PDF-La Ciudad y El Arquitecto ETSON

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MAESTRIA: ADMINISTRACION DE LA CONSTRUCCION.

CURSO: MAC 12 Taller de Aplicación. Arquitectura y


Sustentabilidad

CATEDRÁTICO:
 Mtro. Caleb Mario López Mota
ALUMNO:
 ETSON POSADAS CARRANZA

Ensayo:

La ciudad y el arquitecto
-Leonardo Benévolo.
La ciudad y el arquitecto de Leonardo Benévolo
Leonardo Benévolo, estudio arquitectura en la Universidad de Roma, donde se
gradúo en 1946. Enseño historia de la arquitectura en el Ateneo, y después en las
universidades de Florencia, Venecia y Palermo. Por sus intuiciones geniales
(revolucionarias en la cultura de aquellas épocas), en particular acerca de la
diferencia fundamental entre la arquitectura romana y la griega, se le encomienda
la cátedra de “Historia y estilos de la arquitectura I y II” en la facultad de Roma en
1956, con tan solo 33 años.
Sus escritos, difundidos y traducidos en muchos países, le han conferido fama
internacional, por lo cual se lo puede considerar como uno de los más insignes
historiadores de la arquitectura y del urbanismo
¿Qué es la arquitectura?
La arquitectura es el arte de construir. Consta de dos partes, teoría y práctica. La
teoría incluye: el arte propiamente dicho, las reglas sugeridas por el gusto, derivadas
de la tradición, y la ciencia, que se basa en fórmulas constantes y absolutas. -
Eugène-Emmanuel Viollet-le-Duc.

¿La Arquitectura es arte?

Aunque los medios de la Arquitectura suelen consistir en muros, columnas, forjados,


techos y demás elementos constructivos, su fin es crear espacios con sentido donde
los seres humanos puedan desarrollar todo tipo de actividades. Es en este tener
sentido es que puede distinguirse la Arquitectura como arte.

Así es como ésta es capaz de condicionar el comportamiento del hombre en el


espacio, tanto física como emocionalmente. A diferencia de la pintura y la escultura,
la arquitectura es un arte que necesita de la interacción de los seres humanos. Es
un arte “habitable” que cumple con una función específica, más allá de la mera
contemplación.

En un sentido estrictamente utilitario, la verdadera arquitectura se piensa y se


construye con un fin específico: brindar espacios donde vivir, trabajar, divertirse,
viajar... la arquitectura no puede desligarse de un fin social porque, de lo contrario,
sería una escultura. El tema es debatible, desde luego. Sin embargo, ¿todo edificio
concebido por un arquitecto es, necesariamente, una obra de arte? No.

Para los griegos, el Partenón cumplía con un propósito religioso y social, por lo que
es muy probable que quienes entraban a la Acrópolis y le rendían culto a Atenea no
se detuvieran a pensar si ese edificio de mármol pintado de colores era, en sí, una
obra de arte. Aquí entra en acción el paso del tiempo y los análisis posteriores que
sobre una obra específica decidirán si un edificio puede considerarse, o no, una
obra de arte.
Vale la pena recordar la reflexión del arquitecto vienés de origen checo Adolf Loos.
"La casa debe agradar a todos, a diferencia de la obra de arte que no tiene por qué
gustar a nadie. La obra de arte es un asunto privado del artista. La casa no lo es.
La obra de arte se sitúa en el mundo sin que exista exigencia alguna que la obligase
a nacer. La casa cubre una exigencia. La obra de arte es revolucionaria, la casa es
conservadora. ¿No será que la casa no tiene nada que ver con el arte y que la
arquitectura no debiera contarse entre las artes? Así es. Sólo una parte, muy
pequeña, de la arquitectura corresponde al dominio del arte: el monumento funerario
y el conmemorativo. Todo lo demás, todo lo que tiene una finalidad hay que excluirlo
del imperio del arte".

