2017 - Tesis Cucapah
2017 - Tesis Cucapah
2017 - Tesis Cucapah
Parkour(s),
Una etnografía nómada de los cucapá/cocopah en Baja California,
Sonora y Arizona
TESIS
PRESENTA:
BAJO LA DIRECCIÓN DE
Sonora y Arizona
Hervé Tostivint
iii
Agradecimientos
A la Dra. Alejandra Navarro Smith por sugerirme a inicios del 2014 desarrollar un trabajo
de investigación acerca de los Cocopah.
A la Dra. Claudine Cyr por las discusiones en francés que dieron luz al concepto de
parkour, su incansable compromiso e invaluables consejos.
Al Dr. Alejandro Peimbert por sus siempre precisos comentarios y haber sido parte del
proceso de elaboración de mi tesis.
A la Dra. Areli Veloz por sus comentarios y críticas que fueron clave para la realización
de mi trabajo de tesis.
A Olivia Martin Rivero y Matéo Tostivint Martin por el incomparable apoyo, la extrema
paciencia y el cariño.
À mes parents Gisèle Garnier et Pierre Tostivint pour leur soutien indéfectible, à mes
soeurs Pierrette et Colette pour leur chaleureux soutien.
iv
Índice
Introducción, 1
v
Capítulo III. Una etnografía nómada, 113
Antropología íntima:
Un acercamiento cualitativo, 115
III. I. La identidad subjetiva:
Grupo étnico, identidad étnica y etnicidad, 117
―Se me olvidó decirle que estaba desapareciendo la lengua‖, 119
III. II. La zona fronteriza:
Border Parkour, 122
III. II. I. ―Reserva(s)‖:
―Reserva‖ Pozas de Arvizu vs. Cocopah Indian Reservation, 127
Parkour nómada, la Cocopah Tribal Nation, 127
West Cocopah Reservation, noviembre 2014, 127
East Cocopah Reservation, octubre 2016, 128
West Cocopah Reservation, marzo 2015, 128
Parkour nómada, de la porosidad de la frontera al muro fronterizo, 129
III. II. II. Parkour nómada, México, la otra frontera, 140
III. II. III. El parkour de la palabra, 145
III. III. Una infancia yumana, 147
Ejido Kiliwa, verano 2016, 147
Recuerdos de la infancia, segunda mitad del siglo XX, 149
III. IV. Parkour nómada, 156
Parkour nómada, ejido Pozas de Arvizu, 156
Parkour nómada, San Luis Río Colorado, 160
III. V. Parkour social, 164
Cocopah Casino/Cocopah Resort & Conference Center, septiembre 2014, 164
La chaquira, 165
Cocopah Casino/Cocopah Resort & Conference Center, marzo 2016, 167
Parkour social, 168
―Deschurupar el pescado‖:
―Sacarle las tripas‖, 179
Parkour social y salud, 182
vi
III. VI. Parkour interior, 184
Ser parte de la tribu, 184
Parkour soñado, 191
Enseñar el idioma, parkour soñado, 196
Ser regidora, parkour soñado, 196
Parkour subjetivo, 197
III. VII. Visiones adultas, 203
Parkour inmóvil, 203
III. VIII. La ―tribu‖, 209
Antes de la muerte, 210
Parkour final, 211
Cross-border:
El funeral de Irma, 212
Los que se quedan, 216
Más allá, 218
Conclusiones, 221
Epílogo, 224
Anexo. Estudio fotográfico, 228
Referencias, 245
vii
Ilustraciones
MAPAS
vi
FIGURAS
1. Gráfico de parentesco, Hervé Tostivint (2017), 13
2. CO-CO-PAS, Napoleon Sarony, J.F. Knapp y Richard Major (1848-1855), 62
3. The Quechan Casino Resort y Cocopah Casino, anuncios publicitarios (2014), 73
vii
Introducción
Stuart Hall, en The Stuart Hall Project (Akomfrah, J. & Gopaul, L., 2013).
Soy un extranjero en México, soy un extranjero respecto al grupo indígena cucapá, 1 soy un
extranjero en los Estados Unidos de América, soy un extranjero respecto a la Cocopah Tribal
Nation, y siempre en todos estos contextos seré un extranjero y por lo mismo, tengo mucho que
etnográfica: ―As has long been recognized by ethnographers, he or she is the research
instrument par excellence. The fact that behavior and attitudes are often not stable across
contacts and that the researcher may influence the context becomes central to the analysis […]
Reflexivity is an aspect of all social research‖ (pp. 17-19). Dicho de otra forma, investigar sobre
los demás me lleva a cuestionarme acerca de lo que soy, o sea al psicoanálisis o más bien al
autoanálisis. Así Pierre Bourdieu declara, ―on peut construire des instruments pour s‘arracher,
entendue comme connaissance non seulement du point de vue du savant, mais aussi de ses
Cuando era niño y jugaba a los vaqueros e indios, podía adoptar de igual manera el papel
del vaquero como el del indio, porque en mi mente no había una jerarquía de uno sobre el otro
1
En esta investigación se utilizará el término cucapá para referirse al grupo ubicado en México y cocopah para el
que se encuentra en Estados Unidos (nota del autor).
2
―Se pueden construir instrumentos para arrancarse, al menos parcialmente, a lo relativo. El más importante de estos
instrumentos es el autoanálisis entendido como conocimiento no solamente desde el punto de vista del erudito, sino
también de sus instrumentos de conocimientos en lo que tienen de históricamente determinado‖ (Bourdieu, 1996, p.
43). Traducción: Margarita Mizraji.
1
pero si una llamativa caracterización. Recuerdo, con el mismo cariño, por un lado, la pintura en
mi rostro, las plumas en mi cabello, el arco y flechas de mi propia confección, mi estrecho tipi,
tienda cónica en la cual me gustaba recluirme, y del otro lado, mi sombrero de cowboy, mis
pistolas y cinturón, la carreta en la cual tendía una tela para que pareciera de vaqueros y que
investigación hacen eco a lo que Renato Rosaldo (1989) llama Imperialist Nostalgia, ―a
particular kind of nostalgia, often found under imperialism, where people mourn the passing of
Rosaldo cuestiona: ―Don‘t most people feel nostalgic about childhood memories? Aren‘t
these memories genuinely innocent?‖ (p. 70) A esa pregunta responde que por su carácter
colonial involucrado; ―‗our‘ feelings of tender yearning are neither as natural nor as panhuman,
and therefore not necessarily as innocent, as one might imagine‖ (p. 70). 3 Lejos de ser
nostálgico de una colonización en la cual no participé, soy consciente, que al igual que mis
Soy el otro, yo mismo. Experimento la alteridad, ―Je est un autre‖, escribe Arthur
Rimbaud en una carta a su amigo Paul Demeny el 15 de mayo del año 1871, es decir, otro que
yo. Soy un hombre blanco, europeo, francés para ser preciso, aunque yo mismo nunca me había
visto tan francés; resulta que ahora no me pueden considerar de otra forma. Me imagino que los
3
―Allen Batteau, … argues that during the last decade of the nineteenth century, as the frontier was closing, racism
was codified and people began to deify nature and its Native American inhabitants. This attitude of reverence
toward the natural developed at the same time that North Americans intensified the destruction of their human and
natural environment‖ (Rosaldo, 1989, p. 71).
2
cucapá/cocopah con los cuales dialogo piensan algo parecido, en el sentido que me interesa
conversar con ellos, porque son cucapá/cocopah. Así como lo afirma Habermas (1988): ―a través
de la comunicación con los otros se forma la identidad de cada yo‖ (p. 67). Si soy francés, aún
soy originario de un pueblo, Breizh en bretón, Bertaèyn en gallo,4 Bretagne en français, Bretaña
en español o Brittany in english, que fue anexado por el entonces reinado de Francia después de
largos enfrentamientos que duraron de 1465 a 1491, no de la forma violenta en la que los
finalmente gracias a una boda entre la duquesa Anne de Bretagne, y el rey de Francia Charles
VIII en 1491. Ahora bien, no soy indígena, pero conozco la historia de mis orígenes, y por lo
dominante, por el hecho de ser originario de un grupo étnico diferenciado en mi propio país. Ese
paralelo no debe ocultar el hecho que existen obvias diferencias entre mi situación en Francia y
la de los indígenas en América; diferencias, según los informantes con los cuales he trabajado,
4
―El ―gallo‖ es una lengua romance de Bretaña. El término ―gallo‖ viene de una raíz celta ―gall‖. Designa en
Bretaña el que utiliza la lengua romance de Haute Bretagne, distinta del bretón. La existencia de una Bretaña
lingüísticamente doble está atestada desde la Edad Media… Es la ordenanza de Villers-Cotterets, tomada en 1539
por Francisco primero, que hace del francés, lengua de la corte, la lengua de los actos jurídicos. Ese movimiento
centralizador perduró a lo largo de los siglos, con la descalificación de las lenguas regionales‖. Présentation du gallo
(traducción del autor). http://www.cndp.fr/crdp-rennes/crdp/crdp_dossiers/dossiers/gallo/langue/accueil.htm
―Le gallo est la langue romane de Bretagne. Le terme gallo vient d‘une racine celtique ―gall‖. Il désigne en Bretagne
celui qui utilise la langue romane de Haute Bretagne, distincte du breton. L‘existence d‘une Bretagne
linguistiquement double est attestée depuis le Moyen Age… C‘est l‘ordonnance de Villers-Cotterêts, prise en 1539
par François 1er, qui fait du français, langue de la cour, la langue des actes juridiques. Ce mouvement centralisateur
s‘est poursuivi à travers les siècles, disqualifiant les langues régionales‖. Présentation du gallo.
http://www.cndp.fr/crdp-rennes/crdp/crdp_dossiers/dossiers/gallo/langue/accueil.htm
5
Aunque, como hombre blanco extranjero, he podido experimentar ampliamente la xenofobia o el racismo en la
región fronteriza noroeste de México y más específicamente en Mexicali o Tijuana. Me he enfrentado a miradas
insistentes, largos silencios en ciertos negocios o lugares públicos. He recibido apodos como ―el blanquito‖ o el
―first class‖ por parte de algunos ―colegas‖ de la universidad. Igualmente he sido confrontado a una xenofobia o
racismo institucional o académico, específicamente anti europeo, directamente o indirectamente, políticamente
asumido y en boga entre ciertos miembros de la academia latinoamericana. A pesar de estos acontecimientos, no me
considero en absoluto una víctima.
6
Con respecto al tema del racismo, en la región fronteriza noroeste de México, Tabea Huth escribe acerca de su
amigo estadounidense en Tijuana, o sea un extranjero, hombre, blanco y además gay: ―Walking the streets of
3
Los cucapá llaman mi atención por el hecho de ser indígenas y porque una de las razones
por la cual vine a México, en primera instancia, en el año 2001, es mi pasión por las culturas
historia.
Toute vraie culture s‘appuie sur la race et sur le sang. Le sang indien du Mexique garde
un antique secret de race, et avant que la race se perde, je pense qu‘il faut lui demander
la force de cet antique secret. Là où le Mexique actuel copie l‘Europe, c‘est pour moi la
de l‘Europe a fait faillite et je suis venu sur la terre du Mexique chercher les bases d‘une
culture magique qui peut encore jaillir des forces du sol indien (2004, p. 692).8
durará más de un año, aun seguirá escribiendo con base en esta experiencia durante alrededor de
once años. Cuando rememoro mis primeros días en México, en la primavera de 2001, me
Tijuana‘s Zona Centro with a male US American friend of mine, we got stopped by two cops… My friend later told
me that he had several experiences with police harassment for being a male, a white foreigner and for holding
hands with his gay lover‖ (2013, p. 8).
7
Federico Navarrete escribe en el apartado titulado ―EL RACISMO ‗INVERSO‘‖: ―Dentro de la misma lógica, en
nuestro país existe también otra forma de racismo, que podemos llamar ‗inverso‘, en el que los más morenos
desprecian, o se burlan, o llegan incluso a agredir a los más blancos. Esta forma de discriminación es más prevalente
de lo que se suele admitir, pues es ocultada muchas veces por sus víctimas, quienes se sienten avergonzadas de ser
objeto de estas agresiones, ya que estás cuestionan su ‗auténtica‘ mexicanidad‖ (2016, p. 75).
8
―Toda cultura verdadera esta basada en la raza y la sangre. La sangre india de México guarda un antiguo secreto de
raza, y antes de que la raza se pierda, yo pienso que hay que pedirle la fuerza de este antiguo secreto. En dónde el
México actual copia a Europa, es para mi la civilización de Europa quien tiene que pedir a México un secreto. La
cultura racionalista de Europa esta en quiebra y yo he venido a la tierra de México a buscar las bases de una cultura
mágica que puede todavía saltar de las fuerzas de la tierra india‖ (traducción del autor).
4
acuerdo, que en este entonces, tenía la idea de encontrar indígenas huicholes, ya que eran y son
hasta la fecha considerados como unos de los indígenas mexicanos que han conservado un estilo
Solamente quiero mencionar aquí el recuerdo de un breve diálogo que tuve con uno de
los huicholes del Colorado de la Mora, en Nayarit, México. Mientras yo estaba observando el
paisaje de montañas y de agua que nos rodeaba, uno de ellos me dijo: ―Está feo aquí. Nosotros,
queremos hacer lo mismo que tú‖. En eso, le contesto: ―¿Lo mismo que yo?‖, y me responde:
―Si, viajar‖. De octubre de 2002, hasta agosto de 2014, vivo en la Ciudad de México. A inicios
boda entre Anne de Bretagne y Charles VIII en 1491, la cual condujo a través de un lento y
largo proceso político a la anexión del ducado de Bretaña (en ese entonces independiente), por el
reino de Francia, en el año 1532. Resulta que cuatro siglos y medio después y a pesar del cambio
de territorio, mis padres que migraron del campo bretón a Tours en el transcurso de los años
cincuenta del siglo XX,9 nunca han fallado en recordarme que soy bretón, es decir, diferente de
los demás franceses por ser bretón, como los cucapá son diferenciados de los demás mexicanos
9
Mientras conversaba con mi mamá recientemente acerca de su historia, me dijo: ―Imagine, quand je suis arrivée à
Tours je ne parlais pas français, j‘ai du apprendre/Imagínate, cuando llegué a Tours, no hablaba francés, tuve que
aprender‖. Mis padres, ambos originarios de la Haute Bretagne, y más específicamente y administrativamente
hablando de la parte norte de ella, hoy en día conocida como Côtes-D‘Armor, hablaban ―gallo‖ cuando llegaron a
Tours (consúltese nota 3 de la presente introducción), aunque ellos no lo llamen gallo sino ―patois‖, es decir
dialectal, afirmando de hecho que aunque venían de lugares distantes de unos cuantos kilómetros usaban palabras y
expresiones a veces muy diferentes. Aún si entiendo algunas palabras y expresiones del gallo, no lo hablo en
absoluto.
5
Mientras la pluriculturalidad está inscrita en el artículo 2º de la constitución mexicana:
―La Nación Mexicana es única e indivisible. La Nación tiene una composición pluricultural
sustentada originalmente en sus pueblos indígenas que son aquellos que descienden de
poblaciones que habitaban en el territorio actual del país al iniciarse la colonización y que
conservan sus propias instituciones sociales, económicas, culturales y políticas, o parte de ellas‖,
examen por el Sénat (Senado) y luego por la Assemblée (Asamblea) a finales del año 2015. El
minoritaires dans la vie publique‖ (de las lenguas regionales y minoritarias en la vida pública).
No obstante, la ley encontró una seria hostilidad de parte del Conseil d‘Etat (Consejo de Estado)
y del Conseil constitutionnel (Consejo Constitucional), por el cual existe el riesgo de una
que la ley amenaza el artículo 2º de la Constitution française: ―la langue de la République est le
indígenas, que ―la conciencia de su identidad indígena deberá ser criterio fundamental para
10
Réviser la Constitution pour les langues régionales… et plus si affinités? Artículo de Laure Equy en el periódico
Libération, junio 5, 2015. http://www.liberation.fr/politiques/2015/06/05/reviser-la-constitution-pour-les-langues-
regionales-et-plus-si-affinites_1323800
11
Le Sénat rejette le projet de loi sur les langues régionales. Artículo AFP et Reuters en el periódico Le Monde,
octubre 27, 2015. http://www.lemonde.fr/politique/article/2015/10/27/le-senat-rejette-le-projet-de-loi-sur-les-
langues-regionales_4798050_823448.html
6
determinar a quiénes se aplican las disposiciones sobre pueblos indígenas‖. No obstante, como
―… se afirma que la conciencia debe de ser el criterio fundamental para determinar qué
personas forman parte de un pueblo indígena y cuáles no, se adopta un criterio cultural,
mismo que podría explicarse expresando que es indígena la persona que acepta su
ella y el pueblo indígena lo reconoce como parte de el. Con esta disposición
jurídicamente se excluyen otros criterios que se han formado a través de la historia para
identificar a los pueblos indígenas, entre ellos los biológicos, económicos, lingüísticos y
lengua materna y personas que no siendo indígenas han aprendido una lengua de ellos. A
pesar de esta regla constitucional para la identificación de las personas que forman parte
de un pueblo indígena, es el que todavía prevale en nuestro país, sobre todo en las esferas
fronterizo México/Estados Unidos durante dos años y medio, y aunque, en ambos lados de la
considerando que el idioma cucapá/cocopah vive una lenta extinción, debo mencionar que mi
español es más fluido que mi inglés. El hecho de vivir en México desde hace ahora 15 años ha
producido que de cierta forma me apropié del territorio mexicano, al mismo tiempo que me
―mexicanicé‖. Aunque estaba más familiarizado con las calles, gimnasios de boxeo y reclusorios
de la Ciudad de México (por temas de investigación anteriores), que con las ―reservas‖
7
indígenas de las zonas semidesérticas de California, Baja California, Sonora o Arizona, me he
de poder conversar con la gente y de establecer un diálogo con Victoria,12 mujer cucapá de 40
años, diálogo que empezó a develar tanto nuestras diferencias como nuestros puntos en común,
tal y como afirma James Clifford (1986) al respecto: ―Dialogue is both difference and unity,
both agreement and disagreement, both a separation and a coming together‖ (p. 9). Realizar
una entrevista semiestructurada con ella fue el pretexto que me permitió establecer ese primer
contacto.
muchacho originario del estado de Guerrero y pareja de Victoria, en ese entonces. Mientras iba
caminando en el ejido,13 vi a Julián cocinando en una fogata junto a la casa. Cuando estuvimos
frente a frente lo saludé y le comenté que buscaba entrevistar gente del ejido. Sin decir nada al
respecto, fue a buscar a Victoria dentro de la casa, quien salió poco después. Si bien hacer la
entrevista era parte de mis objetivos, tenía en primer lugar la intención de dialogar y conocer a
quién se volvió una de mis principales informantes en los primeros meses de mi trabajo de
campo.
a Victoria, literalmente en su espacio, fue la revelación de un mundo tan ajeno, como conocido.
Así fue como empecé a construir, a partir de este encuentro, mis categorías de investigación para
12
Se cambiaron los nombres de los distintos miembros de la familia para proteger su privacidad (nota del autor).
13
En México, el ejido es un terreno que el gobierno concede a un grupo de campesinos para su explotación, aun la
palabra ―reserva‖ es comúnmente utilizada por los mismos cucapá integrantes del ejido Pozas de Arvizu para
referirse a este último. Cuando le comenté a Victoria que en Estados Unidos habían reservas, me contestó de
inmediato: ―Aquí también es una reserva‖.
8
una ―ethnography of the particular‖ (Abu Lughod, 1991), a través del descubrimiento de la vida
cotidiana de una familia. Dicho de otra manera, en mi etnografía, contemplé a la cultura como
una experiencia encarnada por un grupo de individuos, paradójicos, complejos, inmersos dentro
Tomé conciencia y comprobé al mismo tiempo lo que señala D. Soyini Madison (2005):
―Positionality is vital because it forces us to acknowledge our own power, privilege, and biases
just as we are denouncing the power structures that surround our subjects. A concern for
ourselves‖ (p. 7). Lo que implica tanto reconocer el lugar privilegiado que ocupo por ser
observador de lo social, como tener conciencia de mí mismo. Es decir, ser consciente de donde
vengo y desde donde hablo y escribo, o dicho de otra forma hacerme consciente de mi
9
inconsciente. Al escuchar a Victoria empecé a vislumbrar nuevas perspectivas para mi trabajo de
investigación.
No existe una verdad absoluta. Por lo tanto, solo se pueden alcanzar ―verdades
parciales‖, como las llama Clifford (1986), es decir, limitadas a un contexto espacio temporal
dado. También tomo en cuenta que únicamente se pueden elaborar verdades posicionadas, es
decir, desde mi perspectiva, como lo subraya Abu Lughod (1991): ―James Clifford (1986a: 6),
among others, has convincingly argued that ethnographic representations are always ―partial
truths.‖ What is needed is a recognition that they are also positioned truths‖ (p. 142). Aunque,
idea de que los informantes, con los cuales he trabajado, tengan la oportunidad de contar sus
historias y posicionarse, y por lo tanto sus voces están muy presentes en mi trabajo. He
convivido con ellos en los eventos familiares o culturales que se presentaron, pero sobre todo en
su vida cotidiana, en un espíritu de diálogo con la inquietud constante de saber cómo se veían a
sí mismos.
forzada, y pese a ello se desplaza. De hecho, antes de ser totalmente diferenciados como
punto a otro a lo largo del río sin darle importancia a la frontera internacional hasta la segunda
14
Aunque se haya publicado en el año 1977, Cocopah Ethnography de William Kelly está basado en cinco estancias
realizadas entre 1940 y 1952, la más extensa en la primavera de 1947 (cinco meses) en el Valle de Yuma, en
Somerton, Arizona.
10
Originalmente el pueblo cucapá/cocopah es nómada-estacional. En el área central de las
Californias, las culturas del desierto, las cuales se distinguen tanto por su ubicación como por ser
conformadas por cazadores-recolectores, existían desde el año 9,000 a.C., aunque se estima que
su adaptación completa al medio terminó entre 5,000 y 4,000 a.C. (Magaña Mancillas, 2010b, p.
81). El hecho es que, entre los grupos yumanos y por consiguiente entre los cucapá ―esta
comprender como una forma de apropiación del espacio, es decir que corresponde a una manera
Hoy en día, para quien vive en la ―reserva‖ cucapá ubicada en el ejido Pozas de Arvizu,
Sonora, y aunque trabaje temporalmente en ―empaque‖ (Sonora Pride), empresa que se sitúa del
otro lado de la carretera, esto es enfrente de la zona habitacional del ejido, trabajar o estudiar
11
implica desplazarse. Ya sea para ir al golfo de California ―a trabajar el pescado‖, o bien a laborar
negocios que se encuentran en San Luis Río Colorado, Sonora, ciudad fronteriza con Estados
Unidos, situada a menos de veinte kilómetros al norte del ejido. Lo que, para muchos, significó
mudarse a la ciudad de San Luis Río Colorado, Sonora, la cual está conectada al ejido por esa
misma carretera que separa la zona habitacional del ejido de la empresa ―Empaque‖ (Sonora
Pride). En sentido opuesto, o sea al sur, la carretera lleva al golfo de California, también llamado
cucapá/cocopah, p. 40).
desocupada. Mientras me la enseña, me dice: ―esta le pertenece a una de mis hermanas que vive
en San Luis Río Colorado, ahí paga renta… Es que a ella le gusta batallar‖. Aun el hecho de
vivir en la ―reserva‖ implica otro tipo de batalla, empezando por la de conseguir trabajo:
―Quiero trabajar…‖ dice Victoria. En este mes de mayo 2015, acaba de terminar la temporada
de pesca y tiene la expectativa de empezar a trabajar en una fábrica en los próximos días, la cual
Como lo señala Everardo Garduño, se puede observar que entre los indígenas ejidatarios,
―más allá de toda situación formalizada el verdadero motor de la acción social es la familia
nuclear y posteriormente el linaje o aquel grupo cuyos miembros comparten con él el apellido
materno o el apellido paterno‖ (1994, p. 192). En cuanto la conocí, en marzo de 2015, Victoria
todavía vivía en el ejido Pozas de Arvizu, con sus dos hijos, Israel y Tony, los cuales tenían 11 y
12
13 años (véase figura 1, p. 13).
mamá, Mariana), una media hermana y dos medio hermanos, de los cuales se murió uno (del
lado de su papá, Jaime) y 6 hermanas, esto es, 11 en total, o sea que son 12 con Victoria, entre
los cuales solo una vive en el ejido Pozas de Arvizu, Stephania de 47 años, y cinco en San Luis
Río Colorado, Sonora. Del lado de su mamá (Mariana), su medio hermano, Leobardo, su media
hermana, María, y su tío Mauro se fueron a vivir al otro lado de la frontera, desde hace 20 a 30
13
años, a las West & East Cocopah Indian Reservation (véase mapa 3, p.14) de Somerton,
Arizona, donde se casaron e hicieron su vida: ―[…] el más grande está en Estados Unidos, y la
que sigue de él también. Ella va y viene‖, comenta Victoria al respecto. Del lado de su papá
(Jaime), una media hermana también vive en Somerton, Arizona, y un medio hermano en San
Luis Río Colorado, Sonora, aun no he tenido la oportunidad de entrevistarme con ellos.
14
Los cucapá no tienen derecho a una visa específica que tome en cuenta el hecho de que
ese grupo ha sido separado por la frontera. Así, en agosto de 2013, el entonces líder tradicional
de los cucapá de Pozas de Arvizu, Sonora, Nicolás Wilson Tambo, declaraba en una entrevista
publicada por el sitio internet de Radio Fórmula lo siguiente: ―[…] ‗Los que pueden sacan su
visa van a Arizona, pero los que no, no pueden pasar, es un problema‘, al señalar que hasta los
años sesenta para dejarlos cruzar por la aduana sólo era necesario que comprobaran su estatus de
indígenas. Para obtener ese pasaporte, el gobierno de Estados Unidos pide como requisitos los
cucapás no pueden comprobar, aseguró‖.15 En efecto, los requisitos respecto a la visa, para los
cucapá de la familia con la cual he trabajado, son los mismos que para todos los mexicanos.
La misma nota, también dice que Nicolás Wilson Tambo ―indicó que este asunto los ha
dividido, pues también otros cucapás de Arizona no desean visitar el lado mexicano, debido a
los mismos problemas, ya que algunos de ellos no tienen completa su documentación‖. Por otro
lado, se encuentran cucapá con apellidos anglosajones en el ejido Pozas de Arvizu, porque
―cuando el gobierno mexicano les adjudicó los terrenos del ejido Pozas de Arvizu, se sabe que
varios de los cucapás venían procedentes de Arizona, porque migraban entre ambos países de
forma itinerante‖.
En el año 1936, la política migratoria de los Estados Unidos dio un giro drástico respecto
estadounidense respecto a este tema. Para José Alfredo Gómez Estrada (2000):
15
Cruce transfronterizo representa problema para indígenas cucapás. Artículo de Notimex en el sitio de Grupo
Fórmula, agosto 08, 2013. http://www.radioformula.com.mx/notas.asp?Idn=345533
15
[…] el servicio de inmigración de ese país suspendió de modo definitivo la licencia que
permitía a los indígenas cruzar la frontera y trabajar en los valles de Yuma e Imperial.
mercado como trabajadores asalariados quedó separada por una línea fronteriza. A partir
de entonces, los cucapá quedaron divididos en dos grupos que en el futuro habrían de
Así, es a partir de los años treinta del siglo XX que se empieza a establecer formalmente
esa distinción nacional entre cucapá, es decir indígenas mexicanos de un lado, y por otro lado
Así, en la actualidad, si María, una de las hermanas que vive en Somerton, Arizona, va y
viene los fines de semana, Victoria lleva por lo menos cuatro o cinco años sin ir del otro lado,
desde entonces no ha tramitado su visa, lo cual se ha vuelto cada vez más complicado y costoso.
Se acuerda que cuando era niña pasaba la frontera en el coche de su cuñado, o sea de un cocopah
viviendo en la Cocopah Indian Reservation, acompañada de sus tres hermanas menores, sin que
los revisaran en aduanas. Ahora es diferente, hasta tratándose de niños pequeños, los agentes de
la garita fronteriza preguntan, revisan y piden documentación de todos los pasajeros. El hecho
de pasar la frontera física de México a Estados Unidos y la forma en que uno es cuestionado y
culpable de un posible crimen o transgresión. Como lo escribe Alejandro Lugo (2000): ―While
16
borders are there to be crossed, they are also designed to mark safe and unsafe places. […], not
everybody manages to cross the border between Mexico and USA. Not everybody can afford it,
either in terms of money, time, or paperwork‖ (p. 358). Así, entre las siete hermanas; Stephania,
Alejandra, Sandra, Victoria, Jacaranda, Carmen y Priscilla, solamente una tiene visa: Priscilla,
recorridos actuales y pasados, reales o soñados de los cucapá/cocopah, y por lo tanto articulé mi
investigación alrededor del concepto de parkour o art du déplacement (véase Capítulo II., p.
reconocer y comprender la movilidad geográfica y social así como las formas interiorizadas de
Cabe mencionar aquí que el término proviene de un deporte extremo que consiste en
lleno de obstáculos previamente existentes; como los edificios, el mobiliario urbano o el parque
de una ciudad. Así, el parkour o art du déplacement es el arte de saber desplazarse dentro de un
espacio conocido o no, con la capacidad de librar los obstáculos previstos o por surgir, anclado
Consideré el parkour cucapá en sus diferentes aspectos: familiar, étnico, laboral, etc.,
tanto en el espacio como en el tiempo, en el presente, con referencias a un pasado reciente, como
es la infancia o lejano, tanto con base en los relatos de mis informantes a través de la etnografía,
como de las diversas investigaciones históricas; McGuire (1982), Gómez Estrada (2000)
Magaña Mancillas (2010a, 2010b), Ramírez Zavala (2011), Samaniego López (1996, 2015),
17
fecha; Gifford (1933), Spicer (1962), Kelly (1977), Garduño (1994), Tisdale (1997), Castro
(2000, 2011), Álvarez de Williams (2004), Navarro Smith (2012), Muehlmann (2013).
través de la etnografía. Es en ese sentido que he buscado recrear con mis informantes, a través
de sus historias de vida recolectadas, con base en entrevistas semi estructuradas o diálogos a dos
o más voces, sus parkours. Esa etnografía consistió también en un trabajo regular de
septiembre de 2014, — con estancias de uno a tres días, con un ritmo de una a tres veces al mes
Luis Río Colorado, o al campo, en Sonora; al ejido El Indiviso y sus alrededores, es decir en las
orillas como sobre las aguas del golfo de California, al ejido Cucapah Mayor y al ejido Kiliwa
en Baja California, así como a las West, East & North Cocopah Indian Reservation, a Somerton,
los parkours o movimientos de mis informantes, sin dudar en provocar algunos, tal y como una
íntimo, lo cual relaciono con la idea de Ann Stoler cuando afirma ―… that matters of the
intimate are critical sites for the consolidation of colonial power, that management of those
16
―Number 3: Phoenix, Arizona. Arizona is home to 22 federally recognized tribes, and Phoenix itself is home to
43,724 Native Americans‖. Top 5 Cities With The Most Native American. Artículo de Sara Schwartkopf en el sitio
Indian Country, Media Network, julio 29, 2013. https://indiancountrymedianetwork.com/news/native-news/top-5-
cities-with-the-most-native-americans/
18
domains provides a strong pulse on how relations of empire are exercised, and that affairs of
the intimate are strategic for empire-driven states‖ (2006, p. 4). Esas cuestiones tienen que ver
tanto con Estados Unidos como con México, porque a mi entender el asunto del ―internal
colonialism‖ of Native Americans, …‖, como lo plantea Stoler refiriéndose a Hode, aplica para
ambos países (2006, p. 12). La zona fronteriza en la cual trabajé, es una región que tanto México
como Estados Unidos han buscado explotar por sus diversos recursos naturales, por lo menos,
Si, desde la perspectiva académica bajacaliforniana, los estudios, respecto a los cucapá,
se han enfocado, hasta la fecha en el ejido El Mayor, Baja California, es porque, al parecer, los
límites de la investigación fueron los del Estado de Baja California.17 Las razones son de orden
geográfico, político y económico. El hecho es que el ejido Pozas de Arvizu pertenece al Estado
de Sonora lo que obviamente lo separa de Estados Unidos, pero también de Baja California. Y,
aunque se trate de una frontera administrativa entre dos estados mexicanos, esa última,
Pozas de Arvizu, Sonora, ha sido sino olvidado, poco considerado. Así, la misma
academia sonorense ha demostrado poco interés con base en el tema de los cucapá.18 Lo que se
debe, sin duda, al alejamiento de Hermosillo, la capital del estado de Sonora, respecto a Pozas
de Arvizu, pero también a la concentración de los estudios acerca de grupos indígenas más
notablemente identificados como sonorenses, entre los cuales se encuentran los Tohono
17
Aún, en el 2015 la Comisión Nacional para el Desarrollo de los Pueblos Indígenas (CDI) contrató al antropólogo
Everardo Garduño para la redacción de un reporte titulado: Diagnóstico sociodemográfico, socioeconómico y
sociocultural del pueblo cucapá en Sonora Ejido Pozas de Arvizu, pero se trata de un encargo de la CDI y no de una
iniciativa de orden académico.
18
Véase la única monografía realizada en el contexto del ejido Pozas de Arvizu, por un miembro de la academia
Sonorense: Castro, T. (2000). Cucapá, Esbozo de una cultura minoritaria en un espacio fronterizo. Hermosillo:
Dirección General de Culturas Populares.
19
O‘odham (Papago), Comcáac (Seri), Ki Wika Pa Wa (Kikapú), O‘ob (Pima), Makurawe
Somerton, Arizona. Así, el grupo cucapá ubicado en Pozas de Arvizu, Sonora, ha sido poco
estudiado, por lo tanto acercarme a el, permitió ampliar el conocimiento respecto a las
identidades cucapá/cocopah.
puede realizar con base en las fronteras geográficas de un estado, al contario implica hacerlo a
partir de una lógica de fronteras cruzadas. Así, coincido con Marisa Belausteguigoitia cuando
acierta: ―El cruce entre pedagogía crítica y ruptura epistemológica se constituye como
fundacional en los estudios culturales […], lo que da lugar a estos estudios es, […] una nueva
culturales, o sea en una lógica de fronteras cruzadas. Se trató, para mí, de acompañar a los
cucapá, de recorrer con ellos sus caminos y de trazarlos. Eso implicó una forma diferente de
los parkours, lo que necesitó una larga y extensa convivencia con ellos y no la sola realización
Unidos.
También debo de añadir que concuerdo con Belausteguigoitia cuando escribe que ―Los
estudios culturales […] Se han nutrido de teorizaciones alternativas tales como el análisis del
20
discurso, el psicoanálisis, la semiología y la deconstrucción para criticar nociones disciplinarias
de espacio e identidad‖ (2009, p. 107). De modo que hice de mis informantes los principales
con ellos lo que llamo una antropología intima (véase capítulo III).
como han sido definidas por los estudios transfronterizos. Lynn Stephen escribe respecto a los
migrantes indígenas oaxaqueños con los cuales ha trabajado: ―They have crossed racial and
ethnic boundaries within Mexico that have followed them to the United States. They have
crossed class and regional economic boundaries as they have been inserted as workers into
different kinds of agricultural production systems and service sector economies at different
points in time. They have crossed the boundaries of the nation-state as they move between
countries‖ (2007, pp. 5-6). Esa afirmación puede aplicarse a los cucapá/cocopah, quienes desde
sino al racismo de ambos lados de la frontera, es decir tanto por mexicanos 19 como por
estadounidenses. Como lo comenta Stoler: ―racialized assumptions about the inner person were
first rejected by Mexican scientists only to be later implicitly embraced by them‖ (2006, p. 16).
19
―Los reflejos racistas. A mi juicio, la principal moraleja […] es que la repetición de las burlas y juicios negativos
sobre la piel morena y los rasgos ‗indígenas‘ termina por acendrar y reforzar en la mente y en los sentimientos de los
burladores y de los burlados […] la convicción de que la belleza se asocia con la piel más blanca y los rasgos más
‗europeos‘ y que cualquier otro tipo físico es merecedor de desprecio y escarnio, que ser ‗güerito‘ es más deseable y
respetable que ser ‗prieto‘.
Como muestran los estudios de diferentes psicólogos sociales en Estados Unidos y otros países, estas asociaciones
se transforman en arraigadas costumbres por medio de la repetición y de la confirmación de los prejuicios desde la
infancia en adelante. […]
Para quienes hemos crecido en una sociedad racista como la mexicana, la vinculación automática que establecemos
entre el aspecto físico y la condición social de las personas forma parte de las herramientas que empleamos todos los
días para juzgar a los demás y, también, a nosostros mismos‖ (Navarrete, 2016, pp. 54-55).
21
regionales. Algunos cruzan o cruzaron la frontera internacional, en un pasado reciente, o ya
relativamente lejano, el cual atañe al parkour de los antepasados de los actuales cocopah.
practicada por los investigadores de la región, no solamente a inicios del siglo XX, sino hasta la
fecha. Diana Taylor acierta: ―UNESCO‘s goal seems to protect certain kinds of performances-
basically, those produced by the ―traditional‖ and ―popular‖ sectors. This move repeats the
salvage ethnography of the first half of the twentieth century, implying that these forms would
disappear without official intervention and preservation. […] the ‗preservation‘ argument […],
contemporánea de los cucapá/cocopah y por consiguiente los desplazamientos que implica esa
sin embargo el ejido de Pozas de Arvizu, Sonora, siendo la ―cuna‖ de la familia que estuve
acompañando, fue el eje articulador de mi trabajo de campo. Eso implicó, para mi, tener la
identidad(es) y fronteras, desde los estudios (socio)culturales o cultural studies, como desde los
estudios transfronterizos o transborder studies, con el fin de poner en perspectiva los parkour(s)
de los cucapá/cocopah en la zona fronteriza, en su nivel local, con la cuestión global que ese
espacio representa.
22
Así, mis preguntas de investigación son las siguientes (véase definición de parkour en
pp. 17-18): ¿Cuáles son los parkours [pasados], existentes [actuales] o probables [virtuales] de
los cucapá/cocopah? ¿Cómo los conciben, establecen, experimentan o interiorizan? ¿En qué [y
de qué manera] pueden influir la(s) distintas frontera(s), nacionales, estatales, sociales,
culturales y mentales sobre sus parkours? ¿De qué manera los parkours forman parte y son
parkours?
de) los cucapá/cocopah‖, hablaré del contexto político, histórico y académico al cual se
realtivos a los cucapá/cocopah otorgando un enfoque particular a los diferentes nombres que les
el concepto de parkour, tanto en sus aspectos metodológicos, como téoricos. Explicaré que el
parkour puede ser considerado como un concepto global, el cual se adapta particularmente al
apartado acerca del parkour antropológico, dado que me encuentro en una posición que
calificaré de transacadémica.20
20
Me formé inicialmente en la academia francesa, donde estudié sociología en la facultad Arts et Sciences
Humaines, Université François Rabelais, Tours, Francia, etnología, en la Université Victor Segalen, Bordeaux 2,
Burdeos, Francia y cine en la Université Michel de Montaigne, Bordeaux 3, Burdeos, Francia. Elaboré la presente
tesis en el IIC-Museo UABC, Mexicali, Baja California (Instituto de Investigaciones Culturales-Museo Universidad
Autónoma de Baja California). Durante este periodo, también realicé estancias en la STS-ASU (School of
Transborder Studies, Arizona State University) en Tempe, Arizona, así como en el CRIM-UNAM, (Centro Regional
de Investigaciones Multidisciplinarias-Universidad Nacional Autónoma de México) en Cuernavaca, Morelos.
