8 Sábado 7 de Agosto
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INTRODUCCIÓN
La Biblia dice que él fue elogiado por Cristo cuando dijo: “De cierto os digo:
Entre los que nacen de mujer no se ha levantado otro mayor que Juan el
Bautista; pero el más pequeño en el reino de los cielos, mayor es que él”
(Mateo 11:11). Sin duda alguna, Juan el Bautista tiene lecciones grandes
que todo adventista debe conocer a fin de tener la misma pasión para el
cumplimiento de la misión.
PROPÓSITO DEL MENSAJE:
A través de Mateo 3:1-6 conoceremos cinco lecciones que hicieron de Juan
el Bautista, un evangelista poderoso, que preparó el camino para la venida
de Cristo.
I. EL LLAMADO: “EN AQUELLOS DÍAS SE PRESENTÓ JUAN, EL
BAUTISTA” (VS 1)
El nacimiento de Juan fue un milagro. Sus padres no podían tener hijos,
pero en su vejez, un ángel del Señor se le presentó a Zacarías para decirle
que sería padre de un niño y que le podría de nombre Juan. El ángel de
Dios le dijo todo lo que este niño haría en su vida, y cómo debían criarlo
(Lucas 1:5-17).
El ángel de Dios le dijo: “Y hará que muchos de los hijos de Israel se con-
viertan al Señor Dios de ellos. E irá delante de él con el espíritu y el poder
de Elías, para hacer volver los corazones de los padres a los hijos, y de los
rebeldes a la prudencia de los justos, para preparar al Señor un pueblo
bien dispuesto” (Lucas 1:6,17). Zacarías no podía creer que en su vejez se
convertiría en padre y a causa de su incredulidad se quedó mudo hasta el
día en que Juan nació.
La llegada de Juan el Bautista, no fue casualidad. Dios no había hablado
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a su pueblo a través de un profeta por 400 años. La última vez que habló
un profeta fue en el Antiguo Testamento: “He aquí, yo os envío el profeta
Elías, antes que venga el día de Jehová, grande y terrible. El hará volver el
corazón de los padres hacia los hijos, y el corazón de los hijos hacia los pa-
dres, no sea que yo venga y hiera la tierra con maldición” (Malaquías 4:6).
Con el anuncio de la llegada de Juan el Bautista a Zacarías, Dios rompe su
silencio.
Aplicación:
Tú eres la respuesta a muchas oraciones de alguien que quizás jamás
conociste. ¿Quién oró por ti? Hay historias de madres orando por sus hijos
rebeldes años tras años. Hay historias de esposas orando por sus esposos
incansablemente. Es posible que por ti haya orando alguien. Tus abuelos,
tus bisabuelos, tus tatarabuelos; quizás suene extraño, pero así es. No
naciste por casualidad. Tu nacimiento es la respuesta de Dios a alguien.
La peor tragedia del ser cristiano es olvidarse de su llamado. Dios nos
llamó desde el vientre de nuestras madres. No somos producto de la ca-
sualidad. Somos llamados por Dios. Pablo diría: “Llamado por Dios y no por
hombres” (Gálatas 1:1). El que olvida quién los llamó, olvida a dónde quiere
llevarlo Dios.
II. LA MISIÓN: “EN AQUELLOS DÍAS SE PRESENTÓ JUAN, EL
BAUTISTA PREDICANDO” (VS 1)
Todo llamado implica una misión. No hay llamado sin misión. El que
entiende que fue llamado por Dios, entonces, aceptará la misión que se le
encomienda.
1. “Se presentó”. – Del griego paragínetai que se traduce como “vino,
llegó, apareció, se presentó”. Implica la presentación de un oficial o
alguien que es enviado por un rey. Es alguien que viene en ayuda (1
Timoteo 4:16).