El debate es interesante e intenso. Ya desde su definición etimológica, la


arquitectura conjuga dos elementos imprescindibles: arch, jefe o autoridad, y tekton,
constructor; es decir, el arquitecto es un jefe o autoridad que conoce a fondo la
técnica de la construcción y que en consecuencia la aplica para resolver problemas
específicos. Así como el pintor conoce diversas técnicas y las diferencias y alcances
que tienen el acrílico, el óleo o la acuarela, el arquitecto, al menos desde la
antigüedad y antes del siglo XIX, conocía a fondo las diferentes técnicas
constructivas y los materiales más aptos a emplear en una edificación. Por otro lado,
el tipo de proyectos que el arquitecto desarrolló hasta antes del siglo XIX,
prácticamente se resumen en tres proyectos: el palacio, el templo y la tumba. En
estas tres categorías, el arquitecto desarrolló el sentido artístico aún ligado a la
profesión.

El siglo XIX representó un cambio rotundo al incorporar nuevas tipologías como


fábricas y viviendas para la generación de obreros que trabajaban en ellas.
La revolución industrial se encargó de abrir el panorama de la arquitectura que hacia
el siglo XX, por primera vez, se enfrentó del tema de la vivienda a gran escala, y de
los retos que conlleva: infraestructura, equipamientos y transportes.

Hoy en día, la figura del arquitecto sigue transformándose y por la amplitud de sus
labores ha dado lugar a nuevas profesiones: el diseño industrial enfocado a la
producción de muebles, el diseño de interiores, el paisajismo y, desde luego, el
urbanismo. En el mundo globalizado, el arquitecto sigue evolucionando. Su figura
en los albores del siglo XXI se enfrentará a nuevas realidades, grandes retos para
los que, si no atenemos a su definición etimológica, seguirán necesitando de una
autoridad.

El arquitecto Steven Holl contribuye a esta discusión con un argumento interesante:


“Algunos artistas califican la diferencia entre arquitectura y arte como ‘uso’ versus
‘falta de uso’. Esta caracterización trunca el ‘uso’. ¿Cuál es el ‘uso’ de la música si
no es para agitar el espíritu? Igualmente, una "función" de la arquitectura es inspirar
con una construcción de energía espacial luminosa. Su más alto ‘uso’ es para
conmovernos profundamente”. La idea de Hall une los dos opuestos de la discusión:
la arquitectura cumple una doble función, la de servir para lo que se construyó, pero
también para inspirarnos y emocionarnos. (*)
Algunas definiciones de Arquitectura que pueden aportar a la discusión.

Leon Battista Alberti, (De Re Aedificatoria, 1452) el arquitecto será aquel que con
un método y un procedimiento determinados y dignos de admiración haya estudiado
el modo de proyectar en teoría y también de llevar a cabo en la práctica cualquier
obra que, a partir del desplazamiento de los pesos y la unión y el ensamble de los
cuerpos, se adecue, de una forma hermosísima, a las necesidades más propias de
los seres humanos". El arte de la construcción en su totalidad se compone del
trazado y su materialización el trazado será una puesta por escrito determinada y
uniforme, concebida en abstracto, realizada a base de líneas y ángulos y llevada a
término por una mente y una inteligencia culta".

Carlo Lodoli (A. Memmo: Elementi dell'Architettura Lodoliana, 1786) "La


arquitectura es una ciencia intelectual y práctica dirigida a establecer racionalmente
el buen uso y las proporciones de los artefactos y a conocer con la experiencia la
naturaleza de los materiales que los componen".

J. N. Louis Durand (Precis des leçons d'Architecture, 1801-1803) "La arquitectura


es el arte de componer y de realizar todos los edificios públicos y privados
conveniencia y economía son los medios que debe emplear naturalmente la
arquitectura y las fuentes de las que debe extraer sus principios para que un edificio
sea conveniente es preciso que sea sólido, salubre y cómodo un edificio será tanto
menos costoso cuanto más simétrico, más regular y más simple sea".

John Ruskin (The Seven Lamps of Architecture, 1849) "La arquitectura es el arte de
levantar y de decorar los edificios construidos por el hombre, cualquiera que sea su
destino, de modo que su aspecto contribuya a la salud, a la fuerza y al placer del
espíritu".

