Como Jesús: Vivamos
Como Jesús: Vivamos
Como Jesús: Vivamos
VIVAMOS
COMO JESÚS
El fruto del Espíritu
Pedro Fuentes
VIVAMOS
COMO JESÚS
El fruto del Espíritu
Ped r o Fu en tes
Vivamos como Jesús : el fruto del espíritu 1a ed.
ISBN 978-987-24864-1-9
1. Vida Cristiana.
CDD 248
Impreso en Argentina
Diseño de cubierta e interior: Lucas Fuentes
www.lucasfuentes.com.ar
VIVAMOS
COMO JESÚS
El fruto del Espíritu
SEMANA 1
CAUTIVADOS POR EL AMOR
SEMANA 2
LLENOS DEL GOZO DE DIOS
SEMANA 3
DISFRUTANDO DE LA PAZ
SEMANA 4
ESPERANDO CON PACIENCIA
SEMANA 5
MOSTRANDO A TODOS
LA BENIGNIDAD Y BONDAD DE DIOS
SEMANA 6
DESAFIADOS POR LA FE
SEMANA 7
CONTROLADOS POR
LA MANSEDUMBRE Y LA TEMPLANZA
VIVAMOS
COMO JESÚS
El fruto del Espíritu
“ El fruto del Espíritu es amor, gozo, paz, paciencia,
benignidad, bondad, fe, mansedumbre y templanza”.
Gálatas 5:22-23
SEMANA 1
CAUTIVADOS POR
EL AMOR
DIOS ME AMA
“Mirad cual amor nos ha dado el Padre
para que seamos llamados hijos de Dios”
1°Juan 3:1
Seguramente nunca podremos llegar a entender cuánto nos ama Dios.
Quizás en muchas ocasiones te encontraste como perdido en el mundo, sin-
tiendo que nadie se interesaba por vos. Lo más probable es que no sea así,
pero si así fuera Dios nunca dejará de amarte. El amor de Dios es invariable, es
personal, es único y está a tu disposición.
Los seres humanos fuimos creados con una tremenda necesidad de ser ama-
dos y Dios lo sabe porque él nos creó. A algunas de las personas que te rodean
quizás les cueste amarte, como a vos te costará amar a algunas también, sin
embargo a Dios no le resulta un sacrificio amarnos porque él en esencia es
AMOR. Y Dios te ama así como sos, sin importar tu pasado, sin preguntar por
tus fracasos, sin evaluar tu capacidad. Dios sencillamente te ama, porque él
te creó para amarte. Esto no significa que Dios siempre esté de acuerdo con
nuestra conducta porque cuando pecamos Dios no lo aprueba. Y el pecado
nos conduce a la perdición eterna. Pero como Dios nos ama buscó la solución
a nuestro problema:
“De tal manera amó Dios al mundo que ha dado a su Hijo unigénito, para que
todo aquél que en el cree no se pierda sino que tenga vida eterna” Juan 3:16
Pasar por este mundo sin haber experimentado el amor de Dios en la vida, es
haberse perdido lo más importante que podemos disfrutar: Que el Creador
y Sustentador del universo nos rodee con su brazo amoroso y nos conduzca
hasta el final del camino. Te invito a vivir el resto de tus días sabiendo que
DIOS TE AMA.
YO AMO A DIOS
“Nosotros amamos a Dios porque él nos amó primero”
1°Juan 4:19
Cuando comenzamos a disfrutar del amor que Dios nos tiene, empezamos a
darnos cuenta qué significa amar. Dios pone en evidencia su amor, así lo ex-
presa San Pablo: “Mas Dios muestra su amor para con nosotros en que siendo
aún pecadores, Cristo murió por nosotros” Romanos 5:8
3 - SERVICIO: Jesús dijo “El Hijo del Hombre no vino para ser servido sino para
servir” Marcos 10:45. Si somos seguidores de Jesús debemos pensar que cada
vez que hacemos algo en beneficio de otros estamos sirviendo a Dios y mos-
trándole que lo amamos de verdad.
Reflexión: Adoración, obediencia y servicio son formas muy prácticas que te-
nemos para mostrar QUE AMAMOS A DIOS.
Lectura complementaria: Juan 14:21-24
Dia 3
AMOR A MI HERMANO
“Amados; amémonos unos a otros; porque el amor es de Dios.
Todo aquél que ama, es nacido de Dios, y conoce a Dios”
1°Juan 4:7
El Nuevo Testamento nos dice que la Iglesia es como una familia. Todos sus
integrantes son hermanos entre sí. En las relaciones familiares se viven distin-
tas y variadas experiencias. La relación entre los hermanos suele ser buena y
en ocasiones no tanto. Dios desea que en la Iglesia reine un clima de amor y
comprensión. En toda familia los hermanos cuando son chicos se pelean por
cualquier cosa, a medida que van creciendo y madurando cada asunto se pue-
de conversar y las cosas van resolviéndose cada vez mejor.
El Señor Jesús sabía esto y es por eso que nos dejó un mandamiento muy cor-
tito pero que puede revolucionar nuestras relaciones “Este es mi mandamien-
to: Que se amen los unos a los otros” Juan 15:17
El amor permite que nos aceptemos tal como somos.
El amor nos hace perdonar las ofensas y olvidar los agravios.
El amor nos motiva a ayudar.
El amor nos permite renunciar a lo nuestro para beneficiar al hermano.
Reflexión: Tanto amo a mis hermanos, tanto estaré dispuesto a hacer algo en
beneficio de ellos.
