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SENTENCIA CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL 0846/2012

Sucre, 20 de agosto 2012

SALA TERCERA
Magistrada Relatora: Dra. Neldy Virginia Andrade Martínez
Acción de amparo constitucional

Expediente: 00915-2012-02-AAC
Departamento: Chuquisaca

En revisión la Resolución 092/2012 de 18 de mayo, cursante de fs. 331 a 332, pronunciada dentro de
la acción de amparo constitucional interpuesta por Juan Quispe Flores contra Verónica Berríos
Vergara, ex Alcadesa Municipal de Sucre, Sebastián “Lenny” Bravo Martínez Claudia Montaño Iriarte
y Dayler Dimas Zeballos Burgoa, ex - Autoridades Sumariantes y Moisés Rosendo. Tórres Chivé,
Alcalde y William Marcelo Solís Valencia, actual Autoridad Sumariante del Gobierno Autónomo
Municipal de Sucre.

I. ANTECEDENTES CON RELEVANCIA JURÍDICA

I.1. Contenido de la demanda

El accionante mediante memoriales de 26 de abril de 2012, y de subsanación de 2 y 7 de mayo del


mismo año, cursantes de fs.2 a 10 y 304 a 307, manifestó que:

I.1.1. Hechos que motivan la acción

Señala que dentro del proceso administrativo disciplinario interno seguido en su contra en su calidad
de Director de Desarrollo Productivo a.i. y otros por la supuesta contravención de los arts. 3, párrafo
segundo del 4 y 13 del Decreto Supremo (DS) 23318-A, modificado por el DS 26237, 17 inc. a), b), c)
y f), 69 y 71 del Reglamento Interno del Gobierno Autónomo Municipal de Sucre, aprobado por
Resolución Municipal 096/06 de 27 de marzo de 2006, a raíz del “caso Feria del Barrio Villa Urcupiña
Distrito 3”, la que se denominó “Feria fantasma”, el Juez sumariante de la “Alcaldía” Gobierno
Autónomo Municipal Autónomo de Sucre Sebastián ”Lenny” Bravo Martínez -ahora demandado-
mediante Resolución final 33/2011 de 17 de agosto, resolvió declarar su destitución del cargo en
aplicación del art. 73 inc. d) del Reglamento Interno de la municipalidad de Sucre.

Contra dicha Resolución interpuso recurso de revocatoria el 12 de septiembre de 2011, memorial


que fue recibido el mismo día a horas 16:00, siendo presentado dentro del término de ley de los tres
días hábiles, debido a que tratándose de materia administrativa los plazos se computan solamente
los días y horas hábiles de trabajo conforme disponen los arts. 19, 20 y 21 de la Ley de
Procedimiento Administrativo (LPA); sin embargo, el Juez Sumariante, Dayler Dimas Zeballos Burgoa
-codemandado- rechazó el memorial de revocatoria a través de la Resolución 02/2011 de 16 de
septiembre, aduciendo que fue interpuesto fuera de plazo, citando al efecto la SC 0419/2011 de 14
de abril, que resolvió un caso emergente dentro de un proceso civil, sin tener en cuenta las SSCC
276/2007-R y 0488/2011-R, refieren que de acuerdo al art. 21.II de la LPA, los términos y plazos
comienzan a correr a partir del día siguiente hábil, a aquel en que tenga lugar la notificación o
publicación del acto y concluye al final de la última hora del día a su vencimiento. Ante esa situación,
planteó recurso jerárquico el 26 de septiembre, que no mereció tampoco resolución alguna respecto
de todos los motivos y los argumentos fácticos y jurídicos expresados en el mismo.

Señala que su recurso de revocatoria interpuesto dentro del plazo establecido en la ley, debió ser
resuelto de manera fundamentada sobre cada uno de los motivos de impugnación y sus argumentos
esgrimidos conforme dispone la Constitución Política del Estado, la jurisprudencia constitucional y
los arts. 27, 28 inc. b) y 30 de la Ley LPA.

Aclara que debe tenerse en cuenta que el Oficial Mayor de Desarrollo Económico, sin cumplir con el
procedimiento para hacer comunicaciones internas previsto en el art. 20 del Reglamento Interno de
la Municipalidad de Sucre, que refiere que toda suplencia en el orden jerárquico deberá efectuarse
necesariamente por el funcionario inmediato inferior, previa instrucción expresa del Alcalde
Municipal, éste usurpando funciones, le comunicó que fue designado para desempeñar el cargo de
Director de Desarrollo Productivo mediante memorando de designación de funciones de 25 de
marzo, sólo por ese día, debido a que cumplía las funciones de Encargado de Infraestructura y apoyo
a la producción.

Esos actos ilegales se cometieron sin tener en cuenta que es una persona con motora en un
porcentaje de treinta por ciento, desconociendo los derechos de la persona con capacidades
diferentes previstos en el art. 70 y ss de la Constitución Política del Estado, la Ley 1678 de 15 de
diciembre de 1995 y los Decretos Supremos 24774 y 29608.

I.1.2. Derechos y garantías supuestamente vulnerados

El accionante estima lesionados sus derechos a la salud, a la vida, al trabajo y a una remuneración
justa, al debido proceso, a la defensa, a la doble instancia, a una resolución motivada de las
resoluciones de instancia y al acceso a la justicia, consagrados en los arts. 46.I. incs. 1) y 2), 115.II,
116.I, 117.I, 119.II y 180.II, de la CPE.

I.1.3. Petitorio

Solicita se le conceda la acción de amparo y se disponga la nulidad de obrados hasta la Resolución de


inicio del proceso administrativo 28/2011 de 25 de julio, es decir, hasta la emisión de una nueva
Resolución del recurso de revocatoria, que resuelva todos los motivos y agravios de hecho y
derechos planteados en forma motivada con expresa restitución a su fuente laboral, con reposición
de su salario del que fue arbitrariamente privado desde su injusta destitución.
I.2. Audiencia y Resolución del Tribunal de garantías

No obstante su legal notificación, el resto de las autoridades demandadas no asistieron a la


audiencia ni presentaron el informe de ley.

Celebrada la audiencia pública el 18 de mayo de 2012, según consta en el acta cursante de fs. 327 a
330 vta. de obrados, el Fiscal de Materia Héctor Llave Poquechoque, puso en consideración su
participación en la audiencia de amparo, señalando que el art. 229 de la CPE, otorgaba a la
Procuradoría General del Estado “la atribución para precautelar los bienes del Estado”, criterio que
fue rechazado por el Tribunal de garantías en forma unánime solicitando al representante del
Ministerio Público continuar en la audiencia hasta su finalización. Asimismo, se produjeron los
actuados que a continuación se detallan:

I.2.1. Ratificación y ampliación de la acción

El abogado de la accionante ratificó y amplió la acción de amparo constitucional presentada en los


siguientes términos: a) Ofreció prueba documental referida a la incompetencia de la autoridad
sumariante “Lenny” Sebastián Bravo Martínez, consistente en planillas del personal de planta y el
memorando de designación de dicho funcionario; y, b) Amplió su petitorio e impetró la revocatoria
de las resoluciones de iniciación de proceso disciplinario interno. 28/2011, de la resolución de la
autoridad sumariante 33/2011, de la Resolución de rechazo de recurso de revocatoria 02/2011 de 16
de septiembre, y la Resolución del recurso jerárquico de 10 de octubre de 2011, todos emitidas por
las Autoridades Sumariantes y la máxima autoridad del Gobierno Municipal Autónomo de Sucre,
anteriores. También, se revoque los actos de ejecución como la resolución del 28 de febrero de 2012
y el memorándum de destitución del cargo de 12 de marzo de 2012, emitidos por las actuales
autoridades del Gobierno Autónomo Municipal de Sucre, al ser contrarias a los principios
constitucionales del debido proceso, seguridad jurídica y “legítima defensa”. Se disponga la
restitución a su fuente laboral del accionante, se respete el ítem 291 y se cancelen los sueldos
devengados arbitrariamente privados desde el injusto proceso disciplinario del que fue víctima.

I.2.2. Informe de las autoridades demandadas

El abogado de Moisés Tórres Chivé, Alcalde Municipal de Sucre, en la audiencia a tiempo de


presentar su informe de fs. 327 a 330, pidió se deniegue la acción planteada, manifestando lo
siguiente: 1) No participó en el proceso administrativo, se limitó a ejecutar el mismo, emitiendo el
respectivo memorando de destitución, por lo que las omisiones o vulneraciones no le eran
atribuibles; 2) No obstante lo indicado, precautelando los derechos del municipio, expresó que
revisado el proceso disciplinario seguido contra el accionante, concluyó que no se vulneraron los
derechos del accionante a la defensa y a la fundamentación de las resoluciones, debido a que el
proceso fue justo, la resolución jerárquica impugnada refirió que el accionante no ofreció ninguna
prueba sobre la mala fe de la autoridad sumariante; 3) La destitución del accionante, como
persona con capacidades diferentes, no fue en forma intempestiva sino producto de un proceso
disciplinario en el que se cumplieron todos los plazos y se respetaron sus derechos; y, 4) Sobre la
supuesta falta de competencia de la autoridad sumariante, en cuanto a Sebastián Lenny Bravo
Martínez, su competencia fue convalidada al haber presentado memoriales ante dicha autoridad,
además de tener la vía idónea para cuestionar su incompetencia.

Por su parte, el abogado de Verónica Berríos Vergara, ex Alcaldesa Municipal de Sucre, en la


audiencia solicitó se deniegue la tutela manifestando que: i) La cuestionada incompetencia de la
autoridad sumariante fue validada en el momento en que la accionante interpuso recurso de
revocatoria ante dicha autoridad; ii) Sobre la protección de las personas con capacidades diferentes,
se tiene que la SC 2312/2010-R de 19 de noviembre, establece que pueden ser sancionadas y
destituidas pero previo proceso administrativo; y, iii) El petitorio del accionante en sentido de que se
revoque todo el proceso disciplinario es incongruente, debido a que el mismo excede las
atribuciones del Tribunal de garantías constitucionales, que no puede ingresar al fondo del proceso y
valorar la prueba.

I.2.3 Resolución

La Sala Familiar de la Niñez y Adolescencia y Violencia Intrafamiliar del Tribunal Departamental de


Justicia de Chuquisaca, por Resolución 092/2012 de 18 de mayo, cursante de fs. 331 a 332, concedió
parcialmente la tutela peticionada y, por ende, dispuso dejar sin efecto la Resolución 02/2011 de 16
de septiembre y la Resolución de 10 de octubre de 2011, que confirmó dicha Resolución de rechazo
in límine del Recurso de revocatoria, con los siguientes fundamentos jurídicos: a) El accionante alega
el ilegal rechazo de su recurso de revocatoria con el argumento de que fue planteado
extemporáneamente no obstante que lo presentó dentro de plazo, debido a que tomaron en cuenta
para el cómputo el Código de Procedimiento Civil, cuando en materia administrativa rige la Ley de
Procedimiento Administrativo, extremo que es evidente por cuanto fue notificado con la Resolución
final de la autoridad sumariante el 7 de septiembre de 2011, presentando su Recurso de revocatoria
el 12 de septiembre, es decir, dentro del plazo previsto por el art. 19 y ss de la LPA, situación que
vulneró el debido proceso, el derecho a la segunda instancia y su derecho a la defensa; b) No es
posible ordenar la restitución a su cargo, debido a que existe un trámite pendiente de revocatoria,
instancia en la que existe la posibilidad de que se corrijan todas las vulneraciones a los derechos
reclamados si los hubiera; y, c) “La Ley 027 ya no establece la posibilidad de modificación de las
acciones de amparo constitucional, consiguientemente toda la exposición con relación a la
discapacidad, convenios internacionales, y modificación de las acciones de amparo tampoco
corresponde entrar a consideración a este presente Tribunal” (fs. 329), con cuya premisa concluyó
que el accionante amplió su demanda en la audiencia en la que señaló que se vulneraron además
sus derechos al trabajo, a la inamovilidad funcionaria por ser discapacitado, a la vida, a la salud, a la
seguridad social al respecto, se tiene que la Ley del Tribunal Constitucional Plurinacional no
contempla la posibilidad de ampliar la demanda en audiencia, por lo que no es posible analizar
otros derechos que el accionante considera vulnerados.