23
En el tercero y último capítulo, ―Una etnografía nómada‖, demostraré a través de las
divisiones del concepto de parkour y desde la subjetividad de mis informantes, es decir, desde
sus distintas experiencias o diferentes parkours, cómo el nomadismo ha sido interiorizado por
ellos. Consideraré la zona fronteriza internacional, así como fronteras más ocultas, relacionadas
color.
Como lo mencioné anteriormente, no creo ni pretendo que exista una verdad absoluta. Mi
intención es en primer lugar proponer una crítica constructiva a los trabajos ya existentes, en
experiencia vivida de los cucapá/cocopah, sin omitir las luchas internas que atraviesan esos
grupos, los cuales pude aprehender en su complejidad a través de una etnografía nómada de sus
parkour(s).
24
Capítulo I. (Historia de) los cucapá/cocopah
25
I.I. Breve acercamiento al contexto político, histórico y académico
―En suma, los mestizos nunca han sido homogéneos, pues siempre ha habido unos más iguales que otros. La tan
cacareada unificación racial de los mexicanos, nuestra unión en una sola raza mestiza, nunca ha sucedido y en su
Alexander von Humboldt (véase mapa 4, p. 27)21 sería el primero en mencionar el término de
desigualdad22 23 a inicios del siglo XIX para describir la situación de los indígenas en México,
así Ana Luz Ramírez Zavala escribe: ―la novedad son las consideraciones del alemán en relación
con la desigualdad que sufrían los indios y las sugerencias que hizo con respecto a desaparecer
muchas de las disposiciones que impidieron que durante el régimen colonial fueran tratados con
Mientras tanto, desde las cortes de Cádiz se había exigido la desaparición de la minoría
de edad así como la imparcialidad jurídica para los indígenas. No obstante, este procedimiento
no se dio de forma exacta, ni homogénea, según los diferentes contextos regionales. Así, ―como
21
The Simon Burrow Transborder Map Collection es propiedad de la School of Transborder Studies – ASU. In
2012, Simon Burrow gifted over 100 historic maps to the School of Transborder Studies (STS) at Arizona State
University […] These maps illustrate how boundary making and nation state borders have changed overtime.
22
El jurista y sociólogo, Andrés Molina Enríquez, quien fomentó la reforma agraria en México, escribió en 1909,
Los grandes problemas nacionales, libro en el cual subrayó la trascendencia del mestizaje y denunció las
consecuencias de la desigualdad social en México. http://www.centrolombardo.edu.mx/wp-
content/uploads/2016/07/los-grandes-problemas-de-mexico-molina.pdf
23
―México es el país de la desigualdad, no sólo económica, medida en ingresos, sino social, afirmaron
investigadores de El Colegio de México (Colmex), quienes destacaron que entre los desafíos para abatirla está la
‗lentitud con la que ocurren los cambios‘ para generar una sociedad más equitativa. [México], el segundo [país] más
dispar de América Latina, sólo después de Chile‖. México, el país de la desigualdad económica y social:
especialistas. Artículo de Laura Poy Solano, en el periódico La Jornada, marzo 18, 2017.
http://www.jornada.unam.mx/2017/03/18/sociedad/029n1soc
26
27
se logra apreciar en la prensa, en la segunda década del siglo XIX, se seguía pugnando por hacer
desaparecer el trato del indio como menor de edad, pues esto los separaba de las demás clases
sociales haciéndolos distintos‖ (Ramírez Zavala, 2011, pp. 1664-1665). Aunque esa situación
…, el adjetivo que recibió el indio fue ‗infeliz‘ cuando se hacía referencia al régimen
gobierno liberal. En este mismo tenor, cuando se relacionó el término indio con
utilizaron la imagen del indio para legitimar la vida independiente de México (Ramírez
Por el contrario, México, una vez que triunfó la independencia, fue confiscado por una
élite. Venció el país, pero su propio pueblo no se benefició de la independencia. Así como lo
afirma Stoler: ―Global events have placed empire under new scrutiny, helping to remind us that
‗exceptionalism‘ is a shared self-description of imperial forms and that every empire imagines
itself an exception‖ (2006, p. 12). Es en ese sentido que Stoler hace referencia al ―internal
colonialism‖ de los Native Americans por Estados Unidos. Yo sugiero que ese concepto se
aplica también a México, y que por lo tanto puede calificarse de ―colonialismo interno‖ el trato a
28
los indígenas por los Estados Unidos Mexicanos desde la independencia.24 Así, a partir de los
[…] el indio es públicamente considerado como el símbolo del atraso económico, pues el
que los indígenas no tuvieran grandes necesidades y aspiraciones económicas fue visto
como obstáculo para el progreso de la agricultura. […] las medidas políticas tomadas
décadas atrás para suprimir aquello que hacía jurídicamente diferente a los indígenas no
los bienes que poseían y, al mismo tiempo, estos fueron requeridos como fuerza de
Como resultado, el ―cambio‖ en la forma de tratar a los indígenas del siglo XVIII al siglo
XIX, y en particular por lo que se refiere a los indios del noroeste de México, se puede resumir
de la siguiente forma:
la Nueva España, esos indios fueron definidos de una manera general como ‗gentiles‘, es
2004, p. 449), pero también una vez convertidos pasaban a ser súbditos de la corona y
como tales eran codiciados por soldados misionales y mayordomos que los clasificaron
como indios de paz o indios de guerra, y con el paso del tiempo los rancheros los
2010b, p. 126).
24
Esta idea también ha sido desarrollada por el sociólogo y crítico mexicano Pablo González Casanova. Véase el
artículo: Colonialismo interno, una redefinición. Conceptos y fenómenos fundamentales de nuestro tiempo, UNAM,
octubre, 2003. http://conceptos.sociales.unam.mx/conceptos_final/412trabajo.pdf
29
Si bien, México y Estados Unidos representan dos culturas políticas diferentes, en la
frontera, a mediados del siglo XIX, según Marco Antonio Samaniego López, ambos países
tienen por lo menos las mismas preocupaciones de orden capitalista, las cuales consisten en
―aprovechar recursos naturales‖, así como librarse de ―los mismos enemigos; los ‗indios
bárbaros‘ […]. El indígena siempre ha sido anarquista‖ (2015). 25 Asimismo Ramírez Zavala
…, existía la visión del indio nómada que se había resistido a la evangelización y que
causaba estragos a las poblaciones fronterizas, como salvaje, bárbaro, hostil, gandul,
enemigo, al que se le debía combatir con las armas. Este tipo de calificativos hacia estos
militares, recurrentes desde la época colonial hasta la primera mitad del siglo XIX,
Los indios nómadas que asolaron la región fronteriza de México fueron combatidos con
las armas tanto civil como militarmente, pues eran vistos como un enemigo público
asaltar a los viajeros, cometer abigeato, incendiar los pueblos. Las autoridades no
lograban evitar las incursiones de apaches, viéndose en la necesidad de permitir que los
30
exterminar a los ‗bárbaros‘, ya que desde tiempos coloniales no habían aceptado la
A finales del siglo XIX y principios del XX, los anarquistas proponen en cambio ―una
visión internacional, en contra del Estado, de las leyes, de la propiedad‖ y promueven ―la muerte
al gobierno, muerte a los funcionarios, muerte a los sacerdotes‖, así como ―una propuesta
internacional sin fronteras‖ (Samaniego López, 2015). ―De 1903 a 1907‖, los Estados Unidos
Para Samaniego López lo que está en juego son los recursos naturales. Así ―la revolución
hidráulica de los siglos XIX y XX‖, la cual tuvo como objetivo ―transformar lo café en verde‖,26
tanto en México como en Estados Unidos selló entre ambos países una ―unidad que sigue
vigente hasta el día de hoy‖ (2015). El imaginario político, a finales del siglo XIX e inicios del
XX, de ambos lados de la frontera se resume en la ―conquista del desierto‖. Es decir, que a pesar
de las invasiones norteamericanas, existe ―una conjunción de intereses, desde por lo menos
1900‖, que Samaniego López define como la ―ambigüedad de la zona fronteriza‖, zona en la
cual, los indígenas son claves, dado que en un nivel político se vuelven de nuevo francamente
utilitarios. En efecto, a principios del siglo XX, con la revolución mexicana, 27 aparecen las
México en 1821.
26
Véase mapa 3, p. 14.
27
―Las élites que ascendieron con la Revolución mexicana tenían también una ansia de abolengo que se compaginó
a la perfección con la habilidad de cintura de las añejas élites, siempre dispuestas al gatopardismo, es decir, a
cambiar para seguir iguales‖ (Navarrete, 2016, p. 155).
31
El discurso que pronunció Lombardo Toledano, político y filósofo mexicano, en
México, en 1940, resume la actitud del poder hacia los indígenas en México, desde la conquista:
Por muy valiosos que hayan sido los casos de ayuda positiva a los indígenas de México,
a partir del siglo XVI; por muy generosos que hayan sido frailes y educadores durante el
haya iniciado una política diversa respecto del tratamiento a los indígenas, de la política
de la Colonia. Ayer, los indígenas hicieron, junto con criollos y mestizos, la Guerra de
Siguieron siendo los parias de siempre, siguieron siendo los asalariados paupérrimos; en
muchos casos, los esclavos, de hecho, de los tiempos pasados (Del Val y Zolla, 2014, p.
286).28
se habrá enraizado más el sentimiento nacional y enriquecido con virtudes morales que
28
Vicente Lombardo Toledano (1940). Discurso pronunciado por Vicente Lombardo Toledano, Delegado de
México, respecto al problema fundamental del indio. En El problema del indio, México, SEP, Colección
SepSetentas, 1973, pp. 127-135.
32
fortalecerán el espíritu patrio, afirmando la personalidad de México‖ (Del Val y Zolla, 2014, p.
280).29 Este extracto demuestra que la política de Cárdenas hacia los indígenas no está pensada
específicamente para ellos, sino más bien con la intención de asimilarlos a la sociedad mexicana
como campesinos.
En una entrevista, Onésimo González Saiz, ex-líder tradicional de los cucapá en Baja
California explica: ―Mire, […] yo recibí muy pequeño esta porción; ya estaba muy limitada,
porque a principios del siglo [XX], estábamos solos. No había carretera a San Felipe, [Baja
California], y nosotros ya estábamos asentados aquí. El camino hacia el norte era por aquí. A mi
padre le tocó pedirle al General Lázaro Cárdenas del Río que nos dieran posesión de estos
terrenos y aunque teníamos más, nos quitaron y nos quitaron y sólo nos dejaron aquí, hasta la
Laguna Salada. ¿Qué es lo que tenemos…? ¡Nada…! Si usted se fija, aquí sólo tenemos puras
piedras y en la Laguna Salada, pura arena, pero no la podemos sacar. Aquí vivimos hasta donde
ciegamente la corriente del descolonialismo, es decir, sin ningún distanciamiento, o sea sin
tomar en cuenta las especificidades del continente americano, dado que el descolonialismo,
como teoría nació en la segunda mitad del siglo XX a la luz de las descolonizaciones de Africa y
Asia. Así Boaventura de Sousa Santos,31 autor de ―Descolonizar el saber, reinventar el poder‖
29
Lázaro Cárdenas (1940). Discurso del Presidente de la República en el Primer Congreso Indigenista
Interamericano, Pátzcuaro, Mich., 14 de abril de 1940. En Palabras y documentos públicos de Lázaro Cárdenas,
1928-1940, México, 1984, Siglo XXI, vol. 1, pp. 402-405.
30
Murió el Gobernador de la Tribu Cucapá de Mexicali, Onésimo González Saiz, 60 años de líder tradicional de los
Cucapás; su postura contra religiones extrañas; ―Ya hemos hecho muchas peticiones y nunca hemos recibido
nada…‖. Artículo de Enrique Estrada Barrera, octubre 25, 2007. http://www.periodistasenlinea.org/25-10-
2007/13710
31
Boaventura de Sousa Santos (abril, 2017). Las epistemologías del Sur, la pedagogía del oprimido y la
investigación-acción-participación. Facultad de Ciencias Políticas y Sociales, UNAM, Ciudad de México.
33
(2010) al compartir su propuesta epistemológica, ―Las epistemologías del Sur‖ (de Europa),32
afirma: ―he aprendido mucho más con los no académicos (de) que con los académicos, debo
directamente con la ―raza‖, como se dice comúnmente en México, que escuchar una conferencia
del ―taquillero‖ académico Boaventura de Sousa Santos quien también dice: ―esta intervención
epistemológica no quiere decir que sea una ruptura total, porque como digo no me gusta una
ciencia de moda; las teorías de moda, de esas estamos hartos de verlas, ¿no?‖. Si es verdad,
estamos hartos de ver las teorías de moda de los demás, tal y como la de los ―drones‖, la
2017.
No, al contrario, yo pienso que no se deben rechazar trabajos sólo porque son nuevos,
viejos o incluso de moda, no me parece ser una razón pertinente, creo más bien que hay que
confrontarlos entre sí. Además, las ―Epistemologías del Sur‖ justamente implican el desarrollo
de nuevas teorías. Aunque, los dos mayores problemas que veo en ellas, es por un lado el hecho
que un movimiento social diga ―algo‖ no significa que sea la verdad y por otro lado dan también
a pensar que los movimientos sociales estarían exentos de luchas internas. Bourdieu afirma:
pas, que l‘on ne peut pas poser, parce qu‘elles touchent aux croyances fondamentales
32
Boaventura de Sousa Santos nació en 1940 en Coimbra, Portugal, y es doctor en derecho por la Universidad de
Yale, New Haven, Connecticut en Estados Unidos, y catedrático de sociología en la Universidad Coimbra, Portugal,
fundada en 1290, la ciudad universitaria más antigua de Portugal.
34
ce qu‘indique Wittgenstein lorsqu‘il rappelle que le doute radical est si profondément
identifié à la posture philosophique qu‘un philosophe bien formé ne songe même pas à
discurso del descolonialismo como las ―Epistemologías del Sur‖ que al parecer, pocos
cuestionan. Así, para entender mejor la situación especifica, no solamente de América Latina,
sino de México es imprescindible tener en mente lo que representa ―la ideología del mestizaje‖
En su periodo de auge entre fines del siglo XIX y mediados del XX, la ideología del
indígenas como de sus padres europeos. Socialmente, las nuevas y pujantes élites
consideraban que el mestizo era superior, o al menos estaba mejor adaptado al medio
americano que el blanco, y que era en todo caso menos extranjerizante, más
incluso a superar a los dominantes y admirados europeos y a las élites blancas que en ese
33
―La pertenencia a un grupo profesional ejerce un efecto de censura que va mucho más allá de los apremios
institucionales o personales: hay cuestiones que no presentan, que no se pueden presentar, porque tocan a las
creencias fundamentales que están en la base de la ciencia y del funcionamiento del campo científico. Es lo que
indica Wittgenstein cuando recuerda que la duda radical está tan profundamente identificada con la postura
filosófica que un filósofo bien formado no piensa en poner en duda esta duda‖ (Bourdieu, 1996, p. 21). Traducción:
Margarita Mizraji.
35
Considerando que en sus inicios el descolonialismo se dio como primera tarea analizar la
herencia colonial, es decir deconstruir como lo propone Jacques Derrida, o sea, partir de ―lo que
sucede‖; ―…ce qui arrive […], c‘est ça la déconstruction‖ como lo repitió el filósofo en muchas
proponer una vía alternativa desde los orígenes ¿Qué significa descolonialismo cuando no se
En relación con este tema la señora Sandoval Portillo, indígena cucapá originaria del
ejido Cucapá Mestizo, municipio de Mexicali, Baja California, acierta: ―Desgraciadamente uno
no puede revivir las costumbres, cómo se van a revivir cosas que no se vieron, si ni siquiera se
forma uno idea de cómo eran. No puede uno voltear el disco nomás por voltearlo, no se puede
volver al pasado, imposible. Se puede vivir de recuerdos, eso sí, pero vivir otra vez el pasado
está muy difícil. Qué daría yo porque vivieran todas mis gentes, porque regresara lo de antes,
Si los pueblos han visto sus derechos violados en una total indiferencia en las Américas,
Nueva Zelanda, Australia, etc., Will Kymlicka escribe, por ejemplo, que ―Brasil ha sido
especialmente insistente a la hora de afirmar que no tiene minorías nacionales; lo cierto es que el
casi total exterminio de sus tribus indígenas está peligrosamente cerca de ratificar dicha
34
―Comme vous l‘imaginez, on me pose souvent cette question, et jamais je ne sais vraiment y apporter une seule
réponse. Je vais, si vous le permettez, citer deux ou trois réponses que j‘ai improvisées dans des contextes très
singuliers, un peu pour déjouer l‘autorité de la question elle-même, la légitimité de la question. Parce que je ne
crois pas qu‘il y ait la déconstruction, il y a des déconstructions qui diffèrent d‘un lieu à l‘autre, d‘un contexte à
l‘autre […]. Je dis souvent que c‘est ce qui arrive, ce qui arrive est l‘impossible, donc l‘impossible, il y a la seule
chose qui arrive, c‘est ça la déconstruction. Mais les deux formules que j‘ai risquées un jour dans des contextes très
différents, c‘est d‘une part : la déconstruction c‘est l‘Amérique, et je vais dire l‘Amérique, c‘est à dire que c‘est ce
qui se passe avec les Etats-Unis, et j‘essaie d‘expliquer jusqu‘à quel point ça pouvait avoir du sens. Et, l‘autre
définition boutade, c‘était : la déconstruction c‘est plus d‘une langue, plus d‘une langue‖. Derrida, J. (2004).
Jacques Derrida & Régis Debray, Médiologie et déconstruction sur le fil du temps. En Giesbert, F. O., programa
Culture et dépendances, canal de televisión France 3. https://www.youtube.com/watch?v=QLQT5rl9Cwg
36
afirmación‖ (1996, p. 40). Cabe subrayar que, después de una serie de eventos políticos, el
Para Kymlicka (1996), quien está en contra del multiculturalismo, lo asimila a un gueto
prohibiendo la integración de las minorías, quien esta a su favor ve en la integración una forma
de imperialismo cultural. Kymlicka condena ambas posturas, al ver en cada una de ellas
Varios países occidentales son multinacionales, puede tomarse el ejemplo de los Estados
Unidos como típico, aunque difícilmente se acepta como tal, donde se cuenta con muchas
minorías nacionales; desde los indígenas estadounidenses (Native Americans) hasta isleños del
Pacífico. Kymlicka comenta que ―a las tribus indias se les reconoció como ‗naciones internas
La pregunta para Kymlicka es ética: ¿se deben de reconocer las diferencias? Entonces, en
se pregunta: ¿qué hacer con ellas?, y sobre todo, ¿cómo hacer que existan? Kymlicka define tres
que existen dentro del sistema federal, es el caso de las reservas indias, por ejemplo (1996, p.
50). 2. Derechos poliétnicos. El objetivo es de apoyar a los grupos a que puedan reivindicar su
particularidad sin frenar ―su éxito en las instituciones económicas y políticas de la sociedad
dominante‖ (1996, p. 53). 3. Derechos especiales de representación para ―las mujeres, las
37
minorías raciales, los pueblos indígenas…, las personas con discapacidades físicas y las
En mi opinión, existe cierta confusión al querer reunir todas las minorías como si sus
reivindicaciones siguieran forzosamente la misma dirección. En efecto, ¿qué tienen que ver
entre sí, las reivindicaciones de los grupos enumerados por Kymlicka?: ―las mujeres, las
minorías raciales, los pueblos indígenas…, las personas con discapacidades físicas y las
comenta que los indígenas chiapanecos no son veganos, mejor dicho que comen carne y por
tanto no son compatibles con la minoría vegana, en contra del consumo de animales. Es un
Esas propuestas de Kymlicka son las premisas de lo que hoy en día se podría nombrar
―activismo legal‖, que en lo personal llamaría mejor ―activismo funcional‖ para el sistema, el
cual está en boga hoy en día en la academia. Es inútil precisar que el ―activismo legal‖
contemporáneo se encuentra a años luz del anarquismo de los inicios del siglo XX. A mi
entender, desde esta perspectiva, los académicos se desencaminaron de nuevo, para ocupar el
papel de los políticos, pero fuera de su arena, volviendo una vez más al utilitarismo de la
cuestión indígena, dado que los académicos en último instante siempre defenderán su posición
de poder así como su poder adquisitivo (o sea, su economía) antes de cualquier otra cosa.
Baja California, 1769-1870‖: ―Sin embargo, la pregunta es sí los académicos debemos tratar de
35
Anaya, B. (agosto, 2015). La contracultura Zapatista. Conferencia en la Facultad de Ciencias Humanas – UABC,
Mexicali.
38
comprender a las sociedades en su devenir histórico-demográfico o sólo fortalecer las
premisa, sin negarle el derecho a los individuos y grupos actuales de construir su memoria
colectiva y las nuevas significaciones que consideren adecuadas para sus identidades colectivas‖
(2010a, p. 86).
Por mi parte, creo que antes de nada, se debe tratar de entender a los grupos estudiados.
Para eso es necesario escuchar y observar lo que sucede en la actualidad entre estos últimos. Es
decir, darles voz, sin ocultar las luchas internas que atraviesan estos grupos. Si bien me siento
solidario con ellos, no promuevo el hecho de imponer decisiones desde fuera, sino como bien
dice mi informante Modesto respecto a la regiduría del ejido: ―Se necesita que la gente que está
ahorita aprenda a escuchar, que observen bien nada más. Mirar así y ya‖.
39
I. II. Coordenadas espaciales y temporales de los cucapá/cocopah
―This land was Mexican once was Indian always and is. And will be again‖.
El ejido Pozas de Arvizu,36 municipio de San Luis Río Colorado, Sonora, México (véase mapas
1, p. 9 y 2, p. 11), existe desde el año 1942. La sedentarización oficial del grupo establecido en
Sonora ocurrió 25 años más tarde que la del grupo ubicado en Arizona, donde la Cocopah
Pozas de Arvizu, también llamado ―reserva‖ por sus integrantes, fue creado a petición de cucapá
establecidos en los alrededores del mismo, durante la presidencia de Manuel Ávila Camacho
Sonora, México, es decir, de la frontera más cercana con Estados Unidos, que es la de la ciudad
Somerton, Arizona. El ejido Pozas de Arvizu así como las West, East & North Cocopah
caracteriza por ser el casi exacto cruce de cuatro estados distintos: Baja California y Sonora del
lado mexicano, así como California y Arizona del lado estadounidense. De hecho, en este
36
―El II Conteo de Población y Vivienda 2005 indica que, […] en el valle de San Luis [Río Colorado, Sonora],
viven 171 cucapás, ocupando asentamientos rurales y urbanos… En la cabecera municipal, en su área suburbana,
residen 85 miembros de la etnia… En Pozas de Arvizu residen cincuenta miembros de la etnia, aunque otras tres
familias originarias del poblado emigraron a otras localidades de la región‖ (Castro, 2011, p. 17).
40
perímetro fronterizo, los estados de Baja California y Arizona tienen una frontera en común con
los tres estados vecinos, respectivamente, California, Arizona y Sonora para el primero, y
Sonora, Baja California y California para el segundo, mientras California y Sonora solo tienen
una frontera directa con Baja California y Arizona respectivamente. El río Colorado aparece
como una frontera ―natural‖ entre Sonora y Baja California, así como entre Baja California y
desecado.
relativo aislamiento respecto a las capitales de cada estado. Es particularmente notable en el caso
de Pozas de Arvizu: Hermosillo, la capital del Estado de Sonora se encuentra a 607 kilómetros
Como resultado, Pozas de Arvizu está olvidado. Nada se publicó, del lado de Sonora en
términos de investigación académica, por lo menos, hasta el año 2000, año de la publicación de
la primera y única monografía dedicada al ejido: ―Cucapá, Esbozo de una cultura minoritaria en
mismo ejido Pozas de Arvizu, Sonora, que terminé consiguiéndolo. Muy amablemente, ella me
lo prestó.
Por otra parte, puedo afirmar que la frontera administrativa que separa Baja California de
separan Mexicali, Baja California, de San Luis Río Colorado, Sonora, como para impedir el
paso de investigadores pertenecientes a la academia de Baja California hasta los últimos años;
Garduño (2015) o Garrido (2015). Sin embargo, como lo comenta Hernán Franco Martín, es ―en
41
la década de 1970, … que se instalan en Baja California el Instituto Nacional Indigenista (1972),
Desde estas instituciones se originan las primeras investigaciones académicas sobre los grupos
indígenas nativos así como las incursiones en proyectos de rescate de la cultura material e
inmaterial‖ (2012, p. 7). Sin embargo, estos investigadores se enfocaron sobre los grupos que se
encuentran dentro de las fronteras de Baja California o en la zona fronteriza entre Baja
California y California.
dónde también residen familias cucapá, fueron establecidos en el año 1937. El Mayor se sitúa a
172 kilómetros al suroeste del ejido Pozas de Arvizu, Sonora, y por lo tanto a un poco más de
210 kilómetros de la West Cocopah Reservation, Arizona. Está muy presente en la literatura
etnográfica existente acerca de los cucapá: Kelly (1977), Bendímez Patterson (1995), Navarro
Smith (2012) o Muehlmann (2013). Cabe mencionar también que existen indígenas cucapá
143), y está actualmente dividida en tres reservas distintas; las West, East & North Cocopah
Reservation. La West Cocopah Reservation está literalmente pegada con México, pues su
delimitación al oeste es la frontera con el estado de Baja California, la cual sigue casi
37
―En el ejido El Mayor, Baja California, residen actualmente 52 familias, que, según un censo comunitario de
1998, están compuestas por 218 personas. Además, 37 cucapás, viven en el ejido Cucapah Mestizo, aunque la mayor
parte de la población de esta localidad no pertenece a la etnia‖ (Castro, 2011, p. 17).
38
El censo realizado por Estados Unidos en 2010 arrojó a 1,009 cocopah. Según Shelby Jo-Anne Tisdale, en 1996
aproximadamente 53% de los cocopah inscritos vivían dentro de la reserva, 19% en los alrededores de Somerton y
Yuma, 28% vivían en Phoenix o alrededores, en otra parte de Arizona o en otro estado (1997, p. 171).
42
exactamente el curso del río Colorado. Es ahí dónde se encuentran los edificios administrativos
de la Cocopah Indian Tribe así como una importante zona habitacional, y el Cocopah Museum.
La East Cocopah Reservation incluye también una zona habitacional como la mayor zona
comercial de la Cocopah Indian Tribe: Cocopah Korner Store, Wild River Family Entertainment
Center, Cocopah Resort and Conference Center, Cocopah Gift Shop y Cocopah Casino. En la
North Cocopah Reservation se encuentran el Cocopah RV & Golf Resort, así como una zona
habitacional, visibles desde la Interstate 8 (freeway 8). Ésta última va al oeste a San Diego,
California, y hacia el este hasta la Interstate 10 (freeway 10), es decir hacia Phoenix, la capital
del Estado, la cual se encuentra a 310 kilómetros de Somerton (o a Tucson, Arizona, a 401
kilómetros). La ciudad de Somerton, Arizona, está directamente conectada con la ciudad de San
conectándose con la Interstate 80 (freeway 80) cerca de Reno, Nevada, mientras al sur se
convierte en la 40, en San Luis Río Colorado, Sonora, o sea, cruzando la frontera con México,
esa última lleva directamente al ejido Pozas de Arvizu, Sonora, y termina en la población
denominada Golfo de Santa Clara, Sonora, en las orillas del golfo de California (o mar de
Cortés).
Varias investigaciones académicas estadounidenses han sido dedicadas a los cocopah así
(Berkeley), como es el caso de Edward Gifford, The Cocopa (1933). Otros investigadores son
originarios de la University of Arizona, como Kelly (1977) o Tisdale (1997). Más recientemente
Talamante (2014), de la University of California (San Diego) realizó una investigación ahí con
43
I. III. Perspectivas etno-históricas acerca de los cucapá/cocopah
Estados Unidos de América, es indispensable pasar por una reconstrucción histórica de esa
pertenencia étnica. Como acierta Carrithers, hacer una ―etnografía del presente, [...] no implica
necesariamente un punto de vista ahistórico‖ (1995, p. 29). De igual manera, Kai T. Erikson
del siglo XXI, en un mundo tan inestable como el que vivimos, tomaré ahora en consideración
los cambios más significativos que ocurrieron desde las primeras exploraciones del río Colorado
por los españoles en la zona en la primera mitad del siglo XVI, dándole un especial énfasis a los
eventos ocurridos desde la segunda mitad del siglo XIX, tanto a través de datos meramente
contexto en el cuál se desarrollaron, dado que las etnografías que se han llevado a cabo acerca
de los cucapá/cocopah terminan siendo ―a new species of historical document‖ (Kai T. Erikson,
1973, p. 15). En efecto, el siglo XX dio a luz a un nuevo tipo de material, que es el material
anteriores.
44
Su nombre
Tal vez me convendría afirmar que los términos cucapá/cocopah tienen un significado relativo a
la movilidad para apoyar mi concepto de parkour(s) (ver capítulo II del presente trabajo), no
obstante, a pesar de las afirmaciones de algunos autores al respecto, me parece más pertinente
analizar los parkour(s) de las palabras cucapá/cocopah y sus variantes a través de los siglos,
como de los distintos términos o sentidos que se les han dado, desde la época colonial, hasta la
actualidad.
Así, en esta sección, analizaré distintas versiones del nombre y del sentido que se le ha
está llamando o considerando como cucapá/cocopah en los diferentes momentos? Por mi parte,
no he encontrado ningún elemento que asegure una u otra versión. Tampoco mis informantes
coinciden con ello, ya que me han dicho desconocer el sentido de la palabra cucapá/cocopah.
Antes que nada, es preciso tener en mente que en la actualidad se están manejando dos
academia lo escribe cucapá, cuando los indígenas suelen escribirlo cucapah, como es el caso del
Arvizu, Sonora. Sin embargo, en México, entre los indígenas, se encuentran también las
ortografías cucapá o cucapa, generalmente sin acento; en las lanchas de los pescadores, en Baja
California, por ejemplo. En general, en plural, se escribe: los cucapahs, cucapás o cucapas, pero
plural Cocopahs como es el caso en el texto que acompaña a su logo: Indian Nation of the
45
Cocopahs. En su sitio oficial, también hacen mención al termino kwapa: ―The Cocopah
(Kwapa), also known as the River People, have long lived along the lower Colorado River and
delta‖. Aquí River People, no se considera en ningún caso una traducción del término cocopah
sino más bien una alternativa a ese último, es decir otra forma de llamarlos.
término. Crawford precisa que su trabajo de campo concierne casi exclusivamente a los
cocopah: ―My field work on Cocopa was conducted entirely in Arizona except for a one-day visit
in 1963 to a Cocopa [cucapá] family in Baja California. I worked with speakers in both the
Somerton and Phoenix areas, beginning in early 1963 and continuing intermittently over the
fue el caso de Gifford (1933), o de Kelly (1977), aun más recientemente, Tisdale (1997) lo
escribió con la ortografía Cocopah, o sea con ―h‖ al final como en la Cocopah Reservation. La
gran mayoría de lo autores, incluyendo a Spicer (l962) y Kelly (1977), concuerdan en que el
explorador y colonizador novohispano Juan de Oñate, quien fue gobernador de Nuevo México,
fue el primero, en el año 1605, en mencionar la etnia bajo el nombre ―cocapa‖, escrito tal y
como lo reportó Kelly, es decir una mezcla entre ―cucapa‖ y ―cocopa‖ en un cuadro llamado:
Cabe mencionar que si los nombres de todas las etnias alrededor se transforman
drásticamente es notable ver que el nombre de los cucapá o se repite casi idéntico o deja de ser
mencionado. Si bien, entre los primeros exploradores del río Colorado, el padre Garcés en 1776
ubica a un grupo nombrado cucapá. Antes de Oñate, es decir antes de 1605, Alarcón en 1540 no
46
los menciona, aunque las descripciones que hace de los indígenas rieños podrían eventualmente
ser atribuidas a los cucapá/cocopah. Más sorprendente es que Kino, en 1701, tampoco hace
referencia a su nombre tal y como se conoce desde principios del siglo XVII. Kelly escribe: ―It
is unfortunate that the missionary Father Kino was unable to give us as complete a record when
he visited the river… The Cocopa were not mentioned, although he listed two tribes in the delta
that have never been identified: the Coanopa or Hoabonoma and the Hogiopa: one or both of
Cocopa, called Kwikapa by the Mohave, held the lowest courses of the river, chiefly, it would
seem, on the west bank. They have survived in some numbers, but have, and always had, their
seats in Baja California. They are mentioned by name as early as 1605‖ (1976, p. 796). Kroeber
indica el nombre que les dan los Mohave (mojave en español), es decir otro grupo indígena,
dejando así suponer que el nombre de los cucapá/cocopah varía según quienes lo mencionan, sin
precisar cuáles serían esos otros nombres. No se indica nada acerca de un eventual significado
del término Kwikapa. Respecto a la ubicación que indica Kroeber, hay que subrayar que en
1925, ya existía la Cocopah Indian Reservation ubicada en Somerton, Arizona, creada en 1917,
la cual se encuentra en la orilla este del río Colorado (on the east bank). Eso no indica
forzosamente que Kroeber se equivocó en el momento de redactar esta información, dado que se
publicó por primera vez en 1905, si no que no se actualizó, aunque, en todos casos Kelly ubica a
los cucapá/cocopah de ambos lados del río Colorado desde antes de la creación de la Cocopah
Indian Reservation.
Con relación a Kroeber, encontré una referencia del año 1905, es decir, en otra
47
American Indians North Of Mexico Part 1, publicado en 1907, aquí las primeras líneas:
―Cocopa (ko‘-ko-pa). A division of the Yuman family which in 1604-05 lived in 9 rancherias on
the Rio Colorado, 5 leagues above its mouth. At a later period they also extended into the
mountains of Lower California, hence were confined almost exclusively to Mexico‖ (p. 319). Al
final del artículo añade referencias 39 acerca de los cucapá/cocopah, las cuales incluyen
justamente diferentes nombres que se han empleado para mencionarlos, sobre todo en la
segunda mitad del siglo XIX: ―Cacopas‖, ―Cacupas‖, ―Cocapa‖, ―Cocapas‖, ―Cochopas‖, ―Co-
haciendo referencia a Kroeber; ―Kukapa, inf., 1905 (Mohave name). Kwikapa.—Ibid. (Mohave
Por su parte, Gifford (1933), al contrario de Kroeber, señala los nombres de los grupos
indígenas conexos, tal y como, supuestamente, los nombraban los cucapá/cocopah: ―Cocopa
called: Yuma, Kwisain; Mohave, Hümakhab; Walapai, Yaupai; Havasupai, Hopai; Cahuilla,
Hükwas; Chemehuevi, Samuwau. Yawapai applied to 3 Yavapai groups, all enemies, whose
language said to resemble Akwa‘ala; Western Yavapai not known by term Tolkepaya‖ (p. 262).
39
Lista completa de las referencias al final del artículo: ―Cacopas.—Ind. Aff. Rep., 390, 1863. Cacupas.—
Schoolcraft, Ind. Tribes, III, 96, 1853. Cocapa. —Ind. Aff. Rep., 361, 1859. Cocapas.—Zárate-Salmeron (ca. 1629)
in Land of Sunshine, 106, Jan., 1900. Cochopas.—Stratton, Oatman Captivity, 175, 1857. Co-co-pah.—Schoolcraft,
Ind. Tribes, II, 116, 1852. Cucapa.—Garcés (1776), Diary, 434, 1900. Cucapachas.—Mayer, Mexico II, 38, 1853.
Cucassus.—Hinton, Handbook to Ariz., 28, 1878. Cucopa.—Forbes, Hist. Cal., 162, 1839. Cu-cu-pahs.—Kern in
Shoolcraft, Ind. Tribes, IV, 38, 1854. Cuhanas.—Orozco y Berra, Geog., 59, 1864 (Cucapá or; but
Cuhana=Cuchan=Yuma). Cupachas.—Mayer, Mexico, II, 300, 1853. Kokopa.—Ind. Aff. Rep., 246, 1877.
Kukapa.—A, L. Kroeber, inf., 1905 (Mohave name). Kwikapa.—Ibid. (Mohave name, alternative form)‖ (Hodge,
1907, pp. 319-320).
48
En Cycles of Conquest, Edward H. Spicer pregunta sin contestar, como también lo
sugiere Kelly, si Hagiopa no sería otra forma de llamar a los cucapá/cocopah, cuando narra el
recorrido realizado por Kino en el año 1700: ―Kino crossed the Colorado River with his Kikima
escort and encountered representatives of the ―Cutgan‖ tribe on the west side, who brought him
blue shells from the Pacific Ocean. Kino was also introduced to a Hagiopa (Cocopa?) from the
south to give him further information‖ (1962, p. 264). Spicer no menciona nada acerca del
49
Agustín Ortega Esquinca, en su ponencia ―Sobre la formación social de la comunidad
cucapá del bajo delta del río colorado‖ indica lo siguiente: ―En Baja California (en el bajo delta
del Colorado)…, Cucapá (Bagiopa, Hogiopa; Coa pa‘[i]; ?ipá‘Tilm, Cocopa)…‖ (2005, p. 139).
Por consiguiente, el autor deja entender que todos los nombres indicados entre paréntesis se
refieren también a los cucapá, sin más comentarios al respecto. Utiliza los términos Hogiopa
(Hagiopa en inglés?), Bagiopa y Cocopa, que ya indiqué anteriormente pero también ―Coa
pa‘[i]‖ y ―?ipá‘Tilm‖, los cuales no encontré en otras fuentes. Añade, citando a Álvarez de
Williams (1974, p. 44) : ―Y asumen su identidad étnica respecto de este entorno; así, los cucapá
que se consideran ―…como nacidos del agua‖ (Álvarez. 1974:44)‖ (2005, p. 140). Ortega
Esquinca no hace directamente referencia al significado del término sino a la mitología de los
cucapá/cocopah.40
mencionado por Kino (Spicer, 1962, p. 264; Kelly, 1977, p. 6) o Bagiopa en numerosos mapas.
podían haber encontrados los cucapá/cocopah. Por ejemplo, el Kaart van het Westelyk Geddelte
van Nieuw Mexico van California41 de Isaak Tirion (1765) ubica a los Bagiopas así como a los
40
Consúltese, capítulo ―9. MYTHOLOGY‖, Kelly (1977, pp. 115-128).
41
Kaart van het Westelyk Geddelte van Nieuw Mexico van California, Volgens de laatste Ontdekkingen der Jesuiten
en anderen te Amsterdam by Isaak Tirion. MDCCLXV.
