Cierre Contable y Fiscal
Cierre Contable y Fiscal
Cierre Contable y Fiscal
Todas esas diferencias entre bases contables y fiscales se deben tener
claras (Control de detalle) por cualquiera de los medios que de acuerdo
al criterio del contador quiera manejar. Recordemos que el control de
detalles es una herramienta de control implementada de manera
autónoma por el contribuyente. Alguno manejan cuenta correctoras, de orden
etc.
Cierre de cuentas de resultado en software contable:
Es un proceso más del software contable que se maneje, y consiste en
cerrar las cuentas de resultado (Ingresos, gastos y costos) contra una
cuenta en el patrimonio denominada utilidad o pérdida del ejercicio.
Es importante cada cierre de año, realizar este proceso y verificar que
haya quedado correctamente ejecutado. Para esto, se recomienda
descargar un balance de prueba de enero del siguiente año, y ver que las
cuentas de resultado arranquen con saldo cero y que en la cuenta de
resultado del periodo tenga el saldo de la utilidad o pérdida que haya
arrojado ese año o periodo contable.
Si no se realiza este cierre, se corre el riesgo que al descargar del
software información del año siguiente, se acumulen saldos de años
anteriores en esas cuentas de resultado que hace que como contadores
entreguemos cifras equivocadas a los gerentes, socio o accionistas.
Las anteriores como dijimos, son algunas recomendaciones generales
que se deben tener presentes a la hora de realizar un cierre para emitir
estados financieros.
Deje sus comentarios sobre que otros aspectos debemos tener presente
a la hora de realizar el cierre contable y fiscal.
El propósito del cierre contable y fiscal es reflejar con la mayor precisión posible las partidas
de un estado financiero en un periodo de tiempo determinado. A continuación se presentan
algunas medidas y pasos que se deben llevar a cabo en esta tarea:
Elaboración propia
Redacción INCP a partir de artículo publicado por ConsultorContable
Para más información consulte el artículo titulado “Cierre contable y fiscal” publicado por
ConsultorContable.
Nos proponemos exponer una serie de medidas y procesos que consideramos se deben llevar a
cabo en un cierre contable y fiscal, como una orientación para aquellos profesionales de la
contaduría pública que tienen poca experiencia en esta materia y necesitan una guía inicial de
apoyo.
Grupo N.1 NIIF plenas (Estas deben ser usadas principalmente por entidades de interés público,
aquellas que cotizan en la bolsa de valores y por instituciones y entidades financieras, entre
otras.
Grupo N.2 NIIF para Pymes (Corresponde a las empresas de carácter privado que no
correspondan a los grupos 1 y 3)
Grupo N.3 Microempresas (Se aplica a las microempresas y tienen un marco normativo local o
nacional definido para tal fin).
Dependiendo del grupo al que pertenece, los registros contables, estimaciones y ajustes serán
diferentes.
Ejemplo:
Cuentas por cobrar: Que su saldo esté soportado con las respectivas facturas de venta, o
documentos que garanticen su saldo y su recuperabilidad. Importante como medía de auditoría
que se haya utilizado circularización u otros medios de verificación para garantizar que los
saldos sean reales.
Pasivo por obligaciones financieras: Deben cuadrar con certificación bancaria.
Pasivo de aportes seguridad social: Debe coincidir con el valor pagado en enero del año
siguiente al del corte (o el pago del mes siguiente al del corte).
Es muy importante que las cuentas que tengan un módulo como el de cartera, proveedores,
nómina, etc. Coincida el saldo por tercero tanto en la cuenta contable como en el módulo. No
debe haber diferencias.
Lo mismo sucede con la cuenta de inventario y activos fijos y sus respectivos módulos, debe
haber una conciliación de las dos bases de datos.
Contabilización de las provisiones fiscales: (Industria y comercio y otros, con base en borrador
de la declaración o declaraciones a presentar)
Dejar neto los saldos de las cuentas de impuesto a las ganancias o renta: A nivel contable, es
importante cruzar las cuentas por cobrar con las cuentas por pagar que tengan que ver con el
impuesto de renta. (Cuentas como anticipos de renta, retefuentes a favor, saldos a favor en renta
y el pasivo por impuesto de renta basado en la provisión que se contabilice producto del
borrador de la declaración de renta que se haga)
Resultado del ejercicio y reserva: Contabilizar la reserva legal o estatutaria y trasladar el saldo
de resultados del ejercicio a la cuenta de resultados acumulados. Este es un registro que no
tiene una fecha específica para realizarlo, algunos lo contabilizan en enero, otros en la fecha de
la asamblea o junta de socios, otros en diciembre antes de emitir estados financieros. Etc. Lo
cierto es que lo recomendable es que se contabilice antes de emitir estados financieros para
terceros.
No olvidar que las estimaciones contables son aquellos ajustes al importe en libros de un activo
o de un pasivo, o al importe del consumo periódico de un activo, que procede de la evaluación
de la situación actual de los activos y pasivos, así como de los beneficios futuros esperados y de
las obligaciones asociadas con éstos (párrafo 10.15 de la NIIF para las PYMES y NIC 8.5).
LVG.
Algunas de las diferencias entre bases contables y fiscales que se deben tener en cuenta
corresponden entre otras a:
Diferencias en el gasto por depreciación: Recordemos que la vida útil fiscal de cada tipo de
activo fue modificada por el artículo 82 de la ley 1819 de 2016 y en muchas empresas difiere
de la vida útil contable que se estableció en las políticas contables.
En definitiva, para poder contabilizar lo que llamamos la provisión de renta, podemos decir que
casi que hay que dejar la declaración de renta lista antes del cierre de estados financieros. Lo
anterior para evitar tener que contabilizar ajustes de gastos de impuestos de años anteriores que
pueden llegar a ser significativos y que pueden desvirtuar los resultados que se hayan
presentado a las juntas de socios o asambleas de accionistas.
Por otro lado, las diferencias entre los tratamientos fiscales y los contables generan diferencias
permanentes y temporarias, estas últimas generan activos o pasivos por impuesto diferido, los
cuales no tienen incidencia en la declaración de renta del contribuyente, pero si a nivel contable
en el patrimonio y el gasto por impuesto de renta. Es decir, mensualmente, o mínimo
anualmente se deben comparar las bases contables y fiscales, establecer las diferencias
temporarias y contabilizar un activo o un pasivo por impuesto diferido contra una cuenta de
resultados que normalmente denominamos gasto por impuesto de renta por impuesto diferido;
que podría tener un registro débito y crédito dependiendo de las reglas del impuesto diferido.
Todas esas diferencias entre bases contables y fiscales se deben tener claras (Control de detalle)
por cualquiera de los medios que de acuerdo al criterio del contador quiera manejar.
Recordemos que el control de detalles es una herramienta de control implementada de manera
autónoma por el contribuyente. Algunos manejan cuentas correctoras, de orden etc.
Es importante cada cierre de año, realizar este proceso y verificar que haya quedado
correctamente ejecutado. Para esto, se recomienda descargar un balance de prueba de enero del
siguiente año, y ver que las cuentas de resultado arranquen con saldo cero y que en la cuenta de
resultado del periodo tenga el saldo de la utilidad o pérdida que haya arrojado ese año o periodo
contable.
Si no se realiza este cierre, se corre el riesgo que al descargar del software información del año
siguiente, se acumulen saldos de años anteriores en esas cuentas de resultado que hace que
como contadores entreguemos cifras equivocadas a los gerentes, socio o accionistas.
Las anteriores como dijimos, son algunas recomendaciones generales que se deben tener
presentes a la hora de realizar un cierre para emitir estados financieros.