Comentario Mito de El Anillo de Giges

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COMENTARIO DE TEXTO II

EL ANILLO DE GIGES (PLATON)


El texto que tenemos en nuestras manos no es otro que “El anillo de Giges”, un
mito extraído del segundo libro de la “Republica”, escrito por Platón (428/427
a.C -347 a.C) en el año 370 a.C. Este texto nos presenta el desafío propuesto a
Sócrates por Glaucón.

Por una parte, tenemos a los sofistas -el origen del término proviene de la
palabra sophós, que se puede traducir al castellano como sabio-, estos fueron
una agrupación de pensadores que florecieron a partir de la segunda mitad del
siglo V a.C. Los sofistas comparten dos rasgos fundamentales: por un lado,
todos ellos comparten el mismo pensamiento de cara a la humanística (ética,
política, moral, etc.) y por otro lado son los primeros pensadores que cobran por
enseñar autodenominándose profesionales de la enseñanza. Son estas dos
características las que nos demuestran el gran proyecto que tenían en mente los
sofistas, su gran idea era revolucionar la educación como nunca antes se había
hecho.

Aristóteles, Platón y Sócrates fueron varios de los grandes pensadores que


criticaron a los sofistas, diciendo que carecían de consistencia teórica, que el
saber de los sofistas era únicamente aparente y no efectivo y lo remataban
diciendo que el afán de enseñar que tenían se debía a las grandes sumas de
dinero que cobraban por cada clase que impartían, por lo que no se profesaba
con una búsqueda desinteresada de la verdad, sino con ánimo de lucro. Durante
muchos siglos se aceptaron las criticas que Platón o Aristóteles hacían a los
sofistas, pero a día de hoy podemos asegurar que todos compartimos la misma
conclusión a la que llegó W. Jaeger: «Los sofistas son un fenómeno tan
necesario como Sócrates y Platón; más aún, éstos sin aquéllos resultan del todo
impensables.»1

Uno de los puntos más importantes a tener en cuenta respecto a la ética


compartida de la que estos presumían, no es otro que su actitud frente a la
relatividad de las leyes y como estas afectan al individual en un ámbito social,
visto desde el punto de vista moral. Estos pensadores destacan una clara
diferencia entre lo convencional y lo natural, únicamente centrándose en el
virtuosismo de los hombres en cuanto a su posibilidad de elegir el bien antes
que el mal.

Por otra parte, tenemos a Sócrates, que a pesar de que tan solo conocemos sobre
él lo que Platón escribió, podemos afirmar que no se consideraba un sabio
frente a los sofistas, puesto que tomaba la filosofía como un modo de vida, por
lo que en vez de hablar de filosofía socrática deberíamos hablar de su filosofía
como un método o praxis filosófica. Sócrates concebía la filosofía como una
manera de cuidar el alma, considerada por él como la esencia del ser humano.

1
Idea extraída de Antiseri, Dario y Reale, Giovanni (1998). Historia del pensamiento filosófico y científico
I: Antigüedad y Edad Media. Barcelona: Herder.
La ética socrática gira en torno a unos principios morales básicos que deberían
seguirse sin importar las condiciones. En un diálogo entre Platón, Gorgias y
Sócrates, contemplamos como Gorgias y Sócrates están hablando y este último
le pregunta que en caso de tener que tomar una elección entre causar un mal a
alguien o ser la víctima de un mal, que decisión tomaría. A esto Gorgias le
responde que en ese caso preferiría acatar el mal antes que causárselo a alguien
puesto que el que decida causar un mal a otro le causa uno peor a sí mismo.
Todo hombre tiene el bien como objetivo, y como la justicia es un bien, ser
injusto no lo es. Para Sócrates el ideal del bien no es otro que el hombre justo.

“Para todo ser humano es bueno ser un buen humano"2

Cabe mencionar el intelectualismo moral socrático, una doctrina de la que


podemos extraer que el conocimiento esta directamente ligado a la virtud o el
obrar bien. Según Sócrates es la ignorancia la que provoca que malas acciones
sean llevadas a cabo, lo que convierte todo mal en involuntario, ya que se hace
por desconocimiento. La filosofía de Sócrates parte de un dualismo
antropológico3 en el que hay una clara diferencia entre cuerpo y alma, asume
que como la virtud humana reside en el alma, esta se adquiere a través del
conocimiento de la verdad, lo que sucesivamente llevará a la felicidad.
El mito del anillo de Giges es una crítica de Platón hacia el relativismo moral
sofista, se vale de comparaciones entre el intelectualismo moral socrático y el
antes mencionado relativismo moral.

