Unidad 09
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Unidad 09
CONCURSO DE DELITOS
En este mar de confusiones en que navega la teoría del concurso, tanto la teoría
como la práctica, han aceptado desde hace ya largo tiempo, aun en los casos en que
no existe una previsión específica en la ley, la posibilidad y la justicia de reunir en una
unidad jurídica varias acciones, cada una de ellas con todas las características del
hecho punible, en virtud de la continuidad o conexión continuada.
Los casos de la pluralidad de delitos ejecutados por un mismo sujeto se
gobiernan por dos principios: 1. Ningún delito debe quedar impune, quot delicta, tot
poenas (a cada delito corresponde una pena), y 2. Nadie debe ser castigado dos veces
por el mismo delito, non bis in, idem, pudiendo decirse que el primer aforismo es el
límite mínimo, y el segundo el máximo, del concurso de delitos.
Diversos casos que pueden presentarse:
a) Una acción y una lesión, que puede ser:
1. Delito simple, y
2. Concurso aparente de normas.
b) Una acción y varias lesiones: Concurso ideal de delitos.
c) Varias acciones y una lesión, que puede ser:
1. Delito plurisubsistente o habitual,
2. Delito continuado.
d) Varias acciones y varias lesiones: Concurso real de delitos.
lmpallomeni dice que una acción sola puede derivar, indistintamente tanto uno
como varios delitos, y que en definitiva, el núcleo del problema esto en el numero de
intenciones del agente; Carrara decía: “tantos son los fines, tantos los títulos de delito".
En cambio, para Von Buri el número de las determinaciones corresponde al de las
lesiones jurídicas, y cada una de estas a una modificación causada en el mundo
exterior: Impallomeni, en cambio, admite “que cuando un solo efecto se quiere no haya
más que una resolución; pero no ya que sobrevenga una lesión jurídica sola,
exclusivamente porque único sea el efecto antijurídico querido por el agente”.
Determinar cuándo hay un delito y cuando una pluralidad de delitos pertenece a
la teoría del delito y se ubica en el corazón de la dogmática penal, allí donde los
problemas relativos a la pena y a los criterios de aplicación de la misma, tienen solo un
reflejo secundario, si bien se puede decir correctamente que el concurso de delitos
constituye un puente de paso entre la doctrina del delito y la de la pena.
PRINCIPIO DE ESPECIALIDAD.
Fue reconocido por los jurisconsultos romanos (Papiniano), según el cual la ley
especial excluye la ley general. Ley general es la que configura el delito de modo
genérico sin individualizar sus elementos constitutivos. Ley especial es la que contiene
todos los elementos de la Ley general y además otros determinados caracteres
específicos que individualizan los elementos integrantes del delito.
Hay relación de género a especie entre dos disposiciones legales, cuando los
requisitos del tipo genérico están todos contenidos en el específico, en el que figuran
además otras condiciones calificativas en virtud de las cuales la ley especial tiene
preferencias en su aplicación sobre la general.
Así, por ejemplo, un mismo hecho ( v. gr. el retener por la fuerza a una persona)
puede configurar tanto el delito de secuestro como el de rapto, pero es indudable que la
descripción del rapto es más pormenorizada que la del secuestro puesto que en éste, a
más de la retención, sólo se necesita un fin ilícito en general, en tanto que en el rapto la
retenida tiene que ser una mujer y el fin debe ser específico, a saber: satisfacer un
deseo erótico --sexual, o casarse con ella. En consecuencia, es indudable que el rapto
es una figura especial con relación al secuestro, y siempre que se den los elementos
que constituyen aquélla, debe aplicarse la disposición pertinente y no la que
reglamenta el secuestro. En la legislación federal se suprimió el delito de rapto y en
substitución del mismo se integró un tipo delictivo de querella necesaria, entre los
delitos de privación ilegal de libertad, cuando dicha privación se lleve a cabo con el
propósito de realizar un acto sexual, siendo indiferente el sexo de la víctima, ni el medio
empleado para la comisión del delito.
PRINCIPIO DE SUBSIDIARIEDAD.