II. CONCLUSIONES

De la debida revisión y compulsa de los antecedentes se llega a las conclusiones que se señalan
seguidamente:

II.1. El proceso disciplinario interno seguido contra Juan Quispe Flores -ahora accionante- y otros,
emergente de la Comunicación Interna cite 1104/11, de 11 de julio de 2011, emitida por Verónica
Berrios Vergara, ex Alcaldesa Municipal de Sucre a.i., por la que instruyó a Sebastián Bravo Martínez,
como autoridad sumariante iniciar las acciones correspondientes contra los responsables por el caso
“Feria productiva en el barrio de Villa Urkupiña” (fs. 98).

II.2. En dicho proceso disciplinario se dictó la Resolución de Autoridad Sumariante del Gobierno
Municipal Autónomo de Sucre, de inicio de proceso administrativo interno 28/2011 de 25 de julio,
contra el accionante en su condición de Encargado de Infraestructura de Apoyo a la Producción por
la presunta contravención al ordenamiento jurídico administrativo previsto en los arts. 3, 4.II y 13 del
DS 23318-A, modificado por el DS 26237, 17 incs. a), c), d) y f), 69 y 71 del Reglamento Interno de
Municipalidades, y demás funciones, disponiendo su citación a efecto de que preste su declaración
informativa, la apertura del término de prueba por el lapso de diez días y la medida precautoria de
suspensión del cargo con goce de haberes (fs. 107 a 110).

II.3. Después de que por Resolución de 12 de agosto de 2011, se ordenó el cierre del plazo
probatorio (fs. 116), por Resolución final de la autoridad sumariante 33/2011 de 17 de agosto,
Sebastián Lenny Bravo Martínez en su condición de sumariante resolvió la destitución del cargo del
accionante y otros, se remitan antecedentes a la Dirección Jurídica del Gobierno Autónomo
Municipal de Sucre, a efectos de que en la vía ordinaria se sancione los ilícitos de falsedad material,
daño económico ocasionado a la municipalidad de Sucre, se instruya al Jefe de Recursos Humanos,
dé estricto cumplimiento a la resolución una vez sea ejecutoriada y la cesación de la medida
precautoria dispuesta en el inicio del proceso por haber acomodado sus actos a los presupuestos
señalados en el art. 78. 2, 4 y 5 del RIM (fs. 126 a 129).
II.4. Notificado el accionante con la Resolución sancionatoria el 7 de septiembre de 2011, a horas
9:45 (fs. 130), interpuso recurso de revocatoria el 12 de septiembre de 2011, ante la autoridad
sumariante -Dayler Dimas Zeballos Burgoa- impugnando falta de motivación suficiente, sanción de
destitución por otras causales no acusadas en la Resolución de inicio del proceso y su condición de
persona con discapacidad y de protección de inamovilidad de su puesto de trabajo (fs. 141 a 142).
II.5. Dicho recurso de revocatoria fue rechazado por Resolución 02/2011 de 16 de septiembre,
por la autoridad Sumariante Dayler Dimas Zeballos Burgoa, con el argumento que fue presentado
fuera de plazo, debido a que el 12 de septiembre de 2011, a horas 16:00 cuando debió ser
interpuesto hasta horas 09:41 del mismo día, sustentando su decisión en la SC 0419/2011-R de 14
abril que señala que los plazos para plantear los recursos en general se computan de momento a
momento y de minuto a minuto y corren desde el momento de su notificación y vencen el mismo
instante una vez transcurrido el tiempo fijado en la ley procesal (fs. 143).

II.6. El 22 de septiembre de 2011, el accionante interpuso “recurso de revocatoria y recurso


jerárquico” contra las Resoluciones 02/2011, 28/2011 y 33/2011, impugnando, entre otros motivos,
que el rechazo de su recurso de revocatoria fue indebido, porque el mismo fue planteado dentro del
término previsto en el art. 21.II de la LPA (fs. 152 a 155); que fue resuelto por Dayler Dimas Zeballos
Burgoa, autoridad sumariante, por Resolución de 27 de septiembre de 2011, declarándolo
improcedente con el argumento de que el recurso de revocatoria de 12 de septiembre, fue
interpuesto extemporáneamente, conforme lo dispuesto por el art. 24 del DS 26237, remitiendo el
expediente a la máxima autoridad del Ejecutivo Municipal de acuerdo a lo dispuesto por el art. 25
del referido Decreto, para que se pronuncie sobre el recurso jerárquico (fs. 169).

II.7. Por “Resolución a recurso jerárquico” de 10 de octubre de 2011, Verónica Berríos Vergara,
ex Alcaldesa Municipal de Sucre, resolvió confirmar las Resoluciones 28/2011, 33/2011 y 02/2011,
de, emitidas por la autoridad sumariante. (fs. 170 a 172).

II.8. Mediante Resolución de 28 de febrero de 2012, William Marcelo Solís Valencia, autoridad
sumariante, declaró ejecutoriada la “Resolución Administrativa 301/2011, de 19 de diciembre de
2011” (fs. 200), a la misma que ratificó la Resolución 33/2011 de 17 y la Resolución 03/2011, referida
a Luis Rojas Banegas (fs. 193).

II.9. Por memorando Cite 314/012 de 12 de marzo de 2012, Moisés Rosendo Torres Chivé,
Alcalde Municipal de Sucre, destituyó al accionante del cargo de Encargado del Área de
Infraestructura de Apoyo a la Producción con el ítem 292, sin derecho al goce de beneficios sociales,
en virtud de la Resolución de 28 de febrero de 2012 (Conclusión II.8) (fs. 202).

II.10. El accionante es una persona con capacidades diferentes, tal como se evidencia en el carnet
emitido por CONALPEDIS, con el tipo de discapacidad física motora del treinta por ciento (fs. 140),
extremo que se hizo constar en su memorial de amparo constitucional, en el que resaltó que se
desconocieron los derechos de la persona con discapacidad previstos en los arts. 70 y siguientes de
la CPE, la Ley 1678 de 15 de diciembre de 1995 y los DDSS 24774 y 29608 (fs.9). De donde resulta
que la conclusión a la que arriba el Tribunal de garantías para no ingresar a analizar los derechos
invocados por el accionante en su condición de persona con capacidades diferentes, porque a decir
suyo recién fueron invocados en la audiencia no son correctos.

Así, el Tribunal de garantías señaló que “La Ley 027 ya no establece la posibilidad de modificación de
las acciones de amparo constitucional, consiguientemente toda la exposición con relación a la
discapacidad, convenios internacionales, y modificación de las acciones de amparo tampoco
corresponde entrar a consideración a este presente Tribunal” (fs. 329), con cuya premisa concluyó
que el accionante amplió su demanda en la audiencia en la que indicó que se vulneraron además sus
derechos al trabajo, a la inamovilidad funcionaria por ser discapacitado, a la vida, a la salud, a la
seguridad social, se tiene que la Ley del Tribunal Constitucional Plurinacional no contempla la
posibilidad de ampliar la demanda en audiencia, por lo que no es posible analizar otros derechos que
el accionante considera vulnerados (fs. 331 vta.).

III. FUNDAMENTOS JURÍDICOS DEL FALLO

El accionante, en su condición de persona con capacidades diferentes, alega la vulneración de sus


derechos al debido proceso, a la defensa, a la doble instancia, a una resolución motivada de las
resoluciones de instancia, al acceso a la justicia, al trabajo y a una remuneración justa, a la seguridad
social, a la salud y a la vida, por cuanto dentro del proceso disciplinario interno seguido en su contra,
el Juez Sumariante del Gobierno Municipal Autónomo Sucre por Resolución Final 33/2011 de 17 de
agosto resolvió declarar su destitución del cargo en aplicación del art. 73 inc. d) del Reglamento
Interno de Municipalidades de Sucre, contra cuya Resolución interpuso recurso de revocatoria el 12
de septiembre, que fue rechazado a través de la Resolución 02/2011 de 16 del mismo mes, con el
argumento de haberse interpuesto fuera de plazo, computando el término de acuerdo a la
jurisprudencia contenida en la SC 0419/2011-R de 14 de abril, dentro de un caso emergente de un
proceso civil y no así conforme el art. 21.II de la LPA y las SSCC 0276/2007-R y 0488/2011-R, además
de no tener en cuenta su condición de persona con capacidades diferentes. En consecuencia,
corresponde determinar en revisión, si se concede o no la tutela solicitada.

En ese orden, antes de desarrollar los fundamentos que sostendrán la decisión de esta Sentencia
Constitucional, corresponde manifestar que para el Tribunal Constitucional Plurinacional, de acuerdo
a la Conclusión II.10, que recoge la documental contenida en fs. 9, 140, 329 y 331 del expediente de
amparo, es claro que: 1) En la tutela solicitada por el accionante Juan Quispe Flores, éste hizo
prevalecer y demostró su condición de persona con capacidad diferente, por lo que, lo afirmado por
el Tribunal de garantías en sentido de que esta su condición de especial vulnerabilidad recién hizo
valer en la audiencia de amparo carece de veracidad; y, 2) El accionante invocó la lesión a sus
derechos a la seguridad social, a la salud y a la vida, recién en la audiencia de amparo constitucional,
empero, lo hizo vinculando estos a la lesión de sus derechos al debido proceso, a la defensa, a la
doble instancia y a una resolución motivada de las resoluciones de instancia, dentro del proceso
disciplinario interno seguido en su contra.

En cuyo mérito, siguiendo la SCP 0367/2012 de 22 de junio (Fundamento Jurídico III.1), -que delimitó
los elementos constitutivos de un problema jurídico- este Tribunal Constitucional Plurinacional,
resolverá los siguientes problemas jurídicos:

i) Un problema jurídico de carácter material: ¿El despido del accionante en su condición de


persona con capacidades diferentes fue consecuencia de un proceso disciplinario interno en el que
se respetó los derechos al debido proceso y a recurrir ante un tribunal superior, a efecto de
conceder o denegar la tutela solicitada, referente a la restitución a su fuente laboral con pago de
sueldos devengados, previa nulidad de obrados?

En correspondencia, el siguiente problema jurídico: ¿Los derechos fundamentales a la seguridad


social, a la salud y a la vida invocados por el accionante, en su condición de persona con capacidades
diferentes, recién en la audiencia de amparo, empero, vinculados y en conexitud con la lesión a sus
derechos al debido proceso y sus elementos constitutivos, implica una modificación de la demanda,
que impida a la justicia constitucional a través de la acción de amparo a pronunciarse sobre los
mismos?

ii) Un problema jurídico de Derecho Jurisprudencial: ¿La jurisprudencia constitucional,


contenida en la SC 0419/2011-R, pronunciada dentro de un caso emergente de un proceso civil,
respecto al cómputo del plazo para interponer recurso de revocatoria dentro de un proceso
administrativo disciplinario interno, fue aplicada correctamente por la autoridad sumariante
después de hacer una análisis técnico de dicha sentencia constitucional?

III.1. La protección constitucional reforzada de los derechos de las personas pertenecientes a


sectores en condiciones de vulnerabilidad: Fundamento

III.1.1. La complementación, compatibilización y conciliación constitucional de la igualdad en sus


dos vertientes: La igualdad formal y la igualdad material

El fundamento de la protección constitucional reforzada de los derechos de las personas


pertenecientes a sectores en condiciones de vulnerabilidad es la igualdad en su múltiple dimensión,
valor-principio-derecho, fuertemente proclamada en el nuevo orden constitucional, que debe ser
comprendida en sus dos vertientes: La igualdad formal y la igualdad material, que se hallan
complementadas, compatibilizadas y conciliadas en el texto constitucional.

