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Ministerio de Educación y Cultura
Secretaria General de Educación y Formación Profesional
Centro de Investigación y Documentación Educativa (C.I.D.E.)
Edita: Centro de Publicaciones. Secretaria General Técnica.
N. I. P. O.: 176-96-190-X
I. S. B. N.: 84-369-2969-1
Depósito legal: M-44001-1996
Impresión: RAYCAR IMPRESORES, SA.
4
Índice:
Páginas
INTRODUCCIÓN 7
1. LA REGULACIÓN CONTINUA DE LOS APRENDIZAJES 15
1.1 La evaluación como regulación 16
1.2 La autorregulación de los aprendizajes. 20
1.3 La interacción social en el aula. 28
5
Páginas
5.3. El proceso de elaboración de la base de orientación de la ac-
ción 180
5.4. Actividades e instrumentos que facilitan la construcción de ba-
ses de orientación por parte del alumnado 188
EPÍLOGO 311
BIBLIOGRAFÍA 313
6
INTRODUCCIÓN
¿Es posible aprender a regular el propio aprendizaje? ¿Se puede atender a la
diversidad de ritmos, de niveles, de dificultades que se ponen de manifiesto en el
aula?
7
pocas veces se duda del método de enseñanza. Ya que siempre hay algunos es-
tudiantes que aprenden, se opina que la forma como se enseña ya es válida aun-
que sólo sirva para aquellos que, como a veces se dice, aprenden solos.
8
co. En total, se han experimentado las innovaciones a 18 grupos-clase. El alum-
nado procede de dos barrios populares de Barcelona —El Clot y la Sagrera— de
características similares.
Cada nuevo problema que se presentaba en el aula y que era detectado como
tal, obligaba a elaborar nuevas propuestas coherentes con el marco teórico del
trabajo que se estaba realizando. Pero, en educación, no se dispone de teorias
globales que orienten el trabajo en la clase (a nos ser que se simplifiquen extra-
ordinariamente los problemas que se van planteando) y, en consecuencia, no
hay un diseño didáctico válido para todos los grupos-clases ni para todos los es-
tudiantes, no hay una forma de organizar la clase que se pueda considerar 'ide-
al', no hay una única explicación sobre cómo el sujeto aprende, etc. Cada teoría
o línea de estudio examina el trabajo escolar desde un determinado punto de vis-
ta, cosa que obliga al profesorado a reinterpretar las diferentes visiones dentro
de un sistema complejo como es la vida en una aula. El trabajo no se puede re-
ducir a la aplicación de una simple suma de teorías distintas, sino que debe inte-
rrelacionarlas y al hacerlo, de hecho, se está creando algo nuevo, distinto a la
suma de las partes.
En nuestra experiencia, este trabajo de reinterpretación y de reelaboración se
ha ido haciendo a lo largo de reuniones quincenales que se celebraban en el hora-
rio dispuesto por el centro para el trabajo de departamento (normalmente de 8 a
10 de la mañana). En estos centros hay un único departamento de ciencias y, en
la etapa de secundaria obligatoria, todos los profesores y profesoras imparten to-
das las disciplinas científicas (Matemáticas, Física, Química, Biología y Geología).
En las sesiones de trabajo, los profesores planteaban sus necesidades y sus di-
ficultades. En función de ellas, los asesores de la formación, uno del área de ma-
temáticas y otra del área de ciencias de la naturaleza, aportaban nuevos referen-
9
tes teóricos y prácticos. Las lecturas eran discutidas en el grupo y las propuestas
prácticas eran primero realizadas por ellos mismos, cosa que permitía discutir
cada una de las dificultades que iban apareciendo. De cada reunión surgían cues-
tiones, problemas y propuestas de los que se debía dar cuenta en la siguiente se-
sión de trabajo.
10
Como ya se sabe, el trabajo en grupo en el aula no es fácil. Para el profesor
resulta más cómoda la clase centrada en su figura, ya que el ruido es menor y,
aparentemente, parece que los estudiantes están más centrados en el contenido
del discurso. Además, no todos los grupos se organizan fácilmente. En cada cla-
se hay algunos miembros que no son aceptados, que su integración es conflicti-
va y hay clases que no aceptan como suyos los valores relacionados con la coo-
peración o con el aprendizaje. En la experiencia, se ha podido constatar que ca-
da año y en cada centro siempre hay 1 ó 2 grupos-clase que no llegan a organi-
zarse con un mínimo de eficacia, y que 2 ó 3 grupos más, han requerido una
fuerte intervención del tutor o tutora o del profesorado de ciencias. Pero en el
resto de grupos, la valoración es muy positiva. Cuando se consigue que el grupo
se organice y llegue a funcionar autónomamente, cada uno realiza su tarea de
una forma mucho más eficaz y el nivel de los aprendizajes es muy alto.
Durante el tercer curso, la experiencia se consolidó. Hasta este momento, ex-
cepto en las dos unidades didácticas citadas, cada profesor y profesora añadía
actividades de regulación a las programaciones diseñadas anteriormente, pero
no se las había replanteado globalmente. En este curso, el profesorado elaboró
nuevas unidades didácticas en las cuales actividades de aprendizaje y actividades
de regulación se complementaban e incluso coincidían. Aún así, se ha podido
constatar que es muy difícil que el profesorado pueda elaborar buenos materiales
didácticos debido, amén de otros problemas, especialmente a la falta de tiempo.
En este curso también se revisaron de nuevo las bases teóricas de este tipo de
trabajo y se analizaron las diferentes producciones elaboradas en función de ellas.
Este trabajo se hizo tanto para relacionar la experiencia acumulada con los presu-
puestos de partida, como para favorecer que el profesorado que se había incor-
porado en estos dos arios participara también de los mismos referentes teóricos.
En uno de los centros, la experiencia se extendió a otras áreas, como lengua-
je y ciencias sociales. En cursos posteriores se preve que, en las dos escuelas, es-
te tipo de trabajo sea aplicado a un mayor número de disciplinas, ya que es valo-
rado positivamente por los equipos directivos y por una buena parte de los que
la pusieron en práctica.
La experiencia también se ha llevado a cabo en otros centros. A partir del
primer ario, se dió a conocer a través de cursos de formación realizados en el
marco del Departamento de «Didáctica de la Matemática i de les Ciències Expe-
rimentals» y del ICE de la Universidad Autónoma de Barcelona, del <Pla de Por-
mació de la Generalitat de Catalunya», de las <Escoles d'Estiu», etc. Los Instituos
de Bachillerato «Alzina» de Barcelona y "Joan Oliver» de Sabadell, adoptaron la
propuesta de trabajo como proyecto de centro, y en ellos participaron profeso-
res de todas las áreas. También se ha aplicado en clases de primaria e incluso en
educación infantil y se han llevado a cabo en todos los niveles experiencias coin-
cidentes con esta propuesta de trabajo. Algunas de sus producciones o las de sus
estudiantes son recogidas en este libro.
En general, los profesores valoran la coherencia y la fundamentación teórica
de esta línea de trabajo. Muchos de ellos manifiestan que recoge un número
considerable de las intuiciones que habían tenido y da sentido a muchas de las
actividades que ya estaban aplicando en sus aulas. Al mismo tiempo, las nuevas
propuestas que se deducen se consideran útiles y aplicables. El discurso intenta
relacionar teoría y práctica, algo que no se encuentra fácilmente ya que se acos-
tumbra a comunicar, o bien planteamientos generales, muy alejados del aula, o
bien, recursos muy concretos, no siempre coherentes con dichos planteamientos
generales.
De las reuniones entre cada equipo y los asesores se valora su efectividad en
relación al cambio de la práctica en el aula de todos los participantes. Seminarios
11
paralelos, en los cuales se discutió fundamentalmente sobre secuenciación y plan-
teamientos generales de la Reforma, no se tradujeron en cambios reales en las
clases ya que se cambian los contenidos pero se continúa enseñando igual. Otras
experiencias de formación, consistentes en diseñar y aplicar una unidad diáctica,
sólo interesan a los que la ponen en práctica. En la experiencia descrita, tal como
manifestaban uno de los miembros del seminario, «lo que antes eran tertulias pe-
dagógicas han pasado a ser sesiones de trabajo que aglutinan a todos los compo-
nentes del grupo».
12
Para concluir queremos hacer constar que este texto no hubiera sido posible Agradecimientos
sin la inestimable colaboración de un considerable número de profesoras y pro-
fesores que con sus aportaciones, sugerencias y experimentación en el aula nos
han ayudado a ir perfilando y enriqueciendo las propuestas didácticas entorno a
las que se ha centrado nuestro trabajo en los últimos años. En especial desea-
mos manifestar nuestro agradecimiento a las siguientes personas e instituciones:
Julio 1994
13
1. LA REGULACIÓN CONTINUA DE LOS
APRENDIZAJES
El objetivo de cualquier proceso de enseñanza es conseguir que todos los
alumnos y alumnas aprendan de forma significativa. Pero los profesores y las
profesoras hemos comprobado repetidamente que esto no siempre sucede,
puesto que con un mismo proceso de enseñanza los estudiantes no progresan
de la misma manera ni al mismo ritmo.
¿Por qué se produce este hecho? ¿Qué clase o clases de dispositivos didácti-
cos facilitan que cada alumno o alumna pueda aprender significativamente?
¿Cuáles deberían ser sus principales componentes? ¿Cómo se pueden incorpo-
rar a la práctica docente?
Ningún ajuste global responde a las necesidades de cada uno de los miem-
bros del grupo-clase. La única respuesta apropiada es, como señala Perrenoud
(1991), diferenciar la enseñanza. Pero, ¿qué características debe tener un mode-
lo escolar que pretenda atender las peculiaridades del proceso de aprendizaje de
cada estudiante?
15
- la organización institucional y escolar;
- el desarrollo curricular;
16
Esta identificación, que es muy frecuente en el ámbito escolar, es consecuencia
de una visión restringida de la función que tiene la evaluación en el proceso de
enseñanza/aprendizaje.
¿Es que no se puede conseguir, como dice López (1991), una evaluación que
sea útil al profesorado en su actuación docente, gratifique al alumnado en su
aprendizaje y oriente a ambos en el proceso?
La evaluación de los aprendizajes presenta básicamente dos funciones: 1.1.1 ¿Por qué
evaluar? ¿Para
- una de carácter social de selección y clasificación, pero también de orienta-
ción y promoción del alumnado; quién? ¿Para hacer
qué?
- otra de carácter pedagógico, de regulación del proceso de
enseñanza/aprendizaje, es decir, de reconocimiento de los cambios que se
deben ir introduciendo en este proceso para que cada estudiante aprenda
de forma significativa.
Por lo tanto esta función es de carácter social, ya que constata y/o certifica la
adquisición de unos conocimientos al final de una unidad de trabajo. Necesaria-
mente se inserta al término de un período de formación o de un curso del que
se quiere hacer el balance. Las decisiones que se toman se limitan a la comuni-
cación de los progresos realizados al mismo alumno y/o a sus padres, o a la cer-
tificación de las competencias del estudiante para sus futuras actividades escola-
res o profesionales.
17
Así, pues, en este marco a las cuestiones formuladas en este apartado con-
testaríamos:
—¿Para hacer qué? Para adecuar los procedimientos del profesorado a las ne-
cesidades de aprendizaje del alumnado.
1.1.2 ¿Qué evaluar? La reflexión sobre estas preguntas nos permite reconocer que la evaluación
¿Cuándo evaluar? no se puede situar solamente al final del proceso de enseñanza/aprendizaje.
Existen varias modalidades de evaluación caracterizadas por el momento en que
¿Cómo evaluar? se realizan y por el objetivo que persiguen. Esta tipología distinta se ve reflejada
en el cuadro de la figura 1.1.
EVALUACION
DURANTE
la enseñanza
figura /./
18
mente a identificar cuáles son las dificultades del aprendizaje, más que a conside-
rar cuales son los resultados alcanzados.
La información que se busca se refiere a las representaciones mentales del
alumno y a las estrategias que utiliza para llegar a un determinado resultado.
Según Allal (1988) se pueden distinguir tres formas de regulación formativa:
interactiva, retroactiva y proactiva.
La regulación interactiva se distingue de las otras dos por el hecho de que
la regulación está integrada a la situación de aprendizaje. La adaptación de las
actividades de aprendizaje a las necesidades del alumno es una consecuencia in-
mediata de sus interacciones con el enseñante, con los demás alumnos y con los
contenidos (a través del material didáctico).
19
constante intervención en el proceso de recogida y análisis de información y de
regulación cosa que, muy a menudo, dificulta la implementación en el dispositi-
vo pedagógico de las modalidades más instrumentadas cuando se tienen clases
muy numerosas y muchos grupos-clase.
1.2 LA Cada persona tiene un sistema personal de aprender que ha ido construyen-
do progresivamente, en general, de manera autónoma Una estrategia didáctica
AUTORREGULA- básica en la regulación continua de los aprendizajes es ayudar a los alumnos a
CIÓN DE LOS ser lo más autónomos posible y a que vayan elaborando un modelo personal de
acción.
APRENDIZAJES
Pero, ¿se puede ayudar a los estudiantes a construir un modelo personal de
aprender? En otras palabras, ¡, se puede ayudar a aprender a aprender?.
20
c) Las aportaciones desde la Teoría de la Actividad del Aprendizaje (ver, p.e.
para una visión general sobre el tema Talizina (1988)) y en particular los
trabajos engloblados en la llamada evaluación formadora (Bonniol 1981,
Nunziati 1990)
- etc.
Ahora bien, debido al carácter amplio del término metacognición, dicho térmi-
no no tiene el mismo significado para los distintos autores que trabajan en este
campo, y a veces para un mismo autor el término comprende cosas que son cla-
ramente distintas y pertenecen a fenómenos de orden diferente (ver anexo III).
- planificar su actividad;
21
autoevaluar cuando su aprendizaje es suficiente y cuando necesita un traba-
jo suplementario;
- etc.
Sin embargo, no hay obligatoriamente ninguna simetría entre estas tres di-
mensiones, ya que un individuo puede tener objetivos muy claros y bien defini-
dos que se basan en un nivel alto de toma de conciencia, pero no emprender o
emprender pocas acciones para alcanzar estos objetivos.
22
- controlar de forma consciente el aprendizaje;
La evaluación formadora (Bonniol 1981, Nunziati 1990) es una propuesta de 1.2.3 La evaluación
dispositivo pedagógico en el que la regulación de los aprendizajes se pretende
que, de manera progresiva, vaya siendo responsabilidad del alumno. Se presenta formadora
como una superación de la evaluación formativa, en la cual dicha función es
esencialmente responsabilidad del profesorado.
De esta manera, cualquier acción del hombre representa una especie de mi-
crosistema de dirección que incluye:
23
- un órgano de dirección: la parte orientadora de la acción;
- un órgano de trabajo: la parte ejecutora de la acción;
- un órgano de control: la parte de control de la acción.
Ambos autores quieren subrayar el hecho de que el alumno obedece a una lógi-
ca de funcionamiento que tiene muy poca relación con la que se deriva de la estruc-
tura interna de la disciplina, y con la que rige el comportamiento del enseñante que,
como experto en su materia, ya no tiene necesidad de pasar por un conjunto de
etapas intermedias para conseguir el objetivo puesto que ya las tiene automatizadas.
24
- la corrección de los errores sólo la puede llevar a cabo el alumno que los ha
cometido, y no el profesor que simplemente los detecta.
- la planificación de la acción;
- la autocorrección;
- la autoevaluación.
Desde esta perspectiva, tal como subraya Nunziati (1990), el problema del
aprendizaje y más en general el de la formación se presenta en términos de la
lógica del que aprende y de acceso a la autonomía, más bien que en términos de
la lógica del experto y de guía pedagógica.
25
- la evaluación mutua, evaluación por un alumno o grupo de alumnos de las
producciones de otro alumno o grupo;
Estos procesos:
¿Qué se ha
1.2.5 Entre la gran variedad de componentes de la autorregulación que ponen de
seleccionado en la manifiesto las aportaciones desde las líneas de investigación que se han presen-
tado a grandes rasgos y que se han agrupado bajo el término de autorregulación
experimentación?
de orden metacognitivo, a nuestro criterio destacan como componentes esencia-
les de la autorregulación (figura 1.2):
- La comunicación de los objetivos y la comprobación de la repre-
sentación que de ellos se hace el alumnado. Es necesario que los es-
tudiantes sean conscientes de aquello que van a aprender, del porqué se les
26
proponen unas determinadas actividades y se plantean de una determinada
manera. Deben hacerse una idea de cual es el producto esperado, de los re-
sultados que se pretenden conseguir y también de las razones por las cuales
el enseñante las ha planificado. Pero también es esencial que el profesor
identifique estas representaciones.
El dominio, por parte del que aprende, de las operaciones de an-
ticipación y planificación de la acción. Si un alumno o alumna domina
estas operaciones significa que es capaz de representarse mentalmente las
acciones que debe hacer para alcanzar el éxito en la realización de las tare-
as que se le proponen o en la aplicación de los conceptos y teorías aprendi-
das.
Figura 1.2.
27
De todo lo anterior no se puede concluir que para aprender sea imprescindi-
ble regular conscientemente todo el proceso. Hay muchos aprendizajes que no
requieren esta regulación consciente. Claxton (1984) cita el ejemplo del aprendi-
zaje de andar entre las rocas de la playa que hacemos en base a probar una de-
terminada posición del pie y cambiarla en función del dolor que sentimos, sin re-
gular conscientemente cuál puede ser la más idónea. O también se puede apren-
der a aplicar determinadas reglas lógicas para analizar un fenómeno, por ejem-
plo las relacionadas con el llamado método científico, a través de acciones que
se van regulando muchas veces sin la necesidad de cambiar los modelos inter-
pretativos en relación a dicho fenómeno.
Todo ello nos lleva a concluir, como hipótesis de trabajo, que ayudar a desa-
rrollar la capacidad de los estudiantes de regular conscientemente los propios
aprendizajes es uno de los objetivos de cualquier proceso de enseñanza, y muy
especialmente de aquellos que tienen como objetivo conseguir que el alumnado
sea capaz de construir nuevos modelos y teorías.
1.3 LA En las situaciones escolares, la toma de conciencia por parte de cada alumno
o alumna y la autorregulación de su aprendizaje se produce, fundamentalmente,
INTERACCIÓN en el marco de las diversas interacciones sociales que tienen lugar en el aula. Si
SOCIAL EN EL se parte de los trabajos de Vygotski y de sus discípulos, se reconoce que la socia-
lización está en el origen del desarrollo cognitivo de los individuos. Según esta lí-
AULA nea de investigación toda función superior aparece en primer lugar en el plano
interpersonal antes de pasar al plano intrapersonal, fundamentalmente, a través
del lenguaje.
28
—Discutir dichas diferencias.
Todo ello se fundamenta en los estudios realizados sobre la génesis del cono-
cimiento científico que inciden en el papel que tienen, en la construcción de mo-
delos y teorías, las discusiones entre científicos, los escritos que hacen, cómo y
cuándo hablan de sus dudas, etc. Esta visión social de la construcción del conoci-
miento, se considera tan o más importante que la aplicación más o menos es-
tricta del llamado 'método científico'.
PROFESOR ALUMNO/A
CONTETVIDOS
Figura 1.3.
29
el cual son fundamentales las relaciones que se establecen entre alumnos y pro-
fesores las cuales se rigen por un conjunto de códigos explícitos e implícitos que
conforman el comportamiento de unos y otros.
Elementos clave de este proceso son, pues, la comunicación entre los acto-
res de la situación didáctica para favorecer la negociación de los diferentes pun-
tos de vista con la finalidad de llegar a una concertación, es decir a un pacto.
Ello implica la necesidad de promover situaciones de aprendizaje que favorezcan
la uerbalización de las propias formas de pensar y de actuar, ya que permite la
explicitación de las diversas representaciones y la contrastación entre ellas, lo
que puede conllevar a su evolución y mejora.
En resumen Para facilitar el aprendizaje de cada alumno y alumna es muy importante pro-
mover un proceso de regulación continua de las diferentes formas de actuar y
pensar. En las situaciones escolares, este proceso se sustenta fundamentalmente
en la regulación que lleva a cabo el enseñante y en la que es capaz de poner en
práctica el propio estudiante a través de las diversas interacciones sociales que
tienen lugar en el aula. Uno de los factores que más inciden en este proceso es
la potenciación de la comunicación entre los diferentes actores participantes, tal
como se muestra en la figura 1.4.
30
LA REGULACION DE LOS APRENDIZAJES
APRENDIZAJE SIGNIFICATIVO
DEL ALUMNADO
para facilitar el
lk
i 1
REGULACION AUTORREGULACION
POR PARTE DEL POR PARTE DEL
PROFESORADO ALUMNADO
,i ,
,
se sustenta en se sustenta en
se sustenta en
r
le ''' Ve
contenidos
(material 1f J
didáctico)
i
e
elementos que
favorecen el
proceso son:
para para
COMUN1CACION —»- NEGOCIACION —»- CONCERTACION O PACTO
facilitar la llegar a la
a través
de
la 1 la la
VERBALIZACION --10.- EXPLICITACION —»- CONTRASTACION—o. EVOLUCION Y MEJORA
que que que
facilita perm ite favorece
•
de las
REPRESENTACIONES
Figura 1.4.
31
2. UN DISPOSITIVO PEDAGÓGICO QUE
INCORPORA LA REGULACIÓN CONTINUA
DE LOS APRENDIZAJES
¡, Qué modelo de enseñanza-aprendizaje hay detrás del dispositivo pedagógico
que incorpora la regulación del aprendizaje y del que se han descrito a grandes
rasgos sus principales dimensiones?
33
También es importante destacar que, tal como señalan Johsua & Dupin (1993),
generalmente el tiempo de enseñanza y el tiempo de aprendizaje no coinciden.
Por ello, actividades de enseñanza realizadas en un determinado momento pueden
llevar a aprendizajes a más largo plazo. Esto es así porque, a menudo, para que se
produzca la identificación de las diferencias entre los propios puntos de vista y los
científicos, se requiere disponer de muchos datos e informaciones que no se acu-
mulan sino a través de los arios de aprendizaje y de las oportunidades que se tiene
de explicitar estas diferencias. Por ejemplo, es habitual que el profesorado reco-
nozca que 'entiende alguna idea en el momento que está preparando cómo ense-
ñarla. Para que esta comprensión haya sido posible se ha necesitado disponer de
los muchos aprendizajes realizados anteriormente, que seguramente cristalizan de-
bido a la necesidad de comunicar y de compartir dichos conocimientos.
— La gestión del aula, es decir, como organizar el grupo clase de tal manera
que promueva unas interacciones entre sus miembros facilitadoras del inter-
cambio y la cooperación.
34
interesa el tema, si lo entiende, si sabe resolver la tarea, etc. Por ello, en sentido
estricto es imposible diferenciar, en la práctica, entre actividades de 'enseñanza-
aprendizaje' y actividades de 'evaluación-regulación'.
Como se ha indicado, en general, en las secuencias didácticas en las que se 2.1.1 Organización
basan los diferentes modelos constructivistas, se pueden identificar distintos tipos
de actividades distribuidas a lo largo del proceso de enseñanza-aprendizaje. En el de las actividades
marco del dispositivo pedagógico que presentamos, las actividades se han dife- de enseñanza y
renciado, organizado y secuenciado en función de objetivos didácticos específi- aprendizaje en
cos. Son: secuencias
- Actividades de exploración o de explicitación inicial. didácticas
- Actividades de aplicación.
35
cativa. En consecuencia, es de prever que una de las posibles causas del fracaso
escolar sea la dificultad que tienen algunos estudiantes para identificar el objeto
de la enseñanza que están recibiendo.
Al mismo tiempo, los estudiantes también pueden reconocer que entre ellos
hay diversidad de puntos de vista, de explicaciones, de interpretaciones, etc. y
36
que sus razonamientos no son tan coherentes como piensan. O que cuando
quieren comunicar alguna idea sus compañeros y compañeras no les entienden.
Se ha comprobado que uno de los problemas que dificultan el aprendizaje de los
alumnos es su convencimiento de que ya tienen los conocimientos adecuados
sobre los contenidos que se les propone que aprendan. Sus posibles errores o
dificultades los atribuyen más a distracciones u olvidos momentáneos que no a
falta de conocimiento.
Este punto de vista implica una crítica tanto a los modelos didácticos centra-
dos en el llamado aprendizaje por descubrimiento, a través de los cuales el es-
tudiante sólo es capaz de redescubrir y reafirmar sus propios modelos y explica-
ciones, como a los modelos centrados en una transmisión del conocimiento es-
tructurado desde la lógica de la disciplina sin tener en cuenta el punto de vista
del que aprende.
Pero, como hemos visto, también hay críticas al planteamiento del aprendiza-
je centrado sólo en el cambio conceptual, entendiéndolo como eliminación de
las ideas iniciales de los estudiantes y sustitución por otras. Los mismos autores
del modelo inicial han matizado sus postulados iniciales (Strike & Posner, 1993).
De hecho, la reestructuración del conocimiento, el cambio conceptual, sólo se
produce raras veces y no siempre coincide con el proceso de aprendizaje for-
mal. Por ello, una buena parte de los aprendizajes del aula pretenden facilitar al
alumnado la incorporación a su estructura de conocimientos de nuevas expe-
riencias, informaciones, datos, variables, analogías, técnicas y algoritmos y, muy
especialmente, más precisión en el uso del lenguaje. Todo ello constituye una
base que posibilita que pueda producirse, en el momento de trabajo en el aula o
en otras circunstancias, una toma de consciencia de las diferencias entre las for-
mas cotidianas y científicas de explicar y actuar y/o una reestructuración en la
forma de mirar y de pensar en relación al fenómeno o tema objeto de estudio.
37
ciones; las que promueven la identificación de nuevas analogías; las que facilitan
verbalizar las características que permiten decidir que un objeto o fenómeno es
parte de un concepto o está relacionado con él, o las operaciones que se deben
efectuar para resolver una tarea, etc.
Dos son, por tanto, los aspectos que se deberán tener muy presentes:
—Por un lado, la secuencia del proceso didáctico, sin obviar aspectos o for-
mas que puedan ser importantes para facilitar la construcción del conoci-
miento por parte de todos los estudiantes.
—Por otro lado, la evaluación continua, para así poder reconocer en qué mo-
mento un alumno o alumna no sigue el tema o se ha bloqueado y, de esta
manera, poder arbitrar en este preciso momento los medios que le ayuden
a superar las dificultades.
38
Cada estudiante debe encontrar su propia forma de expresar sus conocimientos.
En general, no sirven las definiciones dadas por el enseñante, ni los esquemas que
se pueden encontrar en los libros de texto, ni los que se han escrito en la pizarra de
la clase, ni los de un compañero, ni tampoco los mapas conceptuales ya elabora-
dos. Por el contrario, es necesaria una elaboración personal que se pueda contras-
tar con la del enseñante o con las de los otros compañeros o compañeras. La diver-
sidad de formas de sintetizar un mismo aprendizaje, y la confrontación entre ellas,
es lo que posibilita avanzar en este proceso largo y complejo que es aprender.
d) Actividades de aplicación
• Esta fase también puede propiciar que el alumnado se plantee nuevas cues-
tiones sobre la temática estudiada, que utilice distintos lenguajes para explicitar
sus representaciones, etc., ya que el modelo elaborado sólo es un modelo provi-
sional que irá evolucionando y enriqueciéndose a medida que se aplique a nue-
vas situaciones didácticas.
Uno de los problemas más importantes que tiene que afrontar el enseñante
en su tarea es el hecho de que los estudiantes no transfieren fácilmente los
aprendizajes hechos a partir de manipulaciones y experiencias con ejemplos
concretos a otros núcleos de experiencias con los que están relacionados, pero
cuya relación no perciben (Driver, 1988). Para ellos, cada nueva situación es un
nuevo aprendizaje. La búsqueda de anclajes en la estructura cognitiva de los
alumnos que faciliten esta transferencia es uno de los campos más importantes
de investigación didáctica y el reto que se debe afrontar para poder encontrar
respuesta al problema de la gran cantidad de contenidos que se pretende que los
estudiantes aprendan en sus etapas de escuela obligatoria.
39
- Las situaciones o contextos en los cuales se apliquen los nuevos conoci-
mientos, los cuales pueden ser escogidos por los mismos estudiantes en
función de sus intereses, de futuros estudios o de otros aspectos.
EXPLORACION
APLICACION
SIMPLE COMPLEJO
Figura 2.1.
40
Las tipologías de actividades descritas en los apartados anteriores son las de ac- 2.1.2 La
tividades de enseñanza/aprendizaje a través de las cuales se debe facilitar, además,
la regulación continua, tanto por parte del enseñante como del propio alumnado. organización y
secuencia de las
Generalmente, se planifican por un lado las actividades de enseñanza de los actividades de
diversos contenidos y por otro las actividades de evaluación y de regulación. La regulación
propuesta de trabajo que presentamos intenta que los tres tipos de actividades se
interrelacionen estrechamente e incluso lleguen a coincidir, ya que sin regulación
no hay aprendizaje.
41
da del grupo-clase y, al mismo tiempo, prever actividades para alumnos con pre-
rrequisitos no alcanzados. El tradicional 'examen de entrada' no cumple estas
funciones ya que, en general, se utiliza más para clasificar a los alumnos que no
para identificar sus puntos de partida. En el capítulo 3 se analizan distintos ins-
trumentos apropiados para la función diagnóstica.
La diagnosis no sólo es útil al profesorado. También es un punto de referen-
cia inicial para el propio alumnado. Posibilita que identifique dudas y formas de
pensar y actuar, que reconozca otras formas de razonar en torno a una determi-
nada situación-problema y que ponga en duda sus propios puntos de vista.
