Evoluc Bio
Evoluc Bio
Evoluc Bio
Ir a la navegaciónIr a la búsqueda
«Evolución» redirige aquí. Para otras acepciones, véase Evolución (desambiguación).
«Evolucionismo» redirige aquí. Para otras acepciones, véase Evolucionismo
(desambiguación).
Evolución biológica
Tree of Living Organisms 2
Árbol filogenético-simbiogenético
de los seres vivos
Temas clave
Introducción a la evolución
Antepasado común
Teoría científica
Prueba científica
Procesos y consecuencias
Genética de poblaciones
Variación
Diversidad
Mutación
Selección natural
Adaptación
Filogenia
Polimorfismo
Deriva genética
Flujo genético
Especiación
Radiación adaptativa
Cooperación
Coevolución
Evolución paralela
Extinción
Forma transicional
LUCA
Historia
Abiogénesis
Historia de la vida
Historia de la evolución
Críticas a la teoría evolutiva
Charles Darwin
El origen de las especies
Evolución humana
Evolución molecular
Campos y aplicaciones
Aplicaciones de la evolución
Estética evolutiva
Computación evolutiva
Ecología evolutiva
Ética evolutiva
Teoría evolutiva de juegos
Lingüística evolutiva
Medicina evolutiva
Neurociencia evolutiva
Fisiología evolutiva
Psicología evolucionista
Evolución experimental
La evolución biológica es el conjunto de cambios en caracteres fenotípicos y
genéticos de poblaciones biológicas a través de generaciones.1 Dicho proceso ha
originado la diversidad de formas de vida que existen sobre la Tierra a partir de
un antepasado común.23 Los procesos evolutivos han producido la biodiversidad en
cada nivel de la organización biológica, incluyendo los de especie, población,
organismos individuales y molecular (evolución molecular),4 moldeados por
formaciones repetidas de nuevas especies (especiación), cambios dentro de las
especies (anagenesis) y desaparición de especies (extinción).5 Los rasgos
morfológicos y bioquímicos son más similares entre las especies que comparten un
ancestro común más reciente y pueden usarse para reconstruir árboles
filogenéticos.6 El registro fósil muestra rápidos momentos de especiación
intercalados con periodos relativamente largos de estasis mostrando pocos cambios
evolutivos durante la mayor parte de su historia geológica (equilibrio puntuado).7
Toda la vida en la Tierra procede de un último antepasado común universal que
existió hace aproximadamente 4250 millones de años.8910
La palabra "evolución" se utiliza para describir los cambios y fue aplicada por
primera vez en el siglo XVIII por un biólogo suizo, Charles Bonnet, en su obra
Consideration sur les corps organisés.1112 No obstante, el concepto de que la vida
en la Tierra evolucionó a partir de un ancestro común ya había sido formulado por
varios filósofos griegos,13 y la hipótesis de que las especies se transforman
continuamente fue postulada por numerosos científicos de los siglos XVIII y XIX, a
los cuales Charles Darwin citó en el primer capítulo de su libro El origen de las
especies.14 Algunos filósofos griegos antiguos contemplaron la posibilidad de
cambios en los organismos a través del tiempo.
En el siglo XIX, la idea de que la vida había evolucionado fue un tema de intenso
debate académico centrado en las implicaciones filosóficas, sociales y religiosas
de la evolución. La evolución como propiedad inherente a los seres vivos no es
materia de debate en la comunidad científica dedicada a su estudio;3 sin embargo,
los mecanismos que explican la transformación y diversificación de las especies se
hallan bajo intensa y continua investigación científica, surgiendo nuevas hipótesis
sobre los mecanismos del cambio evolutivo basadas en datos empíricos tomados de
organismos vivos.2122
MENÚ0:00
Esta narración de audio fue creada a partir de una versión específica de este
artículo y no refleja las posibles ediciones subsiguientes.
Más artículos grabados
¿Problemas al reproducir este archivo?
Índice
1 La evolución como un hecho probado
1.1 Evidencia del proceso evolutivo
1.2 El origen de la vida
1.3 La evolución de la vida en la Tierra
2 Historia del pensamiento evolucionista
2.1 Darwinismo
2.2 Neodarwinismo
2.3 Síntesis evolutiva moderna
3 Equilibrio puntuado
4 Teoría neutralista de la evolución molecular
5 Biología evolutiva del desarrollo
6 Síntesis evolutiva moderna
6.1 Variabilidad
6.1.1 Mutación
6.1.2 Recombinación genética
6.1.3 Genética de poblaciones
6.1.4 Flujo genético
6.1.5 Selección natural
6.1.6 Deriva genética
6.2 Las consecuencias de la evolución
6.2.1 Adaptación
6.2.2 Coevolución
6.2.3 Especiación
6.2.4 Extinción
6.3 Microevolución y macroevolución
6.4 Filogenia
6.4.1 Monofilia, parafilia y polifilia
7 Ampliación de la síntesis moderna
7.1 Paleobiología y tasas de evolución
7.2 Causas ambientales de las extinciones masivas
7.3 Selección sexual y altruismo
7.4 Macroevolución, monstruos prometedores y equilibrio puntuado
7.5 La síntesis de la biología del desarrollo y la teoría de la evolución
7.6 Microbiología y transferencia horizontal de genes
7.7 Endosimbiosis y el origen de las células eucariotas
7.8 Origen de la reproducción sexual
7.9 Variaciones en la expresión de los genes involucrados en la herencia
8 Otras teorías de la evolución y críticas científicas de la teoría sintética
8.1 Otras hipótesis minoritarias
9 Experimentos y estudios sobre el proceso evolutivo
9.1 Observación directa del proceso evolutivo en bacterias
9.2 Simulación computarizada del proceso de evolución biológica
10 Impacto de la teoría de la evolución
10.1 Evolución y política
10.2 Evolución y religión
11 Véase también
12 Referencias
13 Bibliografía
14 Enlaces externos
14.1 En español
14.2 En inglés
La evolución como un hecho probado
La evolución es tanto un "hecho" (una observación, medición u otra forma de
evidencia) como una "teoría" (una explicación completa de algún aspecto de la
naturaleza que está respaldada por una gran cantidad de evidencia). La National
Academies of Sciences, Engineering, and Medicine afirma que la teoría de la
evolución es "una explicación científica que ha sido probada y confirmada tantas
veces que ya no existe una razón de peso para seguir probándola o buscando ejemplos
adicionales".25
Las especies que han vivido en épocas remotas han dejado registros de su historia
evolutiva. Los fósiles, conjuntamente con la anatomía comparada de los organismos
actuales, constituyen la evidencia paleontológica del proceso evolutivo. Mediante
la comparación de las anatomías de las especies modernas con las ya extintas, los
paleontólogos pueden inferir los linajes a los que unas y otras pertenecen. Sin
embargo, la investigación paleontológica para buscar conexiones evolutivas tiene
ciertas limitaciones. De hecho, es útil solo en aquellos organismos que presentan
partes del cuerpo duras, tales como caparazones, dientes o huesos. Más aún, ciertos
otros organismos, como los procariotas ―las bacterias y arqueas― presentan una
cantidad limitada de características comunes, por lo que sus fósiles no proveen
información sobre sus ancestros.34
El origen de la vida
Artículo principal: Abiogénesis
El origen de la vida, aunque atañe al estudio de los seres vivos, es un tema que no
es abordado por la teoría de la evolución; pues esta última solo se ocupa del
cambio en los seres vivos, y no del origen, cambios e interacciones de las
moléculas orgánicas de las que estos proceden.38
No se sabe mucho sobre las etapas más tempranas y previas al desarrollo de la vida,
y los intentos realizados para tratar de desvelar la historia más temprana del
origen de la vida generalmente se enfocan en el comportamiento de las
macromoléculas, debido a que el consenso científico actual es que la compleja
bioquímica que constituye la vida provino de reacciones químicas simples, si bien
persisten las controversias acerca de cómo ocurrieron las mismas.39 Sin embargo,
los científicos están de acuerdo en que todos los organismos existentes comparten
ciertas características ―incluyendo la presencia de estructura celular y de código
genético― que estarían relacionadas con el origen de la vida.40
Desde la formación de estas primeras formas de vida compleja, los procariotas, hace
4250 millones de años,5556 pasaron miles de millones de años sin ningún cambio
significativo en la morfología u organización celular en estos organismos,57 hasta
que surgieron los eucariotas a partir de la integración de una arquea del clado
Asgard y una alfaproteobacteria formando una asociación cooperativa denominada
endosimbiosis.5859 Los eucariotas cladisticamente se consideran un clado más dentro
de las arqueas.60 Las bacterias incorporadas a las células hospedantes arqueanas,
iniciaron un proceso de coevolución, por el cual las bacterias originaron las
mitocondrias o hidrogenosomas en los eucariotas.61 También se postula que un virus
gigante de ADN similar a los poxvirus originó el núcleo de las células eucariotas
al haberse incorporado el virus dentro de la célula donde en lugar de replicarse y
destruir la célula huésped, permanecería dentro de la célula originando
posteriormente el núcleo y dando lugar a otras innovaciones genómicas. Esta teoría
es conocida como la "eucariogénesis viral".6263 La evidencia tanto molecular como
paleontológica indica que las primeras células eucarióticas surgieron hace unos
2309 millones o antes.64
Aproximadamente hace 500 millones de años, las plantas y los hongos colonizaron la
tierra y les siguieron rápidamente los artrópodos y otros animales.81
Anaximandro, filósofo griego, ofreció una idea más elaborada y mantuvo que «la base
de toda materia es una sustancia eterna que se transforma en todas las formas
materiales conocidas comúnmente. Esas formas, a su vez, cambian y se funden en
otras de acuerdo con la regla de la justicia, es decir, una especie de equilibrio y
proporción».82
Cuando alrededor del 1900 se «redescubrió» el trabajo que Gregor Mendel llevó a
cabo a fines del siglo XIX sobre la naturaleza de la herencia, se estableció una
discusión entre los mendelianos (Charles Benedict Davenport) y los biométricos
(Walter Frank Raphael Weldon y Karl Pearson), quienes insistían en que la mayoría
de los caminos importantes para la evolución debían mostrar una variación continua
que no era explicable a través del análisis mendeliano. Finalmente, los dos modelos
fueron conciliados y fusionados, principalmente a través del trabajo del biólogo y
estadístico Ronald Fisher.110Este enfoque combinado, que aplica un modelo
estadístico riguroso a las teorías de Mendel de la herencia vía genes, se dio a
conocer en los años 1930 y 1940 y se conoce como la teoría sintética de la
evolución.117
Darwinismo
Artículo principal: Darwinismo
MENÚ0:00
Lectura del primer párrafo de la sección Darwinismo
El origen de las especies contenía «una muy ingeniosa teoría para explicar la
aparición y perpetuación de las variedades y de las formas específicas en nuestro
planeta» según palabras del prólogo escrito por Charles Lyell (1797-1895) y William
Jackson Hooker (1785-1865). De hecho, este trabajo presentó por primera vez la
hipótesis de la selección natural. Esta hipótesis contenía cinco afirmaciones
fundamentales:
Treinta años más tarde, el codescubridor de la selección natural publicó una serie
de conferencias bajo el título de «Darwinism» que tratan los mismos temas que ya
había tratado Darwin, pero a la luz de los hechos y de los datos que eran
desconocidos en tiempos de Darwin, quien falleció en 1882.127 Sin embargo, en su
Origen de las especies', Darwin fue el primero en resumir un conjunto coherente de
observaciones que solidificó el concepto de la evolución de la vida en una
verdadera teoría científica ―es decir, en un sistema de hipótesis―.128
Neodarwinismo
Véase también: Barrera Weismann
Neodarwinismo es un término acuñado en 1895 por el naturalista y psicólogo inglés
George John Romanes (1848-1894) en su obra Darwin and after Darwin.129El término
describe un estado en el desarrollo de la teoría evolutiva que se remonta al
citólogo y zoólogo germano August Weismann (1834-1914), quien en 1892 aportó
evidencia experimental en contra de la herencia lamarckiana y postuló que el
desarrollo del organismo no influye en el material hereditario y que la
reproducción sexual en cada generación introduce nuevas variaciones en la población
de individuos. La selección natural, entonces, puede actuar sobre la variabilidad
de la población y determina el curso del cambio evolutivo.130El neodarwinismo
enriqueció el concepto original de Darwin, al destacar el origen de las variaciones
entre individuos y excluir la herencia lamarckiana como una explicación viable del
mecanismo de herencia. Wallace, quien popularizó el término «darwinismo» en
1889,127 incorporó plenamente las nuevas conclusiones de Weismann y fue, por
consiguiente, uno de los primeros proponentes del neodarwinismo.3
Julian Huxley dio su nombre en 1942 a la teoría sintética de la evolución, que hoy
es ampliamente aceptada en la comunidad científica.
Este sistema de hipótesis del proceso evolutivo se originó entre 1937 y 1950.131En
contraste con el neodarwinismo de Weismann y Wallace, que daba primacía a la
selección natural y postulaba la genética mendeliana como el mecanismo de
transmisión de caracteres entre generaciones, la teoría sintética incorporó datos
de campos diversos de la biología, como la genética molecular, la sistemática y la
paleontología e introdujo nuevos mecanismos para la evolución. Por estas razones,
se trata de diferentes teorías aunque a veces se usen los términos
indistintamente.132133134
Los términos «síntesis evolutiva» y «teoría sintética» fueron acuñados por Julian
Huxley en su libro Evolución: la síntesis moderna (1942), en el que también
introdujo el término Biología evolutiva en vez de la frase «estudio de la
evolución».135136De hecho Huxley fue el primero en señalar que la evolución «debía
ser considerada el problema más central y el más importante de la biología y cuya
explicación debía ser abordada mediante hechos y métodos de cada rama de la
ciencia, desde la ecología, la genética, la paleontología, la embriología, la
sistemática hasta la anatomía comparada y la distribución geográfica, sin olvidar
los de otras disciplinas como la geología, la geografía y las matemáticas».137
Los entes dónde actúa la evolución son las poblaciones de organismos y no los
individuos. Theodosius Dobzhansky, uno de los fundadores de la síntesis moderna, lo
expresó la evolución del siguiente modo: «La evolución es un cambio en la
composición genética de las poblaciones. El estudio de los mecanismos evolutivos
corresponde a la genética poblacional».138 Esta idea llevó al «concepto biológico
de especie» desarrollado por Mayr en 1942: una comunidad de poblaciones que se
entrecruzan y que está reproductivamente aislada de otras comunidades.139140
La variabilidad fenotípica y genética en las poblaciones de plantas y de animales
se produce por la recombinación genética ―reorganización de segmentos de cromosomas
durante la reproducción sexual— y por las mutaciones aleatorias. La cantidad de
variación genética que una población de organismos con reproducción sexual puede
producir es enorme. Considérese la posibilidad de un solo individuo con un número
«N» de genes, cada uno con solo dos alelos. Este individuo puede producir 2N
espermatozoides u óvulos genéticamente diferentes. Debido a que la reproducción
sexual implica dos progenitores, cada descendiente puede, por tanto, poseer una de
las 4N combinaciones diferentes de genotipos. Así, si cada progenitor tiene 150
genes con dos alelos cada uno ―una subestimación del genoma humano―, cada uno de
los padres puede dar lugar a más de 1045 gametos genéticamente diferentes y más de
1090 descendientes genéticamente diferentes.[cita requerida]
La selección natural es la fuerza más importante que modela el curso de la
evolución fenotípica. En ambientes cambiantes, la selección direccional es de
especial importancia, porque produce un cambio en la media de la población hacia un
fenotipo nuevo que se adapta mejor a las condiciones ambientales alteradas. Además,
en las poblaciones pequeñas, la deriva génica aleatoria ―la pérdida de genes del
acervo genético― puede ser significativa.[cita requerida]
La especiación puede definirse como «un paso en el proceso evolutivo (en el que)
las formas... se vuelven incapaces de hibridarse».141 Se han descubierto y
estudiado en profundidad diversos mecanismos de aislamiento reproductivo. Se cree
que el aislamiento geográfico de la población fundadora es responsable del origen
de las nuevas especies en las islas y otros hábitats aislados y es probable que la
especiación alopátrica ―evolución divergente de poblaciones que están
geográficamente aisladas unas de otras― sea el mecanismo de especiación
predominante en el origen de muchas especies de animales.142 Sin embargo, la
especiación simpátrica ―la aparición de nuevos especies sin aislamiento geográfico―
también está documentada en muchos taxones, sobre todo en las plantas vasculares,
los insectos, los peces y las aves.143
Las transiciones evolutivas en estas poblaciones suelen ser graduales, es decir,
las nuevas especies evolucionan a partir de las variedades preexistentes por medio
de procesos lentos y en cada etapa se mantiene su adaptación específica.[cita
requerida]
La macroevolución ―la evolución filogenética por encima del nivel de especie o la
aparición de taxones superiores― es un proceso gradual, paso a paso, que no es más
que la extrapolación de la microevolución ―el origen de las razas y variedades, y
de las especies―.[cita requerida]
Equilibrio puntuado
Esta sección es un extracto de Equilibrio puntuado[editar]
Equilibrio interrumpido.svg
En biología evolutiva, la teoría del equilibrio puntuado,144 también denominado
equilibrio interrumpido, es una teoría que propone que una vez que una especie
aparece en el registro fósil, la población se estabiliza, mostrando pocos cambios
evolutivos durante la mayor parte de su historia geológica.145 Este estado de
cambio morfológico mínimo o nulo se llama estasis. Según la teoría, los cambios
evolutivos significativos son eventos raros y geológicamente rápidos de especiación
ramificada llamados cladogénesis. La cladogénesis es el proceso por el cual una
especie se divide en dos especies distintas, en lugar de transformarse gradualmente
en otra.146
En 1972, los paleontólogos Niles Eldredge y Stephen Jay Gould desarrollaron esta
teoría en un histórico artículo titulado «Punctuated equilibria: an alternative to
phyletic gradualism» («Equilibrios puntuados: una alternativa al gradualismo
filético»).149 El artículo se basó en el modelo de especiación geográfica de Ernst
Mayr,150 las teorías de la homeostasis genética y del desarrollo de Michael
Lerner,151 y su propia investigación empírica.152153 Eldredge y Gould propusieron
que el grado de gradualismo comúnmente atribuido a Charles Darwin154 es
prácticamente inexistente en el registro fósil, y que la estasis domina la historia
de la mayoría de las especies fósiles. La hipótesis del pulso de cambio de
Elisabeth Vrba apoya la teoría de Eldredge y Gould.