Cuando una ley o disposición legal tiene carácter subsidiario respecto de otra, la
aplicabilidad de ésta excluye la aplicación de aquélla. Una ley tiene carácter subsidiario
respecto a otra principal, cuando ambas describen grados o estadios diversos de la
violación del mismo bien jurídico, de modo que el descrito por la disposición subsidiaria,
por ser menos grave que el descrito por la principal, queda absorbido por ésta. En el
caso mas frecuente de subsidiariedad, en que una disposición sólo debe aplicarse
cuando el hecho no constituya un delito más grave, aparece paladino que el mismo
hecho ha sido previsto por dos disposiciones.
Puede concurrir una ley que tenga carácter principal con una que sea subsidiaria
respecto de ella, en tales casos la Ley principal excluye la subsidiaria. Por ejemplo, el
abandono (seguido de muerte) de un menor de siete años por la persona encargada de
su guarda, sin perjuicio de castigar el hecho como corresponda si constituye otro delito
más grave. La ley subsidiaria es aquí la disposición que pena el abandono del menor
cuando el hecho no constituya delito más grave, se pena el de mayor gravedad
(precepto de la ley principal).
Filippo Grispigni declara que una ley es subsidiaria respecto de otra "cuando
ambas describen grados o estadios diversos de la violación del mismo bien jurídico, de
modo que el descrito por la disposición subsidiaria, por ser menos grave que el descrito
por la principal, queda absorbido por ésta". Los preceptos relativos a los grados del
delito son claros ejemplos del principio de subsidiariedad. Así, la tentativa es
sancionada siempre que no quede englobada en la consumación. Y la complicidad no
será castigada si el sujeto activo no es autor principal del hecho delictivo
PRINCIPIO DE ALTERNATIVIDAD.
Es aquel que interviene autorizando al juzgador para que en el caso de que dos
normas penales disciplinen el mismo hecho con igual valorización punitiva de los
acontecimientos, pueda aquél aplicar indistintamente cualquiera de estas normas a su
elección.
DELITOS CONEXOS
Constituyen los delitos conexos un caso de concurso real de delitos, y existe
conexión entre varios delitos cuando uno de ellos sirve de medio para cometer otro o
cuando es consecuencia del anteriormente cometido o para ocultarlo y los que los
constituyen violan distintos preceptos penales y están unidos entre sí en relación de
medio a fin; están ligados por un vínculo estrecho que los hace depender unos de
otros, o explicables los vinos por los otros.
DELITOS PROGRESIVOS
Se dice que una infracción constituye un delito progresivo cuando el acto inicial
que de por sí es constitutivo de delito se repite varias veces hasta que la pluralidad de
actos engendra una nueva figura delictiva más grave. Se diferencia del continuado en
que la suma de los diversos actos es homogénea con los sumandos en el delito
continuado y heterogénea en el progresivo. En estos delitos hay una verdadera
progresión en el sentido de que se pasa un minus a un plus, y porque, en
consecuencia, un mismo bien resulta lesionado cada vez con mayor gravedad. Un
ejemplo de delito progresivo sería el paso de las injurias a las lesiones y de éstas al
homicidio.
La progresión criminosa en sentido estricto se distingue tanto del concurso
material de delitos, como del concurso formal. Se distingue del concurso material,
porque éste presenta la realización de varias figuras legales distintas, que no tienen
ninguna parte en común. Y se distingue del concurso formal, porque en éste todas las
figuras legales tienen en común una parte del mismo hecho, y las otras partes guardan
conformidad cada una con una figura legal distinta, mientras en la progresión criminosa
en sentido estricto los hechos que la componen integran una sola figura legal, que
comprende y resume la anteriormente configurada. De modo que, mientras en el
concurso formal deben ser aplicadas todas las disposiciones legales dentro de las
cuales queda comprendido en sus partes el hecho, en la progresión en sentido estricto,
en cambio, la aplicación de la disposición legal que prevé la pena más grave, excluye la
aplicación de las otras, pues el hecho criminoso previsto por ella contiene el de menor
gravedad.
Lo esencial es que en el concurso ideal los tipos no se excluyen entre sí. Silvio
Ranieri dice que existe delito progresivo cuando un tipo penal, considerado en
abstracto contiene otro, de modo que su realización no puede verificarse sino pasando
al través de la realización de éste.
DELITO HABITUAL
Delitos habituales o plurisubsistentes (que algunos escritores denominan
impropiamente colectivos) son aquellos cuya noción exige, como elemento constitutivo,
la reiteración habitual o profesional de hechos que, tomados singularmente, no serían
delitos.
DELITO CONTINUADO
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