Eugène Viollet-le-Duc (Dictionnaire raisonnée,1854-1868) "La arquitectura es el


arte de construir. Se compone de dos partes, la teoría y la práctica. La teoría
comprende: el arte propiamente dicho, las reglas sugeridas por el gusto, derivadas
de la tradición, y la ciencia, que se funda sobre fórmulas constantes y absolutas. La
práctica es la aplicación de la teoría a las necesidades; es la práctica la que pliega
el arte y la ciencia a la naturaleza de los materiales, al clima, a las costumbres de
una época, a las necesidades de un periodo".

Adolf Loos ("Arquitectura", 1910) "La casa debe agradar a todos, a diferencia de la
obra de arte que no tiene por qué gustar a nadie. La obra de arte es un asunto
privado del artista. La casa no lo es. La obra de arte se sitúa en el mundo sin que
exista exigencia alguna que la obligase a nacer. La casa cubre una exigencia. La
obra de arte es revolucionaria, la casa es conservadora. ¿no será que la casa no
tiene nada que ver con el arte y que la arquitectura no debiera contarse entre las
artes? Así es. Sólo una parte, muy pequeña, de la arquitectura corresponde al
dominio del arte: el monumento funerario y el conmemorativo. Todo lo demás, todo
lo que tiene una finalidad hay que excluirlo del imperio del arte".
Nikolaus Pevsner (An outline of European Architecture, 1945) "Un cobertizo para
bicicletas es un edificio; la catedral de Lincoln, una obra de arquitectura. el término
arquitectura se aplica solo a los edificios proyectados en función de una apariencia
estética".

Louis Kahn (Conferencia en el Politécnico de Milán, 1967) "Ante todo debo decir
que la arquitectura no existe. Existe una obra de arquitectura. Y una obra de
arquitectura es una oferta a la arquitectura en la esperanza de que ésta obra pueda
convertirse en parte del tesoro de la arquitectura. No todos los edificios son
arquitectura. El programa que se recibe y la traducción arquitectónica que se le da
deben venir del espíritu del hombre y no de las instrucciones materiales".

En cuanto encargados de diseñar el espacio habitable, los arquitectos son en mayor


o menor medida responsables de la calidad del entorno en que se desarrolla la vida.
Preocupados por la degradación espacial que presentan la mayoría de nuestras
ciudades, instituciones sociales, académicas y gremiales, están demandando una
reorientación de la formación de los arquitectos con el fin de preparar profesionales
que puedan mejorar la habitabilidad de los espacios públicos y privados de las urbes
actuales. Dentro de este contexto, en el presente artículo se analizan los desafíos,
alternativas y condiciones generales en que se enmarcaría esta reorientación de la
enseñanza de la arquitectura. (***)

Arquitectura y técnica.

