Marcha Alcusco
Marcha Alcusco
Marcha Alcusco
En la ciudad de Ha tun Xauxa los indios huancas recibieron cordialmente a los hispanos, ya
que su presencia había obligado a las tropas del general atahualpista Quizquiz a retirarse a
Vilcas Huamán, en la región Ayacucho. Sin que lo sepan los huascarista, Francisco
Pizarro prometió a los curacas huancas liberarlos de la dominación cusqueña, consiguiendo
así la importante ayuda militar y logística de los indomables guerreros huancas.
Extrañamente, por esos días Túpac Huallpa o Toparpa murió envenenado; todas las
sospechas apuntaron a Calcuchímac, general atahualpista que iba prisionero, por lo que más
tarde fue quemado vivo.
Sin nombrar un nuevo Sapa Inca, a fines de octubre los españoles reanudaron su marcha. La
vanguardia la encabezó Hernando de Soto, quien al mando de un pelotón de caballería y un
batallón de indios huancas se adelantó demasiado y llegó a Vilcas Huamán. Aquí fue
sorprendido por el capitán atahualpista Yucra Huallpa, quien logró matar a tres cristianos
antes de replegarse hacia el Cusco. Con ánimo de venganza Hernando de Soto persiguió a
los atahualpista hasta el río Apurímac. Al encontrar el puente colgante destruido ordenó a
sus hombres vadear el río. Esto fue aprovechado por Quizquis y Yucra Huallpa para
arrojarles enormes rocas desde el cerro Vilca conga logrando matar a otros cinco cristianos.
Hubiera sido destruido todo el destacamento, pero la llegada de refuerzos liderados
por Diego de Almagro obligó a los atahualpista a emprender la retirada.
Dos días antes de llegar al Cusco, todos los españoles y sus aliados se reunieron en el pueblo
de Jaquijahuana. Aquí se presentó Manco Inca (hermano de Huáscar, Atahualpa y Toparpa),
recientemente nombrado Sapa Inca por los nobles huascarista del Cusco. Francisco Pizarro
reconoció su autoridad y le prometió toda la ayuda necesaria para terminar de destruir a sus
enemigos atahualpista. Un último intento de Quizquiz por impedir la pérdida del Cusco fue
desbaratado en la batalla de Anta (14-11-1532). En la mañana del 15 de noviembre de 1533,
las tropas aliadas encabezadas por Francisco Pizarro y Manco Inca hicieron su ingreso en el
Cusco, siendo recibidos por una multitud de indígenas que los aclamaban como sus
libertadores.
LA REBELION DE MANCO INCA
CAUSAS
Desilusión por la actitud los españoles sus aliados, pues el nuevo inca pasó ser tratado como una
figura decorativa que ya no servía para los intereses peninsulares, vio venir lentamente el
desengaño, observando en los españoles una conducta aberrante (violaciones, robos, torturas,
saqueos, humillaciones y asesinatos, del respeto pasaron los españoles al vejamen; y del cinismo a la
burla, incluso él mismo tuvo que soportar varios ultrajes, estando dos veces preso y encadenado.
Terminada este acto ceremonial, Vila Oma el sumo sacerdote es nombrado Capitán general del
ejército imperial y Paucar Huamán como "maestre de campo".
A fines de abril de 1536 manco Inca decidió atacar en siete frentes distintos la ciudad del Cuzco, pero
sin embargo el inca, no atacó de inmediato, pues
decidió tomar primero Sacsahuamán, derrotando a los Cañarís que habían sido conminados por los
españoles a defender la fortaleza tras dos días de combate, prosiguiendo luego a la ciudad imperial,
el ataque prosiguió casa por casa a fin de no permitir descanso a los oponentes, penetrando poco a
poco a la ciudad , la lucha fue incesante y agotadora.
Los españoles tuvieron su noche triste y terrible que parecía nunca acabar al extremo que toda la
gente española fue reducida hacia la plaza y grandes construcciones aledañas, queriendo en muchas
oportunidades los españoles abandonar la ciudad.
Hernando Pizarro sugirió entonces retomar la fortaleza de Sacsahuamán, punto fuerte de donde
provenían los ataques comandados por Vila Uma para cuyo efecto optaron por un ardid del presunto
abandono de la ciudad por el camino de Chinchaysuyo, consiguiendo que los incas salieran tras ellos,
siendo retomada por los castellanos, esta batalla habría de durar tres días, esta fortaleza fue
recuperada a fines de mayo de 1536.