Lectura complementaria: 1°Juan 4:7-21
Dia 4
AMOR AL PRÓJIMO
“Amarás a tu prójimo como a ti mismo”
Marcos 12:31
Quizá oíste aquel famoso refrán: “hablan tan fuerte tus acciones que no me
dejan oír lo que tú dices”. Cuando hablamos del amor de Dios, la gente quiere
ver algo concreto de ese amor y no sólo escuchar de él. Las personas dedican
más tiempo a observar lo que hacemos que a escuchar lo que les decimos. Por
eso recordemos lo que nos dice el Señor:
“Hijitos míos, no amemos de palabra ni de lengua, sino de hecho y en verdad”
1°Juan 3:18
Reflexión: Estemos atentos para mostrar a nuestro prójimo con acciones con-
cretas de cuánto Dios los ama a ellos y cómo nosotros también los amamos.
Lectura complementaria: Lucas 10:25-37
Dia 5
Esto fue lo que sucedió con Jesús. Lo maldecían y él no les respondía. Lo mal-
trataban y él encomendaba a Dios su causa. Cuando estaba en la cruz oró al
Padre pidiéndole que perdonara a sus agresores. ¡Qué tremendo! ¡Qué con-
tradicción para nuestros sentimientos! ¡Que desafío para nuestra experiencia
diaria!
“El amor cubrirá multitud de pecados” Sólo el amor de Dios en nosotros puede
pasar por alto la ofensa, disimular la agresión y soportar la injusticia.
Quiero que pienses en las personas que alguna vez te hirieron, que fueron
injustas con vos. Debes perdonarlas, de lo contrario seguirás atado al pasa-
do. El amor que Dios puso en tu corazón es más fuerte que todo el odio que
puedas recibir. Porque es el amor de Dios, que en Jesucristo venció al pecado,
a la muerte y al mismo Satanás. Y hoy ese amor puede inundar tu corazón de
modo que no haya espacio para que se albergue el odio ni el rencor. Cuando
amas a tus enemigos eres libre y nadie podrá inquietar tu ser interior.
Esta hermosa experiencia que nos sucedió, debiera cada día recordarnos que
a nuestro alrededor hay miles de personas que están sin Dios, sin Cristo y sin
esperanza en el mundo. Viven ciegos, no conocen el camino, marchan rumbo
al infierno. Muchas de estas personas viven muy cerca nuestro; algunos son
nuestros familiares, vecinos, compañeros de estudio o de trabajo. Cada uno
de nosotros es responsable directo de las personas que tiene a su alrededor.
Pensando que Dios nos ama tanto y que su amor también es para ellos, ¿no
te parece que es demasiado injusto y egoísta el no compartirles esta buena
noticia?
Amar a los que están perdidos es lo que Jesús hizo, así lo declaró: “Porque el
Hijo del Hombre vino a buscar y a salvar lo que se había perdido” Lucas 19:10
En este mundo todo se termina, nada permanece para siempre. Las cosas se
rompen, las modas cambian, las ideologías se agotan. Las personas se enveje-
cen y se mueren, las relaciones se interrumpen y se cortan. Nada permanece.
Como dijo el filósofo Heráclito: “Lo único que permanece es el cambio”. Esta
es la razón por la que la vida es tan inestable, no tenemos de dónde tomarnos
para permanecer seguros. Pero gracias al cielo, el amor de Dios por nosotros
no cambia ni cambiará. ¿Sabes por qué? Porque es la esencia misma de Dios:
“En Dios no hay mudanza ni sombra de variación” Santiago 1:17
Mientras pasamos por este mundo, el peregrinaje se hace difícil a veces, por-
que hay que vivir experiencias no deseadas, porque se rompen relaciones y la
tristeza invade nuestro corazón. En ocasiones nos sentiremos solos y no com-
prendidos ni queridos. Debes recordar que Dios sí te comprende porque te
creó y te ama y nunca dejará de amarte.
Ahora tenemos una relación que durará por siempre, aún después de nuestra
muerte. Esta relación de amor es para toda la eternidad.
Reflexión: Señor ayúdame para vivir conciente que todo aquí abajo pasará,
pero gracias porque puedo vivir aferrado a tu amor porque nunca se termi-
nará.
Lectura complementaria: 1° Corintios 13:1-13
Mostrando el cristianismo en la vida diaria
SEMANA 2
LLENOS DEL
GOZO DE DIOS
GOZO DE DIOS
“En tu presencia hay plenitud de gozo”
Salmos 16:11
Reflexión: Si creemos que vivir feliz es solo pasar momentos agradables, nos
estamos perdiendo el verdadero significado de la felicidad.
Lectura complementaria: Salmos 145:1-7
Dia 9
GOZO DE LA SALVACIÓN
“Vuélveme el gozo de tu salvación”
Salmos 51:12
La vida del rey David representa mucho la vida de cada uno de nosotros, así
se ve en el libro de los Salmos. Este pastorcito de Belén vivió todo tipo de
experiencias difíciles. En su niñez fue mandado a la montaña a cuidar unas
pocas ovejas, casi olvidado por su familia. De joven soportó la envidia de sus
hermanos y el celo del rey Saúl. Fue perseguido y acusado falsamente. Tuvo
que abandonar su casa, su familia, su tierra y sus amigos porque el rey con su
ejército lo buscaba para matar. En todas estas tristes experiencias David no
perdía el gozo de saber que Jehová era su pastor y nada le faltaría.
“No es bueno que el hombre esté solo”. Esta es una sentencia que involucra
mucho más que el matrimonio, tiene que ver con que Dios no nos creó para
vivir en soledad, sino en relación con otros como nosotros, esto es comunión.
