El Síndrome de Asperger
El Síndrome de Asperger
El Síndrome de Asperger
Las características de las que hablaba Asperger para definir a este grupo de
niños fueron sintetizadas por Wing (1998, pp. 1213) en las siguientes:
Su investigación quedó relegada por espacio de treinta años hasta que Lorna
Wing utilizó el termino Síndrome de Asperger en un trabajo publicado en
1981. A partir de entonces se ha ido desvelando la importancia de este
trastorno tanto por su elevada prevalencia como por la repercusión social
que afecta a las personas que lo presenta.
»El trastorno comienza a manifestarse alrededor del tercer año de vida del
niño o, en ocasiones, a una edad más avanzada.
El Síndrome de Asperger es bien conocido por ser una parte del espectro de
desórdenes autísticos cuyas características han sido perfectamente descritas
por Wing y Gold. Presentan una tríada (lo que se conoce como la tríada de
Wing) de afectación en el área social: dificultades en la relación social y en
las vías de la interacción social; en el área comunicativa: disminución de la
comunicación verbal y no verbal; y en la esfera imaginativa: afectando el
juego, a los intereses y podríamos agregar, el entendimiento con los otros.
Lo que distingue el síndrome de Asperger de otros desórdenes autísticos es
una gran habilidad con el lenguaje, y más raramente, la coexistencia del
desorden con la incapacidad de aprendizaje y dificultades en el área
psicomotora. Son niños que tienen campos de intereses reducidos y
absorbentes. Son generalmente buenos en las habilidades de memoria
(hechos, figuras, fechas, épocas, etc.), muchos destacan en las áreas de
matemáticas y conocimiento del medio. El niño levemente afectado resulta a
menudo no diagnosticado y pudiendo parecer raro o excéntrico, incluso
algunos autores señalan la posibilidad de que estemos ante una variante de
la personalidad normal.
»Se relaciona mejor con los adultos que con sus iguales. No entienden las
normas sociales.
»Le cuesta mucho entender las reglas del juego. En los recreos le gusta
estar solo.
»Le cuesta entender una conversación larga. Cambia de tema cuando está
confuso.
»Suele tener una memoria excepcional para recordar datos que le interesan.
Dificultad grafomotora
Intereses específicos
»Está fascinado por algún tema en particular y busca con ansia información
sobre ese tema (vehículos, números, animales, historia, planetas_)
»Tiene rituales que quiere cumplir a toda costa. Le gusta la rutina y muestra
resistencia a los cambios imprevistos. Es tan perfeccionista que ejecuta las
tareas con mucho cuidado se preocupa en exceso de detalles irrelevantes.
Comorbilidad
El Síndrome de Asperger está oculto muchas veces por otros trastornos, lo
que dificulta su detección: Trastorno por Déficit de Atención y Hiperactividad
(TDAH), Trastorno obsesivo Compulsivo (TOC), Trastorno de Conducta,
Trastorno del Desarrollo de la coordinación, Síndrome de Tourette, Crisis de
Ansiedad, Depresión, etc.
Otras características
»Hiperselectividad alimentaria.
»El juego del niño puede alcanzar el estadio simbólico, pero es repetitivo y
poco social.
3. DIAGNÓSTICO
A raíz del trabajo de Wing surge, entre finales de los ochenta y principios de
los noventa, un gran interés científico por el estudio del síndrome de
Asperger. Entre los estudios más significativos está el de Christopher
Gillberg, en Suecia, que intenta aclarar la nosología del síndrome y su
relación con otros trastornos infantiles, en particular con el autismo. En
1991 Gillberg propuso la primera definición operativa del síndrome de
Asperger cuyos criterios de diagnóstico se basan en los escritos de Hans
Asperger, y donde contempla como un criterio relevante en el diagnóstico la
torpeza motora:
b. Adhesión repetitiva
d. Expresión inapropiada
6. Torpeza motora
4. DIFICULTADES Y NECESIDADES
4.1. INFANCIA
»Preguntas repetitivas.
b) Cualidades y aspectos positivos en la etapa de Primaria
4.2. ADOLESCENCIA
a)Principales dificultades en la adolescencia
c)Necesidades en la adolescencia
»Problemas para encontrar trabajos donde haya que superar una entrevista,
ya que tienen grandes dificultades para captar qué es lo que el entrevistador
necesita saber sin que se lo digan de forma explícita, y como en cantidad".