50
El mapa titulado Carte Géographique, Statistique et Historique du Mexique (1825),
mencionar a los cucapá/cocopah, bajo la abreviación: ―Inds Cucupa‖ (véase mapa 6, p. 51). No
obstante, pienso que el mapa es más antiguo de lo que se indica en las referencias de la
colección (el mapa en si no tiene fecha). Si la frontera de México corresponde bien a la frontera
51
cual fue vendida por Francia a Estados Unidos en 1803. También menciona a México como el
Más extrañamente, en el mapa, titulado Mexico and Guatimala, realizado por John
Dower en 1840 aparecen los nombres Cajuenches and Cupicas (véase mapa 7, p. 52). Sí
encontré los Cajuenches mencionados por varios autores, incluyendo Garcés, desde el año 1776
(Kelly, 1977, p. 4). El término cupica se acerca a la palabra cucapá, con la cual tiene dos sílabas
52
Asimismo, en distintas épocas aparecen alternativas como traducciones o significados
del nombre. Por ejemplo, en un artículo publicado en 1900 en la Revue Scientifique en la sección
cucapá/cocopah se vuelven Coucapah. Escribe acerca del grupo considerado: ―Leurs cheveux
sont très longs et tombent jusqu‘aux reins: leur nom signifie ‗longue chevelure‘‖ (p. 807).42
―Larga cabellera‖ es la única traducción de su nombre que encontré que hace referencia a un
momento en el cual se publica su artículo, es decir en la exacta transición entre el siglo XIX y el
siglo XX, vive a lo largo del río Colorado y de ambos lados del mismo, en pequeños grupos
desde el golfo de California hacia la frontera con Estados Unidos (1900, p. 807).
Castro, quién ha trabajado más específicamente con cucapá del ejido Pozas de Arvizu,
donde realizó un trabajo de campo a partir del cual escribió una monografía, comenta: ―Acerca
del nombre de los cucapá existen dos interpretaciones. Algunos autores sostienen que el término
cucapá significa ―guerreros del norte‖ precisando aún ―la denominación ‗guerreros del norte‘
debió surgir entre los españoles, los criollos o los mexicanos‖ (2000b, pp. 10-11). Magaña
Es que se les adjudicaran nombres por su belicosidad y que bajo este concepto se
cultura e idioma comunes, en la mayoría de los casos es al contrario. Esto con base en
una división general de los indios (―indios de paz‖ e ―indios de guerra‖) como gran
42
―Sus cabellos son muy largos y se extienden sobre su espalda: su nombre significa ‗larga cabellera‘‖ (traducción
del autor).
53
conglomerado colonial que permitía comprender y ordenar el espacio conquistado,
―Otra interpretación dice que cucapá significa ‗gente de dos casas‘…, aunque esta
denominación describe el antiguo modo de vida, puede suponerse que ésa no es la traducción
correcta; es muy probable que ‗cucapá‘ sea una transformación de Kuapak, que se traduce como
‗que viene‘ o ‗que llega‘‖ (Castro, 2000, p. 11). Finalmente, afirma: ―El sitio más importante
para los cucapá ubicados en lo que es Sonora, era el río Colorado, pues sus actividades
agrícolas, e incluso la denominación del grupo, kuapak (que viene, que llega), se derivaron del
curso cambiante del cauce, y por lo tanto, del lugar de residencia del grupo‖ (p. 42). Retomará
esa última idea e ignorará las anteriores, en un texto más corto, acerca de los cucapá (2011, p.
16). Es notable que el término kuapak es muy parecido al que reivindican los cocopah de
Bonilla afirma: ―Los cucapá se hacen llamar a sí mismos koipal, que significa ‗los que
van y vienen‘; su nombre se deriva del curso cambiante de las aguas del río Colorado, lo que
provocaba el desplazamiento de la tribu según fuera la época del año…‖ (2011, p. 13). Si bien es
acertado que los cucapá practicaban una agricultura que dependía del flujo de las aguas del río
Colorado hasta la segunda mitad del siglo XIX, nada indica, primero que se llamen o se
llamaron alguna vez a sí mismos koipal, y segundo que ese término signifique ―los que van y
creada en 1997 en ―apoyo a la cultura indígena de Sonora‖ se afirma: ―El pueblo Cucapá, cuyo
nombre en su lengua original significa ―el pueblo del río‖ está situado al noroeste del Estado, en
54
el municipio de San Luis Río Colorado, en la frontera con los Estados Unidos. Actualmente es
una etnia casi extinta en Sonora, con una población de poco más de 95 habitantes. Dentro de los
rituales que aún conservan el más importante se relaciona con la ceremonia funeraria‖.43 A mi
parecer, ―el pueblo del río‖ es una traducción de ―The River People‖, es decir de la propuesta
alternativa al término cocopah en el sitio oficial de la Indian Nation of the Cocopahs, Somerton,
Arizona.
Shaylih Muehlmann, quién trabajo con los cucapá en Baja California (México), utiliza el
término en español, en un libro redactado en inglés. Aun estipula la nacionalidad del grupo al
cual se refiere en inglés y añade una mayúscula: Mexican Cucapá (2013, p. 54), es decir que los
denomina en spanglish.44 Con Mexican Cucapá, Muehlmann se refiere casi exclusivamente a los
Para concluir esta sección, se puede observar que el significado dado a los términos
cucapá/cocopah tiene sobre todo como fin resaltar una característica de los mismos grupos.
Ahora bien, después de todas esas versiones que se le han dado a los nombres de los
seré más prudente y solo afirmaré que cucapá es hoy en día el nombre dado por la academia
hispano hablante a ese grupo en general, aunque esté generalmente escrito cucapah por los
anglófona del siglo XX se encuentra indistintamente, bajo dos ortografías, cocopa y cocopah,
43
Lutisuc, apoyando a la cultura indígena. http://www.lutisuc.org/etn%20cucapa.html
44
Spanglish: lengua híbrida en la que se mezclan componentes de vocabulario y de gramática de los idiomas
español e inglés.
55
En definitiva, el término utilizado varia en función del lugar, de la época y dependiendo
también desde donde se habla. Así, el hecho de nombrar puede considerarse en sí un acto
colonial, en el cual los conquistadores, los exploradores, los misioneros como los académicos de
Obvio que no se deja de reconocer que todas las interacciones estaban inmersas en un
sistema de disimetría de poder. Es por ello la necesidad de buscar al indio como sujeto
mexicanos, pero también los académicos contemporáneos elaboraron sobre los ―indios‖,
102).
56
De yumanos a cucapá/cocopah
Los cucapá/cocopah tienen un idioma propio, del cual hoy en día quedan escasos hablantes.45 46
Su idioma proviene de una rama del lenguaje yumano. En la actualidad, el idioma no los
identifica tanto como sus orígenes. Para Muehlmann (2013), quién escribió Where the River
Ends después de trabajar y vivir con los cucapá en El Mayor, Baja California, de 2005 a 2006,
ellos adquieren su identidad a partir de su posición política: ―I examine how, for the youth,
indigenous identity is located not in their indigenous language but in an awareness of a shared
history of the injustices of colonization and a continuing legacy of state indifference‖ (pp. 18-
19). ¿Será cierto esto en Sonora o en Arizona? No obstante, se puede pensar en esta alienación
identitaria, en relación a la desaparición del idioma, justamente como una consecuencia tanto de
style), con base en varias estancias realizadas por el mismo autor en los inviernos 1916-1917
las recolecciones de datos ejecutadas por R. H. Lowie en 1922 y E. M. Loeb en 1929, cerca de
45
―El II Conteo de Población y Vivienda 2005 indica que, en Sonora, 43 personas hablan la lengua cucapá. Otras
fuentes nos muestran variedad de datos. […] En la cabecera municipal, en su área suburbana, … 16 hablan la lengua
cucapá… En Pozas de Arvizu, treinta personas hablan la lengua cucapá‖ (Castro, 2011, p. 17).
46
―Las cifras del cambio de idiomas y de identidad étnica en la población [mexicana] son elocuentes. A principios
del siglo XIX, el viajero alemán Alexander von Humboldt estimó que los novohispanos hablantes de lenguas
indígenas constituían aproximadamente el 60% de la población nacional y los criollos y europeos constituían un
20%, dejando el restante 20% a los grupos definidos como ‗mestizos‘ (que eran básicamente todos los que no cabían
en esas dos categorías e incluían a las personas de origen africano y asiático).
Según el primer censo realizado por el gobierno mexicano, en 1885, los hablantes de lenguas indígenas habían
bajado a ser el 38% de la población, los mexicanos que se definían como ‗mestizos‘ eran entonces el 43% y los
‗blancos‘ seguían siendo el 19%.
El conteo de 1950 encontró que los hablantes de lenguas indígenas constituían apenas el 9.5% de la población y los
mestizos el 90% restante, pues los criollos y los europeos habían dejado de ser reconocidos como un grupo aparte de
la población y habían sido integrados (al menos estadísticamente) a la nueva mayoría‖ (Navarrete, 2016, pp. 134-
135).
57
Baja California como en Sonora. Cabe recordar que en ese entonces los actuales ejidos El Mayor
y Pozas de Arvizu no existían. Gifford señala que antes de su propio trabajo nadie había
dedicado una monografía etnológica a ese grupo, utilizando ―modern methods‖. Gifford hace la
villages; no word for village. Settlements consist of 10 or 12 houses 400 to 500 ft. apart,
inhabited mostly by related families, and 4 or 5 miles apart. Family planted near dwelling,
sometimes extending privilege to near relatives who asked head for house. Unless disturbed by
river, family remained until some member died, when it moved a short distance, still on own
Kelly realizó cinco diferentes estancias entre los cucapá/cocopah de 1940 a 1952, para
escribir Cocopa Ethnography, publicado en 1977; las más extensas en la primavera de 1940 (tres
Somerton, Arizona. Estableció una comparación con los demás grupos presentes en esta región
geográfica, y señaló que era notorio que físicamente los cucapá/cocopah eran ―markedly
different in size and in face and head morphology from the more common Mohave-Yuma
physical type‖ (1977, p. 3). No quise evitar esa consideración morfológica. En las etnografías
del siglo XX, las descripciones físicas son muy comunes, y tienden a crear un patrón de lo que
representa ser un indígena físicamente hablando. Es muy importante porque creo que
lo que pueda sentir la persona. Así en el municipio de San Luis Río Colorado, se pueden
58
En 1848, se firmó el tratado de Guadalupe, el cual delimita la frontera actual entre
México y Estados Unidos a excepción justamente de la(s) frontera(s) entre Arizona, Sonora y
Baja California. Esas fronteras no se originan con este tratado, dado que inicialmente el
emplazamiento o territorio que corresponde a las actuales West, East & North Cocopah Indian
Reservation quedaba fuera de Estados Unidos. Este hecho histórico, está conocido como la venta
de la Mesilla en México y como Gadsden Purchase en Estados Unidos (véase mapa 8, p. 59).
Se origina por la voluntad de Estados Unidos de construir una carretera, del este a oeste,
sin cruzar the Rocky Mountains. Ese territorio representa una superficie de 77700 km2, y
corresponde ahora a toda la franja sur del Estado de Arizona así como al suroeste del estado de
59
Nuevo México. La compra a México, se firmó el 30 de diciembre del año 1853 a cambio de 10
también la frontera entre Baja California y Arizona, la misma frontera a lo largo de la cual se
Arizona, también es un pueblo que se encuentra entre Somerton y San Luis, Arizona. Es
justamente en este punto que termina el muro fronterizo entre Arizona y Baja California,
continuación del muro que separa las ciudades de San Luis Río Colorado, Sonora, y de San
60
Los cucapá se quedaron al margen hasta el año 1850; relativamente aislados de los
conquistadores. Ese año marca el inicio del periodo americano en la zona y con este el principio
de importantes cambios (véase figura 2, p. 62). Kelly afirma al respecto: ―In the winter of 1850-
51, Lieutenant George H. Derby was sent by the United States War Department to explore the
Gulf of California and the lower reaches of the Colorado River, to discover wether or not river
boats could be used in taking supplies to the newly established military camp at Fort Yuma. This
was the first European settlement on the river since the destruction of the Spanish missions near
Yuma in 1781‖ (1977, p.8).47 Los estadounidenses iban a lograr lo que ni los españoles, ni los
Mientras tanto, cerca de ahí ―there was, for example, a campaign against the Yumas
[Quechan] late in 1850. Its occasion was the killing of eleven Colorado River ferrymen, headed by
John Glanton. In Los Angeles Glanton and his associates were regarded as cutthroats and robbers
and there was no enthusiasm about avenging them. But by recruiting newly arrived emigrants,
Joseph R. Morehead got together 125 men, descended on the Yumas, and killed a score of them‖
(Wilson, 1995, p. XXXi). Los yuma (quechan) eran enemigos y vecinos de los cucapá/cocopah, pero
A finales del siglo XIX, los cucapá/cocopah contaban con una población de alrededor de
1500 miembros. La influencia europea –si existía, era escasa; al respecto Kelly afirma: ―They
47
―La colonización misional en el septentrión de la península comenzó con la creación de las misiones de Nuestra
Señora de El Rosario y Santo Domingo, fundadas por los frailes dominicos en 1774 y 1775. […] Mientras […]
lograban su consolidación, el fraile franciscano Francisco Garcés llevó a cabo un recorrido por la zona deltaica del
Río Colorado. […] Los grupos registrados por él fueron los jamajab (mojave), los cajuenche, los yuma (quechan),
los jalchedún (halchidoma), los jallicuamay (halykwamai) y los cucapá. […] [El padre Garcés] concibió en 1777 un
proyecto para expandir el dominio español en el noroeste de México. Su plan consistía en establecer unas quince
misiones... Al iniciar 1781, Garcés regresó al delta con un grupo numeroso de soldados y colonos españoles,
cargados con enseres y ganado. […] Los primeros establecimientos hispanos concebidos como centro de la
expansión en la parte noreste de la península no perduraron. En julio de ese mismo año los quechan se levantaron en
armas y a pesar de que los pueblos contaban con tropa escogida y atrincherada, los indios dieron muerte al
comandante, a los soldados, a los colonos y a los misioneros‖ (Gómez Estrada, 2000, pp. 18-19).
61
had acquired some items of material culture and adopted European dress, but they had not
substantially altered their subsistence activities or their political, social, and religious patterns‖
(1977, p. 1). Para cada banda, se reconocía a un único hombre como representante moral del
grupo, aun ―no man could command or hire the labor of another man outside his family‖ (1977,
p. 29). De hecho, absolutamente todas las familias eran responsables de sí mismas (1977, p. 1).
Esto contrasta radicalmente con el actual sistema político y manejo del grupo por un solo líder o
chairman para los cocopah dentro de la Cocopah Indian Tribe, o por el ―regidor‖ o gobernador
McGuire, quien escribió una tesis acerca de la prehistoria del suroeste de Arizona, afirma
acerca de Kelly que realizó su investigación, como varios etnógrafos, en esta zona geográfica
62
desde finales del siglo XIX haciendo una etnografía de ―rescate‖, salvage ethnography (1982, p.
129), en el sentido que se interesó en el modo tradicional de vivir de este pueblo que ya no era
exactamente el que se le daba observar. Menciona que existían tres grupos característicos
conformando los Yuman-speaking: los quechan, los mojave y los cucapá. Tenían en común una
cultura parecida, no obstante, los cucapá/cocopah se distinguían por su medio ambiente; el delta
del río Colorado. Los yumanos no estaban organizados en pueblos fijos sino que cambiaban de
ubicación en función de la estación (pp. 129-130). McGuire parafrasea a Castetter y Bell cuando
afirma: ―The river annually modified the delta region so much that the Cocopa did not recognize
private ownership of fields‖ (p. 132). Lo que también es una característica de los grupos
como el de ejido, aparecen, por definición, en contradicción total con el nomadismo estacional
de Norteamérica.
Si bien los cocopah en Arizona y cucapá en Sonora inicialmente provienen de las mismas
bandas hwanyak y mat skrui, sea como fuere su ubicación actual tiene poco que ver con la
esta última era muy porosa. Se puede deducir que el grupo ubicado en Sonora también se haya
quedado ahí por cuestiones laborales o bien por cuestiones culturales, es decir de apropiación y
Kelly acierta que a finales del siglo XIX: ―The people who called themselves
Cocopa[/cucapá] were divided into four separate groups or bands, each with an independent
leader, each occupying a particular section of the delta‖ (1977, p. 78): hwanyak, wi ahwir, mat
skrui y kwakwarsh. Tisdale menciona en Cocopah identity and cultural survival, una tesis que
63
realizó a mediados de los años noventa del siglo pasado, en el contexto de la Cocopah
Reservation, en Somerton, Arizona, que los cocopah tienen como antepasados a los hwanyak y
mat skrui. De estos últimos, un grupo numeroso se quedó en Sonora, México (Tisdale, 1997,
p.138). Dicho de otra forma, el grupo ubicado en Arizona y el que se encuentra en Sonora
tienen, en gran parte, los mismos orígenes. Según Kelly (1977), estos movimientos de población
cambio del curso del río Colorado ocurrido a inicios del siglo XX, el cual coincide con el
ciudad vecina de Somerton. ―Marco Antonio Samaniego [López] sugiere…48 que los motivos de
los cucapá se basaron en una hambruna generalizada, provocada por los efectos de la fuga del
río hacia el mar de Salton después de 1906. Al respecto conviene aclarar que después de dos
años de ausencia de agua en el bajo delta, la corriente del río Colorado fluyó de nuevo hacia el
sur, para desembocar en el mar de Cortés‖ (Gómez Estrada, 2000, pp. 94-95). En 1909 inició el
tránsito del ferrocarril entre el Valle Imperial y Yuma, donde se ampliaron campos agrícolas
gracias a importantes obras de irrigación, las cuales fueron una nueva fuente de actividades
Gifford menciona que: ―Cocopa and Yuma informants placed their boundary few miles
48
Marco Antonio Samaniego López (1996). La rebelión indígena de Emilio Guerrero en Baja California. Eslabones,
núm. 11, enero-junio 1996, pp. 118 y 120.
64
Cocopah Indian Reservation, cerca de Somerton, Arizona ¿Qué es una reserva? El sitio del
A federal Indian reservation is an area of land reserved for a tribe or tribes under treaty
or other agreement with the United States, executive order, or federal statute or
administrative action as permanent tribal homelands, and where the federal government
Some reservations are the remnants of a tribe‘s original land base. Others were created
by the federal government for the resettling of Indian people forcibly relocated from
their homelands. Not every federally recognized tribe has a reservation. Federal Indian
reservations are generally exempt from state jurisdiction, including taxation, except
Las relaciones entre Estados Unidos y las American Indian nations han sido establecidas
inicialmente entre 1778 y 1871. Estos ―‗contracts among nations‘ recognized and established
unique sets of rights, benefits, and conditions for the treaty-making tribes who agreed to cede of
millions of acres of their homelands to the United States and accept its protection‖. Estos
contracts están considerados, como lo son otros tratados estadounidenses the supreme law of the
land. Una American Indian tribe reconocida por la agencia federal está en relación con el
gobierno de Estados Unidos a través de su propio gobierno. Ese último tiene responsabilidades,
Affairs. Existen actualmente 567 American Indian and Alaska Native tribes and villages.
49
―Approximately 56.2 million acres are held in trust by the United States for various Indian tribes and individuals.
There are approximately 326 Indian land areas in the U.S. administered as federal Indian reservations (i.e.,
reservations, pueblos, rancherias, missions, villages, communities, etc.). The largest is the 16 million-acre Navajo
Nation Reservation located in Arizona, New Mexico, and Utah. The smallest is a 1.32-acre parcel in California
where the Pit River Tribe‘s cemetery is located. Many of the smaller reservations are less than 1,000 acres‖.
Frequently Asked Questions: http://www.bia.gov/FAQs/.
65
Kelly afirma que existe un regular vaivén de familias entre Arizona y Sonora, como entre
Sonora y Baja California de 1907 a 1936 (véase mapa 10, p. 67). El resultado es que hoy en día
In the late 1930s free movement into the United States was ended by the United States
Indians a welfare burden during the depression. This sudden closing of the border,
almost without warning so far as the Cocopa [/cucapá] were concerned, brought about
the arbitrary separation of some Cocopa kinsmen into Mexican and American groups. In
the 1940s the tribe included about 600 people, divided nearly equally into two groups
located north and south of the international border (Kelly, 1977, p. 13).
No obstante, Kelly escribe que ―At least as late as 1952 Mexican Cocopa could make
short visits to the United States on temporary permits but could not legally take jobs. American
Cocopa born in the United States could go back and forth at will, but American Cocopa born in
Mexico did not dare visit in Mexico for fear of being excluded from the United States when they
permisos de trabajo y hasta de amnistías a los inmigrantes. ―The Mexican Labor Program began
in 1942 as a contract between the United States and Mexico (during the peak of World War II),
and was terminated in 1964 when the Mexican workers were no longer needed‖ (Lugo, 1990, p.
182). Pero en lugar de ayudarlos, paradójicamente, el programa Bracero afectó a los cucapá.
66
67
Del lado mexicano de la frontera geográfica, unos años antes, el presidente Lázaro
después que ésta fue invadida por un grupo de campesinos denominado Federación de
Comunidades Agrarias del Territorio Norte de la Baja California (Gómez Estrada, 2000, p. 129).
El mismo año ―la presidencia […] creó 44 núcleos ejidales, entre ellos uno para la etnia, el ejido
Cucapá Indígena, y otro para familias mixtas, el Cucapá Mestizo‖ (Castro, 2000, p. 63). No
obstante, Gómez Estrada afirma: ―La falta de interés manifestada por los indígenas, sobre todo
Castro afirma que, al contrario, ―los cucapá de Sonora adquirieron un ejido por la presión
que ellos mismos ejercieron sobre las autoridades. Desde [el 18 de noviembre de] 1942 se
compartidas por 30 ejidatarios, dentro del municipio de San Luis Río Colorado‖ (Castro, 2000,
p. 63).
indígena en México, advierte Héctor M. Robles Berlanga (2001). Uno de ellos es que la
tierra. Otro es que se piense que coincide con las normativas, así como con las características
sociales y culturales de dichos pueblos. También, se cree que el derecho de percibir los
beneficios de las tierras es común y que la misma cantidad de estas últimas y los mismos
derechos se atribuyen a todos; dicho de otra forma que prevalece la equidad. La realidad es que
68
Así, Robles Berlanga afirma que ―en las entidades del norte existen extensos núcleos
tierras de uso común en la composición de ejidos y comunidades‖ (2001, pp. 21-22). En el ejido
―Si bien los ejidatarios y comuneros decidieron destinar en gran parte sus tierras como de
uso común, esto no significa la ausencia de un parcelamiento de tierras, mejor conocido como
superficie de uso común es el resultado de la manera en la que se dio el reparto y no de los usos
su sedentarización.
El hecho es que los ejidos representan al mayor número de agrupaciones de los pueblos
indígenas en México. Para Robles Berlanga, hay dos razones principales que lo explican:
a tramitarse a partir del decreto del 6 de enero de 1915, fue hasta 1940 cuando el Código
La segunda razón se debe a que los pueblos que fueron privados de sus tierras, bosques o
aguas tenían derecho a que se les restituyeran, pero estaban obligados a demostrar la
propiedad de la tierra, así como la fecha y condiciones del despojo. Como no todos los
pueblos podían cumplir con estas condiciones, la legislación consideró que al momento
69
dotación (en ejidos o Nuevos Centros de Población Ejidal). Así, en caso de no proceder
nuevo trámite. Esto fue lo más frecuente; por ello, la forma de propiedad que predomina
entre la población indígena es la ejidal: de cada cuatro núcleos agrarios con población
En principio, ―las autoridades de los cucapá de Sonora avaladas por el Estado son el
Regidor indígena, figura política establecida recientemente en gran parte de México‖ (Castro,
Comisariado Ejidal y el regidor indígena son una sola y misma persona. En 1998:
…en el ejido Pozas de Arvizu, en el municipio de San Luis Río Colorado, se encuentran
57 cucapá. Una característica demográfica y económica de los cucapá de Sonora son los
flujos migratorios hacia San Luis [Río Colorado] y, en menor medida, a Somerton, el
residen temporalmente gran cantidad de cucapá por motivos laborales. Según cálculos
efectuados en 1998 en conjunto con Alfonso Tambo Ceceña, presidente del Comisariado
Ejidal, y con el regidor Nicolás Wilson Tambo, la cantidad de cucapá originaria de Pozas
de Arvízu que se trasladaron de manera definitiva a San Luis [Río Colorado] era de 58, a
así como sus pertenencias y mudarse; se iban a otra parte y construían una nueva casa. Los
70
cocopah conservaron esa práctica hasta principios de los años sesenta del siglo XX. Esta
tradición sigue existiendo en parte: ya no se queman las casas por una inevitable adaptación al
contexto moderno en el cual viven ahora. Sin embargo, la familia completa se sale de la casa.
Generalmente se limpia y remodela o por lo menos se pinta. Después de esto la familia vuelve a
habitar la casa. No obstante, siguen quemando las pertenencias del difunto en el cementerio
junto con su cuerpo (Tisdale, 1997, pp. 157, 215, 230). Esto es cierto tanto para los cocopah de
Arizona como para los cucapá de Sonora aunque dependa también de una decisión propia o en
Es notable, como lo afirma Stoler que ―in the 1920s evidence of being less than one-half
indian conferred citizenship on ―mixed-blood‖ Indians, reducing the size of the tribes and
making their subjection contingent on how state officials assessed their individual and collective
capacity for self-governance. But there is nothing linear about this history‖ (2006, p. 13). Así,
antes de 1971, solamente alrededor de 50 cocopah eran reconocidos por el gobierno federal de
los Estados Unidos y es a partir de este año que este último le otorga el derecho de decidir
quiénes serán los nuevos miembros de la reserva al Cocopah Tribal Council, el cual adopta a
364 outsiders; los que viven fuera de la reserva se vuelven inscritos (enrolled), es decir,
reconocidos como Native Americans (Tisdale, 1997, p. 139). De acuerdo con lo que establece la
Cocopah Constitution, se debe justificar una cuarta parte de sangre cocopah a fin de poder estar
inscrito. Esto permite obtener algo de los ingresos compartidos provenientes del Indian Gaming
(casinos). Por lo mismo, muchos de los hijos de matrimonios mixtos están inscritos (enrolled)
(p. 165). Ese tipo de reglas o leyes puede también tener impacto sobre su (in)movilidad.
71
En un estudio acerca de la Cocopah Indian Reservation publicado en 1974, Newmark
afirma: ―one band, termed by ethnographer William Kelly the Hwanyak Cocopah, were
originally located on the east section of the Colorado River Delta to the south of San Luis. By
the beginning of this century one section of this band had settled near Somerton, Arizona, with
the other portion settling on the Sonoran side of the border‖ (p. 2). Aunque la Indian Cocopah
Reservation ha sido creada en 1917, Newmark acierta ―it was not until the 1950, that the tribal
council began to work in its present form‖ (p. 2). Señala que en 1974, viven 276 cocopah en la
tampoco en la caza o la recolección, y que por lo tanto ya no son cocopah del siglo XIX, sino
Although a high rate of unemployment still exists, the tribal government is running
tutorial and work training programs to ease this problem. The Cocopah Reservation has
its own police force, tribal building, modern roads and housing, and a tribal
government, which administers a wide variety of federal and state programs aimed at
The Cocopah tribal government is currently organized under the Indian Reorganization
Act of 1934. 50 It should be noted that this Reorganization Act was pressed upon the
Although the Cocopah tribal government is responsible for the management of most of
its affairs, the BIA remains in its position of legal trustee for the reservation (Newmark,
50
―Starting with the General Allotment Act in 1887 (also known as the Dawes Act) until the Indian Reorganization
Act of 1934, allotments were conveyed to members of affected tribes and held in trust by the federal government‖
Frequently Asked Questions: http://www.bia.gov/FAQs/.
72
Los Estados Unidos han cambiado frecuentemente la naturaleza de su relación con las
comunidades ―indias‖, así el 18 de abril de 1985, el presidente Ronald Reagan firmó la Cocopah
Land Acquisition Act, que especifica que se duplica la superficie de la Cocopah Indian
Reservation y se incrementa a lo largo del río Colorado hacia el norte y hacia el sur (Tisdale,
1997, p. 189). Después de esta adquisición de tierras, una tienda, una gasolinera y el Cocopah
Bingo (el primer casino), fueron abiertos en 1987 como empresas conjuntas (joint ventures), es
73).
51
―Tanto los quechan como los cucapá, que eran las tribus más numerosas y belicosas del bajo delta del Río
Colorado estuvieron bajo el control del ejército estadounidense al comenzar la segunda mitad del siglo XIX y se
mantuvieron pacíficas a partir de 1853. En los primeros años de la década de 1870, cuando los denuncios de terrenos
y el acaparamiento de grandes extensiones estuvieron a la orden del día, los cucapá y el resto de los grupos
indígenas de la región, no sólo habían sido sometidos de manera directa o indirecta al dominio de los anglosajones,
sino que, en forma incipiente, se hallaban involucrados en una economía de mercado‖ (Gómez Estrada, 2000, p.
149).
73
El Indian Gaming era generalmente considerado como un componente a corto plazo del
desarrollo económico diversificado a largo plazo. Cuando Tisdale realiza su tesis insiste en el
hecho que: ―The Cocopah are presently undertaking efforts to create a diversified economy [...]
and became political actors in State Government‖ (1997, p. 282). Hoy día, en la página oficial
de la Cocopah Indian Tribe, bajo la rúbrica Cocopah Enterprises, existen referenciadas las
siguientes empresas: Cocopah Casino, Cocopah Resort and Conference Center, Cocopah Gift
Shop, Cocopah Korner Store, Cocopah Bend RV & Golf Resort, Cocopah Speedway, Rio
No obstante, en los años noventa del siglo XX, la Cocopah Indian Reservation sufrió
altas tasas de desempleo; alrededor de 60%, en mayo de 1995. El alcohol, el abuso de drogas, la
desaparición paulatina del idioma cocopah, de la cultura tradicional y de los valores, hacen
pensar a Tisdale que la tendencia a la desintegración cultural parece inevitable. En este entonces,
los ancianos rechazaban la idea de transmitir su legado a sus hijos. Tal vez por la proporción
los noventas. La ilusión de perpetuar la cultura reposaba en la próxima generación: sus nietos
(Tisdale, 1997, p. 330). Esto es, los jóvenes adultos de hoy de entre 20 y 45 años.
Fernando, un joven cocopah, empleado del Cocopah Casino declara respecto al Cocopah
Museum, que se encuentra en la West Cocopah Reservation, donde él vive: ―Nobody‘s care. We
stopped to talk to each other. The museum should be for everybody, but we don´t care‖. El
Cocopah Museum se inauguró el 4 de julio de 1995. ―The concept of museum collections is often
antithetical to traditional cultural practicies and beliefs [...]. The irony of the establishment of a
tribal museum is, that in many ways, it has become necessary to change some of the Basic
values of Cocopah cultural identity in order to preserve their cultural heritage‖ (Tisdale, 1997,
74
pp. 324, 328). Mientras, las familias cocopah siguen ―sometiéndose‖ a las mutaciones de la
75
Capítulo II. Concepto de parkour vs. Parkour Concept
76
parkour52 p r koor (also parcour)53
noun
The activity or sport of moving rapidly through an area, typically in an urban environment,
PARCOURS54 n.m. 1. Chemin, trajet suivi pour aller d‘un point à un autre. Le parcours d‘un
autobus. 2. Trajet semé d‘obstacles qu‘un cavalier doit faire parcourir à sa monture, dans une
épreuve hippique. - Trajet effectué par un joueur de golf qui place successivement la balle dans
chacun des trous du terrain ; le terrain lui-même. Incident de parcours : difficulté imprévue
retardant la réalisation d‘un projet. 3. Terrain non cultivé fournissant une faible production de
plantes fourragères, que l‘on fait pâturer par les herbivores domestiques. SYN. : pacage. 4.
Ensemble des étapes, des stades par lesquels passe quelqu‘un, en particulier dans sa carrière. 5.
Parcours du combattant : parcours effectué par les militaires à titre d‘entraînement au combat,
sur un terrain spécialement aménagé comportant des obstacles variés ; ce terrain lui-même ;
52
Mi intención era proponer las definiciones del término parkour en español e inglés con base en definiciones
―oficiales‖ en diccionarios reconocidos de cada idioma. Desafortunadamente, la Real Academia Española todavía no
ha integrado este término.
53
New Oxford American Dictionary. Application, Apple Inc. macOS, 2014.
54
Le petit Larousse, grand format 2003. Paris: LAROUSSE/VUEF, 2002.
77
II. I. Parkour metodológico
―The greatest power in life comes from being in a state of no power, where you have no concern for it. Parkour
means being an empty vessel ready to move, not being a ball of worry about what you don‘t have‖.
modo más libre, el free run o free running (Lebreton, Routier, Héas, & Bodin, 2010, pp. 307-
310) se asemeja también a los juegos de los niños. Me refiero a los momentos en los que ellos
documental Jump London (Christie, 2003), Sébastien Foucan, uno de los fundadores del parkour
asevera: ―The whole town was there for us; there for free running. You just have to look and you
Pongamos por caso la oportunidad que tuve de observar esa situación, de dos niños cucapá
jugando juntos, durante mi trabajo de campo en el verano 2016. En efecto, en una visita que
hicimos a una prima de Stephania en un rancho del ejido Kiliwa, Baja California, Matías y
extracto del diálogo, que tuvieron a la hora de jugar, y que permite de imaginar la escena:
Mientras Matías se trepa a un árbol, Bruno grita: ―¡Mira dónde está sentado el Matías! Yo
digo que se va a caer. Yo digo que se cayó. Se va a morir si se cae, se va a partir la cabeza. Mira,
la piedra que está ahí. Si se cae, se va a pegar en la cabeza, mira. Se va a caer de allá arriba […].
78
Bruno: ―Este árbol se puede quebrar. Es demasiado viejo‖.
Matías: ―No, porque le llega agua. Ese árbol, yo sé que va a durar mucho. Está bien grandote.
¡Viene Matías! ¡Matías! Les tengo otra vía… Hay, súbete, súbete, y te bajas por este palo.
Súbete, por ahí te trepas y te bajas por ese. Está la orillita, míralo […]. Si te caes, no me falta, si
te vas para atrás, te caes sobre el carro o sobre la piedra. Jajaja, ya ni como bajarte‖.
Matías (padre): ―¿Qué andan haciendo arriba de los arboles ahí? ¡Bájate! Para acá fuera. No te
andes trepando arriba de los árboles. ¿Dónde está Matías? Matías vente para acá, para la casa.
Ándale, órale, para la casa. Bruno, tú aquí te vas a quedar. Mientras estamos trabajando te
Así es, jugando, como empecé a trabajar sobre el concepto de parkour, literalmente,
jugando con las palabras sin saber exactamente a donde me llevaría ese proceso, jugando un
juego serio; para entender. Es durante una conversación en francés que tuve la idea de
acerca de los cucapá. En mi caso, no creo que hubiera podido suceder hablando en otro idioma.
primera instancia definir un concepto propio que he ido desarrollando conforme a los avances de
79
Me parece pertinente utilizar un término con el cual me pueda identificar y que por lo
respecto a mis informantes. Al contrario decidí tomar en cuenta lo que soy, es decir, no
solamente un extranjero, sino también un francófono, y por lo tanto tiene sentido para mí
Cabe mencionar al respecto que se instauró un juego en mi trabajo de campo entre algunos
francés o frases cortas cada vez que me lo preguntaron. Esto ha venido facilitando el contacto
palabras con mis interlocutores y algunas lecturas que procuro citar en versión original cada vez
experimentación, ciertas partes en francés, otras en español, así como leo y cito en versión
original los numerosos autores anglófonos a los cuales tuve que referirme para redactar este
trabajo. Lo hago, obviamente, sin ninguna intención de ofender a los anglófobos de la academia
latinoamericana ni a los puristas del idioma castellano sino con el afán de dar una pequeña idea
correspondiendo en el presente caso al cruce de las fronteras entre California, Baja California,
Sonora y Arizona. Cabe mencionar también que he tenido que recurrir al inglés en distintos
momentos de mi trabajo de campo, dado que es el idioma comúnmente hablado hoy en día por
80
Conviene subrayar la doble extranjería en lo que concierne a mi relación con mi
informante Leobardo, quién primero habló cucapá, después aprendió el español, dado que nació
y fue a la escuela en México, luego estudió el inglés, dado que reside ahora en Estados Unidos
desde hace más de 20 años.55 56 Su condición, como su situación legal en este último país son las
de un extranjero al igual que yo en México, donde también soy residente o en Estados Unidos
nuestro idioma original. Gadamer afirma que ―la conversación tiene su propio espíritu‖. Pero,
¿qué significa entender a alguien? Es ―ponerse de acuerdo en la cosa, no ponerse en el lugar del
otro y reproducir sus vivencias‖ (1993, p. 235), sino que la comprensión mutua se encuentra en
―el acuerdo de los interlocutores y el consenso sobre la cosa‖, la cual se efectúa por medio del
lenguaje.
―tiene lugar en el medio del lenguaje. Se comprende una lengua cuando se vive en ella‖ (1993,
p. 236). O sea, cuando se llega a pensar en ella. Sin eso, no puede haber ―acuerdo‖. En otras
palabras, es necesario hablar la misma lengua, aunque no siempre sea suficiente. Es preciso
aclarar también que en un diálogo, real y presencial, entre dos personas, la comunicación no se
limita al solo enunciado, sino que se enriquece visual y gestualmente, hasta sensorialmente. El
55
Para Navarrete existe ―un prejuicio que comparten muchos mexicanos que se consideran parte de una élite
‗educada‘: la identificación implícita entre hablar español ‗correcto‘ y ser ‗verdaderamente mexicano‘. Esta
identificación, a su vez, es producto de ‗la ideología del mestizaje‘ impuesta en nuestro país desde hace poco más de
un siglo y que pretende que todos los mexicanos deben hablar un solo idioma, el castellano, y pertenecer a una sola
raza: la mestiza. […] El nuestro ha sido siempre un país plurilingüe […]. En el siglo XXI no deja de crecer el
número de mexicanos que tienen otra lengua materna, sea indígena o inglés. […] millones de ciudadanos mexicanos
[…] aprendieron a hablar el español como segunda lengua. Esta negativa a aceptar la manera diferente en que
hablan, desconoce la riqueza cultural que tienen en verdad estos hablantes, en cuanto personas bilingües o
políglotas, y los hace parecer, a ojos de algunas élites, como ‗ignorantes‘ o ‗atrasados‘‖ (2016, p. 13).
56
Consúltese el artículo: Navarro Smith, A. (2007). Los indígenas no hablan ―bien‖. Defensores comunitarios,
ciudadanía étnica y retos ante el racismo estructural en México. Culturales, vol. III, núm. 5, enero-junio, 2007,
pp. 105-134.
81
solo tono de la voz puede incluso dar, él también, lugar a interpretación, no solamente lo que se
dice.
Texas; su mundo: ―I‘m a border woman. I grew up between two cultures, the Mexican (with a
heavy Indian influence) and the Anglo (as a member of a colonized people in our own territory)‖
(1999, p. 19). De ahí que no se puede reducir la cultura a un estereotipo. No hay una identidad,
transnacional sino una experiencia transfronteriza, la cual sí está atravesada por una integración
económica desigual. Los estudios culturales se caracterizan por ser un conocimiento de frontera
Como parte de este proceso, los estudios culturales configuran hoy un ámbito clave de la
82
construye alrededor del concepto de parkour, esto es, el elemento central de esa investigación, el
cual permite relacionar los niveles teóricos, metodológicos y por consiguiente epistemológicos.
