cosa". De esta forma, tanto de esta relación como de la
propia ley, para él se desprende palmariamente que "el fallo que acoge
el recurso de queja debe poner remedio a la falta o abuso, esto es, la
repara, sin perjuicio de la necesaria aplicación de una medida
disciplinaria". Por lo mismo, la única forma de enmendar o reparar la
falta o abuso, "es por la vía de la modificación o enmienda de la
resolución jurisdiccional que ha sido dictada con falta o abuso. Sólo en
este entendido adquiere coherencia la denominación de recurso de
queja...". Posición que como veremos posteriormente, este académico
defiende y de paso justifica la nomenclatura de "recurso de queja",
descartándolo como medio exclusivamente disciplinario.

Por su parte, Munita Herrera, dando claridad respecto de los


argumentos esbozados en esta controversia, señala respecto de la
naturaleza del recurso de queja: "tendremos que admitir un cierto
carácter mixto. En efecto, la petición de anular una resolución dictada
con falta o abuso es un recurso. No puede caber duda al respecto. Pero
la petición de castigar disciplinariamente al juez es, precisamente, una
acción disciplinaria". En este sentido, hay que tomar en cuenta que en el
tiempo en que el autor antes citado dio dicha caracterización fue previo
a la dictación de la ley Nº 19.374, periodo en el cual estaba difundida en
la práctica forense y en la jurisprudencia la concepción del "recurso de
queja" como medio de impugnación jurisdiccional por tanto si el recurso
de queja es concebido como un medio incapaz de alterar resoluciones
judiciales, este último autor le otorgaría la razón al profesor Tavolari.
Sin embargo, si se considera que en la actualidad el recurso de queja es
un medio de impugnación con efectos jurisdiccionales, la aseveración
citada se acercará a la apreciación de Barahona Avendaño, lo cual
reconoce este autor al definir "la naturaleza jurídica de la institución
como sui generis "principalmente disciplinaria y accesoriamente
jurisdiccional".

440
4. CARACTERÍSTICAS

ANÁLISIS DOCTRINAL

Para los profesores Maturana y Mosquera, las principales


características del recurso de queja, son:

"a.- Es un recurso extraordinario, porque sólo procede en los casos


establecidos en la ley.

Tiene finalidades propias y distintas de los recursos ordinarios, ya que


procede solamente en caso que se cometan graves faltas o abusos
mediante la dictación de algunas resoluciones judiciales, que no pueden
ser remediadas mediante el ejercicio de otros recursos.

b.- Es un recurso que actualmente se encuentra regulado de manera


orgánica en el COT. (...).

c.- Es un recurso que se interpone directamente ante el tribunal


superior jerárquico de aquel que hubiere dictado la resolución con grave
falta o abuso, para que sea conocido y resuelto por el mismo.

d.- Es un recurso que se interpone no en contra de una resolución,


sino en contra del juez o jueces que dictaron la resolución con falta o
abuso grave, para que en caso de ser ella acreditada sea modificada,
enmendada o dejada sin efecto a fin de poner pronto remedio al mal
que motiva el recurso;

e.- Es un recurso que no ha sido instituido para corregir simples


errores de interpretación, sino que faltas o abusos ministeriales de parte
del sentenciador que caigan dentro del ámbito de la jurisdicción
disciplinaria del superior jerárquico.

f.- Es un recurso que no constituye instancia para la revisión de todas


las cuestiones de hecho y de derecho, sino que únicamente faculta al
superior para examinar si se cometió la grave falta o abuso invocada por
el recurrente.

g.- Es un recurso que no suspende el cumplimiento de la resolución en


que se cometió la grave falta o abuso, a menos que se imparta orden de
no innovar durante su tramitación.

h.- Es un recurso en que el tribunal superior tiene competencia


amplísima para su resolución, puesto que este puede adoptar todas las

441
medidas convenientes para poner pronto remedio al mal que motiva la
queja. Dentro de estas medidas se puede encontrar la enmienda o
invalidación de la resolución.

i.- Es un recurso que actualmente no requiere de consignación para su


interposición, por haberse derogado dicha exigencia por la ley
Nº 19.374".

Otra característica especial del recurso de queja dice relación con la


posibilidad que tienen los tribunales superiores de justicia de ejercer de
oficio las facultades disciplinarias que les otorgan la Constitución y las
leyes, encontrándose el recurso de queja dentro de éstas, tal y como lo
señala, el inc. 1º del art. 545 del Código Orgánico de Tribunales. En este
sentido, veremos posteriormente que el profesor Tavolari cree que sólo
la Corte Suprema tiene dicha facultad y no las Cortes de Apelaciones.

Por su parte, Munita Herrera cree que el recurso de queja, en su


calidad de recurso extraordinario, tiene las siguientes características
relevantes:

"a) Proceden sólo por defectos expresamente contemplados por la ley;


en la queja 'cualesquiera falta o abusos que cometieren en el ejercicio
de sus funciones (...)' (artículo 536 del Código Orgánico de Tribunales).

b) El juez no tiene amplia facultad para conocer del asunto, sino sólo
para revisar aquella parte que le permite la ley, según el momento en
que ha ocurrido el vicio. (...).

c) Los medios extraordinarios no suspenden, por lo general, el resto


del procedimiento, salvo las excepciones legales. La queja no lo
suspende salvo que, (...) petición de parte, se dicte la "orden de no
innovar".

Además agrega que es un recurso irrenunciable, por ser de orden


público las normas que lo estatuyen.

Asimismo, con la dictación de la ley Nº 19.374, el profesor Tavolari


destaca dentro de sus principales características:

— Que se ha restringido notablemente la posibilidad de interponerlo,


puesto que sólo procede contra determinadas resoluciones, las cuales
además no pueden ser impugnables por medio de recursos ordinarios y
extraordinarios.

442
— Se desprende del Mensaje de la Ley y de los Informes de las
Comisiones Parlamentarias que "Reprochándose la práctica tribunalicia
de fallarlos sin fundamentar las resoluciones y sin escuchar a la parte
contraria, concluimos que tales prácticas son ajenas a la nueva
regulación". Por tanto, se entiende que la bilateralidad de la audiencia y
la motivación de las sentencias son nuevas características de este medio
de impugnación.

— Asimismo "es concebido hoy como un 'recurso' contra jueces, (...)


es evidente que el mismo no se endereza en contra de las
resoluciones...".

— Por lo descrito anteriormente, tanto en este subtítulo como en el de


"Concepto", a juicio de Tavolari el "recurso de queja" no es un recurso
propiamente tal, puesto que no busca impugnar una resolución judicial,
sino que es un medio especialísimo que emana de la utilización de las
facultades disciplinarias que tienen los Tribunales Superiores de Justicia
y que busca aplicar una sanción de esta naturaleza respecto del juez
que incurrió en falta o abuso grave en la dictación de una resolución
judicial.

— Añadido a lo anterior, sostiene que el "agravio" es un requisito para


la procedencia del recurso de queja, toda vez que se agregó por la ley
antes citada, la denominación de "grave" a la falta o abuso que hacía
procedente el recurso, conclusión que apoyan Barahona, Mosquera y
Maturana.

Finalmente —y como vimos a propósito del concepto del recurso de


queja y como veremos en lo relativo al fallo del recurso de queja— no
existe actualmente unanimidad doctrinaria, respecto a los efectos
jurisdiccionales de este medio de impugnación, luego de la dictación de
la ley Nº 19.374.

ANÁLISIS JURISPRUDENCIAL

a) La finalidad del recurso de queja es corregir faltas y abusos y otorga


una amplia competencia

i) El recurso de queja, cuya fuente última se recoge en el artículo


79 de la Constitución Política del Estado, es un recurso extraordinario
que se ejerce en contra de un juez que ha dictado una resolución, en un
proceso del que conoce, con grave falta o abuso, a objeto de que el
superior jerárquico ante el cual se entabla, le ponga pronto remedio
mediante la enmienda, revocación o invalidación de la resolución que

443
motiva su interposición, sin perjuicio de las sanciones disciplinarias que
el Pleno del Tribunal estimare procedentes. El recurso de queja, tiene,
pues, y como señala el artículo 545 del Código Orgánico de Tribunales,
por exclusiva finalidad, corregir las faltas o abusos graves cometidos en
la dictación de resoluciones de carácter jurisdiccional y no aspectos que
puedan constituir errores de interpretación. Para tal efecto, el tribunal
superior posee una competencia amplia, que le permite adoptar las
medidas que estime convenientes para poner pronto remedio al mal que
motiva la queja (considerando 3º).

El árbitro arbitrador es, por esencia, un juez que está llamado a fallar
sin sujeción estricta a la ley y obedeciendo a lo que su prudencia y
equidad le dictaren, sin más reglas que las que las partes le hayan
expresado en el acto constitutivo del compromiso, o las que se han
establecido para este caso en el Código de Procedimiento Civil. El árbitro
arbitrador, en consecuencia, debe decidir la contienda conforme a su
leal saber y entender, lo que, ciertamente, lo coloca en una posición
distinta a aquella que se predica del árbitro de derecho, el que está
obligado, tanto en sus procedimientos como en el pronunciamiento de la
decisión jurisdiccional, a las reglas que las leyes establecen para los
jueces ordinarios, según la materia de que se trate (considerando 4º).

A la luz de lo antes señalado, apreciados los fundamentos de la queja


y el contenido del fallo impugnado, es posible concluir que, en éste, no
concurren las faltas o abusos que en el recurso se le atribuyen, toda vez
que las decisiones adoptadas por el arbitrador se encuentran
debidamente justificadas y asentadas en las pruebas aportadas por
ambas partes en el proceso, las que, como advierte el sentenciador en
el punto II.1.2. de la sentencia, fueron ponderadas con la latitud propia
de un árbitro arbitrador, lo que debe interpretarse como que responde a
su leal saber y entender, en el sentido que la prudencia y equidad le
aconsejaron, conceptos que refuerza al referirse al Marco para la
actividad del Tribunal, en el punto III.3.1., donde señala que lo justo no
siempre es sinónimo de lo estrictamente legal y que un arbitrador puede
apartarse de las normas estrictas de derecho si con dicho proceder logra
obtener una decisión justa (considerando 5º).

Corte de Apelaciones de Santiago, 17 de julio de 2008, rol Nº 926-


2008, Pronunciada por la Primera Sala, presidida por el Ministro señor
Haroldo Brito Cruz e integrada por el Ministro señor Raúl Héctor Rocha
Pérez y Abogado Integrante señora Andrea Muñoz Sánchez. Cita online:
CL/JUR/5493/2008

444
ii) En conformidad a lo establecido en el artículo 545 del Código
Orgánico de Tribunales el recurso de queja tiene por exclusiva finalidad
corregir las faltas o abusos graves cometidos en la dictación de
resoluciones de carácter jurisdiccional (considerando 3º).

Corte de Apelaciones de Santiago, 29 de noviembre de 2000, rol


Nº 5606-2000, Dictada por la Ministro señora Sonia Araneda Briones y
el Abogado Integrante señor Roberto Jacob Chocair. Redacción de la
Ministro señora Sonia Araneda Briones. Cita online: CL/JUR/1963/2000

iii) El recurso de queja tiene por finalidad exclusiva la corrección de


faltas o abusos graves, cometidos en la dictación de resoluciones de
carácter jurisdiccional. En ese contexto, sobre la base de los múltiples
antecedentes que se exponen, analizan y ponderan en la sentencia de
que se trata, no puede estimarse razonablemente que los jueces
recurridos, al revocar la sentencia de primer grado y negar lugar, por
ahora, a la regulación de visitas en favor del padre, hayan incurrido en
aquellas faltas o abusos graves exigidas por el artículo 545 del Código
Orgánico de Tribunales (considerandos 3º y 4º).

Corte Suprema, 8 de octubre de 1998, rol Nº 2350-1998, Pronunciado


por los Ministros señores Hernán Álvarez G., Marcos Libedinsky T., José
Benquis C. y Urbano Marín V. y el Abogado Integrante señor Manuel
Daniel A. Cita online: CL/JUR/1979/1998

b) El recurso de queja no constituye una tercera instancia, porque


procede sólo ante una falta o abuso

i) Este arbitrio no ha sido instituido para corregir errores de


interpretación y provocar, por este solo concepto, una nueva revisión
del expediente para llegar a un pronunciamiento de tercera instancia. Se
ha resuelto que Procede declarar sin lugar el recurso de queja deducido
contra los ministros de la Corte, si cualesquiera que hayan podido ser
sus errores o equivocaciones con motivo del pronunciamiento de la
sentencia en que se funda, no representan una falta a sus deberes
funcionarios ni un abuso de facultades y, a lo más, un criterio errado
sobre el negocio que les ha correspondido resolver.

Esta doctrina ha sido mantenida en decisiones posteriores, sobre la


base de que atendidas la naturaleza y finalidad de la queja, que es un
recurso extraordinario, lo que procede para acogerla o rechazarla es,
primordialmente, averiguar y establecer si los jueces recurridos, al
ejercer la función judicial y en cuya virtud dictaron la resolución que

445
motiva la queja, incurrieron o no en falta o abuso que deba ser
enmendado por la vía disciplinaria.

En consecuencia, aunque pueda ser discutida y aun equivocada la tesis


jurídica sustentada por el juez recurrido, esa sola consideración no basta
para que la Corte Suprema haga uso de sus facultades disciplinarias y
para dar admisión al recurso de queja (considerando 3º).

A mayor abundamiento de lo expresado, debe tenerse especialmente


en consideración que la falta o abuso que hace procedente el recurso de
queja es sólo la que tiene el carácter de grave, esto es, grande, de
mucha entidad o importancia y, en la medida que la falta cometida
reúna tal característica, debería aplicarse a los jueces respectivos una
sanción disciplinaria; la mera discrepancia entre un litigante y el tribunal
encargado de conocer y fallar la materia controvertida, en torno al
sentido y alcance de determinada norma jurídica no puede ser idónea
para configurar la gravedad exigida al comportamiento jurisdiccional
impugnado y desencadenar una sanción tan drástica. En consecuencia,
la diferencia de pareceres en torno al o los bienes jurídicos tutelados por
una figura delictiva y la tipicidad o atipicidad penal de una conducta
determinada es una controversia entre distintos criterios interpretativos
y no obstante la solidez que pueda tener uno u otro representa una
cuestión ajena al cometido propio del recurso extraordinario que nos
ocupa (considerando 4º).

Corte Suprema, 17 de abril de 2008, rol Nº 6300-2007, Pronunciado


por la Segunda Sala integrada por los Ministros Sres. Nibaldo Segura P.,
Rubén Ballesteros C., Hugo Dolmestch U., Carlos Künsemüller L. y el
Abogado Integrante Sr. Óscar Herrera V. Cita online: CL/JUR/6715/2008

ii) El recurso de queja constituye un arbitrio extraordinario de carácter


disciplinario y destinado a corregir la arbitrariedad judicial mediante el
ejercicio de esta jurisdicción, modificando las decisiones respectivas e
imponiendo medidas disciplinarias a los jueces recurridos ante la
existencia de errores graves y notorios, de hecho o de derecho, que
causen perjuicio manifiesto a alguna de las partes de un proceso. De
este modo, esta vía de impugnación, prevista en el artículo 545 del
Código Orgánico de Tribunales, sólo procede cuando en la resolución
que la motiva se haya incurrido en falta o abuso graves, constituidos por
errores u omisiones manifiestos e igualmente graves, conforme con lo
cual es indispensable que las denuncias que motivan su interposición
excedan con mucho el ejercicio de las facultades propias de los
tribunales.

446
Lo que el recurrente pretende modificar es la aplicación e
interpretación efectuada por los recurridos de las normas, lo que desde
luego basta para rechazar el presente capítulo, pues como se ha dicho
reiteradamente por esta Corte, este arbitrio procesal no ha sido
instituido para corregir errores de interpretación y provocar, por este
solo concepto, una nueva revisión del expediente para llegar a un
pronunciamiento de tercera instancia. En consecuencia, aunque pueda
ser discutida y aun equivocada la tesis jurídica sustentada por el juez
recurrido, esa sola consideración no basta para que la Corte Suprema
haga uso de sus facultades disciplinarias y para dar admisión al recurso
de queja. (SCS, de 25 de marzo de 1960, Fallos del Mes número 16,
p. 5 y SCS, de 29 de diciembre de 1964, Revista de Derecho y
Jurisprudencia, tomo LXI, sección 3ª, p. 66)

Corte Suprema, 11 de abril de 2011, rol Nº 288-2011. Pronunciado


por la Segunda Sala integrada por los Ministros Sres. Nibaldo Segura P.,
Jaime Rodríguez E., Hugo Dolmestch U. y los Abogados Integrantes
Sres. Luis Bates H. y Domingo Hernández
E. Cita online:CL/JUR/3094/2011

c) El recurso de queja es de carácter indisponible, así como la falta de


jurisdicción que le da fundamento a él y a la casación

La resolución respecto de la cual se recurre de queja es una sentencia


interlocutoria de aquellas que ponen término al juicio o hacen imposible
su continuación, lo que hace procedente el recurso de queja interpuesto.
El recurso de casación en la forma se dedujo en contra de una sentencia
definitiva, dentro del plazo legal y con concurrencia de los requisitos
exigidos por la ley, artículos 770, 771 y 776 del Código de
Procedimiento Civil, y fundado en la causal del artículo 768 Nº 1 del
mismo Código, que se hace consistir en la falta de jurisdicción del juez
árbitro al momento de su dictación (considerandos 5º y 6º).

No obstante la renuncia de las partes a los recursos legales, los hechos


que sirven de fundamento al de casación de que se trata sobrepasan la
libre determinación de los actuales contendientes al momento de pactar
el compromiso, toda vez que la falta de jurisdicción trae como necesaria
consecuencia que lo decidido carezca de fuerza suficiente para vincular a
las partes y a éstas con el órgano jurisdiccional encargado de su
cumplimiento (considerando 7º).

Corte de Apelaciones de Santiago, 20 de julio de 2000, rol Nº 276-


2000, Dictada por los Ministros señorita María Antonia Morales Villagrán
y señor Juan Araya Elizalde y el Abogado Integrante señor Hugo Llanos

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Mansilla. Redactó la Ministra señorita Antonia Morales Villagrán.
Cita online: CL/JUR/5163/2000

5. RESOLUCIONES IMPUGNABLES

ANÁLISIS DOCTRINAL

Del texto actual del art. 545 del Código Orgánico de Tribunales —el
cual fue modificado sustancialmente, a partir de la reforma introducida
por la ley Nº 19.374—, se desprende que para impugnar una resolución
por este medio, aquella debe tener de manera copulativa, los siguientes
requisitos:

1º.- Que se hubiere cometido por el juez o jueces con motivo de la


dictación de la resolución jurisdiccional una grave falta o abuso;

2º.- Que la grave falta o abuso se hubiere cometido en la dictación de


una sentencia definitiva o de una sentencia interlocutoria, siempre que
ponga fin al juicio o haga imposible su continuación.

En este aspecto, Munita H. criticaba el régimen antiguo —en cuanto a


este tema— señalando: "La queja se encuentra en una situación
extraña. Nadie ha dicho contra qué resoluciones procede. La
jurisprudencia no ha podido hacer distinciones. Así es como se produce
el recurso que aparece como último y final por sus características tan
especiales, puede ser interpuesto siempre y contra cualquier resolución,
por poca que sea su importancia. Esto puede dar lugar a un abuso muy
claro...".

Ahora —luego de la dictación de la ley Nº 19.374— nos encontramos


con que no es procedente este medio de impugnación contra:

1º. Sentencias interlocutorias, que no pongan fin al juicio o hagan


imposible su continuación.

2º. Autos.

3º. Decreto, providencia o proveído.

Asimismo, el profesor Tavolari también agrega dentro de las


resoluciones no impugnables por este medio a "todas aquellas

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resoluciones que no resulta posible incorporar en los términos del art.
158 del CPC (por ejemplo, la que falla un recurso de hecho)". Misma
apreciación tiene Piedrabuena R. respecto de estas últimas resoluciones;
agregando además las siguientes sentencias inimpugnables:

"— Todas las sentencias definitivas e interlocutorias de primera


instancia, ya que admiten el recurso de apelación.

— Todas las sentencias definitivas e interlocutorias inapelables que


ponen término al juicio o hacen imposible su continuación, dictadas por
Cortes de Apelaciones de segunda instancia, ya que son susceptibles del
recurso de casación.

— Todas las sentencias definitivas de única instancia, ya que admiten


el recurso de casación en la forma".

Llegando así, este autor, a la siguiente conclusión: "En definitiva, en


los procedimientos de aplicación general, nunca procede el recurso de
queja".

3º.- Que la sentencia que hace procedente el recurso de queja según


su naturaleza jurídica, no sea susceptible de recurso alguno, ordinario o
extraordinario.

Como dijimos anteriormente, uno de los grandes valores de la reforma


emanada de la ley Nº 19.374 dice relación con limitar la procedencia del
recurso, para que no continuase deformando el sistema procesal de
recurso. En este sentido, este requisito es un pilar fundamental para la
obtención de dicho objetivo, puesto que antiguamente se podía
interponer el recurso de queja —dado que no existía limitación legal al
respecto—, aun cuando fueran procedentes los recursos ordinarios y
extraordinarios en contra de la misma sentencia. Aquello, continuando
con la idea anterior, convertía a la Corte Suprema en un órgano de
tercera instancia que podía revisar todos los juicios que eran conocidos
por los tribunales inferiores.

Excepción a este requisito, dice relación con la interposición del


recurso de queja contra las sentencias definitivas de los árbitros
arbitradores en única o primera instancia, en razón de que se puede
interponer junto con éste el recurso de casación en la forma, tal como
se desprende de la parte final del inciso primero del art. 545 del COT. A
criterio de Barahona A., esta excepción ha de ser entendida de manera
estricta, puesto que "se establece una excepción para las sentencia de
primera o única instancia de arbitradores (...) la cual sólo se refiere a

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las sentencias definitivas de los arbitradores, y no a otra clase de
resoluciones (no quedan incluidas las interlocutorias)". Opinión con la
que concuerda Piedrabuena R., agregando como excepción el siguiente
caso, según declara: "existiría la posibilidad de recurrir de queja en
contra de una sentencia definitiva o interlocutoria que pone término al
juicio (...) Dictada por un árbitro de derecho, si los recursos ordinarios o
extraordinarios están renunciados...".

Por su parte, Tavolari O. agrega que la procedencia de un recurso de


revisión no obsta a la procedencia del recurso de queja, puesto que
aquel no es recurso sino acción, en términos de la Comisión del Senado.

Respecto de este requisito, Barahona Avendaño, rescata que "este


elemento significó la recepción en la ley de un criterio jurisprudencial
que se había estado abriendo paso en los últimos años. Este criterio
expresaba que cuando una falta o abuso fuese cometido en resoluciones
susceptibles de otros recursos, ordinarios o extraordinarios, debían ser
corregidos por aquéllos y no por vía de queja. Se declaraba, entonces,
inadmisible el recurso como una respuesta al problema del reemplazo de
los medios tradicionales de impugnación". Concuerdan con esta opinión,
Mosquera y Maturana. Añadido a lo anterior, es bueno agregar la
apreciación del profesor Munita H. quien en el momento de vigencia del
antiguo régimen criticaba el criterio jurisprudencial recogido
anteriormente y alababa los nuevos fallos que apuntaban en el sentido
contrario (fallos de la Corte Suprema de los años `50), porque: "...si
consideramos cuál es el papel de jurisprudencia en nuestro país, donde
no puede sino limitarse a interpretar la ley escrita, siguiendo las normas
de interpretación que la misma ley se ha encargado de darle. No puede,
aunque le parezca justo, el juez fallador atribuirse la importante labor
de crear recursos procesales, o de darle exigencias o requisitos que la
misma ley no le ha dado". Por lo mismo, el nuevo requisito de
procedencia no solo recoge un criterio jurisprudencial necesario, sino
que también le entrega un marco de legalidad que lo haga formalmente
aplicable para todos los casos.

Respecto de la interpretación del requisito, Piedrabuena Richard señala


que apreciarse en concreto, o sea: "de modo de posibilitar el recurso de
queja en algunos casos en que la ley contempla otro recurso, pero éste
no está disponible por una situación de carácter particular". Poniendo
como ejemplos: "...podría darse en el caso de una casación en la forma
que no se preparó y que por ello es inadmisible o de una casación en la
forma que no es posible deducir porque no existe vicio alguno que
autorice la casación por alguna de las causales del art. 768 del CPC
Podría darse también el caso de un fallo en que no exista infracción de

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ley y tan sólo exista una muy abusiva o arbitraria apreciación de los
hechos, cuestión que no es susceptible del recurso de derecho estricto
como lo es la casación en el fondo". Dicha lectura es cuestionable
tomando en consideración que el texto del art. 549 letra a), en cuanto
señala que se debe declarar inadmisible el recurso de queja cuando
contra la resolución impugnada proceden otros recursos, ya sea
ordinarios o extraordinarios.

4º.- Por último, en concepto de Tavolari Oliveros, es menester agregar


como requisito que sean "resoluciones de carácter jurisdiccional", de
acuerdo al texto del inciso primero del art. 545 del COT. En este sentido,
"deja fuera del control disciplinario del recurso, las resoluciones no
jurisdiccionales de los tribunales, como son, por ejemplo, las que
imponen sanciones a los inferiores; las que se emiten con ocasión de los
nombramientos (...) en otros términos, toda la intensa actividad
administrativa que desarrollan jueces y tribunales". Por lo mismo y en
virtud de esta conclusión "puede afirmarse que no existe queja contra la
queja...".

A partir de este último requisito, Barahona A. apoya su tesis —


referente a que el recurso de queja tiene efecto jurisdiccional, no siendo
estrictamente disciplinario—, puesto que dice: "¿no es acaso
contradictorio que se lo haga sólo aplicable a las resoluciones
jurisdiccionales cuando, de ser una institución que tiene por exclusivo
fundamento la disciplina funcionaria, por la que se ha de velar en todo
ámbito, no sólo en el jurisdiccional, debiera ser aplicable a toda clase de
resoluciones?".

Como conclusión de los requisitos antes analizados, podemos extraer


que el recurso de queja tiene importantes fuertes limitaciones respecto
de su campo de acción, dejando escasas resoluciones que todavía
pueden atacadas por éste. En este sentido, Piedrabuena Richard recopila
las siguientes:

"a) Sentencias dictadas por jueces árbitros de derecho, siempre que


sean definitivas o interlocutorias que pongan término al juicio o hagan
imposible su prosecución; (...) y siempre que no sean susceptibles de
otro recurso ordinario o extraordinario.

Podría darse este caso excepcional, si las partes de acuerdo al art. 239
del COT han renunciado a todos los recursos, y

c) Sentencias de segunda instancia definitivas o interlocutorias que


pongan término al juicio o hagan imposible su prosecución, dictadas en

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el procedimiento de la ley de los Juzgados de Policía Local, porque el art.
38 de la ley establece que no procede el recurso de casación".

Asimismo, el profesor Ugalde agrega como otra resolución


impugnable: "La sentencia definitiva de segunda instancia pronunciada
en el procedimiento especial para la aplicación de ciertas multad del
artículo 165 del Código Tributario".

Otro ejemplo de resolución impugnable "que ha sido aceptable por la


Corte Suprema es contra la sentencia que declara inadmisible el recurso
de protección dictada por las Cortes de Apelaciones, al no ser ésta
susceptible del recurso de apelación...".

Por último, cabe recordar la discusión doctrinaria referente a la


procedencia del recurso de queja en los nuevos regímenes procesales
(entiéndase penal y laboral) a la que hicimos referencia anteriormente.

En este sentido: Se ha acogido el recurso de queja contra la resolución


declara por abandonado un recurso de nulidad, tal y como citamos
anteriormente. Asimismo, se ha discutido, tal como mencionamos, que
podría ser impugnable por medio del recurso de queja la sentencia que
falla el recurso de nulidad en materia procesal penal, existiendo casos
como el antes mostrado, en que han sido acogidos dichos recursos. En
este sentido, muy importante será establecer: ¿Cuál es alcance de
normas como el art. 387 del Código Procesal Penal?

Como conclusión definitiva de todo lo apuntado en este Título, Tavolari


O., ha declarado "que en la letra y espíritu de la ley, el legislador ha
conseguido su finalidad; el recurso de queja está, de hoy en más,
prácticamente proscrito del ordenamiento ritual nacional...". Sin
embargo, el mismo autor pone coto a su aseveración, puesto que el
mismo art. 545 del COT, consagra que la Corte Suprema tiene como
atribución, la posibilidad de actuar de oficio en ejercicio de sus
facultades disciplinarias —esto es, impugnar de oficio de queja, las
resoluciones que llegan a su conocimiento—, las cuales, como veremos
posteriormente, tienen ciertas diferencias con el recurso de queja
deducido como acto de parte.

ANÁLISIS JURISPRUDENCIAL

d) Sólo procede contra sentencias definitivas e interlocutorias que


pongan término al juicio o hagan imposible su continuación no
procediendo otros recursos

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i) Conforme al actual artículo 545 del Código Orgánico de Tribunales,
modificado por el artículo 1º Nº 18 de la recién mencionada ley, el cual
rige también desde el 20 de mayo último en virtud de la norma
transitoria antes citada, sólo son susceptibles del recurso de queja las
sentencias definitivas y las interlocutorias que ponen fin al juicio o hacen
imposible su continuación, siempre que en su contra no procedan otros
recursos ordinarios o extraordinarios, de suerte que procediendo en este
caso, como se ha visto, el recurso extraordinario de casación, queda
excluida esta vía disciplinaria (considerando 2º).

Además el certificado acompañado al recurso no reúne todas las


menciones que requiere la ley al no singularizar el expediente en que se
dictó la resolución que impugna ni al apoderado ni al abogado
patrocinante de la parte contraria (considerando 3º).

Corte Suprema, 5 de julio de 1995, rol Nº 31758, Proveído por los


Ministros señores Alvarez; Garrido y Libedinsky y los Abogados
Integrantes señores Montes y Pfeffer. Cita online: CL/JUR/1089/1995

ii) El artículo 545 del Código Orgánico de Tribunales indica que el


recurso de queja sólo procede respecto de sentencia interlocutoria que
ponga fin al juicio o haga imposible su continuación o definitiva,
naturaleza de la cual manifiestamente no participa la resolución
recurrida, puesto que al rechazar la reposición antes aludida no es ni
sentencia interlocutoria que ponga término al juicio o impida su
prosecución, ni definitiva, de lo que se desprende que el recurso se ha
dirigido en contra de una resolución que no lo admite.

Corte Suprema, 11 de diciembre de 1996, rol Nº 441-1996,


Pronunciada por los Ministros señores Luis Correa, Mario Garrido y
Marcos Libedinsky y los Abogados Integrantes señores Fernando Castro
y Vivian Bullemore. Cita online: CL/JUR/1420/1996

iii) El artículo 545 del Código Orgánico de Tribunales dispone que el


recurso de queja sólo procede respecto de sentencias interlocutorias que
pongan fin al juicio o hagan imposible su continuación o definitivas,
naturaleza de la cual manifiestamente no participa la resolución
recurrida, puesto que al confirmar la negativa de someter a proceso al
querellado, no es ni sentencia definitiva ni interlocutoria de aquellas que
ponen término al juicio o impidan su prosecución, de lo que se
desprende que el recurso se ha dirigido contra una resolución que no lo
admite.

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Corte Suprema, 2 de julio de 1996, rol Nº 2431-1996, Segunda Sala,
Ministros Sres.: Lionel Béraud, Germán Valenzuela, Adolfo Bañados y
Luis Correa y Abogado Integrante Mario Verdugo. Cita online:
CL/JUR/585/1996

iv) En cuanto a la decisión de las medidas alternativas al


cumplimiento efectivo de la pena privativa de libertad, el fallo no tiene el
carácter de ser una sentencia definitiva o interlocutoria que ponga
término al juicio o haga imposible su continuación. De conformidad,
además, con lo dispuesto en los artículos 545 y 549 del Código Orgánico
de Tribunales, se rechaza, por inadmisible, el recurso de queja
interpuesto.

Sin perjuicio de lo resuelto, teniendo en consideración que en autos no


se reúnen los requisitos que el legislador exige en los artículos 4º y 5º
de la ley Nº 18.216, se invalida de oficio la sentencia de segunda
instancia.

Corte Suprema, 13 de agosto de 1998, rol Nº 1960-1998,


Pronunciado por los Ministros señores Guillermo Navas B., Alberto
Chaigneau del C., Enrique Cury U. y José Luis Pérez Z. y el Abogado
Integrante señor Vivian Bullemore G. Cita online: CL/JUR/1871/1998

v) El artículo 545 del Código Orgánico de Tribunales indica que el


recurso de queja sólo procede respecto de sentencias interlocutorias que
pongan fin al juicio o hagan imposible su continuación o definitivas,
naturaleza de la cual no participa la recurrida, de lo que se desprende
que el recurso se ha dirigido en contra de una resolución que no lo
admite. Del mérito de los antecedentes que se tienen a la vista, aparece
que se ha practicado una incompleta investigación de los hechos
denunciados y de conformidad a lo dispuesto en el artículo 541 del
Código Orgánico de Tribunales, actuando esta Corte de oficio, repone el
proceso al estado de sumario, debiendo el Ministro instructor practicar
una serie diligencias que se indican.

