Origenes Del Derecho Notarial Dominicano
Origenes Del Derecho Notarial Dominicano
Origenes Del Derecho Notarial Dominicano
Scribae: Eran funcionarios estatales que prestaban sus servicios a las órdenes de los
pretores que Roma enviaba a las provincias y a quienes asistían extendiendo actas,
escribiendo decretos, órdenes y custodiando los documentos oficiales.
Notarii: Estos eran los amanuenses, o personas que escribían a mano lo que se les
dictaba, para cuyo trabajo usaban abreviaturas o notas de donde derivaron su nombre.
Su técnica era similar a la ya, en desuso, taquigrafía.
Tabellions: Con este nombre se conocían a las personas privadas que, por autorización
del Estado, habían adquirido la facultad para extender y legalizar documentos sobre
diversos negocios jurídicos. No ejercían oficio público y sus documentos no tenían fe
pública, aunque sí tenían valor probatorio y fuerza legal ante los tribunales.
Además, por el valor probatorio que tenían sus actas, las que, no tenían fe pública pero
eran creídas por las declaraciones de testigos.
Poco después de esto, ya para el siglo X, la figura del notario se traslada a la cultura
Árabe, en donde tuvo su gran impacto y crecimiento combinando las culturas España-
Musulmana.
Es aquí en donde nace la Escuela de Bolonia (Italia) como la primera Escuela Notarial,
dentro de una órbita cristiana, la cual tuvo sus inicios por allá en el siglo XIII, como
resultado esta Escuela crea un Notario con un ¨Publicum Officium¨ (Oficio Publico),
este oficio estaba retribuido por los particulares y exigía una investidura en el cargo, por
lo que recaía sobre él la autoría del documento dotado de fe pública. i (1 Justiniano I, fue
emperador de Bizancio (527-565)).
Con la consolidación de esta Institución Notarial tras el impulso que le diera la escuela
de Bolonia, España fue reconocido como el país que iniciara el movimiento legislativo
en procura de organizar la institución notarial, a la fecha perduran muchos de los
aspectos, detalles y formas de sus actuaciones.
La normativa Notarial tuvo su evolución en España, en donde nace El Fuero Real, que
no es más que un texto jurídico que ha recibido diversos nombres a lo largo de los años, como
Fuero de las Leyes, Libro de los Consejos de Castilla, Fuero Castellano.
Hoy se le conoce como Fuero Real, nombre adoptado en el año 1505. Es significativo el
Prólogo del mismo que enfatiza el objetivo del Fuero Real: “se otorga para que todos los
pueblos sepan vivir en paz y con arreglo a unas leyes que castiguen a quien hiciera daño y que
los buenos vivan seguros”. Está constituido por 550 leyes. Divididas a su vez, en cuatro libros y
72 títulos.
Este Fuero Real Consistía en una compilación de fueros municipales y leyes que fue
promulgado en el año 1255 y en el que se habla de los escribanos públicos y la
necesidad de jurados con el fin de evitar contiendas. Al mismo tiempo, se establece la
obligatoriedad de otorgar testamento ante escribano, sinónimo en aquel entonces de
Notario.
Luego del Fuero Real, fue el El Espéculo, que Consiste en un manuscrito incompleto
obra de Alfonso X El Sabio que perseguía dar a Castilla un derecho único y territorial.
Contiene 5 de los 12 libros que componían el texto primitivo por lo que, los
historiadores creen que, es posible, que fuera un borrador o anteproyecto de las Siete
Partidas. Los cinco libros versan sobre las siguientes materias: 1) de la ley y el
legislador y de materias religiosas; 2) de la Constitución política del Reino; 3) de la
Constitución de Derecho Militar; 4) de la organización de la Justicia, y 5) del
procedimiento. Su nombre originario fue “Espejo de todos los Derechos”. Nunca fue
publicado oficialmente, ni tuvo vigencia, pero su influencia es incuestionable,
adquiriendo gran autoridad en el siglo XIV, pues fue estudiado y citado por
jurisconsultos.
i
TARRAGÓN ALBELLA, E. Derecho Notarial. (Coord. Joaquín Borrell). Tirant lo Blanch. Valencia, 2011. Pág. 29.