Teoría neutralista de la evolución molecular
Esta sección es un extracto de Teoría neutralista de la evolución molecular[editar]
La teoría neutralista de la evolución molecular establece que la gran mayoría de
los cambios evolutivos a nivel molecular son causados por la deriva genética de
mutantes neutros en cuanto a la selección natural.155 La teoría fue propuesta por
Motoo Kimura en 1968 y descrita en detalle en 1983 en su libro The Neutral Theory
of Molecular Evolution, y aunque fue recibida por algunos como un argumento contra
la teoría de Darwin de la evolución por medio de la selección natural, Kimura
mantuvo (con el acuerdo de la mayoría de quienes trabajan en biología evolutiva)
que las dos teorías son compatibles: "La teoría no niega el papel de la selección
natural en la determinación del curso de la evolución adaptativa". En cualquier
caso, la teoría atribuye un gran papel a la deriva genética.
Variabilidad
Artículos principales: Variabilidad genética y Genética de poblaciones.
El fenotipo de un organismo individual es el resultado de su genotipo y la
influencia del ambiente en el que vive y ha vivido. Una parte sustancial de la
variación entre fenotipos dentro de una población está causada por las diferencias
entre sus genotipos.158 La síntesis evolutiva moderna define la evolución como el
cambio de esa variación genética a través del tiempo. La frecuencia de cada alelo
fluctúa, siendo más o menos prevalente en relación con otras formas alternativas
del mismo gen. Las fuerzas evolutivas actúan mediante la dirección de esos cambios
en las frecuencias alélicas en uno u otro sentido. La variación de una población
para un gen dado desaparece cuando se produce la fijación de un alelo que ha
reemplazado enteramente a todas las otras formas alternativas de ese mismo gen.159
La variabilidad surge en las poblaciones naturales por mutaciones en el material
genético, migraciones entre poblaciones (flujo genético) y por la reorganización de
los genes a través de la reproducción sexual. La variabilidad también puede
provenir del intercambio de genes entre diferentes especies, por ejemplo a través
de la transferencia horizontal de genes en las bacterias o la hibridación
interespecífica en las plantas.160 A pesar de la constante introducción de
variantes nuevas a través de estos procesos, la mayor parte del genoma de una
especie es idéntica en todos los individuos que pertenecen a la misma.161 Sin
embargo, aun pequeños cambios en el genotipo pueden llevar a modificaciones
sustanciales del fenotipo. Así, los chimpancés y los seres humanos, por ejemplo,
solo difieren en aproximadamente el 5 % de sus genomas.162
Mutación
Artículo principal: Mutación
Los fragmentos de ADN que pueden cambiar de posición en los cromosomas, tales como
los transposones, constituyen una importante fracción del material genético de
plantas y animales y pueden haber desempeñado un papel destacado en su
evolución.184 Al insertarse en o escindirse de otras partes del genoma estas
secuencias pueden activar, inhibir, eliminar o mutar otros genes y, por ende, crear
nueva variabilidad genética.164 Asimismo, ciertas de estas secuencias se repiten
miles o millones de veces en el genoma y muchas de ellas han adoptado funciones
importantes, como por ejemplo, la regulación de la expresión genética.185
Recombinación genética
Artículo principal: Recombinación genética
Véase también: Evolución del sexo
La recombinación genética es el proceso mediante el cual la información genética se
redistribuye por transposición de fragmentos de ADN entre dos cromosomas durante la
meiosis ―y más raramente en la mitosis―. Los efectos son similares a los de las
mutaciones, es decir, si los cambios no son deletéreos se transmiten a la
descendencia y contribuyen a incrementar la diversidad dentro de cada especie.[cita
requerida]
Genética de poblaciones
Como se ha descrito previamente, desde un punto de vista genético la evolución es
un cambio intergeneracional en la frecuencia de los alelos dentro de una población
que comparte un mismo patrimonio genético.202 Una población es un grupo de
individuos de la misma especie que comparten un ámbito geográfico. Por ejemplo,
todas las polillas de una misma especie que viven en un bosque aislado forman una
población. Un gen determinado dentro de la población puede presentar diversas
formas alternativas, que son las responsables de la variación entre los diferentes
fenotipos de los organismos. Un ejemplo puede ser un gen de la coloración en las
polillas que tenga dos alelos: uno para color blanco y otro para color negro. El
patrimonio o acervo genético es el conjunto completo de los alelos de una
población, de forma que cada alelo aparece un número determinado de veces en un
acervo génico. La fracción de genes del patrimonio genético que están representadas
por un alelo determinado recibe el nombre de frecuencia alélica, por ejemplo, la
fracción de polillas en la población que presentan el alelo para color negro. La
evolución tiene lugar cuando hay cambios en la frecuencia alélica en una población
de organismos que se reproducen entre ellos, por ejemplo, si el alelo para color
negro se hace más común en una población de polillas.203
Para comprender los mecanismos que hacen que evolucione una población, es útil
conocer las condiciones necesarias para que la población no evolucione. El
principio de Hardy-Weinberg determina que la frecuencia de los alelos de una
población suficientemente grande permanecerá constante solo si la única fuerza que
actúa es la recombinación aleatoria de alelos durante la formación de los gametos y
la posterior combinación de los mismos durante la fertilización.204 En ese caso, la
población se encuentra en equilibrio de Hardy-Weinberg y, por lo tanto, no
evoluciona.203
Flujo genético
Artículo principal: Flujo genético
Cuando los leones machos alcanzan la madurez sexual, abandonan el grupo en el que
nacieron y se establecen en otra manada para aparearse, lo que asegura el flujo
génico entre manadas.205
El flujo genético es el intercambio de genes entre poblaciones, usualmente de la
misma especie. Como ejemplos de flujo génico se pueden mencionar el cruzamiento de
individuos tras la inmigración de una población en el territorio de otra, o, en el
caso de las plantas, el intercambio de polen entre poblaciones diferentes. La
transferencia de genes entre especies conlleva la formación de híbridos o la
transferencia horizontal de genes.206
Selección natural
Artículo principal: Selección natural
Diagrama que muestra como interaccionan las mutaciones y la selección natural para
originar cambios en las poblaciones de organismos
Las dos formas typica y carbonaria de la polilla Biston betularia posadas sobre el
mismo tronco. La forma typica, de color claro, es difícilmente observable sobre
este árbol que no se halla ennegrecido por el hollín, lo que la camufla de los
depredadores, tales como Parus major.
La selección natural es el proceso por el cual las mutaciones genéticas que mejoran
la capacidad reproductiva se vuelven, y permanecen, cada vez más frecuentes en las
sucesivas generaciones de una población. Se la califica a menudo de «mecanismo
autoevidente», pues es la consecuencia necesaria de tres hechos simples: (a) dentro
de las poblaciones de organismos hay variación heredable (b) los organismos
producen más descendientes de los que pueden sobrevivir, y (c) tales descendientes
tienen diferentes capacidades para sobrevivir y reproducirse.221
Por consiguiente, si un alelo aumenta la aptitud más que otros, con cada generación
el alelo será más común dentro de la población. Se dice que tales rasgos son
«seleccionados favorablemente». Una mejora de la supervivencia o una mayor
fecundidad son ejemplos de rasgos que pueden aumentar la aptitud. En cambio, la
menor aptitud causada por un alelo menos beneficioso o deletéreo hace que este sea
cada vez más raro en la población y sufra una «selección negativa».224 Hay que
subrayar que la aptitud de un alelo no es una característica fija: si el ambiente
cambia, los rasgos que antes eran neutros o nocivos pueden ser beneficiosos y
viceversa.225 Por ejemplo, la polilla Biston betularia presenta dos colores, uno
claro denominado forma typica y otro oscuro llamado forma carbonaria. La forma
typica, como su nombre indica, es la más frecuente en esta especie. No obstante,
durante la revolución industrial en el Reino Unido los troncos de muchos árboles
sobre los que se posaban las polillas se ennegrecieron por el hollín, lo que les
daba las polillas de color oscuro una mayor oportunidad de sobrevivir y producir
más descendientes al pasar más fácilmente desapercibidas para los depredadores.
Sólo cincuenta años después de que se descubriera la primera polilla melánica, casi
la totalidad de las polillas del área industrial de Manchester eran oscuras. Este
proceso se revirtió a causa de la «Ley del aire limpio» (Clean Air Act) de 1956,
que redujo la polución industrial. Al aclararse el color de los troncos, las
polillas oscuras volvieron a ser más fácilmente visibles por los depredadores y su
número disminuyó.226 Sin embargo, aunque la dirección de la selección cambie, los
rasgos que se hubiesen perdido en el pasado no pueden volver a obtenerse de forma
idéntica ―situación que describe la Ley de Dollo o «Ley de la irreversibilidad
evolutiva»―.227 De acuerdo con esta hipótesis, una estructura u órgano que se ha
perdido o descartado durante el transcurso de la evolución no volverá a aparecer en
ese mismo linaje de organismos.228229
Dentro de una población, la selección natural para un determinado rasgo que varía
en forma continua, como la altura, se puede categorizar en tres tipos diferentes.
El primero es la «selección direccional», que es un cambio en el valor medio de un
rasgo a lo largo del tiempo; por ejemplo, cuando los organismos cada vez son más
altos.231 En segundo lugar se halla la «selección disruptiva» que es la selección
de los valores extremos de un determinado rasgo, lo que a menudo determina que los
valores extremos sean más comunes y que la selección actúe en contra del valor
medio; esto implica, en el ejemplo anterior, que los organismos bajos y altos
tienen una ventaja, pero los de altura media no. Finalmente, en la «selección
estabilizadora», la selección actúa en contra de los valores extremos, lo que
determina una disminución de la varianza alrededor del promedio y una menor
variabilidad de la población para ese carácter en particular;221232 si se diera
este tipo de selección, todos los organismos de una población adquirirían
paulatinamente una altura similar.[cita requerida]
Deriva genética
Artículo principal: Deriva genética
El tiempo necesario para que un alelo quede fijado por la deriva genética depende
del tamaño de la población; la fijación tiene lugar más rápido en poblaciones más
pequeñas.242 La medida precisa de las poblaciones que es importante en este caso
recibe el nombre de tamaño poblacional efectivo, que fue definida por Sewall Wright
como el número teórico de ejemplares reproductivos que presenten el mismo grado
observado de consanguinidad.
Algunos rasgos que parecen ser simples adaptaciones son, de hecho, exaptaciones:
estructuras originalmente adaptadas para una función, pero que coincidentalmente se
hicieron útiles para otro propósito.280 Un ejemplo es el lagarto africano Holaspis
guentheri que desarrolló una cabeza y tronco muy aplastados para esconderse en las
grietas, como puede observarse en otros lagartos del mismo género. Sin embargo, en
esta especie, el cuerpo achatado le permite planear de árbol en árbol.280 Los
pulmones de los peces pulmonados ancestrales son una exaptación de las vejigas
natatorias de los peces teleósteos empleadas como regulador de la flotación.281
Coevolución
Artículo principal: Coevolución
La interacción entre organismos puede producir conflicto o cooperación. Cuando
interactúan dos especies diferentes, como un patógeno y un hospedador, o un
depredador y su presa, la evolución de una de ellas causa adaptaciones en la otra;
estos cambios en la segunda especie causan, a su vez, nuevas adaptaciones en la
primera. Este ciclo de selección y respuesta recibe el nombre de coevolución.287 Un
ejemplo es la producción de tetradotoxina por parte del tritón de Oregón y la
evolución de la resistencia a esta toxina en su predador, la serpiente de
jarretera. En esta pareja predador-presa, la carrera armamentista evolutiva
(Hipótesis de la Reina Roja) ha tenido como resultado una elevada producción de
toxina en el tritón, y un aumento correspondiente de resistencia a ella en la
serpiente.288 Un ejemplo de coevolución que no involucra competencia (Hipótesis del
Rey Rojo) son las interacciones simbióticas y mutualistas entre las micorrizas y
las raíces de las plantas o las abejas y las plantas que polinizan. Otro ejemplo de
entidad que coevoluciona con su huésped son los virus con las células. Las células
suelen desarrollar defensas en su sistema inmune para evitar infecciones virales,
sin embargo los virus deben mutar rápidamente para poder evitar dichas defensas
celulares o el sistema inmune del huésped. Por tanto, los virus son las únicas
entidades que evolucionan más rápidamente que cualquier otra para su existencia.
Los virus son entidades que solamente pueden evolucionar y sobrevivir en las
células. Según estudios recientes han venido coevolucionando con las células desde
sus orígenes (protobionte) y por ello su origen es anterior al del último
antepasado común universal. Los virus pudieron en surgir en esos protobiontes o
antes, para luego servir como un medio de transferencia horizontal de genes
(elemento genético móvil) y regular la población de determinados organismos
celulares. De hecho nuevos tipos de virus también pudieron ir surgiendo durante
diferentes etapas de la evolución, mediante diversos mecanismos moleculares como
recombinaciones entre elementos genéticos móviles con otros virus. Incluso pueden
saltar entre diversos organismos celulares y adquirir nuevos huéspedes.289290291
Especiación
Artículo principal: Especiación
La especiación (o cladogénesis) es el proceso por el cual una especie diverge en
dos o más especies descendientes.292 Los biólogos evolutivos ven las especies como
fenómenos estadísticos y no como categorías o tipos. Este planteamiento es
contrario al aún muy arraigado concepto clásico de especie como una clase de
organismos ejemplificados por un «espécimen tipo» que posee todas las
características comunes a dicha especie. En su lugar, una especie se concibe ahora
como un linaje que comparte un único acervo genético y evoluciona
independientemente. Según esta descripción, los límites entre especies son difusos,
a pesar de que se utilizan propiedades tanto genéticas como morfológicas para
ayudar a diferenciar entre linajes estrechamente relacionados.293 De hecho, la
definición exacta del término «especie» está todavía en discusión, particularmente
para organismos basados en células procariotas;294 es lo que se denomina «problema
de las especies».295 Diversos autores han propuesto una serie de definiciones
basadas en criterios diferentes, pero la aplicación de una u otra es finalmente una
cuestión práctica, dependiendo en cada caso concreto de las particularidades del
grupo de organismos en estudio.295 Actualmente, la unidad de análisis principal en
biología es la población, un conjunto observable de individuos que interactúan, en
lugar de la especie, un conjunto observable de individuos que se parecen entre sí.
[cita requerida]
Extinción
Artículo principal: Extinción
La extinción es la desaparición de una especie entera. No es un acontecimiento
inusual,311 y, de hecho, la práctica totalidad de especies animales y vegetales que
han vivido en la Tierra están actualmente extinguidas,312 por lo que parece que la
extinción es el destino final de todas las especies.313 Las extinciones tienen
lugar continuamente durante la historia de la vida, aunque el ritmo de extinción
aumenta drásticamente en los ocasionales eventos de extinción.314 La extinción del
Cretácico-Terciario, durante la cual se extinguieron los dinosaurios, es la más
conocida, pero la anterior extinción Permo-Triásica fue aún más severa, causando la
extinción de casi el 96 % de las especies.314 La extinción del Holoceno todavía
dura y está asociada con la expansión de la humanidad por el globo terrestre en los
últimos milenios. El ritmo de extinción actual es de 100 a 1000 veces mayor que el
ritmo medio, y hasta un 30 % de las especies pueden desaparecer a mediados del
siglo XXI.315 Las actividades humanas son actualmente la causa principal de la
extinción;316 es posible que el calentamiento global la acelere aún más en el
futuro.317
Microevolución y macroevolución
Artículos principales: Microevolución y Macroevolución.
Microevolución es un término usado para referirse a cambios en pequeña escala de
las frecuencias génicas en una población durante el transcurso de varias
generaciones. La adaptación de los insectos al uso de plaguicidas o la variación
del color de piel de los humanos son ejemplos de microevolución.319320 Estos
cambios pueden deberse a varios procesos: mutación, flujo génico, deriva génica o
selección natural.319 La genética de poblaciones es una rama de la biología
evolutiva aplica métodos bioestadísticos al estudio de los procesos de la
microevolución, como el color de la piel en la población mundial.[cita requerida]
Los cambios a mayor escala, desde la especiación hasta las grandes transformaciones
evolutivas ocurridas en largos períodos, son comúnmente denominados macroevolución.
La evolución de los anfibios a partir de un grupo de peces óseos es un ejemplo de
macroevolución. Los biólogos no acostumbran hacer una separación absoluta entre
macroevolución y microevolución, pues consideran que macroevolución es simplemente
microevolución acumulada durante escalas de tiempo grandes.321 Una minoría de
teóricos, sin embargo, considera que los mecanismos de la teoría sintética para la
microevolución no bastan para hacer esa extrapolación y que se necesitan otros
mecanismos. La teoría de los equilibrios puntuados, propuesta por Gould y Eldredge,
intenta explicar ciertas tendencias macroevolutivas que se observan en el registro
fósil.322
Filogenia
Artículo principal: Filogenia
La filogenia es la relación de parentesco entre especies o taxones en general.323
Aunque el término también aparece en lingüística histórica para referirse a la
clasificación de las lenguas humanas según su origen común, el término se utiliza
principalmente en su sentido biológico. La filogenética es una disciplina de la
biología evolutiva que se ocupa de comprender las relaciones históricas entre
diferentes grupos de organismos a partir de la distribución en un árbol o
cladograma dicotómico de los caracteres derivados (sinapomorfias) de un antecesor
común a dos o más taxones que contiene aquellos caracteres plesiomórficos en común.
[cita requerida]
Incluso en 1944, cuando se publicó el libro de Simpson Tempo and mode in evolution,
no se conocían todavía fósiles del Precámbrico y solo se disponía de unos pocos
ejemplos de formas intermedias en el registro fósil que enlazaran las formas
antiguas con las modernas. Desde entonces los científicos han explorado el período
Precámbrico con detalle y se sabe que la vida es mucho más antigua de lo que se
creía en los tiempos de Darwin. También se sabe que esas antiguas formas de vida
fueron los ancestros de todos los organismos aparecidos posteriormente en el
planeta. Asimismo desde finales del siglo xx se han descubierto, descrito y
analizado una gran cantidad de ejemplos representativos de formas fósiles
intermedias que enlazan a los principales grupos de vertebrados e, incluso, fósiles
de las primeras plantas con flor.5152 Como resultado de estos y otros avances
científicos, ha surgido una nueva disciplina de la Paleontología, denominada
Paleobiología.51324331332333334335
[La selección sexual] no depende de una lucha por la existencia sino de una lucha
entre los machos por la posesión de las hembras; el resultado no es la muerte del
competidor que no ha tenido éxito, sino el tener poca o ninguna descendencia. La
selección sexual es, por lo tanto, menos rigurosa que la selección natural.
Generalmente, los machos más vigorosos, aquellos que están mejor adaptados a los
lugares que ocupan en la naturaleza, dejarán mayor progenie. Pero en muchos casos
la victoria no dependerá del vigor sino de las armas especiales exclusivas del sexo
masculino[...] Entre las aves, la pugna es habitualmente de carácter más pacífico.
Todos los que se han ocupado del asunto creen que existe una profunda rivalidad
entre los machos de muchas especies para atraer por medio del canto a las hembras.