Corte Suprema, 7 de mayo de 2001, rol Nº 2594-2000, Pronunciado


por los Ministros señores Alberto Chaigneau del C., Enrique Cury U.,
José Luis Pérez Z. y Milton Juica A. y el Abogado Integrante señor José
Fernández R. Cita online: CL/JUR/2295/2001

En el mismo sentido:

Corte Suprema, 4/01/2012, rol Nº 15586-2011,

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Cita online: CL/JUR/4226/2012

Corte Suprema, 3/05/2012, rol Nº 826-2012,

Cita online: CL/JUR/865/2012

Corte Suprema, 4/12/2001, rol Nº 4245-2001,

Cita online: CL/JUR/4755/2001

e) El Recurso de Queja procede siempre que no procedan otros


recursos ordinarios o extraordinarios en contra de la resolución recurrida

i) La naturaleza jurídica de la resolución de que se trata no puede ser


otra que la de una sentencia definitiva dictada en un procedimiento que
se ha vuelto contencioso y que ha puesto fin a la instancia, resolviendo
la cuestión o asunto que ha sido objeto del juicio, esto es, reiterando, la
fijación de la visita pedida por el actor (considerando 4º).

La resolución dictada no admite apelación sino sólo en el caso de que


se deniegue la visita, vale decir, únicamente el actor dispone
eventualmente del derecho de recurrir de apelación, y el opositor que se
presentó carece de algún recurso ordinario o extraordinario frente a ella,
resultado entonces aplicable el artículo 545 del Código Orgánico de
Tribunales que establece el recurso de queja y, en consecuencia puede
hacer uso de él, al concurrir los requisitos contemplados por el artículo
549 del mismo referido ordenamiento legal (considerando 5º).

Corte Suprema, 25 de julio de 2001, rol Nº 1728-2001, Pronunciado


por los Ministros señores Ricardo Gálvez B., Orlando Álvarez H.,
Domingo Yurac S. y los Abogados Integrantes señores Manuel Daniel A.
y Fernando Castro A. Cita online: CL/JUR/4642/2015

ii) El recurso de nulidad es un medio de impugnación extraordinario


cuya finalidad es la invalidación del juicio y la sentencia definitiva, o sólo
esta última, cuando aquella incide en un procedimiento viciado o cuando
en su pronunciamiento hubiere existido infracción sustancial de
derechos o garantías o una errónea aplicación del derecho con influencia
en lo dispositivo de la misma. De dicho concepto resulta evidente que el
recurso se circunscribe a determinadas causales, las que deben ser
invocadas por el recurrente y fijan en definitiva la competencia del
tribunal ad quem, pudiendo, en todo caso, invocarse varias causales
respecto de las cuales se debe consignar si lo son en forma conjunta o
subsidiaria. (Cons. 4º)

455
Efectivamente puede sostenerse que el recurso deducido en virtud de
diversas causales constituye, en cuanto a su forma, una unidad desde el
momento que las mismas deben invocarse en un mismo y único acto
procesal, pues conforme con lo dispuesto en el inciso segundo del
artículo 379 del Código Procesal Penal, una vez interpuesto el recurso no
podrán invocarse nuevas causales. Sin embargo no puede sostenerse
que tal unidad implica, en cuanto al fondo de la impugnación, una
confusión de las causales esgrimidas por el recurrente, sea en forma
conjunta, sea en forma subsidiaria, toda vez que los diversos motivos de
nulidad deben fundamentarse separadamente como lo ordena el inciso
segundo del artículo 378 del citado cuerpo legal (considerando 5º).

Los jueces recurridos se avocaron a examinar la admisibilidad del


recurso, sin embargo se pronunciaron sólo respecto de la causal
subsidiaria invocada por la defensa, considerando que en la misma no se
formularon peticiones concretas por no haberse indicado los términos en
que debía dictarse la sentencia de reemplazo, resultando contradictoria
la aplicación del artículo 385 del Código Procesal Penal, falta que
además, el propio recurrente habría reconocido en estrados, según
consta del acta levantada al efecto estimando que ello resultaba ser un
obstáculo para el pronunciamiento que debería efectuar el Tribunal en
virtud de lo previsto en el artículo 360 del Código Procesal Penal, que
fija la competencia del tribunal en dicha materia, procediendo a declarar
inadmisible el recurso de nulidad intentado en su totalidad, sin haber
emitido pronunciamiento respecto de admisibilidad del motivo absoluto
de nulidad esgrimido como principal en el libelo, análisis del cual
ciertamente no pudieron sustraerse, y que obviamente causa
indefensión al acusado, privándolo del recurso por la causal ignorada por
los jueces ad quem (considerando 8º).

Al declarar la inadmisibilidad del recurso de nulidad interpuesto, los


jueces incurrieron en falta o abuso grave, al apartarse del sentido y
alcance de las normas contenidas en los artículos 378 y 383, ambas del
Código Procesal Penal, que autorizan tal declaración, motivo por el cual,
y ante la magnitud de la falta, se hará uso de las facultades
disciplinarias previstas en el artículo 545 del Código Orgánico de
Tribunales, a fin de corregir ésta, procediéndose por la vía ordinaria y
general del recurso, que resulta aplicable ante la naturaleza de la
resolución que declara la inadmisible el recurso de nulidad, que reviste
el carácter de interlocutoria que pone fin al juicio y hace imposible su
continuación, y que además, no es susceptible de recurso alguno,
ordinario o extraordinario (considerando 9º).

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Corte Suprema, 6 de mayo de 2008, rol Nº 161-2008, Pronunciado por
la Segunda Sala integrada por los Ministros Sres. Nibaldo Segura P.,
Rubén Ballesteros C., Hugo Dolmestch U., Carlos Künsemüller L. y el
Abogado Integrante Sr. Fernando Castro A. Redacción del Ministro Sr.
Rubén Ballesteros Cárcamo. Cita online: CL/JUR/5117/2008

iii) El recurso de queja deducido en autos dice relación con una


sentencia simplemente confirmatoria de la de primera instancia, que fue
apelada por el propio recurrente de queja, lo que importa que se ha
ejercido un recurso ordinario respecto de lo resuelto.

Corte Suprema, 15 de enero de 1995, rol Nº 33485, Pronunciada por


los Ministros señores Enrique Zurita, Hernán Álvarez, Mario Garrido y
Marcos Libedinsky y el Abogado Integrante señor Arturo Montes.
Cita online: CL/JUR/1187/1996

6. PERSONAS QUE PUEDEN INTERPONER EL RECURSO DE QUEJA

ANÁLISIS DOCTRINAL

Del texto del art. 548 del Código Orgánico de Tribunales, se desprende
que el titular del recurso de queja tiene que cumplir dos requisitos
esenciales: "Ser parte en el juicio en el cual se dictó la resolución.
Además debe haber sido agraviado con la grave falta o abuso cometida
por el juez con motivo de la dictación de la sentencia". Este último
requisito no estaba contemplado en el Código antes de la reforma legal
sino solamente en el Auto Acordado de 1972 que regulaba el recurso de
queja, "consignándose así, el requisito común a todo recurso: el
agravio".

Sin embargo, según Barahona A., el sujeto titular del recurso de


queja, puede ser más amplio porque "pueden deducirlo quienes tengan
calidad de partes en el juicio civil, penal o administrativo. Además, lo
pueden hacer todos los terceros ajenos al pleito que hayan resultado
afectados por la falta o abuso cometido en una resolución jurisdiccional
arbitraria. Por ejemplo, en materia civil lo pueden deducir, además del
demandante o demandado, los terceros coadyuvantes, independientes o
excluyentes y, aun, los terceros ajenos al juicio que hubieren resultado
agraviados por la falta o abuso grave cometido en la dictación de
resoluciones jurisdiccionales".

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Asimismo, el Código Orgánico de Tribunales señala que los Tribunales
Superiores de Justicia, pueden de oficio emplear sus facultades
disciplinarias.

Éstas se justifican, según los Informes de la Comisión del Senado —


que aconsejan mantener el régimen antiguo, respecto a este tema—,
por el siguiente motivo: "sin perjuicio de dejar intacta la atribución de la
Corte Suprema para actuar de oficio cuando lo estime procedente en
ejercicio de sus facultades disciplinarias, toda vez que sólo se limita el
recurso de queja, que es el instrumento que la ley confiere a las partes
para impetrar del tribunal el ejercicio de las aludidas facultades...".

La fuente legal de éstas —para el caso de la Corte Suprema— emana


de la parte final del inc. 1º del art. 545 del Código Orgánico de
Tribunales, que señala: "El recurso de queja tiene por exclusiva finalidad
corregir las faltas o abusos graves cometidos en la dictación de
resoluciones de carácter jurisdiccional. Sólo procederá cuando la falta o
abuso se cometa en sentencia interlocutoria que ponga fin al juicio o
haga imposible su continuación o definitiva, y que no sean susceptibles
de recurso alguno, ordinario o extraordinario, sin perjuicio de la
atribución de la Corte Suprema para actuar de oficio en ejercicio de sus
facultades disciplinarias".

En el caso de las Cortes de Apelaciones, la fuente normativa se


encontraría en el art. 538 del COT según Barahona Avendaño, norma
que estipula: "Pueden las Cortes de Apelaciones ejercer de oficio las
facultades que se les confieren por los dos artículos anteriores". En
referencia al 536 del COT que señala: "En virtud de la atribución de que
habla el artículo anterior, las Cortes de Apelaciones oirán y despacharán
sumariamente y sin forma de juicio las quejas que las partes agraviadas
interpusieren contra los jueces de letras por cualesquiera faltas y abusos
que cometieren en el ejercicio de sus funciones; y dictarán, con previa
audiencia del juez respectivo, las medidas convenientes para poner
pronto remedio al mal que motiva la queja".

Por su parte, Piedrabuena Richard, agrega como fuente de su


competencia, el inciso final del art. 545 que habla genéricamente de los
"Tribunales Superiores de Justicia". Aunque en esta expresión el
tratadista cree que la expresión es aún más lata, declarando en el
siguiente sentido: "la facultad de invalidar resoluciones judiciales, de
oficio, le corresponde a todo tribunal superior, sea Corte Suprema,
Cortes de Apelaciones, Corte Marcial, etc...". Por su parte —tal como
desarrollaremos posteriormente—, Tavolari O. no cree que las Cortes de
Apelaciones tengan dichas facultades.

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Respecto de estas atribuciones, Piedrabuena opina que las limitaciones
referidas a la interposición del recurso de queja, que dicen relación con:
a) el tipo de resolución impugnable y b) si proceden recursos ordinarios
o extraordinarios contra aquélla, no proceden en la aplicación de esta
potestad y en sentido declara: "Sería absurdo suponer que a partir de la
ley Nº 19.374 y por estar sumamente restringido el recurso de queja,
las faltas a la disciplina judicial, incluyendo las que se cometen en las
resoluciones judiciales, van a estar excluidas, de la superintendencia
correccional de los Tribunales Superiores de Justicia.

Nuestra tesis (sic) es que se mantienen incólumes las facultades


disciplinarias que tienen los tribunales superiores y que se establecen en
los arts. 535, 536, 537, 538, 540 y 541 del COT en relación con el art.
79 de la Constitución Política.

Dichas normas no fueron modificadas ni pueden entenderse derogadas


implícitamente. Sólo una ley orgánica constitucional expresa puede
privar a los tribunales superiores de esta superintendencia correccional y
además en el caso de la Corte Suprema se requiere de una reforma
constitucional".

Finalmente añade —en concordancia con su tesis intermedia— que:


"de modo que también se le reconocen facultades oficiosas a las Salas
de las Cortes, aunque pensamos que también tiene esa facultad el Pleno
del Tribunal en el mecanismo de la queja disciplinaria y actuando de
oficio".

Por la otra vereda, el profesor Tavolari en sentido contrario a lo


señalado por Barahona y Piedrabuena, extrae del inciso primero del art.
545 del COT y de los Informes de las Comisiones parlamentarias, las
siguientes conclusiones:

"a) Que la Corte Suprema queda autorizada para ejercer oficiosamente


sus atribuciones disciplinarias, por las faltas o abusos cometidas en
cualquier resolución que llegue a su conocimiento a virtud de un recurso
de queja procedente o improcedente; (...)

b) Que las Cortes de Apelaciones no pueden proceder de oficio, con


motivo del conocimiento que tomen, a raíz del recurso de queja, de
faltas o abusos cometidos;

c) En fin, que ejerciendo facultades disciplinarias, la Corte Suprema no


podrá, de oficio, invalidar, modificar o enmendar resoluciones
jurisdiccionales contra las que sean procedentes recursos ordinarios o

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extraordinarios, salvo que hayan sido dictadas por árbitros
arbitradores...".

Tal como se observa del punto b), según este académico las Cortes de
Apelaciones no tienen estas atribuciones y que no se pueden invalidar o
modificar sentencias, en la utilización de estas atribuciones, en razón de
que el art. 545 sólo habla de las facultades de oficio que puede ejercer
la Corte Suprema.

Y la conclusión c), se justifica porque en el oficio Nº 000615 que envía


la Corte Suprema y cuya idea es rescatada por el Primer Informe de la
Comisión del Senado relativa a la ley Nº 19.374, se señala: "En nuestro
país se encuentra plenamente consagrado el principio de la doble
instancia, con la existencia de jueces letrados unipersonales de primera
instancia, del recurso de apelación y de tribunales colegiados de
segunda instancia (...) que revisan por la vía de la consulta o la
apelación buena parte de las decisiones dictadas por aquéllos,
destacando que el recurso de casación fue establecido por el legislador
"con carácter de extraordinario, cuyo conocimiento entregó en principio
a la Corte Suprema", con la finalidad de mantener la legalidad revisando
—no los hechos— sino el derecho, en particular tratándose del recurso
de casación en el fondo". En este sentido, los hechos serán controlados
por los jueces del fondo, en segunda instancia y el derecho por la Corte
Suprema, pero por medio del arbitrio de la casación; llegando así a la
conclusión de que "una sana interpretación de las facultades
disciplinarias, ha de llevarles al sano constituyente de 1823, que no
permitía a la Corte alterar lo juzgado por los jueces que faltan o
abusan".

Frente a esta posición, Barahona Avendaño cree que es conveniente


que exista en uso de las facultades de oficio, la posibilidad de modificar
sentencias, porque "en la alternativa Derecho-Justicia siempre se debe
estar por esta última, de modo que se interprete la norma dudosa en
forma justa. Nadie podría negar que en los casos en que las Cortes han
obrado de la forma mencionada, las más de las veces sus resultados
han ido cargados de equidad...".

Respecto de la forma en que deben utilizar estas atribuciones los


Tribunales Superiores de Justicia, Mosquera y Maturana señalan: "No
obstante la declaración de la inadmisibilidad, consideramos que la Corte
puede proceder de oficio. Si bien la ley no lo dice de manera expresa,
debemos tener presente que los artículos 538 y 541 inc. 2º del Código
Orgánico de Tribunales se mantienen plenamente vigentes, y que el art.
545 del mismo cuerpo legal contempla expresamente la facultad de la

460
Corte para proceder de oficio, lo que es concordante con lo establecido
en el art. 82 de la Constitución Política del Estado".

A juicio de Piedrabuena R. cree, que la forma más conveniente de que


los tribunales ejerzan de oficio estas facultades es a través de la queja
disciplinaria del art. 544 del COT, en este sentido postula, la siguiente
forma de tramitación: "Volvemos a la ley de 1875 que sólo se refería a
la queja y no al recurso de queja y los plenos de los Tribunales
Superiores entran a conocer no sólo de las faltas o abusos cometidos en
actuaciones que no son constitutivas de resoluciones judiciales sino que
también aquellas cometidas en resoluciones no susceptibles del recurso
de queja.

El pleno del tribunal escuchará al juez recurrido y apreciará si existe


gravedad suficiente en la falta cometida y si ello es así procederá a
sancionar al juez y a invalidar la resolución o a modificarla, si ello es
necesario para remediar el mal causado.

En el curso del trámite de la queja disciplinaria, la Corte puede


ordenar no innovar por si la queja prospera y por si, para remediar con
prontitud el mal causado, deba invalidarse una resolución.

De este, modo si bien la acción disciplinaria de los litigantes se ve


restringida, se ensancha la aplicación de la superintendencia
correccional a cargo del Pleno de las Cortes.

Refuerza esta alternativa la consideración de que no es posible que


queden sin curso sanción una serie de faltas o abusos que se cometen
en las resoluciones judiciales y que no podrían ser reclamadas por la vía
del recurso de queja.

En este caso, la queja disciplinaria se ve en cuenta y no se le aplica el


procedimiento del recurso de los arts. 549 y 548.

El plazo para la queja disciplinaria está fijado en el auto acordado y es


de 60 días, y no es de 5 días como en el recurso. No hay tampoco
consignación, multas o costas".

ANÁLISIS JURISPRUDENCIAL

Que el hecho que el recurrente de queja no sea parte en el juicio


arbitral respecto del que reclama, no impide que pueda ejercer los
recursos que franquea la ley, por cuanto aparece claramente establecido

461
que tiene un interés jurídico comprometido que lo legitima para deducir
el presente recurso.

Corte Suprema, 22 de julio de 1993, rol Nº 7775. Pronunciado por los


señores Enrique Zurita, Osvaldo Faúndez, Luis Correa, Eugenio
Valenzuela y José Fernández. Cita online: CL/JUR/1516/1993

7. CAUSAL DE QUEJA

ANÁLISIS DOCTRINAL

Recordando la historia de la tramitación legislativa del proyecto de ley


que daría a luz a la ley Nº 19.374; en el Mensaje "el Ejecutivo propuso
que se corrigieran por este camino, "las faltas o abusos de gravedad
extrema que se cometieren en la dictación de resoluciones
jurisdiccionales".

Modificando así, la situación vigente en aquella época que permitía


modificar la resolución impugnada "por cualquier falta o abuso" (puesto
que de su lectura únicamente se apreciaba la concurrencia del requisito,
sin el perjuicio —el cual únicamente se establecía para la hipótesis Nº 4,
a modo de ejemplo—) y además eliminaba la enumeración
(ejemplificativa y no taxativa) de casos donde se entendía que existía
falta o abuso, para el legislador. La "intención de esta nueva redacción
fue resolver el problema del exceso de causas, puesto que se restringen
enormemente las posibilidades de procedencia". Munita H. discrepa de
esta lectura, en cuanto a la inexistencia del requisito del "agravio" en la
regulación antigua.

Respecto a este texto presentado por el Ejecutivo, el profesor Colombo


Campbell en su calidad de invitado a la Comisión que revisó el proyecto
en el Senado "opinó que debía eliminarse el adjetivo extrema, por
considerar "que está implícito que la falta o abuso debe ser grave, pues
de otra manera no influiría en lo resolutivo del fallo". Misma
modificación pidió la Corte Suprema, al contestar el oficio enviado por el
Senado, para que se refiriera al proyecto de ley presentado. De esta
forma, se adoptó en el texto propuesto la sugerida modificación, el cual
finalmente terminó configurando el inciso primero del art. 545 del COT
que se conoce en la actualidad.

462
Esta norma en la primera parte de su inciso primero, señala: "El
recurso de queja tiene por exclusiva finalidad corregir las faltas o abusos
graves cometidos en la dictación de resoluciones de carácter
jurisdiccional", de lo cual Mosquera y Maturana desprenden que la
causal que lo configura es, en consecuencia: la falta o abuso grave
cometida por el tribunal es la causal que hace procedente la
interposición del recurso de queja en contra del funcionario que la
pronunció.

De esta forma, los académicos, utilizando los elementos normativos


entregados por el texto, entregan la siguiente interpretación de los
términos que constituyen la causal: "De acuerdo al Diccionario de la
Real Academia "la falta" es la infracción voluntaria de la ley, ordenanza
o reglamento a la cual se señala una sanción leve. En este sentido,
utiliza el art. 537 del Código Orgánico de Tribunales la expresión falta,
permitiendo la imposición de sanciones leves respecto de las conductas
de los inferiores. Por otra parte, de acuerdo al Diccionario referido, el
abuso es "la acción de abusar; uso excesivo de alguna cosa;
exageración, extralimitación. Por otra parte, abusar significa usar
excesivamente, en forma injusta o indebida de alguna cosa. De acuerdo
con ello, abuso será usar mal, de una manera impropia o indebida una
facultad".

Por su parte, Munita conceptualiza este término —basándose en las


definiciones del Diccionario Jurídico de Escriche y el texto del antiguo
inc. 3º del art. 540 del COT— como: "la falta o abuso siempre
representa una violación de deberes, sea por ignorancia o en forma
maliciosa". Asimismo agrega el académico que: "el juez viola sus
deberes en una sola forma posible: pasando por encima de los textos
legales vigentes (...) Cuando el juez sufre equivocaciones que no
importen claramente violación de ley, no comete faltas ni abusos,
aunque sea mucho el perjuicio que su equivocación provoque".

Asimismo y sobre la base de los criterios entregados por la Corte


Suprema, los autores Mosquera y Maturana han llegado a la conclusión
de que constituyen una "falta o abuso", los siguientes casos:

"a.- Contravención formal de la ley.

b.- Interpretación errada de la ley.

c.- Falsa apreciación de los antecedentes del proceso".

463
La letra a) se produce "cuando el juez, no obstante el texto claro y
expreso de la ley, se aparta de ella en la dictación de una resolución
judicial".

Respecto de la letra b), "la errada interpretación de la ley se


produce cuando el Tribunal al aplicar la ley incurre en un error de
interpretación al vulnerar las reglas legales establecidas para ese efecto,
en especial las contempladas en los arts. 19 a 24 del Código Civil".

La letra c), "concurre (...) cuando se dicta una resolución judicial o


fallo de manera arbitraria, apreciándose erróneamente los antecedentes
del proceso".

Concuerda con la clasificación realizada por los otros autores Munita


H., señalando, a modo de coherencia argumentativa —con lo expuesto
anteriormente—, que en éstos casos existe falta o abuso porque hay
"violación de la ley" por parte del juez. Asimismo agrega lo siguiente:
"En todo caso, lo importante es que cualquiera interpretación, sea
doctrinal o jurisprudencial, debe orientarse hacia la finalidad clara de la
ley, cual es, el fin esencialmente disciplinario del recurso en cuestión".
Señala además que —siguiendo la tendencia de los tribunales— no
procede el recurso de queja, para impugnar libelos basados en "malas
apreciaciones jurídicas por el Tribunal, ya sea de errores de hecho o de
interpretación legales (sic). La tendencia se puede expresar con esta
frase: "el error no constituye falta o abuso". Misma apreciación tienen
los profesores Barahona, Mosquera y Maturana.

Finalmente, como reflexión respecto a la redacción del artículo y de


las discusiones que constituyeron su génesis, Tavolari O. extrae la
siguiente idea, respecto a la configuración de la causal: "Aunque la
Comisión no lo planteara en términos técnicos ni tampoco lo recogiera el
Mensaje, lo que una y otro han planteado, en el fondo, es la idea de
incorporar lo que la doctrina denomina el "principio de trascendencia",
exigencia del perjuicio, para invalidar actuaciones...".

Por su parte, Barahona Avendaño está de acuerdo con esta


apreciación y define el agravio en el presente recurso de queja, como "la
lesión que afecta a sus intereses (...) que se manifiesta a través de la
falta o abuso que influye en lo dispositivo de la resolución
jurisdiccional".

Además agrega: "Si le damos a la institución un carácter


únicamente disciplinario, y si por definición toda falta o abuso es grave,
no tendría sentido tal calificación de las conductas que sirven de base

464
para el recurso. Por el contrario, esa calificación se hace indispensable si
consideramos a la institución como idónea para impugnar resoluciones,
puesto que así se evita que cualquier discrepancia jurídica sea suficiente
mérito para su interposición". Justificando así que el recurso de queja en
la actualidad tiene efectos jurisdiccionales.

Piedrabuena R., a su vez, declara: "En mi concepto, si acaso el


recurso de queja es disciplinario y no jurisdiccional, el tema no tiene
mayor importancia. La tendría si tuviere influencia el fallo en la
resolución judicial para evitar que cualquier error o discrepancia diere
lugar a la queja".

Sin embargo, para dar operatividad a la calificación de "grave", debe


realizarse la siguiente lectura: "Pero si el recurso es disciplinario y si por
su naturaleza toda falta o abuso judicial es grave, la mayor o menor
gravedad puede influir en la naturaleza de las sanciones...".

Asimismo agrega, en cuanto a la calificación de la gravedad: "la


apreciación de la "gravedad de la falta" corresponderá a los Tribunales
Superiores, privativamente".

ANÁLISIS JURISPRUDENCIAL

f) El recurso de queja sólo procede ante la falta y/o abuso, siendo


propio de los recursos ordinarios toda decisión que no importe un
comportamiento reprochable

El recurso de queja se encuentra contemplado en el Título XVI del


Código Orgánico de Tribunales, que trata De la Jurisdicción Disciplinaria
y de la Inspección y Vigilancia de los Servicios Judiciales,
específicamente en su párrafo primero sobre Las Facultades
Disciplinarias, y de acuerdo al artículo 545 de ese cuerpo legal,
solamente procede cuando en la resolución que la motiva se haya
incurrido en falta o abuso, en errores u omisiones manifiestos y graves,
por lo que toda decisión que no importe un comportamiento
reprochable, tendrá que ser impugnada mediante los recursos
procesales ordinarios que pueda franquear la legislación (considerando
1º)

En el presente caso el Sr. juez recurrido es un árbitro a quien se le


confirió la calidad de arbitrador en cuanto al procedimiento y de derecho
en cuanto al fallo, quien, como se señala en la cláusula séptima del
contrato de promesa de compraventa agregado a los autos arbitrales
que se han tenido a la vista, fallará sin forma de juicio, en única

465
instancia, renunciando desde ya las partes a cualquier recurso que
pudiere interponerse en contra de sus resoluciones (considerando 2º).

Tratándose de un juez árbitro que debe fallar conforme a derecho, no


le corresponde entrar a suplir o interpretar la voluntad de las partes en
lo tocante a un punto o exigencia esencial de la ley para que el contrato
de que se trata una promesa de celebrar otro contrato tenga plena
validez, pues al hacerlo se contraviene directamente la ley, otorgándole
eficacia a un acto que no la tiene, cuestión esta última que es de toda
claridad de acuerdo al texto del artículo 1554 del Código citado y a la
reiterada jurisprudencia sobre la materia, que concluye que esa norma
es especial e imperativa y que sus requisitos deben reunirse tanto
simultánea como copulativamente (considerando 7º).

Corte de Apelaciones de Santiago, 10 de abril de 2000, rol Nº 1463-


2008, Pronunciada por el Ministro señor Lamberto Cisternas R. y
Abogados Integrantes señores Domingo Hernández E. y Raúl Allendes O.
Redacción del Ministro señor Cisternas. Cita online: CL/JUR/1744/2000

g) La falta o abuso cometido debe ser de carácter grave e importante,


no bastando la discrepancia con el criterio del tribunal a quo

ii) Del mérito de los antecedentes, del expediente traído a la vista y lo


informado, aparece que los jueces recurridos han procedido en uso del
derecho privativo que les confiere la ley en la interpretación de las
normas jurídicas en relación a las situaciones de hecho que deben
conocer, caso en el cual no se desprende que los sentenciadores hayan
incurrido en las faltas o abusos graves que se les reprochan (SCS,
09.11.2005, rol Nº 4086 05). Asimismo, ha establecido que la diferencia
de pareceres respecto de la tipicidad o atipicidad penal de una conducta
determinada es una controversia entre distintos criterios interpretativos
y no obstante la solidez que pueda tener uno u otro representa una
cuestión ajena al cometido propio del recurso extraordinario de queja.
Otro arbitrio procesal es el encargado de conservar la legalidad
mediante una revisión de la aplicación del derecho (SCS, 2008, rol
Nº 6300-2007) (considerando 11º).

La falta o abuso que hace procedente el recurso de queja es sólo la


que tiene el carácter de grave, vale decir, de mucha entidad o
importancia y, en la medida que la falta cometida reúna tal
característica, debería aplicarse a los jueces respectivos una sanción
disciplinaria. Una mera discrepancia entre un litigante y el tribunal
encargado de conocer y fallar el negocio, en torno al sentido y alcance
de determinada norma jurídica, no es, en caso alguno, idónea para

466
configurar la gravedad exigida al comportamiento jurisdiccional
impugnado, ni para desencadenar una sanción tan drástica
(considerando 12º).

Corte Suprema, 14 de octubre de 2008, rol Nº 1819-2008,


Pronunciado por la Segunda Sala integrada por los Ministros Sres.
Nibaldo Segura P., Rubén Ballesteros C., Hugo Dolmestch U., Carlos
Künsemüller L. y el Abogado Integrante Sr. Óscar Carrasco A.
Cita online: CL/JUR/3793/2008

iii) El recurso de queja, en tanto persigue modificar, enmendar o


invalidar resoluciones judiciales pronunciadas con falta o abuso,
constituye un medio extraordinario destinado a corregir la arbitrariedad
judicial, mediante la imposición de medidas disciplinarias a los
recurridos ante la existencia de un defecto que afecte al compareciente,
manifestado en un error grave y notorio, de hecho o de derecho, sin
perjuicio de las atribuciones de esta Corte para proceder de oficio, con
arreglo al artículo 545 del Código Orgánico de Tribunales (considerando
2º).

Los recurridos, al estimar concurrentes la responsabilidad


contravencional y civil de la entidad educacional denunciada, han
procedido con falta o abuso de carácter grave, defecto que sólo puede
ser corregido a través de esta vía, por lo que esta Corte haciendo uso de
sus facultades correccionales, dará lugar al arbitrio intentado, y dejará
sin efecto la decisión objetada (considerando 12º).

Acordada con el voto en contra del Ministro señor Ballesteros y del


Abogado Integrante señor Chaigneau, quienes estuvieron por invalidar
de oficio todo lo obrado en los autos Nº 10.372 5/2008, rol del Cuarto
Juzgado de Policía Local de Santiago, por estimar que dicho tribunal es
incompetente absolutamente para conocer de las acciones instauradas
en autos.

Corte Suprema, 5 de mayo de 2010, rol Nº 8010-2009, Pronunciado


por la Segunda Sala integrada por los Ministros Sres. Jaime Rodríguez
E., Rubén Ballesteros C., Hugo Dolmestch U., Carlos Künsemüller L. y
el Abogado Integrante Sr. Alberto Chaigneau del C.Cita online:
CL/JUR/3456/2010

iv) El recurso de queja constituye un arbitrio extraordinario de carácter


disciplinario y destinado a corregir la arbitrariedad judicial mediante el
ejercicio de esta jurisdicción, modificando las decisiones respectivas e
imponiendo medidas disciplinarias a los jueces recurridos ante la

467
existencia de errores graves y notorios, de hecho o de derecho, que
causen perjuicio manifiesto a alguna de las partes de un proceso. De
este modo, esta vía de impugnación, prevista en el artículo 545 del
Código Orgánico de Tribunales, sólo procede cuando en la resolución
que la motiva se haya incurrido en falta o abuso graves, constituidos por
errores u omisiones manifiestos e igualmente graves, conforme con lo
cual es indispensable que las denuncias que motivan su interposición
excedan con mucho el ejercicio de las facultades propias de los
tribunales.

Lo que el recurrente pretende modificar es la aplicación e


interpretación efectuada por los recurridos de las normas, lo que desde
luego basta para rechazar el presente capítulo, pues como se ha dicho
reiteradamente por esta Corte, este arbitrio procesal no ha sido
instituido para corregir errores de interpretación y provocar, por este
solo concepto, una nueva revisión del expediente para llegar a un
pronunciamiento de tercera instancia. En consecuencia, aunque pueda
ser discutida y aún equivocada la tesis jurídica sustentada por el juez
recurrido, esa sola consideración no basta para que la Corte Suprema
haga uso de sus facultades disciplinarias y para dar admisión al recurso
de queja. (SCS, de 25 de marzo de 1960, Fallos del Mes número 16,
p. 5 y SCS, de 29 de diciembre de 1964, Revista de Derecho y
Jurisprudencia, tomo LXI, sección 3ª, p. 66)

Corte Suprema, 11 de abril de 2011, rol Nº 288-2011. Pronunciado


por la Segunda Sala integrada por los Ministros Sres. Nibaldo Segura P.,
Jaime Rodríguez E., Hugo Dolmestch U. y los Abogados Integrantes
Sres. Luis Bates H. y Domingo Hernández
E. Cita online:CL/JUR/3094/2011

v) El recurso de queja corrige faltas o abusos graves y no


discrepancias en las sentencias dictadas por jueces árbitros.

Que en este contexto, la sentencia dictada por el Juez Árbitro con


facultades de arbitrador, a juicio de esta Corte, da cuenta de un
pronunciamiento que es propio del ejercicio de la función jurisdiccional
que le fue confiada, como juez de la República, en la medida que éste
ha resuelto el conflicto sometido a su decisión, considerando en forma
razonada y lógica, conforme a la prudencia y a los dictados de su
conciencia, lo que debe conducir a desestimar el recurso disciplinario
interpuesto, por estar éste previsto únicamente, como ya se dijo, para
corregir faltas o abusos graves cometidos al dictar una resolución
judicial y no para zanjar discrepancias con lo resuelto por el juzgador o
enmendar supuestos defectos de interpretación o apreciación de las

468
pruebas allegadas por las partes, ni resolviendo las objeciones
efectuadas por el recurrente al informe pericial. (Considerando 9º,
sentencia Corte de Apelaciones).