Es decir, que se deben de considerar dos vertientes del parkour, por un lado el parkour is, en el
sentido de que es un objeto de conocimiento, y por otro lado el parkour as, es decir como
Tout comme les fondateurs du parkour David Belle et Sébastien Foucan, je suis né en France au
début des années 1970. C‘est sans doute une des raisons pour lesquelles ce terme me parle
autant, c‘est aussi une question de génération (Halbwachs, 1968). Une autre raison, plus
personnelle peut-être et surtout plus enfouie, et que j‘ai redécouverte en écrivant et décrivant le
concept de parkour tel que je me l‘imaginais dans le cadre de ma thèse, c‘est qu‘à l‘âge de 21
ans, soit en 1992, alors que je m‘apprêtais à réaliser un voyage à Dakar, au Sénégal, voyage
pendant lequel j‘avais le projet d‘écrire un livre, j‘ai eu un accident. Alors que je me tenais
debout au sommet d‘un toboggan muni d‘un tapis roulant, servant à extraire le sable de la Loire
(le fleuve qui traverse ma ville natale, Tours, France), j‘ai sauté d‘une hauteur de sept à huit
mètres, le plus loin possible sur ce que je croyais être un tas de sable et qui s‘avéra être du
gravier compact. Résultat, j‘ai eu le souffle coupé, ressenti une douleur inexprimable dans le
bas du dos, je ne pouvais plus retrouver ma respiration et encore moins bouger. Les deux amis
qui m‘accompagnaient alors me ramenèrent chez moi et me transportèrent jusqu‘à mon lit. Le
amis dormait lui dans la pièce voisine. Il n‘y avait pas de téléphone fixe dans l‘appartement où
j‘habitais, encore moins de téléphone portable. J‘appelais mon ami qui me répondit, averti de
83
mon état il descendit les deux étages de l‘immeuble ancien où je vivais pour trouver une cabine
téléphonique et appeler une ambulance. Je restais immobilisé à l‘hôpital durant une semaine
avant de retrouver la position debout, puis assise après trois semaines supplémentaires de repos
total. Suite à deux mois de convalescence, j‘ai pu retrouver une vie ―normale‖, bien que je ne
puisse plus du tout courir depuis maintenant quatre à cinq ans, étant donné les douleurs
vertèbre que j‘ai subi lors de ma chute. J‘ai donc dû mettre fin à ce qui était pour moi une des
plus grandes expressions de la liberté, la course à pied alors que j‘avais pris l‘habitude de
courir plusieurs kilomètres plusieurs fois par semaine depuis la fin des années 1990. Sauter est,
pour moi, tout simplement inenvisageable. Enfant, je me souviens que si j‘étais bel et bien
fasciné par ces parcours du combattant, ce n‘était pas pour leur aspect militaire, loin de là,
mais bien pour le seul défi de franchir des obstacles. Ma spécialité, enfant et adolescent était
plutôt de grimper aux arbres ou sur les murs, grimper, me hisser, peu importe sur quoi, j‘étais
doué pour cela, jusqu‘à cet accident. Cette thèse est donc aussi devenue pour moi une façon de
vivre, un défi, bien que ce soit, sous une forme intériorisée, intellectuelle et symbolique, le
84
Un concepto global
existente, aun es cierto que se ha vuelto un mass media concept a nivel mundial en los últimos
años y que numerosos autores se han interesado en el fenómeno en sí, desde los estudios
(socio)culturales. Si se puede afirmar que hoy en día el parkour se ha vuelto un mass media
concept en muchos países, como es el caso en el Reino Unido, Holanda o los Estados Unidos
desde los primeros años del siglo XXI, cabe mencionar que no lo ha sido de inmediato.
El éxito de esta disciplina en Francia ha tenido como base el apoyo de algunos medios
televisivos (bien intencionados). Esa expresión cultural encuentra sus orígenes a finales de los
años ochenta del siglo pasado en los suburbios de París, con ello me refiero a barrios populares,
no a la idea de suburbio que se tiene en Estados Unidos, la cual se asocia a la burguesía. Así, el
concepto de suburbio, como se conoce en Francia también está relacionado con el tema de la
frontera. Lo cual hace todavía más pertinente el uso del término para estudiar a los
México-Estados Unidos, dado que desde un inicio consideré a los cucapá, como sujetos
región antes de que se les impusieran fronteras tanto nacionales como regionales, es decir
estatales.
El resultado es que hoy en día los tres grupos más importantes de cucapá/cocopah que
tres estados distintos: Baja California y Sonora en México, y Arizona, en Estados Unidos.
85
En la Ciudad de México, tuve varios practicantes del parkour entre mis estudiantes. Más
Mexicali. Es gente muy joven, en promedio tienen menos de 20 años, quienes provienen en su
mayoría de la clase media. De hecho, existen ahora artículos tratando el tema en muchas
latitudes. En América Latina, por ejemplo, aquí el resumen de un articulo titulado ―Resistência
A partir de uma pesquisa alinhada ao método etnográfico, o presente trabalho tem por
qualitativa, foram exploradas quatro categorias de análise: (1) a resistência como valor
essencial; (2) um percurso de doação; (3) o consumo aprisiona; e (4) mobilização social
los temas de ese escrito son reveladores de un estilo de vida propio a ciertos practicantes del
parkour. Así el carácter, no solamente global del término parkour, pero también de resistencia a
la lógica capitalista me parece también muy pertinente respecto a la situación de los indígenas
57
―Teniendo como fundación epistemológica el método etnográfico, este estudio tiene como objetivo investigar los
valores y prácticas de resistencia al consumo adoptadas por los miembros de un circuito urbano de parkour en Río
de Janeiro. Desde un enfoque inductivo e interpretativo con el apoyo de un estudio de base cualitativa, fueron
exploradas cuatro categorías de análisis: (1) la resistencia como valor esencial, (2) una vía de donación, (3) el
consumo como prisión, y (4 ) la movilización social y resistencia‖ (Bernardo da Silva, Mello da Costa, Carvalho,
2011, pp. 119-120).
86
L‘acte fondamental de l‘État, c‘est l‘instauration ou c‘est l‘aménagement du territoire.
amène l‘existence d‘un seul marché mondial. L‘existence d‘un seul marché mondial,
Por lo que se refiere al parkour como mass media concept, el tema más recurrente
probablemente sea el de la apropiación del espacio. Así N. Cazenave en su artículo ―La pratique
du parkour chez les adolescents des banlieues, entre recherche de sensation et renforcement
narcissique‖, afirma: ―Cela [le parkour] consiste à s‘approprier la ville comme terrain de jeux
apropiación del espacio, considerando, al mismo tiempo, la interconexión entre los mundos
interested in the global interplay of images and information, but my interest is in how these
things are localized in a specific place‖ (p. 232). En mi opinión, el concepto de parkour permite
58
Deleuze, G. (noviembre 20, 1979). La nomadologie, l‘oeucuménisme mondialisant. Programa Les chemins de la
connaissance, radio France Culture, Vincennes. https://www.youtube.com/watch?v=j8pq5qpOJxI
59
Deleuze, G. (noviembre 6, 1979). La nomadologie, Armes et bijoux, outils et signes. Programa Les chemins de la
connaissance, radio France Culture, Vincennes. https://www.youtube.com/watch?v=2MeC5uC48Kk
87
En ese sentido, el concepto de parkour tal vez sirva también para subrayar las
características contemporáneas encontradas a nivel ―regional‖ con relación a los parkours de los
cucapá. El hecho es que, históricamente hablando, entre los grupos yumanos y por consiguiente
entre los cucapá ―esta característica cultural o estrategia de supervivencia que es la de la movilidad
indígena, se debe comprender como una forma de apropiación del espacio, es decir que
corresponde a una manera de poblar y habitar un territorio‖ (Magaña Mancillas, 2010b, p. 90).
88
II. II. Parkour(s):
―Je vous donnerai plus tard les faits qui suggèrent que, en certains moments de ce monologue infantile
imprudemment qualifié d‘égocentrique, ce sont des jeux proprement syntaxiques qui se font observer. Ces jeux
relèvent du champ que nous appelons préconscient, mais font, si je puis dire, le lit de la réserve inconsciente — à
El término francés ―parcours‖ se traduce como recorrido o trayecto. En los últimos años se ha
vuelto global con la ortografía ―parkour‖60 y se refiere al art du déplacement, que se puede
considerar tanto como un deporte, o bien como un estilo de vida para algunos ―traceurs‖, como
urban deconstruction [and] social critique‖, así afirma: ―As an innovative form of anarcho-
commercial urban spaces. Buildings, parks, walkways, dumpsters, steps, and practically any
edifice is viewed as an obstacle to be used for spiritual and physical development and site for
Si el parkour fue creado a finales de los años ochenta del siglo XX, en zonas urbanas o
capital), hoy en día considerado como parte del arrondissement d‘Evry, es decir, parte de la
60
―Le parkour est une activité physique et sportive, mélange de gymnastique et de course à travers les mobiliers
urbains‖ (Lebreton, Routier, Héas, & Bodin, 2010, p. 295).
89
Communauté d‘agglomération Grand Paris, Atkinson señala que los orígenes de la disciplina
back more than 100 years. The late modern manifestation of Parkour is a particular
offshoot of a style of training called ―Hébertism.‖ Hébertism emerged in the early 20th
century through the athletic philosophies of French naval officer George Hébert. […]
Hébert felt that Natural Method practitioners would progressively learn to encounter
and control any emotions or social situations they encountered in life. […] The
contemporary subculture moniker ―Parkour‖ clearly derives from Hébert‘s use of the
term parcours(e) and the French military term parcours du combattant.[…] Belle taught
his son David the principles of the Natural Method. […] After moving to the Parisian
suburb Lisses, David Belle further explored the rigors and benefits of the Natural
Method with his friend Sébastien Foucan. By the age of 15, Belle and Foucan developed
their own suburban style of the Natural Method they termed Parkour (2009, pp. 170-
172).
Es muy importante tener en mente que el parkour nació en los suburbios de París, y que
concepto de suburbio al cual me refiero, recuerdo que hay que cuidarse de la visión
estadounidense del término suburb (suburbio), el cual remite generalmente a un habitat burgués,
que corresponde a la clase alta, cuando en Francia, al contrario, los suburbios corresponden
usualmente a un habitat popular, es decir a las clases sociales más bajas o eventualmente a la
90
Maria Daskalaki, Alexandra Stara y Miguel Imas describen a los suburbios de la capital francesa
de la siguiente manera:
The infamous Parisian suburbs, where parkour was invented, are among the most
alienating and dehumanising urban clusters in the world. The model is a ruthless
towering over sprawls of land in between; spaces with token gestures of landscaping
(playgrounds, greenery, etc.), which cannot mitigate the greater socio-political, as well
as architectural, failure of the development to create any sense of public life (2008,
p.55).
investigación, no hace referencia a una teoría existente en ciencias sociales, sino que nació de mi
interés por las cuestiones relativas a la movilidad geográfica de los cucapá/cocopah, movilidad
que he venido observando tanto en el discurso de mis informantes, como detectando en los
trabajos de índole histórico acerca de este grupo o del grupo más amplio al cual pertenecen: los
yumanos.
Así, como lo señala Magaña Mancillas: ―los grupos yumanos del área central de las
una cultura nómada estacional‖ (2010b, p. 93). Siguiendo mi camino, empecé a hacer toda una
serie de declinaciones alrededor del término parkour, explorando así un amplio campo
forman parte de un glosario que elaboré para el desarrollo de este concepto. Retomaré, aunque
no exhaustivamente, en un estilo libre este campo semántico (en el apartado II. III. Free Style, p.
106), el cual incluye las siguientes palabras, que indico aquí por cuestiones metodológicas:
91
recorrido, recorrer, trayecto, trayectoria, nomadismo, atravesar(se), desempeño, proyecto,
trashumancia, trecho, itinerario, camino, caminar, ruta, vía, carretera, etapa, lugar, distancia,
distanciar, alto, parada, parar, viaje, viajar, voyage, voyager, trip, sueño, soñar, marcha,
Parkour antropológico
considero que la movilidad sigue siendo un aspecto clave a pesar de su sedentarización forzada
en la primera mitad del siglo XX. Si bien cambiaron las formas de la práctica cultural, (es decir
la movilidad), ésta sigue existiendo. Dicho de otra forma, hay elementos de una cultura nómada
que persisten.
Por lo tanto, considero que mis sujetos se definen a través de sus parkours y no por lo
que supuestamente son. Las representaciones pueden generar otros tipos de obstáculos o
fronteras mentales. Así las luchas internas son, por lo menos en parte, el resultado de
imposiciones que sufrieron los grupos cucapá y cocopah. Con esto quiero decir que las políticas
públicas así como los discursos académicos han buscado constantemente determinar lo que
deben de ser los indígenas. Me llamó mucho la atención el miedo que Stephania mostró ―en no
saber contestar‖ a una pregunta, o de ―no contestar bien‖ a una entrevista como si estuviera
haciendo el examen para una certificación. Las causas pueden ser múltiples, y encontrar sus
92
orígenes incluso en la educación tal y como se da en las escuelas mexicanas, donde puede ser
informantes indígenas; los que saben de tradiciones y los que no. Para mí, esa actitud de
redefinición de lo que debe ser o saber un indígena para ser considerado como tal, tanto por el
mismo grupo como desde el exterior, en particular desde la academia y las instituciones
hablarse en tono reivindicativo y militante. Esta consigna ha dejado fuera de análisis las
interpretativos están hechos para burlar esta demanda políticamente ortodoxa de los
61
De hecho, en México, se promueve dentro de las aulas de las universidades un ―activismo legal‖, el cual por lo
personal me remite al Partido Revolucionario Institucional (PRI). Asimismo, Beatriz Urías Horcasitas señala: ―Con
esta misma racionalidad, a fines de los años veinte [del siglo XX] Calles creó el Partido Nacional Revolucionario
(PNR) para conciliar las diversas facciones políticas en conflicto después del asesinato del ex presidente Álvaro
Obregón, así como para favorecer la institución de un orden legal emanado de la revolución‖ (2007, p. 18).
93
Aprovecho para precisar dos puntos que aparentemente muchos representantes de la
control de las poblaciones colonizadas, ya que antropólogos como, por ejemplo, Michel Leiris o
Jean Rouch, entre otros, a mi entender, fueron justamente los primeros en criticar y denunciar el
Indeed, the once conventional notion that British, French, and Dutch empires were made
the lens of misinformation, mistranslation, and bungled reports, has been largely
abandoned. In the Dutch East Indies, as in French Indochina, the administration was
often ―manned‖ by people with limited social and linguistic knowledge of those they
were there to manage, who were rattled by dissensions in their own ranks and by inept
Tal vez ese malentendido tenga que ver con las orientaciones que ha tomado la
antropología mexicana, con base a ideas desarrolladas en ese mismo país desde el siglo XIX. El
Para los filántropos, el indígena era un sujeto sobre el que había que ejercer una acción
94
Sociedad Indianista radicó en el entrelazamiento entre la nueva visión acerca del
de los menesterosos, planteada por el pensamiento filantrópico a lo largo del siglo XIX.
[…]
A partir de los años veinte la antropología mexicana quedó cada vez más vinculada al
y toda victimización respecto a la situación vivida por mis informantes. La presencia de Franz
Boas en México en la época revolucionaria, o sea entre 1911 y 1912, no cambió nada al asunto.
Finalmente, la orientación de Boas fue cada vez más antievolucionista, mientras los
95
mexicanos siguieron apegados al marco teórico positivista y evolucionista que heredaron
sus limitaciones, con esa tendencia a querer mostrar y por consiguiente conservar únicamente lo
que se considera como lo más auténticamente tradicional, según los que saben. Por mi parte,
creo que la antropología debería de inscribirse en un acercamiento cada vez más contemporáneo,
que busque producir conocimiento acerca de problemáticas sociales y formas de vivir actuales,
sin ignorar las huellas del pasado, pero, eso si, sin caer en un nacionalismo exacerbado.
La leyenda del mestizaje es una ideología nacionalista, como tal, adolece de esta
glorioso‘ y de un utópico ‗futuro brillante‘ a la vez que devalúa, niega y desprecia las
Todos los nacionalismos construyen e inventan un origen insigne para su país. Para ello
manera exclusiva con partes muy selectas de la historia del México prehispánico: las
glorifican como antecedentes de la supuesta fuerza y unidad del propio Estado mexicano
moderno.
96
La mayor deficiencia de esta historia monolítica y centralista es que ignora o
campesinas y de otros pueblos que no vivían en las grandes ciudades bajo el dominio de
su poder centralizado; la historia de los grupos de cazadores y recolectores del norte del
país…
Por otra parte, nadie puede negar que en México la exaltación de los indios muertos ha
sido acompañada casi siempre por la execración a los indios vivos (2016, pp. 165-166).
destreza, riesgo, adversidad, vértigo, así como un verdadero dominio del espacio y del tiempo.
Con esto quiero decir que el hecho de desplazarse hace referencia al nomadismo histórico de los
peligro que enfrentan o enfrentaron a veces, como cruzar la frontera de manera ilegal por
ejemplo o bien pescar en el Golfo de California, la adversidad, todas las formas de racismo a las
del sueño, y el dominio del espacio y del tiempo frente a la colonización hispano-mexicana y
que con este término quiero referirme a lo siguiente: (1) al parkour nómada, es decir a la
cuestión del desplazamiento físico o geográfico contemporáneo, dentro del ejido, fuera del ejido,
hacia la ciudad; el parkour nómada puede también ser cross-border (movilidad transestatal o
97
transfronteriza), y hace literalmente referencia al nomadismo estacional, históricamente
característico del grupo cucapá, esto es el hecho de aprovechar su entorno para su sobrevivencia;
(2) al parkour social, es decir, al desempeño de individuos dentro del espacio social
si bien en un sentido figurado, aun metafóricamente muerto, dado que ha dejado de percibirse; el
parkour social se remite a la trayectoria profesional o laboral así como al conjunto de etapas que
atraviesa una persona a lo largo de su vida. Lo que, por asociación de ideas, me llevó a explorar
el parkour de forma metafórica, interesándome en las cuestiones relativas (3) al parkour interior,
mantener algunos mecanismos de ser nómadas en una realidad sedentaria por imposición
cultural y político-administrativa. Y por ello, el parkour nos puede hacer ―evidente‖ estos
vestigios de una práctica invisibilizada, pero no desaparecida. No se trata de querer encontrar las
esencias sino contribuir con el análisis del momento determinante y crítico por el que está
pasando el grupo cucapá/cocopah a inicios del siglo XXI. Así, el parkour como concepto
socioeconómico.
parkour soñado, cuando una persona aspira a la realización de un proyecto, por ejemplo, cuando
Leobardo aspira a vivir en la Indian Cocopah Reservation, en Somerton, Arizona, es decir ―del
otro lado‖ de la frontera, o Victoria aspira a ser doctora, es decir que tiene la idea de extraerse
fuera del mismo grupo social, aunque el parkour soñado pueda encontrar salida dentro del
98
mismo; con algunas posibilidades que ofrece el hecho de ser reconocido como cucapá, y así
eventualmente estudiar, en algunos casos poseer tierras, o llegar a ser regidor(a). (3.2) El
parkour subjetivo remite a la subjetividad del individuo, el cual puede llegar a cuestionar el
orden preestablecido, así como la oligarquía; en este sentido el parkour subjetivo es una crítica
través de la música, de los sueños, o del consumo de algún estupefaciente, es decir todo
producto alterando la consciencia, aun generalmente sin moverse de su casa, o bien (3.4) el
parkour final, caracterizado en una primera etapa por el trance, es decir los últimos instantes de
la vida antes de la muerte, y en una segunda etapa resultando en la muerte, en la separación del
alma y del cuerpo, dónde el alma transita al otro lado; a su destinación final, tal y como lo
historia de vida de mis informantes o con la mía propia. Mi tesis es antes de todo el resultado de
define tanto por el aquí y ahora, como por el pasado, el futuro, y los lugares por los cuales ha
pasado.
lugar fijo. La asociación de dos términos de sentido opuesto corresponde a una figura de estilo
99
en la literatura. Es un oxímoron, o sea una figura metafórica que me permite expresar por
ejemplo esa experiencia peculiar del consumo de drogas, haciendo referencia tanto al trip mental
del consumidor como a su inmovilidad física, misma experiencia que pueden generar la música
o los sueños. Así, el complemento se debe definir y también considerar como código a la hora
del análisis para ser válido. Obviamente, no pretendo aquí ser exhaustivo, dado que el concepto
de parkour se podría aplicar a individuos que son parte de otros grupos sociales y con
más allá de la subjetividad porque contribuye a la objetivización de ella. Así, el parkour permite
la estructura que lo rodea, porque entre esa estructura y el agente se establece una negociación
constante.62 Es esa dialéctica, de la interioridad de mis informantes con la vida social la que
exploro en los parkour(s), con el objetivo de entender cuáles son los procesos que determinan a
estos últimos.
Cabe mencionar que los grupos sociales también tienen parkours, y que si se aborda a un
grupo en términos de parkour, entonces se considerara a la estructura que engloba a ese grupo,
es decir al contexto más amplio en el cual se está desarrollando: el ejido/la reserva respecto al
estado por ejemplo, o bien el mismo estado con base en el gobierno federal. El parkour
individual debe confrontarse a una dialéctica con el grupo social que lo engloba y el grupo social
62
―Tout travail de dépassement des oppositions canoniques (entre Durkheim et Marx, par exemple, ou entre Marx
et Weber) est exposé à la régression pédagogique ou politique (un des enjeux majeurs étant évidemment l‘usage
politique d‘auteurs ou de concepts emblématiques). L‘exemple le plus typique est l‘opposition tout à fait absurde
scientifiquement, entre individu et société, que la notion d‘habitus en tant que social incorporé, donc individué, vise
à dépasser. On aura beau faire, la logique politique relancera éternellement la question: il suffit en effet
d‘introduire la politique dans le champ intellectuel pour faire exister une opposition, qui n‘a de réalité que
politique, entre tenants de l‘individu (―individualisme méthodologique‖) et tenants de la ―société‖ (catalogués
comme ―totalitaires‖). Cette pression régressive est si forte que, plus la sociologie avancera, plus il sera difficile
d‘être à la hauteur de l‘héritage scientifique, de cumuler réellement les acquis collectifs de la science sociale‖
(Bourdieu, 1987, pp. 42-43).
100
en sí a la estructura superior. Es lo que demostraré ahora abordando el concepto de parkour
El parkour se presta con el cruce de conceptos o teorías existentes. Así, con el afán de entender
mejor el aporte del concepto de parkour como tropo, me referiré ahora al artículo ―Cultural
Production and Reproduction in Ciudad Juárez, Mexico: Tropes at Play among Maquiladora
Workers‖ de Alejandro Lugo, dicho escrito propone una reflexión profundizada alrededor de la
Metaphor Theory. De acuerdo con Lugo ―First…, we must follow Turner in considering
synecdoche as the highest level of tropic complexity. Second…, we must not treat it as a simple
trope, but as a crucial ideational product and source of what I call the minor tropic relations:
los cucapá/cocopah, y por extensión a su identidad. Es en este sentido que considero utilizar ese
tropo como sinécdoque, tal y como fue definida anteriormente. Dicho de otra forma, relaciono el
parkour directamente con la identidad cucapá/cocopah. Así, si bien puedo afirmar que empleo el
como histórica, me refiero a ella en su totalidad. En ese sentido aplico a la ―identidad‖ como
que avanza Turner, cabe mencionar que en el idioma francés la sinécdoque se considera como
una variedad de la metonimia, que permite reducir o abrir el contenido semántico de una
palabra.
101
La idea es establecer una distinción, y considerar la sinécdoque respecto a los demás
tropos, en el sentido que ―any level of part-whole/whole-part below this particular one is
metonymic. At this highest level (not of integration, but of complexity), synecdoche becomes a
trope that constitutes a pivotal, ideational product and source of metaphor and metonymy… It is
this transformation of synecdoche into a pivotal, ideational agent that leads us to the core of
culture‖ (Lugo, 1990, p. 176). Así considerada la sinécdoque, puedo afirmar que el parkour es
no solamente la fuente sino también el eje alrededor del cual giran las subdivisiones del parkour.
Estas subdivisiones suelen ser metáforas, metonimias, como es el caso del ―parkour social‖, el
cual se refiere a un proceso causa y efecto. Incluso, agregaría respecto a los ―parkour(s)
inmóvil‖ y ―final‖ que pueden ser considerados como alegorías, o que el ―parkour inmóvil‖
Así, Lugo (1990) acierta que ―from a diachronic perspective, synecdoche is produced
and reproduced by the minor tropes, and that the minor tropes are, in turn, produced and
constituted‖ (p. 190). Demuestra también cómo los contextos históricos y sociales pueden
maquiladora por ejemplo, como las actitudes. Y también, como a pesar del tiempo y de la
presente caso. Así se debe entender el parkour, en una perspectiva diacrónica siempre
con el afán de observar las ideologías como actitudes, no como esencias sino como vestigios.
102
semiestructurada que realicé con ella el 18 de junio de 2015, un término cucapá/cocopah que
Hervé: ―Oña‖.
Stephania: ―Uaña‖.
Hervé: ―Uaña‖.
Hervé: ―No‖.
Stephania: ―No‖.
Stephania: ―Recorrido‖.
Hervé: ―Mm‖.
Hervé: ―¿Cómo?‖.
Stephania: ―Matman‖.
Hervé: ―Matman‖.
Hervé: ―¿Viaje?‖.
Stephania: ―No sé, pero siempre dicen, como si fuera…, quiere decir fugar, pero se dice:
―Acluir‖, ir a pasear.
103
Hervé: ―Ir a pasear. ¿Cómo se dice?‖
Stephania: ―Aclúij‖.
Hervé: ―Aclúij‖.
Hervé: ―Aclhuir‖.
Stephania: ―No‖.
Stephania: ―No‖.
Taylor escribe: ―While performance scholars readily adopted the project of taking
embodied enactments seriously as a way of understanding how people manage their lives, they
also absorbed the Western positioning of anthropology that continue to wrestle with its colonial
heritage‖ (2003, p. 8). El problema es que ―la herencia colonial‖ está en todas partes.
Deconstruir lo que está hoy en día, ya no será suficiente para distinguir lo indígena de lo
―In Latin America, … the term [performance] finds no satisfactory equivalent in either
Spanish or Portuguese…‖ (Taylor, 2003, p. 12). ―Much is lost, it seems to me, when we give up
the potential for direct and active intervention by adopting words such as teatralidad or
104
espectáculo to remplace performance‖ (Taylor, 2003, p. 14). Lo mismo pasaría al querer
63
En el apartado ―Nota sobre la traducción‖, en Estudios de la representación, una introducción, de Richard
Schechner (título original: Performance Studies: An introduction), el traductor Rafael Segovia Albán escribe: ―El
concepto central de este libro, la palabra inglesa performance, ofrece una dificultad semántica al ser trasladada a
nuestra lengua. […] El autor de esta obra de amplia perspectiva ha recorrido la totalidad de los usos de la palabra
performance, estableciendo entre ellos un vínculo semántico que no puede repetirse en español‖ (2012, p.12).
105
II. III. Free Style:
Rompiendo fronteras
Aún no termino de explorar el campo semántico que propone el concepto de parkour. Llamé a
esa exploración Free Style en referencia a los distintos caminos tomados por los fundadores del
Parkour David Belle y del Free Run Sébastien Foucan. La idea es partir, no de la nada, porque
considero que las ideas no surgen de la nada, sino del campo semántico que me ofrece el
Ese apartado, viene tanto de mi gusto por la escritura y la literatura, en el mejor sentido
hacen más que parafrasear sin proponer nunca una sola idea, un mínimo personal o que
simplemente no dicen nada. Me ha ocurrido una infinidad de veces (en innumerables textos) que
al querer citar un autor tengo que buscar la referencia original porque lo único interesante que
que considero en última instancia al parkour final respecto a las subdivisiones del concepto.
ciertos grupos étnicos o pueblos, en la actualidad muchos individuos que no son originarios de
grupos étnicos o pueblos nómadas son considerados como tales. Es decir que existen
actualmente formas de nomadismo que no se refieren a su definición estricta, dado que las
personas que lo practican disponen de un lugar estable para vivir. Así, con el parkour, me estoy
refiriendo a una forma contemporánea del nomadismo de los cucapá/cocopah que tiene
106
―Los tohono o‘odham [papago], una etnia binacional originaria del desierto de Sonora,
lucha por impedir que la valla fronteriza atraviese sus tierras y divida definitivamente su
leer lo siguiente:
―Estamos convencidos de que las naciones tribales son Gobiernos soberanos, al igual que
derecho a ser escuchados en el proceso de toma de decisiones, tanto sobre nuestra gente
como sobre nuestras tierras‖, argumenta Pata. La directora señala que su organización
aboga por que otras tribus originarias estén conscientes del impacto que las políticas
migratorias de Trump tienen en sus comunidades y asegura que otras cinco etnias, ya sea
Velásquez duda cuando se le pregunta sobre su identidad nacional. Sus hermanos son
estadounidenses, él nació en México, pero al final son todos tohono y sabe que la unidad
es clave si se quiere plantar cara a la Casa Blanca. ―Necesitamos un frente común, que
una al águila y al cóndor, que abarque a todos los pueblos originarios de América‖,
reclama.64
Si, en la actualidad, los parkours nómadas de algunos cucapá atraviesan la frontera entre
Sonora y Arizona, muchos cucapá se ven impedidos de realizarlos. No pueden porque se les
atravesó un muro entre San Luis Río Colorado, Sonora, y San Luis, Arizona, y sobre todo por el
papeleo y los gastos que implica cruzarlo. En este aspecto, los cucapá atraviesan un mal
momento, si puedo decirlo así, el cual ya duró y al parecer no está por terminar. Lo que sí
pueden atravesar sin dificultad es el río, dado que está seco. El agua está retenida en Estados
64
La tribu que quiere plantar cara al muro de Trump. Artículo de Elías Camhaji en el periódico El País, marzo 14,
2017. http://internacional.elpais.com/internacional/2017/03/14/america/1489455260_830937.html
107
Unidos, del otro lado de la frontera. A los cucapá no se les deja entrar y al agua no se le deja
salir. No les queda otra opción que evitar la frontera internacional, de la misma forma que se
evita al teniente de la tienda del ejido Pozas de Arvizu cuando se le debe dinero.
puede recorrer en su totalidad, debido a la línea, o sea al muro, pero no solamente. Existen
muchas otras fronteras, invisibles en su mayoría. Residentes del ejido se quedan a recorrerlo,
físicamente o solamente con los ojos, a mirarlo con atención, de un lado a otro. Así, a veces, es
como pasan días enteros, o bien arreglando un coche, al que ―solo le falta gasolina para
caminar‖, pero que de ahí nunca se mueve. A veces no hay de otra que efectuar un trayecto real,
dentro o en los alrededores del ejido, para encontrar (o sencillamente saber de) alguien o algo,
porque aunque no hay muro no siempre hay con quien, ni con qué salir del ejido sino a pie o en
camión, y este último no es un medio de transporte muy valorado entre los habitantes del
mismo.
Si muchas veces el trayecto, o sea el espacio que separa al ejido Pozas de Arvizu de San
Luis Río Colorado no se puede recorrer, es también porque el parkour se encuentra impedido
por cuestiones económicas. Entonces, quedan esas trayectorias, diagonales que dibujan rayas en
el mapa del ejido y sus alrededores por las personas que lo habitan; de la casa a otra casa, a la
efectúan a pie, al menos que se pueda aprovechar el coche de algún visitante pidiéndole ―raite‖
limitadas tanto como los proyectos. El ejercicio de una profesión o carrera no es algo común
108
entre los cucapá. De hecho, los estudios en sí no son muy valorados. Si Victoria dice que le
hubiera gustado estudiar para médico, pocos son los que ejercen una profesión o actividad fija.
acuerdo con los mismos cucapá, sobre la trayectoria del grupo social cucapá residente del ejido
Pozas de Arvizu, como es mencionado en el proyecto del mismo plan: ―El pueblo Cucapah
agradeció a la CDI y a las instituciones el interés por ayudarlos a iniciar una planeación en base
a un diagnóstico de necesidades reales que aquejan a su pueblo, y por medio de esto buscar el
desarrollo de su pueblo acorde a los avances tecnológicos pero sin perder su identidad étnica‖
No obstante durante ese periodo el pozo dejó de servir y el ejido lleva ahora más de dos
años sin agua corriente. Regularmente pipas traen agua desde la empresa empaque ―Sonora
Ahora haré el detalle de algunas ―carreras‖ a las cuales me enfrente durante mi etnografía
nómada, empezando con las ―carreras de baquetas‖, mejor conocidas en esas latitudes como el
hecho de ―echar carrilla‖. Es una actividad cotidiana dentro y fuera del ejido entre familiares,
amigos o conocidos que se revela a veces como un modo algo superficial y forzoso de
relacionarse con los demás, impidiendo una comunicación verdadera, dado que se trata
ser divertida para los demás. Esto lo relaciono con lo que me dijo Victoria mientras íbamos
caminando por el ejido: ―Si digo realmente lo que pienso, la gente se va a burlar de mi‖. Es
109
compartido entre muchos mexicanos del noroeste. Lo cierto es que es una constante entre los
Respecto a la carrera del sol aprendí que ―no es el sol que se levanta a nosotros, sino que
nosotros nos levantamos al sol‖, una expresión de Jeremías, ―tío‖ de Stephania y decano del
ejido Pozas de Arvizu. Cuando unos entran de carrera como si se tratara de la línea de llegada de
una carrera, otros se quedan sin poder atravesar la línea fronteriza. El concepto de cross-border
formaciones sociales separadas por la línea internacional, desplazándose, trazan líneas que la
cruzan o no.
El parkour como desplazamiento: como cucapá han sido desplazados o sea expulsados
del territorio estadounidense por lo que se conoce comúnmente en la región como la ―migra‖, o
sea migración, simbolizada por la U.S. Border Patrol también llamada ―la perrera‖ por
Stephania. Así, si el parkour es impedido también puede ser forzado, como fue la
sedentarización forzada y fueron las diferentes olas de deportación. Esos diferentes momentos
110
II. IV. Parkour(s):
and ‗them‘‖.
frontera, conformando ahora dos grupos con diferentes parkours. En el ejido Pozas de Arvizu,
en Sonora, México, las oficinas del regidor/gobernador están a unos veinte kilómetros de la
―reserva‖, en la ciudad de San Luis Río Colorado, lo que implica vivir y trabajar en diferentes
lugares. Eso indica una separación de facto entre el lugar del poder y el grupo conformado por
los habitantes del ejido, aunque el regidor/gobernador viva en este último. De hecho, es un
requisito vivir en el ejido para aspirar al puesto. Desde Pozas de Arvizu, todo obliga a un
continuo desplazamiento, vaivén para trabajar, estudiar o incluso visitar miembros de la familia.
Aun, si en una lectura rápida y superficial el ejido Pozas de Arvizu puede aparentar ser un ―ejido
dormitorio‖, es necesario quedarse unos días para entender que muchos de sus habitantes salen
muy ocasionalmente y pasan la mayor parte del tiempo en el ejido o en los alrededores
Mexicali) así como el de su sobrino Modesto y de Martha (su novia, originaria de un rancho
cercano, el cual se encuentra a unos pasos de la carretera a San Luis Río Colorado).
111
En México, la ―reserva‖ de Pozas de Arvizu cuenta con dos edificios públicos, la ―Casa
de Salud Ejido Pozas de Arvizu‖, la cual se encuentra cerrada, y el ―Centro Cultural Cucapah‖,
también cerrado. En cambio, en Estados Unidos, la Cocopah Indian Reservation posee ocho
empresas, 28 instituciones y tres servicios de emergencia. Lo que denota una política sumamente
diferente de ambos lados de la frontera, marcada por una fuerte actividad comercial en Estados
Unidos, y una cercanía de la zona habitacional con la zona administrativa en la West Cocopah
Reservation aunque las otras zonas habitacionales, las East & North Cocopah Reservation, se
encuentren más aisladas. Respecto a la North, Leobardo comenta, ―hay mucho gringo para allá‖.
parkour, la cual me permitirá hacer un registro de la situación actual respecto a los parkours de
los cucapá/cocopah. En un apartado titulado ―Present Status of Cocopah Identity in the US-
Mexico Borderlands‖, Tisdale acierta: ―Based on many conversations with my consultants and
other Cocopah tribal members, there was a general consensus that the Cocopahs in the US are
the real Cocopahs and the Cocopahs in Mexico are ‗Mexicans‘‖ (1997, p. 172).
112
Capítulo III. Una etnografía nómada
113
―I characterize their lives and those of others […] as transborder rather that just simply transnational. The border
they cross are ethnic, class, cultural, colonial and state borders within Mexico as well as at the US-Mexico Border
Lynn Stephen, en Transborder Lives, Indigenous Oaxacans in Mexico, California and Oregon (2007, p. 6).
114
Antropología íntima:
Un acercamiento cualitativo 65
Mi trabajo etnográfico se sustenta tanto en la observación participante, como en una mirada a los
distintos lugares por los cuales pasé, así como en la realización de entrevistas semiestructuradas
o espontáneas a través del diálogo con mis informantes o de conversaciones entre ellos mismos.
De ahí que consiste en lo que llamo una antropología íntima o un acercamiento íntimo desde la
antropología. Así, he convivido con mis informantes en los eventos familiares o culturales que
se presentaron, pero sobre todo en su vida cotidiana, en un espíritu de diálogo con la inquietud
constante de saber cómo se veían a sí mismos. Así, con antropología íntima -o en otras palabras
[…] la mayoría de los estudios sobre etnicidad […] con los que estoy familiarizado
conectado. […] segundo […] muchas de las expresiones más sutiles del comportamiento
65
La presente etnografía está basada en la observación participante, entrevistas y fotografías fijas realizadas entre
septiembre de 2014 y octubre de 2016 en las West, East & North Cocopah Reservation en Somerton, Arizona, entre
marzo de 2015 y diciembre de 2016, en el ejido ―reserva‖ Pozas de Arvizu, Sonora, así como en el campo cercano,
la ciudad de San Luís Río Colorado, Sonora y el ejido Indiviso, Baja California, y entre febrero y agosto de 2016
una visita al ejido El Mayor y tres breves estancias en el ejido Kiliwa, Baja California.
115
reuniones étnicas. Las expresiones de lo que yo llamo cultura ―íntima‖, se escapan
similarmente a la red del sociólogo. […] En vez de centrarnos en la costumbre como tal,
estamos incitados de este modo a buscar los valores y actitudes que se manifiestan en las
experimentan ellos, podemos albergar esperanzas de descubrir cómo son reforzados los
inconscientes, y obtener de este modo una comprensión más profunda del componente
tamizados que los adoptados hasta ahora que tengan totalmente en cuenta la interacción
pp. 102-103).
Esa cita de Epstein refleja perfectamente lo que debe ser, para mí, un trabajo etnográfico
largo de más de dos años ahora, manteniendo hasta la fecha a la distancia contacto telefónico,
así como virtual, esporádico, pero personal con algunos miembros de la familia. Mi idea,
siempre ha sido trabajar con mis informantes y no solamente hacer un trabajo sobre ellos.
116
III. I. La identidad subjetiva:
Partiré del concepto de identidad tal como lo define Gilberto Giménez, es decir, ―la
representación que tenemos de nosotros mismos en relación con los demás‖ (2009, p. 11).