Ser capaz de anticipar y planificar las acciones que forman parte de una ta-
rea (procedimental o de razonamiento) es otro de los aspectos fundamentales en
todo proceso de aprendizaje. En esta capacidad se basa la autonomía del alum-
nado para construir y aplicar los nuevos aprendizajes, es decir, aprender a plani-
ficar la acción implica aprender a aprender.
42
acciones coinciden con las que se muestran, pero no por aquéllos cuya lógica de
actuación es distinta. Por ello, la heterocorrección de ejercicios en la pizarra,
con todo el grupo clase, tiene poca efectividad. Los estudiantes que coinciden
con el modelo mostrado creen que han aprendido (a veces sólo coinciden en el
número de la solución final y no en el proceso), y los que no dan la misma res-
puesta se limitan a copiar el modelo sin interaccionar con su propio proceso.
Para ello, debe ser capaz de apropiarse de los criterios de evaluación a través
de los cuales el profesorado determina si una tarea está bien realizada. El ense-
ñante suele tener dichos criterios de forma poco explícita, por lo cual sólo algu-
nos estudiantes son capaces de identificarlos.
43
ma propuesto. Esta representación inicial irá evolucionando a través de las acti-
vidades orientadas a la introducción y estructuración de nuevos conocimientos.
Al mismo tiempo, deberán posibilitar que el alumnado pueda regular su capaci-
dad de anticipar y planificar las acciones necesarias para aplicar estos nuevos
conocimientos. A través de todo este proceso, los estudiantes deberán ir identifi-
cando los criterios que les permitirán reconocer la calidad de sus aprendizajes y
que utilizarán, especialmente, en la evaluación de las actividades de aplicación.
El esquema de la figura 2.2 ilustra esta organización.
Anticipación y planificación
de la acción
y Introducción
Comunicación de nuevos Estructuración Apropiación
y conocimientos de los
representació criterios
de objetivos de evaluación
Aplicación,
Exploración generalización
Actividades
Diagnosis enseñanza/
aprendizaje
1. secuencia
2.' secuencia
Actividades
enseñanza/
aprendizaje
Aplicación, Exploración
generalización
Apropiación Comunicación
de los y
criterios Introducción representación
de evaluación Estructuración de nuevos de objetivos
conocimientos A
Anticipación y planificación
de la acción
Regulación y autorregulación
Figura 2.2.
44
En la experimentación se ha comprobado que es conveniente que las unida-
des didácticas, si son largas, se dividan en secuencias didácticas cortas, entre 6-
10 horas (2-3 semanas de clase), con objetivos específicos. Cada secuencia
constituye un pequeño ciclo de aprendizaje, cuyos resultados se evalúan y se re-
gulan. El objetivo principal de este tipo de secuenciación es poder detectar rápi-
damente (el enseñante y el mismo alumno o alumna) las dificultades concretas
que impiden seguir el ritmo propuesto y, de esta manera, arbitrar sistemas de re-
gulación antes de que la dificultad encontrada se convierta en un obstáculo insu-
perable.
El día y la noche
Los eclipses
Las fases de la Luna
Posiciones relativas de dos circunferencias
Tangentes comunes a dos circunferencias
45
Actividad de diagnosis inicial
Actividad de diagnosis
Hoy nos plantearemos algunas de las cosas que podemos conocer sobre la luz y
sobre los fenómenos que están relacionados con ella. No todo lo podremos estu-
diar en este tema. Al final de la actividad concretaremos los aspectos a trabajar.
1. Seguramente muchas veces habréis observado que en los días soleados,
vuestro cuerpo hace una sombra sobre el suelo.
a) Cuando el Sol está detrás de vosotros,
¿dónde se sitúa vuestra sombra? ¿Por
qué? Haced un dibujo que lo explique.
Figura 2.3.
46
En los cursos donde se aplicó esta actividad de diagnosis, se constató que sólo 2 o
3 alumnos de cada clase utilizaban líneas rectas para representar los rayos de luz. En
general, representaban la luz como si fuera una masa de algodón y, además, desco-
nocían cuál es el camino que sigue cuando se ven los objetos (ver apartado 3.4) .
Más de la mitad del alumnado cree que las sombras producidas por la luz de
Sol son más largas a las 12 del mediodía que a las 9 de la mañana, para lo cual
aducen razones relacionadas con la mayor intensidad de la luz o la mayor altura
a la que se encuentra el Sol.
Esta diagnosis permite, por un lado, la adaptación del material didáctico dise-
ñado inicialmente, ya que algunas de las actividades pueden ser eliminadas o
simplificadas y otras han de ser ampliadas. Por otro lado, posibilita detectar tan-
to los prerrequisitos que algunos estudiantes no conocen suficientemente para
poder seguir con éxito los aprendizajes que se les va a proponer, como los alum-
nos o alumnas que ya de inicio tienen un elevado nivel de conocimientos. Ello
facilita poder arbitrar actividades de regulación específicas para cada tipo de
alumnado (ver apartado 3.4).
47
Actividad de exploración inicial
/Vota*
5. ¿Qué diferencias hay entre los tres casos? ¿Qué explicación encontráis a
estas diferencias? Hacer un dibujo que explique vuestras observaciones.
Figura 2.4.
48
Actividades de introducción de los conceptos y procedimientos ne-
cesarios para modelizar la anterior situación
En esta actividad se propone a los estudiantes que lleven a cabo una primera
modelización de las situaciones observadas. Se representa el foco puntual con
un punto, el foco extenso con dos o más puntos y el objeto -una pelota- con una
circunferencia, y se sitúan los rayos de luz simulados por medio de hilos, todo
ello en una cartulina. Luego se les pide que sustituyan los hilos por rectas, que
dibujan en otra cartulina. Esta actividad la realizan en grupo y la comparación de
los distintos resultados permite reconocer los posibles errores cometidos (figura
2.5)
F.
4 9 ••••••ntn nn••
49
actividad: «Circunferencia y circulo. Radios y cuerdas»
Para poder dibujar los esquemas con precisión se requiere conocer algunos
conceptos y construcciones geométricas en las que se basa la representación de
sombras y penumbras como, por ejemplo, la construcción de la recta tangente a
una circunferencia por un punto exterior. Por ello, primero conviene repasar
brevemente conceptos ya conocidos por el alumnado -como los que se indican
en el titulo de la actividad- y comprobar que tienen un buen conocimiento tanto
a nivel de reconocimiento de dicho tipo de figuras como de definición.
g
frp,.. re.en e., 4,
2..
2 4.Culreen eät.
32 paso. Desde el punto se dibuja la rayita con la misma altura igual que
en el punto b, se dibuja un punto.
42 paso. Donde está el punto se dibuja una linea recta hasta el vértice
E.M. Juan de la Cierva, 1992
Figura 2.6.
50
actividad: (Construcción de la recta tangente a una circunferencia por un
punto»
Los estudiantes aprenden, de forma gradual, como llevar a cabo este tipo de
construcción. También se promueve la reflexión sobre las acciones puestas en
práctica. Éstas acciones nunca se dan como 'receta', sino que los estudiantes de-
ben identificarlas, verbalizarlas y razonar su necesidad (figura 2.7).
c) Repetir este proceso para dibujar las rectas tangentes a las circunferen-
cias siguientes desde los puntos indicados:
Figura 2.7.
51
En la realización de esta actividad se debe tener en cuenta que no todos los
alumnos son autónomos en el diseño del experimento. En algunos casos se debe
orientar el trabajo, aunque la organización del aula en grupos cooperativos facili-
ta la ayuda entre ellos.
Actividad de síntesis
Como ya hemos visto, las sombras pueden ser grandes, pequeñas, nítidas o
difusas. ¿De qué depende?
b) Realizarlo.
- pequeñas y nítidas
- grandes y nítidas
- pequeñas y difusas
- grandes y difusas
52
Primera actividad en la cual se propone la construcción de una base
de orientación
—radio
— circunferencia
—radio
Figura 2.9.
J.J. &N.S., 1992
53
Base de orientación procedimental diseñada por un estudiante
,e,„,e, 1
CP.b.
ä .11 Gelaa>
arcos
recta
Hacemos una recta perpendicular al segmento que pase por estos dos puntos
Las actividades descritas anteriormente las pueden realizar todos los estudian-
tes, aunque unos se expresan mejor que otros o las ejecuten con distinto grado
de precisión. Pero todos pueden avanzar en el conocimiento de las causas de las
sombras y de las penumbras y en la predicción de las mismas.
54
Base de orientación de la acción de inclusión en un concepto
diseñada por un estudiante
P.. 41'4
1-
L
ttitreg
O
Inclusión en el concepto de diámetro
Actividades de aplicación
55
igualmente iluminadas o la realización de construcciones geométricas distintas a
las realizadas anteriormente.
Al final de la secuencia se propone una actividad (puede ser una prueba escri-
ta o de otro tipo) para evaluar los aprendizajes realizados. En muchas secuencias
se realiza una actividad previa, en la cual los estudiantes deben definir cuáles
eran sus objetivos y los criterios de evaluación de los mismos. A partir de ella, el
profesorado y el alumnado pueden reconocer si sus criterios son coincidentes.
En el apartado 2.2.3 se describe la prueba de regulación diseñada por el profe-
sorado de un centro que experimentó este material.
2.2 LA GESTIÓN Es de todos conocida la dificultad para atender a la gran variedad de niveles,
ritmos de aprendizaje e intereses del alumnado de un grupo-clase. Cada estu-
DEL AULA diante requeriría una dedicación exclusiva del enseñante, lo cual en la práctica es
imposible. Por ello se deben arbitrar sistemas que permitan dicha atención en el
marco del aula.
—Modalidades de regulación.
2.2.1 Formas Las principales formas organizativas del currículo para atender a la diversidad
organizativas del de niveles e intereses entre el alumnado se pueden agrupar en tres grandes tipo-
logías cuyas características son:
currículo para
atender a la Modelo 1: El currículo de los estudiantes se organiza en dos grandes blo-
diversidad ques: uno de ellos es común y el otro es diferenciado
56
ä.
Submodelo la.
Figura 2.12
Algunas de las reflexiones que se pueden hacer en relación a este modelo son:
—Si no se toman precauciones, este modelo puede derivar en una división del
alumnado entre estudiantes 'buenos' y estudiantes 'con problemas'. La parte
diversificada del currículo se convierte en un instrumento de segregación.
Submodelo l b.
Figura 2.13
57
Algunas de las reflexiones posibles en relación a este modelo son:
— Tiene la ventaja de favorecer, en la parte diversificada del currículo, las motivacio-
nes del alumnado hacia el aprendizaje ya que ellos y ellas pueden escoger los te-
mas objeto de estudio. Además, los grupos que se forman acostumbran a ser más
reducidos que los de las clases comunes y más homogéneos en cuanto a intereses.
— Las experiencias de países con una amplia franja optativa en su currículo de-
muestran que se produce una autoexclusión por parte de las chicas y del
alumnado de niveles sociales bajos en el momento de escoger materias de Fí-
sica, Química y Matemáticas. Estos estudiantes no están motivados por el
aprendizaje de las asignaturas tradicionalmente consideradas difíciles y no op-
tan por ellas de forma espontánea. Una buena tutoría puede compensar esta
tendencia, aunque es difícil conseguirlo debido a que los condicionamientos
sociales que conducen a la selección de las áreas de estudio son muy fuertes.
En muchos casos, esta franja del currículo se convierte en la parte de los es-
tudios que son considerados irrelevantes por los estudiantes y por los mis-
mos profesores. Se es menos exigente que en las materias de la parte co-
mún, las cuales son las que cumplen la función seleccionadora del alumnado.
En muchas de las experiencias realizadas y debido a la fuerte competencia entre
áreas de conocimiento para tener alumnos que escojan sus materias optativas, se
observa que, en general, el profesorado planifica dichas materias de forma innova-
dora, mientras que en las de la franja común, la programación es más tradicional y
hay más alumnos por clase. Esto está en contradicción con el hecho de que la se-
lección del alumnado se hace fundamentalmente a partir de los resultados obteni-
dos en las disciplinas de la franja común del currículo. Esta situación no es inheren-
te al modelo, pero es una consecuencia del mismo si no se establecen medidas
compensatorias adecuadas.
Submodelo 2a:
Todo el grupo está en la misma aula, pero
realizan actividades diferentes en función de
diversos niveles preestablecidos. Sólo hay un
enseñante en el aula
Figura 2.14.
58
Modelo 2: Los estudiantes realizan diferentes actividades en función de sus
capacidades y ritmos de aprendizajes.
Algunas de las reflexiones que se pueden hacer en relación con este modelo
son:
—En los submodelos 2a y 2b tiene lugar una división del alumnado que fácil-
mente se transforma en estable. Los alumnos del nivel inferior y los del ni-
vel superior son siempre los mismos. En muchos centros esta organización
sólo se adopta en algunas disciplinas (matemáticas y lengua), lo cual acen-
túa el carácter selectivo de estas materias.
Algunas de las reflexiones que se pueden hacer en relación a este modelo son
las siguientes:
Las regulaciones semanales referidas a las actividades realizadas los días an-
teriores son muy cercanas al momento en que el alumno se ha encontrado
con la dificultad. Se posibilita, a través de este modelo, 'desbloquearlo' an-
tes de que la dificultad se convierta en insuperable. También posibilita que
los estudiantes con mayor facilidad para el aprendizaje se orienten hacia la
realización de actividades más complejas.
59
— En el submodelo 3b, si las primeras secuencias o las actividades iniciales de
cada secuencia son concretas y simples, todos los alumnos pueden tener éxito
en la resolución de las tareas que se les proponen, lo cual refuerza su motiva-
ción. La diversificación se puede programar en el momento de aplicar los cono-
cimientos aprendidos, en el que se llevan a cabo actividades diferenciadas en
función de su nivel de abstracción y de complejidad.
Submodelo 3a:
+ fácil + dificil Todos los estudiantes
Secuenciación de realizan las mismas
aprendizaje con actividades y al mismo
recuperaciones ritmo.
rápidas
Algunas de las secuencias
pueden no ser comunes, en
\ funcliónddel los intereses o
Figura 2.15
Submodelo 3b:
2a secuencia
la secuencia
Exploración\ Exploración
Introducción Introducción
del concepto del concepto
Estructur Estructuración
iön Aplicación
ac\ Aplicación
Regulación que hace el Regulación que hace el
mismo profesor/a en un mismo profesor/a en un
tiempo lectivo no común a tiempo lectivo no común a
todos los alumnos todos los alumnos
Figura 2.16
Como se puede deducir, este último modelo es el que mejor se adapta a los
planteamientos hechos en relación a la estructuración de las unidades didácticas
y es el que se ha adoptado en los centros donde se ha llevado a cabo la experi-
mentación del trabajo descrito en este libro.
60
El trabajo en grupo es uno de los que plantean mayores dificultades al profe- 2.2.2 El trabajo en
sorado. En general, no hay silencio en el aula, se observa un cierto desorden, al-
gunos de los grupos tienen problemas para organizarse, unos estudiantes van a grupos
remolque de los otros, hablan entre ellos de temas alejados del objetivo del tra- cooperativos
bajo, etc. Todo ello hace que, en general, el trabajo en grupo no se valore como
una forma de organización del aula útil para el aprendizaje.
Todo ello comporta que el trabajo en grupo favorece a todo tipo de estudian-
tes, tanto a los que tienen dificultades de aprendizaje como a los que no. A los
primeros, porque el pequeño grupo facilita la expresión de sus dudas y puntos
de vista, cosa difícil en el marco del gran grupo. A los segundos, porque la nece-
sidad de explicitar los propios razonamientos obliga a concretarlos y desarrollar-
los de manera lógica, escogiendo las palabras más adecuadas. Es bien sabido
que sólo se es capaz de explicar algo a los demás cuando está bien aprendido.
Al mismo tiempo facilita el trabajo del profesorado. En el pequeño grupo tiene lu-
gar un proceso de regulación de muchas de las dificultades de sus componentes, por
lo que al enseñante sólo le llegan los problemas que el grupo no ha sabido resolver.
61
a) La constitución de los grupos
• Diversidad de género
En los cursos en los que no se conocía a los estudiantes por ser su primer
ario en el centro, se utilizaron criterios basados en el azar u otros como, por
ejemplo, el orden alfabético o el mes de nacimiento. Este tipo de agrupación
fue, evidentemente, provisional, pero facilitó que se conocieran estudiantes que
no se relacionaban entre ellos.
Todo enseñante sabe que algunas de las cláusulas de este tipo de contratos
no son a menudo respetadas, tanto por él mismo como por el alumnado. A pe-
sar de ello, tienen el valor de servir como vehículo de explicitación de los valores
62
que se quieren promover en el aula y del grado de acuerdo con ellos, en cuanto
a intenciones, de cada una de las partes. Deben revisarse periódicamente y ana-
lizar tanto los aspectos que se van cumpliendo como los que no.
Este tipo de contratos son redactados entre los miembros de un grupo des-
pués de discutir entre ellos y ellas y llegar a acuerdos consensuados. Un ejemplo
es el que se muestra en la figura 2.17
e i era p
, prgn,o4nS
-ceLkets v.117, Yc
.3 • L.v. prr g.
>cc' rte.d(s prr te' AGLarir e r•Sr of
pr '
° r cc t'
,„, tr,:reJt...e‘ I 90"
— S( „‘ teu 1-rel2aitur
no discutirse tanto por las ideas que cada uno pueda tener y que quiera
imponer al grupo
- ser más solidarios con los demás y sus opiniones
si se trabaja en grupo, trabaja todo el grupo y no se deja a uno de lado
solamente porque no sepa tanto
hacer a menudo charlas para aclarar nuestra relación
que haya grupos mixtos
- tener una buena relación con los profesores
que no haya discriminaciones entre grupos
que no haya como una especie de director del grupo y que todo el mun-
do sea igual
si hay alguien que no quiera trabajar, que los demás intenten convencerlo
de trabajar
- ayudarse entre grupos
Figura 2.17.
E.M. J. M. Zafra, 1992
63
ii) Contratos redactados por el profesorado a partir de un intercambio inicial
en gran grupo
Este tipo de contratos los redacta el enseñante después de una primera discu-
sión en pequeños grupos y una posterior puesta en común con toda la clase. En
ella se comparan las diferentes ideas y puntos de vista de cada grupo y del pro-
pio enseñante y se llega a un acuerdo consensuado. Ejemplos de este tipo de
contratos se muestran en las figuras 2.18 y 2.19.
Objetivos:
2. El grupo se ha de organizar:
llevando siempre el material necesario para trabajar
teniendo las cosas organizadas y preparadas
responsabilizándonos de los trabajos que se hacen
aceptando y llevando a cabo las distintas tareas que tenemos asig-
nadas los miembros del grupo (secretario, portavoz, planificador y
responsable del material)
3. La comunicación requiere:
- hablar con voz normal para no estorbar a los compañeros/as
- escuchar a los compañeros/as y al profesor
- poner atención para poder comprender las cosas que se explican
- colaborar en la solución de problemas y trabajos
4. Otros compromisos:
R. Rodríguez
Figura 2.18. E.M. Juan de la Cierva, 1992
64
Contrato de un grupo-clase consensuado (2. 2 curso de BUP, al inicio del curso escolar)
Por ello será importante establecer las condiciones que han de permitir trabajar cooperativamente.
Condiciones
Para poder trabajar en grupo con éxito, será necesario aceptar y poner en práctica los siguientes
acuerdos:
2. Realizar la tarea
Estamos de acuerdo en dedicar el tiempo a la realización de las tareas que el profesor proponga
o que el grupo decida. Aceptamos seguir las indicaciones del responsable para cada tarea. Nos
proponemos tratar cuidadosamente el material del laboratorio y a no malgastar los productos
químicos. También a dejar nuestro material limpio y en su lugar.
4. Participar activamente
Estamos de acuerdo en realizar cada uno nuestra parte del trabajo y a evitar que lo haga sólo
uno. En escuchar a todos los compañeros y compañeras del grupo y a comentar lo que aportan.
En compartir nuestro tiempo y nuestras ideas y recursos. En discutir las dudas y dificultades con
los miembros del grupo antes de preguntar al profesor.
65
7. Autocontrolar el trabajo
Estamos de acuerdo en autocontrolar nuestro trabajo, procurando que esté bien hecho y a tiem-
po. Estamos de acuerdo en que un miembro del grupo sea el responsable de ayudarnos a con-
trolar el trabajo que debemos realizar.
Secretario/a
—anota los acuerdos que tome el grupo
—anota los resultados que van obteniendo los miembros del grupo
—rellena las hojas de autoevaluación del grupo
Planificador/a
—controla que la dinámica del grupo se corresponda con la planificación que ha llevado a cabo
—propone cambios para mejorar los resultados del grupo o de alguno de sus miembros
Grupo Barcelona,
66
Contrato elaborado por un grupo-clase de 2 9curso de ESO al inicio del curso escolar
Los secretarios de los 7 grupos de trabajo de 2 2A y el profesor de Ciencias, recogiendo los acuer-
dos a los que se llegaron en las discusiones de clase, redactamos el siguiente contrato:
1. Dentro de cada grupo, cada miembro ha de hacer aportaciones individuales y nos debemos ayu-
dar entre todos. Ello comporta explicar a un compañero o compañera una cosa que no entiende
o corregirle si se equivoca y al mismo tiempo fomentar la iniciativa de cada uno.
2. Se ha de mantener la buena convivencia porque es vital para poder trabajar en equipo y porque
así mejorará el rendimiento del grupo.
3. Las dudas se han de intentar solucionar dentro del grupo antes de pedir ayuda al profesor. Esto
permite que el profesor se pueda dedicar más a quién más lo necesita. Por otro lado, cuando ex-
plicamos cosas a los compañeros, aprendemos más.
4. Dentro del grupo no habrá división del trabajo. Todos debemos hacer los ejercicios ya que si se
hace de otra manera podría ser que algunos alumnos o alumnas continuasen sin saber hacer al-
gunos de los trabajos debido a que no los intenta hacer.
5. En la evaluación se tendrá en cuenta el funcionamiento y el progreso del grupo. Esto hará que el
grupo funcione mejor y que aprendamos a trabajar mejor en equipo, cosa que nos servirá para
cuando trabajemos.
6. Los grupos estarán formados por 4 miembros. La formación de estos grupos se hará de la for-
ma siguiente: primero los alumnos nos pondremos por parejas y luego el profesor juntará dos
parejas según su criterio. Si el grupo no funciona se podrá revisar.
7. Cada grupo autocontrolará el trabajo de sus miembros. Esto ayudará a evitar olvidos y, por otra
parte, el sabernos controlados nos estimulará a hacer el trabajo.
8. Cada miembro del grupo tiene una responsabilidad distinta: portavoz, secretario/a, responsable
de material y responsable de planificación y control. Estas responsabilidades cambiarán cada
mes.
9. Los miembros de la clase se comprometen a no chillar ni hacer ruido innecesario. Esto ayudará
a trabajar concentrados y a mejorar los resultados.
10. Los miembros de la clase nos comprometemos a escucharnos (a los compañeros/as, al profe-
sor y éste a todos los alumnos). Sólo así nos podemos entender, comparar opiniones y trabajar
con más eficacia.
Firmado: I.G.
Firmado: ... Firmado: P.R.
secretaria grupo 1 secretario grupo ... profesor de ciencias
P. Ruata, E.M. Juan de la Cierva, 1992
Figura 2.20.
En general, en cada grupo las funciones que se distribuyen son las de:
- Portavoz: es el responsable de comunicar al conjunto de la clase los acuer-
dos o conclusiones a las que llega el grupo.
67
- Planificador/a: es el responsable de organizar el trabajo y de controlar que
cada miembro del grupo responda a sus compromisos.
- Responsable del material: es el encargado de prever, distribuir y recoger el
material necesario para la realización de las actividades.
Estas responsabilidades varían a lo largo del curso, por lo que cada estudiante
debe asumir una de ellas alguna vez.
b) Tipos de tareas
En general, cuando el profesorado programa la realización de una actividad
en grupo acostumbra a pensar en dos grandes tipos de actividades:
• Por un lado, aquéllas que vienen condicionadas por el material del que se
dispone. Ello sucede habitualmente en el trabajo experimental, donde el
número de aparatos o instrumentos disponibles es reducido.
68
Este tipo de actividades, como se verá en el siguiente apartado, ha de combinar-
se necesariamente con espacios de tiempo dedicados al trabajo individual. Los si-
guientes ejemplos de actividades son muestras de producciones en equipo. En ellos
es importante el intercambio de puntos de vista y la elaboración de resúmenes.
1/ par /bi»
p5ee
Pr2,42,1 därri4v- Clenieteyzezr g 1
0179742.f fer terkmzp- /es
/9.4g,4 171:PrgOttleP," 47YeetAied.? de/$;r'
/,19;11 ep (2/9 8/tìu,ì 4Y
P7 %uy
ii) Actividad en grupo que consiste en comunicar a través de una (V» de Gowin
las observaciones y reflexiones realizadas por el equipo después de llevar a cabo un
trabajo práctico en el laboratorio. Los estudiantes recogían datos y utilizaban este
instrumento para ponerlos en común y para efectuar una primera reflexión sobre
los aspectos teóricos relacionados con la observación realizada (ver figura 2.22). A
partir de este trabajo en grupo, posteriormente, cada estudiante realizaba un infor-
me individual de la actividad práctica (ver posteriormente las figuras 6.19 y 6.20)
69
«V de Gowin» construida en grupo
PREGUNTA
¿Por qué baja
un ludión?
PRINCIPIOS GENERALES CONCLUSIÓN
El ludión baja porque ejercemos una Según las hipótesis, podemos afirmar
fuerza sobre la botella cuando la que el ludión se hunde porque cuando
apretamos y, como entra agua en el se llena de agua pesa más y va hacia
ludión, este pesa más y se hunde. abajo
PRINCIPIOS REGISTRO Y TRANSFORMACIÓN
Cuando ejercemos una fuerza sobre la DE DATOS
botella, el ludión se hunde lentamente y a Apretemos como apretemos (desde
una velocidad constante cualquier punto) bajará igual. Funciona
CONCEPTOS mejor cuando apretamos con los dedos
Las palabras que representan los hechos que cuando lo hacemos con la palma
y los objetos más importantes son: ludión, de la mano, porque tenemos que hacer
clip, botella, peso,... menos fuerza.
Observamos que entra agua. Para dos
ludiones iguales, si hay tres clips baja
más rápidamente y sube más
lentamente
HECHOS Y OBJETOS PROCEDIMIENTO
Tenemos una botella llena de 1. Llenamos una botella de agua
agua, un ludión y clips. Si 2. Ponemos 2 o 3 clips al ludión
apretamos la botella, el ludión 3. Lo introducimos dentro de la botella
baja y si la dejamos ir sube 4. Apretamos y baja y viceversa
70
diantes (los que obtienen buenos resultados escolares) son capaces de reco-
nocer y verbalizar rápidamente qué piensan en relación al tema. La mayoría
necesita tiempo para concretar su forma de ver la tarea. Esto hace que, al
no tenerlo, acostumbren a esperar que otros piensen por ellos o a que la so-
lución les sea dada ya construida por los compañeros o por el profesorado.
71
Es importante que la puesta en común sea dinámica y no se alargue dema-
siado. Puede favorecerse la comunicación utilizando posters, transparencias
elaboradas por el propio alumnado, etc.
041:2
V E Lo c., a
Gow„e
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Accçt tf1/4 , 9Egt
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72
Mapa conceptual elaborado a partir de las producciones individuales
anteriores
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\ Ljt OiC,«
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kí LkY•en GeYvi
cyt.,44:4
Todo dispositivo didáctico que pretenda atender a la diversidad del alumnado 2.2.3 Modalidades
debe garantizar la regulación continua de los procedimientos de enseñanza y de
los aprendizajes. de regulación
Los errores son objeto de evaluación en tanto que son reveladores de la natu-
raleza de las representaciones o de las estrategias elaboradas por los estudiantes.
A través de los errores se puede diagnosticar qué tipo de obstáculos o dificulta-
des tiene el alumnado para realizar las tareas propuestas y, de esta manera, se
pueden arbitrar los mecanismos necesarios para ayudarles a superarlos.
73
Al mismo tiempo, en el proceso de enseñanza interesa detectar y subrayar
aquellos aspectos del aprendizaje en los que los chicos y chicas han tenido éxito,
porque ello refuerza este aprendizaje. En este sentido, debemos remarcar que aún
es muy usual que en las producciones de los estudiantes sólo se señalen los erro-
res o inexactitudes cometidos, mientras que pocas veces se hacen notar los éxitos
conseguidos. Esto puede provocar que un alumno, que aún no está seguro de la
estrategia usada o dude en la aplicación de un determinado contenido, no sea su-
ficientemente consciente de que la estrategia o el procedimiento usados son ade-
cuados para la situación planteada. Esto puede conllevar que, en otras situaciones
parecidas, en lugar de recurrir con seguridad a los citados procedimientos, proce-
da por ensayo-error y no avance en la construcción del nuevo conocimiento.
La diagnosis de las necesidades del alumnado implica obtener datos para po-
derlos analizar. Para realizar esta diagnosis el profesorado se mueve siempre en-
tre la intuición y el uso de instrumentos.
74
Pero la intuición no es suficiente (Scallon, 1989; Allal, 1983). También se re-
quiere la recogida de datos o bien a través de producciones del alumnado, que
pueden ser coincidentes con las de aprendizaje o haber sido diseñadas para tal
fin, o bien a través de observaciones sistemáticas. La utilización de los instrumen-
tos en la recogida de datos es importante porque permiten identificar las necesi-
dades de todos los estudiantes. En situaciones interactivas hay unos alumnos que
manifiestan más que otros sus puntos de vista y, por ello, la regulación interactiva
se produce de manera desigual para los distintos componentes del grupo-clase.