La buena relación con los hermanos, a la que la Biblia llama comunión, produ-
ce un gran gozo.
Hay una gran bendición, un gran deleite en vivir en buena comunión con los
hermanos, así lo dice el salmista: “Mirad cuán bueno y cuán delicioso es habi-
tar los hermanos juntos en armonía” Salmos 133:1
La comunión en la vida cristiana tiene dos facetas importantes. Así como amar
a Dios se demuestra amando a los semejantes, la comunión con Dios se de-
muestra en la comunión con los hermanos. En esa relación con la comunidad
de fe, que es la iglesia, es que expreso mi cercanía con Dios. Nadie puede afir-
mar que está en buenas relaciones con Dios si está lejos de sus hermanos.
Jesús se mantuvo en una estrecha relación con sus seguidores y les pidió a los
discípulos que se mantuvieran unidos como muestra de que eran seguidores
de él: “En ésto conocerán todos que sois mis discípulos, si tuviereis amor los
unos con los otros” Juan 13:35
1 - A Dios le agrada. Siempre que hacemos lo que a Dios le agrada nos trans-
formamos en personas felices, en personas que disfrutan de la vida, que gus-
tan el placer de vivir. Personas que cumplen el propósito y la asignación para la
que fueron creadas, son personas satisfechas plenamente. “El hacer tu volun-
tad, Dios mío me ha agradado” Salmos 40:8
3 - Saber que un día seremos recompensados con gozo eterno. Cada acción
que hacemos aquí en la tierra a favor de cualquier persona, por más pequeña
que sea, Dios la tiene en cuenta. No debiéramos perder ninguna oportunidad
de hacer algo en beneficio de otros. “ Cualquiera que dé un vaso de agua fría...
no perderá su recompensa” Mateo 10:42.
Para la mayoría de las personas estar solos no es agradable, mientras que para
otras sí. Dios no nos hizo para estar solos, pero ese no es el mayor problema.
En ocasiones estamos rodeados de gente pero nos sentimos solos. Sea que
estés solo o que te sientas solo, puedes experimentar el gozo de la presencia
incondicional de Dios en tu interior. Puedes estar seguro que él cumplirá su
promesa: “No temas, porque yo estoy contigo; no desmayes, porque yo soy tu
Dios que te esfuerzo....” Isaías 41:10.
Es una pena que algunos pasen toda la vida buscando felicidad y gasten mu-
cho dinero sin poder llegar a sentir esa plena satisfacción que Dios les ofrece
gratuitamente.
Muchos esperan llenar sus ansias de placer con viajes, compras, conociendo
gente importante, practicando deportes, estudiando, investigando, con el
arte, con la música, y con tantas otras cosas que son buenas y sanas. Está bien
hacerlas e invertir tiempo y dinero para practicarlas, lo que no está bien es
pensar que haciendo estas cosas obtendremos la felicidad tan ansiada.
Los discípulos de Jesús confundieron alegría con gozo y Jesús les explicó la
diferencia. Les dijo que ellos debían gozarse con aquellas cosas que no cam-
biarían con el tiempo. Ellos se gozaban porque habían podido hacer algunos
milagros y Jesús les recordó que lo más preciado que una persona puede te-
ner aquí abajo es la seguridad y garantía de saber que su nombre está escrito
en el libro de la vida. Es decir que está preparado para su muerte. Tiene plena
seguridad que pasará la eternidad en el cielo junto a Jesucristo.
Jesús no les estaba diciendo que no debían alegrarse por las cosas lindas que
les sucedían. Lo que debían aprender era a diferenciar entre la alegría tempo-
ral y el gozo eterno.
SEMANA 3
DISFRUTANDO
DE LA PAZ
No tenemos por qué tenerle miedo a Dios ya que a través del Señor Jesús es-
tamos en paz con él.
No tenemos por qué tenerle miedo a la muerte ya que estamos en paz para
enfrentar lo que viene después.
No tenemos por qué tener miedo a las circunstancias difíciles que podamos
enfrentar porque tenemos paz en el corazón y nada puede perturbarnos.
Jesús dijo: “La paz les dejo; mi paz les doy. Yo no se la doy a ustedes como la da
el mundo. No se angustien ni se acobarden”. Juan 14:27
Muchas personas viven una gran carga de conciencia y sentido de culpa. Car-
gan con malas decisiones y pecados cometidos en el pasado que les resulta
una gran mochila casi imposible de llevar. No pueden disfrutar por mucho
tiempo de las cosas lindas que les suceden porque siempre están trayendo a
su memoria viejas culpas. Es una pena que sea así, porque Jesús ofrece para
todos un perdón total y absoluto. De modo que no quede ni una pizca de
pesar porque “si confesamos nuestros pecados, él es fiel y justo para perdonar
nuestros pecados y limpiarnos de toda maldad” 1° Juan 1:9
Reflexión: No permitiré que viejas culpas empañen la paz que Jesús consiguió
para mí cuando me arregló las cuentas con Dios el Padre.
Desafío
Quiero recordarte que el mundo no va a cambiar y las circunstancias probable-
mente tampoco. Lo que sí puedo asegurarte es que puede cambiar tu forma
de enfrentar estos caminos. Puede cambiar tu corazón, para estar preparado
para transitar caminos difíciles.