El arquitecto del renacimiento no es el heredero del arquitecto medieval, si no


corresponde a una de las especializaciones del nuevo personaje el artista, ya por
encima de la organización corporativa tradicional. La nueva división del trabajo no
es paralela a la antigua, sino que la atraviesa perpendicularmente. Hasta comienzos
del Siglo 21 la arquitectura es considerada una doctrina general de los objetos
construidos, comprende edificios complementos domésticos armas máquinas. Pero
esta identidad solo se da en un grado muy simple del desarrollo tecnológico.
En el ámbito de la arquitectura solo quedan los productos edilicios propiamente
dichos y los objetos de decoración considerados accesorios a los precedentes que
están sujetos a cambios tecnológicos menos importantes, pero que conservan su
importancia social decisiva porque establecen la distribución de todos los artefactos
humanos sobre el territorio y vinculan muchos aspectos de la vida asociada a través
de relaciones espaciales. Con el paso del tiempo las dos intervenciones se hacen
cada vez más extrañas entre sí y son claramente realizadas por dos personas
diferentes el técnico constructor (el ingeniero) y el artista constructor (el arquitecto).
La cultura iluminista actúa sobre el control técnico y sobre el control artístico
acelerando el desarrollo tecnológico por lo tanto cambia radicalmente las bases
materiales de proyección. Crítica el valor permanente de los modelos formales
vigentes hasta entonces Clasismo Antiguo y Renacimiento. Y destruye la
adaptación recíproca entre técnica y arte que de alguna manera funcionó en los tres
siglos precedentes. El arte edilicio cultiva una pluralidad de selecciones estilísticas
que permanecen en la superficie de las obras y con frecuencia se convierten en
simples decoraciones intercambiables.
Desde la mitad del Ottocento en adelante esta restricción es utilizada para excluir
tanto a los arquitectos como a los ingenieros, de las selecciones más importantes
de la gestión del territorio que se juegan directamente entre la burocracia pública y
la propiedad inmobiliaria. En 1881 Morris de esta sorprendente definición de la
arquitectura “Ella representa el conjunto de las modificaciones y alteraciones
realizadas sobre la superficie terrestre para las necesidades humanas fuera está
solo el desierto puro”.
En su tiempo era necesario desmontar tanto la técnica como el arte tradicional para
llegar a descubrir la responsabilidad y tarea no alcanzable en ambos campos, este
ha sido el trabajo de dos generaciones Ottocento y el comienzo de Novocento, para
los técnicos no se trata de cambiar el acercamiento objetivo. Si no de desarrollar
coherentemente los resultados de la investigación, que siempre llevan más lejos de
los modelos formales reconocidos.
Para los artistas, era necesario consumar todas las reglas tradicionales de
representación del mundo, para hacer posible la construcción de nuevas formas no
vinculadas a los intereses tradicionales.
En los primeros dos decenios de nuestro siglo estas dos búsquedas se acercan
mucho entre sí – Vantongerloo declara: “La ciencia y el arte tienen las mismas leyes
y no está lejano el día en el cual el arte y la ciencia formaran una unidad
homogénea”. Los creadores de la arquitectura moderna Lee Corbusier, Gropius,
Mies Van Der Rohe, juegan su extraordinaria maestría en el sentido de la
percepción y quieren convencernos de una discusión racional y controlable.
El enfrentamiento entre el viejo y el nuevo método de gestión en el panorama
mundial, lleva a una alternativa más grave los asentamientos humanos sufren
transformaciones cada vez más intensas y veloces que pueden ser dominada solo
allí donde las innovaciones modernas forman un sistema coherente y han sustituido
de hecho al método tradicional. Donde la modernización permanece subalterna, en
cambio, pero los métodos y los intereses tradicionales han resistido la prueba, los
organismos urbanos se rompen en dos partes: una para la clase dominante donde
valen las reglas de los proyectos y de los planos urbanísticos; la otra para las clases
subalternas en la que las reglas ya no se observan.
Se sabe que en el tercer Mundo e incluso en algunas áreas marginales del mundo
desarrollado, los asentamientos irregulares crecen al doble de velocidad que
aquello regulares y se encaminan a convertirse en la mayoría de los asentamientos
humanos para el fin de nuestro siglo. Estos fenómenos requieren una discusión
mucho más radical. Es decisivo sobre todo el desafío de los asentamientos
irregulares. Si están destinados a prevalecer, caerá la hipótesis común a los dos
métodos de gestión ideados en el último siglo y medio, es decir la continuidad del
control proyectual de la escala urbanística, a la escala edilicia. Entonces la
