La Piel
La Piel
La Piel
Epidermis
La epidermis, como la capa más externa que vemos y tocamos, nos protege contra toxinas,
bacterias y pérdida de líquidos. Consta de 5 subcapas de células llamadas queratinocitos.
Estas células, producidas en la capa basal más interna, migran hacia la superficie de la piel.
Mientras lo hacen van madurando y experimentando una serie de cambios. Es este proceso,
conocido como queratinización (o cornificación), el que hace que cada una de las subcapas
sea distinta.
1. Capa basal (o estrato basal): Es la capa más interna, donde se producen los queratinocitos.
2. Capa espinosa (o estrato espinoso): Los queratinocitos producen queratina (fibras de
proteína) y llegan a adoptar forma de huso.
3. Capa granular (estrato granuloso): Comienza la queratinización: las células producen
gránulos duros y, a medida que éstos empujan hacia arriba, cambian a queratina y lípidos
epidérmicos.
4. Capa clara (estrato lúcido): Las células están densamente comprimidas, aplanadas y no
pueden distinguirse unas de otras.
5. Capa córnea (o estrato córneo): Es la capa más externa de la epidermis y comprende, en
promedio, unas 20 subcapas de células muertas aplanadas, dependiendo de qué parte del
cuerpo se trata. Estas células muertas se desprenden regularmente en un proceso conocido por
descamación. La capa córnea es también asiento de los poros de las glándulas sudoríparas y
las aberturas de las glándulas sebáceas.
La capa cutánea más externa se conoce como capa córnea y de ella se desprenden con
regularidad células muertas.
Las células de la capa córnea se unen entre sí por medio de los lípidos epidérmicos. Estos
lípidos son esenciales para la salud de la piel: crean su barrera protectora y fijan la humedad.
Cuando llegan a faltar los lípidos, la piel puede resecarse y puede sentirse tirante y áspera.
La epidermis está cubierta por una emulsión de agua y lípidos (grasas) conocida
como película hidrolipídica, mantenida por secreciones de las glándulas sudoríparas y
sebáceas, contribuye a mantener la piel flexible y actúa como una barrera adicional frente a
bacterias y hongos.
La parte acuosa de esta película, conocida como manto ácido protector, contiene:
Dentro de la capa córnea, las células se unen entre sí por medio de lípidos, que son esenciales
para mantener la piel sana.
Este manto ácido protector proporciona a la piel sana su pH ligeramente ácido, entre
5.4 y 5.9 es el medio ideal:
Para que vivan los microorganismos afines a la piel (conocidos como flora cutánea saprófita)
y sean destruidos los microorganismos nocivos.
Para la formación de lípidos epidérmicos.Para las enzimas que impulsan el proceso de
descamación.
Para que la capa córnea sea capaz de repararse a sí misma cuando esté dañada.
En la mayoría de las partes del cuerpo la epidermis tiene un espesor de sólo 0,1 mm
aproximadamente en total, aunque es considerablemente más delgada en la piel que rodea los
ojos (0,05mm) y considerablemente más gruesa (entre 1 y 5mm) en las plantas de los pies.
Para aprender más lea comprendiendo la piel en diferentes partes del cuerpo y cómo se
diferencia la piel masculina de la piel femenina.
Dermis (o corium).
La dermis consiste de una capa gruesa sobre el subcutis y una capa en forma de onda por
debajo de la epidermis.
La dermis es la capa media de la piel, gruesa, elástica pero firme, compuesta de 2
subcapas:
La capa inferior (o estrato reticular): zona gruesa y profunda, que establece una confluencia
líquida con el subcutis.
La capa superior (o estrato papilar): establece una confluencia definida, en forma de onda,
con la epidermis.
El estilo de vida y factores externos como el sol y los cambios de temperatura tienen un
impacto sobre los niveles de colágeno y elastina y sobre la estructura de la sustancia
circundante. A medida que envejecemos, nuestra producción natural de colágeno y elastina
declina y disminuye la capacidad de la piel para fijar agua. La piel adquiere un aspecto menos
tonificado y aparecen arrugas. Lea más en factores que influyen sobre la piel, cómo afecta el
sol a la piel y envejecimiento de la piel.
La dermis desempeña un papel clave en proteger el cuerpo frente a influencias
irritantes externas, así como en nutrir las capas más externas de la piel desde dentro:
Su textura gruesa y firme ayuda a amortiguar los golpes externos y, cuando llega a ocurrir
algún daño, contiene tejidos conectivos como fibroblastos y mastocitos que curan las heridas.
Es rica en vasos sanguíneos que nutren la epidermis mientras eliminan los desechos.
Las glándulas sebáceas (que liberan sebo o aceite en la superficie de la piel) y las glándulas
sudoríparas (que liberan agua y ácido láctico en la superficie de la piel) se localizan en la
dermis. Estos líquidos se combinan entre sí para formar la película hidrolipídica.