El hijo menor de un zapatero campesino dijo a su padre: “Papá; quisiera cami-
nar descalzo por todo el mundo sin pinchar mis pies con las espinas del cam-
po, quiero que consigas mucho cuero y cubras todo el mundo así no habrá
nada que me moleste para caminar por donde yo quiera” El padre lo miró con
ojos de amor y compasión, pero conociendo la realidad de la vida le contestó:
“No será posible cubrir todo el mundo con cuero, porque no podría encontrar
suficiente material para ello. Pero algo voy a hacer para que cumplas tus de-
seos de no pincharte con las espinas del campo. Conseguiré el mejor cuero
y te fabricaré las mejores botas que hayas visto y entonces podrás salir por
el mundo sin problemas. No puedo quitar las espinas del camino, ni puedo
cubrirlas a todas, pero sí puedo prepararte, cubriendo tus pies para que en-
frentes cualquier tipo de espinas y pinches del camino”.
Que el Dios de paz esté con nosotros, nos da la plena seguridad de poder ca-
minar por este mundo en paz, no porque los problemas sean quitados, sino
porque Él cubre nuestro corazón con su presencia y podemos decir como el
poeta bíblico: “Aunque la higuera no florezca, ni en las vides haya frutos, aun-
que falte el producto del olivo y los labrados no den mantenimiento... El Señor
es mi fortaleza” Habacuc 3:17-19
Reflexión: Saber llevarnos bien con la gente nos permite disfrutar de la vida y
ser de bendición a quienes nos rodean.
“No devolviendo mal por mal, ni maldición por maldición, sino por el contrario
BENDICIENDO…” 1° Pedro 3:9.
Lectura complementaria: Salmos 122.
Dia 19
PAZ PARA TOMAR DECISIONES
“…Y la paz de Dios que sobrepasa todo entendimiento,
cuidará sus corazones y sus pensamientos en Cristo Jesús”
Filipenses 4:7
Una persona perturbada en su interior difícilmente podrá decidir correcta-
mente. La angustia del corazón, el apuro mezclado con desesperación para
resolver algún asunto, puede llevarnos a tomar caminos equivocados.
Debemos evitar tomar cualquier tipo de decisión cuando no estamos en paz.
El texto que estamos compartiendo comienza diciendo: “Por nada estén pre-
ocupados, sino sean conocidas sus peticiones delante de Dios, en toda oración
y ruego, con acción de gracias y la paz de Dios …”
Problemas Familiares: Cuando menos nos imaginamos algo sucede en las re-
laciones familiares y se rompe algún vínculo. Es casi como una muerte. Algo
desaparece de golpe y quedamos perplejos y nos sentimos impotentes ante
tal situación.
Estas y muchas más son AFLICCIONES de las cuales Jesús nos anunció que ten-
dríamos. Él no dijo que las quitaría, sino que nos daría su PAZ para enfrentarlas.
El salmista dijo: “Atravesando el valle de lágrimas lo cambian en fuente” Sal-
mos 84:6. Todos pasamos tarde o temprano por el valle de lágrimas, son estas
AFLICCIONES de las que nos habló Jesús. Pero nunca debemos olvidar que la
PAZ de Jesús es una promesa firme y segura que nadie podrá cambiar.
Lo que tenemos que hacer es confiar en Jesús y dejar que él se ocupe de nues-
tras aflicciones y a cambio nos dará su paz.
3 - GUARDAR LA FE
La vida es como un encargo del cual tenemos que dar cuenta al finalizarla.
Guardar la fe es cuidar y respetar el contenido del cristianismo; sus valores y
principios que son inalterables como lo es Dios mismo. Si queremos vivir en
paz debemos ser celosos de lo que Dios es y dice. No transgredir sus mandatos
nos permite llegar al final del camino en paz.
SEMANA 4
ESPERANDO CON
PACIENCIA
El relato del capítulo 11 de Hebreos nos cuenta de muchas personas que lo-
graron triunfar en la carrera de la vida. La mayoría de ellos atravesando expe-
riencias super difíciles, que cualquiera de nosotros diría que es imposible su-
perarlas. Sin embargo, lo lograron porque asumieron su responsabilidad con
paciencia y confiaron en Dios quien les dio finalmente la victoria.
RENUNCIA Dios sabe que tenemos muchas cosas en nuestra vida que nos
perturban e impiden que corramos la carrera con libertad. Así que nos invita a
dejar atrás y a despojarnos del peso que nos molesta. Muchas veces esas cosas
que nos pesan son a su vez cosas que queremos y que nos cuesta dejar. Pero
no olvidemos que será mejor renunciar a ellas si deseamos ganar la carrera y
ser premiados por Dios.
CONFIANZA Hay una clave que no debemos descuidar para alcanzar el triun-
fo: es hacia dónde miramos. Es fácil desviar la mirada y cambiar de rumbo. Es
tentador empezar a pensar que estamos teniendo un buen ritmo y comenzar
a confiar en nuestras propias fuerzas. Esto nos llevará seguro al fracaso. Por
esto la Biblia nos advierte que la carrera se corre y se gana “PUESTOS LOS OJOS
EN JESÚS”.
El gozo que debemos sentir es por saber hacia dónde nos conduce la prueba y
no por la prueba en sí. Es como cuando andamos por un camino de montaña,
el piso puede ser de ripio y tener muchas piedras a su paso que molestarán
nuestro andar. Si vamos en vehículo podemos arruinar alguna cubierta, sin
embargo seguimos porque esperamos llegar al final para encontrarnos con el
objetivo de un buen paisaje. Así debiéramos enfrentar las pruebas, SABIENDO
que al final nos espera un resultado bueno para nuestras vidas.