En efecto, cuando la Constitución Política del Estado, desde su


Preámbulo declara que el Estado Plurinacional se basa en la igualdad entre todos,
prohibiendo y sancionando conforme dispone el art. 14.II de dicho cuerpo legal toda forma de
discriminación fundada en razón de sexo, color, edad, orientación sexual, identidad de género,
origen, cultura, nacionalidad, ciudadanía, idioma, credo religioso, ideología, filiación política o
filosófica, estado civil, condición económica o social, tipo de ocupación, grado de instrucción,
discapacidad, embarazo, u otras que tengan por objetivo o resultado anular o menoscabar el
reconocimiento, goce o ejercicio, en condiciones de igualdad, de los derechos de toda persona,
debido a que como afirma el art. 8.II del la CPE, el Estado se sustenta entre otros valores en el de
igualdad, lo que hace la Ley Fundamental es consagrar la igualdad formal entre todas las personas, a
través de diversas concreciones, como por ejemplo la igualdad entre el hombre y la mujer o
prohibición de discriminación fundada en razón de sexo, la prohibición de discriminación por el
estado de embarazo, o la igualdad entre las personas independientemente de sus capacidades
físicas, mentales, psicomotoras, etc., o prohibición de discriminación fundada en razón de
discapacidad, etc.

Ahora bien, el principio de igualdad formal que nos recuerda el aforismo de que “Todas las personas
son iguales ante la ley”, propio del Estado Liberal de Derecho, es conciliado, compatibilizado y
complementado con el principio de igualdad material afianzado a partir del Estado Social de
Derecho, cuando la propia Constitución Política del Estado contiene normas para conseguir la
igualdad efectiva entre todas las personas. Normas constitucionales aparentemente desigualitarias
para favorecer a ciertos sectores en situación de inferioridad, reconociendo por ejemplo, que
sectores en condiciones de vulnerabilidad, como son las mujeres, las personas adultas mayores, las
personas con capacidades diferentes, los niños o niñas, etc. son formalmente iguales respecto del
resto de las otras personas pero al encontrarse materialmente en desventaja dentro de nuestra
realidad social, es decir, tener otra posición social, económica o de otra índole requieren de
disposiciones constitucionales específicas para una protección reforzada por parte del Estado a
través de diversas concreciones para ser coherentes con el valor justicia consagrado como principio,
valor y fin del Estado (art. 8.II de la CPE).

La igualdad material está constitucionalizada a través de una normativa de discriminación positiva o


que disciplina políticas o acciones afirmativas, que implica tratar desigualdad a los desiguales, es
decir a aquéllos grupos o sectores que se encuentran en desventaja y, por tanto, en una situación
desigual y desfavorable, para equilibrar la balanza y dar oportunidades a los grupos menos
favorecidos para que puedan estar en igualdad de condiciones a través de normas jurídicas que
busquen ese equilibrio tratando de evitar así detrimentos a grupos que se encuentran en
desventaja.

Se trata de aquellas normas constitucionales que reconocen la protección constitucional reforzada


de algunos sectores en condiciones de vulnerabilidad, que buscan ese equilibrio de personas que se
encuentran en desventaja con el conjunto en general, como ser, entre otros ejemplos: a) La mujer
trabajadora en estado de gestación y lactancia. Así el art. 48.VI de la CPE, establece que: “Las
mujeres no podrán ser discriminadas o despedidas por su estado civil, situación de embarazo, edad,
rasgos físicos o número de hijas o hijos, se garantiza la inamovilidad laboral de las mujeres en estado
de embarazo, y de los progenitores, hasta que la hija o el hijo cumpla un año de edad” y el art. 45.V,
prescribe que: ”Las mujeres tienen derecho a la maternidad segura, con una visión y práctica
intercultural; gozarán de especial asistencia y protección del Estado durante el embarazo, parto y en
los periodos prenatal y posnatal”; y, b) Las personas con capacidades diferentes. El art. 71.II y III de
la CPE, establece que el Estado adoptará medidas de acción positiva para promover la efectiva
integración de las personas con discapacidad en el ámbito productivo, económico, político, social y
cultural, sin discriminación alguna.

En ese orden, también los tratados internacionales sobre derechos humanos que forman parte del
bloque de constitucionalidad (art. 410.II de la CPE), reconocen normas jurídicas de discriminación
positiva especiales en aras de la protección reforzada de los sectores en situación de vulnerabilidad,
respecto de los niños, la mujer, adultos mayores, personas con capacidades diferentes, etc.; bloque
de constitucionalidad que según la SC 0110/2010-R, de 10 de mayo, comprende también a la
jurisprudencia emitida por la Corte Interamericana de Derechos Humanos.

Ahora bien, la Corte Interamericana de Derechos Humanos en su Opinión Consultiva (OC) 16/1999,
ha precisado que “El corpus juris del Derecho Internacional de los Derechos Humanos está formado
por un conjunto de instrumentos internacionales de contenido y efectos jurídicos variados (tratados,
convenios, resoluciones y declaraciones)” (párr. 115). Esto significa, que según esta Opinión
Consultiva, el conjunto de instrumentos internacionales o corpus iuris de los derechos humanos,
comprende: 1) Los tratados que contienen disposiciones vinculantes para los Estados que los han
suscrito; y, 2) Las resoluciones, declaraciones y otros instrumentos adoptados o reconocidos por
órganos internacionales que si bien no han sido suscritos por los Estados y, por ende, a prima facie,
no tienen fuerza vinculante; empero, al contribuir a la determinación de su contenido, alcance, así
como a su interpretación y aplicación; su utilización es imprescindible en la labor interpretativa de
los tribunales internacionales y nacionales, es decir, que por su uso, como costumbre internacional,
adquieren fuerza vinculante.

Esta tesis ya fue adoptada implícitamente por el Tribunal Constitucional anterior que estableció que
no sólo los Tratados Internacionales ratificados por Bolivia son parte del bloque de
constitucionalidad y, por ende, de cumplimiento obligatorio, sino también la Declaración Universal
de los Derechos Humanos, la Declaración Americana de los Derechos y Deberes del Hombre y otros,
como la Declaración de las Naciones Unidas sobre la Eliminación de la Violencia contra la Mujer (SC
1015/2004-R de 2 de julio) y todas las declaraciones sobre derechos humanos (SC 045/2006-
RDI de 2 de junio).

Del mismo modo, el Tribunal Constitucional Transitorio, en la SC 0061/2010-R de 27 de abril,


señaló que las reglas, principios y directrices sobre diferentes temas de derechos humanos, son:
“…instrumentos internacionales tienen una importancia fundamental para la aplicación de las
normas contenidas en tratados internacionales sobre derechos humanos y en la Constitución Política
del Estado, pues se constituyen en las directrices para la interpretación de las mismas. En ese
sentido todas las normas antes señaladas se encuentran enlazadas entre sí, debiendo ser entendidas
de manera integral, acudiendo a los diferentes instrumentos internacionales para precisar los
alcances y el contenido de los derechos y garantías”. En resumen es posible sostener que el corpus
iuris del Derecho Internacional de los Derechos Humanos debe ser entendido de manera integral y,
en ese sentido, si bien, técnicamente, los instrumentos convencionales no son vinculantes; empero,
por su función en la interpretación de las normas contenidas en tratados, llegan a integrarse a ésta,
y en la medida en que han sido asumidas por los tribunales internacionales y nacionales llegan a
formar parte del bloque de constitucionalidad.

De la misma forma que las normas constitucionales y las que integran el bloque de
constitucionalidad, la ley también tiene contiene normas de igualdad material. Ello se puede
verificar a través del desarrollo legislativo pre y post constitucional amplio respecto a las normas
jurídicas de discriminación positiva a favor de los sectores en situación de vulnerabilidad, como son,
respecto de los niños, de la mujer los adultos mayores, las personas con capacidades diferentes, etc.

III.1.2. Las dos funciones que nacen de la complementación, compatibilización y conciliación


constitucional de la igualdad en sus dos vertientes: La igualdad formal y la igualdad material

i) La legitimación de las medidas que adopte el Estado a través de sus órganos en sus
respectivos roles (Legislativo, Ejecutivo y Judicial) para establecer trato jurídico desigual sin que sean
consideradas contrarias al principio de igualdad formal

La complementación y conciliación de ambas vertientes del principio de igualdad: formal y material


constitucionalizados y reconocidos en el bloque de constitucionalidad tiene dos funciones: La
primera, obliga al Estado a través de sus Órganos en sus respectivos roles a otorgar un trato
diferente a personas cuyas situaciones son sensiblemente diferentes, debido a que los derechos
fundamentales son vinculantes para el legislador, al ejecutivo y los jueces, a estos últimos dado su
rol preponderante en el Estado Constitucional de Derecho. Al legislador ordinario a dictar normas de
desarrollo de discriminación positiva, al ejecutivo a realizar políticas públicas a través de acciones
afirmativas o acciones positivas y a los jueces a proferir jurisprudencia que potencie el principio de
igualdad material a través de un interpretación progresista, extensiva, libre de formalismos, a partir
de los criterios y métodos de interpretación constitucionalizados como los de favorabilidad, favor
debilis, pro hómine, en los arts. 13.IV y 256 de la CPE, entre otros.

ii)El derecho subjetivo a un trato desigual de las personas pertenecientes a sectores de


vulnerabilidad.

La segunda función que cumple la complementación y conciliación de ambas vertientes del principio
de igualdad: formal y material es configurar un auténtico derecho subjetivo de las personas
pertenecientes a estos colectivos tradicionalmente discriminados a recibir un trato jurídico desigual
y favorable en determinados casos, con la finalidad de conseguir su equiparación social,
precisamente a través de medidas normativas, políticas públicas y jurisprudenciales. Su
configuración nace a partir de la reconstrucción de las normas constitucionales que consagran y
reconocen la igualdad formal (art. 14.II de la CPE), y la igualdad material a través de normas jurídicas
específicas de discriminación positiva de estos sectores (por ejemplo las normas constitucionales de
protección de la mujer trabajadora en estado de gestación y lactancia (arts. 48.VI y 45.V de la CPE
entre otras), las normas constitucionales de protección reforzada de las personas con discapacidad o
capacidades diferentes (art. 71.II de la CPE) y así, en lo conducente, otras normas respecto de otros
grupos de especial vulnerabilidad.

Existen varios ejemplos del reconocimiento del derecho subjetivo a un trato desigual de las personas
pertenecientes a sectores de vulnerabilidad por la jurisprudencia constitucional. Esto debido a que la
Constitución Política del Estado, es una norma jurídica que obliga a todos a someterse a ella, a sus
principios, valores derechos y garantías constitucionales (normas constitucionales-principios), en
especial a los jueces dada su labor preponderante a partir de la configuración del Estado
Constitucional de Derecho y debido a que en sus manos están la pluralidad de fuentes del Derecho,
el desarrollo jurisprudencial también debe ser coherente con la compatibilización y conciliación que
declara la Constitución Política del Estado respecto a la igualdad en su múltiple dimensión valor-
principio-derecho y en sus dos vertientes: la igualdad formal y la igualdad material.