arquitectura moderna se puede convertir en una vertiente de un intento fallido, un
método más actualizado para hacer estar mejor a la minoría ya mejor sistematizada.
En el renacimiento los monumentos antiguos no eran considerados productos
históricos, sino modelos de un lenguaje arquitectónico universal y permanente.
Después de la revisión iluminista de la segunda mitad del 1700 la arquitectura
pasada fue reconocida y estudiada en su real evolución histórica. Sin embargo, los
movimientos de vanguardia entre 1890 y 1914 y más decididamente la búsqueda
moderna de la década de 1920, han eliminado las referencias históricas de las
opciones actuales, y han interrumpido finalmente, según la opinión de los teóricos
la relación secular entre la historia y la proyección. Después de 60 años vemos las
cosas de otra manera. Ante todo, la arquitectura moderna misma tiene ahora una
historia de varios decenios y debe ser reconocida en su desarrollo real en el tiempo
y en el espacio ya no es un ideal sino una experiencia concreta y debe ser juzgada
por muchos resultados, no por sus promesas.
La exposición no pretende mostrar, sino demostrar que existe una forma mejor de
habitar. El material expuesto en París en 1931 se vuelve a exponer en Alemania.
En las publicaciones que se hacen a propósito de la arquitectura moderna, se
presenta ésta no como un ideal futuro, sino como realidades que se van
concretando cada vez en más ejemplos. En el caso de las revistas, éstas pretenden
documentar y explicar un movimiento que ya está funcionando. En ellas por ejemplo
Hilberseimer dice que las exigencias utilitarias, definen el carácter funcional del
edificio. Defiende que el factor estético no puede ser ya algo dominante; no es un
fin en sí mismo; no se pretende proponer una arquitectura “de fachadas”. La fachada
es un elemento más de la arquitectura y la arquitectura moderna busca el equilibrio
entre todos los elementos. La nueva arquitectura no plantea problemas estilísticos,
sino problemas constructivos.
Si se requiere conservar los objetos tradicionales es necesario salvaguardar los
oficios tradicionales que una vez se dieron para construir estos objetos y ahora
deben servir para mantenerlos. Estas afirmaciones son indudables, pero estudiando
el tema más de cerca, nacen muchos interrogantes. ¿En qué medida queremos
conservar inmutables los objetos tradicionales? ¿No debemos utilizar para este fin
toda la gama de métodos productivos modernos artesanales e industriales? ¿Hasta
qué punto los métodos artesanales e industriales son intercambiables Y los métodos
industriales modernos pueden sustituir a los artesanales antiguos? ¿Cuáles En
definitiva la línea de demarcación entre los unos y los otros? Un breve examen
histórico servirá para poner estos conceptos; conservación, objetos tradicionales,
artesanía, e industria, en una perspectiva justa y correctamente aplicable.
A la luz de estas definiciones podemos intentar resumir los resultados del reciente
debate y en particular los logrados en el anterior congreso de Europa.
El patrimonio a conservar no es una lista de objetos homogéneos e independientes
entre sí; Es en cambio un sistema de objetos heterogéneos y relacionadas entre sí
que en su conjunto forman el ambiente de vida de las épocas pasadas y con los
cuales hemos perdido el contacto espontáneo habitual ante todo el ambiente de la
sociedad anterior a la Revolución Industrial que se suele llamar preindustrial o de
antiguo régimen se trata de cultivos caminos canales pueblos ciudades edificios y
objetos De uso seleccionados no sobre la base de un valor artístico discutido así
novedad sobre la base de un grado de significado y de coherencia total de modo
que permite reconstruir los vínculos retrospectivos perdidos o amenazados y por lo
tanto sea comprobable con rigor científico.
Este sistema de productos es tanto más valioso en la medida en que está revivido
por una relación cotidiana con las personas y las colectividades de hoy incluso nos
interesan los objetos aislados que han perdido su uso original y los conservamos
con gran cuidado en los museos. Pero entonces es necesario ir a visitarlos
especialmente con mi intención que se refleje que perturbe inevitablemente la
comunicación en cambio los ambientes agrícolas todavía cultivados las ciudades
que la vi habitaban los edificios y los montajes todavía usados como antes o de una
manera no muy diferente nos interesan en mayor grado porque las ocasiones de
percepción de contemplación y de reflexión se hacen mucho más variadas y más
complejas en todo el arco de la vida cotidiana y en distintas circunstancias subjetivas
cuando estamos atentos o distraídos preparados honor preparados satisfechos o