El primer notario de América fue Don Rodrigo de Escobedo, escribano de cuadra y del consulado
del mar, que era en esos tiempos la institución encargada de regular las relaciones y las actividades
marítimas-comerciales en España, quien en ejercicio de sus funciones acompaño a Colon en su
primer viaje y levanto un acto que da cuenta de la toma de posesión de la isla de guanahani, en
nombre de los Reyes, isla que el Almirante llamo San Salvador.
Hernán Cortes, notario en Azua, el legendario conquistador de México, Don Hernán Cortes, ejerció
la escribanía en nuestra isla, en el ensayo sobre el notario Mexicano, se precisa que cortes había
nacido en Medellín, Villa de la provincia de Badajoz, España, en 1485 y que había sido empleado
de notarios en Valladolid y Sevilla, antes de venir como expedicionario a las Ameritas recién
descubiertas. Vino a la isla con Nicolás de Ovando en 1502 y en 1504 solicita ser nombrado
escribano del Rey para la ciudad de Santo Domingo, pero no obtiene éxito, posteriormente obtiene
la escribanía del ayuntamiento de Azua, Cargo que ejerció hasta 1511.
El viernes 3 de agosto de 1492, cuando el futuro almirante de la mar oceana, parte desde el puerto
de palos de Moguer, en la calavera "Santa María", capitaneada por el propio Cristóbal Colon, viene
con Don Rodrigo de Escobedo, escribano de toda la armada, por ser el primero en pisar tierras
Americanas y haber tenido el honor de levantar el acta en la que requería a los indígenas que le
manifestaran si tenían alguna objeción contra la ocupación que hacían de esos territorios en nombre
de los reyes de España.
La primera disposición que se refiere a los escribanos esta contenida en el derecho No. 16 de la
Junta Central gubernativa, sin fecha pero que se cree debió ser de agosto del 1844, en la cual se
obliga a que los actos antes escribanos se hagan en papel sellado del gobierno y que dispone para
cada acto que papel y que costo tendrá. El 4 de julio de 1845 se dicta el decreto no. 59, que disponía
en su artículo 1° que la suprema corte de justicia designe los escribanos públicos previo examen y
establecía las incompatibilidades de las funciones con cualquier otro empleo, excepto el de
secretario del ayuntamiento, posteriormente, el decreto no. 108 del 23 de junio de 1847 obliga a que
los archivos de las antiguas escribanías publicas hasta el 1821 se entregaran a la suprema corte de
justicia y los de 1822 en adelante se les entregue a los escribanos que les sucedieron.
Existen múltiples definiciones del mismo, entre ellas, que es el “conjunto de disposiciones
legislativas, reglamentarias, usos, decisiones jurisprudenciales y doctrinas que rigen la función
notarial y el instrumento público notarial”.
La definición que aporta la ley dominicana es como continua: "el Notario es un oficial publico
instituido para recibir los actos a los cuales las partes deban o quieran dar el carácter de autenticidad
inherente a los actos de la autoridad pública y darles fecha cierta, conservarlos en depósito y
expedir copias de los mismos.
El objeto del Derecho Notarial esta enmarcado en cuatro Teorías fundamentalista que son:
Teoría Legalistas: Que sostienen la aplicación del derecho privado a través del documento notarial o
la simple dación de fe pública en los actos y contratos privados.
Teorías finalistas: Que conciben la función notarial como la función legitimadora, que da realce a la
seguridad jurídica preventiva y antilitigiosa.
Es una seguridad jurídica preventiva, con el fin de evitar conflictos, y en su caso, proporcionar los
medios más idóneos para una solución judicial. Además, a los requirentes, se les brinda también
cierta seguridad económica en virtud del seguro de responsabilidad civil notarial que deja indemne
a las partes del perjuicio económico que hayan podido sufrir por la actuación negligente del
Notario.