Para poder tomar decisiones es necesario analizar las producciones no tanto
desde el punto de vista de los resultados como del proceso realizado por el alum-
no, es decir, es importante poder diagnosticar dónde están las dificultades. Para
ello es imprescindible determinar los aspectos fundamentales en la realización de
la tarea y definir los criterios que han de permitir decidir si está bien hecha o no.
En los dos siguientes ejemplos se pueden ver actividades diseñadas por el
profesorado para evaluar y regular aprendizajes. El primero (figuras 2.25, 2.26
y 2.27) se aplicó a la evaluación de la secuencia descrita en el apartado 2.1 y
muestra los criterios que se establecieron, la parrilla que se utilizó para recoger
los resultados obtenidos y cómo se programó la regulación de los aprendizajes.
El segundo (figuras 2.28, 2.29 y 2.30) se aplicó para evaluar la lectura y cons-
trucción de gráficos.
—acciones sobre factores más fundamentales que interfieren con los aprendi-
zajes, que pueden ser escolares, relativos a capacidades cognoscitivas bási-
cas o a actitudes, o extraescolares, que necesitan el recurso de personas o
equipos de asesoramiento específicos.
75
A. Prueba de regulación correspondiente a la 2a secuencia
de la unidad didáctica:
«La luz y las sombras» 1° de ESO
Lado lateral
la) Explica que debes hacer para situar al portero del equipo exactamente en el
punto medio del lado de la portería. Solamente tienes un compás y regla sin gra-
duar.
lb) Hazlo sobre el plano.
1c) Sitúa un punto del campo de fútbol, en el que un jugador se encuentre a igual
distancia, exactamente, del lado lateral y del lado de la portería. (Recuerda que so-
lamente tienes compás y regla sin graduar).
1d) Ahora, sin utilizar de nuevo el compás, ¿podrías situar otro punto que cumpla
las mismas condiciones anteriores? Hazlo y explica el porqué.
ACTIVIDAD 2. Te presentamos dos situaciones en las que unos focos de luz ilumi-
nan una pantalla.
situación 1
•
cuerpo opaco
situación 2
•
• •
•
2a) Compara, sin hacer ningún dibujo, el tipo de sombra que resultará en las situa-
ciones 1 y 2.
2b) Explica las razones que te llevan a dar estos resultados.
76
B. Criterios de evaluación decididos por el equipo de profesores
De la actividad 1:
1.1 Escribe que debe dibujar la mediatriz del segmento que representa la
línea de portería y que el portero debe estar en el punto de intersección de
la línea de la portería y de su mediatriz.
1.2 Dibuja, utilizando una regla sin graduar y un compás, la mediatriz
del segmento que representa la línea de la portería, y señala el punto de in-
tersección con su mediatriz.
1.3 Dibuja la bisectriz de uno de los ángulos del campo y señala uno de
sus puntos.
1.4 Señala otro de los puntos de la bisectriz anterior y explica que todos
los puntos de la bisectriz cumplen las condiciones indicadas en el enuncia-
do.
De la actividad 2.
De la actividad 3.
Criterios de calificación:
77
C. Propuestas de regulación de las dificultades detectadas planteadas
por el profesorado
Propuestas de regulación.
1. Actividades para todo el grupo clase en relación a los objetivos no al-
canzados por la mayoría de los alumnos del grupo.
Estas distintas estrategias se reflejan en la Figura 2.31 (De Ketele & Paquay,
1991).
78
A. Prueba de regulación correspondiente a la unidad didáctica:
«Introducción a la lectura y construcción de gráficos. Aproximación
al estudio del movimiento» 2 9 de ESO
1. Tenemos cuatro objetos de los que hemos medido el peso con un di-
namómetro. A continuación hemos calculado cual era el alargamiento que
producían cada uno de ellos al colgarlos de un muelle. Los datos obtenidos
son los de la tabla.
A 0.2 20
B 0.96 96
C 0.84 84
D 0.52 52
Representar en un sistema de referencia de coordenadas cartesianas la
variación del alargamiento según el peso del objeto. Procurar escoger una
escala adecuada a cada eje para que el dibujo quede proporcionado.
Alumnos 1 2 3 4 5 6 7 8 9 10
79
B. ¿Qué se quiere comprobar que han aprendido
con cada pregunta?
c) Mecanismos de regulación
Allal (1991) propone que los enseñantes hagan un inventario de los recursos
de regulación que pueden utilizar en el marco de su institución escolar en rela-
ción a:
- el momento de la regulación;
Todas ellas son variables que afectan a las tareas de regulación y pueden ser
distintas en función del tipo de dificultad, de la proporción de alumnos que la
tengan, de la personalidad del estudiante, de su situación familiar, etc.
80
C. Parrilla de resultados y propuesta de regulación
Objetivos
1 2 3 4 5 6 7 Presentación de las tareas TRABAJOS DIFERENCIADOS
Nombre
1 X 3
2 X 1 2
3 X 3
4 X 2
5 X 1 2
6 X X 2
7 X X 2
8 X X 2
9 X 1
10 X 2
11 X X 2
12 X X 2
13 X X 2
14 X 2
15 X 2
16 X X 2
17 X 2
18 X X 3
19 1 2
20 X X 2
21 X X 2
22 X 2
23 X 2
24 X s X 3
25 2
Propuestas de regulación
Teniendo en cuenta los resultados, se proponen tres trabajos diferenciados según los objetivos que
los alumnos han alcanzado o no.
Trabajo 2. Realizar una actividad en el polideportivo que reproduzca la situación del apartado 2 de
la actividad de evaluación.
Trabajo 3. Realizar la actividad «El movimiento del metro» (una actividad complementaria de am-
pliación)
Para los alumnos que ho han alcanzado todos o casi todos los objetivos.
81
HETEROCORRECCIÓN
RETROACCIÓN CONFRONTACIÓN
2
AUTOCORRECCIÓN •
Materia no Prerrequisitos
dominada no dominados
REPETICIÓN
REVISIÓN
TRABAJO
COMPLEMENTARIO
NUEVO PROCESO
DE FORMACION
10 11
ACCIÓN SOBRE
FACTORES MÁS Factores Factores
FUNDAMENTALES escolares extraescolares
Figura 2.31.
De Ketele y Paquay (1991)
1.
Actividad A 1 Actividad A2 Actividad A3 Actividad B1
A
Actividad de
2. regulación
Observación e Diferenciación
retroactiva
interacción de las actividades
con los Recogida de trazas Análisis de la secuencia B
alumnos de los procesos de de los (regulación
los alumnos resultados proactiva)
Figura 2.32.
(Fuente: Allal, 1991)
82
Inventario de los posibles mecanismos de regulación
que se pueden arbitrar para cubrir las necesidades detectadas
Figura 2.33.
(Adaptado de Allal, 1991)
83
Diagnosis y proyecto de regulación
UNIDAD DIDÁCTICA:
CURSO:
ALUMNO/A:
DIAGNOSIS
a) Conocimientos adquiridos
REGULACIÓN:
b) Modalidad de la regulación
c) Tareas
d) Material
Figura 2.34.
(Adaptado de Allal, 1991)
2.2.4 La hora de Una de las formas organizativas que posibilita atender más específicamente a
consulta las necesidades de cada estudiante es disponer, en el horario lectivo de alumnos
y profesores, de una hora de consulta dedicada a una ayuda personalizada.
84
la secuencia
Hora de consulta
2a secuencia
Hora de consulta
... secuencia
Hora de consulta
Figura 2.35.
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85
Primera diagnosis y propuesta de regulación para Y.
(3 9- curso de ESO)
Alumna: Y. (29-4-93)
En función de este diálogo, ordena cada una de las acciones que deben ha-
cerse para representar gráficamente una función de proporcionalidad.
86
2 2 mapa conceptual elaborado por Y. en el transcurso del aprendizaje
del concepto de función de proporcionalidad (3 2 curso de ESO)
RyNcic rDEE
Pdbk>gc:z.),n)pLiTAT
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'eer-
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Para que esta hora sea efectiva es importante que el mismo estudiante o el
profesor hayan diagnosticado cuál es la posible causa de las dificultades o dónde
han aparecido los obstáculos que impiden avanzar. En cada entrevista debe tra-
tarse un número reducido de dificultades. En este sentido, es ilustrativo recordar
que Einstein decía que sólo era capaz de corregir los errores uno a uno, por lo
que es preferible convocar a los alumnos a nuevas entrevistas antes que intentar
revisar todas las dificultades en una única sesión. También es importante trans-
mitir una visión positiva de los errores como etapas absolutamente normales de
cualquier proceso de aprendizaje. No se debe olvidar que es a través de los erro-
res que el profesorado y los mismos estudiantes puede deducir la naturaleza de
las dificultades que encuentran cuando están aprendiendo.
87
Alumna: Y. (5-5-93)
a) Errores superados
Asignación de: La variable independiente (X) se representa en el eje de
las abscisas.
La variable dependiente (Y) se representa en el eje de las
ordenadas.
Relaciones que establece: A partir de una dependencia entre las variables,
obtenemos una fórmula, de la que podemos extraer una tabla de valores
que representaremos en un sistema de referencia, obteniendo una gráfica.
d) Propuesta de actividades
A partir del estudio experimental del movimiento rectilíneo uniforme (par-
tiendo del reposo)
A- Llenad con los datos obtenidos, la tabla siguiente:
Tiempo (s) Espacio (cm) Espacio (cm)/ Tiempo (s)
88
Mapa conceptual sobre el concepto de función de proporcionalidad
elaborado por el grupo de Y., días después (3 2 curso de ESO)
ae_92ndeii"r Cce\zkLysi
kyziee;
r-CDCrrrnOlo.__
ate
.2.4•n
cc2tenactsks ox oxisses
j C.‘Y3g(r`
cuencia. Los estudiantes asisten si creen que necesitan ayuda en el aspecto seña-
lado o si son convocados por el profesorado. Las parrillas que recogen el análisis
de las producciones de los estudiantes son un buen medio tanto para determinar
los aspectos a regular como para identificar los estudiantes que tienen el mismo
tipo de dificultad. En la experiencia realizada se ha comprobado que si bien al
principio el alumnado es reacio a participar en este tipo de actividades (ya que su-
ponen un trabajo extra), poco a poco reconocen su utilidad y asisten por propia
iniciativa, en función de la percepción que tienen de sus necesidades.
También es útil trabajar con los alumnos revisando sus propias producciones
y ayudándoles a reconocer el obstáculo con el que se enfrentan. Después de esta
revisión se pueden proponer nuevos ejercicios, lecturas, visionado de videos, ta-
reas con el ordenador, etc. y pactar con ellos la forma y el momento de entrega
de los nuevos trabajos.
89
Análisis del mapa conceptual elaborado por el grupo de Y.
90
Considero que los mapas conceptuales son un instrumento útil para
la detección de los aciertos y errores del alumnado y posibilitan el se-
guimiento de su evolución. Además, facilitan la negociación de los as-
pectos a mejorar y de las tareas que se pueden llevar a cabo.
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91
La alumna El profesor
A partir de la idea
Figura 2.43. de H. Przesmycki, 1991
En algunos casos puede ser conveniente explicitar por escrito el pacto al cual
se llega con el estudiante, especialmente si se trata de aspectos que requieren un
largo periodo de regulación. En el ejemplo de la figura 2.43 se recoge un con-
trato establecido entre el profesor y una alumna. Las condiciones y el tipo de
trabajo, así como el tiempo de duración, son fruto de la negociación entre las
dos partes, aunque el enseñante es el que acostumbra a sugerir las tareas a reali-
92
zar. Es importante hacer constar cuáles son las dificultades, sus posible causas y
los aspectos que conviene mejorar. También es útil implicar en él a compañeros
del estudiante que puedan ayudarle o cuyo trabajo pueda servirle de referencia.
Esta situación tan ideal no se da en todos los casos. En otros sólo el profeso-
rado de una área está comprometido en este tipo de actividad. En este caso la
hora de consulta se sitúa a primera hora de la mañana (de 8 a 9) o última. La
experiencia demuestra que si bien al principio los estudiantes no asisten, poco a
poco y en función del reconocimiento de su utilidad no sólo acuden a indicación
del profesorado sino por propia iniciativa.
93
3. LA EVALUACIÓN DIAGNÓSTICA INICIAL
Uno de los componentes básicos del dispositivo pedagógico que hemos pre-
sentado en el capítulo anterior es la evaluación de los aprendizajes considerada
en su dimensión pedagógica de regulación. Desde esta perspectiva, la función
diagnóstica de la evaluación adquiere singular relieve y, en especial, la evalua-
ción diagnóstica inicial, ya que es el primer paso en toda regulación del proceso
de enseñanza/aprendizaje.
Dicha evaluación permite adecuar la programación a las características de los
estudiantes, prever actividades para regular los casos en los que los prerrequisi-
tos de aprendizaje no están integrados en la estructura de conocimientos del
alumnado, organizar el grupo-clase, facilitar la toma de conciencia del punto de
partida por parte del que aprende, etc.
Este último aspecto, el de la toma de conciencia del punto de partida por parte
del que aprende, es el que adquiere una singular relevancia si se contempla la eva-
luación inicial desde la perspectiva de la autorregulación. Bajo el punto de vista de
las teorías que relacionan metacognición y aprendizaje (ver anexo III), es imprescin-
dible poder adaptar los dispositivos didácticos a las necesidades de aprendizaje de
los estudiantes y facilitar que sean ellos mismos los conductores de su evolución. Pe-
ro para que ello pueda ser efectivo es imprescindible partir de una evaluación (y au-
toevaluación) diagnóstica inicial que, en el punto de partida del aprendizaje de unos
determinados contenidos, ponga de manifiesto los aspectos relevantes.
95
EVALUACIÓN DIAGNÓSTICA INICIAL
Concepciones
alternativas
Actitudes Prerrequisitos
y de
razonamientos hábitos aprendizaje
espontáneos
por
básicamente
' conformadas
11
ESTRUCTURAS
DE ACOGIDA
DE ALUMNO/A
Figura 3.1.
3.2. ¿POR QUÉ La prognosis y la diagnosis del punto de partida de los estudiantes es un paso
imprescindible para el diseño de procesos de enseñanza/aprendizaje, porque de-
LA EVALUACIÓN bería posibilitar la modificación de las secuencias y la adecuación de las activida-
DIAGNÓSTICA? des para responder a las necesidades del alumnado.
96
Al mismo tiempo, la evaluación diagnóstica posibilita prever una organiza-
ción del trabajo en el aula para atender a la diversidad de puntos de partida, tan-
to para la planificación de actividades que faciliten el aprendizaje de contenidos
considerados prerrequisitos necesarios en el estudio de la nueva temática (para
los estudiantes que aún no los conocen), como para organizar grupos de trabajo,
homogéneos o heterogéneos, que promuevan interacciones positivas entre el
alumnado.
Pero dicha evaluación también es necesaria para que los propios estudiantes
inicien su propio proceso de regulación y vayan tomando conciencia de los hábi-
tos, creencias e inferencias iniciales que condicionan su modelo de razonamien-
to y de actuación. En el alumnado la diagnosis inicial tienen una función básica
no tanto de identificación de posibles errores o dificultades sino de génesis de
dudas y de interrogantes.
Por todo ello, la evaluación diagnóstica es una condición esencial para facili-
tar la regulación del proceso de enseñanza/aprendizaje. Pero, ¿qué información
se debería tener para poder determinar el punto de partida de cada estudiante al
inicio de dicho proceso y, de esta manera, hacer posible la adaptación de la pla-
nificación de la futura acción pedagógica a esta situación?
Cuando nos hallamos ante un tema o una unidad didáctica cuyo estudio se
quiere iniciar es necesario llevar a cabo tanto un análisis epistemológico de sus 3.3 ¿QUÉ
contenidos —para poder identificar su estructura interna y separar los contenidos INFORMACIÓN
esenciales de los secundarios—, como un análisis de los tipos de razonamiento y SE DEBE
de métodos de trabajo que exigirá la realización de las actividades propuestas.
RECOGER?:
En muchos casos la propia práctica docente es un buen referente acerca de LOS OBJETOS
los aspectos que conviene conocer antes de iniciar el aprendizaje de una deter-
minada temática, aunque muchas veces está sesgada por la 'lógica del enseñan- DE LA
te (que no siempre facilita la identificación de la 'lógica del alumnado). Por ello EVALUACIÓN
es importante conocer los estudios que profundizan en el análisis de los obstácu-
los y concepciones alternativas del alumnado y que elaboran propuestas sobre INICIAL
cuáles son los aspectos que es necesario diagnosticar e incluso sobre cuáles son
los mejores instrumentos para dicha diagnosis.
97
básicamente todo aquello que conforma lo que Halwachs (1975) designa con la
expresión estructuras de acogida.
Esta expresión fue introducida por primera vez por este físico francés en
1975 para indicar el conjunto de conductas, representaciones y maneras espon-
táneas de razonar propias del estudiante en cada momento de su desarrollo, las
cuales conforman la estructura donde se inserta y organiza el nuevo conocimien-
to que se adquiere.
3.3.1 Las Se entiende por concepciones alternativas (a veces llamadas también 'ideas
previas', `preconceptos', 'ideas de los estudiantes', etc.) aquellos razonamientos
concepciones utilizados por el alumnado para explicar fenómenos cotidianos que difieren de
alternativas y las las formulaciones que se dan desde la ciencia actual. Numerosa bibliografía (ver,
estrategias por ejemplo, las revisiones de Driver et al., 1989; Hierrezuelo & Montero,
espontáneas 1989 en el campo de la Física y la Química; y las de Hart et al., 1984 Del Rio,
1991 en el campo de las Matemáticas) recoge estudios realizados en este campo
que ponen de manifiesto como estudiantes de diferentes edades, países y niveles
de formación científica explican los fenómenos.
98
concepciones alternativas que se formulan como, por ejemplo, la tendencia al
pensamiento lineal simple (toda causa tiene un efecto que es al mismo tiempo
causa de otro efecto, y así sucesivamente), a establecer analogías basándose en
similitudes perceptivas, a considerar más los cambios que los factores que no va-
rían, etc.
Por ejemplo,
Los números decimales son asimilados a los naturales, es decir, son consi-
derados 'naturales con coma', como si fueran dos naturales independientes
(Brousseau, 1983; Perrin-Glorian, 1986; Centeno, 1986). Ello provoca
que algunos estudiantes crean que entre 1,5 y 1,6 no exista ningún otro
decimal, o que 1,12 > 1,2, o que (0,3)2=0,9 y (1,3)2=1,9, etc. De igual
forma se tiende a identificar una fracción como dos números naturales in-
dependientes (Llinares et al., 1988), cosa que algunos autores llaman 'la
distracción de los números naturales', con lo que algunos estudiantes extra-
polan a las fracciones las reglas y algoritmos de los naturales, lo que les lle-
va a considerar que 1/3 + 4/5 = 5/8.
99
prensión de las palabras y símbolos y de la atribución de significados a los
símbolos. Por ejemplo, hay palabras con diferente significado en el lengua-
je científico y en el lenguaje ordinario: otras tienen parecida grafía o fonía,
etc. Así, Fischbeim et al. (1991) han constatado que. en probabilidad, se
confunde suceso seguro con suceso único o suceso raro con suceso impo-
sible; Llorens (1991), destaca el amplio campo semántico que, en general,
tienen los sustantivos en el lenguaje ordinario, como por ejemplo: fuerza,
energía, elemento, mezcla,, función, razón, etc., así como los verbos de ac-
ción, por ejemplo, tener, pasar, coger, etc. (Sanmartí, 1989).
100
dimientos y, de esta manera, que les faciliten la diferenciación y la construcción
de puntos de vista más aceptables desde la ciencia actual.
Es bien sabido que la actitud con la que una persona afronta el estudio de una 3.3.2 Los valores y
determinada temática es una variable muy importante en relación al éxito del
aprendizaje. Los valores y las actitudes son fundamentales para dicho éxito, tan- actitudes en
to los que se refieren a lo que se enseña como a lo que se aprende (White, relación al
1988). Estas actitudes y valores son de muy distinta tipología y es difícil señalar aprendizaje
cuáles son los más significativos. Respecto a la regulación de los aprendizajes en
las áreas de ciencias y matemáticas es necesario identificar, en lo que concierne
al alumnado, los siguientes aspectos:
Es muy probable que los puntos de vista del enseñante y de muchos de los
estudiantes no sean coincidentes en este punto. White (1988) cita la refle-
xión de un alumno que, después de ocho meses de clase, le dijo a su profe-
sor de ciencias: (Ahora he empezado a entender como quieres que estudie-
mos. Quieres que sepamos pensar y revisarnos nosotros mismos lo que va-
mos aprendiendo. Pero has de saber que nosotros no queremos hacer es-
to».
Esta es otra de las cuestiones cuya respuesta está muy condicionada por los
valores y actitudes del alumnado. En general, el trabajo escolar se percibe
como algo que viene impuesto por la sociedad pero que tiene poco que ver
con la realidad cotidiana. En muchos casos ello da lugar a una falta de mo-
tivación e interés hacia el estudio, especialmente si va acompañado de difi-
cultades en la comprensión de los contenidos enseñados.
101
Muchas veces se piensa que el único referente que tiene una persona acer-
ca del grado de su aprendizaje son las pruebas o exámenes. En realidad, no
son ni el único ni el más importante. Por esto, aunque hay quien piensa
que suprimiéndolos se logra mejorar su capacidad de autoestima, en reali-
dad los estudiantes se dan cuenta que no acaban de comprender los conte-
nidos o que no saben realizar unas determinadas tareas sin necesidad de
exámenes comparativos. Suprimir las pruebas o realizar actividades para
aumentar la autoestima puede tener efectos sobre los síntomas, pero no so-
bre las causas de las actitudes del alumnado.
Por ello, para devolver a los estudiantes la confianza en sí mismos, se debe
incidir especialmente en la planificación del proceso de enseñanza/aprendi-
zaje, adecuándolo a las necesidades y características de cada uno de ellos.
Esto implica que, previamente, se deben diagnosticar. Conviene planificar
las actividades con grados de dificultad bien secuenciados y utilizar recursos
muy variados para dar ocasión a que todos los estudiantes aprendan, aun-
que sea en relación a aspectos muy concretos y simples del tema tratado.
102
y, de esta manera, adecuar las actividades de aprendizaje a esta realidad. Si se
comprueba que la mayoría de los alumnos o alumnas desconocen un determina-
do requisito, su estudio se deberá incluir en el proceso de enseñanza previsto pa-
ra todo el grupo-clase. En cambio, si sólo son una minoría, será necesario arbi-
trar mecanismos de compensación diversificados.
103
Por ejemplo, en la diagnosis correspondiente a la unidad didáctica señalada,
una de las cuestiones, adaptada de Driver (1988), (figura 3.2), tenía como objeti-
vo reconocer los modelos utilizados por el alumnado para explicar la visión de
los objetos.
Explicar con detalle qué pasa entre sus ojos, la lámpara, y el libro. Po-
déis hacer un esquema y todo aquello que os ayude en vuestra explicación.
Figura 3.2.
Como respuesta a esta cuestión se suponía que los estudiantes dibujarían di-
ferentes modelos tal como los describe Guesne (Driver, 1988) (figura 3.3).
Por contra, en otra de las secuencias de esta misma unidad didáctica se había
previsto enseriar a los estudiantes a transportar ángulos y medirlos. En la diag-
nosis se pudo comprobar que en algunos grupo-clase (en función del centro de
primaria de donde provenían), la mayoría de estudiantes dominaba esta técnica,
por lo que en estos casos se pudieron suprimir o simplificar estas actividades.
3.4.2 Diseño de Cuando la diagnosis revela que sólo son unos pocos los que no han adquirido
actividades alguno de los prerrequisitos de aprendizaje se deben programar actividades es-
pecíficas para ellos. Esto conlleva encontrar formas organizativas paralelas que
diferenciadas para no comporten la pérdida de tiempo para el resto de la clase.
los estudiantes con
dificultades Si no se preven dichas actividades, es probable que estos alumnos y alumnas
específicas ya no puedan tener éxito en la realización de las tareas propuestas, por lo que
fracasarán desde el primer día.
104
Tipos de explicaciones sobre por qué se ven los objetos
Objeto
Luz/lf
Ojo
Fuente
NOCIÓN 4 NOCIÓN 3
Modelo científico Desde el objeto
)zOibjeto
Luz
ambiental
Fuente Ojo
NOCIÓN 2
NOCIÓN 1
Objeto iluminado
Bañado en luz
105
Ejemplos de dibujos de estudiantes que expresan sus ideas sobre por
qué se ven los objetos
«Cuando está la luz apagada no vemos nada, porque sin luz se ve todo
negro y ni nuestros ojos ni los objetos ven alguna cosa que está en un lugar
todo negro. Entonces cuando encendemos la luz hay una claridad con la
cual se ven los objetos. No sé como hacer el esquema».
<11
• ... c. • Q,,
Figura 3.4.
J.M. Zafra, 1993
Cuando el Sol está detrás vuestro, ¿dónde se sitúa vuestra sombra? ¿Por
qué? Haced un dibujo que lo explique.
f
-
45Q 94 de~,-
‘4.4,42 crule lwri, 124„7,r
fe),eZ a.,
A Q:h re7.,(94› ae,Jerke cf.v.z (94/1
«Si el sol está detrás la sombra queda por delante porque tu cuerpo tapa la
iluminación y entonces queda un espacio oscuro que se denomina sombra.»
Figura 3.5.
J.M. Zafra, 1993
106
La regulación de los aprendizajes no tiene lugar sólo a través de actividades es- 3.4.4 Facilitación de
pecíficas diseñadas a tal fin. También es importante el papel de la regulación inte- la regulación
ractiva que se da en cada situación de enseñanza-aprendizaje y en la cual el pro-
fesorado utiliza unas determinadas palabras o gestos, incide en unos aspectos interactiva
más que en otros, se sirve de unos argumentos o ejemplos y no de otros, etc.
«Yo creo que a las doce del mediodía es más larga porque el sol brilla con
más fuerza, y porque está más arriba, la sombra se verá más larga.»
J.M. Zafra, 1993
Figura 3.6.
107
3.4.5 Facilitación de La diagnosis no sólo es útil para la persona que enseña sino que también
la autorregulación proporciona puntos de referencia al que aprende, facilitando procesos de auto-
rregulación.
del alumnado
Es importante, pues, que la información que muchas veces sólo posee el en-
señante también pueda ser conocida por los estudiantes. En general es una bue-
na práctica promover que en el aula circulen todo tipo de datos y que el alumna-
do tenga acceso a mucha de la información que permite al enseñante formarse
juicios y tomar decisiones.
Es especialmente interesante:
Por otro lado, en algunos casos será también conveniente comentar individual-
mente con algunos estudiantes sus resultados. Especialmente en el caso de pre-
rrequisitos no bien aprendidos es importante ayudar a la toma conciencia de las
posibles dificultades iniciales con las que se afronta el estudio de un tema. Muchas
veces el que aprende no reconoce dichas dificultades, que achaca más a distrac-
ciones u olvidos momentáneos que a falta de comprensión o conocimiento.
108
identifique sus dificultades, tomando como material de partida sus propias res-
puestas a las cuestiones planteadas en la diagnosis. Se le pueden proporcionar,
para su contraste, respuestas de otros compañeros o compañeras y otros ejerci-
cios similares para que verifique si se trata de un error pasajero o de una dificul-
tad mayor.
En la recogida de datos para diagnosticar la situación de partida del alumna- 3.5 ¿CUÁNDO Y
do antes del aprendizaje de los contenidos de un tema o unidad didáctica, es
conveniente encontrar un buen equilibrio entre la intuición y la instrumentación. CÓMO
En general la experiencia es una buena fuente de información acerca de algunas RECOGER LA
de las dificultades de los estudiantes en relación a unos determinados conteni-
dos; pero a menudo lleva a no tener en cuenta ni a valorar aspectos o estrate- INFORMACIÓN Y
gias que para el que aprende pueden ser significativas. CON QUÉ
Generalmente el profesorado lleva a cabo esta diagnosis inicial a través de un CRITERIOS
coloquio o debate en el grupo-clase. Este tipo de actividad conlleva, muchas ve- ANALIZARLA?:
ces, que sólo unos pocos estudiantes se manifiesten y que, en consecuencia, se
consideren las ideas explicitadas por unos pocos como representativas de las de LOS
todo el grupo. Es interesante, en cambio, disponer de instrumentos más especí- INSTRUMENTOS
ficos y variados que permitan la diagnosis de los diferentes aspectos relaciona-
dos con cada tema en cada uno de los studiantes.
Y LOS
CRITERIOS DE
Los ejemplos que se reproducen a continuación son sólo una muestra de los
posibles instrumentos que es factible utilizar en una evaluación diagnóstica inicial. EVALUACIÓN
En muchos casos puede ser interesante provocar, a través del proceso de aprendi- INICIAL
zaje, que se comparen las nuevas explicaciones con las que se habían dado inicial-
mente para, de esta manera, reconocer las diferencias entre unas y otras. Es im-
portante potenciar que este cambio no se perciba sólo como individual sino tam-
bién del grupo en su conjunto, para así favorecer el desarrollo de actitudes coope-
rativas. Por otro lado, la comparación entre las producciones hechas en el trans-
curso del aprendizaje con las iniciales ha de permitir al profesorado reconocer si
las actividades programadas dan respuesta a las necesidades de los estudiantes.
Algunos de los instrumentos que se han mostrado útiles para llevar a cabo la
evaluación diagnóstica son:
—La combinación de cuestionarios abiertos y de redes sistémicas.