El tordo rupestre de Guayana, las aves del paraíso y algunas otras se congregan, y
los machos, sucesivamente, despliegan sus magníficos plumajes y realizan extraños
movimientos ante las hembras que, colocadas como espectadoras, eligen finalmente el
compañero más atractivo.
Darwin 1859:136-137
En su libro The Descent of Man describió numerosos ejemplos, tales como la cola del
pavo real y de la melena del león. Darwin argumentó que la competencia entre los
machos es el resultado de la selección de los rasgos que incrementan el éxito del
apareamiento de los machos competidores, rasgos que podrían, sin embargo, disminuir
las posibilidades de supervivencia del individuo. De hecho, los colores brillantes
hacen a los animales más visibles a los depredadores, el plumaje largo de los
machos de pavo real y de las aves del paraíso, o la enorme cornamenta de los
ciervos son cargas incómodas en el mejor de casos. Darwin sabía que no era
esperable que la selección natural favoreciera la evolución de tales rasgos
claramente desventajosos, y propuso que los mismos surgieron por selección sexual,
la cual depende no de una lucha por la existencia en relación con otros seres
orgánicos o condiciones externas, sino de una lucha entre los individuos de un
sexo, generalmente los machos, por la posesión del otro sexo. Darwin, 1871.
Para Darwin, la selección sexual incluía fundamentalmente dos fenómenos: la
preferencia de las hembras por ciertos machos ―selección intersexual, femenina, o
epigámica― y, en las especies polígamas, las batallas de los machos por el harén
más grande ―selección intrasexual―. En este último caso, el tamaño corporal grande
y la musculatura proporcionan ventajas en el combate, mientras que en el primero,
son otros rasgos masculinos, como el plumaje colorido y el complejo comportamiento
de cortejo los que se seleccionan a favor para aumentar la atención de las hembras.
Las ideas de Darwin en este sentido no fueron ampliamente aceptadas y los
defensores de la teoría sintética (Dobzhansky, Mayr y Huxley) en gran medida
ignoraron el concepto de selección sexual.[cita requerida]
Insectos eusociales
Durante la mayor parte del siglo XIX, intelectuales como Thomas Henry Huxley y
Peter Kropotkin debatieron fervientemente sobre si los animales cooperan y muestran
comportamientos altruistas.360 En 1902, Kropotkin ofreció una visión alternativa de
la supervivencia humana y animal en su libro El apoyo mutuo, donde declaró que la
asociación ofrece las mejores perspectivas de desarrollo para las especies.361362
Kropotkin acuñó el término evolución progresiva para describir cómo la ayuda mutua
se convirtió en la condición sine qua non de toda la vida social, animal y
humana.363
Una tercera teoría menos aceptada, dice que el sexo podría haber evolucionado como
una forma de canibalismo. Un organismo primitivo se comió a otro pero, en lugar de
digerirlo completamente, parte del ADN del organismo 'comido' se habría incorporado
al organismo 'comedor'.401
Hoy la teoría de la evolución está tan sujeta a la duda como la teoría de que la
Tierra gira alrededor del Sol.410
Aunque la evolución biológica es un hecho aceptado desde el siglo XVIII, su
explicación científica ha suscitado muchos debates.411 La teoría denominada
síntesis evolutiva moderna (o simplemente teoría sintética), es el modelo
actualmente aceptado por la comunidad científica para describir los fenómenos
evolutivos; y aunque no existe hoy una sólida teoría alternativa desarrollada,
científicos como Motō Kimura o Niles Eldredge y Stephen Jay Gould han reclamado la
necesidad de realizar una reforma, ampliación o sustitución de la teoría sintética,
con nuevos modelos capaces de integrar por ejemplo la biología del desarrollo o
incorporar dentro de la teoría actual una serie de descubrimientos biológicos cuyo
papel evolutivo se está debatiendo; tales como ciertos mecanismos hereditarios
epigenéticos, la transferencia horizontal de genes, o propuestas como la existencia
de múltiples niveles jerárquicos de selección o la plausibilidad de los fenómenos
de asimilación genómica para explicar procesos macroevolutivos.412
Tras diez mil generaciones, las bacterias ya mostraban bastantes diferencias con la
cepa ancestral. Las nuevas bacterias eran más grandes y se dividían mucho más
rápidamente en el medio de cultivo DM, utilizado para el experimento. El cambio más
llamativo consistió en que en uno de los subcultivos en la generación 31 500, las
bacterias comenzaron a consumir el citrato presente en el medio DM y que E. coli no
es normalmente capaz de metabolizar. Por lo tanto, las bacterias en ese subcultivo
evolucionaron para adaptarse y crecer mejor en las condiciones de su ambiente.Otro
cambio evolutivo importante se produjo pasadas veinte mil generaciones: las
bacterias de un segundo subcultivo experimentaron un cambio en su tasa de mutación,
provocando una acumulación de mutaciones en su genoma (fenotipo hipermutable). Al
tratarse de un cultivo en medio ambiente constante, la mayor parte de las nuevas
mutaciones fueron neutrales, pero también se observó un incremento de las
mutaciones beneficiosas en los descendientes de este subcultivo.433
Por ejemplo, Francis Galton utilizó argumentos eugenésicos para promover políticas
de mejoramiento del patrimonio génico humano, como incentivos para la reproducción
de aquellos con «buenos» genes, y la esterilización forzosa, pruebas prenatales,
contracepción e, incluso, la eliminación de las personas con «malos» genes.447 Otro
ejemplo de este uso de la teoría de la evolución es el darwinismo social, concebida
por Herbert Spencer, que popularizó el término de «supervivencia del más apto» y
que se utilizó para justificar el sexismo, el imperialismo, la desigualdad social,
la superioridad racial (que ayudaron a inspirar la ideología nazi)448449450 como
consecuencias inevitables de las leyes naturales.451 En Estados Unidos se usó el
darwinismo social para argumentar a favor de restringir la inmigración o para
promulgar leyes estatales que requieran esterilización de "deficientes
mentales".449 Sin embargo, el mismo Darwin rechazó varias de estas ideas452, y los
científicos y filósofos contemporáneos consideran que estas ideas no se hallan
implícitas en la teoría evolutiva ni están respaldadas por la información
disponible.453454455
Por otro lado, los filósofos Karl Marx y Friedrich Engels vieron en la nueva
comprensión biológica de la evolución por selección natural de Darwin como esencial
para la nueva interpretación del socialismo científico,456457458 ya que según Marx,
proporciona una "base en las ciencias naturales para la lucha de clases en la
historia".459 El mismo Marx se consideraba como un admirador de Darwin y lo citó
varias veces a en sus obras. En El Capital, el cual le regalo una copia, concluyó
que “se debe escribir una historia de la tecnología como la que Darwin ha escrito
en el mundo natural sobre la formación de los órganos animales y vegetales”.457
Engels sostuvo que la aplicación de los implementos de trabajo desempeñó un papel
decisivo en la diferenciación del hombre respecto del mundo animal460 y recurrió a
Lewis H. Morgan y su teoría de la evolución social en su obra El origen de la
familia, la propiedad privada y el estado. Según Alexander Vucinich, "Engels dio
crédito a Marx por extender la teoría de Darwin al estudio de la dinámica interna y
el cambio en la sociedad humana".461 En la década de 1890, Piotr Kropotkin publicó
El apoyo mutuo como respuesta anarcocomunista al darwinismo social y en particular
al ensayo del siglo xix «La lucha por la existencia» de Thomas H. Huxley.
Evolución y religión
Artículos principales: Creacionismo, Diseño inteligente y Evolución teísta.
A partir de 1950 la Iglesia católica tomó una posición neutral con respecto a la
evolución con la encíclica Humani generis del papa Pío XII.473 En ella se distingue
entre el alma, tal como fue creada por Dios, y el cuerpo físico, cuyo desarrollo
puede ser objeto de un estudio empírico:
No pocos ruegan con insistencia que la fe católica tenga muy en cuenta tales
ciencias; y ello ciertamente es digno de alabanza, siempre que se trate de hechos
realmente demostrados; pero es necesario andar con mucha cautela cuando más bien se
trate sólo de hipótesis, que, aun apoyadas en la ciencia humana, rozan con la
doctrina contenida en la Sagrada Escritura o en la tradición.475
En 1996, Juan Pablo II afirmó que «la teoría de la evolución es más que una
hipótesis» y recordó que «El Magisterio de la Iglesia está interesado directamente
en la cuestión de la evolución, porque influye en la concepción del hombre».476 El
papa Benedicto XVI ha afirmado que «existen muchas pruebas científicas en favor de
la evolución, que se presenta como una realidad que debemos ver y que enriquece
nuestro conocimiento de la vida y del ser como tal. Pero la doctrina de la
evolución no responde a todos los interrogantes y sobre todo no responde al gran
interrogante filosófico: ¿de dónde viene todo esto y cómo todo toma un camino que
desemboca finalmente en el hombre?».477 La otras denominaciones como la Asamblea
General de la Iglesia Presbiteriana declararon que «no hay contradicción entre una
teoría evolutiva de los orígenes humanos y la doctrina de Dios como Creador». En
cuanto en el judaísmo, la Conferencia Central de Rabinos Americanos declaró que «la
ignorancia de los estudiantes sobre la evolución socavará seriamente su comprensión
del mundo y las leyes naturales que lo gobiernan, y su introducción a otras
explicaciones descritas como 'científicas' les dará ideas falsas sobre métodos y
criterios científicos».25
Véase también
Evolución experimental
Evolución humana
Evolución convergente
Evidencia de antepasado común
Sociedad Española de Biología Evolutiva (SESBE)
Dinámica de sistemas
Teoría de sistemas
Gran Historia
Especie en anillo
Referencias
«Evolution Resources at the National Academies: Definitions». National Academies
of Sciences, Engineering, and Medicine. Consultado el 28 de marzo de 2021.
Hall, B. K., Hallgrímsson, B. (2008). Strickberger's Evolution (4th edición).
Jones & Bartlett. p. 762. ISBN 0763700665. Archivado desde el original el 28 de
junio de 2012.
Kutschera, U., Karl J. Niklas (2004). «The modern theory of biological evolution:
an expanded synthesis». Naturwissenschaften (en inglés) 91 (6): 255-276.
doi:10.1007/s00114-004-0515-y.
Hall y Hallgrímsson, 2008
Cracraft, Joel.; Donoghue, Michael J. (2004). Assembling the tree of life. Oxford
University Press. p. 33. ISBN 1-4237-2073-3. OCLC 61342697. Consultado el 10 de
octubre de 2020.
NAS 2008, p. 17 Archivado el 30 de junio de 2015 en Wayback Machine.
Eldredge, N. & S. J. Gould, 1972.«Punctuated equilibria: an alternative to
phyletic gradualism» En: T. J. M. Schopf (ed.), Models in Paleobiology. San
Francisco: Freeman Cooper. pp. 82-115.
Courtland, Rachel (2 de julio de 2008). «Did newborn Earth harbour life?». New
Scientist. Consultado el 27 de septiembre de 2014.
A genomic timescale of prokaryote evolution: insights into the origin of
methanogenesis, phototrophy, and the colonization of land. BMC.
Phylogenomics of 10,575 genomes reveals evolutionary proximity between domains
Bacteria and Archaea. Nature.
Bonnett, Charles (1762). Consideration sur les corps organisés. Amsterdam: Marc
Michel-Rey.
Richards, R. (1993). The meaning of evolution: the morphological construction and
ideological reconstruction of Darwin's theory. The University of Chicago Press. p.
10.
Mayr, Ernst (1982). The Growth of Biological Thought: Diversity, Evolution, and
Inheritance (en inglés). Cambridge, Mass.: The Belknap Press of Harvard University
Press. ISBN 0-674-36445-7.
Darwin, C. (1872) On the origin of species (6.ª ed.). John Murray, Londres.
Darwin, Charles; Wallace, Alfred Russel (1858). «On the tendency of species to
form varieties; and on the perpetuation of varieties and species by natural means
of selection». Journal of the Proceedings of the Linnean Society of London. Zoology
3: 45-62.
Cordón, Faustino (1982). La evolución conjunta de los animales y su medio.
Anthropos Editorial. p. 15. ISBN 9788485887064.
Darwin, Charles (1859), On the origin of species by means of natural selection, or
the preservation of favoured races in the struggle for life (1.ª edición), Londres:
John Murray.
BBC Mundo (10 de marzo de 2019): Al-Jahiz, el filósofo musulmán que tuvo la idea
de la evolución 1.000 años antes que Darwin. BBC Mundo. Consultado el 10 de marzo
de 2019. [En esta fuente hay una errata obvia en la fecha de nacimiento de Al-
Jahiz, el año 77, el correcto es ca. 776]
Álvarez, Fernando (2007). «“El Libro de los Animales” de al-Jahiz, un esbozo
evolucionista del siglo IX». eVOLUCIÓN 2 (1): 25-29.
Mayr, E. (1993) «What was the evolutionary synthesis?» Trends Ecol Evol 8:31-34.
Mayr, E. (2001) What evolution is. Basic Books, Nueva York. ISBN 0-465-04426-3
Mahner, M., Bunge, M. (1997) Foundations of biophilosophy. Springer, Berlín,
Heidelberg, Nueva York. ISBN 3-540-61838-4
Futuyma, Douglas J., ed. (1999). «Evolution, Science, and Society: Evolutionary
Biology and the National Research Agenda» (Executive summary). New Brunswick, New
Jersey: Office of University Publications, Rutgers, The State University of New
Jersey. OCLC 43422991. Archivado desde el original el 31 de enero de 2012.
Consultado el 24 de noviembre de 2014.
«Evolution Resources at the National Academies: Evolution and Society». National
Academies of Sciences, Engineering, and Medicine. Consultado el 28 de marzo de
2021.
«Evolution Resources at the National Academies: Science and Religion». National
Academies of Sciences, Engineering, and Medicine. Consultado el 28 de marzo de
2021.
Penny, D.; Poole, A. (1999). «The nature of the last universal common ancestor».
Curr. Opin. Genet. Dev. 9 (6): 672-77. PMID 10607605. doi:10.1016/S0959-
437X(99)00020-9.
Bapteste, E.; Walsh, D. A. (2005). «Does the 'Ring of Life' ring true?». Trends
Microbiol. 13 (6): 256-61. PMID 15936656. doi:10.1016/j.tim.2005.03.012.
«Biogeography: Wallace and Wegener». Understanding evolution (en inglés).
Universidad de Berkeley. Consultado el 12 de julio de 2018.
«Homologies». Understanding evolution (en inglés). Universidad de Berkeley.
Consultado el 14 de julio de 2018.
«Learning about evolutionary history». Understanding evolution (en inglés).
Universidad de Berkeley. Consultado el 17 de julio de 2018.
Mayr, E. (1942). Systematics and the origin of species, Columbia University Press,
New York.
Doolittle, W. F.; Bapteste, E. (febrero de 2007). «Pattern pluralism and the Tree
of Life hypothesis». Proc. Natl. Acad. Sci. U.S.A. 104 (7): 2043-9. PMC 1892968.
PMID 17261804. doi:10.1073/pnas.0610699104.
Kunin, V.; Goldovsky, L.; Darzentas, N.; Ouzounis, C. A. (2005). «The net of life:
reconstructing the microbial phylogenetic network». Genome Res. 15 (7): 954-9. PMC
1172039. PMID 15965028. doi:10.1101/gr.3666505.
Jablonski, D. (1999). «The future of the fossil record». Science 284 (5423): 2114-
16. PMID 10381868. doi:10.1126/science.284.5423.2114.
Mason, S. F. (1984). «Origins of biomolecular handedness». Nature 311 (5981): 19-
23. PMID 6472461. doi:10.1038/311019a0.
Wolf, Y. I.; Rogozin, I. B.; Grishin, N. V.; Koonin, E. V. (2002). «Genome trees
and the tree of life». Trends Genet. 18 (9): 472-79. PMID 12175808.
doi:10.1016/S0168-9525(02)02744-0.
Varki, A.; Altheide, T. K. (2005). «Comparing the human and chimpanzee genomes:
searching for needles in a haystack». Genome Res. 15 (12): 1746-58. PMID 16339373.
doi:10.1101/gr.3737405.
Kover, Paula. «The five most common misunderstandings about evolution». The
Conversation (en inglés). Consultado el 17 de julio de 2018.
Peretó, J. (2005). «Controversies on the origin of life». Int. Microbiol. 8 (1):
23-31. PMID 15906258.
Alberts, J. y col. (2002). Molecular Biology of the Cell, 4.ª edición, Routledge,
ISBN 0-8153-3218-1.
Luisi, P. L., Ferri, F., Stano, P. (2006). «Approaches to semi-synthetic minimal
cells: a review». Naturwissenschaften 93 (1): 1-13. PMID 16292523.
doi:10.1007/s00114-005-0056-z.
Trevors, J. T., Abel, D. L. (2004). «Chance and necessity do not explain the
origin of life». Cell Biol. Int. 28 (11): 729-39. PMID 15563395.
doi:10.1016/j.cellbi.2004.06.006.Forterre, P., Benachenhou-Lahfa, N., Confalonieri,
F., Duguet, M., Elie, C., Labedan, B. (1992). «The nature of the last universal
ancestor and the root of the tree of life, still open questions». BioSystems 28 (1-
3): 15-32. PMID 1337989. doi:10.1016/0303-2647(92)90004-I.
Cowen, R. (2000). History of Life (en inglés) (3rd edición). Blackwell Science. p.
6. ISBN 0632044446.
Orgel, L. E. (octubre de 1994). «The origin of life on the earth» (PDF).
Scientific American (en inglés) 271 (4): 76-83. PMID 7524147.
doi:10.1038/scientificamerican1094-76. Consultado el 30 de agosto de 2008.
Joyce, G. F. (2002). «The antiquity of RNA-based evolution». Nature 418 (6894):
214-21. PMID 12110897. doi:10.1038/418214a.
Trevors, J. T., Psenner, R. (2001). «From self-assembly of life to present-day
bacteria: a possible role for nanocells». FEMS Microbiol. Rev. 25 (5): 573-82. PMID
11742692. doi:10.1111/j.1574-6976.2001.tb00592.x.
Beech, Martin (2016). The Pillars of Creation: Giant Molecular Clouds, Star
Formation, and Cosmic Recycling (en inglés). Springer. pp. 239-241. ISBN
9783319487755.
Shen, Y. y Buick, R. (2004). «The antiquity of microbial sulfate reduction».
Earth-Science Reviews 64: 243-272. Archivado desde el original el 11 de agosto de
2011. Consultado el 16 de mayo de 2010.
Allen P. Nutman, Vickie C. Bennett, Clark R. L. Friend, Martin J. Van Kranendonk &
Allan R. Chivas, Rapid emergence of life shown by discovery of 3,700-million-year-
old microbial structures, Nature (2016).
Schopf, J. W. (1993). «Microfossils of the Early Archean Apex chert: new evidence
of the antiquity of life», en Science 260:640-646.