Ello se puede verificar en las líneas jurisprudenciales de la protección reforzada de los sectores de
especial vulnerabilidad, que ha tenido su efecto irradiador no sólo en los derechos fundamentales
sustantivos, sino asimismo, en los derechos procesales de éstos, como el siguiente ejemplo, entre
otros:

La excepción al principio de subsidiariedad que rige la acción de amparo: (SSCC 0610/2010-R,


1650/2010-R y 2860/2010-R, entre otras, en protección de la mujer gestante o hasta el año de
nacido el hijo); (SC 1422/2004-R, que recondujo el entendimiento contenido en la SC 0338/2004-R,
en protección a las personas con capacidades diferentes) y la SC 2695/2010-R de 6 de diciembre, en
un caso en el que una persona con capacidades diferentes fue destituida de su fuente laboral por la
Alcaldía Municipal de El Alto, sin que previamente se le hubiere seguido un debido proceso
disciplinario interno. En este caso, el Tribunal Constitucional Transitorio realizó una excepción al
principio de subsidiariedad del amparo constitucional al tratarse de derechos fundamentales, como
el derecho a la seguridad social de las personas con capacidades diferentes, justificando la falta de
agotamiento de recursos administrativos, en aplicación del principio de prevalencia del derecho
sustancial respecto al derecho formal, que como interpretó dicho precedente constitucional, se
desprende de la interrelación de las normas constitucionales contenidas en los arts. 8.II de la CPE,
referida al valor-principio justicia y el 180.I de la misma Norma Fundamental que declara el principio
de verdad material, sentencia constitucional que además en su función creadora del Derecho
interpretó que si bien el principio de verdad material está contenido en los principios de la justicia
ordinaria, es extensivo a todas las jurisdicciones, incluida la justicia constitucional.

III.2. Los derechos fundamentales de las personas con capacidades diferentes

Como se tiene desarrollado en el Fundamento Jurídico III.1, en lo conducente a las personas con
capacidades diferentes, la Constitución Política del Estado compatibiliza, concilia y complementa la
igualdad en sus dos vertientes: La igualdad formal y la igualdad material.

Por una parte, declara la igualdad formal entre todos, cuando en el Preámbulo señala que el Estado
Plurinacional, se basa en la igualdad entre todos, prohibiendo y sancionando conforme dispone el
art. 14.II toda forma de discriminación fundada en razón de “…discapacidad… que tengan por
objetivo o resultado anular o menoscabar el reconocimiento, goce o ejercicio, en condiciones de
igualdad, de los derechos de toda persona”; pero luego, al constitucionalizar específicamente a
través de una protección reforzada los derechos de las personas con capacidades diferentes en los
arts. 70, 71 y 72 de la CPE, especialmente en el art. 71.II y III, del referido cuerpo legal que establece
que el Estado adoptará medidas de acción positiva para promover la efectiva integración de las
personas con discapacidad en el ámbito productivo, económico, político, social y cultural, sin
discriminación alguna; lo que hace, la Ley Fundamental es constitucionalizar la igualdad material de
este sector de especial vulnerabilidad, precisamente para equilibrar la balanza y dar oportunidades a
los grupos menos favorecidos para que puedan estar en igualdad de condiciones a través de normas
jurídicas que busquen ese equilibrio tratando de evitar así detrimentos a grupos que se encuentran
en desventaja (las negrillas son nuestras).
La igualdad material de las personas con capacidades diferentes además de estar constitucionalizada
en los arts. 70, 71 y 72 de la CPE, también lo está en el bloque de constitucionalidad, que
comprende, según el art. 410 de la CPE, la Opinión Consultiva 06/1999 (párr. 115), la SC 0061/2010-
R de 27 de abril, los Tratados Internacionales sobre Derechos Humanos, los convenios, las
resoluciones, las declaraciones y otros instrumentos que forman el corpus juris del Derecho
Internacional de los Derechos Humanos, además de la jurisprudencia emitida por la Corte
Interamericana de Derechos Humanos, conforme lo entendió la SC 0110/2010-R de 10 de mayo.

La igual material de las personas con capacidades diferentes, también se puede encontrar en las
leyes de desarrollo y sus disposiciones reglamentarias, que, en lo conducente al problema jurídico a
resolverse en esta sentencia serán desarrollados.
III.2.1. El derecho a la estabilidad laboral reforzada de las personas con capacidades diferentes

a) En la Constitución Política del Estado

La configuración del derecho fundamental a la estabilidad laboral reforzada de las personas con
capacidades diferentes, como una concreción específica del derecho genérico a un trato desigual de
las personas de sectores en condiciones de vulnerabilidad, se desprende, de la interrelación de las
normas constitucionales contenidas en los arts. 48.II de la CPE, refiere que las normas laborales se
interpretarán y aplicarán bajo los principios, entre otros, de estabilidad laboral y de no
discriminación a favor de la trabajadora y del trabajador, obligando al Estado a proteger la
estabilidad laboral y prohibiendo el despido injustificado y toda forma de acoso laboral, bajo
sanciones de ley, estipulado en el art. 49. II de la CPE, normas constitucionales que bajo el influjo de
una igualdad formal, prevén la estabilidad laboral para todos los trabajadores, como principio
general que rige todas las relaciones laborales (art. 14.II de la CPE); empero, interrelacionando con el
valor-principio justicia reconocido en el art. 8.II de la CPE, con los derechos específicos de las
personas con capacidades diferentes (igualdad material) establece declara el art. 70 de la Referida
Norma Suprema, y específicamente en su art. 71.II, señala que el Estado adoptará medidas de acción
positiva para promover la efectiva integración de las personas con discapacidad en el ámbito
productivo, económico, político, social y cultural, sin discriminación alguna; el derecho a la
estabilidad de los trabajadores y trabajadoras en general, se refuerza cuando se trata de personas
con capacidades diferentes.

b) En las normas del bloque de constitucionalidad

Este derecho también está reconocido en las normas del bloque de constitucionalidad, sobre
Derechos de las Personas con Discapacidad, que deben ser interpretados en su integridad, como
son:

La Convención sobre los Derechos de las Personas con Discapacidad adoptada el 13 de diciembre de
2006 (arts. 1 y 27. inc. a) sobre el objeto de la Convención y específicamente referente al trabajo,
empleo y la continuidad de éste). En efecto, en materia de acceso y continuidad a un puesto de
trabajo, la Convención determina el compromiso de los Estados parte de adoptar medidas para
eliminar la discriminación y promover la integración laboral de las personas con discapacidad, en
particular, respecto de la prestación de bienes o servicios tales como el empleo público o privado.

La Convención Interamericana para la Eliminación de todas las formas de discriminación contra las
personas con discapacidad, adoptada por la Asamblea General de la OEA el 8 de junio de 1999 (art.
III, sobre la integración de las personas con capacidades diferentes en la sociedad, en varios ámbitos,
entre otros, el laboral, eliminando todo tipo de discriminación).
La Observación General 5 emitida por el Comité de Derechos Económicos, Sociales y Culturales como
órgano supranacional que interpreta el Pacto Internacional de Derechos Económicos, Sociales y
Culturales, sobre la obligación de los Estados de adoptar acciones afirmativas tendentes a lograr el
acceso al trabajo, entre otros, en igualdad de condiciones que el resto de la población.

Asimismo, la Declaración de los Derechos de los Impedidos proclamada por la Asamblea General de
las Naciones Unidas mediante Resolución 3447 del 9 de diciembre de 1975. Esta Declaración, tiene
como propósito que las personas que sufren de una discapacidad física o sensorial no sean
discriminadas y ser objeto de una protección reforzada que promueva la posibilidad de gozar de sus
derechos fundamentales y su adecuada inclusión social.

Finalmente se tiene el Convenio 159 de la OIT; sobre readaptación profesional y el empleo de


personas inválidas, adoptada ante la persistente evidencia de situaciones discriminatorias contra las
personas con capacidades diferentes en razón a su situación física, psíquica o sensorial. Esta norma
compromete al Estado a remover la discriminación existente contra las personas con capacidades
diferentes; promover estas oportunidades de trabajo, garantizar la readaptación profesional; y
adoptar medidas de diferenciación positiva en el campo laboral.

De igual forma, si bien en la Convención Americana sobre Derechos Humanos, aprobada por el
Estado mediante Ley 1430 de 11 de febrero de 1993, no se menciona expresamente la obligación,
sobre el reconocimiento de los derechos de las personas con capacidades diferentes, ocurriendo lo
propio con el Protocolo Adicional a la Convención Americana sobre Derechos Humanos en materia
de derechos económicos, sociales y culturales (Protocolo de San Salvador) de 1988, ratificado por
Ley 3293, de 12 de diciembre de 2005; sin embargo, este Protocolo, enumera una serie de
compromisos que deben asumir los Estados parte con el propósito de que las personas en situación
de discapacidad alcancen el máximo de desarrollo de su personalidad mediante la atención especial
que requieran. Entre otras medidas, este instrumento hace referencia a programas laborales
específicos; formación para los familiares con el fin de que cooperen activamente en el desarrollo
físico, mental y emocional de las personas con limitaciones de alguna índole; y soluciones a los
requerimientos específicos de esta población en el ámbito del desarrollo urbano.

c) En las leyes y disposiciones reglamentarias

Del mismo modo las leyes de desarrollo, pre y post constitucionales regulan el derecho a la
estabilidad laboral reforzada de las personas con capacidades diferentes; como ser:

La Ley 1678 de 15 de diciembre de 1995, desde el Capítulo de las Definiciones (Equiparación de


Oportunidades y Discriminación), así como los arts. 2, 3, 4, 5, 6 muestran el propósito del Estado de
hacer efectiva la protección de los derechos y garantías de las personas con capacidades diferentes
del Estado.

El DS 24807 de 4 de agosto de 1997, que reglamenta la Ley 1678, en su art. 1.II, dispone que éste
regula los derechos, deberes y garantías de las personas con discapacidad, así como la participación
y las obligaciones de las instituciones públicas y privadas para la integración de las personas con
discapacidad. Por su parte, el art. 9 inc. e), establece la obligatoriedad de aplicar el Convenio 159 de
la OIT., Recomendaciones 99, 168 y 169, entre la Organización Internacional del Trabajo y los
Estados miembros, en apoyo para la ejecución de la Ley 1678 de la Persona con Discapacidad y su
Decreto Reglamentario, Convención que como se señaló compromete al Estado a remover la
discriminación existente contra las personas con discapacidad; promover oportunidades de trabajo;
garantizar la readaptación profesional; y adoptar medidas de diferenciación positiva en el campo
laboral a favor de las personas con discapacidad.

Por su parte, el DS 27477 de 6 de mayo de 2004, en su art. 1 referida al objeto de su promulgación


refiere: “El presente Decreto Supremo tiene por objeto promover, reglamentar y proteger la
incorporación, ascenso y estabilidad de personas con discapacidad en el mercado laboral, en la
prestación de servicios en tareas manuales, técnicas o profesionales en las que sean aptas, en el
marco de la Ley 1678 de 15 de diciembre de 1995 - Ley de la Persona con Discapacidad. Asimismo,
promover el surgimiento de iniciativas productivas por cuenta propia de las personas con
discapacidad”. A su vez, el art 3 inc. c) referida a los principios rectores, bajo el rótulo “principio de
estabilidad laboral”, señala que: “las personas con discapacidad no pueden ser retiradas de sus
fuentes de trabajo, salvo por las causales legalmente establecidas, previo proceso interno”.

Finalmente, el art. 5.I y II, del referido Decreto Supremo bajo el nomen juris de inamobilidad,
establece que: “I. Las personas con discapacidad que presten servicios en los sectores público o
privado, gozarán de inamovilidad en su puesto de trabajo, excepto por las causales establecidas por
Ley; II. Los trabajadores o funcionarios que tengan bajo su dependencia personas con discapacidad,
en 1° (primer grado) en línea directa y hasta el 2 (segundo grado) en línea colateral, gozarán también
de inamovilidad funcionaria en los términos establecidos en el parágrafo precedente”.

d) En la jurisprudencia constitucional

La jurisprudencia constitucional sobre el derecho a la estabilidad laboral reforzada de las personas


con capacidades diferentes y su excepción, ha sido profusa distinguiendo, al menos, dos supuestos:

d.1) Despidos intempestivos

En este grupo de casos resueltos por la justicia constitucional, están como ejemplos las siguientes:
SSCC 1550/2004-R, 0988/2006-R, 0479/2010-R, 0571/2010-R y 2695/2010-R, entre otras, en las que
el despido, destitución o desvinculación laboral de la persona con capacidades diferentes se produjo
sin previo debido proceso y, por el contrario, como emergencia de decisiones unilaterales a través
de un memorando de destitución u otros actos administrativos.

d.2) Despidos como consecuencia de procesos administrativos disciplinarios internos donde no


se respetó el debido proceso

El derecho a la estabilidad reforzada de las personas con capacidades diferentes, implica el derecho
que tienen estas personas a permanecer en el cargo público o privado hasta que se configure una
justa causa de despido, destitución o desvinculación laboral como resultado de un previo debido
proceso disciplinario interno.