—Los cuestionarios con opciones cerradas.
—Los informes personales o KPSI.
—Cuestionarios tipo Q—sort.
—Pautas de observación.
109
• Su redacción es preferible que no recuerde la de los exámenes clásicos. Si
sucede esto, los estudiantes tienden más a escribir acerca de lo que creen
que el profesorado quiere que respondan que no a expresar sus propias
ideas. Son interesantes las cuestiones con dibujos y las que piden expresar
las ideas por medio de representaciones gráficas.
• Tienen que ser preguntas que requieran explicaciones largas, para que así
afloren mejor los razonamientos, creencias y puntos de vista. Se deben de-
jar espacios amplios para responder.
Para realizar este análisis es útil el uso de redes sisternicas (Bliss y Ogborn,
1983), que fundamentalmente son un análisis de los textos que pretende reco-
ger el significado de conjuntos de palabras y codificarlos. Las redes sistemicas
que resultan de dicho análisis son estructuras que muestran la dependencia y la
independencia entre las ideas, procedimientos, sentimientos, actitudes, etc., que
se expresan. Para enlazar lo que se dice o se escribe con la red sistemica, Bliss
et al. (1985) proponen unas reglas (ver anexo II) que permiten establecer un len-
guaje gráfico común entre los individuos que utilizan esta metodología. Los crite-
rios y los resultados que se obtienen pueden no satisfacer ni a los lingüistas ni a
los científicos, pero permiten conectar la descripción de los datos con las posi-
bles características (o interpretaciones) de éstos.
110
Cuestión sobre traducción de lenguajes en un cuestionario
de diagnosis de una unidad de introducción al estudio
de la Geometría
c) Cuestión planteada en una prueba de diagnosis sobre las ideas de los estu-
diantes acerca del ciclo del agua y las soluciones que proponen a un problema
ambiental (figura 3.13)
111
Ejemplos de respuestas de estudiantes de ESO a la cuestión sobre
Geometría
(1-42).(tcvu
Ij
oci_Ct-a4
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c).(( 1,kr I -
_
61 le.„
e • el I I
Figura 3.8.
112
Figura 3.9. N.E., J. J. & N.S.,
E. M. Juan de la Cierva, 1992
Este tipo de cuadros permite detectar fácilmente qué aspectos son conocidos
por la mayoría de los estudiantes y cuáles lo son sólo por unos pocos, cosa que
facilita la organización de la regulación (ver apartado 3.4).
113
Red sistérnica correspondiente a la cuestión sobre Geometría
No identifica
—Punto interiorL L No lo identifica
—Interpretación —
Identifica
— Entre dos puntosL L No identifica
—Camino más corto
Identifica
— Entre punto y rectaL L No identifica
1.—Laja cada ario va a ver a sus abuelos a la Pobla de Segur. Para ella,
que siempre vive en Barcelona, allí todo es diferente y más divertido. Sin
embargo, lo que más le gusta es ir a un lugar donde siempre la lleva su pa-
dre cerca del río. Le gusta tanto y ve tantas cosas en él que este ario, que
ya dibuja bien, ha traído el dibujo que ha hecho. Miradlo y escribid todo lo
que veis en él.
3.—Describe un día de la vida del sapo que ves en el dibujo. Indica todo
lo que crees que hace.
3.— El abuelo le ha dicho a Laja que río arriba del lugar que tanto le gus-
ta, han puesto una fábrica de detergentes que vierte todos sus residuos al
río. Di qué cambios encontrará en dicho lugar el ario que viene.
5.— Su padre le ha dicho a Laia que hace muchos años el río no bajaba
encajonado entre acantilados como ahora, sino que circulaba por la parte
más alta de éstos. ¿Cuánto tiempo crees que hace de ello?
a) más de 1 millón de arios d) 1 millón de arios
b) 200 arios
e) 10.000 arios
c) 50 arios f) No es posible
114
, r
•
• T.,
dc •
0.07
(
•
/4 e
o
Para este grupo-clase se puede comprobar que sólo hay 4 estudiantes en los
ítems 2 y 3 (son estudiantes que no saben como dibujar la sombra en relación al
Sol y al objeto opaco). Es, pues, un problema minoritario que se debe solucionar
con una atención especifica.
En cambio, al analizar los ítems 15, 16, 17 y 18 se comprueba que sólo dos
estudiantes representan la luz por medio de rayos. El resto del alumnado repre-
senta la luz como una masa de algodón. Al ser un problema mayoritario, se de-
berá tratar este problema con todo el grupo clase. Pero al mismo tiempo se pue-
de comprobar que uno de los alumnos dibuja correctamente el esquema y tam-
bién responde bien al resto de las cuestiones, por lo cual desde el inicio del tema
será necesario prever algunos ejercicios de ampliación para él.
115
Red sistémica correspondiente al cuestionario «Introducción al estudio de un ecosistema»
— ARBOLES
— VEGETALES — ARBUSTOS, HIERBAS
— COMPONENTES DEL ECOSISTEMA — PLANTAS, SIN DISTINGUIR
REPRESENTADOS EN EL DIBUJO 1— DETECTAN TODOS
— ANIMALES
I— DETECTAN ALGUNOS
— AGUA
— ROCAS
— EN EL CONJUNTO
OBSERVACION — — MONTAÑAS
— MATERIA NO VIVA — AIRE
— DE COMER
— DE PROTECCION
— ENTRE ANIMALES
— DE AMENAZA
RELACIONES DE
— OTRAS
ENCUENTRO ENTRE
ANIMALES
— CON NINGUNO
— DESAPARECER TODOS
— ANIMALES — DESAPARECER ALGUNOS
— IGUAL
— DESAPARECER TODOS
— DESAPARECER ALGUNOS
— VEGETALES
— HABRIA OTROS DISTINTOS
CAMBIOS EN EL LUGAR —
— NINGUN CAMBIO
I— OLORES, SUCIEDAD
OTROS CAMBIOSL
MAS FEO EL LUBAR, NO SERA AGRADABLE
116
Diagnosis sobre el ciclo del agua
—Preguntas en las que se pide que se escriban frases utilizando una palabra o
palabras determinadas.
La figura 3.22 muestra la red sistémica utilizada para analizar las respuestas
del alumnado. Los resultados pusieron de manifiesto las dificultades de muchos
estudiantes tanto en la construcción de frases que contengan más de una pala-
bra de las propuestas como en el uso de muchos de los conceptos.
—Preguntas en las que se pide que construyan tres frases distintas utilizando
una palabra.
Por ejemplo, con los términos 'fuerza', 'energía', 'mezcla', 'compuesto', 'áci-
do', 'base', 'especie', 'base', 'evolución', 'adaptación', 'razón', 'proporción',
'función', 'proporcionalidad', 'variable', etc..
Este tipo de cuestiones sirven para identificar los campos semánticos en los
cuales el alumnado situa el concepto en cuestión. Como ya se ha indicado, uno
117
Red sistémica correspondiente a la cuestión sobre el ciclo del agua
— Utiliza gas E no
otras
— sí
— Solución para el abastecimiento de agua — Preven tratamiento potabilizador
— no
— Eliminarla
Solución prevé depuradora
al problema — Que hace en la fábrica — Cambiar de lugar r
I_ sin más
— tal como está
— mantenerla _ depurando los residuos
— Solución para evitar la
contaminación — desviando los residuos hacia otro lugar
_ depurarlas
— Que hace con las aguas residuales del pueblo — desviarlas hacia otros lugares
— nada
— No aportan soluciones
completo 1 elincluye
ciclo natural
ciclo urbano
— Idea de ciclo
— incompleto E sólo ciclo natural
con etapas del ciclo urbano
desinfección
filtración
— de la depuración del agua tratamiento/máquinas
otras
no especifica causas
118
Diagnosis sobre una unidad didáctica sobre: «Razón y proporción; escalas» (1 2 de ESO)
1.a) La palabra razón puede tener diversos significados. Subrayar esta palabra en las frases si-
guientes cuando esté usada en un sentido matemático:
1. Juan y Mercedes discuten sobre cual de los números 2.1 y 2.07 es el mayor. Juan dice que es el
2.07 y Mercedes el 2.1. ¿Quién de los dos tiene razón?
2. La razón entre las longitudes de estos dos segmentos es de 3/5. Estoy convencido de ello por
muchas razones.
3. Tengo mis razones para creer que no es verdad que las razones entre la longitud de un palo y
la longitud de su sombra a diferentes horas del día sean iguales.
4. Con razón Laia encuentra que Oriol tiene toda la razón cuando dice que 15/4 es una razón
mayor que 16/5.
5. Por razón de economía usaremos el lenguaje simbólico y no el lenguaje verbal para abordar es-
tas situaciones relativas a razones y proporciones.
b) Los alumnos de un curso organizan una merienda y colocan en unas mesas 9 bocadillos y 6 si-
llas, y en otras mesas mayores 10 bocadillos y 8 sillas. ¿En cuál de los dos tipos de mesa debere-
mos sentarnos para comer más cantidad de bocadillo, si suponemos que todas las mesas están
completas y que los alumnos de una misma mesa deben comer la misma cantidad de bocadillo?
Explicar el porqué de la elección.
Escala 1:100000
119
cód. alum.
— no los distinguen 1
Conocimiento de los
diferentes significados marcan r la mitad o menos 2
de la palabra correctamente L más de la mitad 3
(la)
— aplican el concepto usan números mixtos y
de fracción como razón comparan correctamente 4
Razones — a c
— dicen que
b d usan n. son iguales 5
— decimales
comparan
Comparación usan un proceso aditivo correctamente 6
— de razones (calculan las diferencias
(lb) de cada 2 términos:
a—b, c—d) — las reparten entre el
n. de personas (b y d) 7
correctamente
no consideran los
— Otros — diferentes n. de 8
personas (b y d)
— explican el procedimiento correctamente 9
y calculan la distancia incorrectamente 10
11
_ gráfica no lo explican, correctamente
(2a) pero calculan la distancia L. incorrectamente 12
13
— miden ángulos
14
— usan dos unidades diferentes
(ej.: 1:100000 dicen 1 cm. mide 100000 m) 15
numérica
— (1:N) contestan otros conceptos
Escalas (2b) (ej.: anchura, altura, densidad de población...) 16
120
Red sistemica correspondiente al cuestionario «La luz y las sombras»
Código
- otras 5
Razones de las 9 h:
- el Sol está más bajo 8
- otras 9
- no lo justifica 10
Razones de las 12 h:
- hace más luz, es más intensa 11
- el Sol está más alto 12
- otras 13
- no lo justifica 14
Los cuestionarios abiertos proporcionan mucha información pero para anali- 3.5.2Los
zarlos requieren un considerable esfuerzo del profesorado (o del estudiante). Una cuestionarios con
alternativa es proponer preguntas con opciones cerradas.
opciones cerradas
En este tipo de instrumentos se plantean cuestiones abiertas, similares a las
anteriores, pero se incluyen respuestas posibles (generalmente cuatro) y se invita
a los estudiantes a que escojan la que más se acerca a su forma de pensar. En al-
gunos casos se puede pedir, además, que justifiquen la opción tomada. Estos
cuestionarios son difíciles de confeccionar, ya que en su elaboración se debe tener
en cuenta la lógica del alumnado. Para ello es útil redactar las distintas opciones a
partir de respuestas reales que los estudiantes hayan dado a preguntas abiertas.
121
Cuadro de resultados en relación al cuestionario
«La luz y las sombras»
Códigos
1 2 3 4 5 6 7 8 9 10 11 12 13 14 15 16 17 18 19 20 21 22 23 24 25
Alumnos
1 x x x x
2 x x x x x x
3 x x x x x
4 x x x x x
5 x x x x x x
6 x x x x x x
7 x x x x x
8 x x x x
9 x x x x x x
10 x x x x x
11 x x x x x
12 x x x x x x
13 x x x x x
14 x x x x x x
15 x x x x x x x
16 x x x x x x
17 x x x x x x
18 x x x x x x
19 x x x x x x
20 x x x x x x x x
21 x x x x x x
22 x x x x x x
23 x x x x x x
24 x x x x x x
25 x x x x x x
26 x x x x x x
27 x x x x x x
23 1 3 14 9 14 12 6 5 3 7 3 3 2 1 1 2 23 1 1 2 3 13 2 2
totales
122
Ejemplo de pregunta-tipo: «¿Cómo explicarías a un compañero o
compañera 2»
m3
do de la ILtc
a) Escribe tres frases sobre cosas que se pueden ver en este dibujo de ma-
nera que en cada frase haya dos o tres palabras de la lista siguiente:
b) Escribe dos frases relativas a algún aspecto que refleje el dibujo usando
algunas de las palabras:
123
Red sistémica para analizar las frases construidas utilizando términos geométricos
Interpretación
(translación)
Utiliza las palabras con el sentido
geométrico (campo semántico preciso) 1 con precisión
con más o menos precisión
Figura 3.22.
N. E., J. J. & N. S., 1992
Elia y Pedro discuten sobre un ejercicio que les han propuesto en clase de
matemáticas. Se trata de ordenar diversos números decimales en orden
creciente y no se ponen de acuerdo en relación al 2,2 y el 2,13.
Pedro opina que 2,13 es mayor que 2,2, porque 13 es mayor que 2.
Elia, contrariamente, cree que es justo al revés, porqué 2,2 es el mismo nú-
mero que 2,20.
b) Cuestión relacionada con las posibles explicaciones sobre porqué hay esta-
ciones astronómicas (figura 3.24). En ella también se pide al alumnado por el
124
grado de seguridad de su opción. Como ya se ha dicho es importante que tenga
la posibilidad de dudar de su punto de vista.
A través de este instrumento, diseñado por Tamir & Lunetta (1978) (figura 3.5.3 Los informes
3.27), se obtiene información sobre el grado de conocimiento que el alumnado
personales o KPSI
piensa que tiene en relación a los contenidos que el enseñante le propone. Se
pide al estudiante que gradúe su respuesta en función de 5 niveles. El de mayor (Knowledge and
valor se refiere a si es capaz de explicar el concepto o procedimiento a un com- Prior Study
pañero o compañera. Con ello se ayuda a tomar conciencia de que cuando algo Inventory)
se conoce bien se ha de ser capaz de verbalizarla.
Conocer lo que los estudiantes creen que saben sobre determinados temas se
ha revelado tan útil como conocer lo que realmente saben. Se ha podido com-
probar que, en muchos casos, el alumnado se sitúa en un nivel alto, especial-
mente si se ponen conceptos-palabras de uso cotidiano. Sólo consideran que no
saben el concepto o procedimiento cuando no conocen la palabra o la expre-
sión utilizada. Por el contrario, a veces, cuanto más saben en relación a un te-
ma, más consideran que su nivel no es suficiente, ya que intuyen más fácilmente
lo que no saben aún.
Muy a menudo los estudiantes creen que ya conocen los contenidos a apren-
der. A través de entrevistas se ha constatado que los errores de sus pruebas ini-
ciales (y finales) los atribuyen más a distracciones momentáneas que a sus pro-
pias dificultades o al desconocimiento del contenido. Sólo reconocen que no sa-
ben cuando se trata de aprendizajes memorísticos como pueden ser los nuevos
nombres de objetos o fenómenos, leyes, o similares. En cambio, les es más difí-
cil reconocer que unas explicaciones a fenómenos no son correctas o que los
errores en la resolución de problemas puedan ser debidos a un conocimiento in-
completo de los conceptos o procedimientos implicados.
125
Cuestión sobre las estaciones astronómicas (1 2 ESO)
Día y noche, verano e invierno, Luna nueva y Luna llena, eclipse de Sol y
eclipse de Luna, ... Todos ellos son fenómenos que observamos cuando mi-
ramos el cielo. Sin embargo, nos hemos preguntado alguna vez por qué su-
ceden.
Juan le respondía: «Yo he oído decir que esto no es verdad. Yo creo que el
invierno es debido a que la noche, en esta época, es más larga que el día.
Por este motivo hace más frío y es invierno».
Blanca, en cambio, decía: «Los dos estáis equivocados. Hay veranos e in-
viernos porqué, como el eje de giro de la Tierra está inclinado respecto al
plano de su órbita, en verano llegan a la Tierra más rayos solares que en
invierno».
Carlos le responde: (E1 motivo es mucho más sencillo. En verano los rayos
del Sol son mucho más intensos que en invierno. Por esta razón hace más
calor».
b) ¿Estás muy seguro o segura de tus opiniones? Explica cuáles son las du-
das que tienes.
Una vez conocidos los resultados se puede invitar a algunos alumnos o alum-
nas a explicar sus representaciones en relación a los conceptos, procedimientos
o actitudes propuestas. En este momento se ponen de manifiesto los diferentes
puntos de vista sobre qué implica el conocimiento de un tema, ya que explica-
ciones de estudiantes que se han situado en un nivel muy alto pueden coincidir
con la de otros que se han colocado en otro mucho más bajo. Estas situaciones
favorecen que vean que su idea inicial no era tan elaborada como pensaban sin
que sea el enseñante el que tenga que hacer evidentes las diferencias.
126
Cuestión sobre las causas de la flotación (1 2 ESO)
Marta, María, Juan y Miguel discuten sobre cuál es el motivo por el que el
petróleo flota en el agua del mar cuando un petrolero tiene un accidente.
Marta dice: «El petróleo flota porque pesa menos que el agua. Cuando un
material pesa menos que otro, flota».
Juan dice: «Yo creo que el peso no tiene nada que ver, el petróleo flota por-
que no puede mezclarse con el agua, son dos materiales inmiscibles, como
el aceite y el agua. Al no poderse mezclar queda encima».
María responde: «La causa de que el petróleo flote es que es menos denso
que el agua. No puede ser el peso porqué un kilo de petróleo pesa lo mis-
mo que un kilo de agua del mar».
Miguel, en cambio, opina que es una cuestión de cantidad. Dice: «El petró-
leo flota porque hay mucha menos cantidad que de agua; además el petró-
leo ha caído encima del agua del mar».
127
Diagnosis de los modelos motivacionales de los estudiantes
hacia el estudio
C. A Alberto le gusta que le expliquen las cosas muy claras y que el profe-
sor o profesora diga exactamente lo que tiene que hacer y el camino
que debe seguir. Le gusta hacer las cosas bien hechas, sino se lo pasa
mal. Si fuese a un examen sin estudiar, tendría unos remordimientos y
unos nervios terribles. Por este motivo intenta que esto no pase nunca.
Prefiere que en clase el alumnado no pregunte demasiado para que no
se disperse el contenido de aquello que está tratando el profesor o la
profesora.
128
Ejemplo-tipo de cuestionario KPSI para conceptos
Tema: ...
- 1 = no
- 2 = sí
b) Grado de conocimiento/comprensión del concepto:
- 1 = no lo conozco/ no lo comprendo
- 2 = a lo mejor lo conozco parcialmente
- 3 = conocimiento/ comprensión parcial
- 4 = conocimiento/ comprensión buenos
- 5 = lo puedo explicar a un amigo
CONCEPTO a) Estudio previo b) conocimiento
129
Cuestionario tipo KPSI de ideas relacionados con el aprendizaje
de fenómenos ópticos
1 = no lo sé
2 = lo sé un poco
3 = lo sé bastante bien
4 = lo sé bien
5 = lo puedo explicar a un amigo o amiga
130
Resultados al cuestionario KPSI sobre óptica de dos clases
de 1 9 de ESO
131
Cuestionario KPSI de conceptos relacionados con la clasificación
de los materiales
¿Qué sé sobre...?
- ¿Qué es un elemento?
- ¿Qué es una mezcla?
- ¿Qué es una disolución?
- ¿Qué es un compuesto?
- ¿Qué diferencia hay entre una mezcla y un compuesto?
Indica:
1: si no sabes qué es
2: si lo sabes un poco
3: si lo sabes bien
4: si lo sabrías explicar a un amigo o amiga
1= No lo conozco
2= Es posible que sepa alguna cosa sobre él
3= Lo conozco un poco
4= Lo conozco bien
5= La puedo enseñar a un amigo o amiga
132
Cuestionario KPSI de procedimientos relacionados con las técnicas del laboratorio
1: No lo sé hacer
2: Lo sé hacer un poco
3: Lo sé hacer bien
4: Sabría explicar como hacerlo a un compañero o compañera
Procedimientos Habilidad para hacerlo
- preparar un filtro
- separar, filtrando, una mezcla de agua y harina
- separar, decantando, una mezcla de agua y aceite
- separar, destilando, el alcohol del vino
- separar la sal disuelta en agua
133
Cuestionario KPSI de procedimientos relacionados con la lectura de gráficos
a) En general
Leer puntos de un gráfico
Dada una de las coordenadas determinar la otra
Dada una tabla o una fórmula dibujar el gráfico
134
Cuestionario KPSI de actitudes hacia el trabajo en el laboratorio (3 2 ESO)
135
Cuestionario Q-Sort: ¿Por qué evaluar?
1. Para recoger información y así poder 9. Para averiguar cuáles son los obstáculos con
seleccionar al alumnado según sus que se encuentra el alumnado en su aprendizaje
capacidades. y así poder proporcionarle la ayuda necesaria.
2. Para adecuar los métodos utilizados por el 10. Para determinar cuáles son los errores que
profesorado a las necesidades y dificultades están efectuando los alumnos en su proceso
de aprendizaje del alumnado. de aprendizaje.
3. Para orientar al alumnado en sus estudios 11. Para poder extender el acta administrativa
futuros. que certifica que los alumnos han superado los
aprendizajes de un curso o trimestre.
4. Para clasificar al alumnado según sus 12. Para poder comunicar al alumnado o a sus
niveles de aprendizaje. padres el resultado de su aprendizaje.
5. Para determinar el nivel de resultados 13. Para obtener información que permita
alcanzado por el alumnado después de un determinar la calificación obtenida por cada
proceso de aprendizaje. estudiante en el aprendizaje de un cierto bloque
de contenidos.
6. Para obtener información sobre el grado 14. Para determinar cuáles son las ideas previas
alcanzado de los prerrequisitos de aprendizaje de los alumnos sobre un cierto bloque de
antes de iniciar una secuencia de enseñanza— contenidos, antes de iniciar el aprendizaje, para
aprendizaje y arbitrar, si es necesario, los poderlas tener en cuenta en las secuencias de
mecanismos de compensación necesarios. enseñanza-aprendizaje.
7. Para valorar el grado de conocimiento del 15. Para comparar los datos obtenidos al inicio,
alumnado, para decidir si puede pasar de con los obtenidos en el transcurso y/o final de
ciclo o de curso. una actividad de enseñanza.
8. Para adecuar la planificación de las 16. Para emitir un juicio sobre el grado de
actividades de enseñanza-aprendizaje a la madurez del alumnado en relación a unos
realidad del grupo clase. objetivos prefijados.
136
Cuestionario Q-Sort sobre las causas del fracaso en la enseñanza de las ciencias
1. Los estudiantes tenemos pocas posibilidades 9. Traemos una mala preparación de los de cur-
participar y preguntar en la clase de Ciencias. sos anteriores o de la primaria, lo que hace que
no sigamos bien lo que nos enseñan.
2. Los estudiantes dedicamos poco tiempo al 10. El profesor pretende alcanzar demasiados ob-
estudio de la asignatura. jetivos en poco tiempo, cosa que hace que no los
podamos aprender.
3. La Ciencia que se nos enseña no nos 11. El profesor no suele tener en cuenta la opi-
interesa. Esto hace que estemos poco . nión de los estudiantes ni sus conocimientos pre-
motivados vios a la materia: va a la suya.
4. Hay demasiados estudiantes por aula y no 12. Tenemos mala suerte en los exámenes.
se nos puede atender bien.
5. El método de evaluación valora en exceso 13. La Ciencia que se nos enseña sólo sirve para
la memorización. La única finalidad que tiene aprender nombres y fórmulas. No tiene nada que
es poner una nota. No nos ayuda a superar ver con las cosas que pasan cada día.
nuestros errores.
6. Hay poco control del profesor sobre el 14. Los estudiantes hacemos demasiadas activi-
trabajo diario del alumnado dades fuera de la escuela: deportes, TV, música,
etc.
7. Los estudiantes escogemos una asignatura 15. El método de estudio que utilizamos no es
de Ciencias pensando que tendrá más salidas adecuado: Estudiar en el último momento,
en el mundo laboral, aunque no nos sentimos dormir poco el día antes de la prueba, no
muy motivados. tenemos técnicas de estudio...
8. Los estudiantes estamos nerviosos en el 16. No hay conexión entre el alumno y el profe
momento del examen, lo que hace que sor debido al método de enseñanza que usa éste,
hagamos errores que son «errores tontos». el cual no tiene en cuenta que cada alumno pue-
de tener dificultades diferentes.
137
Cuestionario Q-Sort. ¿Qué es una secuencia de enseñanza-aprendizaje?
138
139
4.LA COMUNICACIÓN DE LOS OBJETIVOS
Y LA REGULACIÓN DE SU PRESENTACIÓN
La regulación del aprendizaje por parte de la persona que aprende es una ca-
pacidad fundamental. Por esto, si lo que se pretende es que los estudiantes sean
cada vez más autónomos en su formacións, en el mismo proceso de enseñanza
hay que desarrollar esta capacidad de regulación. En el primer capítulo se desta-
caron las principales facetas que, desde las diversas teorías relacionadas con la
autorregulación del aprendizaje, se consideran fundamentales. Una de estas fa-
cetas es la comunicación de los objetivos que el profesorado pretende que alcan-
cen los estudiantes, y otra la regulación de la representación que los estudiantes
se forman de estos objetivos.
En los trabajos revisados los autores señalan la importancia que —para la au-
torregulación— tiene que el que aprende sea consciente de sus propias capacida-
des, del contenido y las tareas que se le proponen en una determinada situación
de aprendizaje y de que, basándose en esta toma de conciencia, elabore una pri-
mera representación de los objetivos que debe alcanzar. Esta representación de
los objetivos, que se irá enriqueciendo a medida que se avance, deberá actuar
como guía y motor del proceso de aprendizaje.
Pero, tal como han puesto de manifiesto Edwards y Mercer (1988) y Osbor-
ne y Tasker (1991) entre otros, este comunicación no siempre se produce. Bue-
na parte del alumnado de cada clase tiene dificultades para reconocer las finali-
dades del trabajo que realiza, mientras que sólo unos pocos son capaces de ex-
plicar qué es lo que consideran que están aprendiendo.
141
que aprende pueda identificar qué relaciones debe establecer con sus conoci-
mientos anteriores. Ello sólo lo podrá hacer si reconoce cuál es el objeto de es-
tudio, ya que en caso contrario las nuevas concepciones se construirán al mar-
gen de los conocimientos con los que tendrían que relacionarse por lo que, en
general, los aprendizajes serán poco significativos.
Así pues, si se quiere alcanzar una enseñanza eficaz, se debería conseguir que
los alumnos sean conscientes de lo que van a aprender y del porqué se propo-
nen unas determinadas actividades y se plantean de una determinada manera.
Es decir, es preciso que cada estudiante elabore una representación inicial de
cuál es el producto esperado en cada una de estas actividades, de cuáles son los
resultados que se pretenden conseguir y, también, de las razones por las cuales
el profesorado ha planificado estas actividades.
4.1 LA La formulación explícita de los objetivos que se pretende que los estudiantes
alcancen será, pues, la primera etapa del proceso de apropiación en cada se-
COMUNICACIÓN cuencia de enseñanza/aprendizaje (ver apartado 2.3.1a). La primera dificultad
DE LOS reside en la reformulación de estos objetivos de forma que, al presentarlos al
alumnado, sean reconocidos por éstos. La dificultad consiste en que habitual-
OBJETIVOS Y mente los objetivos se formulan desde la lógica del experto, que no tiene mucha
SU relación con esa otra lógica de funcionamiento de cada estudiante basada en un
REPRESENTA- modo de razonamiento propio. Por lo tanto, es muy probable que los resultados
del proceso de formulación por parte del enseñante y del de elaboración de la
CIÓN POR representación por parte del alumnado sean muy dispares.
PARTE DEL
En consecuencia, el problema fundamental desde el punto de vista didáctico
ALUMNADO no es la explicitación de los objetivos desde la perspectiva del profesorado, sino
la forma de facilitar a los estudiantes la construcción de una buena representa-
ción de estos objetivos.
Para ayudar a los estudiantes en esta construcción no basta con enumerar los
objetivos tal como los ha formulado el enseñante, sino que es necesario planifi-
car actividades que faciliten la elaboración por parte de cada alumno de una pri-
mera representación de las intenciones explicitadas por el profesorado.
Estas actividades deberán posibilitar que cada miembro del grupo-clase, sea
cual sea su situación inicial, se implique en su realización. Ello requiere que sean
simples y concretas, que sean lo más manipulativas y participativas posible, y
que sean cercanas a los intereses y vivencias personales de los estudiantes. El
objetivo es doble: por una parte que el estudiante se sitúe en los contenidos de
la secuencia correspondiente y por otra que elabore una primera representación
de lo que se pretende conseguir en la secuencia de aprendizaje.
Sin embargo, sería un grave error creer que a través de las primeras activida-
des se habrá conseguido que los estudiantes capten las intenciones del enseñan-
te cuando éste les propone unas determinadas metas a alcanzar (Baldy, 1991).
Los alumnos, según sus estructuras de acogida (Halwachs, 1975; Tourneur et
al., 1989), pero también como consecuencia de las interacciones que se produ-
zen en el aula, traducen e interpretan de manera distinta el mensaje que el pro-
fesorado intenta transmitirles.
142
Es importante tener en cuenta que al inicio del proceso de aprendizaje el
estudiante carece de los referentes indispensables para representarse estos
objetivos de la forma en que los ve el enseñante. En general, sólo al final del
proceso —si concluye con éxito— los objetivos del profesorado y del alumna-
do coincidirán.