“Y SABEMOS QUE A LOS QUE AMAN A DIOS, TODAS LAS COSAS LES AYUDAN A
BIEN, ESTO ES A LOS QUE CONFORME A SU PROPÓSITO SON LLAMADOS”
Romanos 8:28
Reflexión: Que Dios sea paciente como lo es, nos permite tener una nueva
oportunidad ante nuestros errores.
Lectura complementaria: Isaías 30:18-21
Dia 25
SER PACIENTES CON OTROS
“Con toda humildad y mansedumbre, soportándoos
con paciencia los unos a los otros en amor”
Efesios 4:2
“Soportar con paciencia” es una idea que entendemos mejor cuando la mira-
mos desde dos perspectivas:
PRIMERO, no olvides que Dios tiene el control de todo lo que nos sucede. Él
conoce las cosas importantes que nos suceden y también las cosas sencillas,
las que todos ven y las más íntimas, a Dios no se le escapa ningún detalle de
nuestra vida.
“Tú has conocido mi sentarme y mi levantarme… todos mis caminos te son
conocidos” Salmos 139:2-3
SEGUNDO, no es verdad que siempre les vaya bien a quienes hacen las cosas
mal, aunque nos parezca que tienen éxito quienes hacen las cosas transgre-
diendo los principios de Dios. Disfrutar de la paz y la comunión con Dios es
sólo patrimonio de quienes le obedecen. Todos, un día, daremos cuenta a Dios
de nuestros hechos y él recompensará nuestros esfuerzos.
“De manera que cada uno de nosotros dará a Dios cuenta de sí”
Romanos 14:12
Cada uno de nosotros aspira a ser lo que Dios desea que seamos y el
interés de Dios es el mismo, para ello, nos permite pasar por situaciones que
ayudan a este propósito. Las expectativas de Dios son que seamos perfectos y
cabales, esto quiere decir que está trabajando en serio en nosotros. Lo que
sucede es que no nos gusta que las cosas que vivimos nos causen cierto do-
lor, pero la experiencia de la vida es que siempre tendremos problemas y
dificultades que atravesar. Por ello recordemos que más importante que
lo que nos sucede afuera es lo que sucede en nuestro interior, es decir, qué
hacemos con lo que nos sucede. No debiéramos sorprendernos de los
problemas que tenemos que enfrentar, a todos nos toca vivir cosas difíciles
y en ocasiones muy desagradables. Por esto dice el apóstol Pedro “Queridos
hermanos, no se extrañen del fuego de la prueba que están soportando, como
si fuera algo insólito” 1° Pedro 4:12
El secreto está en discernir que cada una de estas experiencias son para
nuestro bien y Dios nos dará las fuerzas para atravesarlas y salir ejercitados en
la paciencia y aprobados en el carácter.
SEMANA 5
MOSTRANDO LA
BENINGNIDAD Y
BONDAD DE DIOS
1 - SABER:
“Porque Dios es bueno; para siempre es su misericordia” Salmos 100:5
La ignorancia es la madre de muchas desdichas en la vida. No saber de lo bue-
no que es Dios nos hace perder la bendición de vivir vidas satisfechas. Nos
hace mendigos de felicidad, buscando migajas cuando podríamos estar en
abundancia. Una persona buena es alguien que da para satisfacer la necesidad
del otro. Así es Dios: “La bendición del Señor es la que enriquece y no añade
tristeza con ella” Proverbios 22:10
2 - PROBAR:
“Gustad y ved que es bueno el Señor, dichoso el hombre que confía en él”
Salmos 34:8
Debiéramos animarnos a probar con Dios. Tantas personas nos han defrauda-
do y tantas veces nosotros también hemos dejado a otros desilusionados de
nuestra bondad. Pero Dios nos desafía a que probemos con él. Cuando ten-
gas alguna necesidad no recurras a nadie sino prueba con Dios y después me
cuentas. Jesús nos dijo: “pedid y recibiréis”
3 - DISFRUTAR:
“Bueno es el Señor con quienes en él confían, con todos los que lo buscan”
Lamentaciones 3:25
Si confías en Dios puedes empezar a disfrutar de lo que él hará en tu vida, con
tu vida y a través de tu vida. Quedarás sorprendido. Puedes comenzar a disfru-
tar desde hoy mismo de la bondad de Dios ya que está a tu disposición.
1. DIOS PERDONA
No hay mayor dicha y satisfacción que sentirse perdonado. Porque esto impli-
ca ser librados de la culpa y del castigo que ésta ocasiona. A las personas nos
cuesta perdonar y somos mezquinos a la hora de conceder perdón a otros.
Solemos medir, calcular, considerar si es que vamos a perdonar o no. Dios no
hace así. Él perdona porque es bueno.
2. DIOS SANA
Todos alguna vez fuimos heridos en nuestro corazón. Alguna vez fueron injus-
tos con nosotros y quedamos mal heridos. Otras nos defraudaron y nos hizo
daño interior. Quizás fueron indiferentes con nuestro dolor y nos sentimos
ignorados… y tantas otras. Pero como David podemos decir: “él sana mis he-
ridas” Por ésto no camines ni un día más con heridas en tu corazón, cuando
Dios está dispuesto a sanar “todas tus heridas” no importa cuán graves sean ni
cuánto tiempo lleven. Dios es un médico especialista en estos asuntos.
3. DIOS RESCATA
David había vivido muchas experiencias duras. En varias ocasiones sintió que
estaba en el pozo de la desesperación y Dios lo rescató de allí.