Ello se refleja en la conservación del cargo por parte del


servidor público o trabajador con capacidades diferentes, sin perjuicio de que el empleador pueda
dar por terminada la relación laboral al verificar que se ha configurado alguna de las causales
contempladas en la ley como “justas” para proceder de tal manera a través de un debido proceso
reforzado.

En este supuesto de despidos en los que se analizó si se respetó el derecho al debido proceso o
cualesquier de sus derechos fundamentales constitutivos, se tienen como ejemplo las siguientes
SSCC 0974/2001-R, y 0434/2010-R, entre otras.

III.2.2. El derecho al debido proceso reforzado en el ejercicio de la actividad sancionadora del


Estado respecto de las personas con capacidades diferentes

El derecho al debido proceso reforzado en el ejercicio de la actividad sancionadora del Estado


respecto de las personas con capacidades diferentes es un presupuesto sine quanon de su
desvinculación laboral o funcionaria y una excepción al derecho a la estabilidad laboral reforzada
que tienen, además de ser también una concreción del derecho genérico a un trato desigual de las
personas de sectores en condiciones de vulnerabilidad.

El ejercicio de la potestad sancionadora de la administración pública, cuando se aplica a todas las


personas sin distinción, encuentra límites en el respeto de las garantías mínimas que tiene el
servidor público sometido a un proceso disciplinario sancionador, siendo una de ellas, el respeto al
debido proceso y los derechos fundamentales constitutivos de éste.

Así, la SCP 0140/2012 de 9 de mayo, reiterada por la SCP 0142/2012 de 14 de mayo,


ambos casos -que servirán para resolver la problemática jurídica de este amparo constitucional- en
los que este Tribunal Constitucional Plurinacional verificó que las entidades públicas a tiempo de
imponer sanciones disciplinarias a servidores públicos, rebasaron los límites del ejercicio de la
potestad sancionadora, precisamente porque lesionando los derechos al debido proceso, a recurrir
ante un tribunal superior y a la defensa, la misma autoridad administrativa pública que resolvió el
recurso de revocatoria pronunció también el recurso jerárquico, procesando y sancionando por
ende, al servidor público en única instancia, concedió la tutela, anuló obrados y dispuso la inmediata
corrección del procedimiento administrativo disciplinario, con los siguientes argumentos jurídicos
relevantes:

a) El ejercicio de la potestad sancionadora disciplinaria del Estado debe respetar, entre


otras garantías, la garantía del debido proceso, siendo este el límite de su ejercicio.

Debido proceso, que está reconocido como derecho fundamental, garantía jurisdiccional y derecho
humano en las normas contenidas en los arts. 115.II y 117.I de la CPE, 8 de la Convención Americana
de Derechos Humanos y 14 del Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos (PIDCP).

Este derecho ha sido interpretado por la jurisprudencia de la Corte Interamericana de Derechos


Humanos a partir del art. 8 de la Convención Americana sobre Derechos Humanos (CADH) y ha
entendido que el respeto y protección del debido proceso es también aplicable en el ámbito de la
potestad sancionadora de la administración pública: Caso Baena Ricardo y otros Vs. Panamá
(Sentencia de 2 de febrero de 2001, Fondo, Reparaciones y Costas). Además en el caso del Tribunal
Constitucional Vs. Perú (Sentencia de 31 de enero de 2001, Fondo, Reparaciones y Costas) a partir de
la interpretación del art. 8 de la Convención Americana sobre Derechos Humanos (párrafos 68, 69,
70 y 71), ha señalado que el respeto a los derechos humanos constituye un límite al Estado cuando
ejerce su poder sancionatorio, que si bien el art. 8 se titula “Garantías Judiciales”, su aplicación no se
limita a los recursos judiciales en sentido estricto sino ante todo tipo de acto emanado del Estado,
concluyendo que cualquier órgano del Estado que ejerza funciones de carácter material
jurisdiccional, tiene la obligación de adoptar resoluciones apegadas a las garantías del debido
proceso legal en los términos del citado art. 8 de la Convención Americana sobre Derechos
Humanos.

La jurisprudencia constitucional, del mismo modo, interpretando el contenido del debido proceso,
entendió que este se aplica a toda actividad sancionadora del Estado sea en el ámbito jurisdiccional
o administrativo. En ese sentido, está la SC0042/2004-R de 22 de abril, pronunciada por el Tribunal
Constitucional anterior. Asimismo, la SC 0022/2006 de 18 de abril, entendimiento que aplicó a
infinidad de casos que fueron resueltos en su jurisdicción entendiendo que todos los principios y
garantías propias del derecho penal se aplican también extensivamente en el ámbito administrativo
sancionador.

b) El recurso de revocatoria y el recurso jerárquico como medios de impugnación en la vía


administrativa disciplinaria sancionadora (formas procesales) tienen la finalidad de asegurar la
eficacia material del derecho a la doble instancia o de recurrir ante un tribunal superior y el derecho
a la defensa en la fase impugnativa.

En efecto, el Tribunal Constitucional en la SCP 0140/2012 de 9 de mayo, que se analiza, entendió lo


siguiente:

“Desde la concepción del Estado Constitucional de Derecho, la tramitación de los procesos judiciales
o administrativos no debe constituirse en simples enunciados formales (justicia formal, como mera
constatación de cumplimiento de las formas procesales), sino debe asegurar la plena eficacia
material de los derechos fundamentales procesales y sustantivos (justicia material, debido proceso y
sus derechos fundamentales constitutivos y sustantivos) (…).

De ahí que es posible concluir que el reconocimiento de los típicos medios de impugnación de los
actos administrativos, reconocidos en el orden legal (Ley de Procedimiento Administrativo), a través
de dos instancias: el recurso de revocatoria y el recurso jerárquico, son formas procesales de
impugnación en sede administrativa, instituidas por el legislador, con base en las cuales debe
procederse en la vía de impugnación, es decir, es el procedimiento del ordenamiento interno del
Estado que prevé dos instancias, las que no están dirigidas a cumplir una formalidad procesal en sí
misma, sino que tienen valor en la medida que aseguren la eficacia material de los siguientes
derechos fundamentales y garantías constitucionales: i) Derecho a la doble instancia o de recurrir
ante un tribunal superior en el ámbito disciplinario sancionador y, su nexo con ii) El derecho a la
defensa en la fase impugnativa.

Es decir, en el caso, las formas del procedimiento administrativo sancionador en sus diferentes fases,
guardarán correspondencia y coherencia con el derecho al debido proceso en la medida en que se
aseguren su eficacia.

Dado el carácter sancionador del proceso disciplinario, este -en todas sus fases o instancias- tiene
que sustanciarse y resolverse garantizando el debido proceso, que tiene como componente esencial
el derecho a la defensa. En efecto si se analiza la fase de impugnación del proceso disciplinario en
sede administrativa, es posible concluir que sólo puede predicarse la eficacia material del derecho a
la defensa (art. 115.II de la CPE y 8.2 inc. f) de la CADH) cuando se otorga a las servidoras y
servidores públicos la oportunidad de ejercer un otro derecho fundamental, este es: el derecho a la
doble instancia o de recurrir ante un tribunal superior art. 8.2 inc. h) de la CADH y 14.5 del Pacto
Internacional de Derechos Civiles y Políticos (PIDCP).

(…)

La Corte Interamericana de Derechos Humanos en el caso Herrera Ulloa Vs. Costa Rica (Sentencia de
2 de julio de 2004, Excepciones Preliminares, Fondo, Reparaciones y Costas) precisando el alcance
del “derecho a recurrir el fallo ante juez o tribunal superior”, estableció, en lo que en el caso
interesa, las siguientes afirmaciones, cuyo subrayado es añadido:

1. El derecho de recurrir el fallo es una garantía primordial que se debe respetar en el marco
del debido proceso legal, en aras de permitir que una sentencia adversa pueda ser revisada por un
juez o tribunal distinto y de superior jerarquía orgánica (párrafo 158) (las negrillas y el subrayado nos
pertenecen)

2. El derecho de recurrir `… busca proteger el derecho de defensa otorgando durante el


proceso la posibilidad de interponer un recurso para evitar que quede firme una decisión que fue
adoptada con vicios y que contiene errores que ocasionarán un perjuicio indebido a los intereses de
una persona’ (párrafo 158).

3. Independientemente de la denominación que se le de al recurso existente para recurrir un


fallo, lo importante es que dicho recurso garantice un examen integral de la decisión recurrida
(párrafo 165).

En el caso de un proceso administrativo disciplinario sancionador, el derecho a la doble instancia o


de recurrir ante una instancia superior, permite que esta última, conozca y revise la resolución
pronunciada por el tribunal de primera grado. Instancia superior que debe ser diferente a la que
emitió la decisión administrativa sancionadora en primera instancia, a efectos de que, la servidora o
el servidor público, impugnando o controvirtiendo una decisión sancionatoria, obtengan la revisión
de la decisión ante la instancia superior”.

Ahora bien, la garantía del debido proceso, como exigencia previa a la desvinculación laboral
cuando se verifican justas causas, está reconocida a todas las personas sin discriminación, en lo
conducente, independientemente de sus capacidades físicas, mentales, psicomotoras, sensoriales,
etc., por lo que este Tribunal Constitucional Plurinacional, encuentra fundado por todo lo expuesto
en los Fundamentos Jurídicos precedentes, reconocer que las personas con capacidades diferentes,
al igual que otros grupos de especial vulnerabilidad, tienen derecho a un debido proceso reforzado
cuando la administración pública ejerza su potestad sancionadora.

III.3. El análisis técnico jurídico de la jurisprudencia constitucional para su aplicación e invocación

El Derecho jurisprudencial está positivado en el art. 203 de la CPE, cuando señala: “Las decisiones y
sentencias del Tribunal Constitucional Plurinacional son de carácter vinculante y de cumplimiento
obligatorio, y contra ellas no cabe recurso ordinario ulterior alguno”, norma que ha sido reproducida
en el art. 8 de la Ley del Tribunal Constitucional Plurinacional, referida a la obligatoriedad y
vinculatoriedad de la jurisprudencia.

Es más contundente aún el Código Procesal Constitucional, aprobado mediante Ley 254 de 5 de julio
de 2012, -que si bien aún no está vigente, empero es ilustrativo- debido a que en su art. 15 bajo el
nomen juris de carácter obligatorio, vinculante y valor jurisprudencial de las sentencias, refiere que:
“I Las sentencias, declaraciones y autos del Tribunal Constitucional Plurinacional son de
cumplimiento obligatorio para las partes intervinientes en un proceso constitucional; excepto las
dictadas en las acciones de inconstitucionalidad y recurso contra tributos que tienen efecto general;
II. Las razones jurídicas de la decisión, en las resoluciones emitidas por el Tribunal Constitucional
Plurinacional constituyen jurisprudencia y tiene carácter vinculante para los Órganos del poder
público, legisladores, autoridades, tribunales y particulares”.

Esta norma regula el valor de la jurisprudencia constitucional como fuente directa del Derecho;
asimismo, la diferencia entre vinculatoriedad y los efectos de la parte resolutiva (parágrafo I y II),
para precisar qué parte de las resoluciones emitidas por el Tribunal Constitucional Plurinacional,
tienen carácter vinculante para los órganos del poder público, legisladores, autoridades tribunales y
particulares.