Será preciso, pues, que el enseñante propicie situaciones didácticas que facili-
ten la explicitación de las diversas representaciones. De esta manera podrá tener
indicadores sobre la divergencia entre los puntos de vista de sus estudiantes y el
suyo propio y, de esta manera, promover su regulación. Ignorar estas posibles
divergencias puede hacer que el proceso de enseñanza que comienza conduzca
a un fracaso notable.
Por todo ello, los objetivos que se acostumbran a explicitar en las programa-
ciones del profesorado (o que implícitamente tienen los enseñantes), sólo tienen
un carácter indicativo y de aproximación inicial. De hecho, los objetivos reales
del trabajo que se realiza van variando a través de la negociación —normalmente
más implícita que explícita— que tiene lugar en el aula. En general, a través de
las diferentes actividades, se pasa de un estadio inicial en el cual cada uno de los
estudiantes y el enseñante se representan las finalidades del trabajo realizado de
forma muy diversa, a un estado final, siempre provisional, en el que se ha pro-
ducido un acercamiento de los puntos de vista.
143
LA COMUNICACIÓN Y REPRESENTACIÓN DE LOS OBJETIVOS
MULTIDIMENSIONALES EVOLUTIVOS
porque porque
Figura 4.1.
144
CARÁCTER DINÁMICO DE LOS OBJETIVOS
la actividad:
COMUNICACION DE OBJETIVOS
Otras actividades:
DE ENSEÑANZA / APRENDIZAJE
Modificación de la
REGULACION representación inicial
Y
AUTORREGULACION
Se acercan las
PROFESORADO representaciones ALUMNADO
entre:
Actividades
de
ESTRUCTURACION
DEL CONOCIMIENTO
LA COMUNICACION LA COMUNICACION
HA TENIDO EXITO ES PARCIAL
Figura 4.2.
145
Este tipo de actividades pretende no sólo situar a los alumnos en los conteni-
dos de la unidad, sino también propiciar que expliciten su representación de los
objetivos que se quiere que alcancen mediante las actividades que posteriormente
llevarán a cabo. Estas actividades deben ser tales que cada alumno del grupo-cla-
se, sea cual sea su situación inicial, pueda implicarse en su realización. Para ello
han de ser concretas y próximas a los intereses y vivencias de los estudiantes.
Pueden ser muy variadas y son especialmente adecuadas las que facilitan la
verbalización, explicitación y contrastación de las representaciones que se hace
el alumnado de los objetivos y contenidos.
Para cada uno de los instumentos arriba citados, examinaremos en este apar-
tado algunos de los siguientes aspectos:
146
a) «En busca del Tesoro»: actividad de comunicación de objetivos que co-
rresponde a la primera secuencia de una unidad didáctica de geometría de 2 2 de
ESO.
La secuencia se titula: «Observación y clasificación de figuras planas y de
cuerpos geométricos» y tiene una duración de unas 8-10 horas. La rela-
ción de actividades y su carácter se muestra en la figura 4.3.
Los objetivos que los enseñantes querían conseguir a través de las activida-
des de la secuencia vienen recogidos en la figura 4.4. El primero de estos
objetivos es común a todas las secuencias de este unidad didáctica; los tres
restantes son más específicos de la primera, a pesar de que en otras se-
cuencias posteriores también se trabajan aspectos relacionados con ellos.
ACTIVIDADES
EXPLORACIÓN INICIAL:
APLICACIÓN
C. Martínez; A. Mañas;
Figu ra 4.3. V. Ibáñez & L. Tirapu,
Escuela M. J.M. Zafra, 1994
147
Objetivos de la la 1 4 secuencia de la U.D. sobre Geometría,
formulados por el profesorado
C. Martínez; A. Mañas;
Figura 4.4. V. Ibáñez & L. Tirapu,
Escuela M. J.M. Zafra, 1994
Es una actividad parecida a la anterior, pero mucho más abierta por lo que
se refiere al proceso de elaboración de la idea inicial del alumno. Los objeti-
vos que se proponen conseguir los profesores se recogen en la figura 4.14.
y el material del alumnado en la figura 4.15.
148
Resumen explicativo de la actividad «En busca del tesoro » (U.D. sobre Geometría, 2 2 ESO)
FASE DE PREPARACIÓN
FASE DE REALIZACIÓN
Cada grupo de cuatro estudiantes realiza la actividad. La documentación que tienen es:
- el guión que contiene las instrucciones para realizar el recorrido (con alguna incorrecta, o sencilla-
mente poco precisa)
- una pauta de observación para anotar todo aquello que les ha facilitado o dificultado cada tramo
del recorrido, la opción por la que han optado y el por qué (en los casos de dificultad).
Una vez acabado el recorrido, o bien llegado a un punto en que no les sea posible continuar, cada
grupo se reúne en el aula y, de forma individual, los alumnos hacen una primera reflexión sobre lo
que le ha sido necesario saber (conocer o aprender) o le habría sido útil para tener éxito en la acti-
vidad anterior.
• aquéllas que representen aspectos que han sido necesarios para la realización de la actividad, pe-
ro que no serán los que se trabajarán en la secuencia que se inicia
• aquéllas que representen aspectos que han sido necesarios y que serán los que se trabajarán en
las actividades siguientes de la secuencia
• aquéllas que representen aspectos que no han sido necesarios para la realización de la actividad
1. En pequeño grupo, los estudiantes elaboran la opinión del pequeño grupo a partir de las repre-
sentaciones individuales.
2. Se realiza una puesta en común en la que cada portavoz presenta la producción de su grupo y se
elabora la representación del grupo clase.
Cada estudiante contrasta su representación inicial con las de su pequeño grupo, las del grupo-cla-
se y la del profesorado, y reelabora el instrumento de presentación de contenidos y/o objetivos que
utilizará como un instrumento de regulación a lo largo de la secuencia.
C. Martínez; A. Mañas;
Figura 4.5.
Escuela M. J.M. Zafra, 1994
149
ACTIVIDAD: «EN BUSCA DEL TESORO» A (P parte)
22) Cuando vuestro grupo sepa lo que debe hacer, podéis empezar el recorrido indicado en el docu-
mento. A medida que realizeis cada tramo, rellenar la parte de la parrilla que le corresponde.
DOCUMENTO:
La escuela Zafra, cuando el pirata Barbarroja surcaba los mares, fue el escondite preferido de todos
los corsarios de la Mediterránea.
Hace unos días se encontró, en uno de los armarios de la escuela, un documento que demuestra la
existencia de un tesoro sin descubrir y que, por lo tanto, aún se debe hallar escondido en la escue-
la.
Este documento incluye las indicaciones necesarias para encontrar el tesoro. Sólo hace falta leerlo,
interpretarlo y hacer el recorrido indicado.
Os proponemos que nos ayudéis a encontrar el tesoro y, dentro de él, la joya llamada «Milagro Ce-
gador», que según dicen antiguos documentos de la biografía del pirata Joannes Emmanuel Zafren-
yus tiene la propiedad de conseguir que se haga realidad el primer deseo de aquél que la encuentre.
El problema es que para garantizar que el descubridor sea el propietario del documento Zafrenyus
mezcló el «Milagro» con otros objetos inútiles. De todas formas, el documento incluye una descrip-
ción precisa del «Milagro».
1. Sitúate junto a la fuente del patio, de manera que el agua te quede al lado izquier-
do. Deberás ver el «pasillo de la oscuridad».
C. Martínez; A. Mañas;
Figura 4.6. Escuela M. J.M. Zafra, 1994
Es una actividad de diseño y elaboración más simple que las de las dos an-
teriores y también más fácil de gestionar, pero no motiva tanto a los estu-
diantes.
150
ACTIVIDAD: «EN BUSCA DEL TESORO» A (2 4 parte)
3. Avanza hacia la puerta y, un vez llegues a una distancia de un paso de ella, gira ha-
cia la izquierda hasta situarte enfrente de dos peldaños que bajan. Delante tuyo en-
contrarás el impresionante «pasaje del laberinto» (¡cuidado! aquél que entra en él,
¡jamás podrá retornar!).
4. Atraviesa el pasaje hasta que dejes a tu derecha dos «puertas horribilis». Continúa
hasta que se acabe y en este punto gira 180 a la derecha, pero ¡cuidado!, ¡no avan-
ces o puedes desaparecer si continúas!
5. Despídete de tu pasado, gira 270 más hacia la izquierda y avanza tres pasos. Gira
ahora 90 a la derecha y te encontrarás con el «gran brujo metálico K.A.S.» que adivi-
na todas las verdades.
6. Sitúate delante suyo, con tus ojos mirando hacia su luz, y reza por tu futuro; si le
ofreces lo mejor de tí en forma de monedas, él te facilitará energías espirituales en
forma de elixir líquido.
7. Gira 180 a la derecha y 360 a la izquierda; te encontrarás delante de la «gran escale-
ra de los suspiros». Sube hasta que hayas contado 33 peldaños.
9. Tus ojos podrán gozar de nuevo de la visión del «corredor de los alquimistas»; detrás
de la puerta que cierra el corredor, encontrarás el cofre del tesoro.
El «Milagro Cegador» sólo da su gracia a aquél que es capaz de escogerlo, sin dudar, de
entre los diversos objetos que lo acompañan. Hete aquí la definición de su extraordina-
ria forma:
«No es un cuerpo geométrico, es una figura poligonal de cuatro lados de distinta longitud.
Aquel que diga su nombre en voz alta, en dirección a poniente, verá cumplido su mejor de-
seo.»
C. Martínez; A. Mañas;
Figura 4.7. Escuela M. J.M. Zafra, 1994
Este tipo de instrumentos ya ha sido descrito con detalle en el capitulo 3. 4.3.2 Los
Además de para diagnosticar, también sirve para que los estudiantes se apropien
de los objetivos de aprendizaje y para regular dicha apropiación tal como mues- formularios K.P.S.I.
tran los siguientes ejemplos:
151
ACTIVIDAD: «EN BUSCA DEL TESORO» A (3a parte)
Parrilla de observación para el recorrido: «EN BUSCA DEL TESORO»
Serial 1
Serial 2
Señal 3
Señal 4
Señal 5
Serial 6
Señal 7
Señal 8
Señal 9
C. Martínez; A. Mañas;
Figura 4.8. Escuela M. J.M. Zafra, 1994
Hay que tener en cuenta que, a menudo, el nivel en que se sitúan algunos
estudiantes en el transcurso de la unidad didáctica o secuencia es más bajo
que el inicial. Ello es debido a que han tomado conciencia de que su per-
cepción inicial de los conocimientos que tenían sobre el tema no era ade-
cuada. Por ello, este instrumento no es útil para medir el progreso objetivo
de los estudiantes sino que, muy al contrario, a veces un retroceso en la nu-
meración puede ser un indicador de un buen aprendizaje.
152
ACTIVIDAD: «EN BUSCA DEL TESORO» B ( 1 4 parte)
Con la actividad que habéis hecho y debatido, probablemente os habréis dado cuenta de la necesi-
dad de algunos conocimientos para alcanzar el éxito. Estos conocimientos son los que queremos
que aprendáis a partir de hoy y en las próximas sesiones de clase.
Es importante que cada uno de vosotros tenga claro cuáles son estos aprendizajes, propios de la
geometría, que es la temática de la unidad didáctica que estamos estudiando. A fin de estar bien se-
guros de que los sabéis, haced lo siguiente:
GRUPO A. Las que han sido necesarias para esta actividad, pero que no serán objeto de estudio
en las próximas clases
GRUPO B. Las que han sido necesarias para esta actividad y son propias de la geometría (éstas se-
rian las que estudiaríais en esta secuencia en clase.
GRUPO C. Las que no han sido en absoluto necesarias. Para facilitar la comprensión de las accio-
nes os las presentamos por escrito y, además, expresadas en viñetas gráficas:
c) Cuando un KPSI se completa con una pregunta abierta referente a otras cosas
que también les gustaría conocer a los estudiantes, proporciona buenos indicadores
sobre la representación inicial que los alumnos tienen sobre el tema. A partir de es-
ta explicitación se puede discutir acerca de las posibles relaciones entre los conteni-
dos propuestos por los estudiantes y los previstos por el enseñante, e incluso puede
ser un motivo para introducir variaciones en dicha previsión (ver figura 3.32).
153
ACTIVIDAD: «EN BUSCA DEL TESORO» B (V parte)
Rr?
a) Conocer los puntos b) Dibujar rectas para- c) Usar la brújula
cardinales lelas
len
iteeies
zrJe
j) Localizar un objeto a partir de otros que se toman como referencia.
154
ACTIVIDAD: «EN BUSCA DEL TESORO» C parte)
Cada uno debe escribir cinco frases que, teniendo presente todo lo hecho
en esta actividad, creáis que traducen los aspectos fundamentales que ten-
dréis que aprender —es decir, los «objectivos de aprendizaje»— en las sesio-
nes de trabajo sobre la secuencia: Observación y clasificación de figuras
planas y de cuerpos geométricos.
C. Martínez; A. Mañas;
Figura 4.11.
Escuela M. J.M. Zafra, 1994
Es un instrumento que resulta atractivo para los alumnos —si no se utiliza abusiva-
mente— y que permite de manera simple la contrastación de opiniones. Pero es la-
borioso de diseñar y elaborar y su gestión en el aula, nada simple, requiere tiempo.
El mapa conceptual es, en la actualidad, un instrumento de uso bastante ge- 4.3.4 Los mapas
neralizado. Para una descripción detallada y un análisis amplio y completo se
puede consultar Novak y Gowin(1988). conceptuales
155
ACTIVIDAD: «EN BUSCA DEL TESORO» C (2 4 parte)
SECUENCIA:
OBJETIVOS DIDÁCTICOS:
USO DEL INSTRUMENTO: deberéis usar esta ficha para hacer el seguimiento individual de vues-
tro progreso. Mientras trabajéis este capítulo en clase, cada último día de la semana deberéis llenar
la columna correspondiente usando los códigos indicados a continuación.
C. Martínez; A. Mañas;
Figura 4.12. Escuela M. J.M. Zafra, 1994
156
Ejemplos de explicitación de objetivos por algunos estudiantes (2 2 ESO)
Alumna: Mi ria
Alumna: Blanca
A. Mañas;
Figura 4.13. Escuela M. J.M. Zafra, 1994
OBJETIVOS
M. Domínguez
Figura 4.14.
Escuela M. J.M. Zafra, 1994
157
ACTIVIDAD DE COMUNICACIÓN DE OBJETIVOS
MAFALDA, EL CALOR Y LA
TEMPERATURA
158
¿PUEDES AYUDARLA?
-e --.
etf n 1 ' -15'
, A 0
•-cD e- riD to---- e
Mafalda desearía que no fuese así, pero... cree que hay muchas posibilida-
des de volver a comer sopa. Por ello, intentando recordar lo que está estu-
diando en clase, empieza a pensar como demostrará que es más caro ca-
lentar los restos de la sopa de ayer que el arroz que también sobró. Para
calcular el calor necesario piensa que puede ser útil:
15. Medir la temperatura de la sopa y del arroz mientras se van calentando
con un termómetro.
16. 0 puede ser mejor calcular el tiempo necesario para calentar la sopa y
el arroz a la misma temperatura.
17. 0 piensa que necesitará comprar un aparato que le mida el calor del fo-
gón
18. Después de pensarlo bien, cree que no es posible calcularlo
159
1. Completa los dos cuadros comparativos siguientes. Para ha-
cerlo:
Il Ma Comentario: Ma Comentario:
PA PA
DA DA
12 Ma Comentario: Ma Comentario:
PA PA
DA DA
13 Ma Comentario: Ma Comentario:
PA PA
DA DA
14 Ma Comentario: Ma Comentario:
PA PA
DA DA
Códigos: MA = muy de acuerdo, PA = parcialmente de acuerdo, DA = en desacuerdo.
15 Ma Comentario: Ma Comentario:
PA PA
DA DA
16 Ma Comentario: Ma Comentario:
PA PA
DA DA
17 Ma Comentario: Ma Comentario:
PA PA
DA DA
18 Ma Comentario: Ma Comentario:
PA PA
DA DA
Códigos: MA = muy de acuerdo, PA = parcialmente de acuerdo, DA = en desacuerdo.
160
2. A partir de los cuadros comparativos anteriores, di:
Comparando mis opiniones con las del grupo, observo que son distintas en
los ítems:
ya que
ya que
ya que
ya que
Estoy estudiando
tar las interrelaciones entre ellos. Finalmente, al acabar el tema objeto de estu-
dio, el mismo mapa se puede utilizar para ayudar a los estudiantes en la organi-
zación y estructuración del conocimiento aprendido.
Si es la primera vez que los estudiantes toman contacto con los mapas con-
ceptuales, será necesario que conozcan para qué pueden servir, cuál es su es-
161
Actividad de comunicación de objetivos de la secuencia: «El Sol y las
sombras» (1 2 ESO)
• Explicar y justificar:
- Cómo varían las sombras de un objeto iluminado por una fuente lu-
minosa cuando ésta se aleja o bien cuando se mueve alrededor del
objeto
a) Hacer un dibujo o cómic que refleje las cuestiones que creáis que estu-
diaremos en este tema
- En una segunda fase, se propone a los estudiantes que completen los hue-
cos de un mapa conceptual en el cual algunos de los conceptos y/o relacio-
nantes no se han escrito.
162
Q.Sort: ¿Qué estudiaremos en la secuencia «Observación y clasifica-
ción de figuras planas y de cuerpos geométricos? (1 9 de ESO)
d9
C14,1
• Ofellor
-.
02 e0d di)
0
e a) 12
e re
Hacer una gimkana Medir ángulos su- Tomar decisiones
periores a 180 0 en grupo
d) La figura 4.22 incluye una actividad en la que los alumnos, a partir de una
lista de conceptos, han de construir un mapa conceptual que los interrela-
cione. Forma parte de la secuencia "Funciones polinómicas de 2 2 grado»,
integrada en la unidad didáctica "Fenómenos físicos y funciones» (3 2 de
ESO).
163
Mapa conceptual de presentación de contenidos «El ángulo como giro» (1 2 de ESO)
MINUTO A. RECTO
tiene por UNIDAD tiene por
GRADO:
submúltiplos múltiplos A. PLANO
SEGUNDO
A. DE GIRO
COMPLETO
necesita ser complementado con otros instrumentos más adecuados a los conte-
nidos de tipo procedimental, como por ejemplo las bases de orientación (ver ca-
pitulo 5).
4.3.5 Los diarios de Los diarios de clase, elaborados por los estudiantes en los minutos finales de
una clase o después de treminar una o diversas actividades, son instrumentos
clase que proporcionan una información muy relevante acerca de las representacio-
nes e intereses de los estudiantes. Son de gran ayuda, en relación a la comunica-
ción de objetivos, para estimar la percepción -por parte de los estudiantes- de
los objetivos de las tareas que se han hecho.
a) En las figuras 4.23 y 4.24 se muestran dos páginas del diario de un alum-
no cuya lectura permite apreciar cómo se representa lo que está aprendiendo y
su interés por el tema y la forma de trabajarlo.
164
Mapa conceptual de presentación de contenidos de una unidad didáctica de 49 de ESO
«Geometría y diseño» (4° de ESO)
aspectos aspectos
GEOMETRIA
estáticos estáticos
Transformaciones
Elementos estructuradores geométricas del plano
del plano: del espacio se aplica el
punot, plano, punto,
en el recta recta pueden ser
plano
Isometrías Homotecias
Figuras Relaciones de Cuerpos DISEÑO
geométricas -4- incidencia y de geométricos
inclusión se coponen
pued en ser pueden ser para dar
en las en los
Polígonos Poliedros, construcciones mosaicos
cuerpos redondos Seme anzas
figuras circulares
se pueden se pueden
medir medir
Perímetros, áreas,
volúmenes
165
Mapa conceptual sobre las proteínas (3 2 ESO)
algunos con
P. de origen AMINOACIDOS
animal ESENCIALES
Arginina Histidina
Productos
lácteos Carnes Huevos Huevos Huevos
ha gustado mucho «como cada grupo ha intervenido y que casi todas las ideas
eran las mismas sin que nadie se lo haya copiado». En este día se trabajó en cla-
se la formulación de hipótesis y su comprobación experimental.
166
Actividad centrada en la construcción de un mapa conceptual sobre la función polinómica
de 2 9 grado (32 de ESO)
ECUACION:
y = ax + b
F. POLINOMICA tienen
DE PRIMER GRADO por GRAFICO:
una recta
pueden ser ECUACION:
FUNCIONES y = ax2 + bx + c
F. POLINOMICA tienen
DE SEGUNDO GRADO por GRÁFICO:
una parábola
OTRAS
la más sencilla es
translaciones
en la dirección
CONTRACCIONES Y DILATACIONES TRANSLACIONES de os ejes
pueden
ser
y = ax2 y = + q , y = (x - p)2 , y = (x - p)2 q translaciones
en general
y teniendo en cuenta
ambos métodos
GRAFICO DE LA FUNCION
POLINOMINA DE 2° GRADO
y = ax2 + bx + c, o y = a (x—p)2 + q
Figura 4.22.
E. Casellas, 1993
167
Página del diario de un alumno en relación al concepto
de movimiento (2 9 de ESO)
19-1-93
QJ c>.4
_ 9,)
Hoy hemos hecho los ejercicios 1, 2, 3 del trabajo de aula 3 en forma de
grupo que por cierto hemos aprendido que no solo se puede graduar la
abscisa y la ordenada con números enteros sino que también con decimales
y fracciones.
Yo creo que este temá será muy +.
4.3.6 Los Estos instrumentos se utilizan, al principio de una secuencia, para, a la vez
instrumentos de que se da a conocer lo que se pretende que aprendan los estudiantes, promover
presentación de la autorregulación de éstos a lo largo de toda la secuencia.
contenidos y En una primera actividad, en un formulario el enseñante presenta los princi-
objetivos y de pales objetivos o contenidos de la secuencia redactados de forma comprensible
autorregulación para los estudiantes. También puede incluir una relación de las principales activi-
dades que se llevarán a cabo.
168
Una página del diario de un alumno de 4 2 de ESO
M. Domínguez,
Figura 4.25
E. M. J.M. Zafra, 1993
169
Diagrama de la dinámica de aula en relación a la elaboración
de los diarios (2 2 de ESO)
Diario del
A fi grupo
Secretario
R. Rodríguez,
Figura 4.26. E. M. J. de la Cierva, 1993
4.3.7 Las En este tipo de actividades, son los estudiantes los que comunican su percep-
actividades de ción en relación a los objetivos (de una determinada actividad o de un conjunto
de ellas). La regulación se facilita al compartir las distintas formulaciones y pun-
explicitación de
tos de vista. Para explicitar las representaciones y la coevaluación, es convenien-
objetivos te estructurar visualmente la información.
En la figura 4.30 se muestra como un alumno explicita los objetivos de una se-
cuencia y los comentarios de un compañero en relación a ella. En el diseño del
instrumento siempre se incluye un apartado en el que el estudiante que critica la
formulación del compañero debe proponer alguna actividad para mejorarla.
170
A\ y
N't Cy...j. \.;:"t \ 2p0- (-";Q1A •
••n ••17-
• r)-(Vel
\-< n..\;•=2, A i
, Tsery-e'22.[
..\ 7
Hoy hemos hecho una clase muy importante. Los deberes que hemos
corregido estaban relacionados con el tema del que hemos hablado hoy.
En los deberes que hemos hecho hemos tenido muchas dudas ya que
trataban conceptos que todavía no habíamos trabajado.
Hoy también hemos hablado, principalmente, de los conceptos de ra-
zón y proporción. La razón es la división entre la longitud de la sombra
y la longitud del gnomon. Esto quiere decir cuantas veces es más larga
la longitud de la sombra que la longitud del palo. La proporción es una
igualdad entre dos razones. Ej.= 95/27=190/54. También hemos hecho
ejercicios sobre el factor proporcional.
R. Rodríguez,
Figura 4.27 E. M. J. de la Cierva, 1993
171
Formulario de presentación de objetivos y de autorregulación
en relación a la función polinómica de 2 9 grado (4 9 de ESO)
OBJETIVOS:
P 2- . 31 ...
fecha fecha fecha
E. Casellas, 1993
Figura 4.28
4.3.8 Las activi- Este tipo de actividades persigue promover que los objetivos de una determi-
dades de verbaliza- nada tarea o secuencia, formulados por el enseñante, sean verbalizados por los
ción de objetivos estudiantes antes de realizarla. El alumnado pocas veces está interesado en iden-
tificar las finalidades de las actividades que realiza y aunque el enseñante trate de
comunicarlas, ya sea oralmente o por escrito, raramente se apropia de ellas.
172
Formulario de presentación de objetivos y de autorregulación en relación a la secuencia
sobre «Clasificación de materiales» (2 2 de ESO)
Nombre
Objetivos:
. . .
bbbb
mi mi mi mi
Uso de la ficha: mientras trabajamos en este tema, cada dos días de clase llenamos la columna co-
rrespondiente utilizando los códigos siguientes:
1. Todavía no lo sé
2. Lo sé un poco
3. Lo sé bien
Algunos ejemplos:
173
Actividad de explicitación de objetivos por parte del alumnado correspondiente a la se-
cuencia «Movimiento y reposo » de la unidad didáctica «Lectura y construcción de gráficos:
Introducción al estudio del movimiento y de las funciones » (2 2 de ESO)
z _I n
ven..41,
- -9-S. OBJETIVOS
A A B C Comentario si lo
— cree oportuno
CD-s . n _,,.D .c.> rrr,e.t•-,.r, 5,.
,--
¿Sabe qué es el
movimiento? X
¿Sabe qué es el
reposo? X
.-,..t,
¡, Sabe cuándo un
objeto se mueve? X
¿Sabe los diferentes No entiendo
sistemas de exactamente lo que
.- 2r 32,%s ct 4.5a25.1 AJlarr 7--,,, u ,r.--, ...c.2m,..1-e referencia? f X quiere decir con
`f a. ' `-`- ,n—_ ,,,-3...r. .,,,,;-
,Z) —ü_--, ,_ — : sistemas de
nD 54,-)Sji. 7
referencia
C-V, Ç).a.r..23?-42» wn G.CiAsáj? ''
¿Sabe localizar un
cmoi: A crreofto objeto? X
B nx) DAGO fe
C.. %Acta t_ra E ea 13' Acoie CÓDIGO: A DE ACUERDO X- Todavía no lo
^ 7-412:. Cz.fien-nüzbn B NO DE ACUERDO he estudiado
C PARCIALMENTE DE ACUERDO
c ~ce r‘ ••••,
—¿Qué actividad propondrías para cambiar a la casilla
A?
_se
— Propuestas: Yo le propondría que hiciera pruebas
con diferentes objetos para buscar un punto de refe-
rencia y ver si un objeto está en movimiento o en re-
poso.
R. Rodríguez.
Figura 4.30. E. M. J. de la Cierva, 1992
En cualquier caso, debe evitarse que los estudiantes se limiten a repetir mecá-
nicamente lo que el enseñante les ha comunicado y, en cambio, procurar que
encuentren sus propias palabras y expresiones.
174
Objetivos explicitados por el alumnado en relación a la secuencia
«Movimiento y reposo» (2 2 ESO)
Objetivos Criticas/comentarios
175
Formulario de explicitación de los objetivos de una actividad
experimental (3 2 de ESO)
Objetivos A B C Observaciones
A: estoy de acuerdo
B: estoy parcialmente de acuerdo
C: no estoy de acuerdo
Si no estás de acuerdo o bien estás parcialmente de acuerdo, indica el mo-
tivo en «observaciones»
Si crees que faltan objetivos por comunicar, escríbelos a continuación
N. Escofety,
Figura 4.32 E.M. Juan de la Cierva, 1992
176
LA ANTICIPACIÓN Y LA PLANIFICACIÓN
5.
DE LA ACCIÓN
La regulación del aprendizaje por parte de la persona que aprende es una ca-
pacidad fundamental. Por esto, si lo que se pretende es que los estudiantes sean
cada vez más autónomos en su formacións, en el mismo proceso de enseñanza
hay que desarrollar esta capacidad de regulación. En el primer capítulo se desta-
caron las principales facetas que, desde las diversas teorías relacionadas con la
autorregulación del aprendizaje, se consideran fundamentales. Una de estas fa-
cetas es la comunicación de los objetivos que el profesorado pretende que alcan-
cen los estudiantes, y otra la regulación de la representación que los estudiantes
se forman de estos objetivos.
Sin embargo, una proporción importante de cada grupo clase tiene estas capaci-
dades muy poco desarrolladas. El estudiante que responde una cuestión sin haber
leído todas las informaciones necesarias para realizar la totalidad de la tarea pro-
puesta, o que empieza a trabajar sin haberse ideado un plan de trabajo, o sin haber-
se preguntado sobre lo que se quiere conseguir, etc. demuestra una carencia en su
capacidad para anticipar las acciones que ha de llevar a cabo y para planificarlas.
Así pues, para que los alumnos progresen hacia la autonomía en su proceso
de aprendizaje, será necesario que los dispositivos didácticos que el profesorado
implemente en su proceso de enseñanza contemplen el desarrollo en el alumno
de las capacidades de anticipar y planificar la acción como uno de los objetivos
prioritarios de aprendizaje.
En el apartado 1.2. del capítulo 1 se señalaba que desde campos de investi- 5.1. ESTRATEGIAS
gación diversos, que se pueden agrupar bajo el término de autorregulación de
orden metacognitivo, se subraya la importancia de enseñar a los alumnos, con- METACOGNITIVAS
juntamente con los contenidos de las materias, los saberes metacognitivos nece-
sarios para conseguir un buen dominio de estos contenidos.