Cuando resbalamos y caemos solemos sentirnos en un profundo pozo espiri-
tual. Dios que es bueno sabe de lo mal que nos sentimos en estas ocasiones,
por esto, oficia de rescatista y nunca deja a nadie en el pozo ¿por qué lo haría
con vos?
1. CORONA DE FAVORES
A todos nos agrada ser coronados, con un premio, con un reconocimiento,
con una mención. Quiero que sepas que Dios está dispuesto a coronarte, así lo
sentía el salmista. Pero esta coronación no tiene que ver con nuestros logros,
con nuestras destrezas y capacidades. Tiene que ver con la disposición de Dios
a llenarnos de sus favores y misericordias.
¡Qué lindo es experimentar la disposición de alguien cuando necesitamos que
se nos haga un favor! Dios, como nuestro padre amoroso, está siempre dis-
puesto a llenarnos de favores. ¡Qué bueno es Dios con nosotros!
2. SACIA DE BIEN
Quizás podríamos traducir esta frase “El que llena tu vida de cosas buenas”.
Sentirnos saciados es sentirnos satisfechos y es así como Dios espera que viva-
mos. Decía el famoso predicador Mario Mulki “vivimos quejándonos tanto de
lo que nos falta, que no podemos disfrutar de lo que tenemos”.
3. HACE JUSTICIA
Todos alguna vez vivimos experiencias en las que a nuestro entender no se
hizo justicia con nosotros. Esto causa una gran impotencia y angustia en nues-
tro interior. El joven David vivió muchas de estas experiencias y cuando le vi-
nieron los años se dio cuenta que Dios es el que hace justicia. Por ello debié-
ramos dejar que Dios obre y que lo haga a su manera. Siempre lo hará igual:
aplicará justicia en su tiempo aún cuando no sea el nuestro.
Reflexión: Como Dios nos trata a nosotros debemos tratar a nuestros seme-
jantes. O como tratemos a nuestros semejantes nos tratará Dios a nosotros.
Lectura complementaria: Mateo 6:14-15
Dia 34
BONDAD PARA TODOS
“No oprimirás a la viuda, al huérfano, al extranjero ni al pobre;
ni ninguno piense mal en su corazón contra su hermano”
Zacarías 7:10
La bondad hacia nuestros semejantes es una virtud como todas que no es para
declamarla ni para explicarla, sencillamente debe mostrarse en acciones con-
cretas. La teoría de la bondad es algo que los fariseos y escribas, religiosos de
la época de Jesús, se sabían de memoria. Jesús les reclamó la falta de práctica
de estas verdades que podían recitar de memoria sin olvidar ninguna línea.
El hermano de Jesús entendió muy bien esta verdad por eso dice: “La religión
pura y sin mancha delante de Dios el Padre es ésta: Visitar a los huérfanos y a
las viudas en sus tribulaciones” Santiago 1:27
Dios espera que seamos bondadosos con todos pero dejó indicaciones espe-
cíficas de algunas personas a las que debemos mostrar una bondad especial.
Dios debe sentirse muy mal cuando no tomamos en serio sus intereses.
Cada uno de los textos que leemos a continuación nos hablan del interés de
Dios en atender a personas que viven en estas condiciones:
Viudas:
“Padre de Huérfanos y defensor de viudas, es Dios en su santa morada”
Salmos 68:5
Huérfanos:
“Defended al débil y al huérfano; haced justicia al afligido y al menesteroso”
Salmos 82:3
Extranjeros:
“Jehová guarda a los extranjeros, al huérfano y a la viuda sostiene” Salmos
146:9
Pobres:
“Bienaventurado el que piensa en el pobre; en el día malo lo librará Jehová”
Salmos 41:1
La recompensa es justa.
Debemos saber que aunque aquí abajo puedan olvidarse de nosotros o no
ser justos con el reconocimiento, llegará un día en el que Dios nos dará lo que
corresponde a nuestra acción.
La recompensa es valiosa.
La recompensa que Dios nos dará será realmente de mucho valor. Tanto valor
tendrá que podremos presentarla en el cielo a nuestro Señor Jesucristo como
muestra de gratitud por lo que él hizo por nosotros en la cruz.
Reflexión: Esperemos la recompensa con la misma fuerza con la que nos es-
forzamos para hacer el bien a todos.
Lectura complementaria: Galatas 6:7-10
Mostrando el cristianismo en la vida diaria
SEMANA 6
DESAFIADOS
POR LA FE
¿Cómo conocer más de Dios? Para conocer a Dios, debo leer su Palabra. La
Biblia es el libro de Dios, allí es donde encontramos todo lo que él desea que
sepamos de su persona y de sus planes para nuestras vidas. Es por esto que si
queremos confiar más en Dios debemos ser lectores asiduos de su Palabra.
Para conocer a Dios, tengo que estar muy atento a las cosas que me
suceden. Dios habla de muchas maneras y en ocasiones utiliza las circuns-
tancias que nos suceden. Por ello no debemos ser indiferentes a lo que nos
sucede. Pidamos a Dios en oración ser sensibles a las circunstancias, de modo
que podamos descubrir el propósito de lo que nos pasa.
Para conocer a Dios debo relacionarme con otros que lo conozcan. Las
personas que conocen a Dios lo aman y se reúnen en la iglesia para adorarle.
Cuando estamos cerca de esta clase de personas, ellos nos muestran cómo es
Dios a través de sus conductas y acciones. Ésta es otra razón por la que debo
congregarme.
El gran desafío para Sara era aceptar que las cosas no dependían de ella. Así es
como obra la fe. Cuando tienes todo a tu favor, no necesitas de fe.