»A pesar de sus dificultades, son capaces de generar estrategias alternativas
para manejarse en el mundo social.
b) Cualidades y aspectos positivos en la edad adulta
»Suelen ser personas muy nobles y decir en cada momento lo que piensan.
»Conocer y saber que no son enfermos mentales, sino que tienen otra forma
de percibir e interpretar el mundo que les rodea.
5.1. DIFICULTADES
a) La detección
Aunque algunas familias son conscientes de que a sus hijos les ocurre
"algo", en la mayoría de los casos es la escuela la que da la voz de alarma,
generando una situación de incertidumbre. El desarrollo aparentemente
normal durante los primeros años de vida y el desconocimiento de muchos
profesionales, puede llevar a una interpretación errónea de esas conductas
entendiéndolas como un problema coyuntural que tiene que ver con causas
emocionales (mala adaptación a la escuela o trauma por alguna
hospitalización) y con "modos de educar" más que con una alteración del
desarrollo. El Síndrome de Asperger es una alteración que se hace más
evidente sobre los 4-5 años de edad, existiendo un desarrollo
aparentemente normal durante los primeros años de vida, por lo que para
las familias resulta difícil asumir que su hijo pueda presentar una alteración
del desarrollo que le acompañará toda su vida.
b) El diagnóstico
Además de todo esto, en nuestro país nos encontramos con una práctica
legislativa que no llega a adaptarse a las peculiaridades de estas personas.
d) La convivencia familiar
Los fines de semana y las vacaciones son tiempos en los que los padres
tenemos que ingeniárnoslas para programar actividades de manera que la
persona con Síndrome de Asperger no se aburra, ni se dedique
exclusivamente a sus intereses restringidos. En ocasiones esto se convierte
en una lucha contra la resistencia a cambiar de rutinas.
Nuestros hijos son especiales, tienen una dificultad innata e invisible pero
son maravillosos, buenos (no tienen malicia), sinceros, fieles, justos,
generosos, nobles, originales, cualidades que debemos saber apreciar. Cada
día al despertar, me miro al espejo y me repito: "Quiero a mi hijo y estoy
orgulloso de ser su padre".
Para poder enseñar a los niños con síndrome de Asperger, los adultos tienen
que ocuparse mucho y mostrarse muy cariñosos; estos niños son
dependientes en muchos aspectos y sin embargo, necesitan aprender a ser
lo más independientes posible. Una gran parte del éxito que consigan en el
futuro dependerá de la manera en que los adultos se relacionen con ellos.
Es necesario que los adultos, padres, maestros o asistentes que traten con
niños Asperger les tengan un gran respeto y cariño; la actitud general afecta
a todo el ambiente de aprendizaje. Puede que el maestro encuentre
imposible enseñar al niño de una manera positiva, pero las manifestaciones
del maestro revelarán al niño sus sentimientos. Es preferible que el maestro
evalúe sus sentimientos y que trate de cambiar su actitud cuando sea
necesario y si no lo logra tal vez sea importante buscar otro profesor para
enseñar a este estudiante ya que una actitud negativa y la falta de cariño
pueden hacer mucho daño a una persona en muy poco tiempo.
Una técnica sencilla, que sin embargo con frecuencia se pasa por alto
cuando se trata con niños Asperger, es la necesidad de darle lo que
necesita. Esto requiere que se conozca a cada niño lo suficientemente bien
como para saber cuándo las necesidades varían.
Ser lo más positivo posible: alabar con frecuencia y con sinceridad, fijarse
en las cosas buenas y no prestar demasiada atención a las cosas que tienen
poca importancia. Muchos estudiantes están condicionados a reaccionar
negativamente a un "no", que con frecuencia indica que alguien está
enfadado o que algo no está bien, pero no informa cómo solucionar el
problema. Estas palabras hay que utilizarlas con moderación. En muchas
ocasiones resulta muy práctico decirles lo que tienen que hacer y
abstenernos de lo que no tienen que hacer.
Como ya hemos comentado, siempre que se pueda hay que evitar las frases
negativas, que sólo les explica lo que no es admisible y no les aporta
sugerencias necesarias para aprender cómo comportarse de un modo
diferente y más apropiado.