177
Entre estos saberes metacognitivos juegan un papel destacado aquellos que
se manifiestan a través de las capacidades de anticipar y planificar las actividades
y las acciones. En particular, desde la Teoría de la Actividad (ver anexo IV) se
considera que la anticipación y planificación de la acción son elementos esencia-
les de la parte orientadora de la acción, es decir del órgano de dirección que el
individuo activa cuando debe realizar una acción compleja.
Pero, ¿qué quiere decir que un alumno sea capaz de anticipar y planificar la
acción?
178
ma. En primer lugar comprobamos que entendemos claramente las diferentes ins-
trucciones, lo que es más fácil si sabemos por qué se ha de actuar de aquella forma
particular. Cuando ya nos hemos situado, acostumbramos a anotar las acciones en
el orden en que es necesario realizarlas para que el programa funcione.
179
En esta manera de proceder se observa, pues, que frente a un nuevo aprendi-
zaje se activa un singular microsistema de dirección que incluye un órgano de di-
rección (parte orientadora de la acción) fundamentado en la base de orientación,
un órgano de trabajo (parte ejecutora de la acción) y un órgano de comproba-
ción-observación (parte de control-regulación) de la acción. Este último se activa
tanto en la parte orientadora como en la ejecutora.
Esto provoca que el profesor, al ser experto en la materia que enseña, se olvi-
de a menudo de esta necesidad de los alumnos y no propicie situaciones peda-
gógicas que lleven al aprendizaje de las diferentes acciones necesarias para cum-
plir la tarea propuesta. Ello provoca que los estudiantes que no son capaces de
suplir estas carencias encuentren obstáculos considerables para alcanzar los ob-
jetivos fijados.
Ahora bien, si a los estudiantes les es necesario aprender a aprender, y los pro-
fesores somos conscientes de que un número considerable de ellos tienen dificulta-
des para construirse un buen sistema personal de aprendizaje, los dispositivos pe-
dagógicos deberían incorporar como objetivos prioritarios el desarrollo de aquellas
capacidades que ayudarán a los alumnos en este proceso hacia la autonomía.
5.3. EL ¿Qué proceso se puede seguir para ayudar a los estudiantes a construir una
base de orientación frente a una tarea escolar determinada o de una categoría
PROCESO DE de tareas?
ELABORACIÓN
Ya hemos indicado, en el capítulo 1, que la base de orientación deberá conte-
DE LA BASE DE ner información referente a
ORIENTACIÓN
—los elementos estructurales de la acción;
DE LA ACCIÓN —la anticipación de la acción;
—la planificación de la acción.
180
Estos conocimientos constituyen los contenidos de la base de orientación. Es
preciso recordar que la base de orientación está constituida por el conjunto de
condiciones en las que se apoyará el estudiante para realizar la acción, y puede
no coincidir con el conjunto de condiciones objetivamente necesarias y suficien-
tes para que la acción se realice con éxito, ya que el alumno puede haber inclui-
do condiciones que no se exigen en la tarea propuesta, o, contrariamente, haber
omitido condiciones necesarias para su cumplimiento.
Así pues será necesario que sea el mismo alumno quien la elabore, pero este
proceso sólo se produce con la actividad conjunta con el enseñante o con los
otros alumnos, propiciada por aquellas situaciones didácticas que favorecen la
interacción en el aula.
Un método general que facilita esta elaboración consiste en plantear una serie de
cuestiones que inciten al estudiante a la búsqueda de la información que constituye
el contenido de la base de orientación. Por ejemplo, se plantea una situación didác-
tica motivadora para los alumnos, que comporte la realización de una o diversas ta-
reas a realizar. Se inicia un trabajo individual centrado en una de estas tareas para
obtener el contenido de la base de orientación de una de las acciones que intervie-
nen como solución de la tarea. Después de esta etapa se inicia una contrastación de
puntos de vista en pequeño grupo, en la cual se debe llegar a consensuar la produc-
ción asumida por el grupo, y a continuación se realiza un debate con todo el grupo-
clase para contrastar los distintos resultados obtenidos por cada pequeño grupo. Fi-
nalmente, de forma individual, cada estudiante reelabora su producción.
Algunas de las cuestiones que se pueden plantear para favorecer este proce-
so son:
181
b) ¿Cuál es el resultado esperado de las operaciones proyectadas?
En primer lugar, pues para abordar esta situación será necesario enseñar a
los alumnos, si aún no tienen un buen dominio de ellos, los conceptos de media-
triz de un segmento, bisectriz de un ángulo, las propiedades de estos objetos ge-
ométricos y posteriormente los correspondientes procedimientos de construc-
ción, pero también algunas de las acciones que sustentan estos conceptos y pro-
cedimientos, si no las tienen formadas.
—inclusión en un concepto;
Las tareas realizadas hasta este momento permiten abordar una actividad re-
lativa a la progresiva elaboración de las bases de orientación de las acciones que
intervienen en la solución de la situación inicialmente planteada.
182
MEDIATRIZ DE UN SEGMENTO Y BISECTRIZ DE UN ANGULO (1 2 ESO) P. parte
- Que los cuadros que están a la derecha y a la izquierda de la puerta queden igualmente iluminados
- Que la decoración de las dos paredes que forman el ángulo C, que son muy similares, estén igual-
mente iluminadas
En el plano se ha dibujado el punto en cuya vertical se tendría que instalar la lámpara y las rectas
m y b que lo determinan.
a) Recortar el plano del anexo, que es una ampliación del de la figura anterior, exactamente por su
contorno y doblarlo por la recta m. ¿En qué punto corta esta recta al segmento AB? ¿Cómo son
los ángulos que forman m y AB?
La recta m se llama mediatriz del segmento AB. Intentar dar la definición de mediatriz de un seg-
mento completando esta frase: (La mediatriz de un segmento es
b) Doblar el plano por la recta b. ¿Cómo son los ángulos en que la recta b divide al ángulo C? Esta
recta se denomina bisectriz del ángulo C. Intentar dar una definición de bisectriz de un ángulo
completando la frase: «La bisectriz de un ángulo es la recta que pasa por el vértice y
c) Señalar tres puntos D. E y F de la recta m y unirlos con los extremos del segmento AB. Doblar
ahora el plano por la recta m. ¿Qué observáis en relación a los segmentos AD y BD, AE y BE,
AF y BF? ¿Cómo son las distancias de los tres puntos a los extremos del segmento AB? Tenien-
do en cuenta el resultado de las observaciones anteriores enunciar la propiedad que tienen todos
los puntos de una mediatriz. Si se coloca la lámpara en un punto de esta recta, los dos cuadros
de la pared estarán igualmente iluminados? Explicar el porqué.
e) ¿En qué punto del plano convendrá colocar la lámpara para que cumpla las condiciones requeri-
das?
J.J., N.S., E.C., 1992
Figura 5.1a
183
MEDIATRIZ DE UN SEGMENTO Y BISECTRIZ DE UN ANGULO (1° ESO) 24. parte
a) La filmina que muestra el proceso de dibujar la mediatriz de un segmento con regla y compás es
la siguiente:
Enunciar las acciones que corresponden a las diferentes etapas del procedimiento e intentar expli-
car por qué son necesarias.
c) Para dibujar la bisectriz con regla y compás se procede como indica la figura siguiente:
Explicar cómo la haríais en cada caso indicando las acciones que realizaríais y el porqué.
e) A continuación os proponemos de construir con regla y compás, en vuestro cuaderno, algunas
bisectrices y algunas mediatrices para adquirir seguridad en la realización de estas construcciones.
Debéis ser cuidadosos en las construcciones.
184
Así, las alumnas y los alumnos, como resultado de la actividad de aprendizaje
conjunta con el profesor o profesora y los otros estudiantes, van determinando
los contenidos de las citadas bases.
Operaciones:
—dibujar un arco de centro el vértice y que corte los dos lados del ángulo,
así se obtienen dos puntos que equidistan del vértice;
—dibujar la mediatriz del segmento que tiene por extremos los puntos ante-
riormente determinados, que por lo tanto pasará por el vértice y será la
bisectriz, pues los dos triángulos rectángulos formados son iguales.
2. Anticipación de la acción
3. Planificación de la acción
185
CATEGORÍA CONSTRUCCIÓN GEOMÉTRICA
ángulo
OPERACIONES bisectriz
arco de circunferencia
mediatriz
igualdad de triángulos
rectángulos
Figura 5.2.
En todo este proceso, se debe llevar un control operación por operación para
garantizar que cada alumno forma la acción o acciones de manera adecuada y
hasta el nivel deseado. El control puede efectuarlo el profesor, o bien ser un con-
trol mutuo por parejas, o un control de pequeño grupo.
186
Por otro lado, es necesario tener en cuenta que implementar un dispositivo
didáctico que tenga incorporado procesos como los descritos implica una revi-
sión y reorganización de los contenidos a enseñar a través de un análisis sistémi-
co de estos contenidos para determinar las unidades invariantes y sus compo-
nentes, y las posibles variantes de estos componentes.
Así mismo se determinaron los instrumentos de dibujo con los que se debían
construir: regla, escuadra y compás.
cl c2
dl d2
Figura 5.3.
187
Esta manera de proceder permite ver en que casos es posible utilizar una ba-
se de orientación completa y general que corresponda a una determinada cate-
goría o clase de situaciones.
—El análisis a priori de las diversas categorías de trabajos escolares que des-
pués tendrán que realizar los alumnos, les permite descubrir los componen-
tes de los productos acabados, lo que posibilita una mejor representación
del objetivo a alcanzar. y por lo tanto una mejor anticipación y planificación •
de la acción.
5.4 Se pueden diseñar actividades muy diversas que favorecen la elaboración pro-
gresiva de las bases de orientación por parte de los mismos estudiantes e instru-
ACTIVIDADES E mentos que facilitan la gestión de estas actividades.
INSTRUMENTOS
QUE FACILITAN En general, cabe señalar que los instrumentos que facilitan la gestión de estas
actividades pueden ser diversos, algunos ya se han presentado en otros capítu-
LA los. Este apartado se centrará básicamente en:
CONSTRUCCIÓN
—Las bases de orientación
DE LAS BASES
DE —Las V de Gowin
ORIENTACIÓN
POR PARTE DEL
ALUMNADO
188
Denominamos bajo este nombre un instrumento que concreta la base de 5.4.1Las bases de
orientación de una acción, que como ya hemos señalado repetidas veces es una
orientación
representación de la acción y de las condiciones en que se lleva a término.
Pueden presentar formas diversas, algunas muestras las constituyen las figu-
ras IV.1 2, IV.1 3, IV.14, IV.15, IV.1 7, IV.18, IV.20 del anexo IV y la 5.2.de este
capítulo. La meta final es que sean los mismos alumnos, en la fase de estructura-
ción del conocimiento, los que lleguen a construirlas a través de las estrategias
didácticas antes citadas.
También pueden ser dadas por el profesor, pero en este caso se debe vigilar
que no se conviertan en una receta para el alumno, el cual las aplicará de mane-
ra mecánica sin ser capaz de razonar verbalmente el porqué de las diferentes ac-
ciones que debe realizar.
189
Una primera etapa en el proceso de aprendizaje de la construcción de una base de
orientación correspondiente a una determinada construcción geométrica (1 2 de ESO)
radio
circunferencia
radio
R. Rodríguez,
Figura 5.4. E.M. J. de la Cierva, 1992
c) En este ejemplo se puede ver otra base de orientación (figura 5.6) corres-
pondiente a un procedimiento de representación de una figura a escala en
la que, para el proceso de reducción se indican las acciones que lo constitu-
yen, y para el de ampliación se han omitido. Los estudiantes son invitados
a completar dicho proceso después de haber realizado una serie de apren-
dizajes de estos dos procedimientos. El instrumento sirve de apoyo en un
debate en el aula en relación a la necesidad de cada acción para la realiza-
190
ción de dichos procedimientos y a los conocimientos subyacentes. Corres-
ponde a una parte de la secuencia: ,(El Sol y las sombras»de la unidad di-
dáctica ,(La luz y las sombras» (V de ESO).
Acciones
R. Rodríguez,
Figura 5.5a. E.M. J. de la Cierva, 1992
191
Filmina que representa las acciones necesarias para la construcción
de un diagrama de sectores, en un caso particular (3 9 de ESO)
o
AGUA 91 91 x 3,6*=
GL U' CIDOS 5.5
PROTEINAS 0.7
LIPIDOS 0.02
... ... ...
100 % 360'
5 st
ZANAHORIAS
Figura 5.5b.
E., C., N.E., J.J., 1993
192
Una base de orientación para el procedimiento «Representación a
escala» (1 2 de ESO)
SUBCOLE6OR1ES:
fdrLI SCI( 1
OCCIOMS:
en las que se debe aplicar dicha base de orientación. Esta base fué elaborada
por la profesora y dada a los estudiantes después de un trabajo de aprendizaje
en relación al concepto de comunidad vegetal y al estudio de diferentes tipos de
ellas.
193
Base relativa a la medida indirecta de longitudes, correspondiente al pri-
mero de los tres métodos que se incluyen en la secuencia (1 2 de ESO)
&ízsdl,,gri sea%
msn%rze5
.t5
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Bozeinb ms
\ en ah
72D
Figura 5.7a.
R. Rodríguez,
E.M. J. de la Cierva, 1992
ME-93FiA
AbahAttue
--0 1° Q PÄ t -Pebte
Figura 5.7b.
R. Rodríguez,
E.M. J. de la Cierva. 1992
194
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cet.h.
>' . 0 0.54.
O —270
nu.c.5.
ot
4
R. Rodríguez,
Figura 5.7c. EM. J. de la Cierva, 1992
C.A-TE.GzeitA ITFIcD0A Fi NEE
(m3E 1 tel:),qt
041r-R-TeGORte.D
htu(ziP-IC/18 igt-e
Fa N,- Ea-
i NITN tDIVIZA
195
Base de orientación sobre: «¿Qué pasaría si desapareciera una de las
especies de una red trófica? (1 2 de BUP)
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LE.s )NA
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196
Base relativa a la clasificación de movimientos (1 2 de Bachillerato)
197
Base de orientación de la acción de inclusión del concepto de bosque (1 9 de BUP)
SISTEMAS DE 1. Predominan los árboles 1
CARACTERÍSTICAS 2. Las plantas están 2
NECESARIAS Y dispuestas en estratos
SUFICIENTES 3. Hay, como mínimo, un 3
estrato arbóreo
4. Hay un sotobosque con 4
estrato arbustivo y/o herbáceo
Aplicamos esta carta de estudio para determinar si la comunidad vegetal representada en el dia-
grama adjunto es o no es un bosque
Figura 5. 10a.
P. García, 1993
- (Al final también dices: 'El peso (volumen) del líquido es 9 gr'. Revisa
esta frase. Piensa qué estás calculando ¿la masa?. ¿el peso? o ¿el volu-
men?. Las diferencias entre estas tres magnitudes no las tienes claras.
Si no sabes cómo resolver este problema, ven a la hora de consulta»
198
Ejemplos de comunidades vegetales para aplicar la base de orienta-
ción de la acción de inclusión, del concepto de bosque (1° de BUP)
der. Algunos ejemplos que constatan este hecho se muestran en las figuras 5.13
y 5.14 y 5.15. El primero, fue construido por un alumno en relación al cálculo
de la densidad de sólidos y líquidos. Comparandolo con el de la figura 5.12 se
pueden observar las diferencias en la forma de afrontar la organización y el
enunciado de las operaciones. Lo mismo sucede con las bases de orientación
elaboradas por dos alumnos (figuras 5.14 y 5.15), en relación a la lectura y
construcción de gráficos.
199
Proceso de elaboración de una base de orientación del concepto de espe-
cie animal (2 9 de ESO)
2. Se dió a cada estudiante una lámina en la que se incluía una mosca, una
vaca, un perro, un pez y una serpiente y se pidió que indicara en qué se ba-
saban para decir que cada animal pertenecía a una especie.
El alumnado escribió afirmaciones del tipo: «Es un ser vivo» o «Ha de ser un
animal» y «Se han de parecer», «Han de tener características iguales « que
en muchos casos nombraban, «Han de ser del mismo tipo», etc.
Los estudiantes sabían que la rana y el renacuajo son dos fases del ciclo de
vida de un mismo animal por lo que dedujeron que la característica definida
en segundo lugar para identificar una especie no era la adecuada. Después
de discutir, la formulación acordada fue la de: `Ip ') que todos tuvieran carac-
terísticas similares en la etapa adulta'.
Figura 5.11.
R. M. Pujol, 1994
200
Base de orientación sobre el cálculo de la densidad de sólidos y líqui-
dos (antes de su regulación, 2 2 de ESO). Modelo 1
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Esta técnica heurística fue ideada por Gowin (Novak & Gowin, 1988) para 5.4.2 Las V de
facilitar la comprensión y la producción de conocimiento en el alumnado. Al Gowin
principo, fue desarrollada para ayudar a estudiantes y profesorado a clarificar la
naturaleza y los objetivos de trabajo en el laboratorio de ciencias. Luego se ha
extendido su aplicación a otras áreas y campos de estudio.
201
Base de orientación sobre el cálculo de la densidad de sólidos
y líquidos (2 2 de ESO). Modelo 2
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Figura 5.13. E.M. Juan de la Cierva, 1992
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Base de orientación relativa a la lectura y construcción de gráficos
(2 9 de ESO): modelo 2
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N. Escofet,
Figura 5.15. E.M. Juan de la Cierva, 1992
hecha sobre el mismo. Es, pues, un buen instrumento para facilitar la anticipa-
ción y la planificación de las acciones que intervienen en la resolución de la ta-
rea planteada y la estructuración de los aprendizajes.
a) Los ejemplos de las figuras 5.18 a y 5.18 b corresponden a dos 'V de Go-
win' de experiencias de laboratorio elaboradas por la misma alumna, a lo
largo de un curso. El ejemplo 1 corresponde a la primera que construyó y
se puede observar como tiene dificultades para aplicarla adecuadamente.
El ejemplo 2, es la tercera, y a pesar de que aún no sabe formular la pre-
gunta correctamente, el progreso es evidente.
204
Organización y presentación de datos estadísticos (4 2 de ESO)
CATEGORÍA:
CARACTER
SUBCATEGORfAS:
CAWCTER CAR4CTER
CUALITATIVO CUANTITATIVO
CARACTER CA miciEli
DISCRETO CONTINUO
ACCIONES:
CALCULAR
CARACTERÍSTICAS
media
de posición — mediana
moda
• rango
- de dispersión desviación media
desviación tipo
E. Casellas, 1992
Figura 5.16.
c) La figura 5.20 muestra una base de orientación elaborada por una estu-
diante experta en el uso de este instrumento.
205
Resolución de una ecuación (3 2 de ESO)
CATEGORÍA I Ecuación
indicar el grado de
la ecuación equivalente
hallada
A
CATEGORÍA la ecuación equivalente
I
SUCATEGORÍAS puede ser
ACCIONES
incompleta completa
se debe ax 2. boa co 0
E. Casellas, 1992
Figura 5.17.
5.4.3Mapas Tanto las bases de orientación como las V de Gowin se pueden considerar
conceptuales complementarias a los mapas conceptuales y, en conjunto, constituyen instru-
mentos muy útiles para facilitar la organización y estructuración de los nuevos
conocimientos aprendidos. Por otro lado permiten al alumnado expresarse se-
gún sus propias referencias y formas de actuar por lo que posibilitan la manifes-
tación de la diversidad de maneras de explicitar y comunicar las diferentes repre-
sentaciones.
206
V de Gowin sobre experiencias de laboratorio elaboradas por la mis-
ma alumna a lo largo del curso (2 2 de BUP) Ejemplo 1
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a. u. 4-9
211
Mapa conceptual en relación al tema «Introducción a la lectura y
construcción de gráficos (29 de ESO) Modelo 1
R. Rodríguez,
Figura 5.22. E.M. Juan de la Cierva, 1992
212
Mapas conceptuales en relación al tema «Introducción a la lectura y
construcción de gráficos (2 de ESO) Modelos 2 y 3 9
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n
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cr-
R. Rodríguez,
Figura 5. 23 E.M. Juan de la Cierva, 1992
117.;\
213
Mapas conceptuales sobre «Fenómenos luminosos» (1 2 de ESO)
214
6. APROPIACIÓN DE LOS CRITERIOS DE
EVALUACIÓN Y AUTOGESTIÓN DE LOS
ERRORES
Al presentar, en el capítulo 2, un dispositivo pedagógico que incorpora la re-
gulación continua de los aprendizajes se insistió sobre la importancia que, en es-
ta clase de propuestas didácticas, adquiere la autorregulación. En los dos capítu-
los anteriores, la atención se centró en dos de las dimensiones fundamentales de
este proceso; en éste nos detendremos en la tercera de dichas dimensiones: la
apropiación por parte del alumnado de los criterios e instrumentos de evalua-
ción del profesorado y, por ende, la autogestión de los errores.
215
respuesta y comprobar, a partir de la corrección que hace el profesor, si ha acer-
tado o no. Es en este sentido que consideran los exámenes como una loteria, en
la que unas veces se acierta y otras no. Son alumnos que, antes de una prueba,
no saben verbalizar la importancia de tal o cual contenido o que después de dar
una respuesta no saben valorar si esta ha sido la más apropiada.
Pero, como veremos, explicitar los criterios con los cuales el profesorado
evalúa no es una tarea fácil, ya que forman parte del conjunto de los implícitos
de la profesión. Nos enfrentamos a una de las muchas contradicciones de los
enseñantes: evaluamos según unos criterios, pero nos es engorroso explicitarlos,
especialmente a priori; sin embargo, algunos alumnos los perciben y los incor-
poran, mientras que otros no son capaces de reconocerlos.
Empecemos, pues, formulando una pregunta para precisar los términos em-
pleados ,qué son los criterios de evaluación?
216
La dificultad está en explicitar para uno mismo y para los demás cuando se
considerará que una respuesta es la adecuada, si se ha sabido hacer una tarea o
si una actitud es positiva. Ante preguntas como«demuestra, describe, explica,
resuelve, relaciona, ...» cada enseñante tiene criterios distintos para identificar
como adecuadas las respuestas de los estudiantes. También puede ser que se va-
ríen los criterios en función del alumno o alumna evaluado. Debe evitarse con-
fundir una 'manía' con un criterio de evaluación.
Los criterios de realización se refieren a los aspectos en los que se debiera in-
cidir al explicar o aplicar un concepto o un modelo o a los pasos que son funda-
mentales en la resolución de una tarea. Por ejemplo, a las características del mo-
delo cinético-molecular que el estudiante debe aplicar para explicar las diferen-
cias entre los estados de la materia o a los pasos que debe ejecutar para sumar
fracciones o aquellos en los que debe pensar al explicar el proceso de digestión
de un trozo de pan. En general, coinciden con las características o las acciones
explicitadas en una base de orientación.
217
En general, al analizar los resultados de un grupo, sea cual sea la población
evaluada, siempre se obtiene una curva de Gauss, más o menos distribuida alre-
dedor del 5. Pocas veces se sitúa alrededor del 8, ya que, en este caso, el profe-
sorado considera que ha sido poco exigente. Ello indica que los criterios se mo-
dulan para que los resultados se adecúen a la obtención de dicha curva. Es lo
que Meirieu (1991) señala como uno de los efectos perversos de la evaluación,
es decir, a pesar de que se intente llevar a cabo una evaluación criterial, al final
ésta viene modulada por una evaluación normativa de clasificación comparativa
de los estudiantes.
Todo ello pone en evidencia que no es fácil concretar cuáles son los aspectos
que se tienen en cuenta para valorar las producciones de los estudiantes. Poder
llegar a explicitar los propios criterios conlleva reflexionar sobre el modelo de
enseñanza que se pone en práctica y sobre el modelo de ciencia que se quiere
promover en los estudiantes. Obliga a reconocer, entre otros aspectos:
• cuáles son los objetivos generales y específicos a alcanzar a largo plazo que
subyacen en las tareas propuestas y a los que realmente se da importancia;
• cuáles son los valores a partir de los cuales el enseñante decide la calidad de
una producción.
218
- En la búsqueda, análisis, planificación, etc. que precede, al menos en parte,
a la realización de una tarea. Afecta, por ejemplo, a cómo se lee el enuncia-
do, al reconocimiento de los objetos, datos y fenómenos, a la mobilización
de los conocimientos para elaborar una explicación, al estudio de los docu-
mentos, a la construcción de un plan de trabajo, etc.
219
6.3.2 Dificultad en Para poder llegar a ser consciente de los criterios de evaluación es necesario
formular los conocer bien el contenido a evaluar y las principales dificultades que presenta
aplicarlo a la resolución de tareas. No es, por tanto factible que los estudiantes
criterios de los reconozcan de forma clara hasta que hayan realizado las actividades pro-
evaluación de puestas para su aprendizaje.
forma que puedan
ser reconocidos Pero además un criterio implica una abstracción. Veslin (1991) dintingue en-
tre criterios de evaluación e indicadores de éxito de una producción. En general,
por el alumnado considera que los alumnos llegan a darse cuenta de los indicadores, especial-
mente comparando su producción con la de los compañeros, pero es raro que
se expresen en términos de criterios. Un criterio debe poderse aplicar a más de
una tarea concreta, ha de ser generalizable.
Muchos enseñantes creen que es bueno dar la lista de los criterios ya elabora-
dos. Estas listas no facilitan el acceso del alumando a la autonomía ya que les
hace dependientes de las definiciones del profesorado. Limitarse a dar solucio-
nes o modelos sobre cómo realizar una tarea no ayuda, en general, a aprender.
El verdadero problema didáctico es cómo no imponer una lista de criterios sa-
biendo que la relación profesorado/alumnado no es una relación de igual a
igual, es decir, cómo conseguir que sea el estudiante quien construya su propio
aprendizaje.
Todo ello comporta que los criterios de evaluación, al igual que los objetivos,
evolucionan a medida que se avanza en el conocimiento del tema de estudio.
Las respuestas que se pueden esperar de un estudiante de 2 2 curso de primaria
y las de uno de /1 9 de secundaria serán distintas aunque el problema planteado
sea el mismo. Por ejemplo, ante las causas del aumento de peso de las plantas,
un alumno de primaria puede dar respuestas centradas en los materiales que in-
tervienen, mientras que un alumno de secundaria deberá explicar también los
cambios en estos materiales.
220
En general, parece que es mucho más fácil establecer criterios para conteni-
dos procedimentales que para contenidos conceptuales o teóricos. El profesora-
do define con comodidad criterios para evaluar habilidades de sus alumnos (aun-
que luego puedan variarlos según cómo se desarrolle el aprendizaje); contraria-
mente, un modelo científico comporta un alto grado de complejidad, al que un
estudiante se puede aproximar desde diferentes puntos de vista, todos ellos inte-
resantes aunque parciales. El enseñante acostumbra a tener presente todo el
conjunto de variables y conceptos que lo configuran de forma interrelacionada,
mientras que el alumnado sólo tiene una visión parcial del mismo. ¿Cómo esta-
blecer, pues, criterios para evaluar tales modelos?
221
La secuencia de acciones que se ha revelado más efectiva es la siguiente:
- Definición individual de los propios criterios (al analizar por ejemplo la pro-
ducción de otro compañero, o después de efectuar una tarea).
- Comparación entre los propios criterios y los elaborados por otros compa-
ñeros.
a) Parrillas de evaluación
b) Diseño de pruebas de evaluación por parte del alumnado
e) Actividades de evaluación mutua
d) Precontratos y contratos de evaluación o de gestión de las dificultades
e) Cuestionarios tipo Q.sort'
f) Diarios de clase
g) Actividades de comparación entre las producciones del alumnado y las del
profesorado
utilizade—per—el—profesorad S.S "
6.4.1 Parrillas de de evaluación de las producciones de los estudiantes.
evaluación
Para construir una parrilla de evaluación se deben identificar y definir los crite-
rios de referencia que pueden ser útiles para analizar una tarea, desglosando sus
principales aspectos. Como ya se ha indicado anteriormente, si se trata de un pro-
cedimiento, será necesario identificar las diferentes acciones que se han de llevar a
cabo en la realización de dicho procedimiento; si concierne a un concepto, será
necesario concretar las distintas características que permiten definirlo; si es en rela-
ción a la aplicación de un modelo determinado a la interpretación de algún fenó-
meno, será preciso reconocer los principales aspectos que caracterizan el modelo.
Puede ser construido por los propios estudiantes porque una vez definidos es-
tos criterios de realización, los pueden aplicar al análisis de su tarea o la de los
compañeros/as. En este proceso, identifican:
222
Facilita que cada estudiante pueda reconocer en qué aspectos debe mejorar y
cuáles conoce y/o aplica adecuadamente, con lo que le es más fácil prever la re-
gulación de las dificultades ya que, a menudo, el problema se centra en mejorar
sólo alguno de los aspectos de la tarea. También permite determinar la posible
ayuda que pueda proporcionar el enseñante, ya que las dificultades quedan bas-
tante bien localizadas y, ya sea en las horas de clase o en las de consulta o simi-
lares, es posible orientar adecuadamente al estudiante.
a) Las figura 6.1, 6.2 y 6.3 muestran la misma actividad redactada de tres
formas posibles, en función del grado de conocimiento del alumnado de
este procedimientro. En el primer ejemplo (figura 6.1), los criterios de eva-
luación son dados por el enseñante y el estudiante. tomándolos como re-
ferncia, tiene que evaluar la producción de un compañero o compañera.
En el segundo (figura 6.2), hay algunos criterios que se han omitido y que
el estudiante debe completar. Finalmente, en el tercero (figura 6.3), el
alumnado es el que toma todas las decisiones. Después de un período ini-
cial de aprendizaje, la mayoría de actividades de este tipo es conveniente
que sean como las del tercer ejemplo.