Corte de Apelaciones de Concepción, 31/01/2012, rol Nº 1497-2011,


Cita online: CL/JUR/4385/2012

Fallos en el mismo sentido:

Corte de Apelaciones de Santiago, 9/04/2012, rol Nº 3134-2012,

Cita online: CL/JUR/764/2013

Corte de Apelaciones de Santiago, 6/08/2013, rol Nº 3113-2013,

Cita online: CL/JUR/1768/2013

Corte de Apelaciones de Santiago, 17/06/2012, rol Nº 9156-2012,

Cita online: CL/JUR/1341/2013

h) No existe falta ni abuso si se omite la resolución de una incidencia


que carece de relevancia

Sin perjuicio del actuar de la Juez de la causa, esto es, fallarla no


obstante encontrarse pendiente la incidencia, carece de relevancia, pues
ello para nada influye en la sentencia dictada, pues aquella decía
relación con una situación que ya había sido resuelta anteriormente a fs.
155 vta. por esta Corte al confirmar la resolución de fs. 129, lo que
constaba en el proceso, no existiendo, por tanto falta o abuso
susceptible de ser enmendada por esta vía (considerando 4º, sentencia
Corte de Apelaciones).

Corte Suprema, 27 de octubre de 1994, rol Nº 1300-1994,


Pronunciado por los Ministros señores Lionel Béraud P. , Arnaldo Toro L.,
Óscar Carrasco A. y Abogados Integrantes señores Fernando Castro A. y
Eugenio Velasco A. Cita online: CL/JUR/960/1994

i) Constituye falta la declaración de inadmisibilidad de un recurso de


nulidad sin haber analizado todas sus causales

El recurso de nulidad es un medio de impugnación extraordinario cuya


finalidad es la invalidación del juicio y la sentencia definitiva, o sólo esta
última, cuando aquella incide en un procedimiento viciado o cuando en
su pronunciamiento hubiere existido infracción sustancial de derechos o

469
garantías o una errónea aplicación del derecho con influencia en lo
dispositivo de la misma. De dicho concepto resulta evidente que el
recurso se circunscribe a determinadas causales, las que deben ser
invocadas por el recurrente y fijan en definitiva la competencia del
tribunal ad quem, pudiendo, en todo caso, invocarse varias causales
respecto de las cuales se debe consignar si lo son en forma conjunta o
subsidiaria (considerando 4º).

Efectivamente puede sostenerse que el recurso deducido en virtud de


diversas causales constituye, en cuanto a su forma, una unidad desde el
momento que las mismas deben invocarse en un mismo y único acto
procesal, pues conforme con lo dispuesto en el inciso segundo del
artículo 379 del Código Procesal Penal, una vez interpuesto el recurso no
podrán invocarse nuevas causales. Sin embargo no puede sostenerse
que tal unidad implica, en cuanto al fondo de la impugnación, una
confusión de las causales esgrimidas por el recurrente, sea en forma
conjunta, sea en forma subsidiaria, toda vez que los diversos motivos de
nulidad deben fundamentarse separadamente como lo ordena el inciso
segundo del artículo 378 del citado cuerpo legal (considerando 5º).

Los jueces recurridos se avocaron a examinar la admisibilidad del


recurso, sin embargo se pronunciaron sólo respecto de la causal
subsidiaria invocada por la defensa, considerando que en la misma no se
formularon peticiones concretas por no haberse indicado los términos en
que debía dictarse la sentencia de reemplazo, resultando contradictoria
la aplicación del artículo 385 del Código Procesal Penal, falta que
además, el propio recurrente habría reconocido en estrados, según
consta del acta levantada al efecto estimando que ello resultaba ser un
obstáculo para el pronunciamiento que debería efectuar el Tribunal en
virtud de lo previsto en el artículo 360 del Código Procesal Penal, que
fija la competencia del tribunal en dicha materia, procediendo a declarar
inadmisible el recurso de nulidad intentado en su totalidad, sin haber
emitido pronunciamiento respecto de admisibilidad del motivo absoluto
de nulidad esgrimido como principal en el libelo, análisis del cual
ciertamente no pudieron sustraerse, y que obviamente causa
indefensión al acusado, privándolo del recurso por la causal ignorada por
los jueces ad quem (considerando 8º).

Al declarar la inadmisibilidad del recurso de nulidad interpuesto, los


jueces incurrieron en falta o abuso grave, al apartarse del sentido y
alcance de las normas contenidas en los artículos 378 y 383, ambas del
Código Procesal Penal, que autorizan tal declaración, motivo por el cual,
y ante la magnitud de la falta, se hará uso de las facultades
disciplinarias previstas en el artículo 545 del Código Orgánico de

470
Tribunales, a fin de corregir ésta, procediéndose por la vía ordinaria y
general del recurso, que resulta aplicable ante la naturaleza de la
resolución que declara la inadmisible el recurso de nulidad, que reviste
el carácter de interlocutoria que pone fin al juicio y hace imposible su
continuación, y que además, no es susceptible de recurso alguno,
ordinario o extraordinario (considerando 9º).

Corte Suprema, 6 de mayo de 2008, rol Nº 161-2008, Pronunciado por


la Segunda Sala integrada por los Ministros Sres. Nibaldo Segura P.,
Rubén Ballesteros C., Hugo Dolmestch U., Carlos Künsemüller L. y el
Abogado Integrante Sr. Fernando Castro A. Redacción del Ministro Sr.
Rubén Ballesteros Cárcamo. Cita online: CL/JUR/5117/2008

j) Constituye falta la intromisión del juez de garantía en la acusación


del Ministerio Público por constituir tal una atribución exclusiva de dicho
órgano

Con arreglo a lo preceptuado en el artículo 270 del Código Procesal


Penal, "cuando el juez (de garantía) considerare que la acusación del
fiscal, del querellante o la demanda civil adolecen de vicios formales,
ordenará que los mismos sean subsanados". Ahora bien, por "vicios
formales" debe entenderse sólo la ausencia de alguna de las menciones
a que se refiere el artículo 259 inciso primero del mismo texto legal, en
sus letras a) a h) y, además, la congruencia que, según el inciso final de
dicha disposición debe existir entre los hechos y personas incluidos en la
formalización de la investigación con aquellos a que se refiera la
acusación (considerando 1º).

De conformidad con lo reconocido en su informe por la juez recurrida


en estos autos, los hechos a que se refieren los párrafos de la acusación
que ordenó suprimir se encontraban entre aquellos que fueron incluidos
y discutidos en la formalización de la investigación; lo cual, por otra
parte, consta también de los demás antecedentes del proceso. Por
consiguiente, está fuera de discusión, la cuestión referente a la
congruencia entre formalización y acusación, exigida por el último inciso
del artículo 259 del Código Procesal Penal (considerando 2º).

En lo concerniente a los otros requisitos aludidos en las letras a) a h)


del precepto mencionado, puesto que el artículo 270 del Código Procesal
Penal sólo faculta al Juez de Garantía para revisarlo en su aspecto
formal, han de ser reparados por dicho magistrado únicamente si
verifica que la acusación no contiene las menciones respectivas, pero en
modo alguno lo autoriza para calificar la pertinencia o el sentido de los
contenidos correspondientes, cuestiones de fondo que son de

471
competencia del Tribunal del Juicio Oral. Así, en un caso como el de
autos, el Juez de Garantía podría haber objetado el que la acusación no
contuviese una relación circunstanciada de el o los hechos atribuidos y
de su calificación jurídica; en cambio, le estaba vedado examinar
cuestiones tan de fondo como la de si tales hechos eran o no de
aquellos que pueden "atribuirse" a los imputados atendida su condición
de preexistentes a los actos ejecutados por éstos. Asimismo, de
disposición alguna podría derivar la exigencia de presentar las
cuestiones fácticas y su calificación jurídica en un orden preestablecido.
Al inmiscuirse en tales aspectos de la acusación, dicho magistrado llevó
a cabo una injerencia en la facultad del Ministerio Público y el
querellante referente a efectuar la relación requerida por la letra b) del
inciso primero del artículo 259 del Código de Procedimiento Penal y, con
ello, incurrió en una falta o abuso grave, pues alteró el espíritu que
informa al sistema del nuevo Código Procesal Penal, atribuyéndose
facultades que éste no le confiere y que, por el contrario, confía a las
decisiones del Ministerio Público y del querellante en su caso
(considerando 3º).

Corte Suprema, 18 de marzo de 2004, rol Nº 5259-2003, Pronunciado


por la Segunda Sala integrada por los Ministros señores Alberto
Chaigneau del C., Enrique Cury U., José Luis Pérez Z., Milton Juica A. y
Nibaldo Segura P. Cita online: CL/JUR/2336/2004

k) La falta de consideración respecto de los argumentos de las partes


constituye falta

Que los jueces recurridos han cometido falta, si por sentencia de


segunda instancia, confirmaron la de primera sin efectuar consideración
alguna acerca de las argumentaciones de las partes en sus escritos de
apelación.

Corte Suprema, cuarta sala, 2 de agosto de1990, rol Nº 330-1989.


Pronunciada por los Ministros señores Emilio Ulloa, Lionel Béraud,
Arnaldo Toro, César Parada y Andrés Allende. Cita online:
CL/JUR/870/1990

l) La falta de consideración respecto de las pruebas de las partes


constituye falta

Han incurrido en falta susceptible de enmendarse por vía del recurso


de queja, los ministros que, conociendo en grado de apelación de un
juicio por despido injustificado, fijaron la remuneración mensual del
trabajador en el monto equivalente a un ingreso mínimo del mes

472
correspondiente al despido, por estimar que no existía prueba a su
respecto, desconociendo valor probatorio a la liquidación de
remuneraciones acompañada por el actor. En efecto, el artículo 430 del
Código del Trabajo exige al tribunal, al apreciar la prueba conforme a las
normas de la sana crítica, expresar las razones jurídicas y simplemente
lógicas, científicas, técnicas o de experiencia en cuya virtud se les
asigna valor a las probanzas o se las desestima, exigencia a la que no se
dio cumplimiento en la especie al negar valor probatorio al instrumento
privado en comento por "insuficiente", en circunstancias que, al tratarse
de un documento emitido por sistema computacional, con los nombres
del empleador y del trabajador, que no fue objeto de reproche de la
demandada en cuanto a su autenticidad sino sólo respecto de su valor
probatorio, por tratarse de un instrumento privado no suscrito por parte
alguna, merecía un estudio más profundo de parte de los ministros
recurridos.

Corte Suprema, primera sala, 7 de octubre de 1991, rol Nº 4956-


1991. Pronunciada por los Ministros señores Arnaldo Toro, Efren Araya,
Marco A. Perales, Germán Valenzuela y Alejandro Silva. Cita online:
CL/JUR/832/1991

m) Constituye falta la resolución que deniega una apelación fundada y


con peticiones concretas

i) Teniendo presente que el escrito de apelación del expediente tenido


a la vista, cumple con el requisito que exige el inciso 2º del artículo 439
del Código del Trabajo, puesto que de su lectura consta que el recurso
se ha fundado y además, se formulan peticiones concretas respecto a la
sentencia apelada, y que al no estimarlo así los ministros recurridos
han incurrido en falta que resulta necesario enmendar por esta vía.
(Sentencia Corte Suprema).

Corte Suprema, 25 de enero de 1993, rol Nº 8796. Pronunciada por


los Ministros señores Álvarez, Carrasco y Correa y los Abogados
Integrantes señores Silva y Rencoret. Cita online: CL/JUR/996/1993

n) Constituye falta el inadmitir la apelación en contra de una sentencia


definitiva apelable

En conformidad con lo dispuesto en el artículo 448 del Código del


Trabajo, la parte afectada con la imposición de una multa administrativa
tiene el derecho de reclamar de la sanción ante el juez del Trabajo.

473
La resolución que dictó el juez al pronunciarse sobre tal reclamo tiene
el carácter de sentencia definitiva, por lo que de acuerdo con lo
dispuesto en el artículo 438 del mismo cuerpo legal, es susceptible de
ser recurrida de apelación, de tal manera que los jueces recurridos, al
haber declarado inadmisible el recurso de apelación deducido por la
parte reclamante en contra del fallo de los autos rol Nº 1981 del 7º
Juzgado del Trabajo, han cometido falta que corresponde ser
enmendada por esta vía disciplinaria. (Sentencia Corte Suprema).

Corte Suprema, 29 de marzo de 1993, rol Nº 8894. Pronunciado por


los señores Roberto Dávila, Arnaldo Toro, Marco Aurelio Perales, Arnaldo
Gorziglia y Patricio Mardones. Cita online: CL/JUR/1462/1993

o) Constituye falta admitir la reposición de la reposición

Que conforme al artículo 319 del Código de Procedimiento Civil


las partes pueden pedir reposición del auto de prueba para que se
modifiquen los hechos controvertidos fijados por el tribunal, se eliminen
algunos o se agreguen otros. Acogida la reposición, como ocurrió en los
autos en que incide el presente recurso de queja, la parte que se
considere agraviada con lo resuelto sólo puede impugnar la decisión
mediante el recurso de apelación, de acuerdo con lo que previene la
segunda parte del inciso primero del artículo 326 del Código que se
viene citando, porque el de reposición fue previsto únicamente en
relación con el auto de prueba en la primera de las disposiciones
referidas.

Que al acceder el juez recurrido a la reposición mencionada dejó sin


efecto una resolución utilizando un medio de impugnación vedado a esos
efectos, actuación que constituye falta que este Tribunal debe reparar.

Corte Suprema, 21 de diciembre de 1989, rol Nº 13491.


Pronunciada por los señores Osvaldo Erbetta, Estanislao Zúñiga, Roberto
Dávila, Juan Colombo y Claudio Illanes. Cita online: CL/JUR/887/1989

p) Constituye falta exigir formalidades a la apelación del amparo


cuando la interposición de éste no requiere formalidad alguna

El recurso de amparo tiene por objeto restablecer los derechos de


libertad personal y seguridad individual, y para tan esencial propósito la
Constitución Política de la República, el Código de Procedimiento Penal y
el Auto Acordado de este Tribunal sobre Tramitación y Fallo del Recurso
de Amparo, establecen que la interposición de dicho recurso puede
hacerse sin formalidad alguna, para así garantizar el adecuado y

474
oportuno ejercicio del derecho constitucional de recurrir a la
magistratura en los casos de alguna privación ilegal de la libertad. En
consecuencia, resulta improcedente exigir que la apelación deducida en
contra de la resolución que rechazó el recurso de amparo, deba cumplir
con los requisitos establecidos en el artículo 189 del Código de
Procedimiento Civil, esto es, contener los fundamentos de hecho y de
derecho en que se apoya y las peticiones concretas que se formulan,
puesto que si para la interposición del recurso no ha sido prevista
ninguna formalidad, no se advierte cómo se puede pretender existan
para deducir el recurso de apelación, ya que de haberse considerado
limitarían el ejercicio de la acción que se ha querido carezca de toda
traba.

Corte Suprema, 16 de agosto de 1989, rol Nº 9455-1989. Pronunciada


por los señores Servando Jordán, Osvaldo Faúndez, Lionel Béraud, Juan
Colombo y César Parada. Cita online: CL/JUR/348/1989

q) Constituye falta la modificación de la resolución que recibe la causa


a prueba una vez producido el desasimiento

El juez de la causa por resolución, actuando de oficio complementó el


auto de prueba adicionando cinco nuevos puntos, que la referida
interlocutoria había sido notificada por el estado diario del mismo día de
su dictación y por cédula a la demandada.

En estas circunstancias la resolución recurrida es constitutiva de falta,


por cuanto el Tribunal no podía legalmente modificar el auto de prueba,
que en razón de su notificación produjo el desasimiento del Tribunal; y
que esta Corte debe reparar en uso de sus facultades disciplinarias.
(Sentencia de la Corte de Apelaciones).

Corte Suprema, 4 de junio de 1992, rol Nº 2618-1991. Pronunciada


por los Ministros señora Marta Ossa, señor Alberto Chaigneau y el
Abogado Integrante señor Patricio Novoa. Cita online:
CL/JUR/1064/1992

r) No constituye falta la modificación de lo resuelto producido el


desasimiento cuando ello ha tenido por razón una implicancia
inadvertida

No han incurrido los ministros recurridos en falta o abuso susceptible


de enmendarse por vía del recurso de queja, al resolver dejar sin efecto
la vista de una causa y lo resuelto en un recurso procesal después que
las respectivas resoluciones habían sido notificadas a las partes,

475
fundados en la circunstancia de haberse percatado uno de los ministros
recurridos que se encontraba inhabilitado para entrar al conocimiento de
la causa de que se trataba y que tal inhabilidad —la del artículo 196
Nº 5 del Código Orgánico de Tribunales— no había sido renunciada
previamente por el afectado, toda vez que, si bien el principio del
desasimiento del tribunal gobierna el actuar de los jueces en los
términos prescritos por la ley, debe estimarse, en una adecuada
jerarquización de los valores, como de menor rango que el principio de
la imparcialidad del tribunal, que es de la esencia del ejercicio de la
jurisdicción en cuanto se refiere a su eficacia y vincula moralmente a los
jueces, a lo que cabe agregar que en la especie no se ha irrogado a las
partes un mayor perjuicio.

Corte Suprema, 7 de mayo de 1992, rol Nº 6145-1992. Pronunciada


por los Ministros señores Marcos Aburto Ochoa, Germán Valenzuela
Erazo, Hernán Álvarez García y los Abogados Integrantes señores Álvaro
Rencoret Silva y Patricio Mardones Villarroel. Cita online:
CL/JUR/807/1992

s) Constituye falta la dictación de sentencia por un juez implicado

Se configura en la especie la causal de implicancia prevista en el


artículo 195 Nº 1 del Código Orgánico de Tribunales, pues entre el
árbitro arbitrador recurrido y el abogado de una de las partes del
compromiso existe una evidente vinculación de intereses como
consecuencia de la sociedad de responsabilidad limitada para la
prestación de servicios profesionales por ellos constituida y que,
atendido especialmente su objeto social, monto de los aportes y forma
en que deberán repartirse las utilidades allí pactadas, hacen que se
configure la causal de implicancia invocada siendo de advertir, además,
que tanto la constitución de la referida sociedad como la fecha de su
vigencia son posteriores a aquella en que se formó la sociedad para
cuya liquidación se designó árbitro arbitrador al recurrido.

Acordada con el voto en contra del Abogado Integrante señor


Colombo, quien estuvo por rechazar el recurso de queja de que se trata
por estimar que en la especie no existe falta ni abuso que deba ser
enmendado disciplinariamente porque, en su concepto, no se cumple
con los requisitos exigidos por la ley para acoger la causal de implicancia
por uno de los interesados en el compromiso y hacer perder así la
competencia del árbitro arbitrador designado de común acuerdo por las
partes.

476
Corte Suprema, 3 de octubre de 1989, rol Nº 9589-1989. Pronunciada
por los señores Servando Jordán, Osvaldo Faúndez, Lionel Béraud, Juan
Colombo y César Parada. Cita online: CL/JUR/872/1989

t) Constituye falta la modificación esencial de la sentencia definitiva


mediante una aclaración, rectificación y enmienda, aunque se haya
efectuado por un árbitro arbitrador

No obstante su carácter de arbitrador, según lo prescribe el artículo


223 del Código Orgánico de Tribunales, el juez árbitro está obligado a
guardar en sus procedimientos y en su fallo las reglas que las partes
expresan en el acto constitutivo del compromiso o, en su defecto, a las
que se establecen para este caso en el Código de Procedimiento Civil. A
este respecto, ha de indicarse que la doctrina y jurisprudencia son
coincidentes en orden a que el amigable componedor debe observar las
reglas comunes a todo procedimiento, contempladas en el Libro I del
Código de Procedimiento Civil. En efecto, se ha dicho sobre el particular
que constituye un grave error afirmar que los arbitradores tramitan en
conciencia y como mejor les parezca. De modo diferente a esa
aseveración, los árbitros arbitradores no son soberanos para la
sustanciación o ritualidad del juicio (considerando 1º).

Al acoger el recurso de aclaración planteado en los términos en que lo


hiciera, el señor árbitro arbitrador excedió sus objetivos, comoquiera
que, por esa vía, alteró de modo esencial una de las decisiones
contenidas en su sentencia (considerando 6º).

Al desatender a lo ordenado en el artículo 182 del Código de


Procedimiento Civil, el árbitro arbitrador incurrió en falta grave,
comoquiera que ello se tradujo en la modificación del fallo que
pronunciara, en un aspecto que no le estaba permitido (considerando
8º).

Acordada con el voto en contra del Ministro señor Astudillo, quien fue
de opinión de rechazar el recurso de queja, en virtud de las siguientes
reflexiones:

I. De acuerdo con lo establecido en el artículo 545 del Código Orgánico


de Tribunales, el recurso de queja tiene por exclusiva finalidad corregir
las faltas o abusos graves cometidos en la dictación de resoluciones de
carácter jurisdiccional. Por consiguiente, para su adecuada resolución
corresponde a este tribunal examinar y determinar si el sentenciador
incurrió en las faltas o abusos a que alude la norma legal citada.

477
II. En ese orden de ideas, cabe poner de relieve que por voluntad
expresa de los contratantes el juez árbitro designado por ellas debía
actuar como árbitro arbitrador, sin forma de juicio, en única instancia,
sin ulterior recurso y como amigable componedor;

III. Es de la esencia a esa clase de tribunales el alto grado de


informalidad con que ejecutan su cometido, en términos que no resulta
atendible que pretenda exigírseles rigor formal en sus actuaciones. Esta
particular característica, como es sabido, tiene su fundamento en la
confianza que las partes depositan en la persona del árbitro, quienes en
procura de sus mismos intereses sustraen el conocimiento del asunto de
la justicia ordinaria; libre y meditadamente, consienten en liberar a ese
juez no solo de las formas inherentes a un procedimiento reglado, sino
que inclusive más aceptan que éste decida el asunto, o sea, el fondo de
su controversia, sin sujetarse a más restricciones que las derivadas de
la prudencia del propio árbitro y de la equidad;

IV. En ese contexto, al margen de que la interposición de esta clase de


recursos que importa la imputación de ejercicio abusivo o infracción de
normas legales, en grado extremo supone en alguna medida el
desconocimiento de una actuación propia, como lo es la celebración del
compromiso en las expresadas condiciones, para el disidente ni siquiera
se dan los presupuestos para la aceptación del aludido recurso de queja.

Corte de Apelaciones de Santiago, 17 de agosto de 2006, rol Nº 2311-


2006, Pronunciada por la Octava Sala, integrada por los Ministros señor
Juan González Zúñiga, señor Omar Astudillo Contreras y por el Abogado
Integrante señor Angel Cruchaga Gandarillas. Redactó el Ministro señor
Astudillo. Cita online: CL/JUR/6188/2006

u) Incurre en falta o abuso el juez que, habiendo concedido la medida


prejudicial precautoria de prohibición de celebrar actos y contratos
respecto de un vehículo, no dio lugar al secuestro del mismo solicitado
posteriormente.

"Que como antes se dijo el actor ha solicitado en los autos


ordinarios tenidos a la vista la restitución del vehículo en referencia
fundado en que es de temer se pierda o deteriore la especie en manos
del poseedor, por lo que en consecuencia, para asegurar el resultado de
su acción, y siendo aplicable en la especie la situación prevista en el
artículo 291 del Código de Procedimiento Civil en relación al ya indicado
artículo 901 del Código Civil, ha sido procedente acceder a la medida
precautoria de secuestro del aludido vehículo por lo que el Juez
recurrido, al no decidirlo así ha cometido falta que la Corte de

478
Apelaciones respectiva debió corregir por la vía disciplinaria"
(considerando 6º de la sentencia de la Corte Suprema).

Corte Suprema, 13/06/1988, rol Nº 12224-1988,

Cita online: CL/JUR/320/1988

v) Juez incurre en falta o abuso al acceder a petición que importa un


nuevo embargo.

"Que, con lo dicho, queda en evidencia que el juez requerido


efectivamente incurrió en falta o abuso al dictar la resolución de que se
trata y la que la complementa, ya individualizada, por cuanto accedió a
una petición requerida por el interventor, determinando una medida que
importa un nuevo embargo, esta vez referido a ingresos, en
circunstancias que el artículo 444, del Código de Procedimiento Civil se
refiere al embargo de utilidades, lo que ya se había decretado en la
resolución de fs. 176, por cuyo cumplimiento es por lo que el juez debe
velar, salvo petición expresa de las partes, lo que no ha acontecido en la
especie. Que a mayor abundamiento, el embargo primitivamente
decretado por el juez a fs. 176 recae sobre parte de las utilidades de la
ejecutada en la explotación del Hotel Tupahue, que resulte suficiente
para cubrir el crédito de autos, sus respectivos intereses y costas de
ejecución, lo que constituye un concepto mucho más restringido que la
noción de ingreso, que evidentemente involucra costos que lo forman y
que obviamente no es todo utilidad. Que por lo tanto el juez recurrido,
como antes se expresó, al resolver en los términos impugnados cometió,
a juicio de esta Corte, falta que debe ser enmendada por esta vía.
(Considerandos 5º a 6º Corte de Apelaciones).

Corte Suprema, 16/03/1989, rol Nº 13156-1989,

Cita online: CL/JUR/809/1989

w) No puede concluirse que el árbitro recurrido haya cometido falta ni


abuso al dictar la sentencia reclamada toda vez que lo hizo obedeciendo
al consejo de su prudencia y equidad.

No puede concluirse que el árbitro recurrido haya cometido falta ni


abuso al dictar la sentencia reclamada toda vez que lo hizo obedeciendo
al consejo de su prudencia y equidad, y como una premisa de esa
especie impide enumerar factores para ello, lo que no puede hacerse
porque la enumeración puede ser incompleta, no se divisa razón que

479
pueda justificar la aceptación del recurso en estudio (considerando 6º,
sentencia Corte Suprema).

Corte Suprema, 31/01/1990, rol Nº 374-1990,

Cita online: CL/JUR/406/1990

x) La facultad del árbitro arbitrador de fallar en conciencia, no lo exime


de la obligación de fundamentar sus decisiones

La facultad del árbitro arbitrador de fallar en conciencia, no lo exime


de la obligación de fundamentar sus decisiones, ni autoriza la
arbitrariedad judicial, y por ello cabe concluir que se incurre en falta
cuando se coarta a una de las partes la posibilidad de que pueda
impetrar las diligencias de prueba que hagan posible que la sentencia
que deben dictar sea fruto de la convicción que emane de los
antecedentes y pruebas concretas que se alleguen al proceso y no
solamente de apreciaciones puramente subjetivas de los sentenciadores
(considerando 5º, sentencia Corte Suprema).

Corte Suprema, 2/01/1989, rol Nº 8037-1989,

Cita online: CL/JUR/281/1989

8. PLAZO

ANÁLISIS DOCTRINAL

Contemplado en el art. 548 del COT dicha norma señala: "El agraviado
deberá interponer el recurso en el plazo fatal de cinco días
hábiles, contado desde la fecha en que se le notifique la resolución que
motiva el recurso. Este plazo se aumentará según la tabla de
emplazamiento a que se refiere el artículo 259 del Código de
Procedimiento Civil cuando el tribunal que haya pronunciado la
resolución tenga su asiento en una comuna o agrupación de comunas
diversa de aquélla en que lo tenga el tribunal que deba conocer el
recurso. Con todo, el plazo total para interponer el recurso no podrá
exceder de quince días hábiles, contado desde igual fecha".

480
Este plazo es caracterizado por el profesor Munita Herrera, de la
siguiente forma:

"(I) Se trata de un plazo fatal; (...)

(II) Plazo improrrogable; (...)

(III) Plazo individual; (...)

(IV) El plazo se suspende durante los días feriados; (...)

(V) Se aumenta con los términos de emplazamiento según la tabla


formada por la Corte Suprema, cuando el Tribunal que haya
pronunciado la resolución recurrida resida en un departamento diverso
de aquel en donde funciona el haya de conocer el recurso".

Este plazo es el mismo que existía en la regulación anterior del recurso


de queja, previo la dictación de la ley Nº 19.374. En este sentido,
Munita formula la siguiente crítica: "...sin embargo muchas razones
existen para sostener que este plazo es excesivamente corto. (...) exige
generalmente un estudio más o menos largo de la resolución y de sus
fundamentos, como asimismo de las disposiciones legales en que se
basó o debió basarse...". Esta crítica tiene bastante asidero para todos
aquellos que sostienen que el recurso de queja tiene efectos
jurisdiccionales sobre las sentencias, pensando especialmente en que
respecto de las resoluciones recurribles por este medio no proceden
recursos ordinarios o extraordinarios, siendo por tanto, el recurso de
queja, la única forma de impugnarlas (excepto en el caso, de las
sentencias de árbitro arbitrador).

9. TRIBUNALES QUE INTERVIENEN

ANÁLISIS DOCTRINAL

El recurso de queja debe interponerse por escrito directamente ante el


tribunal superior jerárquico del juez o jueces que dictaron la resolución
con falta o abuso, el cual será el que conocerá del recurso. A este
respecto, cumple con una "característica fundamental de las facultades
disciplinarias, que es su ejercicio por los Tribunales en forma
estrictamente jerárquica, cuidando el Tribunal de sus inferiores y
subiendo en esa forma hasta llegar a la Corte Suprema, a quien le

481
corresponde la jurisdicción disciplinaria sobre todos los Tribunales de la
Nación...".

Por su parte, Tavolari Oliveros, critica que se haya mantenido la


regulación del régimen anterior, en cuanto se mantiene la exigencia de
presentar el recurso de queja ante el tribunal superior jerárquico,
desechando la sugerencia contenida en el Informe emitido por la
Comisión de Constitución, Legislación y Justicia de la Cámara de
Diputados sobre el Proyecto, el cual señala: "Dicha proposición tenía por
finalidad evitar que "la parte que lo interpone deba viajar hasta el
tribunal que deba conocer de él, que suele estar distante (...) así un
recurso de queja contra la Corte de Apelaciones de Punta Arenas, obliga
a la parte a viajar a Santiago para presentarlo...".

Continuando con la tramitación, el tribunal al cual habrá que presentar


los recursos de queja contra los ministros de las Cortes de Apelaciones
será la Corte Suprema; siendo éste, a su vez, competente para conocer
de éstos, tal como se desprende del art. 98 Nº 7 del Código Orgánico de
Tribunales. Asimismo, el numeral 8 del mismo artículo les entrega la
competencia para conocer del recurso de queja contra el juez o jueces
que conozcan en segunda instancia del juicio de cuentas en que se haya
dictado sentencia con falta o abuso, solo para poner pronto remedio al
mal que lo motiva.

Y, por su parte, serán las Cortes de Apelaciones los tribunales a los


cuales habrá que presentar los recursos de queja en contra de los
jueces de letras, jueces de policía local, jueces árbitros y órganos que
ejerzan jurisdicción dentro de su territorio jurisdiccional; siendo estas
mismas también las competentes para conocer de estos recursos de
queja, según lo dispuesto en el art. 63 Nº 1 letra c) del Código Orgánico
de Tribunales.

Para definir la extensión de la competencia antes señalada, cabe


preguntarse el significado de la expresión "órganos que ejerzan
jurisdicción dentro de su territorio jurisdiccional".

En este sentido: "En la Comisión de Legislación y Justicia del Senado


se dejó constancia que la expresión órganos que ejerzan jurisdicción
dentro de su territorio jurisdiccional había sido empleada en un sentido
amplio y genérico, y consecuencialmente debe entenderse que incluye a
los funcionarios administrativos que ejercen funciones jurisdiccionales,
tales como el Director del Servicio de Impuestos Internos, los
Superintendentes de Bancos, Instituciones Financieras y Aduanas, etc.".

482
En este orden de argumentos, es menester tener presente que
antiguamente el Tribunal al cual había que presentar los recursos de
queja contra resoluciones de los árbitros, era la Corte Suprema, "puesto
que ella posee la superintendencia correccional sobre todos los
tribunales de la República, y los árbitros no tenían establecido por ley un
superior jerárquico para conocer de los recursos de queja. De todo esto,
se desprende "que el propósito del legislador fue entregar la casi
plenitud del conocimiento del recurso de que a las Cortes de
Apelaciones". Criterio que se justifica según Tavolari Oliveros: "por la
necesidad de descargar el trabajo de la Corte Suprema y de reafirmar su
rol de tribunal de casación".

Por lo mismo, este último académico critica: "No obstante lo


contundente de la constancia senatorial, manifiestamente adoptada para
esclarecer el sentido de la disposición, se la ha interpretado
distorsionándola: Así, la Corte de Valparaíso, se ha declarado
incompetente para conocer de recursos de queja deducidos en contra
del Director de Aduanas (...) a pretexto de tratarse de un órgano que
ejercer jurisdicción nacional". De este reparo, se desprende que en
concepto de este autor, deben entenderse estas dos normas de
competencia (art. 63 Nº 1 c) y 98 Nºs. 7 y 8 del COT) de manera
estricta y literal, teniendo como principio interpretador: el despejar de
trabajo a la Corte Suprema; la cual sólo debe conocer del recurso de
queja interpuesto contra los Ministros de las Cortes de Apelaciones.