2. “Predicando”. – Del griego kerusson que se traduce como “proclaman-
do, predicando”. Esta era una labor que lo hacían los heraldos de un
reino. El heraldo tenía que proclamar el mensaje “a voz en cuello” por-
que su mensaje viene de su REY. Así, un heraldo (1) anunciaba que el
rey estaba por venir, y (2) preparaba el camino para la llegada del rey.
La misión de Juan el Bautista era una misión especial. Él se presentó como
un heraldo de Dios. Tenía una misión clara: Preparar el camino de Cristo.
No haría otra cosa en su vida. Él nació para cumplir esa misión: SER HE-
RALDO. El heraldo no es un embajador, no representaba a Cristo, sino que
preparaba el terreno.
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Aplicación:
Fuimos llamados para ser heraldos de Cristo. No fuimos llamados para
hacer otra cosa como discípulos de Cristo que no sea preparar el terreno,
preparar el camino para la segunda venida de Cristo.
A veces podemos sentirnos tentados a hacer nuestra voluntad, hacer lo
que creemos que es correcto en la iglesia cuando Dios nos mandó a hacer
algo: PREPARAR CAMINO PARA LA VENIDA DE CRISTO.
Fuimos llamados no solo a bautizar sino a DISCIPULAR. Es decir, fuimos
llamados a preparar a un pueblo para el encuentro con su SEÑOR.
III. EL MENSAJE DECÍA: “ARREPIÉNTANSE” (VS 2)
El mensaje de Juan el Bautista no era el suyo. Su mensaje venía directa-
mente de Dios. Él era un heraldo. Los heraldos no dicen sus opiniones sino
dicen lo que su rey les daba como mensaje. ¿Y cuál era el mensaje que
Dios le dio a Juan? ARREPIÉNTANSE.
La palabra griega que Lucas usa es metanoeite que se traduce como
“cambio de vida, cambio de dirección, volver al camino correcto”. Ese era
el mensaje de Juan el Bautista. Los israelitas creían que así como estaban
serían salvos. Ellos creían que estaban a cuentas con Dios por causa de ser
hijos de Abraham. El mensaje de Juan el Bautista era impopular para los
judíos. El mensaje era duro para los corruptos.
Algunos pueden creer que Juan el Bautista era un loco e implacable al
momento de hablar. Aunque Juan denunciaba los pecados de las perso-
nas, Juan tenía amor por las personas. Sus mensajes llevaban lágrimas
de alguien que les anuncia las verdades con amor porque quiere que las
personas sean salvas y no se pierdan en su pecado.
Aplicación:
¿Qué estamos predicando? Necesitamos predicar de la santidad en Cristo.
Necesitamos predicar el mensaje completo. Dios es amor, pero también es
justicia y sino nosotros persistimos en nuestro error, un día seremos juz-
gados de todo lo que hacemos. El mensaje que Juan el Bautista predicaba
era el mismo que Cristo predicaba (Mateo 4:17) y también los apóstoles
luego (Hechos 2:38).
“En su misión, el bautista se había destacado como intrépido reprensor de
la iniquidad, tanto entre los encumbrados como entre los humildes” (El De-
seado de Todas las Gentes, p. 186). Por eso la Biblia dice: “Y muchos venían
a él, y decían: Juan, a la verdad, ninguna señal hizo; pero todo lo que Juan
dijo de éste, era verdad” (Juan 10:41). Prediquemos siempre la verdad,
aunque se desplomen los cielos.
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IV. EL MOTIVO: “PORQUE EL REINO DE LOS CIELOS ESTÁ CERCA”
(VS 2)
¿Qué es lo que motivó a Juan el Bautista a vivir una vida extraordinaria
como un evangelista de Cristo? Simple. La venida de Cristo. El reino de los
cielos. Jamás entenderemos la urgencia de cumplir la misión hasta que
lleguemos a amar la segunda venida de Cristo.
