Proceso Psicomotricidad
Proceso Psicomotricidad
Proceso Psicomotricidad
Te has preguntado cómo es posible que tu hijo, que al principio a duras penas lograba
gatear, hoy ya practique deportes y haga acrobacias?
Desde los reflejos neonatales hasta escribir oraciones, el desarrollo motor en niños de 0
a 5 años es una etapa de evolución y aprendizaje permanente, tanto para ellos como
para sus padres.
Cerebro.
Médula espinal.
Nervios periféricos.
Músculos.
Articulaciones.
El sistema nervioso, responsable del desarrollo motor, madura según un orden
preestablecido.
La secuencia es clara y predecible, por lo que permite hacer un seguimiento y detectar
posibles anomalías.
El recién nacido puede voltearla de lado a lado cuando está boca arriba. Si está boca
abajo, en cambio, puede levantarla lo suficiente.
Poco a poco, el bebé irá desarrollando el movimiento de las manos, imprescindible
para el desarrollo motor en niños de 0 a 5 años.
“En el desarrollo motor de un niño intervienen órganos claves como el cerebro, la médula
espinal, los nervios periféricos, los músculos y las articulaciones”
Desde los dos meses, comienza la coordinación del ojo con la mano.
El pequeño ve un objeto e intenta tomarlo, hasta que con la práctica lo logra coger.
SONRÍE Y SACA LA LENGUA
Desde los tres meses y hasta el año de edad podemos diferenciar tres etapas bien
marcadas en cuanto al desarrollo motor del niño se refiere:
A partir de los seis meses, empieza a gatear y se sienta sin ayuda. Unos meses
después, será capaz de sostenerse y dar pasos. Aunque torpemente, toma objetos
con las dos manos sin involucrar los dedos y la suelta. También puede dirigir la
mano hacia el lado opuesto del cuerpo.
Empieza a comer solo y se sienta en una silla pequeña. Su autonomía aumenta, pero
también sus rabietas y sus celos.
A los dos años ya sube y baja escaleras solo , salta con dos pies, patea un balón o
monta en triciclo.
Su desarrollo social y cognitivo aumenta e interactúa más con otros niños.
Es capaz de trazar líneas y ojear libros. Se alimenta a sí mismo con cuchara y forma
frases, aunque a veces incoherentes.
DESDE EL TOBOGÁN
Correr rápido, copiar un círculo o sostenerse sobre un pie son destrezas que
desarrolla a partir de los 3 años.
Corta con tijeras, arma un rompecabezas de tres piezas, se desliza por un tobogán y
camina de puntillas.
A partir de los cinco años, el niño ya es capaz de bajar escaleras con un pie en cada
escalón. Copia triángulos, números y palabras sencillas, en mayúsculas y minúsculas.
Asimismo, hace nudos, y corta con tijeras siguiendo líneas. También puede escribir
oraciones.
A esta edad, el niño puede cambiar de dirección mientras corre y caminar en una
tabla manteniendo el equilibrio .
También salta hacia atrás.
En líneas generales, decimos que las secuencias del desarrollo son las mismas en todos,
mientras que la velocidad y fechas de adquisición dependen de cada niño y de
diversos factores como son la genética, el ambiente que le rodea, el carácter del niño, la
existencia o no de enfermedad, etc.
Estos son algunos ejemplos de lo que generalmente se observa en los niños por etapas. Si
los papás detectáis cualquier variación o carencia, no supone necesariamente que haya
algún problema, pero sí se recomienda que lo consultéis con vuestro pediatra y/o
enfermera de pediatría.
Los seis primeros años de vida de un niño son un maratón espectacular del desarrollo,
tanto a nivel físico y cognitivo como a nivel psicológico y social. Los niños aprenden a
gran velocidad y desarrollan habilidades motoras, sociales y cognitivas que marcarán su en
parte su personalidad futura.
En esta etapa logran realizar diversas actividades, que incluyen juegos más complejos y
distintas manualidades. También interactúan mucho más con sus pares.
Salta en un pie y pequeños obstáculos. Alterna los pies al bajar las escaleras y puede
empezar a andar en bicicleta con rueditas.
Copia figuras geométricas, agarra una pelota, se abrocha, amarra los zapatos y
desviste.
Escribe su nombre.
Conoce los colores, canta y dice poesías (de memoria).
Hace frases de 5 a 6 palabras de mediana complejidad, como “Ana fue al jardín con
su gatito” y hace muchas preguntas e imagina cuentos. También deben manejar
dífonos consonánticos (dos consonantes en una sílaba siendo la segunda una l o r,
como planta y profesor).
También tienen que definir de acuerdo a categorías. Por ejemplo: "¿Qué es un
perro?, un animal".
Coopera en el juego con otros niños y en competencias entiende reglas.
Estimulación:
Cuidado con:
Es una buena edad para enseñarles a nadar y así evitar accidentes en el agua.
También hay que enseñarles las medidas de seguridad al andar en bicicleta, jugar en
la calle y al cruzarla. Nunca dejarlos sin supervisión en un lugar público o cerca de
una piscina.
Explicarles que no deben tener contacto con personas extrañas si están solos.
Lo importante no es el colegio, sino el hijo, por eso el colegio al que fueron los
papás no necesariamente es el más indicado para los hijos. La estimulación es clave.
Por eso, hay que considerar los talentos y características del niño, por ejemplo, si es
artista, lector, matemático, etc. En caso de que sea más inmaduro y ha tenido
dificultades en el lenguaje, el ideal es que el colegio no sea bilingüe.
Debe ser uno que concuerde con los valores y estilos familiares.
Hay que pensar si quieren uno masivo o más personalizado, y eso también depende
de las características del niño. Si es más inmaduro, con problemas de atención o de
aprendizaje, este último es más conveniente.
Que les quede cerca de la casa para que el traslado no sea un estrés más, dado que
así podría irse solo a futuro.
A los niños que por primera vez asisten al colegio se aconseja llevarlos al nuevo
establecimiento días antes de entrar a clases para que se encanten con la idea,
conozcan los juegos, las salas de clases y se familiaricen con el lugar. También es
muy importante que los padres no le transmitan al pequeño su propia ansiedad, sino
todo lo contrario, hay que dejarlo en el colegio muy tranquilo y seguro de que no le
va a pasar nada.