Piedrabuena R., contrario a esta posición, opina respecto del término


antes analizado y del art. 63 del COT, que "se trataría de recursos
contra tribunales de primera instancia. No parece cuadrar con el sistema
general del COT que la Corte tenga tuición disciplinaria sobre tribunales
de segunda instancia, tales como Tribunales Arbitrales de segunda
instancia o especiales de segunda instancia (Ej.: Junta General de
Aduanas)". Toda vez, que el art. 63 del COT "se refiere a los "jueces" y
del contexto completo de la norma se colige que las Cortes de
Apelaciones actúa como Tribunal Superior de aquellos que conocen de
una causa civil, criminal o laboral... ".

Asimismo, agrega que: "Pese a esta constancia aparentemente tan


amplia, debemos descartar de la aplicación de la norma a aquellos
tribunales especiales de segunda instancia en virtud de las razones ya
dichas. También cabe observar que es discutible que todos los
funcionarios aludidos por el Informe de la Comisión ejerzan funciones
jurisdiccionales...". En este sentido, el autor estima que: "no se puede
aceptar a raíz de esta constancia se entre a calificar como jurisdiccional,

483
de manera general, cuando impone una sanción administrativa o ejerce
propias...".

En otro orden de ideas, Tavolari cuestiona la constitucionalidad del art.


63 Nº 1 c) del COT, en cuanto sostiene que la latitud de las
competencias otorgadas a las Cortes de Apelaciones, riñe con el Texto
Supremo, en cuanto la norma le entrega la competencia para conocer
en única instancia del conocimiento del recurso de queja deducido
contra resoluciones dictadas por tribunales especiales, respecto de los
cuales existen algunos que ni siquiera integran el Poder Judicial.

En este sentido, señala: "Se plantea así, una legitima duda acerca de
la constitucionalidad de la disposición, en atención a que el art. 79 de la
Carta Fundamental otorga la superintendencia correccional sobre todos
los tribunales de la Nación, exclusivamente a la Corte Suprema, norma
que reproduce el art. 540 del Código Orgánico de Tribunales. Es efectivo
que se podría sostener que, de interpretarse restrictivamente la
disposición constitucional, se llegaría al extremo de estimar
inconstitucional el art. 3º del Código Orgánico, que reconoce a todos los
tribunales facultades disciplinarias, en ejercicio de las cuales se conoce
de los recursos de queja. A ese argumento cabe replicar que el art. 3º
citado confiere a los tribunales, solamente las facultades que "a cada
uno de ellos, se asignan en los respectivos títulos de este Código", en
otros términos, no más atribuciones que las que la propia ley les
confiere. La pregunta a contestar se sintetiza así: ¿cómo podrían las
Cortes conocer de recursos de queja —esto es hacer efectiva la
responsabilidad disciplinaria— interpuestos en contra de los tribunales
especiales, algunos de ellos, incluso no pertenecientes al Poder Judicial,
si la Constitución otorga solamente a la Corte Suprema la
superintendencia correccional sobre todos los tribunales del país...? Si el
actual texto del Código les entrega atribuciones sobre facultades
especiales, tal disposición violenta el art. 79 de la Carta Política y es, en
mi opinión, claramente inconstitucional...". Respecto a esta inquietud, el
profesor Barahona Avendaño, señala que a su juicio no existe una
respuesta concluyente y que existen fallos, que declaran competente a
la Corte Suprema, y otro a las Cortes de Apelaciones.

484
10. FORMA DE INTERPOSICIÓN DEL RECURSO DE QUEJA

ANÁLISIS DOCTRINAL

Los tratadistas Mario Mosquera y Cristián Maturana señalan que


un recurso de queja debe cumplir con cuatro grandes requisitos
formales para su interposición:

"a) Debe cumplirse con las normas de comparecencia en juicio para


determinar quiénes pueden deducir el recurso.

b) Patrocinio de abogado habilitado.

c) Contenido del escrito, según lo dispuesto por el inc. 3º del art.


548 del COT.

d) Certificado acerca de los hechos que establece la ley".

Sobre el requisito a), la primera parte del inc. 2º del art. 548 del
Código Orgánico de Tribunales, establece que "el recurso lo podrá
interponer la parte personalmente, o su mandatario judicial, o su
abogado patrocinante o un procurador del número...".

Sin embargo, los académicos antes citados señalan: "No obstante la


amplitud de la redacción de la nueva norma, creemos que en la especie
aún cabe efectuar la distinción que se encuentra contemplada en el Nº 1
del Autoacordado, el cual distingue el tribunal ante el cual se interpone
el recurso de queja para establecer las personas que se encuentran
habilitadas al efecto:

— Ante la Corte de Apelaciones el recurso puede interponerse por la


parte agraviada, un procurador del número o un abogado habilitado
para el ejercicio de la profesión.

— Ante la Corte Suprema, deberá presentarse por procurador del


número de Santiago o por abogado habilitado para el ejercicio de la
profesión".

En este sentido, mantiene esta interpretación, a pesar de la


modificación legal proveniente de la dictación de la ley Nº 19.374,
porque "la disposición debe ser interpretada en armonía con lo
establecido en el art. 398 del COT", norma que dispone la forma de
comparecencia general ante los Tribunales Superiores de Justicia y que

485
hace la misma distinción que hacía el numeral 1 del Auto Acordado
antes citado.

En relación al requerimiento b), este aparece contemplado en la


segunda parte del inciso 2º del art. 548 del COT, el cual señala: "...y
deberá ser expresamente patrocinado por abogado habilitado para el
ejercicio de la profesión".

De acuerdo al requisito c) y de la lectura del inciso 3º del art. 548 del


COT, se desprende que el escrito por el cual se deduzca un recurso de
queja debe contener las siguientes menciones:

"i) Se indicarán nominativamente los jueces o funcionarios recurridos;

ii) Se individualizará el proceso en el cual se dictó la resolución que


motiva el recurso;

iii) Se consignarán el día de su dictación, la foja en que rola en el


expediente y la fecha de su notificación al recurrente; y

iv) Se transcribirá la resolución donde consta la falta o abuso o se


acompañará copia de ella;

v) Se señalarán clara y específicamente las faltas o abusos que se


imputan a los jueces o funcionarios recurridos".

Este último requisito, a juicio de Tavolari O. es "coherente con la


filosofía de la procedencia sólo en caso de graves faltas y abusos y con
el imperativo de los jueces de fundar la sentencia...".

Asimismo, los profesores Mosquera y Maturana aconsejan: "En cuanto


al desarrollo del escrito es necesario que este sea lo suficientemente
claro para demostrar la procedencia prima facie, debiendo para ese
efecto expresar:

a.- La falta o abuso ministerial cometida por el juez o jueces en la


resolución, la que debe consistir en una arbitrariedad que represente un
error grave y notorio y no una simple divergencia de apreciación acerca
de una determinada materia. Además, debe señalarse claramente la
naturaleza jurídica de la resolución que se impugna (sentencia definitiva
o interlocutoria que pone término al juicio o hace imposible su
continuación) y que no proceden en su contra recursos ordinarios u
extraordinarios, lo que la hacen procedente.

486
b.- La forma o manera como se ha cometido la falta o abuso, esto es,
cómo se configura la contravención formal, la errónea interpretación o el
apartamiento de los antecedentes del proceso.

c.- Las circunstancias o antecedentes que demuestren la falta o abuso


cometida; y

d.- Las medidas que se solicita al tribunal superior adoptar para poner
pronto remedio al mal que motiva la queja y que es una consecuencia
de la falta o abuso cometida".

Sin perjuicio de lo aconsejado y sin desmedrar la importancia de una


buena fundamentación, añadir ésta al recurso de queja tenía un
incentivo adicional antiguamente, cuando estaba vigente el Nº 19 del
Auto Acordado que permitía el rechazo in limine de los recurso de queja
por manifiesta falta de fundamento.

Por último, es fundamental el requisito d) antes citado, "dado que el


recurso de queja se interpone directamente ante el tribunal superior,
quien desconoce hasta ese momento todo antecedente del proceso en
que se dictó la resolución abusiva...". En este sentido, el inc. 4º del art.
548 del COT exige: "...se deberá acompañar un certificado, emitido por
el secretario del tribunal...".

En esta constancia del Secretario debe constar, según la segunda


parte del inciso citado:

i) El número de rol del expediente (en que se dictó la resolución) y su


carátula;

ii) El nombre de los jueces que dictaron la resolución que motiva el


recurso;

iii) La fecha de su dictación y la de su notificación al recurrente, y

iv) El nombre del mandatario judicial y del abogado patrocinante de


cada parte.

Asimismo, se extrae de la parte final del inciso referido, que el


Secretario del Tribunal recurrido: "deberá extender este certificado sin
necesidad de decreto judicial y a sola petición, verbal o escrita, del
interesado".

Dentro de la expresión "interesado", a juicio de Mosquera y Maturana


debe entenderse: "a la parte, su mandatario o abogado patrocinante".

487
La sanción que se establece para la omisión de cualquiera de estos
requisitos, se encuentra en la letra a) del art. 549 del COT, que
establece que frente a la falta de uno de los requisitos del art. 548, se
declara la inadmisibilidad del recurso deducido.

Sin perjuicio de lo anterior, respecto del requisito d) esta exigencia se


ha flexibilizado, puesto que la parte final de dicha letra establece: "No
obstante, si no se ha acompañado el certificado a que se refiere el inciso
cuarto del artículo anterior, por causa justificada, el tribunal dará un
nuevo plazo fatal e improrrogable para ello, el cual no podrá exceder de
seis días hábiles". Respecto de esta disposición, Mosquera y Maturana
comentan: "Frente a lo drástico de la sanción el legislador ha
flexibilizado esta exigencia, permitiendo en el evento de que exista
causa justificada para poder acompañar con posterioridad el certificado
en cuestión. De este modo se ha legalizado lo que era una práctica
forense que encontraba un sustento en el auto acordado de 1972".
Asimismo podría justificarse esta laxitud de criterio, debido a las
distancias geográficas que existen entre el Tribunal recurrido y aquel
que conoce del recurso.

Finalmente, el antiguo texto del inciso 2º del art. 549 del COT,
estipulaba la obligación de consignar un monto determinado para
interponer un recurso de queja, el cual en caso de ser desechado se
aplicaba dicha consignación como una multa a beneficio fiscal (inciso 5º
de la misma norma). Pero con la promulgación de la ley Nº 19.437,
dicha carga y la eventual sanción quedaron derogadas.

En este sentido, tanto los profesores Barahona y Piedrabuena están


acuerdo con la eliminación de dicha carga, puesto que "tratándose el
recurso de queja de una manifestación legítima del derecho de petición,
mal podría exigirse consignación y aplicarse eventualmente una multa".

ANÁLISIS JURISPRUDENCIAL

a) Debe acompañarse un certificado

i) Al interponer un recurso de queja es menester, entre otras


obligaciones, acompañar un certificado con las menciones a que se
refiere el Nº 1 del Auto Acordado de este Tribunal Supremo sobre
Tramitación de los Recursos de Queja y, si por un motivo calificado no
se pudiere acompañar ese certificado, podrá el Presidente otorgar un
plazo prudente para acompañarlo.

488
Al recurrente de autos se le otorgó el primero de junio del año
pasado, un plazo de cinco días para acompañar dicho certificado, tiempo
que ha transcurrido más que en exceso y sin que a la fecha se haya
dado cumplimiento a la obligación antes mencionada. (Sentencia Corte
Suprema).

Corte Suprema, 15 de marzo de 1993, rol Nº 7696. Pronunciado


por los señores Efrén Araya, Germán Valenzuela, Luis Correa, Luis
Cousiño y Juan E. Infante. Cita online: CL/JUR/1454/1993

ii) El artículo 545 del Código Orgánico de Tribunales exige que el


escrito en que se deduzca un recurso de queja, debe ser acompañado
de un certificado, emitido por el secretario del tribunal, en el que conste
el nombre del mandatario judicial y del abogado patrocinante de cada
parte, exigencia omitida por el recurrente de autos, al momento de
dictarse la resolución que ordena dar cuenta acerca de la admisibilidad
de su recurso.

Corte Suprema, 29 de julio de 1996, rol Nº 2600, Pronunciado por los


Ministros señores Roberto Dávila, Adolfo Bañados y Luis Correa y los
Abogados Integrantes Mario Verdugo y Emilio Pfeffer. Cita online:
CL/JUR/1317/1996

b) Razones que eximen de acompañar certificado

El timbre de cargo en la solicitud del certificado de la fecha en que se


notificó la resolución que motiva el recurso de queja, acredita que dicha
petición se hizo cuando aún no expiraba el plazo para deducirlo,
resultando así justificado el motivo que tuvo el recurrente para no
acompañar oportunamente el documento.

Corte Suprema, 12 de enero de 1989, rol Nº 13.399. Integraron la


Sala los Ministros Víctor M. Rivas, Marcos Aburto, Servando Jordán,
Osvaldo Faúndez y Álvaro Rencoret. Cita online: CL/JUR/795/1989

c) Si la sentencia apelada es definitiva debe acompañarse copia de ella


o transcribirse

El artículo 548 del Código Orgánico de Tribunales exige, si la


resolución que motiva el recurso de queja es una sentencia definitiva,
cual es el caso de autos, que en el escrito en que se deduzca debe ser
transcrita tal resolución o acompañarse una copia de ella, requisito
omitido por el recurrente.

489
Corte Suprema, 5 de noviembre de 1996, rol Nº 3865-1996,
Pronunciado por los Ministros señores Roberto Dávila, Adolfo Bañados y
Luis Correa y los Abogados Integrantes señores Mario Verdugo y Vivian
Bullemore. Cita online: CL/JUR/1399/1996

11. ORDEN DE NO INNOVAR

ANÁLISIS DOCTRINAL

La presentación del recurso de queja —y posterior providencia


declarándolo admisible— no genera efecto suspensivo, respecto de la
causa en que se dictó la resolución impugnada; siendo ésta la razón por
la cual el legislador consagra la posibilidad del recurrente de pedir orden
de no innovar.

En este sentido, el art. 548 inciso final del COT señala: "El recurrente
podrá solicitar orden de no innovar en cualquier estado del recurso.
Formulada esta petición, el Presidente del Tribunal designará la Sala que
deba decidir sobre este punto y a esta misma le corresponderá dictar el
fallo sobre el fondo del recurso".

Piedrabuena Richard, desde su postura, critica la existencia de este


instituto dentro del recurso de queja y por lo mismo, declara: "cuesta
comprender cuál puede ser el sentido de esta medida cautelar si es que
el fallo que acoge el recurso de queja no puede modificar la resolución
abusiva".

Volviendo al análisis normativo de la regulación, según Mosquera y


Maturana, de la disposición citada se extraen las siguientes
características y reglas de tramitación:

"1º.- La orden de no innovar sólo puede ser impartida a petición de


parte y no de oficio por el tribunal;

2º.- La orden de no innovar se puede solicitar por el recurrente al


momento de interponer el recurso o durante el transcurso de la
tramitación de éste.

3º.- En caso de solicitarse orden de no innovar el presidente del


tribunal colegiado debe designar la Sala que debe pronunciarse acerca
de la orden de no innovar;

490
4º.- La orden de no innovar se ve en cuenta por la Sala designada por
el Presidente del tribunal colegiado, aun cuando no lo haya señalado el
legislador al regularla;

5º.- La resolución acerca de la orden de no innovar produce la


radicación del recurso de queja para su vista y fallo ante la Sala del
tribunal colegiado que se hubiere pronunciado acerca de aquella".

Frente a este nuevo régimen de la ONI en el recurso de queja;


Tavolari Oliveros es bastante crítico, porque, en su concepto, fuerza la
aplicación de los preceptos del Auto Acordado de 1972 dictado por la
Corte Suprema, que se encontraría derogado orgánicamente, por lo
escasa de la regulación relativa a este instituto, declarando en este
sentido que: "En el Proyecto del Ejecutivo, se autorizaba a decretar
orden de no innovar, '...paralizando todo o parte del procedimiento si la
demora en resolver causare perjuicio irreparable' precepto reparable sin
ventaja, por una parca regulación legal que obliga a recordar los
numerales 7 y 8 del Auto Acordado de la Corte Suprema...".

Por su parte, dando asidero al cuestionamiento antes esbozado y


agregando otra crítica, Munita Herrera reparaba de la antigua regulación
de la Orden de No Innovar en el recurso de queja: la "imprecisión total
sobre la causal que produce la "orden de no innovar". Nadie ha dicho
cuándo debe concederse y cuándo debe negarse. Sólo el libre arbitrio de
los jueces lo decide. (...)". Siendo esta objeción válida hasta el día de
hoy.

A raíz de la crítica de Tavolari O., vale preguntarse si: ¿Son aplicables


de los numerales Nº 7 y 8 del Auto Acordado de 1972 dictado por la
Corte Suprema?

Antes de contestar, es menester recordar al lector, que el Nº 7º del


cuerpo referido, regula los efectos de la orden de no innovar,
distinguiendo entre aquella que se concede sin limitación alguna de las
que, por el contrario, se sujetan a tales limitaciones (siendo generales,
las primeras y específicas, las segundas) y señala que no se suspenden
los plazos fatales que han empezado a correr. Y el numeral 8º establece
que si concedida orden de no innovar, se paraliza el recurso durante 15
días, éste se declarará desierto de oficio o a petición de parte y se
dejará sin efecto la orden de no innovar.

Respecto de este problema, el profesor Barahona —en razón de que la


ley Nº 19.374 derogó orgánicamente al Auto Acordado antes
mencionado—, contesta que "hoy no es posible hacer el distingo de ONI

491
parciales o generales. La ley ha tratado la materia sin hacer esa
distinción como lo hacía el Nº 7 del Auto Acordado de 1972. Ahora la
ONI siempre es de carácter general y como tal paraliza todo el
procedimiento (...) Siguiendo el mismo criterio (...), creo derogado el
Nº 8 del Auto Acordado de 1972".

Llegando de esta manera, a la siguiente conclusión: "...en materia de


ONI, lo dispuesto en el artículo 548 inciso final constituye toda la
regulación aplicable sobre la materia, no pudiendo recurrirse a otras
normas pertinentes del Auto Acordado".

Tavolari concuerda con Barahona Avendaño, en que no se encuentra


vigente el numeral 8º del Auto Acordado: "...primero porque, a
diferencia de lo que antes acontecía, hoy la orden de no innovar, como
instituto perteneciente al recurso de queja emana de la ley y no del Auto
Acordado y segundo, porque la tramitación del recurso está normada
por la ley y no por el Auto Acordado. En consecuencia, la Corte Suprema
carece de atribuciones para establecer motivos de desistimiento o
deserción de recursos reglamentados por la ley y no tiene, tampoco,
facultades para asignar efectos o consecuencias a esta orden de no
innovar que ha pasado a constituir una instrucción introducida por la
ley". En este mismo sentido, opinan los autores Mosquera y Maturana,
agregando además que "de acuerdo a la nueva regulación, no es
imprescindible para la tramitación y resolución del recurso que se
evacue el informe del Tribunal recurrido, por lo que no cabría aplicar la
sanción, dado que si no se evacua el informe, lo que procede es que se
decreten los autos en relación y se ponga el recurso de queja en tabla,
lo que es una actividad que le corresponde realizar al Tribunal y no al
recurrente".

Sin embargo, respecto del numeral 7 del Auto Acordado antes


mencionado, estos últimos académicos creen que la Orden de No
Innovar "puede ser concedida en términos generales o específicos".
Concuerda con esta opinión, don Guillermo Piedrabuena, toda vez que:
"entendemos vigente el número 7º del actual auto acordado, que
distingue entre las órdenes generales y específicas (...), porque la
norma no se contrapone con el nuevo art. 548".

Ahondando en este punto, Maturana y Mosquera, señalan en cuanto a


la aplicación de este precepto, que: "La regla es la siguiente: si nada se
dice por el Tribunal al concederla, deberá entenderse que la orden de no
innovar fue concedida en términos generales, esto es, sin limitación
alguna, produciendo la paralización de todo el procedimiento. No
obstante, debemos entender que la orden de no innovar no suspende el

492
curso de los plazos fatales que hayan comenzado a correr antes de
comunicarse dicha orden, como se establecía en el auto acordado Nº 7
(sic), a menos que se disponga expresamente en la resolución".

Finalmente, en caso de ser concedida la Orden de No Innovar, "se


comunica (...) por el secretario del Tribunal superior (normalmente por
teléfono) al Tribunal inferior que hubiere dictado la resolución
impugnada, sin perjuicio de remitírseles con posterioridad un oficio
comunicándole formalmente la orden. El referido oficio se agrega al
expediente. El legislador no reguló esta materia, por lo que se ha
continuado operando en la práctica sin modificaciones".

12. TRAMITACIÓN

ANÁLISIS DOCTRINAL

La tramitación del recurso de queja aparece contemplada


esencialmente en el art. 549 del COT, y en el Auto Acordado de 1972
dictado por la Corte Suprema, sin perjuicio de que existe controversia
en la doctrina respecto de la vigencia de éste.

En este sentido, según Mosquera y Maturana, los trámites que


contempla el recurso de queja, para su resolución, son:

"— Presentación.

— Primera Resolución.

— Evacuación de Informe, constancia de su petición en el proceso y


notificación de su solicitud a las partes.

— Comparecencia de las partes

— Vista del recurso.

— Fallo.

— Recursos en contra del fallo.

— Otras formas de terminación del recurso".

A. Presentación del recurso de queja

493
El escrito debe ser presentado directamente ante el tribunal superior
jerárquico de aquel que hubiere dictado la resolución con falta o abuso,
dando cumplimiento a todos los requisitos referentes a la forma del
escrito, señalados anteriormente.

B. Primera resolución

La primera resolución que se dicte en la tramitación del recurso de


queja, dirá relación con el trámite de admisibilidad del recurso de queja
que aparece contemplado en el art. 549 letra a) del COT, el cual en su
primera parte, señala: "El recurso de queja se tramitará de acuerdo a
las siguientes normas: a) Interpuesto el recurso, la sala de cuenta del
respectivo tribunal colegiado deberá comprobar que éste cumple con los
requisitos que establece el artículo precedente y, en especial, si la
resolución que motiva su interposición es o no susceptible de otro
recurso. De no cumplir con los requisitos señalados o ser la resolución
susceptible de otro recurso, lo declarará inadmisible...".

Respecto de la competencia para conocer de este trámite de


admisibilidad y la redacción de la norma, Tavolari Oliveros plantea el
siguiente cuestionamiento: "¿Cuál es la 'sala de cuenta', si no existe
disposición legal alguna que la individualice?".

La referencia se formula, sin dudas, a la Sala encargada de la


tramitación de los asuntos que, en las Cortes de Apelaciones con más de
una Sala, será la primera de ellas (...) por mucho que, como se anticipó,
la ley no designe a ninguna sala con esa denominación, cuestión que
convendría aclarar.

En la Corte Suprema, empero, la situación adquiere mayor gravedad,


toda vez que, de acuerdo al art. 105, Nº 3, del COT, corresponde al
presidente de esa Corte "atender al despacho de la cuenta diaria" (...)
¿Cuál será en la C. Suprema, la misteriosa "sala de cuenta..." si todavía
se agrega que el Auto Acordado de ese tribunal ha señalado las materias
que conocerá cada Sala, sin otorgar a una de ellas esa competencia,
cuestión que, por lo demás, tampoco podría la Corte, por tratarse de
asuntos reservados a la ley (art. 108, COT) y haberse limitado la
delegación de la ley a que en el Auto Acordado se divida exclusivamente
el conocimiento de los negocios a que se refiere el art. 98 del COT Una
complementación de la ley, en este punto —que debió efectuarse
durante la vacatio legis, o que debe producirse rigiendo la ley—, me
parece imprescindible".

494
El profesor Barahona Avendaño comparte esta crítica y propone la
siguiente solución para llenar este vacío: "al no tener, la Corte Suprema,
una sala de cuenta, puede conocer de todos los recursos de queja sin
ninguna declaración previa de inadmisibilidad (...) De esta forma, la
Corte Suprema se reserva la posibilidad de actuar de oficio, en ejercicio
de sus facultades disciplinaria...". Asimismo, respecto de la competencia
de las Cortes de Apelaciones comparte la interpretación del profesor
Tavolari relativa a la Sala que debe conocer del trámite de admisibilidad.

Continuando con el análisis normativo, a juicio de Mosquera y


Maturana, la primera resolución de un recurso de queja, tendrá tres
opciones posibles:

"a) Falta de patrocinio;

b) Inadmisibilidad por incumplimiento de requisitos formales;

c) Admisibilidad del recurso de queja".

Respecto de la primera posibilidad —falta de patrocinio—, a juicio de


los académicos antes citados, el proveído deberá indicar que el recurso
de queja "deberá tenerse por no presentado de acuerdo con las normas
de la Ley sobre Comparecencia en Juicio". Podría opinarse en contrario,
sosteniendo que debiese declararse inadmisible el recurso, si nos
atenemos al estricto tenor de la letra a) del artículo antes citado.

En relación a la segunda resolución factible, a juicio de los profesores


Mosquera y Maturana, tenemos que se declarará inadmisible un recurso
de queja que adolezca de los siguientes problemas, de acuerdo a los
arts. 548 y 549 letra a) del COT:

"En el evento que el recurso de queja no se deduzca dentro del plazo


legal; no sea procedente en contra de la resolución atendida su
naturaleza jurídica; proceden otros recursos ordinarios o extraordinarios
en contra de la resolución; no se agregue la certificación conteniendo
todas las menciones que establece la ley; o el escrito en que se
interpone el recurso no reúne todas las menciones contempladas en la
ley...".

Respecto de la declaración de inadmisibilidad para los casos en que el


recurso de queja impugne resoluciones que no son atacables por esta
vía —atendida su naturaleza jurídica—, Tavolari O., en concordancia con
los otros profesores, señala "si se recurre en contra de una resolución
diferente es evidente que el recurso debe ser declarado

495
inadmisible aunque el legislador no lo haya dispuesto y aunque en su
contra no procedan recursos...". Pero a la vez, critica a la norma antes
citada, puesto que "no contempla la inadmisibilidad por la naturaleza de
la resolución en que se cometió el vicio". Siendo esta última razón,
fuente de aquellas opiniones que sostienen que no se puede declarar
inadmisible un recurso por impugnar una resolución que no tenga la
naturaleza jurídica de sentencia definitiva o interlocutoria que ponga
término al juicio o haga imposible su continuación.

Asimismo, cabe recordar que por el texto de la letra a) del art. 549
antes referido —luego de la dictación de la ley Nº 19.374—, ya no se
encuentra vigente el Nº 19 del Auto Acordado de 1972, que permitía al
Presidente del tribunal que conoce del recurso rechazarlo in liminepor no
aparecer revestidos el libelo de fundamento plausible. "En este sentido,
se señaló por la Comisión de Constitución, Legislación, Justicia y
Reglamento del Senado que corresponderá a la sala de cuenta del
Tribunal resolver sobre la admisibilidad del recurso, debiendo declararse
su inadmisibilidad si no cumple con los requisitos que se mencionan en
el artículo 548 o cuando procedieren otros recursos jurisdiccionales en
su contra".

Añade Munita Herrera, que "La inadmisibilidad (...) debe ser fundada,
pues si analizáramos su naturaleza, concluiríamos fácilmente que se
trata de una sentencia interlocutoria, de las que ponen fin al juicio o
hacen imposible su continuación. (...) Debe estarse respecto a ella a lo
dispuesto en el artículo 170 del Código de Procedimiento Civil...".

Frente a la resolución que declara inadmisible el recurso de queja, el


art. 549 letra a) del COT establece procedente el recurso de reposición
fundado en un error de hecho. En cuanto al plazo de interposición, "al
no señalarlo el artículo 549 del COT, habrá que estar al señalado en el
artículo 181 inciso 2º del CPC, esto es cinco días".

Asimismo, recordemos que como señalamos anteriormente, a juicio de


los profesores Mosquera y Maturana, la declaración de inadmisibilidad
no obsta a los Tribunales Superiores de Justicia a ejercer de oficio sus
facultades disciplinarias, según lo dispuesto en los arts. 538, 541 inc. 2º
y 545 del COT. Por lo cual, ellos podrán de oficio acoger a tramitación la
causa y fallar el recurso. En el mismo sentido, Barahona Avendaño.

Finalmente, si se cumplen los requisitos de admisibilidad, la primera


resolución que debe dictarse es la solicitud de informe del juez o jueces
recurridos. A este respecto, "el tenor de esta resolución es "informe al
juez o jueces recurridos". Asimismo, en caso de haberse solicitado orden

496
de no innovar, deberá disponer además que se dé cuenta de esa
petición en la sala que designe el presidente".

C. Evacuación de Informe, constancia de su petición en el proceso y


notificación de su solicitud a las partes

Una vez dictada resolución que declara admisible el recurso de queja


incoado, se pedirá por oficio informe al juez o jueces recurridos; el cual
sólo podrá recaer sobre los hechos que, según el recurrente, constituyen
las faltas o abusos que se les imputan. En este sentido, el art. 549 letra
b) señala: "b) Admitido a tramitación el recurso, se pedirá de inmediato
informe al juez o jueces recurridos, el cual sólo podrá recaer sobre los
hechos que, según el recurrente, constituyen las faltas o abusos que se
les imputan. El tribunal recurrido deberá dejar constancia en el proceso
del hecho de haber recibido la aludida solicitud de informe y disponer la
notificación de aquélla a las partes, por el estado diario. El informe
deberá ser evacuado dentro de los ocho días hábiles siguientes a la
fecha de recepción del oficio respectivo;"

En este sentido, los profesores Maturana y Mosquera resumen el texto


de dicha norma, en tres obligaciones para el juez recurrido:

"a) Evacuarlo dentro de 8 días hábiles contado desde la fecha de la


recepción del oficio respectivo.

b) Dejar constancias en el proceso del hecho de haber recibido la


solicitud de informe.

c) Notificar a las partes por el estado diario de la solicitud de informe".

Respecto de la redacción de la norma, es importante el requisito de


claridad y especificidad respecto de la "falta o abuso" supuestamente
cometida, exigido por la nueva ley Nº 19.374 tanto en la redacción del
recurso de queja como en el informe que debe ser evacuado por el juez,
porque "antiguamente, los abogados, al redactar el recurso en cuestión,
acostumbraban acusar a tal o cual juez de haber cometido falta o abuso,
sin más explicación, lo que traía como consecuencia un informe
impreciso del tribunal requerido. (...) se hizo común que se remitiera el
expediente completo a la Corte, de modo que ésta, (...) debía
desentrañar dónde (...) se había producido falta o abuso".

Por su parte, el profesor Tavolari plantea la siguiente crítica, respecto


del cómputo del plazo: "No puede silenciarse la vaguedad de la norma:

497
¿cómo sabrá el remitente, el día efectivo en que el recurrido recibió la
petición de informe...?".

Asimismo, la norma antes mencionada señala que el tribunal recurrido


deberá dejar constancia en el proceso del hecho de haber recibido la
aludida solicitud de informe y disponer la notificación de aquélla a las
partes, por el estado diario. Barahona Avendaño, aparte de mencionar el
principio de bilateralidad de la audiencia como justificación de esta
obligación, señala como justificación de esta obligación al texto del art.
549 letra d) —que como veremos dice relación al derecho que tienen las
partes y terceros de concurrir a la vista de la causa—, donde a su juicio
se encuentra "el porqué de la notificación de la constancia de recepción
del informe, que la ley obliga al juez recurrido a hacer en el proceso".

En aclaración a esta disposición, Mosquera y Maturana señalan que


"aunque el legislador lo diga genéricamente al referirse al Tribunal,
entendemos que la referida certificación le corresponde efectuarla al
secretario del Tribunal en el proceso, de conformidad a lo dispuesto en
el Nº 2 del art. 380 del COT".

Por su parte, Tavolari O. vuelve a criticar la disposición, señalando que


es "una impropiedad técnica notable si se considera que son las
resoluciones y no las solicitudes las que se notifican...". A contrariu
sensu, Barahona A. cree "que el tenor de la ley es correcto. Lo que
ordena notificar es la constancia de la recepción de la solicitud de
informe y no la solicitud misma. Con mayor precisión, la notificación por
el estado diario será de aquella resolución dictada por el juez recurrido,
al recibir la solicitud mencionada...".

Sin perjuicio de lo antes mencionado, Tavolari Oliveros resalta la


existencia de la disposición, indicando: "Con todo, esta norma,
introducida por la Comisión Mixta, tiene la destacable característica de
evitar la indefensión y desconocimiento de la parte vencedora que, en
muchas ocasiones, ignora la existencia de un recurso de queja tramitado
a sus espaldas".

D. Comparecencia de las partes

Respecto de la comparecencia, la letra d) del mismo artículo señala:


"d) Cualquiera de las partes podrá comparecer en el recurso hasta antes
de la vista de la causa".

De esta norma, Mosquera y Maturana, señalan: "De la referida


redacción se desprende que la comparecencia de las partes ante el

498
tribunal superior del que dictó la resolución abusiva es facultativa y no
obligatoria para las partes".