Juan predicaba así porque CRISTO VENÍA PRONTO. Ese es el mensaje ad-
ventista. Es por ello que somos llamados: IGLESIA ADVENTISTA DEL SÉP-
TIMO DÍA porque nosotros creemos en la segunda venida de Cristo. Ese
mensaje y motivo está en nuestro ADN como iglesia. Los pioneros vivieron
intensamente el ministerio porque creyeron que Cristo venía pronto.
Aplicación:
El 01 de octubre de 1860, David Hewitt, conocido como “el hombre más
honesto de Battle Creek” propuso el nombre IGLESIA ADVENTISTA DEL
SÉPTIMO DÍA en un congreso de la iglesia. Votaron y ese fue el nombre que
quedó para la iglesia. El nombre de nuestra iglesia ya es un estudio bíblico.
Los pioneros vivían el ministerio y el evangelismo de un modo extraordina-
rio. Todo lo que tenían lo invertían en la predicación del evangelio porque
creían que Cristo volvería pronto. ¿Y tú? ¿Crees que Jesús viene pronto?
V. EL INSTRUMENTO: “LA ROPA DE JUAN ESTABA HECHA DE
PELO DE CAMELLO. LLEVABA PUESTO UN CINTURÓN DE CUERO
Y SE ALIMENTABA DE LANGOSTAS Y MIEL SILVESTRE” (VS 5)
¿Te imaginas al predicador Juan el Bautista? En nuestros tiempos pro-
bablemente no sería invitado a las iglesias más prestigiosas de nuestra
ciudad. Yo creo que muchos pensaríamos que se trata de un fanático o
un hermano con problemas espirituales y mentales. No obstante, Dios le
usó como instrumento y de esta forma porque quería enseñarnos algo: Su
vestimenta y su alimentación nos querían decir que el evangelismo es una
obra 100% espiritual y misionera.
Él no vestía de trajes caros ni tenía una movilidad decente. No. Él era un
hombre que literalmente aplicaba lo que Jesús mismo vivía y decía de sí
mismo: “Y Jesús le dijo: Las zorras tienen guaridas, y las aves del cielo
nidos; mas el Hijo del Hombre no tiene donde recostar su cabeza” (Mateo
8:20). Y cómo dijo que cumplamos la misión: “No llevéis bolsa, ni alforja, ni
calzado; y a nadie saludéis por el camino” (Lucas 10:4). Y la Biblia dice: “Y
salía a él Jerusalén, y toda Judea, y toda provincial alrededor del Jordán”
(Mateo 3:5).
Aplicación:
No es la presencia del predicador o del evangelista. No es el apellido ni la
oratoria. No son las capacidades del evangelista. La misión es 100% espiri-
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tual. Juan, a pesar de su vestimenta y su alimentación cautivaba a miles de
personas que eran bautizadas por él mismo. No podemos pretender hacer
una obra poderosa si es que no somos espirituales. ¿Qué es lo que anhelas
en la vida? Juan, anhelaba terminar la obra que le había sido encomendada.
CONCLUSIÓN
Juan el Bautista vivía un ministerio intenso y trabajaba como si fuera a
morir porque creía que Jesús vendría pronto. Juan el Bautista murió joven.
A los 31 años aproximadamente falleció asesinado por causa de la misión.
Él se convirtió en el primer mártir de Cristo. Su vida es un ejemplo de cómo
se hace la obra, de cómo se cumple la misión.
LLAMADO
Si tú quieres ser como Juan el Bautista fue, entonces debes vivir la misión
recordando cada día tu llamado, tu misión, tu mensaje y el motivo del
porqué debes cumplir la misión. Cristo es el motivo. Hoy es el día. Renue-
va tu compromiso con Cristo. Vamos juntos a amar, anunciar, apresurar y
aguardar la segunda venida de Cristo.
Oremos
Pr. Heyssen J. Cordero Maraví
Evangelista UPS
Etapa de discipulado
Objetivo:
1. Evaluar los avances de las metas de discipulado propuestas.
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