Giménez establece que ―lo que nos distingue es la cultura‖ no sin diferenciar las identidades
colectivas de las identidades individuales, las primeras siendo parte de las segundas ―a través de
(2009, p. 12). Por ende, la identidad se conforma tanto por la imagen que un sujeto tiene de sí
mismo como por la que los demás tienen del mismo sujeto, así como por su cultura y su
pertenencia a distintos grupos sociales, objetivos: edad, oficio, localidad…, o no: etnia, sexo…
inscribe en un proceso fijo sino activo y mutante. ―¿Cuál es la moraleja? […] que la vida
mutabilidad incesante de la experiencia humana, la temporalidad de que están forjadas todas las
definir los conceptos de identidad étnica, de grupo étnico, y por ende de etnicidad. ―La etnicidad
de interés políticos‖ (Epstein, 2006, pp. 100-101). La noción de etnicidad proviene del
intersubjetividad, es decir, de la revelación de uno al otro, la cual hace resaltar las diferencias y
117
semejanzas entre individuos (o grupos), en otras palabras sus respectivas identidades. Aun el
étnica, por el hecho de que la etnicidad implica una acción política o ideológica de una identidad
un proyecto social, cultural y/o político que supone la afirmación de lo propio en clara
identidad o pertenencia al grupo étnico entendida como un fenómeno cognitivo, que nos
en tanto sean miembros de ese mismo grupo. La etnicidad puede así ser entendida como
Frederik Barth afirma que las ―distinciones étnicas categoriales no dependen de una
fundamento mismo sobre el cual están construidos los sistemas sociales que las contienen‖
(1976, p.10). Entre los cucapá o entre los cocopah se puede evidenciar la existencia y
persistencia de grupos étnicos que cuentan ―con unos miembros que se identifican a sí mismos y
son identificados por otros y que constituyen una categoría distinguible de otras categorías del
118
mismo orden‖, dicho de otra manera, es una formación social con ―la característica de
autoadscripción y adscripción por otros‖ (Barth, 1976, p.15). Eso implica una cierta reciprocidad
entre cómo uno se presenta y se define a sí mismo dentro del grupo y cómo lo presentan y
definen los miembros del mismo grupo y por lo tanto aunque pueda existir esta reciprocidad
tampoco está dada ya que no todos tienen forzosamente los mismos criterios.
dice que hablaba cucapá cuando ella iba a Somerton, o bien ―cuando venían de [allá]‖ con: una
hermana de su mamá, su media hermana María, hija de su mamá (Mariana) y de otro papá, su
medio hermano Leobardo, hijo de su mamá (Mariana) y de otro papá, así como con su media
hermana Ana, hija de su papá (Jaime) y de otra mamá, y otro medio hermano que ya falleció,
también hijo de su papá (Jaime) y de otra mamá (véase figura 1, p. 13). Y, de repente
Es probable que se haya dado una ruptura en el proceso de transmisión del idioma
cucapá en la familia de Stephania cuando se murieron los abuelos de ella. Así, María, Leobardo,
Ana y Stephania, los hermanos mayores, hablan el idioma y los demás no, aunque lo entiendan.
Al respecto Victoria señala que: ―La gente, la misma que yo. Lo hacen a uno. Por ejemplo yo no
hablo el idioma pues. Sí lo entiendo más o menos pero nunca lo he hablado. Los indígenas dicen
que porque no lo hablamos, no somos a veces‖. Lo que puede analizarse como una forma de
disputa sobre la representación de lo que es o no es un indígena dentro del grupo cucapá. Esa
119
discusión es el reflejo de luchas internas, las cuales están muy presentes en el discurso de mis
informantes.
Stephania afirma que aprendió el idioma cucapá con sus abuelos. También menciona
como en la actualidad las oportunidades de hablarlo son cada vez más escasas ya que quienes lo
hablaban con ella están en Somerton, Arizona, (como se ha mencionado anteriormente) o bien
están muertos:
―Con el papá de mi papá. Con ellos, si diario, en la mañana, con el café, pan, todo eso.
Todas las mañanas y las tardes. Y solamente hablaba con ellos, pues ellos eran los que
hablaban cucapá, y ya lo aprendí. Porque mi mamá también era, pero casi no lo hablaba,
más con mis abuelos, con la gente que viene del otro lado. A veces vienen los del Mayor
también y algunos hablan. Platico con ellos, ya casi no. Vienen, pero casi no hablan ya
―Bueno, nosotros que anduvimos de acá para allá, yo si entiendo el dialecto pero no lo
hablo, pero nunca lo practiqué, me entiende. Yo creo que lo aprendimos más bien por
nuestro abuelo, el que teníamos porque todo el tiempo hablaba en dialecto, en español
[también] pero muy poco. Y mi papá y mi mamá casi no, puro español, español nunca
nos hablaban en dialecto. Y si hay muchos niños que no. Ya no les enseñan el dialecto.
Antes, yo hablaba chiquita pero cuando me iba al otro lado con las hijas de mi hermana.
La más grande, con ella. Como pues ella hablaba poquito español, me acuerdo…,
120
En febrero de 2016, tuve la ocasión de asistir a una conversación en cucapá/cocopah
Reservation, en Somerton. Se podían comunicar entre todos, gracias al dominio del idioma
cucapá/cocopah, de otra forma no hubiera sido posible. Leobardo era el único de los tres en
hablar tanto el cucapá/cocopah, como el español y el inglés, cuando su hermana Stephania habla
sin embargo comparte la mayor parte de su tiempo con hispanohablantes, es decir mexicanos de
los ejidos vecinos o de la región, empezando con su pareja, Enrique, quien vive con ella pero es
ligado con la frontera internacional, la cual ha sido, para él, fuente tanto de miedo, aislamiento,
66
Leobardo va y viene de México a los Estados Unidos desde que tenía 15 o 16 años. Con su primera esposa Native
American, tuvo dos hijas, y con su segunda esposa también Native American se casó hace más de 20 años y
permaneció con ella hasta que enviudó a principios de 2017. Comparte su vida hasta la fecha con los nietos y
bisnietos de ella.
121
III. II. La zona fronteriza:
Border Parkour
―Nonetheless, those of us who have papers (who have ‗legal residence‘) who are American
citizens (either naturalized or by birth), who are light-skinned, and who speak English (with or
without an accent)—and even those who might be younger—do cross borders much more
comfortably: especially compared to those of us who are not American citizens, those of us who
are dark-skinned, and those who do not speak English at all‖ (Lugo, 2000, pp. 358-359).
fronteras nacionales o regionales (estatales). Esto se evidencia, por ejemplo, en muchos de los
mapas utilizados por los académicos. Así, desde Estados Unidos todo lo que se encuentra debajo
de la línea fronteriza con México deja de tener nombres y viceversa. Esa invisibilización de la
zona fronteriza resalta cuando uno busca información sobre un grupo, como el de los
cucapá/cocopah que justamente vive de ambos lados de la frontera. Es una manera que cada
región, estado o nación ha de representarse, borrando a los demás (véase mapa 11, p. 123):
Sketch of Public Surveys in New Mexico & Arizona, Departement of the Interior, General Land
Office (1866)).
122
Lo interesante es que eso ocurra a pesar del esfuerzo que, por ejemplo, demuestra Spicer
terminología utilizada para hablar de la zona fronteriza México-Estados Unidos (véase mapa 12,
The region dealt with, from the point of view of the Mexican reader, might be called the
‗Northwest‘. The term Southwest is used with apologies and in full awareness that for
historians like Othón de Mendizábal the region with which we are concerned is the
Northwest. Yet it is also the southwestern part of the North American continent, and that
offers some justification for holding that my preference for ‗Southwest‘ is not based
123
entirely on ethnocentric considerations… We still await the scholar with a fine sense for
terms who hits upon the right designation for this cultural-geographical entity (1962, p.
viii).
124
No se tiene que cruzar la frontera para ser impactado por ella. Al platicar con Fernando,
un joven cocopah empleado del Cocopah Casino, a finales de 2014, me percaté de cómo la
frontera internacional se ha vuelto una preocupación para él, cuando me habla de los migrantes
ilegales que atraviesan la West Cocopah Reservation delimitada al oeste por la frontera con Baja
California, México. Dicho de otra forma, para ese joven cocopah, la frontera aparece como una
Aun, en otros tiempos, las fronteras se han representado tomando en cuenta otros
criterios, como se puede observar en el mapa Linguistic Stocks of American Indians North of
Mexico (1891), el cual toma en cuenta las fronteras lingüísticas (véase mapa 13, p. 126).
125
126
III. II. I. “Reserva(s)”:
Como ya lo mencioné, el hecho de pasar la frontera física entre México y Estados Unidos y la
forma en que uno es cuestionado y revisado en las aduanas tiende a crear cierto sentimiento de
culpabilidad. Entrar a la West Cocopah Reservation implica pasar una nueva frontera, una
principal del edificio, una pareja, acompañada de dos niñas, regresándose a su casa cargando
pedazos de pastel en unos platos desechables. En el mismo pasillo, junto a la recepción, están
pegados unos pósters, entre los cuales uno anuncia: ―Every native vote counts… for your
veterans. There are more than 150,000 Native American Veterans who fought for our rights as
Native Americans and Americans. Your vote counts for our veterans. REGISTER TO VOTE AT
NATIVEVOTE.ORG‖
Me acuerdo del cartel, mencionado arriba (Every native vote counts…), visto y
fotografiado a finales del año 2014 y también de una vitrina del Cocopah Museum (vitrinas que
no se pueden fotografiar), donde aparecen unas fotos de veteranos cocopah que participaron en
127
música cocopah estilizados, entre ellos, unas sonajas pintadas con la bandera estadounidense. Lo
que demuestra una fuerte interconexión no solamente simbólica entre la Cocopah Indian Tribe y
los Estados Unidos sino una relación factual, en el sentido que los miembros del Cocopah Tribal
basta con tener la residencia y ser cucapá, también se requiere volverse ciudadano
estadounidense. Leobardo, quien vive en Arizona desde hace más de 20 años, esto es, desde los
[La ayuda de la reserva], no. Hasta que sea ciudadano. Me han dicho de hacerlo, pero no
he tratado, no sé quién me puede ayudar en eso. Necesito hacer unas clases para aprender
Entonces voy a tener ayuda como cocopah. Yo sé que si lo van a hacer en ese entonces.
la alta torre blanca de agua en la cual está escrito: COCOPAH. La reserva está rodeada por el
campo, no hay más habitaciones que se encuentren en el perímetro y muy pocas en los
alrededores. Aunque se vean unos cuantos barcos afuera de una que otra casa, aquí la pesca ha
128
Se empieza a meter el sol en el horizonte mientras camino en la carretera que va de la
zona habitacional hasta los edificios administrativos, la cual está bordeada de ambos lados por
campos de trigo. Llegando cerca de las primeras construcciones, escucho pájaros que cantan a lo
lejos, identifico el ruido como proviniendo de un árbol, ya en las afueras del perímetro
Me acerco, pero cuando me encuentro a unos metros del árbol, decenas de pájaros negros
se van volando en el cielo. Ahora, camino de regreso, frente al sol, a mano izquierda se
encuentra el cementerio de los cocopah. Se ven decenas de cruces blancas ordenadas en cuadros
delimitados por piedras dispuestas en el suelo. De lejos parecen idénticas, pero al acercarme me
doy cuenta que en un cuadro todas las tumbas llevan banderas estadounidenses.
―My grandfather stepped for the assentment [¿asentamiento?]. People from Mexico, from Baja California.
The cocopah [cucapá] who were here… They created this place [Pozas de Arvizu]. My grandfather [came
from el ejido Cucapah, Baja California]. All the people came from there. And then […], they moved to [el
ejido] La Grulla, and they moved to Yuma. That‘s why, we got Cocopah on the other side‖.67
3141 km (1954 mile) de frontera internacional separan seis estados del lado de México y cuatro
del lado de Estados Unidos. Lugar de conflicto, unión e hibridación, el espacio fronterizo se
caracteriza, en los últimos años, tanto por acuerdos comerciales, medioambientales, como redes
67
En esa entrevista informal realizada en diciembre de 2015, Jeremías ―translengua‖ constantemente. Habla en
inglés cuando se dirige hacia mí y en español cuando quiere compartir algo de nuestro diálogo con Stephania o
Enrique, ambos presentes a lo largo de toda la conversación (nota del autor).
129
(trans)fronterizas o nuevos cruces -por ejemplo el aeropuerto de Tijuana, Baja California, como
por la construcción del muro -la cual inició en San Diego, California, en el año 1994, el discurso
Si unos cruzan a diario, otros no cruzan nunca. Así para muchos cucapá, la frontera
régimen especial para cruzar la frontera, cuando como ―tercera nación‖ deberían de poder
conformar una verdadera red transfronteriza. Existe un muro, entre las ciudades gemelas de San
Luis Río Colorado, Sonora, y San Luis, Arizona, desde finales de los años noventa del siglo
pasado, así como a lo largo de toda la frontera entre el estado de Sonora y el estado de Arizona,
Así, la frontera entre Sonora y Arizona, ahora muro, marca el límite hasta donde llega el
parkour nómada de la mayoría de los cucapá hoy en día. Stephania recuerda una situación en la
Ah sí, nosotras no teníamos pasaporte. Nos cruzamos para el lado de Algodones, [Baja
California]. Mi papá nos llevaba. Estaba seco el río. Había agua, pero muy poca, y nos
cruzamos por el río. [A veces] nadando y luego de noche. En short y así. Nosotros
hacíamos el paro como que nos andábamos bañando en la orilla, y al ratito nos
pasábamos. Mi cuñado nos levantaba, luego, luego. [Él] era policía, nos llevaba para su
cuando él trabajaba. Nos decía que día iba a trabajar y ahí íbamos.
130
Sandra corrobora la versión de Stephania:
Nos íbamos para allá, para Algodones, por ahí pasábamos. Luego nos agarraba la migra
[Border Patrol] ahí. Y ándale que vamos pasando. Y ahí estaba escondida la camioneta
(risa). Pero, no nos hicieron nada, nos dejaron pasar, porque estaba mi cuñado ahí. Y les
dijo que iba a pescar, ahí por el lado de acá pues. A él le gustaba pescar mucho, donde
está la reserva, para allá, en río Colorado…, y él: ―Es que me voy a ir a pescar‖. O a
veces, nos íbamos nosotros solos por ahí. Y como está la reserva pegada al río, íbamos
mucho. Pero ahora hombre por todos lados le tapan a uno la pasada.
que nos echaban la migra a cada rato. Y ahí veníamos otra vez con la camioneta, con el
carrito. Y nos preguntaban cosas. Bueno pues yo les contestaba [en cucapá] y les decía
puras groserías. Como no entendían, nos soltamos la risa nosotros, y ellas también se
reían… ―Espalda mojada‖, así nos decían [en español], porque estábamos ahí, sin papel.
Nos gritaban. Y nosotros también les decíamos cosas y también se enojaban, y luego nos
echaban a la migra. Ya veníamos por acá atrás de la camioneta. Nos hacían preguntas y
nosotros contestábamos en cucapá. Pero ellos pensaban que les contestaba bien. Les
decía puras groserías. Y yo y mis hermanas nos soltamos la risa. Íbamos risa y risa en la
camioneta.
Los mismos cocopah de Somerton les decían ―Espalda mojada‖ porque las consideraban,
no solamente como mexicanas, sino como ilegales. Stephania añade: ―Si me acuerdo mucho de
131
eso. [Tenía] unos doce o trece [años]‖, o sea a principios de los ochenta del siglo XX. Ahora, a
Stephania le gustaría tener visa, pero por todos los papeles que piden, no la tramita:
Sí, nosotros nos cruzábamos. Y no nos dejaron cruzar por la línea, nos cruzamos por el
río, sin nada. Y ahora no, tiene que tener uno la visa y todo eso para pasar, y luego
nosotros casi no trabajamos y no tenemos papeles y nada para sacar la visa. A nosotros
nos piden lo mismo que a los demás; una cuenta en el banco, tener casa propia y no se
que tanto. Tengo recibo donde me dan dinero, cada quincena y todo eso, pero no tengo
ahorros en el banco; no tengo cuenta. Un montón de cosas piden, si uno apenas con
trabajo tiene el acta de nacimiento. Nada más piden, papeles, y papeles, y papeles
(silencio).
Stephania señala respecto al otro lado: ―A mí me gustaba ir para acá como tengo mis
tíos, mis hermanos y a mis sobrinos. A veces se enferman o algo y no puedo ni ir a verlos. Si
iba, visitaba a todos, miraba a todos. Y pues a veces también, iba por despensa o algo, a ver que
nos daban, todo eso extraño. Porque antes no batallábamos nada‖. Esa situación, rompió en gran
parte la red de solidaridad que existía entre familiares de ambos lados de la frontera
internacional. Las escasas visitas que hace hoy en día María, quien sigue viviendo en Somerton,
Arizona, y también tiene casas en San Luis Río Colorado, y en el ejido Pozas de Arvizu, Sonora,
Esto lo indica Stephania con las siguientes palabras: ―Si no teníamos algo de comer o
algo pues íbamos por allá y traían… Pues ahorita, yo tuve que trabajar esta vez. Lo que nunca
hacía‖. Stephania ―no trabajaba‖ pero ―se encargaba de su mamá cuando estaba enferma‖, en el
ejido, ―cuidaba niños‖, o ―limpiaba casas‖ en Somerton. Dice que nunca había trabajado, pero
132
más bien, desde mi punto de vista, interiorizó esa idea sin considerar lo que hacía como tal, dado
Sí, yo tenía pasaporte, nada más que no pude sacar la visa. Yo cuidaba a mi mamá
cuando estaba enferma. Y nada más estaba con ella y no tenía seguro y me dijeron que
sacara un papel de…, no me acuerdo cómo lo nombró el señor, pero nada más que lo
Ha cambiado mucho. Si tuviera la visa, anduviera por allá. No anduviera batallando acá.
Porque a veces puede trabajar uno pero a veces también cuidaba niños allá, y venían a
casa de mi hermana, o limpiar casas… Me venía con mis dólares. Y ahora, ni un dólar
agarro. Allá, pues todos son parientes. La señora que más me daba era tía, y su esposo
también, como trabajaba, le hacía lonche ahí en la mañana. Cuando agarraban un dinero
del Bingo [nombre del primer Cocopah Casino], también me daban mi parte. A veces me
daban hasta carros. Me venía con carro desde allá. Ahora, ni a bicicleta llego (risa). Si
estaba bien suave cuando pasábamos. Extraño todo eso… Ya, no es igual.
En otra ocasión, a finales del mes de enero de 2016, mientras platicamos en su casa,
Stephania comenta al respecto: ―En febrero, les dan [a los inscritos de la Cocopah Indian
Reservation] $8,000 a $9,000 dólares del Bingo‖.68 Hoy en día, Stephania no tiene ni pasaporte
vigente. Sandra, quién tampoco tiene visa, ni pasaporte vigente, aclara respecto a la frontera
internacional:
Pues de vez en cuando visitarlos, que vengan. A veces dura uno…, mi hermano
[Leobardo] tenía su cabello negro chino y ahorita lo tiene bien blanco. ―¿Qué te pasó?‖,
68
El equivalente del monto anual de una beca de doctorado de CONACYT (Consejo Nacional de Ciencia y
Tecnología) en México en el 2017, con un dolar alrededor de $19 pesos mexicanos (nota del autor).
133
le digo. Ya vienen bien grandes, o sea de tantos tiempos que no lo mira uno. Ya tenía
desde que falleció mi mamá, [o sea que estuvo de 2010 al 2016 sin verlo]. Los hijos de
mi hermana vienen. El más grande es el que viene, y también a veces uno dice que lo
visitara pero…‖.
cucapá/cocopah culminó con la construcción del muro entre las ciudades de San Luis Río
Colorado, Sonora, y San Luis, Arizona, a finales de los años noventa del siglo XX, inició mucho
Reservation, en Arizona, en el año 1917, del ejido Pozas de Arvizu, en Sonora en el año 1942 o
Cabe recordar que el ejido mexicano no es un modelo que haya sido pensado
específicamente para los indígenas sino para los campesinos mexicanos, pero de igual manera
que las reservas indias estadounidenses, terminaron con la movilidad geográfica de las tribus
cucapá/cocopah, o sea con el ―nomadismo estacional‖ tal y como se conocía. Los ejidos El
Mayor, Pozas de Arvizu, como la Cocopah Indian Reservation son lugares delimitados y su
desarrollo del trabajo asalariado en la región desde la segunda mitad del siglo XIX, o sea a la
introducción del capitalismo en la región tanto por los Estados Unidos, como por México.
como le dije antes de camorras, y para atrás, pero yo para vivir al otro lado, no, no. Mis
hijas, me dicen que las tuviera allá. ―Ay no‖, les dije, ―no me voy para allá‖, si quieren
pasar ellas o si se casan con alguien que les arregle los papeles que bueno… Me suena a
134
encierro allá, la verdad, puro trabajar. Del trabajo a tu casa y de tu casa al trabajo. Y aquí
pues no, o sea aquí ponle que también es como una rutina pero no es tanto como allá. Yo
aquí en San Luis [Río Colorado], en México soy feliz (risa). Yo soy muy vaga, soy muy
feliz en la vagancia, para allá para acá, y tráeme para allá. Antes nos quedábamos allá [en
Somerton] con mi hermana, estaba sola allá con su marido. Y en las vacaciones cuando
salíamos de la escuela, nos llevaba para que nos quedáramos con ella.
Lo que resalta, tanto con Stephania, como con Sandra es que reivindican su libertad de
movimiento, y muestran un interés más que limitado respecto al estilo de vida estadounidense.
Stephania comenta con base en la frontera internacional: ―Sí me gustaba estar allá pero no
mucho tiempo; para ir a visitar a mis parientes nada más. Y a veces porque me ganaba unos
dólares. Pero para quedarme a vivir allá, no. Pero, si me aguantaba cuando no tenía pasaporte
tenía que quedarme allá, meses, años (risa)‖. Eso es, la misma frontera limita la movilidad en
ambos sentidos. Si Stephania regresó a México, otros se quedaron ahí por el mismo miedo de no
poder volver nunca. Así, a pesar de la cercanía geográfica entre el ejido Pozas de Arvizu,
Sonora, como de la ciudad de San Luis Río Colorado, Sonora, con la Cocopah Indian
Reservation, en Somerton, Arizona, conforme pasa el tiempo, la frontera se hizo cada vez más
Nosotros no teníamos visa y nos pasábamos para allá. Antes, no había tanta…, pedidera,
como ahora. Con tanta violencia, por eso piden más me imagino: ―¿De dónde eres, qué
haces aquí?‖, y antes no. Pasábamos, íbamos y veníamos y no teníamos papeles. Y ahora
hombre, uno no puede poner un pie ahí porque están echando los perros (risa).
Mi mamá era de allá, del Mayor. Mi papá no. O quien sabe si chiquillo se lo trajeron para
acá. Mis abuelos eran de allá, del Mayor también. Yo pienso que primero todos eran del
135
Mayor y recalaron para acá. Y unos aquí, se empezaron a brincar. Porque decía mi mamá
olvido. Hágase cuenta que del otro lado les decían, si te vas a quedar te vas a quedar aquí
y ya, para acá. Por eso mucha gente se quedó allá, de la que vivía aquí.
Sandra recuerda cómo las cosas han cambiado con relación a los tramites relativos al
Nos dicen: ―Ustedes son cucapás pero son cucapás de Estados Unidos Mexicanos, no de
allá‖. Me acuerdo que una vez sacamos el pasaporte local, todos los de la comunidad.
Haz de cuenta que también les pedían todos los requisitos, no había que: ―Ah tu eres
cucapá te vamos a dar la visa porque eres cucapá‖. Te revisan los papeles: ―¿Y qué hace,
qué tiene y qué no tiene?‖ Como yo quiero sacarla, a ver cómo me va… Antes si nos
ayudaba un señor de derechos humanos. Teníamos que sacar la forma 13, y pagarla.
Todos tenemos que pagar la visa, tenemos que pagar el pasaporte mexicano, pero le digo
que años para atrás hubo, no sé si era de derechos humanos. Él nos ayudó a sacar la
forma 13 porque éramos indígenas cucapás que no teníamos porque nosotros pagar eso.
Él nos ayudó, la mayoría del ejido sacó esa vez. Como en el noventa [1990], por allá. A
mi papá le pidieron todos los papeles, de su parcela, del lote, todo eso. Más rápido, no sé
qué pasaría con ese señor. ¡Y esa forma 13 ya no existe! No, ahora tiene uno que sacar
pasaporte mexicano (ladra el perro). Hoy, perrero qué… ¿A quién le ladra? ¡Ah!
(gritando). Pensé que me hablaban. Tiene miedo porque hace rato pasó una perrera, hay
69
Tramitología 1. f. Col. Arte o ciencia de resolver, perfeccionar o facilitar los trámites. Real Academia Española:
http://dle.rae.es/?id=aGP4evA
136
muchos perros ahí… Es lo que quiero ver, quién nos puede ayudar para sacar el
vez y no, para ver si podía ayudarme para que no nos cobren el pasaporte mexicano. Si el
pasaporte mexicano vale $1500 (pesos mexicanos). Ya entre cinco, seis de la familia
pues cuanto voy a gastar. Ya de eso se ahorra y pagas la visa mejor. A ver qué pasa. Es
mucho dinero.
frontera internacional con Arizona, como de las fronteras estatales mexicanas entre Baja
los cucapá. Hoy en día, Modesto, tampoco tiene visa. Aún recuerda su estancia en Estados
Nací en Mexicali, [Baja California, en 1993], pero siempre he vivido, como quien dice,
aquí [en el ejido Pozas de Arvizu]. En San Luis [Río Colorado] y en Estados Unidos
[también]. En Estados Unidos, cuando tenía cuatro años. Duré un año y medio, en el
kinder. Fue cuando murió mi abuelo, la familia fue por allá pues, [por la situación]. Sí
me acuerdo, iba al kinder ahí en una reserva de Somerton, me enseñaban en inglés. Sabía
contar cuando llegué, leer también. La señora esa era una pariente que daba clases. [Ella]
sabía español e inglés; spanglish. Sí entiendo el inglés, así, hablarlo casi no, español más
parientes no te dejan ir para nada. Pues, no era tan normal, pues no era tan, tan, tan…‖. Respecto
137
a las autoridades estadounidenses dice: ―No te pedían papeles como lo hacen ahorita. [Solo] te
Leobardo nunca utiliza el término de ―ejido‖, sino el de ―reserva‖ para hablar tanto de la
Cocopah Indian Reservation como del ejido Pozas de Arvizu. Describe su relación actual con su
familia en Sonora de la siguiente forma: ―Ahorita, casi no tengo contacto con mis hermanas.
Tengo mucho que no las veo. Tengo más contacto con esta familia que tengo [aquí]. Me llevo
bien. Gracias a dios, que todo bien (silencio). Bien recibido. Me tratan bien‖. Leobardo recuerda
los parkours nómada y social que tuvo que recorrer para conseguir la residencia:
La motivación de venir para acá, pues hacer la lucha de tener papeles y trabajar, trabajar
duro pero no se pudo hacer. Esperé como casi doce años para la residencia, y ya cuando
agarré mi residencia yo me sentía mal porque estaba enfermo. Yo, ya estaba viviendo de
este lado, tuve permiso de trabajo antes de tener la residencia. Tenía que tener permiso
de trabajo. El permiso de trabajo duraba como cuatro/cinco años se me hace. Tenía que
renovarlo de nuevo. Lo quise renovar pero no me llegó. Otro permiso pedí pero no me lo
dieron. Empecé a esperar, me llegó un papel que no me fuera para México, que me
quedara aquí en Estados Unidos, hasta que me dieran la residencia. Doce años casi, sin ir
a México. Fue largo para recibir la residencia, claro. Tuve que recorrer todo Phoenix…,
a las oficinas, llenar papelaje, volver para atrás y me piden otro papelaje. Llené papel,
hice fotos y otras cosas. Me pidieron muchas cosas. Registro de matrimonio y toda esa
cosa. [Estoy casado] por lo civil, desde cuando nos juntamos casi. Teníamos otro papel
que llenar, que llenar y todo, para Phoenix, y tuve que esperar cuantos días más. Y,
venimos para atrás de vuelta. Fue cuando me hicieron la entrevista. Este permiso que
tengo es derecho, no es como muchos casos por debajo del agua. Hay muchas personas
138
que le hacen chuecos… (silencio). El papelaje me costó como doscientos dólares. De ahí
por adelante, se me hace que me cobraron otros tantos ya en Phoenix. En total fueron
―Quiero renovar todo bien. Tengo años que no voy para allá y no he arreglado ni un papel en
México todavía‖.
Stephania, en cuanto a ella afirma: ―Pues una vez sí nos dieron permiso porque falleció
una sobrina de mi mamá. Por eso, nos dejaron, nos dieron permiso por cinco días. Aproveché y
visité todos. Pos, se acabó en dos días, pero de todos modos me quedé yo allá, en la casa de mi
hermana, por eso pude mirar mis sobrinos y todos ahí. Hace (largo silencio), como siete meses,
algo así [a finales del año 2014]. Tenía mucho que no iba, años‖. Mientras me encontraba
haciendo trabajo de campo con Stephania y su familia, esa situación se repitió en dos ocasiones
más, primero en febrero del año 2016, que fue cuando conocí a Leobardo, y después en julio del
mismo año. Ambas veces, Stephania soló obtuvo un permiso por dos días. La última vez, se
tardaron muchas horas en darles el permiso y dejarla pasar en aduanas. El agente argumentó que
él no había trabajado antes en esa frontera. Así, existe una relación entre el parkour final, y el
parkour nómada, dado que es la única razón por la cual se les permite cruzar la frontera a los
La zona fronteriza se caracteriza por el muro, las garitas fronterizas, las patrullas, los
retenes de la policía o del ejército, en México como en Estados Unidos. Aun, toda la familia se
enfrenta a una frontera mucho más insidiosa, porque es invisible, me refiero a esa frontera que
139
III. II. II. Parkour nómada, México, la otra frontera
―Antes el valle de Mexicali estaba bien poblado por los indígenas. Los indios miraban al mexicano como ahora el
mexicano mira al indio. Era raro encontrar a un mexicano, porque entonces sí había indiada, no crean que uno que
otro. Yo me acuerdo que cuando tenía unos siete años nos decía mi nana ―ya duérmanse, porque si no, va a venir un
mexicano y se los va a comer‖ y para qué más muerte, ya ni nos movíamos ¡nos asustaban con los mexicanos!
Cuando llegó el agrarismo a Baja California el indígena empezó a perderse entre la gente, entre la mexicanada.
Muchos de los ejidatarios que estaban aquí llamaron a sus familiares para que se vinieran, y aquéllos llegaron con la
espeta [esperanza] de un pedazo de tierra, se vino mucha gente. En ese tiempo hubo algunos que agarraron ranchos
enteros sembrados de algodón. ¡Y todavía reniegan con los chinos y los japoneses!, yo digo que deberían de estar
Señora Sandoval Portillo, en La gente del delta del río Colorado. Indígenas, colonizadores y ejidatarios (Gómez
Para empezar, Stephania afirma no sentirse diferente de los demás mexicanos, por lo menos en
lo que concierne a los de la región, es decir los que habitan el noroeste de México. En cambio,
cuando menciona su experiencia en el centro del país hace una clara distinción:
No me siento diferente de los demás mexicanos. Solamente los de por allá lejos, sí.
Como allá, cuando estuve en Guanajuato. Tienen otros modos. Allá uno no puede estar
platicando con un hombre ni nada, ni ir a los bailes, ni a ninguna parte sola. Tiene que ir
Sin embargo, Stephania precisa que no le da importancia a la actitud de los demás, como
antes. Es decir, no es que la postura de los mexicanos frente a ella haya cambiado sino que ella
140
obstante afirma: ―O sea, si hay muchas personas que se burlan de uno. Pero ya me impuse,
cuando era más chica a lo mejor me peleaba con ellos o algo pero… (silencio)‖. Finalmente,
No [me siento] rechazada, pero aquí en el centro de salud, como que la hacen de menos a
uno. Porque a mí me ha tocado llegar primero y pasan a otro que va llegando al último y
así. Como aquí en urgencias, así se portan con uno. Pero yo pienso que a lo mejor no les
pagan para atendernos a nosotros, como que se enojan los doctores y las doctoras con
uno. La que recibe a uno ahí también (silencio). Como que nos ignora pues. Nos dejan a
Si Sandra afirma ser mexicana, aun recuerda que por el discurso de su mamá, su suegra
la ve diferente:
Soy mexicana porque la República Mexicana, nomás. Yo me siento como toda la gente.
O sea, yo me imagino que es como te adaptas tú a dónde vives, no. O sea para mí no hay
diferencia, porque: ―Ah, esa es india‖. O por como dice mi suegra: ―Ah, es que es india
Sandra‖. O sea, como, porque dice que mi mamá le hizo un comentario alguna vez
cuando tuvimos un accidente muy feo con mis hijas: ―No pues va a estar bien porque es
india‖, le dijo mi mamá. Tengo la sangre más fuerte o sea, si te vas a morir, igual te vas a
morir. Yo digo, no sé, a la mejor mi mamá, no sé que pensara ella. Mi mamá todo el
tiempo decía que los indios tenían la sangre más fuerte. [En San Luis Río Colorado], uno
sabe que somos indígenas por el apellido. No más tú dices tu apellido y te dicen en
Al seguir conversando con Stephania acerca de este tema, su discurso se hace más
141
No somos como antes. No nos reconocían ni nada. Ahorita parece que más o menos…
Físicamente. Porque en muchas partes me dicen que si soy apache (risa). Una vez íbamos
le dije. Que por la forma de esto (enseña su nariz con su mano). ―La forma de la nariz‖,
dice. Así me dijo que si era apache. Así me empiezan a hacer: ―buuuu‖, cuando me
miran, los chamacos. Y porque me dicen eso, si ni parezco les digo. Y nada más sueltan
la risa. Ahora no, antes si me enojaba, uh, ahora no. Me dicen algo y les sigo el rollo.
Pues, en todas partes, donde quiere que voy, me dicen eso (baja su voz). En la calle,
luego luego me identifican. No más me da risa. Cuando me dijeron que si era apache, le
dije que no, que era mi papá. Le dije a ese señor que me dijo. Les digo un montón de
cosas, que no quiero decir (risa). No, puras groserías (risa), puras groserías. Pues les digo
que ―vayan a la madre‖, pues todo el tiempo: ―maten a sus abuelas‖ también (risa), no
del viento, atrás unas letras luminosas de color naranja brillan en la noche anunciando en
grande: Cocopah Casino. No hay mucha gente en el estacionamiento sino muchos coches. Unas
fuentes adornan la pequeña glorieta ubicada en la entrada del edificio, donde unos policías están
característicos ruidos mezclándose unos con otros, creando un verdadero caos sonoro. Cada
máquina está pensada para llamar la atención de los clientes quienes deambulan en los
corredores formados por los alineamientos de estos antiguos robots, adornados de dibujos, de
142
personajes de comics o de películas, como Avatar, de James Cameron por ejemplo. Muchas
personas vienen solas, juegan, fuman y toman alcohol de forma mecánica, sin gran ánimo a
hombres y mujeres mayores. El aire está nublado por el humo del cigarro, el lugar tiene un
quiere expresar y compartir conmigo en nuestro tercer encuentro a finales de octubre de 2016 en
un Starbucks Coffee de Yuma, Arizona, situado a unos kilómetros del Cocopah Casino. Se debe,
sin duda, a las distintas experiencias que ha tenido, no en Sonora, sino en Arizona, y más
[Ser cucapá] como que es un orgullo para mí. Un orgullo, de ser feliz, de hablar un
poquito español, hablar un poquito inglés. Me siento a gusto así, me defiendo. Nadie
puede hablar de mí, los entiendo todos, no pueden decir nada (risa). Hay mexicanos que
hablan de uno, como que te miran diferente: ―Ustedes cucapá…‖. Dicen que somos
―unos mugrosos‖, cosas malas. Yo les sorprendo con hablarles en español: ―Ah, ¿qué
pasó?, ¿porqué tanto ofensa?‖, les digo. No dicen nada y se van. ―Perdón‖ dicen, se van.
Eso fue en el casino, en los casinos…, en el casino de aquí [Cocopah Casino]. Eran
mexicanos. Vienen a jugar aquí. Hablaban español y hablaban de mí. No fue una vez,
fueron como cinco veces. La primera vez: ―Que es muy mugroso, que no se bañen…‖.
También sentado a un lado ahí, no te dicen nada y hablan de ti. Me pidió la lumbre
porque si fumaba. Se sorprendió: ―Ah, ¿habla español?‖. ―¿Qué creía?‖, le dije. ―Nada‖
dice, me dio la lumbre y se fue. Una vergüenza, ya no volvió. Y otra vez, otros me
dijeron porque estaba ganando en el casino: ―Este señor se está orinando porque está
143
ganando‖, dice hablando de mí. Me voltee, y le dije: ―Perdón, ¿qué dijo?‖. El señor no
dijo nada, se dio la media vuelta y se fue. Le dije: ―Tenga mucho cuidado cuando habla‖.
No dijo nada, ni perdón, ni nada y se fue. Es una ofensa muy fea, que le dicen a uno,
tiene uno que aguantar, pero yo no aguante (risa). Si no habla español, habla puro inglés
y hablan de ti. Pero una señora sí me conoció. Así, estaba sentada al lado de mí, estaba
jugando y le decían, mucho cuidado porque este señor habla en español‖. Mejor la avisó:
―Con mucho cuidado porque este señor habla español‖, y ―muy bien‖ les digo, ―mucho
cuidado‖ (risa).
144
III. II. III. El parkour de la palabra
Los cucapá utilizan indiferentemente los términos ―indio‖ o ―indígena‖ para referirse a ellos
mismos, como los cocopah el término ―Indian‖ en inglés en la Cocopah Indian Reservation, en
Somerton. Así por ejemplo, mientras conversábamos, Modesto y yo, él me dijo: ―Antes en
México, todos éramos indios‖. En México, el término puede tener una connotación peyorativa,
pero también ha sido apropiado por los indígenas cucapá, debido a la porosidad del espacio
fronterizo hasta la segunda mitad del siglo XX. De ahí que es pertinente hablar de parkour de la
palabra, dado que ese último se yuxtapone al parkour nómada de los cucapá/cocopah, de Sonora
a Arizona y viceversa. El hecho que en Pozas de Arvizu, Sonora, se encuentren cucapá con
españoles lo demuestra ampliamente. Así, además del parkour de la palabra hay un parkour del
apellido.
vitrinas, con objetos y recuadros de información respecto a la cultura cocopah, que hoy en día
han sido cambiadas por otras… En ese entonces, unos dibujos y pinturas adornaban una vitrina
representando a unos cocopah jugando al ―Peón‖ con equipos de tres personas, de rodillas en el
piso, unos frente a otros. Hacia ellos se dibujaba una fogata. A lo lejos se podían observar unas
montañas. También habían recuadros informativos, uno de ellos con el siguiente texto: ―The
Peón Game is one of the most popular gambling games for men. It is referred to in Spanish as
―Peón‖, in Cocopah as micuul...‖. 70 Es pertinente subrayar que el uso del término español
70
―mcyul iv play peón (a gambling game). mmcyul you played peón. /mc/ apparently is not mc- reflexive,
reciprocal‖ (Crawford, 1989, p. 137).