molestos de aquí el concepto de la conservación integrada escenario físico y
habitantes unidos entre sí en forma irreparable también la aceptación del cambio
continuo de relaciones Entre escenarios sociedad en los márgenes amplios y
sorprendentes que le cenar y antiguo crece casi siempre forma parte de esta
exigencia Lo importante es no interrumpir esta relación vital que en medio de
nosotros hace vivir en forma concreta un patrimonio de valores creados en el
pasado.
La nómina de métodos para la conservación moderna comprende una gama de
distintas operaciones todas admisibles en las circunstancias apropiadas y valoradas
con el acercamiento empírico de la cultura arquitectónica moderna.
La restauración es decir una serie de obras que intentan consolidar un producto y
eliminar las modificaciones incompatibles introduciendo sin embargo otras
modificaciones compatibles con su estructura original para asegurar el uso moderno
igual o análogo al antiguo.
El restablecimiento es decir una serie de obras que intentan únicamente
consolidaron productora garantizar su duración quitarle las alteraciones
inadmisibles en resumen sus traerlo a las injurias del tiempo subordinando sea este
fin incluso eliminando todo uso moderno.
La restructuración es decir una serie de obras que llevan a transformar un producto
conservando algunas partes, sustituyendo agregando otras, para permitir una
mayor variedad de usos modernos que correspondan o no a los antiguos.
La reconstrucción, cuando el producto original ha sido destruida y se desea
sustituirlo con una réplica, individual o referida a un tipo recurrente, con el fin de
lograr, a un nivel superior, al restablecimiento la restauración a la restructuración
del conjunto de que el producto forma parte.
Todas estas operaciones singulares y extraordinarias se encuentran su unidad en
una actividad general y continúa para la que se adapta la palabra manutención: el
cuidado diario que hace el hombre de su ambiente de vida. Si no se asegura esta
intervención permanente, las intervenciones momentáneas sobre cada producto no
alcanzan para proteger el ambiente antigua y sus valores.
Partiendo del concepto de manutención tratemos de descomponer las diversas
intervenciones sobre el ambiente construido en sus elementos constitutivos más
simples. Las operaciones materiales, por ejemplo; las palabras del cómputo métrico
de un proyecto cualquiera se pueden reducir a estas tres clases:
Obras de mantenimiento ordinario: para hacer durar y obtener en función de la
estructura original.
Obras de mantenimiento extraordinario: para transformarlo sustituir las estructuras
que ya no son sólidas y ya no pueden usarse.
Obras nuevas, que antes no existían: los distintos casos de conservación
enumerados antes no son otra cosa que combinaciones diferentes de estas
operaciones. De esta manera se hace claro el punto de aplicación de las opciones
de ejecutivas en cada una de las operaciones elementales, y con mayor razón en lo
que se refiere a conjuntos, tanto la artesanía como la industria están presentes y
coordinadas. Ahora bien, las acciones sobre el patrimonio edilicio, existente toman
menos peso las obras estructurales donde habitual mente está más acentuado el
componente artesano y más peso las obras de terminación donde está más
acentuado el componente industrial.
Hoy en cambio, el aumento del patrimonio edilicio se está agotando en los países
industrializados y el reciclaje del patrimonio existente se hace cada vez más
importante; en los países en vías de industrialización en montaje edilicio está
todavía todo por hacer, pero con la perspectiva del ciclo a cerrar para llegar a una
estabilización análoga. La conservación de los bienes culturales de los edificios y
de los centros históricos forma parte, entonces, de un programa más amplio: la
manutención en la rehabilitación de todo paisaje construido en el pasado lejano y
cercano. Las técnicas que podemos llamar retrospectivas; restablecimiento
restauración, restructuración y reconstrucción de los objetos., tienen un peso cada
vez mayor a la producción contemporánea.
Bibliografía:
La ciudad y el arquitecto de Leonardo Benevolo.
* a+u
https://estudiodiazdelapena.com/blog/la-arquitectura-y-el-
arte#:~:text=La%20arquitectura%2C%20es%20un%20arte,gran%20cantidad%20de%20co
nstrucciones%20hermosas.&text=A%20diferencia%20de%20la%20pintura,interacci%C3%
B3n%20de%20los%20seres%20humanos.

** La arquitectura una de las bellas artes.


https://noticias.arq.com.mx/Detalles/21902.html#.YbJo0L3MKM8

*** La práctica y la teórica; o los desafíos de la enseñanza actual de la arquitectura - Roberto


Goycoolea Prado.
https://www.uv.mx/cpue/coleccion/N_29/la_pr%C3%A1ctica_y_la_te%C3%B3rica.htm

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