Schopf, J. W. (1999). Cradle of life: the discovery of Earth’s earliest fossils.
Princeton (Nueva Jersey): Princeton University Press. ISBN 0-691-00230-4.
Knoll, A. H. (2003) Life on a young planet: the first three billion years of
evolution on earth. Princeton University Press, Princeton, N.J. ISBN 0-691-12029-3
Shen, Y., Buick, R., Canfield, D. E. (2001) Isotopic evidence for microbial
sulphate reduction in the early Archean era. Nature 410:77-81.
Lang, B., Gray, M., Burger, G. (1999). «Mitochondrial genome evolution and the
origin of eukaryotes». Annu Rev Genet 33: 351-97. PMID 10690412.
doi:10.1146/annurev.genet.33.1.351.
McFadden, G (1999). «Endosymbiosis and evolution of the plant cell». Curr Opin
Plant Biol 2 (6): 513-19. PMID 10607659. doi:10.1016/S1369-5266(99)00025-4.
Cavalier-Smith, T. (2006). «Cell evolution and Earth history: stasis and
revolution». Philos Trans R Soc Lond B Biol Sci 361 (1470): 969-1006. PMC 1578732.
PMID 16754610. doi:10.1098/rstb.2006.1842.
Schopf, J. (2006). «Fossil evidence of Archaean life». Philos Trans R Soc Lond B
Biol Sci 361 (1470): 869-85. PMC 1578735. PMID 16754604.
doi:10.1098/rstb.2006.1834.
Altermann, W., Kazmierczak, J. (2003). «Archean microfossils: a reappraisal of
early life on Earth». Res Microbiol 154 (9): 611-17. PMID 14596897.
doi:10.1016/j.resmic.2003.08.006.
Schopf, J. W. (1994). «Disparate rates, differing fates: tempo and mode of
evolution changed from the Precambrian to the Phanerozoic». Proc Natl Acad Sci U S
a 91 (15): 6735-42. PMC 44277. PMID 8041691. doi:10.1073/pnas.91.15.6735.
Imachi, Hiroyuki, et al. Isolation of an archaeon at the prokaryote-eukaryote
interface. bioRxiv (2019): 726976.
Katarzyna Zaremba-Niedzwiedzka et al. 2016-2017, Asgard archaea illuminate the
origin of eukaryotic cellular complexity. Nature 541, 353–358 (19 January 2017)
doi:10.1038/nature21031
Williams, Tom & Cox, Cymon & Foster, Peter & Szollosi, Gergely & Embley, T..
(2020). Phylogenomics provides robust support for a two-domains tree of life.
Nature Ecology & Evolution. 4. 1-10. 10.1038/s41559-019-1040-x.
Martin, W. (2005). «The missing link between hydrogenosomes and mitochondria».
Trends Microbiol. 13 (10): 457-59. PMID 16109488. doi:10.1016/j.tim.2005.08.005.
Bell PJ (September 2001). «Viral eukaryogenesis: was the ancestor of the nucleus a
complex DNA virus?». Journal of Molecular Evolution 53 (3): 251-6.
Bibcode:2001JMolE..53..251L. PMID 11523012. doi:10.1007/s002390010215.
Takemura M (May 2001). «Poxviruses and the origin of the eukaryotic nucleus».
Journal of Molecular Evolution 52 (5): 419-25. Bibcode:2001JMolE..52..419T. PMID
11443345. doi:10.1007/s002390010171.
A molecular timescale of eukaryote evolution and the rise of complex multicellular
life. BMC Evolutionary Biology.
Olivier De Clerck et al. 2012 Diversity and Evolution of Algae Primary
Endosymbiosis. Advances in Botanical Research, Volume 64, Elsevier Ltd. ISSN 0065-
2296, http://dx.doi.org/10.1016/B978-0-12-391499-6.00002-5
Taylor, F.J.R. 1974, Implications and extensions of the Serial Endosymbiosis
Theory of the origin of eukaryotes Taxon 23 (2/3): 229-258.
Emma T. Steenkamp y otros. (2006). The Protistan Origins of Animals and Fungi.
Molecular Biology and Evolution 23(1):93-106
A Phylogenomic Investigation into the Origin of Metazoa Oxford Academic.
Elisabeth Hehenberger et al. Novel Predators Reshape Holozoan Phylogeny and Reveal
the Presence of a Two-Component Signaling System in the Ancestor of Animals.
Science Direct.
Organism motility in an oxygenated shallow-marine environment 2.1 billion years
ago. PNAS.
Knoll, A. H. (1999). «A new molecular window on early life.» Science 285:1025-
1026.
Martin, W., Russell, M. J. (2003). «On the origins of cells: a hypothesis for the
evolutionary transitions from abiotic geochemistry to chemoautotrophic prokaryotes,
and from prokaryotes to nucleated cells.» Philos Trans R Soc Lond B 358:59-85.
El Albani, Abderrazak (2014). «The 2.1 Ga Old Francevillian Biota: Biogenicity,
Taphonomy and Biodiversity». PLoS ONE 9 (6). doi:10.1371/journal.pone.0099438.
DeLong, E., Pace, N. (2001). «Environmental diversity of bacteria and archaea».
Syst Biol 50 (4): 470-8. PMID 12116647. doi:10.1080/106351501750435040.
Narbonne, Guy (junio de 2006). «The Origin and Early Evolution of Animals».
Department of Geological Sciences and Geological Engineering, Queen's University.
Archivado desde el original el 24 de julio de 2015. Consultado el 10 de marzo de
2007.
Droser y Gehling 2008. «Synchronous Aggregate Growth in an Abundant New Ediacaran
Tubular Organism.» Science 319: 1660-1662.
Kaiser, D. (2001). «Building a multicellular organism». Annu. Rev. Genet. 35: 103-
23. PMID 11700279. doi:10.1146/annurev.genet.35.102401.090145.
Valentine, J. W., Jablonski, D., Erwin, D. H. (1 de marzo de 1999). «Fossils,
molecules and embryos: new perspectives on the Cambrian explosion». Development 126
(5): 851-9. PMID 9927587.
Ohno, S. (1997). «The reason for as well as the consequence of the Cambrian
explosion in animal evolution». J. Mol. Evol. 44 supl. 1: S23-7. PMID 9071008.
doi:10.1007/PL00000055.
Valentine, J., Jablonski, D. (2003). «Morphological and developmental
macroevolution: a paleontological perspective». Int. J. Dev. Biol. 47 (7-8): 517-
22. PMID 14756327.
Waters, E. R. (2003). «Molecular adaptation and the origin of land plants». Mol.
Phylogenet. Evol. 29 (3): 456-63. PMID 14615186. doi:10.1016/j.ympev.2003.07.018.
Gayo Marcio Censorino De Die Natali, IV, 7. Versión en latin, traducción al
francés. Consultada el 10 de julio de 2011.
Couprie, Dirk L. «Anaximander». Internet Encyclopedia of Philosophy. Consultado el
9 de julio de 2011..
Campbell, Gordon. «Empedocles». Internet Encyclopedia of Philosophy. Consultado el
9 de julio de 2011.
«Lucretius and the New Empedocles DAVID SEDLEY (CAMBRIDGE) ISSN 1477-3643».
web.archive.org. 23 de agosto de 2014. Consultado el 15 de agosto de 2019.
«Lucretius, De Rerum Natura, BOOK V, line 855». www.perseus.tufts.edu. Consultado
el 15 de agosto de 2019.
Sedley, David (2018). Zalta, Edward N., ed. Lucretius (Winter 2018 edición).
Metaphysics Research Lab, Stanford University. p. The Stanford Encyclopedia of
Philosophy. Consultado el 18 de septiembre de 2019.
«History of Evolution». Internet Encyclopedia of Philosophy. Archivado desde el
original el 28 de junio de 2019. Consultado el 17 de septiembre de 2019.
Singer, Charles (1931). A Short History of Biology. Clarendon Press.
Johnston, Ian (1999). «Section Three: The Origins of Evolutionary Theory». ... And
Still We Evolve: A Handbook on the History of Modern Science. Liberal Studies
Department, Malaspina University College. Consultado el 11 de agosto de 2007.
Lovejoy, Arthur (1936). The Great Chain of Being: A Study of the History of an
Idea (en inglés). Harvard University Press. ISBN 0-674-36153-9.
Torrey, Harry Beal; Felin, Frances (1 de marzo de 1937). «Was Aristotle an
Evolutionist?». The Quarterly Review of Biology 12 (1): 1-18. ISSN 0033-5770.
doi:10.1086/394520. Consultado el 15 de agosto de 2019.
Sedley, David (16 de enero de 2008). Creationism and Its Critics in Antiquity (en
inglés). University of California Press. ISBN 9780520934368. Consultado el 18 de
septiembre de 2019.
Edelstein, Ludwig (1944). «Aristotle and the Concept of Evolution». The Classical
Weekly 37 (13): 148-150. ISSN 1940-641X. doi:10.2307/4341872. Consultado el 18 de
septiembre de 2019.
Generación de los animales, Libro IV.
Ariew, André (2002). «Platonic and Aristotelian Roots of Teleological Arguments».
En Ariew, André; Cummins, Robert; Perlman, Mark, eds. Functions: New Essays in the
Philosophy of Psychology and Biology. Oxford; New York: Oxford University Press.
ISBN 978-0-19-824103-4. LCCN 2002020184. OCLC 48965141.
Mason, Stephen Finney (1962). A history of the sciences. Collier books. Science
library (New rev. ed edición). Collier Books. Consultado el 15 de agosto de 2019.
De civitate dei, XV, 1
WILLIAM E. CARROLL. «Creation, Evolution, and Thomas Aquinas».
catholiceducation.org.
Chan, Wing-Tsit (1963). A Source Book In Chinese Philosophy. Princeton University
Press. p. 204. ISBN 0-691-01964-9.
Needham, Joseph; Ronan, Colin Alistair (1995). The Shorter Science and
Civilisation in China: An Abridgement of Joseph Needham's Original Text, Vol. 1.
Cambridge University Press. ISBN 0-521-29286-7.
«The first theory of evolution is 600 years older than Darwin]». The Vintage News.
27 de agosto de 2016.
Sapp, Jan (2003). Genesis: The Evolution of Biology (en inglés). Oxford University
Press. ISBN 0-19-515618-8.
López Corredoira, M. (2009): “Las implicaciones materialistas de la teoría de
Darwin”, Revista de Medicina y Humanidades, Nº 2, p. 6
https://studylib.es/doc/5402190/las-implicaciones-materialistas-de-la-teor%C3%ADa-
de-darwin
Mayr, Ernst (1982). The growth of biological thought: diversity, evolution, and
inheritance. Belknap Press. pp. 256–257. ISBN 9780674364455. Consultado el 17 de
agosto de 2019.
«Carl Linnaeus (1707-1778)». https://ucmp.berkeley.edu.
Province, W. B.; Ernst, Mayr, ed. (1998). The Evolutionary Synthesis: Perspectives
on the Unification of Biology (en inglés). Harvard University Press. ISBN 0-674-
27225-0.
«Erasmus Darwin (1731-1802)». Evolution (Online exhibit). Berkeley, California:
University of California Museum of Paleontology. October 4, 1995. Archivado desde
el original el 19 de enero de 2012. Consultado el 11 de febrero de 2012. Parámetro
desconocido |url-status= ignorado (ayuda)
Lamarck, 1809
Gould, Stephen Jay (2002). The Structure of Evolutionary Theory (en inglés).
Belknap Press of Harvard University Press. ISBN 0-674-00613-5.
Moya, A. (1989): Sobre la estructura de la teoría de la evolución. Editorial
Anthropos, S. A. Servicio Editorial de la Universidad del País Vasco. Nueva
ciencia, 5. 174 págs. ISBN 84-7658-154-8
Sulloway, Frank J. (June 2009). «Why Darwin rejected intelligent design». Journal
of Biosciences 34 (2): 173-183. ISSN 0250-5991. PMID 19550032. doi:10.1007/s12038-
009-0020-8.
«Darwin, C. R. to Lubbock, John». Darwin Correspondence Project. Cambridge:
University of Cambridge. Archivado desde el original el 15 de diciembre de 2014.
Consultado el 1 de diciembre de 2014. Letter 2532, November 22, 1859.
Racine, Valerie, "Essay: The Cuvier-Geoffroy Debate". Embryo Project Encyclopedia
(2013-10-07). Essay: The Cuvier-Geoffroy Debate ISSN 1940-5030 Essay: The Cuvier-
Geoffroy Debate
Étienne Geoffroy Saint Hilaire Collection 1811-1844 Archivado el 7 de enero de
2014 en Wayback Machine.
Browne, E. Janet (2002). Charles Darwin: Vol. 2 The Power of Place. Londres:
Jonathan Cape. ISBN 0-7126-6837-3.
Larson, Edward J. (2004). Evolution: The Remarkable History of a Scientific Theory
(en inglés). Modern Library. ISBN 0-679-64288-9.
Desmond, Adrian; Moore, James (1994). Darwin: The Life of a Tormented Evolutionist
(en inglés). W. W. Norton & Company. ISBN 0393311503.
Bowler, Peter J. (2003). Evolution: The History of an Idea (en inglés) (3.ª
edición). University of California Press. ISBN 0-52023693-9.
C.V, DEMOS, Desarrollo de Medios, S. A. de (7 de junio de 2009). «La Jornada:
Malthus y Darwin». www.jornada.com.mx. Consultado el 10 de julio de 2020.
Sober, Elliott (16 de junio de 2009). «Did Darwin write the Origin backwards?».
Proceedings of the National Academy of Sciences of the United States of America 106
(Suppl 1): 10048-10055. ISSN 0027-8424. PMC 2702806. PMID 19528655.
doi:10.1073/pnas.0901109106. Consultado el 31 de diciembre de 2020.
Cowan, Ian (11 de julio de 2008). «A Trumpery Affair How Wallace stimulated Darwin
to publish and be damned». Proceedings of the Symposium: Wallace and Darwin's
Theory of Natural Selection 150 years on - current views.
Darwin, Charles; Wallace, Alfred (August 20, 1858). «On the Tendency of Species to
form Varieties; and on the Perpetuation of Varieties and Species by Natural Means
of Selection». Zoological Journal of the Linnean Society|Journal of the Proceedings
of the Linnean Society of London. Zoology 3 (9): 45-62. ISSN 1096-3642.
doi:10.1111/j.1096-3642.1858.tb02500.x. Archivado desde el original el 14 de julio
de 2007. Consultado el 13 de mayo de 2007.
Dawkins, R. (2002) «The reading of the Darwin-Wallace papers commemorated – in the
Royal Academy of Arts». Linnean, 18:17-24.
Kutschera, U. (2003) «A comparative analysis of the Darwin–Wallace papers and the
development of the concept of natural selection.» Theory Biosci., 122:343-359.
«Thomas Henry Huxley | Biography & Facts». Encyclopedia Britannica (en inglés).
Consultado el 31 de diciembre de 2020.
Wallace, A. R. (1889) Darwinism. An exposition of the theory of natural selection
with some of its applications. MacMillan, London.
Bowler, Peter J. (2003). Evolution: The History of an Idea (3.ª edición).
University of California Press. ISBN 0-520-23693-9.
Romanes GJ (1895) Darwin and after Darwin, vol 2. Open Court, Chicago.
Weismann, A. (1892) Das Keimplasma. Eine Theorie der Vererbung. Fischer, Jena,
Alemania.
Mayr, E. (1982) The growth of biological thought: diversity, evolution and
inheritance. Harvard University Press, Cambridge, Mass. ISBN 0-674-36446-5
Junker, T. (2004) Die zweite Darwinsche Revolution. Geschichte des Synthetischen
Darwinismus in Deutschland 1924 bis 1950. Marburg: Basilisken-Presse. Acta
Biohistorica, 8. 635 págs. ISBN 3-925347-67-4
Reif, W.-E., Junker, T., Hoßfeld, U. (2000). «The synthetic theory of evolution:
general problems and the German contribution to the synthesis.» Theory Biosci.,
119:41-91.
«Ask an expert». Nature Education (en inglés). 11 de septiembre de 2012.
Huxley, J. S. (1942) Evolution: the modern synthesis. Londres: Allen and Unwin.
Ruse, M. (1996) Monad to man: the concept of progress in evolutionary biology.
Cambridge, Mass.: Harvard University Press ISBN 0-674-03248-9
Huxley, 1942. Óp. cit. p. 13.
«Evolution is a change in the genetic composition of populations. The study of the
mechanisms of evolution falls within the province of population genetics»
(Dobzhansky, 1951).
Mayr, E. (1992) «A local flora and the biological species concept». Am. J. Bot.,
79:222-238.
Beurton, P. J. (2002) «Ernst Mayr through time on the biological species concept:
a conceptual analysis». Theory Biosci., 121:81-98.
Dobzhansky, 1937, p. 312.
Mayr, E. y Diamond, J. (2001) The birds of northern Melanesia. Speciation, Ecology
and Biogeography. New York: Oxford University Press. 548 págs. ISBN 978-0-19-
514170-2
Howard, D. J. y Berlocher, S. H. (eds.) (1998) Endless forms: species and
speciation. Nueva York: Oxford University Press
«Equilibrio puntuado» es la traducción literal de la expresión 'Punctuated
Equilibrium' cuyo uso está más extendido en las traducciones. No obstante,
expresiones más acordes al sentido de la expresión inglesa serían «equilibrio
intermitente» o «equilibrio interrumpido».
Eldredge, Niles and S. J. Gould (1972). "Punctuated equilibria: an alternative to
phyletic gradualism" In T.J.M. Schopf, ed., Models in Paleobiology. San Francisco:
Freeman Cooper. pp. 82-115. Reprinted in N. Eldredge Time frames. Princeton:
Princeton Univ. Press, 1985, pp. 193-223. (2nd draft, 3rd final draft, Published
draft)
Gould, Stephen Jay, & Eldredge, Niles (1977). "Punctuated equilibria: the tempo
and mode of evolution reconsidered." Archivado el 8 de mayo de 2018 en Wayback
Machine. Paleobiology 3 (2): 115-151. (p.145)
Eldredge, N. y Gould, S.J. (1977): Punctuated Equilibria: The Tempo and Mode of
Evolution Reconsidered. Paleobiology, 3(2): 115-151.
Gould, S. J. (1982) "Punctuated Equilibrium—A Different Way of Seeing." New
Scientist 94 (Apr. 15): 137-139.
Eldredge, Niles and S. J. Gould (1972). "Punctuated equilibria: an alternative to
phyletic gradualism" In T.J.M. Schopf, ed., Models in Paleobiology. San Francisco:
Freeman Cooper. pp. 82-115. Reprinted in N. Eldredge Time frames. Princeton:
Princeton Univ. Press, 1985, pp. 193-223. (2nd draft, 3rd final draft, Published
draft)
Mayr, Ernst (1954). "Change of genetic environment and evolution" In J. Huxley, A.