Finalmente, en cuanto a la extensión de esta norma, el Informe de la


Comisión del Senado señala: "la Comisión, siempre por unanimidad,
acordó dejar constancia que la letra d) de ese precepto, que establece
que se "podrá hacer parte en el recurso hasta su vista", tiene el sentido
de conferir el derecho de hacerse parte hasta el momento indicado,
tanto a la contraparte como a cualquier tercero que pueda intervenir en
el mismo, en conformidad a las reglas generales del Código de
Procedimiento Civil".

Por su parte, Piedrabuena Richard critica esta norma, así como la


forma de fallar contemplada por la ley, para el recurso de queja, por las
siguientes razones: "En efecto, en el sistema actual del COT la regla
general en los tribunales colegiados es que conozcan de los asuntos
disciplinarios, directivos y económicos en pleno y no en salas y además,
salvo excepciones, que se proceda con la sola cuenta privada del relator.
La salvedad existente respecto de los recursos de queja se justificaba si
se admitía una influencia jurisdiccional en los fallos y para no recargar el
trabajo del pleno.

El nuevo sistema de vista del recurso de queja, con inclusión de la


causa en Tabla, con alegatos y con la posibilidad que los litigantes se
hagan parte antes de la vista de la causa no es compatible con la
naturaleza de un recurso estrictamente disciplinario. En efecto, si el fallo
que acoge el recurso de queja no puede modificar una resolución
judicial, no se entiende cuál sería el interés de los abogados para alegar
una causa en que se debate únicamente si el juez ha incurrido en graves
abusos y si debe sancionársele.

No podrían haber abogados defensores del juez y atacantes del


mismo. Ya no se alegaría para confirmar o para revocar una resolución,
sino que para que se sancionara al juez por grave abuso o para justificar
su actuación.

Lo anterior es a menos que nuevamente el recurso de queja persiga


indirectamente modificar una resolución judicial y las partes insten en la
vista del recurso, a la Corte, para que se actúe de oficio en esta
materia".

Asimismo, agrega: "Estudiando la historia de la ley, encontramos unas


intervenciones de los Senadores Sres. Martin y Otero en que discrepan
acerca de la utilidad de la vista de la causa y de la colocación de la

499
causa en tabla. Según el primero, esta modificación retardaría
notablemente la administración de justicia, sin que se hubiese
escuchado a la Corte Suprema, opinión que fue impugnada por el
Senador Otero aduciendo que las normas sobre vista del recurso de
queja se aplicaban únicamente a los arbitradores y no a los demás
casos".

Respecto de lo anterior, Barahona Avendaño —por su posición


respecto a los efectos jurisdiccionales del recurso de queja— no critica
las normas y en réplica a la postura de Piedrabuena, declara: "el nuevo
tratamiento del recurso de queja implica el reconocimiento de sus
alcances jurisdiccionales (...) Sólo en esta forma se hace coherente una
tramitación tan llena de garantías procesales como las que se proponen
y tan expedita, lo que es adecuado para un medio que, sin perjuicio de
ser principalmente disciplinario, accesoriamente es idóneo para
impugnar resoluciones jurisdiccionales".

E. Vista del recurso

La letra c) del art. 549 del COT dispone las siguientes reglas: "c)
Vencido el plazo anterior, se haya o no recibido el informe, se procederá
a la vista del recurso, para lo cual se agregará preferentemente a la
tabla. No procederá la suspensión de su vista y el tribunal sólo podría
decretar medidas para mejor resolver una vez, terminada ésta".

En consecuencia, "transcurrido el plazo de los ocho días, con o sin la


recepción de informe de parte del o los jueces recurridos, debe dictarse
la resolución de "Autos en Relación. Antiguamente, el tribunal que
conocía del recurso debía requerir nuevamente al juez o jueces
recurridos, en caso de no evacuar el informe dando un nuevo plazo para
dicho efecto; si no lo enviaba, se le apercibía a remitir dicho informe,
bajo amenaza de sanción disciplinaria y en caso de no despacharlo
nuevamente, se enviaban los antecedentes al Pleno del tribunal superior
para la sanción, pudiendo, recién ahí, continuar con la tramitación del
recurso.

Asimismo, los profesores Mosquera y Maturana extraen de la norma


citada, las siguientes reglas esenciales para la vista de la causa de un
recurso de queja:

"1º. El recurso debe fallarse siempre previa vista de la causa.

2º. El recurso de queja es una causa que goza de preferencia, por lo


que debe ser agregado preferentemente a la tabla para su vista y fallo.

500
3º. En caso de haberse interpuesto recursos jurisdiccionales
conjuntamente con el recurso de queja, éste se acumulará a los
recursos jurisdiccionales, y deberá resolverse conjuntamente con ellos
conforme a lo establecido en el art. 66 del Código Orgánico de
Tribunales. (...)

4º. En la Corte de Apelaciones, el recurso de queja debe conocerse y


fallarse previa inclusión de la causa en tabla, que se sorteará entre las
diversas Salas de conformidad a lo establecido en el art. 69 del Código
Orgánico de Tribunales. Excepcionalmente, no procederá el sorteo para
la designación de sala en caso que se hubiere producido la radicación
del recurso de queja con anterioridad en una Sala con motivo de
haberse pronunciado ella sobre la orden de no innovar solicitada por el
recurrente.

5º. En el recurso de queja no procede la suspensión de la vista de la


causa.

6º. En el recurso de queja el tribunal sólo podrá decretar medidas para


mejor resolver una vez terminada la vista de la causa".

A diferencia del régimen antiguo, los recursos de queja se verán previa


vista de la causa y no en cuenta (aunque el tribunal podía
facultativamente traer los autos en relación). Asimismo tendrán
preferencia —al ser colocados en tabla— los recursos de queja para su
vista.

A este respecto, Barahona A., como veremos posteriormente, destaca


de estos dos últimos aspectos referidos, que la regulación actual tiene
como gran ventaja establecer un procedimiento expedito y que protege
las garantías procesales de las partes, lo cual a su juicio radica en que el
fallo que acoge el recurso de queja tiene efectos jurisdiccionales.

Respecto de la competencia para conocer del recurso de queja, en lo


concerniente a la Corte Suprema, tenemos que en virtud del Auto
Acordado dictado por este tribunal en 24 de julio de 2009: "...el
conocimiento y fallo del recurso de queja corresponde a la sala
especializada respectiva según la materia en que incida el recurso de
queja...".

En lo relativo a las reglas de acumulación del recurso de queja. El art.


66 del COT que norma la acumulación para los asuntos que conoce la
Corte de Apelaciones, en su inciso tercero parte final del COT, señala
que: "En caso que, además de haberse interpuesto recursos

501
jurisdiccionales, se haya deducido recurso de queja, éste se acumulará a
los recursos jurisdiccionales, y deberá resolverse conjuntamente con
ellos".

"El antiguo art. 66 disponía que los recursos jurisdiccionales


pendientes que incidían causa en una misma causa, debían acumularse
y verse conjuntamente en una misma Sala y se establecía que esta
disposición no se aplicaba a los recursos de queja, sin perjuicio de las
facultades propias del tribunal".

Hoy, en cambio, sí es obligatoria la acumulación del recurso de queja a


los otros recursos jurisdiccionales impetrados. Por su parte, es bastante
crítico de esta disposición Piedrabuena Richard, el cual sostiene que el
sistema antiguo disponía la solución correcta, declarando así: "ya más
que nunca el recurso de queja es disciplinario y no influye sobre las
resoluciones judiciales. Quizás, la misma Sala debería conocer de todos
los recursos, pero jamás a través de una acumulación".

De cualquier forma, y sin perjuicio de la situación, tenemos a primera


vista que el único caso en que se podrá producir esta acumulación será
respecto de la vista del recurso de queja y de casación en la forma que
se deduzcan contra la sentencia definitiva del árbitro arbitrador, según
Mosquera y Maturana. Afirmando su posición destacan que "se dejó
expresa constancia en el informe de la Comisión de Constitución,
Legislación y Justicia del Senado, al referirse a la modificación del art.
66 del Código Orgánico de Tribunales, precisando que "la modificación
que antecede guarda armonía con la excepción que se establece en el
artículo 545 en relación con las sentencias definitivas de primera o única
instancia de los árbitros arbitradores, respecto de las cuales se
establece en el aludido precepto que procederá el recurso de queja,
además del recurso de casación en la forma, según se explicará al
referirnos a ese precepto. En efecto, la Comisión estimó que si se
plantean recursos de queja y de casación en la forma en contra de una
sentencia de árbitros arbitradores, lo lógico es que se vean
conjuntamente".

Por su parte, Barahona A., en vista del texto del art. 545 del COT —
que hace improcedente este recurso, cuando procede cualquier otro
jurisdiccional ordinario o extraordinario— y en pos de indicar un ejemplo
para el caso de que se impugnen resoluciones emanadas de otro tipo de
jueces; señala que el art. 66 del COT sólo sería aplicable, en los casos
en que "la acumulación se refiera a recursos que han sido interpuestos
respecto de distintas resoluciones". O sea, que exista una resolución que

502
sea recurrida por un recurso jurisdiccional y otra que no admita recurso,
que sea impugnada —en un mismo escrito— por el recurso de queja.

Asimismo, este académico deduce del art. 66 del COT que, al


prescribir que "se haya deducido recurso de queja, éste se acumulará a
los recursos jurisdiccionales", el recurso de queja deberá tramitarse
según las reglas dispuestas para el recurso ordinario u extraordinario, al
que esté acumulado.

F. Fallo del recurso de queja

Una vez terminada la vista del recurso del recurso de queja, el tribunal
deberá fallar el recurso, ya sea acogiéndolo o rechazándolo.

Respecto de las opciones referidas, según Barahona A. existe otra


posibilidad, que dice relación con declarar inadmisible el recurso de
queja deducido. De esta forma, señala que cuando conoce la Corte de
Apelaciones de un recurso de queja, la sala que conoce del fondo del
recurso puede declararlo inadmisible —aun cuando se haya realizado el
trámite de admisibilidad por la "sala de cuenta" y se haya declarado
admisible—. En este sentido, declara: "creo que perfectamente podría
declararlo también la sala que dicte el fallo, al constatarlo tardíamente".
Sin perjuicio de lo anterior, admite que existen autores que opinan en
contrario. Asimismo, es una posición refutable, porque la resolución que
declara la admisibilidad de un recurso de queja, puede ser considerada
como una sentencia interlocutoria y como tal producir cosa juzgada, no
pudiendo ser modificable en el trámite posterior.

Asimismo, tal como expusimos anteriormente, el académico antes


citado, frente al vacío normativo relativo a la competencia de quien debe
conocer del trámite de admisibilidad cuando es la Corte Suprema, el
tribunal que conoce el recurso de queja (relativo a la mención que hace
el art. 549 letra a) del COT a la "sala de cuentas", en razón de que la
Corte Suprema no tiene dicha Sala), señala que la Sala que conozca del
fondo del asunto también puede declarar la inadmisibilidad, en caso de
constatar la falta de algunos de los requisitos que contempla la ley.

— Del fallo que acoge el recurso de queja

De los incisos segundo y tercero del art. 545 del COT, se desprende
que el fallo que acoge un recurso de queja deberá contener tres
requisitos indispensables:

503
a) El fallo que acoge el recurso de queja contendrá las consideraciones
precisas que demuestren la falta o abuso, así como los errores u
omisiones manifiestos y graves que los constituyan y que existan en la
resolución que motiva el recurso.

b) Determinar las medidas conducentes a remediar tal falta o abuso.

c) En caso que un tribunal superior de justicia, haciendo uso de sus


facultades disciplinarias, invalide una resolución jurisdiccional, deberá
aplicar la o las medidas disciplinarias que estime pertinentes. En tal
caso, la sala dispondrá que se dé cuenta al tribunal pleno de los
antecedentes para los efectos de aplicar las medidas disciplinarias que
procedan, atendida la naturaleza de las faltas o abusos, la que no podrá
ser inferior a amonestación privada. Tal y como lo señala la parte final
del inciso final del art. 545 del COT.

Respecto del requisito a) y la motivación del fallo recurso de queja.

En cuanto a la motivación de las sentencias, una de las grandes


críticas que se hacían a los tribunales superiores —antes de la dictación
de la ley Nº 19.374— era que no fundaban los fallos de los recursos de
queja.

En este sentido, Tavolari Oliveros, señala: "Incesantemente se ha


reprochado a los tribunales superiores, la incertidumbre y atentado a la
seguridad jurídica que representa el fallo continuo de los recursos de
queja sin debida motivación". A este respecto, el nuevo art. 545 del COT
incluye la obligación de fundar los fallos —rescatando las ideas del
mensaje y de las Comisiones Parlamentarias—, pero no contiene las
consecuencias que emanarían de su omisión, lo cual critica este
académico, por el siguiente motivo: "Lamentablemente, no se
consignaron en la ley, consecuencias ni para los fallos que no cumplan
estas exigencias ni para sus redactores, cuestión especialmente
deseable, si se repara en que el Auto Acordado de 1972 ya había
incorporado en los mismos términos que se emplean, esta exigencia a
los jueces y el grado de desacatamiento es tal que, entre las razones del
Mensaje, se incluye la necesidad de obtener la fundamentación de las
decisiones estos recursos, que hoy se echan de menos".

— Consideraciones en relación al requisito b)

Respecto a este requerimiento, la segunda parte del inciso segundo


del art. 545 del COT señala: "...y determinará las medidas conducentes
a remediar tal falta o abuso. En ningún caso podrá modificar, enmendar

504
o invalidar resoluciones judiciales respecto de las cuales la ley
contempla recursos jurisdiccionales ordinarios o extraordinarios, salvo
que se trate de un recurso de queja interpuesto contra sentencia
definitiva de primera o única instancia dictada por árbitros arbitradores".

Es la interpretación de esta norma la que nos llevará al tema más


conflictivo de regulación del recurso de queja: ¿Puede el Tribunal que
acoge un recurso de queja modificar el contenido de la resolución en
que el abuso se cometió?

En primer término, cabe señalar que, por el texto del artículo, existe
consenso doctrinario referente a que la resolución que acoge el recurso
de queja interpuesto contra una sentencia dictada por un juez árbitro
arbitrador puede modificar su contenido.

Fuera de esta hipótesis, esta interrogante se puede contestar de tres


maneras elementales:

1) Contestando Negativamente. En este sentido, el profesor Raúl


Tavolari Oliveros;

2) Sosteniendo una Posición Intermedia (que estima que sólo se puede


modificar el contenido de una sentencia, cuando el tribunal de oficio
aplique sus facultades disciplinarias). Afirma esta postura, el académico
Guillermo Piedrabuena Richard; y

3) Contestando Positivamente (o sea, creen que el fallo que acoge el


recurso de queja puede invalidar, modificar o enmendar el contenido de
la resolución impugnada). Sostienen esta posición los profesores José
Barahona Avendaño, don Mario Mosquera Ruiz y Cristián Maturana
Miquel.

1) La Opinión Negativa se sostiene sobre cuatro nudos argumentales,


los cuales emanan esencialmente de los informes de la Comisiones
Parlamentarias:

— En primer lugar, con el propósito de evitar que el recurso de queja


se transforme en una tercera instancia, el Primer Informe de la
Comisión del Senado, señaló: "El fallo que acoge un recurso de queja no
podrá en modo alguno modificar, enmendar o invalidar resoluciones
judiciales respecto de las cuales procedan otros recurso
jurisdiccionales...".

505
— En segundo lugar, la Senadora Olga Feliú hizo una indicación
relativa a la posibilidad de modificación de la sentencia impugnada una
vez acogido el recurso —en la cual sólo el Pleno podía mutarla
conociendo de un recurso de queja, a requerimiento del Presidente o de
cinco ministros—, que fue rechazada por "la Comisión por unanimidad
de sus miembros presentes, señores Diez, Fernández, Otero, Pacheco y
Vodanovic, (...) por estimar que ella se inspira en la tesis de que por el
recurso de queja se puede modificar jurisdiccionalmente lo resuelto, en
circunstancias que lo que se pretende es que el juicio termine realmente
en la segunda instancia".

— En tercer lugar, la misma senadora, propuso una indicación que


tenía como fin: imponer al tribunal recurrido, el deber de notificar a las
partes del juicio —una vez que haya tomado conocimiento del recurso—
y prohibir al tribunal que conoce del recurso, fallar hasta que no se haya
emplazado debidamente a todas las partes, la cual fue rechazada por
unanimidad de miembros "por entender que ella (la indicación) parte de
la base de la existencia de un recurso de queja que permita modificar lo
resuelto jurisdiccionalmente".

— Finalmente, en el Informe de la Comisión de la Cámara de


Diputados, cuando se explica al Plenario, el proyecto aprobado por el
Senado, se señala: "Excepcionalmente, se establece que procede el
recurso de queja y también el de casación en la forma en contra de las
sentencias definitivas de primera o única instancia dictadas por árbitros
arbitradores. Lo anterior, por cuanto no procede el recurso de casación
en el fondo, por lo que el recurso de queja será el único medio de que
dispondrán las partes en caso de que el árbitro arbitrador falle de forma
aberrante, sin respetar principios básicos de equidad. Salvo en el caso
anterior —continúa la Comisión de Diputados— el fallo que acoge el
recurso de queja no podrá modificar, enmendar o invalidar resoluciones
judiciales respecto de las cuales la ley contempla recursos
jurisdiccionales ordinarios o extraordinarios".

De todos estos argumentos, Tavolari O. afirma que se ha llegado a "la


proscripción del recurso de queja o de todo cambio disciplinario, como
vía de modificación o, en general, de impugnación de resoluciones
jurisdiccionales". Concluyendo de esta forma que: "si reiteradamente se
postula en el texto de la ley y en su proceso normativo, que el recurso
de queja no permite impugnar resoluciones jurisdiccionales, como no
sean aquellas que se originan en procesos sustanciados por árbitros
arbitradores, la referencia a las consecuencias que sigan de la
invalidación que los tribunales superiores efectúen de resoluciones
jurisdiccionales, sólo puede estar efectuada al único caso en que tal

506
conducta es posible, esto es (...) con motivo de dichas sentencias
arbitrales".

Esta respuesta le genera dudas al autor citado, existiendo dos grandes


preguntas que no se pueden resolver de forma clara: "¿Cómo se corrige
la falta o abuso cometidas en su pronunciamiento si esa es la finalidad
que el inc. 1º, del art. 545, asigna al recurso? (...) ¿No será posible
corregir la falta por vía del recurso de queja y enmendar la resolución"?.

Ante esta interrogante, el autor señala "aceptar que por vía del
recurso de queja se podrían cambiar dichas resoluciones, llevaría a
reconocer, en primer término, que el legislador no ha sido consecuente
y ha promulgado textos que difieren de sus intenciones claramente
destacadas en las constancias que dejara en el proceso formativo de la
ley (...) Queda la tarea pendiente para la actividad jurisprudencial o
para la eventual interpretación auténtica, siempre posible".

2) La posición intermedia.

El profesor Guillermo Piedrabuena Richard sostiene, en una posición


ecléctica respecto al problema, que el recurso de queja presentado por
las partes tiene vedada la posibilidad de invalidar, revocar o enmendar
una resolución judicial, en el sentido declara: "Dicha potestad es
correctiva y solamente mira al castigo del funcionario, pero nada impide
que los tribunales superiores hagan uso de sus facultades de oficio o a
petición de parte para remediar con prontitud el mal causado y en esta
virtud pueden legar a invalidar o modificar resoluciones judiciales".

En este sentido, sostiene que: "En cuanto al fallo que acoge el recurso
de queja no puede tener influencia jurisdiccional porque la ley lo prohíbe
expresamente. Existen diversas constancias en la historia legislativa a
que (sic) se estimó que nunca o jamás que el fallo que acogía al recurso
podía modificar una resolución jurisdiccional".

La génesis de su postura emana del siguiente planteamiento del


Primer Informe de la Comisión del Senado: "Que la prohibición de que el
fallo del recurso de queja influya en la resolución jurisdiccional cuando
existen otros recursos jurisdiccionales posibles, es sin perjuicio de dejar
intacta la atribución de la Corte Suprema para actuar de oficio, cuando
lo estime procedente, en ejercicio de sus facultades disciplinarias, toda
vez que se limita el recurso de queja, que es el instrumento que la ley
confiere a las partes para impetrar del tribunal el ejercicio de las
aludidas facultades.

507
En caso que un tribunal superior de justicia, haciendo uso de sus
facultes invalide una resolución jurisdiccional, deberá aplicar las medidas
disciplinarias que procedan...".

Asimismo agrega que el mismo informe en su letra g), señala: "En


caso que un tribunal superior de justicia, haciendo uso de sus facultades
disciplinarias, invalide una resolución jurisdiccional, deberá aplicar las
medidas disciplinarias que procedan, atendida la naturaleza de la falta o
abuso, la que no podrá ser inferior a amonestación privada".

Dentro del texto normativo se justifica su posición, porque como vimos


anteriormente el inciso primero del art. 545 del COT deja a salvo la
posibilidad de que la Corte Suprema actúe de oficio en uso de sus
facultades disciplinarias.

Después la primera parte del inc. 3º del art. 545 del COT señala: "En
caso que un tribunal superior de justicia, haciendo uso de sus facultades
disciplinarias, invalide una resolución jurisdiccional, deberá aplicar la o
las medidas disciplinarias que estime pertinentes".Términos que
interpretados literalmente, dan a entender que como resultado del uso
de sus atribuciones disciplinarias por parte del tribunal, puede resultar la
modificación, invalidación o revocación una sentencia, lo cual se
producirá únicamente como consecuencia de la utilización de las
facultades oficiosas de los Tribunales Superiores de Justicia, puesto que
de las constancias legislativas consta que el fallo que acoge recurso de
queja no podrá tener efectos jurisdiccionales, cuando es deducido por
una de las partes.

Finalmente, cita como argumento, el siguiente: "el Tribunal


Constitucional declaró constitucional, en su fallo de 1 de febrero de
1995, la modificación al art. 545 del COT 'en el entendido de lo señalado
en el considerando 16º de esta sentencia'". A su vez, el considerando
16º expresó lo que sigue:

"16).- Que el art. 545, del Código Orgánico de Tribunales,


reemplazado por el Nº 18 del artículo Iº de proyecto remitido, este
tribunal lo considera constitucional en el entendido que se dejan a salvo
las facultades que, por la vía de la superintendencia directiva,
correccional y económica. Le concede el artículo 79 de la Constitución
Política a la Corte Suprema".

El presente argumento es menester entenderlo en el siguiente


contexto: las facultades disciplinarias de oficio de los Tribunales
Superiores de Justicia (con la posibilidad de modificar, invalidar o

508
revocar sentencias) son anteriores a la dictación de la ley Nº 19.374 y
tienen su fuente directa en el actual art. 82 de la Constitución (79 de
esa época), por lo cual, el nuevo carácter del recurso de queja —
estrictamente disciplinario—, emanado de la nueva ley, no las puede
afectar por un tema de jerarquía normativa, dado que cualquier
interpretación que las restrinja sería inconstitucional.

c) La Tesis que concede efectos jurisdiccionales al fallo que acoge el


recurso de queja.

Tal y como lo hemos esbozado anteriormente, el profesor José Miguel


Barahona Avendaño, señala que la ley Nº 19.374 "lejos de replantear el
recurso de queja como un medio única y estrictamente disciplinario, lo
que hizo fue darle un respaldo legal a los alcances jurisdiccionales que
antes se le atribuían jurisprudencialmente. Más aún, se reestructuró
toda su forma de tramitación para que fuera coherente con estos
alcances".

En este sentido, agrega el académico: "Todos estos puntos se orientan


a la regulación estricta de la procedencia del recurso, a evitar su
interposición en reemplazo de otros de carácter ordinario y,
consecuencialmente, obtener un nuevo juzgamiento de los hechos y el
derecho. Es decir, se busca el restablecimiento de la seguridad jurídica y
respeto de los principios formativos del proceso. Pero en ninguna parte
aprecio una intención, expresa o tácita, de redefinir al recurso de queja
como exclusivamente disciplinario, proscribiendo su carácter accesorio
de medio de impugnación".

A este respecto, Barahona A. ha planteado 13 grandes razones que


justifican la opinión antes recogida. Muchos de estos argumentos los
hemos desarrollando durante la obra y algunos otros lo desarrollaremos,
con el fin de contraponerlos a las posiciones de los otros autores. En
resumen, estas ideas se sintetizan en:

1) "Queda claro que la historia de la ley Nº 19.374 para nada confirma


un supuesto carácter exclusivamente disciplinario del recurso de
queja". Toda vez que del proyecto enviado por el Ejecutivo y los
lineamientos de la Corte Suprema contenidos en el oficio N 000615
apuntaban a consagrar los efectos jurisdiccionales del recurso de queja;

2) "Por la definición que del instituto da el nuevo inciso 1º del art. 545
del COT en la que se erige como un recurso para corregir faltas o abusos
graves cometidos en una resolución jurisdiccional". En este sentido, si el
objetivo es "corregir", necesariamente debe remediar, y aquello se hace

509
mediante la invalidación de la sentencia y aplicación de medida
disciplinaria;

3) "Por la calificación de gravedad de las faltas o abusos que hoy exige


la ley para hacer procedente el recurso de queja". Como señalamos
anteriormente, poner el agravio como baremo, a juicio del autor,
entrega carácter jurisdiccional al fallo que acoge el recurso de queja,
puesto que si fue disciplinario podría atacar todas las resoluciones, dado
que a priori todas las faltas o abusos de esta naturaleza son graves;

4) "Por la determinada naturaleza jurídica que la ley exige que tengan


las resoluciones jurisdiccionales para ser susceptibles del recurso de
queja";

5) "Por la incompatibilidad establecida por la ley entre el recurso de


queja y los recursos jurisdiccionales tradicionales, lo que sólo se explica
de mantener la institución sus características como medio de
impugnación. Así se evita el doble recurrir con un mismo objeto: la
invalidación de la resolución continente de falta o abuso";

6) "Por el énfasis que la ley Nº 19.374 dio a la debida fundamentación


del fallo que acoge el recurso de queja". En el fondo, porque aquello lo
convierte en medio eficaz de impugnación, a diferencia del régimen
antiguo;

7) De la interpretación del texto de los incisos 2º y 3º del artículo 545


del COT;

8) Porque, como detallaremos más adelante, según la lectura del texto


legal del profesor Barahona, "la ley Nº 19.374 dispone que el fallo que
acoge el recurso de queja sólo hace obligatorias las sanciones
disciplinarias cuando se produce la invalidación de la resolución
jurisdiccional";

9) "Por su nueva forma de conocimiento, previa vista del recurso, con


todas las garantías procesales que ello implica, y no en cuenta";

10) "Por el emplazamiento que hay en la ley que obliga a hacer en


favor de la parte que se ha conformado con la resolución que es objeto
del recurso de queja". Según la lógica del autor, de estos dos últimos
puntos se desprende que se debe respetar la bilateralidad de la
audiencia, lo cual tiene sentido sólo para el evento de que se pueda
modificar la sentencia;

510
11) "Por la acumulación que la ley ordena entre los recursos de queja
y los propiamente jurisdiccionales y su fallo conjunto";

12) "Por la subsistencia en la ley Nº 19.374 de la posibilidad de


obtención de una orden de no innovar mientras esté pendiente el fallo
del recurso de queja"; y

13) Por la jurisprudencia de la Corte Suprema en el caso Cuadra, que


conociendo de un recurso de queja, declaró que existía "falta o abuso
grave" y sólo modificó la sentencia y no aplicó medida disciplinaria por
declararla inaplicable por inconstitucionalidad (entiéndase que el fallo es
de 1996, cuando este tribunal tenía dicha atribución).

En pos de construir su réplica a las otras posiciones, Barahona A.


sostiene que el Segundo Informe de la Comisión de Constitución,
Legislación, Justicia y Reglamento del Senado, "constituye el principal
pedestal de la tesis que niega las influencias del fallo del recurso de
queja sobre la resolución continente de falta o abuso".

En este sentido —y empezando a rebatir las posturas de Tavolari O.—,


en su parecer, el recurso de queja tiene tres fuentes derivadas de la
historia fidedigna de la ley: "el proyecto del Ejecutivo, la propuesta de la
Corte Suprema y los vaivenes del proceso formativo de la ley en el
Congreso. En las dos primeras instancias la intención era la de darle un
respaldo legal a los alcances jurisdiccionales de la institución,
ajustándola, además, a los principios reguladores del proceso. En la
tercera fuente, el punto no es tan claro. En todo caso, no es posible
atribuir una intención al parlamento a partir de las opiniones de algunos
miembros".

A este respecto, según su opinión: el Ejecutivo y la Corte Suprema


querían, mediante la ley Nº 19.374, hacer una moderada reforma del
régimen del recurso de queja, teniendo como gran objetivo limitar la
procedencia de este medio de impugnación y evitando que se
convirtiese en tercera instancia; objetivo que no fue tomado en cuenta
por todos los senadores al desarrollar este segundo informe, habiendo
algunos más radicales (especialmente los señores Miguel Otero y Sergio
Fernández) que trataron de crear un sistema nuevo que tratara al
recurso de queja como un medio de carácter estrictamente disciplinario
y bajo ningún aspecto jurisdiccional, señalando de esta forma el
académico que: "Si bien ésta fue, indudablemente, la intención de
algunos parlamentarios, me parece que ella no se concretó en el texto
legal definitivo. Por el contrario, pienso que el recurso en cuestión sigue

511
teniendo un carácter fuertemente jurisdiccional y ello se puede derivar
de la sola lectura de la ley".

Lo cual acarreó finalmente a juicio del autor, "dificultades producidas


hoy con la interpretación y aplicación de las normas de la ley Nº 19.374
(...) por una falta de definición en cuanto a lo que se pretendía que
fuese el nuevo recurso de queja", dándose esta última tanto entre
órganos legislativos como entre los mismos parlamentarios, destacando
en este sentido que: "El artículo 545 intensifica la naturaleza
disciplinaria de la institución. Los artículos 548 y 549 responden a un
carácter más bien jurisdiccional".

Hecha esta introducción, refuta los argumentos del profesor Tavolari —


emanados de este Segundo Informe de la Comisión del Senado—, en
cuanto estima que los fundamentos que inspiraron su posición y que
rechazaron las indicaciones presentadas por la Senadora Feliú por
considerarlas contradictorias con la naturaleza estrictamente
disciplinaria del recurso de queja, no son coherentes con el texto final
de los arts. 545, 548 y 549 del COT.

A mayor abundamiento, respecto del segundo argumento (de los


expuestos anteriormente) que se centra en rechazo de la indicación de
la Senadora Olga Feliú (al art. 545 del COT), relativo al modo de
invalidar las sentencia que propuso; Barahona señala que esa votación
es inconsistente con el texto final de dicho artículo, puesto que "Si bien
es cierto que ella se conforma con la opinión que resta al recurso todo
alcance jurisdiccional, por otro lado se opone con la primera parte del
inciso 3º del mismo artículo, que no sufrió modificación". Dicho inciso
habla de que en caso de invalidarse la resolución jurisdiccional, el
tribunal tiene la obligación de aplicar una medida disciplinaria.

En relación al tercer argumento esgrimido, en el cual se rechazó por


unanimidad la indicación que postulaba la obligación —al tribunal
recurrido— de notificar a todas las partes del recurso de queja deducido,
porque atentaba contra la naturaleza disciplinaria del recurso de queja.
El autor señala que, si bien aquel voto es consistente con la posición de
considerarlo un recurso de carácter disciplinario, no es coherente con el
texto final del art. 549 b) que se aprobó, puesto que aquel contiene la
obligación de notificar a todas las partes del juicio por el estado diario. A
este respecto, señala el académico "el rechazo de esta indicación
tampoco es un antecedente idóneo como para fundar la posición que
niega los alcances jurisdiccionales del recurso de queja, ya que carece
de relación con lo que fue, al final, el texto definitivo de la ley".

512
De esta forma, termina señalando "no parece lógico que el esfuerzo
tan grande hecho por el Congreso, por el Ejecutivo y aun por la Corte
Suprema, para darle al recurso de queja el tratamiento legal que
ameritaba y para ordenarlo a los principios y garantías del proceso, haya
tenido como objetivo final el dejarlo tan restringido que terminaría por
desaparecer. Si tal hubiese sido el verdadero sentido de la reforma, lo
lógico es que las normas pertinentes simplemente se hubiesen
derogado".

Desde el enfoque del texto legal, la interpretación normativa que


otorga efectos jurisdiccionales al fallo que acoge al recurso de queja,
haciéndolo capaz de modificar, enmendar o revocar la sentencia
impugnada, se construye de la siguiente forma, a juicio de Barahona
Avendaño:

El texto de la parte final del inciso 2º del art. 545 del COT señala: "En
ningún caso podrá modificar, enmendar o invalidar resoluciones
judiciales respecto de las cuales la ley contempla recursos
jurisdiccionales ordinarios o extraordinarios, salvo que se trate de un
recurso de queja interpuesto contra sentencia definitiva de primera o
única instancia dictada por árbitros arbitradores".

De esta norma, el académico realiza el siguiente ejercicio, "si


reflexionamos a "a contrariu sensu": Si la ley nos dice: "En ningún caso
puede (el recurso de queja) modificar o enmendar resoluciones
jurisdiccionales respecto de las cuales la ley contempla recursos
ordinarios o extraordinarios.

Entonces: Si no existen otros recursos jurisdiccionales procedentes. El


fallo del recurso de queja sí podrá modificar o enmendar la resolución
jurisdiccional. Aún más: esta conclusión resulta la única posible desde el
momento que el recurso de queja sólo es procedente de no existir otro
recurso para ser interpuesto".