Glaucón le presenta a Sócrates el desafío de demostrar porque hacemos lo que


hacemos, planteándole una posición en la que el ser humano está
completamente ligado a la injusticia.

“…quien, estando dotado de semejante talismán, se negara a cometer jamás


injusticia y a poner mano en los bienes ajenos, le tendrían, observando su
conducta, por el ser más miserable y estúpido del mundo.” 4

Glaucón nos cuenta este mito intentando demostrar como todo aquel que es
expuesto a la vida sin ley, sea un hombre bueno o sea un hombre malo, tomará
el camino de la injusticia. El ser humano sin ley tiende a la injusticia puesto que
esta es observada como una situación mas poderosa y de la que se puede sacar
mas provecho. Estar libre de leyes corrompe hasta ser humano más inocente de
todos puesto que la injusticia se ve por encima de la justicia que todo el mundo
sigue.

Según los sofistas toda acción depende de las circunstancias que rodean la
individual mientras que según la ética socrática las acciones se dan en base a la
razón. Esto es algo que Platón tiene en cuenta al decir que “nadie es justo de
2
La ética de Sócrates, Alfonso Gómez-Lobo F.C.E., p.31
3
Idea extraída de Dualismo socrático, Javier Echeñique Sosa, Rev. filos. vol.74 Santiago nov. 2018
4
Linea 38 de Platón, República, 359c-360d.
grado, sino por fuerza y hallándose persuadido de que la justicia no es buena
para él personalmente”5.

Platón, al inspirar su ética en la de Sócrates, nos deja claro que para él los
valores morales son universales y absolutos, con la idea del bien (la cual es
difícil de captar) como objetivo. Según el filósofo, únicamente podrán alcanzar
el bien aquellos que muestran preocupación por su alma y su razón, ignorando
aquellas circunstancias que den pie a ser corrompido y dejarse llevar por la
injusticia. Platón concibe la justicia del individuo como la armonía en la que se
pueden llegar a encontrar las tres partes del alma -el alma irascible, el alma
racional y el alma concupiscible-, donde cada una de ellas contiene sus propias
características y virtudes.

Respecto al texto, la pregunta que provoca en mi cabeza es clara, ¿si tuviese la


oportunidad, quebraría la ley sabiendo las consecuencias que conlleva o me
quedaría al margen por el miedo a estas? En el caso que nos propone el texto,
Giges al verse con tal poder -como es el anillo- empieza a corromperse,
empezando a matar, robar o libertar personas a su propio juicio
independientemente de lo que la ley dictase. Platón propone a Giges como
ejemplo de lo que a cualquier persona le pasaría en caso de encontrarse con tal
poder, valiéndose de la visión sofista. En cambio, Sócrates nos propone otro
punto de vista en el que siempre se actuaría igual, manteniendo firme la actitud
frente a los problemas independientemente de la situación en la que uno se
encuentre. Es por esto por lo que en mi opinión Platón nos fuerza a hacernos esa
pregunta en la que toca averiguar por qué uno actúa como actúa. Teniendo esto
en cuenta es posible proponer un nuevo sentido de la justicia en el que a pesar
de tener unos valores principales a seguir, estos sirvan como base para actuar en
cada una de las circunstancias en la que nos encontremos, haciendo que la
arbitrariedad este presente aunque se sigan unas leyes comunes.

Aitor De Alba
20981023D
aitords@usal.es

Bibliografía

5
Línea 34 de Platón, República, 359c-360d.
Jacqueline de Romilly (1988), Los grandes sofistas en la Atenas de Pericles
Antiseri, Dario y Reale, Giovanni (1998). Historia del pensamiento filosófico y científico
I: Antigüedad y Edad Media. Barcelona: Herder.
Navarro cordón, J.M. y Calvo Martínez (2009), T. Historia de la Filosofía. Ed. Anaya
Raluy Ballus, Antonio, Ética, Publicaciones Cultural
Bieda, Esteban (2021), Aristóteles, el socrático. Algunos límites de la crítica
aristotélica al intelectualismo socrático. Eidos: Revista de Filosofía, ISSN-e 2011-
7477, págs. 40-67
Gómez-Lobo, Alfonso (1999), La ética de Sócrates, Barcelona

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