Es una seguridad jurídica formal y sustancial, buscando el negocio perfecto, como determina el
artículo 24 LNE “Los notarios, en su consideración de funcionarios públicos, deberán velar por la
regularidad no sólo formal sino material de los actos o negocios jurídicos que autorice o
intervenga”. Por eso, su actuación se centra en dar fe conforme a las leyes (Derecho Notarial) que
regula la dación de fe, y conforme al Derecho sustantivo (materias: civil, mercantil, hipotecaria,
etc.). Es por este motivo, que al Notario se le permite excusar su ministerio si los actos que se
pretenden otorgar atentan contra la legalidad.
Es una seguridad jurídica limitada. El alcance de actuación se limita a los negocios con verdadera
trascendencia personal, familiar, inmobiliaria o financiera y siempre fuera de la esfera judicial.
Las actuaciones notariales en la República Dominicana asimilan y fortalecen los principios, leyes,
normas y costumbres del notariado de tipo latino. Por tanto, se integran a las orientaciones que
surjan de la Unión Internacional del Notariado (UINL), como organización que aglutina a los
fedatarios de una gran parte del mundo.
El Notariado estudia la forma de la forma, es decir, la forma como elemento de validez de los actos.
Es por esto que el contenido del Derecho Notarial es dual veamos: Por un lado, cuando se emprende
el estudio de la institución del notariado, se lo hace como consecuencia del interés existente en la
regulación de las relaciones jurídicas que hay entre el notario y el Estado, la sociedad y su gremio,
en la importancia del Colegio de Notarios y en la vigilancia del Estado sobre el notario como
delegado de la fe pública; y cuando estudia al instrumento público notarial, lo hace instaurando
reglas o principios que deben tutelar lo que hemos denominado “forma de la forma”, vale decir, con
esto atañe el estudio de la teoría necesaria para la optima concreción del documento que contendrá
al acto o hecho jurídico, así como su contenido.
Principio de Rogación.- Por este principio los notarios de fe pública, no pueden intervenir de oficio,
sino que deben hacerlo sólo a pedido o solicitud de parte, es decir que, el notario de fe pública, debe
de actuar bajo solicitud o requerimiento por parte de los interesados o requirentes, para su
intervención en un acto, contrato o negocio jurídico.
Principio de Inmediación.- Por este principio, los notarios de fe pública, deben de tener relación
directa con los requirente, por lo que debe de atenderlos y asistirlos personalmente y no a través de
sus empleados o personal de apoyo que pudiera tener en la oficina notarial, por lo que, el notario
debe de tener contacto directo con las partes, presenciar todo acto en que intervenga ya sea por
requerimiento o mandato de ley.
Principio de Unidad de Acto.- Por este principio, la celebración del negocio en el instrumento debe
de realizarse sin ninguna interrupción, debe de perfeccionar se en un solo acto, la unidad de acto es
la regla en el proceso de perfeccionamiento de una escritura pública y deberá ser observada en el
ejercicio del servicio notarial sin excepciones.
Es muy interesante la definición sobre el Notario que, el importantísimo y reciente Diccionario del
Español Jurídico, editado por la Real Academia Española y el Consejo General del Poder Judicial,
en el año 2016: “Funcionario público y profesional independiente que ejerce a la vez funciones
públicas y privadas: a) ejerce la fe pública notarial sobre la exactitud de los hechos de que es
testigos, y sobre la autenticidad y fuerza probatoria de las declaraciones de voluntad que se
formalizan ante él en instrumento público; y b) asesora sobre los medios jurídicos más adecuados
para el logro de los fines lícitos que el consultante se propone alcanzar”
Según la definición del notario es un funcionario público independiente, pero a la vez ejerce las
funciones tanto públicas como privadas, en los inicios de esta función si se les reconocía como
oficiales porque redactaban documentos e incluso los custodiaban.
BIBLIOGRAFIA
1) Cuadernos de Práctica Notarial– Introducción al Derecho Notarial (Autor: Juan Carlos Martínez
Ortega)
2) Castillo Ogando, Dr. Nelson Rudys – Manual de Derecho Notarial Dominicano
3) Ley Notarial Dominicana 140-15
4) D. Notarial, Campos R