Somos Energia Ilimitada
Somos Energia Ilimitada
Somos Energia Ilimitada
tenemos evidencia de que así es, inclusive aplicable al momento del fin de
nuestra existencia “física”, y para que el pasar de plano no sea traumático, y
ese hecho nos impida disfrutar de nuestra existencia terrenal sin temor,
deberíamos concientizar que: “la energía no se pierde, sin que se transforma”.
En nuestra interrelación como seres vivos, tenemos ondas de frecuencia
vibratoria y nos influenciamos unos con los otros, ya es bien conocido los
diferentes roles que desempeña el ser humano, con la finalidad de “robar”
energía al otro, y de esta manera buscar su “tabla de salvación” ante cualquier
crisis o evento estresante en nuestra existencia, optando por uno de los cuatro
dramas de control:
Los intimidadores: roban energía del resto con amenazas.
Los interrogadores: Roban juzgando o cuestionando.
Los indiferentes: Atraen atención (y energía) coqueteando.
Las víctimas: nos hacen sentir culpables y responsables por ellos.
Lo cierto es que cualquiera sea el rol que se intente asumir para “salvarse”, le
va a impedir vivir su experiencia particular y necesaria como momento para
aprender, trascender y pasar a otro nivel. Como dice Dyer es su libro La
sabiduría de todos los tiempos, en la sección: El pesar como bendición. Según
un poeta místico del siglo XIII llamado Yalal ud-Din Rumi, que escribió en lo
que se conoce hoy como Afganistán, nos envía un mensaje desde la Edad
Media que dice: el sufrimiento es una bendición, no un mal necesario en
nuestro camino a la cordura. No es doloroso en lo absoluto, sino que es una
oportunidad para beber el delicioso néctar que se nos brinda en los momentos
oscuros de nuestra vida, si tuviéramos la sabiduría de las palabras de Rumi,
tal vez podríamos transmutar nuestra pena en ambrosia, por otro lado, la
Cábala, un sistema de interpretación místico del judaísmo de muchos siglos de
antigüedad, nos regala también esta lección: “En la vida, las caídas nos
proporcionan la energía para impulsarnos hacia un nivel más alto”
En lo personal, esa sección del libro mencionado me impacto positivamente,
y ejercitar las enseñanzas anteriores en cada evento de angustia o estrés
inevitable en mivida e incorporarlo como parte de mi arsenal para superar el
momento y aliviar la angustia, me llevo a descubrir la verdad que encierra, y ver
como cada caída contiene en sí misma la energía para ayudarnos a
evolucionar. Se siente y se vive el cambio, a través de la actuación desde un
nuevo nivel de conciencia. Es una forma de utilizar la tragedia para generar
energía y ascender a un nivel mas alto en la vida.
Salvo los accidentes fortuitos y los detalles en la etapa de la infancia que
escapan a nuestra voluntad, somos responsables de absolutamente todo lo
que nos ocurre, nuestra constante interaccion energética con los otros, nos
lleva a actuar desde nuestra óptica, desde nuestra realidad, la cual está
condicionada por nuestra genética, epigenética, nuestra percepción del mundo,
que a su vez condiciona nuestro carácter, hábitos , costumbres, creencias, es
decir, todo un arsenal que nos permite relacionarnos con nuestro entorno, a
veces para bien y otras para mal. En nuestra constante interacción también
debemos considerar esos mismos factores en cada humano con el que nos
relacionamos quienes también tiene su propio arsenal, y es por ello que habrá
personas con las que congeniamos y otras con las que definitivamente no.
Todo el mundo se relaciona desde su realidad, por ello es util considerar que, a
menos se trate de un ser con graves trastornos de personalidad, las
respuestas de los otros no siempre va a ser para agredir, sino que también sus
respuestas estan condicionadas por sus antecedentes y, si asi fuese, es
nuestra decision “aceptar el regalo, o no”. Es decir, no deberíamos tomar nada
como personal si consideramos lo aprendido con el cerebro triuno, sistema de
creencias y percepciones. De ser aplicada esta estrategia nos ahorrariamos
muchos sinsabores.