145
la categoría profesional más baja, refleja el parkour de la palabra desde la cultura mexicana
hacia la cultura estadounidense, y asimismo revela el lugar ocupado en esa última sociedad por
los indígenas cucapá en su parkour nómada a inicios del siglo XX. Cabe mencionar que ―peón‖
En el ejido Pozas de Arvizu, Victoria me habla de esas arañas grandes, como tarántulas,
―arañotas‖ que se encuentran en Estados Unidos, como algo muy familiar, haciendo referencia a
designar a Pozas de Arvizu, un ejido, el de ―tribu‖ para hablar del grupo cucapá o también el de
―indio‖ cuando menciona a los indígenas; palabras literalmente traducidas del inglés y también
utilizadas por las siguientes instituciones en Somerton, Arizona: Cocopah Indian Reservation o
146
III. III. Una infancia yumana
Después de una sesión de parkour (véase capitulo II, p. 78-79), Matías y Bruno me demostraron
sus talentos de arqueólogos. Mientras me enseñan una piedra grabada comentan con ánimo los
Matías: ―Representa muchas cosas, muchas cosas. Cosas de Kiliwa de aquí y todo…‖.
Bruno: ―Este, lo que está apuntando para allá. Es un, es el dios que está apuntando para arriba.
Era una mujer con su hijo. ¡Era un indio! Y, le encajaron flechas y no se moría‖.
Matías: ―¿Quién?‖
Matías: ―Y aquel. Y al niño le encajaron las flechas y se murió. Porque le tiraron mucho
Bruno: ―Lo de hasta allá arriba. Es una víbora que siempre sale en la mañana y todas esas cosas.
Es víbora‖.
Matías: ―No es víbora eso. Es una cosa que sabe mi nana y mi tata. Y aquí arriba tampoco‖.
Bruno: ―En esa parte redonda, lo que está para la esquina acá es una…, ¿qué es eso la rueda que
147
Bruno: ―No ese es de piedra también con la que dibujaron los indios‖.
[…]
Bruno: ―No, mi nana a penas estaba chiquita cuando pelearon con los españoles‖.
Bruno: ―No, estaba mi nana, con la que mi nana, la que estaba bien chiquita, la hija, me dijo, la
Bruno: ―No, que mi nana, Jacqueline tenía como unos diez años, porque ella estaba chiquita
Bruno: ―¡Ya sé!, se robaron el oro, todo lo de aquí, se robaron cosas de Matías (padre)‖.
148
Matías: ―No, puro oro, nomás. Por eso, estábamos peleando por el oro nosotros. Nosotros
teníamos el oro‖.
Bruno: ―Cómo eres Matías. Le preguntamos a mi nana Jacqueline: ¿Por qué hubo una guerra?‖
Bruno: ―A mi nana. No me he pasado demás, mi nana sabe más. Lo sabe porque mi tata, mi
tata…‖.
Primero, Stephania vivió con su familia en un rancho, en los alrededores del ejido Pozas de
Arvizu, después en San Luis Río Colorado, luego en el mismo ejido, así como por temporadas
cortas en la Cocopah Indian Reservation; nunca pasó de unos meses. Stephania recuerda al
respecto: ―Terminé la primaria en el ejido. Cuando entré ahí a la escuela, fue cuando tenía como
7 años se me hace, a la primaria. En la escuela vieja. Y [del ejido], nos venimos a vivir a San
Luis [Río Colorado]. Pues, empecé otra vez la escuela. Cuando volví a entrar ahí en el ejido, fue
Batallamos con los camiones para venir a la escuela. Caminar, temprano, y de aquí para
allá, también estar esperando camión […], se burlaban de nosotros también por ser
cucapá. Los chamacos de aquí como nos daban carrilla. Sí, nos decían que ―toro
149
se peleaba con los chamacos. Se agarraba y les pegaba. Yo, creo que el sobrenombre se
Aquí, Stephania marca una pausa, duda, trata de recordar, de convencerse tal vez que los
insultos no eran para ella, sino para su hermana quien se sabía defender y responder. Stephania
sigue:
No me acuerdo. Si siempre, nos daban carilla, y nos andábamos peleando con los
chamacos y con los hombres no con mujeres, con los puros hombres, pero mi hermana
los ponía quietos. [En ese entonces, yo] no hablaba, me decían cosas y callada. Y mi
hermana no, ella si se enojaba, los pegaba. [Yo] no, no contestaba. Cuando salíamos de
(silencio).
incapacidad a reaccionar en ese entonces, y del abuso que vivía cotidianamente. Stephania:
Diario nos daban carillas, diario, diario, diario… A mi si me daba coraje, pero no me
defendía. [Cucapás], nada más éramos dos, mi hermana y yo. Y ya de quinto, nos
cambiaron para el rancho, terminar la primaria, digo el sexto grado, y ya, ni certificado.
Modesto tiene 25 años menos que su tía Stephania. Aparte de ella, es el único de la
familia que vive en el ejido Pozas de Arvizu hoy en día. No obstante, él también tiene recuerdos
de su vida en la ciudad fronteriza, o sea San Luis Río Colorado, donde radicó de los 5/6 hasta
los 19 años:
150
En San Luis [Río Colorado], allá casi no salía, ni a la calle. En la casa jugando fútbol;
cascaritas.71 Nos juntamos como 12 y jugábamos todo el día. Caía el sol… Aquí [en el
ejido], sí, otra vez cascaritas, pero no como antes. Pero sí me gusta, el deporte que más
voleibol (volleyball), ahí en San Luis [Río Colorado].72 Y aparte que esa generación no,
puro de esos, puros emos, homosexuales. No juegan, ni fútbol, ni nada los morrillos
ahora.
nadie, y por si fuera necesario, una vez más, que las minorías no forzosamente son solidarias. Él
fue criado tanto por sus abuelos como por su mamá, antes que falleciera su abuelo vivía en el
ejido Pozas de Arvizu con ellos, así como con sus tías y primos: ―Teníamos una vaca, conejos,
caballo. Mi abuelo falleció cuando tenía 4 años. Me crió mi mamá con mi abuela. Estaba chico,
y pues como les decían ellos, yo le dije así a mis abuelos: ―amá‖ y ―apá‖. Todos me decían que
les decía así y se me quedó. Como era el más chico de la casa, era el consentido‖.
Ahora, Modesto vive en la misma casa donde vivía su abuela cuando ella se murió, dado
que la casa original fue tirada a petición de ella como me lo contó detalladamente Sandra. Cabe
mencionar que, hoy en día, Modesto es el que más tiende a reproducir el modo de vida de sus
abuelos. En concreto, es el único en tener animales. Siempre tiene varias gallinas enjauladas
rumbo a su casa.
Un día Modesto se puso a enseñarme cada una de las plantas y árboles que se encuentran
en el terreno de lo que es ahora su rancho. Primero, me comentó que la tierra negra que tiene en
su terreno conserva la humedad. Hay palmas, un eucalipto, un mezquite con unos sesenta años,
71
Cascaritas: así se le conoce al fútbol informal, generalmente callejero o en algún patio.
72
Nótese la castellanización de la ortografía de términos anglófonos, tal y como es promovida por el gobierno
mexicano.
151
así como un naranjo, un toronjo de unos veintitrés años (como él), un laurel, y para terminar un
cachanilla, en el humo. Primero nos bañaban con agua helada, es con agua helada.
Remojas y mientras están prendiendo la cachanilla verde, a pues ahí lo meten a uno,
como para purificar todo. El humo va saliendo y tú los vas respirando, es mucho humo el
que saca. Te purificaba y hombre, ya ve que uno como a veces los chamacos…, la marea
esa estaba tremenda. Estábamos en la mesa comiendo algo y luego ya de luto, como se
miraba, estaba muy triste mi abuela, mi papá ahí muy triste, mi hermana: ―La, la, la, la,
la…‖, así en la mesa como que se le iba el rollo pues. No hombre, pues la agarraba mi
mamá, órale: ―Te vas al humo y te vas a ahogar en el humo para que te alivianes‖. Y no
nos dejaba ni comer sal, no miramos televisión una semana, o a veces nos daba cuatro
días nomás. No ver televisión, no ver nada. Las dietas; nada de grasa, ni sal, nada. O sea
que quedamos esbeltitos en ese tiempo, y así cuando falleció mi abuela, todo el tiempo
era lo mismo. Y ahora no, fallece alguien y nada más el puro luto. Pero si era todo el
portabas…, medio alocabas ibas al humo otra vez. Como mi hermana que se alocaba.
Que te requeté…, ―¡al humo!‖. Le decían: ―Para que te portes bien‖. Y así nos íbamos a
la escuela, que nos importaba‖. ―No se quita el humo, y luego: ―¿porqué hueles así? ¿No
te bañas o qué?‖. ―Sí nos bañamos‖, le digo ―pero por las tradiciones‖, los maestros ya
152
sabían, y los regañaban ellos: ―Ya no les digan nada y déjenlos en paz‖. Pero, se
burlaban los pinches chamacos de nosotros: ―Ay, no se bañan los indios‖. Les decía: ―Sí
nos bañamos‖ (baja la voz). Y luego como se moja, se baña uno como, remojado pues, se
penetra más.
Sandra afirma que no les importaba ir a la escuela así, o sea oliendo a humo, pero el
hecho que los demás niños se burlaban de ellos por lo mismo, hace que ahora todavía, frente a
esos prejuicios, tiene que reafirmar en su discurso actual el hecho que sí se bañaban. No
obstante, al decirlo su voz baja señalando un profundo despecho. Al parecer, incluso, Sandra ha
borrado de su memoria los eventos de esa época. En efecto, aunque vivió en San Luis Río
Colorado hasta los 9 o 10 años, Sandra dice no tener recuerdos de ese periodo, pero sí de los
siguientes años pasados en el ejido Pozas de Arvizu. Describe su infancia, en este último lugar,
Fue bonita la infancia de nosotros, bueno se me hace, no sé, como que no padecimos de
nada, teníamos poco pero de todo. Luego ir a la escuela, íbamos mucho ahí en el ejido,
toda la bola, como todos éramos de la edad, o uno más chiquito pero no tan chiquito, más
o menos pues. Nos poníamos a jugar ahí voleibol, béisbol, todos jugamos ahí. Todavía
estaban los surcos; los canalitos. Quitaron todo. Limpiábamos, raspábamos…, puro
juego, muy bonito. De nada que sufría uno de frío o algo, nada, nada, nada. Hasta eso mi
papá y mi mamá nos trataban muy bien. Ya cuando fuimos creciendo como que ya, nos
regañaban un poquito más, pero no, bien, muy bonito. Me fui para allá [al ejido] cuando
tenía como, pues estaba como en quinto año de primaria porque todavía hice un año yo
acá en San Luis [Río Colorado]. Si me fui a los que serán nueve, diez años.
153
Su hermana Alejandra, la que peleaba con los muchachos en compañía de Stephania, ya
había tenido su primer hijo. Sandra lo recuerda con mucho cariño, como si había sido su
Cuando vivíamos ahí en la casa con mi papá, mi mamá, mis hermanas se casaron, vivían
en la casa también. Hacían su cuartito para un lado de la casa y… Una familia muy
grande. Todos vivíamos juntos ahí, aunque a veces nos peleábamos. Éramos tantos,
éramos como un ejido como si nada más nosotros vivíamos, a veces ni le hablamos a
nadie, nada más cuando jugamos y así; bien a gusto, como si fuera un rancho solo para
nosotros ahí.
Era una parcela todo ese pedazo. Y ya, después despartieron lotes. Todos somos
parientes aquí. Algunos son parientes de mi papá, y otros por parte de mi mamá.
jugar béisbol, basquetbol… Me gustaba mucho el deporte. Era el más rápido de la reserva‖. Por
primera vez Leobardo habla positivamente de él mismo, repite: ―Era el más rápido de la reserva
ahí. Y tenía buen brazo para tirar también. Jugaba béisbol muy seguido, jugaba en el equipo, las
ligas mayores o menores, si jugaba‖. Eso era antes de que se fuera a Estados Unidos, donde dice
haber dejado el deporte conforme pasó el tiempo por cuestiones de salud. Respecto a su infancia
Llegué en el tercero. Sí, iba a entrar a cuarto de primaria. Ya dejé todo, ya no fui a la
escuela. [Tenía] 9 o 10 años. Hasta la fecha, no fui a la escuela. Nada más de vago, todo
el tiempo. Iba con mis amigos, con mis parientes, ahí me dormía con ellos. A mí me
154
gustaba jugar, jugar, me gustaba jugar nomás con la gente, con los chamacos ahí. A las
canicas, tronco (silencio). Ahí crecí, yo me cuidaba solo con mis abuelos, no con mis
papás. A veces me iba con los amigos. Son parientes también. Íbamos para allá, atrás
Leobardo ha sido criado casi exclusivamente por sus abuelos. Su parkour social lo llevó
a dejar la escuela muy joven, dedicándose a los juegos que utilizaba en ese entonces como las
canicas o el tronco. La pausa que hace al recordarlos denota cierta nostalgia así como la toma de
consciencia de que muy temprano, él decidió solo cual iba a ser tanto su parkour nómada como
Hasta que ya fallecieron [mis abuelos]. Y tenía edad para ir… Yo tenía como unos 15
años, como esa edad para vivir yo solo, como yo quería. [Tenía] 15, 16 años, cuando
Es tiempo de regresar al presente para revisar y analizar cuáles son los parkour nómadas
155
III. IV. Parkour nómada
―¿Qué me hizo venir para acá? El ambiente, estar más a gusto aquí solo. Sin tanto ruido, ni nada‖, dice Modesto.
Finales de mayo de 2015, ejido Pozas de Arvizu. Victoria y yo estamos parados frente a su casa
platicando. Acaban de cosechar el trigo que se encontraba en el campo atrás del ejido. Alrededor
de la casita de al lado, en el mismo terreno, está reunido un pequeño grupo de jóvenes y niños.
Se encuentran Modesto, el hijo mayor de Victoria quien cumple 22 años ese día, un primo de él,
así como Tony el hijo menor de ella y un primo de ese último. También está Martha, la novia de
Modesto, y otra muchacha, hermana de ella y madre de un niño más chico que, en este momento
Ahora, estoy sentado, en un tronco, en medio de ellos, rumbo a la casa de Modesto. Hay
una fogata afuera, entre unas piedras y unos ladrillos instalados junto a una pared de la casa,
sobre los cuales reposa una reja y una sartén, donde Modesto está cocinando pollo frito para la
cena, rodeado por tres perros y dos gatos esperando que les caiga algo para comer. Mientras,
Martha está picando jitomates, cebollas y pimiento morrón sobre una mesa de plástico, alrededor
de la cual vuela una gran cantidad de moscas. Llega Stephania, la hermana mayor de Victoria
quien también vive en el ejido y a quien ese día veo por primera vez.
La cena está lista, me ofrecen un plato. Luego cada quién agarra el suyo y se va a cenar
por su lado. Me quedo con Stephania y Victoria a platicar. Detrás de la casa, está estacionado el
coche de Modesto, quien lo había estado arreglando en otra ocasión. Es un coche largo,
ochentero, rojo violáceo, en el cual Modesto está sentado con el primo de sus medios hermanos
156
cenando, con las puertas abiertas. Mientras, su primo está acostado en una hamaca hablando por
teléfono en una esquina del amplio terreno y los niños dando mordidas a uno que otro pedazo de
pollo sin dejar de jugar. No habrá pastel, ni mañanitas ni nada que se parezca a un tradicional
¿Dónde están las fronteras? No siempre está tan claro: como lo especifica Modesto, en
una entrevista que menciono más adelante, él se considera un ―cucapá mexicano‖. Es decir que
hablando.
del ejido, la cual se encuentra a un poco más de cinco minutos a pie. Quedó claro que yo voy a
invitar el refresco, pero el punto realmente relevante es ¿quién va a ir a comprarlo?, y sobre todo
¿cómo? Stephania, bromeando, pregunta si vamos a ir con mi coche. Tony propone irse en la
Cuando le pregunto si el coche de Modesto sirve, me contesta: ―Creo que nada más le falta la
Modesto, quien vive en el ejido desde el año 2013, me comentará en el mes de junio del
No más los que están cercas. Aquí con la Stephania, pero los demás casi no. Los de San
Luis [Río Colorado] no vienen. ¿Por qué voy a ir a buscarlos?, si no les interesa venir a
ver a uno… Por eso, y a parte por la situación. No tengo con que. No [extraño San Luis
Río Colorado tampoco], porque ha cambiado mucho. [Hay] mucha delincuencia. Uno ni
puede salir porque anda la patrulla ahí… Y aquí ni quien diga nada (risa).
157
Stephania afirma respecto a sus hermanas: Las que viven [en San Luís Río Colorado]
casi no [las veo]. Cuando van, o…, yo llego con ellos. Cuando vivía mi mamá, [mi hermano] si
venía. Cada semana, cada quince días. Y ahora que ella falleció ya no. Ya no viene a visitarnos‖.
Añade que los miembros de su familia con los cuales tiene más contacto son sus hermanas:
―Sandra, Victoria y Modesto, [su] sobrino, hijo de Victoria. Sandra vive en San Luis [Río
Colorado]. Pues, ella tiene una tortillería. Va cada tercer día a llevar tortilla a la tienda [del ejido
Pozas de Arvizu]‖.
Finales de mayo de 2015, ejido Pozas de Arvizu. Un poco más tarde; después de regresar
y haber tomado el refresco (Coca-Cola), hay una pequeña disputa respecto al uso de la bicicleta
entre Victoria y su hijo Tony. Lo que está en juego no es solo el hecho de moverse sino como
hacerlo. Los cucapá tuvieron caballos desde finales del siglo XVIII, fueron de los primeros
indígenas de la región en tenerlos aunque no estaban en contacto directo con los españoles que
se habían establecido en Baja California,73 dado que ninguna misión logró permanecer en su
ejido Pozas de Arvizu, Sonora, sino más bien en el ejido Kiliwa, Baja California, donde vive una
prima de Stephania, originaria del ejido El Mayor, Baja California, y donde trabajan también
regularmente unos sobrinos de ella, originarios del ejido Pozas de Arvizu, Sonora.
De lo que se me ha dado observar, los recorridos de mis informantes dentro del ejido se
hacen generalmente a pie, más que nada por falta de otro modo de transporte, aunque la bicicleta
73
Respecto al tema de los caballos, véase: La gente del delta del Río Colorado. Indígenas, colonizadores y
ejidatarios, de José Alfredo Gómez Estrada (2000, pp. 23-24, 30).
158
sea una opción pero también un objeto de conflicto. Así, mientras acompaño a Stephania a su
trabajo (en mi coche) en marzo de 2016, ella comenta: ―Mi primer esposo me aventaba la bici.
Si considero a mis informantes viviendo en el ejido Pozas de Arvizu a inicios del año
2015, es decir Stephania, Victoria y Modesto, este último es el único en tener un coche, el cual
no funciona. Lo que se acostumbra hacer para salir del ejido es ―pedir raite‖ (del inglés ride),
esto es en spanglish, en otras palabras ―pedir aventón‖. En el ejido, hay personas que tienen
coches que se prestan en ―dar raite‖, no sin pedir a cambio una cooperación respecto a la
Si antes Stephania regresaba con coches desde Estados Unidos, por ahora, no tiene
varias ocasiones, aun precisando que no tenía licencia. Stephania dice no acostumbrar salir
mucho del ejido Pozas de Arvizu. Explica porqué se quedó a vivir en ese lugar:
Me regalaron el lote que tengo. Y me hicieron la casa ahí, pues no tenía donde vivir
tampoco, me tuve que quedar. Siempre andaba atrás de mi mamá. Se venía a vivir a San
Luis [Río Colorado], me venía con ella, y con todo y marido […], no le quedaba de otra
(risa). Siempre estuvimos así juntos con ellos. Al último se fueron a vivir al rancho, pero
nos quedamos allá. Y fue cuando me dieron el lote y eso, y ya me quedé yo en mi casa.
Tenía yo mi casa, tenía un cuarto de madera y se me quemó. Y, me volví otra vez con mi
mamá. Y, ahora que me hicieron ese cuarto que tengo ahorita, me tuve que quedar [acá].
Y como ya falleció ella también, ¿a quién voy a seguir ahora? Tengo que estar en mi
casa.
159
Parkour nómada, San Luis Río Colorado74
En el verano del año 2015, Victoria se movió a San Luis Río Colorado. Modesto comenta,
respecto a la visita de su mamá y de su novio al ejido, cuando ellos están a punto de salir de
nuevo a la ciudad fronteriza: ―Son nómadas‖. Victoria sigue con la necesidad de moverse, de
Su hermana Sandra explica porque vive en San Luis Río Colorado desde hace casi 25
años:
Por el trabajo muchas veces, por la escuela, por mis hijas, porque ¿allá [en el ejido] qué?
pues. De raite me venía yo cuando estudié. Me recogían, me levantaba como a las 4:30
de la mañana. A las 5:00 am ya veníamos en camino porque un señor que me daba raite.
Mi papa le pagaba. [El señor] traía a su hija también. El me dejaba, yo era la primera que
iba a la escuela. Entraba a las 7:00 am y a las 6:00 am ya llegaba a la escuela. Póngale
que hay trabajo en el campo y eso pero es temporal allá. Y aquí, [en San Luis Río
Cuando falleció su mamá, Sandra dejo de ir al ejido como lo hacía anteriormente, dicho
74
La ciudad de San Luis Río Colorado fue fundada el 21 de junio de 1917. Con 192 739 habitantes en el 2015, es el
cuarto municipio con mayor población en Sonora, después de Hermosillo, Cajeme y Nogales. Principales resultados
de la Encuesta Intercensal 2015, Sonora (2016, p. 3).
http://internet.contenidos.inegi.org.mx/contenidos/Productos/prod_serv/contenidos/espanol/bvinegi/productos/nueva
_estruc/inter_censal/estados2015/702825079901.pdf
160
Ahorita, nada es igual. Antes, uno iba y la visitaba, pues si era su casita. Ya ve que
cuando yo voy, voy a la casa de la Stephania nomás, ni siquiera con el Modesto voy
tampoco. Nunca sale él. Y yo le decía a mi mamá muchas veces: ―Deja esa casa para
cuando, alguien que le vaya mal o algo que tenga donde llegar‖. O sea, como que fue la
casa de todos ahí. Una reunión o algo pues ahí en la casa. La casa pues es de nosotros…,
me hubiera gustado que dejarán la casa para todos me entiende. O sea que estuviera el
Modesto viviendo ahí pero que dijeras es que vamos a hacer una comida ahí en la casa.
Sandra especifica que sus desplazamientos generalmente no están motivados por una
visita familiar, a lo memos que se trate de algún evento, una quinceañera por ejemplo: ―Les
digo, cuando tengan ganas de visitar pues vengase para acá. Mi hermana, la Priscilla, es la que
más me visita. Yo, aquí [en mi casa] o andando en la vagancia, en la calle, pero no en las casas
de mis hermanas (risa). Para un convive, un cumpleaños o así, nos juntamos, pero mientras no‖.
Me vine de allá, como a los 18, 19 yo creo. Yo soy muy vaga, por eso me vine. Además
no me gustan las casas de allá… Vivimos aquí mucho tiempo en San Luis [Río
Colorado]. Por eso no nos querían en el ejido dice mi mamá. ¡Ah, esas palabras de ella!
Pero mucho tiempo vivíamos aquí en San Luis [Río Colorado]. Creo que nos fuimos
O sea que primero fue allá donde vivieron, y luego nos venimos a San Luis [Río
Colorado] y de [aquí] al ejido [Pozas de Arvizu]. Nací aquí en San Luis [Río Colorado],
la que nació en el ejido es mi hermana María, la grande. De lo que sabemos, fue la única
161
que nació en el ejido…, en la parcela donde vivían. En casa de mi papá y mi mamá.
Sandra tiene coche, y lo usa constantemente, dice que la persona con la que más anda es
su suegra quien es su vecina. Le da raite casi diario. También va al ejido donde visita a su
hermana cada vez que va a dejar tortillas a la única tienda del mismo. Cuando tenía visa se iba al
otro lado… En estos días sus recorridos se limitan generalmente a la pequeña urbe de San Luis
Al diario, pues con mi suegra (risa), aquí vive. Siempre anda conmigo, o más bien yo
ando con ella a veces. ―Dame raite para acá y llévame para allá‖, ahí andamos. Nomás
que cuando está el calorcito yo no salgo. Si quiere hacer las cosas las hacemos en la
mañana o en la tarde le digo, porque en la tarde así en el calorón no. No aguanto el calor
ya. Imaginase, estar en el ejido ahí encerada. Todos allá, nadie sale allá, ¿verdad? Ni en
cuando hace calor. De la una a las cuatro estamos encerrados. Y después nos sellamos
acá, a barrer o a lavar, que hay que hacer. Si hay que ir al mandado pues al mandado, así,
pero ya en la tarde.
162
75 76
Mapa 14. Parkours nómadas 1961-2016, Hervé Tostivint (2017)
75
Véase mapa 10, p. 67.
76
Para un acercamiento visual a los aspectos geográficos, puede usted consultar el Anexo. Estudio fotográfico, p.
228.
163
III. V. Parkour social
cervecería Cucapá, la cual fue comprada recientemente por el Grupo Modelo. Obviamente el
grupo étnico cucapá no recibe ningún beneficio económico derivado del uso de su nombre por
este negocio.77
Es preciso recordar aquí, que en su creación en los años ochenta del siglo pasado, alrededor de
proyecto conjunto entre la Cocopah Indian Tribe y la inversión privada. El Bingo fue su primer
El Cocopah Casino está unido por un corredor al Cocopah Resort and Conference
Center. En este mismo pasillo se encuentran un bar, una sala grande donde personas de la
tercera edad juegan loto, y más adelante el Cocopah Gift Shop. Si en la tienda del Cocopah
relacionados con la ―cultura‖ cocopah así como artículos relacionados con los Native Americans,
desde mapas ilustrados de las diferentes tribus en Estados Unidos hasta artefactos hechos con
chaquiras, pulseras, collares, etc., como sonajas, playeras o gorras, donde viene inscrito el
mismo nombre cocopah, así como pinturas de artistas indios, curiosamente, el Cocopah Gift
Shop no ofrece los mismos productos, sino por ejemplo algunas joyas como collares, aretes o
77
Modelo ya se ―bebió‖ la cerveza artesanal. Artículo de Valente Villamil en el periódico El Financiero:
http://www.elfinanciero.com.mx/economia/modelo-ya-se-bebio-la-cerveza-artesanal.html.
164
algunos souvenirs que simbolizan, en el imaginario colectivo por lo menos, a los Native
relacionados con el mismo casino, como las ―maquinitas‖ con el nombre ―Cocopah Casino‖
impreso. Mercancías que hay que relacionar con la mercadotecnia del lugar.
En este mismo corredor, otra vitrina presentaba el trabajo de las chaquiras. Una foto a
blanco y negro, mostraba a una mujer vestida con una capa hecha de chaquiras, rodeada por dos
hombres. La fotografía también estaba acompañada del siguiente texto: ―Cocopah Beaded
Capes… Were worn by Cocopah women at the turn of the century when commercial trading
began in the Southwest. As depicted in the photo, a female captive of the last ―Chief‖ Franck
Tehanna (far right) is adorned in traditional Cocopah historic dress and garb‖. Franck
La chaquira
Conviene subrayar que a inicios del siglo XXI el trabajo de las chaquiras fue reintroducido en el
ejido Pozas de Arvizu por la CDI (Comisión Nacional para el Desarrollo de los Pueblos
No más que la pura chaquira. Chaquiras, aretes, pulseras. Pues antes lo hacía porque nos
daban apoyo. Pero, la misma gente ahí, una vez, como ya no hacía, ya no me quisieron
dar. Y como mi hermana Priscilla, la más chica, quería aprender a hacer chaquira, dijo:
‗te compro la chaquira que tiene‘. Sí, pero la regresó por acá otra vez, porque empecé a
78
Franck Tehanna fue uno de los informantes de Gifford, quien escribe al respecto: ―Chief informants: Frank
Tehana, leader of reservation Cocopa, born at Heyauwah, opposite Colonia Lerdo […], later was at Wechushat
(San Luis, Sonora) in Yuma territory; his wife; Sam Clam (Suwi), shaman; Sam Barley, funeral orator; Megoinuh,
aged woman of Alymos gens‖ (1933, p. 259).
165
En junio de 2016, vuelvo a evocar el tema de las chaquiras con Stephania. Me dice en
ese entonces que le encargaron hacer chaquiras. Le dan 50 pesos para cada pieza, pulsera,
cadena, lo que sea. Le pregunto: ―¿Cuánto tiempo se tarda?‖. Stephania me responde: ―Cuando
tengo flojera, días. Sino, un rato. Como una hora para una pulsera‖. Se lo pidió una vecina para
Antes, me compraba [una señora] del ejido, pero se murió. Hasta se me quitaron las
ganas de hacer chaquira. [El material], me lo dio el gobierno; la CDI. Todas las viejas
que hacían chaquiras me sacaron porque me acusaron de vender. Si vendo. A ellas les
siguen dando y las siguen vendiendo. Les sigue dando la CDI. Yo, estoy cada vez más
pobre…
organizado en la West Cocopah Indian Reservation al cual asisto por segunda vez y que tiene
lugar cada año en esas mismas fechas, hay un ―tianguis‖ 79 dedicado a las artesanas cocopah
79
Un tianguis designa comúnmente un mercado al aire libre en México y en América Central. Proviene del término
náhuatl tianquiztli: mercado.
166
Cocopah Casino/Cocopah Resort & Conference Center, marzo 2016
Hoy en día las vitrinas que describí más arriba, han sido remplazadas, ya no contienen ningún
artefacto sino fotografías acompañadas de textos con el objetivo de contar de forma cronológica
la transformación del hábitat cocopah desde el inicio del siglo XX y hasta principios del siglo
XXI. En las dos primeras se pueden ver casas de campaña, hechas con materiales naturales,
básicamente madera y cachanilla, uno de los textos dice: ―Historic Home (Ramada).80 Sleeping
Bureau of American Ethnology Collection‖. Las siguientes fotos representan casas hechas con
llegar a los años 1970 a 2000, con una vista aérea de las construcciones del territorio que hoy en
día ocupa la West Cocopah Reservation, el texto dice: ―Divisions of Old HUD Homes (70´s),
Current Residential Homes (90‘s), Two-Story 24-Apartment Complex (2005), Two Commumity
Parks. (Background Facing West-Views of Colorado River, Mexico & Sand Dunes)‖.
su primera versión -Bingo y su forma actual (2003), el Cocopah Resort & Conference Center
(2007), los Cocopah Museum & Cultural Center (1994 & 1996) y el Cocopah Bend RV Golf &
Resort (1988).
80
Una ramada es un cobertizo de ramas de árboles (término utilizado en América Central y América Meridional).
Cabe mencionar aquí el parkour de la palabra ―ramada‖, sin traducción en inglés, del noroeste de México hacia el
suroeste de Estados Unidos.
167
Parkour social
Mientras tanto en México, Stephania me explica su situación respecto al terreno que le heredó
una de sus tías; aunque su tía le heredó la mitad de su parcela al fallecer, oficialmente no tiene
nada a su nombre. Es el esposo de su tía quien posee legalmente la totalidad de la tierra y le paga
Y sí tengo un pedazo de rancho que me dejó mi tía. Pero lo tengo yo y lo tiene el que era
el marido de ella (silencio). Pues él dice que arregló todo a su nombre. Como ella le
pidió que a mí me entregara la mitad, pues como ese señor tenía dinero, dejó todos los
papeles a nombre de él. Nada más que a mí sí me está dando dinero de renta porque
hicimos un convenio aparte. Pero nosotros pensábamos que era para que me entregara la
mitad del rancho y la mitad del permiso del río, y ahorita que no. Es puro dinero, que me
tiene que dar cada renta; la mitad. Ahora, cada quincena, me dan $3,000 pesos.
cebolla en la banda… Cuidar niños. Últimamente, también, lavé ropa de uno que trabaja en el
Empaque [enfrente del ejido], y limpié la casa. Ya se me fue, se me acabó el trabajo […]. O en
el campo. Eso que hice ahora, porque nunca lo había hecho, lavar baños‖. La acompaño al
campo en varias ocasiones. La primera vez, a finales de febrero de 2016. Pozas de Arvizu, 5:00
am. Stephania se levanta, prende la luz y empieza a prepararse para ir al campo. Tiene que estar
a las 7:00 am en la empresa ―Empaque‖. Desde ahí, la ―levanta‖ una camioneta, junta con unos
81
Los indígenas zapotecos son originarios de los estados de Puebla, Guerrero y Oaxaca en México, los cuales están
a unos 3000 kilómetros al sur del campo donde nos encontramos en ese momento.
168
En el campo sonorense, el sol apenas surge en el horizonte. El aire está fresco todavía. Al
llegar al campo, los trabajadores salen uno tras otro de la camioneta. En una esquina, en un
cruce de tres caminos, se encuentran unos baños azules sobre ruedas. Es aquí dónde Stephania
pasa en promedio 3 a 4 horas del día, a veces más. Primero baja cubetas, escobas, papel de baño
y servilletas de la camioneta, después coloca a cada uno en su lugar, luego empieza a limpiar,
mientras los trabajadores disponen del baño. Entra una señora al baño, antes de empezar a
trabajar, o sea de cortar el perejil, ese día, entre unos ocho compañeros. ―Me da flojera si me
siento‖, dice Stephania. Se escucha música norteña, un corrido. El sonido proviene de su celular,
guardado en su chamara. ―Enrique (su novio), ya no fue a trabajar‖, dice, mientras una gaviota
Stephania. Se cortó el dedo gordo y viene en búsqueda de ayuda. ―No tengo alcohol‖, le
contesta, ―solo gasa y curita‖. Detiene la mano cortada del muchacho en su mano izquierda
procurando detener la sangre con unas servilletas de papel de color café con su mano derecha.
―Antes traían alcohol, agua oxigenada, algodón, de todo, ahora no. Dicen que se limpien con
agua y jabón. Lo único que hay son esas toallas‖, me comentará Stephania más tarde.
El día de Stephania termina oficialmente a las 12:00 pm. Pero en realidad depende de lo
que hagan los demás. Generalmente le dicen alrededor de las 11:00 am a qué hora terminará su
día. ―Si se van al mercado negro‖, ella no les acompaña. Cuando ve al ―troqué‖ -es decir la
camioneta que recoge las cajas, o a un tractor se regresa con ellos hacia el ―Empaque‖. A veces,
un vecino le presta su ―bici‖, entonces viene a trabajar con ella y se regresa directamente al
169
El 16 de marzo de 2016, me encuentro de nuevo en el campo con Stephania. Los
recolectores, de rodillas en la tierra, primero cortan el perejil, después lo agarran de una mano,
luego lo sacuden, lo amarran, lo recortan y lo echan en la caja de plástico verde que tienen al
lado, repitiendo esos mismos gestos durante horas en el rayo del sol. Les pagan 10 pesos por
caja. Bajo el sol, casi todos tienen una sudadera con la capucha puesta, una gorra así como un
paliacate para cubrirse la boca. Mientras, Stephania lava el baño, agarra una cubeta, la limpia,
recoge unos papeles o toallas en el suelo. Agarra de nuevo la cubeta, la seca, la mete al camión
antes de echarle la basura. Luego, su mochila en el hombro, recorre caminando el camino que
rodea el campo en búsqueda de basura. Todo alrededor se extiende el campo; árboles, postes y
cables eléctricos adornan el paisaje. A lo lejos, se alcanzan a ver las montañas a pesar de las
Stephania regresa con unas botellas de Coca-Cola de plástico vacías en las manos. Hace
un uso constante de su celular tanto para escuchar música como para comunicar con su hermana
Sandra o su novio Enrique. Stephania, observando a los recolectores comenta: ―Se me antoja
cortar… No más se me antoja y no lo hago‖. A lo lejos llega un camión, dejando detrás de él una
larga nube de polvo. Entra en reversa al campo. Inmediatamente desaparece la nube, los
trabajadores se acercan. Un recolector: ―Ya me duele el brazo por la pinche cortada‖. Los
trabajadores se acercan a la camioneta o al baño, uno agarra su termo, otro una ―soda‖ en la
hielera, unos hablando entre ellos otros solos están viendo a su celular. Cerca de una pickup roja,
una pareja platica, el muchacho le dice a la muchacha: ―¡Vieja!‖, ella contesta: ―No me llamo
‗vieja‘‖. Stephania espera que terminen de pasar al baño, luego podrá quitar el jabón, las toallas
y el papel de baño. Los trabajadores conversan entre ellos, sentados dentro de la camioneta o
170
Un mes después, a mitad de abril, Stephania y yo estamos sentados en la camioneta que
transporta a los trabajadores, rodeados por el campo. Hoy, ―el día está fresco, hay vientecito‖,
dice Stephania. Lo que significa, que el calor todavía no rebasa los 40 grados, y que no es
sofocante porque hay algo de aire. El troqué pasa a un lado. Está saturado de cajas, las cuales
están llenas de ―perejil italiano‖. Al verlas, Stephania me cuenta por segunda vez el momento en
el que las cajas le cayeron encima unos días antes: ―Tenia el labio bien hinchado, tuve fiebre, me
dolía la cabeza, tuve que ir al doctor…‖. De hecho, en la mañana, el viento tiró las cajas con la
cosecha adentro. Mientras va pasando el troqué, las cuerdas que detienen a las cajas rechinan…
Las cajas y el camión, oscilan, en un solo movimiento, de un lado al otro del camino, rumbo a la
camioneta, como si se tratara de una panga en las aguas del golfo de California. Respecto a la
pesca, Stephania dice: ―Está fácil el trabajo, pero a veces tenemos problema, si puedo decirlo,
Por el contrario Sandra ahora se niega a trabajar en el campo, aunque conserva buenos
Como la limpia del algodón, le vas quitando una mata y otra y otra y así. Pero le digo
que había como señores. Haz de cuenta que ellos hacían nuestro trabajo. Yo platicando
con las otras yo creo. Éramos chamacas, y ahí vamos y nos pagaban por platicar. Y luego
mi papá era así como bien curioso, todo el tiempo que trabajábamos, nos llevaba lonche,
él nos hacía lonche, o a veces [iba] por comida aquí en San Luis [Río Colorado]. Nos las
pasábamos bien a todo dar. Pero no, en el campo ya no. Me invitan a trabajar pero no.