El Derecho jurisprudencial positivado, en la Constitución (art. 203), la LTCP (art. 8) y el Código


Procesal Constitucional (CPCo), Ley 254 de 5 de julio de 2012 (art. 15), deberá ser complementado
con los precedentes constitucionales que emitió y emitirá el Tribunal Constitucional anterior, el
Transitorio y el Plurinacional a través de su labor hermenéutica cotidiana, debido a que el Derecho
jurisprudencial no se agota en las normas constitucionales ni legales señaladas. En efecto, si
realizamos un recorrido de la jurisprudencia constitucional emitida por el Tribunal Constitucional
anterior, el Tribunal Constitucional transitorio y este Tribunal Constitucional Plurinacional,
podríamos concluir en las siguientes subreglas, normas adscritas o concretas normas de la sentencia
que desarrollaron el Derecho jurisprudencial, en sus diversas comprensiones:

III.3.1. Sobre el valor de la jurisprudencia constitucional

a) La jurisprudencia constitucional tiene valor de fuente directa del Derecho, de ahí que se
reconoce su carácter vinculante para los órganos del poder público y particulares (SC 1781/2004-R y
SC 1369/2010-R).

b) El respeto y aplicación del precedente constitucional está vinculado al respeto del derecho a
la igualdad en la aplicación de la ley (arts. 8.II y 14.III de la CPE) y la garantía de seguridad jurídica
(art. 178.I de la CPE) (SC 0493/2004-R y SC 1781/2004-R).

c) La importancia del precedente vinculante es que da coherencia y unidad al sistema jurídico


(SC 0457/2004-R y SC 1369/2010-R).

d) El respeto a los precedentes constitucionales, no implica que el Tribunal Constitucional


Plurinacional petrifique su jurisprudencia, impidiendo el replanteamiento de problemas jurídicos
aparentemente ya resueltos; por el contrario, puede cambiarla, mutarla, siempre que sea con
motivación suficiente (SC 1781/2004-R). Sobre este punto, se tiene que uno de los
criterios para cambiar la jurisprudencia constitucional: En la medida que los precedentes sean más
acordes con los principios, valores, derechos fundamentales, garantías constitucionales de la
Constitución Política del Estado y del bloque de constitucionalidad, el Tribunal Constitucional
Plurinacional preferirá su fijeza. A contrario sensu, éste Tribunal aperturará su capacidad de cambio
cuando no esté acorde a ellos.

III.3.2. Análisis estático de una sentencia constitucional: La ratio decidendi, el obiter dictum y el
decisum

III.3.2.1. Diferencia entre vinculatoriedad y los efectos de la parte resolutiva

a) Efectos de la parte resolutiva

Cuando señala el art. 15.I del CPCo, que: “Las sentencias, declaraciones y autos del Tribunal
Constitucional Plurinacional son de cumplimiento obligatorio para las partes intervinientes en un
proceso constitucional; excepto las dictadas en las acciones de inconstitucionalidad y recurso contra
tributos que tienen efecto general”, se está refiriendo a los efectos de la parte resolutiva de la
sentencia, es decir, a los efectos del decisión, es decir, del “Por Tanto”, de la resolución.

Estos efectos de la parte resolutiva son dos: 1) “inter partes”, que implica la obligatoriedad para las
partes intervinientes, es decir, solo afecta a ellas, como ocurre en las sentencias de acciones de
defensa (acción de libertad, acción de amparo constitucional, acción de protección a la privacidad,
acción popular y acción de cumplimiento), declaraciones y autos del Tribunal Constitucional
Plurinacional; y, 2) “erga omnes”, que implica la obligatoriedad para todos, es decir, tiene efecto
general, como ocurre en el caso de las acciones de inconstitucionalidad y el recurso contra tributos.
La SC 1310/2002-R de 28 de Octubre, ya señaló que: ”…Si bien todo fallo que emite este Tribunal en
recursos de amparo constitucional y hábeas corpus, tiene efectos inter partes (sólo afecta a las
partes), los fundamentos determinantes del fallo o rationes decidendi, son vinculantes y, por tanto,
de obligatoria aplicación para los Poderes del Estado, legisladores, autoridades, tribunales y jueces
(en todos sus niveles jerárquicos), así lo determina el art. 44 de la Ley del Tribunal Constitucional…”.

b) Carácter vinculante de las resoluciones emitidas por el Tribunal Constitucional Plurinacional

En ese orden, de razonamiento, cuando el art. 15.II del del CPCo, refiere que: “Las razones jurídicas
de la decisión, en las resoluciones emitidas por el Tribunal Constitucional Plurinacional constituyen
jurisprudencia y tiene carácter vinculante para los Órganos del poder público, legisladores,
autoridades, tribunales y particulares”; no se está refiriendo a los efectos de la sentencia
constitucional, sino por el contrario a qué parte de la sentencia constitucional tiene carácter
vinculante. Según el artículo mencionado el carácter vinculante recae sobre las razones jurídicas de
la decisión, es decir, sobre la ratio decidendi; sin embargo al respecto, debe realizarse la siguiente
precisión que distingue entre el precedente constitucional y la ratio decidendi.
III.3.2.2. Distinción entre precedente constitucional y la ratio decidendi

En efecto, si nos preguntamos ¿qué parte de las resoluciones constitucionales es vinculante?, no


podríamos concluir simple y llanamente que es la ratio decidendi, debido a que todas las
resoluciones tienen una o varias razones jurídicas de la decisión, empero, no todas crean Derecho,
Derecho de origen jurisprudencial, a través de la interpretación, integración e interrelación de las
normas. Por ello, que existe diferencia entre ratio decidendi y precedente constitucional.

Entonces, se puede llamar precedente constitucional vinculante cuando éste es el fruto, el resultado
de la interpretación y argumentación jurídica realizada por el Tribunal Constitucional Plurinacional.
Como ocurrió en las siguientes resoluciones: La interpretación de una norma jurídica Declaración
Constitucional 003/2005-R de 8 de junio, (interpretación del art. 118.5 CPE); SC 0101/2004-R,
interpretación del art. 133 y de la Disposición Transitoria Tercera del Código de Procedimiento Penal.
La integración SC 1351/2003-R de 16 de septiembre, e interrelación, SC 0421/2007-R de 22 de mayo,
de las normas jurídicas.

Por lo que, el precedente constitucional es una parte de toda la Sentencia emitida por el Tribunal o
Corte Constitucional, donde se concreta el alcance de una disposición constitucional, es decir, en
donde se explicita qué es aquello que la Constitución Política del Estado prohíbe, permite, ordena o
habilita para un tipo concreto de supuesto de hecho, a partir de una de sus indeterminadas y
generales cláusulas.

Entonces, es posible afirmar que es vinculante el precedente constitucional contenido en la ratio


decidendi. Es decir, en la ratio decidendi se encuentra el precedente constitucional. El precedente
constitucional es vinculante siempre que exista un supuesto fáctico análogo (AC 004/2005-ECA y
SC 186/2005-R).

Entonces ¿Qué es el precedente constitucional vinculante? Para responder a esta cuestionante, es


preciso redundar en que: No es el texto íntegro de la sentencia, no es sólo la parte resolutiva de la
sentencia (decisum), no es el obiter dictum, no es toda la ratio decidendi.
Los precedentes constitucionales están sólo en las sentencias relevantes. Se identifican a las
sentencias relevantes porque son sentencias fundadoras, moduladoras, que reconducen o cambian
una línea jurisprudencial expresamente o tácitamente. En el precedente constitucional se consignan:
“las subreglas de Derecho”, “normas adscritas” o “concreta norma de la sentencia”, resultantes de la
interpretación, interrelación o integración de las normas de la Constitución Política del Estado o de
las disposiciones legales. Estas tienen más jerarquía y fuerza jurídica que las propias leyes, porque el
Tribunal Constitucional es el último aplicador del Derecho. El profesor Cifuentes, señaló que la sub-
regla, “Es el corazón de la decisión, de la cosa decidida”.

III.3.3. Análisis dinámico de la jurisprudencia constitucional: Las líneas jurisprudenciales

No es suficiente la identificación del precedente constitucional, a través del análisis estático de la


jurisprudencia, se debe analizar la jurisprudencia constitucional también a través de un estudio
dinámico, es decir, se debe apreciar de manera sistemática el desarrollo de la jurisprudencia, para
ubicar el precedente constitucional en vigor en la línea jurisprudencial.

Las líneas jurisprudenciales, son la técnica para hacer el análisis dinámico de la jurisprudencia
constitucional. Son las respuestas o soluciones que la jurisprudencia ha dado a determinado
problema jurídico, está conformada por un conjunto de sentencias que abordaron determinada
temática.

La jurisprudencia constitucional al ser en esencia evolutiva, se va modulando, ya sea extendiendo, o


en su caso, restringiendo sus alcances, de ahí que es preciso hacer un recorrido entre las sentencias
básicas o creadoras de líneas, sentencias moduladoras de líneas, sentencias confirmadoras o
reiteradoras de línea, sentencias mutadoras o cambiadoras de línea y sentencias reconductoras de
línea, porque sólo con este análisis dinámico de las sentencias que conforman la línea jurisprudencial
se identifica el precendente constitucional en vigor.

III.3.4. La jurisprudencia constitucional en el tiempo

a) Jurisprudencia constitucional retrospectiva

Un precedente constitucional, al constituirse en un medio por el cual la Constitución Política del


Estado desplaza su eficacia general, tiene validez plena en el tiempo y, por ende, no está regido por
el principio de irretroactividad, lo que significa que puede ser aplicado a hechos pasados en forma
retrospectiva, sin importar que los hechos a los que ha de aplicarse el entendimiento jurisprudencial
hubieren acaecido con anterioridad al precedente constitucional.

Sin embargo de ello, la aplicación restrospectiva tiene límites, estos son: 1) La cosa juzgada, en la
medida en que los nuevos entendimientos jurisprudenciales no pueden afectar los asuntos ya
resueltos y que se encuentran firmes o inimpugnables, esto es, que tenga la calidad de cosa juzgada
formal y material, por lo mismo, sólo puede aplicarse retrospectivamente a procesos en curso; y, 2)
La jurisprudencia que perjudica al imputado en materia de derecho penal sustantivo; lo que implica
que, en este último caso, no se pueden aplicar en forma retrospectiva los entendimientos
jurisprudenciales que afecten o desmejoren las esferas de libertad del imputado o condenado
(SC 0076/2005-R de 13 de octubre); (SC 1426/2005-R de 8 de noviembre, sobre el tema del garante
hipotecario, se aplicó la SC 0136/2003-R, cuando el proceso había adquirido la calidad de cosa
juzgada).

Se puede aplicar retrospectivamente un precedente constitucional a procesos en curso, únicamente


cuando no perjudique o restrinja derechos consolidados por un anterior entendimiento
jurisprudencial (SC 0494/2007-R de 13 de junio, mujer embarazada con beca trabajo).

Ahora bien, a dichos límites, se añade la prohibición de aplicar retroactivamente un precedente que
podría restringir el derecho de acceso a la justicia constitucional, ya sea porque con dicha
jurisprudencia se imponen o se endurecen los requisitos para la presentación de las acciones
constitucionales, o se generan nuevas causales de improcedencia o, en su caso, el nuevo
precedente, pese a efectuar una interpretación favorable del derecho -por ejemplo derecho a
recurrir- podría dar lugar a que en su aplicación resulte desfavorable para el acceso a la justicia
constitucional, conforme precisó el voto disidente a la SC 2461/2010-R de 19 de noviembre.

b) Jurisprudencia constitucional prospectiva: El overruling prospectivo

El Tribunal Constitucional Plurinacional, a partir de la SCP 0032/2012 de 16 de marzo, en una


acción de libertad, aplicó el overruling prospectivo, es decir a futuro, en un caso en el que interpretó
las reglas de competencia material para conocer acciones de libertad. Esta sentencia, señaló que:
“…la eficacia prospectiva de la jurisprudencia o conocida como prospective overruling, referida al
cambio de un precedente vinculante o la sustitución por otro que a partir de la introducción de un
nuevo razonamiento adquiere carácter vinculante en casos posteriores; dicho de otro modo, el
cambio o reemplazo del precedente vinculante, es aplicable en lo sucesivo y conforme a los criterios
asumidos en el nuevo fallo. En ese sentido, la presente Sentencia Constitucional, a partir de su
publicación tendrá carácter vinculante por mandato del art. 203 de la norma fundamental y del art.
8 de la LTCP, por cuanto resulta aplicable a todos los casos posteriores”.