1. Vasos linfáticos.
2. Receptores sensoriales.
3. Raíces pilosas: El extremo bulboso del tallo capilar, donde se desarrolla el cabello.
La dermis protege al cuerpo con su almohadillado, su capacidad para nutrir y eliminar los
desechos, así como con su capacidad de sudar.
Subcutis (o hipodermis)
El subcutis sirve de almohadilla y aislante del cuerpo y contiene células adiposas, fibras de
colágeno y vasos sanguíneos.
La capa más interna de la piel almacena energía mientras sirve de almohadilla y
aislante del cuerpo. Se compone principalmente de:
El número de células adiposas que contiene el subcutis difiere en las distintas partes del
cuerpo. Por otra parte, la distribución de las células adiposas también difiere entre hombres y
mujeres, lo mismo que la estructura de otras partes de la piel.
La piel cambia durante el periodo de vida de una persona. Para aprender más lea la piel en
edades diferentes.
FUNCIÓN DE LA PIEL.
La piel es esencial para nuestra salud y bienestar globales. La piel sana actúa como una
barrera entre el mundo externo y el interior del cuerpo y es nuestra mejor y primera defensa
frente a:
Barrera más externa
Contiene factores hidratantes naturales (FHN), que derivan de los aceites sebáceos de la capa
córnea, incluyendo el ácido láctico y la urea. Estos fijan al agua y ayudan a mantener la
elasticidad, la firmeza y la flexibilidad de la piel. Si estos factores se desgastan, la piel pierde
humedad. Cuando la humedad de la capa córnea desciende por debajo del 8 al 10%, se
vuelve áspera, seca y propensa a agrietarse.
Cuando la piel se expone regularmente a los rayos UV, aumenta la producción de melanina
en la capa basal, la piel se engrosa para protegerse a sí misma y puede
aparecer hiperpigmentación. Lea más en cómo afecta el sol a la piel.
Las células adiposas del subcutis también aíslan el cuerpo del frío y el calor.
Barrera protectora.
Sensibilidad.
Presión, golpes y abrasión: Cabe destacar nuevamente que la epidermis forma la primera
capa de defensa. Las células adiposas del subcutis proporcionan un relleno que actúa como
amortiguador de los golpes, protegiendo el tejido muscular y la fascia (el tejido fibroso que
rodea los músculos) subyacente.
Regeneración.
La máxima multifuncional, la piel desempeña muchos otros papeles, esenciales para
nuestra salud y bienestar:
Control de sensibilidad: Las terminaciones nerviosas de la piel hacen que sea sensible a la
presión, la vibración, el tacto, el dolor y la temperatura.
Fuente de alimento: Las células adiposas del subcutis actúan como unidades importantes de
almacenamiento para nutrientes. Cuando el organismo los necesita, pasan a los vasos
sanguíneos circundantes desde donde son transportados hasta el lugar donde se requieren.
La piel desempeña también un importante papel psicológico. Dado que se trata del indicador
de salud más visible, el estado de nuestra piel afecta el modo en que la percibimos y como
nos perciben los demás. Cuando la piel está sana y carece de problemas es capaz de realizar
mejor su tarea y nos sentimos más cómodos y confiados.
Pierde humedad y elasticidad y puede verse y percibirse reseca, áspera, agrietada y/o flácida.
Llega a ser cada vez más sensible a influencias externas (como el sol y los cambios térmicos)
y es especialmente propensa a la infección.
La piel infectada puede llegar a inflamarse, dado que las células inmunitarias inflamatorias se
desplazan hacia la piel para tratar de reparar la barrera dañada y curar la infección. En caso de
afectaciones como la dermatitis atópica y picazón del cuero cabelludo, a menudo es necesario
aplicar un tratamiento especializado para romper el círculo vicioso de comezón repetida e
infección posterior y para ayudar a regenerar la barrera natural de la piel.
La piel posee diversos mecanismos de regeneración y reparación. La capa basal asegura
una renovación estable de la epidermis a través de la división celular continua:
Si una lesión queda confinada en la capa más superior de la piel, la lesión (conocida como
erosión) puede curarse sin producir una cicatriz.
Si la lesión alcanza la dermis y se afecta la membrana basal (por ejemplo, una úlcera)
entonces la aparición de cicatrices es común.
1. La sangre coagulada forma una membrana con superficie dura que se adhiere a la herida
(costra).
2. Las células muertas y dañadas y sus tejidos conectivos se desintegran y son disueltos por
enzimas.
3. Las células que protegen el cuerpo digiriendo las bacterias nocivas y las células muertas se
activan. Los líquidos linfáticos fluyen hacia la herida.
4. Células nuevas - incluyendo brotes capilares, tejidos conectivos y fibras de colágeno – se
forman en un proceso conocido como epitelización.