223
Parrilla de evaluación en relación a la construcción de un diagrama de sectores- Ejemplo 2-
5. Ha escrito un...
2.
3.
4.
5.
Figura 6.3
E.C., N.E., J.J. & N.S.,
U.D. Nutrición y Dietética 1993
224
b) En los anteriores ejemplos se muestra el proceso de elaboración de parri-
llas de evaluación y su aplicación al análisis de producciones, en este caso
gráficas, de compañeros.
Anota los criterios decididos por la clase y utilízalos para evaluar los dibujos
adjuntos.
Criterio 1 2 3 4 5
k 2
1.
P.‘A-As
3 5
1-ah
4.
60x 60C.
Figura 6.4.
P.García, I.B. J.Oliver, 1993
225
Actividad de explicitación de criterios de evaluación para el análisis
de dibujos sobre modelos de partículas
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cfc,c)
' C c
C
c
c.
4 c
1. Escribe los aspectos en los cuales nos deberíamos fijar para poder eva-
luar si los esquemas están bien dibujados o no.
2. ¿Cuál crees que sería una buena respuesta al ejercició propuesto por el
profesor? Dibújala.
Figura 6.5.
22 ESO, 1992
226
c) En este ejemplo se muestra el protocolo elaborado por un grupo-clase en
relación a los criterios que se aplicarían para la valoración de las coleccio-
nes de rocas realizadas por los diferentes grupos de la clase.
Valorar la colección de otro grupo indicando si está muy bien 1, si está bien 2, regular 3,
mal 4, y los aspectos que se deberían mejorar.
227
d) En este ejemplo se observa cómo una alumna analiza la producción de una
compañera. Se refiere a un ejercicio en el cual debían situar puntos en un
plano.
te.
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b.)
c) J.
228
G 19AE LLA DL C-oleta CZAO.
(£1g. ii)
31L i».A22.?
CJJ7.
IMI;Inejn 2 \11•C
,. >. S...' p° ;
' 2 p.4.-, ,g, 44
CRITERIOS OBSERVACIÓN
¿Ha situado bien todos los puntos? Ha escrito una frase que no se
¿Han salido los triángulos correcta- expresa correctamente porque
mente? pueden ser de muchas maneras
¿Han denominado cada vértice (a, b, c) tal como lo explica.
con la letra que le toca? Está bien pero lo que ella ha he-
¿Ha salbido decir cómo estaban situa- cho de decimales no me con-
dos los triángulos? vence porque todavía no hemos
Ha averituado lo que pasa cuando ha- estudisdo las coordenadas con
ces otro triángulo. decimales.
R. Rodríguez,
Figura 6.7b. E.M. Juan de la Cierva, 1992
229
e) La siguiente actividad es similar a la anterior, pero la evalución mutua es
entre grupos. Se incluye también el diario de un alumno en relación a esta
actividad, donde constata qué ha aprendido realizándola.
En el trabajo de aula 2, las coordenadas de casi todos los puntos eran núme-
ros enteros, pero esto era debido a que dicho trabajo era de introducción a la
lectura y representación de puntos en un plano.
o o A
a
F 13 .1 FIG.2
3. Determinar las coordenadas de los puntos señalados en las dos figuras si-
guientes:
Y •D
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A ...
o
230
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Cb'9
- CAWC 9)4 <: ".1" -'5en-0 9e -)19. .1rieb+
Criterios Observaciones
1. ¿Ha puesto bien las coordenadas? No se han fijado en los números
negativos.
2. ¿Ha entendido la graduación de Han sabido hacerlo
los ejes?
3. ¿Ha puesto bien las coordenadas, Igual que en criterio 1.
sabiendo la graduación de los ejes?
4. ¡,Sabe en cada ejercicio cuántos Lo entienden pero tienen algunas
cuadrados equivalen a la unidad? cosas mal.
5. Sabe cómo se pone una coorde- Han sabido hacerlo.
nada cuando no es una unidad en-
tera?
7. ¿Sabe por qué se pone de esta El grupo nos lo ha dicho
manera la coordenada?
Diario
Hoy hemos hecho los ejercicios 1, 2 y 3 del trabajo de aula tres en forma de
grupo que por cierto, hemos aprendido que no sólo se graduan las abscisas y
las ordenadas con números enteros, sino que también con decimales y frac-
ciones. Yo creo que este tema será muy +.
231
f) En este otro ejemplo (figura 6.9 a, b), el objetivo era llegar a explicitar los
criterios de evaluación antes de realizar la producción correspondiente. Se
trataba de redactar un informe de una experiencia que previamente los es-
tudiantes habían realizado y en función de la cual habían construido, en
grupo, una 'V de Gowin' (ver 5.4.2). En este caso, se elaboró entre todo el
grupo-clase, una lista de criterios en relación a las acciones que debían po-
ner en práctica tanto para que en el informe se expusieran de forma cohe-
rente los conocimientos como para que su presentación estuviera bien or-
ganizada. Previamente el profesor había preparado su propia lista de crite-
rios, a partir del trabajo realizado por J. Veslin y sus alumnos (1991), pero
sólo la utilizó para completar los aspectos que no habían sido introducidos
por los estudiantes. Posteriormente, aplicaron el instrumento al análisis de
una producción de un compañero o compañera.
232
REDACCIÓN DEL INFORME DE UNA EXPERIENCIA DE
LABORATORIO A PARTIR DE SU UVE-HEURÍSTICA
233
nía lugar dos días después de realizada la actividad de diseño. Cada grupo de
alumnos -heterogéneo- se comprometía a redactar una prueba a partir de unas
condiciones que fijaba la profesora referentes al número de cuestiones y a su ti-
po -en relación a aspectos teóricos, a experiencias realizadas, a problemas-. Ca-
da grupo debía redactar las cuestiones, así como las respuestas que consideraba
correctas (ver figura 6.10). También era preciso que indicase con qué criterios se
valoraría la prueba. El modelo definitivo de la actividad de evaluación se elabora-
ría a partir de cuestiones de cada grupo (aunque la profesora podía incluir algún
cambio según las normas acordadas). Para preparar la prueba y resolver los ejer-
cicios, los estudiantes podían consultar todos los trabajos realizados, así como li-
bros de texto u otros. Los protocolos de los diferentes grupos fueron muy conse-
cuentes con los objetivos del trabajo aunque se observaron diferencias entre los
grupos, ya que unos se esfórzaron en plantear cuestiones y problemas creativos
y originales (en algún caso incluso demasiado difíciles) mientras que otros, en
cambio, se limitaron a reproducir ejercicios ya realizados cambiando alguno de
los datos. Estas diferencias pudieron ser discutidas en clase. En la valoración de
la actividad, la profesora constató que la mayoría de estudiantes tomó concien-
cia a través de ella de los aspectos más significativos del trabajo realizado y, en
consecuencia, sobre cuáles eran los más importantes a preparar para el exa-
men. También pudo comprobar cómo, al ser los grupos heterogéneos, se propi-
ció que los estudiantes se ayudaran entre ellos en la resolución de las tareas. Hu-
bo un grupo que no fue capaz de resolver correctamente la prueba que él mismo
habia redactado, lo cual sirvió para que la profesora detectara sus dificultades y
organizara una sesión de trabajo específica con este grupo para ayudarlo a supe-
rarlas.
1 B N
Conceptos:
¿Define bien los conceptos?
Mace buen uso de la terminología?
¡Pone ejemplos?
Relaciona los ejemplos con el concepto?
Resolución de problemas:
¡Plantea bien el problema?
¡Utiliza correctamente las magnitudes?
¡Hace un buen uso de las unidades?
¡Justifica los resultados obtenidos?
Representaciones gráficas:
¡Utiliza el gráfico adecuado?
¡Explica el significado del gráfico?
¡Hace bien la representación gráfica?
¡Utiliza las unidades pertinentes a los ejes de coordenadas?
234
-.1•111111e
Tema 'Disoluciones'.
Ejemplo de una prueba elaborada por un grupo de estudiantes de
2 9 curso de BUP
-2 - ct.Q
GLS
a.o_k e o '7o
-"SQ
L. L.St
3
- v,,,r+,
Ls.s. L c.Cist, j
Sik.J‘J..0
235
Este tipo de actividades son interesantes si el clima de la clase es de colabora-
ción y de aprendizaje. En caso contrario, los estudiantes tienden a aplicar com-
portamientos poco formativos como, por ejemplo, el de copiarse las pruebas re-
dactadas por cada grupo con la finalidad de aprenderse de memoria su conteni-
do; o bien el contrario: no comentarlas a los compañeros para evitar que éstos
lo conozcan.
6.4.3 Actividades En este tipo de actividad, cada alumno o alumna interviene en la selección de
de evaluación los ejemplos o situaciones relacionados con un concepto o un procedimento,
que el profesorado fija de antemano, y que constituirá el contenido de la activi-
mutua dad. Además, como ejerce de corrector de las producciones de compañeros y
compañeras, debe explicitar los criterios de evaluación
Este tipo de ejercicios requiere una buena organización del aula. Unos alum-
nos son más lentos que otros al concretar sus preguntas y, a veces, se pierde ex-
cesivo tiempo en el cambio de las hojas de trabajo. En algunos casos la correc-
ción la pueden hacer en casa.
236
Actividad de evaluación mutua. Tema: Nutrición, 3 2 curso de ESO
a) Indicar una parte del aparato digestivo para que el compañero/a pueda
explicar qué cambios experimentan los alimentos en este lugar
Aparato Función
237
Corrección de cada pregunta: (Indicar qué aspectos deberían mejorarse
y por qué)
Pregunta a):
Pregunta b):
Pregunta c):
238
Actividad de evaluación mutua. Tema: Astronomía, 2 2 curso de ESO
1.2. Esquema:
239
Actividad de evaluación mutua. Tema: Separación de mezclas,
22 curso de ESO
C)
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240
Enseriar y aprender es un proceso de negociación continua entre alumnado y 6.4.4 Precontratos
profesorado. De forma habitualmente implícita, se va estableciendo un pacto, a
través de las actividades que se llevan a cabo, entre las propuestas del enseñante y contratos de
y las realizaciones del estudiante. Los contratos son instrumentos que permiten evaluación o de
explicitar parte de lo que es implícito y negociar tanto los contenidos como los gestión de las
significados.
dificultades
a) En el ejemplo siguiente se puede obsevar el proceso de elaboración de un
precontrato de evaluación en torno a la construcción de gráficos.
241
Precontrato de evaluación individual en relación a la lectura y
construcción de gráficos. 29 curso ESO
_adal..,,i 1431
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R. Rodriguez,
Figura 6.14. E.M. Juan de la Cierva, 1992
242
Precontrato de evaluación del grupo en el cual se explicitan las
dificultades de cada mienbro del equipo.
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R. Rodriguez,
Figura 6.15. E.M. Juan de la Cierva, 1992
243
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CG2sr_s Cvn-er-
Tob eQib rrnerrr Cust 1214)rn
Todos los miembros del grupo están conformes con el precontrato de eva-
luación:
R. Rodriguez,
Figura 6.16 E.M. Juan de la Cierva, 1992
244
b) El siguiente ejemplo (figuras 6. 1 7) recoge un contrato preparado por el
profesorado que sirve como referencia para que cada estudiante lo compa-
re con un precontrato elaborado por él e indique si tiene dificultades en al-
guno de los aspectos. El enseñante valora el análisis realizado por el alum-
no y negocia con él posibles actividades complementarias.
OBJETIVOS-CRITERIOS
12 Dificultad: ¿cuál?
Creo que soy capaz de hacer una lectura de un gráfico porque:
— identifico magnitudes X X
— identifico unidades X X
— identifico una coordenada a partir de otra X X
— determino correctamente un punto notable (máximo o mínimo) X X
— determino un intervalo de crecimiento o decrecimiento X Este tema no lo entiendo mucho
— soy capaz de utilizar el lenguaje verbal para explicar la relación
entre las dos variables o magnitudes X Tampoco lo entiendo
— soy capaz de confeccionar una tabla numérica a partir del gráfico X
R. Rodriguez,
Figura 6.17. E.M. Juan de la Cierva, 1992
245
6.4.5 Cuestionarios La elaboración de un cuestionario tipo `Q.Sorf, en el cual los estudiantes tie-
nen que idear afirmaciones o ejemplos en los cuales se reflejen diferentes tipos
tipo `Q.Sort'
de errores, imprecisiones o en los que sólo se da información parcial, facilita re-
conocer cuáles son las características de las buenas producciones.
ep.,..c_,_tDsL.
246
b) En este otro ejemplo (figura 6.19)se reproduce parte del cuestionario pre-
parado por un profesor en torno a la lectura y construcción de gráficos.
Los alumnos debían ordenarlos en función del grado de información que
aportan y, en consecuencia, decidir qué carencias presentaban.
diärnetre
•1111•111••111111•1 vel«I tar.
1111111111111•1113111111111M ,un-,/n)
•111111111111111111•1111••»1
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Cfl 0.2 0.3 04 05 06 07 03 0,9 1
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3
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TEMPORAL EN LA CIUDAD
13
La tarifa és che• 200 pa I hora o fracci6
r_TeU La von del preu dopen de l temps
(pta)
200
temps (hores)
15 16
03,'D.3 n
x
tempe
R. Rodriguez,
Figura 6.19. E.M. Juan de la Cierva, 1992
248
Los diarios de clase también son instrumentos que promueven la reflexión del 6.4.6 Diarios de
alumnado sobre la calidad de las tareas que realiza. Se ha podido comprobar
que es útil acotar los aspectos que deben reflejar en su diario ya que así son más clase
concisos y sus reflexiones se centran más en las cuestiones relacionadas con los
aprendizajes realizados. Las preguntas pueden ser del tipo:
Las dos primeras permiten evaluar si el alumnado reconoce los objetivos del
trabajo realizado (ver capítulo 4), mientras que la tercera obliga al estudiante a
definir cuáles son sus dificultades. Ser consciente de un error o de una dificultad
es un paso necesario para poder superarlo.
CO •c\ C.e.14% .
Conceptos:
- La resta de las fracciones.
R. Rodriguez,
Figura 6.20. E.M. Juan de la Cierva, 1992
249
Diario de una alumna en relación al estudio del movimiento (2 2 ESO)
Lunes 9 de marzo
Hoy hemos hecho una actividad superdivertida. Tenemos que calcular el tiempo que tardaba
un vehículo en recorrer 100m. Primero hemos medido 100m de la calle Valencia. Hemos me-
dido que 10 baldosas eran 2m. Cuando habíamos acabado de hacerlo, la Marisa nos ha dicho
que fuéramos a la calle Mallorca. Pero como las baldosas no eran las mismas, tuvimos que ha-
cer una nueva medición. Cuando acabamos Marc se fue a la otra punta pero no lo podíamos
ver bien. La Marisa, otra vez, nos ha cambiado de calle hasta la calle Ragent. Allí lo hemos he-
cho bien. El único problema ha sido que había camiones en doble fila y no era lo mismo. Ha
sido muy divertido, pero estoy un poco <picada» porque con tanto cambio hicimos muchas me-
nos medidas de las que habríamos podido hacer
Martes 10 de marzo
Hoy, con la Vicky, hemos hecho una cosa muy complicada. Los m/s en km/s y todo esto no me
entero ni por casualidad. Y luego los factores de conversión no digamos. Nos han puesto unos
ejercicios muy complicados. No los entiendo. Los haré como pueda porque no tengo ni idea.
He preguntado a la Maite y empiezo a aclararme pero todavía no lo entiendo.
M. Domínguez,
Figura 6.21.
E.M. J.M. Zafra, 1992
Comparación entre los diarios de dos alumnos y del profesor en relación a la misma clase
(1 2 ESO)
Del profesor:
Hacemos las actividades que recuerdan la noción de ángulo y la forma para medirlo. Las ac-
ciones para construir un ángulo con el semicirculo graduado.
He repartido una fotocopia de cada observación de las sombras para poder hacer la actividad
3.10. Hacemos una discusión colectiva de alguno de los ejercicios para clarificar los concep-
tos, las acciones y todas las dudas que no estén resueltas.
De dos alumnos:
A. .... He aprendido también los ángulos que sus grados son el minuto y el segundo, que hay
el recto (90), plano (180°) y de giro completo 360°
Que hay convexos: los que miden menos que un ángulo plano.
Y los cóncavos: los que miden más que un ángulo plano.
Y también babría recto (90°) agudo (-90°) obtuso (+90°).
También que hay ángulos de orientación directa o positiva que son los ángulos que van el en
sentido contrario de las agujas del reloj y los ángulos de orientación inversa o negativa son los
que van en el sentido de las agujas del reloj.
Lo que no tengo muy claro es el ángulo como giro (actividad 3.13 pag. 3 a 26)
B. Hoy hemos corregido los ejercicios que había para hoy. El profe nos ha felicitado porque
nos habían salido unas bases de orientación sobre construcción de un ángulo, muy bien. El
profe insiste mucho en esto de las bases de orientación. Después hemos continuado los ejerci-
cios que nos había mandado antes, los ejercicios estaban relacionados con la actividad que hi-
cimos de medir las sombras a lo largo de un día.
250
Una actividad que favorece la autoevaluación es promover que los estudiantes 6.4.7 Actividades
comparen sus producciones con las del profesor/a. Un ejercicio muy interesante
es que el enseñante entregue su 'modelo' sin conocer previamente el realizado de comparación
por los estudiantes y una vez éstos han completado el suyo. entre las
producciones del
En uno de los ejemplos siguientes un alumno compara su mapa conceptual, alumnado y las del
elaborado a partir de una estructura de base acordada en el aula (figura 6.23),
con el de referencia que le entrega el profesor, posteriormente, a la elaboración profesorado
del suyo (figura 6.24). El estudiante explicita las diferencias entre los dos mapas
e identifica sus posibles errores:
top.; f.. A
.4-áa
uncid x --rf
Veceinago ax4 b)
1
p
kta
Utosetsola.
R. Rodriguez,
Figura 6.23
E.M. Juan de la Cierva, 1992
251
Actividad de autoevaluación del mapa conceptual de un alumno por
comparación con el del profesor.
está formada
por
regla
se f: A --> B
función
simboliza x y= f(x)
puede ser
V pendiente (a)
pueden ser ir vienen caracterizadas por dos parámetros
[ ordenada en
el origen (b)
a=0 a 0, b=0 a 0, b 0
F. Constantes F. de proporcionalidad gráfico: recta
directa que no pasa por
gráfico: recta el origen
horizontal gráfico: recta por el
origen
constante proporcional
252
Actividad en el que el estudiante debe comparar su producción con otra de muestra.
3er curso de ESO
En la hoja de información 2.1 se explica qué es la nutrición y los aparatos que intervienen en es-
te proceso. Leerla porque os será útil para realizar la siguiente actividad.
a) Las siguientes explicaciones las dió una alumna a algunas cuestiones de la actividad 2.1. La
alumna había estudiado el tema y lo conocía bien. Leerlas individualmente.
A continuación, podéis discutir en grupo qué es lo que entendéis de cada explicación y qué es lo
que no entendéis y lo anotáis. Despues, podéis consultar libros o a otros compañeros/as hasta que
creáis que lo sabríais explicar bien. En ese momento, podéis escribir una nueva explicación con
vuestras palabras.
a. 1) En el apartado b, se preguntaba ¿por qué el corazón late más deprisa despues de un es-
fuerzo?
La respuesta del estudiante fue: «Porqué se necesita mucha energía para poder realizar tanto
esfuerzo físico. Y esta energía se obtiene gracias a la combustión en las células de sustancias
obtenidas a partir de los alimentos. Estas sustancias y el oxígeno necesario, llegan a las células
a través de la sangre. Por tanto, para obtener más energía se necesita que llegue mucha sangre
a las células y por esto el corazón late más deprisa».
Lo entiendo bien:
No lo entiendo bien:
a.2) En el apartado c, se preguntaba ¿a qué crees que se debe que la orina en invierno sea más
abundante y de color más claro?
La respuesta del estudiante fue: «La orina es una disolución de agua y sustancias que se obtie-
nen en los diferentes cambios químicos relacionados con la nutrición. En verano, como suda-
mos mucho, eliminamos buena parte del agua que ingerimos a través de la piel. Por lo tanto,
se elimina menos agua por la orina y, en cambio, ésta contiene la misma cantidad de las otras
sustancias, por lo que la disolución es más concentrada. Es por esto que la orina en invierno
tiene un color más claro que en verano».
Lo entiendo bien:
No lo entiendo bien:
253
ANEXO 1. LA Q.TÉCNICA. EL Q SORT
a) ¿QUÉ SON LA Q.TÉCNICA Y EL Q.SORT?
Stephenson opone la Q.Técnica a las R.Técnica (en que se analizan las co-
rrelaciones entre las respuestas a un determinado test) y P.Técnica (donde lo que
se analiza son las correlaciones entre las personas). Según Stephenson, la
Q.Técnica consiste en concebir una experiencia en términos de personas para
evaluar las cualidades de los resultados en función de cada una, y hacer correla-
ciones entre ellas.
b) ¿CÓMO SE UTILIZA?
255
variable de intensidad. Es necesario que las proposiciones sean concisas, y neu-
tras para que no se coloquen automáticamente en una de las categorías de los
extremos.
para 16: 1; 4; 6; 4; 1
para 20: 1; 5; 8; 5; 1
CÓDIGO PERSONAL
(1)
DIFERENTES VALORES
DE LA VARIABLE (8)
DE INTENSIDAD
(1)
256
Cada participante recibe dos parrillas de clasificación idénticas del tipo elegi-
do, para que reparta los ítems en las diferentes montones según los valores de la
variable de intensidad propuesta, sin que haga falta precisar la clasificación inter-
na dentro de cada montón. (Precisión que sí que se podría o convendría pedir
en un segundo proceso de recogida de la misma información.)
+2 +2 +2
+1 15 1O +1 11) 3 4 1(1
9
o 12 13 o 15 12 13 9 II 15 16 12 13
14 9
1 6 14 8 16 14 7 6
7 -2 8 -2 8
-2 1/-2 2/-4
balance + 5 2 4 3 3 1
balance - -2 -4 -5 -1 -1 -3 2
total 5 2 4 3 -2 -4 -5 -1 3 -1 -3 1 2
257
Los totales de los diferentes ítems permiten una ordenación que se puede vi-
sualizar de la forma siguiente:
1()
15 12 13 9
6 16 14 7
Las flechas indican los sentidos escogidos para escribir, en los diferentes
montones, los números de los ítems, ordenados en ordre decreciente, según los
totales que les corresponden.
+2
+1 4 15 10 5 10
o 6 6 12 13
15 12 13 11
-1 II 16 14 8 6 16 14 7
7 8
VARIACIONES
(NÚMERO DE MONTONES) ÍTEMS
Se puede considerar que hay convergencia para los ítems que han sufrido
com máximo una variación de un montón.
258
e) ¿CÓMO SE PUEDEN COMPARAR LOS RESULTADOS DE DOS
UTILIZACIONES SUCESIVAS DE UN MISMO Q.SORT?
4 10 10 4 15
15 1 12 13 9 13 12 16 9
6 16 7 6 7 14
8
Los resultados se pueden escribir en columnas, lo que permite una lectura có-
moda de las variaciones sufridas por cada uno:
1 VEZ VEZ
+2[1 5
— 1
+1 5 10
10 4 Variaciones:
3 15 (n. de lugares) Ítems
15 2 9
11 +1 10. 15, 2, 13
12 13 +2 5, 7
o 13 12 +3 16
9 16 +4 11
11 9 -1 1, 12, 9, 14
-1 4,6
6 3 -7 3
16 7
14 6
7 14
-2[8 8
259
Una alternativa consiste en no distinguir el signo en la variación sufrida. Se
puede considerar que hay convergencia para variaciones de 0,1,2,3 y divergen-
cia para variaciones más grandes:
Convergencias O 5, 1,8
1 10, 15, 2, 13, 4, 12, 9, 14
2 7, 6
3 16
Divergencias 4 11
5
6
7 3
260
ANEXO II. LAS REDES SISTÉMICAS
a) ¿QUÉ SON LAS REDES SISTÉMICAS?
Como señalan .i.Bliss & Ogborn (1985):, detrás de cada palabra escrita en el
contexto de una frase hay un significado no directamente expresado por las pa-
labras. Un ejemplo que ilustra este hecho, propuesto por los mismos autores, es
el que se deduce del análisis de las palabras que se utilizan en el inicio de una
carta. Se puede poner Querido Juan, Apreciado Juan o Apreciado Sr. García.
Estos sistemas de palabras, en el momento de ser escogidas por el que escribe,
responden a expresiones de "intimidad", "informalidad" y "formalidad". El análi-
sis sistémico quiere recoger este significado de los sistemas de palabras y ha de-
sarrollado un poderoso formalismo para representarlo.
Son muchos los ejemplos al respecto. Dos estudiantes pueden utilizar la mis-
ma palabra -'partícula'- en sus explicaciones sobre un fenómeno dado -la disolu-
ción del azúcar en el agua-, pero uno la puede utilizar en alusión a partícula mi-
croscópica y el otro refiriéndose al trozo de azúcar visible. Del mismo modo dife-
rentes estudiantes pueden utilizar varias palabras :cosa', 'material', 'sustancia',
'elemento',...- para expresar la misma idea -'un compuesto es un tipo de material
formado por un solo tipo de sustancia'-. La red sistémica ha de dar el máximo
de información para que permita estudiar las expresiones desde muchos puntos
de vista diferentes.
Las 'redes sistémicas' que resultan del análisis, son estructuras que muestran
la dependencia y la independencia entre las ideas, sentimientos, valores,.., que
se expresan. Cada configuración posible es sólo una de las muchas que se pue-
den estructurar. Estas configuraciones son interpretaciones que la persona, que
las estructura, hace de lo que se dice o está escrito. Para enlazar lo que se dice o
se escribe con la 'red sistémica' .i.Bliss et al. (1983;) proponen unas reglas que
permiten establecer un lenguaje gráfico común entre los individuos que utilizan
261
esta metodología. Los criterios y los resultados que se obtienen pueden no satis-
facer ni a los lingüistas ni a los científicos, pero permiten conectar la descripción
de los datos con las posibles características (o interpretaciones) de estos.
Los aspectos mencionados son clases distintas sobre las que se organizan las
palabras, los dibujos, gestos, etc. Por ejemplo, delante de dibujos hechos por los
estudiantes sobre como se imaginan que están las partículas que forman el agua,
se pueden organizar los datos según dos aspectos: tipo de dibujo y tipo de mo-
delo; o delante de los datos recogidos en una entrevista, se pueden organizar en
función de los temas tratados y de los sentimientos que se manifiestan; o cuando
se analizan los procedimientos de resolución de problemas utilizados por los es-
tudiantes se puede organizar en función de las acciones que se hacen, de los co-
nocimientos que se utilizan, de las actitudes que se manifiestan, etc. También es
posible que los datos se recojan sólo desde un punto de vista o aspecto.
Los términos se agrupan mediante barras formadas por una línea vertical que
relaciona la categoría principal (que se sitúa a la izquierda) con las subcategorías
(que se sitúan a la derecha). El aumento de detalle se representa mediante una se-
rie de opciones interrelacionadas en un "árbol" de izquierda a derecha. A medida
que se avanza hacia la derecha se aumenta la precisión. Los términos que se sitú-
an al final se denominan y puede ser que no todos se situen al mismo nivel en el
árbol. Cuando se reflejan ideas o expresiones de los alumnos o profesores puede
ser adecuado que, a medida que se aumenta la precisión, los términos que se in-
cluyan en la red sean lo más parecidos posible a los que se han utilizado en los
protocolos. De esta forma se favorece la transparencia de los datos iniciales.
Los distintos aspectos se agrupan mediante una llave. Mientras que una "ba-
rra" agrupa las categorías que se excluyen entre ellas, la "llave" agrupa aspectos
262
que, como hemos visto, representan dimensiones independientes que se pueden
considerar en relación al tema. La figura 11.1 reproduce una estructura posible
de las redes sistémicas:
A'
Clase A —I
A"
Clase B
Aspecto P-
Clase C — D'x
D' —
Clase D
E _ D'y
D"
Clase X
Aspectonr Clase Y
Clase Z
Figura 11.1.
Como se puede comprobar, una red sistémica se hace más precisa hacia la
derecha, hasta el punto en que recoge todos los significados presentes en el do-
cumento para analizar, pero se hace general hacia la izquierda, a medida que se
encuentran categorías que permiten reunir algunos de los significados en un sis-
tema, y a varios de ellos en otro más amplio.
En la figura 11.2 se recoge un aspecto de una red sistémica que se refiere a las
causas del sabor dulce que tiene la mezcla de agua y azúcar y recoge las unida-
des de significado de las respuestas de los estudiantes; el símbolo de recursión
indica que respondieron utilizando uno o más de estos significados (fig. 11.2).
el azúcar es dulce
Causas del sabor dulce
el azúcar hace que el aigua sea dulce
Sanmartí, 1989
Figura 11.2.
263
cia, la hace más compacta. En el nuevo ejemplo (fig. 11.3), referente a sistemas
de transporte, podemos observar como el signo de recursión (red a la izquierda)
simplifica la red que representa la situación real (red a la derecha).
Ejemplo:
— tierra
— tierra
— aire
medio aire
— mar
- medio tierra/mar
mar
— tierra/aire
mar/aire
mar / tierra / aire
— natural
gasolina
Una red sistémica contiene una cantidad enorme de información, que hace
referencia a los significados interpretados por los estudiantes. Unos mismos tér-
minos se pueden combinar de muchas maneras distintas a la hora de estructurar
las categorías y los sistemas. Cada forma de organización constituye un paradig-
ma y es fruto de una selección que hace la persona que analiza los datos en fun-
ción de una finalidad determinada. A menudo, además, se introducen términos
que permiten orientan la lectura de los datos en función de este análisis. Una
buena red, de hecho, tiene que dar sentido a los datos y debe posibilitar y facili-
tar su estudio. Sin embargo, también debe procurar que no le condicione total-
mente y permitir que se hagan distintas lecturas y análisis.