III.3.5. Reglas básicas para la aplicación o invocación del precedente constitucional

Del análisis, estático y dinámico de la jurisprudencia constitucional, es posible concluir que la


aplicación o invocación del precedente constitucional tiene reglas básicas que debe seguir el
justiciable a tiempo de invocar un precedente, como el juez o cualesquier autoridad pública o
particular a tiempo de aplicarlo, como son:

a) Lo que se debe hacer a tiempo de aplicar o invocar un precedente constitucional, lo que la


doctrina llama citas técnicas o de buena aplicación o uso de los precedentes

· Cita del precedente que tenga analogía en los supuestos fácticos (SC 0502/2003-R y SC
0186/2005-R).

· Cita del precedente identificando previamente el precedente constitucional en vigor. Para


ello, debe compararse el precedente constitucional a aplicarse con la línea jurisprudencial.

b) Lo que NO se debe hacer a tiempo de aplicar o invocar un precedente constitucional, lo que


la doctrina llama citas antitécnicas o de mala aplicación o uso de los precedentes

· Cita de un precedente constitucional sin que exista analogía en los supuestos fácticos.

· Cita del obiter dictum (cuestiones incidentales, referencias doctrinales, citas de derecho
comparado, mención a disposiciones jurídicas aplicables al asunto pero no decisivas de la resolución)
como si fuera el precedente.

· Cita de fundamentos jurídicos conclusivos o relacionales.

· Cita de la Sentencia Constitucional confirmadora/reiteradora de línea sin hacer mención a la


Sentencia Constitucional fundadora, moduladora o reconductora de línea.

· Cita incompleta del precedente y solo de la parte que nos favorece para el caso.
· Cita del precedente que no está en vigor sin haber realizado previamente análisis de la línea
jurisprudencial.

· El uso incorrecto de la aplicación de la jurisprudencia en el tiempo.

III.4. El caso de examen

Del cuaderno procesal remitido a este Tribunal, se tiene que dentro del proceso disciplinario interno
seguido contra Juan Quispe Flores, persona con capacidades diferentes, emergente de la
Comunicación Interna cite 1104/11 de 11 de julio de 2011, emitida por Verónica Berríos Vergara, ex
Alcaldesa Municipal de Sucre a.i., por la que instruyó a la Autoridad Sumariante iniciar las acciones
correspondientes contra los responsables por el caso “Feria productiva en el barrio de Villa Urkupiña
(Conclusión II.1), el Juez Sumariante, Sebastián “Lenny” Bravo Martínez del Gobierno Autónomo
Municipal de Sucre, por Resolución Final 33/2011 de 17 de agosto resolvió declarar su destitución
del cargo en aplicación del art. 73 inc. d) del Reglamento Interno de la Municipalidad; disponiendo se
remitan antecedentes a la Dirección Jurídica del Gobierno Autónomo Municipal de Sucre, a efectos
de que en la vía ordinaria se sancione los ilícitos de falsedad material, daño económico ocasionado a
la municipalidad de Sucre, se instruya al Jefe de Recursos Humanos del Gobierno Municipal de Sucre,
dé estricto cumplimiento a la resolución una vez sea ejecutoriada y, la cesación de la medida
precautoria dispuesta en el inicio del proceso por haber acomodado sus actos a los presupuestos
señalados en el art. 78. 2, 4 y 5 del referido Reglamento (Conclusión II.3).

Contra dicha Resolución sancionatoria, el accionante interpuso recurso de revocatoria ante la


autoridad sumariante, Dayler Dimas Zeballos Burgoa, el 12 de septiembre de 2012, a horas 17:00,
debido a que fue notificado con la misma el 7 de septiembre de 2011 a horas 9:45 (Conclusión II.4),
impugnando falta de motivación suficiente en la Resolución que le impuso la sanción de destitución,
además falta de congruencia entre la Resolución de Inicio del Proceso y la Resolución sancionatoria,
la omisión de su condición de persona con capacidades diferentes respecto a la protección de
inamovilidad de su puesto de trabajo. Recurso de revocatoria que fue rechazado por Resolución
02/2011 de 16 de septiembre por la autoridad Sumariante Dayler Dimas Zeballos Burgoa, con el
argumento que fue presentado fuera del plazo, (el 12 de septiembre de 2011, a horas 16:00) cuando
debió ser hasta horas 9:41 del mismo día, sustentando su decisión en la SC 0419/2011-R, que señala
que los plazos para interponer los recursos en general se computan de momento a momento y de
minuto a minuto y corren desde el momento de su notificación y vencen el mismo instante una vez
transcurrido el tiempo fijado en la ley procesal (Conclusión II.5).

Finalmente, por Resolución de 28 de febrero de 2012, William Marcelo Solís Valencia, autoridad
sumariante, declaró ejecutoriada la “Resolución Administrativa 301/2011 de fecha 19 de diciembre
de 2011”, la misma Resolución que confirmó la Resolución 33/2011 y la Resolución 03/2011, referida
a Luis Rojas Banegas; ejecutoria que dio lugar al memorando cite 314/012 de 12 de marzo de 2012,
por el cual, el Alcalde Municipal de Sucre, Moisés Rosendo Torres Chivé, destituyó al accionante del
cargo de Encargado del Área de Infraestructura de Apoyo a la Producción con el ítem 292, sin
derecho al goce de beneficios sociales, en virtud de la Resolución de 28 de febrero de 2012
(Conclusiones II.8 y II.9).

Además, la ejecutoria de la Resolución sancionatoria y el consiguiente memorando de destitución,


fueron dictados no obstante que el 22 de septiembre de 2011, el accionante interpuso “recurso de
revocatoria y recurso jerárquico” contra varias resoluciones, entre ellas, la Resolución 02/2011, que
rechazó su recurso de revocatoria por supuesta extemporaneidad, impugnando, entre otros
motivos, que el rechazo de su recurso de revocatoria fue indebido ya que el mismo fue presentado
dentro del término previsto en el art. 21.II de la LPA; el que fue resuelto por Dayler Dimas Zeballos
Burgoa, autoridad sumariante, por Resolución de 27 de septiembre de 2011, declarándolo
improcedente con el argumento de que el recurso de revocatoria de 12 de septiembre fue
interpuesto extemporáneamente, conforme lo dispuesto por el art. 24 del DS 26237, remitiendo el
expediente a la máxima autoridad del Ejecutivo Municipal conforme lo dispuesto por el art. 25 del
Referido Decreto Supremo para que se pronuncie sobre el recurso jerárquico. Por “Resolución a
recurso jerárquico” de 10 de octubre de 2011, Verónica Berríos Vergara, ex Alcaldesa Municipal de
Sucre, resolvió confirmar las Resoluciones 28/2011 de 25 de julio, 33/2011 y 02/2011 emitidas por la
autoridad sumariante (Conclusiones II.6 y II7).

De lo señalado se tiene lo siguiente:

1) El despido del accionante, mediante memorando cite 314/012 de 12 de marzo de 2012,


emergente de la Resolución de 28 de febrero de 2012, que declaró la ejecutoria de la resolución final
sancionatoria 33/2011, última Resolución que resolvió declarar su destitución del cargo, no fue
consecuencia de un proceso disciplinario interno en el que se respetó los derechos reforzados del
accionante en su condición de persona con capacidades diferentes, por las siguientes razones:

a. Se lesionaron el derecho a la estabilidad laboral reforzada y el derecho al debido proceso


reforzado y sus derechos fundamentales constitutivos como son el derecho a recurrir a un tribunal
superior y a la defensa en el ejercicio de la actividad sancionadora del Estado, derecho
fundamentales que se configuran como reforzados debido a que son las concreciones específicas del
derecho genérico a un trato desigual de los sectores en condiciones de vulnerabilidad -último
derecho fundamental reconstruido a partir de la concepción de la igualdad en sus dos vertientes
compatibilizadas, complementadas y conciliadas: la igualdad formal y la igualdad material-
reconocidos en la Constitución Política del Estado, en las normas del Bloque de constitucionalidad,
en la ley y en disposiciones reglamentarias, por cuanto como se señaló en los Fundamento Jurídicos
III.1 y III.2, en ningún caso una persona con capacidades diferentes, podrá ser sujeto de
desvinculación laboral en el ámbito público o privado (derecho a la estabilidad laboral reforzada) así
no sea por su condición de especial vulnerabilidad, salvo se demuestre que dicha decisión es
consecuencia de un previo debido proceso interno (derecho al debido proceso reforzado en el
ejercicio de la actividad sancionadora del Estado).

Dicha lesión a los derechos fundamentales del accionante se produjo, como consecuencia de que el
recurso de revocatoria interpuesto por el accionante contra Resolución final sancionatoria 33/2011,
que resolvió declarar su destitución del cargo, fue rechazado indebidamente por la Resolución
02/2011, por la autoridad sumariante, Dayler Dimas Zeballos Burgoa, con el argumento que fue
presentado fuera del plazo, el 12 de septiembre de 2011, a horas 16:00 cuando debió ser
presentado hasta horas 09:41 del mismo día, sustentando su decisión en la SC 0419/2011-R, que en
un caso emergente de un proceso civil señala que los plazos para presentar los recursos en general
se computan de momento a momento de minuto a minuto y corren desde el momento de su
notificación y, vencen el mismo instante una vez transcurrido el tiempo fijado en la ley procesal.

Es decir, la lesión a los derechos señalados fue como emergencia del rechazo indebido del recurso
de revocatoria por el erróneo cómputo del plazo para la interposición del recurso de revocatoria, en
aplicación errónea de la Ley y de los precedentes constitucionales vinculantes.

Al respecto, corresponde indicar en principio, que las normas aplicables a los procesos
administrativos internos, que tienen por objeto establecer responsabilidad administrativa por la
función pública de los servidores públicos son las previstas por el DS 23318-A modificado mediante
el DS 26237, y no así las normas supletorias establecidas para el procedimiento sancionador
correctivo por la Ley de Procedimiento Administrativo.
El DS 23318-A de 3 de noviembre de 1992 (Reglamento de la Responsabilidad por la Función
Pública), modificado por el DS 26237 de 29 de junio de 2001, en su art. 22 inc. d) fija el plazo para la
presentación del recurso de revocatoria, señalando que los plazos a los que debe sujetarse el
proceso interno son: “Tres días hábiles a partir de su notificación, para que el procesado interponga
recursos de revocatoria en contra de la resolución emitida por el sumariante”; sancionando dicha
norma en el párrafo final con la ejecutoria de la resolución del sumariante en caso de no ser
interpuesto el recurso de revocatoria en el plazo citado y, por ende, la sanción establecida entrará
en vigencia y las medidas precautorias serán levantadas.