Hay que ser lo más neutro posible al dar las instrucciones, ya que el tono de
la voz, la expresión de la cara o una palabra con varios significados pueden
cambiar el sentido de una pregunta, una instrucción o una frase. Cuando se
dan instrucciones es necesario explicar lo que se tiene que hacer y evitar los
desafíos. Si las instrucciones se dan de manera desafiante, los niños tienden
a ponerse a la defensiva y tratan de evitar o hacer lo contrario de lo pedido.
Hay que evitar las preguntas con opciones a no ser que los estudiantes
tengan opciones de verdad. Las frases claras les dan a los estudiantes la
información necesaria para poder cumplir lo pedido.
Evitar los reproches, usar reglas consistentes y neutrales. Los reproches son
en beneficio de los adultos, no de los niños con síndrome de Asperger, ya
que tienen poco sentido para ellos y no efectuarán ningún cambio en su
comportamiento.
Es mejor evitar las amenazas, que con frecuencia dan paso a una reacción
negativa.
Las señales deben darse cuando sean necesarias para ayudar a la persona a
ganar más independencia y a no depender tanto de otros.
A veces los niños Asperger reciben más señales de las que necesitan, o tal
vez necesitan más de las que reciben. Es mejor establecer unas pocas
señales que el niño pueda aprender bien hasta que esté listo para intentarlo
por si solo.
Los dibujos y las indicaciones ambientales son los métodos que mejor
fomentan la independencia. Para evitar la dependencia, hay que hacer
planes para reducir el número de señales que necesiten de la presencia de
los adultos.
Con respecto a las relaciones familiares, en esta etapa los padres son
verdaderos profesionales en síndrome de Asperger pero hay que tener en
cuenta que también son más mayores y con menos energías. El
comportamiento y el trato empiezan a enfocarse de una manera diferente y
hacia otros aspectos:
4) Entorno familiar
En este momento del diagnóstico, las reacciones que se pueden dar son muy
diversas:
Negación:
Es un elemento distintivo, en la que la familia en general y los padres en
particular, niegan la existencia. Los médicos no suelen encontrar problemas
fisiológicos que expliquen el trastorno y el aspecto físico del niño es
totalmente normal, por lo que la negación (no puede ser muy importante o
no es nada) es una reacción muy corriente. Además, las características
propias del síndrome de Asperger propician la negación del trastorno y
plantearse que pasará con el tiempo, sin necesidad de tomar ninguna
medida o si se toman medidas se realizan de cualquier manera y
esporádicamente. Lo especialmente grave al tomar esta actitud de negación
es que se postergan una serie de medidas que son de vital importancia para
el desarrollo del niño y su integración a la sociedad.
Impotencia:
Otra reacción muy normal es que los padres se sientan derrotados e
incapaces frente al problema incluso antes de comenzar los verdaderos
problemas. Tener un hijo Asperger puede suponer un duro golpe a la
autoestima y autoconfianza por varios motivos:
Todo esto puede hacer que los padres sufran una autentica depresión y la
sensación de tener que "tirar la toalla".
Culpa:
Prácticamente todas las mujeres, durante el embarazo, tienen en algún
momento el temor de que su bebé no sea normal o totalmente sano.
Cuando el niño es diagnosticado, el temor se ha convertido en realidad y
comienza el sentimiento de culpa de que algo se hizo mal durante la
gestación y la pastilla que se tomaron, la tabla de ejercicio, el cigarrillo que
no pudo dejar de fumar, la posibilidad de un componente hereditario o
cualquier otra razón puede ser suficiente para explicar por qué el niño está
enfermo y de quién es la culpa. Este sentimiento puede verse incrementado
ante la gran difusión que tuvo la teoría psicoanalítica de la enfermedad, que
la atribuía a una mala relación de los padres, unos padres poco
comunicativos, distantes e incapaces de proporcionar el cariño necesario.
Hoy en día es evidente que la conducta de ninguno de los padres pudo haber
causado el síndrome de Asperger en el niño y aún en el supuesto de
encontrarse una causa genética, (que no hereditaria) es evidente que los
padres no tienen en ello ninguna responsabilidad.