A su vez, a juicio del autor dicha interpretación se aviene al texto de la


primera frase del inc. 3º del art. 545, que señala: "En caso que un
tribunal superior de justicia, haciendo uso de sus facultades
disciplinarias, invalide una resolución jurisdiccional, deberá aplicar la o
las medidas disciplinarias que estime pertinentes".

Asimismo, Barahona A. extrae la siguiente conclusión de esta


disposición: "Si el principal objeto del recurso de queja es la aplicación
de una sanción, haciendo honor al carácter principalmente disciplinario
de la institución, y sin tal sanción es sólo obligatoria cuando se modifica

513
una resolución (conforme al inciso 3º del artículo 545) tenemos
entonces que el fallo que acoge un recurso de queja necesariamente
debe:

a) Ordenar la aplicación de una medida disciplinaria al juez o jueces


que han pronunciado la resolución con grave falta o abuso.

b) Modificar, enmendar o invalidar la resolución abusiva o continente


de falta".

Siendo lo primero, efecto principal del fallo de un recurso de queja y el


efecto jurisdiccional en la sentencia, el secundario.

De este modo, termina declarando: "Esta solución es la única eficaz


para salvar la nefasta práctica anterior a la ley Nº 19.374, por la que se
dejaba sin sanción al tribunal recurrido, aun cuando el recurso de queja
fuese acogido".

Por otro lado, Barahona refuta a Piedrabuena Richard, sosteniendo que


sus argumentos: "lejos de servir de respaldo a la posición contraria, sólo
confirman mis apreciaciones en cuanto que la eventual modificación de
la resolución abusiva es un efecto consustancial y propio del recurso de
queja independiente de las facultades oficiosas de los Tribunales
Superiores de Justicia". Puesto que "en el caso del inciso 3º del artículo
545 se habla de un efecto propio del recurso de queja y que lo ejercen
todos los Tribunales Superiores de Justicia (Corte Suprema y las de
Apelaciones), y en el caso del inciso 1º del mismo artículo se habla de
una facultad privativa de la Corte Suprema (propia de su
superintendencia correccional) de entrar a conocer de una falta o abuso
cometido en una resolución que ordinariamente no es susceptible del
recurso en cuestión, ya sea por su naturaleza jurídica o per
se susceptible de otro recurso jurisdiccional".

Asimismo, de la lectura antes realizada por el autor del texto del inciso
3º del art. 545 del COT, se pregunta éste —espetando a no sólo al
profesor Piedrabuena, sino a todos quienes sostienen que no pueden
derivarse consecuencias jurisdiccionales de un recurso de queja—, qué
ocurriría: "¿Si no hay invalidación de una resolución (que sería el caso
general), no hay lugar a sanciones disciplinarias, pese a haberse acogido
el recurso? ¿Y si las hubiera, son obligatorias y facultativas para el
tribunal que conoce del asunto? Y lo más importante, ¿para qué sirve el
recurso de queja si, de acogerse, ni siquiera sería obligatorio su
principal efecto, esto es, la sanción disciplinaria?".

514
Por su parte, los profesores Cristián Maturana Miquel y Mario
Mosquera Ruiz también creen que el fallo que acoge el recurso de queja
tiene efectos jurisdiccionales y, por ende, puede modificar, revocar o
invalidar una sentencia. Toda vez, que "el tribunal superior conociendo
del recurso de queja tiene amplias facultades para los efectos de dictar
la resolución que estime necesarias para poner pronto remedio al mal
que motivó su interposición, pudiendo al efecto invalidar, modificar o
enmendar la resolución en que se cometió la falta o abuso".

De esta forma, llegan los tratadistas a la siguiente conclusión: "el


tribunal podrá anular la sentencia y dictar otra en su reemplazo, anular
el procedimiento en que ella se hubiere dictado, modificar total o
parcialmente la resolución, etc. Es así como el tribunal superior al
conocer del recurso de queja tiene las facultades más amplias incluso
que las que posee en virtud de una apelación y casación, puesto que sin
limitación de causales que lo hacen procedentes, este puede adoptar
todas las medidas que considere necesarias para reparar la falta o abuso
cometida en la resolución".

En este sentido, los académicos antes citados, creen que la amplitud


del recurso de queja se encuentra en el texto de la parte final del inciso
segundo del art. 545 del COT, el cual —en concordancia con la
interpretación de Barahona Avendaño— luego de ser interpretado a
contrariu sensu permite al fallo del recurso de queja: modificar,
enmendar o invalidar resoluciones judiciales respecto de las cuales la ley
no contempla recursos jurisdiccionales ordinarios o extraordinarios.

Por el contrario, Munita Herrera —cuyo análisis del recurso de queja se


realizó previo a la dictación de la ley Nº 19.374, por lo cual no tiene
dudas respecto de los efectos jurisdiccionales del recurso de queja—
estima que al ser un recurso extraordinario, "el juez no tiene amplia
facultad para conocer del asunto, sino sólo para revisar aquella parte
que le permite la ley, según el momento en que ha ocurrido el vicio". La
limita el artículo 536, citado anteriormente, cuando dice: "las medidas
convenientes para poner pronto remedio al mal causado". Es eso lo que
se le permite al juez y no más. Lo contrario sería fallar "ultra petita". En
este sentido, llega a una misma respuesta que los otros autores, pero
desde un enfoque distinto.

A modo de contestación, Tavolari cree que la norma antes citada y


respecto de la cual se hace la interpretación a contrariu sensu, es un
error del legislador y es redundante de lo establecido en el inciso
primero, declarando que "es un error incomprensible del legislador que
ha afirmado, antes, que el recurso no procede si son procedentes

515
recursos jurisdiccionales y ahora discurre sobre la base de tratarse,
precisamente, de una de tales hipótesis, prohibiendo que en estos casos
la resolución se altere". Esta lectura se extrae, como señalamos
anteriormente, de la comprensión del espíritu que informa la reforma
introducida por la ley Nº 19.374.

En este mismo sentido, Piedrabuena Richard admite que: "la limitación


a la influencia del recurso de queja en lo jurisdiccional fue redactada en
forma ambigua, porque al establecer que "en ningún caso
podrá modificar, enmendar o invalidar resoluciones judiciales respecto
de las cuales la ley contempla recursos jurisdiccionales ordinarios o
extraordinarios", se agregó esta última frase subrayada que se
contradice con el inciso primero del art. 545 en cuanto no se acepta la
procedencia del recurso si existen otros recursos jurisdiccionales
ordinarios o extraordinarios".

A este respecto, el error cometido por el legislador otorga la


posibilidad —a juicio del autor— de realizar la interpretación a contrariu
sensu realizada por Barahona, Mosquera y Maturana, entrando por tanto
en contradicción con lo señalado en el inciso primero del art. 545, el
cual fija la prohibición de modificar sentencias del fallo que acoge el
recurso de queja. De tal forma, que a juicio de este autor se soluciona la
antinomia de la siguiente manera: "acudiendo a la historia de la ley en
cuanto establece claramente la idea del legislador de establecer un
recurso meramente disciplinario sin ninguna relación con lo jurisdiccional
(...) Es decir una impropiedad del legislador para expresar
correctamente sus ideas y habría que hacer primar el concepto del
inciso primero del art. 545 que fija concepto general del recurso de
queja".

En cuanto al sentido de la reforma al régimen del recurso de queja —


que invoca Barahona Avendaño criticando a quienes objetan los efectos
jurisdiccionales del recurso de queja—, Piedrabuena contesta: "Sin
embargo, también sostenemos que los legisladores "intentaron" hacer
morir el recurso de queja pero sus esfuerzos fueron incompletos por
falta de sistematización de las reformas, por falta de armonía con otras
disposiciones legales y con el sistema del COT que permanecen vigentes
y en fin por contradicciones internas de la misma ley, puntos a los que
nos referiremos más adelante".

Tavolari O. comenta en esta forma, respecto de los nuevos requisitos


de procedencia del recurso de queja y el sentido de la reforma: "Ha
llegado la hora de proclamar, entonces, que, en la letra y en el espíritu
de la ley, el legislador ha conseguido su finalidad; el recurso de queja

516
está de hoy en más, prácticamente proscrito del ordenamiento ritual
nacional... ". Asimismo agrega que la gran razón que justifica que no se
haya derogado el recurso de queja emana de una cultura jurídica
nacional y de una práctica forense, que por décadas nunca reclamó
contra los abusos cometidos por los jueces de la Corte Suprema al
utilizar el recurso de queja para invalidar sentencias. En este sentido
concluye: "Así expuestas las cosas, no es de extrañar que el Mensaje del
Ejecutivo, no haya osado, directamente, proponer la eliminación del
recurso de queja... ".

— Respecto de la obligación de imponer una medida disciplinaria


contenida en el requisito c) y su forma de tramitación

Tal se señaló anteriormente, en caso de que un tribunal superior de


justicia, haciendo uso de sus facultades disciplinarias, acoja un recurso
de queja deberá aplicar la medida disciplinaria que estime pertinentes.
En este sentido, la primera parte del inciso final del art. 545 COT señala:
"En caso que un tribunal superior de justicia, haciendo uso de sus
facultades disciplinarias, invalide una resolución jurisdiccional, deberá
aplicar la o las medidas disciplinarias que estime pertinentes".

Esta medida disciplinaria, por su parte, tiene una forma de tramitación


especial y es la contenida en la segunda parte del inciso final del art.
545 del COT que señala: "En tal caso, la sala dispondrá que se dé
cuenta al tribunal pleno de los antecedentes para los efectos de aplicar
las medidas disciplinarias que procedan, atendida la naturaleza de las
faltas o abusos...".

Asimismo, la entidad de esta sanción disciplinaria, según la parte final


del inciso final del art. 545 del COT, "no podrá ser inferior a
amonestación privada".

Antiguamente, el numeral 13º del Auto Acordado de la Corte


Suprema, establecía que era facultad del tribunal, en caso de haber
mérito para tal (en específico de la Sala que conocía el recurso), para
que diera cuenta al Pleno de los antecedentes con el fin de aplicar una
medida disciplinaria. Esto en la práctica hacía que los tribunales
acogieran el recurso, pero nunca remitieran los antecedentes al Pleno.
En concepto de Maturana y Mosquera, esta práctica "no sólo importaba
un contrasentido, sino que llevó a desvirtuar el recurso de queja, que no
estaba consagrado como una emanación de las facultades
jurisdiccionales de los tribunales, sino que de las facultades
disciplinarias que ellos poseen. No es posible que se ejerza la función
jurisdiccional en virtud del recurso de queja sino que como una

517
consecuencia de la aplicación de una sanción disciplinaria por una falta o
abuso grave o flagrante, puesto que en caso contrario sólo nos
encontraríamos ante un recurso jurisdiccional que corresponde ser
creado sólo por parte del legislador y no por la jurisprudencia".

Respecto a la competencia del Pleno, Barahona A. plantea la


siguiente observación: "Considerando que el legislador a (sic)
reconocido la atribución de la sala para que, en uso de las facultades
disciplinarias que ejerce al conocer de un recurso de queja, ordene la
aplicación de la sanción disciplinaria y modifique o enmiende una
resolución jurisdiccional, sería más práctico que también, la misma sala,
sea la que determine qué sanción se aplica. En todo caso, ello
requeriría, además de la modificación en lo pertinente del artículo 545,
la reforma del inciso 4º del artículo 66 del COT".

Tomando esta inquietud, los profesores Mosquera y Maturana


declaran: "Creemos que la forma en la cual se ha establecido en materia
obligatoria la aplicación de esta sanción disciplinaria forzará a que por
diversas vías no se logre materializar la finalidad disciplinaria de esta
norma". Llegan a esta conclusión, por las siguientes razones:

"En primer lugar, debemos tener presente que la aplicación de la


sanción disciplinaria es una facultad del Pleno del tribunal, y mal podría
pretenderse que a través de una decisión de una Sala, la que puede
estar compuesta incluso por minoría de ministros de Corte (dos
ministros, un fiscal y dos integrantes), pueda obligar a la mayoría de los
Ministros del Pleno a compartir el criterio de la existencia de una falta o
abuso para la aplicación de la sanción disciplinaria en la cual ellos no
han tenido ninguna intervención.

En segundo lugar, consideramos que es un error el permitir que el


recurso de queja siga siendo conocido por una Sala para los efectos de
modificar una resolución judicial, porque ello implica mantener la
disociación entre lo que es el ejercicio de una función jurisdiccional con
la aplicación de una sanción disciplinaria que es atribución del tribunal
Pleno".

Respecto a este último reparo, los autores proponen: "...estimamos


que la Sala solo podría ejercer un control de admisibilidad del recurso de
queja, en cuenta, acerca de su procedencia, y en caso de estimar que
concurre la falta o abuso, debería ser conocido este recurso por el Pleno,
quien debería determinar si existió la grave falta o abuso para modificar
la resolución y consiguientemente aplicar la sanción disciplinaria
respectiva al juez o jueces que la hubieren dictado.

518
La introducción de esa modificación en nuestro ordenamiento jurídico
no debería generar mayores cargas de trabajo a los tribunales
colegiados, puesto que la exigencia introducida acerca de la naturaleza
jurídica de la resolución que hace procedente el recurso de queja y su
incompatibilidad con recursos jurisdiccionales ordinarios y
extraordinarios, más la necesaria concurrencia de la causal de la grave
falta o abuso, importan una notable limitación a los casos en que éste
puede ser procedente".

Asimismo, los escritores antes mencionados, justificando sus temores,


citan un fallo de 26 de junio de 1996, en el cual la Corte Suprema
modifica el fallo de la Corte de Apelaciones por determinar que existía
falta o abuso grave en la resolución, pero declararon inaplicable el art.
545 del COT, en cuanto consideraron que era inconstitucional, porque a
su juicio restringe y disminuye las facultades constitucionales de la
Corte Suprema, en circunstancias que el Tribunal Constitucional declaró
respecto de la norma que era constitucional sólo en el entendido de que
no limitarán la superintendencia correccional, directiva y económica, que
les asigna el art. 79 de la Constitución.

Por su parte, Piedrabuena concordando con la posición de Barahona,


también cree que por la redacción del inciso tercero del art. 545, sólo se
pueden aplicar medidas disciplinarias cuando se invalida la sentencia,
pero señala que el legislador cometió una "impropiedad" al hacerlo así;
siendo esta la interpretación correcta, puesto que: "Tratándose de
sanciones, la interpretación debe estricta y no por analogía". Asimismo
agrega —contrariando las opiniones de Mosquera y Maturana—: "Por
ello no es efectiva la opinión que se ha dado respecto a que cada vez
que se acoge un recurso de queja, debe aplicarse una medida
disciplinaria. Puede que esa haya sido la intención, pero la idea no se
concretó de esta manera".

A lo cual añade como argumento una frase del inciso segundo de la


norma, que señala que una de las menciones del fallo que acoge el
recurso de queja es: "y determinará las medidas conducentes a
remediar tal falta o abuso". De lo cual no implicaría necesariamente una
sanción disciplinaria y de hacerlo "se resuelve privativamente por el
pleno del tribunal".

Asimismo, apoyando el criterio adoptado por el fallo criticado por


Mosquera y Maturana, cuestiona el sistema de sanción establecido por la
legislación, porque a juicio: "Tampoco parece aceptable que al órgano
máximo del Tribunal se le esté obligado a imponer una sanción, porque
habrán múltiples situaciones que es necesario ponderar nuevamente,

519
máxime que la decisión de invalidar la resolución la ha adoptado una
Sala y que son otros Ministros los llamados a resolver la sanción
aplicable. No puede limitarse al Tribunal Pleno a un papel mecánico de
simplemente escoger cual de las varias sanciones es aplicable, porque
ello equivale a limitar su superintendencia correccional y directiva. (...)
y en su caso podría ser impugnada de inconstitucional".

— Del fallo que rechaza el recurso de queja

En caso de no concurrir los presupuestos que hacen procedente el


recurso de queja, la Sala del tribunal se limita a rechazar el recurso, "no
siendo necesario que contenga fundamento alguno respecto de su
decisión. La resolución tipo que se dicta al efecto es la siguiente: "No
existiendo falta o abuso, se rechaza el recurso de queja de fojas 1".

A este respecto, Mosquera y Maturana agregan: "En la práctica, los


tribunales no dan fundamentos acerca de las razones por las cuales se
deniega el recurso, el que por haber tenido una aplicación masiva
durante estos últimos años hasta antes de la dictación de la ley
Nº 19.374, importó que al ser resueltos la mayoría de ellos en este
sentido no se creara por esta vía de parte de nuestros tribunales
superiores una jurisprudencia que fuera delimitando el criterio de
interpretación y aplicación de las disposiciones legales, especialmente
por el desplazamiento que, hasta antes de la dictación de esa ley el
recurso de casación en el fondo tuvo por el recurso de queja ante
nuestra Excma. Corte Suprema".

En sentido contrario y a pesar de la práctica de los tribunales, Munita


Herrera señala "que como sentencias definitivas deben cumplir con lo
dispuesto en el artículo 170 del Código de Procedimiento Civil, pero
además, dentro de los considerandos y fundamentos de la sentencia
deberá indicarse siempre que lo pedido por las partes no está
considerado como causal del recurso de queja por no constituir 'falta o
abuso'...".

Con la dictación de la ley Nº 19.374, si bien fue derogado el antiguo


inciso sexto del art. 549 del COT que permitía condenar en costas al
recurrente cuyo recurso de queja fuese rechazado por unanimidad; las
actuales normas del Código Orgánico de Tribunales no señalan ninguna
regulación al efecto, pero a juicio del profesor Barahona cree que son
aplicables las normas generales del Título XIV del Libro I del Código de
Procedimiento Civil, "si consideramos el recurso de queja como una
institución con alcances jurisdiccionales en su fallo...". En este sentido,
si se rechaza por unanimidad un recurso de queja, debe procederse a

520
condenar en costas según lo dispuesto en el art. 146 del Código de
Procedimiento Civil.

En contra de esta posición, Piedrabuena R. declara: "Si el recurso es


disciplinario y no jurisdiccional, el fallo que se dicte no resuelve un juicio
o un incidente y mal pueden aplicárseles las reglas generales de los
arts. 138 y siguientes del Código de Procedimiento Civil".

G. Recursos

Respecto de las formas de impugnar el fallo del recurso de queja,


tenemos que el art. 97 del COT es claro en señalar que son
improcedentes todos los recursos contra la sentencia que resuelve el
recurso de queja, si es que son dictados por la Corte Suprema, salvo de
aclaración, rectificación y enmienda. Más específicamente en su segunda
parte, agrega: "Toda reposición o reconsideración a las resoluciones a
que se refiere este artículo es inadmisible...".

En este sentido, el profesor Tavolari tiene un sentimiento ambivalente


hacia esta regulación, porque "satisface una inquietud largamente
sostenida aun cuando resulte lamentar que su ámbito se haya
circunscrito exclusivamente a la Corte Suprema y no se extienda a las
de Apelaciones".

Respecto de este último punto —la posibilidad de apelar, el fallo de un


recurso de queja emanado de una Corte de Apelaciones—, existe una
antinomia entre el art. 61 Nº 3 letra c) y el art. 551 inciso 1º, ambos del
COT En cuanto la primera norma otorga competencia en única instancia
a las Cortes de Apelaciones para conocer "de los recursos de queja que
se deduzcan en contra de jueces de letras, jueces de policía local, jueces
árbitros y órganos que ejerzan jurisdicción, dentro de su territorio
jurisdiccional" y el segundo señala: "Las resoluciones que pronuncien los
tribunales unipersonales y colegiados en el ejercicio de sus facultades
disciplinarias, sólo serán susceptibles de recurso de apelación...".

Ante esta dificultad interpretativa, existen quienes señalan que la


primera norma deroga a la segunda, pero Barahona Avendaño estima
que "para ser consecuente con la superintendencia correccional que, por
mandato constitucional le corresponde a la Corte Suprema, sobre todos
los tribunales, creo conveniente optar, sobre este punto, por una de dos
soluciones:

521
a) Que, aun cuando no hay apelación posible de la parte, la Corte
Suprema de oficio puede conocer de lo resuelto por la Corte de
Apelaciones.

b) La competencia en única instancia señalada por el artículo 63 Nº 2,


letra (b), es sólo para el recurso de queja mismo, en cuanto medio de
acción del litigante. No así respecto de la imposición de la sanción
disciplinaria por el pleno del tribunal (...) Sobre este aspecto puntual, se
mantiene vigente lo dispuesto por el inciso 1º del art. 551 del C.O.T...".
En concordancia con esta opinión Piedrabuena R.

Por su parte, Maturana y Mosquera sostienen que frente a esta


antinomia, prevalece el art. 63 Nº 2 letra b) "al haberse establecido
claramente que el recurso de queja es conocido en única instancia por
las Cortes de Apelaciones, no cabe deducir este recurso en contra de la
resolución que se pronuncia —acogiendo o rechazando— el recurso de
queja". Agrega a lo comentado, Piedrabuena R.: "Podría salvarse esta
contradicción haciendo primar la ley nueva sobre la antigua, dentro de
lo que se conoce como derogación tácita, aunque habría sido preferible
que el legislador hubiere coordinado la reforma con las otras normas del
Código".

Asimismo, tal como se mencionó anteriormente, según Tavolari O.


tampoco procede el recurso de queja frente a la sentencia que falla un
recurso de queja, toda vez que la primera parte del inciso 1º del art.
545 del COT estipula: "El recurso de queja tiene por exclusiva finalidad
corregir las faltas o abusos graves cometidos en la dictación de
resoluciones de carácter jurisdiccional". En este sentido, la resolución
que resuelve el recurso de queja tiene carácter disciplinario y no
jurisdiccional.

H. Otras formas de terminación del recurso

El recurso de queja puede terminar durante su tramitación, por


desistimiento por parte del recurrente, a juicio de los profesores
Mosquera y Maturana, porque si bien no se regula éste en los arts. 545,
548 y 549 del COT "no hay ningún inconveniente para admitirla de
acuerdo a las reglas generales contenidas en el Libro I del CPC".

522
CAPÍTULO XI
RECURSO DE REVISIÓN

523
1. CONCEPTO, HISTORIA Y NATURALEZA JURÍDICA

ANÁLISIS DOCTRINAL

Concepto

Este recurso se encuentra regulado en los artículos 810 a 816 del


Código de Procedimiento Civil y en los artículos 473 a 480 que
conforman el párrafo 3º titulado "Revisión de sentencias firmes", del
Libro IV del Código Procesal Penal.

Mario Mosquera y Cristián Maturana nos dicen que "La revisión es la


acción declarativa, de competencia exclusiva y excluyente de una sala
de la Corte Suprema, que se ejerce para invalidar sentencias firmes o
ejecutoriadas que han sido ganadas fraudulenta o injustamente en casos
expresamente señalados por la ley".

En un sentido similar, Fernando Orellana define a la revisión señalando


que "Es el acto jurídico procesal de parte, por el cual se solicita a la
Corte Suprema que invalide una sentencia que se encuentre firme o
ejecutoriada, cuando éstas han sido obtenidas en forma fraudulenta o
injustamente, procediendo en los casos expresamente señalados por la
ley".

En otro sentido, Alejandro Espinosa, siguiendo a Fernando Alessandri,


nos dice que "...el recurso de revisión es el recurso extraordinario que
se concede para invalidar las sentencias firmes ganadas injustamente en
los casos expresamente señalados por la ley".

Antecedentes históricos

Respecto a sus antecedentes históricos, Alejandro Espinosa nos señala


que "En las antiguas legislaciones romana y francesa no apareció el
recurso de revisión como una institución procesal de caracteres bien
definidos. Generalmente se le confundía con otros recursos,
especialmente con el de casación, reglamentándose conjuntamente con
ellos.

En España las Leyes de Partidas contenían disposiciones que se


referían ya en forma más precisa al recurso de revisión, con causales
más o menos parecidas a las que contempla nuestra ley. Es de
observar, sin embargo, que en dichas leyes el plazo para interponer el
recurso es de veinte años, plazo sumamente largo si se le compara con
el que establecen las legislaciones actuales. Además, el recurso se

524
interponía ante el mismo tribunal que había dictado la sentencia
recurrida y el recurso se tramitaba en conformidad al procedimiento
ordinario.

En nuestra legislación, el recurso de revisión no tuvo existencia sino


con la dictación del Código de Procedimiento Civil. Debemos advertir, sin
embargo, que en un comienzo, en el estudio de dicho Código, no se
admitía su procedencia. Así lo demuestra el Proyecto de 1893, que en
uno de sus artículos declaraba que el recurso de casación era el único
remedio que la ley concedía para invalidar las sentencias. El recurso de
revisión fue admitido posteriormente a indicación de Ballesteros".

Naturaleza jurídica

Existen distintas posiciones en cuanto a la naturaleza jurídica de la


revisión.

Mario Mosquera y Cristián Maturana señalan que "Técnicamente, como


hemos avanzado, la revisión no es un recurso, sino que una acción;
puesto que no concurre en ella el requisito básico de todo recurso,
consistente en su interposición contra resoluciones que no se
encuentran firmes o ejecutoriadas.

De allí que se señala que la revisión es propiamente una acción que


persigue obtener la invalidación de una sentencia firme o ejecutoriada.

Desde el punto de vista terminológico, el legislador procesal penal


siempre ha sido más preciso que el legislador civil. En efecto, el Código
de Procedimiento Penal se refiere a ella como 'la revisión de las
sentencias firmes' y no habla de 'recurso de revisión', como lo hace su
homónimo civil. En el nuevo Código Procesal Penal no cabe duda en
cuanto a su carácter de acción declarativa, dado que la revisión no se
regula dentro del libro III, dedicado a los recursos, sino que en el
párrafo 3º, titulado 'Revisión de sentencias firmes', del Libro IV,
'Procedimientos Especiales y Ejecución', del Código Procesal Penal".

Por su parte, Fernando Orellana señala que existen tres posiciones en


cuanto a la naturaleza jurídica de la revisión.

Una primera que señala que es un recurso extraordinario que se dirige


contra determinadas resoluciones y por causales específicas. Sin
embargo, el defecto de esta teoría es que no se hace cargo de que los
recursos proceden contra resoluciones que no están firmes.

525
Una segunda posición señala que se trata de un recurso excepcional
que no es ordinario ni extraordinario, por poder interponerse en contra
de sentencias firmes o ejecutoriadas.

Por último, una tercera posición señala que la revisión sería una
acción. Esta es la postura que adopta el autor en comento.

Dicho autor señala que "El recurso de revisión en el sentido estricto es


una acción, ya que no concurre el requisito básico de que se trata de un
medio de impugnación que procede contra resoluciones que no se
encuentren firmes o ejecutoriadas, de ahí que no sea apropiado hablar
de recurso". Agrega que "Otro argumento a favor de esta posición
emana de las causales por las cuales procede la revisión, con exclusión
de la causal Nº 4 del artículo 810, causales que no se enmarcan dentro
de la esfera del error in procedendo y el error in iudicando, sino en el
ámbito de la ilicitud punible e incluso penalmente punible, en el dolo
específico o en el fraude como medios para obtener una sentencia
injusta en su generación y en su contenido.

Además el artículo 816 que se refiere a la improcedencia de la


revisión, alude a las 'costas del juicio' y no así a las costas del recurso,
de manera que también existe un argumento de carácter literal que
admite que la naturaleza de la revisión no es un recurso sino un proceso
autónomo de impugnación de sentencias firmes".

Fundamento

En cuanto a los fundamentos de la revisión, Mario Mosquera y Cristián


Maturana señala que "Con la interposición de esta acción, lo que se
persigue es que la justicia prime por sobre la seguridad jurídica
configurada por la cosa juzgada. El legislador ha entendido que la
justicia debe primar cuando el asunto hubiera sido resuelto de manera
injusta, aun cuando con ello se sacrifique una institución cardinal del
derecho procesal: la cosa juzgada.

Sin embargo y no obstante esta loable finalidad, el legislador no abrió


la posibilidad de la revisión para cualquier causal, sino que sólo respecto
de los casos y con los requisitos que señala la ley y, tratándose del
proceso penal, sólo respecto de ciertas resoluciones".

Alejandro Espinosa señala que "La cosa juzgada es un principio


fundamental de derecho procesal, que a la vez de importante puede
revestir suma gravedad si en su virtud se consagra una injusticia. Por
eso, el legislador, al mismo tiempo de establecer el principio de cosa

526
juzgada, ha tratado de prestigiarlo y rodearlo de toda solvencia moral,
permitiendo la revisión de sentencias firmes que han sido ganadas
injustamente. Tal es, en breves palabras, el fundamento del recurso de
revisión".

Por último, Fernando Orellana señala que "Ya en cuanto a su


fundamento propiamente tal, lo encontramos en el hecho de que el
legislador quiere que prime la justicia por sobre la seguridad
jurídica configurada por el efecto de cosa juzgada. De manera que si se
ha fallado injustamente el legislador prefiere que esta sentencia sea
revisada, sin embargo, se han señalado límites para recurrir por
revisión, ya que sólo puede deducirse este recurso en los casos y con
cumplimiento de los requisitos que señale la ley, dentro de plazo y sólo
a solicitud de parte".

ANÁLISIS JURISPRUDENCIAL

a) Es un medio de impugnación extraordinario

i) Que el recurso de revisión se ha definido como un medio de


impugnación extraordinario que la ley concede por las causales y en
contra de las resoluciones judiciales firmes que ella misma señala,
ganadas injustamente, con el objeto de anularlas en todo o en parte. Su
fundamento se encuentra en que la autoridad de cosa juzgada que
emana de una sentencia firme debe ceder si con posterioridad a su
dictación aparece un hecho o circunstancias que por sí sola demuestra
su injusticia. Este recurso es interpuesto ante la Corte Suprema, razón
por la cual la sentencia que se dicte, acogiéndolo o rechazándolo, no es
susceptible, a su vez, de recurso alguno, según lo explicita el artículo 97
del Código Orgánico de Tribunales, salvo el de aclaración, rectificación o
enmienda y por ende, queda ejecutoriada desde su notificación por el
estado diario a las partes.

Corte Suprema, 10 de noviembre de 2010, rol Nº 5435-2010.


Pronunciaron el fallo los Ministros señores Juan Araya E., Guillermo Silva
G., Roberto Jacob Ch. y Abogados Integrantes Sres. Nelson Pozo S. y
Rafael Gómez B. Redactó el fallo el Abogado Integrante Sr. Nelson Pozo
S. Cita online: CL/JUR/9299/2010

ii) El recurso de revisión es un arbitrio de carácter extraordinario, de


derecho estricto, que tiene por objeto rever una sentencia firme en los
casos expresamente previstos. La revisión solicitada se funda en lo
previsto en la causal 4ª del artículo 810 del Código de Procedimiento
Civil, norma que autoriza a esta Corte para rever una sentencia firme

527
cuando ésta se ha pronunciado contra otra pasada en autoridad de cosa
juzgada que no se alegó en el juicio en que la sentencia firme recayó.
De manera que, desde este prisma y, en el caso de autos el requisito
legal expresado tampoco se ha cumplido, pues todas las sentencias
definitivas que inciden en el recurso emanan de gestiones judiciales que
no tienen esa naturaleza por faltar en cada una de ellas los elementos
constitutivos de un juicio propiamente dicho (considerando 10º,
sentencia Corte Suprema).

Corte Suprema, 27/05/2008, rol Nº 3857-2007,

Cita online: CL/JUR/5838/2008

Fallo en el mismo sentido:

Corte Suprema, 10/11/2010, rol Nº 5435-2010,

Cita online: CL/JUR/9299/2010

2. CARACTERÍSTICAS

ANÁLISIS DOCTRINAL

La doctrina señala que en nuestro ordenamiento jurídico, la


revisión presenta las siguientes características:

a. Es una acción declarativa más que recurso extraordinario; puesto


que pretende invalidar una sentencia que ya se encuentra firme o
ejecutoriada.

b. Se interpone directamente ante la Corte Suprema, para que sea


conocido por ella en sala.

c. Mario Mosquera y Cristián Maturana nos dicen que "De ser


concebido como recurso no constituye instancia, puesto que sólo se
analiza la causal que motiva su interposición. De ser concebido como
una acción declarativa, ella es conocida en única instancia y el Tribunal
tiene una competencia específica para conocer del mismo, representada
por la sola determinación de los hechos y el derecho que permite
pronunciarse acerca de la causal invocada como fundamento de ella".

Jorge Correa señala que "No es instancia pues en él no se discuten


las cuestiones de hecho y de derecho, sino que, tiene por objeto anular

528
sentencias ganadas injustamente y es esta circunstancia la que analiza
la Corte Suprema".

d. Es conocido en virtud de las facultades jurisdiccionales de la Corte


Suprema.

e. Persigue obtener la invalidación de una sentencia firme o


ejecutoriada, es decir, pasada en autoridad de cosa juzgada en los casos
específicamente previstos por el legislador.

Al respecto Darío Benavente señala que "Pudiera creerse que el


recurso de revisión destruye el principio de la cosa juzgada, toda vez
que con él se pretende invalidar una sentencia firme. Por el contrario, el
recurso en estudio tiende a evitar que se produzcan fallos
contradictorios que menoscaban la majestad de la cosa juzgada".