C. Hardy and E. B. Ford. Evolution as a Process. London: Allen and Unwin, pp. 157-
180.
Lerner, Israel Michael (1954). Genetic Homeostasis. New York: John Wiley.
Eldredge, Niles (1971). «The allopatric model and phylogeny in Paleozoic
invertebrates». Evolution 25 (1): 156-167. PMID 28562952. doi:10.2307/2406508.
Gould, S. J. (1969). «An evolutionary microcosm: Pleistocene and Recent history of
the land snail P. (Poecilozonites) in Bermuda». Bull. Mus. Comp. Zool. 138: 407-
532.
Rhodes, F. H. T. (1983). «Gradualism, punctuated equilibrium and the Origin of
Species». Nature 305 (5932): 269-272. Bibcode:1983Natur.305..269R. PMID 6353241.
doi:10.1038/305269a0.
Kimura, M. (1983). The Neutral Theory of Molecular Evolution (en inglés).
Cambridge: Cambridge University Press. p. xi.
Entendiendo por desarrollo, en palabras de Hall, todo lo comprendido en la "caja
negra" que media entre el genotipo y el fenotipo Hall, B.K. (2003). Unlocking the
Black Box between Genotype and Phenotype:Cells and Cell Condensations as
Morphogenetic (modular) Units. Biol. & Philos., 18: 219-247.
Wagner, Chiu and Laubichler, 2000
Wu, R., Lin, M. (2006). «Functional mapping: how to map and study the genetic
architecture of dynamic complex traits». Nat. Rev. Genet. 7 (3): 229-37. PMID
16485021. doi:10.1038/nrg1804.
Harwood, A. J.; Harwood, J. (1998). «Factors affecting levels of genetic diversity
in natural populations». Philos. Trans. R. Soc. Lond., B, Biol. Sci. 353 (1366):
177-86. PMC 1692205. PMID 9533122. doi:10.1098/rstb.1998.0200.
Draghi J, Turner P (2006). «DNA secretion and gene-level selection in bacteria».
Microbiology (Reading, Engl.) 152 (Pt 9): 2683-8. PMID 16946263.
doi:10.1099/mic.0.29013-0.
*Mallet, J. (2007). «Hybrid speciation». Nature 446 (7133): 279-83. PMID 17361174.
doi:10.1038/nature05706.
Butlin, R. K., Tregenza, T. (1998). «Levels of genetic polymorphism: marker loci
versus quantitative traits». Philos. Trans. R. Soc. Lond., B, Biol. Sci. 353
(1366): 187-98. PMC 1692210. PMID 9533123. doi:10.1098/rstb.1998.0201.
Wetterbom, A., Sevov, M., Cavelier, L., Bergström, T. F. (2006). «Comparative
genomic analysis of human and chimpanzee indicates a key role for indels in primate
evolution». J. Mol. Evol. 63 (5): 682-90. PMID 17075697. doi:10.1007/s00239-006-
0045-7.
Bertram, J. (2000). «The molecular biology of cancer». Mol. Aspects Med. 21 (6):
167-223. PMID 11173079. doi:10.1016/S0098-2997(00)00007-8.
Aminetzach, Y. T., Macpherson, J. M., Petrov, D. A. (2005). «Pesticide resistance
via transposition-mediated adaptive gene truncation in Drosophila». Science 309
(5735): 764-7. PMID 16051794. doi:10.1126/science.1112699.
Burrus, V., Waldor, M. (2004). «Shaping bacterial genomes with integrative and
conjugative elements». Res. Microbiol. 155 (5): 376-86. PMID 15207870.
doi:10.1016/j.resmic.2004.01.012.
Sawyer, S. A., Parsch, J., Zhang, Z., Hartl, D. L. (2007). «Prevalence of positive
selection among nearly neutral amino acid replacements in Drosophila». Proc. Natl.
Acad. Sci. U.S.A. 104 (16): 6504-10. PMC 1871816. PMID 17409186.
doi:10.1073/pnas.0701572104.
Barbadilla, Antonio, «La genética de poblaciones», Universidad Autónoma de
Barcelona.
Sniegowski, P., Gerrish, P., Johnson, T., Shaver, A. (2000). «The evolution of
mutation rates: separating causes from consequences». Bioessays 22 (12): 1057-66.
PMID 11084621. doi:10.1002/1521-1878(200012)22:12<1057::AID-BIES3>3.0.CO;2-W.
Drake, J. W., Holland, J. J. (1999). «Mutation rates among RNA viruses». Proc.
Natl. Acad. Sci. U.S.A. 96 (24): 13910-3. PMC 24164. PMID 10570172.
doi:10.1073/pnas.96.24.13910.
Holland, J., Spindler, K., Horodyski, F., Grabau, E., Nichol, S., VandePol, S.
(1982). «Rapid evolution of RNA genomes». Science 215 (4540): 1577-85. PMID
7041255. doi:10.1126/science.7041255.
Hastings, P. J.; Lupski, J. R.; Rosenberg, S. M.; Ira, G. (2009). «Mechanisms of
change in gene copy number». Nature Reviews. Genetics 10 (8): 551-564. PMID
19597530. doi:10.1038/nrg2593.
Carroll, Sean B.; Jennifer K. Grenier; Scott D. Weatherbee. (2005). From DNA to
Diversity: Molecular Genetics and the Evolution of Animal Design. Second Edition.
Oxford: Blackwell Publishing. ISBN 1-4051-1950-0.
Harrison, P., Gerstein, M. (2002). «Studying genomes through the aeons: protein
families, pseudogenes and proteome evolution». J Mol Biol 318 (5): 1155-74. PMID
12083509. doi:10.1016/S0022-2836(02)00109-2.
Gregory TR, Hebert PD (1999). «The modulation of DNA content: proximate causes and
ultimate consequences». Genome Res. 9 (4): 317-24. PMID 10207154.
doi:10.1101/gr.9.4.317 (inactivo 2009-11-14).
Hurles M (julio de 2004). «Gene duplication: the genomic trade in spare parts».
PLoS Biol. 2 (7): E206. PMC 449868. PMID 15252449.
doi:10.1371/journal.pbio.0020206.
Bowmaker, J. K. (1998). «Evolution of colour vision in vertebrates». Eye (London,
En) 12 (Pt 3b): 541-7. PMID 9775215.
Liu, N., Okamura, K., Tyler, D. M. (2008). «The evolution and functional
diversification of animal microRNA genes». Cell Res. 18 (10): 985-96. PMC 2712117.
PMID 18711447. doi:10.1038/cr.2008.278.
Siepel, A. (octubre de 2009). «Darwinian alchemy: Human genes from noncoding DNA».
Genome Res. 19 (10): 1693-5. PMC 2765273. PMID 19797681. doi:10.1101/gr.098376.109.
Orengo CA, Thornton, J. M. (2005). «Protein families and their evolution-a
structural perspective». Annu. Rev. Biochem. 74: 867-900. PMID 15954844.
doi:10.1146/annurev.biochem.74.082803.133029.
Long, M., Betrán, E., Thornton, K., Wang, W. (noviembre de 2003). «The origin of
new genes: glimpses from the young and old». Nat. Rev. Genet. 4 (11): 865-75. PMID
14634634. doi:10.1038/nrg1204.
Wang, M., Caetano-Anollés, G. (2009). «The evolutionary mechanics of domain
organization in proteomes and the rise of modularity in the protein world».
Structure 17 (1): 66-78. PMID 19141283. doi:10.1016/j.str.2008.11.008.
Zhang, J., Wang, X., Podlaha, O. (2004). «Testing the chromosomal speciation
hypothesis for humans and chimpanzees». Genome Res. 14 (5): 845-51. PMC 479111.
PMID 15123584. doi:10.1101/gr.1891104.
Ayala, F. J., Coluzzi, M. (2005). «Chromosome speciation: humans, Drosophila, and
mosquitoes». Proc. Natl. Acad. Sci. U.S.A. 102 (Supl 1): 6535-42. PMC 1131864. PMID
15851677. doi:10.1073/pnas.0501847102. Archivado desde el original el 17 de
noviembre de 2011. Consultado el 21 de enero de 2010.
Hurst, G. D., Werren, J. H. (2001). «The role of selfish genetic elements in
eukaryotic evolution». Nat. Rev. Genet. 2 (8): 597-606. PMID 11483984.
doi:10.1038/35084545.
Häsler, J., Strub, K. (2006). «Alu elements as regulators of gene expression».
Nucleic Acids Res. 34 (19): 5491-7. PMC 1636486. PMID 17020921.
doi:10.1093/nar/gkl706.
Radding, C. (1982). «Homologous pairing and strand exchange in genetic
recombination». Annu. Rev. Genet. 16: 405-37. PMID 6297377.
doi:10.1146/annurev.ge.16.120182.002201.
Agrawal, A. F. (2006). «Evolution of sex: why do organisms shuffle their
genotypes?». Curr. Biol. 16 (17): R696. PMID 16950096.
doi:10.1016/j.cub.2006.07.063.
Peters, A. D., Otto, S. P. (2003). «Liberating genetic variance through sex».
Bioessays 25 (6): 533-7. PMID 12766942. doi:10.1002/bies.10291.
Goddard, M. R., Godfray, H. C., Burt, A. (2005). «Sex increases the efficacy of
natural selection in experimental yeast populations». Nature 434 (7033): 636-40.
PMID 15800622. doi:10.1038/nature03405.
Crow, J. F., & Kimura, M. 1965. Evolution in sexual and asexual populations.
Amer.Nat., 99, 439-450.
Fontaneto, D., Herniou, E. A., Boschetti, C. (abril de 2007). «Independently
evolving species in asexual bdelloid rotifers». PLoS Biol. 5 (4): e87. PMC 1828144.
PMID 17373857. doi:10.1371/journal.pbio.0050087. Resumen divulgativo.
Clausen, J. 1954. Partial apomixis as an equilibrium system in evolution.
Caryologia Suppl.,6, 469-479.
Lien, S., Szyda, J., Schechinger, B., Rappold, G., Arnheim, N. (febrero de 2000).
«Evidence for heterogeneity in recombination in the human pseudoautosomal region:
high resolution analysis by sperm typing and radiation-hybrid mapping». Am. J. Hum.
Genet. 66 (2): 557-66. PMC 1288109. PMID 10677316. doi:10.1086/302754.
Barton, N. H. (2000). «Genetic hitchhiking». Philosophical Transactions of the
Royal Society of London. Series B, Biological Sciences 355 (1403): 1553-1562. PMC
1692896. PMID 11127900. doi:10.1098/rstb.2000.0716. Consultado el 23 de septiembre
de 2009.
Muller, H. (1964). «The relation of recombination to mutational advance». Mutat.
Res. 106: 2-9. PMID 14195748.
Charlesworth, B., Charlesworth, D. (noviembre de 2000). «The degeneration of Y
chromosomes». Philos. Trans. R. Soc. Lond., B, Biol. Sci. 355 (1403): 1563-72. PMC
1692900. PMID 11127901. doi:10.1098/rstb.2000.0717.
Otto, S. (1 de julio de 2003). «The advantages of segregation and the evolution of
sex». Genetics 164 (3): 1099-118. PMC 1462613. PMID 12871918.
Maynard Smith, J. (1978). The Evolution of Sex. Cambridge University Press. ISBN
0-521-29302-2.
Doncaster, C. P., Pound, G. E., Cox, S. J. (marzo de 2000). «The ecological cost
of sex». Nature 404 (6775): 281-5. PMID 10749210. doi:10.1038/35005078.
Butlin, R. (abril de 2002). «Evolution of sex: The costs and benefits of sex: new
insights from old asexual lineages». Nat. Rev. Genet. 3 (4): 311-7. PMID 11967555.
doi:10.1038/nrg749.
Salathé, M., Kouyos, R. D., Bonhoeffer, S. (agosto de 2008). «The state of affairs
in the kingdom of the Red Queen». Trends Ecol. Evol. (Amst.) 23 (8): 439-45. PMID
18597889. doi:10.1016/j.tree.2008.04.010.
Stoltzfus, A. (2006). «Mutationism and the dual causation of evolutionary change».
Evol. Dev. 8 (3): 304-17. PMID 16686641. doi:10.1111/j.1525-142X.2006.00101.x.
Bright, Kerry (2006). «Causes of evolution». Teach Evolution and Make It Relevant.
National Science Foundation. Archivado desde el original el 7 de octubre de 2010.
Consultado el 30 de diciembre de 2007.
O'Neil, Dennis (2008). «Hardy-Weinberg Equilibrium Model». The synthetic theory of
evolution: An introduction to modern evolutionary concepts and theories. Behavioral
Sciences Department, Palomar College. Consultado el 6 de enero de 2008.
Packer, C., Gilbert, D. A., Pusey, A. E. y O'Brieni, S. J. (junio de 1991). «A
molecular genetic analysis of kinship and cooperation in African lions». Nature
351: 562-65. doi:10.1038/351562a0.
Morjan, C. y Rieseberg, L. (2004). «How species evolve collectively: implications
of gene flow and selection for the spread of advantageous alleles». Mol. Ecol. 13
(6): 1341-56. PMC 2600545. PMID 15140081. doi:10.1111/j.1365-294X.2004.02164.x.
Baker, H. G. (1959). «Reproductive methods as factors in speciation in flowering
plants». Cold. Spring Harbor Symp. Quant. Biol 24: 177-191.
Barton, N. y Bengtsson, B. O. (1986). «The barrier to genetic exchange between
hybridising populations». Heredity 57: 357-376.
Strickberger, M. (1978). Genética. Barcelona: Omega. pp. 874-879. ISBN 84-282-
0369-5.
Futuyma, D. (1998). Evolutionary biology (3.ª edición). Sunderland: Sinauer
Associates, Inc.
Short, R. V. (1975). «The contribution of the mule to scientific thought». J.
Reprod. Fertil. Suppl. (23): 359-64. PMID 1107543.
Gross, B., Rieseberg, L. (2005). «The ecological genetics of homoploid hybrid
speciation». J. Hered. 96 (3): 241-52. PMC 2517139. PMID 15618301.
doi:10.1093/jhered/esi026.
Burke JM, Arnold ML (2001). «Genetics and the fitness of hybrids». Annu. Rev.
Genet. 35: 31-52. PMID 11700276. doi:10.1146/annurev.genet.35.102401.085719.
Vrijenhoek RC (2006). «Polyploid hybrids: multiple origins of a treefrog species».
Curr. Biol. 16 (7): R245. PMID 16581499. doi:10.1016/j.cub.2006.03.005.
Wendel J (2000). «Genome evolution in polyploids». Plant Mol. Biol. 42 (1): 225-
49. PMID 10688139. doi:10.1023/A:1006392424384.
Sémon M, Wolfe KH (2007). «Consequences of genome duplication». Curr Opin Genet
Dev 17 (6): 505-12. PMID 18006297. doi:10.1016/j.gde.2007.09.007.
Comai L (2005). «The advantages and disadvantages of being polyploid». Nat. Rev.
Genet. 6 (11): 836-46. PMID 16304599. doi:10.1038/nrg1711.
Soltis, P., Soltis, D. (junio de 2000). «The role of genetic and genomic
attributes in the success of polyploids». Proc. Natl. Acad. Sci. U.S.A. 97 (13):
7051-7. PMC 34383. PMID 10860970. doi:10.1073/pnas.97.13.7051.
Whitlock, M. (1 de junio de 2003). «Fixation probability and time in subdivided
populations». Genetics 164 (2): 767-79. PMC 1462574. PMID 12807795.
Ohta, T. (2002). «Near-neutrality in evolution of genes and gene regulation».
Proc. Natl. Acad. Sci. U.S.A. 99 (25): 16134-7. PMC 138577. PMID 12461171.
doi:10.1073/pnas.252626899. Archivado desde el original el 8 de junio de 2008.
Consultado el 4 de febrero de 2010.
Hurst, L. D. (febrero de 2009). «Fundamental concepts in genetics: genetics and
the understanding of selection». Nat. Rev. Genet. 10 (2): 83-93. PMID 19119264.
doi:10.1038/nrg2506.
Orr, H. A. (agosto de 2009). «Fitness and its role in evolutionary genetics». Nat.
Rev. Genet. 10 (8): 531-9. PMC 2753274. PMID 19546856. doi:10.1038/nrg2603.
Haldane, J. (1959). «The theory of natural selection today». Nature 183 (4663):
710-3. PMID 13644170. doi:10.1038/183710a0.
Lande, R. y Arnold, S. J. (1983). «The measurement of selection on correlated
characters». Evolution 37 (6): 1210-26. doi:10.2307/2408842.
Futuyma, Douglas J. (2005). Evolution. Sunderland, Massachusetts: Sinauer
Associates, Inc. ISBN 0-87893-187-2.
Miller, Ken (agosto de 1999). «The Peppered Moth». Consultado el 13 de abril de
2011.
Dollo, L (1893). Les lois de l'évolution. Bull. Soc. Belge Geol. Pal. Hydr,
VII:164-166.
Goldberg, Emma E.; Boris Igić (2008). «On phylogenetic tests of irreversible
evolution». Evolution 62 (11): 2727-2741. PMID 18764918. doi:10.1111/j.1558-
5646.2008.00505.x.
Collin, Rachel; Maria Pia Miglietta (2008). «Reversing opinions on Dollo's Law».
Trends in Ecology & Evolution 23 (11): 602-609. PMID 18814933.
doi:10.1016/j.tree.2008.06.013.
Dawkins, Richard (1996) [1986]. The Blind Watchmaker. Nueva York: W. W. Norton &
Company, Inc. ISBN 0-393-31570-3.
Hoekstra, H.; Hoekstra, J.; Berrigan, D.; Vignieri, S.; Hoang, A.; Hill, C.;
Beerli, P. y Kingsolver, J. (julio de 2001). «Strength and tempo of directional
selection in the wild». Proc. Natl. Acad. Sci. U.S.A. 98 (16): 9157-60. PMC 55389.
PMID 11470913. doi:10.1073/pnas.161281098.
Felsenstein (1 de noviembre de 1979). «Excursions along the Interface between
Disruptive and Stabilizing Selection». Genetics 93 (3): 773-95. PMC 1214112. PMID
17248980.
Andersson, M. y Simmons, L. (2006). «Sexual selection and mate choice». Trends
Ecol. Evol. (Amst.) 21 (6): 296-302. PMID 16769428. doi:10.1016/j.tree.2006.03.015.
Kokko, H.; Brooks, R.; McNamara, J. y Houston, A. (2002). «The sexual selection
continuum». Proc. Biol. Sci. 269 (1498): 1331-40. PMC 1691039. PMID 12079655.
doi:10.1098/rspb.2002.2020.
Hunt, J.; Brooks, R.; Jennions, M.; Smith, M.; Bentsen, C. y Bussière, L. (2004).