Las figuras 11.4 y 11.5 muestran dos redes sistémicas construidas a partir de la
lectura de respuestas a una misma cuestión (explicación del cambio en la pro-
porción del color de las mariposas de una zona). Seguramente las expresiones
de los estudiantes no eran demasiado distintas pero las redes reflejan las finalida-
des de cada estudio.
264
— A lo largo del tiempo
— Los individuos
¿CÓMO ES
ESTE Referente a la "unidad" — La población
PROCESO de cambio
DE CAMBIO? — No hablan
— Por necessidad
Referente a comoa
produce el cambio
— Por supervivencia de los más aptos
y eliminación por depredación
En general, no es fácil confeccionar una buena red sistemica, es decir, que re-
coja la información significativa en relación a la lógica de la disciplina y en rela-
ción a la lógica del alumnado. Se deben conocer en profundidad los conceptos
y/o procedimientos a los que hace referencia y a la investigación que se ha he-
cho sobre ellos. Además, se debe idear una estructura que sea visualmente rica y
ponga de manifiesto los aspectos más relevantes. Generalmente, construir una
red sistemica útil requiere haber hecho previamente muchos ensayos.
265
ANEXO III. METACOGNICIÓN Y APRENDIZAJE
A causa del carácter amplio del término metacognición, este término no tie-
ne el mismo significado para los distintos autores que trabajan en este campo, y
a veces para un mismo autor el término comprende cosas que son claramente
distintas y pertenecen a fenómenos de orden diferente.
267
Por otro lado, las investigaciones sobre el comportamiento de expertos en
una determinada área de conocimiento, que al ser expertos se supone que han
desarrollado también notables comportamientos metacognitivos, han permitido
considerar tres niveles de apreciación metacognitiva:
268
cho proceso. O se puede limitar a las dos primeras etapas si, en el caso de ha-
berse producido un juicio metacognitivo, el individuo no toma ninguna decisión
(figura 11.1) .
Una vez el individuo haya tomado una decisión, de ella se pueden derivar
comportamientos que constituyen acciones reguladoras, son los productos de la
metacognición reguladora.
Proceso
metacognitivo
Juicio
metacognitivo
Decisión
metacognitiva
acciones reguladoras
Figura 111.1.
Non para nombrar el conocimiento general sobre los factores que favorecen
el aprendizaje o una categoría de operaciones cognitivas que considera que no
pertenecen propiamente a la metacognición, propone usar el término "conoci-
mientos generales sobre los procesos mentales", o bien, aceptando la propuesta
de Flavell, que incluye esta interpretación en su definición de metacognición, el
término conocimientos metacognitivos.
269
- La asimilación. Algunos individuos, colocados en una determinada situa-
ción, la modifican para hacer que la nueva información sea interpretable en
el marco de sus estructuras cognitivas ya existentes.
Así, por ejemplo, el enseñante que pretenda evitar la intervención de los ra-
zonamientos espontáneos incorrectos en el aprendizaje de los alumnos, pondrá
especial atención en comprobar cuales son éstos, a través de su explicitación
por los estudiantes, y propiciará el contraste con otras representaciones para
permitir que el alumno descubra su inadecuación a una determinada situación.
Y así análogamente para las otras posibles causas que provocan el sesgo del
juicio metacognitivo.
270
ANEXO IV. LA TEORÍA DE LA ACTIVIDAD DEL
APRENDIZAJE Y LA AUTORREGULACIÓN
En este anexo, abordaremos con más detalle algunas aportaciones que pro-
vienen del campo de la denominada Teoría de la Actividad del Aprendizaje pues-
to que creemos que, por la relevancia que dichas aportaciones adquieren en el
dispositivo pedagógico que se ha ido perfilando a lo largo de este texto, bien
merece una especial atención.
El papel del enseñante es, por un lado, de diseñador de situaciones que favo-
rezcan estas interacciones sociales y, por el otro, de participante activo en este
proceso constructivo. Para ello debe tanto planificar actividades de enseñanza
adecuadas a cada objeto de estudio que motiven a los estudiantes a su aprendi-
zaje, proporcionen la información necesaria, promuevan mecanismos de control
y de regulación de este proceso. etc., como promover un ambiente de clase y
unos valores que faciliten la verbalización de las ideas y formas de trabajo (suyas
y de los estudiantes), el intercambio de puntos de vista, el respeto a todos ellos,
su confrontación y la elaboración de propuestas consensuadas.
271
Esta teoría analiza detalladamente la actividad de aprendizaje y señala a las
acciones com la principal unidad de dicha actividad humana. Considera que el
aprendizaje de los conocimientos, contemplados como representaciones de los
objetos, fenómenos, acciones, etc., del mundo material, sólo se produce a través
del aprendizaje de las actividades adecuadas a ellos.
IV.1.1. Actividad En el nivel más general, la unidad de análisis es la actividad que relaciona el
hombre (sujeto) con el mundo. Según Leontiev (1989); "La actividad es una uni-
dad molar, no aditiva, de la vida . La función real de esta unidad es orientar
al sujeto en el mundo de los objetos ... , es un sistema que tiene su propia es-
tructura, sus propias transformaciones internas y su propio desarrollo."
272
- el objeto es transformado en su imagen o forma subjetiva por la actividad
humana con la ayuda de los instrumentos;
ACTIVIDAD'
OBJETIVO MOTIVO
coinciden
relacionados por el
SENTIDO DE
LA ACTIVIDAD
Figura IV. /.
273
Se puede decir que la actividad de comunicación permite que otras formas
de actividad humana se puedan llevar a cabo y se desarrollen, puesto que
posibilita la interacción social y la cooperación.
Así pues, las acciones que realizan la actividad son estimuladas por el motivo
de ésta, pero están orientadas por su propio objetivo. Una característica de la
acción es la no coincidencia del motivo y del objetivo.
SUJETO OBJETO
dirigida al
ACCIÓN
orientada
hacia la impulsada
elementos
consecución por el
del estructurales
OBJETIVO MOTIVO
OBJETIVO DE LA
ACTIVIDAD REALIZADA
Figura
274
La acción tiene los mismos elementos estructurales de la actividad:
- el motivo;
- el objetivo,
y relaciona el sujeto con el objeto. Siempre está dirigida al objeto material o ide-
al, pero además de su aspecto intencional (¿que objetivo se quiere alcanzar?),
tiene también su aspecto operacional (¿cómo?, ¿de qué modo se puede alcan-
zar?), que no está determinado por el objetivo, sino por las condiciones concre-
tas bajo las que se ejecuta la acción. Considerando dichas condiciones, el objeti-
vo se concreta en la tarea que se plantea al individuo y la acción interviene co-
mo solución de dicha tarea.
Los métodos mediante los que se realiza la acción son denominados, por Le-
ontiev, operaciones. Éstas son las unidades de análisis del tercer nivel. Toda ac-
ción incluye un conjunto de operaciones que se deben cumplir en un determina-
do orden y cuya ejecución constituye el proceso de realización de dicha acción.
Las operaciones no están correlacionadas ni con el motivo, ni con el objetivo de
la acción que conforman, sino con las condiciones bajo las que ésta se lleva a
cabo.
NIVEL DE
ANÁLISIS UNIDADES
correlacionada
ir ACTIVIDAD MOTIVO
correlacionada
29 ACCIÓN OBJETIVO
correlacionada
3r OPERACIÓN CONDICIONES
Figura 1V3.
275
ción, y el método elegido para resolverla (analítico, gráfico,...) constituirán el
conjunto de operaciones que materializan la acción.
También puede suceder que una acción se convierta en actividad, cuando ad-
quiera fuerza impulsora propia. En el ejemplo anterior, puede suceder que el es-
tudiante, en el curso de la resolución del problema, que al principio abordaba sin
interés, se sienta motivado por una de sus etapas, por ejemplo, en la resolución
de la ecuación. Entonces este proceso se convierte en actividad para él, ya que
el motivo coincidió con el objetivo.
Pero puede suceder que en una determinada acción cambien las condiciones
bajo las que se debe llevar a cabo. En dicho caso la acción es la misma, pero el
conjunto de operaciones que la realizan habrá cambiado.
Una acción puede, también, venir englobada como procedimiento en otra ac-
ción con un objetivo más general, es decir como operación para alcanzar dicho
objetivo.
O la acción de identificar un ciclo de vida, puede ser parte de una acción més
general como identificar una especie y éste, a su vez, ser una acción del concep-
to de comunidad.
276
En el apartado anterior, hemos señalado que la acción tiene los mismos ele-
IV.2. PARTES
mentos estructurales que la actividad.
ESTRUCTURALES
La acción relaciona el sujeto con el objeto, es impulsada por el motivo de la Y FUNCIONALES
actividad que realiza, y está orientada hacia la consecución de su objetivo. Así
pues, es de notar que su objetivo no coincide con el motivo. DE LA ACCIÓN
La realización de una acción por el sujeto presupone la existencia de una
cierta representación de esta acción y de las condiciones en que se lleva a ca-
bo. Estas representaciones constituyen un elemento de estructura denomina-
do base de orientación de la acción (Talizina, 1988; Gabay, 1991;), que es
el conjunto de condiciones en las que se basará el sujeto para efectuarla. Es-
tas representaciones son el factor esencial en la ejecución con éxito de la ac-
ción.
277
- la parte orientadora;
- la parte ejecutora;
- la parte de control-regulación.
Así pues, la parte orientadora está relacionada con el uso que hará el sujeto
del sistema de condiciones que conformen la base de orientación de la acción, y
que llevarán a la ejecución con éxito de esta acción.
Así, tal como destaca Talizina (1988);, cualquier acción compleja representa
una especie de microsistema de dirección que incluye:
278
PARTE ORIENTADORA PARTE DE CONTROL-REGULACIÓN
U
ÓRGANO DE DIRECCIÓN
U
PARTE EJECUTORA ÓRGANO DE OBSERVACIÓN
U Y
ÓRGANO DE TRABAJO DE COMPARACIÓN
Figura 1V4.
Cualquier acción humana viene caracterizada por diversos parámetros, cada IV.3.
uno de los cuales posee algún indicador cualitativo o cuantitativo que permite
determinar su grado de formación. Estas características pueden ser primarias o CARACTERÍSTI-
independientes, y secundarias o dependientes. CAS PRIMARIAS
Las características primarias son independientes las unas de las otras, en el Y
sentido de que el grado o nivel de formación de cada una de ellas es indepen- SECUNDARIAS
diente del de las otras. Galperin (Talizina, 1988; Gabay, 1991;) señala como DE LA ACCIÓN
propiedades primarias de la acción:
a) la forma;
b) el nivel de generalización;
a) La forma
- la forma material;
- la forma verbal externa;
- la forma mental.
279
Ejemplo 1
Forma material
Figura 1V.5.
forma materializada
Figura 1V.6.
Ejemplo 2
280
a
Figura IV 7.
a a
Figura IV8.
Figura IV9.
281
a a
a
a a2 1 a.b
- — 4——
a.b b2
Figura /V.10.
36: 3 = 12
- Dos terceras partes son dos veces una tercera parte, así 2/3 de 36 serán el
doble de 12:
12. 2 = 24
Notemos que la forma verbal externa no significa saber explicar cómo debe
hacerse, sino hacerlo pero en forma de lenguaje verbal o escrito.
282
modelos o los esquemas, pero no experimentan cambios en la realización de la
acción.
2
de 36 = 34
3
b) El nivel de generalización
283
De la misma forma, en el aprendizaje del concepto de disolución será necesa-
rio analizar situaciones muy próximas y conocidas, como el caso de la disolución
del azúcar en agua o de la sal, para identificar las características que permiten
definirlo, e ir ampliando el campo de aplicación de dicho concepto (y de sus ca-
racterísticas) a otros disoluciones líquido-líquido, líquido-gas, sólido-sólido, etc.
En este proceso se deberá llegar a una conceptualización que abarque todos los
tipos de disoluciones.
Pero hay que tener en cuenta que , por ejemplo, saber que
284
Además de estas cuatro características primarias, la Teoría de la Actividad
(Talizina, 1988) considera un conjunto de características secundarias de la ac-
ción. Estas características dependen de las primarias, en el sentido de que evolu-
cionarán en estrecha relación con las transformaciones de los parámetros pri-
marios en el decurso de la acción.
a) la significatividad
b) el carácter consciente;
c) el grado de abstracción;
d) la perdurabilidad.
a) La significatividad de la acción
Para que una acción sea significativa para los alumnos, será necesario que su
base de orientación incluya las condiciones esenciales para su realización. De-
penderá también del hecho de que en sus primeras formas (material, verbal ex-
terna) la acción se presente completamente desplegada, ya que de esta manera,
los estudiantes podrán captar mejor su lógica interna.
Cuanto mayor sea el número de situaciones en las que sea útil, es decir, cuan-
to mayor sea el nivel de generalización, más significativa será esta acción para el
que aprende.
b) El carácter consciente
c) El grado de abstracción
d) La perdurabilidad
285
la generalización y automatización de la acción. Varía desde una acción efímera,
cuando poco tiempo después de su formación el alumno es incapaz de efectuar-
la correctamente, hasta una acción permanente y duradera.
IV.4. LA BASE Ya hemos señalado que la parte orientadora de la acción se sustenta sobre la
base de orientación de la acción, que viene a ser el andamiaje que permitirá lle-
DE var a cabo las operaciones de anticipación y planificación de la acción. Por lo
ORIENTACIÓN tanto, el éxito en la realización de esta acción dependerá en gran manera del
DE LA ACCIÓN contenido de su base de orientación.
Pero, ¿qué conocimientos serán necesarios para construir una base de orien-
tación? ¿Existen diversas modalidades de bases de orientación o sólo hay de un
único tipo? Caso de haber diferentes modalidades, ¿son igualmente efectivas pa-
ra la formación de la acción? ¿Qué ventajas e inconvenientes comporta cada ti-
po? ¿Cómo se elaboran?
Para construir una base de orientación, tal como indica Nunziati (1990;) será
necesario:
- Primero hacerse una idea del objetivo que se pretende alcanzar con la tarea
propuesta, lo cual implica la determinación de la categoría de problemas a
la que pertenece la situación planteada. Por ejemplo, si se trata de una
construcción geométrica, de un problema de álgebra, de la redacción de un
informe de laboratorio, de un resumen de texto, de un cálculo numérico, de
la definición de un concepto, etc. La determinación del tipo de problema
permite representarse el producto final esperado, el tipo de acción o accio-
nes que comporta, y el conjunto de operaciones que deben realizarse para
llegar a este producto. Todo ello facilita la elaboración de una representa-
ción de la acción y del producto final.
286
En cuanto a la completitud puede ser completa o incompleta, según que in-
cluya cada una de las condiciones necesarias y suficientes para la realización con
éxito de la acción, o sólo contenga una parte de ellas.
Estas bases completas se pueden distinguir por los otros dos parámetros, tal
como queda recogido en el cuadro siguiente de la figura IV. 11.
Figura IV.//.
El tercer tipo se distingue del segundo en que es elaborada por los mismos
alumnos según un método que les proporciona el profesor o la profesora. Es el
tipo de base de orientación más eficaz en la formación de la acción que no sólo
avanza más rápidamente y sin errores, sino que las acciones así formadas son
muy estables frente a cambios de condiciones de realización, y fácilmente pue-
den ser transferidas a otras situaciones.
Los tipos de base de orientación que se han mostrado más efectivos respecto
a la formación de la acción y a la transferencia a otras situaciones de la misma
categoría son el tercero seguido del segundo, aunque en este caso su campo de
aplicabilidad es más restringido.
287
El tipo 1 se puede usar con éxito cuando se requiere que los alumnos formen
sin errores y rápidamente las acciones aplicadas en condiciones concretas, pero
la transferencia a otras situaciones de la misma categoría es muy baja.
La principal diferencia entre los tipos 2 y 3, y los 1 y 4, reside en que los dos
primeros implican un análisis sistémico del objeto de estudio, y en los dos últi-
mos el análisis es a nivel de fenómeno, sin entrar en la esencia de la acción. Es
por esta razón que los tipos 2 y 3 requieren un esfuerzo mucho mayor por parte
del profesorado, ya que debe realizar un análisis sistémico de los temas a ense-
riar, lo que comporta una reestructuración de los contenidos, determinar las uni-
dades invariantes de estos contenidos, los componentes de estos invariantes y
las posibles variantes de estos componentes.
Siempre que sea posible, será recomendable usar una base de orientación del
tercer tipo, es decir completa, general y elaborada por el mismo alumno/a a
partir de un método general que le proporcione el profesorado.
Pero, ¿qué proceso puede seguirse para construir una base de orientación?
288
b) ¿Cuál es el resultado esperado de las operaciones proyectadas?
Ejemplo 1
d) Operaciones:
Dibujar con centro en cada uno de los extremos del segmento arcos de
circunferencia de la misma amplitud y tales que esta amplitud sea supe-
rior a la mitad de la longitud del segmento. De esta manera estos arcos
se cortarán en dos puntos que equidistarán de los extremos del seg-
mento y, por consiguiente, serán puntos de la mediatriz.
- Dibujar la recta que pasa por estos dos puntos, que será la mediatriz
del segmento porque dos puntos determinan una recta.
Hemos señalado sólo una estategia utilizando regla y compás. El orden de eje-
cución de las operaciones es el mismo en que se han descrito en el punto ld.
289
b) ¿Cuál es el resultado esperado de las operaciones proyectadas?
ACCION CONSTRUCCION DE LA
MEDIATRIZ DE UN SEGMENTO
segmento
— mediatriz
arco de circunferencia
propiedad de los puntos de la mediatriz
Señalar los dos puntos de
intersección de los arcos
cada punto equidista de los extremos
dos puntos determinan una recta
Dibujar la recta determinada
por estos dos puntos
Figura IV 12.
Ejemplo 2
290
CATEGORIA
LECTURA DE UN GRAFICO
puede • ser
puede ser
deben considerarse
ASPECTOS ASPECTOS
LOCALES GLOBALES
ACCIONES
sobre los 2 j es ven general
Figura 1V13.
Ejemplo 3
291
adecuación de los procedimientos generales al caso concreto planteado, y todo
ello antes de usar las técnicas específicas de la clase de problemas identificados.
Pero, ¿cual es el proceso a través del cual los alumnos van adquiriendo el do-
minio de una determinada acción?
IV.5. TEORÍA DE Galperin es el autor de Teoría de la Formación por Etapas de las Acciones
mentales. En esta teoría (Talizina, 1988; Gabay, 1991;) se distinguen 6 etapas
LA FORMACIÓN en el proceso de aprendizaje de la acción:
POR ETAPAS DE
a. Etapa de la creación de la motivación necesaria para la formación de la acción.
LAS ACCIONES
MENTALES b. Etapa de la elaboración del esquema de la base de orientación.
292
Se presenta a los estudiantes el contenido de la base de orientación, las ope-
raciones que deben ejecutarse para realizar la acción y el orden en que es nece-
sario efectuarlas, tanto las correspondientes a la parte orientadora, como las de
la parte ejecutora y las de la parte de control-regulación.
Pero, en esta etapa los alumnos no realizan aún la acción, sino que sólo se
hacen una representación de como realizarla, de las condiciones necesarias y su-
ficientes para efectuarla con éxito, y del producto esperado. En consecuencia,
no se puede producir el aprendizaje de la acción, dado que no es lo mismo en-
tender como debe hacerse una cosa, que hacerla. La adquisición del dominio de
una acción sólo se puede producir mediante la actividad del que aprende y no
sólo observando como lo hace otra persona. Este proceso de aprendizaje se rea-
liza en las 4 etapas siguientes.
Por otro lado, en esta etapa se debe preparar la siguiente, por lo que la for-
ma material o materializada se combina desde el principio con la verbal externa.
Por lo tanto, es conveniente que los estudiantes verbalizen cada una de las ope-
raciones que ejecutan de forma material.
293
Por medio del lenguaje se pueden presentar nuevas situaciones típicas que no
podían existir en la forma material o materializada, lo cual aumenta el nivel de
generalización de la acción.
En este proceso de formación por etapas de las acciones mentales, los valo-
res de los indicadores de las características principales de la acción experimen-
tan una serie de transformaciones. Dado que el cambio de la acción por la for-
ma se considera el carácter determinante en cada etapa, el paso de una forma a
la siguiente es un indicador del paso de una etapa a la etapa posterior.
294
¿El control ha de ser externo o interno? ¿Sistemático u ocasional?, es decir
¿sobre todas las tareas propuestas a los alumnos o sólo de algunas? ¿Operación
por operación o del producto final? Y en caso de control externo, ¿quién debe
realizarlo: el profesor, el mismo alumno u otro alumno?
De forma general, indica que el control externo debe ser substituido progresi-
vamente por el control interno, que se convierte en un acto de atención del
alumno, y que el control por operaciones es mucho más eficaz que el del pro-
ducto final. Pero también pone de manifiesto el hecho de que es conveniente
que, dentro de alguna de las etapas, el tipo de control evolucione.
Así, recomienda:
Por otro lado, en el caso del control externo, el hecho de que sea realizado
por el profesor, por el mismo alumno o por otro alumno, no parece tener in-
fluencia sobre la calidad de la acción formada, pero en cambio la forma novedo-
sa del control y el control mutuo (de la producción de un alumno por otro alum-
no) favorecen la motivación por el aprendizaje.
295
cuadas a dichos conocimientos y del contenido de sus bases de orientación. Por
ejemplo, supongamos que un alumno o alumna debe aprender un determinado
concepto. Si lo único que hace es aprenderse de memoria su definición, esta ac-
tividad no es la más adecuada para realizar dicho aprendizaje. Para conseguir
una buena calidad del nuevo conocimiento deberá identificar los objetos que co-
rrespondan a este concepto, pero también, hacer comparaciones con otros con-
ceptos, inferir consecuencias del hecho de saber que un determinado objeto es
de la clase considerada, relacionarlo con otros conceptos, etc. Cuanto más am-
plio sea el abanico de acciones que lo sustente, mejor será la calidad del concep-
to aprendido.
Podemos, pues, señalar los siguientes como algunos de los principales facto-
res que determinan la bondad del proceso de aprendizaje de los conocimientos:
IV.6.1. Los La Teoría de la Actividad (Talizina, 1988;) destaca tres acciones básicas que
deben formarse en el proceso de asimilación de un concepto:
conceptos y les
accions que los - la acción de la inclusión en el concepto;
sustentan - la acción de la elección de las condiciones necesarias y suficientes para re-
conocer si un objeto pertenece a un concepto;
- la acción de deducción de las consecuencias del hecho de que un objeto
pertenece a un concepto.
296
si este objeto tiene un conjunto de propiedades o características que permitirán
decidir si pertenece o no al concepto dado.
Por ejemplo:
- etc.
Por ejemplo:
- si sabemos que un material es una mezcla, podemos asegurar que está for-
mado por dos o más sustancias, que se conservan las propiedades de dichas
sustancias, que se pueden separar por métodos físicos, que su proporción
puede variar, que en el modelo que representa la mezcla las partículas (áto-
mos, moléculas o iones) estan distribuidas al azar, etc.
Por ejemplo:
297
1. si és un ángulo;
2. si su medida és de 90 0 ,
o bien
1. si és un ángulo;
2. si los rectas soporte de sus lados se cortan formando cuatro ángulos igua-
les.
o bien
o bien
Está claro que estas tres acciones no son las únicas que determinan la calidad
del concepto formado pues, tal como se indicó en el apartado IV.5, cuanto más
ámplio sea el abanico de las acciones en las que se sustenta mejor será la calidad
de dicho concepto.
Se pueden citar como acciones que también están relacionadas con la forma-
ción de los conceptos: la comparación de conceptos, la clasificación, establecer
relaciones entre los conceptos de un determinado sistema, etc.
Así, por ejemplo, en el marco de esta teoria se indican las siguientes condi-
ciones para asegurar el aprendizaje de la acción de inclusión en el concepto:
298
d) La formación por etapas de la acción.
Esta base de orientación será de un tipo mixto pues su parte específica será
completa, particular y preparada y su parte lógica, completa, general y prepa-
rada.
Así, el alumno o la alumna recibe, al inicio del proceso de aprendizaje del pri-
mer concepto, la parte lógica de la base de orientación en forma general y la
parte específica. Durante este proceso se apropiará de ambas partes y por lo
tanto en aprendizajes de nuevos conceptos sólo necesitará conocer la parte es-
pecífica.
Una base de orientación del tipo descrito se puede esquematizar como se in-
dica en la figura IV. 14.
Inclusión en el
concepto
II III
Sistema de 1. I. +(?) + (?)
características 2. 2. +(?) + (?)
necesarias y
suficientes del
concepto n. n. 11.
Figura IV 14.
299
Se usan los símbolos +, ? delante del número correspondiente a una de las
caracacterísta para indicar que el objeto posee esta característica, no la posee o
no se puede asegurar nada. Los símbolos +, ? después del segmento vertical
indican que el objeto se puede incluir en el concepto, no se puede incluir o no
se puede afirmar nada.
Inclusión en el
concepto de mediatriz
de un segmento
parte lógica
parte específica
II
Sistema de 1. es una recta
características 1.
2. divide al segmento 2. 2.
necesarias y en dos partes iguales
suficientes del 3. 3.
3. es perpendicular al
concepto segmento
Figura IV.15a.
Inclusión en el
concepto de
ebullición
parte lógica
parte específica
1. es un cambio de II
Sistema de
características estado
necesarias y 2. la sustancia pasa de 2.
suficientes del estado líquido a gas 3.
concepto 3. la temperatura se
mantiene constante
Figura IV.15b.
300
b) La determinación del estado inicial de los alumnos en relación a
los elementos estructurales y funcionales de la acción
Por otro lado, conviene también comprobar si los alumnos tienen un buen
dominio de conocimientos de caracter mucho más general. Por ejemplo, si las
tareas programadas implican una buena comprensión de las prescripciones ora-
les o escritas, se deberá determinar si los estudiantes tienen desarrollada una
buena capacidad de comprensión lectora. En caso que ésta fuera deficiente será
preciso incluir tareas que les ayuden a mejorarla.
301
•
Procederíamos de la siguiente manera:
302
Para la primera característica
Indicar la característica
Comprobar si el resultado es
correcto
no as característica,
se han terminado?
sí
Figura 1V.17.
forma mental. Al inicio de esta etapa el control es por operaciones y del produc-
to final y de manera progresiva sólo del producto final.
Así, por ejemplo, para la generalización de la parte lógica será necesario que
los estudiantes se enfrenten con un conjunto de situaciones que incluyan cada
303
uno de los casos fundamentales de la regla lógica, es decir, que el resultado sea a
veces afirmativo, a veces negativo y otras veces que no se pueda asegurar nada,
pero también con casos con condiciones indefinidas o con exceso de condiciones.
Pero también, se puede dar el caso de alumnos para los que el número de ta-
reas propuestas es excesivo pues ya han formado la acción de manera adecuada
con un número más reducido que el propuesto en general. Son aquellos estu-
diantes que tienen un ritmo de aprendizaje más rápido que el de sus compañe-
ros. En estos casos se tiene que prever el paso anticipado a la etapa posterior.
304
tenecer a un concepto, o la de comparación de conceptos o la de clasificación,
etc, siguen básicamente el mismo proceso de formación.
305
La teoría citada contempla dos vías de formación de los procedimientos:
Hay una manera alternativa de proceder, que es formar las acciones indepen-
dientemente hasta la forma verbal externa y los ulteriores cambios por la forma se
realizan de manera global en el mismo proceso de formación del procedimiento.
Así, en el caso de las transformaciones afines del plano, el análisis de las ca-
racterísticas de las transformaciones llamadas movimientos (traslaciones, giros
306
Indicar qué es lo que debe demostrarse
Pasar al otro
sistema
no 6 e puede incluir e
b'eto en el concepto?
sí
Figura IV.18.
307
Si ABCD es un cuadrado,
entonces sus diagonales son perpendiculares.
3. Siempre hay una relación determinada entre la distancia d(A,B) entre dos
puntos A y B, y la d(A',B') entre sus imágenes A' y B'. Más concretamente:
308
a) efectuar un giro de centro un punto;
b) efectuar una traslación de vector dado;
c) efectuar una simetria respecto de un eje;
d) efectuar una homotecia de centro un punto y razón dada,
- Un objeto final.
BASE DE ORIENTACIÓN
CATEGORÍA: Problema de geometría
ACCIONES
51 V
Indicar el objeto
Indicar el objeto respecto --punto
— inicial de la
transformación del cual se realiza la recta
transformación — vector
1
Indicar el objeto final de la transformación
Figura 1V20.
309
PARRILLA DE AUTOCONTROL
ACTIVIDAD:
transformación Trabajo 1 Trabajo 2 Trabajo 3 ...
geométrica
Objeto inicial
de la tranformación
Acción elegida
Objeto final
Figura IV21.
Este tipo de procedimiento general permite que los alumnos se den cuenta de
los invariantes y componentes comunes de todas las transformaciones afines, y
que al variar los componentes puedan obtener la diversidad de tipos particulares
de estas transformaciones.
310
EPÍLOGO
Hasta aquí hemos presentado nuestras reflexiones y propuestas didácticas en
relación a la regulación continua de los aprendizajes considerada como un pro-
ceso que integra de forma sistemica evaluación, enseñanza y aprendizaje.
311
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