Por su parte, el DS 26319 de 15 de septiembre de 2001, que establece el procedimiento


administrativo para la sustanciación de los recursos de revocatoria y jerárquico (art. 1) claramente
determina, respecto al cómputo de plazos en su art. 14 donde dispone que toda actuación
administrativa que se deba realizar en aplicación de dicho Decreto, se efectuarán en días y horas
hábiles administrativos, entendiéndose por tales, los dispuestos en la reglamentación horaria
vigente para la Superintendencia o entidad pública, según corresponda la instancia donde se
desarrolla el recurso administrativo. Salvo lo anterior, para el cómputo de plazos determinados en
días, solamente se computarán los días hábiles administrativos. Por su parte, el art. 15.I del mismo
Decreto Supremo, establece que los términos y plazos previstos para la tramitación de los recursos
de revocatoria y jerárquico se entienden, como máximos y son de cumplimiento obligatorio; y
conforme el parágrafo II del mismo artículo “…comenzarán a correr a partir del día siguiente a aquel
en que tenga lugar la notificación del acto de que se trate y concluyen al comienzo de la primera
hora del día siguiente a su vencimiento” (El subrayado es nuestro).

De la normativa aplicable glosada se tiene que el plazo que rige para la interposición del recurso de
revocatoria es de tres días hábiles (art. 22 inc. d) del DS 26237; cuyo cómputo empieza a correr a
partir del siguiente día hábil a la notificación con la resolución impugnada y concluye al inicio de la
primera hora del siguiente día hábil a su vencimiento (art. 15.II del DS 26319). En el caso que se
examina, el accionante fue notificado con la Resolución sancionatoria 33/2011, de 17 de agosto, el 7
de septiembre de 2011, a horas 9:45, y presentó el recurso de revocatoria el 12 de igual mes y año, a
horas 16:00, es decir, dentro del plazo de tres días hábiles para recurrir, debido a que empezó a
correr el plazo desde el 7 de septiembre de 2011, y vencía a horas 8:00 del 13 de ese mes y año. Por
lo que la presentación del recurso fue efectuada dentro de término y que al haberlo rechazado, la
autoridad sumariante Dayler Dimas Zeballos Burgoa, vulneró los derechos reforzados del accionante
en su condición de persona con capacidades diferentes.

A mayor abundamiento, se tiene que sobre el cómputo de plazos, la SC 0276/2007-R de 17 de abril,


en un caso en el que se denunció como acto lesivo el rechazo indebido del recurso jerárquico y
consiguiente indebida ejecutoria de la resolución impugnada el Tribunal Constitucional, aplicando las
normas arriba mencionadas, concedió la tutela. por lesión al derecho al debido proceso, a la defensa
y a recurrir ante un tribunal superior, ello, a que verificó que la notificación con la resolución
impugnada se produjo el 5 de octubre de 2005, a horas 10:08 y presentó el recurso jerárquico a
horas 16:36 del 10 de octubre de 2005, es decir, que el plazo de tres días hábiles para recurrir
empezó a correr desde el jueves 6 de octubre de 2005 y venció a horas 8:30 del día martes 11 del
mes y año indicados.

En el mismo sentido, la SC 0488/2011-R de 25 de abril, citando la SC 0276/2007-R, también


realizó idéntico cómputo, basándose en las normas glosadas, en un caso en el que se denunció como
acto lesivo el rechazo indebido del recurso de revocatoria y consiguiente indebida ejecutoria de la
resolución sancionatoria, el Tribunal Constitucional, concedió la tutela, por lesión al derecho al
debido proceso, a la defensa y a recurrir ante un tribunal superior, debido a que verificó que el
accionante fue notificado con la Resolución sumarial el 20 de febrero de 2009, y del 21 y 24 al eran
días hábiles, el recurso revocatorio fue presentado a horas 19:00 del 27 de febrero de 2009, de
donde resulta que el siguiente día hábil a la fecha de notificación, corresponde al 25 de febrero de
2009, y es a partir de esa fecha que empieza el cómputo del plazo de los tres días hábiles, que de
acuerdo a la jurisprudencia del Fundamento Jurídico III.2 de la presente Sentencia, el plazo para
impugnar vencía a la primera hora del 2 de marzo del año indicado; consiguientemente, la
presentación del recurso fue efectuada dentro de término, toda vez se evidencia que el accionante
al encontrarse con las puertas cerradas de la oficina de Ventanilla Única dependiente del municipio
de Cochabamba optó por presentar el 27 de febrero de 2009, a horas 19:00 ante Notaria de Fe
Pública, el mismo que fue entregado a primera hora en oficinas de la Autoridad Sumariante del 2 de
marzo de igual año.

Ahora bien, como se señaló en el Fundamento Jurídico III.2.2, la garantía del debido proceso, como
exigencia previa a la desvinculación laboral cuando se verifican justas causas, está reconocido a
todas las personas sin discriminación, en lo conducente, independientemente de sus capacidades
físicas, mentales, psicomotoras, sensoriales, etc., por lo que este Tribunal Constitucional
Plurinacional, encuentra fundado por todo lo expuesto en los Fundamentos Jurídicos precedentes,
reconocer a las personas con capacidades diferentes, como lo es el accionante, el derecho a un
debido proceso reforzado cuando la administración pública ejerza su potestad sancionadora, al ser
un presupuesto sine quanon de su desvinculación laboral o funcionaria y una excepción al derecho a
la estabilidad laboral reforzada que tiene, además de ser también una concreción del derecho
genérico a un trato desigual de las personas de sectores en condiciones de vulnerabilidad, que
implica la obligación de la autoridad sumariante hacer una análisis cuidadoso, exhaustivo y diligente
tratándose de una persona con capacidades diferentes, extremo que no ocurrió, debido a que como
se tiene referido no se aplicó la normativa vigente para el cómputo del plazo del recurso de
revocatoria.

b. A ello se suma que, la lesión a los derechos del accionante, también deviene de la
errónea aplicación de la SC 0419/2011-R de 14 de abril, que sustentó la Resolución 02/2011 de 16 de
septiembre, que rechazó el recurso de revocatoria, por lo siguiente:

La SC 0419/2011-R de 14 de abril, fue dictada en un caso emergente de un proceso civil, interdicto


de recobrar la posesión, en el que el Tribunal Constitucional denegó la tutela interpuesta por cuanto
constató que la accionante fue notificada con el auto de concesión del recurso de alzada contra la
sentencia recurrida en apelación el 24 de octubre de 2008, sin embargo ésta dejó los recaudos de ley
para la elaboración del testimonio y remisión del expediente el 29 de octubre de 2008, concluyendo
que dicha provisión, fue extemporánea y fuera de los dos días señalados por el art. 242 del CPC, en
consecuencia, se dio aplicación a lo previsto por el art. 245 del ya referido Código declarándose la
ejecutoria de la Sentencia recurrida de alzada.

De donde resulta, conforme se desarrolló en el Fundamento Jurídico III.2, la autoridad sumariante al


momento de rechazar el recurso de revocatoria, sustentando su decisión en la SC 0419/2011-R de 14
de abril, no realizó un análisis técnico de la jurisprudencia constitucional, por cuanto aplicó en forma
negligente y descuidada dicha sentencia constitucional, sin cumplir las reglas básicas para las citas de
un precedente constitucional, debido a que hizo cita de un precedente sin que tenga analogía en los
supuestos fácticos, debido a que como se explicó fue emitido en proceso civil, además de realizar
una cita incompleta del precedente constitucional, situación que se decantó en la ejecutoria de la
Resolución Administrativa sancionatoria del accionante y su despido.

2) De todo lo señalado, se desprende los siguientes razonamientos:


a. Que en el proceso disciplinario sustanciado contra el accionante, se suprimió la posibilidad
de que la Resolución Administrativa sancionatoria 33/2011, que resolvió aplicarle la sanción de
destitución del cargo y todas las demás incidencias dispuestas (Conclusión II.3) pueda ser revisada
por un tribunal distinto y de superior jerarquía orgánica (Convención Interamericana de Derechos
Humanos, caso Herrera Ulloa Vs. Costa Rica, Sentencia de 2 de julio de 2004, Excepciones
Preliminares, Fondo, Reparaciones y Costas), debido al rechazo indebido del recurso de revocatoria
por errónea aplicación de la normativa aplicable (arts. 22 inc. d). del DS 26237 y 15.II del DS 26319) y
del precedente constitucional contenido en la SC0 0419/2011-R, referido al cómputo de los plazos
en un proceso civil.

b. Que el accionante, en los hechos, fue procesado y sancionado disciplinariamente en única


instancia, precisamente por la supresión de la posibilidad de impugnar la decisión sancionatoria
cuestionada de adversa por un tribunal distinto y de superior jerarquía orgánica, debido a que como
efecto del rechazo indebido del recurso de revocatoria, se ejecutorió la resolución sancionatoria y se
dispuso su despido. Sin tener en cuenta, que el accionante tenía derecho a un debido proceso
reforzado por su condición de vulnerabilidad, lo que no ocurrió debido a que se le negó a recurrir
ante un tribunal superior en el ámbito disciplinario sancionador y el derecho a la defensa en la fase
impugnativa.

c. Ahora bien, como efecto de la supresión de los derechos fundamentales señalados, también
fueron suprimidos el derecho fundamental a la seguridad social del accionante en su condición de
persona con capacidades diferentes, dado que si bien el debido proceso y sus derechos constitutivos
son derechos de protección autónoma, empero, también tiene carácter instrumental, en tanto
permiten el disfrute de otros derechos sustantivos, es decir, el debido proceso es una garantía para
el respeto de los mismos.

En efecto, la situación referida repercutió en el goce de derecho fundamental a la seguridad social a


corto plazo del accionante (art. 45 de la CPE), por cuanto por Resolución de 28 de febrero de 2012, la
autoridad sumariante declaró ejecutoriada la Resolución Administrativa sancionadora 33/2011 de 17
de agosto, que resolvió aplicar la sanción de destitución del cargo del accionante. Esto significa que
la sanción disciplinaria, privó al accionante seguir gozando de seguridad social a corto plazo. Sin
embargo de lo señalado, no fue demostrado por el accionante, de qué manera se hubiera lesionado
o puesto en peligro sus derechos a la salud o la vida.

De todo lo expuesto, se concluye que el Tribunal de garantías, al conceder parcialmente la tutela, no


evaluó de manera correcta el caso de autos.

POR TANTO

El Tribunal Constitucional Plurinacional, en su Sala Tercera, en virtud de la autoridad que le confiere


la Constitución Política del Estado Plurinacional de Bolivia y el art. 12.7 de la Ley del Tribunal
Constitucional Plurinacional en revisión, resuelve:

1º APROBAR la Resolución 092/2012 de 18 de mayo, cursante de fs. 331 a 332 pronunciada por
la Sala de Familia de la Niñez y Adolescencia Violencia Intrafamiliar del Tribunal Departamental de
Justicia de Chuquisaca; y, en consecuencia, CONCEDER la tutela solicitada en cuanto a la vulneración
al debido proceso, al derecho a la doble instancia o de recurrir ante un tribunal superior, y el
derecho a la defensa en la fase impugnativa reforzada que tiene derecho el accionante en su
condición de persona con capacidades diferentes, así como respecto al derecho a la seguridad social
a corto plazo y no así con relación a sus derechos a la salud o la vida.
2º Anular obrados, hasta la Resolución 02/2011 de 16 de septiembre, por la cual se rechazó
indebidamente el recurso de revocatoria y, por ende, disponer la inmediata corrección del
procedimiento administrativo disciplinario, a efectos de que se asegure el derecho a la doble
instancia o de recurrir ante un tribunal superior, y el derecho a la defensa en la fase impugnativa.
Asimismo, la reincorporación del accionante y pago de sueldos devengados en protección a sus
derechos reforzados a la estabilidad laboral mientras no se compruebe en un debido proceso su
responsabilidad administrativa (Fundamento Jurídico III.2.1 y III.2.2) y su derecho a la seguridad
social a corto plazo vulnerado como consecuencia de la lesión de los derechos fundamentales
mencionados.

Regístrese, notifíquese y publíquese en la Gaceta Constitucional Plurinacional.

Fdo. Dra. Neldy Virginia Andrade Martínez


MAGISTRADA

Fdo. Dra. Ligia Mónica Velásquez Castaños


MAGISTRADA

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