«High-quality male field crickets invest heavily in sexual display but die young».
Nature 432 (7020): 1024-1027. PMID 15616562. doi:10.1038/nature03084.
Gould, S. J. (febrero de 1998). «Gulliver's further travels: the necessity and
difficulty of a hierarchical theory of selection». Philos. Trans. R. Soc. Lond., B,
Biol. Sci. 353 (1366): 307-314. PMC 1692213. PMID 9533127.
doi:10.1098/rstb.1998.0211.
Mayr, E. (1997). «The objects of selection». Proc. Natl. Acad. Sci. U.S.A. 94 (6):
2091-2094. PMC 33654. PMID 9122151. doi:10.1073/pnas.94.6.2091.
Maynard Smith, J. (1998). «The units of selection». Novartis Found. Symp. 213:
203-211; discusión 211-217. PMID 9653725.
Hickey, D. A. (1992). «Evolutionary dynamics of transposable elements in
prokaryotes and eukaryotes». Genetica 86 (1-3): 269-274. PMID 1334911.
doi:10.1007/BF00133725.
Gould, S. J. y Lloyd, E. A. (1999). «Individuality and adaptation across levels of
selection: how shall we name and generalize the unit of Darwinism?». Proc. Natl.
Acad. Sci. U.S.A. 96 (21): 11904-9. PMC 18385. PMID 10518549.
doi:10.1073/pnas.96.21.11904.
Lande, R. «Fisherian and Wrightian theories of speciation». Genome, vol. 31, 1,
pp. 221-27.
Otto, S., Whitlock, M. (1997). «The probability of fixation in populations of
changing size». Genetics 146 (2): 723-33. PMID 9178020.
Nei, M. (2005). «Selectionism and neutralism in molecular evolution». Mol. Biol.
Evol. 22 (12): 2318-42. PMID 16120807. doi:10.1093/molbev/msi242.
Kimura, M. (1991). «The neutral theory of molecular evolution: a review of recent
evidence». Jpn. J. Genet. 66 (4): 367-86. PMID 1954033. doi:10.1266/jjg.66.367.
Archivado desde el original el 11 de diciembre de 2008.
Kimura, M. (1989). «The neutral theory of molecular evolution and the world view
of the neutralists». Genome 31 (1): 24-31. PMID 2687096.
Adaptation. In: Oxford Dictionary of Science.
Bowler P. J. 2003. Evolution: the history of an idea. California. pág. 10
Orr, H. (2005). «The genetic theory of adaptation: a brief history». Nat. Rev.
Genet. 6 (2): 119-27. PMID 15716908. doi:10.1038/nrg1523.
Patterson C. 1999. Evolution. Natural History Museum, Londres. Pág. 1.
Williams, G. C. 1966. Adaptation and natural selection: a critique of some current
evolutionary thought. Princeton. «La adaptación evolutiva es un fenómeno de enorme
importancia en la biología.» pág. 5.
Huxley, J. 1942. Evolution: the modern synthesis. Allen & Unwin, Londres. Pág.
449.
Kocher, T. D. (2004). «Adaptive evolution and explosive speciation: the cichlid
fish model». Nat. Rev. Genet. 5 (4): 288-98. PMID 15131652. doi:10.1038/nrg1316.
Archivado desde el original el 20 de julio de 2011.
Hardin, G. (1960). «The competitive exclusion principle». Science 131 (3409):
1292-7. PMID 14399717. doi:10.1126/science.131.3409.1292.
Price, P. W. 1980. The evolutionary biology of parasites. Princeton.
Dobzhansky, T.; Hecht, M. K.; Steere, W. C. (1968). «On some fundamental concepts
of evolutionary biology». Evolutionary biology volume 2 (1st edición). New York:
Appleton-Century-Crofts. pp. 1-34.
Dobzhansky, T. (1970). Genetics of the evolutionary process. N.Y.: Columbia. pp.
4-6, 79-82, 84-87. ISBN 0-231-02837-7.
Dobzhansky, T. (1956). «Genetics of natural populations XXV. Genetic changes in
populations of Drosophila pseudoobscura and Drosphila persimilis in some locations
in California». Evolution 10 (1): 82-92. JSTOR 2406099. doi:10.2307/2406099.
Blount, Z. D., Borland, C. Z., Lenski, R. E (2008). «Inaugural Article: Historical
contingency and the evolution of a key innovation in an experimental population of
Escherichia coli». Proc. Natl. Acad. Sci. U.S.A. 105 (23): 7899-906. PMC 2430337.
PMID 18524956. doi:10.1073/pnas.0803151105.
Okada, H., Negoro, S., Kimura, H., Nakamura, S. (1983). «Evolutionary adaptation
of plasmid-encoded enzymes for degrading nylon oligomers». Nature 306 (5939): 203-
6. PMID 6646204. doi:10.1038/306203a0.
Ohno, S. (1984). «Birth of a unique enzyme from an alternative reading frame of
the preexisted, internally repetitious coding sequence». Proc. Natl. Acad. Sci.
U.S.A. 81 (8): 2421-5. PMC 345072. PMID 6585807. doi:10.1073/pnas.81.8.2421.
Copley, S. D. (2000). «Evolution of a metabolic pathway for degradation of a toxic
xenobiotic: the patchwork approach». Trends Biochem. Sci. 25 (6): 261-5. PMID
10838562. doi:10.1016/S0968-0004(00)01562-0.
Crawford, R. L., Jung, C. M., Strap, J. L. (2007). «The recent evolution of
pentachlorophenol (PCP)-4-monooxygenase (PcpB) and associated pathways for
bacterial degradation of PCP». Biodegradation 18 (5): 525-39. PMID 17123025.
doi:10.1007/s10532-006-9090-6.
Nakajima, A., Sugimoto, Y., Yoneyama, H., Nakae, T. (2002). «High-level
fluoroquinolone resistance in Pseudomonas aeruginosa due to interplay of the MexAB-
OprM efflux pump and the DNA gyrase mutation». Microbiol. Immunol. 46 (6): 391-5.
PMID 12153116.
Colegrave, N., Collins, S. (2008). «Experimental evolution: experimental evolution
and evolvability». Heredity 100 (5): 464-70. PMID 18212804.
doi:10.1038/sj.hdy.6801095.
Kirschner, M., Gerhart, J. (1998). «Evolvability». Proc. Natl. Acad. Sci. U.S.A.
95 (15): 8420-7. PMC 33871. PMID 9671692. doi:10.1073/pnas.95.15.8420.
Bejder L, Hall BK (2002). «Limbs in whales and limblessness in other vertebrates:
mechanisms of evolutionary and developmental transformation and loss». Evol. Dev. 4
(6): 445-58. PMID 12492145. doi:10.1046/j.1525-142X.2002.02033.x.
Young, Nathan M.; Hallgrímsson, B (2005). «Serial homology and the evolution of
mammalian limb covariation structure». Evolution 59 (12): 2691-704. PMID 16526515.
doi:10.1554/05-233.1. Consultado el 24 de septiembre de 2009.
Hall, Brian K. (2003). «Descent with modification: the unity underlying homology
and homoplasy as seen through an analysis of development and evolution». Biological
Reviews of the Cambridge Philosophical Society 78 (3): 409-433. PMID 14558591.
doi:10.1017/S1464793102006097.
Shubin, Neil; Tabin, C.; Carroll, S. (2009). «Deep homology and the origins of
evolutionary novelty». Nature 457 (7231): 818-823. PMID 19212399.
doi:10.1038/nature07891.
Fong, D., Kane, T., Culver, D. (1995). «Vestigialization and Loss of Nonfunctional
Characters». Ann. Rev. Ecol. Syst. 26 (4): 249-68. PMID 12733778.
doi:10.1146/annurev.es.26.110195.001341.
Zhang, Z., Gerstein, M. (2004). «Large-scale analysis of pseudogenes in the human
genome». Curr. Opin. Genet. Dev. 14 (4): 328-35. PMID 15261647.
doi:10.1016/j.gde.2004.06.003.
Jeffery, W. R. (2005). «Adaptive evolution of eye degeneration in the Mexican
blind cavefish». J. Hered. 96 (3): 185-96. PMID 15653557.
doi:10.1093/jhered/esi028.
Maxwell, E. E., Larsson, H. C. (2007). «Osteology and myology of the wing of the
Emu (Dromaius novaehollandiae) and its bearing on the evolution of vestigial
structures». J. Morphol. 268 (5): 423-41. PMID 17390336. doi:10.1002/jmor.10527.
Silvestri, A. R., Singh, I. (2003). «The unresolved problem of the third molar:
would people be better off without it?». Journal of the American Dental Association
(1939) 134 (4): 450-5. PMID 12733778. doi:10.1146/annurev.es.26.110195.001341.
Archivado desde el original el 23 de agosto de 2014.
Darwin, Charles. (1872) The Expression of the Emotions in Man and Animals John
Murray, London.
Gray, Peter (2007). Psychology (5.ª edición). Worth Publishers. p. 66. ISBN 0-
7167-0617-2.
Behavior Development in Infants por Evelyn Dewey, citando el estudio "Reflexes and
other motor activities in newborn infants: a report of 125 cases as a preliminary
study of infant behavior" publicado en Bull. Neurol. Inst. New York, 1932, Vol. 2,
pp. 1-56.
Coyne, Jerry (2009). Why Evolution is True. Penguin Group. pp. 85-86. ISBN 978-0-
670-02053.
Anthony Stevens (1982). Archetype: A Natural History of the Self. Routledge &
Kegan Paul. p. 87. ISBN 0-7100-0980-1.
Gould, 2002, pp. 1235-6
Hoffman, M.; Taylor, B. E.; Harris, M. B. (2016). «Evolution of lung breathing
from a lungless primitive vertebrate». Respiratory physiology & neurobiology 224:
11-16. ISSN 1569-9048. PMID 26476056. doi:10.1016/j.resp.2015.09.016. Consultado el
27 de enero de 2019.
Johnson, N. A., Porter, A. H. (2001). «Toward a new synthesis: population genetics
and evolutionary developmental biology». Genetica. 112-113: 45-58. PMID 11838782.
doi:10.1023/A:1013371201773.
Baguñà, J., Garcia-Fernàndez, J. (2003). «Evo-Devo: the long and winding road».
Int. J. Dev. Biol. 47 (7-8): 705-13. PMID 14756346.
*Love, A. C. (2003). «Evolutionary Morphology, Innovation and the Synthesis of
Evolutionary and Developmental Biology». Biology and Philosophy 18 (2): 309-345.
doi:10.1023/A:1023940220348.
Allin, E. F. (1975). «Evolution of the mammalian middle ear». J. Morphol. 147 (4):
403-37. PMID 1202224. doi:10.1002/jmor.1051470404.
Harris, M. P., Hasso, S. M., Ferguson, M. W., Fallon, J. F. (2006). «The
development of archosaurian first-generation teeth in a chicken mutant». Curr.
Biol. 16 (4): 371-7. PMID 16488870. doi:10.1016/j.cub.2005.12.047.
Carroll, S. B. (2008). «Evo-devo and an expanding evolutionary synthesis: a
genetic theory of morphological evolution». Cell 134 (1): 25-36. PMID 18614008.
doi:10.1016/j.cell.2008.06.030.
Wade, M. J. (2007). «The co-evolutionary genetics of ecological communities». Nat.
Rev. Genet. 8 (3): 185-95. PMID 17279094. doi:10.1038/nrg2031.
Geffeney, S., Brodie, E. D., Ruben, P. C., Brodie, E. D. (2002). «Mechanisms of
adaptation in a predator-prey arms race: TTX-resistant sodium channels». Science
297 (5585): 1336-9. PMID 12193784. doi:10.1126/science.1074310.
*Brodie, E. D., Ridenhour, B. J., Brodie, E. D. (2002). «The evolutionary response
of predators to dangerous prey: hotspots and coldspots in the geographic mosaic of
coevolution between garter snakes and newts». Evolution 56 (10): 2067-82. PMID
12449493.
*Sean B. Carroll (21 de diciembre de 2009). «Remarkable Creatures - Clues to Toxins
in Deadly Delicacies of the Animal Kingdom». New York Times.
Krupovic, M; Dolja, VV; Koonin, EV (14 de julio de 2020). «The LUCA and its
complex virome.». Nat Rev Microbiol. PMID 32665595. doi:10.1038/s41579-020-0408-x.
Consultado el 16 de agosto de 2020.
Eugene V Koonin, Tatiana G Senkevich, Valerian V Dolja (2006). The ancient Virus
World and evolution of cells. Biology Direct.
Mart Krupovic (2020). Recombination between RNA viruses and plasmids might have
played a central role in the origin and evolution of small DNA viruses. Online
Library.
Gavrilets, S. (2003). «Perspective: models of speciation: what have we learned in
40 years?». Evolution 57 (10): 2197-2215. PMID 14628909. doi:10.1554/02-727.
Queiroz, K. de (diciembre de 2007). «Species concepts and species delimitation».
Syst. Biol. 56 (6): 879-886. PMID 18027281. doi:10.1080/10635150701701083.
Fraser, C., Alm, E. J., Polz, M. F., Spratt, B. G. y Hanage, W. P. (febrero de
2009). «The bacterial species challenge: making sense of genetic and ecological
diversity». Science 323 (5915): 741-746. PMID 19197054.
doi:10.1126/science.1159388.
Queiroz, K. de (mayo de 2005). «Ernst Mayr and the modern concept of species».
Proc. Natl. Acad. Sci. U.S.A. 102 (Supl. 1): 6600-6607. PMC 1131873. PMID 15851674.
doi:10.1073/pnas.0502030102.
Rice, W. R.; Hostert (1993). «Laboratory experiments on speciation: what have we
learned in 40 years». Evolution 47 (6): 1637-1653. doi:10.2307/2410209. Consultado
el 19 de mayo de 2008.
*Jiggins, C. D., Bridle, J. R. (2004). «Speciation in the apple maggot fly: a blend
of vintages?». Trends Ecol. Evol. (Amst.) 19 (3): 111-4. PMID 16701238.
doi:10.1016/j.tree.2003.12.008.
*Boxhorn, J. (1995). «Observed Instances of Speciation». TalkOrigins Archive.
Consultado el 26 de diciembre de 2008.
*Weinberg, J. R., Starczak, V. R., Jorg, D. (1992). «Evidence for Rapid Speciation
Following a Founder Event in the Laboratory». Evolution 46 (4): 1214-20.
doi:10.2307/2409766.
Herrel, A., Huyghe, K., Vanhooydonck, B., Backeljau, T., Breugelmans, K., Grbac,
I.; Van Damme, R.; Irschick, D. J. (2008). «Rapid large-scale evolutionary
divergence in morphology and performance associated with exploitation of a
different dietary resource». Proceedings of the National Academy of Sciences 105
(12): 4792-5. PMC 2290806. PMID 18344323. doi:10.1073/pnas.0711998105.
Losos, J. B., Warhelt, K. I., Schoener, T. W. (1997). «Adaptive differentiation
following experimental island colonization in Anolis lizards». Nature 387 (6628):
70-3. doi:10.1038/387070a0.
Hoskin CJ, Higgle M, McDonald KR, Moritz C (2005). «Reinforcement drives rapid
allopatric speciation». Nature 437: 1353-356. doi:10.1038/nature04004.
Templeton AR (1 de abril de 1980). «The theory of speciation via the founder
principle». Genetics 94 (4): 1011-38. PMC 1214177. PMID 6777243.
Antonovics, J. (2006). «Evolution in closely adjacent plant populations X: long-
term persistence of prereproductive isolation at a mine boundary». Heredity 97 (1):
33-7. PMID 16639420. doi:10.1038/sj.hdy.6800835.
Nosil, P., Crespi, B., Gries, R., Gries, G. (2007). «Natural selection and
divergence in mate preference during speciation». Genetica 129 (3): 309-27. PMID
16900317. doi:10.1007/s10709-006-0013-6.
Savolainen, V., Anstett, M-C., Lexer, C., Hutton, I., Clarkson, J. J., Norup, M.
V., Powell, M. P., Springate, D., Salamin, N., Baker, W. Jr. (2006). «Sympatric
speciation in palms on an oceanic island». Nature 441 (7090): 210-3. PMID 16467788.
doi:10.1038/nature04566.
*Barluenga, M., Stölting, K. N., Salzburger, W., Muschick, M., Meyer, A. (2006).
«Sympatric speciation in Nicaraguan crater lake cichlid fish». Nature 439 (7077):
719-23. PMID 16467837. doi:10.1038/nature04325.
Gavrilets S (2006). «The Maynard Smith model of sympatric speciation». J. Theor.
Biol. 239 (2): 172-82. PMID 16242727. doi:10.1016/j.jtbi.2005.08.041.
Wood, T. E., Takebayashi, N., Barker, M. S., Mayrose, I., Greenspoon, P. B.,
Rieseberg, L. H. (agosto de 2009). «The frequency of polyploid speciation in
vascular plants». Proc. Natl. Acad. Sci. U.S.A. 106 (33): 13875-9. PMC 2728988.
PMID 19667210. doi:10.1073/pnas.0811575106.
Hegarty, M. F., Hiscock, S. J. (2008). «Genomic clues to the evolutionary success
of polyploid plants». Current Biology 18 (10): 435-44.
doi:10.1016/j.cub.2008.03.043.
Jakobsson, M., Hagenblad, J., Tavaré, S. (2006). «A unique recent origin of the
allotetraploid species Arabidopsis suecica: Evidence from nuclear DNA markers».
Mol. Biol. Evol. 23 (6): 1217-31. PMID 16549398. doi:10.1093/molbev/msk006.
Säll, T., Jakobsson, M., Lind-Halldén, C., Halldén, C. (2003). «Chloroplast DNA
indicates a single origin of the allotetraploid Arabidopsis suecica». J. Evol.
Biol. 16 (5): 1019-29. PMID 14635917. doi:10.1046/j.1420-9101.2003.00554.x.
Bomblies, K., Weigel, D. (2007). «Arabidopsis-a model genus for speciation». Curr
Opin Genet Dev 17 (6): 500-4. PMID 18006296. doi:10.1016/j.gde.2007.09.006.
Gould, S. J. (1994). «Tempo and mode in the macroevolutionary reconstruction of
Darwinism». Proc. Natl. Acad. Sci. U.S.A. 91 (15): 6764-71. PMC 44281. PMID
8041695. doi:10.1073/pnas.91.15.6764.
Benton, M. J. (1995). «Diversification and extinction in the history of life».
Science 268 (5207): 52-8. PMID 7701342. doi:10.1126/science.7701342.
Raup, D. M. (1986). «Biological extinction in earth history». Science 231: 1528-
33. PMID 11542058. doi:10.1126/science.11542058.
Avise, J. C., Hubbell, S. P., Ayala, F. J. (agosto de 2008). «In the light of
evolution II: Biodiversity and extinction». Proc. Natl. Acad. Sci. U.S.A. 105
(Supl. 1): 11453-7. PMC 2556414. PMID 18695213. doi:10.1073/pnas.0802504105.