Luego de muchas batallas termina la campaña en el Colla suyo a fines de 1538 e inicios de 1539,
desfavorables a Manco inca.1539, tal vez fue el año de las más ardua lucha y ferviente resistencia de
Manco Inca, debido a los reveses que sufría sus tropas, quien tuvo que hincar una rápida retirada en
la misma que dejó a su esposa la coya Cura Ocllo y su hermano Cusi Rimachi, capitán general de su
ejército, quienes fueron prisioneros. Luego de que Pizarro ofreciera el intercambio de estos por su
rendición y que fuera rechazada por Manco Inca se dio muerte a los infortunados prisioneros.
En el valle de Yuca y la represalia contra el inca terminó con la quema de Vial Uma, Tisú Yupanqui,
Taype, tanqui Huallpa, Orco Huaranga, Atoc Suqui y otros.
Esta desgracia aumento el valor moral del Inca quien prosiguió la lucha, poniendo en zozobra a sus
enemigos.
Fin de la rebelión
Entre los años 1542 a 1544 el ejército de Manco Inca quedó reducido a los efectivos del reducto de
Vilca bamba, deshecho la resistencia de Illa Topa en Huánuco.
Al parecer en 1544 el Inca quiso negociar con el Virrey Blasco Núñez Vela, lo que su frustró por el
asesinato de este.
A mediados de 1544 se pierde la huella de las actividades bélicas del inca después de los conatos de
incursión sobre Huamanga y el Cusco, hasta que llegó la fatal noticia de que había muerto asesinado
por los almagristas quienes había hospedado.
Para salvarse de las represiones de los Pizarro tras las batallas de Chupas, varios almagristas
buscaron refugio en las montañas de Vilca bamba; ofreciendo sus servicios a Manco Inca; quien les
brindó generoso asilo en su propia fortaleza.
El más joven de los hermanos de Titu Cusi tomó entonces el mando: Túpac Amaru — es decir:
Serpiente de Fuego—, (conocido como Túpac Amaru I para diferenciarlo de José Gabriel
Condorcanqui quien también llevó el mismo nombre aunque en el siglo XVIII, y que también se
enfrentó a los españoles). El nuevo Sapa Inca formó un ejército y lo puso al mando de los
generales Huallpa Yupanqui, Cori Paucar Yauyos y Colla Túpac. Denunció el Tratado de
Acobamba, expulsó a los españoles de Vilca bamba, cerró sus fronteras y pregonó que luchaba
por la restauración del Tahuantinsuyo.
El virrey del Perú, Francisco Álvarez de Toledo, quinto gobernante del Perú hispano (1569–
1581), que ya había recibido de España el "cúmplase" que incluida la bula que autorizaba el
matrimonio de Quispe Titu, el 20 de julio de 1571, envió al dominico Gabriel de Oviedo y al
licenciado García de los Ríos a Vilca bamba, para que entregaran los documentos a Túpac
Amaru Inca y solucionar el problema de forma pacífica. Esta comisión no fue recibida por Túpac
Amaru Inca y tuvo que volver al Cusco. Encontrándose el virrey en el Cusco, envió a Tilano de
Anaya con una carta amenazante al Sapa Inca. Al cruzar el puente de Chuquichaca, fue muerto
por los leales a Túpac Amaru. Conocido el hecho, el virrey Toledo decidió terminar las
conversaciones y el concordato con Vilca bamba, enviando una expedición militar al mando
de Martín García Óñez de Loyola, Martín Hurtado de Arbieto y Juan Álvarez Maldonado, para
ocupar Vilca bamba "a sangre y fuego". Ofreció a la ñusta Beatriz, heredera de las riquezas de
su padre Sayri Túpac, como trofeo en matrimonio para quien capturase al Inca.
Con ayuda de los informes de múltiples espías, la expedición española logró burlar las defensas
de Vilca bamba, destruir Vitcos y capturar, tras una larga persecución, al joven rey. Así y tras un
juicio sumario en la antigua capital del imperio, Túpac Amaru fue decapitado en mayo de 1572.