171
Modesto recuerda su parkour social, con esto quiero referirme ahora más concretamente
a su trayectoria estudiantil y laboral: ―Allá, [en San Luis Río Colorado], estudiar en 124. Es un
capacitado de gente para salir a trabajar. Te enseñan desde, varios programas, y estaba en el de
computación, photoshop. Todo eso aprendí, tengo mi constancia para trabajar ya. Me apasiona la
tecnología‖. En el ejido, pude observar que la gente tiene mucho tiempo ―libre‖. En varias
bocina, una computadora y eternamente su coche. Por ejemplo, en esa tarde del verano de 2016,
mientras su novia Martha está recargada en el famoso coche rumbo a la casa y el primo de sus
medios hermanos estaba echado en un sillón, con un calor acercándose a los 50 grados, Modesto
profesional:
Empiezo desde cero: Tenía ocho años, llantera o sea llantero. Si, donde vivía [San Luis
Río Colorado], un amigo que tenía ahí, por un tiempo nada más trabajé. Luego también
en la tienda la ―Ley‖, empacando las bolsas. Ya tenía once. Y de ahí, a los doce años, un
carwash, carwasher, lava carros, ahí duré un año y medio, con mi tía, ¿conoce a la
Sandra?, ¡con ella! Pues aquí [en el ejido], en el Empaque, luego en la pesca, de albañil,
Si parkour nómada y parkour social muchas veces son íntimamente ligados en lo que
Hay más trabajo de este lado [en San Luis Río Colorado]. No batalla uno tanto. Hay más
gente pues. Como yo aquí a veces hago tortillas, hago para la casa. Las que vendo para
172
allá [en el ejido]… Para la casa también, las salsas y las gelatinas. A veces llega alguien
y: ―Sandra, ¿no tienes tortillas que me vendas?‖ ―Ah sí‖, pues de ahí va saliendo,
poquito, pero va saliendo. No falta aquí quien llegue y: ―Sandra, ayúdame a mover esto o
a hacer comida, limpiar el patio o llévame en carro‖, y ya sale. Como aquí me pongo a
suegra o alguien así: ―Sandra lávame el carro‖. Sesenta, ochenta pesos que te den pues
ya. Y allá [en el ejido], ¿quién? ¡Nadie! Y la gente que está ahí. La poquita que hay, unas
trabajan y otras no. Por eso le digo que para mi es mejor. Yo creo irme para allá pero
cuando esté viejita, a descansar, me entiende porque…, pues uno aquí no sabe cómo le
alto costo del dólar, el cual subió drásticamente desde finales de 2014 para rebasar los 20 pesos
a finales del año 2016, cuando oscilaba generalmente entre 12 y 13 pesos en los años anteriores
al 2014:
Pues fíjate, cuando antes tenía la visa como que, a mí se me hace más barato allá. Era a
lo que yo iba y que compraba aquel salchichas, que la bolonia, que el pan, y aquí yo no
he visto tiendas de esas… Antes habían tiendas allá; la caja de los cornflakes estaba
apachurrada algo, te ibas a la tienda esa y te daban más barato, o sea así, o a veces
cuando iba, limpiaba las casas allá… No te daban dinero, pero te daban mandado, [y]
bastante; daban muchas latas. Una sola vez que ibas te daba para comer dos semanas
173
más. Pero si iba seguido al mandado allá, a mí me gustaba. Aquí en San Luis, [Arizona],
El vecino estado mexicano de Baja California también es una fuente de trabajo para los
habitantes de San Luis Río Colorado; en particular el municipio de Mexicali. Sandra recuerda su
experiencia en una maquiladora de esta última ciudad así como los problemas que le ocasionó
Trabajaba en una fábrica de Mexicali. De aquí nos íbamos para allá. Se me venía por
hermana nos cuidaba las chamacas. Pero la más grande como que se me quiso andar
me salí. Pero siete meses duré trabajando. Tiene como seis, siete años [o sea, en el 2009
o 2010]. Nos recogía un camión ahí en el parque. Nos íbamos como a las dos de la tarde
o tres, y llegamos [de regreso] como a las cuatro, cinco de la mañana. No me dormía
hasta que mandaba las chamacas al kinder. [La maquiladora] era de hacer monitores,
con todos sus accesorios. Estábamos en el almacén. Estaba bien suave. Nomás que me
salí, por la niña más grande. Después entró mi marido, y después entró ella a la misma
fábrica. Era menor, era de 16 años…, ella no quiso hacer la prepa. Entró, pero mi marido
Liquidaron a toda la gente. Hasta allá fuimos. Es que hay mucho trabajo [en Mexicali].
174
Aquí es todo el día [en San Luis Río Colorado], en la noche se me hacía mejor, no hay
mucho trabajo, y se hacía tarde y los muchachos se acostaban. Y de otra forma pues,
todo el día solos los chamacos. [Hay] mucha gente así… [El] trabajo de noche, al ratito
se hace tarde, se acuestan los chamacos y vente. De otra forma pues todo el día solos, no
sabe uno si comen si no comen o qué. No creo que les de tiempo de dejarles comida
hecha. Se me hace más pesado eso… Pues, le digo con mi marido, yo lo que saco de las
tortillas, de las gelatinas…, unos $600/700 (pesos mexicanos) [semanales] que salgan
para dar sombra a los coches generalmente estacionados en este lugar. El terreno no tiene
ninguna barrera. Por un lado da directamente a la calle no pavimentada, tal y como son las
demás calles de terracería de esa colonia de San Luis Río Colorado. Por otro lado comunica con
la casa de su suegra. También hay varios perros acostados en el piso, de los cuales solo uno es
de ella, los demás son perros callejeros que vinieron a refrescarse en la sombra. Sandra, ahora
En la mañana yo me levanto a las cinco y media. A veces cuando tengo que hacer
lonche, más temprano, y a llevar a mi marido al trabajo. Entra a las 6:00 am, sale [de la
casa] como a las 5:40 am, ponle. Y luego ya de ahí, pos me pongo a hacer el quehacer,
en lo que levanto el niño para el kinder. Las niñas se van al trabajo solas. Llevar el niño
hago desayuno. Pero más bien desayuna ahí en el kinder. Y luego ya me pongo a lavar a
175
hacer el quehacer, si tengo que hacer tortillas, salsas, gelatinas, lo que tengo que hacer ya
generalmente las mañanas a su hogar así como a la confección de tortillas, salsas o gelatinas
caseras tanto para el consumo de su familia como para la venta. Sandra agrega:
haya tiendas; en Tijuana, en Tecate, Mexicali o aquí en el golfo. O sea, te alcanza para lo
Sí en San Luis Río Colorado los parkours sociales, o sea el modo de vida, las actividades
como el mismo consumo y las preocupaciones de Sandra y su familia se asemejan a las de las
los terrenos que resulta ser un problema entre los diferentes ―dueños‖ de la tierra. Leobardo
narra:
Yo tenía mi propio terreno [en el ejido]. Me vine para acá a Estados Unidos. Mi terreno,
lo regalé a una de mis hermanas. Ella lo renta, no me ayuda con nada. Mi mamá dejó un
papel para que me ayudará cada que lo rentará, con la mitad de lo que iba a sacar de la
parcela. Ella nunca hizo esa cosa. Hice el intento para que me diera dinero pero no me
176
Por tanto, a la muerte de su mamá, el parkour social de Leobardo se complicó. De un día
por el otro se encontró sin ingresos fijos. Así, aparte de los distintos trabajos que ha tenido desde
que vive en Estados Unidos, en la East Cocopah Indian Reservation, en Somerton, Arizona,
que recibe ella. La primera vez, trabajé una semana. Me sacaron, porque tenía drogas en
mi sangre; estaba tomando unas medicinas que no me había recetado el doctor. Era
No sé en que año fue pero me dieron un trabajo otra vez. Trabajé como un mes nomás,
recortaron gente y me sacaron a mí. Ya no busqué trabajo hasta, a los dos años siguientes
también, de dos años (risa), porque no hice una llamada, un día no fui a trabajar y me
sacaron. Y volví a conseguir otro trabajo: cuidando viejitos, ¿como dicen?, elder care se
llama eso; los viejitos. Trabajé como 6 meses con ellos y el señor me corrió también, [él
trabajaba 8 horas diarias, y tenía que estar con él todo el tiempo. [Hace] como unos 10
años que no trabajo para nada. Volví a la casa. Tenía que estar con mi señora, y cuidarla,
imaginaba tener cuando cruzaba la frontera internacional y venía a divertirse a Arizona con su
177
tío Mauro. Aceptó tanto depender económicamente de su esposa como hacerse cargo de ella
desde un punto de vista médico, esto es cuidándola día y noche dado que ella perdió
paulatinamente toda autonomía y que ninguno de sus hijos tenía la capacidad de respaldarla.
Leobardo continúa:
Tanto trabajo que hago. Por eso, estoy así también. Me dicen que yo soy el que me
estreso más. Yo me enfermo más, ella no. Se queda en la recámara, en cama todo el
tiempo. No se puede parar. Digo, se para, pero muy poco. Hace poco empezó, tendrá
como dos años, algo así. [Antes] se movía bien. No caminaba, pero con la silla de
ruedas, más rápido. Yo batallé mucho para contratarle la silla, para ayudarla. Se puso
peor. En la silla de ruedas (tos), como unos, como unos doce años yo creo, trece.
resolver una difícil y agotadora tarea, la de cuidar a su esposa enferma, pero sin olvidar a sus
señora que me hable, que quiera algo para comer, y yo le hago comida y todo. Yo no
como. Hay veces que no me dan ganas, no hago nada de comer, no me dan ganas de
desayunar, ni el lonche tampoco. Como tarde, como a las 6:00 pm, como a esas horas,
antes de dormir, pero no duermo en la noche. Me levanto como a las 7:00 u 8:00 am. Me
duermo como a las 3:00, 4:00 de la mañana (risa). Ahí, en la sala. Ahí en el sillón, donde
178
Juego con los niños y todo, con los chamaquitos ahí un ratito y se meten para su cuarto y
ya se duermen. Estar con los chamacos, especialmente con la niña, es la que más me
“Deschurupar el pescado”:
agua, sino en el Golfo de California, cerca del ejido Indiviso, Baja California. O sea, cambia la
forma pero no desaparece la práctica. ―Trabajar el pescado‖ es una actividad laboral concurrida.
Desde Sonora, implica encontrar cómo trasladarse. Así que, cuando es la temporada, se juntan
los que quieren ir y se van en coche. Ahí preparan el pescado, o sea lo limpian, le quitan las
vísceras, para que se vaya listo para su comercialización. Duermen ahí mismo, donde se pueda;
dentro de la casa donde trabajan, en los coches o camionetas, o en las tiendas de campaña que
algunos traen.
carácter peligroso. Stephania recuerda: ―Primero, trabajamos allá. Me asusté el día que subió el
agua hasta arriba. Hasta el camino se llenó, hasta arriba por la entrada. Hasta dejaron una pickup
también allá adentro del agua‖. Por lo mismo, Stephania acostumbra quedarse ―en Indiviso‖,
Baja California, un ejido muy próximo al golfo de California, donde se reúnen para
179
Al contrario de Stephania, Modesto se emociona al evocar el carácter riesgoso de la
Lo que más me apasionó fue la pesca, allá adentro. Me andaba muriendo hace dos años,
puesta. Era el segundo día, y habíamos terminado de cargar. Nos íbamos a acomodar y
sentía. Era machín… Me llevaron para afuera. No sentí nada. Andaba así entre tres, me
levante. El día siguiente, se sorprendió el capitán ―¿Y qué?‖, le digo, si me siento bien.
Mientras hablamos se escuchan las gallinas que Modesto tiene en unas jaulas rumbo a su
casa. Sigue:
Lo veo como un trabajo normal. Si, está peligroso. El mar es muy grande. Cuando se fue
la red…, ¿se acuerda? Íbamos jalando algo. No [fue la corriente], iba por abajo. No, algo
se la llevó. Algo la iba llevando, porque nosotros sentimos la red bien pesada. Y la
corriente iba para atrás. Hay mantas así grandotas. Jeremías tampoco pudo. Está muy
fuerte. ―Déjalo ahí Jeremías‖, no íbamos a poder. Estaba muy pesado. Si está peligroso,
hubo muertos allá. El día que salimos, al otro día, allá, se cayeron y se ahogaron.
Fallaron tres. Si pues, se desesperan. Quieren nadar en la corriente, si te pones contra ella
nunca vas a ganar. Se cansa el cuerpo, se te acalambra y adentro te quedas. Nada más
flotar yo digo, la gente se asusta pues… Cuando va la corriente, se llena muy rápido
180
Para Sandra, la pesca es solamente una opción para ganar dinero rápido:
Me voy a la pesca, porque son como dos días pesaditos y ya. Ahí lo que tiene uno es que
otra vez estuvimos casi una semana. Es que no llegaba y no llegaba. El pescado no salía
y no salía, hasta que al último salió pero bien poquito. La penúltima vez que fuimos o
fue la última que se echó a perder todo el pescado. No más puro buche le sacamos. Ahí
tuvimos que hacer convenio porque no se podía pagar lo que era porque trabajamos
quitando el buche pero nada sirvió. Dicen que por la luna, que todo el tiempo pasa así en
una marea que no alcanza a salir el pescado. Esa vez el sol estaba bien fuerte. Echaron a
perder 10 toneladas, pero si nos pagaron. No lo que era verdad, pero si. Porque si fue
bastante trabajo. Ve que uno se amanece ahí desde la noche hasta en la mañana.
82
Véase, por ejemplo, los siguientes artículos de la prensa local: ―Quitan a cucapás 20 tons. de curvina, se tiene que
decomisar porque fue pescada durante la veda, asegura el titular de Sagarpa, Guillermo Aldrete; golpe a la economía
de indígenas. De venderse la curvina decomisada, tomando como base 38 pesos, alcanzaría en los comercios un
precio de: $760,000. Para 2015 el precio base para pescadores es de 10 pesos, lo que apenas serían: $200,000‖, en la
portada del periódico La Voz de la frontera, No. 18,627, mayo 20, 2015, Mexicali, B. C. o ―QUITAN 20 MIL KGS.
DE PESCA A LOS CUCAPÁ, La Sagarpa les decomisa curvina que fue capturada durante la temporada de veda en
el Golfo‖, en la portada del periódico LA CRONICA, No. 8,843, mayo 20, 2015, Mexicali, B. C.
83
Para un acercamiento académico a los conflictos sociales ligados a la pesca de la curvina en el Golfo de California
por los cucapá, consúltese el artículo: Navarro Smith, A., Tapia Landeros, A. y Garduño, E. (2010). Navegando a
contracorriente. Los cucapás y la legislación ambiental. Culturales, vol. VI, núm. 12, julio-diciembre, 2010, pp. 43-
74.
181
Parkour social y salud
Leobardo ha recibido ayudas del gobierno estadounidense respecto a su salud: ―Estoy bien acá,
sí ha facilitado cosas. Hubo mucha ayuda, por el gobierno, por mi residencia, sino no hubiera
tenido nada; médicos, hospitales…, operaciones‖. Stephania, me comenta que le han dicho que
si se quiere operar, se tiene que ir a Hermosillo, Sonora: ―Porque dicen que ahí hay un
especialista y aquí no. Dijo el doctor que yo estaba mal de corazón, que habían muchos
Hervé: ―O sea, los mandan allá por la cuestión del especialista o porque es del mismo estado?‖.
M: ―Me dijeron que por los especialistas. ‗Porque si la operamos aquí‘, me dicen, ‗de aquí a que
encontremos a un especialista, puede pasar algo. Y allá no, están todos presentes, y la van a
operar‘. De todos modos no fui porque no hubo para pasaje ni nada de eso‖.
También me confiará en otro momento que le da mucho miedo que le pase algo en la
Para Sandra, es una ventaja vivir en San Luis Río Colorado, comparado con el ejido,
respecto a las cuestiones de salud: ―Y luego te enfermas [en el ejido] ¿dónde te atiendas? Acá, te
enfermas de algo que no sea tan grave pues ahí está la ―similar‖ o así, y a veces [en el ejido] ni
raite, ni nada. Por eso le digo a la Stephania, vente para acá en un cuarto aquí. No, ella en el
ejido. Bueno le digo pues, en el ejido‖. Excepto María, su media hermana, quien nació en el
rancho, todas sus hermanas nacieron en el seguro, en San Luis Río Colorado: ―Es que antes
como mi papá trabajaba la tierra. Haz de cuenta que a ellos les daban pases y con esos, tenía
182
usted la consulta y todo. Por eso me imagino que yo salí acá. Nunca había pensado en eso
(risa)‖.
183
III. VI. Parkour interior
Si para Victoria, el hecho de ser cucapá no es muy relevante, es sobre todo porque no se siente
siente diferente sino ―diferenciada por ser indígena‖. En el ejido Pozas de Arvizu existe una
indígena, qué término utilizaría?‖. Stephania me responde: ―¿No es igual indígena y india? Casi
estoy segura que sí, ¿no?‖. Stephania dice sentirse tanto indígena como mexicana, porque habla
el español y también porque así lo dice su credencial. En fin que México es el lugar donde vive.
También afirma:
Yo, si [pertenezco a la tribu]. Yo, me imagino que por hablar el idioma [cucapá], ¿no? Y,
por estar ahí, atenta a lo que va a pasar… Nada más que no nos quieren. Nos quieren
algunos. Todo el tiempo la gente le tira a uno que no habla. Yo si lo hablo. Para mí,
todos son iguales. Hablen el idioma, no lo hablen. Son iguales, son de ahí [del ejido].
Hoy en día, en Pozas de Arvizu, se quedan a vivir personas que vienen de ―afuera‖, aún
así son una minoría. Son parejas de hombres o mujeres cucapá que provienen de ejidos vecinos,
de San Luis Río Colorado o incluso de otros estados de la república mexicana. Algunos
foráneos, que trabajan para la empresa Empaque, llegan ahí a rentar casas desocupadas.
Stephania recuerda acerca de su ex-marido: ―El marido que tuve, el tenía su credencial que nos
184
dieron que para medicamentos y no sé qué. Les dieron a todos parejo. Y de que eran indígenas y
no sé qué…, y no eran. Si uno se casa con algún mexicano algo ya le pertenece también ahí. O
Con relación a Modesto las cosas son diferentes. Si para su mamá, su tío o sus tías el
hecho de ser mexicano es contingente a la situación, es decir al lugar donde nacieron, para él, al
contrario, es muy importante. Se define como ―mexicano cucapá‖. Esa expresión me remite a la
categorización utilizada por Muehlmann (2013), solamente que ella la hace en spanglish:
Siempre he sido mexicano cucapá. Porque mi raza, y nacido aquí en México 100%, y no
hicieron varios países ricos. México no hay dos. De aquí, de mi México, otros países se
(risa). Los españoles… Estados Unidos se hizo grande, California, Texas y Nuevo
México. Los estados más grandes… La historia lo dice todo. Yo sí soy de aquí, aunque
no me quieran [en el ejido]. Se necesita que la gente que está ahorita aprenda a escuchar,
referencia a como se veía a ella misma, sino más bien a cómo la veían los demás, en particular
En la secundaria, tenía un chamaco que venía de Lagunitas, otro ejido más para allá; ―El
Fronterizo‖ se llama. Y luego me decía el muchacho este: ―Tu eres de la reserva, eres
185
india‖. ―Si‖, le digo ―¿por qué?‖. ―Fíjate que yo siempre que paso por ahí, me agacho
porque me van a aventar las flechas‖, dice. ―¡Ay por dios!‖ le decía yo. Luego me decía,
―si porque me da miedo que van a aventarme una flecha y me maten‖ (risa). ―Eres tan…‖
por no decir otra cosa, y luego me decía el muchacho: ―Le tengo mucho miedo a los
indios‖. ―¿Y a mí me tienes miedo?, pues yo también soy india‖, le digo. ―No, pues a ti
Y, otros de ahí de la escuela decían que teníamos nosotros privilegios…, que nosotros
somos los mismos que todo el mundo. ―Ah, ustedes agarran mucho dinero‖, decían los
chamacos. ―¡Canijos!‖, oh se ve, soy millonaria. Y luego uno me decía: ―Me voy a casar
contigo para tener los papeles‖, porque antes, eran cucapás indios que podían pasar libre
Después, Sandra responde muy claramente, antes de nada dice considerarse ―indígena‖.
De mis informantes es la única en hablar de comunidad. Los demás hablan de la tribu por lo que
A nosotros nos crearon así mis papás. O sea tu eres lo que eres. Porque a veces, entre
nosotros, [en] el ejido, se enojan, no sé cómo, cómo, cómo... O sea, todos somos
parientes ahí. Si usted se va a vivir al otro lado pues, no porque tú ya vives allá tú ya no
eres esto, tu eres. Tú ya vives en San Luis [Río Colorado] pues tú ya no eres de aquí de
la comunidad o sea lo indio cuando te va a quitar. Aunque te vas a China das vueltas y
vengas es lo mismo. O sea nunca se te va a quitar. Y ese es el pleito que a veces traen.
Ah tú eres en San Luis [Río Colorado], tú no eres de aquí del ejido. No eres nada, como
chingados que no. Yo no creo que uno vive allá, ya. Yo tengo mis cosas ahí, tengo mi
186
lote, tengo mi terreno allá. O sea como no me voy a sentir yo parte de ahí. Y aunque no
tuviera nada.
Todo el tiempo sabíamos lo que éramos aunque a veces se burlaban de nosotros. Si eso
pero, como toda la gente. No había para nosotros así como que dijera: ―Ah no le hables a
Hervé: ―Racismo‖.
Sandra: ―Mm. Para nosotros. O sea la demás gente para nosotros, pero para nosotros no.
Yo digo que están mejor, económicamente, como que te ayudan más. Y acá como que yo
no veo, no veo futuro acá (risa), la verdad. Que cuando agarran la receta nada más
piensan en ellos, no piensan en el ejido. Yo, todo el tiempo, les estoy diciendo, no sé
porque no hacen un asilo o algo para el que no tenga que comer, y si pasa. Hay muchos
viejitos que se quedaron, unos ahí que se murieron, gente que viene sola. Deberían de
hacer algo de eso… Ya ha ido para allá [a la Cocopah Indian Reservation], todo está
pavimentado para allá. Aquí, ni en la pobre escuela [del ejido Pozas de Arvizu] quisieron
pavimentar y eso que era parte del gobierno federal…, ni siquiera jueguitos para los
niños, que yo le he dicho a este [al regidor]: ―Te dijeron que te los iban a poner, ¿por qué
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no están puestos? Hay niños que les gusta jugar, que quieren columpiarse, que quieren la
resbaladilla o algo. Aquí no, ya ve que está todo muerto ahí [en el ejido]. Y espacio, hay
para que lo hagan, ahí en el parque. O a veces que el gobierno no les daría muchas
ayudas, o no sé, pero yo veo eso, de que allá es para todos y aquí es para el que tenga el
huesito. ¿En qué se parecen?, los dos son Cocopah, las dos partes porque fuera de ahí no,
nada más eso… ¿Porqué en qué se parece? No pues que son indios aquí y aquello nada
más.
terminología spanglish. Cabe recordar que vive en Arizona desde hace más de 20 años, y que
empezó a ir ahí como a los 15 o 16 años, es decir en la segunda mitad de los años setenta: ―Yo
soy indígena. [Indio es] lo mismo. Soy Cocopah indígena. Mexicano, no, [estadounidense]
tampoco. O sea, aprende uno, pero en mi corazón siento que soy un Cocopah indígena. No soy
mexicano, tampoco soy americano. Tampoco soy lo que es usted. Es uno solo lo que soy.
¿Porqué se va a necesitar algo [para ser parte de la tribu]? Hablar el cocopah, el idioma de uno.
Si no habla, no es Cocopah‖.
Hervé: ―Y sus nietas y bisnietos, o sea [los niños] que le dicen papá y que viven en su casa,
¿hablan cocopah?‖
Leobardo: ―No‖.
Leobardo afirma:
188
Pues ellos están identificados como Cocopah. Ya los conocen, están reconocidos, por los
papeles que tienen aunque no lo hablan. Para mi… (risa). En Estados Unidos no son
muchos que hablan cocopah. Ahora como van a la escuela para aprender el inglés más
rápido… Allá en México aprenden más el español que el cocopah. Pues, va a cambiar
lado también si no hablan cocopah van a hablar puro inglés. [Con mi esposa], hablamos
diario. [Los niños] están ahí, pero no se les graba nada. La que tiene 21 años, la más
joven, ella trata de hablar. Quiere aprender. No es necesario aprender, ―tú lo tienes en la
hablando tres idiomas. Se le graba uno, se le graba el otro, se hace bolas en la cabeza…
[Mis abuelos] me hablaban. En ese entonces, nomás había puro cucapá. [Español] nada,
Cuando lo vuelvo a ver por segunda vez en octubre de 2016, encuentro a Leobardo en la
sala de su casa, viendo la televisión en español. Aprendió el inglés gracias a una nieta de su
esposa, justamente la que trata de hablar el cocopah. Ella llevaba su tarea a su maestra. Leobardo
dice haberse venido a Estados Unidos por ―pura curiosidad…, no puedo creer que estoy acá
todavía. Pura loquera que hace uno para venir para acá, y para nada, ni para conseguir trabajo".
trabajar duro. No lo he hecho yo. No había trabajo para mi ya, estoy como casi ya
189
deshabilitado (risa). Estoy diabético. Tengo problemas, tengo artritis en mi cintura,
Así quieren humillar a la gente, pero, yo les digo, yo no soy mexicano, hablo más
cocopah que ustedes. La auto-humillación que me dan. Eso era la humillación muy fuerte
que me dieron. Eso fue [hace] unos cinco, seis años [o sea en 2010 o 2011]. Pues el
vicepresidente [de ese entonces]. Ha cambiado, ya me respetan por lo que soy: Cocopah.
A veces los que son malos cambian a bueno. Los malos que estaban ahí que me decían
que era mexicano, ya ahora se voltean, que somos de la tribu… Ya no me hablan como
me hablaban antes; diciendo que era mexicano. [Con ellos, hablo] en inglés. Hablaban
inglés…, hablaban de mí. Lo despidieron, porque la presidenta estaba ahí, oyendo lo que
estaba diciendo. A la semana salió volando de ahí porque no trataba la gente bien. Es la
Sí, me han dicho que soy mexicano todavía, porque hablo español. Yo les digo, que yo
aprendí el mexicano porque fui a la escuela allá. Yo digo que no soy nacido aquí. Soy
nacido en México, pero no soy mexicano. Soy cucapá definitivamente. Sí, soy muy
diferente a ellos [de los mexicanos y de los estadounidenses] también (se voltea y me
conversamos). No soy como este, no soy como él, no soy como aquel, no soy como este,
190
soy diferente. No me siento como usted tampoco (risa). A mi gente, todo el pueblo.
Todos los que quieran, no veo a gente de [México] casi. No hay ninguna diferencia. Es lo
mismo.
Parkour soñado
El american dream, ―no lo conozco‖, ni el ―sueño mexicano‖ tiene sentido para Victoria. Sus
sueños se quedaron atrás. Cuando era niña le hubiera gustado ser doctora. Incluso, su papá le
había dicho que sí. Victoria lo justifica por la cuestión económica: ―..., no se pueden a veces
alcanzar los sueños, por la economía..., ser doctora es meterle mucho billete, mucho gasto. Por
eso no se puede‖.
Su hijo, Modesto, se muestra más preocupado por el grupo en sí que por sus intereses
personales, aunque parezca bastante pesimista respecto al porvenir del ejido. En particular, dice
que le gustaría ―que hubiera convivencia, aquí en la tribu, para sacar adelante al pueblo. Que no
Aquí, yo no veo futuro. Conmigo sí, pero aquí alrededor, no. El pueblo no. Y un cambio,
no creo, por lo pronto. Hay la manera pero no hay la manera de las ganas. Las que hacen
falta. Por mi ver, no hay futuro. Echándole ganas no se va a perder. Yo, pues, ganas si
tengo. Lo que quiero hacer, salir por mí mismo adelante… Llegar a la presidencia
todo. Primero salir adelante, para que no me ponga ni un pero la gente. Que soy
marihuano que sé yo. Dejar eso y darle un giro a mi vida. O sea, ser como dicen normal,
191
no consumir marihuana, ni nada. Si para que no me diga nada la gente. Que soy
marihuano acá.
Modesto se siente discriminado dentro del mismo ejido, mientras sigue reivindicando
Luego se van con uno. Los mismos hermanos desde la religión; los cristianos te
apuntan… Esos no son cristianos, son víboras de cascabel. Dios dijo que…, dar la mano
verdadero hermano, y por eso no voy a la iglesia, ni nada de aquí porque sé cómo es la
gente (risa). Yo no voy a cambiar por la gente. No tengo en cuenta el futuro. Nada más
seguir el presente bien, y los días, cada día. Sí mejorando ¿no?, pero…, porque miran a
uno ahí, lo creen el peor del mundo. Darle la mano a la gente es lo más importante.
Yo les digo ahorita que hay tanta oportunidad, tanto que les ayudan ahora. Antes no, mi
papá me pagaba todo. Ahora te ayudan mucho para que estudies, las becas que hay. Ya si
uno no agarra nada es porque de plano no quiere, la verdad. Ahorita están trabajando en
una fábrica.
Me dijo una que quería estudiar para maestra. ―Yo quisiera ser maestra‖, dice. Ella tiene
18 años va a cumplir los 19. La más grande tiene 21. ―Pues aviéntate‖, le digo porque al
rato se le pasa a uno, la edad de estudiar yo digo. Yo tengo 43 años. Y fíjese que cuando
yo tenía treinta y tantos años, yo terminé la preparatoria, y me decía uno de la CDI: ―¿no
quiere estudiar?, nosotros le pagamos la carrera‖, y yo pues como las niñas estaban
chiquitas, y casi no estaba con mi familia, como que no tenía quien me cuidara a mis
192
niñas. Mi marido, pos no podía. Y no. Sino ahorita fuera quien sabe que (risa), licenciada
yo creo (risa). Pero si hablo con ellos y les digo que se preparen, porque nadie va a ver
por ellos.
gustado ir a la universidad pero en San Luis Río Colorado solamente habían dos carreras en ese
Y a Mexicali nada más mi mamá no me dio chance de ir, aunque yo si hubiera ido…
Quería ir y venir, pero decía mi mamá que ―era mucho gasto‖. Y antes no habían becas
como ahora que les ayudan, no habían tanto, uno tenía que pagar la escuela a sus hijos y
ahora no, hay muchas oportunidades. Yo le digo a mis hijas pero…, quién sabe. Es un
show.
Sandra ve al ejido Pozas de Arvizu como un lugar idóneo para retirarse, aunque por
ahora no considera su vida en otro lugar que la ciudad de San Luis Río Colorado, Sonora. A
futuro se imagina sembrando todos tipos de frutas y verduras con la idea de tener que comer.
Yo quiero ir al ejido cuando esté un poco más grande y estar allá con mi casita, para
descansar a gusto, cuidando animales o estar sembrando ahí lo que sea. Uno cuando está
viejito le da por sembrar. O sea ya trabajando para uno, como antes. Ahorita los hijos…,
Sandra toma claramente a sus abuelos como un ejemplo de lo que programa hacer más
tarde. En ese sentido, se puede decir que busca reproducir el parkour que ellos siguieron. Sin
embargo lo relaciona con la edad, argumentando que ese tipo de actividad le conviene a una
persona mayor:
193
Yo me acuerdo que mi abuela hizo así antes. Mi abuela tenía vacas, hacía queso. Y luego
tenía así como sembraditos; chile, jitomate, sandia, nada faltaba, y en temporadas allá no
te falta que. Todo el tiempo hay cosas, hay verduras, naranjas, toronjas… Mi ideal es ir a
sembrar como árboles frutales ahí: limones, toronjas, naranjas y lo poquito que sembré
comer. En efecto, ese último parkour nómada y social que planea hacer Sandra se debe de
Cuando estás viejito pues te quedas a comer allá en la casa (risa). Me acuerdo que mi má
también tenía mucho gallina, huevos… A veces hacia caldo de gallina, los huevos y
todo, por eso a la mejor no sufríamos tanto de comer. La gente como batalla para comer
a veces y antes no como que estaba todo naturalito todo bonito se me hacía.
Sandra piensa ir y venir así como recibir a su familia. Le gusta la idea de transmitir, por
lo menos, a su hijo más chico un estilo de vida más sencillo, alejado de las nuevas tecnologías y
que se asemeje más a lo que ella conoció de niña ahí mismo en el ejido:
Que me visiten mis hijas y mis nietos allá, así como en [el ejido] Kiliwa, [Baja
California], se me hizo tan bonito, con niños paseándose en los caballos. No aquí que,
mucho ver a los niños que juegan a las canicas. [Mi] niño, si a veces mira caricaturas…,
bien enfadado, que no lo dejamos ver nosotros programas, pues agarra la computadora y
ya mira películas ahí pero no me gusta que ande jugando [con ella], por eso le compro
canicas, le compro la bicicleta. ―Juega con la bicicleta‖, le digo. Cosas que antes
nosotros hacíamos.
194
En febrero de 2016 veo a Leobardo por primera vez, me comenta que vive en la Cocopah
Indian Reservation desde hace más de treinta años. Una de las primeras cosas que me dice es:
―Era mi sueño venirme para acá. El sueño se me hizo, ¡pop! Pero, no tengo trabajo, me corrieron
hace cuatro años. Hace cuatro años que no me voy para allá [a México]‖.
Leobardo no tiene muchas expectativas respecto al porvenir, debido sobre todo a sus
problemas de salud que evoqué anteriormente y a la falta de trabajo: ―Vivir normal, no sé que
vaya a pasar. Se me está acabando el futuro ya. Lo veo muy duro. Un futuro lo puede tener un
chamaquito. Peor que no estoy trabajando, ¿cuál futuro voy a tener? No sé qué es futuro (risa).
Mi sueño (silencio). Tener como más familia, nietos, que sean mis nietos, mis propios
nietos. Creo que eso no va a ser posible (risa). Le expliqué como están mis hijas‖.
Sus hijas, las tuvo con su primera esposa, también en Estados Unidos. Ellas se quedaban
con su abuela, es decir con la mamá de su esposa. La más grande no habla con él, es lesbiana y
vive con su pareja. La más chica vive con un tío más grande que ella, hermano de su mamá.
Leobardo agrega: ―Ahí, no va a haber. Una de mis chamacas. La grande pidió permiso a su
novio, su novia, lo que sea, de tener chamacos. Ahí con otro hombre. No le dieron permiso. No
se pudo hacer. Para tener un chamaco. No quiso [su pareja]‖. Leobardo me deja entender
claramente que no le agrada la situación de ninguna de las dos. Añade respecto a sus hijas:
El futuro de mis chamacas. Que sean felices… Veo muy dura esa cosa. Hasta que
cambien van a tener un futuro bueno, sino van a seguir igual como están… Los
chamacos, conocerlos. Lo que más pido en mi vida: tener nietos. Mis hijas, que busquen
195
otro, que sean felices. Están amarrados. Están hecho un nudo, todos. Hasta que se salvan
Leobardo no se considera apto para enseñar el idioma, aun piensa que es importante que los
Me gustaría que alguien, que hubiera una persona que supiera hacer esas cosas para que
les enseñé que hagan la lucha de recuperar toda la lengua, el lenguaje del cocopah. Yo
creo que aquí es imposible tener a un maestro o algo así para que le hablen. No hay.
Apenas sé, apenas sé para mi (risa). Uno que sepa escribir…, hablar y escribir.
Stephania tampoco tiene una visión muy optimista del futuro. Sin embargo se puede afirmar que
sus sueños se enfrentan a la dura realidad del ejido, la cual piensa, no le permite esperar mucho:
Cómo está todo, no creo que haya cambios (risa). No espero yo nada. Ya 47 años que
tengo, ya que me falta (risa). A ver, algo como en el ejido, pues salir de regidora, pero
dicen que uno no puede como uno no tiene parcela. Como a las juntas, no podemos
entrar nosotros. A lo único que nos aceptan es en las votaciones de las regidoras,
regidores. Pero le digo que los que están ahorita no lo sueltan. Nada más quieren ser
ellos y uno no puede entrar. Como decía mi mamá: ―También entro‖, y no, no la
apoyaron. Mis hermanas también entraron, y tampoco. Pero eso sí, ahí con los [mismos],
ahí se queda todo. No sale de ahí la regiduría, nada más ellos. Desde que empezaron a
196
meter a los regidores, me acuerdo que siempre ha sido la misma [familia]. Ahí nomás,
ahí nomás.
Parkour subjetivo
Todos mis informantes coinciden para decir que el poder se ha quedado entre las manos de unos
y que la solidaridad de parte de las autoridades es escasa. La primera vez que entrevisto a
Stephania en junio de 2015, es una prima de ella quien ocupa el puesto de regidora. Entre ese
tengo que hablar mal de ella. Pero a veces, si se porta muy, ¿cómo dice la gente?: muy
porque a mis hermanas les dice cosas así. Me enojo, pero no puedo decirle nada. Porque
luego luego, si me peleo con ella por mis hermanas y otro día ocupo algo y voy con ella,
encarga de todos los papeles y la otra nada más va a hacer los papeles… Nada más tiene
que darle el alto a ella. Y si mi hermana no acepta lo que está haciendo ella, no se hace.
197
En el verano de 2016 Jacaranda, hermana de Stephania, quien vive en San Luis Río
Colorado, está viendo una telenovela en su recamara/sala, acompañada de sus hijas y de su nieto
con el aire acondicionado prendido. Se escuchan coches pasar afuera así como pajaritos
cantando. En esta visita que le hacemos Stephania y yo, Jacaranda afirma respecto al ejido:
―Discriminan. Ustedes son de San Luis Río Colorado. Pero, cuando quieren algo: ‗¿Me da su
Modesto es tal vez el más aferrado con respecto a sus ideas y opiniones con relación al
ejido Pozas de Arvizu. Rememora desde sus 23 años que es en ese lugar que pasó los primeros
Es donde crecí, con mis abuelos. Tengo muchos recuerdos. Aquí [están] mis raíces,
aunque toda la demás gente no sirve para nada. Con eso, nada más se fijan que uno es de
acá. La gente de la alta sociedad, la misma gente de aquí, porque uno fuma marihuana o
que sé yo. Nos miran acá… Y no les hago caso. Está en desunión el ejido. Se ve, hasta el
Quince años atrás, y está igual el ejido, no ha avanzado nada. El agua, ya va [más de] un
año, y todavía no dicen, ni hacen nada, ni junta ni nada. Y la gente cuando debe decir
algo no dice nada. Fuera de Modesto, porque luego luego la patrulla… ¿Quién me va a
escuchar? No escucha la gente aquí. Si soy uno más, ni hacen caso. Tienen que ser varias
personas.
198
En cambio, emite la idea que la ―tribu‖ de la ―reserva‖ del Mayor, Baja California, está
Con los que ando pescando, son mis tíos esos. Fue la temporada pasada, que no pesqué.
Fue como en febrero [de 2015], cuando inició la pesca. Pues sí, las personas son más
buena onda que aquí. Aquí, son bien mitoteros. Nada más andan mirando aquí quien
llegue. Nada más están cuidando. Soy famoso, soy bien famoso. Les interesa mi vida a
como al grupo cucapá: ―Es un orgullo, ser parte de [aquí, de] una tribu, ser cucapá. Un orgullo‖.
Para él lo que caracteriza, o mejor dicho, lo que caracterizaba a la ―tribu‖ no era ni el idioma, ni
siquiera el hecho de vivir en el ejido, sino ―la unión de la tribu‖. No obstante ahora no es así.
Modesto afirma:
El puesto este para representar aquí. El que está de representante ahorita, aunque sea de
mis tíos, no ayuda en nada. Puro para acá. Es lo que no me gusta. Podría hacer algo aquí
para todo el ejido, como un parque, que sea para los morrillos, para los chamacos. Más
alumbrado, arreglar el poz [pozo]. Eso, ahorita lo que más nos conviene es el poz, por el
calor. Está cabrón. Hay manera de como hacer para arreglar el poz y no se hace nada.
Porque vale verga, porque ese güey no sirve para nada. Hacen falta ganas (risa). No todo
en la vida es nada más merecer. No se cansó con lo que robó la otra vez, quiere más.
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La CDI también, puros transes. El que no tranza, no avanza. No porque sean de acá pues.
Las lámparas, es lo único que hay [de nuevo], pero también hace falta la otra calle. Todo
parejo pues, para allá no hay. Algo, como un parque recreativo, para ir a pasar la tarde
que sé yo… En la cancha de basquetbol, ahí falta luz. Así como quiere que uno juegue
basket (risa). Estuviera la cancha alumbrada, con eso me conformo. Sí, porque ahorita
Modesto explica que es imposible jugar basquetbol en el día en temporada de calor y que
por tanto sería necesario alumbrar las canchas para poder usarlas en la noche cuando el aire está
Nada más metieron las lámparas esas, para que me tengan vigilado. Sí, cuando estuvo el
ex-regidor. Él metió esas lámparas. El que está ahorita no ha hecho nada. ¿Sabe para qué
sirve el que está ahorita? Para tres cosas: Para nada, para nada y para nada. Nomás así. El
ex-regidor me quería meter al bote, él dice. Sí, porque según que estaba haciendo quien
sabe qué. Todavía que no quiere echar la mano, quiere chingar. Le han quitado el puesto.