Raup, D. M. (1994). «The role of extinction in evolution». Proc. Natl. Acad. Sci.
U.S.A. 91 (15): 6758-63. PMC 44280. PMID 8041694. doi:10.1073/pnas.91.15.6758.
Novacek, M. J.; Cleland, E. E. (2001). «The current biodiversity extinction event:
scenarios for mitigation and recovery». Proc. Natl. Acad. Sci. U.S.A. 98 (10):
5466-70. PMC 33235. PMID 11344295. doi:10.1073/pnas.091093698.
Pimm, S., Raven, P., Peterson, A., Sekercioglu, C. H., Ehrlich, P. R. (2006).
«Human impacts on the rates of recent, present, and future bird extinctions». Proc.
Natl. Acad. Sci. U.S.A. 103 (29): 10941-6. PMC 1544153. PMID 16829570.
doi:10.1073/pnas.0604181103.
*Barnosky, A. D., Koch, P. L., Feranec, R. S., Wing, S. L., Shabel, A. B. (2004).
«Assessing the causes of late Pleistocene extinctions on the continents». Science
306 (5693): 70-5. PMID 15459379. doi:10.1126/science.1101476.
Lewis, O. T. (2006). «Climate change, species-area curves and the extinction
crisis» (PDF). Philos. Trans. R. Soc. Lond., B, Biol. Sci. 361 (1465): 163-71. PMC
1831839. PMID 16553315. doi:10.1098/rstb.2005.1712.
Jablonski, D. (mayo de 2001). «Lessons from the past: evolutionary impacts of mass
extinctions». Proc. Natl. Acad. Sci. U.S.A. 98 (10): 5393-8. PMC 33224. PMID
11344284. doi:10.1073/pnas.101092598.
«La microevolución». Understanding evolution. Universidad de Berkeley. Consultado
el 17 de marzo de 2019.
Ros Aragones, Joan; Wilson, Edward O. (2012). «Capítulo 10». La conquista social
de la Tierra. Penguin Random House Grupo Editorial España. ISBN 9788499922447. OCLC
932507445.
«La macroevolución». Understanding evolution. Universidad de Berkeley. Consultado
el 17 de marzo de 2019.
Ayala, Francisco José (2006). «¿Es necesaria una nueva síntesis evolutiva?». En
Amparo Latorre, Andrés Moya, ed. La evolución de un evolucionista: escritos
seleccionados (Edición digital edición). Universitat de València. ISBN
9788437086828. OCLC 992115199.
López Martínez, N. y Truyols Santonja, J. (1994). Paleontología. Conceptos y
métodos. Ciencias de la vida 19. Síntesis. pp. 334 (ver págs. 125 y 195. ISBN 84-
7738-249-2.
Carroll RL (1997) Patterns and processes of vertebrate evolution. Cambridge
University Press, Cambridge.
Carroll RL (2000) Towards a new evolutionary synthesis. Trends Ecol Evol 15:27-32.
Carroll RL (2002) Evolution of the capacity to evolve. J Evol Biol 15:911-921.
Fleagle, J. G. (2001) T«he unfused synthesis.» Evol Anthropol 10:191.
Levin DA (2000) The origin, expansion, and demise of plant species. Oxford
University Press, Oxford. ISBN 0-19-512729-3
Stanley SM (1979) Macroevolution: pattern and process. WH Freeman, San Francisco.
ISBN 0 7167 1092 7
Nilsson, D-E., Pelger, S. (1994) A pessimistic estimate of the time required for
an eye to evolve. Proc R Soc Lond B 256:53-58
Benton MJ, Pearson PN (2001) Speciation in the fossil record. Trends Ecol Evol
16:405-411.
Benton MJ, Harper DAT (1997) Basic palaeontology. Addison Wesley Longman, Essex.
ISBN 0-582-22857-3
Benton, M. J. (1997) Vertebrate palaeontology (2nd edn). Chapman and Hall, London.
ISBN 0-04-566001-8
Briggs, D. E. G., Crowther, P. R. (eds) (1990) Palaeobiology: a synthesis.
Blackwell Science, Oxford. ISBN 0-632-02525-5
Cowen R (2000) History of life. (3.ª ed.). Blackwell Science, Oxford. ISBN 0-632-
04501-9
Ahlberg, P. E., Clack, J. A., Luksevics, E. (1996) Rapid braincase evolution
between Panderichthys and the earliest tetrapods. Nature 381:61-64.
Clack JA (2002) An early tetrapod from Romers gap. Nature 418:72-76.
Sereno, P. C. (1999) The evolution of dinosaurs Archivado el 22 de julio de 2011
en Wayback Machine.. Science 284:2137-2147.
Rubidge, B. S., Sidor, C. A. (2001) Evolutionary patterns among Permo-Triassic
therapsids. Annu Rev Ecol Syst 32:449-480.
Xu, X., Zhou, Z., Wang, X., Kuang, X., Zhang, F., Du, X. (2003) Fourwinged
dinosaurs from China. Nature 421:335-340.
Domning, D. P. (2001) «The earliest known fully quadrupedal sirenian». Nature,
413:625-627.
Thewissen, J. G. M. y Williams, E. M. (2002) «The early radiation of cetacea
(mammalia): evolutionary pattern and developmental correlations». Annu. Rev. Ecol.
Syst., 33:73-90.
Wood, B. (2002) «Hominid revelations from Chad». Nature, 418:133-135.
Ge Sun, David L. Dilcher, Shaoling Zheng, Zhekun Zhou. 1998. In Search of the
First Flower: A Jurassic Angiosperm, Archaefructus, from Northeast China. Science
Vol. 282. no. 5394, pp. 1692 - 1695
G. Sun, Q. Ji, D.L. Dilcher et al., Archaefructaceae, a New Basal Angiosperm
Family. Science 296, 899.
Xin Wang, Shaolin Zheng- 2007. The Earliest Perfect Flower: a perfect flower
typical of angiosperms, including androecium, gynoecium and tepals, from western
Liaoning, China marks the earliest record of undoubted flowers in the early
Cretaceous (>125 Ma). Nature Precedings: hdl:10101/npre.2007.1320.1: Posted 15 Nov
2007
Mayr, E. 1963. Óp. cit. p. 620
Mayr, E. 1963. Op.Cit. p. 617.
Sole, R. V., & Newman, M., 2002. «Extinctions and Biodiversity in the Fossil
Record - Volume Two, The Earth system: biological and ecological dimensions of
global environment change» pp. 297-391, Encyclopedia of Global Enviromental Change.
John Wilely & Sons.
Benton, M. J., Twitchett, R. J. (2003) «How to kill (almost) all life: the end-
Permian extinction event.» Trends Ecol Evol 18:358-365.
Alvarez, L. W. (1983). «Experimental evidence that an asteroid impact led to the
extinction of many species 65 million years ago» (PDF (4,5 Mb)). Proceedings of the
National Academy of Sciences (en inglés) 80 (2): 627-642. Consultado el 4 de
octubre de 2009.
Andersson, M. (1994). Sexual selection. Princeton, N.J.: Princeton University
Press. ISBN 0-691-03344-7.
Møller, A. P., Alatalo, R. V. (1999) Good-genes effects in sexual selection. Proc
R Soc Lond B 266:85-91.
Pennisi, E. (2003) Colourful males flaunt their health. Science 300:29-30.
Darwin, C. The Origin of Species Ch VIII (The Modern Library, 1859/1958)
Krebs, J. R., Davies NB (1993) An introduction to behavioural ecology (3rd edn).
Blackwell Science, Oxford. ISBN 0-632-00666-8
Kutschera U, Wirtz P (2001) The evolution of parental care in freshwater leeches.
Theory Biosci 120:115-137.
Trillmich, F., Diesel, R. (2002) «Parental care.» In: Bateson PPG, Alleva E (eds)
Encyclopedia of biology. Academic Press, New York, pp 313-325.
Clutton-Brock T (2002) Breeding together: kin selection and mutualism in
cooperative vertebrates. Science 296:69-72.
Dugatkin, L. A. (2002). «Animal cooperation among unrelated individuals».
Naturwissenschaften 89 (12): 533-41. Bibcode:2002NW.....89..533D.
doi:10.1007/s00114-002-0379-y.
Sale, Kirkpatrick (1 July 2010) Are Anarchists Revolting? Archivado el 12 de
diciembre de 2010 en Wayback Machine., The American Conservative
«Mutual Aid: A Factor of Evolution, Peter Kropotkin 1902». www.marxists.org.
Consultado el 18 de septiembre de 2020.
Dugatkin, Lee Alan. «The Prince of Evolution: Peter Kropotkin's Adventures in
Science and Politics». Scientific American (en inglés). Consultado el 18 de
septiembre de 2020.
Hamilton, W. D. (1972) Altruism and related phenomena, mainly in social insects.
Annu Rev Ecol Syst 3:193-232.
Hölldobler B, Wilson EO (1990) The ants. Harvard University Press, Cambridge,
Mass. ISBN 0-674-04075-9
Griffin AS, West SA (2002) Kin selection: fact and fiction. Trends Ecol Evol
17:15-2.
Jost, J. (2003) On the notion of fitness, or: the selfish ancestor. Theory Biosci
121:331-350.
Eldredge, N. y Cracraft, J. (1980). Phylogenetic patterns and the evolutionary
process. Nueva York: Columbia University Press. pp. 249-250. ISBN 0231083785.
Theissen, G. (2006). «The proper place of hopeful monsters in evolutionary
biology». Theory Biosci. 124 (3-4): 349-69.
Goldschmidt, R. (1940) The Material Basis of Evolution. New Haven, CT: Yale
University Press, pp. 205-206.
Gould, S. J. (1982). «The uses of heresey; an introduction to Richard
Goldschmidt's The Material Basis of Evolution.» pp. xiii-xlii. New Haven: Yale
University Press.
Gould, S. J. (1977). «The Return of Hopeful Monsters». Natural History 86 (6
(junio/julio)): 22-30.
Huxley, T. H. (1859). Letter to Charles Darwin. Archivado el 31 de enero de 2008
en Wayback Machine. Nov. 23, 1859.
Hall, B. K. (1999) Evolutionary developmental biology. Kluwer Academic, Dordrecht.
ISBN 0-412-27550-3
Arthur, W. (2002) The emerging conceptual framework of evolutionary developmental
biology. Nature 415:757-764.
Ronshaugen, M., McGinnis, N., McGinnis, W. (2002) Hox protein mutation and
macroevolution of the insect body plan. Nature 415:914-917.
Daumas Nunes y cols., 2003. Homeobox genes: a molecular link between development
and cancer. Pesqui. Odontol. Bras. vol.17 no.1 São Paulo Jan./Mar
Meyer, A. (1998) Hox gene variation and evolution. Nature 391: 225-228.
Gevers, D., Cohan, F. M., Lawrence, J. G., et al. (2005). «Opinion: Re-evaluating
prokaryotic species». Nat.Rev.Microbiol. 3 (9): 733-9. PMID 16138101.
doi:10.1038/nrmicro1236.
Coenye, T., Gevers, D., Van de Peer, Y., Vandamme, P., Swings, J. (2005). «Towards
aprokaryotic genomic taxonomy». FEMS Microbiol.Rev. 29 (2): 147-67. PMID 15808739.
doi:10.1016/j.femsre.2004.11.004.
Whitman, W., Coleman, D., Wiebe, W. (1998). «Prokaryotes: the unseenmajority».
ProcNatl Acad SciUSA 95 (12): 6578-83. PMC 33863. PMID 9618454.
doi:10.1073/pnas.95.12.6578.
Schloss, P., Handelsman, J. (2004). «Status of the microbialcensus». MicrobiolMol
BiolRev 68 (4): 686-91. PMC 539005. PMID 15590780. doi:10.1128/MMBR.68.4.686-
691.2004.
Ochiai, K., Yamanaka, T., Kimura, K., Sawada, O. (1959). «Inheritance of drug
resistance (and its transfer)between Shigella strains and Between Shigella and
E.colistrains». Hihon Iji Shimpor 1861: 34. (en japonés)
«Lateral gene transfer and the nature of bacterial innovation» (PDF). Nature (en
inglés) 405: 299-304. 2000. doi:10.1038/35012500.
de la Cruz, F., Davies, J. (2000). «Horizontal gene transferand the origin of
species: lessons from bacteria». TrendsMicrobiol. 8 (3): 128-33. PMID 10707066.
doi:10.1016/S0966-842X(00)01703-0.
Capítulo 13. Elementos genéticos móviles
Eugene V. Koonin, Yuri I. Wolf, Genomics of bacteria and archaea: the emerging
dynamic view of the prokaryotic world, Nucleic Acids Research, Volume 36, Issue 21,
1 December 2008, Pages 6688–6719
Viruses and mobile elements as drivers of evolutionary transitions. NCBI.
«Human beings’ ancestors have routinely stolen genes from other species». The
Economist. 14 de marzo de 2015. Consultado el 17 de marzo de 2015.
Poole, A., Penny, D. (2007). «Evaluating hypotheses for the origin of eukaryotes».
Bioessays 29 (1): 74-84. PMID 17187354. doi:10.1002/bies.20516.
Dyall, S., Brown, M., Johnson, P. (2004). «Ancient invasions: from endosymbionts
to organelles». Science 304 (5668): 253-57. PMID 15073369.
doi:10.1126/science.1094884.
Martin, W., Borst, P. (2003) «Secondary loss of chloroplasts in trypanosomes.»
Proc Natl Acad Sci USA 100:765-767.
A molecular timescale of eukaryote evolution and the rise of complex multicellular
life. BMC Evolutionary Biology.
Laura Eme, Susan C. Sharpe, Matthew W. Brown,1 and Andrew J. Roger (2014). On the
Age of Eukaryotes: Evaluating Evidence from Fossils and Molecular Clocks. NCBI.
Margulis, L. (1993). Symbiosis in cell evolution: microbial communities in the
Archean and Proterozoic eons (en inglés) (2.ª edición). Nueva York: WH Freeman.
Margulis, Lynn; Dorion Sagan (2003). Captando Genomas. Una teoría sobre el origen
de las especies.. Ernst Mayr (prólogo). David Sempau (trad.). (1.ª edición).
Barcelona: Editorial Kairós. ISBN 84-7245-551-3.
Williams, Tom & Cox, Cymon & Foster, Peter & Szollosi, Gergely & Embley, T..
(2020). Phylogenomics provides robust support for a two-domains tree of life.
Nature Ecology & Evolution. 4. 1-10. 10.1038/s41559-019-1040-x.
Niklas KJ (1997) The evolutionary biology of plants. University of Chicago Press,
Chicago
Martin W, Hoffmeister M, Rotte C, Henze K (2001). «An overview of endosymbiotic
models for the origins of eukaryotes, their ATP-producing organelles (mitochondria
and hydrogenosomes), and their heterotrophic lifestyle». Biol Chem (en inglés) 382:
1521-1539. Archivado desde el original el 28 de noviembre de 2012.
Bernstein H, Byerly H, Hopf F, Michod R (1984). «Origin of sex.». J Theor Biol 110
(3): 323-51. PMID 6209512.
Olivia Judson (2003). Dr. Tatiana's sex advice to all creation. New York:
Metropolitan Books. pp. 233-4. ISBN 0-8050-6331-5.
Hickey D (1982). «Selfish DNA: a sexually-transmitted nuclear parasite». Genetics
101 (3-4): 519-31. PMID 6293914.
Philip John Livingstone Bell (2001). «Viral eukaryogenesis: Was the ancestor of
the nucleus a complex DNA virus?». Journal of Molecular Evolution 53 (3): 251-256.
Bibcode:2001JMolE..53..251L. PMID 11523012. doi:10.1007/s002390010215.
Jablonka, Eva; Raz, Gal (2009-06). «Transgenerational Epigenetic Inheritance:
Prevalence, Mechanisms, and Implications for the Study of Heredity and Evolution».
The Quarterly Review of Biology 84 (2): 131-176. ISSN 0033-5770.
doi:10.1086/598822. Consultado el 31 de mayo de 2021.
Bossdorf, Oliver; Arcuri, Davide; Richards, Christina L.; Pigliucci, Massimo (19
de marzo de 2010). «Experimental alteration of DNA methylation affects the
phenotypic plasticity of ecologically relevant traits in Arabidopsis thaliana».
Evolutionary Ecology 24 (3): 541-553. ISSN 0269-7653. doi:10.1007/s10682-010-9372-
7. Consultado el 31 de mayo de 2021.
JABLONKA, EVA; LAMB, MARION J. (24 de enero de 2006). «The Changing Concept of
Epigenetics». Annals of the New York Academy of Sciences 981 (1): 82-96. ISSN 0077-
8923. doi:10.1111/j.1749-6632.2002.tb04913.x. Consultado el 31 de mayo de 2021.
Laland, Kevin N.; Sterelny, Kim (2006). «PERSPECTIVE: SEVEN REASONS (NOT) TO
NEGLECT NICHE CONSTRUCTION». Evolution 60 (9): 1751. ISSN 0014-3820.
doi:10.1554/05-570.1. Consultado el 31 de mayo de 2021.
Margulis, Lynn; Chapman, Michael J (1998-09). «Endosymbioses: cyclical and
permanent in evolution». Trends in Microbiology 6 (9): 342-345. ISSN 0966-842X.
doi:10.1016/s0966-842x(98)01325-0. Consultado el 31 de mayo de 2021.
Wilson, David Sloan; Wilson, Edward O. (2007-12). «Rethinking the Theoretical
Foundation of Sociobiology». The Quarterly Review of Biology 82 (4): 327-348. ISSN
0033-5770. doi:10.1086/522809. Consultado el 31 de mayo de 2021.
El gen egoísta, Richard Dawkins Barcelona: Salvat, 2.ª edición, 2000, 407 páginas,
ISBN 84-345-0178-3
Abdalla, M. (2006). «La crisis latente del darwinismo». En Asclepio, revista de
Historia de la Medicina y de la Ciencia, LVIII, págs. 43-94.
Pedroche, Francisco F. (2009). «La síntesis moderna en Biología.Eclecticismo o la
complementariedad de un gran paradigma». Casa del tiempo (Universidad Autónoma
Metropolitana) II (21). Consultado el 28 de septiembre de 2019.
Eldredge, N. y Gould, S. J. (1972): «Punctuated equilibria: an alternative to
phyletic gradualism.» En: Schopf, T. J. M. (ed.): Models in Paleobiology. San
Francisco. Freeman Cooper and Co.: 82-115.
Goodwin, B. (1994): How the leopard changed its spots. Phoenix Giants [Las manchas
del leopardo. La evolución de la complejidad. Tusquets Editores, Metatemas, 51. 307
págs. Barcelona (1998) ISBN 84-8310-563-2]
Overton, William (1982). «McLean v. Arkansas Board of Education». The TalkOrigins
Archive. Consultado el 24 de marzo de 2007.