En el mismo sentido, Jorge Correa señala que "El recurso de revisión


no es, por lo tanto, una excepción a la cosa juzgada, sino que un medio
de protección de la misma".

f. Procede sólo por las causales que taxativamente señala la ley.

g. Es de derecho estricto.

h. "[E]l recurso de revisión necesita, para poderse interponer, que


exista una sentencia previa debidamente ejecutoriada, de la cual se
desprenda el fundamento mismo de dicho recurso". En el mismo
sentido, se ha señalado que "Otra característica interesante del recurso
de revisión es que él sólo procede cuando existe una sentencia que
permita probar que la resolución contra la cual se recurre ha sido
ganada injustamente. Cuando hagamos el estudio particular de las
causales del recurso de revisión veremos que en todas ellas exige la ley
la existencia previa de una sentencia que sirva de fundamento a la
causal alegada. De manera, entonces, que si se quiere recurrir de
revisión una sentencia, es necesario que previamente se haya seguido el
juicio respectivo que tenga por objeto obtener la sentencia que va a
servir de antecedente al recurso y se haya dictado ésta".

ANÁLISIS JURISPRUDENCIAL

a) Es de derecho estricto y procede sólo excepcionalmente

Que, en consecuencia, el recurso de revisión es de derecho estricto y


constituye una regla de excepción que sólo tiene aplicación en los casos

529
taxativamente señalados en el artículo 810 del Código de Procedimiento
Civil. Luego, a través de este medio de impugnación, no puede reverse
el juicio terminado por sentencia ejecutoriada por razones distintas de
las señaladas en la ley y, por cierto, en su virtud no es posible volver a
analizar el mérito de las pruebas rendidas en el proceso, salvo los casos
contemplados en las causales de la disposición referida.

Corte Suprema, 10 de noviembre de 2010, rol 5435-2010.


Pronunciaron el fallo los Ministros señores Juan Araya E., Guillermo Silva
G., Roberto Jacob Ch. y Abogados Integrantes Sres. Nelson Pozo S. y
Rafael Gómez B. Redactó el fallo el Abogado Integrante Sr. Nelson Pozo
S. Cita online: CL/JUR/9299/2010

b) No constituye instancia

Se rechaza la acción de revisión deducida que invocaba la causal Nº 4


del art. 657 del Código de Procedimiento Penal, toda vez que los
documentos y hechos invocados tienen los siguientes defectos: i) Que
de todo lo anterior se sigue que cada uno de los hechos y piezas
probatorias indicadas por el recurrente, necesariamente debieron haber
llegado a su conocimiento antes del fallo, tanto por la revisión del
expediente, como por la realización de las diligencias mínimas de una
adecuada defensa, antecedentes que por lo demás fueron materia de la
investigación; ii) Que no obstante la advertencia del recurrente, en
orden a que no se piense que en su libelo plantea cosas ya analizadas
en los fallos por los que fue condenado, un examen del recurso y de los
documentos en que éste se sustenta conduce justamente a dicha
conclusión; iii) Que como se puede observar, la causal que se ha
esgrimido exige que los hechos o documentos nuevos en que se afinca
"sean de tal naturaleza que basten para establecer la inocencia del
procesado", y del examen del recurso resulta que ninguno reúne tales
características: En efecto, no son documentos o hechos nuevos o
desconocidos, y aún en el evento de serlo no bastan para acreditar la
inocencia del condenado y iv) Que por otra parte, el recurrente pidió se
abriera un término probatorio y solicito múltiples diligencias para probar
sus alegaciones. Del examen de las diligencias pedidas, confrontadas
con los documentos que acompaña, no puede sino concluirse que lo que
se pretende con la revisión es una nueva instancia de discusión, un
nuevo juicio en el que se plantean argumentos que ya fueron materia de
la investigación, y en tales condiciones tal recurso aparece
desnaturalizado por lo que no puede prosperar.

Corte Suprema. Segunda Sala. 18 de marzo de 1998, rol Nº 4437-


1997. Pronunciaron el fallo los Ministros señores Luis Correa, Guillermo

530
Navas, Alberto Chaigneau y José Luis Pérez y el Abogado Integrante
señor Vivian Bullemore. Cita online: CL/JUR/332/1998

3. RESOLUCIONES CONTRA LAS QUE PROCEDE

ANÁLISIS DOCTRINAL

En materia civil, se desprende del artículo 810 del CPC que la revisión
sólo procede en contra de las sentencias firmes o ejecutoriadas, que no
hayan sido pronunciadas por la Corte Suprema, conociendo de los
recursos de casación y revisión.

Darío Benavente nos dice que "Es condición esencial del recurso que la
sentencia esté firme, cualquiera que sea el tribunal que la haya
pronunciado, la cuantía del pleito en que incide o la instancia en que se
dictó".

En cuanto a la procedencia de la revisión en contra de sentencias


interlocutorias, Fernando Orellana señala que "La normativa que regula
la acción de revisión alude a la 'sentencia firme', sin calificación alguna,
aunque puede inferirse que la ley ha tenido en consideración
únicamente a las sentencias definitivas, que son las resoluciones
judiciales que por excelencia revisten el carácter de sentencias.

Así lo ha señalado la jurisprudencia al indicar que el artículo 810


del Código de Procedimiento Civil limita el recurso de revisión a las
sentencias definitivas firmes que se encuentran en alguno de los casos
contemplados taxativamente por la ley, por lo que procede desestimar
el recurso deducido en contra una sentencia que no tenga ese carácter.

Además, las causales que contempla el artículo 810 sólo se refieren a


una posible sentencia definitiva".

En contra, Mario Casarino señala que "...las sentencias en nuestro


derecho pueden revestir dos formas, o sea, pueden ser definitivas o
interlocutorias (art. 158 CPC), cuyas respectivas definiciones hemos
formulado en diversas oportunidades. Desde el momento en que la ley
no distingue, quiere decir que se refiere a ambas clases de sentencias.
Es preciso agregar que debe tratarse de sentencias definitivas o
interlocutorias pronunciadas ante cualquier tribunal y en cualquiera
instancia, no importando la cuantía o el monto del juicio en que hayan
recaído".

531
En cuanto a la procedencia de la revisión por sentencias dictadas por
la Corte Suprema, Fernando Orellana ha señalado que "...la
jurisprudencia ha dispuesto que el recurso de revisión no procede
respecto de las resoluciones dictadas por la Corte Suprema, y se declaró
improcedente la revisión con la que se pretendió anular lo resuelto por
la Corte al acoger un recurso de queja.

Por lo tanto, el recurso de revisión está establecido para ser deducido


ante nuestro máximo tribunal, pero sólo respecto del examen de
sentencias de otros tribunales, resoluciones que deben tener sólo el
carácter de sentencias definitivas".

En el mismo sentido, Mario Casarino ha señalado que "La


jurisprudencia agrega que tampoco procede el recurso de revisión en
contra de los fallos pronunciados por la Corte Suprema, conociendo de
un recurso de queja, porque donde hay la misma razón debe existir
idéntica disposición".

En materia penal, Mario Mosquera y Cristián Maturana nos enseñan


que la revisión procede sólo respecto de las sentencias condenatorias de
crimen o simple delito aun cuando hubieran sido pronunciadas por la
Corte Suprema. Así se desprende del artículo 473 del Código Procesal
Penal:

En el nuevo sistema procesal penal, nos señala la primera parte del


artículo 473 del Código Procesal Penal que "la Corte Suprema podrá
rever extraordinariamente las sentencias firmes en que se hubiere
condenado a alguien por un crimen o simple delito, para anularlas, en
los siguientes casos...".

En consecuencia, no procede la revisión en contra de sentencias


penales absolutorias, ni contra las condenatorias por faltas.

ANÁLISIS JURISPRUDENCIAL

a) Procede contra sentencias interlocutorias al no distinguirse

La Causal Nº 4 del art. 810 Código de Procedimiento Civil no hace


distinción alguna en cuanto a la clase de sentencia ejecutoriada respecto
de la cual procede el recurso de revisión, de lo que se infiere que
también procede contra una sentencia interlocutoria firme (y no solo
sentencia definitiva), puesto que también produce este efecto.

532
Corte Suprema, 29 de enero de 1996, rol Nº 15879-1996.
Pronunciaron el fallo los Ministros señores Marcos Aburto, Efrén Araya,
Óscar Carrasco y Eleodoro Ortiz y el Abogado Integrante Sr. Fernando
Castro. Cita online: CL/JUR/2516/1997

b) No procede revisión de las sentencias dictadas por la Corte


Suprema

La Corte Suprema conociendo de un recurso de revisión que impugna


la sentencia de la Corte Suprema que rechaza la apelación y la queja
deducida contra un recurso de protección, señala lo siguiente: "3.- Que
si bien es cierto que la ley en el inciso final del artículo 810 del Código
de Procedimiento Civil, se refiere expresamente a la improcedencia del
recurso de revisión respecto de las sentencias pronunciadas por la Corte
Suprema en los recursos de casación y revisión, no lo es menos que esa
norma debe interpretarse en armonía con las demás disposiciones
legales, y no olvidar que cuando se estableció dicho precepto no existía
el recurso de protección, de lo que resulta manifiesto que la
interpretación de la ley lleva a concluir que la disposición del inciso final
del artículo 810 del mencionado cuerpo de leyes debe entenderse
referida también a las sentencias dictadas por la Corte Suprema
conociendo del recurso de protección".

Corte Suprema, 6 de agosto de 1992, rol Nº 18475. Pronunciaron el


fallo los Ministros señores Arnaldo Toro Leiva, Óscar Carrasco
Acuña, Guillermo Navas Bustamante y los Abogados Integrantes señores
Alejandro Silva Bascuñán y José Fernández Richard. Cita online:
CL/JUR/860/1992

c) Procede revisión de las sentencias dictadas por la Corte Suprema


cuando no hubo un pronunciamiento sobre el fondo

La Corte Suprema ha señalado que existe la posibilidad de recurrir


de revisión, una sentencia dictada respecto de los recursos de casación
en la forma y en el fondo deducidos ante este Tribunal, toda vez que en
dichos recursos no hubo pronunciamiento sobre el fondo de éstos, toda
vez que se les declaró inadmisibles por esta Corte.

Corte Suprema, 10 de julio de 2001, rol Nº 1271-2001. Pronunciaron


el fallo los Ministros señores Enrique Cury U., Urbano Marín V., Domingo
Yurac S. y Jorge Medina C. y el Abogado Integrante señor Juan Infante
P. Redactó el fallo el Ministro Sr. Urbano Marín V. Cita online:
CL/JUR/742/2001

533
4. CAUSALES DEL RECURSO DE REVISIÓN

ANÁLISIS DOCTRINAL

A. En materia civil

Las causales en esta materia son taxativas. Ellas están contempladas


en el art. 810 del CPC y son las siguientes:

1º) Si se ha fundado la sentencia en documentos declarados falsos por


sentencia ejecutoria, dictada con posterioridad a la sentencia que se
trata de rever.

Los documentos falsos, así declarados, pueden ser uno de tantos


antecedentes que se han tomado en consideración en el fallo que se
trata de rever.

Al respecto, Darío Benavente señala que "Para que opere esta causal
deben concurrir, en consecuencia, tres requisitos: a) que la sentencia se
haya fundado en documentos falsos; b) que la falsedad de los
documentos haya sido declarada por sentencia firme, y c) que dicho
fallo haya sido pronunciado con posterioridad a la sentencia que se trata
de rever.

Advertimos que la ley no exige que la sentencia se haya fundado


exclusivamente en documentos falsos; basta con que haya estimado,
entre otros medios, documentos faltos de autenticidad".

Alejandro Espinosa advierte que "No basta que los documentos hayan
sido presentados por las partes o mandados agregar por el tribunal; es
necesario que dichos documentos hayan servido de base al tribunal para
dictar su sentencia, sea que hayan constituido su único fundamento o
que hayan concurrido con otros medios de prueba a decidir el asunto
controvertido. En este último caso, la Corte Suprema será la que
decidirá si en su concepto los documentos han tenido tal influencia en la
decisión del negocio que sea necesario acoger el recurso. No
distinguiendo la ley, tanto los instrumentos públicos como privados
pueden servir de base a la causal en estudio".

Además, dicho autor nos dice que "Si dichos documentos han sido
declarados falsos con anterioridad a la sentencia que se pretende
impugnar, la parte interesada ha debido hacer valer en el juicio la
sentencia firme que así lo declara para que los documentos hayan sido

534
desestimados. Si así no lo hubiere hecho, la ley la sanciona privándole
del derecho de interponer con posterioridad el recurso de revisión".

Mario Casarino agrega que "La naturaleza del juicio en que deberá
pronunciarse la segunda sentencia podrá ser civil o penal, sin que ello
tenga influencia en los resultados de la revisión: lo único que interesa,
para los fines del recurso, es que esta sentencia se encuentre firme y
que haya declarado la falsedad de los referidos documentos".

2º) Si pronunciada en virtud de pruebas de testigos, han sido éstos


condenados por falso testimonio dado especialmente en las
declaraciones que sirvieron de único fundamento a la sentencia.

Mario Mosquera y Cristián Maturana señalan que "En este caso, y a


diferencia de lo que ocurre respecto de los documentos, los testimonios
falsos deben haber sido los únicos fundamentos de la sentencia
recurrida.

Sin embargo, en ambos casos es menester para acoger el recurso de


revisión que exista una sentencia ejecutoriada declarando la falsedad de
los documentos o la condena por perjurio de los testigos".

Mario Casarino nos enseña al respecto que "...tres son los requisitos
que constituyen esta segunda causal de revisión: 1º) que la sentencia
que se impugne haya sido pronunciada teniendo como único
fundamento la prueba de testigos; 2º) que dichos testigos hayan sido
condenados por falso testimonio por sentencia ejecutoriada; y 3º) que
los testigos hayan sido condenados precisamente por las declaraciones
que sirvieron de único fundamento a la sentencia impugnada de
revisión. A diferencia de la causal anterior, aquí se necesita que la
prueba testimonial haya sido el único fundamento de la sentencia que se
trata de rever, de suerte que si la sentencia se apoya en otros medios
probatorios, la causal en estudio es improcedente".

Compartiendo los requisitos señalados, agrega Alejandro Espinosa que


es necesario "Que los testigos hayan sido condenados por falso
testimonio precisamente por las declaraciones que sirvieron de único
fundamento a la sentencia que se impugna. No basta entonces que los
testigos hayan sido condenados por cualquier falso testimonio; es
necesario que exista relación entre el falso testimonio a que han sido
condenados los testigos y las declaraciones que sirvieron de único
fundamento a la sentencia que se trata de rever. Esta circunstancia que
estamos estudiando hace que la sentencia firme que declare el falso

535
testimonio de los testigos deba necesariamente haber sido dictada con
posterioridad a la sentencia impugnada".

Por último, Mario Casarino señala que "La sentencia condenatoria de


los testigos por falso testimonio deberá estar ejecutoriada y su
exhibición será la prueba precisa y directa de esta segunda causal de
revisión. También, a diferencia de la causal anterior, esta sentencia
condenatoria podrá haberse pronunciado antes o después de dictada la
sentencia impugnada de revisión.

Por último, la condena de los testigos ha tenido que


ser motivada precisamente por las declaraciones que prestaron dentro
del juicio cuya sentencia se pretende rever. No basta, pues, cualquiera
condena por falso testimonio para encasillarla en la causal en estudio".

3º) Si la sentencia firme se ha ganado injustamente en virtud de


cohecho, violencia u otra maquinación fraudulenta, cuya existencia haya
sido declarada por sentencia de término.

Al respecto Mario Mosquera y Cristián Maturana señalan que "...es


necesario que se haya intentado un proceso fundado en esos hechos y
que haya condenado el juez. Así lo dispone el art. 331 del Código
Orgánico de Tribunales: 'Ni en el caso de responsabilidad criminal ni en
el caso de responsabilidad civil la sentencia pronunciada en el juicio de
responsabilidad alterará la sentencia firme'. Por tanto, para invalidar la
sentencia es menester intentar siempre el recurso de revisión, puesto
[que] la resolución que establece la responsabilidad criminal o civil no
invalida la sentencia que hubiere generado ella".

Darío Benavente señala que "...dos condiciones precisa esta causal: a)


que la sentencia se haya ganado injustamente, en virtud de cohecho,
violencia u otra maquinación fraudulenta, y b) que la sentencia de estos
vicios haya sido declarada por sentencia de término".

Aclara Fernando Orellana que "...los vicios a los que alude la causal
deben ser declarados por una sentencia ejecutoriada, no obstante que la
ley emplea la voz 'sentencia de término'".

Por su parte, Alejandro Espinoza señala que "Las circunstancias que


deben concurrir son también tres:

1º que la sentencia que se impugna haya sido dictada mediando


cohecho, violencia u otra maquinación fraudulenta. La existencia de
estos delitos es la base de la causal en estudio. Es obvio, aunque la ley

536
no lo dice, que el cohecho, violencia o maquinación fraudulenta deben
ser ejercidos en la persona del juez. Si el tribunal es colegiado, sólo
deberá admitirse el recurso de revisión cuando el cohecho, violencia o
maquinación fraudulenta hayan influido en forma decisiva en el fallo del
pleito, como cuando han sido ejercidos sobre la mayoría de los
miembros del tribunal o sobre el juez cuyo voto fue determinante para
formar mayoría;

2º Que el cohecho, violencia o maquinación fraudulenta ejercida sobre


el juez haya traído como consecuencia la dictación de la sentencia
injusta. No basta para invocar la causal en estudio que haya existido
cohecho, violencia o maquinaciones fraudulentas; es necesario, como
dice la ley, que en virtud de tales hechos se haya ganado injustamente
la sentencia. De manera, entonces, que si a pesar de los hechos
mencionados la sentencia ha sido dictada con arreglo a derecho, no
podrá interponerse el recurso de revisión por la causal en estudio, y

3º Que la existencia del cohecho, violencia o maquinación fraudulenta


haya sido declarada por sentencia de término. Es la condición previa y
esencial que exige la ley para interponer el recurso por cualquiera
causal. Es necesario, entonces, que se haya iniciado el juicio
correspondiente persiguiéndose la declaración de cohecho, violencia o
maquinación fraudulenta cometidos y que estos hechos hayan sido
declarados por sentencia condenatoria firme".

4º) Si se ha pronunciado contra otra pasada en autoridad de cosa


juzgada y que no se alegó en el juicio en que la sentencia firme recayó.

Darío Benavente señala por su parte que "Como se desprende del


texto citado, esta causal exige la concurrencia de dos circunstancias: a)
que la sentencia haya sido pronunciado en contra de otra pasada en
autoridad de cosa juzgada, y b) que no se haya alegado en el pleito. Si
se alegó, será causal, particularmente, de un recurso de casación en la
forma".

Comentando estos requisitos, Mario Casarino señala que "Para saber si


la segunda sentencia ha sido o no pronunciada contra otra pasada en
autoridad de cosa juzgada, bastará examinar si entre ellas concurre o no
la triple identidad legal a que alude el artículo 177 del Código de
Procedimiento Civil, o sea, identidad legal de personas, identidad de la
cosa pedida e identidad de la causa de pedir.

Y en cuanto a que no se haya alegado en el juicio en que se pronunció


la sentencia que se trata de rever, ello es lógico, desde el momento en

537
que si se hubiere alegado en las variadas formas y oportunidades en
que la ley procesal civil lo permite habría habido ya un fallo anterior
sobre el particular y, por consiguiente, cosa juzgada al respecto. En todo
caso carece de importancia averiguar la razón o causa por la cual no se
alegó la cosa juzgada en el juicio en que recayó la sentencia firme:
basta que no se haya alegado para que concurra el segundo requisito
constitutivo de la causal de revisión en estudio".

Agrega Fernando Orellana que "La expresión 'contra otra' es indicativa


de que ambas sentencias deben contener decisiones incompatibles entre
sí".

Compartiendo estos requisitos, Alejandro Espinosa señala que "Es en


atención a la gravedad que reviste para el prestigio de la justicia la
existencia de fallos opuestos que produzcan el efecto de la cosa juzgada
que el legislador ha concedido el recurso extraordinario de revisión por
la causal en estudio".

Respecto a la alegación de la cosa juzgada, Mario Mosquera y Cristián


Maturana nos dicen que "Si se hubiere alegado la cosa juzgada en el
juicio no será procedente la revisión, puesto que en ese caso debió
haberse deducido el recurso de casación en la forma (art. 768 Nº 6 del
CPC)... La expresión alegar no implica solamente señalar o formular la
excepción por la parte interesada, sino que esta debe ser planteada
formalmente y a su respecto debe existir un pronunciamiento expreso,
como lo exige el artículo 170 Nº 6 del mismo Código".

B. En materia penal

Las causales están tratadas en el art. 473 del Código Procesal Penal.
Este precepto dispone que "La Corte Suprema podrá rever
extraordinariamente las sentencias firmes en que se hubiere condenado
a alguien por un crimen o simple delito, para anularlas, en los siguientes
casos:

a) Cuando, en virtud de sentencias contradictorias, estuvieren


sufriendo condena dos o más personas por un mismo delito que no
hubiere podido ser cometido más que por una sola;

b) Cuando alguno estuviere sufriendo condena como autor, cómplice o


encubridor del homicidio de una persona cuya existencia se comprobare
después de la condena;

538
c) Cuando alguno estuviere sufriendo condena en virtud de sentencia
fundada en un documento o en el testimonio de una o más personas,
siempre que dicho documento o dicho testimonio hubiere sido declarado
falso por sentencia firme en causa criminal;

d) Cuando, con posterioridad a la sentencia condenatoria, ocurriere o


se descubriere algún hecho o apareciere algún documento desconocido
durante el proceso, que fuere de tal naturaleza que bastare para
establecer la inocencia del condenado, y

e) Cuando la sentencia condenatoria hubiere sido pronunciada a


consecuencia de prevaricación o cohecho del juez que la hubiere dictado
o de uno o más de los jueces que hubieren concurrido a su dictación,
cuya existencia hubiere sido declarada por sentencia judicial firme".

Como observan Mario Mosquera y Cristián Maturana "La cosa juzgada,


prevista en el Nº 4 del art. 810 CPC, no aparece expresamente
señalada. Sin embargo se puede encuadrar en [...] en la letra d) del
artículo 473 del Nuevo Código Procesal Penal.

Conforme se deja expresa constancia en el Segundo Informe de la


Comisión de Constitución, Legislación, Justicia y Reglamento del Senado
se entiende que, en el caso de la letra e), la sentencia debe ser
consecuencia de la prevaricación o el cohecho, y que si alguna de éstas
no mediare no habría habido condena.

Entendemos que esta nueva causal contemplada en el nuevo sistema


procesal penal no hace más que explicitar un hecho gravísimo no
contemplado en el Código de Procedimiento Penal, pero que no cabe
duda que éste puede ser subsumido dentro del Nº 4 del artículo 657 de
éste".

ANÁLISIS JURISPRUDENCIAL

A. Cosa juzgada no alegada en juicio

a) Uno de los fundamentos del recurso de revisión es proteger la


autoridad de cosa juzgada de las sentencias definitivas firmes

El fundamento del recurso de revisión, cuando se basa en la causal 4ª,


estriba en proteger la autoridad de cosa juzgada de las sentencias
definitivas firmes, de suerte que será necesario, para su procedencia,
la existencia de dos sentencias de esta naturaleza, contradictorias entre
sí, dictadas en juicios distintos, que reúnan la triple identidad del

539
artículo 177 del Código de Procedimiento Civil, siendo posible la revisión
del último fallo cuando se encuentra en pugna con lo resuelto en el
primero (considerando 3º, sentencia Corte Suprema).

Corte Suprema, 4/04/2001, rol Nº 3475-2000,

Cita online: CL/JUR/1457/2001

b) La cosa juzgada exige la concurrencia de la triple identidad para su


procedencia

i) Para que opere la acción de revisión por la causal del Nº 4 del


artículo 810 del Código de Procedimiento Civil, deben concurrir los
siguientes requisitos, para considerar que una sentencia produce cosa
juzgada respecto de otra: "CUARTO: Que son elementos consustanciales
a la cosa juzgada los denominados límites objetivos y subjetivos de
dicha institución. Es así que se ha considerado como límites subjetivos
de la institución las partes del proceso, esto es que la cosa juzgada sólo
alcanza a los sujetos del proceso, es decir a los sujetos de la relación
substancial controvertida. De tal modo que para que opere de acuerdo
con el artículo 177 del Código de Procedimiento Civil, la identidad legal
de partes, será necesario que la identidad de partes corresponda a las
mismas que litigan en similares calidades entre una y otra causa.
Asimismo, se requiere el requisito de la identidad de la cosa pedida
consistente según la doctrina y la jurisprudencia en el beneficio jurídico
que se reclama en el juicio y al cual se pretende tener derecho
cumpliéndose en la causa, ya que en ambas la naturaleza del beneficio
reclamado es el mismo, el que se traduce en definitiva en una idéntica
pretensión jurídica. Por último el requisito de la identidad de causa de
pedir definida como el fundamento inmediato del derecho deducido en
juicio, se caracteriza por los hechos jurídicos y materiales en que se
basan las respectivas demandas cuya confrontación corresponde
efectuar para determinar su procedencia, cumpliéndose tal requisito en
ambos pleitos. En resumen la noción de cosa juzgada que nos lega la
doctrina y la jurisprudencia es aquella que corresponde de forma clara y
explícita, como uno de los efectos de la sentencia, entendida ésta, bien
como conjunto de los requisitos exigidos para que esta pueda valer
plenamente y ser considerada perfecta; o bien, como en el evento del
incumplimiento de los requisitos previstos en la norma del artículo 177
del Código de Procedimiento Civil como ineficaz en virtud de dicho
incumplimiento".

Corte Suprema, 10 de noviembre de 2010, rol Nº 5435-2010.


Pronunciaron el fallo los Ministros señores Juan Araya E., Guillermo Silva

540
G., Roberto Jacob Ch. y Abogados Integrantes Sres. Nelson Pozo S. y
Rafael Gómez B. Redactó el fallo el Abogado Integrante Sr. Nelson Pozo
S. Cita online: CL/JUR/9299/2010

ii) Que, como primera cuestión, corresponde señalar que del tenor
de la norma legal que contempla el motivo de revisión esgrimido por el
recurrente (art. 810 Nº 4 del Código de Procedimiento Civil), aparece
claro que la sentencia con autoridad de cosa juzgada que se invoca para
obtener la anulación de aquella contra la que el recurso se dirige, ha de
haber sido dictada en un juicio diverso y concurriendo la triple identidad
a que se refiere el artículo 177 del Código de Procedimiento Civil. En
estas condiciones, no se configuran, en la especie, los presupuestos de
la causal del citado Nº 4 del artículo 810 del aludido cuerpo legal, tanto
por el hecho que las sentencias esgrimidas no han sido dispuestas en
dos procesos diferentes, como porque ellas no se refieren a las mismas
partes.

Corte Suprema, 15 de octubre de 2009, rol Nº 6908-2008.


Pronunciaron el fallo los Ministros señores Sergio Muñoz G., Sra.
Margarita Herreros M., Sres. Juan Araya E. y Guillermo Silva G. y
Abogado Integrante Sr. Benito Mauriz. Redactó el fallo el Ministro Sr.
Sergio Muñoz G. Cita online: CL/JUR/1187/2009

c) Cosa juzgada no alegada en juicio. Para improcedencia se requiere


que se haya alegado la cosa juzgada formalmente en juicio

El artículo 810 del Código de Procedimiento Civil autoriza rever una


sentencia firme si se ha pronunciado contra otra pasada en autoridad de
cosa juzgada y que no se alegó en el juicio en que aquélla recayó; lo
que obliga a constatar la existencia de las dos sentencias, ambas firmes,
el hecho de que una posterior se dicte contra la primera, esto es que
sean contradictorias en la posibilidad de su cumplimiento, y el hecho de
no haberse alegado en el juicio cuya sentencia se pretende revisar la
cosa juzgada que emanó de la otra sentencia. (...) Que, conforme a lo
dicho en el fundamento primero, para impedir la revisión de la sentencia
que se quiere anular, es preciso haber alegado formalmente en el juicio
en que ella se dictó la autoridad o cosa juzgada de la otra sentencia. No
basta, en consecuencia, que se haya hecho referencia al otro juicio, o
que su existencia, incluso con un considerable grado de avance, haya
servido de fundamento para determinar alegaciones o recursos. Sólo
esto último fue lo que ocurrió en el caso de que se trata, según se
aprecia en los expedientes ya mencionados. Respecto de la excepción de
cosa juzgada referida, en el juicio que se pretende anular, es irrelevante
si el recurrente en el juicio en que se dictó la sentencia, la dejó de

541
oponer por un proceder negligente, siendo lo relevante, el hecho de que
no se haya deducido la excepción pidiendo que sea declarada en juicio,
aun cuando fue mencionada en los escritos del recurrente, en el juicio
que se pretende anular.

Corte Suprema, 12 de septiembre de 1989, rol Nº 11662-1987.


Pronunciaron el fallo los Ministros señores Víctor M. Rivas, Enrique
Correa, Marcos Aburto, Carlos Letelier y Ricardo Martin. Cita online:
CL/JUR/356/1989

d) Alegación de cosa juzgada en recurso de casación hace


improcedente revisión por tal causal

Que en cuanto a la causal basada en el numeral cuarto del artículo


810, éste exige que la cosa juzgada no se haya alegado en el juicio en
que la sentencia impugnada recayó. Pero debe ser rechazada la acción,
porque consta en los autos que se alegó la cosa juzgada como
fundamento del recurso de casación en la forma que el demandado (y
recurrente de revisión) interpuso en contra de la sentencia de segundo
grado; de manera que en el juicio correspondiente se ha hecho la
alegación que fue oportunamente resuelta por esta Corte Suprema, al
conocer del recurso de casación en la forma.

Corte Suprema, Tercera Sala. 29 de noviembre de 2010, rol Nº 3464-


2010. Pronunciaron el fallo los Ministros señores Pedro Pierry, Sra. Sonia
Araneda, Sr. Haroldo Brito y los Abogados Integrantes Sr. Benito Mauriz
y Sr. Patricio Figueroa. Cita online: CL/JUR/10159/2010

e) La sentencia dictada en un recurso de protección no produce cosa


juzgada substancial, razón por la cual no procede la revisión de una
sentencia que contradice aquélla

La Causal Nº 4 del art. 810 Código de Procedimiento Civil no hace


distinción alguna en cuanto a la clase de sentencia ejecutoriada respecto
de la cual procede el recurso de revisión, de lo que se infiere que
también procede contra una sentencia interlocutoria firme (y no solo
sentencia definitiva), puesto que también produce este efecto. Por otra
parte, la sentencia que según el recurrente se vulneraría, recae en un
recurso de protección, la cual se ve contrariada por una sentencia
interlocutoria que en un juicio ante los Tribunales Ordinarios trata la
misma materia, fallando en un sentido diverso. En este sentido, la Corte
Suprema rechazó el recurso, porque la sentencia supuestamente
contravenida, no tiene fuerza de cosa juzgada substancial respecto de
otra dictada en otro juicio ante los tribunales ordinarios sobre la misma

542
materia, lo cual se desprende del texto del art. 20 de la Constitución
Política de la República.

Corte Suprema, 29 de enero de 1996, rol Nº 15879-1996.


Pronunciaron el fallo los Ministros señores Marcos Aburto, Efrén Araya,
Óscar Carrasco y Eleodoro Ortiz y el Abogado Integrante Sr. Fernando
Castro. Cita online: CL/JUR/2516/1997

f) Las sentencias dictadas en gestiones judiciales no contenciosas no


producen cosa juzgada, por lo que no procede revisión de una sentencia
que contradice a aquéllas

La acción de revisión deducida —en la cual se invocaba la causal Nº 4


del art. 810 del Código de Procedimiento Civil (que una sentencia haya
sido pronunciada contra otra pasada en autoridad de cosa juzgada y que
no se haya alegado esta en juicio)— fue rechazada, puesto que las
sentencias que eran contradichas emanaban de gestiones judiciales no
contenciosas (contempladas en el art. 1º y 5º transitorios del Código de
Aguas) tal como la que se trataba de invalidar. En este sentido, la Corte
Suprema señaló: "Como es posible advertir, el precepto citado exige
claramente que la sentencia que se trata de rever emane de un juicio en
el cual no se haya alegado la autoridad de cosa juzgada que emana de
la sentencia que en lo decisivo sería contrapuesta a la primera. De
manera que, desde este prisma y como se ha demostrado, en el caso de
autos el requisito legal expresado tampoco se ha cumplido, pues como
se ha reiterado todas las sentencias definitivas que inciden en el recurso
emanan de gestiones judiciales que no tienen esa naturaleza por faltar
en cada una de ellas los elementos constitutivos de un juicio
propiamente dicho, lo cual, unido a las demás razones enunciadas
precedentemente, hace concluir que no se ha configurado en la especie
la causal de revisión que se invoca, situación que determinará el
rechazo del recurso que se ha deducido a fojas 18".

Corte Suprema. Tercera Sala. 27 de mayo de 2008, rol Nº 3857-2007.


