Carli La Infancia Como Construccion Social
Carli La Infancia Como Construccion Social
Carli La Infancia Como Construccion Social
OM
constitución.
En segundo término analizaremos la emergencia del concepto de infancia como
construcción histórica de la modernidad, centrándonos en el papel que desempeñó la
escolaridad pública respecto de la población infantil, tanto desde una perspectiva de
control y disciplinamiento del niño como de modulación cultural.
En tercer lugar realizaremos un recorrido por algunos de los imaginarios acerca de la
.C
infancia que se localizan en el siglo xx y por las diferentes tesis sobre el niño, teniendo en
cuenta sus orígenes, como las formas de circulación y resignificación en los lenguajes
cotidianos, en los conflictos sociales, y en los procesos educativos y culturales actuales.
Por último, plantearemos nuestra perspectiva acerca de la necesidad de construir una
DD
nueva mirada pedagógica de la infancia, que favorezca tanto la comprensión de las
nuevas posiciones e identidades de los niños como una problematización de la Posición
del adulto educador.
Jean-Louis Flandrin sostiene que "la infancia es una obsesión del pensamiento
contemporáneo".' Obsesión de la modernidad que no indica necesariamente
que ésta haya generado un mayor y progresivo bienestar de la población infantil en el
mundo. Sin embargo, a lo que sí alude es a que la infancia se convirtió en un objeto
FI
emblemático del siglo xx fijado por los saberes de distintas disciplinas, capturado por
dispositivos institucionales, proyectado hacia el futuro por las políticas de Estado y
transformado en metáfora de utopías sociales y pedagógicas.
Sin embargo, la constitución de la niñez como sujeto sólo puede analizarse en la tensión
estrecha que se produce entre la intervención adulta y la experiencia del niño, entre lo que
se ha denominado la construcción social de la infancia y la historia irrepetible de cada
niño, entre las regularidades que marcan el horizonte común que una sociedad construye
para la generación infantil en una época y las trayectorias individuales
Si bien no es posible hablar de "la" infancia, sino que "las" infancias refieren siempre a
tránsitos múltiples, diferentes y cada vez más afectados por la desigualdad,` es posible, sin
embargo, situar algunos procesos globales y comunes que la atraviesan.
OM
Esa mutación se caracteriza, entre otros fenómenos, por el impacto de la diferenciación
de las estructuras y de las lógicas familiares, de las políticas neoliberales que redefinen el
sentido político y social de la población infantil para los estados-naciones, de la incidencia
creciente del mercado y de los medios masivos de comunicación en la vida cotidiana infantil, y
de las transformaciones culturales, sociales y estructurales que afectan la
escolaridad pública y que convierten la vieja imagen del alumno en pieza de museo.
.C
Los niños siempre son testigos y contemporáneos de un presente histórico frente al cual la
percepción e interpretación de los adultos se hallan más mediadas por la inscripción del
pasado en su memoria generacional.
DD
Provisionalmente, sostendremos que estos fenómenos, entre otros, hacen que la frontera'
construida históricamente bajo la regulación familiar, escolar y estatal para establecer una
distancia entre adultos y niños, y entre sus universos simbólicos, ya no resulte eficaz para
separar los territorios de la edad-
LA
los medios masivos de comunicación barrieron con el concepto de infancia construido por la
escuela.
erosión, provocada por los mass media, de la línea divisoria entre la infancia y la adultez.°
Afirma a su vez que, así como los medios gráficos crearon a la infancia, los electrónicos la están
expulsando o haciendo desaparecer, al modificar las formas de acceso a la información y al
conocimiento.
Renato Ortiz." Según este autor, la socialización en el consumo, que remite a un mercado
mundial, instala una memoria de tipo internacional-popular de dimensión planetaria a partir
de objetos compartidos a gran escala, que se graban en la experiencia del presente y llenan el
vacío del tiempo. La expansión planetaria de los medios y las tecnologías a partir de los años
'50 han favorecido una mayor distancia cultural entre las generaciones.