Reforestación de áreas verdes, tampoco; están más secas las plantas. Problema de salud
por falta de aire puro. Esas son palabras no más… Del dicho al hecho hay mucho trecho
(risa).
200
No creo que se desintegre. No, no se puede, más desintegrada no puede estar. No se
puede más desunida. Creo y veo (risa). No puede quedarse así…, se esparcía, se
persona] cuando no debería de ser así.84 Se auto-nombró, nadie votó. Aquí ya no hay
costumbre, ya no hay nada…, se perdieron todas. Nada más cuando les conviene es
cuando si hay, pero el pueblo…, la costumbre se fregó de votar. La gente sigue para
quedarse en el puesto. Metieron papel por debajo de…, mandaron papeles por allá. Por
eso digo que los de la CDI también están ahí, están ahí acoplados.
Es gente que no razona esa. [Un cucapá del ejido] el lunes me dice, ―no usted no tiene
nada que ver con aquí porque vive en San Luis [Río Colorado]‖. Ok, ―yo vivo en San
Luis, tú no quieres que yo entre al ejido, el ejido no es tuyo, tengo mis propiedades [acá]
¿Tú quién eres para sacarme?‖ le dije, es lo mismo que yo le diga: ―Ya no vengan para
acá en San Luis [Río Colorado] porque yo […], no vengan para nada‖. A ver. No
hombre, le digo que nos hemos agarrado… No crea, unas buenas nos hemos aventado
De ahí que Sandra propone, desde hace muchos años, de conseguir un terreno en la
ciudad de San Luis Río Colorado para la edificación de un ejido para los cucapá que viven ahí.
Sandra sostiene:
El [ex-,ex-,ex-] gobernador, hace mucho, primero le dije: ―¿Por qué no puedes pedir un
terreno para vivir los de San Luis [Río Colorado] como aquí? Para que no nos estén
84
Stephania: ―El regidor y el gobernador es una misma persona. Cobra $25,000 pesos cada quincena, nomás‖.
201
dando lata y que no nos visiten allá‖, porque a veces llegan ayudas allá, pero no para San
Luis [Río Colorado], para nosotros que vivimos aquí no llegan. Si ves que en el ejido te
ayudan, eso es por parte de acá según ellos. ―Un terreno, que te den un terreno‖, le digo.
―Para que nos pongas otro asiento, otras casitas‖, como allá le digo. Todo el tiempo le he
dicho a él. Al nuevo, también una vez le dije: ―¿Por qué no consigues tú un terreno? No
somos muchos aquí‖. O a la mejor somos más que en el ejido, fíjese, ya viéndolo bien si
porque aquí con los Chinese, son un montón y la mayoría está aquí. Somos las familias
más grandes yo creo, nosotros y ellos y aquí vivimos en San Luis [Río Colorado],
imagínese. El triple del ejido, yo creo, somos aquí en San Luis [Río Colorado]. La
verdad sí somos más aquí. Yo creo que unos no se adaptaron ahí al ejido.
202
III. VII. Visiones adultas
―Hay otra yerba como tunas de tierra, se llama peiotl, […] los mantiene y da ánimo para no tener miedo, ni sed, ni
―Shamanism: Jimsonweed. — Jimsonweed, Datura (smalketu‘dj, mulkatutea), was used by the Akwa‘ala. Youths
took it for inducing visions. Jackrabbit´s account of how he obtained shamanistic power thereby is given herewith.
[…].
I wanted to be a doctor too, so I took jimsonweed. Doctors do not take it because they get their power in dreams.
E. W. Gifford & R. H. Lowie, en ―Notes on the Akwa‘ala Indians of Lower California‖ (1927, p. 344).
Parkour inmóvil
El parkour inmóvil hace tanto referencia al consumo de drogas –entendido como toda
sustancia que altera el estado de conciencia de una persona (incluido el alcohol), o sea, al viaje
(o trip) provocado por aquellas, como a los sueños –en tanto que transportan a otras coordenadas
Mi primer cerveza fue en una navidad. Apenas tenía como 14 años. Un amigo me invitó
que fuéramos a la casa de la mamá de él, que fueron para allá. Me dejó una cerveza,
hasta arriba de un carro. ―Si te animas tómate este para que agarres valor‖, me dice. No
quería, lo dejé y me metí para adentro de la casa. Y veníamos otra vez, al último la bajé,
85
Caminos de luz. Universos Huicholes (diciembre 2016-abril 2017). Exposición: Museo Nacional de Antropología,
Ciudad de México.
203
para tomar con ellos. De ahí en adelante empecé a tomar, fue la primera cerveza que
tomé en una navidad. Me puse tan borracho que hasta comía los tamales por la nariz.
confianza en sí mismo, o sea de ―no tener miedo‖. Leobardo cuenta los efectos secundarios
indeseados que sufrió desde temprana edad, como entre líneas la dependencia que padeció
Jugaba [béisbol], traté de jugar. Aquí también [en Estados Unidos], allá [en México].
Allá fue donde más jugué, en un equipo, más joven. Yo creo que me sentía mal, tomaba
mucho, las fuerzas se me fueron. Toda la energía se fue yendo por abajo, ya no pude. Y
ya deje de jugar.
Con mi tío, ya no [ando]. Ya casi no. No tomamos (risa), sino yo creo que sí todavía.
Tomaba pura cerveza, tequila. Usaba mucho la droga en ese entonces. Había pura
cocaína. Ahorita, hay de todo, cuando para morir. En todo el mundo hay mucha droga.
No nada más en una parte, nomás. No le pueden echar toda la culpa a México o Estados
exclusividad, y como bien dice Estados Unidos como México tampoco, aunque el primero de
estos dos paises sufre altas estadísticas fuera de lo común respecto al consumo. Leobardo
agrega:
Fue cuando me junté con mi señora. Los que son mis nietos. Yo los quiero. Son, son los
hijos de mi esposa. Tuvo tres: una hija y dos varones. Ellos saben que tienen su padre.
Ya estaban crecidos ellos, ya no estaban [con su mamá]. Sí, son nietos. Lo que tienen
ahorita [son] chamacos. Los chiquitos. El chillón este (risa). Son bisnietos y bisnietas. La
204
más chiquitita, la niña es bisnieta, como yo crié, yo crié a los niños. Y los niños, ya
tienen chamacos, son bisnietos ya. Nunca me dicen abuelo, me dicen papá todo el
por drogas. Tuvieron una riña con, creo que fue en un hotel. En un hotel se me hace. Una
riña con los enemigos ahí y el dueño del hotel sacó la pistola y le dio en la cabeza.
Estuvo ahí un buen rato y ya se murió. Hay mucha violencia en Phoenix, aquí está más
calmadito aquí [en Somerton, Arizona]. Como ahorita en México se está matando mucha
Los hijos de ella, ya no estaban aquí, estaban en la prisión. Los tres. Ahorita todavía está
uno en la prisión. Tiene diez años por salir todavía (silencio). Uno murió. Salió de la
prisión y llegó aquí, se compró droga porque tenía dinero, y puso demás y se hizo OD
[overdose]. Salió sangre por todas partes. Se le reventó todo, le salía sangre por la nariz,
por los ojos, los oídos. Sobre todo por la boca, pura droga.
largo de dos décadas hasta la prueba de las drogas inyectables y sus consecuencias directas e
¿Drogas? Pues, la cocaína. Cuando estaba joven, marihuana, pero no me gustó. Me dolía
mucho la cabeza con eso. Ya dejé de fumar esa cosa. Nunca fumé, traté de fumar y no
pude. La coca sí, te levantaba de la silla como nada. Ahorita, de grande, cuando andaba
acá otra vez, duré un año y medio, ya me metía a las venas. En las venas. Pues era cristal.
Inyección. Hace…, cuando me junte con ella, con mi señora. Eso fue la primera que
205
hice. La inyectada. Me gustó, pero ya con el tiempo ya no me gustó, me puse malo y
tuve un sueño…
[La coca], un amigo por ahí, en Phoenix. Tenía como dos, tres años con [mi esposa]. Ese
amigo, me compró todo eso, entonces mi señora también lo hacía. Me puse una
inyección, sentí caliente todo mi cuerpo. Desde abajo hasta arriba. Tuve que sentarme un
rato porque no me cayera. Cada vez, a mucha gente le hace daño. Mi señora me sentó en
un sillón y me quedé ahí un rato. Luego me levante y no sentí nada. Seguía tomando
como si nada. Tomaba y tomaba y tomaba. Ya después, me daban otra vez… Ese señor,
que era un hermano mío casi. La mala suerte, lo mataron también. Yo creo que su mismo
hermano. No sé qué hubo, pero él tenía sus billetes. Él tenía dinero. No sacaba que cien,
doscientos, no. Sacaba diez mil dólares cada vez. Y él nunca compró un carro, sí tenía
carros viejos en su casa pero no los manejaba, el agarraba su taxi, andaba en taxi todo el
tiempo. Con su cerveza, con su droga. Llegaba hasta la casa y sacaba como diez
papelitos, llenitos de drogas. No le pedía dinero, y él me daba dinero: ―Es tuyo‖. Cada
vez que llegaba, me daba $500/$1000 dólares. ―Hermano‖, me daba abrazos, besos y
todo. ―Hermano‖, ponía el dinero, ―es tuyo‖ decía. Dinero y droga. Él era nativo
también. De otra tribu. Muy buena gente. Le caí bien. Que ―hermano, hermano,
hermano…‖.
Afortunadamente para él, el parkour inmóvil de Leobardo iba a seguir otro camino. Es
aquí un ―sueño‖ que él tuvo tanto como su capacidad de agencia que iban a hacer la diferencia
si ese sueño fue real o no sé. Alguien llegó y me agarró el brazo. Bien fuerte. Toda esa
206
cosa salía para fuera. ―Tú no eres para esto‖, me dice. ―Ya deja esa cosa. No es para ti‖.
Cuando me levanté todo estaba chorreado de sangre. Todo me salió por fuera, y ya no
quise darle más ya. No sé, pero fue un sueño, o fue real, no sé. No sé que pasó. Nadie lo
sabe, ni mi señora lo sabe. Me sujetaba con las dos manos: ―Quítate eso, no es para ti‖.
Me apretaba bien fuerte. Sentí que salía algo. Ya cuando desperté, miré. Salía sangre,
sangre con la droga. Algo me lo sacó. Nada de eso ya. Si tomaba poco ya. [Hace] 20
el hijo de su esposa, ni su ―hermano‖ conocieron tal fin. Para ellos el parkour inmóvil se
concluyó en parkour final. Al contrario, Leobardo tuvo una segunda oportunidad, la cual le fue
[¿Un paraíso cucapá?], tuve sueño ya, puede ser, tuve sueño que… Estaba dormido,
estaba en un sueño que yo iba para arriba. Eran puras nubes. Una nube, una bolota
grandota, que me parecía hielo. Se congela algo y se hace hielo, y se hace bola, y adentro
de esa bola estaban todos mis parientes ahí. Estaba mi papá, mi tía, mi abuela, todos, mis
sobrinos. Todo mi familia estaba. Estaban esperando, y la que me recibió fue mi abuela:
―¿Qué andas haciendo para acá? Vete para tu casa…‖. Miré a toda mi familia. No lo
podía creer. Mi mamá se había ido también, se había muerto, y estaba arriba, también yo.
Me decía mi mamá: ―Vete, vete‖. Había una escalera larga. O sea, unos escalones
grandes. ―Bájate por ahí‖, o sea hasta abajo. ―Pero no voltees y no agarres nada porque
hay muchas tentaciones en camino, que había oro, que mujeres encueradas, había mucho
dinero tirado… ―No agarres ni un centavo‖ me dice, ―ni un centavo‖. ―No haga nada, te
puede pasar a ti, ahí abajo te pueden castigar, y no hice caso, agarraba oro, dinero, puros
207
de a cien y todo, mujeres bonitas que te hablan: ―Vente para acá‖ pero yo nunca, en el
sueño yo quería despertar, pero no podía despertar, y allá abajo donde estaba viviendo,
había como un río seco, con la tierra partida y todo. Yo miraba un árbol para allá, lejos.
Ah, parecía que nunca lo iba a alcanzar. Empecé a caminar, unos cuantos pasos.
Aparecen muchas [casas], todas las casas, donde estaba viviendo yo, y cuando desperté
estaba en la casa. Sentía un no sé, pero sentía algo que no me gustaba. No sé si algo iba a
pasar o…, pero no pasó nada. Me despierto y ya, nunca jamás tuve este sueño. Mi abuela
me corría de arriba (risa). Parecían vivos. Si era gente que había muerto, toda mi familia.
Mi papá, mi mamá… Es que no sé, parece que lo estoy viendo de veras. Se me hace real,
pero dice mi abuela que no, no es real. ―Ya te tienes que ir‖, me dice. ―No sé que andas
haciendo acá‖. Si me habían aceptado allá, aquí estoy muerto. Yo creo tiene como unos
diez años. Me ha gustado mucho la visión que he tenido yo, entre el sueño y todo. Esto
me ha gustado mucho. Me ha dejado mucho, cuando voy con los míos para arriba y me
último apartado, a través del sueño, en otras palabras, de una variante del parkour inmóvil.
208
III. VIII. La “tribu”
La relación de Victoria con la ―tribu‖ no parece obvia. ―Soy la oveja negra‖, me dijo, un día que
pasé a visitarla temprano en el ejido Pozas de Arvizu. También se refiere a ―ellos‖, cuando habla
tradicional‖ para Victoria se resume en el ritual funerario que acompaña al parkour final. Al
mismo tiempo, aunque participa en las ceremonias dedicadas a los difuntos, Victoria tampoco
tiene claro si quiere tener un ―funeral tradicional‖. No obstante señala al respecto: ―Está la
iglesia que está aquí, de aquel lado. Ahí los velan, hacemos lo que son los bailes tradicionales,
tenemos la vestimenta y todo eso. Cuando empiezan a tocar los de la misma tribu, pues, aquí
ellos usan la maraca. Empiezan a tocar ellos [los hombres], empezamos a bailar las mujeres‖.
Cuando le pregunto a Victoria lo que hacen con las cenizas de los difuntos me quiere
enseñar unas cruces a lo lejos pero como estamos sentados no las alcanzamos a ver. Ella se
levanta y yo también. Ella, todavía no puede ver las cruces, yo tampoco. Se sube a una silla y me
enseña la dirección. De repente las alcanzo a ver: ―¡Ah ya!, ahí enfrente de esos postes‖. Ahí
está el cementerio. Como lo veo bastante alejado le pregunto si está cerca de la carretera que va
a San Luis Río Colorado. ―No‖, contesta, ―no está cerca de la carretera, está cerca de aquí, cerca
de la tribu‖.
209
Antes de la muerte
―En la casa ahí, en el rancho, nosotros sabíamos cuando iba a pasar algo porque…, hágase cuenta como que se
anunciaba. Como por ejemplo si alguien iba a fallecer así cercano a la casa, se oían cosas, como piedritas al techo,
los perros aullaban bien feo. A veces, en la noche…, pasaban sombras, como la sombra de alguien así‖, Sandra.
Varios de mis informantes coinciden en que la muerte está anunciada por distintos sucesos,
generalmente observables antes de que ocurra formalmente el parkour final. Así, Leobardo
afirma al respecto:
El coyote, te aparece, si está parado por ahí, no se mueve, nomás te mira, te está
anunciando que va a haber una muerte, alguien va a morir. Y un tecolote, que te aparece
en donde sea o que este llegue y se para en una pata, es anuncio de que va a pasar algo.
Que mires algo como fantasma, como un remolino que te llega, que sientes algo,
escalofrío o algo así. Te está avisando algo. Es un aviso nomás. Yo sí creo en eso. Me ha
pasado a mí. Una vez un coyote estuvo brincando un canal. De un lado para otro. El
coyote brincaba el canalito pavimentado, así (hace el gesto con su mano, se escucha el
Digo: ―¿Qué va a pasar?‖. No sé, pero sí va a pasar algo. No mucho después una persona
se murió de un accidente. Para decir el carro que brincaba. Eso fue hace mucho. Hace
como diez años. Aquí en la reserva [Cocopah Indian Reservation], yendo para la casa.
Un pariente de otra gente. Un accidente, murieron dos. De acá, de este lado [en Estados
Unidos]. Estuvo, me parece un tecolote también, una vez en un árbol, así volando, y pasó
en mi cabeza así, ―wu‖, cuando llegó, ―wu‖ (risa). Bueno, no sentí mucho. Miré que se
fue. Fue una vez, nomás. Otra persona murió en México, tuvo un accidente también. Es
210
que te avisan todas esas cosas. No son historias, son reales. Me pasó a mí. Ahora que
estoy mayor me dí cuenta de que sí, sí existen. Los coyotes sí existen, sí te avisan. Sí te
dan un mensaje. Mis abuelos… Pero primero no lo creía tampoco. Ne, pura mentira. Y
Parkour final
―La muerte. Todos vamos por el mismo caminito, unos más temprano que otros, pero pues al fin y al cabo vamos a
llegar (silencio). Y le digo [a mi hermana], cuando me muera yo, ponme música cabrón, aunque sea en el pinche
―Mi tío tiene su esposa muy enferma, y luego mi hermano tiene a su esposa ya muy grande y
bien enferma… Esta vez que nos vimos fue porque falleció un tío, por eso, por eso fuimos y los
miramos sino no los miramos‖. Desde aquella entrevista que realicé con Sandra entre junio y
julio de 2016 se murieron ambas. La primera, Irma, la esposa del tío Mauro se murió a finales de
julio de 2016. Asistí al funeral en Somerton, Arizona, con toda la familia, el cual describiré más
hermano no era de su familia. Al siguiente mes, es decir en marzo de 2017, se murió el medio
hermano de su mamá, quien también vivía en la Cocopah Indian Reservation, esa vez tampoco
les dieron permiso para asistir al funeral, impidiendo una vez más su parkour nómada
internacional, el cual sí había sido facilitado por los parkours finales de algunos familiares en
211
Cross-border:
El funeral de Irma
Stephania y Sandra tardaron cerca de cinco horas para cruzar la frontera entre San Luis Río
Colorado, Sonora, y San Luis, Arizona, en este 30 de julio de 2016. La misa se lleva a cabo en la
East Cocopah Reservation, en la iglesia Cocopah Assembly of God a las 3:00 pm. La da un
pastor evangelista. En su discurso es cuestión de celebrar a la vida así como a Jesús. Varios
miembros de la familia intervienen, entre ellos uno de los hijos y una de las hijas de la difunta.
El hijo, se ve particularmente afectado, se tiene que detener en varias ocasiones, sumergido por
la emoción. Hace referencia al idioma cocopah varias veces, precisando que no lo habla.
Mientras tanto recuerdo haber escuchado a Stephania e Irma hablar cucapá/cocopah juntas unos
meses antes, en la casa de esa última en la West Cocopah Reservation. Unos cocopah suben al
Cocopah Reservation. Patrullas de la policía se rebasan una a la otra con el fin de abrirnos el
camino y bloquear cada carretera que atravesamos. La mayoría de los coches tienen sus luces
direccionales prendidas. Es una curiosa experiencia la de pasarse todos los altos y semáforos, o
parpadeando debajo del parabrisas, nos rebasa varias veces mientras una camioneta negra abre el
camino. A mi lado se encuentra Stephania. Atrás unos niños cucapá, sobrinos de ella, comentan
acerca de un oficial:
- ―Es un Cocopah‖.
212
- ―Es un gringo‖, contesta Stephania cortante.
Los niños, mientras entramos a la West Cocopah Reservation, dicen: ―Todas las casas
son iguales‖. El sol brilla. Hace 43 grados Celsius/109,4 Fahrenheit. El largo carro fúnebre
negro está estacionado en el césped frente a la puerta del velatorio. Abren la puerta trasera del
―maracas‖ (sonajas) que se ponen a cantar y tocar juntos para acompañar a Irma en su parkour
final. Después de unos instantes, abren el camino al ataúd para entrar al interior del velatorio. La
gente se apura. La sala está llena. Colocan el ataúd hasta el fondo del velatorio, mientras los
cantantes se instalan frente a él, la espalda contra la pared. En este momento, son siete.
misma existencia de los cocopah: ―Some people say we are dead, but we are here‖. Dos mujeres
se adelantan hacia los cantantes y se ponen a bailar frente a ellos. Mauro, el esposo de la difunta,
y tío de Stephania, está parado al lado del ataúd llorando. Otra mujer se detiene a su lado. Se
invita a la gente a levantarse y a seguir a los cantantes, a tomar los objetos que pertenecieron a
Irma y a bailar en círculo alrededor del ataúd con el fin de ayudar a Irma en su parkour final.
Sandra cuenta lo que le decía su mamá respecto a los bailes que realizan las mujeres
durante el funeral:
―Entre más dolor sientas, más fuerte bailes‖. También me dijo de que uno le baila que
para que ―ellos vayan para el cielo‖. ―Así bailas‖, dice ―para que ellos se vayan‖, como
le digo yo para el cielo, si más o menos. ―Como que le ayuda así‖, decía mi mamá ―si le
213
bailas tú toda la noche‖. Si le bailan toda la noche o le cantan toda la noche, él como que
más rápido se va. O sea, me imagino como que no anda apenado o algo así. Pues yo le
digo que al cielo (risa). Se va a ir con dios yo digo. Ella nunca me dijo más de eso, pero
La familia más cercana a la difunta está sentada, frente a frente, de ambos lados del
ataúd. En una cama y una mesa, junto al fétrero, se encuentran diversos objetos de la difunta.
Son las 8:00 pm, es de noche. El ritmo de las sonajas empieza de nuevo. Algunos hombres,
miembros de la familia cercana, tienen una bufanda de tul transparente alrededor del cuello;
rosa, azul u otro. Una hija de la difunta distribuye objetos de Irma a las mujeres con vestido
―tradicional‖. Los toman en sus manos y los hacen, por así decir, bailar. Entre los objetos, se
encuentran muchos sombreros, fotos enmarcadas, ropa, etc., todos envueltos en un pedazo de tul
de color. Una anciana baila, recargada en su andadera, haciendo bailar sus manos arriba del
rostro de Irma.
Detrás del velatorio, hay una cafetería. Stephania, quien no habla inglés, me pide de
favor si puedo preguntar si tienen salsa picante. No hay. Stephania enseña la fotografía que tomé
de su tío, de su esposa y de ella misma, foto que había quedado de traerles tanto a ellos como a
ella. Lo que hice con Stephania, pero no con ellos. Esa frontera impide, tal como las puertas de
una cárcel ir y venir con serenidad. Cuando le pregunto, el tío precisa que sigue viviendo en la
misma casa, sin saber si se iba a quedar ahí, ni cuánto tiempo. Menciona la posibilidad de
regresarse a México: ―A lo mejor, me regreso a México. Soy de ahí‖. A mediados de 2017 sigue
214
A las 12:30 am, todos saludan a todos. Cinco de las seis hermanas presentes están
sentadas al lado o atrás de su tío Mauro: Priscilla, Jacaranda (y dos de sus hijas presentes),
María, Sandra y Stephania. Siguen los cantos y bailes alternando con las pausas en la cafetería
toda la noche… Poco antes de las seis de la mañana, una verdadera tormenta cae sobre la West
Cocopah Reservation, Somerton, Arizona. Afuera es difícilmente soportable. Aún, antes de que
amanezca, se abren las puertas. La arena se mete al velatorio volando y cubriendo el piso. Un
grupo de portadores se improvisa de nuevo para cargar el ataúd hacia el exterior. Así, después de
detenerse unos instantes afuera del velatorio, la procesión, encabezada por varios hombres,
cantando y tocando, avanza en la oscuridad hacia el cementerio a unos cien metros de distancia.
El viento es tan fuerte que es imposible abrir los ojos. La arena se mete tanto en los ojos
como en la boca o la nariz. De hecho, necesito taparme la cara con la playera que traigo, para
alcanzar a abrir los ojos a medias y ver dónde voy. A lo lejos, las luces de un coche nos sirven
Llegando, sacan el cuerpo de la difunta del ataúd y lo instalan entre los troncos de la
leñera, mientras los hombres siguen cantando y bailando alineados frente a ella, escoltándola en
la última fase de su parkour final. Las mujeres se acercan para arrojar las pertenencias de la
difunta que iban cargando desde el velatorio. La tormenta permanece muy fuerte aún. Llegó la
215
Los que se quedan
El periodo de luto que sigue a la cremación implica ciertas reglas, las cuales han cambiado
…el funeral, y la dieta que debe de tener uno. Como el día que falleció mi mamá.
Nosotros nos tuvimos que mantener a dieta, no comer manteca, ni sal, comida cocida.
Hasta 4 días. Ya que entierran las cenizas al siguiente día puede comer uno manteca.
Ahorita que esté ahí, el cuerpo quemado ahí, incinerado, ¿cómo? Que a nosotros…, no
puedo, no me sale la palabra. No nos entierran pues. La cremación. Porque dicen que es
borrado la memoria familiar, por la quema de las casas, de las pertenencias y el hecho de
prohibir hablar de los muertos o hasta pronunciar sus nombres.86 Sandra recuerda lo que sucedió
Antes era otra casa más grande, nada más que mi mamá la tumbó. Falleció mi papá y
falleció el esposo de mi mamá, él con quien se juntó y ella quiso tirar la casa. Era grande
la casa, tenía porche, nada más que la tumbó porque, bueno casi siempre cuando fallece
el dueño, antes, ahora casi no se ve eso, pero antes se tiraba todo, la casa, los muebles,
todas sus cosas, se tiraban con él. Se tiraban, se quemaban, o se enteraban… Los
aparatos electrónicos que fueran de ellos, se quebraban ahí mismo. Aunque mi papá
decía: ―No tumben la casa. No la tumben, no la tumben, para que vivan ustedes aquí…‖,
bueno mi mamá, de las cosas de mi papá regaló muchas cosas a gente extraña, a gente
86
―The rigid taboos against references to the dead rendered the genealogical method impracticable‖ (Gifford &
Lowie, 1927, p. 341).
216
que no estuviera cercas de nosotros, como a gente necesitada. Yo me acuerdo que él
tenía una cama así de hospital, esa también la donó. Llegaban muchos viejitos o algo así
a comer, a una casa para acá me refiero, y donó todo mi mamá: colchones, sogas, todo lo
que ella quisiera porque se iba a quemar. Y ahora no, ahora como que nada más se
cambian de lugar las cosas. Si tú ocupas esto, pues llévatelo, si tú ocupas esto pues
agárralo y antes no. Antes no, buuu, cuidado alguien hacer una cosa de esas.
Sandra agrega:
Se supone que el humo es el que te purifica. Por eso llevas dieta, porque tienes que
purificar tu sangre, como cuando perdimos a mi abuelo. Con mi mamá también. Y date
cuenta que va a purificar la sangre. Por eso son las dietas, para que te limpies de a fondo.
Como ahorita, lo mira uno como un sacrificio, más chiquitos nos daba risa, órales, y
rapidito todo. Estábamos bien chiquillos me acuerdo, pero ahora como que no es lo
mismo. Qué pasaría con las tradiciones, yo digo que se van perdiendo ¿no? Como yo la
otra vez, no más a pura dieta, no me puse nada del humo ni nada, pura dieta, como mi
mamá.
cual existe un consenso. Entre los cucapá/cocopah no se hablaba de los muertos, porque los hace
presentes. Era como llamarlos. Los padres de Victoria y sus hermanas vivieron en el ejido Pozas
de Arvizu. Es preciso aclarar que su papá no quiso tener un ritual funerario cucapá: ―Mi papá era
indígena y todo, pero él no quiso. No quiso estar aquí con los de la tribu‖. Sandra explica la
217
[La separación del alma y del cuerpo], ah, fíjese que mi papá me dijo una vez eso pero,
fíjese una señora, que es cristiana…, esas mismas palabras que dijo mi papá. Y mi papá
decía que él no se quiso quemar, mi papá no se quemó. Mi mamá sí, y mi papá decía que
no se iba quemar porque ninguna de nosotras se iba a incinerar para él estar con nosotras.
Que aunque no mirara a su papá, a sus hermanos, nadie, porque todos se incineraron en
el ejido y él decía que no que porque la gente que se incinera, y la que se entierra se va a
diferentes partes. Yo digo que no. O sea el espíritu es él que va, no el cuerpo, pues el
espíritu yo digo que no se quema. Y una vez una señora, fue la que nos dijo pues, yo me
voy a enterar porque si yo me incinero no voy a estar con mi mamá. Pero ella, pues por
la iglesia me entiende... Gente, de las que leen el tarot y todo eso, así llegó y habló
conmigo, es que me dice: ―Tu papá y tu mamá están juntos‖, por eso le digo que yo no sé
Más allá
Stephania, está muy clara respecto al hecho de querer una ceremonia cucapá/cocopah para su
funeral cuando se refiere a los cantos y bailes. No obstante el último destino de su parkour final
no está tan claro. ¿A quién seguir, a su papá o a su mamá? Aquí, lo que está en juego son los
sentimientos de Stephania, cuestionados por los distintos caminos seguidos por sus respectivos
Porque el día que fallezca quiero que me canten, dicen que a los que van a enterrar, que
no les cantan. Pero yo si quiero que me bailen y me canten, el día que llegue a faltar.
Cuando me vaya, quiero que me empiecen a cantar. Pues sí, a mí me gusta mucho. Por
218
eso, cada funeral que hay ahí, no falto a ninguno. De todos modos no faltaría porque son
parientes pero también porque me gusta eso. Pero sí, lo que no me gusta es la cremación.
Pero ahora me tengo que aguantar porque mi mamá está ahí. Y no sé a cuál de los dos ir
porque a mi papá lo enterraron. Porque mi mamá le dijo que ella pensaba enterrarse
también. Y compraron un terreno aquí en la Grulla, ahí en ―El Paraíso‖. Por eso, desde
papá. Yo digo eso porque, dice que cuando uno se entierra, ya no los miramos allá arriba.
papá. No sé a cuál ir. Por eso a veces digo que, a ver qué piensan. Él que esté conmigo o
con la que vaya a quedar yo. Una de mis hermanas o algo que decida qué. Porque
también no quisiera dejar de ver a mi mamá tampoco. A mi papá tampoco verdad, pero
convivía más con mi mamá. Sí (silencio), no me gustaría dejar de verla (llora). Ya lloré,
ah ya lloré.
[Pienso tener] un funeral tradicional cucapá, y eso va a ser aquí [en Somerton, Arizona],
no con mi otra familia allá, como ya me pasé todos mis años aquí, yo quiero quedarme
aquí con nuestra familia. Voy a ir a verlos de todos modos allá. Estén a donde estén.
Toda mi familia se fueron, ya no tengo casi, puras hermanas. Todos mis viejos se fueron
ya. Todas mis hermanas, gracias a dios que estamos todavía todos. Todas andan mal,
pero están vivas todavía (risa). Es lo que yo siento. Yo creo en la tradición. Trato de
seguir mis tradiciones y todo. Yo no quiero cambiar de lo que soy, yo soy lo que soy y
219
eso nadie me lo va a quitar hasta que me muera (risa). Me gusta mi tradición. Como
220
Conclusiones
―El panorama y los practicantes de los estudios de la cultura en Latinoamérica es amplio y hay por supuesto
personas, grupos, instituciones que requerirían cada uno de un artículo para explicar sus aportes y sus
especificidades. Pero más que las personas es quizás más relevante señalar que se trata de un campo vigoroso
que entiende y asume que la cultura no es estática, ni un sistema cerrado y que por ello mismo, ésta es además
Rossana Reguillo, en ―Los estudios culturales. El mapa incómodo de un relato inconcluso‖ (2004, p. 7).
Con esta tesis intenté entender cómo alguien que proviene de una cultura con
afán de leer y deconstruir este proceso. Por tanto, mi teorización del concepto de parkour
221
esa comprobación es solamente la conclusión provisional de las cada vez más intensas
mitad del siglo XIX, ya sea a través de su aculturación progresiva, de la aparición del
Reservation o de los ejidos El Mayor y Pozas de Arvizu, los cuales han paulatinamente
geográficamente por sus respectivas instancias locales o estatales, Baja California, Sonora o
Arizona, como culturalmente hasta lograr separarlos en grupos casi herméticos el uno al
propias de sus respectivas fronteras nacionales: México y Estados Unidos. Este proceso se
personas, cada vez más estrictas, de la militarización de la zona y del proyecto de terminar
el muro iniciado a principios de los años 90 del siglo pasado a lo largo de la totalidad de la
A través del concepto de parkour no hice más que poner en perspectiva parte de las
dificultades contemporáneas que viven los cucapá/cocopah, aun pienso que son estos
últimos quienes tienen la capacidad de aportar soluciones, y de hecho hicieron más que
demostrarlo a través de sus parkours subjetivos. En este sentido me parece muy pertinente
forma, para los cucapá en la ciudad de San Luis Río Colorado, donde reside en la
actualidad la gran mayoría de ellos en el estado de Sonora, que les permita reivindicar su
presencia en la vida pública de esta ciudad fronteriza y así ofrecer una verdadera alternativa
al ejido Pozas de Arvizu en Sonora, pero bajo el sello del grupo cucapá, asumiendo de esta
manera una movilidad menos excluyente entre los miembros de este último. De lo
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contrario, da a pensar que los cucapá quienes viven fuera del ejido se irán diluyendo cada
El hecho es que, en San Luis Río Colorado, los cucapá sean reconocidos o no por las
instancias políticas del ejido Pozas de Arvizu son generalmente considerados como tales
por la demás población ya sea por su aspecto físico o sus apellidos, y no específicamente
Respecto a los grupos cucapá y cocopah, puedo afirmar que sufren numerosas
contradicciones, dado que han seguido parkours desde distintas lógicas nacionales, las
cuales han generado para algunos de sus miembros pasiones, o sea sentimientos, e incluso
odios que hacen sentir, por ejemplo, a determinados sujetos que son los verdaderos cocopah
las poblaciones tanto indígenas, como de origen asiático o africano entre otras y que desde
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Epílogo
avisa de la llegada de una muchacha con sus dos hijos a su casa, la cual comparto con ella.
América Latina. Los acaba de atrapar la U.S. Border Patrol, y una amiga, miembro de una
asociación le pidió recibirlos por esta noche. Mañana se encontrarán con el hermano de la
mamá quien vive en New York. Diana va por ellos a Phoenix. Llegan a la casa. Resultan ser
California, donde llego a medio día. Visito el MOPA (Museum of Photographic Arts),
museo de la fotografía que se encuentra en el Balboa Park de San Diego. Creo que
convence del todo. Aun tomo fotos de algunas obras y referencias. No se ve mucha gente, a
furtivamente el museo.
Todavía tengo tiempo y aprovecho para visitar el Botanical Building, Balboa Park.
Ahí se encuentran varias familias paseando entre las plantas, muchas hablan en español.
dirección de ellas.
En la noche, paso la frontera hacia Tijuana. Luz verde, puedo pasar sin tener que ser
revisado. Unos instantes después, al ver un anuncio donde está escrito San Diego, creo
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algunos vendedores ambulantes a mi mano izquierda -los cuales ofician en las diferentes
puertas fronterizas-, entiendo haber evitado formarme para pasar la frontera hacia Estados
Visito a un amigo, Irvin, un joven entrenador de perros que conocí en Mexicali dos
años antes. Él trabaja en la aduana, un perro le acaba de morder y sangrar el brazo. Ahí
entrena o guía a los perros en la revisión de los trailers que pasan de México a Estados
Unidos, es decir, entre Tijuana y San Diego. Me cuenta que le acaban de ofrecer un trabajo
en Los Angeles, California, pero no puede ir porque no tiene visa. También piensa en
desalojaron de la casa que él rentaba ahí con su esposa e hija recién nacida en ese entonces.
Al otro día en la mañana, voy a recuperar unas cosas que había dejado en casa de un
amigo, José. Vive de la reventa de productos de segunda mano en los tianguis de Tijuana.
Le pregunto cómo va el negocio. ―Mal‖, dado que el dólar llegó a los casi 20 pesos, y que
él compra gran parte de su mercancía a personas que vienen de Estados Unidos; en tianguis
especializados. Tiene sus vendedores. ―Siempre les compro $1000 o $2000 pesos de
repuestos para bicicletas que también se encuentra en Tijuana. Es la tercera vez que vengo a
haitianos. Ella habla de 2000 más que van a llegar. La peluquera se refiere a ellos con
225
En el camino a Mexicali, hago escala en un restaurante de La Rumorosa, que nunca
había visto antes. Dentro pasan videoclips de bandas, entre las cuales están Los Plebes del
Rancho de Ariel Camacho con el título ―Del Negociante (Ángel del Villar)‖, una canción
algunos libros, me quedo un rato, desde ahí me comunico con un amigo, Julio, quien me va
empiezan a comentar sobre los migrantes haitianos: ―El centro de Mexicali parece el Bronx.
Están ahí sentados en el piso. No tienen trabajo, no tienen nada. Se va a hacer una nueva
mezcla…‖.
centro de Mexicali a pie. Los haitianos que veo no están sentados en el piso, sino en bancas
o sillas. En efecto, se ven decenas, algunos van paseando por pequeños grupos de tres a
cuatro personas. La gran mayoría son hombres, aunque también se encuentran algunas
Stepania. Ella intenta hablar con su hermano, pero Leobardo no contesta el teléfono. Voltea
hacia mi y me dice: ―Está en el Bingo‖. Alrededor de las 5:00 pm, paso la frontera de San
Luis Río Colorado, Sonora a San Luis, Arizona. En aduanas, el oficial, me pregunta, como
siempre, a dónde voy… Conviene indicar que mi coche trae placas de la Ciudad de México.
Le contesto: I‘m going to Phoenix, I‘m French, I‘m resident in Mexico and an international
student in ASU. Aunque tiene entre las manos mi pasaporte con la visa de estudiante quiere
226
ver un documento de la universidad que compruebe mi estancia. Tengo que bajarme del
coche para recoger una mochila con mis documentos detrás de mi asiento. Apenas abrí el
folder donde venía la documentación me indicó que podía pasar. En el siguiente retén, que
se encuentra entre Yuma, Arizona y Phoenix, la misma escena se repite con otro oficial. Me
Decido ir a buscar a Leobardo. Cuando llego a su casa, acaba de caer la noche. Hay
coche, bajo y camino hacia ellos. Pregunto por Leobardo. Me dicen que está adentro. Me
acerco a la puerta de entrada, la cual está hecha de un metal lleno de pequeños orificios que
dejan pasar la luz y el aire. Lo veo sentado en su sillón. Entro, le digo: ―Hello‖, pero me
contesta en español. Está sorprendido de verme, traté de hablarle el día antes y el mismo día
por teléfono sin éxito, y aunque le envié un mensaje al parecer no lo recibió. Leobardo está
español. Me invita a sentarme en el sillón que se encuentra junto a él. ―Sí pasa él, me van a
mandar para afuera‖, dice Leobardo. Mientras estamos platicando entran sus familiares,
todos son cocopah y hablan inglés entre ellos. El muchacho se va por un pasillo a otro
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Anexo. Estudio fotográfico
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