Colby, C (1996). «Introduction to Evolutionary Biology». The TalkOrigins Archive.
Consultado el 24 de marzo de 2007.
Margulis L, Bermudes D (1985). «Symbiosis as a mechanism of evolution: status of
cell symbiosis theory». Symbiosis 1: 101-24. PMID 11543608.
Sandín, M. (2005). «La transformación de la evolución.» Boletín de la Real
Sociedad Española de Historia Natural. Sección Biológica. Tomo 100(1-4), 139-167.
Sandín, M. 2009. En busca de la Biología. Reflexiones sobre la evolución Archivado
el 16 de agosto de 2011 en Wayback Machine.. Asclepio, LXI-1
Jablonka, E., M. Lachman y M. Lamb. 1992. Evidence, mechanisms and models for the
inheritance of acquired characters. Journal of Theoretical Biology 158: 245-268.
Workman, C. T., Mak, H. C., McCuine, S., Tagne, J. B., Agarwal, M. Ozier, O.
Begley, T. J., Samson, L. D., Ideker, L. T. (2006). A Systems Approach to Mapping
DNA Damage Response Pathways. Science Vol. 312. no. 5776, pp. 1054 - 1059 /
Hall, B. K. (2003). Evo-Devo: evolutionary developmental mechanisms (enlace roto
disponible en Internet Archive; véase el historial, la primera versión y la
última).. Int. J. Dev. Biol. 47: 491-495.
Richards, E. J. (2006). «Opinion: Inherited epigenetic variation - revisiting soft
inheritance». Nature Reviews Genetics (en inglés) 7: 395-401. doi:10.1038/nrg1834.
Prouls, S. R., Promislow, D. E. L. y Phillips, P. C. (junio de 2005). «Network
thinking in ecology and Evolution». Trends in Ecology and Evolution 20 (6).
doi:10.1016/j.tree.2005.04.004.
Bascompte, J., Jordano, P. & Olesen, J. M. (2006): Asymmetric Coevolutionary
Networks Facilitate Biodiversity Maintenance Science Vol 312 21 pp.431-433
Barabási. A. L. & Oltvai, Z. N. (2004). Network biology: understanding the cell's
functional organization. Nature Reviews Genetics 5, 101-113 (2004);
doi:10.1038/nrg1272
Bornholdt, S. (2005). Less Is More in Modeling Large Genetic Networks. Science
310, 451
Lôning, W. W. y Saedler, H. (2003). «Chromosome Rearrangements and Transposable
Elements». Annual Reviews of Genetics (en inglés) 36 (1): 389-416.
doi:10.1146/annurev.genet.36.040202.092802.
Flores, M. y colaboradores. (2007). Recurrent DNA inversion rearrangements in the
human genome. PNAS, vol. 104 no. 15 6099-6106
Wagner, G. P., Amemiya, C. & Ruddle, F. (2003). Hox cluster duplications and the
opportunity for evolutionary novelties. PNAS vol. 100 no. 25, 14603-14606
Mulley, J. F., Chi-Hua C. & Holland, P. W. H. (2006). Breakup of a homeobox
cluster after genome duplication in teleosts. PNAS vol. 103 no. 27, 10369-10372
Sandín, M. (1997). «Teoría Sintética: Crisis y Revolución». Arbor (623-624): 269-
303.
«E. coli Long-term Experimental Evolution Project Site». Michigan State
Univeristy. Consultado el 2 de junio de 2019.
Banzhaf, W. y Eckman, F.H., ed. (1995). Evolution and Biocomputation:
Computational Models of Evolution. Lecture Notes in Computer Science (en inglés)
899. Springer Berlin Heidelberg. ISBN 9783540590460. doi:10.1007/3-540-59046-3.
Consultado el 13 de julio de 2019.
Moreno, Daniel (2013). «Programa Tierra. Simulación computarizada de la evolución
biológica», Journal of Feelsynapsis (JoF). ISSN 2254-3651. 2013. (8): págs. 20-23.
Ivancevic, Vladimir G.; Ivancevic, Tijana T. (2007). Computational mind : a
complex dynamics perspective. Springer. p. 255. ISBN 9783540715610. OCLC 185026797.
Consultado el 13 de julio de 2019.
Browne, Janet (2003). Charles Darwin: The Power of Place. London: Pimlico. pp.
376-379. ISBN 0-7126-6837-3.
Dennett, D. (1995). Darwin's Dangerous Idea: Evolution and the Meanings of Life.
Simon & Schuster. ISBN 978-0684824710.
Para la percepción científica y social de la evolución en los siglos XIX y XX,
consúltese Johnston, Ian C. «History of Science: Origins of Evolutionary Theory».
And Still We Evolve. Liberal Studies Department, Malaspina University College.
Consultado el 24 de mayo de 2007.
*Zuckerkandl E (2006). «Intelligent design and biological complexity». Gene 385: 2-
18. PMID 17011142. doi:10.1016/j.gene.2006.03.025.
Scott, E. C., Matzke, N. J. (mayo de 2007). «Biological design in science
classrooms». Proc. Natl. Acad. Sci. U.S.A. 104, supl. 1: 8669-76. PMC 1876445. PMID
17494747. doi:10.1073/pnas.0701505104.
Ross, M. R. (2005). «Who Believes What? Clearing up Confusion over Intelligent
Design and Young-Earth Creationism». Faculty Publications and Presentations (en
inglés) (Liberty University) 79.
Hameed, Salman (12 de diciembre de 2008). «Science and Religion: Bracing for
Islamic Creationism». Science 322 (5908): 1637-1638. PMID 19074331.
doi:10.1126/science.1163672. Archivado desde el original el 10 de noviembre de
2014. Consultado el 2009.
Spergel, D. N.; Scott, E. C.; Okamoto, S. (2006). «Science communication. Public
acceptance of evolution». Science 313 (5788): 765-66. PMID 16902112.
doi:10.1126/science.1126746.
Spergel, D. N.; Verde, L.; Peiris, H. V.; Komatsu, E.; Nolta, M. R.; Bennett, C.
L.; Halpern, M.; Hinshaw, G. et al. (2003). «First-Year Wilkinson Microwave
Anisotropy Probe (WMAP) Observations: Determination of Cosmological Parameters».
The Astrophysical Journal Supplement Series 148: 175-94. doi:10.1086/377226.
Wilde SA, Valley JW, Peck WH, Graham CM (2001). «Evidence from detrital zircons
for the existence of continental crust and oceans on the Earth 4.4 Gyr ago». Nature
409 (6817): 175-78. PMID 11196637. doi:10.1038/35051550.
Smocovitis, Vassiliki, Betty (1996). Unifying Biology: The Evolutionary Synthesis
and Evolutionary Biology (en inglés). Princeton University Press. ISBN 0-691-03343-
9.
Bayrakdar, Mehmet. Al Jahiz and the Rise of Biological Evolution (en inglés).
Kevles, D. (1998). In the Name of Eugenics: Genetics and the Uses of Human
Heredity. Harvard University Press. ISBN 978-0674445574.
Para la historia de la eugenesia y la evolución, ver Kevles, Daniel (1998). In the
Name of Eugenics: Genetics and the Uses of Human Heredity. Harvard University
Press. ISBN 978-0-674-44557-4.
«The history of the evolution debate in the United States». Pew Research Center's
Religion & Public Life Project (en inglés estadounidense). Consultado el 20 de
octubre de 2020.
Hitler, Adolf (2018). Mi lucha. Editorial Verbum. ISBN 978-84-9074-739-1.
Consultado el 21 de octubre de 2020. «p. 153: "La gran masa no es más que una parte
la naturaleza y no caben su mentalidad comprender el mutuo apretón de manos de
entre hombres que afirman seguir objetivos contrapuestos. Lo que la masa quieres el
triunfo del más fuerte y la destrucción del débil oso incondicional sometimiento."
p. 226 "[...] la lucha por la existencia de un ser vive a expensas del otro donde
el exterminio del más débil representa la vida de más fuerte."».
«Social Darwinism». Encyclopaedia Britannica.
Charles Darwin discrepaba firmemente con los intentos de Herbert Spencer y otros
de extrapolar sus ideas evolutivas a todos los campos. Ver Midgley, M (2004). The
Myths we Live By. Routledge. p. 62. ISBN 978-0-415-34077-9.
Midgley, M. (2004). The Myths we Live By. Routledge. p. 62. ISBN 978-0415340779.
Allhoff, F. (2003). «Evolutionary ethics from Darwin to Moore». History and
philosophy of the life sciences 25 (1): 51-79. PMID 15293515.
doi:10.1080/03919710312331272945.
Gowaty, Patricia Adair (1997). Feminism and evolutionary biology: boundaries,
intersections, and frontiers. London: Chapman & Hall. ISBN 0-412-07361-7.
Colp, Ralph (1974). «The Contacts Between Karl Marx and Charles Darwin». Journal
of the History of Ideas 35 (2): 329-338. ISSN 0022-5037. doi:10.2307/2708767.
Consultado el 23 de noviembre de 2019.
Rejón, Manuel Ruiz (21 de agosto de 2018). «Dos gigantes enfrentados: marxismo y
darwinismo». OpenMind. Consultado el 23 de noviembre de 2019.
D. N. Ruiz (1980). Marxismo y darwinismo.
«Carta de Marx a Lasalle (1861)». www.marxists.org. Consultado el 23 de mayo de
2020.
«F. Engels (1876): "El papel del trabajo en la transformación del mono en
hombre".». www.marxists.org. Consultado el 28 de julio de 2020.
«Darwin in Russian Thought». publishing.cdlib.org. Consultado el 23 de mayo de
2020.
Mocek, Reinhard (12 de septiembre de 2014). Socialismo revolucionario y
darwinismo. Ediciones AKAL. p. 73. ISBN 978-84-460-4065-1. Consultado el 31 de
diciembre de 2020.
«Soviet Biology». www.marxists.org. Consultado el 31 de diciembre de 2020.
«Lamarckism | Facts, Theory, & Contrast with Darwinism». Encyclopedia Britannica
(en inglés). Consultado el 31 de diciembre de 2020.
Religious Groups: Opinions of Evolution, Pew Forum (realizado en 2007, publicado
en 2008)
van Wyhe, John (2002-7). «Charles Darwin: gentleman naturalist: A biographical
sketch». The Complete Work of Charles Darwin Online. University of Cambridge.
Consultado el 10 de julio de 2011.
Gee, Henry; Rory Howlett, Philip Campbell (enero de 2009). «15 Evolutionary Gems»
(PDF) (en inglés). Nature. Consultado el 2 de mayo de 2009.
«Kansas Education Board First to Back 'Intelligent Design'». The Washington Post
(en inglés). 9 de noviembre de 2005. Archivado desde el original el 11 de mayo de
2008. Consultado el 28 de agosto de 2008.
«En Kansas se enseñará la teoría creacionista». La Nación. 10 de noviembre de 2005.
«Dover: ID is out!». Science (en inglés). 20 de diciembre de 2005. Consultado el
29 de marzo de 2021.
Bhattarcharjee, Y. (2006). «Evolution Trumps Intelligent Design in Kansas Vote».
Science (en inglés) 313 (5788): 743. doi:10.1126/science.313.5788.743.
«El gobierno de Berlusconi pretendió eliminar la teoría de Darwin de los colegios
italianos». Archivado desde el original el 29 de agosto de 2011. Consultado el 2 de
mayo de 2009.
Algañaraz, Julio. «La ciencia de la evolución por Berlusconi: Ola de protestas de
científicos y premios nobel italianos». Clarín. Consultado el 2 de mayo de 2009.
Pío XII. 12 de agosto de 1950. Carta Encíclica Humani Generis del Sumo Pontífice
Pío XII. Sobre las falsas opiniones contra los fundamentos de la doctrina
católica..
Pio XII, Enc. Humani Generis, 29.
Pio XII, Enc. Humani Generis, 28.
Juan Pablo II. 1996. Mensaje a los miembros de la Academia Pontificia de las
Ciencias
Benedicto XVI. 2007. Encuentro del Santo Padre Benedicto XVI con los párrocos y
sacerdotes de las diócesis de Belluno-Feltre y Treviso. Libreria Editrice Vaticana
(en línea) Fecha acceso 10-3-2008
Abdul Majid (2002). «The Muslim Responses To Evolution». Islamic Research
Foundation International, Inc. Archivado desde el original el 13 de febrero de
2010. Consultado el 10 de julio de 2011.
Adnan Oktar (1999). «The Evolution Deceit». Consultado el 24 de mayo de 2010.
Jin, Xiaoxing (2019/03). «Translation and transmutation: the Origin of Species in
China». The British Journal for the History of Science (en inglés) 52 (1): 117-141.
ISSN 0007-0874. doi:10.1017/S0007087418000808. Consultado el 12 de febrero de 2021.
«Darwin and design: historical essay» (en inglés). Darwin Correspondence Project.
Archivado desde el original el 21 de octubre de 2014. Consultado el 17 de agosto de
2011.
Bibliografía
Avise, J. C. (1994): Molecular markers, natural history and evolution. New York,
Chapman and Hall. 511 págs. ISBN 0-412-03771-8 [Relato de los descubrimientos
evolutivos realizados gracias a los estudios moleculares, con especial atención a
los aspectos conservacionistas].
Ayala, F.J. (1994): La teoría de la evolución. De Darwin a los últimos avances de
la genética. Ediciones Temas de Hoy, S.A. Colección Fin de Siglo / Serie Mayor, 60.
237 págs. Madrid ISBN 84-7880-457-9
Ayala, F. J. y Valentine, J. W. (1983 [1979]): La evolución en acción. Teoría y
procesos de la evolución orgánica. Editorial Alhambra, S.A. Alhambra Universidad.
412 págs. Madrid ISBN 84-205-0981-7
Buskes, Chris (2008 [2009]): La herencia de Darwin. La evolución en nuestra visión
del mundo. Herder Editorial. 541 págs. Barcelona ISBN 978-84-254-2621-6
Cabello, M. y Lope, S. (1987): Evolución. Editorial Alhambra, S.A. Biblioteca de
Recursos Didácticos Alhambra, 12. 114 págs. Madrid ISBN 84-205-1535-3
Carter, G. S. (1958 [1959]): Cien años de evolución. Editorial Taurus, S.A. Ser y
Tiempo, 5. 223 págs. Madrid
Castrodeza, C. (1988): Teoría Histórica de la Selección Natural. Editorial
Alhambra, S.A. Exedra, 160. 284 págs. Madrid ISBN 84-205-1740-2
Crusafont, M., Meléndez, B. y Aguirre, E. (Eds.) (1966): La evolución. La Editorial
Católica, S.A. Biblioteca de Autores Cristianos [B.A.C.]. Sección VI (Filosofía),
258. 1014 págs. Madrid ISBN 978-84-220-0676-3 (de la 4.ª ed., 1986).
Richard Dawkins. (2000): El gen egoísta. Barcelona: Salvat Editores, S.A., 2.ª
edición, 407 páginas, ISBN 84-345-0178-3
Devillers, C. y Chaline, J. (1989 [1993]): La teoría de la evolución. Estado de la
cuestión a la luz de los conocimientos científicos actuales. Ediciones Akal, S.A.
Ciencia Hoy, 5. 383 págs. Madrid ISBN 84-7600-989-5
Dobzhansky, Th., Ayala, F. J., Stebbins, G. L. y Valentine, J. W. (1977 [1979]):
Evolución. Barcelona: Omega. 558 págs. ISBN 84-282-0568-X
Gould, S. J. (2002 [2004]): La estructura de la teoría de la evolución. Barcelona:
Tusquets (Metatemas), 82. 1426 págs. ISBN 84-8310-950-6
Lamarck, Jean-Baptiste (1809). Philosophie Zoologique. Paris: Dentu et L'Auteur.
OCLC 2210044. Evolución biológica en Internet Archive
Limoges, C. (1970 [1976]):La selección natural. Ensayo sobre la primera
constitución de un concepto (1837-1859). Siglo Veintiuno Editores, S.A. Ciencia y
Técnica. 183 págs. México D.F.
Maynard Smith, J. (1972 [1979]): Acerca de la Evolución. H. Blume Ediciones. 136
págs. Madrid ISBN 84-7214-182-9
Milner, R. (1990 [1995]): Diccionario de la evolución. La humanidad a la búsqueda
de sus orígenes. Barcelona: Biblograf (Vox). 684 págs. ISBN 84-7153-871-7
Moya, A. (1989): Sobre la estructura de la teoría de la evolución. Editorial
Anthropos, S.A. - Servicio Editorial de la Univ. del País Vasco. Nueva ciencia, 5.
174 págs. ISBN 84-7658-154-8
Templado, J. (1974): Historia de las teorías evolucionistas. Editorial Alhambra,
S.A. Exedra, 100. 170 págs. Madrid ISBN 84-205-0900-0
VV. AA. (1978 [1979]): Evolución. Barcelona: Labor (Libros de Investigación y
Ciencia). 173 págs. ISBN 84-335-5002-0
VV. AA. (1982): Charles R. Darwin: La evolución y el origen del hombre. Revista de
Occidente, Extraordinario IV, 18-19: 1-235 ISSN 0034-8635
Enlaces externos
Wikimedia Commons alberga una categoría multimedia sobre Evolución biológica.
Wikiquote alberga frases célebres de o sobre Evolución biológica.
Wikiversidad alberga proyectos de aprendizaje sobre Evolución biológica.
En español
«La evolución es un hecho y una teoría», artículo en el sitio web Chile Skeptic.
«La evolución biológica como un hecho y como una teoría», artículo de Stephen Jay
Gould en el sitio web Sin Dioses.
«La evolución biológica», artículo de Antonio Barbadilla donde expone los conceptos
de evolución y selección natural.
Evolución y ambiente.
Collado González, Santiago: «Teoría de la evolución», artículo en el sitio web
Philosophica: Enciclopedia filosófica en línea
«Comprendiendo la evolución».
En inglés
Un estudio para saber de dónde venimos y adónde vamos (en inglés)
«Evolution». New Scientist. ISSN 0262-4079. Consultado el 30 de mayo de 2011.
«Evolution Resources from the National Academies». Washington, DC: National Academy
of Sciences. Consultado el 30 de mayo de 2011.
«Understanding Evolution: your one-stop resource for information on evolution».
Berkeley, California: University of California, Berkeley. Consultado el 30 de mayo
de 2011.
«Evolution of Evolution – 150 Years of Darwin's 'On the Origin of Species'».
Arlington County, Virginia: National Science Foundation. Archivado desde el
original el 19 de mayo de 2011. Consultado el 30 de mayo de 2011.
«Human Evolution Timeline Interactive». Smithsonian Institution, National Museum of
Natural History. 28 de enero de 2010. Consultado el 14 de julio de 2018. Usar Adobe
Flash (en inglés)
Experimentos sobre procesos evolutivos