Eric Hobsbawm, afirma la existencia de una brecha o desfase provocado por "la destrucción
del pasado o más bien de los mecanismos sociales que vinculan la experiencia
contemporánea del individuo con la de las generaciones anteriores".
Los medios, y el mercado que se organiza en torno a ellos como: potenciales consumidores,
OM
han fundado una "cultura infantil", con el mismo impacto que tuvieron en la conformación de
una cultura juvenil global a partir de la Segunda posguerra.
Las infancias se configuran con nuevos rasgos en sociedades caracterizadas, entre otros
fenómenos, por la incertidumbre frente al futuro, por la caducidad de nuestras
representaciones sobre ellas y por el desentendimiento de los adultos, pero también por las
dificultades de dar forma a un nuevo imaginario" sobre la infancia. Desapareció "nuestra"
.C
infancia, la de los que hoy somos adultos, la que quedó grabada en la memoria biográfica, y la
de los que advienen al mundo nos resulta ignota, compleja, por momentos incomprensible e
incontenible desde las instituciones.
DD
Se carece no de niños sino de un discurso adulto que les oferte sentidos para un tiempo de
infancia que está aconteciendo en nuevas condiciones históricas, para niños que son a la vez
ciudadanos del mundo y objeto de exterminio. Y en un mundo, a su vez, en el que los adultos
deben redefinir su propia ubicación en una sociedad compleja.
LA
sujeto social que permanezca vivo, que pueda imaginarse en el futuro, que llegue a tener
historia. En la actualidad, a pesar de los avances científicos y del reconocimiento jurídico de
los derechos del niño, su vida sigue estando amenazada por las políticas de ajuste y la
desresponsabilización del Estado de su rol público. Educar en la sociedad contemporánea
requiere en buena medida volver a considerar al niño como un sujeto en crecimiento, como
un sujeto que se está constituyendo," que vive, juega, sufre y ama en condiciones más
complejas, diversas y desiguales. Supone admitir, por otra parte, que frente a un niño en
crecimiento hay adultos cuyas identidades, en tanto relacionales y nunca constituidas
plenamente, se hallan abiertas a la contingencia y deben ser contextuadas, que están
afectadas hoy por la impugnación de las tradiciones, por la crisis de los mandatos
institucionales y por la pauperización de las condiciones de vida, pero también por la
persistencia del deseo de una sociedad más justa.
La evidencia de la privatización de los espacios públicos de juego de los niños (desde las plazas
hasta las fiestas de cumpleaños), de la creciente saturación de la oferta del mercado para el
En Sarmiento esta mirada resulta ejemplificadora, el proyecto político liberal de fundar una
sociedad moderna. Sarmiento consideraba al niño como un menor sin derechos propios, que
debía subordinarse a la autoridad disciplinaria del maestro y de los padres
OM
La educación moderna del siglo xix en la Argentina se debatió entre la pedagogía naturalista de
J.- J. Rousseau, quien concebía al niño como prolongación del mundo de la naturaleza y cuya
educación "negativa" (con escasa intervención del adulto) posibilitaría la constitución de un
sujeto autónomo desde el punto de vista moral, y la pedagogía social de G. Pestalozzi,
obsesionada por la creación de un método de enseñanza de la lectoescritura que facilitara la
.C
educación de masas de niños pobres por un único maestro."
En las sociedades industriales modernas se configura un nuevo espacio ocupado por el niño y
la familia que da lugar a una idea de infancia de larga duración y a la necesidad de una
DD
preparación especial del niño. Según Ariés, la socialización familiar reemplaza a la sociedad
comunitaria, produciéndose una "revolución sentimental y escolar"
Los debates en torno a la sanción, en 1884, de la ley 1420, por la cual se estableció la
obligatoriedad escolar, reflejaron las polémicas acerca de las concepciones vigentes sobre la
LA
familia y la ubicación del niño en un orden privado y público en la etapa de fundación del
sistema educativo." La polémica, entonces, se refería a si el niño debía ser la prolongación de
la familia, un brazo o propiedad de ella, o un sujeto de un nuevo orden social público. El
reconocimiento de los derechos de los menores fue el argumento que esgrimió el liberalismo
laico para imponer la obligatoriedad de la educación pública, en un contexto de fundación del
FI
La escolarización de la infancia.