Pronunciaron el fallo los Ministros señores Adalis Oyarzún, Héctor
Carreño, Pedro Pierry y los Abogados Integrantes señores Roberto Jacob
y Óscar Herrera. Redactó el fallo el Abogado Integrante Sr. Roberto
Jacob. Cita online: CL/JUR/5838/2008

B. Nuevos hechos ocurridos o descubiertos con posterioridad a la


sentencia condenatoria, que sean de tal naturaleza que basten para
establecer la inocencia del condenado

543
a) Los nuevos hechos deben ser tales que no hayan podido ser
desconocidos sin grave negligencia y deben bastar para establecer la
inocencia del condenado

Se rechaza la acción de revisión deducida que invocaba la causal Nº 4


del art. 657 del Código de Procedimiento Penal, toda vez que los
documentos y hechos invocados tienen los siguientes defectos: i) Que
de todo lo anterior se sigue que cada uno de los hechos y piezas
probatorias indicadas por el recurrente, necesariamente debieron haber
llegado a su conocimiento antes del fallo, tanto por la revisión del
expediente, como por la realización de las diligencias mínimas de una
adecuada defensa, antecedentes que por lo demás fueron materia de la
investigación; ii) Que no obstante la advertencia del recurrente, en
orden a que no se piense que en su libelo plantea cosas ya analizadas
en los fallos por los que fue condenado, un examen del recurso y de los
documentos en que éste se sustenta conduce justamente a dicha
conclusión; iii) Que como se puede observar, la causal que se ha
esgrimido exige que los hechos o documentos nuevos en que se afinca
"sean de tal naturaleza que basten para establecer la inocencia del
procesado", y del examen del recurso resulta que ninguno reúne tales
características: En efecto, no son documentos o hechos nuevos o
desconocidos, y aún en el evento de serlo no bastan para acreditar la
inocencia del condenado y iv) Que por otra parte, el recurrente pidió se
abriera un término probatorio y solicito múltiples diligencias para probar
sus alegaciones. Del examen de las diligencias pedidas, confrontadas
con los documentos que acompaña, no puede sino concluirse que lo que
se pretende con la revisión es una nueva instancia de discusión, un
nuevo juicio en el que se plantean argumentos que ya fueron materia de
la investigación, y en tales condiciones tal recurso aparece
desnaturalizado por lo que no puede prosperar.

Corte Suprema. Segunda Sala. 18 de marzo de 1998, rol Nº 4437-


1997. Pronunciaron el fallo los Ministros señores Luis Correa, Guillermo
Navas, Alberto Chaigneau y José Luis Pérez y el Abogado Integrante
señor Vivian Bullemore. Cita online: CL/JUR/1093/1999

b) En el nuevo proceso penal procede alegar la cosa juzgada emanada


de una sentencia anterior cuando tal se descubriere posteriormente

i) El recurso de revisión ha sido establecido por el legislador para


obtener la invalidación de una decisión firme o ejecutoriada, logrando
con ello que la justicia prime por sobre la seguridad jurídica configurada
por la cosa juzgada. El artículo 473 letra d) del Código Procesal Penal
establece que la Corte Suprema podrá rever las resoluciones firmes en

544
que se hubiere condenado a alguien por crimen o simple delito, para
anularlas, entre otros casos, cuando, con posterioridad a esta decisión
ocurriere o se descubriere algún hecho o apareciere algún documento
desconocido durante el proceso, que fuere de tal naturaleza que bastare
para establecer la inocencia del sentenciado.

ii) Acreditado que la identidad del imputado —recurrente de revisión—


fue suplantada por su hermano, quien se individualizó como tal al ser
detenido, así como también ante el juzgado de garantía en la audiencia
que se llevó a cabo en el litigio, lo que constituye un hecho nuevo,
desconocido durante el pleito y descubierto con posterioridad al
pronunciamiento condenatorio, y cumplidas las exigencias de los
artículos 474 y 475 del Código Procesal Penal sobre plazo, titularidad y
formalidades de la solicitud de revisión, corresponde acoger el recurso
(considerandos 1º a 5º, sentencia de revisión y 2º, sentencia de
reemplazo).

De lo expuesto, y conforme a lo dispuesto en el artículo 340 del


Código Procesal Penal, el tribunal llega a la convicción, más allá de toda
duda razonable, que no le ha cabido al imputado participación culpable
en el delito por el cual fue acusado, decidiendo su absolución
(considerandos 3º y 4º, sentencia de reemplazo).

Corte Suprema, Segunda Sala, 13 de octubre de 2010, rol Nº C-5740-


2010. Integraron la Sala los Ministros Sres. Nibaldo Segura P., Jaime
Rodríguez E., Hugo Dolmestch U., Carlos Künsemüller L. y el Abogado
Integrante Sr. Nelson Pozo S. Cita online: CL/JUR/1022/2011

iii) Ha sido acogido recurso de revisión que invocaba la causal d) del


art. 473 del Código Procesal Penal —cuando con posterioridad a la
sentencia condenatoria, ocurriere o se descubriere algún hecho o
apareciere algún documento desconocido durante el proceso, que fuere
de tal naturaleza que bastare para establecer la inocencia del
condenado—, toda vez que los hechos punibles contenidos en la
sentencia que se trata de impugnar, ya habían juzgados por otra
sentencia anterior, respecto del mismo individuo. Asimismo se invocó la
presente causal, en razón de que en la causa primigenia se decretó
suspensión condicional del procedimiento y ya se había dictado
sobreseimiento definitivo.

Sin embargo, la sentencia contó con el voto en contra de los Ministros


Sres. Segura y Rodríguez, los cuales señalan que el recurso de revisión
un medio excepcional de impugnación y el imputado procedió de mala
fe, puesto que sabiendo la existencia de dos procesos en su contra,

545
renunció a los plazos procesales para recurrir de la sentencia y omitió
dicha mención en el primero para obtener el beneficio de la suspensión
condicional y después accionar por este medio, para conseguir la
absolución en el segundo. Finalmente y puesto que se acreditó
fehacientemente la inocencia del imputado, se dictó sentencia de
reemplazo decretando su absolución.

Corte Suprema, Segunda Sala, 24 de mayo de 2011, rol Nº 2227-


2011. Integraron la Sala los Ministros Sres. Nibaldo Segura P.; Jaime
Rodríguez E., Hugo Dolmestch U., y los Abogados Integrantes Sres. Luis
Bates y Benito Mauriz S. Redactó el fallo Ministro Sr. Hugo Dolmestch U.
Cita online: CL/JUR/9887/2011

C. La sentencia que se trata de rever fue pronunciada en virtud de


pruebas de testigos

La segunda causal contemplada en el artículo 810 del Código de


Procedimiento Civil, esto es, que la sentencia que se trata de rever fue
pronunciada en virtud de pruebas de testigos y éstos han sido
condenados por falso testimonio dado especialmente en las
declaraciones que sirvieron de único fundamento a la sentencia
(considerando 2º, sentencia Corte Suprema).

Corte Suprema, 26/03/2001, rol Nº 1697-1996,

Cita online: CL/JUR/2109/2001

Fallos en el mismo sentido:

Corte Suprema, 30/10/1997, rol Nº 3607-1996,

Cita online: CL/JUR/2592/1997

Corte Suprema, 13/11/1996, rol Nº 2202-1996,

Cita online: CL/JUR/2604/1996

Corte Suprema, 12/09/1995, rol Nº 24408-1995,

Cita online: CL/JUR/983/1995

546
5. COMPETENCIA

ANÁLISIS DOCTRINAL

La revisión siempre debe interponerse ante la Corte Suprema, que es


el Tribunal de la República que tiene competencia privativa, exclusiva y
excluyente para conocerlo y fallarlo.

Darío Benavente nos dice que "Este recurso es de conocimiento de una


sala de la Corte Suprema".

ANÁLISIS JURISPRUDENCIAL

a) La Corte Suprema puede invalidar todo el proceso por falta de


emplazamiento aun conociendo de un recurso de revisión

La Corte Suprema conociendo de un recurso de revisión, ha


considerado que tiene la atribución de ejercer la facultad del art. 84 inc.
3º del Código de Procedimiento Civil para anular la sentencia impugnada
—sin entrar a conocer la acción de revisión—, toda vez que se dictó
aquella resolución sin emplazamiento de ningún tipo a la contraria y
estableciendo un régimen de tuición de carácter "declarativo" (como
régimen sui generis), basado en que el padre supuestamente estaría
fuera del país —sin haber pruebas contundentes de tal situación—.
Basando su decisión en los siguientes fundamentos: "Es un derecho
asegurado por la Constitución Política de la República, el que toda
sentencia de un órgano que ejerza jurisdicción debe fundarse en un
proceso previo legalmente tramitado y la misma Carta Fundamental en
el inciso quinto del numeral 3º de su artículo 19, confiere al legislador la
misión de establecer siempre las garantías de un procedimiento racional
y justo; en cuanto a los aspectos que comprende el derecho del debido
proceso, no hay discrepancias en que, a lo menos, lo conforman el
derecho de ser oído, de presentar pruebas para demostrar las
pretensiones de las partes, de que la decisión sea razonada y la
posibilidad de recurrir en su contra, siempre que la estime agraviante,
de acuerdo a su contenido. Por consiguiente, en resguardo del interés
social comprometido y por existir un vicio que afecta la garantía
asegurada por el inciso quinto del artículo 19 Nº 3 de la Carta
Fundamental, relativa a un justo y racional procedimiento, el que en la
especie ha sido vulnerado, este Tribunal debe, en uso de las facultades
correctoras de procedimiento, previstas en el inciso final del artículo 84
del Código de Procedimiento Civil, invalidar de oficio la sentencia dictada
por el Tercer Juzgado de Menores de Santiago, retrotrayendo la causa al
estado que se dirá en lo resolutivo de este fallo".

547
Corte Suprema, Cuarta Sala. 17 de enero de 2008, rol Nº 5592-2006.
Pronunciaron el fallo los Ministros señores Marcos Libedinsky T., Patricio
Valdés A., señora Gabriela Pérez P., y los Abogados Integrantes señores
Fernando Castro A., y Juan Carlos Cárcamo O. Cita online:
CL/JUR/756/2008

6. SUJETO DEL RECURSO

ANÁLISIS DOCTRINAL

En materia civil, puede interponer el recurso la parte agraviada. Darío


Benavente, Alejandro Espinosa y Jorge Correa nos dicen, en especial el
primero, que "La ley no ha dicho quién puede interponerla, pero se
comprende que sólo podrá hacerlo la parte agraviada por la sentencia".

Mario Casarino nos dice que se entiende por parte agraviada "aquella
persona que figuró como parte dentro del juicio en que se pronunció la
sentencia recurrida de revisión, y siempre y cuando esta sentencia le
cause agravios o perjuicios".

En materia penal, según lo dispone el art. 474 del Código Procesal


Penal puede interponer esta acción:

1. El Ministerio Público;

2. El condenado;

3. El cónyuge del condenado;

4. Los ascendientes, descendientes o hermanos del condenado;

5. El condenado que ha cumplido su condena, y

6. Los herederos del condenado cuando éste hubiere muerto y se


tratase de rehabilitar su memoria.

ANÁLISIS JURISPRUDENCIAL

a) La parte agraviada comprende al perjudicado por la sentencia

Como "parte agraviada" se ha entendido aquel recurrente que acciona


de revisión contra la sentencia que declaró nulo el matrimonio anterior

548
de su actual cónyuge —por testigos falsos que sirvieron de único
fundamento a la sentencia—, puesto que de no existir aquella sentencia,
su matrimonio sería nulo también. En este sentido, la Corte Suprema
señaló: "5º.- Que, en las circunstancias dichas, se cumplen los
requisitos exigidos por el Código de Procedimiento Civil para rever la
sentencia firme de que se trata, lo que ha sido solicitado por quien tiene
interés actual en esa declaración, que es el cónyuge de doña Emelicia
del Carmen Cisterna Oñate, en un matrimonio contraído con
posterioridad al declarado nulo mediando declaraciones testimoniales
fraudulentas".

Corte Suprema, 29 de enero de 1996, rol Nº 15879-1996.


Pronunciaron el fallo los Ministros señores Marcos Aburto, Efrén Araya,
Óscar Carrasco y los Abogados Integrantes señores Fernando Castro y
Eugenio Velasco. Cita online: CL/JUR/1200/1996

7. REQUISITOS DE INTERPOSICIÓN DE LA REVISIÓN

ANÁLISIS DOCTRINAL

Mario Mosquera y Cristián Maturana señalan que "Debe interponerse


por escrito en el cual deberá mencionarse la causal respectiva y los
documentos que acreditan esa causal". En este sentido, refiriéndose a la
revisión, Alejandro Espinosa señala que, aunque no lo señala la ley,
"...es indudable que él deberá expresar la causal en que se funde y
deberá ir acompañado, además, de la copia de la sentencia que sirve de
fundamento a la causal".

Si la causal fuera la de la letra b) del artículo 473 del Código Procesal


Penal, la solicitud de revisión señalará además los medios con que se
intenta probar que la persona víctima del pretendido homicidio ha vivido
después de la fecha en que la sentencia supone el fallecimiento; y si
fuere la de la letra d) del artículo 473 antes mencionado, la solicitud
indicará el hecho o documento desconocido durante el proceso,
expresará los medios con que se pretenda acreditar el hecho y se
acompañará, en su caso, el documento o, si no fuere posible, se
manifestará al menos su naturaleza y el lugar y archivo en que se
encuentra".

En ambos casos deben cumplirse las normas de comparecencia ante la


Corte Suprema.

549
ANÁLISIS JURISPRUDENCIAL

a) La revisión requiere la expresión de la causal

En el recurso deducido no se expresa la causal en que se sustenta, a


más de no haber sido firmado por procurador, según lo exigido en el
inciso primero del artículo 659 del Código de Procedimiento Penal,
corresponde por ello se deseche de plano.

Corte Suprema, Segunda Sala, 25 de noviembre de 1998, rol Nº 3184-


1996. Pronunciada por los Ministros señores Luis Correa, Alberto
Chaigneau, Enrique Cury y José Luis Pérez y el Abogado Integrante Sr.
Vivian Bullemore. Cita online: CL/JUR/817/1998

8. PLAZO

ANÁLISIS DOCTRINAL

A. Materia civil

Mario Mosquera y Cristián Maturana nos dicen que "El art. 811 del CPC
establece que "el recurso de revisión sólo podrá interponerse dentro de
un año, contado desde la fecha de la última notificación de la sentencia
objeto del recurso" (inc. 1º).

Lo expresado por este artículo se contrapone con lo que a su vez


señala el art. 174 del mismo cuerpo legal, en orden a determinar
cuándo se entiende ejecutoriada una sentencia. Es por ello que debemos
entender, para mantener la armonía que debe existir dentro del sistema
del Código, que el art. 811 es impreciso y que, por tanto, el recurso
habrá de ser interpuesto dentro del plazo de un año contado desde que
la sentencia quedó firme o ejecutoriada.

"Si se presenta pasada este plazo, se rechazará de plano" (inc. 2º).

Por la lentitud que caracteriza la tramitación de los asuntos judiciales


en nuestro país, resultaría casi imposible interponer este recurso en los
casos del art. 810 Nºs. 1 a 3. Atendido este hecho, que no dejó de ser
considerado por el legislador de 1902, es que el inciso final del art. 811
permite interponer el referido recurso antes. En efecto, señala el
precepto que "si al terminar el año no se ha aún fallado en el juicio

550
dirigido a comprobar la falsedad de los documentos, el perjurio de los
testigos o el cohecho, violencia u otra maquinación fraudulenta a que se
refiere el artículo anterior, bastará que el recurso se interponga dentro
de aquel plazo, haciéndose presente en él esta circunstancia, y debiendo
proseguirse inmediatamente después de obtenerse sentencia firme en
dicho juicio".

Mario Casarino, Alejandro Espinoza y Jorge Correa nos dicen, y en


particular el primero, que "Se trata, por consiguiente, de un plazo:
1º) fatal, por la expresión "dentro de" empleada por el legislador al
establecerlo; 2º) común, porque se cuenta para todos los litigantes
desde la última notificación; 3º) legal, porque está contemplado por la
misma ley; 4º) improrrogable, en atención a que los plazos legales
tienen esta característica, a menos que la ley disponga expresamente lo
contrario, lo que no se ha hecho con este plazo para interponer revisión;
y 5º) de año, de suerte que para computarlo no se descuentan los
feriados (art. 66 CPC)".

B. Materia penal

El art. 474 del Código Procesal Penal señala categóricamente que la


acción de revisión podrá ser interpuesta, en cualquier tiempo, por lo que
no existe un plazo para su interposición.

ANÁLISIS JURISPRUDENCIAL

a) El recurso de revisión se podrá interponer dentro de un año, de lo


contrario será rechazado

Con la cuenta del relator; atendido el mérito de la certificación de fs.


151 de los autos 1691 91 del 13º Juzgado Civil de Santiago que acredita
que el cúmplase de la sentencia impugnada en estos autos se notificó el
23 de marzo de 1995, y no el 29 de septiembre de ese año como
erróneamente se afirma en la certificación de fs. 59 vta.; y de
conformidad con lo dispuesto en el art. 811 del Código de Procedimiento
Civil se deja sin efecto el decreto de fs. 180 vta. que ordenó traer los
autos en relación y se declara inadmisible, por extemporáneo, el recurso
de revisión (considerando único, sentencia Corte Suprema).

Corte Suprema, 30/10/1997, rol Nº 3607-1996,

Cita online: CL/JUR/2592/1997

Fallos en el mismo sentido:

551
Corte Suprema, 11/01/1993, rol Nº 17242-1993,

Cita online: CL/JUR/989/1993

9. EFECTOS DE SU INTERPOSICIÓN

ANÁLISIS DOCTRINAL

En esta materia se siguió la regla general en virtud de la cual el


recurso no suspende el cumplimiento del fallo.

A. Materia civil

Señala el inciso 1º del art. 814 del Código de Procedimiento Civil que
"por la interposición de este recurso no se suspenderá la ejecución de la
sentencia impugnada", confirmando la regla general antes indicada.

Pero, señala el inc. 2º del art. 814, que el Tribunal puede, "en vista de
las circunstancias, a petición del recurrente, y oído el ministerio público,
ordenar que se suspenda la ejecución de la sentencia, siempre que
aquél dé fianza bastante para satisfacer el valor de lo litigado y los
perjuicios que se causen con la inejecución de la sentencia, para el caso
de que el recurso sea desestimado".

Sistematizando estos requisitos, Alejandro Espinosa y Mario Casarino


señalan, en particular este último, que "En consecuencia,
porexcepción el recurso de revisión suspende la ejecución de la
sentencia impugnada en que concurran los siguientes requisitos: 1º)
que lo pida el recurrente; 2º) que se oiga al ministerio público; 3º) que
las circunstancias así lo aconsejen; y 4º) que el recurrente rinda fianza
bastante para satisfacer los perjuicios que pudiere causar a su
contendor con la inejecución de la sentencia, para el caso de que el
recurso sea rechazado.

La suspensión de la sentencia impugnada, por consiguiente, queda


entregada al buen criterio del tribunal llamado a conocer del respectivo
recurso de revisión, ya que este derecho se lo ha conferido el legislador
en forma facultativa por la expresión "podrá" que empleó al
establecerlo".

B. Materia penal

552
Mario Mosquera y Cristián Maturana nos señalan que "En el nuevo
sistema procesal penal, se mantiene la regla general consistente en que
la solicitud de revisión no suspenderá el cumplimiento de la sentencia
que se intenta anular (art. 477 inc. 1º).

Sin embargo, se amplían los casos en los cuales puede decretarse la


suspensión no sólo a la pena irreparable, lo que resulta de toda lógica si
atendemos a que todas las penas en el sistema penal revisten el
carácter de irreparables, dado que no es posible restituir los días
privados de libertad injustamente. De acuerdo con ello, se dispone que
si el Tribunal lo estimare conveniente, en cualquier momento del trámite
podrá suspender la ejecución de la sentencia recurrida y aplicar, si
correspondiere, alguna de las medidas cautelares personales a que se
refiere el párrafo 6º del título V del Libro Primero (art. 477 inc. 2º)".

10. TRAMITACIÓN

ANÁLISIS DOCTRINAL

A este respecto será menester distinguir:

A. Materia civil

Lo primero que el tribunal debe examinar es si la revisión se ha


interpuesto dentro de plazo, ya que el artículo 811 del CPC señala que el
tribunal rechazará de plano el recurso si se interpone pasado el plazo.

De este modo, caben las siguientes opciones para su tramitación.

i) Se rechazará de plano cuando, atendidos los antecedentes, se


haya interpuesto fuera del plazo de un año, contado de la forma
señalada anteriormente.

ii) si se interpuso dentro de plazo, el Tribunal ordenará que se


traigan a la vista todos los antecedentes del juicio en que recayó la
sentencia impugnada y citará a las partes a quienes afecte dicha
sentencia para que comparezcan en el término de emplazamiento a
hacer valer su derecho (art. 813 del CPC).

De darse curso a la revisión, como nos enseña Mario Casarino, "Como


se trata de una primera resolución dictada en una gestión judicial, será

553
necesario notificarla personalmente (art. 40 CPC), y el o los notificados
tendrán un plazo para comparecer igual al señalado para contestar la
demanda en el juicio ordinario (arts. 258 y 259 CPC); comparecencia
que, en todo caso, deberá efectuarse por medio de abogado habilitado o
de procurador del número (arts. 398, inc. 1º, COT, y 2º, ley
Nº 18.120)".

Mario Mosquera y Cristián Maturana señalan que "Transcurrido el


término de emplazamiento, el Tribunal debe conferir traslado al
Ministerio Público y evacuado que sea el informe del Fiscal, se dicta la
resolución 'autos en relación' procediendo a la vista de la causa".

Los trámites posteriores al vencimiento del término de emplazamiento


se seguirán conforme a lo establecido para la substanciación de los
incidentes (art. 813 CPC).

En contraste, Mario Casarino señala que "En otras palabras, con lo


expuesto por el recurrido o sin ello, el tribunal que está conociendo del
recurso de revisión lo recibirá a prueba por el término de ocho días, en
caso necesario. Vencido este término, ordenará que pasen los
antecedentes en vista al fiscal; y, evacuado el informe, proveerá 'en
relación', con lo cual el recurso queda en estado de verse, de acuerdo
con las normas generales sobre vista de la causa ante los tribunales
colegiados".

Según nos enseña Jorge Correa "La vista de la causa se rige por las
reglas generales, siendo conocido el recurso por la Sala correspondiente
de la Corte Suprema (arts. 813 CPC y 98 COT)".

B. Material penal

La tramitación de la acción de revisión está contemplada en los


artículos 475, 476, y 478 del Código Procesal Penal.

Mario Mosquera y Cristián Maturana nos enseñan que "La solicitud de


revisión se debe presentar ante la secretaría de la Corte Suprema.

Dicha solicitud debe expresar con precisión su fundamento legal y


acompañar copia fiel de la sentencia cuya anulación se solicitare, y los
documentos que comprobaren los hechos en que se sustenta. Si la
causal alegada fuere la de la letra b) del art. 473, la solicitud deberá
indicar los medios con que se intentare probar que la persona víctima
del pretendido homicidio, hubiere vivido después de la fecha en que la
sentencia la supone fallecida; y si fuere la de la letra d), indicará el

554
hecho o el documento desconocido durante el proceso, expresará los
medios con que se pretendiere acreditar el hecho y se acompañará, en
su caso, el documento o, si no fuere posible, se manifestará al menos su
naturaleza y el lugar y archivo en que se encuentra.

La solicitud de revisión que no cumpliere con los requisitos formales


previstos precedentemente por el legislador o que adoleciere de
manifiesta falta de fundamento será rechazada de plano, decisión que
deberá tomarse por la unanimidad del Tribunal.

En el nuevo sistema procesal penal se incorporó expresamente el


control de admisibilidad de la solicitud de revisión no sólo por motivos
formales sino que por la manifiesta falta de fundamentos. Dicha medida
se adoptó 'en conocimiento de que se presentan ante la Corte Suprema
muchas de estas solicitudes de manera liviana, sin real justificación,
ampliando las facultades de la Corte para rechazarlas de plano, siempre
que así lo acuerde por unanimidad, cuando adolezcan de notoria falta de
fundamento. Ello porque precisamente al no tener plazo para presentar
la revisión, no hay premuras que justifiquen una presentación
incompleta, sin perjuicio de que al pronunciarse sobre la admisibilidad el
Tribunal pueda solicitar los antecedentes que estime pertinentes, lo que
en ningún caso puede significar una nueva investigación'.

En cambio, si la solicitud se interpone dando cumplimiento a los


requisitos formales y sin adolecer de manifiesta falta de fundamento, se
debe dar traslado de la petición al fiscal, o al condenado, si el recurrente
fuere el ministerio público; en seguida, se mandará traer la causa en
relación y, vista en la forma ordinaria, se fallará sin más trámite.

En el nuevo sistema procesal penal se dispuso expresamente que en la


tramitación de la revisión no podrá probarse por testigos los hechos en
que se funda la solicitud (art. 476 del Código Procesal Penal)".

11. FALLO DEL RECURSO DE REVISIÓN

ANÁLISIS DOCTRINAL

Mario Mosquera y Cristián Maturana señalan que "Mediante el recurso


de revisión se persigue invalidar un fallo ejecutoriado, siendo, por tanto,

555
una acción que persigue la declaración de nulidad de la sentencia
ejecutoriada.

En caso de que el Tribunal se pronunciare acerca de la nulidad del


fallo, en algunos casos sería necesario instruir un nuevo proceso; y en
otros se va a bastar a sí misma la resolución que recae sobre el recurso
de revisión, como ocurre en la causal de revisión de la cosa juzgada".

A. Materia civil

Señala el art. 815 del Código de Procedimiento Civil que "si el Tribunal
estima procedente la revisión por haberse comprobado, con arreglo a la
ley, los hechos en que se funda, lo declarará así, y anulará en todo o en
parte la sentencia impugnada".

Al respecto, Alejandro Espinosa nos dice que "...la ley dice que debe
declarar nula en todo o en parte la sentencia impugnada. La anulará
sólo en parte cuando el recurrente hubiere solicitado una revisión parcial
de la sentencia o cuando el hecho en que se funda el recurso y que se
hubiere comprobado afecte sólo a una parte de ella".

Prosigue el referido artículo 815 del CPC señalando que "En la misma
sentencia que acepte el recurso de revisión declarará el tribunal si debe
o no seguirse nuevo juicio. En el primer caso determinará, además, el
estado en que queda el proceso, el cual se remitirá para su
conocimiento al tribunal de que proceda".

Darío Benavente señala que "Como puede advertirse, la ley no ha


dicho cuándo debe seguirse un nuevo juicio; pero no cabe duda de que
si la sentencia se fundó en documentos falsos o hubo cohecho, violencia
u otra maquinación fraudulenta, podrá seguirse una nueva contienda.

En cambio, cuando la resolución se pronuncia en contra de otra


pasada en autoridad de cosa juzgada, no se ordenará la iniciación de un
nuevo juicio".

En el mismo sentido, Fernando Orellana señala que "Si la demanda de


revisión ha sido acogida por la Corte en virtud de la causal Nº 4 del
artículo 810, no es necesario seguir con un nuevo juicio. Mientras que si
ésta ha sido acogida en virtud de la causal Nº 3 del mismo artículo, la
remisión del proceso al tribunal que dictó la sentencia que se invalida
significa la inhabilidad del juez que pronunció el respectivo fallo que se
ha anulado, esto en virtud de la causal de recusación a la que alude el
artículo 196 Nº 10 del COT, o bien en virtud de la causal de implicancia

556
prevista en el artículo 195 Nº 8 del mismo cuerpo legal, según sea el
caso".

Por último, el artículo 815 del CPC señala que "Servirán de base al
nuevo juicio las declaraciones que se hayan hecho en el recurso de
revisión, las cuales no podrán ser ya discutidas". Atendido ello, las
declaraciones hechas en el recurso de revisión sirven de base para el
nuevo juicio, con eficacia de cosa juzgada.

En base a lo anterior, Fernando Orellana señala que "Por lo tanto, la


sentencia que acoge la acción de revisión es siempre anulatoria, en todo
o en parte, de la sentencia impugnada, pero nunca será revisora,
porque la función revisora la cumplirá el tribunal de donde procede el
proceso en que se dictó la sentencia invalidada por la revisión, en cuya
sede podrá seguirse un nuevo proceso si la Corte lo dispone así y si la
parte interesada acciona ante el mismo tribunal".

Finalmente, Mario Mosquera y Cristián Maturana nos señalan que "La


sentencia que rechaza el recurso de revisión dispondrá la devolución de
los antecedentes que se hayan traído a la vista al tribunal
correspondiente, y se condenará en costas al recurrente (art. 816
CPC)".

B. Materia penal

Mario Mosquera y Cristián Maturana nos enseñan que "La resolución


de la Corte Suprema que acogiere la solicitud de revisión deberá
siempre declarar la nulidad de la sentencia firme condenatoria.

Adicionalmente, sólo si de los antecedentes resultare fehacientemente


acreditada la inocencia del condenado, la Corte Suprema deberá además
dictar, acto seguido y sin nueva vista, pero separadamente, la sentencia
de reemplazo absolutoria que corresponda. Debemos tener presente que
en esta materia se estableció expresamente en el segundo informe de la
Comisión de Constitución, Legislación, Justicia y Reglamento del
Senado, que la resolución sólo producirá efectos si la Corte anula el
fallo, y en este evento solamente podría dictar sentencia de reemplazo
para absolver al condenado, pero no para condenar por otro delito,
tampoco puede determinar por ese solo hecho la realización de un
nuevo juicio, porque esa decisión la debe tomar el ministerio público, a
quien le corresponde el ejercicio de la acción penal. El ministerio público
podrá iniciar o no otra acción, según la prueba de que disponga, salvo
por el delito específico por el que ha sido absuelto".

557
Asimismo, cuando hubiere mérito para ello y así lo hubiere recabado
quien hubiere solicitado la revisión, la Corte podrá pronunciarse de
inmediato sobre la procedencia de la indemnización a que se refiere el
artículo 19, Nº 7, letra i), de la Constitución Política.

Si la sentencia de la Corte Suprema o, en caso de que hubiere nuevo


juicio, la que pronunciare el Tribunal que conociere de él, comprobare la
completa inocencia del condenado por la sentencia anulada, éste podrá
exigir que dicha sentencia se publique en el Diario Oficial a costa del
Fisco y que se devuelvan por quien las hubiere percibido las sumas que
hubiere pagado en razón de multas, costas e indemnización de
perjuicios en cumplimiento de la sentencia anulada. Además, la
sentencia ordenará, según el caso, la libertad del imputado y la cesación
de la inhabilitación (art. 479 inc. 1º).

El cumplimiento del fallo en lo atinente a las acciones civiles que


emanan de él será conocido por el juez de letras en lo civil que
corresponda, en juicio sumario (art. 479 inc. 2º). Los mismos derechos
que se contemplan para el condenado corresponderán a los herederos
del condenado que hubiere fallecido (art. 479 inc. 3º).

Si el ministerio público resolviere formalizar investigación por los


mismos hechos sobre los cuales recayó la sentencia anulada, el fiscal
acompañará en la audiencia respectiva copia fiel del fallo que acogió la
revisión solicitada (art. 480)".

ANÁLISIS JURISPRUDENCIAL

a) No se puede extender el recurso de revisión a otras causales que


las contempladas expresamente

La presente acción de revisión que invoca la causal Nº 3 del art. 810


del Código de Procedimiento Civil (que pretende anular la sentencia
firme se ha ganado injustamente en virtud de cohecho, violencia u otra
maquinación fraudulenta, cuya existencia haya sido declarada por
sentencia de término), fue rechazada por los siguientes motivos: Que el
recurso de revisión es de derecho estricto y por lo tanto las normas que
lo reglamentan deben interpretarse restrictivamente, de modo tal que
las causales que lo hacen procedente no pueden hacerse extensivas a
situaciones no constitutivas de ellas; por consiguiente, para la
concurrencia de la tercera de dichas causales es necesario que en el
proceso penal respectivo se haya dictado sentencia de término
declarando la existencia de cohecho, violencia u otra maquinación
fraudulenta en cuya virtud se haya obtenido el fallo que se trata de

558
rever; tal situación no se produce en la especie, como ya se ha
señalado, lo que basta para desestimar la revisión solicitada. Sin
embargo, el recurrente ha hecho presente que debe considerarse lo
dispuesto en el inc 3º del art. 811 del Código de Procedimiento Civil,
norma que señala que si al expirar el plazo de un año dentro del cual
debe interponerse el recurso de revisión, aún no se ha fallado el juicio
dirigido a comprobar, en este caso, la maquinación fraudulenta que se
invoque, basta que el recurso se interponga dentro de este plazo
debiendo proseguirse después de obtenerse sentencia firme en dicho
juicio. A este respecto, la Corte Suprema señala que la existencia de
sobreseimiento temporal en la causa penal, fundado en que de los
antecedentes reunidos no aparece completamente justificado que por el
hecho denunciado se haya cometido un delito, impide dar aplicación a la
norma legal antes señalada.

Corte Suprema, 11 de enero de 1993, rol Nº 17242. Pronunciaron el


fallo los Ministros señores Hernán Álvarez García, Óscar Carrasco Acuña,
Guillermo Navas Bustamante y los Abogados Integrantes señores Luis
Cousiño Mac-Iver y Fernando Mujica Bezanilla. Cita online:
CL/JUR/989/1993

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