La fe nos hace acreedores de las promesas de Dios. De Sara, esta mujer anciana
y estéril, se dice: “recibió fuerzas para concebir”. Cuando esto sucede la ciencia
no tiene explicación y los médicos quedan asombrados. Es que Dios no tiene
límite, porque él hace como quiere, cuando quiere, donde quiere y con quien
quiere. Lo único que pidió de Sara fue que creyera en su promesa. Esto es lo
único que Dios pide de vos para obrar maravillas.
Sara fue aprobada por Dios y disfrutó de su promesa cumplida. Quizás Dios
está siendo descreído por nosotros y no damos demasiado crédito a sus pala-
bras y entonces él no actúa. Nunca actuará ante personas incrédulas. Así suce-
dió con Jesús en la región de Nazaret (Marcos 6:5-6) ¿Será que necesitamos
empezar a creerle más a Dios?
Reflexión: Para tener fuerzas especiales de Dios, tenemos que darle todo el
crédito a Dios y a su Palabra.
Lectura complementaria: Hebreos 11:1-11
Dia 39
CREERLE A DIOS COMO ABRAHAM
“Por la fe Abraham siendo llamado obedeció para salir al lugar que había
de recibir como herencia; y salió sin saber a dónde iba”
Hebreos 11:8
Creerle a Dios es hacer lo que él nos pide, lo entendamos o no, nos guste o no,
nos cause placer o no. Creerle a Dios es sencillamente obedecerle.
Abraham es un buen ejemplo de esto. Vivía cómodo en su tierra, estaba con su
familia, disfrutaba de sus amigos, podríamos decir que todo marchaba bien.
De pronto Dios le dice: “debes irte”. Tal vez no podamos imaginar lo que signi-
ficó para este hombre dejar todo por hacer caso a la palabra de Dios. Pero allí
está el secreto de este paladín de la fe, puso su fe en acción, obedeció.
De la misma manera que sucedió con este hombre, Dios quiere obrar con cada
uno de nosotros. Él quiere hacer grandes obras pero sólo lo hará si estamos
dispuestos a creerle, es decir, a obedecerle.
La obediencia debe ser completa. Cuando Dios nos pide algo debemos to-
marlo en serio y no ser parciales en el cumplimiento. Abraham no se fue por
unos días, se fue definitivamente porque le creyó a quien lo enviaba.
Dios le pidió a Josué que camine junto al pueblo alrededor de los muros. Esto
parecía demasiado sencillo, algo muy fácil de hacer. Pero nunca se había oído
que hay muros que caen cuando se los rodea caminando, es que esto no suce-
de así, ni sucederá jamás; a menos que Dios lo diga.
Muchas veces sentimos que para derribar los muros que estamos enfrentan-
do, Dios nos está pidiendo cosas demasiado simples: que leamos la Palabra,
que oremos, que nos congreguemos, que sirvamos a nuestros hermanos, que
hablemos de él; todo esto nos parece que nada tiene que ver con resolver
nuestro problema y derribar los muros. Pero es que si obedecemos, Dios hará
lo que nosotros no podemos hacer. Dejémosle los muros a él y nosotros haga-
mos lo que sí podemos hacer.
Vivir en fe es aceptar el desafío de Jesús: “Mas buscad primeramente el reino
de Dios y su justicia y todas las demás cosas os serán añadidas” Mateo 6:33
Las obras no son el camino para llegar a ser salvos, pero sí son la evidencia
de que somos salvos. Las personas que han nacido de nuevo viven haciendo
buenas obras, porque para esto Dios nos regaló la nueva vida.
Hay dos clases de obras que Dios quiere que se vean en nuestras vidas:
Una es la que él está realizando en nuestro carácter, que se muestra a través de
las conductas que manifestamos en distintas circunstancias. Si decimos que
tenemos fe en Dios, debemos dejar que él trabaje en nosotros, cambiando y
modificando lo que tenga que hacer.
En segundo lugar, las obras que debemos realizar en beneficio de los demás.
Éstas pueden ser muy variadas, pero todas tienen que ver con ayudar a otros.
Por naturaleza, como seres humanos, somos egoístas y pensamos en nuestro
propio beneficio. La Biblia enseña que quienes tienen fe en Dios, siempre es-
tán pensando en los demás. Por esta razón la fe se hace práctica y quienes no
hacen obras es de dudar que realmente tengan fe verdadera.
Sería bueno pensar: ¿qué cosas hago a favor de otros? Podrías hacer un lista-
do, aún cuando no lo hagas público, te animo a reflexionar sobre las acciones
que realizás para que otros lleven el beneficio.
“Porque como el cuerpo sin espíritu está muerto, así también la fe sin obras
está muerta” Santiago 2:26
SEMANA 7
CONTROLADOS POR LA
MANSEDUMBRE
Y LA TEMPLANZA
Hay quienes le presentan a Dios sus planes y luego le piden que él los prospere
y bendiga. Cuando en realidad Dios está esperando que le demos una hoja en
blanco para que él escriba su plan para nosotros.
Jesús dijo: “Mi comida es que haga la voluntad del que me envío y que acabe
su obra”. Esto quiere decir que hacer la voluntad del Padre estaba en alta prio-
ridad para Jesús. ¿Qué es lo que más nos interesa hacer: lo que quiere Dios o
nuestros propios planes?
Sólo alguien manso como Jesús puede decir: “El hacer tu voluntad Dios mío
me ha agradado”.