Julia Varela y Fernando Álvarez-Uría, en un trabajo que reúne diversos artículos referidos a la
aparición de la escuela moderna y al lugar del niño. Sostienen allí que la escolarización fue una
"maquinaria de gobierno de la infancia" a partir de la cual se produjo la definición de un
estatuto, la emergencia de un espacio específico para la educación de los niños, la aparición de
OM
La pretensión de sujetar al niño a un orden instituido (en este caso, el escolar) y de definir
desde allí su identidad, no llega a ser total, en la medida en que, como toda identidad, la del
niño es siempre precaria, relacional y abierta. Los niños nunca quedan absolutamente
capturados o fijados por las prescripciones adultas o por la lógica de las instituciones: están
atravesados por la historia en su carácter de sujetos en constitución.
.C
Las miradas a la infancia han oscilado muchas veces entre proclamas de derechos del niño y
mandatos represivos, desplazándose conflictivamente durante el siglo xx por territorios de
interpretación confrontados: entre la libertad del niño y la autoridad del adulto.
DD
1. Ubicación del niño en el centro dela escena educativa, con argumentos relacionados
con la valorización de la "naturaleza propia del niño", con una notoria recuperación de
la idea de libertad infantil y con un énfasis puesto en el aprendizaje y en la imposición
de límites a la autoridad del maestro.
i) (Escuela Nueva)
LA
ii) '60 y del '70, comienza a transformarse en forma acelerada desde el punto de vista
social, cultural y político. Los niños se tornan objeto del mercado, de los medios
masivos, de la publicidad, pero también de nuevas políticas.
2. Otros períodos se caracterizaron por un borramiento del niño, por una sujeción de la
FI
La pedagogía moderna impugnó una tesis clásica, la que se refería al niño como a un "adulto
en miniatura". Hoy, en el contexto de rediscusión de las fronteras entre las edades, aquella
tesis vuelve a adquirir significado en el debate pedagógico atendiendo a las transformaciones
de la experiencia social contemporánea.
Intentemos un recorrido histórico por estas tesis, para dar cuenta de los conceptos.
J.- J. Rousseau, La inocencia de la infancia fue un valor recuperado más adelante por las
pedagogías de corte espiritualista. El Movimiento de la Escuela Nueva y otras corrientes
recuperaron la idea roussoniana sobre la bondad infantil para cuestionar la excesiva autoridad
del maestro y para reclamar una urgente renovación de la educación.
La cadena de generaciones:
La población infantil ha dejado de ser concebida como una promesa para el futuro; los
procesos de globalización económica y las políticas neoliberales han generado un cambio
sustantivo, que dio lugar a complejas combinaciones entre reconocimiento de los derechos del
niño y políticas represivas, entre discursos universalistas y convalidación de la exclusión social
OM
de amplios segmentos de la población infantil.
.C
social, diversidad cultural y fuertes cambios respecto del sentido de lo público. Sin embargo,
las deterioradas condiciones de trabajo docente y el nuevo estatuto de la pedagogía,
afectada tanto por la multiplicidad como por la dispersión de saberes, denuncian las
DD
dificultades
La constitución del niño como sujeto se relaciona con esas tensiones, en las cuales lo que
está en juego no es sólo su posición y su crecimiento sino, además, la posición del adulto
y los proyectos de una sociedad. Las políticas crean las condiciones para que la
educación se torne posible, y en ello la dignificación del trabajo docente resulta clave.
Pero en la educación de los niños se juega también la singularidad del vínculo entre un
adulto y una generación en crecimiento, trabajo del tiempo y del deseo, de transmisión
siempre renovada.