Enojo:
El enfado es una resultante natural de la culpa y se plantea, en ocasiones,
que alguien debe de tener la culpa. La culpa va dirigida contra todo, contra
los médicos por no encontrar cura, contra los educadores por no conseguir
que su hijo aprenda, contra otros padres porque no aprecian la normalidad
de sus propios hijos, contra su esposo por no ser capaz de aliviar su dolor,
contra su hijo enfermo por ser Asperger. Nadie puede comprender lo que les
pasa y el enfado oculta el dolor y la tristeza y les hace sentirse más fuertes.
La tristeza les hace mucho más vulnerables que la ira y el enfado.
Pérdida:
Todas las parejas se plantean la creación de una familia perfecta y en este
momento se ha perdido el niño ideal que alguna vez se creyó tener y se han
roto muchas esperanzas y sueños creados a su alrededor. Este profundo
sentimiento de pérdida es la base de todas las otras emociones y cada
persona lo expresa de una manera. Autocompasión y querer que todo el
mundo sea consciente de lo que está sufriendo; otros expresan este
sentimiento de una manera más controlada permaneciendo callados,
pensativos y tristes; en otras ocasiones se siente tal tristeza que llegan a
pensar que hubiera sido mejor que el niño no hubiera nacido.
Por dura que parezca, estas emociones son normales y es una forma de
evadirse de la realidad. Según pasa el tiempo, estas emociones son más
"llevaderas" y reconocerlas sin tener sentimiento de culpa permite a los
padres aceptar mejor la realidad y estar pendiente de sus propias reacciones
y conductas ante el problema.
El padre que se hace cargo del niño puede sentirse solo, sobrecargado,
incapaz de relacionarse con padres de hijos "normales". Compartir la carga
entre los padres y otros miembros de la familia ayuda a reducir sentimientos
"paralizantes".
Dentro del sistema familiar hay que destacar el papel de los padres, que son
los que deberían marcar la estabilidad emocional de todos los miembros. Es
normal que los padres pasen por diferentes reacciones y conviertan en
ocasiones estos estados de ánimo en un modo permanente de actuación y
cada uno de los padres puede adoptar diferentes papeles, que
fundamentalmente pueden ser:
»Negador.
»Autocompasivo.
»Protector. Es un papel adoptado con mucha frecuencia en el que el padre
sobreprotege al niño Asperger, ocultándole todos los problemas que puedan
haber.
»Culpable. En este caso el padre dirige todos sus esfuerzos en "pagar" esa
culpa.
Hay que tener en cuenta que ante todo son personas, con los mismos
problemas y preocupaciones que los demás, pero con una carga adicional
inevitable que conlleva unas características distintivas. Para empezar es una
relación de por vida en la que existe un lazo biológico, comparten los
mismos padres y son fuente de seguridad y consuelo mutuo. La relación
entre los hermanos va tomando cada vez más importancia si tenemos en
cuanta los siguientes factores:
»La familia cada vez es más pequeña, por lo que el contacto es más intenso.
»Cada vez es más frecuente que los dos padres trabajen, por lo que
necesitan su mutua compañía.
»Los padres están sujetos a mayores tensiones y menos disponibles para los
hijos y estos periodos de ausencia emocional de los padres afectan la
relación de los hermanos.
»Se suelen dar una serie de recomendaciones para los hermanos de una
persona Asperger.
»Respetar su individualidad
Comprensión
Debido a las presiones y problemas que conlleva el vivir con un hermano
Asperger, sus vidas son diferentes y necesitan saber que los demás
entienden su situación y están dispuestos a escuchar y ayudar en lo posible.
Información
Necesitan que le aporten información real, clara, directa y que responda a
todas las dudas e interrogantes que se plantean respecto a su hermano, la
familia y ellos mismos. Requerirán diferente información según pasen los
años.
Apoyo
En ocasiones pueden necesitar ayuda profesional o la asistencia a "grupos
de hermanos", que pueden ser muy útiles por la complicidad que lleva
implícita el compartir el mismo problema.
Entrenamiento
En muchas ocasiones existe el deseo de ayudar a los padres en el cuidado
de su hermano y necesitan que los enseñen a trabajar con él para que la
relación sea gratificante.
Se debería evitar:
»La Sobreprotección.
»Involucración total.
»Rechazo.
»Vergüenza
7) Información:
Para la persona Asperger (como cualquier otra persona) con una inteligencia
normal, tener un concepto de sí misma correcto y realista es muy
importante para desarrollar una autoestima positiva. Hay que conocer y
aceptar las propias fuerzas y debilidades para sentirse bien con uno mismo.