Jesús tuvo que enfrentar situaciones difíciles y muchas de ellas muy desagra-
dables. Lo que Jesús disfrutaba no era pasarla mal, ¡no! Lo que él disfrutaba era
saber que estaba cumpliendo los planes de su Padre. A nadie le agrada sufrir,
no estamos sugiriendo que cuando pasemos por situaciones duras nos ale-
gremos. Esto es ser masoquista y Dios no pide eso de nosotros. Si por hacer la
voluntad de Dios tenemos que sufrir, entonces nos alegra saber que estamos
en lo correcto, aunque la estemos pasando mal temporalmente.
Tener un corazón manso es disfrutar cuando vivimos como Dios quiere, es no
protestar por lo que hacemos, ni por las circunstancias que nos toque transitar.
Tener un corazón manso nos hace sentir felices.
La ventaja de ser manso es saber que lo sucedido con Moisés sucederá tam-
bién con nosotros. Dios va a intervenir y establecerá justicia a su manera. El
relato nos dice que frente a la murmuración de sus hermanos “lo oyó Jehová”.
Quiero que recuerdes que Dios siempre estará atento a todo lo que nos su-
ceda y no dejará que nadie nos haga daño. Sólo podrán hacernos lo que él
permita y siempre terminará siendo para nuestro bien.
Reflexión: Un corazón manso deja actuar a Dios antes que reaccionar frente
a un daño.
Lectura complementaria: Número 12:1-16
Dia 45
EL TRAJE DE LA MANSEDUMBRE
“Vestíos como escogidos de Dios … de mansedumbre”
Colosenses 3:12
A la mayoría de las personas les agrada vestirse bien, con ropa buena y de la
mejor marca. Quiero presentarte el traje que nos propone Dios en su Palabra:
“Vestíos de…entrañable misericordia (un corazón lleno de amor), de benigni-
dad (un corazón lleno de bondad), de humildad (un corazón que reconoce a
los demás como mas importantes que él) de MANSEDUMBRE (un corazón que
deja que las cosas las maneje Dios).
Cuando nos vestimos con mansedumbre podemos:
Así como los maestros y los médicos se ponen el guardapolvo para realizar su
trabajo, nosotros debiéramos continuamente usar esta prenda de vestir que
nos recomienda San Pablo. Si deseamos hacer estas cuatro acciones que men-
cionamos y otras más que Dios espera que hagamos, debemos estar vestidos
correctamente con mansedumbre en el corazón.
DEJAR todo en las manos de Dios, como dice el apóstol: “Depositen en él toda
ansiedad, porque él cuida de ustedes” 1° Pedro 5:7. Este es un acto de fe, es una
resolución del corazón. Es una muestra de que confiamos de verdad en Dios.
DISFRUTAR de los beneficios de tener todo resuelto por quien tiene el cono-
cimiento completo de la vida. Dios, quien me ama y busca siempre lo mejor
para mi vida es mi padre y desea mi bien. Nunca olvides que: “… Dios quien
nos da todas las cosas en abundancia para que las disfrutemos” 1° Timoteo
6:17.
SABER DIFERENCIAR
La historia completa se encuentra en 2°Reyes 5:1-27 y quiero pedirte que la
leas. Allí se relata parte de la vida y accionar del antiguo profeta Eliseo. Es una
clara ilustración de una persona que tuvo la tentación de llenarse de bienes a
bajo costo, pero como tenía dominio propio pudo resistirla. También relata la
historia de su ayudante, un hombre llamado Giesi, quien creía que “tener” era
lo más importante.
Un corazón con dominio propio puede diferenciar el verbo TENER del verbo
SER.
Para tener hay que conseguir, calcular, negociar, guardar, pedir, especular,
aprovechar… y varias cosas más que tienen que ver con cosas que se ven, que
se tocan, pero que jamás podremos meter dentro nuestro y que además no
podremos llevarlas cuando marchemos de este mundo.
Para ser hay que reconocer, renunciar, esperar, aceptar, creer, compartir, dar…
y varias cosas más que son invisibles, que no se pueden tocar, pero que Dios
las puede poner dentro nuestro y nos permitirán ser felices y llevarlas por la
eternidad.
SABER PERDONAR
Esta segunda historia la podés leer en Génesis 37 y 50.
Sus hermanos siempre lo despreciaron y avergonzaron. A tal extremo llegó el
odio que le tenían que lo vendieron como esclavo y por más de 20 años no vio
a su familia. Pero Dios no lo olvidó y lo preparó de modo tal que un día llegó
“su tiempo”. Llegó a ser el segundo después del Faraón. Sus hermanos vinieron
a Egipto a suplicarle por comida. Él pudo vengarse y todos hubieran justifica-
do su venganza. Pero no, un hombre con dominio propio deja la venganza al
Señor y tiene la capacidad de perdonar. José, el personaje de esta historia, fue
un hombre que pudo vivir y morir en paz, porque no se dejó dominar por sus
pasiones.
AMOR
“El amor de Dios fue derramado en nuestros corazones
por el Espíritu Santo…”
Romanos 5:5
GOZO
“Regocijaos en el Señor siempre.
Otra vez os digo ¡Regocijaos!”
Filipenses 4:4
PAZ
“La paz les dejo; mi paz les doy. Yo no se la doy a ustedes
como la da el mundo. No se angustien ni se acobarden”.
Juan 14:27
BENIGNIDAD Y BONDAD
“Porque el fruto del Espíritu es
en toda bondad, justicia y verdad”
Efesios 5:9
FE
“La fe viene por oír la palabra de Dios”
Romanos 10:17
MANSEDUMBRE Y TEMPLANZA
“ Más vale dominarse a sí mismo que conquistar ciudades”
Proverbios 16:32