Para ello, es necesario saber lo que es el síndrome de Asperger, cuales son
sus consecuencias y como vivir con ellas. Por tanto, las personas con
síndrome de Asperger son las primeras que tienen derecho a recibir una
correcta información, válida y útil sobre su discapacidad.
Hay una tendencia natural a creer que la persona con síndrome de Asperger
tiene conocimiento sobre su particularidad y tendrá un comportamiento más
adaptativo, pero no es real, pues no es lo mismo tener conciencia de ser
diferente y conciencia de lo que realmente le pasa y tener capacidad de
cambio.
Además del peligro de confusión por la doble función de los padres, también
existe el riesgo de pérdida de confianza.Al igual que cualquier persona que
reciba malas noticias, necesita un "hombro" donde consolarse y una persona
en quien confiar para recibir apoyo. Los padres son las personas más
adecuadas para proporcionar ese hombro y esto se pone en peligro si los
padres son los que dan las malas noticias.
Debemos hacer entender que las personas son diferentes y por tanto únicas
en sus intereses, caracteres, fuerzas y debilidades; cada persona tiene sus
habilidades; sobre una determinada cuestión cada uno piensa y actúa de
una manera determinada ni mejor ni peor. Una discapacidad no puede
curarse, pero se pueden hacer muchas cosas para ayudar a la persona a
realizar una vida lo más normal posible, restringiendo lo máximo sus
limitaciones.
Asegurar pautas de aprendizaje sin errores. Las personas con SA, sobre
todo en la etapa escolar, suelen mostrar bajos niveles de tolerancia a la
frustración y esto, unido a las actitudes perfeccionistas, puede llevar a
enfados y conductas disruptivas cuando no consiguen el resultado adecuado
en una tarea. Para evitar este tipo de situaciones y favorecer la motivación
hacia el aprendizaje es fundamental ofrecer todas las ayudas necesarias
para garantizar el éxito en la tarea presentada, desvaneciendo poco a poco
las ayudas ofrecidas.
7. TRASTORNOS RELACIONADOS
Puesto que el SA es un trastorno del neurodesarrollo, comparte
características propias de los problemas del desarrollo del sistema nervioso
en general.
»No existen unos límites definidos entre unos y otros trastornos. Ocurre con
frecuencia que, según el profesional que atienda un paciente con SA, se
pueden dar diagnósticos distintos al de SA. Aunque no siempre, en algunos
casos esta ambigüedad diagnóstica puede estar plenamente justificada,
pues un mismo paciente puede compartir criterios diagnósticos de dos o más
trastornos del neurodesarrollo; de tal modo, que resulte casi imposible
establecer con rigor el diagnóstico de SA u otro trastorno, como puede ser el
Trastorno de déficit de atención/hiperactividad (TAD-H) o el Síndrome de
Tourette (ST).
Perseveraciones
Rutinas
Por tanto, a los niños con TANV les resulta difícil comprender las expresiones
faciales, los gestos y los tonos de voz. Este hecho puede conducir al
aislamiento social. Algunos niños intentan aliviar el aislamiento entre sus
compañeros interactuando únicamente con los adultos, más agradecidos con
sus habilidades verbales, menos sensibles a su torpeza motriz, y en general
más comprensivos. Muchas de las características que se han descrito para el
TANV se superponen a las propias del SA. Incluso se podría afirmar que el
TANV y el SA podrían representar varios grados de severidad del mismo
"continuum_ neurocognitivo. Sin embargo, también es posible descubrir
algunas diferencias, e incluso intuir unos límites entre ambos trastornos.
Podría afirmarse que una parte de los niños con TANV cumplen criterios del
DSM-IV para el SA, sin embargo no todos los niños con TANV muestran un
déficit social tan grave, ni cumplen todos los criterios de SA.
No hay ninguna prueba biológica diagnóstica para el SA, por tanto sólo
deben realizarse aquellas que estén orientadas a una manifestación
comórbida (por ejemplo, un EEG, preferiblemente de sueño, para ayudar al
diagnóstico de una epilepsia), o en casos raros en que se sospeche una
etiología específica. Algunos expertos consideran conveniente la práctica
sistemática de un cariotipo, además del estudio molecular para el Síndrome
X-Frágil.